una aproximacion conceptual
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3.2.1 Una aproximación conceptual a la competencia elegida
Para entender la complejidad de alcance, trataré de definir conceptualmente,
recuperando los conocimientos, actitudes y habilidades que están inmersos en ellas.
Para el desarrollo de una competencia se necesita poner en práctica lo enseñado y
aprendido. Por esa razón, a continuación describiré los componentes que integran
la competencia profesional “Interviene de manera colaborativa con la comunidad
escolar, padres de familia, autoridades y docentes, en la toma de decisiones y en el
desarrollo de alternativas de solución a problemáticas socioeducativas”.
Cabe aclarar que esta competencia será desarrollada en la práctica escolar de
séptimo y octavo semestres, por la razón de no tener un acercamiento en semestres
anteriores con la comunidad escolar, padres de familia, autoridades y docentes, en
la toma de decisiones o alternativas que den solución a problemas socioeducativos.
Para esto se debe empezar con un problema, el cual es una cuestión discutible
para poder darle una solución a partir de explicaciones, intervenciones o métodos;
los cuales se deben seguir para un resultado. El concepto de problema procede del
griego y significa realizar una tarea, ejercicio o pregunta con un hecho teórico y
práctico que debe tener una solución.
El problema es visto como algo a que debemos dar solución. Como afirma
Gutiérrez (1991), “Se refiere a un hecho no resuelto que debe encontrar una
respuesta teórica o práctica, científica o vulgar, social o individual” (p.149). Esto
quiere decir que el problema debe ser resuelto con ayuda de una teoría, llevarlo a
la práctica, tener un conocimiento científico del problema o nuestro propio
pensamiento de cómo resolverlo, al igual que impacte en lo social o en la persona.
Del mismo modo, en palabras de Piaget (1976, citado por García, 1994), “Es un
sistema particular de operaciones que deben efectuarse en el seno de la agrupación
total correspondiente” (p.132). En este caso, el autor relaciona que el problema se
presenta en distintas situaciones, donde se debe tener en cuenta cómo vamos a
distinguirlo de diferentes causas en el entorno “agrupación”.
También el problema se puede conceptualizar de la siguiente manera, en
palabras de Kerlinger (1984, citado por Bauce, 2007): “Un problema es una
pregunta que establece una situación que requiere discusión, investigación, una
decisión, o una solución”. Esto quiere decir, cuando se presenta un problema, será
necesario establecernos una pregunta para la cual vamos a requerir de discutir el
porqué de ese problema, una investigación que nos dará resultados, así tener una
decisión que tomar y una solución.
Ahora bien, hablando de resolución de problemas, esto lo desarrollo en lo
educativo, razón por la cual me baso en resolver las problemáticas presentes en la
educación, a esto lo llamamos problemas socioeducativos. Un problema
socioeducativo es todo aquel que se lleva a cabo dentro de una comunidad escolar
que involucra a los docentes, padres de familia, alumnos, directivos y autoridades
dependiendo del problema que surja, el cual puede ser desde del aprendizaje hasta
problemas sociales.
En sí, no hay un concepto bien definido por un autor que nos diga qué es un
problema socioeducativo, solo se debe tener en claro cómo trabajarlo, esto es por
medio de la investigación, lo cual nos lleva a reconocer un problema socioeducativo
como algo que necesita de la intervención y un diagnóstico que permita realizar el
planteamiento del problema. Igual se necesita de herramientas de investigación
como la observación, encuestas, entrevistas, etc.
Para realizar el planteamiento del problema se necesita observar el contexto,
para que surjan preguntas, cuestionamientos y soluciones a la necesidad surgida o
encontrada. Es ahí donde se necesitará la ayuda de la intervención, la cual nos da
pauta a tener una relación con el problema principal. A la intervención la podemos
definir como incidir o inferir, para producir un cambio. Para Pagaza (2011)
“Intervención es un conjunto de acciones que tienen un sentido de “ayuda” a los
sufrimientos sociales que tienen los individuos” (p.26). Como nos los dice la autora,
es necesario realizar acciones para poder darle una solución a ese problema, como
puede ser, por medio de recursos, programas, pláticas, talleres, etc; llegando a ser
una ayuda necesaria para ese individuo.
Ahora, la intervención no es fácil, no todo sujeto está preparado para ser
intervenido o necesitar ayuda de otro sujeto. Por eso, como afirma SEP (2012), se
entiende como intervención “La capacidad que tiene un sujeto de actuar con y para
los otros con una finalidad específica” (p.2). El sujeto, el cual soy yo, debo focalizar
el aspecto donde quiero incidir y esto es en la escuela, con los padres de familia,
los docentes, los alumnos y directivos.
Una intervención necesita una demanda y una respuesta por medio de acciones,
solicitando el uso de recursos para la solución centrada en los sujetos, en este caso
“alumnos”. Dando como resultado una intervención educativa, la cual busca atender
una problemática inmersa en los centros escolares, ya sea en los alumnos, aula,
padres de familia, infraestructura de la escuela, etc. Es ahí donde se deben poner
acciones en marcha para dar una solución a la problemática presente, realizándolo
por medio de pasos para llegar a tener un resultado.
Para Alzate, Arbelaez, Gómez y Romero (2005) la intervención educativa es
“El conjunto de acciones con finalidad, planteadas con miras a conseguir, en un
contexto institucional específico (en este caso la escuela) los objetivos educativos
socialmente determinados” (p. 1). Es así como debemos considerar que intervenir
educativamente, está entrelazado con la mejorar del entorno escolar, donde será
esencial para el desenvolvimiento de los actores educativos, teniendo en cuenta
que es una práctica que como docente debo llevar a cabo cuando sea necesario o
se presente.
Sin dejar de lado nuevamente el uso de acciones que harán contrarrestar ese
problema y resolverlo, pero al fin y al cabo se trata de generar un ambiente escolar
donde uno como maestro se preocupe por sus alumnos y sus problemas internos y
externos, realizando en sí, una intervención educativa. Páez (2011) menciona que
“La Intervención Educativa es una práctica que busca la mejora del niño, de las
personas, de las comunidades, para que puedan tener una mejor vida, y una mejor
relación con los demás” (p.322).
En ese sentido, y reiterando que la intervención educativa busca la mejora de los
alumnos, los padres de familia, los docentes y directivos de una institución, López
(2011) afirma que “La intervención educativa es la acción intencional para la
realización de acciones que conducen al logro del desarrollo integral del educando”
(p. 283). En pocas palabras, cuando se nos presenta un problema dentro del aula,
con el alumno, padre de familia o la institución; intencionalmente buscamos una
solución para un mejor ambiente escolar.
Estas acciones deben tener la finalidad de detectar el problema y darle solución,
para realizar una intervención socioeducativa. Para eso se necesita del seguimiento
de pasos, los cuales puedo referir basándome en las diez preguntas utilizadas por
Ezequiel Ander-Egg (1994):
1) ¿Qué? 2) ¿Por qué? 3) ¿Para qué? 4) ¿Cuánto? 5) ¿Cómo? 6) ¿Dónde? 7) ¿Cuándo? 8) ¿A quiénes? 9) ¿Con qué? 10) ¿Quiénes?
Las respuestas a estos cuestionamientos dan a la naturaleza de la intervención
(problema), origen, fundamentación, objetivos, metas, localización, actividades,
cronograma, destinatario, recursos humanos, materiales y financieros. Para trabajar
una intervención educativa se necesita de la colaboración, la cual es trabajar
apoyado por los factores que involucran el problema, en este caso alumnos, padres
de familia, directivos, etc.
Si se necesita de un problema para realizar una intervención, es necesario
también de sujetos, los cuales necesiten esa mejora o ayuda para resolver la
problemática. Estos sujetos o personas, pertenecen a una comunidad, donde se
encuentran diferentes formas de pensar, actuar, haciendo un conjunto de personas
que viven bajo ciertos criterios y normas que deben seguir.
En palabras de Arias (2003, citado por Causse, 2009, p.3) “La comunidad es un
grupo de personas que viven en un área geográficamente específica y cuyos
miembros comparten actividades e intereses comunes, donde pueden o no
cooperar formal e informalmente para la solución de los problemas colectivos”. Este
grupo de personas tendrá arraigadas sus costumbres, tradiciones; las personas que
viven dentro de esa comunidad, la hacen suya por el simple hecho de tener un oficio,
trabajo o intereses comunes a los demás.
En ocasiones esos intereses, hacen que cada individuo tenga su pensamiento,
ocasionando problemas donde la comunidad puede o no estar inmersa en la
solución. En palabras de Kisnerman (1990, citado por Blanco, 2010) “La comunidad
está formada por el espacio donde trascurre la vida de las personas y donde se
producen las interacciones sociales…” (p.2). Es así como debemos reconocerla,
como un complejo de relaciones sociales, desarrollada en un espacio concreto. La
cual integra y unifica las funciones de interés y necesidad de cada individuo que
hace de si la comunidad, en las cuales se ve esa interacción social.
Es por eso que el trabajo colaborativo se ve inmerso a la hora de realizar las
actividades con la comunidad escolar, aquella que interviene en los procesos de
enseñanza y aprendizaje de los alumnos, el apoyo y los recursos necesarios para
dar soluciones o conformar un problema dentro de sus límites. En palabras de
Bauman (2003, citado por Krichesky, 2006, p.11) nos señala tres características de
lo que puede ser una comunidad por su naturaleza:
Que la comunidad pueda distinguirse respecto de otros grupos humanos.
Que sea pequeña, esto es, que sus miembros estén a la vista entre sí.
Que sea autosuficiente, es decir, que provea a las necesidades de las
personas que incluye.
Es este caso, como docentes trabajamos en una comunidad que tiene un mismo
interés, el cual es, llevar a su hijo a la escuela, generando una comunidad escolar,
la cual también cuenta con un espacio, individuos con intereses o fines comunes,
pero esto se desarrolla en lo educativo. En palabras de Salazar (1996, citado por
Escobar, 2001,) “Actualmente se llama comunidad educativa al conjunto de la
familia, la escuela, la sociedad…” (p.100). Es así como tiene sentido que la
comunidad es desarrollada en la escuela, involucrando a los padres de familia, los
alumnos, docentes y directivos como el principal pilar que sostendrá el papel de
comunidad escolar, teniendo impacto en la sociedad.
Por eso la comunidad está enmarcada en una cultura organizacional, donde cada
sujeto tiene su papel, desde el director, docente, alumnos, padre de familia, dejando
en claro que todo esto se llevará dentro de la escuela, por eso que “la comunidad
educativa incluye o presupone el de comunidad escolar, como comunidad que se
construye alrededor del trabajo educativo que se realiza en la escuela y desde la
escuela”, de acuerdo con Escobar (2001, p.102).
Esto quiere decir que una comunidad debe estar contemplada para cambios
sociales, culturales y económicos, sin perder homogeneidad y sentido de sí misma.
Es ahí donde surge la comunidad escolar, la cual tiene un papel principal en el
sistema educativo. Para Krichesky (2006) “La comunidad educativa como un
espacio cerrado, instalando como únicos miembros (salvo situaciones puntuales) a
los docentes, los alumnos y los padres, y estableciendo para cada grupo
atribuciones claramente definidas” (p. 15). Dicha comunidad tiene marcado los
únicos miembros que participarán, sin dejar de lado esos miembros externos a ellas
que tienen un papel menor a los principales, a los que trabajan día con día para
realizar la labor de una comunidad escolar, donde toda atribución de trabajo ya está
definida.
Es por eso que se debe tener relación y un canal comunicativo para llegar a
acuerdos con todos estos miembros que se incorporan a la comunidad escolar.
Cuando el canal de comunicación falla en algunos de los miembros, se generan los
conflictos, la mayor parte del tiempo y lo he observado, es por el apoyo de la familia
del alumno, la cual es la primordial en su aprendizaje, en su crecimiento físico y
académico.
Para empezar la familia apoya en todo momento al alumno para sacar sus
estudios, le da el sustento económico. Pero no solo se queda hasta ahí, la familia
es la primera escuela del alumno, donde aprende valores, sentimientos y creencias
que llevará dentro del aula, como afirma Zepeda (S/F), familia es “Un campo
privilegiado de observación e investigación de la interacción humana y, por ende,
de la interacción social” (p.32).
Esto quiere decir que la familia es el primer maestro del alumno: siempre están a
su lado alentándolo, enseñándole y dando refuerzos positivos, sin olvidar que
también aprende de lo negativo. Por eso el maestro ha de tener buena
comunicación con los padres de familia, para concientizar que la educación viene
desde casa.
Bolivar (2006) afirma que “…la familia es un vehículo mediador en la relación del
niño con el entorno, jugando un papel clave que incidirá en el desarrollo personal y
social” (p.121). Es así como la familia se necesita para el desarrollo del alumno, ya
que uno como maestro le enseña contenidos específicos de la escuela, pero lo
personal y social debiera ser enseñado por la familia. El estudiante trae desde casa
el comportamiento que demostrará dentro del aula y eso es algo complicado
cambiar en ellos, cuando se presentan conductas no favorables, ya que dentro de
esa comunidad educativa, como lo mencioné anteriormente, todos tiene un rol con
función específica dentro del desarrollo del alumno.
Henao (2012) afirma que “…la familia es un conjunto de personas que están
unidas por vínculos de afectividad mutua, mediada por reglas, normas y prácticas
de comportamiento…” (p.332). En conclusión puedo decir, la familia es el pilar
principal en el desarrollo del alumno, cubre las necesidades básicas para su
desarrollo, desde lo afectivo, le impone reglas y normas de cómo comportarse, ser
con las personas y su conducta; todo lo que ve dentro de casa, será reflejado en el
aula y es por eso que la intervención de los padres de familia es necesaria.
La labor conjunta de los padres de familia y el docente en los aprendices estará
presente durante toda su educación, a pesar que esta tarea es compartida, en
ocasiones puedo notar la responsabilidad de los padres con el apoyo en sus hijos:
es como si el alumno no tuviera padres y en otras es todo lo contrario. Es por eso
que un docente, ha de procurar al padre como partícipe de las actividades dentro y
fuera del aula con su hijo.
Para Muñoz (2009) “Los padres son protagonistas fundamentales en el proceso
educativo de sus hijos. La colaboración con ellos debe garantizar desde todas y
cada una de las funciones que se dan en la escuela…” (p.5). Como lo remarca la
autora, son los protagonistas fundamentales en la educación de su hijo, aspecto
que en ocasiones se les olvida y piensan que como maestra les debo enseñar cómo
comportarse, su conducta, valores, normas y reglas, las cuales ya deben traer
desde casa. Es ahí donde entra la colaboración con los padres de familia, dándoles
las funciones principales que la escuela requiere de ellos, hacia la educación de su
hijo, como es el caso de ayudarlo en sus tareas, tener el material necesario, etc.
Así, el alumno se desarrollará en un ambiente de confianza y comunicación
conmigo como su maestra y con sus padres, permitiendo un ambiente escolar
familiar con un canal de comunicación presente en la escuela. En palabras de
Macbeth (1989, citado por Martínez, 2010, p.4) “Los profesores deben velar porque
los padres cumplan sus responsabilidades y obligaciones y para facilitar esto es
necesaria la interacción y cooperación familiar, mediante la participación de estos
en la escuela y una comunicación fluida y habitual”.
Este es uno de los aspectos sobre cómo debe ser la participación de los padres
y de quién es también responsabilidad facilitar. Como maestra debo dar a los
educandos tareas, ejercicios que involucren la participación de sus padres, de igual
forma la escuela será encargada de realizar actividades donde se necesita de la
interacción y cooperación de la familia del alumno, ya sea un festival, juntas,
pláticas, talleres, etc.
Para trabajar con la familia de los niños, es necesario trabajar en conjunto todos
los actores que conforman la comunidad educativa, como es el director, maestros,
alumnos, padres de familia y todo aquel involucrado en el contexto escolar. A esto
se le llama trabajo colaborativo, el cual se basa en los procesos intencionales de un
grupo, tiene un objetivo a alcanzar y en este caso se desarrolla dentro y fuera de la
escuela. Para Pérez (2007) “El trabajo colaborativo (…) invita a construir juntos,
para lo cual demanda conjugar esfuerzos, talentos y competencias mediante una
serie de transacciones que les permitan lograr las metas establecidas
concensuadamente” (p.269).
Si trabajar en colaboración, es construir juntos, significa que como docente me
corresponde estar en interacción con los padres de familia, los alumnos y directivos.
Así, al trabajar todos, será fácil conjugar esos esfuerzos de cada miembro de la
comunidad educativa y poder lograr esas metas que se proponen alcanzar. Puedo
poner de ejemplo, cuando se necesita realizar un trabajo en que se involucran a los
padres de familia, para apoyar a sus hijos y que estos puedan alcanzar el
aprendizaje que yo también necesito o espero que logren.
Es ahí donde se verá el trabajo colaborativo dentro del aula y cómo es posible
ver si realmente se trabaja en colaboración, mediante el avance del propio alumno,
es aquel que dirá si la meta está siendo alcanzada y si no es así, es donde se
centra mi intervención como profesional de la educación, para que lo logre, para
esto estará presente la comunicación. Ahora pueden leer todos los elementos que
conlleva el trabajo colaborativo en un solo ejemplo, eso que siempre está presente
dentro y fuera del aula.
En palabras de Guitert y Giménez (2000, citados por Podestá, 2014) “El trabajo
colaborativo es un proceso en el que cada individuo aprende más de lo que
aprendería por sí solo, fruto de la interacción de los integrantes del equipo” (p.4). El
docente interviene de manera colaborativa al ponerse de acuerdo para la solución
de problemas con los padres de familia, alumnos o directivo para darle sugerencias
por medio de la toma de decisiones el pensará qué actividades, talleres, etc.
aplicará. Empezando desde un diagnóstico, las estrategias con las cuales
enfrentará el problema, los instrumentos de evaluación para saber si está trabajando
de forma eficiente con esos miembros de la comunidad escolar.
Por eso el apoyo de los padres de familia hace de la comunidad escolar un pilar
de suma importancia: de ellos dependen varias gestiones dentro del aula, en apoyar
en el aprendizaje de su hijo, tratar de darle los materiales que utilizará en clase.
Para el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE, 2015) “La participación
directa de los padres estrecha el vínculo familia-escuela y posibilita la colaboración
de las familias en las actividades de los hijos, a la vez que se fomentan prácticas de
respeto y corresponsabilidad en torno a la escuela y a la educación integral de los
estudiantes” (p.24).
Para conocer al niño debemos tener una relación familia-escuela la cual está
integrada por diferentes miembros: cada familia tiene su origen social, lugar de
procedencia, nivel educativo de los padres, nivel socioeconómico, entre otras.
Mientras que el maestro se adapta a la función de la escuela, su matrícula, ubicación
geográfica, dependencia pública o privada y características del plantel para
reconocer las características de cada uno de sus alumnos y así poder enfrentar las
problemáticas presentes.
Ahora, los miembros que hacen al conjunto de la comunidad escolar, empieza
desde el cargo más importante. El director, quien tiene como algunas
responsabilidades promover y coordinar la elaboración del Plan Estratégico de
Transformación Escolar (PETE) en el seno del Consejo Técnico Escolar, asesorar
técnica y pedagógicamente a los docentes, llevar a cabo el proceso de
preinscripciones, entregar a la supervisión escolar el informe mensual de asistencia
del personal, ingresar la estadística 911, permisos económicos, ingresar las altas y
bajas de los alumnos, entre otras más y es la máxima autoridad dentro del plantel
educativo, el cual se encarga de dirigir, coordinar y dar solución a las problemáticas
que surgen de los maestros, alumnos, padres de familia.
Como es el caso del organismo de la Asociación de padres de familia, cuya
función es prover a la institución de infraestructura, reconstrucción, remodelación,
pintar los salones, impermeabilizar las azoteas, al igual que el mantenimiento de la
sala de cómputo, bocinas, micrófonos; pagar los fletes al adquirir los libros de texto
del nuevo ciclo escolar. Para la Secretaría de Educación de Jalisco SEJ (2016) la
Asociación de padres de familia “Son organismos de apoyo que contempla la Ley
General de Educación, para que los padres de familia participen y colaboren en una
mejor integración de la comunidad escolar, así como en el mejoramiento de los
planteles” (p.1).
Este organismo se encarga de manejar que todos los padres de familia participen,
se involucren y apoyen con la comunidad escolar, al mismo tiempo maneja el dinero
que se obtiene de las rifas, quermeses, recibir dinero para llevar a cabo alguna de
sus funciones; en ella no participa ningún maestro de la institución, está conformada
por padres de familia de los alumnos que estudian en la escuela. Conformado por
los cargos de un presidente, tesorero, secretario y vocales.
El Consejo Escolar de Participación Social es el organismo que ayuda en la
gestión de recursos “materiales, mobiliario, servicios”, vigilan el buen uso de los
recursos económicos que lleva la institución. Está conformado por los padres de
familia y un docente, que tiene como participación estar informando lo que hace falta
o necesita mantenimiento en la escuela. Para la Secretaria de Educación Pública y
Cultural (SEPYC, 2016) El Consejo Escolar de la Participación Social “Implica por
supuesto, que participen en la planeación, el seguimiento y valoración de las
acciones educativas a fin de optimizar la calidad del servicio prestado” (p.1).
Estos organismos se implementan en la escuela para tener un canal de
comunicativo entre los padres de familia y los docentes, lo más importante es
trabajar con los padres; ya que es difícil que se preocupen del manejo de recursos
de la escuela y el mantenimiento. Es tener un cumplimiento dentro de la comunidad,
por la participación y cargos de los padres de familia.
El propósito de los organismos auxiliares de la educación es brindar información
a la institución, la interacción entre padres, alumnos, docentes y apoyos específicos
según el cargo que el director les brinde. De igual forma la escuela es apoyada por
el gobierno en ocasiones, ya que el verdadero trabajo y esfuerzo es hecho por esas
dos organizaciones, las cuales se encargan de que toda la comunidad escolar
ponga de su parte para tener una mejor escuela para sus hijos. Es por eso que se
necesita la gestión escolar para recibir el apoyo de instituciones gubernamentales,
asociación de padres de familia, consejo de participación social, la comunidad
escolar centrada en maestros y directivos del plantel para la resolución de
problemas encontrados dentro de la institución.
La gestión educativa se encarga de resolver problemas primordiales del plantel
escolar a través de una estrategia de mejora donde se involucre a toda la comunidad
escolar. De acuerdo con Vargas (2015) la gestión escolar en el sector educativo es
aquella que “Cumple las condiciones de calidad y eficacia que la sociedad espera
de la educación, que tiene la función de socializar al niño formalmente, de educarlo,
de incorporar a las nuevas generaciones los valores, costumbres y conocimientos
de nuestra sociedad” (p. 6).
Por esa razón la gestión educativa tiene intenciones de resolver problemas
encontrados en la comunidad escolar de forma normativa, participativa y
administrativa, dando uso de funciones gubernamentales, incorporar el pacto entre
el docente, directivo y la escuela. El rol del docente es importante, este es visto
como el guía, como el facilitador del aprendizaje del alumno, de la comunicación
entre los padres, directivos y capaz de gestionar para la solución de problemas.
Si como maestro se quiere solucionar problemas, se necesita de una
intervención, la cual es aquella realizada para diagnosticar dicho problema y saber
cómo resolverlo o delimitarlo. En palabras de Pagaza (2015) la intervención es vista
“Como un conjunto de acciones que se estructuran en relación con las demandas
que se establecen desde los sujetos con los cuales se dinamiza dicha intervención”
(p. 25).
Ahora, si se realiza una intervención socioeducativa, se sabe que está basada
en la resolución de una problemática, para esto necesita tomar decisiones. Una
decisión es aquella que se debe tomar para cambios positivos en el sujeto, el cual
necesita de la ayuda, esto con el objetivo de saber cuáles son las mejores
alternativas para darle solución. Como afirma Curzio (2015), una decisión “Es la
combinación de las facultades analíticas de la observación, conocimiento e intuición
de los seres humanos” (p.15). Esto nos dice que para realizar una decisión se va a
necesitar observar donde se presenta el problema, el conocimiento necesario
“teoría” para saber aplicar esta solución y la intuición de si está bien o mal lo que
estamos realizando o como resolver.
Para eso será necesario la toma de decisiones, algo que a veces cuesta trabajo,
porque no sabemos como docentes lo hacemos bien o mal. Para Ariño (2012)
“Tomamos decisiones para resolver asuntos que van surgiendo o que vamos
provocando con el objetivo de mejorar nuestra situación” (p.52). En este casó
utilizamos la toma de decisiones cuando se nos presenta una problemática, la cual
debemos de resolver porque en cierta forma nos afecta en nuestro trabajo y también
afecta al aprendizaje de los alumnos, la comunidad escolar y el trabajo con los
padres, etc.
Por eso, esa decisión es tomada para la mejora o de nuestro desarrollo como
docentes: es así como te vas convirtiendo en un buen maestro, logrando tomar
decisiones correctas. Las decisiones son complejas, ya que nos llevan a pensar si
la decisión fue correcta o incorrecta, siendo un error usual que cometemos, por eso
es bueno saber aplicar un buen procedimiento o modelo. Se tiene que pensar: tomar
decisiones es un proceso mental. Como afirma Clares (2015) tomar decisiones
conlleva a una serie de pasos, los cuales son:
Identificación del problema: Reconocer cuando un problema está siendo identificado, para buscar alternativas al mismo tiempo. En este primer escalón tenemos que preguntar, ¿Qué hay que decidir?
Análisis del problema: Se determinan las causas del problema y sus consecuencias y recoger la máxima información posible sobre el mismo. En esta ocasión la cuestión a resolver es, ¿Cuáles son las opciones posibles?
Evaluación o estudio de opciones o alternativas: Centrarse en identificar las posibles soluciones al problema o tema, así como sus posibles consecuencias. Se debe preguntar, ¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada alternativa?
Selección de la mejor opción: Una vez analizadas todas las opciones o alternativas posibles, se debe escoger la que nos parece más conveniente y adecuada. Observar cómo está implicada en sí misma una decisión, en esta ocasión preguntar, ¿Cuál es la mejor opción?
Poner en práctica las medidas tomadas: Una vez tomada la decisión en necesario llevarla a la práctica y observar su evolución. Aquí es momento de reflexionar sobre, ¿Es correcta la decisión?
Finalmente evaluar el resultado: En esta última fase se considera si el problema se ha resuelto conforme a lo previsto, analizando los resultados para modificar o replantear el proceso en los aspectos necesarios para conseguir el objetivo pretendido. En esta fase se pregunta, ¿La decisión tomada produce los resultados deseados?
Saber tomar una buena decisión, será de mayor utilidad a la hora de desarrollar
esta competencia profesional dentro de la práctica, para mi formación docente. Con
toda la descripción de conceptos que conlleva esta competencia, puedo decir, soy
consciente que intervenir de manera colaborativa, tendrá diferentes factores en los
cuales deberé trabajar, como será la identificación de problemas dentro del aula,
saber cómo lo resolveré, tener la participación de la comunidad escolar, desde el
director, los demás docentes que trabajan en ese centro de trabajo, la Asociación
de Padres de Familia y el Consejo de Participación Social.
El mayor trabajo recae dentro del aula, donde debo estar al tanto del
comportamiento de los alumnos, la responsabilidad de los padres de familia en el
aprendizaje de sus hijos y la comunicación que tendrán conmigo. Es así como
deberé trabajar en colaboración con la comunidad educativa, aprendiendo el uso de
la intervención con el objetivo de tomar las decisiones correctas que me lleven a la
resolución de las problemáticas que se irán presentando a lo largo de mi práctica
profesional y en el desarrollo de la competencia.
La competencia hace que al momento de desarrollarla, tenga el domino de los
conceptos hablados anteriormente, a continuación describiré la unidad de
competencia que la rige y en la cual me enfocaré para desarrollar las actividades o
las evidencias de los cursos.
En el apartado anterior construí una aproximación conceptual de la competencia
profesional en general, tomando en cuenta cada uno de sus componentes. A
continuación realizaré un ejercicio similar con las unidades de competencia, en las
cuales reconozco la forma en que debemos trabajar o desarrollarla. En este caso
son dos unidades los que conllevan a su desarrollo.
La primera unidad de competencia es “Diseña proyectos de trabajo para vincular
las necesidades del entorno y la institución con base en un diagnóstico”. Esto nos
dice que el primer paso para trabajar la competencia es diseñar proyectos con la
comunidad escolar, para enfrentarnos a problemáticas. Para Benítez (2008) un
proyecto de trabajo “Es un conjunto de actividades interrelacionadas y coordinadas
entre sí, que permiten satisfacer necesidades o resolver problemas en un
determinado plazo” (p.3).
Esto nos quiere decir que elaborar un proyecto de trabajo, articula actividades
relacionadas con un mismo fin, en este caso llevándolo a resolver o satisfacer esas
problemáticas encontradas, sin dejar de lado que estos proyectos tienen su tiempo
de elaboración, aplicación y ver los resultados. Al elaborar proyectos, debo estar
consiente de vincular mi problemática con las necesidades del entorno; si hablo de
problemas ambientales, este debe tener impacto en un lugar contaminado, pero en
este caso hablamos de la educación, debo satisfacer los problemas que se reflejan
dentro de una institución, aula, alumnos o padres de familia.
Por otra parte, resulta fundamental comprender qué es una necesidad del
entorno. Para Lossada (2012) son “las deficiencias que presenta una sociedad
determinada desde la perspectiva no solo educativa sino socio-política y
antropología, las cuales han de ser articuladas a las propuestas sobre el objetivo
que se desea alcanzar desde una perspectiva educativa, es decir, curricular” (p.
536). Estas necesidades del entorno deben estar bien estudiadas, para ver si su
impacto también se debe al despliegue de la sociedad, política desde la mirada
antropología, la cual es el estudio de las manifestaciones sociales y culturales de
los individuos y cómo estas tienen impacto en el objetivo en cual queremos lograr o
reducir una de las necesidades de la comunidad escolar.
En el caso de trabajar un proyecto dentro de la institución, me lleva a deducir que
estas necesidades se vuelven parte de la institución. Es ahí donde toda la
comunidad escolar debe tener un mismo objetivo o metas a alcanzar para un bien
común, ya sea para aprendizaje, conducta, etc. Tomando este concepto desde la
perspectiva de una organización, en palabras de Argyris (1996, citado por Castro,
Morillo y Peley, 2008) en “El estudio de una organización es conveniente incluir el
estudio de los elementos que generen procesos de cambio, la caracterización del
comportamiento interno y las relaciones que sostiene con el contexto” (p.218).
En el estudio de una organización o institución será importante el contexto en el
cual se desarrolle, en él se verá los procesos de cambio, como será el
comportamiento interno de los actores que participan en ese proyecto, en este caso
son los directivos, maestros, alumnos y padres de familia, todo centrado en un
elemento que realiza cambios dentro de la institución. Para poder determinar el
patógeno que detona ese comportamiento o esa problemática, se necesita trabajar
con un diagnóstico, el cual nos dará las herramientas fundamentales para trabajar
sobre la problemática que se nos presente, así, con los resultados obtenidos
tendremos más claros los problemas y como se podrían resolver.
Para Luchetti (1998), desde el punto etimológico, “se entiende por diagnóstico el
proceso a través del cual conocemos el estado o situación en que se encuentra algo
o alguien con la finalidad de intervenir, si es necesario, para aproximarlo a lo ideal”
(p.17). Como nos marca esa etimología, es un proceso el cual nos dará el estado
en el qué se encuentra la problemática detectada, lo cual me permitirá reconocer
desde que punto comenzaré a trabajar o diseñar una intervención para disminuir
dicha problemática.
Una vez detectada la problemática, es momento de empezar a trabajar en esa
intervención. Es ahí donde me centro en la segunda y última unidad de competencia
a trabajar para el desarrollo de mi competencia profesional: “Evalúa los avances de
los procesos de intervención e informa a la comunidad de los resultados”. Ya que
hemos diagnosticado la problemática, se puso en marcha los objetivos o metas para
disminuirla o acabar con ella, se debe evaluar esos avances que se están
obteniendo como se vaya trabajando.
Para Ander-Egg (1998) la evaluación son los instrumentos que permiten medir la
progresión hacia las metas propuestas. Él nos hace mención de las fases de
evaluación de un proceso de intervención.
Independencia
Verificabilidad
Validez
Accesibilidad
En lo que respecta a la independencia, se hace mención de que para cada meta
u objetivo se debe tener un indicador de logro diferente, para saber si hemos llegado
a la meta, esto quiere decir que en nuestro proyecto todo debe tener un indicador
propio. Con la verificabilidad, los indicadores deben estar establecidos de forma tal
que nos dejen comprobar o verificar empíricamente los cambios que se producen a
la hora de aplicar el proyecto, con la finalidad de que tenga el mismo significado
para el defensor como para el oponente del proyecto.
En la validez, cada indicador que proponga para evaluar mi proyecto, debe medir
lo que se pretenda; si uno de los indicadores evalúa el impacto que tuvo dentro de
la comunidad escolar, este debe reflejar el efecto en el proyecto, sin cambiar en
ningún momento si este no obtuvo los resultados deseados. Ya por último la
accesibilidad que juega en los indicadores, será importante, ya que no se puede
poner un indicador que nos llevará tiempo y esfuerzo en recabar los datos
necesarios para su medición; debe ser un indicador con la idea central en lo que
queremos presentar en dicho resultado.
Una vez que se tiene la evaluación, y se sabe cómo aplicarla, llega el momento
de dar a conocer los resultados a la comunidad escolar o presentarlos para ver
cómo esta tuvo impacto en nuestra problemática. En palabras de Deshpande (2008,
citado por Abreu, 2012) “la sección de resultados comprende una parte importante
del reporte que describe las observaciones obtenidas después de una investigación.
Los resultados deben estar organizados de tal forma que apoyen a las preguntas
de investigación, hipótesis y discusión” (p. 133)
Como nos lo maneja el autor, a la hora de presentar los resultados, estos deben
permitir analizar la información recopilada, así verificar su confiabilidad mediante la
triangulación; la cual es interpretar y comprender los resultados. Estos relacionados
con el marco teórico que se trabajó desde un principio para darle solución a nuestra
problemática.
Es así como llego al punto de demostrar el desarrollo de las unidades de
competencia, dentro de mi competencia profesional y cuáles son las herramientas
necesarias que debo poner en juego para su óptimo desarrollo en mi práctica
profesional futura. Al igual cuales son los actores que deben participar en este
proceso, de qué forma y cuáles son los objetivos o metas en las que me debo centrar
para darle solución.
Para valorar el desarrollo de la competencia profesional, describiré la justificación
de cada evidencia integradora realizada en uno de los bloques o como trabajo final
de la unidad del curso. Es ahí donde verán todo el esfuerzo realizado durante estos
tres años y medio de formación docente, dentro de la escuela normal y explicaré
por qué desarrolle incompletamente, completamente o no fue mostrada la
competencia como tendría que haber sido. Al igual que queda claro la unidad que
rige el desarrollo de la competencia, también describiré como recuperé las nuevas
evidencias integradoras, las cuales trabajé en el desarrollo de la competencia
profesional durante la jornada de séptimo semestre.