tras la virtud1

Upload: jose-palmasantyago

Post on 05-Jul-2018

221 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/16/2019 Tras La Virtud1

    1/6

    "Tras la virtud", de Alasdair Macintyre

    Vivimos tiempos de confusión, difícil es negarlo. Tiempos que muestran un estado de desorientación de laexistencia europea, de descomposición de su estructura profunda. Tiempos así son aquellos en los que elvalor natural de las cosas se retuerce, se manipula, se esconde y camufla. El esplendor de oropel en quese afana por vivir la uventud democr!tica y progresista oculta una tramoya moral y política putrefacta.

    as preferencias su# etivas se revisten de la m!scara de uicios morales, la inteligencia se posterga y lamuc$edum#re se reivindica como aristocracia selecta% la monstruosidad se vende como &elle'a, laignorancia como (ultura, y los proclamados )ntelectuales muestran un desconocimiento completo del usodel intelecto.

    La denuncia de los tiempos oscuros es tarea que Macintyre acoge en este que fue su primer intentode desenmascaramiento de la ética indigente que Europa y el mundo civilizado han terminado por asumir. Una civilización dotada de una ética decadente, promovida antes por la complacencia que

    por el esfuerzo de hallar el verdadero valor de las cosas, se condena necesariamente a la decadencia,a la invasión repetida de los b rbaros. !ccidente fue fuerte porque compartió una ética poderosa,

    pero, una vez que esa lectura compartida del mundo se diluyó en las fracasadas éticas modernas, parece que no le aguarda m s destino que una l nguida e"tinción.

    I

    El que la confusión de la clase sacerdotal #perdón, quer$a decir %intelectual%& es notable se adviertedecididamente en el prólogo que 'ictoria (amps dedica al libro de Macintyre. En él llega a afirmar que el autor inscribe el libro en un relativismo muy cercano a lo posmoderno . )parte de demostrar un uso brillante de los etiquetados, la prologuista parece, o bien no haber le$do el libro, o bienhaberlo malentendido gravemente. *esafortunadamente, en lo que afecta al grado de formación delos catedr ticos de la universidad espa+ola, es m s plausible inclinarse por esta segunda fórmula.

    Lo que defiende Macintyre, tal y como lo entiendo y de manera claramente opuesta al pensamientodébil posmoderno, es que una ética sin pretensiones de verdad no es, de verdad , una ética. Lamodernidad, para él que se reconoce antimoderno , se negó a mantener el v$nculo e"istente entreética y ontolog$a, y as$ produ o nada m s que propuestas morales carentes de ligazón con lo real, esdecir, sin contenido, incapaces de proporcionar el proyecto que, para los hombres, ha de constituir su ethos [1] . -orque no debemos enga+arnos todo proyecto ético, en su sentido auténtico,constituye siempre la voluntad de ser algo , la vara de medir con respecto a la cual se distingue unae"istencia valiosa de las vidas despreciables. (omo ya /ietszche afirmaba, todaética fuerte distingue de un modo irrenunciable entre lo alto y lo ba o, lo valioso y lo vulgar, y por ello propone modelos que encarnan virtudes y modelos que muestran los vicios que las e"cluyen.0omero, por e emplo, muestra en el enfrentamiento de !diseo y el c$clope, y en el marco de laépica, la contienda entre lo humano y lo infrahumano, entre la astucia y la fuerza invidente, entrelos habitantes de la polis y las bestias que viven apartadas del trato entre iguales, entre las normasde hospitalidad y la ignorancia de todo trato civil . *e modo similar, Macintyre e"pone cómo la éticase relaciona siempre con géneros narrativos [2] en los que se caracterizan modelos, y cómo,

    precisamente, la modernidad, al desasir la refle"ión ética de lo narrativo , se condena a la inanidad.El terrible vac$o de la ética moderna, lo que supone la necesidad de su car cter inefectivo, se

    percibe de modo claro en su inhibición ante el contenido concreto de la vida, ante los componentesque han de integrar la e"istencia humana para dirigirla al gozo y, en 1ltimo término, a

    la eudaimonía . Es incapaz de relatar, de narrar, de insertar acciones en tramas que proporcionansentido. La ética moderna de a de ser una refle"ión sobre la buena vida porque, renunciando a su

    http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn1http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn2http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn2http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn1

  • 8/16/2019 Tras La Virtud1

    2/6

    grosor ontológico, eval1a la vida del hombre sin reconocer relación alguna a fines 2 de este mododespo a a la refle"ión ética de su pregunta fundamental ¿cómo se forja un destino?

    )l renunciar a una ética de las virtudes, la modernidad condenó sus esfuerzos a la derrota, ya que sevio incapaz de ofrecer una propuesta dotada de efectividad y craso realismo. Las m s audaces

    tentativas modernas son generalmente especulaciones cuya atención a una concienzudafundamentación racional aparta de ellas la verdadera esencia ética, las virtudes , para sustituirla por la mera obediencia a normas [3] . 3eg1n Macintyre, una ética e"clusivamente ordenada en torno alcumplimiento de normas renuncia a satisfacer la naturaleza narrativa de la e"istencia humana, de laque arriba hablaba, ya que sólo en el marco de una conformación narrativa es concebible elestablecimiento de fines que proporcionen consistencia a las acciones. Es, como afirmaba)ristóteles de la pol$tica de -latón, una ética construida para los hombres que alguien imagina, no

    para los reales. *e resultas del car cter fraudulento del proyecto ético moderno, afirma Macintyre,hoy nos vemos presos de una ética, tanto popular como culta, que hace imposible la discusiónracional, ya que protege las valoraciones del campo p1blico de la argumentación, convirtiéndolas enmera e"presión de sentimientos. )s$, cualquier polémica referida a uicios morales y valoraciones se

    presenta como una disputa vana entre posiciones inconmensurables que hace imposible, no sólo elacuerdo, sino el di logo mismo. (ada uno de los contendientes posee un lugar seguro eine"pugnable, ya que hablan sus sentimientos y emociones, irrebatibles por definición. En su lugar sólo podemos habérnoslas con discusiones de car cter enga+osamente técnico, y cualquier otrocriterio es sustituido por uno solo la eficiencia burocr tica. La renuncia a la moral, reducida al

    mbito de lo privado e inaccesible, sin embargo, es de por s$ una decisión moral la de usurpar latoma de decisiones2 sólo el burócrata puede, de este modo, y ante la inutilidad de discutir cuestionesmorales, resolver cualquier disputa mediante el conocimiento de lo meramente eficiente . En el

    primado de la eficiencia burocr tica resplandece la artificial separación de ética y pol$tica, quieredecir, la sustracción del ethos de su campo natural, la polis , lo que convierte a la ética en unafantasmal nader$a al estar desvinculada de su h bitat natural y concreto [4] . La recuperación del

    proyecto aristotélico que este libro postula tiene como significado el reunir de nuevo dos mitadesque la modernidad desga ó.

    Macintyre reparte generosamente ataque y cr$ticas por todo el paisa e de la ética moderna y, guste a'ictoria (amps o no, posmoderna. El libro es deliberadamente una refutación constante de los

    proyectos éticos modernos, que para el autor se a1nan en una misma voluntad la de desterrar a)ristóteles y proscribir as$ una ética basada en las virtudes. La modernidad, sigue Macintyre, se veatravesada de un odio profundo hacia la tradición, y ésta es identificada plenamente con el

    pensamiento aristotélico y sus diferentes versiones cristianizadas [5] , por lo que, unto a lae"clusión del paradigma aristotélico del campo de las ciencias naturales, también procuró eliminar

    el correspondiente paradigma ético. La gran diferencia es que, si bien en lo referente a las cienciass$ podemos afirmar que el nuevo paradigma fue capaz de afirmarse por propios méritos, en el casode la ética ninguna de las propuestas ha sido capaz, no sólo de compararse con la aristotélica, sinosimplemente de sostenerse por s$ misma sin hacer surgir permanentemente apor$as irresolubles. )continuación prestaré atención a algunas de las argumentaciones sobre las que Macintyre hacedescansar su rechazo de las éticas no4aristotélicas. Este recorrido ser necesariamente selectivo y secircunscribir a lo que me ha parecido m s revelador, de ando fuera mucho de lo que el librocontiene.

    II

    El final conclusivo del desarrollo moral moderno es, seg1n Macintyre, el emotivismo . 0oyoccidente es emotivista , a pesar de que la pr ctica totalidad de los europeos o americanos no sepa

    http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn3http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn4http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn4http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn5http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn3http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn4http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn5

  • 8/16/2019 Tras La Virtud1

    3/6

    siquiera qué quiere decir tal palabra o no conozca a los que crearon dicho movimiento. La plenacomunión en este credo moral se constata en el car cter interminable de las discusiones morales o

    pol$ticas El rasgo más chocante del lenguaje moral contemporáneo es que gran parte de él se usa para expresar desacuerdos y el rasgo más sorprendente de los debates en que esos desacuerdos seexpresan es su carácter interminable !"#$ %arece que no hay un modo racional de afian&ar un

    acuerdo moral en nuestra cultura$ La pérdida de un suelo moral compartido no es lo natural,aunque, como emotivistas, as$ lo aceptemos, sino m s bien una e"cepción desafortunada. El uicioal emotivismo no es el uicio a una teor$a moral concreta, sino a toda una refle"ión moral, lamoderna, que ha provocado la cancelación de cualquier ética al entregarla al reino de lo sub etivo.

    El emotivismo es la doctrina que define los uicios morales como mera enunciación de una preferencia personal, sin relación alguna a nada que trascienda el simple arbitrio sub etivo. -or lotanto, siguiendo la venerable tradición moderna, establece que los uicios morales no sonverdaderos ni falsos, lo que los separa terminantemente de los uicios de hecho. *ebido a ello, de

    partida, hoy es imposible concebir acuerdos morales, porque en la ra$z misma de nuestraconcepción de lo moral se encuentra necesariamente el desacuerdo entre voluntades individualesque e"cluyen la posibilidad de ofrecer la razón de sus elecciones la 1nica razón es la elecciónmisma. La razón es apartada del en uiciamiento de los valores y los fines, es obligada a callar, yaque se considera éste un coto cerrado de los sentimientos y emociones. /o es posible, entonces,apelar a otra cosa que a una arbitraria decisión personal, y, contra ella, la razón no posee validezalguna. El desacuerdo es inevitable, y, como modo de dignificarlo, se le presta el rótulode pluralismo [6] .

    -ara 5. E. Moore, consecuentemente, la bueno es una propiedad simple y autónoma sólo aprensiblea través de intuiciones . )dem s, niega la e"istencia de contenido propio de las acciones ustas, yaque éstas son en cada momento aquellas que se muestran preferibles por la utilidad que

    procuran ninguna acción es 'justa( o 'injusta( en sí [7] . *e esta manera, Macintyre encuentraque en nuestra cultura la discusión moral, aunque frecuentemente se arrope entre principios u otrostipos de referencias impersonales u ob etivas, se reduce a la e"presión encontrada de preferencias

    personales pues una de las tesis básicas del emotivismo es que no hay ni puedehaber ninguna justificación racional válida para postular la existencia de normas moralesimpersonales y objetivas) y que en efecto no hay tales normas [8] . El uicio moral, tal como lo

    percibe el ciudadano democr tico moderno, se fundamenta en una decisión sub etiva, y es por lotanto irrefutable al descansar meramente sobre el acto de decisión personal. *e esta manera seinstituye por doquier el imperio de la opinión , toda vez que todo lo que podemos decir de las cosasse refiere al gusto o al disgusto.

    Macintyre confiesa que su tesis ha de comprenderse como un enfrentamiento con esta popular cosmovisión ética. En tiempos de relativismo y laisse&*faire intelectual, le ennoblece su abiertadenuncia del terror a lo verdadero. 6rasladar la discusión moral, o de cualquier otra naturaleza, aterrenos sub etivos, significa usurpar a la razón y a la facultad de uzgar su cometido irrenunciable.(laramente lo enuncia Macintyre, sin miedo a hacerse llamar fascista o intolerante !"# al decir esto no afirmo meramente que la moral no es lo que fue) sino algo más importante+ que lo que lamoral fue ha desaparecido en amplio grado) y que esto marca una degeneración y una grave

    pérdida cultural [9] . )l arrancar lo moral del capricho individual, Macintyre procura devolverla asu mbito natural, que no puede ser otro que el de cierta relación con la verdad. )firmar que larenuncia a una ética como la aristotélica supone una pérdida cultural no representa otra cosa quedecir, por e emplo, que la renuncia al uso de la rueda significar$a un claro empobrecimiento de la

    cultura humana2 no nos encontramos ante un uicio de gusto, sino ante una constatación f ctica7 pero, 8es que niega Macintyre la consabida distinción humeana entre uicios de hecho y uicios devalor9 8/iega la tesis que afirma que de un es no se puede deducir un debe 9

    http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn6http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn7http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn8http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn9http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn6http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn7http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn8http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=1604361170239102333&postID=8933303064469979318#_ftn9

  • 8/16/2019 Tras La Virtud1

    4/6

    III

    El ataque que Macintyre emprende, y que tiene como ob eto al grueso de la ética moderna, sedesarrolla en distintos tiempos. /o obstante, él contempla como n1cleo esencial a batir lo que

    denomina el proyecto ilustrado , que domina por doquier el imaginario de la modernidad, hasta el punto de identificarse con sus presupuestos. :uiz s a veces de manera algo simplificadora,Macintyre concibe la modernidad como un posicionamiento constante ante el proyecto ilustrado. *emanera parecida, afirma que el descalabro de tal proyecto es el descalabro de todo movimiento

    pol$tico moderno, incluyendo de la misma manera a teor$as tan dispares como el mar"ismo y elliberalismo [10] .

    La fuente del proyecto ilustrado es localizada, como antes ya di e, en una tentativa sistem tica deerradicar todo lo procedente de la tradición. -or ello se atribuye a la razón, esa razón abstracta ydescarnada, toda la autoridad que antes se repart$a entre distintas instancias, entre ellas la tradiciónmisma. La negación del aristotelismo y la tradición, en lo que se refiere al concepto de hombre ,encuentra su centro en la negación de la idea fundamental de naturale&a humana , que en elaristotelismo surge como piedra angular, en tanto comporta fines , de ustificación racional de lasvirtudes. Las virtudes, seg1n )ristóteles, son las cualidades que permiten a un individuo satisfacer oacercar los fines que su naturaleza comprende. El proyecto ilustrado elimina esta noción denaturaleza humana y la sustituye por la propia de la ciencia ne;toniana, quiere decir, por unconcepto de naturaleza despo ado de fines. )unque los términos morales que a menudo utilizansean los mismos, al erradicar la referencia a fines naturales los ilustrados desfondan y tornanabsurdo gran parte del vocabulario moral [11] .

    El segundo gran frente de oposición de la moral ilustrada al aristotelismo y la ética antigua es ele"pl$citamente abierto por 0ume.

  • 8/16/2019 Tras La Virtud1

    5/6

    pertenece y con respecto al cual adquiere consistencia moral ob etiva. *e este modo, es f cilcomprender que los uicios de valor pueden ser concebidos como uicios de hecho [13] . La teor$aética moderna es as$ despo ada de su fuente com1n que es la desob etivización de los uiciosreferentes a cualidades morales, y con ello abre el hoy abandonado territorio de una refle"ión moralunida al centro verdadero de la filosof$a la ontolog$a.

    IV

    La especialización artificiosa que se traduce en la acotación de un terreno espec$fico para el=filósofo moral>, acompa+ado éste en su condición de pl cido propietario por otros especialistascomo el =filósofo de la ciencia> o el =filósofo del arte> es, lisa y llanamente, la negación forzosa dela filosof$a. El n1cleo del que procede la visfilosófica es la ontolog$a, y sólo desde ésta es posiblecontemplar filosóficamente cualquier sector de lo real. La fuerza incontenible que todav$a hallamosen la ética de )ristóteles es la raigambre ontológica con respecto a la cual se enuncia, y esta es la

    potencia que también encuentra Macintyre en el filósofo griego. -ras la virtud no supone lae"igencia de un esfuerzo de fide$smo hacia la ética griega de )ristóteles, sino la e"igencia deconservar en toda refle"ión moral la orientación hacia lo que el hombre realmente es. *esde esta

    perspectiva, la apelación a )ristóteles es realmente la condición de e"istencia de la ética en generalno es ética aquello que no contempla como principio la e"istencia de una naturaleza humana. /onos encontramos ante la disyuntiva entre distintas éticas, sino ante la de la ética y su negación. /o

    parece que el escocés reivindique una aplicación de )ristóteles a la circunstancia de hoy, sino que,m s bien, en él descubre una ética que apela a lo real, y no al capricho, el gusto, o cualesquierae"cusa para abandonar el e ercicio de la capacidad de pensar. En ello consiste lo poderoso de unsistema de valoraciones, en que capacite al hombre para soportar la realidad tal cual es, en que haga

    posible el logro de una vida buena contando con lo que las cosas son, y no con lo que nos gustar$aque fueran. *e hecho, Macintyre no se dedica a repetir la tabla de virtudes aristotélica, si es quefuera posible elaborar algo as$, sino que conserva del griego la idea de que la moral debe darsenecesariamente en la forma de virtudes.

    Lo dem s, el desarrollo de la idea de virtud por parte de Macintyre, su dibu o de una propuesta éticamoderna y m s fuerte que las para él abstractas posiciones de

  • 8/16/2019 Tras La Virtud1

    6/6

    [5] Es lo que Macintyre define como un rencor profundo de la modernidad contra la tradición de la quesurge. 2o es casual que el estado revolucionario franc-s, durante el extremismo de la (onvención y el(omit- de 3alvación p1#lica, llevara a ca#o una explícita descristianizaciónde 4rancia, lo que llevó a laparodia de esta#lecer como religión revolucionaria la fe en el 3er 3upremo y la 5a'ón, así como sustituirlas im!genes de los santos católicos por las de los m!rtires de la revolución.

    [6] 6p. cit. !g. 78. Es preciso tener en cuenta que el li#ro de Macintyre es del a9o 8:;