trasnochadas nº0 1 (2)

20
n ú m e r o 0. 1 En este número: Foto de pordatada, TERESA REY; p.3 ilustra- ción, KBP y Jueves, CRISTINA LIONELLI; p.4 Ingrato lector, MA- RÍA PÁMPANAS; p.5 Soneto, GONZA- LO ESCARPA; p.6 Despojándome, JULIO DONOSO; p.7 Ilustración QUINO ROMERO; p.8 Prejuicios y sentimientos, ANA DELGADO; p.9 Oye ¿quieres ser feliz hoy? Cuentame tus cosas, LESLIE GUEVARA; p.10 Y la lluvia, MANUELA LEBRU- SAN; p.12 Ni rostro ni máscara, IRIS ORUS OMUS; p.13 Dime, VELPISTER; p.14 La verdad, BAMBÚ; p.15 (pasti- tule) ELISA BERNA; p.16 La temperatura tiende a equi- librarse, SERGIO ESCRIBANO; p.17 (pastitule) ISABEL CARLOTA ROBY; p.18 Quejas, JUAN GALGO; p.19 Poema AYV MISTRAL y fotografía de la serie Semana Santa, ANNA SANS LLAURADÓ. Además de la colaboración de Carlos Escribano para el diseño. CARTADELAEDITORIALALAS- MASAS Y FÉDEERRATAS. F A N Z I N E

Upload: archivo-groenlandes-publicaciones-digitales

Post on 26-Mar-2016

235 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

 

TRANSCRIPT

Page 1: Trasnochadas nº0 1 (2)

n ú m e r o 0. 1

En este número: Foto de pordatada,

TERESA REY; p.3 ilustra-ción, KBP y Jueves, CRISTINA

LIONELLI; p.4 Ingrato lector, MA-RÍA PÁMPANAS; p.5 Soneto, GONZA-

LO ESCARPA; p.6 Despojándome, JULIO DONOSO; p.7 Ilustración QUINO ROMERO;

p.8 Prejuicios y sentimientos, ANA DELGADO; p.9 Oye ¿quieres ser feliz hoy? Cuentame tus cosas,

LESLIE GUEVARA; p.10 Y la lluvia, MANUELA LEBRU-SAN; p.12 Ni rostro ni máscara, IRIS ORUS OMUS; p.13 Dime, VELPISTER; p.14 La verdad, BAMBÚ; p.15 (pasti-tule) ELISA BERNA; p.16 La temperatura tiende a equi-librarse, SERGIO ESCRIBANO; p.17 (pastitule) ISABEL CARLOTA ROBY; p.18 Quejas, JUAN GALGO; p.19 Poema AYV MISTRAL y fotografía de la serie Semana Santa, ANNA SANS LLAURADÓ. Además de la colaboración de Carlos Escribano para el diseño. CARTADELAEDITORIALALAS-MASAS Y FÉDEERRATAS.

F A N Z I N E

Page 2: Trasnochadas nº0 1 (2)

Hay demasiada literatura. Una saturación tal de lite-ratura que cada momento, con cada versión que atravesamos o cada vez que cerramos los ojos sucumbimos a la narración. Todo, todo lo que conforma nuestras vidas son ya colmenas de información, bibliotecas sin límites, secuencias de los datos que han sido alguna vez historias o paisajes cuyas pompas detonadas archivamos interpretando, apuntando cuántas y a través de qué dedo explotaron. Bibliotecas que se actualizan en cada instante, modos literarios que abarcan todos los signos imaginados; y mientras aquellos caprichillos literarios que al-guna vez hemos querido consumir, construir o que nos consu-man, se van aglutinando en otro grupo literario: los residuos.No Trasnoches es una toxina limitada y precaria, subdesarro-llada, la segunda de cinco sondas enviadas al vacío, al pasado, al futuro, al entonces y al ahora, lenguaje sin forma que se ha escapado de un laboratorio, todo ese pequeño experimento que hay entre lo que quieres hacer y lo que estás haciendo, humil-demente construído por artesanas y artesanos del mensaje vivo, ese que puede rectificarse y alargar con arte la espera.

* [email protected]

F É D E E R R A T A S : *El número cero de Trasnochadas ha tenido un montón de erratas. La más singular de todas ellas creo que es la incapacidad para mutar en función de las necesidades espaciotem-porales. En segundo lugar el texto de Layla Martínez, Algo así como el terrorismo literario de-finitivo, está maquetado como si fuera un texto editado para la sociedad de Blade Runner. En la portada no se menta el contenido ni las colaboraciones, lo que hubiera ayudado a que más gente cogiera la revista al ver los títulos o nombres familiares, aunque, con todo, todos los ejem-plares de Trasnochadas número cero se han asignado con bastante inercia. Sin salir de la por-tada, el formato fotocopia en blanco y negro hace difícil reconocer la fuerza del monumento al suicidio y a la memoria de Walter Benjamin y otros enterrados sin tumba que la ilustra. El texto de Juan Blanco (aquí Juan Galgo) se titula en realidad El drogota en la playa y tiene un final alternativo (“Jonathan no te metas pa’ lo hondo”), el dibujo que acompaña a la nota edito-rial es de Gracia Leceta y mucha gente pregunta si en el texto de Paco Sevilla habril está bien o mal escrito, si está bien o mal no es cosa nuestra, la h venía en el texto con clara intención del poeta, lo que no venía es el francesismo del título, una o entre la la e y la u de Beauty online.

2

C A R T A D E L A E D I T O R I A L A L A S M A S A S :

Page 3: Trasnochadas nº0 1 (2)

KBP

Como no deje de llover me veré obligada a remar los charcos del orgullo, a buscarte y camelarte; a pensarte entre estos fúnebres truenos burdos, e inexorablemente dejar que mi cuerpo y mente se revuelquen a la deriva, porque un día el cielo se cansó y se dio a la bebida.

Jueves Cristina Leonelli

3

Page 4: Trasnochadas nº0 1 (2)

Como si fuera fácil,como si no bastara con camelarse a la Bruja del Este,con darle betún a unos zapatos rojo matey recoger los excrementos de Totó.

Como si no importara nada,como si fuera simple salir de una ballena,llevar tirantes, sombrero, pajaritay sentarse sobre un culo de madera.

Como cuando todo vale,como si Teo no hubiera tenido bastantecon ir a la granja, al circo, a la escuelacon tener sobrepeso.

Como si fuera sencillo,(con la que está cayendo)hablar de la Bastilla con la reina de corazonessubir diez tallas, ser rubia natural

Como si lo pequeño fuera nimio,sentencias (ingrato lector) “cosas de críos”.

Ingrato Lector María Pámpanas

4

Page 5: Trasnochadas nº0 1 (2)

Soneto Gonzalo Escarpa

Nos conducimos nos desconducimos nos trabajamos nos destrabajamos nos acordamos nos desacordamos nos aturdimos nos desaturdimos

nos destruimos nos desdestruimos nos acostamos nos desacostamos

nos caminamos nos descaminamos nos desvivimos nos desdesvivimos

viene a ser algo así como empezar cada día lo que hemos terminado,

siempre siempre herederos del azar y

contar otra vez lo ya contado y caer otra vez, y tropezar,

nunca nunca aprendido lo estudiado.

5

Page 6: Trasnochadas nº0 1 (2)

Despojándome Julio Donoso

No tienes ni idea de las cosas útiles de la vidaque haces horas y hora sentado como esperando a levitarmi vida tiene siete voces que no tienen porque ser siete vidasuna respira la otra suspiray las cinco que quedan una bosteza, la otra jadea, la quinta silba la sexta relincha y la definitiva gritatodas la hechan de menos... a ellamientras bebo nada y respiro humoal cruzar el riber Ebroo simplemente maulando con el pensamiento por la ribera como le irá en la montañay el precipicio de su párpado viene a mi menteyo pienso en lo incognoscible, a veces me pregunto si no usaré muy a la ligera algunas palabras.

En mi cuart a ciertas horas se oye un concierto de perrostodos esos canes o gossos soy yo y mis dobles que ladran de agobio, de pena, de soledad, de hastío de existencial existencia pero sobre todo de su ausenciaQuien soy un ilustre maldito que teclea como rumiando un hueco en el parnasoque pega fuego al parlamento si es necesario...Para que me engendraron mis padres? Yo que doy cuenta de su aborto pero en que me he convertido? jamás abandonaré el cataclismo emocional ni la virtud del vicio de decir que la lluvia me trae recuerdos del futuro.todo lo que podría haber sido es al final este poemaque habla de ausencia de dolor en el pecho de nudo en el es-tomago, de ansia de pequeños trastornos sin importancia, de jugar un partido de futbito o basket con mis sexo.Semen o lágrimas tanto da/ suena una canción de mecanoMientras desarmo o construyo Quien lo sabe? mi mecano sen-

6

Page 7: Trasnochadas nº0 1 (2)

timental: ordeno piezas, otras las ajusto, se oxidan, se retuer-cen son palabras que me brotan de las yemas o las comisurasy renuncian de ser alma su estado comatoso y cancerígeno de todas mis hipocondrías. Falta el humor lo sé. Diremos que te-nemos fe en alguna parte del arte que naufraga en despojarme a mi de todo despojo de dolor y agobio.

7

Page 8: Trasnochadas nº0 1 (2)

Prejuicios y sentimientos

Ana Delgado

Este relato comienza en el pa-sado y poco a poco va avanzando.Había pasado mucho tiempo un intervalo largo tras el cual, el destino, el azahar, solo los situaba de nue-vo frente a frente, en una autovia que busca sin des-canso la salida a su destino, un lugar incognoscible por ellos hasta el momento, un momento inexistente, has-ta que existe, y es que en el camino, a veces, aparecen fragmentos de eso que tenemos que ser, que seremos...Y de nuevo aparecen los prejuicios, las atraccio-nes fallidas, los días grises que nos ponen tristes...El exotismo, la fuerza de unas manos enamoradas de unas cuerdas y un trozo de madera, unas manos que hacen que materia sin vida recobre esta y hable, se comunique mediante las notas que salen de esa madera al ser acariciada por esas manos... Los de-dos recorren el palo erecto, largo, se mueven tan rá-pido que nos da vértigo, una sensación que se clava en el centro del estómago, y entonces, tenemos que bailar con el fuego, porque creemos que somos como Dioses y no nos quemarnos en ninguna hoguera.Pero esto no es suficiente, queremos más, queremos que esas manos nos rocen, nos acaricien con la misma pasión con la que acariciaban el mástil de ese barco sin mar.Porque al final, lo que nos interesa, lo que todo el mundo busca es el placer por el placer, el conocimiento de todas las artes dentro de nosotros ya que solamente de esta manera podemos llegar al éxtasis de la serpiente de Eva.

8

Page 9: Trasnochadas nº0 1 (2)

Y COMO SIEMPRE, TAN CLICHÉ: SIGUES SINTIEN-DO QUE YA NO QUIERES CRECER, que preferías ese tiempo en el que no hacías ni mieda y te sentías nadie. Bue-no, te sigues sintiendo nadie pero lloras menos. No pues, tú estás hecha para ponerte el pulóver azul y salir a la calle: no sé qué podrías hacer allí pero reivindícate, ya no eres la de antes. Solo piensa que si la luz comenzara a apagar-se tú deberías sonreír e irte contenta, nada más. Chantall Maillard, en Filosofía en los días críticos, luego de tanta explicación filosófica y palabri-tas difíciles dice algo así como “no te hagas mierda y trata de vivir cada día con intensidad, como si fuera el último”. Si aprendemos esto de pizarrón, quizás habrá menos miradas caídas en julio.Yo creo que el sonido que hace mi estómago a esta hora es muy parecido a un paradero ovni, y con muchotránsito. Me he dado cuenta de que noco-nozco a nadie que cumpla años hoy. Ojalá conociera a alguien

para decirle “Oye, ¿quieres ser feliz hoy? Vayámonos de aquí y cuéntame tus cosas, comamos siempre mandarinas”. Mierda,-no hay cumpleañero ni manda-rinas. Hoy tengo dos exámenes, lo que bien podría significar que estudiaré mucho o que me pajearé mucho. Estoy medio contenta porque gracias a Henry Miller imitar a 50 pokemones y no se deslum-bra por Jason Day. Por lo ante-rior descubrí al señor Ortega y Gasset, que es uno y no dos como siempre creí. Hey, no a la burla. Jóvenes que nacimos viejos. De eso trata mi amistad con Bupsy, ella es la chica con la que puedo conversar y reír, reír y putear, conversar y sentir que ya-no-ya, todo. Ella se indigna y sabe decir “vete a la mierda”, y puede y por-que las dos nos cansamos rápido, porque cuando vamos a un lugar ya estamos pensando en irnos a la casa y contarnos todas las co-sas que hemos visto en la calle: por todo eso, me da tranquilidad salir con ella, porque su interés principal es descansar… y que todo fluya. Con alegría, bye.

Oye ¿quieres ser feliz hoy? Cuentame tus cosas

Leslie Guevara

9

Page 10: Trasnochadas nº0 1 (2)

Yo no te quiero ver todo el tiempo para quedarme callada y ser tu zorrapara que te limpies la conciencia con mis bragas, para recoger las sobras de tu amor y de tu vida y escuchar sentencias des-usadas.

Yo te quiero ver llorar toda el desprecio y la miseria de los días y días que no me hablas no me quieres no me piensas no me llamas no me esperasno me dejas no me escuchas no me escuchasno me escuchasno me dejasno me cogesno me dejasno me eliges no la dejas

Yo no cuento mis secretos para aliviar su peso,lo hago para demostrar que no tengo secretos que me pesan.Ni mis luces ni mis sombras que son luces en la sombra te he ocultadoy a tí no te interesan.

Yo no lanzo piedras al río para verlas caerno corro detrás de los sueños no sueño ni suelo creerni poder no creo poder ser yosin perder.

Las tardes de abril no son tan bonitasLas mujeres no son ángeles redentores

Y la lluvia Manuela Lebrusan

10

Page 11: Trasnochadas nº0 1 (2)

Tú no me quieresEl viento no tiene la respuestaNadie habla con nadie y nadieha visto a Dios ni Dios perdona a nadie.

El tiempo no espera pero la muerte sí espera tranquila sentada a su ladoa que se rinda la vidaque se te acaben las ganasque te aburras y dejes de jugar y sólo por pacienciagana la partida.

Escribir no es la salvaciónEl amor no es la salvaciónNadie habla del amor porque el amor no existe.

Ah, y la lluvia mojano quema,tampoco canta ni enferma ni escribe poemas.

Es mi sistema inmunitario que es una mierda.Son las bajas defensas.

11

Page 12: Trasnochadas nº0 1 (2)

Mate al hombre temiendo la sed,el fuego demuestra las cenizas

el lugar de los siniestrosy evidencia la muerte del amor,

la rabia del olvido,estéril con mi nueva condición,

de sedde pánicode hambre

de lugar en mitad del silencioy constato los nervios de viviry el miedo a la propia muerte.

Reventó mi alma y perdí la vida camino de las sombras

refugio del silencio.

Ni rostro ni máscara Isis Orus Omus

12

Page 13: Trasnochadas nº0 1 (2)

Nono me vengas con demagogia barata

no me vengas con que si el político corruptoni que si el banquero estafador

y que si el banco que roba viviendashombre ya

que ya está bienque siempre estás con lo mismo

que si la familia real y su presupuestoque si roban el dinero público

que si el empresario favorecidoque si el hambre de los niños

que ya sabemos todo eso, hombre,déjalo ya

no me vengas con esovamos a lo importante

dimedime

el paisano eseel que tira la piedra al escaparate del banco

esedime

¿es o no es, acaso, un delincuente?

Dime Velpister

13

Page 14: Trasnochadas nº0 1 (2)

Cuántas discusiones, peleas, guerras, conflictos, malentendi-dos, etc, han empezado por culpa de la verdad. La verdad, esa creadora de enemistades, de celos, de envidias pero que todo el mundo quiere tener de su lado. La verdad refuerza tu ego y debilita el del otro cuando le dices que no tiene la verdad, que lo que está diciendo es mentira. Quizá por eso nos gusta tanto, quizá por eso está en busca y captura, quizá por eso es el anhelo de científicos, filósofos, intelectuales y demás chiflados de todos los tiempos, por su poder de hacernos sentir mejor. Podríamos compararla con un tesoro, como esos cofres llenos de oro y joyas. Y quien tiene un tesoro lo guarda muy celosamente porque sabe que con él tendrá poder, con él está seguro, que tiene algo que los de-más no tienen. Pero qué pasaría si todos tuviéramos un tesoro y sólo hubiera un tesoro para cada ser humano en éste mundo. Algunos se conformaría con eso, otros quizás regalarían el suyo porque no les hace falta, para ellos es una inutilidad, y otros, los avariciosos tratarían de tener más tesoros a costa de robar los tesoros ajenos y como a nadie le gusta que le roben ya se ha creado un conflicto. Y volvemos otra vez al punto de partida, el conflicto por la ver-dad. Así que para evitar éste conflicto hemos de tener claras dos cosas. *Sobre un suceso existen tantas verdades como personas hagan un acto de percepción de ello y, obviamente, siempre que no mientan deliberadamente sobre él. *No creerse tan importante como para creer que nuestra verdad es la única válida y aceptar otras verdades. Así que tenemos que cuidar nuestro tesoro porque nuestra per-cepción es la única arma que tenemos para enfrentarnos al mundo y no dejarnos manipular por otras personas, pero también sabiendo que la verdad no es única, es de todos y cada uno de nosotros, no es ni tuya ni mía sino nuestra. El conflicto por la verdad se crea cuando intentamos convencer a otra persona de que nuestra verdad es la correcta, y la suya no vale, normal, le estamos intentando robar su tesoro.

La verdad Bambú

14

Page 15: Trasnochadas nº0 1 (2)

Todo el tema de la blanca navidad, las lucecitas, la magiase ha ido rápido al garete.He dejado un espumillón colgando del estantey algo de nieve imaginaria en el cristal del balcónpara estirar un rato el espíritu perdido tirando de patrañas puramente materiales.Siempre me pasa,tú que me conoces sabes que siempre me pasay ahora me dirás que todo eso es una mierda.No me lo digas.Hablo de otra cosa, no del corte ingléshablo de una chispa que no prendey un frío impertinente que rodea el corazón.

Elisa Berna

15

Page 16: Trasnochadas nº0 1 (2)

La temperatura tiende a equilibrarse

Sergio Escribano

Parece que tenemos que ir justificando las palabrascon las que nos vamos enredando,que están prohibidas las tramas desconocidas,ir tirando del hilo,el cielo descosido en cada parchela bóveda que se deshinchasobre dos gatos negros que esperan a que caigapara convertirla en su juguete.

Quiero decir que tras tus ojos algo ardíay que se quemó la realidad que te arropaba. Nos debió llevar una corriente negra,nos debió zumbar en los oídos, agitarnos las fronteras en la calley desparrarmar ahí mismo los adentrosa la vista de cualquierapor lo menos la principio.

Parace que debemos adorar nuestra poesíacuando nada nos importa menos.

16

Page 17: Trasnochadas nº0 1 (2)

Pregúntale a un niño que ha visto crecerla sangre en la hierbay a la niña que durmió con los asesinosde sus padrespregúntale a los niños si entienden la guerra.y la lluvia lavó los huesos y las carnesy el viento se encargó de llevarseel vapor de los caídosel tiempo se encargará del olvido.Las tumbas se harán atracciones turísticasy ganarán beneficiosa costa de los muertos y sus historiasno hay nada heroico en morir.Nos hablan de las guerras en los librospero no nos cuentan las peores partes¿Quién limpió los destrozos de la guerra?¿Quién se decidió a vivir después de tanto?Nos sobran silencios yLos que quedaron vivosno necesitan libros para recordar.

Isabel Carlota Roby

17

Page 18: Trasnochadas nº0 1 (2)

Los que trabajan se quejan de su trabajo. Los que no tienen trabajo se quejan porque no tienen trabajo. Los que están casados se quejan de su matrimonio. Los que están sol-teros se quejan de que están muy solos. Los padres se quejan de sus hijos. Los hijos se quejan de sus pa-dres. Los que viven en un clima cáli-do se quejan del calor. Los que viven en un lugar gélido se quejan del frío. Los niños se quejan porque no se les trata como a adultos. Los viejos se quejan porque se les trata como a niños. El gordo se queja porque qui-siera estar más flaco. El flaco se que-ja porque quisiera estar más gordo. El alto se queja por ser alto. El bajo se queja por ser bajo. Las mujeres se quejan porque quisieran que los hombres las trataran como ellas les tratan a ellos. Los hombres se que-jan porque quisieran que las mujeres les persiguieran como ellos las per-siguen. Aquí lo importante es que-jarse, se goza quejándose uno, todos nos quejamos, todos, a todas horas, mientras estamos vivos. Los muertos no. Los muertos, pobres, no se que-jan de nada, todo huesos, metidos en esa incómoda urna de mármol.

Quejas Juan Galgo

18

Page 19: Trasnochadas nº0 1 (2)

Poema

Ayv Mistral

19

Espa-

cio.

Vacio.

Todo es regre-

sar. Des- de la oscu- ridad religiosa.

Pasando por la politica humanista. Hasta lle-

gar al hogar.Como

quien vuel- ve a

ser paridoen res-

puesta contra

la muerte.Inca- paz de sus preguntas

vie- jasy de bari-

Nadie pondría

una sola

palabra por

escrito si

tuviera el

valorde vivir

lo que

cree.

Page 20: Trasnochadas nº0 1 (2)

S e l e c c i ó n y e d i c i ó n p o r S e r g i o E s c r i b a n o

Nadie pondría

una sola

palabra por

escrito si

tuviera el

valorde vivir

lo que

cree.