un sólo padre, una sola fe - semanario católico de ... · serenidad, por parte católica, de los...

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SEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSA Nº 54/18-I-1997 Semana de la Unidad Un sólo Padre, una sola fe Semana de la Unidad Un sólo Padre, una sola fe

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SEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSANº 54/18-I-1997

Semana de la Unidad

Un sólo Padre, una sola feSemana de la Unidad

Un sólo Padre, una sola fe

Etapa II - Número 54Edita: Fundación San Agustín. Arzobispado de Madrid

Delegado episcopal: Alfonso Simón - Asesores religiosos: Manuel Mª Bru, Javier AlonsoRedacción: Pza. del Conde Barajas,1. 28005 Madrid. Télfs: 365 18 13 - 366 78 64 Fax: 365 11 88

Director: Miguel Angel Velasco PuenteRedactor Jefe: José Antonio Ullate Fabo - Redactores: Coro Marín Palacios, Inmaculada Álvarez, Jesús Colina (Roma)

Jefe de Producción: Francisco Flores Domínguez - Secretaría de dirección: Sonsoles de la Vega-Documentación: Dora RivasImprime y Distribuye: Prensa Española, S.A. - Depósito legal: M-41.048-1995

ΩA

19-23

16-17

En este númeroSumario

la foto 6

criterios 7

iglesia en madridUsted tiene la palabra.La voz de arzobispo: «El terrorismo, máximo desprecio a la vida humana».El día a día.Los niños, protagonistasde las misiones.La unidad no es una utopía.El Cristo de Medinaceli 8-13

testimonio 14

el día del señor 15

españaJóvenes españoles manifiestan su gratitud al Papa 18

la vida 24-25

desde la fe¿En qué creen los franceses?50 aniversario de «Ayuda a la Iglesia Necesitada».Cine: «Más allá del jardín».Música, libros 26-31

contraportada 32

3-5

RAÍCES

Sellos para el tercer milenio:

2000 años de Cristo

MUNDO

Discurso del Papa al Cuerpo Diplomático:«Principios morales, antes que normas jurídicas».El constante saqueo del Sur

EN PORTADA

En la «Semana de oraciónpor la unidad de los cristianos»:La túnica inconsútil,hoy desgarrada

Regreso del hijo pródigo.Rembrandt.San Petersburgo

El evangelio según san Juanes el único que habla de latúnica inconsútil de Cristo.

Cuando los soldados, como erala costumbre, se reparten la ro-pa del crucificado y la echan asuertes en lotes, la túnica la dejanaparte, porque era una túnica te-jida de una sola pieza, sin costu-ras. Los exegetas ven en esta des-cripción del evangelio de Juanun símbolo de la unidad de loscristianos, por la que oró Jesúsen la cálida y estremecedora so-bremesa de la Última Cena. Perola túnica inconsútil de Cristo es-tá hoy desgarrada por las divi-siones.

El primer desgarrón fue tem-prano en la historia del cristia-nismo, en el siglo V, cuando elImperio romano de Oriente sesepara de Occidente y el Patriar-ca de Constantinopla se erige encabeza de la Iglesia de Oriente

frente al Obispo de Roma, Suce-sor de Pedro, que queda comocabeza de la Iglesia de Occiden-te. La ruptura formal vendrá enel año 1054, cuando la zanja quesepara las dos tradiciones cultu-rales cristianas es ya muy gran-

de, y la política –siempre la polí-tica– fuerza la excomunión deMiguel Cerulario, Patriarca deConstantinopla, en Santa Sofía.Las razones dogmáticas, quetambién existían, fueron en rea-lidad secundarias en el cisma.Los intentos de reconciliaciónfueron inútiles. Sólo en 1965 elPapa Pablo VI y el Patriarca Ate-nágoras, al clausurarse el Conci-lio Vaticano II, lamentan los he-chos del siglo XI y ponen basesa un camino ecuménico de re-conciliación.

El segundo desgarrón fue laReforma del siglo XVI, cuyo epí-gono fue el monje agustino Mar-

/3en portadaNº 54/18-I-1997

EN LA SEMANA DE LA UNIDAD

La túnica inconsútil,hoy desgarrada

Del 18 al 25 de enero, como cada año, se celebra en todo el mundo cristiano la «Semana de oración por la unidad de los cristianos». El lema de este año, elegido conjuntamente por la Iglesia Católica

y el Consejo Mundial de las Iglesias, es: «En nombre de Cristo... dejáos reconciliar con Dios».

«¿SERÁ EL SIGLO XXI EL DE LA REUNIFICACIÓN

DE LOS CRISTIANOS? ESE ES EL DESEO DE JUAN PABLO II Y DE MUCHOS CRISTIANOS DE LAS DISTINTAS CONFESIONES»

«... bajo el cayado de un solo Pastor»

tín Lutero, quien en principio só-lo pretendía la Reforma de laIglesia dentro de la Iglesia, en unabúsqueda apasionada de Cristoen el Evangelio. Hasta hace po-co ha sido imposible hablar conserenidad, por parte católica, delos Reformadores y en especialde Lutero. Hoy se le considera unhombre de fe, movido por unaactitud verdaderamente religio-sa ante las evidentes deficienciasde la Iglesia romana de aqueltiempo, a pesar de sus limitacio-nes temperamentales también in-negables. La política –otra vez ysiempre– condujo la Reforma ala ruptura, aunque no hay queminimizar en este caso las razo-nes teológicas y dogmáticas quese esgrimieron.

En 1534, Enrique VIII de In-glaterra, desgarra por tercera vezla túnica inconsútil de Cristo, conocasión de la negativa romana aanular su matrimonio con Cata-lina de Aragón, aunque mantieneen lo sustancial la fe católica, dan-do lugar al nacimiento de la Igle-sia anglicana.

¿Será el siglo XXI el tiempo dela reunificación de los cristianosen la única Iglesia de Cristo? Ésees el deseo de Juan Pablo II y demuchos cristianos de las distin-tas confesiones. Los católicos nodejamos de valorar el origenapostólico de las Iglesias orien-tales, su rica tradición litúrgica yespiritual, su tierna devoción a laVirgen María, Madre de Dios. Yen las Iglesias cristianas nacidasde la Reforma estimamos la cen-tralidad de Cristo en su confesiónde fe, su amor a las Sagradas Es-crituras, su valoración del Bau-tismo. El mismo Juan Pablo II hamanifestado su deseo de revisaralgunos aspectos del modo comose ejerce en la Iglesia católica elPrimado de Pedro, si eso puedeallanar el camino de la unidad delos cristianos.

No se llegará a la unidad porel camino de la prisa o de la mi-nimización de las dificultades,muchas históricas y culturales,otras de fondo, dogmáticas y teológicas. El consejo de sanAgustín —«haya unidad en lo ne-cesario, libertad en lo dudoso ycaridad en todo»— se hace im-prescindible. El problema está enque todos lleguemos a estar deacuerdo en decir qué es lo nece-sario y qué es lo dudoso. Y porsupuesto, que haya caridad entodo.

Manuel Matos

4/ en portada Nº 54/18-I-1997

El norteamericano James Turner, que enseñaHistoria en la Universidad de Massachussets

en Boston, en su obra Sin Dios, Sin Credo. Losorígenes de la increencia en América —cuya re-censión hizo el autorizado pastor luterano, hoy ca-tólico converso, Richard J. Neuhaus—, se pre-guntaba hace unos años cómo «hasta hace un si-glo, prácticamente todos aquellos que se movíanen el ámbito cultural europeo estaban de acuer-do en afirmar que había una potestad sobrehu-mana, responsable en una cierta medida del uni-verso, y esto determinaba el horizonte vital», pe-ro después, en la segunda mitad del siglo XIX,llegó a ser totalmente respetable afirmar en pú-blico «yo no creo en Dios».

Turner analiza cómo ha podido suceder que«algunas ideas presentes en la cultura pudierancambiar, de tal manera que se hiciera posible laincreencia». Muchos responden: esto ha suce-dido «a causa del proceso de secularización;por el avance de las ciencias, de la racionali-dad humana y del desarrollo del progreso: he-mos llegado a tener en las manos el propio des-tino y no hay ya necesidad de que la idea deDios cumpla una función explicativa o conso-latoria». Turner, sin quitar importancia al papeljugado por las ciencias o los cambios sociales,afirma que la increencia no es algo que ha so-brevenido a la religión desde el exterior.

UNA «DIVISIÓN» CULPABLE

El culpable no es el hecho religioso en símismo, sino la religión culturalmente dominan-te, el protestantismo reformado, que se ha de-dicado, con auténtico fervor, a adaptar la fe a lamodernidad, de tal modo que las dos cosas nollegaran a distinguirse, pero con el resultado deque la fe se ha convertido en algo de lo que sepuede tranquilamente prescindir. «Bien pocasvictorias han tenido tanta ironía. Los responsa-bles de las Iglesias, aun exaltando la conver-

sión del corazón, asumieron el principio de queel creer en Dios se apoya sobre un asentimientoracional a una proposición demostrable. Su Diosresultaba sometido al juicio moral humano». Al-gunas realidades religiosas, que no podían sercomprendidas por los criterios ilustrados de ver-dad –como la gracia, el juicio divino, la comuniónespiritual, la inspiración de la autoridad– o de-saparecían en la nada, o bien eran relegadas alo sobrenatural, disociado de la realidad con-creta.

Hacia finales de siglo, muchos hombres depensamiento habían llegado a la conclusiónque no tenía sentido venerar el cadáver de unareligión completamente vacía. El divorcio fatal,acaecido en el siglo XIX, fue aquel entre reli-gión y verdad. Y fueron los exponentes de lareligión los que dieron los primeros pasos haciaeste divorcio. «Cuando la ciencia se separó de-finitivamente de Dios, estos victorianos escép-ticos no consiguieron encontrar una alternati-va». Si la religión se hubiese mantenido másfirme sobre la base de la fuerza de su verdadtrascendente, habría podido aplastar el ataque.

Ciertos elementos presagian ahora un ca-mino cultural tan radical como el de la era vic-toriana: desde la I Guerra mundial, la época deAuschwitz, de los gulag y de la amenaza nu-clear, la creencia en el progreso ilimitado de laHistoria comienza a vacilar, y hasta a aparecerblasfema. Sin embargo, si uno se pone a exa-minar el panorama de las religiones institucio-nales, al menos en América, nos encontramosfrente a una religión patéticamente empeñadaen demostrar su utilidad, aduciendo razonesque tienen bien poco que ver con la religión.

El malestar de la religión deriva de una «pér-dida de trascendencia». Hay una única religiónque puede generar algo diferente: aquella quees diferente.

Alfa y Omega

La ruptura de la unidad entre la fe y la vida, causa de la increencia

EL ATEÍSMO, ¿AUTOGOL DEL CRISTIANISMO?

/5en portadaNº 54/18-I-1997

El Espíritu promueve en to-dos los discípulos de Cris-

to el deseo y la colaboración

para que todos se unan enpaz. El camino de la Iglesia,de modo especial en nuestra

época, está marcado por elecumenismo; los cristianosbuscan vías para reconstruirla unidad, por la que Cristo in-vocaba al Padre. La unidad delos discípulos de Cristo es ungran signo para suscitar la fedel mundo, mientras que sudivisión constituye un escán-dalo.

Los cristianos saben que suunidad se conseguirá verda-deramente sólo si se funda enla unidad de su fe. Deseo su-brayar cuán profundamenteunidas se sienten la IglesiaCatólica, la Iglesia Ortodoxa ylas antiguas Iglesias Orienta-les por el amor y la alabanza ala Theotokos. Los hermanosde estas Iglesias han conocidovicisitudes complejas, pero suhistoria siempre ha transcurri-do con un vivo deseo de com-promiso cristiano y de irradia-

ción apostólica, aunque a me-nudo haya estado marcadapor persecuciones inclusocruentas. Tanta riqueza de ala-banzas, acumulada por las di-versas manifestaciones de lagran tradición de la Iglesia, po-dría ayudarnos a que éstavuelva a respirar con sus “dospulmones”, Oriente y Occi-dente. Como he dicho variasveces, esto es hoy más nece-sario que nunca. Sería unaayuda valiosa para hacer pro-gresar el diálogo actual entrela Iglesia católica y las Igle-sias y comunidades eclesia-les de Occidente. Sería tam-bién, para la Iglesia en cami-no, la vía para cantar y vivirde manera más perfecta suMagníficat».

Juan Pablo II Redemptoris mater

LA UNIDAD: SIGNO PARA SUSCITAR LA FE

En un reciente encuentro deobispos anglicanos en

Yorkshire, presidido por el Pri-mado de la Iglesia de Inglate-rra, George Carey, Chiara Lu-bich, fundadora de los Focolaes —movimiento caracteriza-do, desde una espiritualidad dela unidad, por el diálogo ecu-ménico, e interreligioso— le-vantó una botella de cristal llenade agua y dijo: «Los demás mi-ran esta botella del cuello paraarriba y dicen que esta vacía,que estamos divididos. Noso-tros la miramos del cuello paraabajo y afirmamos que está lle-na, que todo esto nos une: el

Bautismo, el Antiguo y el NuevoTestamento, y la espiritualidadde la unidad». Y, refiriendose alos focolares que en Inglaterraviven tanto entre católicos co-mo entre anglicanos, presbite-rianos y baptistas, añadió:«Nuestro ecumenismo es el dela vida: todos somos cristianos,todos podemos amar, todos po-demos realizar el testamentode Jesús: que todos sean uno,al menos hasta donde pode-mos. Poseemos un patrimoniocomún. ¿Quién nos prohibe vi-virlo juntos?»

Manuel María Bru

El diálogo ecuménico, la necesidad deacelerar el encuentro entre los que re-

conocen a Jesucristo como Salvador, fueya proclamado en el Concilio Vaticano II, yen la encíclica Ut unum sint, de Juan PabloII: «La llamada a la unidad de los cristia-nos, que el Concilio Ecuménico Vaticano IIha renovado con tanto anhelo, resuena confuerza cada vez mayor en el corazón delos creyentes, especialmente al aproxi-marse el año 2000, que será un Jubileo sa-

cro, memoria de la encarnación del Hijo deDios, que se hizo hombre para salvar alhombre».

En España están representadas casi to-das las Iglesias cristianas, además de la ca-tólica: de la Iglesia Ortodoxa, están la grie-ga de «san Andrés Apóstol», dependientedel Patriarcado de Constantinopla, y la ru-mana de «La Santísima Virgen María», quedepende del Patriarcado ortodoxo de Ru-manía. Respecto a Iglesias y confesiones

de la Reforma, están presentes la IglesiaAnglicana de habla inglesa, y las Iglesiasevangélicas de habla inglesa y de habla ale-mana. Están también la Iglesia EspañolaReformada Episcopal, que se caracterizapor su mayor apertura ecuménica, la IglesiaEvangélica Española, y las Iglesias bautis-tas; y otras como la Iglesia adventista delséptimo día, y las Iglesias pentecostales.

Fernando Guerrero

EL ECUMENISMO DE LA VIDA

CONFESIONES CRISTIANAS EN ESPAÑA

Chiara Lubich con el primado de Inglaterra, George Carey, el obispoanglicano Robin Smith, y focolarinos de Inglaterra

Juan Pablo con un representante de la Iglesia ortodoxa

Un encuentro lógico y significativoEl Presidente del Gobierno español, don José María Aznar, recibió por vez primera, en el Palacio de la Moncloa, la tarde delpasado viernes, día 10, al arzobispo de Madrid, monseñor Antonio María Rouco Varela. La entrevista que mantuvieron no

revestía el carácter oficial de relaciones Iglesia-Estado, que hubiera exigido la representación de la Conferencia Episcopal, sinoque fue una cordialísima visita personal de cortesía, sin orden del día prefijado, del arzobispo de Madrid a un egregio miembro dela comunidad diocesana de Madrid, el Presidente del Gobierno de España. En todo caso, se trató de un encuentro, no por lógico ynormal, menos significativo. Da pena recordar que el anterior Presidente, el socialista señor González, se negó obstinadamente arecibir al cardenal Suquía, predecesor de monseñor Rouco en el arzobispado de Madrid y Presidente de la Conferencia EpiscopalEspañola. Bueno es que lo normal vuelva a la normalidad. Los problemas están ahí, y hay que dialogar para resolverlos; pero su

existencia en nada impide la corrección más elemental en las normales relaciones mutuas de independencia y colaboración

6/ la foto Nº 54/18-I-1997

/7criteriosNº 54/18-I-1997

El riesgo —desgraciadamente tan actual— de olvidar lo sustantivodel ser humano y de quedarse meramente con lo adjetivo essiempre el mismo: no se acierta a apreciar la auténtica dignidad

humana. Lo sustantivo, lo esencial es ser hijo de Dios, creado a suimagen y semejanza, tener un mismo Padre, misericordioso, siemprecon los brazos abiertos como el que refleja nuestra portada y que el ge-nio de Rembrandt supo inmortalizar.

Cuando nuestro «civilizado» mundo —tan mediatizado— quierereivindicar para alguien el máximo de dignidad, le otorga el «carnet»de demócrata. Hasta el punto de que resulta casi espontáneo y lógicodividir a los hombres en dos: «los demócratas», que serían los dig-nos, y «los violentos», los indignos (otros aparentemente religiosos, pe-ro no menos equivocados, los dividen en «virtuosos» y «pecadores» –cosa que ya hicieron en tiempos de Jesús los fariseos, separándose delos «publicanos y pecado-res»–). El «carnet» que hoyse exige para ser admitidoen sociedad, en esta socie-dad «universalista, tole-rante y avanzada» de fi-nales del siglo XX, es el«carnet» de demócrata. Y,sin embargo, con harta fre-cuencia —basta echar unvistazo a las páginas de es-te mismo número de Alfay Omega, desde el repasodel Papa a la situaciónmundial hasta el reportajesobre las injusticias Nor-te-Sur— aparecen entrelos calificados como indu-dables «demócratas» au-ténticas violencias e in-dignidades, que no dejande serlo por muy «deguante blanco» que lo sean.

Es el riesgo, la facturade olvidar lo sustantivo y quedarse en lo adjetivo; un olvido letal,que nunca queda impune, porque se paga carísimo: no reconocer –ysobre todo no vivir– que todos somos igualmente dignos, hijos delmismo Padre, por el hecho de ser hombres, no por el de ser más gua-pos o más feos, del Norte o del Sur, más o menos demócratas… Es elprecio, altísimo, de cifrar la dignidad del ser humano en algo distin-to de su condición de hijo de Dios, lo único capaz de vencer todo tipode discriminaciones, el único carnet verdaderamente imprescindible.

La Semana ecuménica que hoy comienza —y más ampliamenteaún el Jubileo del año 2000— es un llamamiento apremiante a recor-dar algo tan vital, tan indispensable para la existencia misma del serhumano como es la unidad: algo como inscrito en su código genético.Enaltecer al hombre solo, que nada debe a nadie, que «se hace a símismo», no es más que un absurdo y burdo mito, una artimaña deideólogos frustrados o de tres al cuarto.

Demos un paso más: el auténtico «carnet» universal —como elpropio vocablo indica— es el de la fe católica. Ser católico de verdades ser universal. La reducción de la religión a un ámbito de la vida, pri-vado, que sólo tiene que ver con lo espiritual, ha desvirtuado la au-tenticidad de lo católico, lo ha parcializado y lo ha convertido, o quie-re convertirlo, en algo que corresponde a un grupo determinado,cuando es exacta y sustancialmente todo lo contrario, no marginal niexcluyente, sino unificador.

Todos los hombres, sin discriminación alguna, están llamados aser una sola cosa, a formar parte de la familia de Dios. Pentecostés, co-mienzo del «catolicismo», es precisamente lo contrario de Babel, sím-bolo de confusión y caos. Lo que nació el día de Pentecostés fue un pue-blo nuevo para el que lo sustantivo y determinante ya no es ser parto,medo, catalán, vasco o madrileño, bosnio o serbio, hutu o tutsi, hom-

bre o mujer, guapo o feo,«desarrollado» o tercer-mundista, virtuoso o pe-cador..., sino miembro delCuerpo de Cristo, miem-bro de la familia de Dios,hijo del mismo Padre.La unidad de los cristia-nos —fruto de la presen-cia de Aquel que ha veni-do, no a añadir un simpleadjetivo al hombre, sino aredimirlo, a reunir a los hi-jos de Dios dispersos— es unpaso indispensable para launidad del género huma-no, y para la credibilidadde la Iglesia, pueblo deDios, para que el mundocrea. Y no se trata, claro es-tá, de modificar el depósi-to de la fe, ni de cambiarel significado de los dog-mas, ni de adaptar la ver-dad (lo sustantivo) a los

gustos cambiantes (adjetivos) de una época. ¿Quién consideraría le-gítima la reconciliación entre hermanos separados, a la que apela es-ta semana de oración por la unidad de los cristianos de 1997, logradaa costa de la verdad, de lo sustantivo? Sería un «carnet» falso.

Sólo la unidad que brota de lo sustantivo del ser humano, la ima-gen misma de Dios en él impresa, hace posible la extraordinaria bellezade una diversidad (imagen también de Dios, que es Padre, Hijo y Es-píritu Santo) que no es fuente de conflictos, sino de enriquecimientomutuo. El respeto a la diversidad, no sólo no está reñido, sino que espresupuesto esencial del respeto a la verdad. No está de más recordarloen un mundo y en un momento en el que el no va más de un debate enlos medios de comunicación, por ejemplo, no es el acuerdo, la aspi-ración sustantiva a la unidad, sino un pluralismo mal entendido, ypropicio a distribuir «carnets» para todo, menos para lo principal,para lo único indispensable.

Α Ω

El único «carnet» imprescindible

8/ usted tiene la palabra Nº 54/18-I-1997

Una petición al Gobierno

Así como 1996 ha sido el año de la econo-mía, pido al Gobierno que 1997 sea el año

de la familia. En primer lugar, por la actuali-zación de las ayudas económicas, poniéndo-nos a nivel europeo. En Francia, las presta-ciones por hijo a cargo son de 201 ecus al mespor el primer hijo, 140 por el segundo hijo y319 por el tercero —1 ecu equivale a 163 pe-setas—. En la misma línea están Alemania,Holanda, Bélgica, Luxemburgo... En España,tales prestaciones son de 20 ecus al mes porhijo.

La ayuda no debe limitarse a lo económi-co. ¿Recuerdan ustedes el Año Internacionalde la Familia en el que la protección del go-bierno socialista a la familia se plasmó en dosproyectos de ley que, por fortuna, no salie-ron adelante: el de la ampliación del aborto,introduciendo un cuarto supuesto —en lapráctica aborto libre—, y el de la adopción deniños por parejas homosexuales? Frente a se-mejante protección, la política familiar del ac-tual Gobierno debería notarse en la modifi-cación del Código Penal para que no quedenimpunes los delitos de corrupción de meno-res, en la persecución de los fraudes que sedan al amparo de los tres supuestos de des-penalización del aborto, en el redescubri-miento del valor formativo de la Religión, delas Humanidades y de la Filosofía, en la pro-moción de la natalidad, etc., etc. No sólo hacefalta una ayuda para que la familia viva mejor, si-no para que sea mejor y contribuya a construiruna sociedad mejor, declaró Amalia Gómez, Se-cretaria General de Asuntos Sociales.

Hacía tiempo que no oía palabras tan sen-satas. Y por venir de quien vienen se afianzami esperanza de que 1997 sea el año de la fa-milia.

Luis Riesgo MénguezOnutilidad y el Zaire

Onutilidad es la incapacidad de la ONU yde sus organismos internacionales para

resolver el principal problema de la Huma-nidad: el hambre y sus consecuencias, como laguerra que ahora mismo sufre el Zaire. Pero sees onútil a sabiendas y no por ignorancia: sepermite el negocio de armas con las partes enconflicto, en las zonas de los Grandes Lagos;

se mantiene la deuda eterna de los países delTercer Mundo; se prima siempre el beneficiobillonario y especulativo de las transnacio-nales del Norte que esquilman a los paísesdel Sur... en fin, se provoca el hambre, quetrae consigo la división y ésta se alimenta conlas armas que les vendemos. ¿No es esto unexterminio programado?

No se puede argumentar con los sofismasonutiles de no es fácil intervenir; hay que ser pru-dentes...; entonces, ¿por qué se intervino in-mediatamente en la guerrra del Golfo con be-neplácito de la ONU? ¿Peligraban otros inte-reses superiores a los millones de sereshumanos que sufren hambre?

No nos cabe otra salida digna que reparary luchar por la Justicia, más allá de la onutili-dad, que acabe con las causas que provocanel hambre y las guerras.

Carlos Ruiz de Cascos«No se lo digáis a mi madre»

Suenan las once de la noche, cuando el au-tobús Narváez-Moncloa llega a su parada

final. Este día festivo venía al completo. Hehecho el viaje frente a un muchachito de as-pecto agradable, limpio, de pelo castaño, co-

rrecto. ¡Porte de buena familia!Cuando descendemos veo que le envuel-

ven tres ruidosos y complacientes mucha-chos. Le empujan. Oigo su voz baja que lessuplica: No le digáis a mi madre que me voy convosotros. Le sigo, con la mirada. Desapareceen dirección a las discotecas de Galaxia. Alfondo, una masa. No sé por qué siento dis-gusto. Y rabia. Sospecho que el nuevo caminono le lleva a ninguna parte.

Los críticos de la drogadicción cuentan es-tos encuentros en un local climatizado de rui-dos excitantes y silencios programados, don-de es difícil la reflexión. Se imponen las emo-ciones: ver como ellos, tener lo que ellos tienen.Probar. Inteligencia y decisión se adormecen.

La familia quedó atrás. Delante hay unmodelo nuevo. Las frases a escuchar sonaránpoco más o menos así: Es que la familia se im-pone, Los amigos se eligen, Tú puedes elegir; eresinteligente, vales... ¡Fuera las normas! ¡Fuera losconsejos morales!...

Quizás estaba allí por un solo deseo: sa-lir de frustraciones. Lo que sí estaba claroes que aquella masa ruidosa desbordantede alegría le iría proyectando un modelopatrón que borraría el modelo anterior, elque marcaría su madre amorosamente: unritmo de vivir la hora de levantarse, de irhacia los estudios, de cenar, de dormir... Siése ya no le vale. Si ya no la tiene como re-fugio firme cuando siente temor, tristeza,dudas. El vacío solo lo pueden llenar ellos.No le digáis a mi madre que me voy con voso-tros. Silencios.

Y los juristas y criminólogos nos abrumancon sus datos, con estadísticas, con narracio-nes periodísticas de violencia y de sexo quenos estremecen. No siempre se es vencido.Solicitará información adecuada. Puede oíra otros muchachos que pertenecen a movi-mientos dinámicos, como voluntarios, en unavariedad y sugestiva oferta de ocupacionessociales...

Ninguna familia debe olvidar la escuchaporque toda relación humana, en cualquieredad, necesita acogida.

Ángela Coronado PontHay que mirar a Jesucristo

Cuenta una actriz francesa que lo más duropara una mujer es no poder ver su cara refle-

jada en el espejo todos los días.¿Qué pasaría si cada día el espejo de la

conciencia nos hiciera una fotografía de la so-berbia acumulada, de la envidia escondida,de la sensualidad disfrazada, o de esa triste-za con la que envolvemos el corazón? No qui-siera que esta semana de la unidad de los cris-tianos, fuera el espejo donde cada año se pu-dren las intenciones de conocerse y de amarseentre los cristianos, lo mismo que cada día elespejo del baño nos avisa de que somos másviejos y retorcidos.

Manuel Robles

Cartasal

Director

Otro atentado terrorista deETA en Madrid. El asesi-nato con víctima seleccio-

nada previamente, preparado yejecutado a sangre fría; el coche-bomba explotado en una vía pú-blica, caiga quien caiga... Comosiempre. El desprecio a la vidahumana, el desprecio al hombre,no puede ser mayor, ni más si-niestro ni más desalmado.

Los asesinos una vez más —los ejecutores de la acción te-rrorista, los que la planearon, susencubridores, los que les defien-den y protegen: ¡todos lo son enalguna medida!— han dispuestode la vida de las personas como sifuera suya, y con una exhibiciónde crueldad apenas superable. Simatar implica siempre el máxi-mo grado de ofensa a la personahermana, el asesinato terroristaal estilo de los de ETA lleva esaofensa al «maximum» de su per-versidad. Para los terroristas lavida y la dignidad del hombre —de cada persona— son pura ysimplemente mercancías quepuedan explotar a su antojo y se-gún sus conveniencias. El desa-fío a la ley de Dios es manifiestoy de una suficiencia estremece-dora. ¡Qué terrible ilusión pen-sar que se pueda construir cual-quier tipo de futuro para una so-ciedad o para un pueblocontraviniendo sistemáticamen-te el mandamiento del Señor —«No matarás»—!

PERMISIVISMO

La persistencia del terrorismoentre nosotros —también un «sig-no de los tiempos», bien trágicopor cierto— nos obliga sobre todoa los cristianos al examen de con-ciencia y a la conversión. El ini-cio del «ser cristiano», y todonuevo comienzo en el camino dela vida cristiana, van marcadospor una actitud: la de la verda-dera penitencia delante de Dios.¿Verdad que nos urge, cada vezcon mayor apremio, una conver-sión a lo que Juan Pablo II ha lla-mado tan certeramente «el Evan-

gelio de la Vida»? El permisivis-mo moral rampante nos está lle-vando en nuestra sociedad a unavaloración y a un tratamiento delvalor de la vida y de la dignidadhumanas cada vez más relativis-ta, más sometido a los cálculosde nuestros intereses y egoísmosparticulares o de grupo. ¡La dig-nidad de la persona humana noes subordinable a ningún su-puesto interés público o priva-do; de naturaleza política, socialo cultural! Desgraciadamente,estamos olvidando con dema-siada frecuencia en la práctica—cuando no en el propio terre-no de las ideas— que la digni-dad de la persona humana es in-violable. Todo hombre es ima-gen de Dios, está llamado a sersu hijo. Su vida es sagrada e in-violable: es de Dios.

Pero el atentado terrorista delpasado día 8 nos lleva de una ma-nera muy especial a todos los hi-jos de la Iglesia a volver nuestrosojos y, sobre todo, nuestro cora-zón a los que lo han sufrido di-rectamente, a sus principales víc-timas: a nuestro hermano, asesi-nado, al que en su último

itinerario hacia la Casa del Padrele debe acompañar nuestra agra-decida y sentida oración frater-na; a su viuda y a sus hijos, a losque ofrecemos todo nuestro afec-to y ayuda humana y espiritual.¡Más que nunca deben sentir lapresencia y apoyo sincero y acti-vo de todos los que les quieren:su familia, sus amigos, su comu-nidad parroquial, sus pastores...!

MÁS FUERTE QUE LA MUERTE

Y no debemos olvidarnostampoco que otras familias espa-ñolas, unidas también a nosotrosen la fraternidad de la comunióneclesial, padecen los brutales efec-tos de la violencia terrorista deETA, que mantiene en la torturade un interminable y angustiososecuestro a seres muy queridos:al padre, en el caso de don JoséAntonio Ortega Lara; y del her-mano e hijo, en el caso de donCosme Delclaux. El derecho a lavida y el derecho a la libertadbrotan de la misma raíz humanay divina. Oremos igualmente porellos. No dudemos en hacerlo enlas preces públicas de todas nues-

tras iglesias en las celebracionesde la Eucaristía dominical.

Y, finalmente: ¡permanezca-mos vigilantes! Con la vigilanciade la fe en el Señor de la vida quevendrá a juzgarnos sobre el amor.Con la vigilancia de la esperanzade que su gracia, que se nos hamanifestado de nuevo al comen-zar este año de 1997, es y será másfuerte que todo el poder del odio,de la muerte y del pecado. Con lavigilancia de la caridad —delamor cristiano— dispuesta siem-pre a ver en cada persona a unhermano, y por ello dispuesta acolaborar con la autoridad legíti-ma en la búsqueda del bien co-mún y en la defensa de la vida yde la paz pública de los ciudada-nos, y siempre preparada para elservicio desinteresado y sacrifica-do a los demás, especialmente alos más débiles y necesitados. Lavigilancia espiritual, como estilode la existencia cristiana, se apoyaen un modelo insuperable: en Ma-ría, Auxiliadora y Abogada nues-tra. Acojámonos especialmentehoy a su protección.

+ Antonio Mª Rouco Varela

/9iglesia en madridNº 54/18-I-1997

LA VOZ DEL ARZOBISPO

Ofensa máxima al hombreEl asesinato del teniente coronel don Jesús Cuesta, en el brutal atentado reciente de ETA en Madrid, no podía menos

de ser objeto de la dolorida reflexión pastoral de nuestro arzobispo en su habitual exhortación semanal. He aquí sus palabras:

Estado en que quedó el coche del teniente coronel Cuesta, poco después del atentado. Arriba, foto de la víctima

10/ iglesia en madrid Nº 54/18-I-1997

El día a díaHa muerto el padre Eliseo Tourón

El día 13 de enero se celebró en el seminario de Madrid un fu-neral, presidido por el señor arzobispo, don Antonio María

Rouco, por el eterno descanso del que fuera primer Decano de larecientemente creada Facultad de Teología de Madrid, el padreEliseo Tourón, que falleció el pasado 27 de diciembre.

El padre Eliseo había nacido en Madrid el 15 de enero de1934. Desde que el 8 de septiembre de 1955 profesó solem-nemente como religioso en la Orden de la Merced, han sidomuchos los testigos de su entrega incondicional a Dios. Su vi-da ha sido un largo recorrido docente por diversos centros deestudios: los Mercedarios de Poyo (Colmenar Viejo), la Uni-versidad Pontificia de Salmanaca, el Centro San Pío X y, des-de 1975, la recientemente erigida Facultad de Teología «SanDámaso, primero como profesor y, desde 1993 hasta la crea-ción de la Facultad, como Director del hasta entonces Centrode Estudios Teológicos «San Dámaso». En este Centro ha de-jado huellas de su talante abierto y de sus abundantes publi-caciones teológicas. Ahora nos espera en la Casa del Padre.

Fe de erratas

En la página 27 de nuestro número anterior (nº 53) aparecióun artículo sobre Santa Teresa de Lisieux. En él se aludía

a la celebración del «quinto» centenario de su muerte, cuandodebería haberse indicado el «primer» centenario.

A NUESTROS LECTORESSi usted quiere ayudar a la Fundación San Agustín en la pu-blicación de Alfa y Omega, y en otros proyectos de la Pro-vincia Eclesiástica de Madrid en medios de comunicación,puede enviar su donativo al Banco Popular Español (Agen-cia nº 52, Plaza de San Miguel nº7) a la Fundación SanAgustín (cuenta nº 0075-0615-57-06001310-97).

Nuevo Vicario episcopal

El arzobispo de Madrid ha nombrado Vicario episcopal para lavida consagrada a don José Luis Huéscar Cañizal, Agustino

Asuncionista, de 56 años de edad. Sucede al benemérito sacer-dote madrileño don Luis José Alonso González, que ahora se ju-bila, y que durante 13 años ha sido el Vicario espiscopal de Re-ligiosas, responsabilidad que hace algo más de un año se amplióa toda la vida consagrada. Don Luis José Alonso, a lo largo de suamplio y fecundo ministerio sacerdotal, ha servido a la Iglesiaejemplarmente en cargos de responsabilidad.

El padre Huéscar, sacerdote desde hace 30 años, trabajó des-de 1967 a 1985 como párroco de Nuestra Señora Reina del Cie-lo en el barrio de la Estrella; fue, durante cuatro años, director delSecretariado del Clero, en la Conferencia Episcopal; durante nue-ve años, secretario de monseñor Agustín García Gasco, hoy ar-zobispo de Valencia; y en los cuatro últimos años ha sido párrocode San Miguel de los Santos. La diócesis de Madrid es la más ri-ca del mundo en instituciones de vida consagrada: 35 monasterioscon 584 religiosas contemplativas, 800 religiosas de vida activa,más de 70 Institutos seculares y Sociedades de Vida apostólica ymás de 4.000 religiosos contemplativos y de vida activa.

Aplazado el derribo de un templo

Los feligreses de «Nuestra Señora de las Fuentes», (barrio delPilar) dieron el pasado 14 de enero un valiente testimonio

de apoyo a su parroquia impidiendo, con la presencia de mediomillar de parroquianos, la demolición de parte del templo pa-rroquial. Un comunicado del arzobispado de Madrid felicita alConsejo Pastoral de la parroquia, que ha sabido mover las fuer-zas vivas parroquiales.«No se trata de ir contra nadie —decíauna nota enviada a todos los feligreses el día 11, y titulada Te de-rriban tu parroquia—, sino de defender hoy lo que creemos jus-to, y que mañana puede ser irreparable». Hay que afirmar ro-tundamente que el primer culpable de este enojoso asunto ha si-do el constructor que edificó sobre terrenos propiedad delArzobispado, destinados a la parroquia; y corresponsable, elAyuntamiento, que dio licencia para construir viviendas que in-vadían un solar ajeno y luego autorizó el proyecto de edificaciónde la parroquia cuyo arquitecto respetó escrupulosamente, pun-to que, al parecer, ignoraban los dos vecinos que esperaron aque terminaran las obras parroquiales para denunciar a la pa-rroquia. Un estudio topográfico, basado en datos del Registro dela Propiedad, confirma claramente que el edificio de viviendasinvade la parcela propiedad de la parroquia; si no lo hubierahecho, la separación entre bloque de viviendas y parroquia se-ría la reglamentaria. Al no encontrar las facilidades de un acuer-do sin llegar a demandas judiciales, los servicios jurídicos del Ar-zobispado han presentado una demanda contra los responsa-bles del bloque de viviendas, y se están dando todos los pasosnecesarios para evitar los serios perjuicios que ocasionaría a losfeligreses el derribo de su templo parroquial, que por ahora que-da aplazado.

Nuevo templo en PozueloMañana domingo, el señor arzobispo de Madrid, don Anto-

nio María Rouco, inaugura, a las 12,00 h., el nuevo templo dela parroquia de La Anunciación de Nuestra Señora en Pozue-lo de Alarcón (calle Volturno, esquina Cierzo, s/n). Creada en1994,tiene en la actualidad unos 7.000 feligreses y está enconstante crecimiento. Desde el año 1995 se instaló en un pre-fabricado, al tiempo que se ponía la primera piedra del temploque ahora se inaugura.

La Infancia Misionera, concasi 160 años, es la red desolidaridad más antigua y

extensa entre todos los niños delmundo. Coopera actualmentecon cerca de veinte millones deniños necesitados del mundo, através de más de 66.363 escuelas,2.055 hospitales, 2.743 horfana-tos y 6.873 dispensarios. Pero noes una ONG más: no sólo estásostenida por niños, sino que sucarácter es esencialmente misio-nero. Su aportación de miles decatecismos, biblias, medios au-diovisuales, etc... es utilísima pa-ra la acción evangelizadora de losmisioneros.

En la Infancia Misionera lospropios niños son los protago-nistas de la misión, son misione-ros. Ahí están, para confirmarlo,los más de 54.000 muchachos delos Seminarios menores de lasmisiones, procedentes en su ma-yoría de la Infancia Misionera,que buscan realizar su anhelo deentregarse un día a los demás através del ministerio sacerdotal.

GRUPOS EN LAS PARROQUIAS

¿Qué se ofrece a los niños enlas parroquias donde existen gru-pos de la Infancia Misionera? Enprimer lugar, una propuestaatractiva para esas edades –en lasque los niños tienden a desapa-recer de las parroquias– com-prendidas entre la catequesis deiniciación en la fe, normalmenteunida a la preparación a la pri-mera Comunión, y la catequesisde madurez en la fe, normal-mente unida a la preparación alsacramento de la Confirmación.No hay más que ver la ilusión deuno de estos niños cuando reci-be la respuesta de una carta su-

ya a un misionero, para com-prender que no puede haber me-jor catequesis que la de la vida yla experiencia.

En segundo lugar, una pro-puesta dinámica, completamentediversa, y por ello complemen-taria a la educación religiosa es-colar, que cuenta con el apoyo deprogramas de actividades, revis-tas como Gesto y Supergesto, fes-tivales, y todo tipo de medios queles ofrecen las Delegaciones Dio-cesanas de Misiones, o las sedesde las Obras Misionales Pontifi-cias.

Y, en tercer lugar, una pro-puesta universalista, que ayuda aque despierten en los niños tantola conciencia de pertenecer a unaIglesia universal –extendida portoda la tierra, y no sólo reducidaa la experiencia de su familia ysu parroquia– como la sensibleconciencia social y solidaria, con-tradictoria con la mentalidad con-sumista que aquí les rodea.

Manuel María Bru

/11iglesia en madridNº 54/18-I-1997

PREPARANDO LA JORNADA DE LA INFANCIA MISIONERA

Los niños, protagonistasde las misiones

El domingo 26 de enero, la Iglesia española celebra el Día de la Infancia Misionera. El Consejo Diocesano de Misiones ha organizado este mes en Madrid una campaña para que, en las parroquias, haya catequesis misioneras con los niños,celebraciones, y una «colecta» para que los propios niños participen, no sólo con sus pequeños ahorros, sino también

con sus oraciones por escrito y con sus sacrificios por las misiones. En 1996, los niños españoles contribuyeron a la Obra de la Infancia Misionera con 362.044.006 pesetas

Todos los niños de la Infancia Misionera co-nocen estos gestos, que expresan y expli-

can el espíritu misionero con el que quieren vi-vir:

• Ojos abiertos: Los niños recogen los nu-merosos desafíos que se plantean en su mun-do, formando su conciencia en el sentido deDios, en su plan de salvación de toda la Hu-manidad por Jesús y su Evangelio, en el amoral prójimo, cualquiera que sea su creencia, ra-za y condición de vida.

• Corazón ardiente: A los niños se les ense-ña el sentido de la plegaria, por la cual Dios

puede cambiar el corazón de los hombres y fe-cundar la acción evangelizadora de la Iglesiaen el mundo a través de sus misioneros.

• Manos extendidas: Los niños hacen unallamada de generosidad para que otros niñossean evangelizados y abiertos a la fe, puedanrecibir una educación humana y ser acogidos yprotegidos moral y físicamente.

• Pies ligeros: Los niños expresan la inquie-tud de ser ellos mismos quienes, siendo yaevangelizados en el ámbito concreto de su vidaactual, llevarán mañana el Evangelio hasta losconfines de la tierra.

LOS CUATRO GESTOS DE LA INFANCIA MISIONERA

Cartel de la Jornada

Los que estuvieron cerca dellecho de muerte del queri-do Juan XXIII recuerdan

que continuamente, antes de supartida al seno del Padre, balbu-cía unas breves pero contunden-tes palabras: ut unum sint, utunum sint... (que sean uno).

Este anhelo de comunión, queapareció vivamente expresado enel Concilio Vaticano II, ha tenidocomo consecuencia un renovadoánimo en el camino que condu-ce a la unidad de todos aquellosque son hijos de un mismo Padrey hermanos en Cristo. La ondaexpansiva de este reto lanzado alas Iglesias cristianas y, en primerlugar, a la Iglesia católica, ha lle-gado también hasta los creyentesde nuestra Iglesia de Madrid. Es-ta renovada oferta no nos puededejar indiferentes, aunque bastacon otear el entorno, para darnoscuenta de que existen muchoscristianos en nuestra diócesis queno saben, ni siquiera, lo que sig-nifica la palabra «ecumenismo».

Desde esta perspectiva surgendos interrogantes: ¿Será acasoque el ecumenismo es un tema«para las altas esferas eclesiales»?¿O será que los «cristianos de apie» todavía no se han enteradode que Jesús nos dejó como tes-tamento el que todos sean uno?Cualquier intento de respuesta

nos tendrá que conducir inequí-vocamente a las experiencias deunidad vividas. Valga entoncesrecordar los encuentros y activi-dades en los años de celebraciónde la Semana de Oración por laUnidad de los Cristianos, la fra-ternidad y el ambiente de afecto

cada vez más estrecho entre je-rarcas y pueblo fiel de las diver-sas confesiones, que se palpa con-cretamente en la preparación ydesarrollo de éstas u otras activi-dades, la visita a Madrid de per-sonajes del mundo ecuménico,como el arzobispo de Canterbury

(primado de la Iglesia anglicana),quien presidió la ordenación delobispo de la Iglesia Española Re-formada Episcopal y tuvo unacordial entrevista con delegadosde la Conferencia Episcopal.

Muchos de los que hemosparticipado en alguna iniciativaecuménica nos hemos dado cuen-ta de que la unidad no es unautopía sino algo posible, y que yaha empezado a hacerse realidad.A lo mejor no entendemos de-masiado del diálogo teológico,pero sí entendemos de un «ecu-menismo de la vida» que ya he-mos empezado a experimentar yque se basa en la certeza de que elAmor todo lo vence. En el ecu-menismo, como en casi todas lasrealidades de la vida, la últimapalabra todavía no se ha escrito.Son muchas las expectativas anteel inicio del tercer milenio, y losque nos hemos entusiasmado conla idea de una Iglesia unida nossentimos llamados a vocear a loscuatro vientos toda la esperanzaque tenemos: llegar a ser una solacosa, para que el mundo crea.

Alexander Bran Franco y Oscar García Aguado

12/ iglesia en madrid Nº 54/18-I-1997

EN EL UMBRAL DEL TERCER MILENIO

La unidad no es una utopía

Celebración ecuménica, en Madrid

Domingo 19, a las 20 horas: Concierto de co-ros de comunidades cristianas de Madrid. Pa-rroquia de Nuestra Señora de las Delicias (pa-seo de las Delicias, 61).Lunes 20, a las 20 horas: Celebración ecu-ménica de la Palabra. Catedral de la Almudena.Preside monseñor Antonio María Rouco Vare-la, arzobispo de Madrid.Martes 21, a las 20 horas: Celebración ecu-ménica de la Palabra. Predica la Hermana An-neke, religiosa reformada de la comunidad deGrandchamp, Suiza. Iglesia Evangélica Espa-ñola (calle Calatrava, 25).Miércoles 22, a las 20 horas: Celebración ecu-ménica de la Palabra. Predica el Vicario epis-copal don José María Bravo Navalpotro. IglesiaOrtodoxa Griega (calle Nicaragua, 12).

Jueves 23, a las 20 horas: Mesa redonda pre-sidida por la Hermana Anneke y por la Herma-na María Luz Galván, secretaria de la CON-FER femenina. Colegio Jesús y María (calleJuan Bravo, 13).Viernes 24, a las 20 horas: Celebración ecu-ménica de la Palabra. Predica don Horacio Ríos, pastor de la Community Church. IglesiaAnglicana de St. George (calle Núñez de Bal-boa, 43).Sábado 25, a las 19 horas: Celebración ecu-ménica de Jóvenes. Parroquia del SantísimoRedentor (calle Félix Boix, 13).Domingo 26, a las 20 horas: Celebración ecu-ménica de la Palabra. Preside don Carlos Ló-pez, obispo de la Iglesia Española ReformadaEpiscopal (calle Beneficencia, 18).

PROGRAMA DE LA SEMANA DE LA UNIDAD, EN MADRID

/13iglesia en MadridNº 54/18-I-1997

Cierto que esta talla poseeun mágico atractivo. Na-die quiere perderse el pri-

mer viernes del mes de marzo decada año para verse cara a caracon la imagen del Cristo de Me-dinaceli. El actor norteamerica-no Martin Sheen, el príncipe Fe-lipe y el Alcalde de Madrid se en-cuentran entre los más de 300.000fieles que, en esa fecha, se acer-can a la basílica para rezar.

La del Cristo de Medinaceli esuna talla perteneciente a la es-cuela andaluza del siglo XVII. Lasopiniones de los especialistas sonpara todos los gustos con rela-ción a su autoría. Unos dicen quees de Luis de Ocampo y otrosaseguran que la mano maestra deJuan de Mesa está detrás de estaobra. Apareció por primera vezen 1681, cuando los moros con-quistaron Mámora, enclave cris-tiano en el antiguo reino de Fez.Los capuchinos salieron de aque-llas tierras pero la talla se quedóallí. Tras numerosos episodios depelícula, llegó a Madrid en 1682,y hasta 1810 permaneció en elconvento de la Encarnación delos Padres Trinitarios. En el año1845 el Duque de Medinaceli de-cidió quedarse con ella. En 1895se encomienda a los padres Ca-puchinos la custodia de la iglesiay, por supuesto, de la talla. Cuan-do llegó la guerra civil, los padresCapuchinos tuvieron que escon-derla entre mantas, en los sóta-nos del templo. Tras la confron-tación bélica se reanudó la vene-ración del Cristo y ha per-manecido en la basílica hasta eldía de hoy.

La reciente restauración de laobra comenzó el 17 de abril de

1996 y ha sido terminada hace es-casamente una semana. Según lanota oficial del Instituto del Pa-trimonio Histórico Español, ésteha sido a grandes rasgos el pro-ceso de restauración: «La talla te-nía un debilitamiento de estabi-lidad que afectaba a su estado es-tructural. Se ha realizado unamedia limpieza rebajando la su-ciedad supeficial, respetando laspátinas y calidades de las super-ficie». Los maestros de la restau-ración han expresado su opiniónde que la talla no debería estarexpuesta a los roces y muestrasde afecto, realizadas directamen-te sobre la madera, por parte delos fieles. De ahí que se haya ins-talado una placa o pantalla decristal sobre el pie del Cristo paraprevenir un futuro deterioro. Lamayoría de los fieles que se acer-caron ayer a venerar la imagen,según nos comenta el padre Ino-cencio Egido, rector de la basílica,han entendido perfectamente lasnuevas medidas de protecciónimpuestas por los especialistas.

Aprovechando el hecho de sia la talla se le quita o se le deja dequitar la melena que tenía –quese le ha quitado, y queda muchomejor–, Francisco Umbral destilaen su columna de El Mundo unode sus corrosivos comentarios ha-bituales, siempre que trata temasrelacionados con la fe: «Luego–escribe–, vendrán las turbas dela superstición, algo así como me-jicanizada, a llenarle de bisuteríamística. Encima, está comproba-do que el Cristo con peluca hacíamás milagros».

Al margen de lo que piensetan brillante escritor, el hecho esque tiene que escribir precisa-

mente sobre el Cristo de Medina-celi, ¿por qué será? La respuestase la da el pueblo de Madrid.

Desde la basílica de Jesús deMedinaceli han sido predicadas,durante las semanas previas a lanueva exposición, unas homilíasformativas que han procurado,en todo momento, acercar a losfieles el misterio de Cristo a tra-vés de la imagen tan secular-mente venerada. Según las pala-bras del párroco, «la vida cristia-na se centra en Jesucristo, únicoSalvador, ayer, hoy y siempre. Eneste año, preparatorio para el ad-venimiento del tercer milenio, te-nemos que interiorizar el misteriode Jesucristo. No podemos que-darnos en un exclusivo gozo es-tético, ni en un mero beso devo-cional a nuestro Cristo. Por elcontrario, la belleza estética y elcarácter milagroso de esta tallanos pueden conducir a un obje-tivo mejor: conocer en profundi-dad al Maestro».

Este aspecto central conviertela polémica, tan traida y llevadaestos días, sobre la convenienciade que el Cristo lleve o no melenaen su nueva aparición pública, enun problema superficial y com-pletamente prescindible.

Javier Alonso Sandoica

HA FINALIZADO LA RESTAURACIÓN DE LA IMAGEN

El Cristo de Medinaceli

La imagen restaurada del Cristo de Medinaceli volvió a serexpuesta ayer viernes, día 17, a la veneración de los fieles en la basílica del mismo nombre. Familias enteras venidas

de Europa central, universitarios que aprovecharon las largascolas para repasar el examen del día siguiente, ancianos

madrugadores, amas de casa y padres de familia madrileños.Todos estaban allí.

Arriba: aspecto de la imagen después de la restauración. Abajo: la imagen antes de ser restaurada

Verdaderamente quieneshan seguido los informa-tivos de las televisiones de

Madrid han podido constatar al-go tremendamente bello, cálido,humano y sobrenatural, porquesin la fuerza del Espíritu que nosdejó Jesús no puede darse unacontecimiento como el que vi-vimos. Cuando yo vine a la Pa-rroquia el día del temido derri-bo, antes de las ocho ya había

personas esperando; a las ocho ymedia celebramos una Eucaris-tía con la iglesia como un día defiesta, gozosos con la alegría delos que se sienten convocados porel Señor; preocupados, por en-contrarnos en una de las mayo-res pruebas en ese construir elReino.

«¿Qué importa el frío –me di-jo una persona–, si se trata de de-fender mi Parroquia?»

«He pedido permiso en el tra-bajo; para mí, esto es lo más im-portante hoy», me dijo otro.

Podría seguir dando testimo-nios, a cual más emotivo, comoles pueda dar cualquiera de losque estuvieron viviendo esas ten-sas y emotivas horas: la expe-riencia más emotiva de mis trein-ta y dos años de cura. Creo quenunca podré agradecer como qui-siera, a mis fieles, todo cuanto me

han transmitido: cercanía, calory ánimo; los que aquí estuvierony los que desde su trabajo, algu-nos muy lejos de Madrid, mani-festaron su adhesión, por teléfo-no, o pasando por la Parroquia.Gracias, porque creo que estamosaprovechando cuanto estamos vi-viendo como lo que es: un donde Dios. ¡Qué cosas tiene Dios!

Eusebio Ocaña Lázaro

14/ testimonio Nº 54/18-I-1997

Acasi nadie en España hace falta explicarle ya, pero a Ti, Se-ñor, desde luego que no, que Carmen Esteban es la viuda del

Teniente Coronel de Caballería don Jesús Agustín Cuesta Abril,vil e inhumanamente asesinado, de dos tiros en la nuca, por loscriminales etarras. Tú la creaste a tu imagen y semejanza, igualque a su marido y a sus dos hijos. Tú le diste a él la hombría debien y el afán de servicio a sus semejantes, y a ella su inmensadignidad, su temple, su excepcional entereza y su ejemplari-dad. La muerte no puede con la esperanza.

Ahora que su marido ya ha sido enterrado con los honoresque merecía, ahora que se ha quedado sola con sus hijos Jesúsy Borja, a los que ella misma quiso contarles, en el colegio, quea su padre lo acababan de matar unos desalmados, quiero pe-dirte, Señor, en esta simple oración de andar por casa, por ella,por su hijo pequeño, Jesús, que tiene nueve años y está encuarto de Primaria, en los Agustinos de la calle Sirio, esquina aEstrella Polar, y por Borja, que, con un año más, está en quintode Primaria, en el mismo «cole» en el que sus compañeros y ami-gos salieron a la calle a gritar ¡basta!, tras haber tenido que aso-marse, bien a su pesar, al pozo negro de la indignidad y de la mi-seria humana, ya desde tan pequeñitos.

Quiero pedirte, Señor, que termines Tú con la plaga del te-rrorismo, ya que nosotros somos incapaces; que nos enseñes elcamino y el método y los medios adecuados. Quiero decirte,con Carmen y sus hijos, Señor, que ya está bien, que ya vale, queya sabemos que tus caminos no son nuestros caminos, peroque basta, por piedad... Tú dijiste que lo que pidiéramos al Pa-dre en tu nombre nos lo concederías, y que donde dos o más es-tán reunidos en tu nombre allí estás Tú en medio de ellos. Queaprendamos a reunirnos en tu nombre, Señor, para que pue-das cumplir tu palabra dada y podamos pedirle al Padre, en tunombre, el final de esta inmunda carnicería inútil, de ese odio in-comprensible de esos asesinos por los que también te pido, Se-ñor; por ellos, por la amargura tremenda de sus madres, no-vias, esposas, hijos, para que aprendan el abc del amor, paraque entre todos sepamos enseñárselo, porque lo que hacenduele y da vergüenza y ofende a las víctimas y hasta a los pro-pios asesinos.

Las sencillas gentes de bien sabemos, Señor, que Carmen,como Ana Iríbar, como tantas otras madres, esposas, novias

—¡cuántas ya, Señor, ¿no te parecen demasiadas?— no incul-carán a sus hijos el odio y la venganza, porque nadie da lo queno tiene. Que Carmen y Borja y Jesús sean, Señor, los últimosen quedarse sin marido y sin papá en esta España y en estealocado mundo nuestro. Y, mientras, que no se sientan solos. SéTú su principal apoyo, y haz que nosotros sepamos contrarres-tar, con amor y con ternura y con hechos, tanto odio absurdo, tan-ta cruel inmisericordia, tanto terrible desamor.

Te iba a haber pedido en la oración de hoy por la unidad, Se-ñor, ...pero, en realidad, me parece que es lo que he hecho...

Miguel Angel Velasco

ORACIONES DE ANDAR POR CASA

POR CARMEN ESTEBAN Y POR SUS HIJOS

¡Qué cosas tiene Dios...!Como una piña, los fieles de la parroquia madrileña de Nuestra Señora de la Fuentes han apoyado a su párroco y han formado

una cadena al ver en peligro la continuidad del templo parroquial. He aquí el testimonio conmovido de su párroco:

La escena del evangelio dehoy se sitúa inmediata-mente después de la narra-

ción del bautismo de Jesús, quecomienza ahora su actividadapostólica. Pero Jesús no co-mienza enseguida a llamar a susdiscípulos; el Bautista —la Anti-gua Alianza que concluye—, quesabe que es el precursor y el queha de preparar el camino, le envíaa los primeros discípulos. Uno sellama Andrés y el otro, cuyonombre no se dice, es sin dudaJuan, el propio evangelista.

Seguir a Jesús significa aquí,en un sentido totalmente origi-nario, «ir detrás de él», sin quelos discípulos sepan de momen-to que son enviados, que se lesencomienda una misión. Pero es-ta situación no dura mucho, Je-sús se vuelve y al ver que lo si-guen les pregunta: ¿Qué buscáis?Ellos no pueden expresarlo conpalabras, y por eso responden:Maestro, ¿dónde vives?¿Dóndetienes tu casa para que podamosconocerte mejor? Venid y lo ve-réis.

Se trata de una invitación aacompañarle, sin explicación pre-via; sólo el que le acompañe, ve-rá. Y esto se confirma después:Lo acompañaron, vieron dónde vi-vía y se quedaron aquel día con él.Quedarse es, en Juan, sinónimode la existencia definitiva en com-pañía de Jesús, la expresión de lafe y del amor. Tampoco el tercerdiscípulo, Simón, es llamado porJesús, sino que es traído ante él

casi a la fuerza por su hermano.Jesús se le queda mirando y le di-ce: «Yo te conozco, tú eres Simón,hijo de Juan. Pero yo te necesitopara otra cosa: te llamarás Cefas,Piedra, Pedro». Esto sucede ya,en el primer capítulo del evan-gelio, absoluta y definitivamente.

Jesús no sólamente tiene ne-cesidad del hombre entero, sinoque necesita además a Pedro co-

mo piedra angular de todo lo queconstruirá en el futuro. En el úl-timo capítulo será hasta tal pun-to la piedra angular, que deberáser fundamento de todo, inclusodel amor eclesial: Simón, hijo deJuan, ¿me amas más que estos?

Hans Urs von Balthasarde Luz de la Palabra

Ed. Encuentro

Los primeros dos que siguieron a Jesús a orillasdel río Jordán fueron los primeros protagonistas,

tras María, de una misteriosa reconquista de lo hu-mano: fueron los primeros protagonistas del en-cuentro con Cristo, con una presencia excepcional enla Historia.

En este pasaje se narra un encuentro preciso, his-tórico (¡se acuerda de la hora, las cuatro de la tarde!),y, sin embargo, en el apunte que el discípulo dicta enel evangelio casi todo queda implícito. Pero pode-mos imaginar lo implícito perfectamente, visto có-mo se hizo explícito después y cómo se vio cam-biar la vida de aquellos dos pescadores. Su huma-nidad y su corazón se estremecieron ya en aquelprimer encuentro decisivo por un presentimiento,por una evidencia inicial y al mismo tiempo clara:

aquel hombre les había hablado como nadie, nun-ca habían encontrado a nadie como Él.

El corazón de los pescadores se había encontra-do aquel día con una presencia que correspondía, demanera inesperada y evidente, al deseo de verdad,de belleza y de justicia que constituía su humanidadsencilla y carente de presunción. Desde entonces,si bien traicionándolo y malinterpretándolo miles deveces, nunca le iban a abandonar ya, se iban a vol-ver «suyos».

Gracias a Dios, este acontecimiento permanecevivo hoy; y por tanto, también hoy es posible esteencuentro excepcional dentro de la realidad don-de hoy vive: su Cuerpo, la Iglesia.

Emilio Pérez

/15el día del señorNº 54/18-I-1997

«Venid... y veréis»

SERÍAN LAS CUATRO...

Evangeliode mañana

SEGUNDO DOMINGO

DEL TIEMPO ORDINARIO

Juan 1, 35-45

En aquel tiempo estabaJuan con dos de sus

discípulos y fijándose enJesús que pasaba, dijo:— Éste es el Cordero deDios.Los dos discípulos oyeronsus palabras y siguierona Jesús. Jesús se volvió,y, al ver que lo seguían,les preguntó:— ¿Qué buscáis?Ellos le contestaron:— Rabí (que significa Ma-estro), ¿dónde vives?— El les dijo:—Venid y lo veréis.Entonces fueron, vierondónde vivía y se queda-ron con él aquel día; serí-an las cuatro de la tarde.Andrés, hermano de Si-món Pedro, era uno de losdos que oyeron a Juan ysiguieron a Jesús; encon-tró primero a su hermanoSimón y le dijo:— Hemos encontrado alMesías (que significa Cris-to).Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó miran-do y le dijo: —Tú eres Simón, el hijode Juan; tú te llamarásCefas (que significa Pe-dro).

Retablo de san Cristóbal. Museo del Prado

16/ raíces Nº 54/18-I-1997

SELLOS PARA EL

TERCER MILENIO

De las catedrales se ha dichoque fueron la Biblia del pue-

blo, que en sus retablos y vidrie-ras, en sus pórticos y capitelesaprendía lo que no sabía leer enlos libros santos. No es ése hoyel caso, y sin embargo, nuncacomo ahora la imagen ha reina-do en la sensibilidad de la Hu-manidad, que sólo acepta plena-mente aquello que le entra porlos ojos.

Una catedral, pero no de pie-dra, sino construida con un ma-terial tan liviano como los sellosde Correos, es lo que esta colec-ción filatélica pone en nuestrasmanos: el homenaje a la historiade Cristo y de su Iglesia, que leshan ofrecido todos los Estados,reproduciéndolas en sus seriespostales, hasta el punto de que lamayor dificultad ha sido elegirentre tan deslumbrante riquezafilatélica.

Es el encuentro de dos uni-versalidades; por un lado, la re-presentada por los sellos de Co-rreos, que hace siglo y medio ini-ciaron esta época nuestra, épocapor excelencia de las comunica-ciones. Por otro lado, está la uni-versalidad de una Iglesia que pre-cisamente se denomina «católi-ca», es decir, universal, y estáimplantada en todos los pueblosde la tierra.

Esta Iglesia celebra los dos milaños del nacimiento de su divi-no Fundador y se prepara paraentrar en el tercer milenio de suhistoria.

Debemos confiar en que estaselección de sellos de Correos,símbolos de la comunicación en-tre los hombres, que tantas ve-ces se han honrado con la repre-sentación del Hijo de Dios y delos personajes y acontecimien-tos de la Cristiandad, sirva paraelevar a quienes repasen sus pá-ginas hacia la más profunda ymisteriosa comunicación conquien es «la luz verdadera queilumina a todo hombre», comoha recordado el supremo Pontí-fice, Juan Pablo II, al anunciargozosamente el gran Jubileo delaño 2000.

José María García Escudero

2.000 añosUna preciosa colección de sellos conmemorando el Año Santo del 2000 y el comienzo del tercer milenio, tit

por PROFILSA (C/ Felipe III 4, 2º Izda. Tfno: 365 50 72). Recoge en diversos álbumes, primorosamenteretratos de santos, que los hombres han dedicado a Cristo a lo largo de estos dos milenios. Los sellos v

y sugestivo de conmemorar los 2000 añ

/17raícesNº 54/18-I-1997

LA IMAGEN

DE DIOS

Hacer presente a Cristo en to-do momento y lugar es cum-

plir el mandato que nos dejó a susdiscípulos antes de subir a los cie-los: Id por todo el mundo y procla-mad el Evangelio a toda la creación.Y el Evangelio es Él, Jesucristo re-sucitado, vivo, que está con no-sotros todos los días hasta el fin delos tiempos. Nada es más necesariopara los hombres, nada es másindispensable para el mundo queacoger el Evangelio, que abrirle depar en par las puertas a Cristo, comoel Papa Juan Pablo II no ha deja-do de proclamar desde el co-mienzo de su Pontificado. Por-que abrirle las puertas a Cristo esencontrar la verdad de nuestravida, creada justamente a imageny semejanza de Dios. El Padre noscreó a imagen de su Hijo Unigé-nito. El pecado desfiguró estaimagen, destrozó la vida huma-na. Pero la Misericordia infinitaque es Dios, al llegar la plenitudde los tiempos, la restauró defi-nitivamente, y de modo inimagi-nable, en el seno de la Virgen Ma-ría. En el Hijo de Dios y de Ma-ría se nos ha manifestado elHombre nuevo, esa humanidadverdadera que estamos llamadosa ser. Fuera de Cristo, no sólo noes posible esta humanidad nue-va, sino que es imposible cual-quier humanidad verdadera.Anunciar a Cristo, por tanto, seconvierte en la obra humanitariapor excelencia». Así ha escrito elarzobispo de Madrid, al dar labienvenida a esta hermosa ini-ciativa, de la Sociedad FilatélicaProfilsa, de «hacer visible —con-tinúa monseñor Rouco—, y de unmodo bellísimo y sencillísimo ala vez, la imagen modélica de to-da vida humana: Jesucristo, Hijode Dios y de María. La Luz no espara esconderla, sino para po-nerla bien visible para todos.Quiera el Señor que la obra 2000años de Cristo, haciéndonos pre-sente su imagen en algo tan sen-cillo y cotidiano como los sellos,nos ayude a prepararnos al granJubileo del año 2000, también deun modo sencillo y cotidiano…y bellísimo. Esa belleza que es,precisamente, fruto de ya casi2000 años de cristianismo».

s de Cristotulada «2.000 años de Cristo», es una iniciativa cultural y religiosa del mayor interés, ideada y promovidate editados e ilustrados, miles de reproducciones en sellos de obras arquitectónicas y pictóricas, así comovan acompañados de breves textos bíblicos, históricos y literarios. Esta colección es un modo original ños de la Encarnación del Hijo de Dios

18/ españa Nº 54/18-I-1997

Queridísimo Santo Padre:Nosotros, jóvenes delmundo, con motivo del 50

aniversario de su ordenación sa-cerdotal, queremos agradecerleque siga llevando con suavidady firmeza la barca de Pedro. El Es-píritu Santo infla sus velas, y losfieles remamos, seguros de que elcapitán, Su Santidad, nos guía conbuen rumbo hacia Cristo.

En esta Iglesia nos hemos en-contrado cara a cara con Jesu-cristo Resucitado, con su miradallena de amor. Él nos llama pornuestro nombre. Por esto, esta-mos identificados con ella, comose está con un padre, un herma-no, un amigo. Gracias a este en-cuentro vivimos el cristianismocomo un acontecimiento dondesomos amados, y no como unconjunto de normas. Por ello,Santo Padre, como cabeza de laIglesia que Cristo quiso, quere-mos agradecerle todo lo que re-cibimos de ella:

•Gracias por ser fiel y exigir-nos fidelidad, por respetar ese le-gado de sabiduría que es el Ma-gisterio y responder a las necesi-dades e interrogantes del hombreactual.

•En un mundo que a vecesnos reduce a objetos, y obliga ala mujer a renunciar a ser ellamisma, rechazando incluso lamaternidad, agradecemos la es-pecial dignidad que la Iglesia re-conoce en la mujer, como ustedproclama en la Mulieris dignita-tem. Dios mismo eligió una Mujerpara encarnarse.

•En una cultura en la que rei-na el subjetivismo, donde todovale aunque deshumanice, gra-cias por su denuncia tan valientede los muros que esclavizan alhombre: el consumismo, el capi-talismo salvaje, el marxismo...Frente a esta «cultura» de muer-te usted nos propone una cultura

de vida, determinada por la pre-sencia de Cristo.

•Por nuestros obispos, suce-sores de los apóstoles, que te-niendo más responsabilidad sehacen nuestros servidores; pornuestros sacerdotes, que fieles aCristo renuncian a una familiapara entregarse en plenitud a otramás grande; por los consagrados,contemplativos o de vida activa,religiosos o laicos, que se adhie-ren libremente a una llamada,

mostrándonos con su vida el ideal evangélico, por el ejemplo yla esperanza que dan al mundotodos aquellos que, día a día, en-tregan su vida gratuitamente alos demás por amor a Cristo; gra-cias, Santidad.

•Por su defensa de la familia,fuente de vida, Iglesia domésti-ca, por el amor que recibimos enella. Porque nos invita a vivir unamor auténtico, personal, en elque la sexualidad engrandece a

quienes así se aman en lugar decosificarlos; gracias, Santo Padre,porque nos ofrece una forma derelacionarnos que correspondemás a nuestra necesidad de serqueridos y de querer que a satis-facer inmediatamente nuestrainstintividad.

Queremos ser misioneros dela nueva evangelización, anun-ciar a todos con nuestra vida ynuestra palabra lo que hemos re-cibido. Los jóvenes rezamos porel Papa y por la Iglesia, para quesea lugar de encuentro con Cris-to, que hoy nos dice: Yo soy el ca-mino, la verdad y la vida.

Ánimo, Santo Padre, llévenosde la mano de María al tercer mi-lenio. Nos vemos en París.

Con todo nuestro cariño yapoyo:

Jóvenes con el Papa

JÓVENES ESPAÑOLES MANIFIESTAN SU GRATITUD AL PAPA

«Queremos ser misionerosde la nueva evangelización»

En un momento en que la persona y la figura del Papa suscita, en determinados ámbitos, manifestaciones de rechazo, esesperanzador que un grupo de jóvenes madrileños, de muy diversos movimientos eclesiales, haya tenido la iniciativa de hacer llegar

al Santo Padre una carta con numerosas firmas y adhesiones de los jóvenes españoles. Ofrecemos el texto íntegro de esta carta

Los jóvenes promotores de la iniciativa

PARA CUALQUIER INFORMACIÓN

Y PARA ADHERIRSE AL DOCUMENTO, DIRIGIRSE AL APARTADO DE CORREOS

50.715 28080 MADRID

Juan Pablo II aprovecha todoslos años su discurso de felici-tación del nuevo año al Cuer-

po Diplomático acreditado antela Santa Sede, para hacer su pro-pio análisis sobre el estado delplaneta, que suele caracterizarsepor ser más claro que «diplomá-tico». Este año no ha defraudadolas expectativas. El Santo Padrerespondió a una pregunta: ¿Dón-de están la esperanza y la paz enel actual panorama internacio-nal?

El Papa comenzó así una ori-ginal búsqueda de los nuevos«triunfos» de la paz en el mundo.Mencionó, ante todo, la firma quetuvo lugar en este último año delTratado de prohibición completade las pruebas nucleares. Segúndijo el Pontífice, a partir de esteaño «la carrera de armamentosnucleares y su proliferación estánal margen de la sociedad», y pi-dió que en el 97 se firme un acuer-do «jurídicamente obligatorio ycon adecuados mecanismos decontrol» sobre la producción deminas antipersonas.

Juan Pablo II también puso derelieve las conclusiones positivasde las Conferencias Mundialesde la ONU, celebradas el año pa-sado. En concreto citó el derechoa la vivienda (concretado en laConferencia Habitat II) y la dis-tribución de los recursos de la tie-rra (FAO).

En su recorrido por los nue-vos senderos de la paz, el Paparesaltó el acuerdo firmado entreel Gobierno y la guerrilla guate-maltecos, punto final del conflic-to que durante más tiempo ha de-sangrado América Central. Pasosde gigante ha dado también lapaz en Sierra Leona.

Es muy curioso constatar queel Papa mencionó la reintegra-ción de Hong Kong a China con-tinental dentro del apartado con-

sagrado a los motivos de espe-ranza, casi como para indicar queesta anexión podría abrir un cur-so nuevo en el continente amari-llo. Advirtió que la Santa Sede se-guirá con gran interés esta nue-

va etapa, exigiendo a las autori-dades comunistas el respeto delos derechos de la comunidad ca-tólica que goza de «consistencia yvitalidad» en la actual colonia in-glesa. Tampoco es intrascenden-

te el hecho de que el Papa acabede recibir en audiencia al vece-presidente de Taiwan, pese a laprotesta del Gobierno comunis-ta chino.

Más adelante el Papa recorrelas sombras del odio y de la vio-lencia, que siguen alargándosepor el planeta. Ante todo men-cionó el conflicto argelino quetantas víctimas se está cobrandoentre los hijos de la Iglesia. Citóel caso de Chipre que sigue ana-crónicamente dividido en dos, asícomo las esperanzas de paz últi-mamente sofocadas en MedioOriente. Denunció la barbarie queha asolado en los últimos meses laregión africana de los GrandesLagos (Burundi, Ruanda y Zaire,en particular). Por una parte pusoa los dirigentes de estos paísesfrente a sus propias responsabili-dades; por otra, exigió a la comu-nidad internacional que deje deser un testigo encogido de hom-bros de este terrible espectáculo, yque acreciente su acción políticapara «evitar nuevos aconteci-mientos trágicos» de este tipo.

Tras mencionar el conflicto ci-vil en la isla de Sri Lanka, el Papase detuvo a analizar la situacióneuropea. Juan Pablo II reconocióque la instauración de las Institu-ciones europeas «debería asegu-rar a los ciudadanos de los países del continente un futuromás estable, ya que se basa en unpatrimonio de valores comunes:el respeto de los derechos huma-nos, la primacía de la libertad y lademocracia, el Estado de derecho,el derecho al progreso económicoy social». Sin embargo, advirtió alos europeos de la amenaza queconstituyen para este proceso lapersistencia de tensiones étnicas,los nacionalismos exacerbados ylas intolerancias de todo tipo. Laex Yugoslavia imparte triste cáte-dra en este sentido. Este caso –así

/19mundoNº 54/18-I-1997

DISCURSO DEL SANTO PADRE AL CUERPO DIPLOMÁTICO

Principios morales, antesque normas jurídicas

El final de la guerra en Guatemala, la reintegración de Hong Kong a China, el drama de Argelia y de los Grandes Lagos,las amenazas de los nacionalismos para el proceso de integración europea... El Papa traza un balance del panorama internacional

a inicios del 97 y reclama una nueva concepción del Derecho internacional que destierre la actual ley del más fuerte

El Papa, con un grupo de fieles chinos. Detrás, el Cuerpo Diplomáticoacreditado cerca de la Santa Sede

como los focos de tensión que to-davía arden en el Cáucaso– mues-tra que la paz no se impone porla fuerza, sino que sólo puede lle-gar a través de «una verdaderacultura y de una verdadera peda-gogía de la paz». El Papa conclu-yó su alusión a Europa con unaconstatación dura pero realista.Parafraseando a Jean Monnet, unode los «padres fundadores» de Eu-ropa, dijo: «En demasiadas regio-nes de Europa se tiene la impre-sión de que los pueblos, más quecooperar, coexisten».

UN NUEVO DERECHOINTERNACIONAL

El derrumbamiento de laUnión Soviética ha gestado unmundo con otras reglas de juego.Lejos de las ilusiones que suscitóaquella coyuntura histórica nosencontramos ante un mundo enel que sigue rigiendo «la ley delos más fuertes, de los más ricos ode los más grandes que imponensus modelos culturales, sus re-glas económicas y sus modas ideológicas». Para el Papa, es «ur-gente organizar la paz de la pos-guerra fría y la libertad del «post»1989 basándose en los valoresmorales. De ahí, la necesidad deorganizar una «justicia penal in-ternacional» y la necesidad de de-sarrollar «iniciativas humanita-rias, intergubernamentales o pri-vadas» (que eviten tentacionesocultas hegemónicas). Se trata,por tanto, de dar una nueva vi-sión al Derecho internacionalque, como ha dicho el Papa, «hasido durante mucho tiempo underecho de la guerra y de la paz».El Romano Pontífice proponeque, a partir de ahora, sea «ex-clusivamente un derecho de lapaz concebida en función de lajusticia y la solidaridad».

«Tal vez, lo que más les faltahoy a los protagonistas de la co-munidad internacional no son, nilos Acuerdos escritos, ni las se-

des donde expresarse. Lo que fal-ta es una ley moral y la valentíade guiarse por ella.

La comunidad de las nacio-

nes, como toda sociedad huma-na, no escapa a este principio bá-sico: debe regirse por una reglade Derecho válida para todos sinexcepción. Todo sistema jurídi-co, lo sabemos, tiene como fun-damento y como fin el bien co-mún. Esto se aplica también a lacomunidad internacional: ¡el biende todos y el bien de todo! Estopermite llegar a soluciones equi-tativas con las que nadie es per-judicado en provecho de otros,aunque sean mayoría: la justiciaes para todos, sin que la injusticiasea infligida a nadie. La funcióndel Derecho es dar a cada uno loque le corresponde, devolvién-dole lo que le es debido en plenajusticia. El Derecho tiene, pues,una fuerte connotación moral.

El Derecho internacional mis-mo está basado en unos valores.

20/ mundo Nº 54/18-I-1997

Actualmente la Santa Sede mantiene rela-ciones diplomáticas normales con 163 de

los 190 países independientes que configuranel mapa político mundial. Además ha estable-cido relaciones permanentes con Rusia, Suizay con la Autoridad Palestina, aunque todavía nose ha nombrado al embajador y al nuncio apos-tólico correspondientes. La Santa Sede hanombrado un nuncio (así se denominan losembajadores del Vaticano) ante la Unión Eu-ropea, a pesar de que no existe la figura delembajador europeo ante la Santa Sede. ElPrincipado de Mónaco y la Soberana Orden

Militar de Malta tienen embajadores ante laSanta Sede, aunque no existen sus respectivosnuncios apostólicos. Los últimos países quehan establecido relaciones diplomáticas conla Santa Sede son Tayikistán y Turkmenistán,dos de las cinco Repúblicas ex soviéticas, queson naciones de mayoría musulmana. CuandoJuan Pablo II fue elegido Papa, en 1978, el nú-mero de países que tenían relaciones diplo-máticas con la Santa Sede apenas superabalos 90.

J. C.

LAS RELACIONES DIPLOMÁTICAS DE LA SANTA SEDE

Hong Kong, una ciudad de contrastes

La dignidad de la persona o lagarantía de los derechos de lasnaciones, por ejemplo, son prin-cipios morales antes que normasjurídicas. Esto explica que fueranfilósofos y teólogos, entre los si-glos XV y XVII, los primeros teó-ricos de la sociedad internacio-nal, y los precursores de un reco-nocimiento explícito del Derechode gentes. El Derecho internacio-nal no es sólo un Derecho inte-restatal, sino que tiende cada vezmás a alcanzar a los individuos,por las definiciones internacio-nales de los derechos humanos,del derecho médico internacio-nal o del derecho humanitario,por citar sólo algunos ejemplos.

Los intentos de organizar unajusticia penal internacional sonun progreso real de la concienciamoral de las naciones. El desa-rrollo de iniciativas humanitarias,intergubernamentales o privadas,es también una señal positiva deun despertar de la solidaridadante situaciones de violencia o deinjusticia intolerables. Pero, másaún, es necesario estar atentos aque estas generosidades no seconviertan rápidamente en la jus-ticia de los vencedores, o no en-cubran intenciones ocultas hege-mónicas, que evocarían una es-pecie de esferas de influencia, deespacios acotados o de conquistade mercados.

El Derecho internacional hasido durante mucho tiempo underecho de la guerra y de la paz.Creo que está llamado cada vezmás a ser exclusivamente un de-

recho de la paz concebida en fun-ción de la justicia y de la solida-ridad. Y, en este contexto, la mo-

ral debe fecundar el Derecho.

Jesús Colina. Roma

/21mundoNº 54/18-I-1997

•Reintegración de Hong Kong a China: «LaSanta Sede seguirá con gran interés esta nue-va etapa, esperando que el respeto de las di-ferencias, de los derechos fundamentales dela persona humana y de la supremacía del de-recho jalonen este nuevo itinerario».•Argelia: «Sigue debatiéndose en un abismode violencia inaudita, dando la triste imagen detodo un pueblo tomado como rehén».•Chipre: «Todavía dividido en dos, espera unasolución política que debería ser resuelta enun contexto europeo ofreciéndole horizontesmás diversificados».•Medio Oriente: «En esta área del mundo, comoen otras, la paz podrá ser justa y duradera sólosi se apoya en el diálogo leal entre partes igua-les, desde el respeto de la identidad y de la his-toria de cada uno, sólo si se apoya en el derechode los pueblos a la libre determinación de sudestino, su independencia y su seguridad».•Grandes Lagos: «No se podrá encontrar nin-

guna solución mientras los responsables polí-ticos y militares de estos países no se sientenen torno a una mesa de negociación, con laayuda de la comunidad internacional, para exa-minar juntos cómo configurar sus necesariase inevitables relaciones».•Sri Lanka: «La permanencia de la lucha impi-de el progreso económico. Convendría reanu-dar las negociaciones para llegar al menos aun alto el fuego que permita enfocar el futuro demanera más serena».•Europa: «Por ahora, en demasiadas regionesde Europa, se tiene la impresión de que lospueblos, más que cooperar, coexisten. No ol-videmos que uno de los “padres fundadores” dela Europa de la posguerra, Jean Monnet, es-cribía como epígrafe a sus memorias: “¡Noso-tros no hacemos coalición de Estados; noso-tros unimos a los hombres!”»

J. C.

EL ESTADO DEL PLANETA, SEGÚN JUAN PABLO II

HABLA EL PAPA

FESTEJAD

EL BAUTISMO

El Bautismo en el agua y enel Espíritu Santo es el pri-

mero y fundamental sacra-mento de la Iglesia, sacramentode la vida nueva en Cristo, y laIglesia, fiel a su mandamiento,no cesa de administrarlo. EsteBautismo libra al hombre delpecado original y perdona suspecados, lo rescata de la escla-vitud del mal y señala su rena-cimiento en el Espíritu Santo; lecomunica nueva vida, una par-ticipación en la vida de Dios Pa-dre, que se nos da por medio desu Hijo Unigénito, hecho hom-bre, muerto y resucitado. Hoy,fiesta del Bautismo del Señor,he tenido la alegría de admi-nistrar el Bautismo a 19 reciénnacidos en la Capilla Sixtina.

Jesús quería recibir el bau-tismo de conversión de Juan enel Jordán. Este gesto, con el cualél, inocente, se hacía solidariocon los pecadores, se volvió unmomento de revelación. Conesta experiencia singular, Jesússe acreditó como el Mesías es-perado desde hacía siglos. Lafiesta de hoy pone de relieveuna de las prioridades espiri-tuales en nuestro camino haciael Año Santo: la necesidad deprofundizar cada vez más laconciencia del Bautismo comofundamento de la existencia cris-tiana. ¡Qué don inmenso! ¡Ha-bría que festejar el día del Bau-tismo al menos como el delcumpleaños! Pero, ¿cuántosbautizados son plenamenteconscientes de lo que han reci-bido? Hace falta dar un nuevoimpulso a la catequesis, paravolver a descubrir este don queimplica también una grandeasunción de responsabilidad.

(12-I- 1996)

Refugiados ruandeses esperando la distribución de alimentos en Zaire

El de la infancia es un problema que es-candaliza especialmente, y más cuan-do la ONU acaba de desvelar que en el

mundo trabajan 400 millones de niños. Sonuna mano de obra barata, que no protesta yque, además, modifica los salarios en gene-ral a la baja, ya que los padres se ven obliga-dos a competir con sus hijos por los mismospuestos. Pero lo realmente alarmante es la fal-ta de voluntad para acabar con esta situación.Joaquín Ruiz-Giménez, presidente de UnicefEspaña, ha calculado que costaría unos780.000 millones de pesetas anuales escolari-zar a los niños de todo el mundo antes delaño 2000; una tremenda cantidad que, sin em-bargo, no llega al 1% del gasto mundial enarmamento.

Existe ya un precedente, una iniciativa acargo de diversas ONG europeas y españo-las, que muestra que es posible una forma de

relaciones comerciales que no vaya sistemá-ticamente en detrimento de los países másdébiles: el «comercio justo». En los estableci-mientos de este tipo pueden adquirirse todaclase de productos del Tercer Mundo con lagarantía de que se ha respetado el medio am-biente y, lo que es más importante, la digni-dad humana. Para Rafael Sanchís, director

22/ mundo Nº 54/18-I-1997

Un bonito hipermercado en París o Madrid; una plantación de café en América o un taller textil en Asia donde mujeres, hombresy niños trabajan hasta 14 horas diarias para llevar a casa un puñado de monedas que —y a veces, a duras penas— sólo cubrirán

las necesidades más básicas. Ronaldo se marcha de un defensa, de dos, se planta ante el portero… y chuta un balón cosido por niños de Pakistán. O un marido en busca del regalo perfecto para 25 años de matrimonio perfecto: ¡una esmeralda!…

traída hasta una joyería de una céntrica calle madrileña desde Colombia y extraída de la mina por las manos de un muchacho.Siempre, las dos caras de las misma moneda.

LOS RICOS CADA VEZ MÁS RICOS... A COSTA DE LOS POBRES

El constante saqueo del

Tercer mundo: sufrimiento y esperanza

«SI TODOS DECIDIÉRAMOS CONSUMIR

DE FORMA MÁS RACIONAL, EL MUNDO CAMBIARÍA RADICALMENTE»

del departamento de «Comercio Justo» deIntermón, el problema es que «las transna-cionales no son realmente conscientes, o noquieren serlo, de que se está explotando a lamano de obra». Pero, en cualquier caso, ellono exime de responsabilidad al comprador:«Si todos decidiéramos consumir de formamás racional, el mundo cambiaría radical-mente». El ejemplo ya ha hecho mella en al-gunos países europeos —todavía no en Es-paña— en forma de unas etiquetas que certi-fican la ética del producto, y algo similartambién se conoce en Estados Unidos. La co-sa es muy sencilla: aquel que no la lleve sabeque venderá menos.

EL NUEVO ORDEN INTERNACIONAL

«Si Bill Clinton ha sido reelegido Presi-dente, es porque los poderes económicos loamparan. Y si esto ocurre en la primera po-tencia mundial…», resume Julián Gómez delCastillo, presidente del Movimiento Cultu-ral Cristiano. Las transnacionales con-trolan el 70% de las materias primasmundiales y el 80% de las tierrasreservadas para los cultivos deexportación. El capital de unagran compañía supera a la su-ma de los PNB (Producto Na-cional Bruto) de varias nacio-nes pobres juntas y, así, no es di-fícil comprender que regulenel comercio internacional.«Pero es que además—dice Gómez delCastillo— pue-den cometercualquierbarbaridadporque,paraempe-zar, losmedios decomuni-

cación están en sus manos». Sólo en la segunda mitad de la década de los 80, los

precios de las materias primas, prácti-camente la única fuente de ingresos

para los países subdesarrollados,bajaron un 70%. Los de nuestras

manufacturas, mientras, subían un 60%. O lo que es lo

mismo: «Occidente no quie-re que estos pueblos se de-

sarrollen. Lo que les inte-resa es un dictador, un

Mobutu de turno, quele sea fiel».

Hay, sí, créditos y

ayu-das al de-sarrollo, perola factura llega pron-to y con creces en for-ma de aranceles a losproductos del TercerMundo que no son con-trolados, por alguna mul-tinacional francesa, japonesa o americana.España tampoco se libra. El sociólogo CarlosGómez Gil ha estudiado la evolución de loscréditos de ayuda al desarrollo (FAD) conce-didos por el Parlamento (con dinero, por tan-

to, de todos los contribuyentes) entre1977 y 1995 y sus conclusiones no

pueden ser más reveladoras: re-sulta que no ayudamos a quienlo necesita, sino a aquellos paí-ses donde más fuertes son losintereses comerciales de Espa-ña (China, un país considera-do por la ONU como «en gra-do de desarrollo medio» y con

reconocida vulneración de losderechos humanos, ha sido con

diferencia el más favorecido). Y resulta también que los

créditos se utilizan paradar salida a los produc-tos de las industrias es-pañolas que atraviesanalguna dificultad. Ladel armamento ha vi-vido horas de vacasflacas, así que el 100%de la ayuda a Somaliay Zimbawe, el 75% de

la ayuda a Su-dán y el 70%

de la deUgandaha sidopara ar-

mas. Luegoestallan las

guerras e impone-mos, erigiéndonos en

«defensores de la paz y lademocracia», embargos co-

merciales que sólo consiguen ma-tar de hambre al pueblo y legi-

timar ante sus ojos a la co-rrupta clase dirigente.

El poder económico, el siste-ma de injusticia actual en elque el 20% de la poblaciónmundial posee el 80% dela riqueza, tiene unenemigo: Jesús, através de miles

de misionerosy misioneras. El

trabajo es lento y, amenudo, clandestino,

como cuenta Annie Se-bastián, misionera francis-

cana de María en la India.«Nuestra misión es anunciar

a Cristo, pero eso tam-bién significa desper-tar las conciencias delas gentes, lo cual nogusta a los ricos».Detrás de la mise-

ria, es-tá loque

laher-

manaAnnie lla-ma «loshombresde Euro-pa». Se alí-

an con losgrandes te-

rratenientes yofrecen al pue-

blo pan para hoy, pero na-da más.

En Colombia, al otro extremodel planeta, las cosas no son

muy distintas. Inés Escribano, Hermana dela misma orden, ha sido testigo de cómo unpaís con petróleo y con tierras capaces de pro-porcionar hasta dos cosechas anuales tiene al95% de su población sumida en la pobreza.¿El motivo?: «A Estados Unidos no le intere-sa que Hispanoamérica progrese». Y para ellolibra una nueva «guerra del opio», sólo queesta vez su arma son las sectas, que, finan-ciadas desde el gigante del norte, adormecencon sus falsas promesas a miles de personas aquienes la falta de formación hace especial-mente vulnerables.

Pero el trabajo sigue y ya no hay quien lopare. Quienes aprendieron de las Hermanastransmiten sus conocimientos a otras perso-nas, hasta el punto de que hoy todo el profe-sorado en el Amazonas es nativo. Y sus ex-periencias. Estos profesores, aun en tiemposen los que la enseñanza de la Religión ha es-tado prohibida, se han convertido en un eficazvehículo para la propagación del mensajeevangélico. Es un seguro de que quedará gra-bado en las mentes que no hay unos más hi-jos de Dios que otros. Si acaso con más poderen la Tierra, pero, como dice Julián Gómezdel Castillo, «¿no lo rechazó el propio Jesúsal nacer en un portal?»

Ricardo Benjumea

/23mundoNº 54/18-I-1997

Sur

24/ la vida Nº 54/18-I-1997

El agustino padre Gabriel del Estal aca-ba de publicar en las Ediciones Escu-

rialenses un precioso librito de 138 pági-nas titulado San Agustín y su concubina dejuventud que enriquece de manera nota-ble el patrimonio de los estudios agustinia-nos, iluminando una faceta desconocidade la cuestión de las relaciones entre sanAgustín y la mujer con la que compartió suvida durante catorce años. ¿Por qué no lle-garon a casarse? Hasta ahora, la interpre-tación que se hacía de la ruptura entre es-ta mujer de nombre desconocido y el futu-ro obispo de Hipona y santo doctor de laIglesia era un tanto espiritualizada, comosi la separación de ambos hubiese sidouna «preparación» a la conversión; y, ade-más, no quedaba en muy buen lugar la ma-dre de Agustín, santa Mónica.

Gabriel del Estal nos da en este librouna primicia: la clave de interpretación hayque buscarla en la legislación romana, que

impedía a Agustín casarse con ella a cau-sa de las diferencias de dignidad social en-tre ambos. Agustín pertenecía a la élite cul-ta de dignidades, tras haber superado lasprimeras oposiciones a cátedra que se re-gistran en la historia de las Universidades:era un alto funcionario del Imperio, llamadoa una gran carrera política. Para ello, suconcubina, una africana de clase humilde,era un obstáculo: tal matrimonio estabaprohibido por las leyes romanas sobre el«maridamiento de los órdenes», promul-gadas por el emperador Augusto y vigentesen el año 385, cuando se separan Agustíny su concubina. Fue, pues, únicamente es-ta legislación clasista y sexista —que Ga-briel del Estal estudia con pericia de juris-ta— la que obligó a Agustín a abandonar,como relata en sus «Confesiones» a la ma-dre de su hijo natural. Son estas unas pá-ginas serias, documentadas, bien informa-das y escritas con rigor y exactitud.

María, señora de nuestrosdías , de monseñor Anto-

nio Bello, es uno de los últimostítulos que, junto al titulado«María, mar de aromas. Soni-dos de plegaria», de EmilioMazariegos, acaban de dedi-car las Ediciones Paulinas aMaría Madre de Dios. Es ésteun libro para cualquier tiempo;para cualquier día del mes va-len cada uno de sus treinta yun capítulos. En sus páginasse aunan la sensibilidad y la ter-nura de un poeta con la fuerzay la verdad de un obispo anti-conformista; con un lenguajesiempre sugerente, este obis-

po teólogo y escritor nosacerca la novedad perma-nente de un tema de siem-pre, que a veces se vale,con originalidad y audacia,de ciertas «hipótesis» deacuerdo con un evangelio,apócrifo pero no inverosimil,de la Virgen.

«Historia clínica de Pío XII.Una mala salud de hierro»:este es el título del capítulosegundo de un libro, originalcomo pocos e interesante co-mo el que más, titulado El po-der enfermo. Se ha atrevidocon el tema —y es de agra-decer— el doctor Francisco

José Flórez-Tascón, quees además de un presti-gioso profesional de laMedicina, un reconocidohumanista. Pasan ante losojos del lector los avataresmás humanos (donde mejorse revela el ser humano esen la enfermedad) de diezgrandes personalidades delsiglo XX: Pío XII, Mussolini,Hitler, Lenin, Stalin, Mao Tse-Tung, Churchill, Roosevelt,De Gaulle, Franco.Es un libro apasionante, mu-cho muchísimo más que unarecopilación de historias clí-nicas o que un simple ma-nojo de datos biográficos.Ofrece perfiles inéditos por-que el autor ilumina, hasta lí-mites insospechados, el es-

pacio en que el paciente se en-cuentra, tanto en el triunfo co-mo en el fracaso; tanto en la en-fermedad del poder —no pocasveces el poder es una enfer-medad— como en las enfer-medades que el poder causa.Para Flórez-Tascón, el hombrenunca está solo con su salud,buena o mala, sino que, por serespíritu, sensibilidad, senti-miento, relación, está consigomismo y con otros, y si entre es-tos otros está Dios, mucho me-jor. En el Kremlin o en el Vati-cano, en el Eliseo o en El Pardo,el doctor Flórez-Tascón buscay refleja al ser humano.

Una primicia sobre san Agustín

Dos libros de interés

Tomas de posesiónepiscopales

Los sábados 1 y 22 del pró-ximo mes de febrero ten-

drá lugar, respectivamente, latoma de posesión del nuevoarzobispo de Granada, mon-señor Antonio Cañizares Llo-vera, hasta ahora obispo deÁvila, y del nuevo obispo deOrense, monseñor CarlosOsoro Sierra, de 51 años (enla foto), hasta ahora rector delSeminario de Santander y pre-sidente del Cabildo catedrali-cio cántabro. La solemne to-ma de posesión será los cita-dos días, a las 12 y a las 16.30horas en la sede catedraliciade Granada y de Orense, res-pectivamente.

/25la vidaNº 54/18-I-1997

Trabajo del PapaGráficos que hablan por sí solos

Juan Pablo II (1978—presente):

Encíclicas

12

Encíclicas

7Santos canonizados

84Cardenalesnombrados

144Países visitados

17

Encíclicas

8Santos canonizados

10Cardenalesnombrados

52Países visitados

0

Santoscanonizados

276Cardenalesnombrados

137Paísesvisitados

114

Pablo VI (1963-1978):

Juan XXIII(1958-1963):

En el trabajo de estos tres Papas se reflejan los cambios en la Iglesia y en el mundo, sobre todo en el aumento del número de viajes pastorales.

Elegir entre el absurdo y el misterio»:éste es el consejo que el filó-

sofo cristiano Jean Guittonhabía dado a François Mit-terrand. Sus conversacio-nes sobre la existencia deDios que fueron publicadasen el libro El absurdo y el mis-terio vuelven a estar de actua-lidad con motivo del primer ani-versario de la muerte del ex-Presi-dente francés. Guitton ha concedidouna larga entrevista a la periodistaFrancesca Pini, que aparece ahora enun libro titulado Una búsqueda de Dios.En sus páginas recuerda el filósofo co-mo el cada vez más controvertido políti-co francés se preguntaba por la causa de su vi-da y había empezado a vislumbrarla en el únicoSer que no tiene causa: Dios. En forma de diá-

logo con Sócrates, decía Mitterrand: «Empiezo aadivinar que, a tus ojos, Sócrates, el amor hu-mano es un camino hacia el amor divino»

Guitton, sobre MitterrandNombrespropiosDe cara al tercer milenio las

revistas Pueblos del TercerMundo e Illuminare, de lasObras Misionales Pontificias,inician una nueva etapa queauguramos tan fructífera comolo han sido en el pasado. Al-fonso Blas Vicente será, des-de este momento, el nuevo di-rector de Pueblos del TercerMundo. Antonio Aunés Her-nández y Rafael Santos Barbahan sido nombrados subdirec-tores de la misma. Asímismo, elpadre Santos Paniagua Ramosha sido nombrado director deIlluminare y asesor teológicopara Pueblos del Tercer Mun-do.

Ha muertomonseñorLecuona

El cardenal Suquía presidióen Lazcano (Guipuzcoa),

las honras fúnebres por mon-señor José Lecuona Labandí-bar, que falleció en dicha loca-lidad, a los 88 años edad, trasuna larga y fecunda vida alservicio de la Iglesia misionera.Nacido en Irún, fue ordenadosacerdote en Burgos, en 1935,en el Instituto Español de Mi-siones Extranjeras; permane-ció como misionero en Colom-bia hasta 1952 en que fue nom-brado rector del Seminario deMisiones, cargo que ocupó has-ta 1958 en que fue consagra-do obispo. Dirigió el IEME, par-ticipó en el Concilio Vaticano IIcomo vicepresidente de la co-misión conciliar de misiones yen representación del Episco-pado español y tuvo una acti-va participación el la elabora-ción del decreto conciliar «Adgentes», sobre la actividad mi-sional de la iglesia. El directorgeneral del IEME, VictorianoRuiz, recuerda su talante«abierto a la novedad de unaIglesia servidora del mundo yen sintonía y constante alientode las aspiraciones de las nue-vas generaciones de sacerdo-tes y seminaristas españolesque buscaban en el IEME elcauce apropiado para entre-garse a la causa misionera».

Si Jesús viniera de nuevo...»Con este título, ha lanzadosu portada de los días navi-

deños el semanario francés LeNouvel Observateur. En el dossierse publican los resultados de unaencuesta de opinión encargadapor la revista, cuyo resultado es-tá lleno de contradicciones.

El artículo de apertura co-mienza citando la respuesta delos entrevistados a la preguntasobre la persona de Cristo: el 53%reconoce que Cristo no ocupaningún lugar en su vida. Por elcontrario, la investigación reco-noce que nunca como ahora sehabían lanzado al gran mercadoeditorial tantos títulos sobre lapersona de Jesús. La gran mayo-ría de los franceses no reconocea Jesús como Hijo de Dios, pero larevista ha preguntado a sus en-trevistados qué profesión esco-gería Cristo si regresara hoy a latierra, y la respuesta es indicativa:médico de una organización hu-manitaria (26%), filósofo (18%),obrero (17%), Secretario generalde la ONU (6%), Jefe de Estado(5%)...

La segunda contradicción delalma francesa atañe a la Iglesia.Los franceses de hoy en día le re-prochan la promulgación de dog-mas y de doctrinas que conside-ran irracionales. Por el contrario,la sociedad francesa está sufrien-do una inseperada fascinaciónpor lo irracional. Por todas par-tes surgen brujos, curanderos,gurús orientales, horóscopos chi-nos, sectas declaradas como pe-ligrosas por el Parlamento… lasseries de ocultismo transmitidasen televisión han hecho auténti-cos discípulos. De este modo,sienten repugnancia cuando es-cuchan hablar de la resurrecciónde Cristo, o de la InmaculadaConcepción de María, pero creen a pies juntillas en america-nadas televisivas, o maltratan el

monedero para pagar al señorque lee el futuro en las cartas.

La relación de Francia con laIglesia siempre ha sido conflicti-va, y lo demuestra también otracontradicción en la manera deaceptar el Magisterio. Del otro la-

do de los Pirineos se oye hasta enla sopa decir que el Papa no com-prende a la sociedad occidental,al criticar la libertad sexual o eluso del preservativo. Sin embar-go, tras la caída del muro y antelas olas de liberalismo que azo-

tan el viejo continente (con su la-cra de paro: la auténtica pesadillade los galos), la doctrina social dela Iglesia ha cobrado un vigorinesperado. La encíclica Centesi-mus annus (1991) ha sido leída yalabada tanto por la izquierda co-mo por la derecha. Si los indocu-mentados africanos se refugiaronen una iglesia de París durante elverano pasado, no fue una ca-sualidad.

Le Nouvel Observateur ha pues-to de manifiesto una cuarta con-tradicción: se trata de la prácticareligiosa: la misma ConferenciaEpiscopal, en un documento pu-blicado en el mes de noviembrepasado, la calificó como de «si-tuación crítica». Y sin embargo,nunca como ahora Francia estáexperimentando tantos bautis-mos de adultos al año y, lo quees más indicativo, un aumentoimparable del número de losadultos que tras, haber roto con lafe, regresan paulatinamente mástarde. Algunos de los más cono-cidos son Xavier Emmanuelli, se-cretario de Estado para la AcciónHumanitaria, la editora Françoi-se Verny, los artistas MichaelLonsdale, Line Renaud, ArielleDombasle...

La conclusión del artículo pa-rece clara. En un país en el que sehabla de filosofía y religión comoen España de fútbol, la educaciónreligiosa se encuentra por los sue-los: en las escuelas ha sido deste-rrada. El 60% de los entrevista-dos reconoce que Jesús no suponeun valor para la educación de sushijos. Si los cartesianos francesesacaban arreglando su vida segúnel último anuncio de horóscoposque sale en la tele, creo que no nosencontramos ante una paradoja, yquizá tampoco ante una contra-dicción, se trata más bien de un«arrebato de lógica».

Jesús Colina

26/ desde la fe Nº 54/18-I-1997

LAS PARADOJAS DEL ALMA FRANCESA

¿En qué creen nuestros vecinosdel otro lado de los Pirineos?

Las revelaciones de una encuesta de opinión sobre la fe de los franceses, publicadas por «Le Nouvel Observateur», muestrancontradicciones profundas, fruto de lo que podríamos llamar una «ignorancia galopante» en materia de religión.

Dos jóvenes franceses colocan una foto del Papa Juan Pablo II

/27desde la feNº 54/18-I-1997

Ayuda a la Iglesia Necesi-tada» surgió en 1947, enuna Europa resentida por

la miseria tras la II Guerra mun-dial. Hoy más de 600.000 católi-cos de 15 países trabajan en másde 7.000 proyectos, para estarunidos en la oración y en la cari-dad con los hermanos que sufrenlos efectos de la injusticia, el ego-ísmo y la violencia que sigue aso-lando la mayoría del mundo. Enestos 50 años han distribuido másde 3.000 millones de dólares.

Todo empezó cuando el pa-dre Werenfried van Straaten pu-blicó un artículo en la revista edi-tada por los padres Premostra-tenses –Orden a la que élpertenece–, en el que invitaba areconciliarse a los pueblos que laguerra había enemistado. Con es-te artículo consiguió poner enmarcha un movimiento de ayu-da que iba a dar lugar a una obrade alcance mundial. Comienzallevando alimentos a 14 millonesde exiliados alemanes –les rega-laba tocino, y por eso le llamaban«el padre tocino»–, y aseguran-do el sustento a 3.000 sacerdotes,dándoles la posibilidad de ayu-dar a sus fieles.

En 1950 comenzó la actividadde los «coches-capilla», autobu-ses adaptados con capillas, lite-ras para los misioneros y alma-cén para alimentos y vestidos,que recorrían los pueblos ayu-dando a las personas necesitadas.

En 1953, el padre Werenfriedfundó la Asociación Internacio-nal de Constructores: voluntariosque construían gratuitamente vi-viendas para las personas que nolas tenían, e iglesias donde no lashabía. En esa época la asociaciónse llamaba «Ayuda a la Iglesiaperseguida». De 1954 a 1962, laactividad se extendió a los paísestras el telón de acero: en 1955 or-

ganizó la ayuda a los refugiadosen campos israelitas; en 1959 vi-sitó las zonas de refugiados enAsia; en 1961 ayudó a los chinos,norcoreanos, norvietnamitas,comprometiéndose en favor dela gente que huía de Vietnam enbotes.

En 1962, el Papa Juan XXIII lepidió que se ocupara también dela Iglesia iberoamericana. Así seprodujo el cambio de nombre dela asociación que pasó a llamarse:Ayuda a la Iglesia Necesitada.

En 1962 comenzaron las ayu-das en Chile y Brasil. En 1971ayudó a las víctimas del terre-moto de Perú y Guatemala, y de1974 a 1983 organizó el proyectoAMA, una empresa de transpor-te al servicio de la Buena Nuevaen la Amazonia brasileña.

En 1979, Año Internacionaldel Niño, inició la difusión de laBiblia para niños. El proyecto fuepropuesto a los 181 obispos y car-denales de Iberoamérica reuni-dos en Puebla. Fue muy bien re-cibido y hasta el presente se haneditado unos 29 millones deejemplares en 86 lenguas.

En 1980 los cambios habidosen Europa Oriental obligaron alpadre Werenfried a viajar a Croacia, Rumanía, Hungría yChecoslovaquia. En 1991, cuan-do el arzobispo mayor de Lviv,cardenal Ivan Myroslav Luba-chivski, regresó a Ucrania des-pués de 40 años de exilio, él es-taba allí y habló ante 200.000ucranianos. Entonces establece

un puente de oración entre cató-licos y cristianos ortodoxos deRusia potenciando el rezo ecu-ménico del Patriarca de Moscú,del Metropolita de San Petersbu-go y del Eparca de Novgorod. Deesta forma, al igual que hace 45años instó a sus compatriotas deHolanda y Bélgica a superar elodio y reconciliarse con el «ene-migo alemán», ahora predica enRusia la reconciliación y el retor-no de estos pueblos al amor mu-tuo.

Desde 1991 rueda de nuevoun coche-capilla por Bohemia, ydesde 1992 hace lo mismo en te-rritorio de Kaliningrado. De ma-nera semejante, las Hermanas dela madre Teresa recorren Albaniacon dos coches misioneros finan-ciados por esta asociación. Cadadía se amplían las emisiones deradio dirigidas a la ex-Unión So-viética y millones de personas re-ciben libros religiosos y Biblias.

Coro Marín

50 ANIVERSARIO DE «AYUDA A LA IGLESIA NECESITADA»

Una ayudaa la reconciliación de los pueblos

Ayer, 17 de enero, el padre Werenfried van Straaten celebró en la Basílica de san Pedro una misa, con ocasión de su 84 cumpleaños, y para conmemorar el 50 aniversario de la organización que él fundó: «Ayuda a la Iglesia Necesitada».

También se celebró una Eucaristía de acción de gracias en los catorce países restantes donde están establecidos los SecretariadosNacionales. En Madrid, fue presidida por el Nuncio en España, monseñor Lajos Kada, en la capilla del Instituto Español de

Misiones Extranjeras

Familia albanesa atendida por «Ayuda a la Iglesia necesitada»

Padre Werenfried van Straaten

La «Orquesta San Jerónimo el Real» co-menzó su actividad en 1990, cuando unjoven conjunto, la «Orquesta de Cáma-

ra ARCE» –su nombre hace referencia a lamadera empleada en la construcción de losviolines– firmó un convenio de colaboracióncon la parroquia. La Orquesta, dirigida porMaría Ángeles Calahorra, está formada por 30jóvenes músicos. La Coral reúne 80 voces di-rigidas por Cristina Morcillo. Todos estudiano acaban de terminar los estudios en el Con-servatorio. Entre sus miembros también haycomponentes de orquestas profesionales co-mo la Orquesta Nacional de España, la de Ra-dio Televisión Española, la Orquesta de la Co-munidad de Madrid, etc, que buscan hacerbuena música dentro de una orquesta juve-nil, brindándoles a estos jóvenes la posibilidadde poner en práctica sus conocimientos mu-sicales. Por ello sus miembros también recibenclases de perfeccionamiento a cargo de acre-ditados profesores.

Interpreta música sacra, coral o instru-mental, desde el barroco hasta nuestros días. Yahan actuado en muchas ciudades de Españacomo Valencia, Toledo, Segovia, San Lorenzode El Escorial, Santiago de Compostela, Pon-tevedra y en diversas localidades de Madrid.En el pasado mes de mayo la Orquesta actuóen el Palazzo Vecchio, de Florencia y en la Igle-sia de Santa María in Trastevere, de Roma.

Sus proyectos requieren unos recursos eco-nómicos que no puede cubrir la parroquia.Por ello necesitan ayudas y patrocinado-res.Tan sólo una vez al mes se celebra una Mi-sa Solemne con la intervención del Coro y laOrquesta. El proyecto es ir haciendo más fre-cuentes estas celebraciones, si los medios yla organización lo permiten.

Rafael Estrada

Ysi, en lugar de leer las pa-rábolas de Jesús en el

evangelio pudiéramos tener elgozo de escucharlas?

En este audiolibro pode-mos escuchar más de cin-cuenta parábolas, tomadas del libro del jesuita Carlos G.

Vallés Salió el sembrador…narradas con su original estilo.Usted las puede escucharmientras conduce su automo-vil, o en la cocina mientrasse hace la comida... en elcampo o en la ciudad, en to-da estación, tiempo y lugar,

a través de esta selección de parábolas nos llega el mensaje eterno: «Quientenga oidos para oir, que oiga».

Posiblemente experimen-temos que no es lo mismo leer que escuchar.

28/ desde la fe Nº 54/18-I-1997

MÚSICA

Una agrupación madrileña,al servicio de la música sacra

AUDIOLIBRO

SALIÓ EL SEMBRADOR

La orquesta «San Jerónimo del Real», en su templo

Mother of Jesus» es títulode este CD que ha visto

la luz gracias al esfuerzo de unequipo de músicos composi-tores –«Angeli Amici»– diri-gidos por el sacerdote y tam-bién compositor Ángel de Paz.Es una recopilación de algu-nas de las obras más famosascompuestas para la voz porBach, Häendel, Mozart, Schu-bert… junto a las cuales tam-bién figuran obras compues-tas por el animoso e ilusiona-do equipo «Angeli Amici».

Los temas se ordenan si-guiendo las diversas partes dela Misa, y la interpretación co-rre a cargo de cantantes delTeatro de la Ópera de Madrid,del coro de alumnos del cole-gio Parquelagos y del Orfeón«Sierra de Madrid» de Hoyode Manzanares (la Sierra semueve, y mucho; no sólo enlas terrazas de verano o en lasestaciones de esquí). Merecenaplauso y aliento.

María del Mar Velasco

Con gran despliegue publi-citario, se ha estrenado enMadrid la última película

de Pedro Olea, Más allá del jardín,basada en la novela del mismonombre, de Antonio Gala.

El argumento gira en torno alas vivencias de Palmira Gadea,una mujer de edad madura, in-capaz de hacer frente a la uniónde hechos decisivos que desen-cadenan la mayor crisis de su vi-da. El embarazo de su hija solte-ra y sus problemas de incomuni-cación con su hija, falta dediálogo que acarreará graves con-secuencias, junto al comporta-miento desquiciado de su her-mana y el adulterio de su mari-do van deshaciendo su entornofamiliar, concretado en su grancasa y su jardín. La película esaquí realista: Palmira ha cons-truido su familia sobre egoísmosy libertades mal entendidas y,aunque lo pretende, no sabe nisiquiera resignarse ante tantaconfusión.

A esta crisis familiar, el relatoañade otra: la social. Resulta casiobsesiva la crítica a la alta socie-dad sevillana, una clase podrida,cargada de privilegios materia-les e intereses sensuales, que de-rrocha superficialidad, y en laque Palmira se sumerge per-diendo referentes morales. Elplanteamiento cinematográficode esta segunda crisis pierde

fuerza en algunas escenas, comolas de la fiesta de aniversario, cla-ramente aprovechadas para lu-cimiento personal de la actriz.Desde luego, el éxito de taquilladependerá del tirón de ConchaVelasco, como el de la novela –re-lativo– dependió de Antonio Ga-

la. Demasiado arriesgado funda-mentarla así.

Con algunos defectos de for-ma, como el «alquiler» de la ca-pilla y jardines de un conventode clausura a un familiar religio-so de la protagonista para la ce-lebración de la boda de su hija —algo imposible—, la película escasi toda ella una suma de difi-cultades y desorientaciones paraPalmira. El fallo fundamental esla aparente solución de la tercerade las crisis, la personal. Palmi-ra cree encontrar una salida via-jando a una misión en Ruanda.Ni siquiera esta vez hay purezade intenciones: aclara que no seofrece como colaboradora pormotivos religiosos, pero ocultaque va a la búsqueda de un anti-guo amante. Lo que sucederádespués es una mezcla de nue-vos problemas con una actitudque se parece más a un dejarsellevar que a un heroísmo. Se aca-ba con una sensación de vacíoque no es más que el convenci-miento de que el novelista y eldirector no han sabido dar solu-ción a las inquietudes de una mu-jer, más que atormentada, infe-liz.

Hay demasiada literatura y ci-ne planteando crisis y más crisis.A ver si alguien comienza a ofre-cer soluciones.

Andrés Merino

/29desde la feNº 54/18-I-1997

LA LIBERTADTIENE RAÍCES

La sociedad debe tomarconciencia más clara de

que la libertad, si se aleja delrespeto debido al ser humanoy a sus derechos fundamen-tales, es sólo un vocablo va-cío o peligrosamente ambi-guo. No se puede identificar loestablecido y autorizado porla ley, en un sistema demo-crático de gobierno, con losprincipios de la moral, como sifuesen equivalentes, pues laslibertades de expresión y deelección no bastan por sí mis-mas para conseguir una li-bertad verdaderamente hu-mana. La Iglesia, fiel a su mi-sión, enseña que la libertadflorece realmente cuandohunde sus raíces en la ver-dad sobre el hombre».

Así comenzó Juan PabloII su discurso con motivo dela presentación de creden-ciales del nuevo embajadorde España cerca de la SantaSede, en el que trazó un pa-norama de la situación es-pañola. Después señaló losconcretos puntos que le preocupan: la corrupción, elparo, la educación...

Lo más contundente estáen aquellas primeras pala-bras. Decir hoy, a los españo-les, que la libertad —de todos,no sólo de los cristianos— de-be respetar la verdad de lascosas para ser eso, libertad,y no un vocablo peligrosa-mente vacío, tiene el valor deuna proclama política. Nadade un sermón eclesiástico. Al-go que en la política que gas-tamos hogaño suena raro.

Sin libertad no hay socie-dad política, recuerda el Pa-pa, pero sin raíces, sin dere-chos que respetar y necesi-dades —reales— quesatisfacer, no hay libertad.Acogotados como estamospor tanto problema de prime-ra plana o de opresor anoni-mato —como el desempleo—nos hemos olvidado de quequizá no sabemos qué es la li-bertad. Y ése es el primer pro-blema político de España.

José Antonio Ullate Fabo

Punto de VistaCINE

Más allá del jardín

MÚSICA

UN ANIMOSO EQUIPO

30/ desde la fe Nº 54/18-I-1997

Lo cuenta, en la Introduccióna estas oportunas 690 pági-

nas, su coordinador, don JuliánGarcía Hernando, director delSecretariado de la Comisión deRelaciones Interconfesionales,de la Conferencia EpiscopalEspañola:

«No hace mucho recibió unallamada telefónica preguntan-do por algún centro budista enMadrid. La Reina doña Sofíaquería escuchar de labios deun budista lo que es exacta-mente el budismo. En el «be-

lén» que las Misioneras de laUnidad preparan cada año porNavidad, junto al Portal, sue-len colocar, además de la Bi-blia, la Toráh y el Talmud de losjudíos, el Corán de los musul-manes y el Bagavad-Gita delos hindúes».

Son dos anécdotas que di-cen algo muy preciso y real so-bre el hecho del pluralismo re-ligioso, al que está dedicadoeste libro. Un hecho que, hastahace algunos años, podía pa-recernos lejano, pero que hoy

está con y entre nosotros, ennuestra ciudad, en nuestro ba-rrio.

Este libro, editado por la«Sociedad de Educación Ate-nas», en colaboración con elCentro Ecuménico «Misione-ras de la Unidad», es el tercervolumen que completa unaobra indispensable, una espe-cie de enciclopedia sobre elpluralismo religioso de nuestrotiempo.

El primer volumen se refe-ría a las confesiones cristianas;

LIBROS

GENTESMARÍA JOSEFA SERRANO, religosa del Santo Ángel: «Evangelizar significaayudar a las personas a sentirse amadas por Dios. La primera evangelizaciónes la de uno mismo, sentirse uno querido por Dios, como paso necesariopara amar a los demás».

JAIME MAYOR OREJA, ministro del Interior: «La familia es lo más impor-tante en mi escala de valores, con todo lo que significa la familia en un con-cepto de valores trascendentes. Yo le doy una importancia decisiva. Lo pri-mero para mí son mi mujer y mis hijos. Creo en Dios, con todas las limita-ciones que se quiera. La fe es una batalla permanente. Requiere esfuerzo.No me quiero colocar como ejemplo, pero sí quiero vivir de acuerdo conesas convicciones de una manera auténtica, para que sean un elemento bá-sico al menos en mi núcleo de convivencia más próximo».

FRANCISCO RODRÍGUEZ ADRADOS, presidente de la Sociedad Española de Es-tudios Clásicos: «Hay una obesión por la actualidad, pero nosotros veni-mos de una cultura muy antigua —los griegos, los romanos, los cristia-nos...— que ha producido corrientes de pensamiento, de sensibilidad, etc...y todo esto no hay que seguirlo al pie de la letra, pero es un apoyo. No se pue-de reducir la educación a unos mínimos técnicos de matemáticas o inglés sinperspectiva alguna, reduciendo la historia, suprimiendo el griego, el latín yla filosofía, etc. Pienso que la gente se va dando cuenta de todo esto».

Pluralismo religioso: un hecho de nuestro tiempo

Año nuevo, vida nueva esuna frase que se ha con-

vertido ya en un tópico. ¿Quiénse la toma en serio? ¿Podemosnosotros, ustedes y yo, cam-biar de vida? ¿Está en nues-tras manos hacerlo? Y, másaún, ¿necesitamos hacerlo? Noestamos en condiciones degrandes cambios ni familiaresni profesionales; ni somos ma-la gente, que debamos cambiarradicalmente las formas de vi-da: cristianos, honrados, tra-bajadores, serios y responsa-bles.

Entonces, ¿nada qué ha-cer?; ¿nada qué cambiar? Diosacaba de nacer otra vez. Otravez caminamos hacia la Cruz.Y esa historia, que es siemprevieja, es siempre nueva. La in-vitación de Dios es una nove-dad, tiene que sernos una no-vedad, tiene que tener el saborde una novedad.

¿Está Cristo encarnado enla vida de cada uno de noso-tros? ¿Sienten el buen olor deCristo, con sólo acercarse a no-sotros, quienes nos tratan?¿Hablamos a los demás deDios? ¿Le apreciamos sin quenos dé vergüenza hablar de Él?A nadie sorprende que un en-tusiasta del Real Madrid hablede su equipo. ¿A quién iba asorprender que hablásemos deDios?

Si quien nos ama es el Sermás fiel a nuestro amor: ¿quétenemos que preguntarnos so-bre nuestra vida nueva en unaño nuevo? ¿Qué nos falta si-no enamorarnos de verdad? En-tonces veremos que todo esmás fácil de lo que pensába-mos, que la oración es asom-brosamente enriquecedora yque la mies es de verdad mu-cha. Que nuestra verdadera vi-da nueva es decidirnos a hablarconstantemente de Dios y a pre-dicar su nombre sin descanso.

Alberto de la HeraDel Informativo Santa Rita

AÑO NUEVO

VIDA NUEVA

CONTRAPUNTO.

/31desde la feNº 54/18-I-1997

el segundo, a las sectas y religiones nocristianas; y éste, también a las religionesno cristianas, pero García Hernando plan-tea, además, la actitud de las Iglesias anteel hecho del pluralismo religioso, y escri-be, al igual que Eusebio Gil, sobre el diá-logo interreligioso en la España actual; JuanMartín Velasco, sobre la fenomenología dela religión; Manuel Gesteira, sobre teolo-gía de la religión; Francisco Azcona ofreceun apunte sociológico-estadístico, del ma-yor interés y actualidad; sor Lionel Miha-lovici escribe sobre el judaísmo y los judíos en España; Emilio Galindo, sobre elIslam; Ceferino Santos, sobre el budismo yla rama tibetana en España; Ana MaríaSchlüter, sobre el budismo zen y su espiri-tualidad; Manuel Guerra, sobre el hinduis-mo; David Mohabbat, sobre la fe baja'i;Francisco Sampedro, sobre las religionesamericanas y afroamericanas; Juan Gon-zález Núñez, sobre religiones tradiciona-les africanas; Santiago del Cura, sobre re-

encarnación y fe cristiana; y Juan GarcíaBiedma ofrece, en un anexo final, una ri-quísima selección biblográfica.

Ignorar el hecho del pluralismo religiososería necedad tan grande como recelar deél, o temerlo, o aislarlo. Respeto y colabo-ración, diálogo y mano tendida, esperan-za y seguridad en la fe presentada sin re-duccionismos, altanerías ni complejos, conhechos y no sólo con palabras: ésa debeser la actitud del cristiano ante este fenó-meno. El hombre —todo hombre, sin ex-cepción— ha sido redimido por Cristo. Elhombre, reitera Juan Pablo II, es el caminode la Iglesia que no rechaza nada de cuan-to hay de santo y verdadero, pues lo asumey lo ilumina desde la Luz que es Cristo. Y,naturalmente, no sólo durante la Semanade la Unidad, para que todos seamos uno,sino siempre, todos los días, para que, sien-do uno, el mundo crea.

M.A.V.

Cada día son más los que se sienten autorizados a opinar sobre to-do tipo de cosas –y estaría muy bien si supieran de lo que hablan–,especialmente si se trata de cosas de la fe, y hasta se titulan «teólo-gos» y «teólogas» aun demostrando por lo que escriben que, de eso,nada de nada. Esta última semana han aparecido algunas «teólo-gas» en la prensa, a propósito del llamado «sacerdocio femenino».Pierden el tiempo, y no tanto por el poco conocimiento que suelendemostrar, cuanto por seguir hablando de algo que ya está zanjadode una vez por todas, por mucho que quieran mantenerlo abierto, co-mo hace Isabel Gómez -Acebo. Sorprende en una «teóloga» que di-ga cosas tan peregrinas, por ejemplo, como que «la propia Iglesia hainvocado a María como sacerdote»... ¿Me puede decir dónde y cuán-do? Pero más aún sorprende el atrevimiento de titular su artículo deeste modo: «Sacerdocio femenino: Cuestión abierta». Pues mire us-ted, sencillamente ¡no es verdad! Y además, ¿quiénes son los «teó-logos» y las «teólogas» para abrir o cerrar semejantes cuestiones?

«Con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión que atañe a lamisma constitución divina de la iglesia, en virtud de mi ministeriode confirmar en la fe a los hermanos, declaro que la Iglesia no tieneen modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a lasmujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivopor todos los fieles de la Iglesia».

Si tras esta solemne declaración del Papa, de mayo de 1993, no esla del «sacerdocio femenino» una cuestión claramente zanjada, queme expliquen las «teólogas» a qué está «abierta» ¿Cabe fórmula demayor autoridad? Si cayeran en la cuenta de que el sacerdocio esservicio, no poder, y de que, en la Iglesia, María es «la Señora» yPedro «el servidor», a lo mejor no era todo tan díficil de entender...y de aceptar.

Un diario madrileño está ofreciendo los domingos, en fascícu-los, una llamada «Enciclopedia universal de la cultura». En la últi-ma entrega, es curiosísímo —por no decir lo que en verdad es—comprobar varias cosas: en la letra J, dedica dos páginas, muy biendedicadas, al Japón; una, estupenda, al jazz, y... treinta y dos líneasy media, menos de media columna —menos aún que las vergon-

zosas 51 que dedica a Juan Ramón Jiménez—, a Jesús o Jesucristo:«judío de Palestina, fundador del cristianismo que, para los cristia-nos, fue el Mesías, Hijo de Dios y Redentor de la humanidad». (sic).

Pues, miren ustedes, no es verdad. No fue. Es. «Según los cris-tianos», resucitó y vive. Eso es lo que, al menos, debería decir una En-ciclopedia universal de la cultura míninamente objetiva y riguro-sa. Muy bien, las tres páginas dedicadas al judaísmo (al catolicis-mo le dedicaron una). Lógico, cuando Juan Crisóstomo, JuanEvangelista, José de Calasanz, Juan Bosco, Jovellanos tienen menoslíneas que Els Joglars. A Juan XXIII le dedican una página, titulada«La revuelta del papa (con minúscula) bonachón». Bueno, por unavez, el discípulo es más, bastante más, que el Maestro, aunque me-nos que Kafka, y que Kant, y que Luther King. ¡Ahí queda eso…!

«¿A quién le gustaría entrevistar?», le preguntan a Olga Viza. Y res-ponde: «Al Papa. Le preguntaría tantas cosas... Querría hacerle unaentrevista práctica: "Imagínese usted que vive en Etiopía, que suhermana tiene doce hijos y que con suerte comen una bola de pata-ta al día; ¿por qué no pueden utilizar preservativos?» ¡Qué agude-za, y qué pregunta tan práctica! ¿No se le ha ocurrido pensar que, tan-to en Etiopia como en España, lo que necesita utilizar la gente es lacabeza antes que los preservativos?

¿Por qué será que los que más dicen abominar de las «cruzadas»son los únicos que hablan de «cruzada» y aplican —como acaba deocurrir en algún medio— la palabra, en tono de despectiva autosu-ficiencia, a una iniciativa tan actual y urgente como las «misiones po-pulares» para llevar el gozoso anuncio del Evangelio a todo Ma-drid? ¿Por qué, antes de que empiecen las misiones populares, ya hanempezado algunos a etiquetar y a dividir, y a imaginar fantasmas, te-miendo «los sectores más progresistas» (así se califican, ¡faltaríamás!) que determinados movimientos eclesiales acaparen el anun-cio del Evangelio? Pero, vamos a ver, ¿quién impide a nadie anun-ciar a Jesucristo? ¿O es que molesta que se anuncie?

Gonzalo de Berceo

No es verdad

San Antonio Laconero. Así figuraba,reproducido de memoria en el an-cestral calendario popular religio-so de la España rural y agrícola, so-bre todo en la parte norte–occiden-

tal de la Península, donde en Galicia llamanlacón a los sobrebrazuelos exquisitos en lon-jas o cocido en primavera, con grelos, delcerdo enraído, la parte más apreciada des-pués del solomillo y del jamón, que con másfrecuencia y generosidad ofrecían en las fies-tas a san Antón, abad, en oblación y pagopor la gracia de prevenir o curar las múlti-ples enfermedades de sus animales domés-ticos, entrañables y necesarios para la sub-sistencia, hasta que llegaron los modernosconocimientos veterinarios, los sueros, va-cunas, sulfamidas y antibióticos.

La sencilla fe cristiana de los santos pro-tectores era la única esperanza ante la fre-cuencia devastadora de la peste, del cólera,la disentería, el carbunco, la difteria y losfrecuentes padecimientos de oídos y gar-ganta, y las temidas consecuencias de losmales de los ojos.

Con ferviente confianza acudían en ora-ción de súplica a santa Lucía «que nos con-serve la vista»; a san Blas, el 3 de febrero,ante los males de oídos y garganta; a sanRoque, el 16 de agosto, para evitar las pestesy epidemias; y a san Antón, el 17 de enero ocualquier día, según el especial enfermedado padecimiento de los familiares animalesdomésticos.

La moderna civilización industrial y ur-bana, y la cada día mayor secularización decostumbres han ido arrojando al olvido yhan dejado eclipsadas las bulliciosas fiestasdel 17 de enero en pueblos y ciudades, conaquellos desfiles procesionales ante el santopatrón, para ser bendecidos: troncos de ca-ballos, coches señoriales o carrozas funera-rias engalanadas, ágiles y briosos caballosde silla, parejas de mulas artísticamente es-quiladas y enjaezadas, bueyes de labranza,sufridos y mimados borricos cabalgados porchiquillos o por gitanos, ovejas, cabras conperros y pastor, moruecos fornidos, chivospadres de fuerte cornamenta y perilla, al-guna cerda de recría seguida de juguetoneslechones...

Aquí, en nuestro actual Madrid, comer-cial y Corte, gracias al loable y eficaz deseode conservar las tradiciones, el actual Ayun-tamiento reparó el pasado año la ruinosaiglesa de San Antón, en la popular calle deHortaleza 71.

Gracias, también, al celo apostólico delos Padres calasancios, de siglos a su car-

go, el culto, ha seguido este viernes 17 deenero repartiendo los populares panecillosdel santo, obsequio de la Cofradía, bendi-ciendo los cada año menos animales do-mésticos residentes en Madrid y la cadadía mayor variedad de razas y tamaños deperros.

El pasado año pude asistir al desfile pro-cesional y, después de una hora de cola, lle-

gar hasta el altar mayor y recoger un bollodel santo bendito, postrarme un minuto enacción de gracias por las dispensadas a mispadres y antepasados, todos labradores yganaderos de toda la vida, recordando confilial nostalgia las centenares lamparillas deaceite por ellos encendidas y las velas de ce-ra consumiéndose oblativas en honor de suprovidente Patrón.

«Las tentaciones de san Antonio». El Bosco. Museo del Prado, Madrid

«San Antonio Laconero»Una de las más persistentes tradiciones populares de Madrid está vinculada a la fiesta de san Antón, celebrada ayer.

La bendición de animales domésticos en la madrileña iglesia del santo congrega cada año a un mayor número de madrileños. El doctor Orduña ha descrito así, en el «Informativo Santa Rita», esta ancestral expresión de la fe sencilla del pueblo cristiano