tres debates en torno a la noción de desarrollo
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Este es el primer examen para la clase de Psicología Evolutiva en la que se examinan los debates concernientes a la psicología del desarrollo desde las lecturas de Morin, Broughton, Erica Burman, entre otros.TRANSCRIPT
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UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO RECINTO DE RÍO PIEDRAS
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES PROGRAMA GRADUADO DE PSICOLOGÍA
Primer Examen- Psicología Evolutiva
Tres debates en torno a la noción de desarrollo
Verónica Verdecia Valle
801 00 9281
Profa. Otomie Vale Nieves
Psicología Evolutiva 6301
26 de octubre de 2009
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Antes de comenzar a abordar sobre los debates en torno a la psicología del desarrollo es
necesario analizar primeramente cómo la disciplina emergió como tal. Los sucesos históricos
marcan el periodo moderno (siglo XVIII) como uno matizado principalmente por las ciencias
naturales. Las teorías de Darwin sobre la evolución influenciaron el pensamiento moderno y la
mayoría de la producción de conocimiento surgió en relación a las mismas. Todo esto unido a la
expansión urbana, la creación del Estado y la inclusión del ser humano al escenario laboral. Es
decir, de industrialización o sumisión formal al trabajo capital. La modernidad buscó, entre otras
cosas, una utopía, un control sobre el futuro, y la pretensión de unidad para poder proveer
seguridad ante el desorden y explicación a lo desconocido. (Mires, 1996, pp.152, 153) Por lo
cual el estudio infantil estuvo caracterizado por la teoría evolucionista, la comparación de los
animales a los seres humanos y la importancia de la herencia.
Según Martí Sala (1991), la teoría de Darwin aportó dos ideas modernas: la evolución de
las especies y la organización de los seres vivientes. Teóricos como Stanley Hall, Galton y
Gesell otorgan gran importancia a lo biológico y a las características heredadas que fundamentan
y explican el comportamiento humano (Martí Sala, 1991, p.22). De este modo la ciencia ayudó a
organizar lo social y se trasladaron sus preceptos a las relaciones humanas. Esto conlleva una
crítica, dado lo simple y reduccionista que es la ciencia, y que dicho paradigma se introduzca al
contexto social pues este último es muy complejo y abarcador. En otras palabras, el objeto de
estudio (sujeto humano), que pretendemos conocer y estudiar bajo el método científico se
muestra difícil por la transformación constante en la que se encuentra siempre. (Marti Sala, 1991,
p.20)
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Las teorías genéticas que predominaron y que constituyeron una revolución cognoscitiva
durante los años 50 fueron las de Piaget, Vygotsky, Freud y Wallon. Estas teorías marcaron un
énfasis en las dinámicas internas del sujeto. La teoría conductista de Watson se aplicó al
aprendizaje como un mecanismo fundamental de adaptación, siendo ésta la que trasciende al área
educativa. Surgieron además explicaciones de tipo holista (Gestalt) que incluyen la totalidad de
la situación en las acciones. A su vez la teoría de Werner tiene una fuerte concepción biologicista
al investigar el desarrollo desde un principio ontogenético.
La contribución de Henri Wallon aunque no deja una escuela, recalca en lo genético
como medio principal de estudiar el psiquismo. Wallon critica las teorías reduccionistas y
simples como las de Watson, la noción fija y represora de Freud y la simplificación de Piaget.
(Marti Sala, 1991, pp.27, 32) Esto evidencia el debate continuo que existe en la disciplina y en
torno a la concepción del desarrollo. Indica además, que la psicología en su intento por arraigarse
a la ciencia, no deja de ser un producto meramente humano, que se produce y reproduce teniendo
una cualidad más descriptiva que explicativa. (Broughton, 1987)
Sin embargo, la psicología necesitó de esta inmersión en las ciencias para ganar adeptos
que justifiquen sus teorías, sus investigaciones e intervenciones. Su objeto de estudio es lo
humano. No obstante, este objeto de estudio no está claro, varía y es cambiante según la cultura y
el momento histórico particular. (Burman, 1994, p.21) En relación al infante, se le consideró
próximo a la naturaleza, sin ninguna formación cultural y su estudio nos llevaría a descubrir los
orígenes y una posible explicación de la conducta adulta. (Burman, 1994, p.43) Mediante la
minuciosa y consecuente observación de niños/as sería explicado lo que es normal, adecuado o
común. Esto significa que tales observaciones se expresaban dentro de un binomio atendiendo a
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las similitudes y diferencias de los grupos observados. (Marti Sala, 1991, p.23) Esto propone una
reconsideración de las teorías del desarrollo que intentaron explicar mediante etapas lo que es
adecuado, produciéndose una estandarización y naturalización del desarrollo. Al mismo tiempo
en que organizó el desarrollo alrededor de etapas en relación a la edad cronológica. (Burman,
1994, pp.28, 29) De esta manera la psicología dependía de la evaluación y medición para
sustentar sus bases.
Podemos afirmar que la psicología ha ido de la mano de la ciencia para justificar su
método y proclamarse neutral, sirviendo implícitamente a la necesidad de control social tan
importante para el Estado. Fue así como se consolidó a la esfera educativa bajo un discurso
estratégico de compromiso con la prevención, la ayuda y orientación. ˝La educación (de la niña,
de las madres y de los padres) sustituyó gradualmente a la segregación como estrategia de
control demográfico (…). ˝ (Burman, 1994, p. 31) Esto crea el problema de la dominación de un
grupo sobre otro, pues se generalizan ciertos ideales respecto a lo sano, desarrollado, el cuidado
parental, entre otros, privilegiando un modelo cultural sobre otro. Estos ideales son producto de
una sociedad blanca y de clase media que se proyectan como universales. Dejando fuera aspectos
culturales (contextualización del sujeto) que son importantes a la hora de entender el desarrollo
del niño/a y la familia (Burman, 1994, p.72)
Lo anterior demuestra como la psicología evolutiva se ha instituido en la sociedad bajo
un discurso que posee una presencia fuerte en los medios de comunicación masiva: televisión,
revistas, periódicos y que ésta a su vez repercute en la sociedad. (Burman, 1994, p.77) Esta
influencia no se ejerce por sí sola sino que tiene detrás un movimiento político que la mantiene.
Las escuelas como proyectos de socialización del Estado, son la fuente principal para intervenir
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con los niños/as, medirlos, adaptarlos y de esta manera poder rehacer individuos rentables al
mercado. Esto revela un problema grave al interior de la disciplina, dado que el principal motivo
de la psicología del desarrollo no fue estar al servicio de los niños/as, sino que se organizó y
estableció al servicio del Estado. (Broughton, 1987, p. 1,9)
Llegado a este punto podemos identificar que uno de los primeros debates que se
presentan en la psicología evolutiva es el de modelo científico como la plataforma para la
elaboración de una psicología que atienda al niño/a y su crecimiento. Algunos de los problemas
que carga una psicología de este tipo es el reduccionismo al que se somete la esfera social
humana; la generalización de ciertos ideales o modelos a seguir sin contar con la
contextualización política económica y cultural de las personas; el ideal de progreso traducido al
desarrollo del país lo cual también presupone un vínculo con el poder. En la actualidad este
cuerpo de conocimiento de la psicología está siendo criticado, resurgiendo una revolución
paradigmática que cuestiona la ciencia, sus usos y el poder. (Mires, 1996, pp.152, 153).
A este particular Broughton (1987) propone una mirada crítica a la psicología evolutiva
en la que se reconstruya el conocimiento humano a la luz de lo histórico, social y político para
poder entender las condiciones en que cada cual emerge como sujeto. El análisis de lo histórico
provee una dimensión subjetiva y biográfica de la persona, evitando la linealidad de la misma. Es
decir, la psicología evolutiva crítica debe tomar en cuenta un sujeto en relación al todo, no
dividido para así reconectarlo a las estructuras sociales de su momento. Coinciden con esta idea
las posturas de Morin y Lyotard quienes confieren suma importancia a la complejidad de las
relaciones humanas. “El pensamiento complejo (…) es aquel que siempre es local, ubicado en un
tiempo y en un momento. El pensamiento complejo no es el pensamiento completo (…) sabe de
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antemano que siempre hay incertidumbre (…) escapa al dogmatismo…” (Morin, 1994, p.440)
Lyotard añade la noción de sistema a su planteamiento: “La idea de actuación implica la de
sistema de fuerte estabilidad porque reposa sobre el principio de una relación”. (Lyotard, 1998,
p.101)
El estudio de lo infantil se interesó además por conocer la mente infantil y por el
conocimiento (cómo aprenden los niños) como una capacidad nítidamente biológica. Esto
reorientó la disciplina a investigaciones experimentales que comprueban la preocupación social
de que el niño/a se adapte y “funcione” en sociedad. Burman (1994), señala algunas limitaciones
a estas investigaciones. Una de estas es la situación provocada en el laboratorio, la cual no puede
aislarse de la relación bebé-madre y lo que no permite establecer claramente cuántas de estas
variables (percepción de profundidad, sonrisa, por ejemplo) están afectadas por dicha relación.
Esto deja claro que el/la bebé no es un cuerpo aislado de conocimiento y que siempre está
mediado por otro, que en este caso es la madre. Otra de las limitaciones que señala Burman es las
interpretaciones que se le dan a las respuestas del/la bebé, ya que tales interpretaciones están
atravesadas por el adulto y su entendimiento. “(…) No podemos establecer una clara distinción
entre lo que una bebé sabe de alguna manera y cómo ese conocimiento está eclipsado por las
llamadas variables de actuación (…)”. (Burman, 1994, p.50)
Por tanto, un segundo debate para la psicología del desarrollo son los problemas y las
limitaciones enfrentadas en las investigaciones que, más allá de proyectar objetividad, no deja de
implicar una situación social. Esto nos devuelve de alguna manera al primer debate ya señalado:
el problema de la ciencia y su aplicación a las acciones humanas y eventos sociales como forma
de control. Las investigaciones dejan al descubierto la preocupación por la adaptación del niño/a
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y el futuro adulto en el que se convertirá. Por otro lado, los resultados de dichas investigaciones
originan manuales, explicaciones y discursos sobre el lugar adecuado de los padres respecto a la
crianza de sus hijos/as sobre todo el lugar de la mujer-madre. Sin duda alguna, esto queda
grabado en el pensamiento colectivo de la sociedad y está presente en el día a día. Se atribuye
entonces, el amor materno como algo “natural” y esencial para la crianza del niño/a, la
dependencia de asesoramiento por parte de los expertos y profesionales, la idealización de la
familia nuclear y heterosexual. (Burman, 1994, p.81) Todo ello se convierte en presupuestos de
lo que deben ser las acciones de los padres y sugiere, además, un mayor control a más temprana
edad que de alguna manera refuerzan formas de organización política.
Quisiera abordar, dentro de este segundo debate, el asunto concerniente a la mujer como
punto de referencia en la crianza de sus hijos/as lo que, de cierta manera, se intercala con los
debates sobre el género y las formas de producción económica. Los programas de ayuda en los
que se inscribe la psicología evolutiva de forma implícita, envuelven a la mujer en patrones
normativos generalizados (como si todas las mujeres fueran iguales o tuvieran un solo hijo/a)
enfatizando en la educación de éstas. Es decir, existe una preocupación no genuina sobre la
mujer, su educación (alfabetización), alimentación e infancia, (niña = futura madre). Lo cual
evidencia que no existe una preocupación real respecto a ella como ser humano, sino, por su
vinculación al trabajo ó lo que ella pueda aportar a la economía y al capital. (Burman, 1996, pp.
225-228) En ello está presente una agenda oculta gubernamental que circula a través de estos
programas, en los que se enfatiza la ayuda económica y, la universalización de la educación
básica. Ambas como fuentes principales para el control de la natalidad.
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Un tercer debate aplicable a la psicología del desarrollo sería la presunción de inocencia o
ignorancia en referencia al niño/a. Así pues, se ve al niño/a próximo a la naturaleza, carente de
racionalidad al que se debe cuidar y proteger, acentuando su estatus de víctima. De igual forma
las mujeres cargaron con este referente de irracionalidad, de víctima y de necesidad de
protección. (Burman, 2008, pp.88, 89) Los libros de autoayuda y de psicología popular subrayan
la necesidad de reconectarse con el niño/a interior el cual es una especie de guía, de protector y
que denota una insatisfacción del adulto. Ese reconexión al niño/a interior devolverá al adulto a
su estado “natural” y redescubrimiento de su género del que participa el mercado. (Burman,
2008, p.87) Esto con el propósito de vender productos relacionados a la división del género:
autos, ropa, por ejemplo, y reproducir el poder entre ambos grupos.
Se sentimentaliza la infancia dejando entender la misma como algo vacío al que poco a
poco se debe ir llenando con significantes de lo que “debe ser”. Según Román (1998) la
categoría niño/a produce un saber a través de su no saber, de una necesidad de guía y de
protección. Erica Burman (2008) explica que esta noción de desconocimiento es peligrosa ya que
en ella se depositan intereses particulares de gobernabilidad dirigidos al control de la población.
La psicología del desarrollo ha intervenido no necesariamente de manera punitiva con el niño/a y
las familias, sino que ha reforzado sutilmente en la práctica diaria en ciertos parámetros para que
el niño/a cumpla con lo que se espera. “(…) Un proyecto de gobernabilidad, de manejo y
administración de las poblaciones, a través de las familias”. [Y de las escuelas] (Román, 1998, p.
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Al interior de este debate se enmarca también, la necesidad de control y de disciplina que
se debe tener para con el niño/a. Es decir, se recalca en la disciplina temprana para que el niño/a
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no se convierta en un futuro problema de orden público. Por tanto hay una especial preocupación
que concuerda muy bien con la medicación para tratar ciertas condiciones (ADHD, por ejemplo)
que garanticen y posibiliten la docilidad y el manejo del éste. “(…) The child at risk has become
a risky child (…)” (Burman, 2008, p.90) Esto implica que no solo debemos cuidar del niño/a
sino que debemos cuidarnos de ellos/as puesto que éstos podrían convertirse en criminales
futuros. Asimismo, existe la creencia generalizada de que el niño/a tiene la capacidad casi innata
de atentar contra el orden establecido, lo que también refuerza la segregación entre grupos, como
podrían ser los inmigrantes en un país. (Burman, 2008, p.92) Por tal razón, la intervención
temprana y preventiva en las escuelas y con la familia se hace urgente a través de la vigilancia
hacia el juego. El juego pasó a ser un acto político y productivo que más adelante se trasladaría a
la incorporación del trabajo. (Román, 1998, pp.15, 16)
Una vez identificados los tres ejes o debates en la psicología evolutiva se puede notar
como éstos no se dan de forma exclusiva, ni aislada. Todo lo contrario, el identificarlos me lleva
a reflexionarlos desde un marco amplio y complejo que encierra otros debates tales como las
políticas públicas, el uso y abuso de poder por parte de ciertos grupos, las relaciones de
producción económica, entre otras más. De acuerdo al momento histórico se han producido
sujetos distintos que internalicen y reproduzcan lo políticamente establecido. Actualmente
muchos de los supuestos en psicología y en lo concerniente al desarrollo están siendo
cuestionados, aunque continúen predominando ideales modernos (científicos y cuantificables) y
el ideal romántico del niño (su inocencia).
Es importante que estas críticas sean traídas al estudiante que se forma como futuro
profesional que atenderá al niño/a, bien sea en las escuelas, en la clínica o en otros escenarios
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laborales. Esto permite darnos cuenta de que el sujeto es producto y generador de la historia, que
no puede aislarse de ella. En la medida que tengamos conciencia de esto podremos entender y
atender el porqué de ciertos eventos, en vez del cómo se dieron los mismos. El profesional del
futuro deberá abrirse a lo complejo de las situaciones humanas, en lugar de encajonarlas y
categorizarlas. Deberá, también, tomar en consideración que la realidad es construida y que
somos responsables de lo que se va a construir en ella, es decir, a cuales grupos afectaremos con
nuestras decisiones. Como afirma Morin romper con un antiguo paradigma para abrir camino a
otro no se hace de un día a otro. “Estamos viviendo una gran revolución paradigmática. “(…)
Una gran revolución en las premisas de pensamiento necesita mucho tiempo. Es una revolución
muy difícil, lenta y múltiple”. (Morin, 1994, p.441)
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Referencias
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Burman, E. (1994). La construcción del sujeto y los supuestos sobre la familia. En: La
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Morin, E. (1984). Los mandamientos de la complejidad. En: Ciencia con conciencia. Barcelona:
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Morin, E. (1994). Epistemología de la complejidad. En: Nuevos paradigmas, cultura y
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