un simbolo de su tiempo palacio noel lmd patrimonio marzo 2007

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74 patrimonio museos Un símbolo de su tiempo Como un "Quijote" de su tiempo, el arqui- tecto Martín Noel (1888-1963)l, fiel a sus principios y a su lucha para volver a las tradiciones hispanoamericanas, proyecta y construye en 1920, para el y su herma- no Carlos (Intendente de Buenos Aires), este Palacio que pretende imponer el ideario nacional y americano ante la ar- quitectura academicista que define nues- tra ciudad a principios de siglo. El Palacio Noel Arquitecto Martín Noel El edificio principal, vivienda de Carlos Intendente de Buenos Aires y hermano del arquitecto. La entrada al Palacio Noel terminado en 1922 sobre la actual calle Suipacha en la barranca hacia Retiro.

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Como un quijote de su tiempo el arquitecto Martin Noel, fiel a sus principios y a su lucha para volver a las tradiciones hispanoamericanas proyecta construye en 1920, este palacio que pretende imponer el ideario nacional y americano ante la arquitectura academicista que define nuestra ciudad a principios de siglo XX- Buenos Aires Argentina

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Un símbolo desu tiempo

Como un "Quijote" de su tiempo, el arqui-

tecto Martín Noel (1888-1963)l, fiel a sus

principios y a su lucha para volver a las

tradiciones hispanoamericanas, proyecta

y construye en 1920, para el y su herma-

no Carlos (Intendente de Buenos Aires),

este Palacio que pretende imponer el

ideario nacional y americano ante la ar-

quitectura academicista que define nues-

tra ciudad a principios de siglo.

El Palacio Noel

Arquitecto Martín Noel

El edificio principal, vivienda deCarlos Intendente de Buenos

Aires y hermano del arquitecto.

La entrada al Palacio Noelterminado en 1922 sobre laactual calle Suipacha en la

barranca hacia Retiro.

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Hacia 1880 la inmigración europea cambio el perfileconómico y social de la Argentina, especialmente, elde la ciudad portuaria de Buenos Aires.

Para 1914, la mitad de los habitantes de la metró-polis eran extranjeros. Desde mediados del siglo XIX,la alta burguesía argentina buscó la modernidad, quelos liberales promocionaron afanosamente, en las for-mas y estilos europeos.

En 1920, año en que se construye el Palacio Noelen las barrancas del Retiro, Buenos Aires avanzaba in-detenible hacia su destino de gran metrópolis cosmo-polita y tomaba prestado su urbanismo del Paris deHaussmann y su arquitectura del Academicismo italia-no y francés, del Gótico o del Art Nouveau.

Es en medio de ese clima adverso o, en el mejor delos casos, indiferente, que Martín Noel planteará su rei-vindicación de la circunstancia iberoamericana a la quepor vínculos y por herencia pertenecía nuestra patria, ylo hará consecuente y coherentemente, tanto desde suarquitectura y en cuanto desde sus investigaciones ypublicaciones.

Obras como las magníficas casas que realizara parael escritor Enrique Larreta- el casco de la estancia "ElAcelain", en Tandil y su residencia porteña en el barriode Belgrano, hoy Museo de Arte Español "Enrique La-rreta"- así como la sede de la Embajada Argentina enLima, Perú, dan la medida cabal de sus designios y desu gran estilo, que alcanza su máximo esplendor en lacasa palaciega, que compartirá con su hermano Car-los en el Retiro, Buenos Aires, actualmente Museo deArte Hispanoamericano "Isaac Fernández Blanco".

(Fragmentos del catálogo de la exposición "MartínNoel su tiempo y su obra" agosto de 1995, arq.Alberto Petrina).

ArquitectoMartín Noel (1888-1963)

La búsqueda de unaidentidad Nacional.

Entrada a "La Capilla",el estudio del arquitecto

Martín Noel.

Dibujo de la fachada de laIglesia de San Francisco deLima (Revista deArquitectura 3, BuenosAires, septiembre 1915).

A la izquierda el estudio delarqto. Martín Noel, sobre la derechasu casa. (foto de archivo).

La familia de Noel.de izq. a der., atrás doña

María Iribas, Carlos Martíny D. Carlos Noel, delante

doña Ramona Iribas,D. Benito Noel y el niño

Martín Segundo Noel.

La reja se abre al jardíninterior con reminiscenciasandaluzas.

Proyecto de la Facultadde Filosofía y Letras.Vista lateral (1924)

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Un símbolo desu tiempo

El Palacio Noel

Historia y características del edificio

Su ubicación

Ocupa uno de los viejos solares que,en la cuesta que describe hacia el río, mar-caban el extremo norte del ejido de la viejaBuenos Aires y que pertenecía a la parro-quia del Socorro, entre el Retiro -mercadoinglés de esclavos y luego plaza de toros yparque de artillería- y la Recoleta.

Hacia 1920, el arquitecto Martín Noel(1888-1963) construyó en él, tanto la re-sidencia de su hermano Carlos, Inten-dente de la Ciudad de Buenos Aires,como la propia.

La concepción arquitectónica delPalacio responde al llamado movimien-to neocolonial, vinculado a las corrien-tes prohispanistas de las primeras dé-cadas del siglo XX.

En él, Noel depositó en gran medidasus esfuerzos de revalorización del pa-trimonio estético colonial al cual contri-buyó intensamente con una asidua inves-tigación y promoción siendo fundador dela Academia Nacional de Bellas Artes.

En el edificio convergen ecléctica-mente elementos de la arquitectura es-pañola regional -en especial de Anda-lucía- y peruana, sobre todo de Are-quipa. Son característicos el gran por-tal de entrada enmarcado por colum-nas salomónicas sobre las que se em-plaza el frontón partido para dar lugaral blasón familiar; la fachada corona-da por una hornacina para el santoprotector de la casa; las rejas forjadasen los ventanales y los balcones lla-mados miradores.

Como un puente en el tiempo, dos obrasque forman parte del Patrimonio de nuestraCiudad, el Palacio Noel y"el rulero" se enmarcan mutuamente.

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El jardín, de connotaciones andaluzas, separala casa principal del Intendente de Buenos AiresCarlos Noel de la casa que habitó el arquitectoMartín Noel que se ubica, a la izquierda.

El gran portal de entradaenmarcado por columnassalomónicas, se encuentraflanqueado por rejas forjadasen los ventanales y losbalcones llamados miradores.

Uno de los balconeslimeños que se

adosan al frente delPalacio.

A la izquierda semioculta por la enredaderaesta "la capilla", que era el estudio delarquitecto Martín Noel, a la derecha sobrela entrada al jardín, el balcón de su casa.

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El edificio

Su diseño, de inspiración barroca, es una notableconjunción de elementos españoles como sus jardinesandaluces, y peruanos como sus balcones miradores ysus frontis a la manera de retablos. No obstante, su for-mación francesa y su cosmopolitismo no le permitieronevadir algunos rasgos neonormandos en el ábside dela capilla y la división de la residencia en dos cuerposindependientes entre sí, y de tres niveles cada uno, asícomo un cierto toque californiano más acorde con lascomodidades de una vivienda de los años veinte.

La familia Noel habitó la casa por escaso tiempo,pues en 1936, debido a su elevado costo de manteni-miento, decidió venderla a la comuna por un monto sim-bólico que incluía la mayor parte de la colección de artehispanoamericano y español que Martín Noel había ad-quirido en sus viajes por el continente y España.

Un símbolo desu tiempo

El Palacio Noel

Plantas casa principal.

1 El hall de distribuciónde la casa principal tienepiso de damero endiagonal y se comunicacon los otros ambientescon arcos sostenidos porcolumnas.

Comedor (foto de archivo).

2 Un importantedibujo en el piso demadera define laforma del comedor.

4 El estudio, conocido como"la Capilla", con sus solados yrevestimientos (zócalo de1.40 m), realizados conpiezas cerámicas sevillanasprocedentes de la fábricaMontalbán, de Triana y conuna escalera de maderatallada cuzqueña.

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El arquitecto Martín Noel contaba con un excelentepatrimonio de pintura cuzqueña, muebles españoles y vi-rreinales de estilo frailero, imaginería y cerámica españo-la, más todos los elementos arquitectónicos antiguos ado-sados a la mansión como parte de su terminación: puer-tas de iglesia, retablos, balcones limeños, etc.Con la base de este patrimonio se fundó el primer museoque funcionó en la residencia y fue conocido con el nom-bre de Museo Colonial.

En 1943, un decreto municipal determinó concentrarlas colecciones del Museo Fernández Blanco y el MuseoColonial, eligiéndose el Palacio Noel como única sedepor el concepto arquitectónico de su edificio y por su ca-pacidad.

A partir de 1947 se denominó Museo de Arte Hispa-noamericano Isaac Fernández Blanco, cumpliendo conla cláusula de la donación de Isaac Fernández Blancoque establecía el nombre que debía llevar el museo.

Las colecciones

La colección base del Museo se debe a quien le dio sunombre, don Isaac Fernández Blanco (1862-1928). Des-cendiente de una familia arribada al Río de la Plata en elsiglo XVIII, y que diera dos gobernadores a la provinciade Corrientes, Fernández Blanco heredó una fortuna quele permitió reunir una colección de la diversidad y ampli-tud que conocemos.Aunque estudió ingeniería, se concentró enseguida ensu pasión por violín que derivó en la formación del exqui-sito conjunto de instrumentos de cuerda, hoy en el teatroColón de la ciudad de Buenos Aires.En torno a 1895, inició la tarea de recoger testimonios dela cultura material de Iberoamérica y de la vida históricaargentina. Con piezas de platería, imaginería, pintura,mobiliario, libros y documentos, su casa de la calle Victo-ria, (hoy Hipólito Yrigoyen) 1418, se convirtió en un pecu-liar museo particular al que el público pudo acceder des-de 1922, luego de donarlo a la Municipalidad de BuenosAires. Fernández Blanco permaneció como director ho-norario hasta el 22 de enero de 1927.

Las imágenes, presas de sufrimiento,meditación o arrobo, logran transmitirla ilusión de la presencia de Dios enla tierra.

El Patrimonio:Museo de Arte Hispanoamericano

Posteriormente, el patrimonio del Museo fue en-riquecido con los aportes de dos miembros de la fa-milia González Garaño, reconocida por su dedica-ción a las tradiciones artísticas del país.

En 1963, doña Celina González Garaño dona suescogida colección -significativa en los rubros deplatería y pintura y, en 1991, su hermano Alfredo, juntoa su esposa María Teresa Ayerza, hacen lo propiocon una serie de pinturas y tallas.Asimismo, el Museo realiza adquisiciones individua-les o colectivas como la colección del arquitectoMartín Noel que consta de un calificado grupo decerámica española.

Muchas donaciones y legados se destacaron enlas últimas décadas, no en número pero sí en cali-dad y exquisitez de las piezas recibidas.La adquisición de obras con fondos municipales fue

otra manera de acrecentar el patrimonio. Durantelas décadas de 1960 y 1970, como consecuen-cia del Concilio Vaticano II, las antiguas igle-sias y conventos argentinos llevaron a cabo

grandes modificaciones en sus templos,propiciando la venta de parte de su pa-

trimonio artístico colonial. La oportu-na intervención del entonces direc-

tor del Museo, el profesor HéctorSchenone, permitió rescatar delmercado algunas piezas funda-mentales de la producción imagi-nera virreinal, así como valiosos

ejemplares de mobiliarios y plateríasreligiosos.

Isaac Fernández Blanco

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4 A lo largo del periodo virreinal, lasclases acomodadas de toda América seabastecieron tanto de plata circulante delPotosí, en barras o monedas, comotambién y principalmente de objetos deplata labrada como parte de sus enserespersonales, que los distinguía como clasey como españoles.La colección de platería virreinal delMuseo Fernández Blanco supera, ennumero de ejemplares, a cualquier otracolección pública del Cono Sur.Posee obras de los siglos XVII al XIX,provenientes de talleres de Lima,Arequipa, Cuzco, La Paz, Potosí,Rio de Janeiro, Minas Gerais, Chile,Buenos Aires y las misiones fransiscanasdel Paraguay, que cubren la mayor partedel espectro de los centros platerossudamericanos.

En el SubsueloComo si se descendiera en el tiempo, están las salas del 1800.La cocina Hispanoamericana del siglo XVIII, reflejos del Plata (Platería,mobiliario y textiles del Río de la Plata) y la Sala Federal.

El Patrimonio:Museo de Arte Hispanoamericano

Isaac Fernández Blanco

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En la planta baja se encuentrala Platería, imaginería y mobiliarioiberoamericano de los siglos XVI al XIX.Documentos, libros, ornamentos religiosos,grabados, cerámica, indumentaria civil yaccesorios femeninos; presentados a partirde un nuevo guión museológico basado

Una talla de madera de Maríapreside la sala "María en América".

en tres ejes temáticos quele permiten a su visitanteintroducirse en el fenómenalmundo colonial americano:El Área Sur-Andina, La Culturade la Selva (Misiones Jesuíticas)La Puerta del Atlántico.

En el primer pisoContinuando con el recorridose encuentran las nuevassalas remodeladas en funciónde los nuevos guionesmuseológicos ymuseográficos para laexposición permanente depatrimonio.La primera presenta "Maríaen América" con el desarrollode la devoción Mariana en lasdiversas regiones delcontinente americano y laotra "Buenos Aires Capital delVirreinato", con lasimplicancias políticas,sociales y estéticas a partirdel momento en que nuestraciudad se convierte encapital del virreinato del Ríode la Plata.

Talla en maderapolicromamediados delsiglo XVIII, estilobarroco, origenMisionesjesuíticas delParaguay.

Sobre la pared Cristo anónimo, tallaen madera de fines del siglo XVII,origen Misiones jesuiticas del Paraguay.

Ecce HomoAnónimo,EscuelaCuzqueña,s.XVIII

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La primera parte del guión da cuenta de cómose constituyó la primera identidad del territorioque hoy comprendemos como Argentina.Para ello se recurre a tres ejes geográfico-culturales que determinaron nuestra idiosin-crasia:El Mundo Surandino, producto de la superposi-ción del Estado español sobre el vasto territoriode dominación inca.La Cultura de la Selva, o la experiencia misionaljesuítica sobre las poblaciones autóctonas demoxos, chiquitos y guaraníes.La Puerta del Atlántico, considerandoa Buenos Aires como la vía de accesoal territorio del Plata de elementos per-mitidos desde España, hasta los nopermitidos desde Portugal, Brasil y,con ellos, el resto del mundo.La evangelización es, sin duda, la es-trategia que cruza los tres espaciosmencionados y determina la produc-ción artística americana, reglando,sustituyendo, concediendo y reescri-biendo una nueva historia de la con-quista y de los pueblos conquistados, el asen-tamiento europeo y las luchas por la supervi-vencia de las culturas prehispánicas.

Museo de Arte HispanoamericanoIsaac Fernández BlancoDirector: Lic. Jorge Cometti

Suipacha 1422Tel.: 4327-0272 / 4327-0228

Horario: martes a domingo de 14 a 19 hs.

Visitas Guiadas / Público en general:sábados y domingos a las 16 hs.

Instituciones: solicitar telefónicamente.Visitas generales, recorridos temáticos,actividades conjuntasMuseo-Escuela (nivel inicial al universitario);grupos especiales (ciegos e hipoacúsicos)visitas en idioma inglés y francés.

Biblioteca: especializada en artehispanoamericano.Jueves y viernes de 14 a 18 hs.

nota: Arq. Carlos Sánchez [email protected]

fotos: Hernan y Jorge [email protected]

Guión del museoEl Cuarto Mundo,Arte y Sociedad enla América Virreinal

En su 80º aniversario, el Museo de ArteHispanoamericano Isaac FernándezBlanco presenta al público un nuevoguión museológico, donde lasimportantes piezas de su colección se

articulan como ilustraciones de una narración (una de las tantasposibles), en lugar de ser presentadas como manifestacionesartísticas aisladas.

En la segunda parte, el guión señala cómopudieron escucharse las primeras voces diso-nantes, en un mundo regido por españoles,desde las filas de la Iglesia americana. Loscriollos buscaron un espacio de poder que lespermitiera entrelazar sus ambiciones presen-tes con el pasado local y construir un nuevodestino, libres de la preeminencia peninsular.La multiplicación de apariciones marianas, alcompás de cientos de crónicas que las relataron,preparó el camino de santos, beatos y venera-

bles nacidos en los reinos indianos comouna demostración flagrante de la pari-dad del nuevo y el viejo mundo, comouna señal divina del advenimiento de loscriollos al poderPaulatinamente, ricos comerciantes,altos dignatarios eclesiásticos, buró-cratas y profesionales indianos fueronel motor de cambio de una economíaen crecimiento y el sostén de un gustocon características propias.A manera de epílogo, el último tramode la narración se refiere a dos puntas

del mismo relato. En primer lugar, se dedica unasala al hallazgo, explotación y producción dela plata, la nobleza y componente alquímico delmetal, la riqueza codiciada del Potosí y la frus-tración rioplatense por alcanzarla. También dacuenta de las generaciones de artesanos pla-teros porteños, desde los judeo-portugueseshasta los inmigrantes italianos, sus técnicas yestilos y el producto de su arte como elementosde prestigio de una sociedad que evolucionó detenderos a hacendados. Al final del recorrido,se puede ver cómo sobrevivió duramente lamanera de vivir a la "hispana" a lo largo de laprimera mitad del siglo XIX; más allá de las lu-chas de independencia, permaneció aletarga-da por tiempos de anarquía y finalmente deca-yó cuando los liberales se impusieron al tradi-cionalismo federal, empeñados en modernizarrápidamente a la Argentina.

El Patrimonio:Museo de Arte Hispanoamericano

Isaac Fernández Blanco

Agradecemos por la colaboración brindada parala realización de esta nota a la Ministra deCultura del Gobierno de la Ciudad Autonoma dela Ciudad de Buenos Aires Arqta. Silvia M. Fajrey a la Subsecretaria de Patrimonio Cultural delGobierno de la Ciudad Autónoma de la Ciudadde Buenos Aires Arqta. María de las Nieves AriasIncolla.

Textos del guión del museodepartamento de Museografídel Museo Isaac Fernandez Blanco

MontajeLic. Patricio Lopez Mendez

Investigaciónmuseólogo Gustavo TudiscoLic. Gabriela Braccio.