tratamientos termicos principales

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TEMA 41.- ACABADOS Y TRATAMIENTOS DE LOS METALES INDICE 1.-. INTRODUCCIÓN 2.- TRATAMIENTOS TÉRMICOS 2.1.- Temple 2.2.- Recocido y normalizado 2.3.- Revenido 3.- TRATAMIENTOS TERMOQUÍMICOS 4.- TRATAMIENTOS ANTICORROSIVOS 5.- OPERACIONES DE ACABADO TEMA 41.- ACABADOS Y TRATAMIENTOS DE LOS METALES 1.- INTRODUCCIÓN Actualmente, las posibilidades de modificar la estructura, constitución e incluso la composición química de los metales y aleaciones, se han extendido considerablemente. Pero siguen

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Page 1: Tratamientos termicos principales

TEMA 41.- ACABADOS Y TRATAMIENTOS DE LOS METALES

 

INDICE

1.-. INTRODUCCIÓN

2.- TRATAMIENTOS TÉRMICOS

            2.1.- Temple

            2.2.- Recocido y normalizado

            2.3.- Revenido

3.- TRATAMIENTOS TERMOQUÍMICOS

4.- TRATAMIENTOS ANTICORROSIVOS

5.- OPERACIONES DE ACABADO

 

 

TEMA 41.- ACABADOS Y TRATAMIENTOS DE LOS METALES

1.- INTRODUCCIÓN

Actualmente, las posibilidades de modificar la estructura, constitución e incluso la

composición química de los metales y aleaciones, se han extendido con-

siderablemente. Pero siguen siendo los tratamientos térmicos, los que más se

utilizan en la metalurgia actual.

Page 2: Tratamientos termicos principales

Los tratamientos térmicos son procesos donde únicamente se utiliza la tem-

peratura como magnitud variable modificadora de la microestructura y constitución

de metales y aleaciones, pero sin variar su composición química. El objetivo de los

tratamientos térmicos consiste en mejorar las propiedades mecánicas de metales

y aleaciones, de tal forma que unas veces interesa aumentar la dureza y

resistencia mecánica, y otras veces la ductilidad o plasticidad para facilitar su

conformación.

Por extensión, también se emplea la denominación de tratamientos a otras

técnicas, donde además de utilizar la temperatura como única variable a con-

siderar, se modifica también la composición química de una capa superficial de la

pieza. A estos tratamientos se les conoce con el nombre de tratamientos ter-

moquímicos.

Ambos tipos de tratamientos se pueden clasificar, atendiendo a los diversos

métodos que emplean:

a)   Tratamientos térmicos:

•    Temple

•    Recocido

•    Revenido

•   Normalizado

b)  Tratamientos termoquímicos:

•    Cementación

•   Cianuración

•   Nitruración

Page 3: Tratamientos termicos principales

•   Carbonitruración

•   Sulfinización

2.- TRATAMIENTOS TÉRMICOS

Los tratamientos térmicos se proponen modificar la estructura de los materiales

metálicos mediante calentamiento y dar con ello a los materiales otras pro-

piedades.

    Las herramientas y las piezas de máquina tienen que tener una dureza, una

permanencia de poder cortante y una resistencia adecuadas a la utilización que

han de tener. El filo de un cincel, por ejemplo, ha de estar enteramente templado.

Los dientes de una rueda dentada, por el contrario, deben tener capas exteriores

duras y con ello resistentes al desgaste. Los núcleos de los dientes, sin embargo,

tienen que permanecer tenaces con objeto de que puedan responder

elásticamente ante las solicitaciones a choques y a la flexión. Estas diferentes

propiedades pueden obtenerse mediante la elección de un material apropiado y de

un conveniente tratamiento térmico.

    Para las variaciones de propiedades en el acero no aleado el contenido de car-

bono es una circunstancia de carácter decisivo. Según sea el contenido de

carbono se pueden distinguir tres grupos principales de aceros no aleados:

Acero con un 0,77 % de contenido do C, acero eutectoide del griego (eu-~

tectoide, nivelado, igualado) tiene una cantidad equilibrada de ferrita y carburo de

hierro y forma por esta causa cristales homogéneos, uniformes. Estos cristales se

llaman perlita, a causa de su aspecto perlado, nacarado, en la micrografía

metalográfica

Acoro con menos de un 0,77% do C, acero hipoeutectoide que contiene de-

masiado poco C para poder formar estructura que esté constituida únicamente por

cristales de perlita; queda todavía ferrita sobrante. Son estructuras no equilibradas

Page 4: Tratamientos termicos principales

que se designan como ferrita-perlita . Los cristales de hierro puro (Fe) se llaman

ferrita

El acero con más de un 0,77% de C. acero hipereutectoide, contiene tanto C que

después de la formación de perIita queda todavía carburo de hierro sobrante

(cementita). Es una estructura no equilibrada y se designa con el nombre de

perlita-cementita. Los cristales de hierro y carbono (carburo de hierro Fe3C) se

llaman cementita. La cementita es el componente más duro de la estructura del

acero.

    Los diferentes estados de la estructura, que son dependientes del contenido de

C y de la temperatura, aparecen representados en el diagrama hierro-carbono de

la figura siguiente:

    En el caso del acero con un 0,77% de O se realiza la transformación de

estructura repentinamente al llegar, el calentamiento a los 723 ºC (punto de

transformación). En este punto se descompone la perlita y el carbono se disuelve

completamente en el hierro. Este proceso se consuma en el estado sólido, se

Page 5: Tratamientos termicos principales

forma una disolución sólida. La nueva estructura formada se llama austenita, por

el nombre del investigador inglés Austen.

En los aceros con menos de un 0,77 % de C al llegar con el calentamiento a los

723 ºC, línea P-S, pasa toda la perlita a solución sólida, mientras que la ferrita

restante se transforma en austenita en el campo de temperaturas comprendido

entre las lineas P-S y G-S. Por encima de la línea G-S ha pasado a austenita toda

la ferrita restante.

Los aceros con más de un 77% de C cambian su estructura al sobrepasar la línea

S- K. La perlita pasa a austenita; la cementita no se transforma. Para el temple se

calientan los aceros unos 30 a 60 ºC por encima de la línea G-S-K para tener

plena garantía de haberse obtenido una suficiente transformación estructural

(línea de temperaturas de temple H-J).

    En el enfriamiento lento vuelve la estructura a su estado de partida. Pero si el

acero se hace enfriar bruscamente desde un estado por encima de la línea H-J no

hay tiempo para la evolución regresiva de la estructura, sino solamente para la

transformación. De la austenita se forma una estructura que va desde estructura

de agujas finas hasta una estructura finamente granulada que es de dureza varias

veces mayor que la de la ferrita.

    Esta nueve estructura se llama martenslta, nombre dado en recuerdo del

investigador alemán Martens. En este proceso se apoya el templado de los

aceros.

    Para los aceros aleados no es aplicable el diagrama hierro-carbono, ya que la

influencia de los componentes de la aleación y la del carbono se sobreponen

frecuentemente.

              2.1.-  TEMPLE

            Tratamiento térmico de un material que consiste en calentarlo hasta la

temperatura de austenización durante un tiempo también previsto, y

Page 6: Tratamientos termicos principales

posteriormente enfriarlo rápidamente para favorecer la conversión de la austenita

en martensita.

    Es el tratamiento térmico convencional, y se usa para la obtención de aceros

martensíticos. Se caracteriza por enfriamientos rápidos y continuos en un medio

adecuado de temple: agua, aceite o aire. Las propiedades óptimas de un acero

templado se consiguen durante el tratamiento térmico del temple si la muestra

adquiere un alto contenido en martensita.

La capacidad de un acero aleado para transformarse en martensita durante un

determinado temple depende de la composición química y de un parámetro que

denominaremos templabilidad, que se define como la aptitud de la aleación para

endurecerse por formación de martensita, como consecuencia de un tratamiento

térmico.

               Ensayo de templabilidad

El procedimiento empleado para determinar el grado de templabilidad se conoce

como Ensayo Jominy. Este ensayo consiste en mantener constantes todos los

factores que influyen en la profundidad del endurecimiento de la pieza, excepto la

composición. El proceso se describe á continuación:

1. Una probeta normalizada de 25 mm de diámetro y 100 mm de longitud se

austeniza a una cierta temperatura durante un tiempo determinado.

2. Se saca del horno, y el extremo de la pieza se templa mediante un chorro de

agua de caudal y temperatura constante, de tal manera que la velocidad de enfria-

miento es máxima en el extremo templado y disminuye a lo largo de la probeta.

3. Una vez que la probeta se ha enfriado a temperatura ambiente, se desbasta

una tira de 0,4 mm de espesor y se determina la dureza a lo largo de los 50 mm

primeros. Se traza una curva de templabilidad, representando los valores de

dureza en función de la distancia al extremo templado.

Page 7: Tratamientos termicos principales

               Curvas de templabilidad

En la Figura siguiente se representa una gráfica de templabilidad típica. El

extremo templado se enfría más rápidamente y presenta un máximo de dureza. En

este punto, y en la mayoría de los aceros, la microestructura coincide con el 100

por 100 de martensita. La velocidad de enfriamiento decrece con la distancia del

extremo templado, y, en consecuencia, la dureza disminuye. Al disminuir la

velocidad de enfriamiento, el carbono dispone de más tiempo para la difusión y

facilita la formación de perlita más blanda, que puede estar mezclada con

martensita.

Page 8: Tratamientos termicos principales

La templabilidad es una medida cualitativa de la velocidad con que la dureza

disminuye en función de la distancia al extremo templado. Un acero con alta

templabilidad mantiene valores elevados de dureza durante distancias re-

lativamente largas. Un acero aleado tiene una única curva de templabilidad.

A veces resulta más conveniente relacionar la dureza con la velocidad de

enfriamiento, en lugar de hacerlo con la distancia al extremo templado.

               Factores que influyen en el temple

La velocidad de enfriamiento de una muestra depende de la rapidez de elimi-

nación de energía térmica, que es función a su vez de:

1. Composición del acero.

2. Temperatura a la que hay que calentar.

3. Tiempo de calentamiento.

4. Velocidad de enfriamiento.

5. Características del medio donde se realiza el temple.

6. Tamaño y geometría de la muestra.

•    Medios de temple

De los tres medios más comunes que se utilizan para templar: agua, aceite y aire,

el agua es el que produce temples más rápidos o severos, seguido a continuación

del aceite que es más efectivo que el aire. El grado de agitación de los medios

también influye en la velocidad de enfriamiento, y una mayor agitación implica una

mayor velocidad de enfriamiento, lo que aumenta la efectividad del temple.

Page 9: Tratamientos termicos principales

Para aceros de alto contenido en carbono, el temple en agua puede resultar

demasiado severo porque produce deformaciones y grietas. Para evitar este

incremento se utilizan los aceites como medio de temple.

El temple al aire de los aceros al carbono provoca una microestructura casi

totalmente perlítica.

•   Agua. Es un medio rápido de enfriamiento, se consiguen temples muy fuertes y

se utiliza para templar aceros al carbono. Es necesaria una cantidad de agua

suficiente para que la temperatura de la misma no suba de los 30 0C. Las piezas

se han de agitar dentro del medio acuoso, para evitar la formación de una burbuja

de vapor alrededor de la pieza, que actuaría de aislante térmico y retardaría el

enfriamiento.

•   Aceite. Los aceites, como tienen un calor específico menor que el agua y son

más viscosos, enfrían más lentamente que el agua y, por tanto, consiguen temples

más suaves. Se emplean para aceros aleados. También es conveniente agitar

para evitar la formación de vapor.

               Tipo de temple

Se clasifican según los resultados obtenidos y el proceso de ejecución que han

seguido:

•   Temple continuo de austenización completa. Se aplica a los aceros hi-

poeutectoides. Se calienta el material 50 0C por encima de la temperatura crítica

superior, y se enfría en el medio más adecuado. El principal componente

estructural es la martensita

•   Temple continuo de austenización incompleta. Se aplica a los aceros hi-

pereutectoides. La temperatura de calentamiento está 50 0C por encima de la

temperatura crítica superior, Ac1, entonces, la perlita se transforma en austenita

quedando intacta la cementita. Se enfría a velocidad superior a la crítica, con lo

que la estructura resultante será mixta, a base de martensita y cementita.

Page 10: Tratamientos termicos principales

•   Temple martensítico o martempering. Se calienta el acero a la temperatura

de austenización, y se mantiene el tiempo necesario para que se transforme toda

la austenita. Posteriormente, se enfría en baño de sales manteniendo la

temperatura constante durante un tiempo por encima de M. [Fig. 5.4(d)]. En este

período, la austenita no tiene que sufrir ninguna transformación.

•   Temple austempering. Es similar al anterior, con la única diferencia de que el

tiempo de permanencia en las sales de enfriamiento debe ser suficientemente

largo para que atraviese las curvas y la austenita se transforme en bainita.

•   Temple superficial. Consiste en calentar rápida y superficialmente un material,

de tal forma que sólo una capa delgada alcanza la temperatura de transformación

austenística; seguidamente se enfría rápidamente. De esta forma, el núcleo de la

pieza permanece inalterable, blando y con buena tenacidad, frente a la superficie

que se transforma en dura y resistente al rozamiento. El calentamiento se puede

realizar mediante soplete oxiacetilénico o por inducción eléctrica.

2.2.- RECOCIDO

Tratamiento térmico de un material que consiste en calentarlo hasta una tem-

peratura determinada durante un tiempo también previsto, y posteriormente en-

friarlo lentamente. Las variables fundamentales que manejamos son el tiempo y la

temperatura.

Los objetivos que se persiguen con este tratamiento térmico son variados: reducir

la dureza, eliminar tensiones residuales, mejorar la tenacidad, recuperar la

ductilidad, afinar el tamaño del grano, reducir la segregación, o bien alterar las

propiedades mecánicas, eléctricas o magnéticas del material.

Todo proceso de recocido consta de tres etapas fundamentales:

1.  Calentamiento hasta una temperatura prefijada.

2.  Mantenimiento de la temperatura anterior durante un tiempo conveniente.

Page 11: Tratamientos termicos principales

3.  Enfriamiento lento hasta temperatura ambiente, pero también realizado a una

velocidad conveniente.

Como se puede observar, el tiempo constituye la variable fundamental a controlar.

Tanto en el calentamiento como en el enfriamiento, existen variaciones de

temperatura entre el interior y el exterior de las piezas a tratar. Por consiguiente, el

tiempo y la velocidad de variación de temperatura estarán en función del tamaño y

geometría de la pieza. Si la velocidad de variación de temperatura es muy grande,

provoca tensiones internas en las piezas, que inducen a la aparición de

deformaciones e incluso de agrietamientos. El tiempo de recocido debe ser lo

suficientemente largo para permitir la transformación estructural deseada.

Los tratamientos de recocido se utilizan para eliminar los defectos del conformado

en frío, es decir, para ablandar y ductilizar un metal agrio. Se aplica en las

conformaciones de hechurado que necesitan gran deformación plástica. Durante

su aplicación tienen lugar fenómenos de recristalización. Generalmente, las tem-

peraturas de recocido son relativamente bajas, con el fin de eliminar los efectos de

las deformaciones en el enfriamiento.

Page 12: Tratamientos termicos principales

La línea de fase A1 la denominamos de temperatura crítica inferior. Por debajo de

ella, y en condiciones de equilibrio, la austenita se convierte en ferrita y cementita.

Las líneas de fase A3 y Acm representan las líneas de temperatura crítica superior

para los aceros hipoeutectoides e hiperutectoides, respectivamente.

En un recocido de regeneración, se calienta un acero hipoeutectoide hasta 30 a

600C por encima de la temperatura A3, para que la estructura se transforme toda

en una fase única de austenita, homogénea, de composición uniforme y a

temperatura constante, a la que se mantiene durante un tiempo, para luego

enfriarlo lentamente a velocidad controlada por debajo de la temperatura A1. Como

Page 13: Tratamientos termicos principales

regla general, la permanencia a alta temperatura suele ser de dos horas por cada

cinco centímetros de espesor en la sección más gruesa, aunque la necesidad de

ahorrar energía ha motivado la reducción de este tiempo. El enfriamiento desde la

temperatura de recocido suele hacerse dentro del horno, haciendo que la

temperatura disminuya a razón de 10 a 300C por hora, hasta unos 300C por debajo

de la temperatura A1, a lo que sigue un enfriamiento al aire hasta la temperatura

ambiente. La estructura resultante es perlita basta (láminas muy espaciadas) con

el excesode ferrita que prediga el diagrama. El material queda muy blando y dúctil.

Para los aceros hipereutectoides el procedimiento es básicamente el mismo, salvo

que el calentamiento llega sólo hasta la zona de austenita con cementita (de 30 a

600C por encima de A1), pues si el metal se enfriase lentamente desde la zona de

austenita pura, en los bordes de grano podría formarse una red perlítica que lo

haría frágil. Correctamente recocido, un acero hipereutectoide debe presentar una

estructura perlítica basta, con el exceso de cementita disperso en forma esferoidal.

Los recocidos de regeneración son procesos largos y consumen una energía con-

siderable al tener que mantener temperaturas elevadas. Cuando no es preciso

ablandar demasiado y se busca ahorrar energía, puede hacerse un normalizado.

Éste consiste en calentar el metal hasta 600C por encima de A3 (hipoeutectoide) o

de Acm (hipereutectoide), temperatura en la que se mantiene hasta conseguir

austenita uniforme, para sacarlo a continuación del horno y dejarlo enfriar en aire

encalmado.

Con este tratamiento pueden conseguirse una gran variedad de estructuras; sin

embargo, lo que se produce generalmente es perlita fina con ferrita o cementita en

exceso.

Cuando un acero ha sufrido un trabajo en frío y se ha endurecido fuertemente por

acritud, es muchas veces deseable recuperar la ductilidad, bien para servicio o

para que en los procesos posteriores no haya peligro de fractura. A este objeto es

Page 14: Tratamientos termicos principales

frecuente el recocido de ablandamiento. En este caso, el metal se calienta hasta

una temperatura levemente inferior a A1, a la que permanece el tiempo suficiente

para conseguir el ablandamiento, y luego se enfría a la velocidad conveniente

(habitualmente al aire). Aquí no se forma austenita y, por ello, lo único que ocurre

es que las fases existentes cambian de morfología. Como el material no se

calienta a una temperatura tan alta como en otros tratamientos, los recocidos de

ablandamiento son algo más baratos, más rápidos y no propenden a formar tanta

cascarilla.

Para eliminar tensiones residuales en grandes piezas de acero fundido y en es-

tructuras soldadas se recurre al recocido de alivio de tensiones. En éstos se

calienta la pieza hasta una temperatura inferior a A1 (de 550 a 6500 C), se

mantiene así un tiempo y luego se enfría lentamente. Según sea la pieza, varían

tiempos y temperaturas.

Cuando un acero de carbono alto debe prepararse para mecanizado o confor-

mado, se hace uso de un tratamiento llamado recocido globular. El objeto de éste

es producir una estructura en la cual toda la cementita aparezca en forma de

esferoi. des o glóbulos pequeños y bien dispersos en una matriz ferrítica. Existen

varias técnicas para conseguirlo; entre ellas: (1) calentamiento largo a una

temperatura ligeramente inferior a A1, seguida de un enfriamiento relativamente

lento, (2) ciclado de larga duración entre una temperatura un poco superior a A1 y

otra un poco menor que ésta, o bien (3), en el caso de aceros para herramientas y

de alta aleación, calentamiento hasta los 750 u 8000C, o más, permanencia a esta

temperatura durante varias horas y luego enfriamiento lento.

Aunque la elección de un tratamiento térmico de preparación suele ser depen-

diente de los objetivos, el factor predominante es la composición del acero. Los

aceros de carbono bajo (menos del 0,3% de C) preferentemente se normalizan o

sufren recocidos de ablandamiento. En los aceros de contenido de carbono medio

(del 0,4 al 0,6%) se recurre al recocido de regeneración. Los aceros con un

contenido de carbono superior al 0,6% requieren generalmente recocidos

Page 15: Tratamientos termicos principales

globulares. En la figura 6-2 se resumen gráficamente los tratamientos térmicos

industriales.

                                              Normalizado

    Los aceros que se han deformado plásticamente por laminación, por ejemplo,

tienen una microestructura perIítica, con tamaños de grano relativamente grandes

y de forma irregular. Se les aplica un tratamiento térmico al que llamamos

normalizado, mediante el cual se afina el acero (disminuye su tamaño de grano

medio) y se provoca una distribución de tamaños más uniforme.

El normalizado se realiza calentando el material a una temperatura entre 55 y 85 0C superior a la temperatura crítica superior. El valor exacto depende de la

composición.

Transcurrido un tiempo conveniente, hasta convertir la ferrita en austenita, se

finaliza el proceso de normalizado, con un enfriamiento relativamente rápido al

aire.

              Recocido total

Es un procedimiento que se aplica a los aceros de contenido de carbono bajo y

medio, que se han conformado por mecanizado o se han deformado mucho en un

proceso de hechurado en frío. La aleación se austeniza calentando de 1 5 a 40 0C

por encima de las líneas GS o PS. Se deja enfríar lentamente dentro del horno,

proceso que suele durar varias horas. La microestructura que resulta de dicho

proceso es la correspondiente a perlita gruesa.

.             Recocido de Globulización

Los aceros medios y altos en carbono tienen una microestructura consistente en

perlita gruesa, demasiado dura para la deformación plástica y para el mecanizado.

Estos aceros se pueden recocer para desarrollar la microestructura de

esferoiditas. Este acero globulizado tiene la máxima blandura y ductilidad, y es

Page 16: Tratamientos termicos principales

fácilmente mecanizable o deformable. El tratamiento térmico consiste en calentar

la aleación a una temperatura justo  por debajo de la S-K, a 700 0C. El tiempo de

globulización suele durar de 1 5 a 25 horas.

              2.3.- REVENIDO

Es un tratamiento que sigue al temple con objeto de eliminar la fragilidad y las

tensiones ocasionadas.

Consiste en un calentamiento de las piezas templadas a una temperatura inferior

al punto Ac1, para lograr que la martensita se transforme en una estructura más

estable. El proceso termina con un enfriamiento más bien rápido.

Los factores que más influyen en los resultados del revenido son la temperatura y

el tiempo de calentamiento.

3.-        TRATAMIENTOS TERMOQUÍMICOS

Page 17: Tratamientos termicos principales

    Con estos tratamientos se modifica la composición química de la superficie de

la pieza, introduciéndole ciertos elementos mediante el proceso de difusión,

fundado en la movilidad de los átomos en estado sólido a temperaturas elevadas.

El fenómeno se conoce con el nombre general de cementación.

    Mediante estos procesos se trata de conseguir algunos de los siguientes fines:

            -Aumentar la dureza superficial, sin alterar la ductilidad y resiliencia del

núcleo

            -Favorecer las cualidades de lubricación y rozamiento

            -Aumentar la resistencia al desgaste

            -Aumentar la resistencia a los esfuerzos de fatiga

            -Mejorar la resistencia a la corrosión

    Dependiendo la naturaleza del agente cementate distinguimos entre

cementación sólida, líquida o gaseosa.

    CEMENTACIÓN SÓLIDA

•   Cementación con C: se denomina también cementación y carburación.

Consiste en aumentar la concentración de C en la superficie de un acero,

calentándolo a la temperatura de austenización en presencia de un medio

cementante. Éste ha de ser capaz de cederle C en estado atómico, el cual se

difunde por su interior formando una solución sólida, cuyo espesor varía en

función del tiempo. Por temple posterior se consigue la dureza superficial y

resistencia al desgaste, junto a elevadas características de ductilidad y resiliencia.

                  Factores que influyen en el proceso:

    -Composición del acero: suelen ser de bajo contenido en C

Page 18: Tratamientos termicos principales

    -Agente cementante: ha de poder suministrar carbono atómico. Se utiliza

frecuentemente CO.

      2CO + Fe    =    Fe    (C) + CO2

    -Temperatura de cementación: debe mantenerse por encima de la temperatura

crítica a fin de que el acero se encuentre como austenita.

    -Tiempo de cementación: a igualdad de los restantes factores, el espesor de la

capa cementada crece con la duración del proceso. A medida que aumenta la

concentración de C en la superficie, el proceso se hace más lento.

    El proceso de cementación se realiza de la siguiente manera: se introducen las

piezas ya maquinadas con sobreespesores de 0.2-0.3 mm, completamente

rodeadas de agente cementante sólido en cajas metálicas herméticamente

cerradas, taponando las juntas con arcilla refractaria. Las cajas así preparadas se

introducen en un horno a temperaturas comprendidas entre 900-1000 ºC y se

mantienen en él durante el tiempo necesario para conseguir el espesor de capa

que se desee. Se sacan las cajas del horno y cuando están frías, se extraen las

piezas y se les da el tratamiento térmico adecuado. En las piezas en que sólo se

desea cementar determinadas zonas, hay que proteger las restantes

recubriéndolas con agentes anticementantes como hilo de amianto, tierra

refractaria, etc. Como la cementación en cajas es un proceso largo y costoso, que

no permite el empleo de dispositivos automáticos ni el tratamiento de piezas muy

voluminosas, está siendo cada vez más desplazado por la cementación con

líquidos y gases.

CEMENTACIÓN LÍQUIDA

-     Carburación: se trata de una cementación en líquido. Las piezas

completamente limpias y exentas de humedad, se introducen en una mezcla de

sales fundidas entre las que siempre se encuentra como componente fundamental

Page 19: Tratamientos termicos principales

del cianuro sódico (CNNa) y otras que actúan como diluyentes o agentes

catalíticos.

La acción carburante de estas sales fundidas es muy rápida, pero la capa que se

obtiene es relativamente delgada y muy dura, aunque también es posible obtener

penetraciones de hasta 3 mm. Terminada la cementación, se sacan las piezas del

baño y se sumergen en agua o aceite fríos. Este procedimiento presenta la ventaja

de poder emplear dispositivos automáticos, tanto para la cementación como para

el temple, además de ser más rápido, permite un mejor control sobre la

penetración, da piezas más limpias y mayor homogeneidad en la capa cementada.

•    Cianuración. Consiste en crear en las piezas de acero una capa superficial

rica en C y N, introduciéndolas en un baño líquido (mezcla de cloruro, cianuro y

carbonato sódico). A la temperatura del proceso (800-900 ºC), en presencia de

oxígeno del aire se forma una difusión de C y N en la superficie del acero.

Posteriormente se da un temple para aumentar la dureza.

•    Sulfinización. Es un tratamiento termoquímico que consiste en introducir una

pequeña capa superficial a base de azufre, nitrógeno y carbono en aleaciones

férricas y de cobre. De esta manera, se consigue mejorar la resistencia al

desgaste, favorecer la lubricación y evitar el agarrotamiento. Las herramientas

sometidas a este tratamiento tienen una duración cinco veces mayor que sin

sulfinizar.

      Se introducen las piezas en baños a 560-570 ºC formados por una mezcla de

cianuro, sulfito o hiposulfito anhidro, carbonato sódico y cloruro bárico.

              La capa sulfinizada, sin aumento de dureza con respecto a la del metal

base favorece la lubricación, mejora las características de resistencia al desgaste,

evita el agarrotamiento y se autopropaga hacia el interior.

Page 20: Tratamientos termicos principales

 

CEMENTACIÓN EN GASES

            -Carburación gaseosa: se colocan las piezas en un horno a temperaturas

de 850-950 ºC en presencia de una atmósfera carburante a base de CO y diversos

gases diluyentes, cuya misión es impedir la tendencia de los hidrocarburos a la

formación de hollín sobre las piezas. Este método presenta ventajas cuando se

tienen que tratar un gran número de piezas o si son muy voluminosas. Por otra

parte las piezas salen completamente limpias, y es posible un control riguroso de

la temperatura del horno, así como de la composición y dosificación de los gases.

•   Nitruración. Es un tratamiento de endurecimiento superficial aplicado a ciertos

aceros y fundiciones. Se obtienen durezas muy elevadas, del orden de 1200

unidades Brinell. Los aceros o fundiciones nitrurados son superficialmente muy

duros y resistentes a la corrosión. La nitruración se efectúa en hornos especiales,

exponiendo las piezas a una corriente de amoníaco a una temperatura de 500 a

525 0C. El amoniaco se disocia en la superficie de las piezas y el N atómico

liberado se difunde con facilidad en el hierro.

Este procedimiento se aplica a aquellas piezas que se hallan sometidas

simultáneamente a esfuerzos de choque y rozamiento tales como engranajes,

cigüeñales, bulones, camisas de cilindros, árboles de levas, ejes de cardán,

piñones y aparatos de medida.

    Además de gran dureza se consiguen superficies resistentes al desgaste y

disminución en el coeficiente de rozamiento.

          -Carbonitruración: tiene por objeto la formación de una capa rica en C y N

en un producto siderúrgico, calentándolo a temperaturas entre 650-850 ºC, en una

atmósfera gaseosa formada por una mezcla de hidrocarburos, amoniaco y óxido

de carbono.

4.- TRATAMIENTOS ANTICORROSIVOS

Page 21: Tratamientos termicos principales

      Los materiales están expuestos continuamente a los más diversos ambientes.

La interacción material-ambiente provoca, en muchos casos, la pérdida o deterioro

de las propiedades físicas del material. Los mecanismos de deterioro son dife-

rentes según se trate de materiales metálicos, cerámicos o polímeros.

            En los materiales metálicos, el proceso de deterioro se denomina oxidación

y corrosión.

Podemos definir la corrosión como el deterioro lento de un material por la acción

de un agente exterior.

En los procesos de oxidación, los metales pasan de su estado elemental a formar

iones positivos (cationes) por pérdida de electrones:

                                               M —Mn+ + ne-

donde n es el número de electrones que se pierden.

En el deterioro de materiales, podemos distinguir dos procesos:

•    Oxidación directa: muchos metales pueden ser alterados desde la superficie

por ataques químicos. En estas reacciones juegan un papel importante el oxígeno

u otros agentes oxidantes.

                        2 Fe + 0 2 — 2 FeO

                        Fe + S —> FeS

         Si con la oxidación se forma una capa densa y consistente, como pasa por

ejemplo con el cobre y aluminio, esa capa actúa como protección contra el

proceso de la corrosión. Si por el contrario, en la corrosión química se produce

una capa suelta y porosa, por ejemplo la herrumbre u orín, no se obtiene ninguna

protección y el proceso continua

Page 22: Tratamientos termicos principales

•    Corrosión electroquímica: se origina por la presencia de pilas

electroquímicas en las que el metal actúa como ánodo, y por tanto, se disuelve.

Este tipo de corrosión exige la presencia de ambientes acuosos, y en general con

medios electrolíticos.

      En el caso de la oxidación directa toda la superficie de la pieza es prácticamente

afectada por igual, en cambio en la corrosión electroquímica solamente se ven

afectadas las partes anódicas, pero no las catódicas.

      Una pila electroquímica se forma cuando dos piezas de metal se ponen en

contacto a través de un líquido conductor o electrolítico. El circuito eléctrico que se

forma produce fenómenos de electrodeposición como la corrosión electroquímica,

en la que el metal que actúa como ánodo cede electrones  al circuito y se corroe.

En el caso de la oxidación directa, toda la superficie metálica es afectada

prácticamente por igual. En cambio, en las piezas que sufren corrosión elec-

troquímica, solamente son afectadas las áreas anódicas, pero no las catódicas.

               Medidas de protección contra la corrosión

La problemática de la corrosión es importante, pero no imposible de solucionar. Se

utilizan diversas técnicas para controlar y evitar la corrosión. A continuación

citaremos algunos factores que es preciso tener en cuenta para aminorar el efecto

de la corrosión, e incluso para evitar la misma:

1. Impedir la formación de pilas galvánicas, utilizando aislantes eléctricos.

2. Tratar siempre de que el área del ánodo sea siempre mucho mayor que la del

cátodo. De esta forma, las reacciones catódicas pueden minimizarse.

3. Diseñar recipientes para la contención de líquidos cerrados y procurar que no

se acumule líquido estancado. Los depósitos parcialmente llenos experimentan la

corrosión de línea de nivel. Los depósitos abiertos disuelven continuamente gases,

Page 23: Tratamientos termicos principales

proporcionando iones que intervienen en la reacción catódica y aumentan las

celdas por concentración.

4. Evitar hendiduras o grietas entre los materiales armados o unidos.

               Medios de protección

•    Recubrimientos

Se utilizan para guardar las regiones del cátodo y del ánodo. Los de tipo temporal,

como la grasa o aceite, proporcionan cierta protección, pero se eliminan fácilmen-

te. Las pinturas, o los de tipo cerámico, dan una mayor protección. Si se interrum-

pe ésta, aunque sea puntualmente, tiene lugar una corrosión rápida y localizada.

Los recubrimientos metálicos incluyen el acero galvanizado (deposición de Zn) y la

deposición de Sn, y se comportan de manera contraria. Si se produce cualquier

interrupción en la protección de Zn, el acero sigue protegido porque el Zn es

anódico con respecto al acero. Sin embargo, en la misma situación, el Sn no

protege al acero, ya que éste es anódico con respecto al Sn.

•    Inhibidores

Algunos productos químicos, añadidos a la solución de electrólito, emigran

preferentemente hacia la superficie del ánodo o del cátodo, formando un

compuesto insoluble sobre la superficie del metal, y produciendo una polarización

por concentración o por resistencia. Los inhibidores disminuyen la velocidad de

corrosión.

Las sales de Cr realizan esta función en los radiadores de los automóviles. Los

inhibidores se emplean mucho en el decapado ácido, para disminuir la velocidad

de ataque del ácido sobre la superficie del metal, sin interferir en la eliminación de

la capa de óxido. Existen dos clases de inhibidores: los anódicos y los catódicos.

•    Pasivadores (protección anódica)

Page 24: Tratamientos termicos principales

En determinados metales se forma una superficie que detiene la erosión apenas

iniciada. Se dice que estos metales tienen pasividad natural, como ocurre con el

aluminio. Este efecto también se puede conseguir de forma técnica tratando

previamente el material. Como ejemplo, el acero se sumerge en ácido nítrico

concentrado, resultando así protegido frente al ataque del nítrico diluido, ya que

sin esta pasivación provocada, el nítrico diluido ataca al acero. No se conocen a

ciencia cierta los mecanismos de actuación de los pasivadores, únicamente se

sabe que su acción se debe a la formación de películas protectoras, bien sean de

gases oxígeno e hidrógeno o sólidos (óxidos).

Los más utilizados son el minio (Pb304) y el cromato de cinc (ZnCrO4).

•    Protección catódica

Se puede proteger un metal forzándolo a comportarse como un cátodo, sumi-

nistrándole electrones. Para ello utilizamos un ánodo de sacrificio, el cual se

corroe y acaba destruyéndose aportando electrones al metal, y evita, de esta

manera, una reacción anódica en el mismo. Los materiales del ánodo de sacrificio

son el cinc o el magnesio.

Este método se emplea para la protección de tuberías enterradas, barcos,

plataformas marinas, calentadores de agua, etc.

Otra forma de conseguir el mismo efecto consiste en obtener un potencial del

circuito formado por una fuente de alimentación directa conectada entre un ánodo

auxiliar y el metal a proteger que actúa de cátodo (Fig. 5.1 5).

Se forma una batería, de forma que los electrones fluyen hacia la tubería (cátodo),

mientras que el ánodo auxiliar se corroe.

     Protección por selección de materiales

Un medio de proteger las piezas consiste en fabricarlas con materiales auto-

protectores, es decir, metales que tengan la suficiente resistencia contra la oxi-

Page 25: Tratamientos termicos principales

dación y corrosión. El cromo, níquel, platino, oro y wolframio, entre otros, son muy

resistentes a la corrosión atmosférica y a la acción de muchos ácidos.

Se emplean mucho las aleaciones autoprotectoras, más económicas y de mejores

prestaciones que los metales puros. Las más utilizadas son los aceros inoxidables

y los aceros al níquel. Otras aleaciones que últimamente han introducido como

autoprotectores son las basadas en níquel, cobre y aluminio. Por ejemplo, el

inconel (80 por 100 Ni; 14 por 100 cr, y 6 por 100 Fe) se emplea en las industrias

lecheras; otro material muy utilizado es el monel.

•    Decapado

Antes de aplicar cualquier recubrimiento es imprescindible eliminar la capa de

laminación y orín de las piezas de acero. Esta operación se denomina decapado.

Puede realizarse por procedimientos mecánicos, químicos y electrolíticos.

•   Mecánico. Es un proceso que puede realizarse mediante un cepillo metálico

(carda). La apariencia del metal tras el cepillado es la de un material que ha

quedado completamente limpio. No obstante, siempre quedan residuos

perjudiciales para los posteriores tratamientos. Se logra un decapado mecánico

más intenso empleando un chorro de arena o de perdigones.

•   Químico. Es el procedimiento más utilizado, sobre todo como procedimiento

previo al galvanizado. Se usan ácidos para la limpieza, como sulfúrico al 10 por

100, a temperatura de 80 0C, durante 5 minutos; o clorhídrico al 20 por 100, en

frío. Como ya hemos dicho anteriormente, es necesario añadir inhibidores para

que el metal no sea atacado excesivamente. Los inhibidores más comunes son el

agua-agar y el tan i no.

•    Electrolítico. En este caso utilizamos las piezas de acero como ánodos

en una solución de ácido sulfúrico al 30 por 100, que contiene bicromato potásico.

La densidad eléctrica empleada es de unos 10 amperios por dm2.

Page 26: Tratamientos termicos principales

5.- OPERACIONES DE ACABADO

    Una buena proporción de la totalidad de los productos manufacturados deben

recibir algún tipo de tratamiento superficial, por motivos de embellecimiento o de

protección, antes de que puedan venderse o utilizarse. El manipuleo y las distintas

operaciones de fabricación dejan en ellos arañazos, rebabas, puntos u otras

imperfecciones que deslucen su aspecto o suponen un peligro potencial para el

usuario. Los materiales más empleados, como son la mayoría de fundiciones y

aceros, no poseen intrínsecamente los colores que los usuarios, con razón o sin

ella, desean, particularmente en lo que respecta a los bienes de consumo

producidos en grandes cantidades. Por otra parte, es frecuente que los materiales

no sean suficientemente resistentes a los ambientes en los cuales van a prestar su

servicio. Además, a medida que los materiales escasean y se encarecen más,

apremia más la necesidad de sustituirlos por otros materiales básicamente

inferiores modificando la superficie de éstos para que soporten las condiciones de

servicio. Como resultado, una vez que alcanzan su geometría final, la mayoría de

los manufacturados requieren una o más operaciones suplementarias para

limpiarlos, protegerlos o colorearlos.

Estos tratamientos, ornamentales o protectores, aumentan el costo de los manu-

facturados. Además, al igual que en otras operaciones de fabricación, muchas

veces hay una relación definida entre el diseño y estas operaciones de acabado.

En los últimos años, se ha dedicado mucha atención al desarrollo de operaciones

y maquinaria de acabado que permita aplicarlas, a bajo costo, a fabricaciones en

serie.

            A) Pinturas:

    La pintura es, con mucho, el acabado que más reciben los productos

manufacturados y en el mercado hay presente una extensísima gama de pinturas

capaces de cumplir con los requerimientos más variados. Actualmente, la mayoría

de las pinturas y esmaltes son compuestos orgánicos sintéticos que se secan por

polimerización o por una combinación de polimerización y adsorción de oxígeno.

Page 27: Tratamientos termicos principales

El vehículo de suspensión de los pigmentos es frecuentemente agua. Para

acelerar el secado puede aplicarse un calor suave, pero numerosas pinturas y

esmaltes sintéticos se secan en menos de una hora sin necesidad de calor. Los

antiguos esmaltes y pinturas al aceite tardan en secarse un tiempo excesivo para

las fabricaciones en serie y, por ello, apenas se utilizan.

 Las lacas nitrocelulósicas, si bien se secan rápidamente y son capaces de dar

unos acabados muy bellos, no resultan suficientemente duraderas para la mayoría

de los usos comerciales. Las pinturas alquídicas son de uso general, pero carecen

de durabilidad suficiente en condiciones de servicio rigurosas. Los esmaltes

acrílicos se emplean mucho en carrocerías de automóvil. Las siliconas y los

fluoropolímeros son productos especiales, por cuyo alto precio sólo se justifica su

utilización cuando importan sus propiedades especiales.

Las pinturas asfálticas, que son soluciones de asfalto en algún solvente, tal como

bencina o toluol, siguen empleándose extensamente, particularmente en la

industria eléctrica, donde se requiere resistencia a la corrosión pero no prima el

aspecto.

    En fabricación, la pintura se aplica casi toda por alguno de estos cuatro

procedimientos: inmersión, rociado a mano, rociado automático o deposición

galvánica. En la mayoría de los casos se requieren al menos dos manos de

pintura. La primera mano, o capa de fondo, sirve principalmente para (1) asegurar

la adhesión, (2) producir un efecto de enrasamiento, rellenando las porosidades

leves y otras imperfecciones de la superficie, y (3) mejorar la resistencia a la

corrosión y evitar así que las capas posteriores se desprendan en servicio. Estas

propiedades las tienen menos las pinturas altamente pigmentadas que se emplean

para dar las manos finales, a causa de sus mejores colores y apariencia. Cuando

se aplican varias capas, hay que asegurarse de que los excipientes líquidos, o

vehículos, de suspensión no ablanden indebidamente las capas anteriores.

Page 28: Tratamientos termicos principales

La pintura por inmersión está muy extendida. Las piezas se sumergen a mano en

la pintura, o bien se hacen pasar por el seno de ésta llevadas por un

transportador. Así, evidentemente, se cubre toda la pieza, por lo que es ésta una

técnica muy sencilla y económica en general cuando hay que pintar todas las

superficies. Por tanto, se utiliza para dar las capas de fondo y para pintar piezas

pequeñas cuando la pérdida de pintura por sobrerrociado resulte excesiva si se

pinta por rociado ordinario. Por otra parte, la cantidad innecesaria de pintura

puede hacer antieconómico este procedimiento cuando sólo algunas de las

superficies necesitan realmente pintura, o bien cuando bastan unas capas muy

tenues y uniformes de algunas de las imprimaciones modernas, especialmente en

objetos grandes como carrocerías de automóvil. Otras dificultades de la técnica de

inmersión son la tendencia de la pintura a correrse, produciendo así una superficie

de aspecto ondulante, y la última gota de pintura que suele quedar en el punto de

escurrimiento más bajo. Es además imprescindible que la pintura contenida en los

tanques de inmersión se mantenga ininterrumpidamente agitada y sea de

viscosidad uniforme.

La pintura por rociado sea probablemente el proceso de pintura más utilizado; ello

debido a su versatilidad y economía de material. Esta es pulverizada neumática-

mente, por presión mecánica o electrostáticamente. La aplicación puede ser

manual o automática. En el primer caso, la pulverización puede ser neumática o

mecánica y la rociada se proyecta sobre la pieza con una pistola manejada a

mano. El operario debe actuar con una destreza considerable para conseguir un

cubrimiento adecuado sin que la pintura «se corra» o «chorree» hacia abajo. Por

tanto, si se siguen los métodos tradicionales, sólo una película muy tenue puede

depositarse cada vez, normalmente de no más de 0,02 mm. En consecuencia,

usualmente deben aplicarse varias manos, con tiempos intermedios para secado.

En el rociado en caliente pueden aplicarse en una operación capas más espesas.

En esta técnica la pintura se rocía en caliente.

Es evidente que la pintura por rociado a mano es cara desde el punto de vista de

la mano de obra y, por tanto, se sustituye por métodos automáticos siempre que

Page 29: Tratamientos termicos principales

es posible. La instalación automática más simple consiste en un transportador de

cadena que lleva las piezas a lo largo de una sucesión de rociadores. Sin

embargo, si se emplean rociadores normales, los resultados no son siempre

satisfactorios, ya que una buena cantidad de la pintura puede desperdiciarse y

cuesta conseguir un cubrimiento uniforme. En la pintura por rociado ya se han

empleado con éxito robots. Estos se programan para que rocíen siguiendo un

patrón, conectándose y desconectándose según las porciones, o piezas, a pintar.

Así se elimina la presencia de personal de un ambiente desagradable e insano.

Resultados muy buenos se consiguen con la pintura por rociado electrostático

manual o automático. En este caso, la pistola pulveriza neumáticamente la pintura,

comunicando a las partículas una carga electrostática y una velocidad

considerable. Las partículas pulverizadas son atraídas por la pieza, que está

conectada a tierra, y en ella se depositan. Con una regulación adecuada, se

consiguen rendimientos del 75 al 95%.

En un segundo procedimiento, no neumático, la pintura se hace entrar en el inte-

rior de un cono o disco que gira rápidamente y que constituye uno de los

electrodos de un circuito electrostático de hipervoltaje. El giro de éste hace que la

pintura fluya hacia su perímetro merced a la fuerza centrífuga. Cuando la película

tenue de pintura alcanza el borde y es entonces proyectada y dispersada, las

partículas se cargan electrostáticamente y se pulverizan sin necesidad de presión

neumática. Como la pieza es el otro electrodo del circuito, a ella se transfiere la

pintura, al igual que en el procedimiento antes descrito. Las ventajas primordiales

de esta técnica son que, al usarse aire a presión para pulverizar, se pierde menos

rociada, la instalación para neutralizar las emanaciones es menos cara y el

rendimiento en la aplicación de la pintura es más alto, llegando éste hasta el 99%.

Con los sistemas automáticos de pintura por rociado es a menudo necesario hacer

algunos retoques manuales donde el cubrimiento no es del todo uniforme. Ade-

más, la pintura tiende a ir hacia el borde o superficie más cercano, dificultando pin-

tar las concavidades hondas. La pieza, por supuesto, debe ser electroconductora.

Page 30: Tratamientos termicos principales

La pintura por deposición galvánica es el avance fundamental más reciente en el

terreno de la aplicación de pintura. Permite alcanzar el grado de economía de la

pintura por inmersión ordinaria, pero salva sus inconvenientes pues produce capas

más tenues y uniformes y cubrimientos mejores en los huecos internos. Las

panículas de pintura, en un solvente acuoso, reciben una carga electrostática

merced a la aplicación de una tensión eléctrica continua entre el depósito (cátodo)

y la pieza (ánodo). Las piezas, conforme entran y atraviesan el depósito, atraen

las partículas de pintura, las cuales se depositan en un cubrimiento uniforme y

tenue de 0,02 a 0,04 mm de espesor. Cuando la capa alcanza el grosor deseado,

que se determina regulando las condiciones, ya no se deposita más pintura. El

agua contenida en la película es extraída por electro-ósmosis, dejando un

cubrimiento compuesto por más de un 90% de resinas y pigmentos. Entonces, las

piezas se sacan del depósito de inmersión, se enjuagan con agua rociada y se

estufan durante unos 25 minutos a unos 1900C.

La deposición galvánica se adapta especialmente bien a la aplicación de la capa

de fondo a estructuras metálicas complicadas, como son las carrocerías de

automóvil, en las que importa una buena resistencia a la corrosión. La llegada de

la pintura hasta las zonas más recónditas puede facilitarse colocando electrodos

en puntos estratégicos de las piezas. Además, como el solvente es agua, no hay

peligro de incendio, como es el caso cuando se emplean depósitos de gran

superficie llenos de las imprimaciones de inmersión normales. La deposición

galvánica se adapta fácilmente a una cadena de producción con transportador.

Secado. La mayoría de las pinturas y esmaltes que se emplean en fabricación

requieren de 2 a 24 horas para secarse a las temperaturas ambiente normales.

Ésto no es, evidentemente, práctico. A temperaturas de 125 a 235”C, pueden

secarse en 20 minutos a una hora. Por tanto, acostumbra a efectuarse algo de

secado a temperatura elevada, bien en horno o, más frecuente, en un túnel o

panel de lámparas infrarrojas. Esto último supone una inversión relativamente

baja, no demasiado espacio y es muy flexible.

Page 31: Tratamientos termicos principales

B)  Revestimientos  anticorrosivos:

            *Revest. Metálicos:

    Grandes cantidades de piezas metálicas reciben cubrimientos anticorrosivos por

inmersión en ciertos metales fundidos. De éstos, los más utilizados son el cinc, el

estaño y una aleación de plomo y estaño.

Page 32: Tratamientos termicos principales

•     El galvanizado en baño caliente es el procedimiento más utilizado para

proveer al acero de una capa protectora. Las piezas, o chapas, una vez limpias, se

decapan sumergiéndolas en una solución de cloruro de cinc y ácido clorhídrico.

Luego se sumergen en un baño de cinc fundido. El cubrimiento de cinc resultante

es complicado y consta de una capa de FeZn2 en contacto con la superficie del

metal, una capa intermedia de FeZn7 y una capa exterior de cinc puro. La

galvanización en baño caliente proporciona una buena protección anticorrosiva.

(La voz gaIvanizado sirve a la vez, para designar el cubrimiento de piezas metálicas con una capa

anticorrosiva de cinc y para referirse a la aplicación de cualquier revestimiento metálico por

electrólisis. En este último sentido merece la pena, para evitar confusiones, emplear el término

galvanoplastia.)

El espesor del cubrimiento debe controlarse, pues si es excesivo, puede agrietarse

o descortezarse. Con los tratamientos adecuados el aspecto del galvanizado

puede hacerse variar entre limites amplísimos. Cuando se galvaniza

correctamente, el material puede someterse a curvados y conformaciones

considerables sin perjudicar el revestimiento. Sin embargo, el acero efervescente

no debe galvanizarse.

El estañado de la hojalata puede también hacerse por inmersión en un baño ca-

liente. El acero, una vez limpio, se sumerge en estado fundido y su superficie

adquiere un revestimiento de estaño. En este caso, el acero, antes de entrar en el

estaño fundido, se hace pasar por cloruro de cinc. Luego, cuando sale del bailo de

estaño, pasa por unos rodillos, inmersos en aceite de palma, que eliminan cl

exceso de estaño. Sin embargo, en la actualidad la mayoría de la hojalata se

obtiene en un proceso electrolítico que produce un estañado más uniforme con

menos gasto de estallo.

El emplomado es similar al estallado en baño caliente, pero empleando, en lugar

de estaño puro, una aleación de plomo con un 15 al 20 % de estaño (aleación

terne). Esta operación es, por tanto, más barata que el estañado y, para ciertos

casos, proporciona una protección anticorrosiva suficiente.

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       *Rev. Fosfatados:

    Hay dos tratamientos de fosfatado que se utilizan ampliamente para conseguir

protección anticorrosiva, normalmente en el acero. En ellos la superficie del metal

se convierte en un fosfato cristalino insoluble tratándola en una solución diluída de

ácido fosfórico y fosfatos de hierro y manganeso.

El parkerizado produce un revestimiento bastante anticorrosivo de un espesor de

0,004 a 0,008 mm. Este tratamiento necesita unos 45 minutos y dota a las piezas

que han de mantenerse pintadas de una resistencia a la corrosión muy buena. El

bonderizado es similar al parkerizado, pero su objetivo primordial no es

proporcionar resistencia a la corrosión, sino formar una superficie a la cual la

pintura se adhiera firmemente. El cubrimiento es más tenue que en el parkerizado,

pero reduce la actividad de la superficie metálica de modo que se retarda la

corrosión en la separación entre pintura y metal. Como resultado, si se araña la

pintura, es menor la probabilidad de que se inicie y progrese una oxidación por

mojadura, haciendo que se afloje la pintura contigua al arañazo.

    C) Ennegrecimiento:

             Numerosas piezas de acero se tratan para producir en ellas una superficie

negra y lustrosa que resista a la oxidación por mojadura cuando se manipulen.

Estos revestimientos suelen conseguirse convirtiendo la superficie en óxido de

hierro negro. Un método consiste en calentar las piezas dentro de una caja

cerrada llena de producto de cementar consumido, a una temperatura de 6500C

durante una hora y media, y luego enfriarlas bruscamente en aceite. En otro

método se sumergen las piezas en un baño de sales especiales para ennegrecer

calientes a 1500C, durante unos quince minutos. Un tercer método es calentar las

piezas en un horno giratorio de retortas hasta unos 4000 C, para añadir entonces

una pequeña cantidad de aceite de linaza o de pescado. Pasados unos minutos

las piezas se sacan del horno, se desparraman y se dejan enfriar. Una vez frías se

sumergen en un aceite que retarda la oxidación.

Page 34: Tratamientos termicos principales

El acabado bronce de cañón se consigue calentando las piezas en una retorta con

una pequeña cantidad de carbón pizarroso carbonizado hasta los 4000C. Cuando

las piezas se oxidan, se dejan enfriar hasta unos 340 6 3450C. Entonces se

agrega una mezcla de carbón pizarroso con un poco de aceite carbónico y se

continúa el calentamiento varias horas. Entonces se extraen las piezas del horno y

se bañan en aceite de esperma.

BIBLIOGRAFÍA

-         DeGarmo, E.P. Materiales y procesos de fabricación. 1994. Ed. Reverte S.A.

-         Guy, A. Fundamentos de ciencia de materiales. 1980. McGraw-Hill

-         Pero-Sanz, J. Materiales metálicos. Solidificación, diagrqmas,

transformaciones. 1988. Ed. Dossat.