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1 TRANSCRIPCIÓN DE LA PRESENTACIÓN PÚBLICA DEL REPORTE “AHORA ES CUANDO” Miércoles 3 de octubre de 2012 Gabriela Mendoza Correa: Buenos días a todos. Soy Gabriela Mendoza, Coordinadora de Articulación Institucional. A nombre de todos los que formamos Mexicanos Primero, agradecemos su presencia y les damos la bienvenida a la presentación pública del Reporte Ahora es Cuando, Metas 2012- 2024. Nos acompañan en el Presidium la maestra Silvia Schmelkes, el maestro David Calderón y el doctor Claudio X. González. Agradecemos la asistencia de los miembros del patronato y Consejo Académico aquí presentes. También a los amigos de los medios que son fundamentales para motivar la participación ciudadana. Agradecemos a los Secretarios de Educación de Sonora y Zacatecas; los representantes de las Secretarías de Baja California Sur y Querétaro, representantes del equipo de transición de la SEP, los representantes de CONAPASE y Formación de Maestros en Servicio y a la Rectora de la UPN. Hoy compartimos con ustedes este reporte, independiente, realizado desde el enfoque ciudadano sobre la situación que guarda la educación en nuestro país. En este esfuerzo, quiero hacer mención a quienes hicieron posible la realización de esta obra. David Calderón, Coordinador General de esta edición y mis compañeros investigadores Fernando Ruiz, Manuel Bravo e Iván Barrera; a todos ellos gracias por su empeño y entrega. Valoramos los aportes que ofrecieron en forma de comentarios y cuestionamientos en distintas fases del trabajo, Gabriel Cámara, Dalila López, Felipe Martínez Rizo, Karen Kovacs, Melisa Rodríguez, Yadira Peralta y por supuesto la maestra Schmelkes. Como es justo reconocer todas las afirmaciones de la obra que hoy presentamos, son responsabilidad de Mexicanos Primero. Reconocemos la disponibilidad de diversos funcionarios y sus respectivos equipos de trabajo para responder a nuestras solicitudes de información, especialmente a Bernardo Rojas, de la Unidad de Planeación y Evaluación de Políticas Educativas; Ana María Aceves, de la Dirección General de Evaluación de Políticas, ambas adscritas a la

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TRANSCRIPCIÓN DE LA PRESENTACIÓN PÚBLICA DEL REPORTE “AHORA ES CUANDO”

Miércoles 3 de octubre de 2012  Gabriela Mendoza Correa: Buenos días a todos. Soy Gabriela Mendoza, Coordinadora de Articulación Institucional. A nombre de todos los que formamos Mexicanos Primero, agradecemos su presencia y les damos la bienvenida a la presentación pública del Reporte Ahora es Cuando, Metas 2012-2024. Nos acompañan en el Presidium la maestra Silvia Schmelkes, el maestro David Calderón y el doctor Claudio X. González. Agradecemos la asistencia de los miembros del patronato y Consejo Académico aquí presentes. También a los amigos de los medios que son fundamentales para motivar la participación ciudadana. Agradecemos a los Secretarios de Educación de Sonora y Zacatecas; los representantes de las Secretarías de Baja California Sur y Querétaro, representantes del equipo de transición de la SEP, los representantes de CONAPASE y Formación de Maestros en Servicio y a la Rectora de la UPN. Hoy compartimos con ustedes este reporte, independiente, realizado desde el enfoque ciudadano sobre la situación que guarda la educación en nuestro país. En este esfuerzo, quiero hacer mención a quienes hicieron posible la realización de esta obra. David Calderón, Coordinador General de esta edición y mis compañeros investigadores Fernando Ruiz, Manuel Bravo e Iván Barrera; a todos ellos gracias por su empeño y entrega. Valoramos los aportes que ofrecieron en forma de comentarios y cuestionamientos en distintas fases del trabajo, Gabriel Cámara, Dalila López, Felipe Martínez Rizo, Karen Kovacs, Melisa Rodríguez, Yadira Peralta y por supuesto la maestra Schmelkes. Como es justo reconocer todas las afirmaciones de la obra que hoy presentamos, son responsabilidad de Mexicanos Primero. Reconocemos la disponibilidad de diversos funcionarios y sus respectivos equipos de trabajo para responder a nuestras solicitudes de información, especialmente a Bernardo Rojas, de la Unidad de Planeación y Evaluación de Políticas Educativas; Ana María Aceves, de la Dirección General de Evaluación de Políticas, ambas adscritas a la

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Secretaría de Educación Pública, y a Héctor Robles, del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. Ahora y para comenzar, los invitamos a ver este video que grabamos en el primer día de clases del ciclo 2012-2013, y que representa a la generación que quedará expuesta a las acciones u omisiones educativas de la Administración Federal que toma posesión el 1° de diciembre y de la subsiguiente, en la esperanza de que alcancen al final de la educación obligatoria. (Proyección de video http://youtu.be/WXT11qoHjuw ) A continuación, el maestro David Calderón, Director General de Mexicanos Primero, compartirá con nosotros las principales propuestas de la publicación que hoy les presentamos oficialmente. Mtro. David Calderón Martín del Campo: Muy buenos días. Muchas gracias por acompañarnos. En el video acabamos de ver y de oír esperanza, ilusión, ganas. Apenas hace unos días una generación nueva de más de 2 millones den niñas y niños comenzaron la primaria. Yo les pregunto a ustedes, yo le pregunto a cada uno de nosotros, nos preguntamos: ¿Queremos que sea esperanza fallida, que sea una ilusión, que se desecha después como espejismo, ganas que se convierten en desánimo? ¿Les vamos a repetir que –entre comillas- “los logros” de esta administración son sin precedentes, aunque eso no alcance para garantizar que todos llegarán a sexto y que sabrán ser, hacer y convivir como es su derecho inalienable? Tenemos corazón y estómago para decirles a esos chicos, a sus papás, a sus maestros ¿que se engañan, que van a fracasar? ¿Cómo hacemos que pase eso que quieren, eso que nos dijeron frente a la cámara? En los últimos meses, por invitación del Secretario General Ban Ki Moon, he tenido ocasión de participar en la conceptualización y diseño de la Iniciativa Educación Primero, que se llama así precisamente por propuesta nuestra, presentada la semana pasada en la Asamblea de Naciones Unidas. De las cosas que más me han impactado en el trabajo conjunto con el Grupo Técnico de Asesores que hemos sido invitados por el Secretario General, fue descubrir cómo en buena parte del mundo la situación tiene algunas características en común, un gran esfuerzo y magros resultados en educación. Pero también fue muy duro constatar cómo en nuestro caso, en el caso mexicano, el contraste entre el esfuerzo y el logro se acentúa. Cuando el tema es educación, pareciera que el tiempo de los adultos no está sujeto al apremio.

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En muchas ocasiones escuché decir a los representantes de los gobiernos y a uno que otro oficial de las agencias de Naciones Unidas, que había que ser muy parcos en las expectativas, que no había que apresurar los acuerdos de alto nivel, que hay que dejar que maduren los tiempos. En cambio, encontré que nuestro sentido de urgencia también tiene promotores, pocos pero muy destacados, comenzando por el propio Secretario General y llegando a los colegas de Sociedad Civil de otras partes del mundo y también a aguerridas y ejemplares impulsoras como la Premio Nobel San Suu Kyi, la Reina de Jordania, la Primera Ministra de Dinamarca o la líder sindical de Uganda. Con ellos y con ellas, pero sobre todo, con las niñas, con los niños, con los jóvenes, decimos que no hay tiempo que perder, que sí hay que apretar el paso, hay que compactar etapas, hay que exigirnos a fondo, hay que tomarse en serio a la nueva generación y esto es algo que hay que hacerse hoy. Ahora es Cuando. El estudio que hoy estamos presentando a su consideración, continúa una serie que comenzamos hace cuatro años, respondiendo a un principio fundacional de Mexicanos Primero, algo que nos propusimos desde el día uno, nunca hacer una crítica sino tenemos una propuesta, nunca hacer una propuesta sin asegurarnos que tenga el suficiente fundamento. Así comenzamos una serie de estudios anuales sobre el estado de la educación en México, mostrando en el primero Contra la pared, las consecuencias sociales, funestas, que tiene la baja calidad educativa. Profundizamos a continuación en Brechas; el segundo, los orígenes y consecuencias de la tremenda inequidad que aflige a nuestro sistema, en el que la falla generalizada se recrudece y se ceba sobre los más pobres, sobre las mujeres, los indígenas. Hace un año nos dimos cita para llamar la atención sobre la importancia de identificar metas nacionales de presencia en la escuela y de logro educativo y cómo la forma de arribar a ellas, a estas metas, implicaba priorizar aspectos e impulsar cambio estructurales. Ése fue nuestro estudio Metas. Hoy, traemos a la opinión publica nacional Ahora es cuando, precisamente poniendo contenidos a esa visión, a la de hace un año, poniendo números a las metas, poniendo fechas a las acciones que se necesitan. La gravedad y la urgencia de la situación exige que nos apliquemos, ¿qué justificación podríamos darle a los jóvenes cuando les decimos que tienen derecho a la educación pero actualmente sólo dos de cada diez terminan la educación obligatoria y que de ellos solamente uno logró los aprendizajes previstos? El sentido de este trabajo es convocarnos a una acción que ya no puede ser lenta o timorata, no podemos permitir que la nueva administración federal responsable de coordinar el esfuerzo educativo del país, según lo que establece el orden jurídico nacional, nos proponga más de lo mismo: más becas, más computadoras, más infraestructura, pero no se puede dejar intactos los factores de peso que distorsionan el esfuerzo educativo del país.

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En la portada y en la contraportada, como siempre hacemos en nuestros estudios anuales, queremos retratar una convicción: tiene que ser lo normal, lo natural avanzar desde el primer día de la primaria hasta el último día del bachillerato, lograr trayectorias completas y trayectorias exitosas para todos. Para dejar el simple enfoque de insumos de “echarle más” pero sin saber qué provecho tuvo o qué logro favoreció, necesitamos metas, necesitamos identificarlas con evidencia, acordarlas con generosidad y responsabilidad, implementarlas con puntualidad y pulcritud, monitorearlas con rigor. La primera meta que proponemos es lograr trayectorias completas, es decir, lograr que se haga realidad los 12 años de escolaridad que marca la Constitución con años completos, cada uno de esos 12 años, no sólo la mitad del año porque hubo huelga o porque hubo paro o porque no llegaron los insumos, y jornadas en primaria de al menos seis horas y media. Se entiende que se trata de revolucionar el uso del tiempo educativo, no sencillamente aumentar horas y jornadas con procesos repetitivos y dispersos. Apuntar a esta meta implica reducir la expulsión o desescolarización, la mal llamada deserción, básicamente resolviendo los problemas de oferta básica, es decir, ofreciendo instalaciones y maestros suficientes y adecuadamente distribuidos, coordinando la política social en procesos de atracción a la escuela y finalmente haciendo que la experiencia escolar sea relevante y pertinente, no inhibitoria y decepcionante para lograr la retención en la escuela. Con la estimación que realizamos es posible alcanzar un grado promedio de escolaridad nacional de 12 años, después de estos 12 años; es decir, para 2024, pero sobre todo variar la caída en la incorporación a bachillerato, que ustedes ven ahí en la línea roja, para que entren 88 por ciento y salga el 85 por ciento de la generación y no el 49 por ciento que podemos proyectar como el tendencial si seguimos sin reformas. La segunda meta es lograr trayectorias exitosas, quedarse en la escuela pero aprender en ella; cambiar las prácticas escolares para que cambien los resultados. Es dramático constatar que incluir a cientos de miles en la escuela puede, sin embargo, no significar haber acabado con su exclusión del aprendizaje y, por ende, de las oportunidades. Un parámetro claro es alcanzar el logro de aprendizaje promedio de la OCDE, pues todo niño tiene derecho a ser ciudadano del mundo, de su mundo, del mundo que le tocó vivir, habitante de su tiempo, en contacto con todo lo que hoy se pueda ofrecer a la joven generación en cualquier parte del mundo. Cambiar las prácticas para que sirvan al aprendizaje significativo tiene que reflejarse en concreto en una reducción del porcentaje de alumnos en nivel insuficiente, aquí ilustrado con Enlace, cada niño que supere ese umbral, cada niño que sacamos de “insuficiente” es un logro que implica ganar entendimiento del mundo que le rodea, ir fortaleciendo su voz, su capacidad de agencia, propiciar que no pueda ser usado, aislado o ninguneado. En cada edición de PISA, el cambio debe tomar vela, tomar empuje de manera que logremos un promedio con una desviación estándar más de lo que estamos alcanzando ahora, alrededor de 100 puntos arriba de lo que se alcanzó en la última medición,

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comparable entonces al grueso de los chicos y de las chicas en los países de la OCDE que presentan la prueba. Se trata de los mismos alumnos en las dos metas, trayectorias completas y trayectorias exitosas son en una misma persona, en una misma colectividad de jóvenes, todo lo que ganemos en reducir “insuficiencia”, y aquí se ve en este gráfico, y aumentar calidad, redundará necesariamente en mayor porcentaje de egreso oportuno. Si reducimos la “insuficiencia”, aumenta entonces la posibilidad de mantenerlos en la escuela y terminar. En la estimación de metas seguimos metodologías que son sólidas en términos matemáticos, pero que responden a una visión de derechos, nunca olvidamos que estamos hablando de personas, no de estadísticas. En los programas sectoriales de educación, una de las grandes debilidades es que no se traza el calendario de transformaciones necesarias para alcanzar los propósitos. En esta propuesta nos concentramos en cuatro prioridades: Recuperar la rectoría del Estado. En primer lugar, la privatización de la educación ha crecido bajo la depredación de la cúpula sindical, nosotros concebimos la educación como un bien público de la más alta jerarquía, que el mercado nunca podría distribuir adecuadamente, un derecho fundamental que sólo la más alta agencia del colectivo social, el Estado nacional puede resguardar para todos. Entre otras cosas se deben movilizar las atribuciones y los recursos del Estado para recuperar el control de la trayectoria profesional de los maestros para que los directores y los supervisores dependan efectivamente de las autoridades estatales y no de las figuras de control del sindicato, lograr que se rompa la bilateralidad excluyente en la política educativa, que todos decidamos. Y que las comisiones mixtas sean exclusivamente sobre prestaciones, como corresponde en un sano y vigoroso sindicalismo. La profesionalización de los maestros es el corazón del sistema, un aspecto de los muchos que hemos aprendido de Sylvia, aquí presente, es la importancia de considerar a los maestros como verdaderos profesionales, liberándolos de prescripciones sofocantes y de la tiranía que impone la colonización sindical de las estructuras operativas. Para ello proponemos un calendario de acciones puntuales para poner a concurso todas las plazas, establecer un servicio profesional de carrera con certificación periódica obligatoria, asentar un claro reconocimiento social en términos culturales y también de pago económico que atraiga y retenga el máximo talento docente. También planteamos asumir el enfoque de la relación tutora y las comunidades de aprendizaje como enfoque pedagógico nacional, dejando atrás la sobrecarga programática, la simulación y la irrelevancia. Establecer gasto transparente y eficiente, modificando los mecanismos de financiamiento que ahora son regresivos en el diseño y sobre todo la calidad del gasto, hoy atenazado por ineficiencia, despilfarro y corrupción. Hay que entender que el gasto es más bien inversión en el caso educativo y que el dinero es el principalmente instrumento de la política pública.

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Mientras se desvíe, se reparta, se coloque en lo que no es prioridad o no está justificado, genera daños incalculables a las trayectorias de niños y niñas, que tienen derecho a una suficiente inversión de capital colectivo para el despliegue de su potencial. El cuarto camino es la autonomía de la escuela, el suficiente margen de decisión para empoderara y para permitirle apropiarse de sus procesos y entonces sí, poderla hacer responsable de sus resultados. La transformación necesaria va desde reconocer la identidad jurídica de la escuela, hasta la activación de las sociedades de alumnos, pasando por la revisión del modelo de gestión, la política de participación para las organizaciones de sociedad civil y para los padres, la rezonificación en distritos que coincidan con los municipios, el impulso en suma de una comunidad escolar, que es un colectivo de aprendizaje, un espacio de transparencia y un foco de activación comunitaria. La obra la construimos perfilando una visión que recupera buena práctica nacional e internacional, optando por unos caminos por encima de otros, asumiendo la autoría sin escondernos en el bosque de las citas bibliográficas, desagregando la perspectiva para cada uno de los estados, marcando una secuencia año por año de lo que le corresponde al Ejecutivo y al Legislativo, a nivel federal y en cada Estado, en este gran mural que pinta cómo podemos avanzar en los 12 años que tenemos por delante. Les invito a que revisen el calendario, no me voy a detener puntualmente, pero hay tareas que ya comienzan en este semestre y que vamos a perseguir en alianza con otras organizaciones y con los medios de comunicación, en diálogo con los funcionarios actuales y con las figuras designadas para la transición. No es exhaustiva esta lista de acciones calendarizadas, pero sí quiere ser integral; no es neutra, pero sí es imparcial, y no responde a ideología partidista ninguna. Es de la sociedad civil y pide la contraparte de un Estado fuerte, responsable ante sus ciudadanos y no acobardado para hacer aquello para lo cual fue electo. ¿Qué va a pasar en 12 años? Esas niñas y niños del video se van a graduar del bachillerato y estarán pensando en la Universidad o en trabajar. Todos tenemos algo que aportar. La mejor manera de predecir el futuro es hacer que pase. A partir de este ejercicio nos daremos una cita año con año, precisamente con ustedes, nuestros aliados, los medios de comunicación, las personas críticas e interesadas en la educación en México, para revisar cómo vamos, para publicitar una cartilla, una boleta que califique los avances y señale logros y faltantes de gobierno y sociedad en el avance educativo. Esto, por supuesto, es un comienzo. Estamos muy dispuestos a reconsiderar y reformular si hay evidencia en mano, lo que sea una corrección o precisión en la ruta que lanzamos. Pero lo que no vamos a hacer es transigir, lo que ya no podemos dejar pasar es pasividad resignada o quejas sin propuestas o la cercanía a las autoridades que sólo es cosmética e irrelevante, para la foto, sin consecuencias reales.

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Ponernos metas y trazar un calendario es hacer algo a favor de la vida plena de nuestras niñas, niños y jóvenes. Paradójicamente nuestro futuro no tiene futuro, si no nos entregamos con pasión al presente, a la urgencia perseverante, al Ahora es Cuando. De verdad, piénsenlo, ¡Ahora es Cuando! Gracias. Gabriela Mendoza Correa: Gracias, David. Me gustaría invitarles a ver una animación que hemos preparado especialmente para ustedes. Esta animación sintetiza gráficamente las dos metas y los cuatro caminos de Mexicanos Primero, para la transformación de la educación en nuestro país. (Presentación de animación http://youtu.be/tNIjGnCxVQs) Nos complace contar esta mañana con la presencia de la maestra Sylvia Schmelkes del Valle. La maestra Schmelkes es Licenciada en Sociología y cuenta con una Maestría en Investigación y Desarrollo Educativo por la Universidad Iberoamericana; ha sido investigadora de la educación desde 1970 y ha publicado más de 150 trabajos, entre libros y artículos, sobre los temas de Calidad de la Educación, Educación de Adultos, Formación en Valores y Educación Intercultural; jugó un papel fundamental en la consolidación del Centro de Estudios Educativos, entonces dirigido por Pablo Latapí; fundó y fue Coordinadora General de Educación Intercultural y Bilingüe de la Secretaría de Educación Pública de 2001 a 2007; fungió como Presidente de la Junta de Gobierno del Centro de Investigación e Innovación Educativa de la OCDE de 2002 a 2004; en 2008 recibió la Medalla Joan Amos Comenius otorgada por la República Checa y por la UNESCO; actualmente dirige el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México. Sin más preámbulo, damos la bienvenida a la maestra Schmelkes. Mtra. Sylvia Schmelkes del Valle: Muchas gracias, buenos días a todos, a todas. Antes que nada un agradecimiento, la verdad, a Mexicanos Primero, por invitarme y darme la oportunidad de comentar este interesantísimo trabajo. Y lo primero que quiero hacer es celebrar la frescura que representan en nuestra frágil democracia contar con propuestas educativas de la sociedad civil, como la que estamos comentando hoy. Es interesante hacer notar desde ya que ésta no es la única propuesta. Yo personalmente estoy participando en otra que está por salir de prensa con un grupo de ciudadanos, y conozco varias más. En ellas hay muchos puntos coincidentes, lo que no debe sorprendernos, pues todas parten de un diagnóstico acerca de la crítica situación de nuestra educación nacional.

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También, como es natural, hay aspectos divergentes y justamente esto es lo que permite establecer las discusiones que tanto nos hacen falta para esclarecer caminos, compromisos y prioridades. El documento que hoy comentamos habla del consenso necesario para incorporar metas en la política pública. Estoy convencida de que debemos de avanzar a partir de lo mucho en lo que estamos de acuerdo. El documento advierte que consensuar no es lo mismo que transigir, y me parece que entre las muchas cosas que tienen en común las diversas propuestas es en su claridad de que ya no es posible transigir. Por eso quiero agradecer a Mexicanos Primero esta invitación a comentar la publicación, la cuarta ya en su corta existencia. Y me voy a permitir, en esta intervención, ir glosando este documento, incorporando en cada punto mis comentarios. Su diagnóstico incluye la preocupación por el retraso de México respecto a otros países, fundamentalmente por su característica expulsora del sistema educativo. Uno de cada cuatro jóvenes concluye la educación obligatoria. También muestra su preocupación por la falta de conciencia colectiva acerca de la gravedad de la situación y de la urgencia de la intervención para solucionar los problemas detectados. En esta ocasión, Mexicanos Primero hace una serie de propuestas para el futuro de la educación en México ante la coyuntura del cambio de gobierno, que organiza entorno a dos metas y cuatro caminos. Los caminos tienen la capacidad de provocar cambios en la manera como se toman las decisiones, en el papel que juegan los maestros, en la orientación del gasto y en el funcionamiento de la escuela. Como ya es costumbre con Mexicanos Primero, las metas se presentan con fundamento, precisión y claridad transparente, de manera que todos las podemos entender. Las metas no son sexenales, sino que trascienden el sexenio que comienza en diciembre de 2012, y esto es sin duda un acierto. Las metas en educación no pueden ser sexenales, porque los cambios educativos requieren constancia y tardan tiempo. Se trata de generaciones, y porque metas no sexenales implican políticas de Estado que no se logran sin la participación de una sociedad activa y comprometida que vigila su continuidad. Los autores expresamente dejan fuera la educación inicial y prescolar. Reconocen que ésta es una omisión, y creo que es correcto identificarla como misión, pues la investigación educativa y psicología es reiterativa en su señalamiento de que ésta es la edad más importante para educar, la primera infancia, porque de la educación de esta fase del desarrollo depende gran parte de lo que ocurre después con el ser humano, incluyendo lo que aprende y cómo le va en el sistema educativo. Hace poco Martín Carnoy, en la Cátedra Pablo Latapí, que organiza la Universidad Iberoamericana, señalaba la paradoja de que, siendo estos resultados contundentes, invirtamos mucho más en otros niveles educativos, y descuidamos éste. Es necesario decir que la educación preescolar tiene entre sus propósitos nivelar el terreno de juego, es decir, preparar a los niños de manera que todos tengan lo necesario para cursar una educación primaria con éxito.

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Y, sin embargo, como lo muestran varios estudios, entre ellos uno que publicó el Observatorio Ciudadano de la Educación, y otros varios de Robert Myers, por ejemplo, de este nivel educativo, dicen que comienzan ahí las desigualdades. Los sectores más pobres, notablemente en las zonas indígenas, reciben más tarde el servicio, lo hacen con personal no profesional, sufren carencia de recursos e insumos didácticos, cobran por el material y producen deserción de los que no pueden pagar. Desde la educación inicial, y respecto del preescolar, tendríamos que estar también preocupados. No se trata en este documento, pero no hay que quitar el dedo del renglón. La primera meta se refiere a asegurar trayectorias completas, de manera que con más horas, más días y más años todos logren terminar el bachillerato en 2024. Ello implica acceso puntual, dice el documento, y equitativo, añado yo. Implica también tránsito ininterrumpido, dice el documento, con prevención real de la reprobación, añado yo, lo que necesariamente incluye el combate frontal e inteligente al trabajo infantil, que es la causa principal del ausentismo, y también implica el egreso oportuno. Lograr esta meta supone reducir las condiciones que explican la expulsión gradual, entendiendo, supongo, que estas condiciones son sociales, económicas y culturales, pero también propias de la política educativa y de manera especialmente importante de la pedagogía, es decir, de las prácticas docentes en escuela y en aula. Así la primera meta se expresa en corto como “todos con bachillerato”. Creo que conviene también preguntarnos qué bachillerato o bachilleratos, con qué calidad, cuáles para quienes, y cómo asegurar su presencia con calidad en las zonas rurales, que es a donde justamente no están los bachilleratos todavía. Lograrlo implica asegurar la oferta básica, construir escuelas y poner maestros suficientes, y también implica atraer a la población, a los niños, a los jóvenes. Esto supone, dice el informe, políticas intersectoriales como transferencias económicas y políticas de transporte; lograrlo implica también retener a los alumnos. Tanto atracción, como retención, suponen, orden escolar, clima agradable, participación de los alumnos, y de manera fundamental, relevancia de los aprendizajes. Los alumnos tienen que sentir que lo que están aprendiendo tiene sentido, que les resulta útil, que les despierta su curiosidad y su capacidad de asombro, que los hace crecer en habilidades y en capacidades de relacionarse con los demás, y que les enseña a seguir aprendiendo. Por eso, una parte importante de lo que hay que hacer, creemos, tiene características pedagógicas, y atañen a la formación y a la práctica docente de los maestros. Las encuestas de juventud indican que la principal causa de deserción es económica, el 45 por ciento, pero la segunda más importante es, dicen ellos, académica, el 25 por ciento, pero esto de académico quiere decir que no les gusta la escuela. Como bien dice el documento, la desescolarización en secundaria y bachillerato tiene mucho que ver, el documento dice, “tiene más que ver”, con la calidad de la experiencia

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escolar. Atraer y sobre todo retener, implica necesariamente combatir ambas causas: la económica y la académica. El documento es claro en que el propósito de la educación obligatoria no puede reducirse a formar para el trabajo, sino que implica una habilitación básica para la vida, incluyendo también la ciudadanía. Sin embargo, parte de la capacitación de retener --dice el documento-- tiene que ver con el muy complejo problema de la relación entre la educación y el trabajo que en México está seriamente cuestionada, pues es el único país de la OCDE, según el último número de “Education at a Glance”, donde es más fácil obtener trabajo con educación secundaria concluida, que con estudios universitarios terminados. El documento habla de un cambio de la cultura de la población, junto con una mejor orientación vocacional, y una modificación de las prácticas de colocación en el empleo. Pero si bien todo esto es cierto, en verdad me parece que tiene mucho más que ver con un modelo de desarrollo que no privilegia la creación de empleos y que sigue manteniendo la ventaja comparativa en la división internacional del trabajo en ofrecer una mano de obra barata. Basta recordar un dato reciente en la prensa, que indica que el salario mínimo en México es el segundo más bajo de América Latina. Esto también requiere entonces de políticas intersectoriales, y atenderlo, esta relación entre educación y empleo, es más complejo, me parece, de lo que parece suponer el documento. La segunda meta se refiere al logro de trayectorias exitosas. Aquí es donde el documento incluye el cambio de prácticas y de resultados, de modo que todos logren los aprendizajes deseados en 2024. Es aquí también donde se plantea la necesidad de cómo crecer con equidad, en general en educación obligatoria, pero especialmente en educación media superior. Una pregunta que surge al leer este capítulo, es cómo lograrlo, sobre todo en zonas rurales dispersas y en zonas indígenas que tradicionalmente son las que reciben al último, los servicios educativos. Muchas de estas comunidades, incluso carecen de educación secundaria todavía. Planear esto --dice el documento-- requiere de una acupuntura territorial, así le llama. Cierto, pero el asunto es que la cobertura total y una cobertura con calidad y pertinencia que atraiga y retenga y te logre resultados de aprendizaje significativos, requiere de un conjunto de políticas novedosas para México, que no plantea el documento y en los que tendríamos que pensar para asegurar el logro de la meta para todos y con equidad. El documento habla de compensar. El asunto es que esta palabra, compensar, supone medidas para lograr que los desiguales logren ser un poquito más iguales. Su enfoque es uno de déficit. Como concepto, no toma en cuenta que son diferentes, no deficitarios, sino diferentes. El documento sí habla de la educación intercultural y bilingüe, de la necesidad de integrar a niños y niñas con necesidades educativas especiales, de no utilizar las

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mismas recetas ante la diversidad, pero esto, sin duda, va a requerir diseñar con mucha creatividad y con la participación de estos sectores, formas diferentes de atención que tomen en cuenta su cultura, su lengua, sus características y sus aspiraciones. Esta meta incluye el aprendizaje efectivo para una vida digna, y que ello se entiende como una educación que no puede ser uniforme y homogeneizante. El documento pone la confianza en la escuela singular, empoderada y con gestión colaborativa. No puedo estar más de acuerdo. La escuela es la unidad básica del sistema; el maestro se hace en la escuela y debería estar dotado de la autonomía necesaria para responder a las condiciones del medio, responsabilizándose por lograr los objetivos que son de todos, pero también los que la propia escuela se propone para satisfacer las necesidades y aspiraciones educativas de la población a la que atiende. Pero la escuela también requiere apoyos que deben venir de un sistema educativo que se concrete cercano a la escuela y cuya actividad gira en torno a satisfacer las necesidades de cada escuela reconociéndolas como diferentes. La propuesta del documento es que las escuelas trabajen con la metodología participativa de la relación tutora. Esta propuesta procede de la experiencia exitosa de trabajar de esta manera en algunas secundarias que habían obtenido bajos niveles de logro escolar en la prueba ENLACE. Es interesante, sin duda, la propuesta pedagógica de Gabriel Cámara en torno a la relación tutora. Sus resultados han sido muy exitosos, aunque bien a bien no sabemos exactamente por qué. Pero lo que sí me parece importante decir aquí, es que no es posible reducir la necesidad del cambio en las prácticas pedagógicas en el aula a esta metodología, que ahora deslumbra por sus buenos resultados, pero que de ninguna manera cubre todo lo que hay que transformar en lo que ocurre en la escuela y en la manera en que los docentes se relacionan con los alumnos. La pedagogía es bastante más compleja que esto y corremos el riesgo de banalizarla. Los docentes, por ejemplo, deben propiciar el trabajo colaborativo entre grupos homogéneos y heterogéneos de alumnos, deben aprender a plantear desafíos cognitivos crecientes, deben favorecer la investigación, la experimentación, la observación y la exploración, a fin de desarrollar la capacidad del alumno para aprender y para trabajar con otros; deben propiciar la reflexión, la argumentación, la objetivación, la metacognición como hábitos para enfrentar el aprendizaje a lo largo de la vida; deben aprender a ser inclusivos e interculturales y esto por mencionar algunas cosas. Habría muchísimas más. Sobre la prueba ENLACE el documento reconoce sus virtudes y los adelantos en la equiparación horizontal, lo que permitirá hacer seguimientos longitudinales con la certeza, que todavía no tenemos, de la comparabilidad de los resultados año con año. Señala la necesidad de mejorar su administración y sobre su interpretación la importancia de no conformarnos con los resultados promedio, sino preocuparnos por la reducción de la insuficiencia, lo que por cierto, también reduce la dispersión y con ello la desigualdad en el aprendizaje que desde cierta perspectiva es lo más importante. Más importante reducir esta desigualdad que elevar los niveles promedio. El documento advierte en este apartado sobre la necesidad de evitar los malos efectos ligados a enseñar para la prueba. Sin embargo, no dice cómo lograr esto si seguimos

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aplicando ENLACE año con año, grado por grado, con todos los alumnos del sistema y si hacemos depender los estímulos económicos de los maestros de la calificación de sus alumnos. Cosa que en la literatura claramente señala, no debe hacerse. No menciona el documento otros efectos perversos de la aplicación de una prueba con este tipo de repercusiones justamente contrarios a la educación inclusiva, la disuasión por parte de los docentes de que los alumnos con necesidades especiales o hablantes de una lengua materna que no es el español asistan a la escuela. Creo que ahora que estamos pensando sobre nuestra educación futura conviene replantear la evaluación y su uso, que desde mi punto de vista sólo debe tener fines de retroalimentación a todos los niveles y nunca repercusiones sobre individuos ni sobre escuelas. Hemos utilizado un instrumento valioso de información para la mejora para propósitos para los que no fue originalmente diseñado. Tenemos una prueba sumamente cara en su aplicación que bien podría aplicarse sólo en algunos grados y no necesariamente cada año, para evitar los efectos perversos documentados y la tentación de utilizarla con propósitos ajenos a los que orientaron su diseño. Son cuatro los caminos para lograr estas dos metas sustantivas. Lo que hay que hacer se plantea de manera clara y contundente. El primer camino es recuperar la rectoría del Estado en educación y esto se logra primero acotando la actuación del SNTE y de la CNTE e incluye asegurar la libertad de afiliación, acabar con la retención automática de cuotas sindicales y exigir sobre ellas transparencia. También se logra, en segundo lugar, reordenando la estructura de autoridad mediante, y ésta es una propuesta muy interesante, la conversión de los jefes de sector, supervisores y directores en empleados de confianza y a través de la extinción de las comisiones mixtas, meta a lograr para el año 2015. Y las plazas deben corresponder a la escuela, no a los maestros. Propone que el maestro tenga una licencia para el ejercicio profesional que deba recertificar periódicamente. Me permito comentar aquí que esta propuesta me parece un tanto unilateral. El Estado es el responsable de que el maestro cuente con los elementos para ejercer adecuadamente la docencia. Entonces, no se puede culpar solamente al maestro de no poseer estos elementos; más bien hay que exigir al Estado que se los proporcione en su formación inicial, que debe ser de muchísima mayor calidad, y en su formación en servicio, que desde mí perspectiva debe basarse en una evaluación de la práctica docente realizada en la escuela misma que se traduzca en mecanismos de apoyo al docente para desarrollar lo que le falta también de preferencia en la escuela misma. Primero es pedirle al Estado que cumpla su cometido y ya después cumplido, se podrá ver qué repercusiones tiene el que el docente mejore o no su práctica como consecuencia de estas medidas y en qué plazos. Parte del reordenamiento administrativo propuesto es la profundización de la descentralización iniciada en 1992 y también redefinir las responsabilidades de los diferentes niveles de gobierno. Esto está bien, y habría que ligar la propuesta con el fortalecimiento de la escuela y de la zona escolar que debe brindarle apoyo, de forma que

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las decisiones desciendan lo más cerca posible a donde tiene lugar el hecho educativo sin quitarle a cada entidad federativa su responsabilidad por asegurar que se cumpla el derecho a la educación con calidad con todos sus habitantes. La tercera manera como se propone que el Estado recupere su rectoría sobre la educación es fortaleciendo la participación social. Entre otras cosas esto implica establecer mecanismos de auditoría ciudadana –y me parece aquí relevante el ejemplo de los consejos de educación que son de composición social y que operan ya en varios países de América Latina, que son de consulta obligada y que tienen facultades de auditar el acontecer educativo. Entonces está el asunto de la auditoría ciudadana. Y también propone el documento, retomando una propuesta formulada por Pablo Latapí hace 12 años, establecer un ombudsman educativo para la defensa de este derecho. El segundo camino es el de la profesionalización docente. Se propone aquí ligar dicha carrera al aprendizaje de los alumnos, con lo que ya precisé, no estoy de acuerdo, y también ya expliqué por qué. Sugiere seguir el ejemplo de Chile, que por cierto no lo hace, Chile no hace depender el avance de los maestros en su carrera, del avance de sus alumnos, de los resultados de las pruebas de sus alumnos. Pero el documento sí sugiere seguir el ejemplo de Chile, y elaborar un marco de la buena enseñanza que permita definir estándares de desempeño, como ya había sugerido el documento de la OCDE, “Mejorar las escuelas” del 2012 que elaboró para México. Sugiere establecer un mecanismo de maestro-aprendiz para la formación de docentes, lo cual resulta muy sugerente. Sugiere reajustar la oferta de formación continua, que yo más bien creo que debe operar como nos dice la experiencia internacional, cercana a la escuela o en la escuela misma, y en función de lo que cada maestro y escuela necesitan para mejorar su práctica y lograr sus propósitos. Y señala algo que quiero destacar por su pertinencia, la consolidación de colectivos profesionales docentes, como la necesaria alternativa a la monopolización y reducción de su agrupación gremial por parte del sindicato. El tercer camino es la reforma de la manera en cómo se gasta en la educación, gasto actualmente amagado por problemas de corrupción, de despilfarro e ineficacia. Sugiere clarificar las fuentes y responsabilidades del financiamiento entre los órdenes de gobierno. Sugiere que el gasto por alumno debe hacerse coincidir con el gasto en el alumno. Esto es muy importante, pero yo agregaría, en cada alumno en función de sus condiciones, de forma que se asegure no meramente dar lo mismo a cada uno, sino principalmente dar más a los que más lo necesitan, cosa que no hacemos. Ni lo primero, ni le damos lo mismo a cada alumno, ni mucho menos le damos más a los que más lo necesitan. Evidentemente, conociendo la trayectoria de Mexicanos Primero, pide transparencia en el padrón de trabajadores de la educación, pero también exige la necesaria modificación de la fórmula para calcular las aportaciones federales a los estados, el FAEB, que como ha demostrado Carlos Mancera, como está ahora resulta totalmente regresiva. Y el cuarto y último camino es la importancia otorgada a la autonomía y a la participación en las escuelas. Pide romper con el actual caos de la administración educativa por proyectos federales que permiten que las escuelas accedan a recursos, pero que

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multiplican la carga administrativa del director y fragmentan innecesariamente la actividad escolar. Solicita centrar la actividad del director en su liderazgo académico. Pide universalizar el sistema de gestión de cada escuela -cuestiono si esto no resultará nuevamente uniformizante, y sugiere, como también lo hace la propuesta en que yo he participado, consolidar distritos escolares centrados en el apoyo, sobre todo, pedagógico a las escuelas. Estos cuatro caminos tienen diversas medidas, solo he mencionado algunas, y lo que es más interesante, tienen plazos para su cumplimiento. El documento viene acompañado, de hecho, de un calendario de transformaciones de aquí al 2024, como ya vimos en las diapositivas. Además, la mitad del documento constituye un ejercicio importante de fijar metas por entidad federativa, contrastando el escenario tendencial con el que se deriva de fijar las metas y planear su logro. Sólo comento al respecto, que me parece que al 2024 todas las entidades debieran tener el mismo nivel de logro y que el gasto federal debiera distribuirse de tal suerte que permita lograrlo. No entiendo por qué en algunos casos, el nivel de logro de algunos estados está por debajo que el de otros, y poquito por debajo. O sea que podría estar exactamente al mismo nivel. En el transcurso de mis comentarios, he dejado entrever algunas de las propuestas que pronto dará a conocer el grupo de ciudadanos con el que he participado, con propósitos similares a los perseguidos por Mexicanos Primero en este documento. Salvo las medidas de los cuatro caminos, sobre los que he hecho expresos comentarios, me parecen casi todas en general, sumamente necesarias, claramente fundamentadas, bien orientadas a resolver problemas detectados y considero que constituyen una agenda central de búsqueda de consensos y de participación social efectiva, en un sistema educativo que durante demasiados años, ha tropezado con obstáculos estructurales, y ha impedido que la educación se convierta en el mecanismo fundamental para lograr una mayor equidad y justicia social. Efectivamente ¡Ahora es cuando! Invitarnos a este noble ejercicio es el principal aporte de este documento de Mexicanos Primero, a quien aprovecho para agradecer este notable esfuerzo. Muchísimas gracias. Gabriela Mendoza Correa: Muchas gracias, Silvia, agradecemos tus comentarios. Finalmente, pedimos al doctor González, Presidente de Mexicanos Primero, tome la palabra. Dr. Claudio X. González Guajardo: Muy buenos días y muchas gracias a cada uno de ustedes por acompañarnos esta mañana. Silvia, muchas, muchas gracias por tus muy completos, muy atinados, muy ricos y enriquecedores comentarios a nuestra propuesta.

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Me congratulo de que te hayamos invitado a comentarla, porque la enriquece de manera muy importante, y ojalá haya mucha ocasión de comentar todo lo que nos has compartido esta mañana, justamente echamos a andar un ejercicio, como tú mencionas, de discusión y de debate, de mejora, de todas las propuestas para ejecutarlas entre todos los mexicanos. Gracias también por tu invariable buena disposición hacia Mexicanos Primero y sobre todo por tu servicio constante, capaz y honesto, a favor de la educación en nuestro país. Mi felicitación y mi reconocimiento más amplio para David Calderón y todo el equipo de Mexicanos Primero por este nuevo estudio, que créanme, lleva muchos meses, si no se pudiera decir años en construcción y que espero se convierta en referente para quienes buscamos cambiar para bien el rumbo de la educación en México. Amigas y amigos, hemos descuidado a la educación, hemos descuidado a nuestros jóvenes, hemos descuidado también a nuestros maestros, hemos, en ese proceso, descuidado a México. Nuestros niños van menos horas, días y años a la escuela que sus pares del mundo. Hasta el 80 por ciento de cada generación de nuestros jóvenes reprueban o pasan de panzazo las pruebas internacionales. Menos del 1 por ciento de nuestros estudiantes tiene nivel de excelencia en matemáticas. Nuestros maestros, por otro lado, trabajan en condiciones de gran dificultad, sin suficiente preparación y con el agobio constante de cúpulas sindicales controladoras, abusivas y corruptas. Podría seguir, pero creo que todos conocemos la difícil situación y la resultante desventaja para México. El tema no admite remedios superficiales, nada de administrar la educación. Se tiene que transformar a fondo. En el estudio Ahora es Cuando, Mexicanos Primero, como ya lo comentaron David y Sylvia, propone metas elevadas para los próximos años. Nada más y nada menos que alcanzar al mundo en cantidad educativa y alcanzar al mundo en calidad educativa. Y para alcanzar esas metas México tiene que estar dispuesto a cambios sistémicos. ¿Cuáles sugerimos? Son muchos, pero hay que priorizar los cuatro que ya se han comentado, que el Estado Mexicano recupere la rectoría en la materia. Nosotros consideramos que esta es condición necesaria del resto de los cambios. Con el arreglo político corporativo actual no es posible abordar las transformaciones necesarias. El estado tiene que recuperar el volante, el acelerador y el freno en la materia. Los mexicanos eligieron a un gobierno para la tarea, no al sindicato.

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A este efecto, como ya también se ha comentado, sugerimos establecer la condición de empleados de confianza de directores y supervisores; extinguir las comisiones mixtas que no tengan que ver estrictamente con temas de justicia laboral y acabar con el dominio del sindicato sobre la selección, promoción, pagos y estímulos a los maestros. Si no se recuperan las plazas, no se recupera la plaza educativa. Segundo. Profesionalización docente. Sin buenos maestros y directores no puede haber calidad educativa; tenemos que pugnar que sean los mejores, los que más enseñan y más se empeñan, los que más prosperen. Para lograrlo es indispensable que todas las plazas y no únicamente las de nueva creación se concursen, que las plazas de Director y Supervisor también se otorguen por concurso, establecer la obligatoriedad legal de la Evaluación Universal de Maestros y que tenga consecuencias y mejorar la evaluación inicial de los mismos. Recordemos, el derecho a la educación no es el derecho a ir a la escuela, es el derecho a aprender. Tercero. Mayor autonomía para las escuelas y mucho mayor participación de los padres en las mismas. Dotar a las escuelas de identidad jurídica propia y de mayores recursos y facultades de gestiones clave para lograr calidad, lo mismo que el mayor involucramiento de la comunidad en la escuela. Cuarto y último, el gasto transparente y eficaz. Nosotros nos preguntamos: ¿Cómo vamos a combatir la corrupción en el país si la tenemos enquistada en la educación? Es imperativo que se eliminen las prácticas de despilfarro e ineficacia; no son eventuales y marginales, responden a condiciones estructurales. Para cambiar esta situación se requiere publicar un padrón confiable de maestros, una nueva fórmula más progresiva de gasto y más eficaces esquemas gubernamentales y ciudadanos de vigilancia sobre el uso de los recursos. También aquí se requiere de calidad, la calidad en el gasto. Mención especial merece el tema de las comisiones no educativas, que según el sindicato son más de 160 mil en el país. Deben desaparecer, incluyendo las sindicales. Hablan del desorden, el desvío y la simulación rampantes en nuestro sistema. Los miles de millones de pesos que nos cuestan a todos los mexicanos, estas comisiones, se deben destinar a la capacitación y mejora de las condiciones laborales de los verdaderos maestros a quienes siempre defenderemos. Ya son más, como lo muestra el letrero afuera de este salón, ya son más de 65 mil los mexicanos que han dicho “Fin a las comisiones sindicales. Fin al abuso”.

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A los ciudadanos les decimos: “Sigan impulsando esta exigencia”. Al gobierno entrante le pedimos atiendan esta legítima exigencia ciudadana. A la visión de ordenamiento y cambio sistémico que presentamos el día de hoy, es indispensable acompañarla de actitud para poder alcanzar nuestro cometido. ¿A qué me refiero? A ser realistas, por más que duela tenemos que socializar la difícil situación como un acicate para el cambio, a caminar a prisa. Quienes nos aventajan y también quienes están a nuestra saga se mueven, nuestra consigna debe de ser acelerar el paso, a tener tenacidad para decir no al ausentismo, no a los paros, no a los aviadores, no a la mediocridad, a tener valor para enfrentar a los intereses creados, a los complacientes, a los derrotistas, a los corruptos y los corruptores, a quienes maltratan y humillan a los maestros y luego dicen ser sus protectores, a tener claridad para exigir de los políticos que dejen de usar a la educación como moneda de cambio; no les podemos pedir lo imposible, porque sí exigirles lo que con valor y entrega sea realizable para mejorar la calidad educativa, a ser responsables todos. Es fácil apuntar el dedo, pero la situación actual se debe a la acción incorrecta de algunos y a la omisión y la complacencia de muchos otros. Probemos en los hechos que la escuela no es del gobierno como se dice coloquialmente, sino que es de todos nosotros, de los ciudadanos. También tenemos que tener confianza en nosotros mismos. Adiós complejos, podemos aprender y prosperar como los que más aprenden y prosperan, y también a ser generosos. De vez en vez se le presenta a una generación la oportunidad de hacer un cambio de fondo que beneficie a otra generación. Tengamos la generosidad y la altura de miras para hacerlo. Amigas y amigos, “ahora es cuando”, es mucho, mucho lo que se puede lograr en los próximos años; no será fácil, e inclusive habrá que aguantar turbulencias, pero les aseguro, bien lo vale, porque en este tema nos jugamos el futuro. Muchas gracias. Gabriela Mendoza Correa: Muchas gracias, Claudio. Les invitamos a tomar un ejemplar de “Ahora es Cuando, Metas 2012-2024”, en la parte posterior y en la salida de este salón. También se podrá descargar o solicitar sin costo en la página de Mexicanos Primero en www.mexicanosprimero.org. Finalmente, los invitamos a visitar nuestra página donde podrán encontrar más información sobre el estado de la educación en nuestro país, y donde podrán registrarse para apoyar nuestras iniciativas.

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Las metas necesitan corregirse, acordarse y, sobre todo, ser apoyadas en su implementación y monitoreadas en sus avances. Es un esfuerzo colectivo en el que pedimos a cada una, a cada uno que no deje de hacer su parte. Agradecemos de nuevo el apoyo a nuestra causa, y su presencia a este importante evento. Buenos días. _______________________________________________________________________ Contacto: Norma Espinosa, Coordinadora de Medios | (55) 55 98 64 98 | [email protected]