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La filosofía contemporánea Historia de la Filosofía María Hernández García (2º Bach.) Jesús y María (HH. Carmelitas de la Caridad) 1 Bloque IV: La filosofía contemporánea T e m a 1 6 | | E E l l p p o o s s i i t t i i v v i i s s m m o o l l ó ó g g i i c c o o y y l l a a f f i i l l o o s s o o f f í í a a a a n n a a l l í í t t i i c c a a . . R R u u s s s s e e l l l l 1. Contexto histórico y cultural En la segunda mitad del siglo XIX apareció de nuevo el interés por las ciencias físico el interés por las ciencias físico el interés por las ciencias físico el interés por las ciencias físico- matemáticas matemáticas matemáticas matemáticas, en particular por la fundamentación empírica y axiomática de sus métodos y conclusiones, y se extenderá durante todo el siglo XX. En el siglo XX, Europa perdió su hegemonía política y económica a favor de los Estados Unidos, pero su producción cultural siguió siendo intensa y de gran calidad. Surgieron las vanguardias artísticas vanguardias artísticas vanguardias artísticas vanguardias artísticas, como movimientos que intentaban romper con la realidad: futurismo, cubismo, dadaísmo, creacionismo, surrealismo, ultraísmo, etc. Gran difusión de la investigación científica difusión de la investigación científica difusión de la investigación científica difusión de la investigación científica: teoría de la relatividad, mecánica cuántica, microbiología. Innovación tecnológica Innovación tecnológica Innovación tecnológica Innovación tecnológica. Gran difusión de corrientes de pensamiento corrientes de pensamiento corrientes de pensamiento corrientes de pensamiento de importancia fundamental en el mundo contemporáneo: psicoanálisis , fenomenología , materialismo dialéctico y existencialismo . Hay dos focos importantes en el devenir analítico , que cultivan diversas especialidades del saber de modo interdisciplinario. La Universidad de Cambridge . La ciudad de Viena.

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La filosofía contemporánea Historia de la Filosofía

María Hernández García (2º Bach.) Jesús y María (HH. Carmelitas de la Caridad)

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BBBBBBBBllllllllooooooooqqqqqqqquuuuuuuueeeeeeee IIIIIIIIVVVVVVVV:::::::: LLaa ffiilloossooffííaa ccoonntteemmppoorráánneeaa

TTTTeeeemmmmaaaa 11116666|||||||| EEEEEEEEllllllll ppppppppoooooooossssssssiiiiiiiittttttttiiiiiiiivvvvvvvviiiiiiiissssssssmmmmmmmmoooooooo llllllllóóóóóóóóggggggggiiiiiiiiccccccccoooooooo yyyyyyyy llllllllaaaaaaaa ffffffffiiiiiiiilllllllloooooooossssssssooooooooffffffffííííííííaaaaaaaa aaaaaaaannnnnnnnaaaaaaaallllllllííííííííttttttttiiiiiiiiccccccccaaaaaaaa........ RRRRRRRRuuuuuuuusssssssssssssssseeeeeeeellllllllllllllll

11111111........ CCCCCCCCoooooooonnnnnnnntttttttteeeeeeeexxxxxxxxttttttttoooooooo hhhhhhhhiiiiiiiissssssssttttttttóóóóóóóórrrrrrrriiiiiiiiccccccccoooooooo yyyyyyyy ccccccccuuuuuuuullllllllttttttttuuuuuuuurrrrrrrraaaaaaaallllllll En la segunda mitad del siglo XIX apareció de nuevo el interés por las ciencias físicoel interés por las ciencias físicoel interés por las ciencias físicoel interés por las ciencias físico----matemáticasmatemáticasmatemáticasmatemáticas, en particular por la fundamentación empírica y axiomática de sus métodos y conclusiones, y se extenderá durante todo el siglo XX.

En el siglo XX, Europa perdió su hegemonía política y económica a favor de los Estados Unidos, pero su producción cultural siguió siendo intensa y de gran calidad.

• Surgieron las vanguardias artísticasvanguardias artísticasvanguardias artísticasvanguardias artísticas, como movimientos que intentaban romper con la realidad: futurismo, cubismo, dadaísmo, creacionismo, surrealismo, ultraísmo, etc.

• Gran difusión de la investigación científicadifusión de la investigación científicadifusión de la investigación científicadifusión de la investigación científica: teoría de la relatividad, mecánica cuántica, microbiología.

• Innovación tecnológicaInnovación tecnológicaInnovación tecnológicaInnovación tecnológica.

• Gran difusión de corrientes de pensamientocorrientes de pensamientocorrientes de pensamientocorrientes de pensamiento de importancia fundamental en el mundo contemporáneo: psicoanálisis, fenomenología, materialismo dialéctico y existencialismo.

Hay dos focos importantes en el devenir analítico, que cultivan diversas especialidades del saber de modo interdisciplinario.

• La Universidad de Cambridge.

• La ciudad de Viena.

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22222222........ EEEEEEEEllllllll mmmmmmmmoooooooovvvvvvvviiiiiiiimmmmmmmmiiiiiiiieeeeeeeennnnnnnnttttttttoooooooo aaaaaaaannnnnnnnaaaaaaaallllllll ííííííííttttttttiiiiiiiiccccccccoooooooo 22222222........11111111........ CCCCCCCCaaaaaaaarrrrrrrraaaaaaaacccccccctttttttteeeeeeeerrrrrrrrííííííííssssssssttttttttiiiiiiiiccccccccaaaaaaaassssssss El movimientomovimientomovimientomovimiento analíticoanalíticoanalíticoanalítico, entendido como reacción realista frente a los excesos del idealismo, puede resumirse en los siguientes planteamientosplanteamientosplanteamientosplanteamientos generales:

• Concepción empirista de la realidadConcepción empirista de la realidadConcepción empirista de la realidadConcepción empirista de la realidad: lo real aparece de modo empírico e inmediato y sus elementos son configurados por el lenguaje dentro de conjuntos, en una trama de significados y relaciones.

• Preferencia por la analítica del lenguajePreferencia por la analítica del lenguajePreferencia por la analítica del lenguajePreferencia por la analítica del lenguaje: al consistir en un ejercicio lingüístico del pensamiento, la filosofía nunca se ocupa de los elementos empíricos e inmediatos, sino de la trama lingüística de significados y relaciones.

El cometido de la filosofía debe restringirse a precisar los componentes de esa trama y la forma más adecuada de representarlos; es decir, su examen del lenguaje no es sintético sino analítico.

• Rechazo de la especulación metRechazo de la especulación metRechazo de la especulación metRechazo de la especulación metafísicaafísicaafísicaafísica: la filosofía no debe sintetizar teorías de la realidad a base de especulaciones abstractas (en especial, las metafísicas y religiosas); los procedimientos analíticos que le corresponden no le facultan para ello.

La función de la filosofíaLa función de la filosofíaLa función de la filosofíaLa función de la filosofía De este modo, la función de la filosofía será el análisis del lenguajeanálisis del lenguajeanálisis del lenguajeanálisis del lenguaje para descomponer los problemas en sus partes más simples y detectar los errores originados por el mal uso del lenguaje. Así, la filosofía como actividad de segundo gradoactividad de segundo gradoactividad de segundo gradoactividad de segundo grado, pues no trata directamente la realidad sino que analiza los saberes que sí la estudian: Filosofía de la Ciencia, metaética, análisis del lenguaje religioso, etc.

22222222........22222222........ EEEEEEEEvvvvvvvvoooooooolllllllluuuuuuuucccccccciiiiiiiióóóóóóóónnnnnnnn AntecedentesAntecedentesAntecedentesAntecedentes

Como antecedentesantecedentesantecedentesantecedentes, cabe citar a:

• Guillermo de Ockham, Hume y el Positivismo.

• Reacción realista contra el idealismo posthegeliano: según la filosofía analítica el idealismo sostiene una errónea concepción de la realidad, y usa términos abstractos que carecen de contenido.

OrigenOrigenOrigenOrigen El movimiento analítico se debió en gran medida a matemmatemmatemmatemáticosáticosáticosáticos que para sus cálculos algebraicos necesitaban usar símbolos con propiedad y representar relaciones con exactitud, y, por tanto, comprender bien la estructura lógica del lenguaje.

La filosofía contemporánea Historia de la Filosofía

María Hernández García (2º Bach.) Jesús y María (HH. Carmelitas de la Caridad)

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2.2.a) 2.2.a) 2.2.a) 2.2.a) Corrientes basadas en el análisis del lenguajeCorrientes basadas en el análisis del lenguajeCorrientes basadas en el análisis del lenguajeCorrientes basadas en el análisis del lenguaje Filosofía del lFilosofía del lFilosofía del lFilosofía del lenguaje idealenguaje idealenguaje idealenguaje ideal Uno de los más destacados fue Bertrand Russell, que influyó de modo importante en las primeras expresiones filosóficas del movimiento analítico. Bajo su influjo, este movimiento acabó adoptando también estas dos características:

• Atomismo lóAtomismo lóAtomismo lóAtomismo lógicogicogicogico: los componentes de lo real, por ser empíricos e inmediatos, no son continuos, sino discretos o elementales, y su inclusión en un conjunto de relaciones es un ejercicio de pensamiento o de conciencia, un lenguaje, que puede corresponderse con tales elementos, pero que, en todo caso, es diferente de ellos.

o Russell y Primer Wittgenstein

• Positivismo lógicoPositivismo lógicoPositivismo lógicoPositivismo lógico: el análisis que corresponde a la filosofía es el de las formas lógicas del lenguaje que representan los hechos, y, para ser convincente, debe proceder axiomáticamente, al modo de las ciencias físico-matemáticas.

o Si bien este cientificismo proviene directamente de antecedentes positivistas (Hume y Comte, sobre todo), su interés por el lenguaje, por la formulación abstracta y universal del pensamiento lógico, tuvo un alcance mucho mayor que en tales antecedentes y por eso se le denominó también “neopositivismoneopositivismoneopositivismoneopositivismo”.

o Círculo de Viena. Filosofía del lenguaje ordinarioFilosofía del lenguaje ordinarioFilosofía del lenguaje ordinarioFilosofía del lenguaje ordinario Analiza el lenguaje para ver dónde se hace mal uso de sus reglas; y trabaja con juegos juegos juegos juegos ddddel lenguajeel lenguajeel lenguajeel lenguaje, es decir, con los diversos usos de una misma lengua.

Destacan: Moore y Segundo Wittgenstein Evolución y autoresEvolución y autoresEvolución y autoresEvolución y autores El movimiento analítico se extendió sobre todo en el ámbito anglosajón, aunque en su origen tuvo también una presencia destacada en la Europa continental.

Logró su madurez tras la Primera Guerra Mundial, aunque acabó escindiéndose en dos grandes tendencias: el positivismo lógico o neopositivismo y la filosofía analítica.

Son numerosos los filósofosfilósofosfilósofosfilósofos que-se pueden adscribir al movimiento analítico: Gottlob Frege (1848-1925). Giuseppe Pearo (1858-1932), Hans Hahn (1879-1934), Moritz Schlick (1882.1936). Otto Neurath (1882-1945), Alfred North Whitehead (1861-1947), Hans Reichenbach (1891-1953), Rudolf Carnap (1891-1970), Friedrich Waismann (1896-1959), George Edward Moore (1873-1958). Bertrand Russell (1872-1970) y Alfred Jules Ayer (1910-1989). A partir de 1912, se les unió a todos ellos un ingeniero austriaco, Ludwig Wittgenstein (1889-1951) cuyo influjo en el movimiento fue decisivo.

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33333333........ BBBBBBBBeeeeeeeerrrrrrrrttttttttrrrrrrrraaaaaaaannnnnnnntttttttt RRRRRRRRuuuuuuuusssssssssssssssseeeeeeeellllllll llllllll 33333333........11111111........ UUUUUUUUnnnnnnnnaaaaaaaa vvvvvvvviiiiiiiiddddddddaaaaaaaa ppppppppaaaaaaaarrrrrrrraaaaaaaa llllllllaaaaaaaa hhhhhhhhiiiiiiiissssssssttttttttoooooooorrrrrrrriiiiiiiiaaaaaaaa La presencia de Russell en muchos de los acontecimientos históricos de su tiempo le convierte en uno de los personajes a través de los cuales acceder a la historia del siglo XX.

A esta circunstancia se le une el carácter general de su filosofía: las críticascríticascríticascríticas que desde su juventud planteó al idealismoidealismoidealismoidealismo dominante le acercaron a los empiristas británicos (Hume, Locke, etc), así como a la tradición utilitarista y liberal (J.S. Mill).

Su teoría del lenguaje (atomismo lógicoatomismo lógicoatomismo lógicoatomismo lógico) trata de evitar los términos abstractos, llegando a buscar en los primeros años un lenguaje en el que error y la ambigüedad no tuvieran cabida.

La revisión de todo el conocimiento filosófico anterior le llevó a posturas polémicas debido a su carácter crítico: no sólo en política sino también en cuestiones morales o incluso religiosas, terreno en el que Russell defiende un claro agnosticismoagnosticismoagnosticismoagnosticismo.

Bajo su pensamiento se deja ver una clara defensa deldefensa deldefensa deldefensa del ser humano, del pensamiento libre, y una confianza en el progreso de la humanidad.

33333333........22222222........ LLLLLLLLaaaaaaaa bbbbbbbbúúúúúúúússssssssqqqqqqqquuuuuuuueeeeeeeeddddddddaaaaaaaa ddddddddeeeeeeee llllllllaaaaaaaa vvvvvvvveeeeeeeerrrrrrrrddddddddaaaaaaaadddddddd:::::::: lllllllloooooooossssssss pppppppprrrrrrrroooooooobbbbbbbblllllllleeeeeeeemmmmmmmmaaaaaaaassssssss ddddddddeeeeeeee llllllllaaaaaaaa ffffffffiiiiiiii lllllllloooooooossssssssooooooooffffffffííííííííaaaaaaaa El entusiasmo con el que Russell buscóbuscóbuscóbuscó durante su vida la verdadla verdadla verdadla verdad es una de las características generales de su filosofía.

Desde un primer momento el conocimiento científicoconocimiento científicoconocimiento científicoconocimiento científico se convirtió en el modelo a seguir, ocupando las matemáticas un lugar especial, en tanto que suelen considerarse como una ciencia demostrativa e infalible.

Esta preocupación por el conocimiento humanopreocupación por el conocimiento humanopreocupación por el conocimiento humanopreocupación por el conocimiento humano es la que llevaría a Russell a colaborar con Whitehead en la elaboración de “Principia Mathematica”.

Esta obra se incluye dentro de lo que en filosofía de las matemáticas se denomina programaprogramaprogramaprograma logicistalogicistalogicistalogicista: su objetivo último es fundamentar la matemática en la lógica, tratando de establecer las condiciones para un lenguaje lógicamente perfecto, en el que la ambigüedad y el error no tuvieran cabida. Así esta concepción de las matemáticas va asociada a una visión muy particular del lenguaje y del conocimiento humano, en el que la ciencia ocupa un lugar preponderante.

En este contexto marcado por la preocupación por la verdad, las matemáticas y el lenguaje, Russell escribe otro de sus libros, dedicado al conocimiento humano. Se trata de “Los problemas de la filosofía”, un texto de carácter divulgativo en el que Russell aborda las cuestiones esenciales de la teoría del conocimiento.

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3.2.a) 3.2.a) 3.2.a) 3.2.a) La metafísica como punto de partida y la crítica al idealismoLa metafísica como punto de partida y la crítica al idealismoLa metafísica como punto de partida y la crítica al idealismoLa metafísica como punto de partida y la crítica al idealismo El punto de partida de Russell deja bien claro el carácter sistemático de su obra: aunque posteriormente vaya a dedicarse al conocimiento, parte de la complejidad inherente a la complejidad inherente a la complejidad inherente a la complejidad inherente a la realidadrealidadrealidadrealidad.

En el origen de la filosofía

• La oposición entre esencia y apariencia.

• La pregunta por el ser de las cosas. Igualmente presenta el concepto de mconcepto de mconcepto de mconcepto de materiaateriaateriaateria y ofrece diversos argumentos para defender su existencia.

• La materiamateriamateriamateria es el soporte físico de la realidad que percibimos y está profundamente enraizada en nuestras experiencias más cotidianas.

• Sin materia no habría datos sensibles: no podríamos ver, tocar ni oír lo que nos rodea.

• Creemos que hay un mundo exterior y huimos así del solipsismo o del escepticismo más radical. Necesitamos creerlo, pues de lo contrario la vida sería inviable: es lo que Russell denomina una creencia instintivacreencia instintivacreencia instintivacreencia instintiva. La filosofía debería servir como criba de estas creencias, organizándolas y jerarquizándolas, con lo que Russell introduce la crítica como una de sus tareas características.

Con este planteamiento, aparentemente sencillo, Russell está tomando distancia respecto al idealismoidealismoidealismoidealismo que como se ha dicho anteriormente era la corriente dominante en su tiempo.

• Para el filósofo inglés, el idealismo es “la doctrina según la cual todo lo que existe, o por lo menos todo lo que podemos conocer como existente, debe ser en cierto modo mental”.

• Estamos, de nuevo, ante el giro hacia la subjetividad que representó la filosofía moderna. Russell se refiere precisamente a una distinción moderna para criticar el idealismo: todo conocimiento está formado por el acto y el objeto.

o El acacacacto de conto de conto de conto de conocerocerocerocer puede ser interno o mental.

o El objeto de conocimientoobjeto de conocimientoobjeto de conocimientoobjeto de conocimiento puede ser externo.

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El conocimiento,conocimiento,conocimiento,conocimiento, dice Russell, “consiste esencialmente en una relación entre el espíritu y algo distinto de él; es lo que constituye la capacidad del espíritu de conocer objetos”.

A la “objetividad” necesaria en el conocimiento se le une otra crítica al idealismo: al conocimiento directo le complementa un segundo tipo, construido sobre él, en el que manifestamos cierta confianza respecto a los datos que me puedan dar otras personas, u otros indicios del mundo exterior.

De manera que la conclusión de Russell es clara: el idealismo no es váel idealismo no es váel idealismo no es váel idealismo no es válidolidolidolido ni para el conocimiento directo ni para el conocimiento por referencia.

3.2.b) 3.2.b) 3.2.b) 3.2.b) Conocimiento directo y conocimiento por referConocimiento directo y conocimiento por referConocimiento directo y conocimiento por referConocimiento directo y conocimiento por referenciaenciaenciaencia Esta distinción es fundamental para comprender la teoría del conocimiento de Russell, a la vez que tiene consecuencias en su filosofía del lenguaje. La caracterización inicial del propio autor de ambas clases de conocimiento aparece en “Los problemas de la filosofía” en los siguientes términos:

• Conocimiento directoConocimiento directoConocimiento directoConocimiento directo: “tenemos conocimiento directo de algo cuando sabemos directamente de ello, sin el intermediario de ningún proceso de inferencia ni de ningún conocimiento de verdades”.

• Conocimiento por Conocimiento por Conocimiento por Conocimiento por referenciareferenciareferenciareferencia: es el conocimiento que se puede construir a partir del conocimiento directo, combinándolo, mezclándolo, deduciendo, infiriendo…

Dice Russell: “Conocemos una referencia (o descripción) y sabemos que hay un objeto al cual se aplica exactamente, aunque el objeto mismo no nos sea directamente conocido. En este caso decimos que el conocimiento del objeto es un conocimiento por referencia”.

Russell establece un principio general de su teoría del conocimiento, con el que en cierta manera se aproxima al empirismo: “Todo nuestro conocimientoTodo nuestro conocimientoTodo nuestro conocimientoTodo nuestro conocimiento, lo mismo el conocimiento de cosas que el de verdades, se funda en el conocimiento directose funda en el conocimiento directose funda en el conocimiento directose funda en el conocimiento directo”. Sin embargo, va mucho más allá de los principios empiristas al aceptar que el conocimiento directo es mucho más que los meros datos de los sentidos o, como las llamaría Hume, las impresiones:

“[…] todo conocimiento de verdades exige, como lo mostraremos, el conocimiento directo de cosas que poseen un carácter esencialmente diferente de los datos de los sentidos: los objetos que se denominan generalmente «ideas abstractas», pero que nosotros denominaremos «universales».” (Bertrand Russell, “Los problemas de la filosofía”)

El conocimiento directoEl conocimiento directoEl conocimiento directoEl conocimiento directo El conocimiento directoconocimiento directoconocimiento directoconocimiento directo, en consecuencia, va mucho más allá de los datos que recibimos a través de los sentidos en el momento actual.

• Russell comienza ampliando el conocimiento directo por medio de la memoriamemoriamemoriamemoria: si en el pasado se ha conocido una verdad a través de la observación, no es necesario repetir esa observación para aceptar la validez de ese conocimiento.

• La memoria nos ayuda a conocer el pasado, y el recuerdorecuerdorecuerdorecuerdo es también una forma de conocimiento directo.

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• Una consideración similar habría que hacer de la introspecciónintrospecciónintrospecciónintrospección y la concienciaconcienciaconcienciaconciencia: el ser humano no sólo conoce sino que sabe que conoce, es decir, somos conscientes de nuestros sentimientos y pensamientos.

Además, en esta ampliación del conocimiento directo incluye Russell los universales, de los que hablaremos más adelante.

Con esto, su distancia frente al empirismo dedistancia frente al empirismo dedistancia frente al empirismo dedistancia frente al empirismo de Hume Hume Hume Hume es notable, en tanto que acepta la validez de las ideas abstractas e incluso afirma la posibilidad de conocerlas directamente.

El conocimiento por referenciaEl conocimiento por referenciaEl conocimiento por referenciaEl conocimiento por referencia En cuanto al conocimiento por referencia, Russell toma como ejemplo los objetos físicos convertidos en conceptos o aquellas realidades cuya existencia nos resulta conocida, pero de las que no tenemos un conocimiento directo.

Aparecen aquí algunas condiciones que vienen dadas por la filosofía del lenguaje de Russell: el conocimiento por referencia suele expresarse a través de descripcionesexpresarse a través de descripcionesexpresarse a través de descripcionesexpresarse a través de descripciones.

Supongamos el siguiente ejemplo: “el presidente de Nueva Zelanda”. Lo más probable es que no tengamos conocimiento directo de quién es el presidente de este país, y sin embargo conocemos su existencia. En el lenguaje y el conocimiento cotidiano, utilizamos muchas descripciones y basamos parte de nuestro conocimiento en este “conocimiento por referencia”.

La tesis central de Russell es la siguiente: el conocimiento por referencia es indispensable indispensable indispensable indispensable para nuestpara nuestpara nuestpara nuestra vidara vidara vidara vida.

• Nos permite ir más allá de nuestra propia experiencia.

• Sin embargo, eso no legitima cualquier clase de conocimiento abstracto, universal o imaginativo: el conocimiento por referencia ha de poder reducirse o explicarse en función del conocimiento directo.

Cuando queremos revisar el conocimiento por referencia estamos pidiendo pruebas, datos empíricos, de la memoria o de la conciencia que permitan dar validez a ese conocimiento indirecto.

3.2.c) 3.2.c) 3.2.c) 3.2.c) La inducción y los principios generalesLa inducción y los principios generalesLa inducción y los principios generalesLa inducción y los principios generales Teniendo en cuenta la distinción que acabamos de comentar, se pregunta Russell en qué condiciones hemos de aceptar el conocimiento por inducción y los principios lógicos generales.

Durante la Ilustración, Hume planteó ya el problema de la inducción con toda su agudeza.

El siguiente texto de Russell, expresa el problema de la inducción:

“El hombre que daba de comer todos los días al pollo, a la postre le tuerce el cuello, demostrando con ello que hubiesen sido útiles al pollo opiniones más afinadas sobre la uniformidad de la naturaleza.” (Bertrand Russell, “Los problemas de la filosofía”)

El desafío de la inducción no es, en consecuencia, un asunto de científicos que se preguntan por la validez de sus leyes y experimentos.

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Se trata, en realidad, de una cuestcuestcuestcuestión de vida o muerteión de vida o muerteión de vida o muerteión de vida o muerte: en nuestras expectativas sobre el futuro funcionamiento de la naturaleza están depositadas nuestras posibilidades de supervivencia.

Por ello, la respuesta de Russell pretende salvar la validez del razonamiento inductivosalvar la validez del razonamiento inductivosalvar la validez del razonamiento inductivosalvar la validez del razonamiento inductivo: la solución consiste en renunciar a toda clase de certeza.

• En su lugar, habría que asumir que nuestro conocimiento de la naturaleza y del mundo que nos rodea se basa en la probabilidadprobabilidadprobabilidadprobabilidad. Una probabilidad que se acerca a la certeza cuantas más veces es confirmada por la experiencia, pero que no puede nunca equipararse a la misma.

• No hay demostración posible de la inducción. Simplemente: necesitamos este principio para vivir. De lo contrario, careceríamos de cualquier tipo de expectativa sobre el futuro más inmediato.

Sin el razonamiento inductivo, viene a decirnos Russell, no podríamos seguir viviendono podríamos seguir viviendono podríamos seguir viviendono podríamos seguir viviendo, igual que no se puede seguir “jugando” a la geometría si no se aceptan los axiomas. La vida misma nos impone la condición de la probabilidad, lo cual no nos abandona a la incertidumbre: la experiencia pasada y presente de la humanidad es un sustrato suficientemente sólido como para hacer expectativas racionales sobre el futuro inmediato.

En cuanto a los principios lógicosprincipios lógicosprincipios lógicosprincipios lógicos:

• Russell vuelve a tomar distancia respecto al racionalismo: principios como el modus ponens, el principio de identidad o el de no contradicción no proceden de la experiencia empírica.

• Así, acepta el innatismo de los racionalistas, con una salvedad: en lugar de hablar de principios innatos, dice que son conocimientos apriorísticosconocimientos apriorísticosconocimientos apriorísticosconocimientos apriorísticos, es decir, “lógicamente independientes de la experiencia”, en tanto que la experiencia como tal no confirma tales principios, sino que es el material que utiliza nuestro pensamiento para llegar a los mismos y aplicarlos.

La cuestión ahora será profundizar en cómo es posible el conocimiento apriorístico, es decir, independiente de la experiencia.

3.2.d) 3.2.d) 3.2.d) 3.2.d) El conocimiento apriorístico y los universalesEl conocimiento apriorístico y los universalesEl conocimiento apriorístico y los universalesEl conocimiento apriorístico y los universales Aunque Russell parezca acercarse a Kant al aceptar la existencia del conocimiento a priori, en realidad tomará distancia respecto al mismo a la hora de justificar ese conocimiento.

Según Kant, existe conocimiento a priori porque sujeto y objeto interactúan en el proceso del conocer, y el sujeto aporta estructuras de conocimiento (espacio, tiempo, categorías) independientes de la experiencia.

Russell adoptará una perspectiva distinta: el conocimiento a priori no expresa leyes del pensamiento o estructuras de conocimiento propias del sujeto sino que se refiere a la refiere a la refiere a la refiere a la realidad erealidad erealidad erealidad exteriorxteriorxteriorxterior.

Por así decir, en cada una de nuestras experiencias de conocimiento recibimos datos concretos y particulares, pero intervienen también principios lógicos que pueden ser aplicables al resto de experiencias.

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La realidadrealidadrealidadrealidad, vendría a decir Russell, funcionafuncionafuncionafunciona según principiosprincipiosprincipiosprincipios lógicos lógicos lógicos lógicos y de ella captamos el conocimientoconocimientoconocimientoconocimiento aaaa prioriprioriprioripriori, que no debe entenderse como previos a la experiencia empírica, sino como lógicamente independiente de la misma, distanciándose así del innatismo.

Russell lo expresa de la siguiente manera:

“Así, el principio de contradicción se refiere a cosas y no meramente a pensamientos; y aunque la creencia en el principio de contradicción sea un pensamiento, el principio de contradicción mismo no es un pensamiento, sino un hecho que concierne a las cosas del mundo. […] Así, nuestro conocimiento a priori, si no es erróneo, no es simplemente un conocimiento sobre la constitución de nuestro espíritu, sino que es aplicable a todo lo que el mundo pueda contener, lo mismo a lo mental que a lo no mental.” (Bertrand Russell, “Los problemas de la filosofía”)

Lo que nos viene a decir Russell, en consecuencia, es que a través de la experiencia empírica somos capaces de ir más allá de los datos que esta nos proporciona, del “aquí y ahora” al que se circunscribe cada una de nuestras experiencias.

La realidad parece encajar bien en los principios lógicos que nosotros extraemos de cada una de nuestras experiencias, por lo que podemos convertirlos no en leyes del pensamiento, pero sí en guías rectoras del conocimiento.

En cierta manera, ocurre lo mismo con los universalesuniversalesuniversalesuniversales: se trata de conceptos abstractos que pueden venir exigidos por la realidad. De hecho, afirma Russell, la mayoría de palabras y conceptos que utilizamos en nuestro lenguaje son universales: cualidades, relaciones…

Una teoría del conocimiento a la altura del ser humano ha de dar cuenta de este tipo de conceptos sin negar su existencia, como han hecho otros empiristas como Hume.

Una vez más, la realidadrealidadrealidadrealidad es para Russell el fundamento fundamento fundamento fundamento de los universalesde los universalesde los universalesde los universales. Tomemos el ejemplo de la relación: según el filósofo inglés, las relaciones entre las cosas están en el mundo, no son meras invenciones mentales. Si somos consecuentes con esto, hemos de admitir su existencia independiente del pensamiento. Lo mismo podría decirse respecto a las cualidades. La conclusión la establece Russell en los siguientes términos:

“Así, los universales son pensamientos, aunque cuando son conocidos sean objetos del pensamiento. […] Por consiguiente, el mundo de los universales puede ser definido como el mundo de la esencia. El mundo de la esencia es inalterable, rígido, exacto, delicioso para el matemático, el lógico, el constructor de sistemas metafísicos, y todos los que aman la perfección más que la vida. El mundo de la existencia es fugaz, vago, sin límites precisos, sin un plan o una ordenación clara, pero contiene todos los pensamientos y los sentimientos, todos los datos de los sentidos, y todos los objetos físicos, todo lo que puede hacer un buen o un mal, todo lo que representa una diferencia para el valor de la vida y del mundo.” (Bertrand Russell, “Los problemas de la filosofía”)

Los universales universales universales universales pueden ser conocidosconocidosconocidosconocidos:

• De un modo dDe un modo dDe un modo dDe un modo directoirectoirectoirecto: las cualidades sensibles, relaciones espaciales, temporales, la semejanza….

• PPPPor referenciaor referenciaor referenciaor referencia, gracias a:

o La intuición, que nos permite acceder a verdades evidentes por sí (lógica y matemáticas).

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o La deducción, que es capaz de extraer nuevas verdades a partir de las evidencias conocidas.

Así, cabe completar la caracterización inicial de los tipos de conocimientotipos de conocimientotipos de conocimientotipos de conocimiento, incluyendo los siguientes:

• Conocimiento directoConocimiento directoConocimiento directoConocimiento directo: puede referirse a cosas particulares (datos de los sentidos y nuestras propias sensaciones) o a universales (cualidades sensibles, relaciones espacio tiempo, semejanza, algunos principios lógicos esenciales). La intuición predomina en este tipo de conocimiento.

• Conocimiento por referenciaConocimiento por referenciaConocimiento por referenciaConocimiento por referencia: implica siempre un conocimiento directo previo, y consiste en aquellas verdades que podemos deducir de los universales o los datos particulares que conocemos de un modo directo. La deducción es, en consecuencia, la facultad fundamental de esta clase de conocimiento.

33333333........33333333........ VVVVVVVVeeeeeeeerrrrrrrrddddddddaaaaaaaadddddddd,,,,,,,, ffffffffaaaaaaaallllllllsssssssseeeeeeeeddddddddaaaaaaaadddddddd yyyyyyyy ccccccccrrrrrrrreeeeeeeeeeeeeeeennnnnnnncccccccciiiiiiiiaaaaaaaa Con esta concepción del conocimiento humano como trasfondo, Russell defiende una vivivivisión realista y empírica de la verdadsión realista y empírica de la verdadsión realista y empírica de la verdadsión realista y empírica de la verdad. Trata de descomponer cada proposición o creencia en sus partes más simples, buscando un correlato real de las mismas.

• En cierta manera, se acerca a la visión adecuacionista de la verdadvisión adecuacionista de la verdadvisión adecuacionista de la verdadvisión adecuacionista de la verdad, concibiéndola como una propiedad de las creencias que se cumple sólo “cuando hay un hecho correspondiente”.

• De este modo, se evita el subjetivismose evita el subjetivismose evita el subjetivismose evita el subjetivismo: cada uno de nosotros “crea” sus propias creencias y elaborar sus propios juicios sobre la realidad, pero no podemos convertirlas en verdaderas, extremo que depende de los hechos.

Esta teoría de la verdad nos obliga a distinguir grados de conocimientodistinguir grados de conocimientodistinguir grados de conocimientodistinguir grados de conocimiento: que la realidad confirme mis creencias una vez no significa que estas sean verdaderas.

• Así, Russell establece entre la verdad y el error diferentes grados de probabilidad.

• Debido al problema del razonamiento inductivo, hemos de aceptar que no existen no existen no existen no existen verdades universales y absolutasverdades universales y absolutasverdades universales y absolutasverdades universales y absolutas lo cual no nos abandona en manos de la ignorancia o la incertidumbre: la mayoría del conocimiento que damos por verdadero es en realidad opinión probableopinión probableopinión probableopinión probable. Estas opiniones pueden alcanzar casi el grado de indubitables cuando se organizan y sistematizan de una forma determinada, como por ejemplo en el caso de la ciencia.

• El conocimiento cotidianoconocimiento cotidianoconocimiento cotidianoconocimiento cotidiano, sin embargo, se mueve en el ámbito de la creencia: por mucho que cada uno dé por cierto lo que cree saber, se trata en la mayor parte de opinión más o menos probable.

33333333........44444444........ LLLLLLLLaaaaaaaa ffffffffiiiiiiii lllllllloooooooossssssssooooooooffffffffííííííííaaaaaaaa:::::::: llllllllíííííííímmmmmmmmiiiiiiiitttttttteeeeeeeessssssss yyyyyyyy ffffffffuuuuuuuunnnnnnnncccccccciiiiiiiióóóóóóóónnnnnnnn Aplicando esta teoría del conocimiento, Russell cierra “Los problemas de la filosofía” con una reflexión en torno a la filosofía misma.

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Si el conocimiento directo y la relación con el mismo se convierten en criterios de verdad de nuestro conocer, habrá que rechazar cualquier clase de idealismorechazar cualquier clase de idealismorechazar cualquier clase de idealismorechazar cualquier clase de idealismo:

• El mundo no se puede construir de un modo puramente conceptual e independiente de la experiencia.

• Las tesis filosóficas tendrán que contrastarse también con la realidad, fundamentarse en el conocimiento intuitivo del mundo y lo que del mismo se pueda deducir o inferir.

• Cualquier intento de construir unos conceptos a través de otros de forma no legítima está condenado al fracaso y eso es lo que ocurre a menudo con grandes sistemas filosóficos como el de Hegel (ejemplo que cita el propio Russell) que elabora una teoría conceptual totalmente al margen de la realidad.

La filosofía debe respetarrespetarrespetarrespetar los mismos límiteslímiteslímiteslímites que encuentra la ciencia: lo que la diferencia del conocimiento científico es la crítica. Russell lo expresa con estas palabras:

“La característica esencial de la filosofía, que hace de ella un estudio distinto de la ciencia, es la crítica. Examina críticamente los principios empleados en la ciencia y en la vida diaria, inquiere las incongruencias que pueden hallarse en estos principios, y sólo los acepta si, como resultado de la investigación crítica, no aparece razón alguna para rechazarlos. […] En una palabra, la crítica a que nos referimos no es aquella que, sin razón, decide rechazarlo todo, sino que considera cada pieza del conocimiento aparente y sus títulos, y una vez terminada esta consideración, conserva todo lo que sigue apareciendo como un conocimiento. Es preciso admitir que persiste algún riesgo de error, puesto que el hombre es falible. La filosofía puede proclamar con justicia que disminuye el riesgo de error, y en algunos casos lo hace tan pequeño que es prácticamente despreciable. No es posible hacer más en un mundo donde es necesario equivocarse; y ningún defensor prudente de la filosofía pretenderá haberlo hecho.” (Bertrand Russell, “Los problemas de la filosofía”)

La filosofíafilosofíafilosofíafilosofía, en consecuencia nos salva del error, en tanto que somete a juicio y revisión todo aquel conocimiento que se presenta como verdadero. El valorvalorvalorvalor de la filosofía reside en:

• Su capacidad crítica.

• La generación de beneficios personales, afectando a la vida de aquel que se aventura en su estudio.

• “En su real incertidumbresu real incertidumbresu real incertidumbresu real incertidumbre”: no encontrará certezas sino más bien incertidumbre

o Esto la convierte en una actividad abierta y siempre por hacer.

o La filosofía nos libera de los prejuicios y de la falsa seguridad de una verdad a medias, de una verdad de oídas, situándonos en un mundo abierto y por pensar:

� Alejándonos del dogmatismo nos enseña modos alternativos de pensar,

� Mantiene viva “la duda libertadora” y el “sentido de la admiración”.

• Proporciona “bienes espiritualesbienes espiritualesbienes espiritualesbienes espirituales”: nos libera de los “intereses mezquinos y personales” de la vida cotidiana.

o Como si las preocupaciones diarias se detuvieran, nos proporciona una vida “serena y libre”.

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o Abre un mundo interior de reflexión y pensamiento, un oasis intelectual en el que desarrollar nuestra propia personalidad.

o Nos ayuda a contemplar el mundo con imparcialidad, con neutralidad, siendo conscientes de los límites de nuestras ideas, pero también de que hay un universo por conocer en el que no todo vale. El filósofo vive para el mundo, no para sí. Este interés por el conocimiento amplio y neutral, le lleva a ser ciudadano del Universo, liberado “del vasallaje de las esperanzas y los temores limitados”.

• El mayor valor de la filosofía reside en la complejidad de los problemas mismos con los que trata, porque en palabras de Russell estos problemas logran en nosotros los siguientes efectos:

“[…] amplían nuestra concepción de lo posible, enriquecen nuestra imaginación intelectual y disminuyen la seguridad dogmática que cierra el espíritu a la investigación; pero, ante todo, porque por la grandeza del Universo que la filosofía contempla, el espíritu se hace a su vez grande, y llega a ser capaz de la unión con el Universo que constituye su supremo bien.” (Bertrand Russell, “Los problemas de la filosofía”)

33333333........55555555........ RRRRRRRRuuuuuuuusssssssssssssssseeeeeeeellllllll llllllll yyyyyyyy eeeeeeeellllllll aaaaaaaattttttttoooooooommmmmmmmiiiiiiiissssssssmmmmmmmmoooooooo llllllllóóóóóóóóggggggggiiiiiiiiccccccccoooooooo La teoría del conocimiento que acabamos de presentar mantiene una fuerte coherencia interna con el atomismoatomismoatomismoatomismo lógicológicológicológico, corriente de filosofía del lenguaje defendida por Russell, con la que se sitúa en la tradición de la filosofía analítica: para esta corriente la filosofía debe centrar sus esfuerzos en un análisis del lenguaje, tratando de detectar errores en el mismo y de establecer un lenguaje lógicamente peestablecer un lenguaje lógicamente peestablecer un lenguaje lógicamente peestablecer un lenguaje lógicamente perfectorfectorfectorfecto, construido al servicio de la ciencia, en el que no fuera posible ningún tipo de equivocación. El atomismo lógico sostiene que el criterio último de verdadcriterio último de verdadcriterio último de verdadcriterio último de verdad de una proposición consiste en la descomposición de la misma en elementos más simples (átomos lógicos) y la confirmación de estos. De esta manera cabría entender que una proposiciónproposiciónproposiciónproposición es verdaderaverdaderaverdaderaverdadera si cumple las siguientes condiciones:

• Sus elementos constituyentes más simples (átomos) son verdaderos, es decir, pueden confirmarse por conocimiento directo o por conocimiento por referencia.

• La relación lógica que se expresa en la proposición entre estos elementos es también contrastable por la realidad.

Estamos, por tanto, ante una concepción positivista del lenguajeconcepción positivista del lenguajeconcepción positivista del lenguajeconcepción positivista del lenguaje, que termina identificado con la ciencia.

De la misma forma que los modelos atómicos parten de lo más sencillo y van combinando sus elementos hasta formar estructuras complejas, así opera también el lenguaje: el conocimiento directo de las cosas debe ser el criterio último de verdad de los átomos lógicos.

Establecidos los átomos lógicos, habrá que combinarlos de la manera adecuada para construir estructuras complejasestructuras complejasestructuras complejasestructuras complejas, capaces de describir el mundo.

La filosofía contemporánea Historia de la Filosofía

María Hernández García (2º Bach.) Jesús y María (HH. Carmelitas de la Caridad)

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• Como se ve, se trata de llevar a la filosofía del lenguaje las tesis empiristas de la teoría del conocimiento: el mundo está constituido por hechos que conocemos de un modo intuitivo.

• A partir de este conocimiento podemos ir deduciendo nuevo conocimiento.

De la misma manera, el lenguaje contará en su base con frases simples que se limiten a describir los hechos, lo que es el mundo. Esta descripcióndescripcióndescripcióndescripción de casos podrá combinarse de un modo adecuado y lógico para alcanzar más conocimiento.

Sin embargo, no es posible ir más allá y razonar en el vacío: la metafísica y la filosofía están llenas de conceptos abstractos que carecen de fundamento real y deben ser sometidos a crítica.

3.5.a) La teoría de las descripciones3.5.a) La teoría de las descripciones3.5.a) La teoría de las descripciones3.5.a) La teoría de las descripciones

Características del lenguaje idealCaracterísticas del lenguaje idealCaracterísticas del lenguaje idealCaracterísticas del lenguaje ideal

1. Principio de isomorfía semánticaPrincipio de isomorfía semánticaPrincipio de isomorfía semánticaPrincipio de isomorfía semántica: cada palabra ha de corresponderse con el hecho correspondiente (teoría referencialista del significado: los significados de las palabras son los objetos que conocemos directamente)

2. ExtensionalidadExtensionalidadExtensionalidadExtensionalidad: todas las proposiciones moleculares pueden descomponerse en proposiciones atómicas, que irán unidas mediante las constantes lógicas (y, o, si… entonces, etc.)

3. Las proposiciones atómicas describirán hechos atómicos proposiciones atómicas describirán hechos atómicos proposiciones atómicas describirán hechos atómicos proposiciones atómicas describirán hechos atómicos: al efectuar el análisis lógico del lenguaje llegaremos a los últimos elementos de la realidad.

4. Los hechos atómicoshechos atómicoshechos atómicoshechos atómicos son los que consisten en la poseposeposeposesión de una cualidadsión de una cualidadsión de una cualidadsión de una cualidad (propiedad o relación) por una cosa particular (entidades autosubsistentes y lógicamente independientes entre si).

5. La verdad de una proposición atómicaverdad de una proposición atómicaverdad de una proposición atómicaverdad de una proposición atómica depende del hecho atómico al que hace referencia, la verdad de una proposición atómica depende de la verdad o falsedad de las proposiciones atómicas que la forman.

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33333333........66666666........ LLLLLLLLaaaaaaaa ffffffffiiiiiiii lllllllloooooooossssssssooooooooffffffffííííííííaaaaaaaa ddddddddeeeeeeee RRRRRRRRuuuuuuuusssssssssssssssseeeeeeeellllllll llllllll eeeeeeeennnnnnnn ssssssssuuuuuuuu pppppppprrrrrrrreeeeeeeesssssssseeeeeeeennnnnnnntttttttteeeeeeee hhhhhhhhiiiiiiiissssssssttttttttóóóóóóóórrrrrrrriiiiiiiiccccccccoooooooo

1. PacifismoPacifismoPacifismoPacifismo: durante la Primera Guerra Mundial Russell defendió encendidamente que Gran Bretaña mantuviera una posición neutral.

o Este pacifismo, sin embargo, evolucionó hacia una defensa de la intervención armada en la Segunda Guerra Mundial, como respuesta al “peor de los males posibles”.

o Este pacifismo relativo fue una de las constantes en su vida: su defensa de la actuación del bando aliado contra Hitler no impidió que condenara la actuación norteamericana en Vietnam y la gran mayoría de los conflictos bélicos de su tiempo.

2. Cuestiones sociales y políticasCuestiones sociales y políticasCuestiones sociales y políticasCuestiones sociales y políticas: Russell abordó diversos problemas morales y sociales en los que adoptó posturas críticas y progresistas, abogando por cambios sociales que favorecieran la liberación del ser humano.

3. Contra la carrera armamentística nuclearContra la carrera armamentística nuclearContra la carrera armamentística nuclearContra la carrera armamentística nuclear: no sólo mantuvo una activa correspondencia con líderes políticos mundiales y con científicos de primer nivel como Einstein, sino que dedicó varias de sus obras a este tema

4. Racionalismo crítico y humanismoRacionalismo crítico y humanismoRacionalismo crítico y humanismoRacionalismo crítico y humanismo: en toda la filosofía de Russell se deja sentir el pensamiento crítico como uno de sus motores. Tanto en su filosofía más sistemática y cercana a los temas científicos como al acercarse a problemas sociales, en sus obras respira la aspiración de una humanidad libre, en la que los obstáculos para la felicidad desaparezcan.

44444444........ CCCCCCCCoooooooommmmmmmmeeeeeeeennnnnnnnttttttttaaaaaaaarrrrrrrriiiiiiiioooooooo ddddddddeeeeeeee tttttttteeeeeeeexxxxxxxxttttttttoooooooo:::::::: RRRRRRRRuuuuuuuusssssssssssssssseeeeeeeellllllll llllllll ,,,,,,,, LLLLLLLLoooooooossssssss pppppppprrrrrrrroooooooobbbbbbbblllllllleeeeeeeemmmmmmmmaaaaaaaassssssss ddddddddeeeeeeee llllllllaaaaaaaa ffffffff iiiiiiii lllllllloooooooossssssssooooooooffffffff ííííííííaaaaaaaa,,,,,,,, ccccccccaaaaaaaapppppppp........ 1111111155555555

Para resumir nuestro análisis sobre el valor de la filosofía: la filosofía debe ser estudiada, no por las respuestas concretas a losproblemas que plantea, puesto que, por lo general, ninguna respuesta precisa puede ser conocida como verdadera, sino más bien por el valor de los problemas mismos; porque estos problemas amplían nuestra concepción de lo posible, enriquecen nuestra imaginación intelectual disminuyen la seguridad dogmática que cierra el espíritu a la investigación; pero, ante todo, porque por la grandeza del Universo que la filosofía contempla, el espíritu se hace a su vez grande, y llega a ser capaz de launión con el Universo que constituye su supremo bien. CuestionesCuestionesCuestionesCuestiones:

1. Exponga el problema que se plantea en el texto, indique las ideas principales y señale la consistencia de sus argumentos y conclusiones. (0-2,5 puntos)

2. Analice y explique el significado de los términos o expresiones subrayados, mostrando su sentido. (0-2,5 puntos)

3. B. Russell: El rechazo del idealismo (0 a 2,5 puntos)

4. Exponga el contexto histórico de Bertrand Russell y señale las relaciones de semejanza o diferencia de su filosofía con otros autores, corrientes filosóficas o épocas. (0-2,5 puntos).

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Pregunta 1: idea principal, estructura y coherencia del textoPregunta 1: idea principal, estructura y coherencia del textoPregunta 1: idea principal, estructura y coherencia del textoPregunta 1: idea principal, estructura y coherencia del texto El problema central del texto es el valor de la filosofía. Para su autor, la filosofía no tiene valor como un cuerpo de conocimiento o un conjunto de verdades universales. Más bien, la propuesta central de Russell es que la filosofía es valiosa en tanto que nos plantea problemas y produce en quien la cultiva una serie de actitudes ante la vida. Los beneficios de la filosofía, según el texto, serán fundamentalmente personales. De esta manera, el texto podría responder a la siguiente pregunta: ¿Dónde reside el valor de la filosofía? La respuesta de Russell es clara: la filosofía vale porque nos enseña a ver el mundo de una manera distinta, transforma nuestra forma de ser y de vivir.

La estructura del texto refleja la intención de Russell de resumir una serie de ideas que ha desarrollado anteriormente. Así, en la primera parte del texto se establece la idea principal: el valor de la filosofía no reside en las respuestas que ofrece, sino en las preguntas que plantea. A continuación Russell extrae algunas de las consecuencias de esta idea: en tanto que la filosofía es fundamentalmente interrogación puede tener para nosotros una serie de efectos beneficiosos: ampliar la concepción de lo posible, enriquece la imaginación intelectual, disminuye el dogmatismo y amplía el espíritu poniéndolo en comunicación con el Universo. De manera esquemática, la estructura del texto podría ser la siguiente:

• Idea principal: la filosofía es valiosa por las preguntas que plantea, no por las respuestas

• Ideas secundarias que son consecuencia de la anterior:

o 2.1.-La filosofía nos obliga a concebir más posibilidades que las que habitualmente tenemos en cuenta.

o 2.2.-La filosofía estimula nuestra imaginación.

o 2.3.-La filosofía evita que seamos dogmáticos y nos creamos en posesión de la verdad.

o 2.4.-La filosofía amplía nuestro espíritu haciéndonos ver el mundo de una manera más amplia y compleja.

Respecto a la consistencia de los argumentos, el texto de Russell es coherente y ofrece diversos argumentos que nos llevan a entender la filosofía más como una actitud ante la vida que como un conjunto de doctrinas o teorías a estudiar en profundidad. Esta dimensión práctica y personal de la filosofía que Russell destaca en su texto puede concretarse en la disposición al diálogo, la conciencia de los límites de la verdad o el cuestionamiento de lo que se nos presenta como una realidad cerrada. En el caso de Russell, se podría hablar no sólo de una coherencia textual, sino también vital: su manera de entender la filosofía le acompañó durante toda su vida, poniendo en práctica precisamente las ideas que sugiere en el texto. Si repasamos algunas de las obras de Russell, como por ejemplo La conquista de la felicidad, vemos cómo el autor inglés tuvo muy en cuenta esta concepción vital de la filosofía, situándose en sintonía con otros muchos autores que han defendido también esta idea.

Pregunta 2: términos subrayadosPregunta 2: términos subrayadosPregunta 2: términos subrayadosPregunta 2: términos subrayados Los términos a comentar son los siguientes:

• Respuestas: con este término Russell se refiere a las diversas teorías filosóficas que se han ido construyendo a lo largo de la historia. Según el autor de Los problemas de la filosofía, tales propuestas no tienen valor por sí mismas, sino en tanto que guardan relación con interrogantes que podemos seguir planteándonos hoy. Así, el interés de las respuestas radica en el posible diálogo entre las mismas, no en que logren contener toda la verdad.

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• Problemas: se trata de las cuestiones filosóficas, interrogantes que los seres humanos se han planteado desde hace miles de años y que son precisamente lo que Russell valora de la filosofía. De hecho, en el libro del que está extraído el fragmento, aborda dos de los problemas fundamentales de la filosofía: la realidad y el conocimiento.

• Seguridad dogmática: esta expresión alude a la creencia de aquellos que creen conocer una verdad absoluta y universal, que no es cuestionable ni se puede dialogar. Se podría relacionar, en cierto modo, con la certeza, un estado subjetivo del conocimiento en el que pensamos que nuestro conocimiento es verdadero, sin ningún tipo de matiz. Esta seguridad dogmática es criticada por Russell en Los problemas de la filosofía, donde asocia el concepto de verdad a cierto grado de probabilidad.

• Espíritu: en este contexto ha de entenderse como la conciencia o la subjetividad. Lo que viene a defender Russell es que gracias a la filosofía nuestra manera de pensar y de enfocar la vida se hace más amplia y compleja. En ningún caso ha de darse a esta palabra un sentido religioso: Russell destacó siempre por su defensa del agnosticismo, y no aceptaría la existencia del alma. Por ello el término espíritu debe interpretarse de una manera amplia, como nuestra manera de vivir y pensar. Se podría entender incluso como nuestra actitud ante el mundo y los demás.

• Unión con el Universo: con esta expresión Russell pretende subrayar que gracias a la filosofía podemos descubrir la compleja estructura de la realidad, asumiendo la profunda interconexión de todo lo existente. La filosofía nos ayuda a relativizar nuestro lugar en el cosmos, a no creer que somos el centro del mismo, a la vez que pone de manifiesto los elementos en común que tenemos con otros seres humanos, con otros seres vivos o incluso con todo el Universo del que formamos parte.

Pregunta 3: Pregunta 3: Pregunta 3: Pregunta 3: ttttema a desarrollar (Crítica del idealismo en Russell)ema a desarrollar (Crítica del idealismo en Russell)ema a desarrollar (Crítica del idealismo en Russell)ema a desarrollar (Crítica del idealismo en Russell) La teoría del conocimiento de Russell es un buen ejemplo de la crítica como actitud filosófica que el filósofo inglés mantuvo en todas sus obras. No se trata, ni mucho menos, de una pose intelectual: al poco de terminar sus estudios universitarios el idealismo de Bradley era la corriente dominante en Gran Bretaña, y es la corriente en la que fue formado el propio Russell en la universidad. Sin embargo, el autor de Los problemas de la filosofía se va distanciando de este idealismo, desarrollando un planteamiento alternativo junto al filósofo E. G. Moore. Para comprender la crítica de Russell hemos de concretar bien qué significa idealismo en su contexto: se trata de la teoría del conocimiento que, prolongando el giro hacia la subjetividad iniciado en la modernidad, asume que el mundo exterior es de una forma u otra mental, es decir, depende del sujeto de conocimiento.

La crítica al idealismo que plantea Russell en Los problemas de la filosofía recurre precisamente a una distinción moderna: el acto y el objeto del conocimiento. Por poner un ejemplo, Descartes distinguía en su filosofía la cogitatio (actividad de pensar) y el cogitatum (contenido u objeto del pensamiento). Si extendemos ambos conceptos al terreno del conocimiento podemos entender la crítica que plantea Russell: podemos admitir que el acto de conocer requiere necesariamente de la implicación activa del sujeto. Sin embargo, el objeto conocido es la mayor parte de las veces externo al sujeto e independiente del mismo: la realidad no se puede conocer “a la voluntad” del sujeto y funciona según sus propias reglas. La presencia del sujeto en el proceso de conocimiento no puede llevarnos a absolutizar su posición dentro del mismo. Para Russell, la clave explicativa del conocimiento no puede identificarse con el sujeto ni tampoco con el objeto: sólo cuando se da una relación entre ambos se puede hablar de conocimiento. Si nuestra capacidad de conocer no se pone en contacto con un objeto de conocimiento permanece inutilizada. El conocer humano se refiere siempre a algo, es intencional, y este algo es la mayor parte de las veces externo. Enfatizando el papel del sujeto de conocimiento, el idealismo subjetiviza el conocimiento haciéndolo prácticamente imposible: ¿Cómo es posible hablar de conocimiento si cada uno puede tener el suyo propio? ¿existiría entonces una verdad compartida?

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Tal y como explica en Los problemas de la filosofía, Russell entiende que el conocimiento humano se divide en dos grandes grupos:

• Conocimiento directo: excluye cualquier tipo de mediación de ningún tipo. Se trata por tanto de un conocimiento inmediato del objeto por parte del sujeto, sin necesidad de apelar a razonamientos, argumentaciones lógicas o ideas abstractas. A esta clase pertenecería el conocimiento de los sentidos, pero también el de algunas ideas abstractas o universales.

• Conocimiento por referencia: es el que construimos a partir del conocimiento directo, sea aplicando nuestro razonamiento, argumentando, generalizando una experiencia empírica, etc.

El idealismo es inaceptable como propuesta teórica ya que no sirve para comprender el conocimiento directo ni tampoco el conocimiento por referencia. Vayamos por partes: si el conocimiento directo se concreta, por ejemplo, en los datos de los sentidos, necesitaremos un mundo exterior, una realidad que nos envíe esos datos. Lo mismo cabe decir respecto a los universales que según Russell conocemos de un modo directo: sólo llegamos a ellos a través de la experiencia de un mundo exterior. El sujeto solo no basta: es el mundo exterior el que está ordenado de una manera determinada que se me impone y que no puedo modificar a mi voluntad o “conocer” según mis necesidades o intereses. Por su parte, el conocimiento por referencia se refiere siempre al directo, por lo que poco podrá aportarnos el idealismo si queremos explicarlo de un modo completo. La validez de este conocimiento descansa, en último término, en una realidad ajena a mí gracias a la cual puedo contrastar lo que se me presenta como verdad.

En definitiva, cabe decir que el mejor resumen de la crítica russelliana al idealismo la podemos encontrar en su concepción de la verdad. En opinión de Russell, la verdad es una propiedad de las creencias que se da sólo cuando el hecho que es objeto de la creencia ocurre en la realidad. Así, la realidad es la piedra de toque de la verdad: el filósofo idealista puede creer lo que le venga en gana, pero su creencia no podrá nunca ser considerada como verdadera si no es confirmada por la realidad, que es independiente del sujeto que alberga la creencia.

Esta versión del adecuacionismo nos aleja de la subjetividad moderna y de cualquier clase de idealismo: si la verdad es correspondencia entre lo que creemos y la realidad no podemos afirmar que lo mental o lo subjetivo son el ingrediente fundamental del conocimiento humano. La realidad es la fuente de la verdad y de las palabras: el atomismo lógico de Russell es también incompatible con el idealismo, en tanto que los “átomos del lenguaje” han de poder confirmarse a través del conocimiento, sea éste directo o por referencia.

Pregunta 4: contextualización y comparación entre autoresPregunta 4: contextualización y comparación entre autoresPregunta 4: contextualización y comparación entre autoresPregunta 4: contextualización y comparación entre autores El contexto histórico y filosófico de Russell requeriría una larga exposición debido a la longevidad e intensidad de la vida del autor británico. Simplemente a modo de aproximación: a comienzos del siglo XX ya destacaba como profesor universitario en Londres, vivió las dos guerras mundiales, conoció de primera mano la implantación del comunismo en Rusia, visitó China en los años 20, impartió clases en E.E.U.U., recibió el premio Nobel de literatura y en numerosas ocasiones se enfrentó a autoridades políticas y religiosas de su tiempo, siendo encarcelado en dos ocasiones, la segunda de ellas por manifestarse públicamente en contra de la carrera armamentística nuclear. Esta causa fue la que centró todos sus esfuerzos en la última etapa de su vida, creando varias fundaciones y logrando involucrar en la causa a algunos de los científicos más prestigiosos del mundo como Einstein.

Esta riqueza que caracterizó la vida de Russell se deja notar también en su filosofía. Se podría decir sin miedo a equivocarse que afrontó todos los temas filosóficos de su tiempo. Su interés por la ciencia, la matemática y la lógica queda bien reflejado en Principia Mathematica, obra

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extensísima que escribió en colaboración con A.W. Whitehead. Russell siempre fue un convencido defensor del conocimiento científico, y así lo confirman también sus trabajos en filosofía del lenguaje, compartiendo reflexiones con Wittgenstein y adelantándose en cierto modo a algunos de los presupuestos teóricos de la filosofía analítica que tanto progresaría a comienzos del siglo XX. Así, Russell prolongaba en la teoría del lenguaje el empirismo que defendió en el terreno del conocimiento, dando lugar al atomismo lógico. Como decíamos, sus preocupaciones filosóficas no se agotan con la ciencia. Por el contrario, Russell se interesó por campos tan diversos como la teoría política, la ética, la educación, sociología… Sus obras divulgativas complementan los títulos más especializados: toda su tarea intelectual y filosófica ha convertido a Bertrand Russell en uno de los referentes filosóficos y morales del siglo XX. Como hemos venido remarcando a lo largo de todo el comentario, la filosofía de Russell defiende claramente tesis empiristas. Sin embargo, también hemos dicho que es un empirismo complejo y ampliado por lo que comprar a Russell con David Hume puede resultar muy útil para situar lo más ajustadamente posible el pensamiento de Russell. Así, podemos encontrar parecidos entre ambos, como son los siguientes:

1. Los sentidos como la fuente de validez del conocimiento: de la misma forma que Russell propone fundamentar el conocimiento por referencia en el conocimiento directo, para Hume sólo son válidas aquellas ideas que provienen directamente de una impresión. Ciertamente, Russell entiende que el conocimiento directo va más allá de los sentidos, lo que hasta cierto punto le diferencia de Hume. Sin embargo sí cabría establecer el paralelismo de que en ambos autores el conocimiento ha de partir siempre de datos contrastables, lo que implica una visión empirista del mismo.

2. La crítica de los conceptos abstractos: una consecuencia de lo que acabamos de comentar es que ambos autores entenderán que los conceptos abstractos deben ser utilizados con sumo cuidado, sometiéndoles a una crítica permanente. De lo contrario, corremos el peligro de estar hablando con conceptos vacíos, sin referencia alguna. La filosofía es esencialmente crítica de conceptos y términos, tal y como se desprende tanto de la teoría de Hume como del atomismo lógico de Russell.

3. La inducción como problema filosófico: la crítica al razonamiento inductivo que lanzara Hume en el siglo XVIII pervive en la filosofía de Russell, que no sólo acepta el planteamiento de Hume, sino que los respalda. Así, en Los problemas de la filosofía, Russell admite que toda verdad ha de ser entendida como probable, alejándonos de cualquier tipo de certeza absoluta o de verdad incondicionada, aceptando así en cierto modo la crítica de Hume a la inducción.

Sin embargo, el empirismo de Russell dista mucho de abandonarnos en el escepticismo o en el subjetivismo, como ocurre con el de Hume. Por ello es posible encontrar diferencias entre ambos, como por ejemplo los siguientes:

1. La existencia de la verdad: decíamos un poco más arriba que Russell renuncia a cualquier clase de certeza en tanto que acepta el planteamiento de Hume respecto al razonamiento inductivo. Sin embargo, Russell sí que admite la existencia de la verdad: aunque se trate de una verdad limitada y siempre probable, sometida a revisión, no deja de ser el mejor conocimiento del que disponemos, por lo que aún admitiendo que la inducción no es válida como razonamiento hemos de dar valor a este conocimiento probable fundamentado en la experiencia.

2. El rechazo del idealismo: toda la crítica que hemos expuesto en la pregunta anterior levanta una gran distancia entre Hume y Russell. Para el primero, el mundo como tal no tendría consistencia: podemos estar seguros de que tenemos percepciones, pero no de que provengan de un mundo exterior. Como ya hemos presentado antes, Russell critica este idealismo: tiene que existir necesariamente un mundo exterior, pues de lo contrario no podría percibir absolutamente nada. El idealismo de los modernos, que en Hume se concreta en subjetivismo, es ampliamente criticado por Russell.

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3. Los universales y los principios lógicos: Hume negaba la existencia de los conceptos universales que entendía como abstracciones vacías de la mente carentes de referencia. Russell, por su parte, entiende que los universales, fundamentados en el conocimiento directo, son indispensables para el conocimiento humano. Existen relaciones y cualidades que se expresan en forma de universales y que tienen un referente real en conocimiento directo y particular. Por otro lado, los principios lógicos encuentran su origen en la realidad que en cierta manera, funciona de una manera lógica. Hume, por su parte, los entendería como leyes del pensamiento, pero nunca como principios que formen parte de la realidad.

ÍÍÍÍÍÍÍÍnnnnnnnnddddddddiiiiiiiicccccccceeeeeeee 1. Contexto histórico y cultural

2. El movimiento analítico 2.1. Características: la función de la filosofía 2.2. Evolución: antecedentes; origen

2.2.a) Corrientes basadas en el análisis del lenguaje: filosofía del lenguaje ideal; filosofía del lenguaje ordinario; evolución y autores

3. Bertrant Russell 3.1. Una vida para la historia 3.2. La búsqueda de la verdad: los problemas de la filosofía

3.2.a) La metafísica como punto de partida y la crítica al idealismo 3.2.b) Conocimiento directo y conocimiento por referencia: el conocimiento

directo; el conocimiento por referencia 3.2.c) La inducción y los principios generales 3.2.d) El conocimiento apriorístico y los universales

3.3. Verdad, falsedad y creencia 3.4. La filosofía: límites y función 3.5. Russell y el atomismo lógico

3.5.a) La teoría de las descripciones: características del lenguaje ideal 3.6. La filosofía de Russell en su presente histórico

4. Comentario de texto: Russell, Los problemas de la filosofía, cap. 15 Pregunta 1: idea principal, estructura y coherencia del texto Pregunta 2: términos subrayados Pregunta 3: tema a desarrollar (Crítica del idealismo en Russell) Pregunta 4: contextualización y comparación entre autores