Un telescopio que te apunta como revólverRelato inusitado para quinceañera en tres partes

Por: Ivi May Dzib

PERSONAJES

Ella

Licenciado

Policía Municipal

Voz acusadora

Tía

Amigo

Madre

PRIMERA PARTEUn telescopio que te apunta como revólver

(Hoy y un poco de ayer en seis escenas y un epílogo)

I. 14 AÑOS Y UN MES

-Y entonces ¿Por qué estás aquí?

-....

-¿Te gusta, te dan ganas o es por el dinero?

-Por eso a ti no te lo hago bien, el licenciado me trata de otra forma.

-No eres una niña, eres una puta, no te hagas pendeja.

-Me gusta ver los pájaros y las hojas.

-¿Y? A mi mujer le gustan las muñecas.

-Si tu mujer es una puta no es mi asunto.

-¡Ah, mira, me crees pendejo!

-No me grites, ni siquiera me puedes pegar, porque si no el licenciado hará que te lleve la

chingada.

-Muy chingona, pero la que no se va ir así nada más es tu tía, así que más blandita.

-No me importa mi tía, eres tan pendejo que no sabes siquiera cómo herirme.

-Ya chingaste a tu madre, ahora sí va ser con fuerza, te quise tratar como una niña, pero a

tu edad estás maleada como cualquier vieja.

-...

-Al menos gime, no creo que no sientas nada, mi mujer se queja porque dice que la tengo

grandota.

-JA, JA, JA, sigue metiendo, no es ningún pecado engañarse, ni que te engañen.

-Carajo, así no se siente nada.

-Parece que ya no te complace ver tetas y nalgas. Te gusta que te respondan, como tu mujer

ya no lo hace, crees que una de catorce te va a resultar una muñeca indefensa.

-Que seas la consentida del Lic. no te da ninguna garantía, las leyes él se las inventa y

todos se la tienen que pelar. Se va a fastidiar de ti, ¿cuánto le hechas, 5 meses? y ya no

servirás para nada.

-Si eres policía es porque también le diste algo, si dejo que me lo hagas bien hasta podría

ver el tamaño de tu culo...cui-da-di-to y me levantas la mano, además ya se acabó tu

tiempo. Deja los 50 pesos en la mesa.

II. 14 AÑOS Y CINCO MESES

-Pues sí, yo era el Presidente Municipal, pero no estaba enterado del caso.

-Mire Lic., no puedo hacer nada por usted, de un momento a otro llega la judicial y pos no

puedo hacer nada, de nada sirve que me diga esto ya que no tengo autoridad...

-No te pongas cabrón, tú te la cogías.

-Debe decir, Lic. “tú también te la cogías”, no sea puto, Lic. Ve mucha tele, pero aquí no

hay micrófonos ni nada, sea hombrecito, aunque sea conmigo.

-La niña te señalará también.

-¿La niña? Si es una real puta. Pero no ha dicho nada sobre mí, usted es el único

involucrado.

-No entiendo...yo…

-Usted fue el único pendejo que no la trato como lo que era, todos se la tiraron, todos sabían

lo que pasaba, nadie dijo nada porque estaban conformes con la chamaca, aunque se

resistiera, era nuestra puta.

-Es una niña.

-¿Y porque chingados se la tiró entonces? No me salga ahora con que era el redentor de la

niñez y la juventud...

III. 13 AÑOS Y CINCO MESES

-Señor, por qué está aquí solo, la fiesta ya terminó.

-¿Ya terminó la fiesta? Es...estoy borracho.

-No se quedé aquí en palacio, usted le dijo ya a todos que se fueran a sus casas, su coche

está en la puerta.

-¿No crees que es muy tarde para que una niña como tú esté sola en palacio?

-Vivo acá a la vuelta, con mi tía y el policía me dejó entrar.

-Tu tía es la del pleito por los terrenos que le quieren quitar a los Pech.

-Si, pero yo no entiendo de eso...así que no le puedo decir nada.

-No te preocupes, si quieres te llevo a tu casa.

-Pero está muy borracho, vivo aquí a la vuelta, ya le dije y a lo mejor no puede manejar, ni

siquiera podría hacer nada.

-Nada… ¿Cómo qué?

-No sé, cuando mi tía recibe a gente les dice que están muy borrachos y no pueden hacer

nada, por eso juega con el telescopio.

-¿Sabes lo que tu tía hace?

-Me mantiene.

-Pero sabes cómo.

-Si, vende su cosita, pero dice que le vale...

-Vas a la escuela. ¿Verdad?

-No, tenemos poco dinero...

-¿Quieres ir?

-No, porque me aburre y sé lo que me van a pedir, pero eso se lo quiero dar a usted, por eso

vine, usted siempre me ha gustado, y no quiero ir a la escuela, sólo quiero saber lo que

tiene.

-Pero...

-Cuando mamá se fue al hospital para morirse por no tener a mi hermanita, mi papá se

quedó triste, porque no lo calentaba nadie en la noche, no me gustó verlo así, fui a su

hamaca y le di lo que mamá siempre le daba, él parecía feliz, después mamá se murió y él

se fue a trabajar al otro lado. Usted se ve igual y quiero darle...

-No digas nada...

-Perdóneme señor pero... están rotos mis calzones.

-No hables con vergüenza, eres una niña...

-Ahora soy su mujer, pero no me pegue, sea bueno.

IV. 14 AÑOS Y UN MES

-Lo siento, tienes que hacerlo.

-Pero usted dijo...

-No importa, ahora tienes las ropas bien puestas, tu tía ya no te da problemas.

-No me importa mi tía.

-Da igual, tu podrás vivir como quieres, con ropa y algo de dinero para coleccionar esas

cosas que tanto te gustan...¿habías tenido una navidad con un buen regalo?

-No, tampoco había tenido una navidad con tantos hombres juntos. Una vez, mi primo me

llevó a la ciudad...estuve con cinco hombres y me dieron 200 pesos.

-Puta madre y ¿no tienes ninguna enfermedad, sida o algo?

-¡No mames!, cuando te conocí no te importó eso, mi tía espera que des la orden para que le

den el terreno que está a lado de su casa.

-Eso no va a suceder, ese terreno es de los Pech, una familia a que... está bien parada en el

pueblo...

-Mi tía me dice que se va a vengar…tampoco le hagas caso.

-Ven acá.

-¿Para qué?

-Ya sabes.

-No quiero.

-¿Nada?

-Nada, solo nadar, fuera de aquí, ya se tiene que terminar esto. No aguanto, tengo ganas de

gritarle a todo mundo...

¿Qué?

-Que nos están observando.

V.14 AÑOS Y CUATRO MESES

-Ya te está gustando, lo veo en tu cara.

-Lárgate.

-Sí, ya terminé. Nos vemos luego, putita.

-Chinga tu madre.

... ... ... ...

-Aún no estás vestida.

-Me acabo de bañar.

-Mejor.

-¿Te conté que el último regalo que me dio mi papá fue un telescopio?

-Hueles bien.

-Se lo mandó mi tío desde los ángeles y me lo dio, dijo que ahí se gana bien. Mi tío vino

antes de que mi mamá se muriera, después de que murió se fueron los dos juntos. Se

fueron, mi papá y mi mamá.

-Sigues estando suavecita.

-Aquí en el pueblo cuando creen que no tienes a nadie todos se quieren aprovechar. Bueno,

no todos, algunos, pero a veces parece como si fueran todos.

-Ya no hables...

-Usted tal vez nunca lo pueda entender, nunca estuvo presente cuando se aprovechaban de

mí porque me creían indefensa... Nunca escuchas a nadie. Afuera la gente sospecha, todos

saben lo que está pasado y tú sigues cogiéndome como si con eso se fuera toda tu

mediocridad a la basura.

-¿Quién es?

-No seas penoso, licenciado, mucha gente del pueblo nos está viendo desde la ventana.

VI. 14 AÑOS Y MEDIO

-Mire, señor, la mujer tiene evidencias de todo. La tía de la muchacha tomó fotografías,

dijo que sospechaba de usted porque a ella le gustan los pájaros, y que todas las tardes los

oía cantar, por lo mismo instaló un telescopio ya que no creía en los binoculares, con esto

tuvo la certeza de que vería de cerca a los pájaros y sería más feliz. Pero al contrario de lo

ya mencionado, dicha felicidad se transformaría en una pesadumbre, ya que fue el caso que

vio a su sobrina teniendo relaciones con el Presidente Municipal y por lo mismo acudió al

palacio para comprobar lo anterior. La mujer confirma que el Presidente es un pedófilo y

una persona insensible que no respeta los derechos de la niñez.

-¿Qué quiere que diga?

-Pues…que está de acuerdo.

-No lo estoy. Quiero que llamen al policía y a la niña.

-No podemos enfrentarla con usted, le ha hecho mucho daño.

-Pero...yo le ayudé…en todo.

-Ella y su tía no dicen que así sean las cosas, aseguran que usted le ofreció un terreno

adjunto al de la señora con tal de despacharse a la niña.

-Así no son las cosas.

-Vale madre, jefe, así es la ley...que no le traicionen las ganas.

EPÍLOGO. 14 AÑOS Y CINCO MESES

-Al ver los pájaros se me despierta una música multicolor...espérate...¡ah!...cálmate.

-Ya no nos podrán ver y sigues siendo mi perra.

-La de todos.

-No, solo mía.

-Pobrecito el Lic.

-Era un culero, ya con su camionetita, sus lujos y sus hijueputas adornos se creía muy

chingón.

-¿Sabes cuánta gente existe que vive igual que yo y mi tía?

-Un chingo de putas.

-Te vas a... -¡Ah! Me gusta...fuerte. Eres mejor que los demás y...más pendejo.

-¿Quiénes son?

-Ellos vienen por ti y la vas a pagar, también eres un hijo de la chingada.

SEGUNDA PARTESus vidas oscurecen en cuatro apartados

(Ayer y mucho antes en postales perdidas)

I. 13 AÑOS Y CINCO MESES

-Te vas y no regresas hasta muy noche...y no te quedes escuchando detrás de la puerta,

luego esos hijueputas van a querer contigo y tú no eres carne para esos pelafustanes. No

vayas tampoco con tu primo, solo serán unas horas, mientras llegan los borrachos de la

fiesta. Con tanto alcohol que se repartió en Palacio seguro uno que otro traerá ganas.

-Voy a estar jugando aquí cerca.

-Nada de estar en lo oscuro. ¿Me entendiste?

-No me tiene que tratar de esa manera.

-Da gracias que no te hice nada, después de lo que pasó.

-No tenía por qué meterse.

-¿Que no tenía por qué meterme?, si ese chamaco te estaba metiendo los dedos...

-Es mi vida, a usted nadie le dice nada.

-No seas pendeja, yo soy una mujer adulta y tú eres una escuincla, cuando tengas 18 años o

te ganes tu propio dinero puedes hacer lo que se te venga en gana con tu culo, mientras

tanto te chingas, ya te dije que si te vuelvo a descubrir haciendo tus porquerías entonces sí

te mato.

-La que se tiene que morir es usted.

-¿Qué dijiste?

-Que voy a caminar y me voy a cuidar de los borrachos.

-Un día me vas agradecer todo lo que hago por ti, cuando te des cuenta que la juventud no

es para siempre me verás de otra forma. Ahora deberías aprovechar tu cuerpo y no perder el

tiempo con los muertos de hambre de este lugar.

-También quiere que sea como usted.

-No, quiero que te cases y que no andes perdiendo el tiempo de esa forma. Que tengas

familia...

-Ya me voy.

-Solo haces que me altere, no debería preocuparme por ti, eres una malagradecida

-Soy su sangre...

II. 12 AÑOS Y ONCE MESES.

-Otra vez están chingando con que no nos van a dar el terreno.

-Y para qué tanto lío con eso, ya déjelo en paz.

-Eres demasiado escuincla para darte cuenta de algunas cosas. Si nos dan el terreno, podrías

vivir ahí cuando crezcas un poco y no estar siempre aquí, no te conviene.

-Me gusta estar aquí.

-¿Por qué?

-Nada más me gusta.

-...

-¿Qué?

-Me preocupas.

-Quién la entiende, si estoy afuera te molestas y si me gusta estar aquí, también.

-No sé lo que haces afuera.

-Lo que hace toda la gente.

-Tú no haces lo que hace la gente, la gente dice...

-Qué.

-Lo sabes. ¿Qué hiciste cuando te fuiste a la ciudad?

-Pasear.

-Con quién.

-Sola.

-¿Desde cuando te gusta estar sola?

-Desde que se murió mi mamá y él me abandonó.

-Él es tu padre y te quiere.

-Claro que me quiere.

-Por qué te ríes así.

-Así cómo.

-Nada, de todas formas voy a seguir chingando para que me den ese terreno.

-¿Y si te lo dan vas a dejar de fastidiar?

-No me hables así, soy tu tía...

-No me importa...eso es, pégueme, a ver, pégueme otra vez.

-No tienes remedio, yo sólo quiero...

-Tú sólo quieres tu terreno para que te deje de fastidiar, porque tienes miedo cómo me ven

tus novios, te da miedo que te los quite porque estás vieja.

-Estás loca...cómo puedes decir eso, yo sólo te quiero cuidar porque se lo prometí a tu

padre...y ellos no me interesan, me interesas solamente tú, hablas como si fueras...

-Vete a la chingada.

-Condenada escuincla. Regresa....regresa...Puta madre.

III. 11 AÑOS Y TRES MESES

-Por qué estás triste.

-Mi mamá se fue al hospital, dice mi tía que no sabe si regrese.

-Pero tú ya estás grande, puedes cocinar, atender a tu papá.

-Yo sólo quiero que mi mamá esté y no para que cocine.

-No te pongas así, no estés triste.

-Creo que ya no voy a venir, no puedo con la casa y con la escuela.

-Vamos a jugar antes de que te vayas.

-¿A qué?

-A la casita, para que sientas que todo sigue igual. ¿Ya conoces la cueva que descubrí?

-No.

-Ayer fui con una niña, igual y hoy puedes conocer tú la cueva, total, quien sabe cuando

puedas regresar.

-Mejor no, tengo que ir con mi papá, el policía me dijo que me iba a llevar si me veía otra

vez sola.

-Yo voy a estar ahí. No estarás sola.

-Después ya no vas a estar. Tengo que ir con mi papá.

-Pero...vas a estar bien.

-Ya estoy bien y sé que quieres…

-Pinche vieja, si también lo quiere, como si no supiera que al ratito va a estar dando las

nalgas.

IV. 10 AÑOS

-Mamá...mamá.

-Qué pasa, pequeña.

-¿Por qué gritabas, te estaba pegando mi papá?

-No hijita, tu papá es bueno.

-¿Estaban jugando?

-Si.

-Yo también quiero jugar.

-Ahora no, duérmete, luego no te quieres levantar para ir a la escuela.

-Ya no quiero ir a la escuela, los niños me dicen cosas.

-Solo duérmete.

-...

-...

-...

-...

-...

-Ah...mmmmm...shhh...shhh...bajito...la niña se puede despertar.

-Mamá.

-Puta madre...está despierta... ¿Qué pasa, nena?

-Ya me voy a dormir.

TERCERA PARTERelato inusitado de quinceañera en un hoy y tal vez un mañana, dividido en cuatro

apartados, con una variante dialógica y un epílogo.

I. 14 AÑOS

-Mire, señor, la mujer tiene evidencias de todo. La tía de la muchacha tomó fotografías,

dijo que sospechaba de usted porque a ella le gustan los pájaros, y que todas las tardes los

oía cantar, por lo mismo instaló un telescopio ya que no creía en los binoculares, con esto

tuvo la certeza de que vería de cerca a los pájaros y sería más feliz. Pero al contrario de lo

ya mencionado, dicha felicidad se transformaría en una pesadumbre, ya que fue el caso que

vio a su sobrina teniendo relaciones con el Jefe de Policía del pueblo y por lo mismo acudió

al baño de palacio para comprobar lo anterior. La mujer confirma que el Jefe de Policía del

pueblo es un pedófilo y una persona insensible que no respeta los derechos de la niñez.

-¿Qué quiere que diga?

-Pues… que está de acuerdo.

-No lo estoy. Quiero que llamen al Presidente Municipal y a la niña.

-No podemos enfrentarla con usted, le ha hecho mucho daño.

-Pero...yo le ayudé…en todo.

-Ella y su tía no dicen que así sean las cosas, aseguran que usted le ofreció ayuda para

adjuntar un terreno al suyo con tal de despacharse a la niña.

-No así son las cosas.

-Vale madre, jefe, así es la ley...que no le importen las ganas.

II. 14 AÑOS Y SIETE MESES

¿Por qué estoy aquí?

-Porque tienes que jurar que no vas a volver a decir lo que dices.

-Sólo contesto a las preguntas.

-Se cambiarán las preguntas para que respondas de otra forma.

-Yo te voy a dar el terreno, nadie te volverá a molestar.

-Yo no puedo hacer nada.

-Sí puedes, dile a tu tía que diga otra cosa y tendrá su terreno, también tú tendrías ya un

lugar más grande que heredar.

-No, mi tía no va a querer. Ella no aceptaría venderme por una tierra.

-No chingues, es igual que tú, sólo sirve para joder.

-Entonces ya sabes, ni una mentira más…

-Yo sólo voy a decir la verdad.

-No importa, eso nos servirá ahora…

-Si no hablas les irá bien, sino yo me encargo que seas sólo una puta más en el pueblo.

-Me confunden sus voces.

-Nuestras voces son una, la misma.

III. 14 AÑOS Y OCHO MESES

-¿Dónde vamos a estar?

-Pos aquí.

-Tú ya no vas a estar aquí.

-¿Me estás amenazando?

-No, el viento mueve las cosas muy aprisa.

-Estás quedando loca.

-No, estoy madurando, ya no soy una niña.

-Siempre has sido...nunca has sido una niña.

-Es lo mejor que me has dicho.

-Yo no soy tan hijo de la chingada como el licenciado. Yo no quise decir todo lo que dije,

sólo cumplía con mi trabajo. Si quieres, hasta podría darte un dinerito de vez en cuando.

-¿Y siempre discretos?

-Si, ya sabes, la gente habla…

-Terminaste por caerme bien…pero…nunca podrías ser un padre de familia, nadie debería

dejarte ser padre…

- No te entiendo.

-El día que te encuentres solo, sin alguien…entonces verás quién es el más fuerte y a lo

mejor me vas a entender.

IV. 14 AÑOS Y NUEVE MESES.

-Ya perdiste todo. Nadie te va a creer.

-...no voy a llorar, ya le...dije...no voy a llorar...

-Creo que si, cuando veas quién ganó lo vas a hacer.

-...no, no estoy pensando en esto.

-Vas a tener que pensarlo, y no podrás dejar de hacerlo.

-Yo...sé...que no me voy a morir.

-Me acusaste y dijiste que no ibas a hacerlo, pero no cumpliste con tu palabra y creíste que

podrías escapar bajándome dinero.

-Yo no sé cómo pasó todo...seré fuerte...fuerte.

- Ahora te chingas. Nadie te va a apoyar, la ley está de mi parte.

-Aún puedo ver sin telescopios...

Estás sola.

-...quién vendrá...

-¿Ves?, te dije que terminarías llorando.

-¿Quién eres?...Ya no te conozco...

-Sólo no creíste que pudiera ser así...y sí me conoces.

-Pero ¿por qué tu…?...yo te salvé de las...

-No, yo te salvé, hice mucho por ti.

-Tú estabas triste.

-Tú estabas pobre.

-Yo estaba ayudándote.

-Yo estaba ayudándome. Siento que las cosas no puedan ser igual para ti.

EPÍLOGO. 15 AÑOS

-¿Cómo estás?

-Bien. Mira las hojas, cómo las mueve el viento.

-¿No piensas hacer nada?

-¿Cómo qué?

-Demandarlos.

-¿A quiénes?

-Piensa al menos cómo va a vivir tu hijo, qué va a comer.

-Él estará bien, como todo. Mirará las hojas y le gustará el viento.

-Entonces...no piensas hacer nada.

-No...ya tengo un terreno donde vivir.

-Pero el terreno no lo era todo, lo podemos dejar...

-Y una familia.

-Reacciona...

-También aire.

-…por favor…

-Y hojas.