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REDENCION SAN FELICISIMO REVISTA PASIONISTA PARA LA FAMILIA nº 918 zenb año 88.urtea urtarrila-otsaila 2017 enero-febrero TRAIGO CORAZÓN, SUEÑOS, DONES… TRAIGO CORAZÓN, SUEÑOS, DONES…

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  • REDENCIONSAN FELICISIMO REVISTA PASIONISTA PARA LA FAMILIA nº 918 zenbaño 88.urtea urtarrila-otsaila 2017 enero-febrero

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    TRAIGO CORAZÓN, SUEÑOS, DONES…

    TRAIGO CORAZÓN, SUEÑOS, DONES…

  • Urte Berri On!

    ¡Feliz Año Nuevo!

    ¡Feliz Ani Novo!

    Zuzendaria / director:Joxemari Arzalluz • [email protected]

    Administrazioa / administración: Juan Bautista Santamaría, cp. [email protected]

    Helbidea / dirección:San Felizisimo plaza, 1 - 48014 BilbaoTel.: 944 75 45 06

    Inprimaketa / impresión: GRAFILUR Basauri (Bizkaia) Lege Gordailua / D.L: SS-9-1970

    Maketazioa / maquetación: KOXKA MX 665 706 494 Naroa Escabias Aretxabaleta

    Urteko harpidetza / suscripción anual: 10€ • Ongilearena / bienhechor: 20€ Cuenta: Santander ES25-0049-0018-40-2712374797

    2017

  • EDITORIAL

    Enrique Ordiales ROSTRO DE UNA REFUGIADA

    Clemente SobradoJESÚS ESTÁ CASADO

    ADECO Mila Dominguez VEINTICINCO AÑOS SUMANDO AMISTAD DESARROLLO Y COOPERACIÓN

    Esther Marín ¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO MAL?

    ELIZA / IGLESIA: Pilar Rahola LA PATRIA DEL CORAZÓN

    Eugenio Landa EL PODER DE LA NOSTALGIA

    ACOMPAÑANDO: Jesús Prieto EL ASIDERO DE FIAR

    Pasionistas: Pablo Gonzalo CP NAVIDAD Y PABLO DE LA CRUZ

    Yo te invito. Zatoz!

    Gema Sáez NUEVOS PROPÓSITOS 2017

    Elkarrizketa: ILBER SALCEDO

    Mari Jose Laña FIDELIDAD

    OTOITZA - ORACIÓN

    VIRUTAS: Redención

    Manuel Díaz A CRISE DEMOGRÁFICA NON REMONTA

    LEIHATILATIK BEGIRA: Joxemari Arzalluz

    BERTSOTAN: A. Martzel

    ENTRE TU Y YO: Mario Melgosa

    GURE ETXEAK

    ETA BESTEAK

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    REDENCIÓN Año 87. urtea

    Núm. 918. zenbakiaenero-febrero

    2017 urtarrila-otsaila

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  • -4 -REDENCION•N918ENERO-FEBRERO2017

    EDITORIAL

    RECORDATORIOS(PARA ILBER SALCEDO)

    Un saludo, querido hermano, Ílber, con tu sacerdocio “ministerial” recién estrenado.

    Antes de entregarte una palabra mía, te traigo la bendición bíblica que el primer día del año deja la Iglesia en nuestra eucaristía para bendecir al pueblo: “El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fi je en ti y te conceda la paz”.

    Y a esta bendición del cielo sumo mi felici-tación, “feliz porque has creído”. Porque has acogido su llamada y, como María al anun-cio del ángel, has respondido con asombro y agradecimiento: “Hágase en mi según tu palabra”. Recuerda siempre el canto de la Virgen-Madre en la encarnación de Dios en su cuerpo de mujer: “El Señor ha hecho en mí cosas grandes”. No lo olvides en los mo-mentos del aplauso. Él te ha engrandecido; no te apropies su gloria. Eres ya un hombre totalmente de Dios para los hombres. Muy contracultural: no eres para ti.

    Y ya que te gusta cantar y acompañarte de tu guitarra, completo el tríptico de la bendi-ción del cielo y la felicitación, con un can-to del sacerdote brasileño P. Zezinho, que tantas veces has cantado en tus encuentro juveniles: “Al pecho llevo una cruz y en mi corazón lo que dice Jesús”. Te dejo en re-cordatorio algunas frases que ya conoces:

    Que sigas cantado, Ílber, por esos mun-dos de Dios el evangelio resucitador de la Cruz, hasta que se apague tu voz y se te rompa el corazón. De la otra parte del monte me llega aún hoy el eco de de R. Cantalapiedra, el cantautor que gritaba la encarnación de los hombres de Dios:

    “No queremos a engañosos palabre-ros / queremos a un hombre / que se embarre con nosotros / que ría con nosotros / que beba con nosotros / el vino en la taberna / que coma en nuestra mesa / que tenga orgullo y

    rabia / que tenga corazón y fortaleza / los otros no interesan”,

    Te han ungido, Ílber, sacerdote y profeta en tu querida Colombia, la tierra que te vio nacer y crecer. En el Año Jubilar de la Mi-sericordia, recuérdalo.

    “…Caminos y vidas recorro, / llevando socorro, queriendo ayudar. / Mensaje de paz en mi canto, / y cruzo montañas y voy hasta el fi n,/

    el mundo no me satisface, / lo que busco es paz, lo que quiero es vivir.

    … Sé que es de mi propiedad / buscar la verdad, gritar con mi voz.El mundo va herido y cansado, / de un negro pasado, de guerras sin fi n,

    hoy teme las armas que hizo / y la fe que deshizo y espera por mí.

    … Yo quiero dejar mi recado, / no tengo pasado, pero tengo amor.El mismo de un Crucifi cado, / que quiso dejarnos un mundo mejor.Yo digo a los indiferentes / que soy de la gente que cree en la cruz

    y creo en la fuerza del hombre / que sigue el camino de Cristo Jesús”.

  • -5 - REDENCION•918ZENBURTARRILA-OTSAILA2017

    El papa Francisco nos ha dejado mu-chos gestos y palabras apremiantes para salir a las periferias y prolongar ahí la encarnación de Dios, tomando la forma de siervo, libremente des-pojado de su gloria divina y humana. Recuerda que para lavar los pies estorban los anillos de oro y la alta costura. Eso les va a los que van por la vida de señores.

    Por mi edad podía darte algunos consejos aprendidos por los cami-nos, pero he preferido decirte que recuerdes lo que eres: un hombre de Dios para los hombres; y Dios es amor entrañable y misericordia. Cuando alguien te pida las cre-denciales, puedes contestar, como Cristo, con la verdad de tu vida: doy la vida por mis hermanos.

    Iglesia en salida: baja del altar y vete a repartir a los hombres el pan

    y el vino que el Señor ha puesto en tus manos. Sal a la vida, no a tu aire infecto de muchos egoísmos, sino al aire libre del Espíritu de Dios, el de las bienaven-turanzas y las obras de misericordia. Y luego, con la vida y las cruces de tus hermanos a cuestas, sube a ese altar del que has bajado para hacer el ofer-torio. Y estar con el Señor que te llama y te envía. Recuérdalo. Ya lo estás haciendo, Ílber, dedicando trabajos y cariño a nuestros hermanos en la en-fermería de Deusto. Gracias.

    Sal a la vida apremiado por el amor a Dios que ha confi ado en ti, y quiere mucho a quienes Jesús ponga en tus caminos. Quiérelos mucho, aunque te manches.

    Recuérdalo. / Un abrazo,

    MARIO MELGOSA

    Euskadiko Autonomia Erkide-goan 4.352 emakume dira Ertzain-tzaren babesa behar duten emaku-meak generoaren indarkeria dela eta. Euskal Herriko hegoaldean 60 emakume izan ziren bortxatuak (2015): Bizkaian 23, Gipuzkoan 12, Araban 5 eta Nafarroan 20. Eus-kadin (2015) bi emakume hil ziren eta Nafarroan, berriz hiru.

    Badira urte batzuk arazoa nola konponduko azterketa serioak egi-

    ten ari direla hainbat erakunde. Herritarrak, ordea, nola hezi? Bai-na gatazka honetan datza, adituek diotenez: gizonezkoen bidegabeko arkeria edo matxismoa norberaren autu edo kontua dela pentsatzea. Hori horrela bada, nola zuzendu?

    Zenbakiak beti dira gordinak eta hotzak. Ez dugu ahaztu behar inoiz zenbaki bakoitzaren atzean pertso-na bat dagoela, kasu honetan erru-rik gabeko emakumea

    JOXEMARI ARZALLUZ

    ATARIAN

    Emakumeen kontrako indarkareia

    El papa Francisco nos ha dejado mu-chos gestos y palabras apremiantes para salir a las periferiasahí la encarnación de Dios, tomando la forma de siervo, libremente des-pojado de su gloria divina y humana. Recuerdaestorban los anillos de oro y la alta costura. Eso les va a los que van por la vida de señores.

    Por mi edad podía darte algunos consejos aprendidos por los cami-nos, pero he preferido decirte que recuerdesde Dios para los hombreses amor entrañable y misericordia. Cuando alguien te pida las cre-denciales, puedes contestar, como Cristo, con la verdad de tu vida: doy la vida por mis hermanos

    Iglesia en salida: baja del altar y vete a repartir a los hombres el pan

    Euskadikogoan 4.352 emakume dira Ertzain-tzaren babesa behar duten emaku-meak generoaren indarkeria dela eta. Euskal Herriko hegoaldean 60 emakume izan ziren bortxatuak (2015): Bizkaian 23, Gipuzkoan 12, Araban 5 eta Nafarroan 20. Eus-kadin (2015) bi emakume hil ziren eta Nafarroan, berriz hiru.

    Badira urte batzuk arazoa nola konponduko azterketa serioak egi-

    ATARIAN

    Emakumeen kontrako indarkareia

  • -6 -REDENCION•N918ENERO-FEBRERO2017

    ENRIQUE ORDIALES

    Hoy quiero presentaros otro “rostro” de un refugiado, el de una mujer afri-cana, que está aquí, entre nosotros, en nuestra propia parroquia, pero de la que no puedo ni facilitaros su ima-gen ni decir su verdadero nombre ni su nacionalidad. Sólo puedo conta-ros su historia, con todo el respeto del alma y un cariño infi nito.

    Aya, la llamaremos así, nació en un país subsahariano, por entonces próspero, pacífi co y relativamente rico. Era de familia pudiente, de la élite, el padre comerciante, la madre maestra y un tío doctor y ministro. Cuando ella tenía once años, murió el presidente de la república y empe-zaron los problemas sucesorios que destrozaron al país y a su familia. Su tío defendía al sucesor constitucio-nal, Presidente de la Asamblea Na-cional, frente a las pretensiones del anterior Primer Ministro. Ganaron los constitucionalistas, apoyados por la familia de Aya, pero al poco estalló una cruenta guerra civil en la que su familia tuvo que emigrar a un país vecino pidiendo asilo político y pro-tección internacional. Su padre, sin embargo, viendo que la guerra la iba ganando el anterior Primer Ministro, decidió casar a su hija con un parien-te del virtual vencedor, que ya había

    mostrado interés por ella. Pretendía así asegurar un futuro para su hija y de paso también para ellos mismos, una vez que su hermano se había retirado de la contienda y la política. Aya, con 14 años, quedó a cargo de su suegra, ya que su marido y pre-tendiente estaba destinado como agregado cultural en una embajada de un país norteafricano.

    Fue en vano. Padre y tío fueron ase-sinados junto con sus escoltas y un hermano mayor de Aya que intentó defenderles. Al poco murió la ma-dre, dicen que de tristeza y dolor. La guerra civil seguía su curso, so-bre todo en la capital y en el barrio donde residía Aya con su suegra. Aya recuerda muertos por las calles y casas destrozadas. Su suegra, que nunca la quiso y la humillaba siem-pre que podía, empezó a maltratarla y esclavizarla, de tal forma que Aya no pudiendo más, aprovechó para escapar al paso de una caravana de ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugia-dos) que recogía a mujeres, niños y ancianos víctimas de la guerra para llevarlos a un país seguro. No tuvo suerte Aya, porque en dicho país el encargado de documentar a los re-fugiados era precisamente su mari-

    Estos últimos tiempos hemos podido ver infi nidad de imágenes sobre los refugiados sirios y africanos que se agolpan hacinados y en condicio-

    nes infrahumanas en las fronteras del sureste de Europa. Son muchedum-

    bre sin rostro, salvo el de unos pocos, niños ahogados o con el cuerpo

    destrozado, que nos han helado el corazón.

    ROSTRO DE UNA REFUGIADA

  • -7 - REDENCION•918ZENBURTARRILA-OTSAILA2017

    do. Se hizo cargo de ella, pero continuó con las vejaciones de su madre, y la en-tregaba a sus compañeros para que se divirtieran con ella. Un día se presentaron dos cuñados con la pretensión de llevar-la de nuevo a casa de su suegra. La no-che anterior a su anunciada vuelta, ella huyó por una ventana y buscó refugio en la sede de ACNUR, cuya directora consi-guió llevarla hasta Ceuta con el propósito de que las autoridades españolas le die-ran el permiso de asilo y documentación personal. Haciendo cola en las ofi cinas de Extranjería, vio merodeando por allí a dos compañeros de su marido, por lo que decidió huir de nuevo y embarcarse en un ferry hasta la península sin que nadie le pidiera ninguna documentación.

    Contó su historia en la delegación de AC-NUR en Sevilla, desde donde la manda-ron a CEAR Bilbao. No consiguieron do-cumentarla, pero sí darle por unos años un carnet de asilado político con derecho a trabajo, renovable anualmente. La co-nocí entonces, hará unos ocho años, por Lagun Artean. No tenía grandes proble-mas, renovaba el carnet y tenía trabajos precarios e intermitentes, pero sufi cien-tes. Sin embargo en 2014, Extranjería le niega el asilo alegando que su país ya no está en guerra, por lo que tiene que conseguir ella misma el pasaporte. Y em-piezan las difi cultades serias. Primero: no

    existen datos en el registro del nacimien-to de Aya, porque han sido quemados los de toda su familia y a un jesuita, amigo personal mío, que vive en su país y fue a pedir el Certifi cado de Nacimiento, le dijeron que mejor si no volvía preguntar nada sobre dicha familia. Segundo: el ac-tual presidente es el antiguo Primer Mi-nistro y el responsable último de la muer-te de sus padres y hermanos.

    Desesperada, vino a nuestra parroquia. Dice tener todo el cuerpo con cicatrices. He visto sus brazos llenos de quema-duras de cigarros y su espalda de sig-nos evidentes de latigazos. En el grupo “Compartir” de nuestra parroquia con-seguimos reconstruir su historia y con ella ir a Extranjería donde le han vuelto a conceder el permiso de asilo provi-sionalmente, pero exigiéndole para su próxima renovación la consecución un contrato de trabajo a jornada completa y por al menos un año de duración. Tiene uno, indefi nido, por media jornada, pero no conseguimos que se la amplíen. Y en esas estamos. Viene por la parroquia una semana sí y otra también, para ver si hemos encontrado algo. Viene mirando a un sitio y otro, siempre insegura y con miedo, tanto que no acaba de fi arse de nosotros. Rostro de refugiado, sufriente, como aquel del Siervo de Yahvé, como aquel del Crucifi cado.

    do. Se hizo cargo de ella, pero continuó con las vejaciones de su madre, y la en-tregaba a sus compañeros para que se divirtieran con ella. Un día se presentaron dos cuñados con la pretensión de llevar-la de nuevo a casa de su suegra. La no-che anterior a su anunciada vuelta, ella huyó por una ventana y buscó refugio en la sede de ACNUR, cuya directora consi-guió llevarla hasta Ceuta con el propósito de que las autoridades españolas le die-ran el permiso de asilo y documentación personal. Haciendo cola en las ofi cinas de Extranjería, vio merodeando por allí a dos compañeros de su marido, por lo que decidió huir de nuevo y embarcarse en un ferry hasta la península sin que nadie le pidiera ninguna documentación.

    Contó su historia en la delegación de AC-NUR en Sevilla, desde donde la manda-ron a CEAR Bilbao. No consiguieron do-cumentarla, pero sí darle por unos años un carnet de asilado político con derecho a trabajo, renovable anualmente. La co-nocí entonces, hará unos ocho años, por Lagun Artean. No tenía grandes proble-mas, renovaba el carnet y tenía trabajos precarios e intermitentes, pero sufi cien-tes. Sin embargo en 2014, Extranjería le niega el asilo alegando que su país ya no está en guerra, por lo que tiene que conseguir ella misma el pasaporte. Y em-piezan las difi cultades serias. Primero: no

  • -8 -REDENCION•N918ENERO-FEBRERO2017

    Puede que el título suene un tanto extraño y hasta es posible que muchos se escandalicen. Y sin embargo, visto desde la fe: Dios no es soltero, se casó con su Pueblo. Jesús no está soltero sino casado.

    Con frecuencia se ha escrito y hablado de que siempre que hablábamos de Dios y de Jesús, era un Dios para gente mayor. Pero que decía poco a los niños y a los jóvenes. Teníamos un Dios para los viejos. Y teníamos un Jesús para los mayores. Pero ¿dónde estaba el Jesús para los jóve-nes? ¿Qué les podía decir Jesús a los jóvenes para su vida?

    JESÚS ESTÁ CASADO

    CLEMENTESOBRADO CP

    LIMA

    Jesús novio

    Primero Jesús no tuvo reparo en de-clararse novio. Nadie ayuna “mien-tras el novio está con ellos”. De-clararse novio presenta un Jesús enamorado de nosotros. Es un Jesús que trata de ganar nuestro corazón, como los jóvenes tratan de ganar el corazón de la enamorada y conver-tirse en novios cuyo término es la boda.

    El papa Francisco, no tuvo reparo en presentarnos a Jesús como casado.

    Hablando de la belleza del “matrimo-nio como obra de arte del amor” pre-senta a Dios no como soltero, sino desposado con su pueblo. Y tampo-co tiene pelos en la lengua para de-cir que “Cristo estaba casado”. No con esa superfi cialidad con la que muchos quieren presentar a la Mag-dalena como la querida y amante de Jesús. El Papa habla con mayor se-riedad y dice:

    “El Señor toma este amor de la obra de arte de la Creación para explicar el amor que tiene con su pueblo. Y algo más: cuando Pablo tiene nece-sidad de explicar el misterio de Cris-

    to, lo hace también en relación, en referencia a su Esposa: porque Cris-to está casado. Cristo estaba casa-do, había desposado a la Iglesia, su pueblo.

    Como el Padre había desposado al Pueblo de Israel, Cristo desposó a su pueblo.

    Ésta es la historia del amor, ¡ésta es la historia de la obra de arte de la Creación! Y ante este recorrido de amor, a este ícono, la casuística cae y se convierte en dolor. Pero cuan-do este dejar el padre y la madre y unirse a una mujer, hacerse una sola carne e ir adelante y este amor fra-casa, porque tantas veces fracasa, debemos sentir el dolor del fracaso, acompañar a aquellas personas que han tenido este fracaso en el propio amor. ¡No condenar! ¡Caminar con ellas! Y no hacer casuística con su situación”.

    El Papa “piensa en este diseño de amor, este camino de amor del ma-trimonio cristiano, que Dios ha ben-decido en la obra de arte de su Crea-ción”. Una “bendición – advirtió– que jamás ha sido quitada. ¡Ni siquiera el pecado original la ha destruido!”. “Ve

  • -9 - REDENCION•918ZENBURTARRILA-OTSAILA2017

    cuan bello es el amor, cuan bello es el matrimonio, cuan bella es la familia, cuan bello es este ca-mino y cuanto amor, cuanta cer-canía tenemos que tener con los hermanos y las hermanas que en la vida han tenido la desgra-cia de un fracaso en el amor”. Y subrayó la belleza “del amor que Cristo tiene por su esposa, ¡la Iglesia!”

    Nada de un Jesús solterón

    “¡También aquí debemos estar atentos para que el amor no fracase! No hablar de un Cris-to demasiado ‘solterón’: ¡Cristo desposó a la Iglesia! No se pue-de entender a Cristo sin la Igle-sia y no se puede entender a la Iglesia sin Cristo. Éste es el gran misterio de la obra de arte de la Creación. Que el Señor nos dé a todos nosotros la gracia de en-tenderlo y también la gracia de jamás caer en estas actitudes casuísticas de los fariseos, de los doctores de la ley”.

    Si no podemos entender a Cristo sin la Iglesia su esposa, ni se puede en-tender a la Iglesia esposa sin Cristo, también podemos concluir que: no podemos hablar del hombre sin la mujer ni de la mujer sin el hombre. Hombre y mujer forman esa unidad que se llama matrimonio.

    Y si tiene que dolernos cuando la Iglesia esposa no es fi el a Jesús su esposo, igualmente cuando, por esas debilidades humanas, la cul-tura, y la mentalidad, los esposos fracasan en su amor y en su com-promiso matrimonial y, hasta llegan

    al divorcio, tendría que dolernos a todos.

    No se trata de condenarlos ni margi-narlos, sino de acompañarlos, aco-gerlos, como el Jesús esposo nos acoge a todos para devolvernos el primer amor.

    Nuestra pastoral debiera recoger es-tos pensamientos del Papa, y pre-sentar más a Jesús “no como un sol-terón” que no quiere compromisos y presentarle más como “el novio y como el esposo”. Modelo de “novio” para los enamorados. Y modelo de “esposo” para los casados. Dejemos de hablar de un Dios y un Jesús hí-bridos, sino enamorados y que cele-bran su boda con nosotros.

    cuan bello es el amor, cuan bello es el matrimonio, cuan bella es la familia, cuan bello es este ca-mino y cuanto amor, cuanta cer-canía tenemos que tener con los hermanos y las hermanas que en la vida han tenido la desgra-cia de un fracaso en el amor”. Y subrayó la belleza “del amor que Cristo tiene por su esposa, ¡la Iglesia!”

    Nada de un Jesús solterón

    “¡También aquí debemos estar atentos para que el amor no fracase! No hablar de un Cris-to demasiado ‘solterón’: ¡Cristo desposó a la Iglesia! No se pue-de entender a Cristo sin la Igle-sia y no se puede entender a la Iglesia sin Cristo. Éste es el gran misterio de la obra de arte de la Creación. Que el Señor nos dé a todos nosotros la gracia de en-tenderlo y también la gracia de jamás caer en estas actitudes casuísticas de los fariseos, de los doctores de la ley”.

    Si no podemos entender a Cristo sin la Iglesia su esposa, ni se puede en-tender a la Iglesia esposa sin Cristo, también podemos concluir que: no podemos hablar del hombre sin la mujer ni de la mujer sin el hombre. Hombre y mujer forman esa unidad que se llama matrimonio.

    Y si tiene que dolernos cuando la Iglesia esposa no es fi el a Jesús su esposo, igualmente cuando, por esas debilidades humanas, la cul-tura, y la mentalidad, los esposos fracasan en su amor y en su com-promiso matrimonial y, hasta llegan

  • -10 -REDENCION•N918ENERO-FEBRERO2017

    ADECO

    Mila Dominguez

    Reunidos como Familia Pasionista he-mos celebrado las aventuras que du-rante -sus primeros- veinti5 años ha vivido nuestra ONGD “ADECO AC” Amistad, Desarrollo y Cooperación” apoyando y gestionando proyectos de: desarrollo comunitario, educación para la paz, equidad de género, educa-ción, etc. Todos a través del trabajo de cientos de voluntarios tanto en España como en América Latina.

    Hemos compartido la fraternidad, ha sido un espacio de reencuentros. Una cálida bienvenida. Haber tenido a un gran ponente como Arcadi Oliveres. Economista, promotor de Justicia y Paz con su ponencia “cambiando el norte para cambiar el sur”; Por supues-to hemos compartido la mesa con una comida solidaria, y por la noche nos he-mos dejado conducir a un espacio mú-sico-refl exivo con Juan Carlos Prieto pasionista de corazón-apasionado por la vida. Al día siguiente hemos celebra-

    do juntos la vida, la fe y la solidaridad en una emotiva celebración eucarística.

    Una celebración eucarística expresión de gozo carismático y alegría evangéli-ca. Porque nos sabemos herederos de una gran historia misionera comprome-tida con situaciones de dolor, sufrimien-to y pobreza, desde ahí deseamos que nuestra labor social sea una expresión de nuestro Carisma. Nuestro compro-miso evangélico y carismático se con-

    cretiza en la promoción de la dignidad humana particularmente de nuestros hermanos más desfavorecidos.

    Y esto, esto es lo que hemos celebrado gozamente -y seguiremos celebrando- el compromiso de muchos laicos/lai-cas y religiosos que enamorados por el Crucifi cado quieren hacer vida el evangelio. Mil gracias a todas aque-llas personas que desde la sencillez en el servicio hicieron posible esta alegre, fraterna celebración.

    Sucede algunas veces, pero esta vez fue totalmente. Me refi ero a esos momentos en los que uno queda sin palabras. Y eso sucedió el fi n de sema-na 19-20 de noviembre en nuestra comunidad de San Felicísimo en Deusto.

    VEINTICINCO AÑOS SUMANDO AMISTAD DESARROLLO Y COOPERACIÓN

  • -11 - REDENCION•918ZENBURTARRILA-OTSAILA2017

    Hace unos días leía en un periódico que una niña de 12 años moría por un coma etílico tras la ingesta de cantidades considerables de alcohol de alta graduación en una fi esta nocturna.

    La primera pregunta que yo me hice es ¿qué hace una niña de 12 años en una fi esta nocturna bebiendo alcohol?

    Hace muchos años, cuando yo trabajaba en urgencias, me tocó atender a menores de 14-15 años que los traían sus amigos con unas borracheras impresionantes, casi en coma. Al ser menores hay que avisar obligatoria-mente a sus padres y cuando estos llegaban al hospital y se les contaba lo que pasaba, siempre contestaban lo mismo: “Imposible; mi hijo no bebe”.

    ¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO MAL?

    ESTHER MARÍN

    [email protected]

    ¿Cuántos padres conocen los nombres de los amigos de sus hijos? ¿Cuántos saben en qué emplean su tiempo libre? ¿Cuán-tos padres hacen alguna comida con sus hijos en la que se habla de todo y sobre todo se escucha? De sobra es sabido que los secretos no se roban pero si se favore-cen las circunstancias, estos se cuentan.

    ¿Quién tiene la responsabilidad de que esto ocurra? Yo creo que los que no edu-can. Personalmente creo que 12 años no es edad para que una menor esté en una fi esta nocturna y mucho menos que beba alcohol.

    ¿Quién da el alcohol a los menores? Si los establecimientos no pueden vender a me-nores ¿cómo lo consiguen? ¿tal vez en casa? ¿quizás los padres colegas para los que los limites no tienen sentido y todo se puede hacer? A veces pensamos que el al-cohol no es peligroso, que no pasa nada y que no es cierto que los daños que provoca pueden ser muy importantes. Estamos en una espiral donde la responsabilidad diferi-da ha hecho mella en muchos padres y por no enfrentarse a sus hijos y aguantar carros y carretas, todo vale. ¡Si todos lo hacen cómo le voy a decir yo que no! Pues, dicién-dolo NO. No es fácil ser padre, nunca lo ha sido, pero ahora menos. Estamos quitando autoridad a los padres y a los maestros y digo autoridad, no autoritarismo que son cosas diferentes. Según los cánones actua-les hay que dejarles hacer de todo, no hay límites, da igual fumar porros, beber o tener relaciones sexuales a edades en las que ni

    el cuerpo ni la mente están preparados. No sólo hay que darles a nuestros hijos la caña de pescar, hay que enseñarles a usarla. Educar no es sermonear ni dar una charla magistral, es tener una coherencia entre lo que digo y lo que hago en el día a día.

    No sirve de nada que digamos que esta-mos contra la violencia si en casa agre-dimos verbalmente a nuestros hijos o a nuestra esposa, si no los respetamos o si en los partidos de deporte escolar nos de-dicamos a insultar a nuestros hijos, arbitro o jugadores contrarios porque no juegan como nosotros creemos que deben ha-cerlo. Hace años cuando mi hijo empezó en el balonmano, en el primer partido, fui testigo de cómo unos padres gritaban a sus hijo: “matarlos si hace falta pero no les dejéis marcar”. Hablamos de deporte escolar donde se supone que la fi nalidad es fomentar valores... ¿qué valores ense-ñamos con estos comportamientos?

    De nada sirve que digamos a nuestros hijos que no beban o no fumen porros o tabaco si ellos nos están viendo todos los días en el salón de casa con el porro en una mano y el wiski en la otra, o están viendo cómo cul-tivamos en la terraza o el jardín, las plantas de marihuana, eso sí, para consumo propio.

    Nuestros padres son nuestras fi guras de referencia y su ejemplo es vital para noso-tros, ellos son los que ponen los cimientos para que nosotros vayamos escribiendo el libro de nuestras vidas.

    Haceun coma etílico tras la ingesta de cantidades considerables de alcohol de alta graduación en una fi esta nocturna.

    La primera pregunta que yo me hice es ¿qué hace una niña de 12 años en una fi esta nocturna bebiendo alcohol?

    Hace muchos años, cuando yo trabajaba en urgencias, me tocó atender a menores de 14-15 años que los traían sus amigos con unas borracheras impresionantes, casi en coma. Al ser menores hay que avisar obligatoria-mente a sus padres y cuando estos llegaban al hospital y se les contaba lo que pasaba, siempre contestaban lo mismo: “Imposible; mi hijo no bebe”.

    ¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO MAL?

    ¿Cuántos padres conocen los nombres de los amigos de sus hijos? ¿Cuántos saben en qué emplean su tiempo libre? ¿Cuán-tos padres hacen alguna comida con sus hijos en la que se habla de todo y sobre todo se escucha? De sobra es sabido que los secretos no se roban pero si se favore-cen las circunstancias, estos se cuentan.

    ¿Quién tiene la responsabilidad de que esto ocurra? Yo creo que los que no edu-can. Personalmente creo que 12 años no es edad para que una menor esté en una fi esta nocturna y mucho menos que beba alcohol.

    ¿Quién da el alcohol a los menores? Si los establecimientos no pueden vender a me-nores ¿cómo lo consiguen? ¿tal vez en casa? ¿quizás los padres colegas para los que los limites no tienen sentido y todo se puede hacer? A veces pensamos que el al-cohol no es peligroso, que no pasa nada y que no es cierto que los daños que provoca pueden ser muy importantes. Estamos en una espiral donde la responsabilidad diferi-da ha hecho mella en muchos padres y por no enfrentarse a sus hijos y aguantar carros y carretas, todo vale. ¡Si todos lo hacen cómo le voy a decir yo que no! Pues, dicién-dolo NO. No es fácil ser padre, nunca lo ha sido, pero ahora menos. Estamos quitando autoridad a los padres y a los maestros y digo autoridad, no autoritarismo que son cosas diferentes. Según los cánones actua-les hay que dejarles hacer de todo, no hay límites, da igual fumar porros, beber o tener relaciones sexuales a edades en las que ni

  • -12 -REDENCION•N918ENERO-FEBRERO2017

    ELIZAIGLESIA

    Pilar Rahola

    PREGÓN DOMUND EN LA SAGRADA FAMILIA DE BARCELONA-2016

    Estoy en la Sagrada Fami-lia. Y estoy aquí porque he recibido el inmerecido ho-nor de ser la pregonera de un grandioso acto de amor que, en nombre de Dios, nos permite creer en el ser humano.

    No soy creyente, pero ten-go que ser sincera, porque,

    aunque me conmueve la espiritualidad que percibo en un lugar santo como este y admi-ro profundamente la elevada trascendencia que late el corazón de los creyentes, Dios me resulta un concepto huidizo y esquivo. Sin embargo, esta difi cultad para entender la divinidad no me impide ver a Dios en cada acto solidario, en cada gesto de entrega y estima al prójimo que realizan tantos creyen-tes, precisamente porque creen. ¡Qué idea luminosa, qué ideal tan elevado sacude la vida de miles de personas que un día deci-den salir de su casa, cruzar fronteras y hori-zontes, y aterrizar en los lugares más aban-donados del mundo, en aquellos agujeros negros del planeta que no salen ni en los mapas! ¡Qué revuelta interior tienen que vivir, qué grandeza de alma deben de tener, mu-jeres y hombres de fe, qué amor a Dios que los lleva a entregar la vida al servicio de la humanidad! No imagino ninguna revolución más pacífi ca ni ningún hito más grandioso.

    Vivimos tiempos convulsos, que nos han dejado dañados en las creencias, huérfa-nos de ideologías y perdidos en laberintos de dudas y miedos. Somos una humanidad frágil y asustada que camina en la niebla, casi siempre sin brújula. En este momento de desconcierto, amenazados por ideolo-gías totalitarias y afanes desaforados de consumo y por el vaciado de valores, el comportamiento de estos creyentes, que entienden a Dios como una inspiración de amor y de entrega, es un faro de luz, cierta-mente, en la tiniebla.

    Hablo de ellos, de los misioneros, y esta pa-labra tan antigua como la propia fe cristiana ha sido ensuciada muchas veces, arrastra-

    da por el fango del desprecio. Es cierto que los misioneros tienen un doble deseo, una doble misión: son portadores de la palabra cristiana y, a la vez, servidores de las necesi-dades humanas. Es decir, ayudan y evange-lizan, y pongo el acento en este último ver-bo, porque es el que ha sufrido los ataques más furibundos, sobre todo por parte de las ideologías que se sienten incómodas con la solidaridad, cuando se hace en nombre de Cristo. De esta incomodidad atávica, nace el desprecio de muchos.

    Es evidente que las críticas históricas a determinadas prácticas en nombre de la evangelización son pertinentes y necesa-rias. Estoy convencida, leyendo el Nuevo Testamento, de que el mismo Jesús las re-chazaría. Desgraciadamente, el nombre de todos los dioses se usa en vano para hacer el mal, y este hecho tan humano tiene muy poco que ver con la idea trascendente de la divinidad. Pero, al mismo tiempo, hay que poner en valor la entrega de miles y miles de cristianos que, a lo largo de los siglos, han hecho un trabajo de evangelización, con-vencidos de que difundir los valores frater-nales, la humildad, la entrega, la paz, el diá-logo, difundir, pues, los valores del mensaje de Jesús, era bueno para la humanidad.

    Quiero decir, pues, desde mi condición de no creyente: la misión de evangelizar es, también, una misión de servicio al ser hu-mano, sea cual sea su condición, identidad, cultura, idioma..., porque los valores cristia-nos son valores universales que entroncan directamente con los derechos humanos. Por supuesto, me refi ero a la palabra de Dios como fuente de bondad y de paz, y no al uso de Dios como idea de poder y de imposición. Pero, con esta salvedad perti-nente, el mensaje cristiano, especialmente en un tiempo de falta de valores sólidos y trascendentes, es una poderosa herramien-ta, transgresora y revolucionaria; la revolu-ción del que no quiere matar a nadie, sino salvar a todos.

    Permítanme que lo explicite una manera gráfi ca: si la humanidad se redujera a una

    Excelentísimo Sr. Arzobispo Juan José Omella, monseñores, autoridades, amigas y amigos:

    LA PATRIA DEL CORAZÓN

  • -13 - REDENCION•918ZENBURTARRILA-OTSAILA2017

    isla con un centenar de personas, sin ningún libro, ni ninguna escuela, ni ningún conoci-miento, pero se hubiera salvado el texto de los Diez Mandamientos, podríamos volver a levantar la civilización moderna. Todo está allí: amarás al prójimo como a ti mismo, no robarás, no matarás, no hablarás en falso...; ¡la salida de la jungla, el ideal de la conviven-cia! De hecho, si me disculpan la broma, solo sería necesario que los políticos aplicaran las leyes del catecismo para que no hubiera co-rrupción ni falsedad ni falta de escrúpulos. El catecismo, sin duda, es el programa político más sólido y fi able que podamos imaginar.

    Y de la idea menospreciada, criticada y tan a menudo rechazada de la evangelización, a otro concepto igualmente demonizado: el concepto de la caridad. ¿Cuántas personas de bien que se sienten implicadas en la idea progresista de la solidaridad, y alaban las bondades indiscutibles que la motivan, no soportan, en cambio, el concepto de la ca-ridad cristiana? Y uso el término con todas sus letras: caridad cristiana, consciente de cómo molesta esa motivación en determi-nados ambientes ideológicos. Sin embargo, esta idea, que personalmente encuentro luminosa, pero que otros consideran pa-ternalista e incluso prepotente, ha sido el sentimiento que ha motivado a millones de cristianos, a lo largo de los siglos, a servir a los demás.

    Y no me refi ero solo a los misioneros ac-tuales, a los más de quinientos catalanes, o a los casi trece mil de todo el Estado, re-partidos por todo el mundo, allí donde hay necesidad más extrema, sino también a aquellos lejanos cristianos que, por amor a

    su fe, protagonizaron gestas heroicas. ¿Qué podemos decir, por ejemplo, de los merce-darios que se intercambiaban por personas que estaban presas en tierras musulmanas, como acto sublime de sacrifi cio propio, en favor de los demás? El mismo ideal espiri-tual que motivaba a san Serapión a ir hasta el Magreb, entrar en la prisión de un sultán y liberar a un desconocido, convencido de que aquel acto de amor era un tributo a Dios, es el que motivó a Isabel Solà Matas, una joven enfermera catalana, perteneciente a la Congregación de Jesús-María, a estar die-ciocho años en Guinea y ocho en Haití, hasta que fue asesinada.

    He dicho al inicio de este pregón que no soy creyente en Dios, y esta afi rmación es tan sincera como, seguramente, triste. ¡Estamos tan solos ante la muerte los que no tenemos a Dios por compañía! Pero soy una creyen-te ferviente de todos estos hombres y mu-jeres que, gracias a Dios, nos dan intensas lecciones de vida, apóstoles infatigables de la creencia en la humanidad. El papa Fran-cisco ha pedido, en su Mensaje para este DOMUND, que los cristianos «salgan» de su tierra y lleven su mensaje de entrega, sino porque los motiva el sentido de servicio y la fe trascendente. Es un viaje hacia el centro de la humanidad. Esta llamada nos interpela a todos: a los creyentes, a los agnósticos, a los ateos, a los que sienten y a los que du-dan, a los que creen y a los que niegan, o no saben, o querrían y no pueden.

    Solo puedo decir: gracias por la entrega, gracias por la ayuda, gracias por el servicio; gracias, mil gracias, por creer en un Dios de luz, que nos ilumina a todos.

    “Esta difi cultad para entender la divinidad

    no me impide ver a Dios en cada acto

    solidario, en cada gesto de entrega y estima al

    prójimo que realizan tantos creyentes,

    precisamente porque creen”

    isla con un centenar de personas, sin ningún libro, ni ninguna escuela, ni ningún conoci-miento, pero se hubiera salvado el texto de los Diez Mandamientos, podríamos volver a levantar la civilización moderna. Todo está allí: amarás al prójimo como a ti mismo, no robarás, no matarás, no hablarás en falso...; ¡la salida de la jungla, el ideal de la conviven-cia! De hecho, si me disculpan la broma, solo sería necesario que los políticos aplicaran las leyes del catecismo para que no hubiera co-rrupción ni falsedad ni falta de escrúpulos. El catecismo, sin duda, es el programa político más sólido y fi able que podamos imaginar.

    Y de la idea menospreciada, criticada y tan a menudo rechazada de la evangelización, a otro concepto igualmente demonizado: el concepto de la caridad. ¿Cuántas personas de bien que se sienten implicadas en la idea progresista de la solidaridad, y alaban las bondades indiscutibles que la motivan, no soportan, en cambio, el concepto de la ca-ridad cristiana? Y uso el término con todas sus letras: caridad cristiana, consciente de cómo molesta esa motivación en determi-nados ambientes ideológicos. Sin embargo, esta idea, que personalmente encuentro luminosa, pero que otros consideran pa-ternalista e incluso prepotente, ha sido el sentimiento que ha motivado a millones de cristianos, a lo largo de los siglos, a servir a los demás.

    Y no me refi ero solo a los misioneros ac-tuales, a los más de quinientos catalanes, o a los casi trece mil de todo el Estado, re-partidos por todo el mundo, allí donde hay necesidad más extrema, sino también a aquellos lejanos cristianos que, por amor a

  • -14 -REDENCION•N918ENERO-FEBRERO2017

    El lastre de lo que fue y se ha ido para siempre pone un punto de me-lancolía en nuestro corazón. Nadie está blindado ante esas balas. So-mos vulnerables, blandos.

    Sabemos que hay que vivir el pre-sente, porque agarrarse al pasado sirve de poco, pero, con frecuencia, nos hacemos los tontos y lo olvida-mos. El factor nostalgia da guerra; nos pasa factura. ¿Qué es la nos-talgia? Etimológicamente, un do-lor del alma. Echamos de menos lo que perdimos. Añoramos paisajes, amores, amigos, ciudades, pueblos, etc. Añoramos etapas concretas de nuestra vida. Las embellecemos. Porque la añoranza es tan mentirosa o más que la memoria.

    En teoría, quien vive el hoy, el mo-mento presente, goza de paz interior y está en calma. Quien se vuelca ha-cia el ayer cae en tristezas y melan-colías. Y quien se adelanta al futuro, a lo que aún no es, sufre de ansie-dad y de impaciencia. Todo eso se sabe. Lo recoge cualquier manual de la más elemental Psicología. Pues bien, nadie se conforma con la rea-lidad del presente, con lo que está en sus manos. Todos miramos hacia

    atrás y hacia adelante, perseguidos por viejos fantasmas que ya no están o que ni siquiera han comparecido.

    No es cierto que todo tiempo pasado sea mejor que el actual. ¿Qué ocu-rre, entonces, por qué tenemos la percepción de un pretérito insupera-ble y excelso? Porque envejecemos. Porque vamos perdiendo lozanía y dejando atrás ese ímpetu que ca-racteriza al que está en la fl or de su vida. Lo que realmente echamos de menos no es el pasado; nos echa-mos de menos a nosotros mismos, al tipo aquél capaz de comerse el mundo y abrirse paso a machetazos en medio de la selva. Todo obstáculo era salvable. Lo insalvable ni siquiera fi guraba en nuestro diccionario. Y, de repente, viejo y escéptico, te miras al espejo y comprendes que hay trenes que se van y ya no vuelven. Eso nos duele. Eso es nostalgia.

    Contra la nostalgia, pastillas de en-tusiasmo y muchas ganas de seguir viviendo. No busques otros fárma-cos. Tal vez existan, pero los desco-nocemos. Quien quiera vivir, que se apunte al presente, que lo exprima, y mire sin vacilaciones hacia ade-lante, nunca hacia atrás. Es lícito y

    Todos somos nostálgicos. Todos, en momentos determinados, ali-mentamos recuerdos y añoranzas. Ni el más duro de la tribu se salva. El pasado pesa. Pesan los días de la niñez, el tiempo de la infancia –verda-dera patria del hombre- y el breve fulgor de la juventud perdida.

    UN FACTOR DETERMINANTE EN NUESTRA VIDA

    EL PODER DE LA NOSTALGIADIGO YO

    Eugenio Landa

  • -15 - REDENCION•918ZENBURTARRILA-OTSAILA2017

    necesario recordar. Somos seres sentimentales, con un pasado –un background- a nuestras espaldas. No seguemos los buenos recuerdos. Suman. No movamos indiscrimina-damente la hoz contra todo lo que fue y ya se ha ido. Evocar en posi-tivo forma parte del presente; ayuda a seguir andando. Pero hundirse en la tristura del pretérito no conduce a nada. Conjuguemos sin titubeos el presente de indicativo del verbo ser. Es lo que cuenta.

    Perdimos el paraíso. Adán mordió la manzana que le tendía Eva. Craso error: ambos pecaron y cayeron. Es la forma poética que utiliza la Biblia para recordarnos que el paso del hombre por la vida no es un cami-no de rosas. Hay rosas, sí, pero con punzantes espinas. No podemos llorar por el edén perdido. Debemos seguir adelante, fi rmes, decididos. Mientras seamos, mientras nos lata el corazón y nos sostenga el cerebro, mantengámonos en pie, vivamos.

    ¡Claro que somos nostálgicos! ¿Quién no evoca, de cuando en cuando, a esos seres queridos que se fueron? ¿Quién no revive irrepe-tibles instantes felices, viejas amis-tades rotas, amores que cayeron como caen las hojas en otoño? Hay rostros, rincones y paisajes que han quedado prendidos como óleos de Da Vinci o de Velázquez en nuestra memoria. Son indelebles. No los bo-rran ni el tiempo ni las tempestades. Forman parte consustancial de no-sotros mismos.

    Sí. Vivamos el presente, pero sin des-prendernos del bagaje sentimental y cultural que hemos ido acumulando a lo largo de la existencia. Porque somos la suma feliz (o infeliz) de todo lo que la vida nos ha ido dando y de todo lo que nosotros hemos ido dan-do a la vida. Nadie camina en bal-de. Todos, sembradores conscientes o inconscientes, dejamos huella a nuestro paso.

    necesario recordar. Somos seres sentimentales, con un pasado –un backgroundNo seguemos los buenos recuerdos. Suman. No movamos indiscrimina-damente la hoz contra todo lo que fue y ya se ha ido. Evocar en posi-tivo forma parte del presente; ayuda a seguir andando. Pero hundirse en la tristura del pretérito no conduce a nada. Conjuguemos sin titubeos el presente de indicativo del verbo ser. Es lo que cuenta.

    Perdimos el paraíso. Adán mordió la manzana que le tendía Eva. Craso error: ambos pecaron y cayeron. Es la forma poética que utiliza la Biblia para recordarnos que el paso del hombre por la vida no es un cami-no de rosas. Hay rosas, sí, pero con punzantes espinas. No podemos llorar por el edén perdido. Debemos seguir adelante, fi rmes, decididos. Mientras seamos, mientras nos lata el corazón y nos sostenga el cerebro, mantengámonos en pie, vivamos.

  • -16 -REDENCION•N918ENERO-FEBRERO2017

    EL ASIDERO DE FIAR (AL COMIENZO DE UN AÑO NUEVO)

    ACOMPAÑANDO

    JesúsPrieto

    Ignora uno lo que le queda de vida cuando se sobrepasan ciertas hojas del calendario y las goteras no es que se sumen, es que se multipli-can; pero tiene que resultar sensato y sanador dar un repaso a lo recorri-do para ponerlo ante el Señor, agra-decerlo y llegar a una síntesis que destaque lo esencial y nos ayude a vivirlo hasta el fi n. Es éste un buen modo de orar. “Enséñanos a calcular nuestros días, para que adquiramos un corazón sensato” (Salmo 89,12).

    Y ¿qué es lo nuclear y del todo im-prescindible para la fe cristiana? Siempre me llamó la atención la fra-se de San Juan, el apóstol que vuela más alto, en su evangelio (Jn 1,18) y que vuelve a repetir en su primera carta (1Jn 4,12): “A Dios nadie lo ha visto jamás”. En el primer caso pro-sigue el evangelista: “Nos lo ha con-tado el Hijo Unigénito, que está en el seno del Padre”. Y en el segundo caso concluye: “Pero, si nos ama-mos unos a otros, Dios mora en nosotros”. Dos modos de presen-cia, dos maneras de ver a Dios: en la primera, porque nos lo cuenta el Hijo Unigénito y en la segunda si nos amamos los hermanos, ya que Dios es amor.

    Porque, ¿qué sé yo de Dios sin Je-sús? Si alguien nos preguntara: ¿Qué es lo seguro? ¿Tan seguro que po-damos entregarnos a ello a ciegas? Nuestra respuesta será: El amor de Jesucristo. Sólo el amor de Jesucris-to es seguro. No podemos decir si-quiera el amor de Dios, porque, a fi n de cuentas, sólo por medio de Jesu-cristo sabemos que Dios nos ama.

    Jesucristo, y en concreto su Huma-nidad Santísima, es la guía segura por donde han caminado tantos san-tos: Francisco de Asís, Antonio de Padua, Teresa de Jesús, Pablo de la Cruz, nuestro fundador. Y es que la Encarnación es decisiva en el plan de salvación: sin Navidad no hay Pascua. Sin el Niño en el Pesebre no hay Cristo en la Cruz.

    En los últimos días de la cincuentena pascual, tanto Jesús como su apóstol Pablo hacen balance de su vida. Se muestran satisfechos y agradecidos de su andadura vital.

  • -17 - REDENCION•918ZENBURTARRILA-OTSAILA2017

    Cristo al centro lo clarifi ca y ordena todo. Él nos revela al Padre y nos da su Espíritu. Y después de dar-lo todo, nos da a su propia Madre, corredentora al pie de la Cruz. Por su encarnación (su condición de Dios-Hombre) ocupa el centro de todas las grandes oraciones cristia-nas: Gloria, Credo, Te Deum…Y al fi nal terminamos pidiéndolo todo…por Jesucristo Nuestro Señor.

    Los Pasionistas nos gloriamos en Cristo crucifi cado del que confe-samos que resucitó. Así nuestro carisma coincide con lo que más le ocupa a la mejor teología actual. Evangelizar es la identidad de la Iglesia y consiste en hablar de Je-sucristo. Así nuestro carisma encaja con el kerygma, comienzo y base de toda evangelización.

    ¿Cómo tratar a este Jesús, verda-dero y único puente (pontífi ce) entre

    Dios y los hombres? ¿Muchos re-zos? Los mejores están en la Euca-ristía de cada día. Con ellos nos uni-mos a miles de personas en todo el mundo. ¿Muchas oraciones? Mejor rumiar despacio las principales. O rezar el Rosario en grupo para sen-tirnos apoyados y acompañados. Desde luego cada uno tiene su don y su estilo. ¡Qué regalo más precioso gustar despacio al fi nal de los días lo que miles de veces hemos repetido e ir pasando por el corazón lo que van diciendo nuestros labios!

    Y cuando todo cansa y el aliento no da para mucho, quedarse como mi amigo, al borde de los cien abriles, con esta súplica: ‘Jesús de María, María de Jesús. Somos amigos des-de el regazo de mamá… Aquí estoy. Bien lo sabéis. Gracias’.

    Escultura de Txillida

    Cristo al centro lo clarifi ca y ordena todo. Él nos revela al Padre y nos da su Espíritu. Y después de dar-lo todo, nos da a su propia Madre, corredentora al pie de la Cruz. Por su encarnación (su condición de Dios-Hombre) ocupa el centro de todas las grandes oraciones cristia-nas: Gloria, Credo, Te Deum…Y al fi nal terminamos pidiéndolo todo…por Jesucristo Nuestro Señor.

    Los Pasionistas nos gloriamos en Cristo crucifi cado del que confe-samos que resucitó. Así nuestro carisma coincide con lo que más le ocupa a la mejor teología actual. Evangelizar es la identidad de la Iglesia y consiste en hablar de Je-sucristo. Así nuestro carisma encaja con el kerygma, comienzo y base de toda evangelización.

    ¿Cómo tratar a este Jesús, verda-dero y único puente (pontífi ce) entre

  • -18 -REDENCION•N918ENERO-FEBRERO2017

    PASIONISTAS, MEMORIAS

    DE LA VIDA...

    P. Pablo Gonzalo, cp. Querido lector.

    Apenas, hace muy poco, hemos vivido el tiempo de la Navidad y recor-dando a nuestro fundador, San Pablo de la Cruz, me gustaría hacer me-moria de cuánto signifi có para él recordar y hacer presente este mara-villoso misterio en el que Dios, cumpliendo sus designios de amor, se hizo hombre para salvar a la humanidad de un modo tan reconocible, que como nos recuerda San Pablo Apóstol, se hizo uno de tantos, actuando como uno de tantos, para que la obra de su redención desde el principio fuese reconocible de modo que al tiempo qué es para nosotros el Mesías, el Salvador, eso signifi ca Jesús, también es para nosotros Emmanuel, que signifi ca, ya lo sabemos, , con cada uno de noso-tros y por cada uno de nosotros.

    Muchas fueron las navidades que le tocó vivir a Pablo de la Cruz y todas ellas están iluminadas gracias a una imagen que os la ofrezco, precisa-mente, para que al mismo tiempo sirva de contemplación y de recuer-do, y es que el carisma pasionista que él dejó instaurado en la Iglesia, lejos de ser solamente una contem-plación del misterio salvador de la Cruz, es principalmente una afi rma-ción gozosa de la certeza de que Dios vino a nuestra condición hu-mana y que el proyecto de su salva-ción para con todos, su verdadera y auténtica pasión por la humanidad, comenzó precisamente de un modo claro y defi nitivo cuando en Belén Dios se hizo presente en la forma más extraordinaria en la que se po-día encarnar en el mundo: un niño, como cualquier otro, en un tiempo concreto de la historia, tan bueno como cualquier otro, dando cumpli-miento a una promesa hecha desde antiguo a su pueblo, a Israel, que no

    quedaría la humanidad desvalida de la presencia de Él mismo, sino que a partir de aquella experiencia todos los pueblos quedarían convocados por la fe y seríamos, como de hecho somos, hombres y mujeres de toda raza, lengua, pueblo y nación.

    Así es. Esta gran verdad provoca-ba en Pablo de la Cruz una inmen-sa devoción, y ya desde joven, esta imagen que tenéis de frente es pre-cisamente aquella que resume todo cuanto él sintió, cuando inspirado por Dios, dirigió la enseñanza amo-rosa de su pasión como propues-ta de salvación defi nitiva para que quienes contemplaban a Jesús en-contrasen en Él la respuesta defi ni-tiva a las ansias que todos tenemos de amar y ser amados, de vernos un día defi nitivamente salvados.

    Por eso aquel niño Jesús, en el que se cumplían todas y cada una de las promesas queridas por Dios de ha-cerse presente entre nosotros, está

    NAVIDAD Y PABLO DE LA CRUZ

  • -19 - REDENCION•918ZENBURTARRILA-OTSAILA2017

    recostado sobre una cruz como si ésta fuese un lecho de paz y de re-poso, como si fuese una verdadera y auténtica cuna donde aquel niño pudiera descansar; a todas luces, puede parecer esto una contradic-ción y sin embargo no lo es, porque une dos realidades tremendamente cercanas que nos hablan de cómo Dios quiere salvarnos, de cuál va a ser su proyecto de vida, para que nosotros, como buenos discípulos, como lo hizo con Pablo de la Cruz, aceptemos el reto de no ser solo imitadores sino verdaderos seguido-res, pues la entrega de Dios empezó en Jesús desde el mismo momento de su nacimiento y su pasión, su re-corrido apasionado, del que noso-tros quedamos prendados, empezó precisamente con su nacimiento y el broche excelente que da cumpli-miento a cuanto Él vivió y a cuanto Él nos enseñó, a cada uno de nosotros, toma su forma defi nitiva en la cruz para que también nosotros aprenda-

    mos, tomando la cruz de cada día y superando las cruces que a veces nos imponemos o que imponemos a otros, a renacer a una esperanza nueva que tiene su culmen en la re-surrección.

    Esto signifi có esta bella estampa de aquel niño dormidito sobre la cruz, para Pablo Danei tanto fue lo que le iluminó que le acompañará a lo largo de toda su vida y al fi nal de sus días ya con 81 años, entre las pocas cosas que dejó, seguirá con él aque-lla estampa que le invitaba una y otra vez a contemplar el misterio del Niño Dios, su humanidad, su encar-nación, su entrega y la dulzura de su presencia, porque ¿quién no se para a contemplar la belleza más profun-da, la delicadeza más serena y la sencillez más sublime, que siempre aporta la imagen de un niño? ¡Qué forma tan magnífi ca tiene Dios todos los años de hablarnos al corazón!.

    recostado sobre una cruz como si ésta fuese un lecho de paz y de re-poso, como si fuese una verdadera y auténtica cuna donde aquel niño pudiera descansar; a todas luces, puede parecer esto una contradic-ción y sin embargo no lo es, porque une dos realidades tremendamente cercanas que nos hablan de cómo Dios quiere salvarnos, de cuál va a ser su proyecto de vida, para que nosotros, como buenos discípulos, como lo hizo con Pablo de la Cruz, aceptemos el reto de no ser solo imitadores sino verdaderos seguido-res, pues la entrega de Dios empezó en Jesús desde el mismo momento de su nacimiento y su pasión, su re-corrido apasionado, del que noso-tros quedamos prendados, empezó precisamente con su nacimiento y el broche excelente que da cumpli-miento a cuanto Él vivió y a cuanto Él nos enseñó, a cada uno de nosotros, toma su forma defi nitiva en la cruz para que también nosotros aprenda-

  • Hola queridos amigosMi nombre es Félix Humberto Prada Gómez. Tengo 40 años y soy de Colombia. Nací en una familia católica donde aprendí los valores y principios de la fe gracias a lo que me enseñaron mis padres y desde los 9 años quería ser misionero.

    Con el tiempo me alejé un poco de la iglesia y me dediqué a vivir mi vida. Uno de mis sueños era formar una familia.

    Leyendo la Biblia me encontré con la historia vocacional de Samuel que hizo repensar mi futuro.

    Y hacia el año 2001 mi hermano Pe-dro (seminarista) me comentó de una comunidad Pasionista y me interesé por su carisma.

    El fallecimientos de los padres, revol-vió mi interior una vez más y empeza-ron a emanar de nuevo las dudas. Sin embargo, los pasionistas nunca me abandonaron, siempre han estado a mi lado… y volví.

    Y afronté el noviciado con ganas y nuevas ilusiones; una experiencia clarifi cadora que me ha servido para confrontar y replantear no solo la fe, mi vocación y mi afectividad sino también me ha permitido abrir-me a una nueva realidad y cultura en la cual he tenido que aprender a

    callar, escuchar y aceptar la diversidad de pensamiento.

    La vida de fe y la vocación pasionista han sido fortalecidas en este período del noviciado.

    -20 -REDENCION•N918ENERO-FEBRERO2017

    YO TE INVITO. ZATOZ!

    Felix Humberto

    Prada

    HISTORIA VOCACIONAL

  • -21 - REDENCION•918ZENBURTARRILA-OTSAILA2017

    GEMASÁEZ

    ¿Pero hemos puesto algo de nuestra parte para que mejore? Todos es-peramos que sean los otros los que comiencen, que sean otros a los que creemos que les compete el asunto, los que tomen la iniciativa, mientras nosotros permanecemos estáticos.

    Cuando oigo la tan traída frase de “yo soy creyente, pero no prac-ticante”, pienso si verdaderamente

    saben lo que están diciendo y lo que esto signifi ca, porque yo, mirando en mi interior, lo que veo es todo lo con-trario: soy practicante pero no sé si soy creyente o no.

    Tal vez lo dicen porque no van a la Iglesia, no van a misa, no participan de los sacramentos. Alguien ha pen-sado y opinado por ellos en materia religiosa y cuando han podido decidir

    por ellos mismos, lo han dejado estar, o se han alejado.

    Pero el ser practicante no me da pa-tente de creyente. Para mí ser prac-ticante, quiere decir que quiero ser mejor persona, que quiero seguir ma-durando en la fe; que pido ayuda a Dios, a la comunidad de creyentes, que quiero poner en práctica todas esas enseñanzas en mi vida diaria. Y es ahí donde veo que me es más fácil

    ir a misa que pasar a la acción; hacer que algo cambie a mi alrededor, en mi entorno, en el mundo...

    Por todo eso creo que mi propósito para 2017 será permanecer atenta a las necesidades de los demás e im-plicarme en tareas y misiones que siempre he creído de otros y para otros. Porque sólo así construiremos un mundo mejor.

    Empieza un nuevo año y nos deseamos unos a otros que sea lo mejor posible, si cabe, para todos. Queremos que nuestros mejores deseos se cumplan; que haya paz, felicidad, prosperidad.

    ¿Y qué fue de lo que deseamos al iniciar 2016? ¿Es hoy el mundo un poco mejor que el año pasado? Siempre queremos que algo cambie, que algo suceda...

    NUEVOS PROPÓSITOS 2017

    ¿Pero hemos puesto algo de nuestra parte para que mejore? Todos es-peramos que sean los otros los que comiencen, que sean otros a los que creemos que les compete el asunto, los que tomen la iniciativa, mientras nosotros permanecemos estáticos.

    Cuando oigo la tan traída frase de “yo soy creyente, pero no prac-“yo soy creyente, pero no prac-“ticante

    saben lo que están diciendo y lo que esto signifi ca, porque yo, mirando en mi interior, lo que veo es todo lo con-trario: soy practicante pero no sé si soy creyente o no.

    Tal vez lo dicen porque no van a la Iglesia, no van a misa, no participan de los sacramentos. Alguien ha pen-sado y opinado por ellos en materia religiosa y cuando han podido decidir

    Empiezaposible, si cabe, para todos. Queremos que nuestros mejores deseos se cumplan; que haya paz, felicidad, prosperidad.

    ¿Y qué fue de lo que deseamos al iniciar 2016? ¿Es hoy el mundo un poco mejor que el año pasado? Siempre queremos que algo cambie, que algo suceda...

    NUEVOS PROPÓSITOS 2017

  • -22 -REDENCION•N918ENERO-FEBRERO2017

    recibe el don del Espíritu Santo”, dispusié-ramos el corazón. Ciertamente fue lo que hice: “Señor, guíame, entra en mi vida. Te abro las puertas de mi corazón”. Fueron las palabras de esa tarde del 29 de octu-bre. Estaba fi nalizando la secundaria en ese mismo año y, aunque estructuralmen-te tenía en mi cabeza objetivos de estudio, pues tenía ofertas académicas, además de una beca para la universidad, el panorama interior estaba confuso. La atracción que

    Redención: ¿Quién es Ilber Salcedo Velásquez?Ilber Salcedo: Nací el 10 de agosto de 1988. Actualmente tengo 28 años. Soy de un pueblo, llamado Zipaquirá, en Colom-bia. Mis padres: María del Carmen Velás-quez y Rafael Salcedo. Mi madre siempre ha sido una mujer muy trabajadora. La vida dura le ha llevado a forjar un futuro para sus hijos. Su vida ha sido para dar vida a sus hijos. Mi padre, un hombre que ciertamente también ha conocido desde pequeño lo duro de la vida.

    Soy el mayor de cuatro hermanos. Me si-gue Marcela (26 años), que tiene un hijo: Santiago. Tiene diez años y es un chico inteligente, deportista y espiritual. A ella le sigue mi hermano Antonio (23 años): res-ponsable, independiente, con metas cla-ras por las cuales lucha día a día. Y Sarita, mi hermana menor. Tiene 6 años. También inteligente, hermosa, lúcida. A todos quie-ro y estimo muchísimo. A Dios le pido que los cuide y los lleve por sus sendas.

    Redención: Vocación: ¿cómo surge? I.S.: Era el año 2005 y estaba preparándo-me para el Sacramento de la Confi rmación. En la sencillez de los encuentros, Jesús iba hilando mi vida con la suya. El catequista nos dijo que al momento de recibir la un-ción por parte del Obispo, “por esta señal

    “TENÍA OFERTAS ACADÉMICAS… PERO EL PANORAMA INTERIOR ESTABA CONFUSO”

    Ilber Salcedo

    ELKARRIZKETAENTREVISTA

    JoxemariArzalluz

  • -23 - REDENCION•918ZENBURTARRILA-OTSAILA2017

    se fue gestando en mí por lo religioso me estaba cuestionando el presente y el futuro. Y en mi corazón resonaban esas palabras del Señor: “de que te sirve ganar el mun-do entero si pierdes tu vida. Quien pierda su vida por mi y por el Evangelio la gana”. Era el momento de la verdad. Tenía 17 años cuando por petición de mi párroco, P. Ju-lio Roberto, inicié proceso vocacional con la Diócesis. El P. Nacho García fue un gran acompañante. Ver su alegría, su hondura espiritual y su asistencia para con el ne-cesitado me movía el corazón. La verdad se ponía de nuevo ante mis ojos. Fue un proceso hermoso y de gran provecho.

    R.: Y, ¿lo de ser pasionista?I.S.: Más adelante me enamoró el sen-cillo y profundo estilo de vida pasionista: su espiritualidad, misión, sus signos. Así que tras un año de discernimiento voca-cional posterior al terminar la secundaria, entré a la Comunidad Pasionista, donde he encontrado a mi familia y Jesús vive y camina con nosotros.

    R.: Teología. Enfermería… y tu orde-nación sacerdotal.I.S.: El 2 de julio de 2015 fui ordenado sacerdote. Fue en san Gabriel de la Do-lorosa de Cajicá, Colombia. Mi familia y amigos no pudieron estar físicamente en los acontecimientos importantes de mi caminar en la Vida Religiosa. Mis primeros votos los hice en Lima (Perú) en el 2010, mi profesión perpetua, 2014, y la ordenación diaconal, 2015, en Bilbao (España). Mis padres y hermanos estuvieron ausentes, pero su corazón y compañía muy presen-tes. Puede parecer fuerte, pero es que Je-sús nos pide despojo de hasta aquello que creemos que debería ser lo justo. Estas realidades ayudan a comprender las situa-ciones de soledad y tristeza de otros y vol-carnos en compañía hacia ellos. Así que para mis padres, mis hermanos, familia y todos mis amigos fue de gran alegría par-ticipar de la ordenación sacerdotal. Sarita, mi hermana de 6 años, estaba muy sor-prendida cuando tuve que postrarme en el

    suelo mientras se cantaban las letanías de los santos y se cantaban las intercesiones. Mi mamá mucho más. Y es que es un signo de oblación y de abandono total a la mise-ricordia de Dios. Son tantos los signos que transparentaban la compañía de Jesús y la consagración que él mismo hacía en mí. Je-sús renueva su entrega a la humanidad en cada nuevo sacerdote. Se pone nuevamen-te como servidor ante su amado pueblo.

    R.: Eres pasionista: Con carisma de la pasión de Cristo, pero la humanidad sigue sufriendo. ¿Cómo llegar al sufri-miento de la humanidad, al dolor de las personas?I.S.: Se llega al sufrimiento del otro expo-niendo el propio corazón. No es fácil, pues queremos protección. Nos reservamos. Pero como pasionista no puedo guardarme el corazón para cuidarlo, protegerlo, aislar-lo. Tengo que exponer el corazón como lo hizo Jesús. Y se expone en el día a día. En cada esquina, en un parque, en el metro, te puedes encontrar a alguien que sufre. Son tantas las realidades de dolor que mar-can los corazones de la mujer y el hombre contemporáneo: la falsedad, la traición, la

    se fue gestando en mí por lo religioso me estaba cuestionando el presente y el futuro. Y en mi corazón resonaban esas palabras del Señor: “de que te sirve ganar el mun-do entero si pierdes tu vida. Quien pierda su vida por mi y por el Evangelio la gana”. Era el momento de la verdad. Tenía 17 años cuando por petición de mi párroco, P. Ju-lio Roberto, inicié proceso vocacional con la Diócesis. El P. Nacho García fue un gran acompañante. Ver su alegría, su hondura espiritual y su asistencia para con el ne-cesitado me movía el corazón. La verdad se ponía de nuevo ante mis ojos. Fue un proceso hermoso y de gran provecho.

    R.: Y, ¿lo de ser pasionista?I.S.: Más adelante me enamoró el sen-cillo y profundo estilo de vida pasionista: su espiritualidad, misión, sus signos. Así que tras un año de discernimiento voca-cional posterior al terminar la secundaria, entré a la Comunidad Pasionista, donde he encontrado a mi familia y Jesús vive y camina con nosotros.

    R.: Teología. Enfermería… y tu orde-nación sacerdotal.I.S.: El 2 de julio de 2015 fui ordenado sacerdote. Fue en san Gabriel de la Do-lorosa de Cajicá, Colombia. Mi familia y amigos no pudieron estar físicamente en los acontecimientos importantes de mi caminar en la Vida Religiosa. Mis primeros votos los hice en Lima (Perú) en el 2010, mi profesión perpetua, 2014, y la ordenación diaconal, 2015, en Bilbao (España). Mis padres y hermanos estuvieron ausentes, pero su corazón y compañía muy presen-tes. Puede parecer fuerte, pero es que Je-sús nos pide despojo de hasta aquello que creemos que debería ser lo justo. Estas realidades ayudan a comprender las situa-ciones de soledad y tristeza de otros y vol-carnos en compañía hacia ellos. Así que para mis padres, mis hermanos, familia y todos mis amigos fue de gran alegría par-ticipar de la ordenación sacerdotal. Sarita, mi hermana de 6 años, estaba muy sor-prendida cuando tuve que postrarme en el

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    soledad, la incomprensión, la violencia… Es por eso que una palabra, un gesto de amabilidad, un guiño de aprecio y amor puede salvar. Ciertamente el amor, la es-peranza, la misericordia salvan existen-cias, situaciones, salvan vidas. Jesús invi-ta a defender la vida hasta la cruz. Este es el camino del pasionista.

    R.: Eres joven… el joven está alejado de Dios y de la iglesia: ¿qué haces para que se acerquen al Dios de la Misericordia?I.S.: Jesús sabe que continuamente pon-go en sus manos a los jóvenes. La oración, aquí, ha sido mi apostolado por la pastoral juvenil. Es un contexto cultural, religioso, social, muy diferente de donde procedo. Pero Jesús es universal y con todos se hace encontradizo. Jesús saldrá a su tiem-po a los surcos de los jóvenes. Estoy con-vencido que la superfi cialidad, el desen-tendimiento, la fugacidad son tan efímeros y tan débiles, que no se puede estar toda la vida satisfecho con ello. El corazón de la misma vida pide infi nitud. Pide durabilidad, pide esperanza, pide amor. Y sólo en Dios se puede encontrar tales realidades. Creo en ello porque yo me lo he encontrado y lo sigo encontrando. Además lo recrea el mismo Jesús en mi vida cada día. Lo ver-daderamente radical es el amor. Muchos jóvenes ya perciben esta realidad. Sólo que hay resistencias. Nuestra misión como

    iglesia es ofrecer acogida, solicitud en la ayuda, dis-ponibilidad para acompa-ñar, generosidad en la pro-fundidad del trato. Se trata de la dinámica de la mise-ricordia: un Dios joven apa-sionado por la humanidad que se desborda en cada uno para humanizar.

    R.: Cantas, escribes… y rezas. ¿Dios es amor?I.S.: Dios es tan mío y yo soy tan suyo que es el

    amor lo que brota de esta relación. Cuan-do te enamoras quieres estar con aquella persona, conocerle, observarle, recono-cer todo de ella. Quieres introducir en ti su existencia, su forma, su mundo. No se tra-ta de una posesión que agote, que canse, que limite. Hablo de algo que marca en tu corazón como dice el Cantar de los Can-tares. También quieres ofrecerle lo mejor, la belleza cultivada en tu corazón, tomar lo que has producido de bueno y compar-tírselo. Jesús es radical en esto: se ofrece enamorado y da vida a quien lo acoge. Eso lo hace sólo un verdadero enamora-do. Esto sólo lo hace el amor radical, cuyo nombre es Jesús.

    R.: Eres enfermero: Qué temperatura tiene la Vida Religiosa? ¿Cómo la ves?I.S.: Tiene muchos grados de madurez, otros tantos de sabiduría. También tiene muchas décimas de entrega en las obras del Reino del Amor. Visualizo gran tempe-ratura de alegría. Sin embargo noto tam-bién un alto grado de impotencia frente a lo vocacional. Algunas décimas de silen-cio también. Pero pese a la impotencia e incertidumbre por el relevo para continuar el trabajo por el Reino de Dios, noto de-seos de continuar hacer las cosas bien, al modo de Jesús. Desde el modo de Jesús para hacer las cosas se evalúa y busca responder. Esa es la mejor siembra para una buena cosecha.

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    Y en estos tiempos en los que parece que lo que se valora y prevalece es el cambio, me parece bonito que con un simple SMS recuerden y valoren los años de fi delidad.

    La verdad, reconozco que el cambio es bueno y tiene valor, pero no el cambio por el cambio.

    En esto de los móviles, por ejemplo, desde distintas plataformas y ONGs últimamente hay una campaña llamada “Lo que tu móvil esconde”1 que trata de informar a la ciu-dadanía de la importancia de conocer de dónde viene uno de los materiales básicos en la composición de los dispositivos como es el Coltán y de las injustas condiciones en las que trabajan muchas personas para extraerlo.

    Tratan así de hacernos conscientes de las consecuencias de cambiar de móvil conti-nuamente y nos invitan a aprovecharlo todo lo posible y a depositarlo en lugares donde se reciclen cuando lo cambiemos.

    Y si hablamos de las personas ¡que decir!, los medios de comunicación se empeñan en hablarnos de artistas y personas famo-sas que rompen con su pareja y cambian de compañero-a como de camiseta.

    Pocas veces nos hablan de esos matrimo-

    Es el mensaje que aparece en mi móvil el 9 de Julio de cada año recor-dándome que hace 9 años que comencé a usar móvil y que a pesar de las múltiples ofertas de otras compañías, de las pocas facilidades que ofrece esta, y de otras muchas cosas,…son ya 9 años de fi delidad a la misma compañía.

    FIDELIDAD“Descubre gratis tu premio con el código…

    (val. 7 días) por llevar 9 años juntos”

    nios cargados de años que a veces ve-mos pasear cogidos de la mano por las calles de nuestros pueblos y ciudades, o de quienes permanecen cerca en medio de la enfermedad o la vejez.

    Y cuando pienso en Dios, lo veo tam-bién como un Dios fi el que sigue ahí, día tras día, año tras año, aunque no esté de moda y muchos decidan prescindir de Él, aunque los que nos decimos cristianos le olvidamos con frecuencia.

    Sí, a pesar de los pesares, Él es un Dios fi el que sigue acompañándonos, que acompaña también todos nuestros cam-bios, por eso, ¡bendita fi delidad!

    LA VIDA MISMA

    Mari JoseLaña

    1 “Lo que tu móvil esconde” Campaña de la ong ALBOAN https://www.youtube.com/watch?v=VQsaqAp5w-k

    Y en estos tiempos en los que parece que lo que se valora y prevalece es el cambio, me parece bonito que con un simple SMS recuerden y valoren los años de fi delidad.

    La verdad, reconozco que el cambio es bueno y tiene valor, pero no el cambio por el cambio.

    En esto de los móviles, por ejemplo, desde distintas plataformas y ONGs últimamente hay una campaña llamada “Lo que tu móvil esconde”dadanía de la importancia de conocer de dónde viene uno de los materiales básicos en la composición de los dispositivos como es el Coltán y de las injustas condiciones en las que trabajan muchas personas para extraerlo.

    Tratan así de hacernos conscientes de las consecuencias de cambiar de móvil conti-nuamente y nos invitan a aprovecharlo todo lo posible y a depositarlo en lugares donde se reciclen cuando lo cambiemos.

    Y si hablamos de las personas ¡que decir!, los medios de comunicación se empeñan en hablarnos de artistas y personas famo-sas que rompen con su pareja y cambian de compañero-a como de camiseta.

    Pocas veces nos hablan de esos matrimo-

    Es el mensaje que aparece en mi móvil el 9 de Julio de cada año recor-dándome que hace 9 años que comencé a usar móvil y que a pesar de las múltiples ofertas de otras compañías, de las pocas facilidades que ofrece esta, y de otras muchas cosas,…son ya 9 años de fi delidad a la misma compañía.

    1 “Lo que tu móvil esconde” Campaña de la ong ALBOAN

  • REDENCION•N918ENERO-FEBRERO2017

    otoitza oración

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    Ante Jesús crucifi cado, resuenan también para nosotros sus palabras: «Tengo sed» (Jn 19,28). La sed es, aún más que el hambre, la necesidad extrema del ser humano, pero además representa la miseria extrema.

    ¿De qué tiene sed el Señor? Ciertamente de agua, elemento esencial para la vida. Pero sobre todo de amor, elemento no menos esencial para vivir. Tiene sed de darnos el agua viva de su amor, pero también de recibir nuestro amor.

    «El amor no es amado»; según algunos relatos esta era la realidad que turbaba a san Francisco de Asís. Él, por amor del Señor que sufre, no se avergonzaba de llorar y de la-mentarse a alta voz. Debemos tomar en serio esta misma realidad cuando contemplamos a Dios crucifi cado, sediento de amor.

    La sed del Señor se calma con nuestro amor compasivo, es consolado cuando, en su nom-bre, nos inclinamos sobre las miserias de los demás. Todos estos son hermanos y hermanas del Crucifi cado, los pequeños de su Reino, miembros heridos y resecos de su carne.

    Tienen sed. Pero a ellos se les da a menudo, como a Jesús, el amargo vinagre del rechazo.

    Ante Cristo crucifi cado, «fuerza de Dios y sabiduría de Dios» (1 Co 1,24), nosotros los cristianos estamos llamados a contemplar el misterio del Amor no amado, y a derramar misericordia sobre el mundo.

    Que el Señor nos conceda, como a María junto a la cruz, estar unidos a él y cerca del que sufre. Acercándonos a cuantos hoy viven como crucifi cados y recibiendo la fuerza para amar del Señor Crucifi cado y resucitado, crecerá aún más la armonía y la comunión entre nosotros. «Él es nuestra paz» (Ef 2,14), él que ha venido a anunciar la paz a los de cerca y a los de lejos (Cf. v. 17). Que nos guarde a todos en el amor y nos reúna en la unidad, para que lleguemos a ser lo que él desea: «Que todos sean uno» (Jn 17,21).

    Oración en Asís

  • REDENCION•918ZENBURTARRILA-OTSAILA2017

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    R edención

    virutas

    Mira que no reina Dios, sino en el alma pacífica y desinteresada” S. Juan de la Cruz En el fondo

    de la vida no hay más de lo que allí metemos” Sofía Soymonoff

    El que ha sufrido un mal puede olvidarlo; jamás el que lo ha causado” H. Maret

    El pueblo que valora sus privilegios por encima de sus principios pronto pierde unos y otros” Dwight EisenhowerCuando se lee no se

    aprende algo; se convierte en alguien” Johann Goethe

    El miedo es el más ignorante, el más injusto y el más cruel de los consejeros” Edmund Burke

    Quien de verdad sabe de qué habla no encuentra razones para levantar la voz” Leonardo da Vinci

    Las obras maestras no son nunca más que tentativas afortunadas” George Sand

    Los hombres tienen, por lo común, bastante religión para aborrecerse, y muy raras veces la necesaria para amarse los unos a los otros” Jonathan Swift

    Cuando un hombre se echa atrás, retrocede de verdad. Una mujer solo retrocede para coger más carrerilla” Zsa Zsa Gabor

    Si hablas a un funcionario, haz que los rublos hablen por ti” Proverbio ruso

    El mejor espejo es un ojo amigo” Proverbio gaélico

    R edención

    Mira que no reina Dios, sino en el alma pacífica y desinteresada”

    un mal puede olvidarlo; jamás el que lo ha causado”

    Cuando se lee no se aprende algo; se convierte en alguien”

    sabe de qué habla no encuentra razones para levantar la voz” Leonardo da Vinci

    Los hombres tienen, por lo común, bastante religión para aborrecerse, y muy raras veces la necesaria para amarse los unos a los otros”

    Proverbio gaélico

  • -28 -REDENCION•N918ENERO-FEBRERO2017

    - Na nova pirámide o chanzo con máis xente é o que abrangue dos 35 aos 39 anos, e o de 0-4 anos, o máis despoboado, o que nos anticipa un funesto futuro demográfi co, que xa comezou. O ano 2015 reducíuse a poboación habitual en 12.570 persoas; agora mesmo habitan nos 314 concellos galegos 2.734.666 veciños. Case que todas as comarcas perden poboación a non ser as de Pontevedra, A Coruña e Compostela. Entre as cidades, soamente Vigo e Pontevedra medran lixeiramente.

    - Galicia acadou a súa máis numerosa poboación no 1981, ao contar con 2.811.942 persoas. Trinta anos máis tarde (2011), había censados 2.795.422 habitantes, cun descenso do 0,5%. Porén, nas proxeccións de poboación, Galicia pasaría de ter 2.717.749 (neste ano 2016) a 2.428.327 no 2050. Estamos a calcular unha perda poboacional por riba do 10% nos vindeiros 35 anos, porcentaxe que mesmo podería rondar o 35%, cun 1% de media anual.

    Para nos situarmos gráfi camente, lembremos que a actual pirámide de poboación galega medra máis no cumio ca na súa base: os maiores de 85 anos superan por primera vez o chanzo dos menores de catro: a pirámide acabou por dar a volta entre os anos 1991 e 2015. Neste último cuarto de século o número de galegos de 0-4 reduciuse en 3.280 nenos e sitúase en 104.813. No outro extremo, o tramo dos maiores de 85 anos medrou en 4.672 persoas, sumando un conxunto de 108.188 individuos.

    A CRISE DEMOGRÁFICA NON REMONTA

    MANUELDÍAZ

    A Coruña

  • -29 - REDENCION•918ZENBURTARRILA-OTSAILA2017

    - Por provincias. Teñamos en conta que existen varias Galicias/Galizas (nos eidos político, xeográfi co, demográfi co, económico), inda que podemos reducilas ás dúas “clásicas” Gallaeciae: a interior (a meirande parte das provincias de Lugo e Ourense), e a costeira (A Coruña e Pontevedra). A provincia luguesa coñeceu o máximo poboacional nos anos 1940: 545.128 habitantes, e o mínimo (351.530 persoas) no 2011, cunha perda do 35.5% en setenta anos.

    - Segundo datos recentes do IGE (Inst. Gal. Estat.), “Galicia presentaría un comportamento continuo de descenso poboacional no período 2014-2024, cunha caída de case un 5%. Por provincias, as de Lugo e Ourense diminuirían un 7,3% e un 9,6 respectivamente, mentres que nas da Coruña e Pontevedra o descenso rondaría o 4,5% e o 3%”. Se no 2014 o saldo vexetativo acadou a cifra de -11.741 individuos, en 2023 estaríamos a falar de -16.993. Varias comarcas das provincias de Lugo e Ourense perderían máis da quinta parte da poboación ao longo dos vindeiros anos. A única comarca que recuperaría habitantes sería a de Compostela, cun 2,2% de incremento. Porén hai seis bisbarras que poden coñecer unha auténtica “crise demográfi ca”, chegando a perder unha quinta parte: cinco destas zonas están na provincia ourensana, e unha na lucense.

    - A parroquia, forma cultural e xeográfi ca propia da romanización tardía, conxugou a articulación do territorio, a identidade cultural galega e mesmo a cristianización, dende os ss. V-VII. Moitos destes núcleos singulares de poboación están abandonados: 692 só na provincia de Lugo; cunha ou dúas persoas hai 1019 lugares nesa mesma provincia. “Estos, Fabio, ¡ay dolor! que ves ahora”…(R. Caro). Resulta inevitable a cita…

    - Por provinciaseidos político, xeográfi co, demográfi co, económico), inda que podemos reducilas ás dúas “clásicas” provincias de Lugo e Ourense), e A provincia luguesa coñeceu o máximo poboacional nos anos 1940: 545.128 habitantes, e o mínimo (351.530 persoas) no 2011, cunha perda do 35.5% en setenta anos.

    - Segundo datos recentes do IGE (Inst. Gal. Estat.), “Galicia presentaría un comportamento continuo de descenso poboacional no período 2014-2024, cunha caída de case un 5%. Por provincias, as de Lugo e Ourense diminuirían un 7,3% e un 9,6 respectivamente, mentres que nas da Coruña e Pontevedra o descenso rondaría o 4,5% e o 3%”. Se no 2014 o saldo vexetativo acadou a cifra de -11.741 individuos, en 2023 estaríamos a falar de -16.993. Varias comarcas das provincias de Lugo e Ourense perderían máis da quinta parte da poboación ao longo dos vindeiros anos. A única comarca que recuperaría habitantes sería a de Compostela, cun 2,2% de incremento. Porén hai seis bisbarras que poden coñecer unha auténtica “unha quinta parte: cinco destas zonas están na provincia ourensana, e unha na lucense.

    - A parroquiaconxugou a articulación do territorio, a identidade cultural galega e mesmo a cristianización, dende os ss. V-VII. Moitos destes núcleos singulares de poboación están abandonados: 692 só na provincia de Lugo; cunha ou dúas persoas hai 1019 lugares nesa mesma provincia. “dolor! que ves ahora

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    leihatilatik begira

    REDENCION•N918ENERO-FEBRERO2017

    Hizkuntza gutxituak

    Joxemari Arzalluz

    “Pertsona orok du hezkuntza eskubidea” Giza Eskubideen adierazpen hau onartzen badugu, ontzat eman beharko genuke hezkuntzaren helburu nagusia giza-nortasuna garatzea dela.

    Zalantza handiak ditut nire baitan, Bartzelonan orain hogei urte hartutako erabakia bete ote den: zenbateraino bermatu da Hizkuntza Eskubideen Deklarazio Unibertsala?

    Hizkuntzak elkar ulertzeko balio du, baldin eta errespetuan oinarritzen den elkarbizitza nahi baldin badugu. Arrazoi berberagatik, noski, hizkuntza gutxituak ere errespetatuak izan behar dute.

    Eta euskarari dagokionez, zer esan? Zaila egiten zaio bati gure herrian euskararen kontra diren pertsona ugari direla sinestea. Areago, asko dira euskaraz hitz bat bakarra ere entzun nahi ez dutenak.

    Hizkuntza hitz eginez salbatzen da. Zaindu, hitz egin eta idatzi dezagun euskaraz, beste hizkuntza guztiak onartuz eta errespetatuz. Zer gutxiago!

  • -31 - REDENCION•918ZENBURTARRILA-OTSAILA2017

    Berts anBerts anBerts anBerts anERREGE SANTUEN ESKOLANDoinua: “Uso txuria”

    A. Martzel

    Urtarrilak seigarrenaErregenak dakarrena.Azal-itxuak baztartu etabarrukoa ederrena:bidera urten eta aurkitugu salbatzen datorrena.

    Otoi eginda jokatueta laguntza eskatu.Horra barriro izarra dizdizzeru goian bistaratu;Errege jaunak pozaren pozezez dira_alperrik nekatu

    Lotan ez dago izarrik,egon behar da itzarrik.Erregeak lez bizi diranakikusten dabe bakarrik;adi bizi ta prest jarraitzeko,ez dauke bultza beharrik.

    Bidea luze, gogorra,baina oparia horra:Aita ta Ama ondoan etaaskan mutiko koxkorra;ahuspeztu eta gurtuten dabeaurkitu daben altxorra.

    Nahizta izarra agertu,lotan ezin da ulertu.Errege jaunak bila dabiltz tabihotzak deutsez suspertu;gaur opari hau hartzen dauanakbadau zergaitik eskertu.

    Mila laztan ta opariJainko ume eginari.Bihotzak bor-bor, eskuak zabal,pozarren Joxe ta Mari;Jesus aurkitu dauan bateripoza dario ugari.

    Bide barrirako libre,horra hiru adiskide,Arrisku danen gainetik doazgogo beroz bidez-bide;egin gaizuez bide barrienbilaketan partekide.

    Agur bildur ta zalantza,Belenen a zer mudantza!Bide barrria hartuta doazbizkor eta ezin kantza;banandu daben baino gehiagoeurak jaso dabe antza.

    Izarra gordeta ilun,mila arrisku edonun.Errez nahiz nekez, aurrera betizintzoa hor da ezagun;itxaropenez jardun ezkerolaster egingo da egun.

    Urtarrila nahiz otsailabeti “Erregen” dedila.Hartu ta emon bizi ezkero,betetzen da kutxatila;“alkar errege” izan gaitezannori on egingo bila.

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    Berts anBerts anBerts anERREGE SANTUEN ESKOLANDoinua: “Uso txuria”

    Urtarrilak seigarrenaErregenak dakarrena.Azal-itxuak baztartu etabarrukoa ederrena:bidera urten eta aurkitugu salbatzen datorrena.

    Lotan ez dago izarrik,egon behar da itzarrik.Erregeak lez bizi diranakikusten dabe bakarrik;adi bizi ta prest jarraitzeko,ez dauke bultza beharrik.

    Nahizta izarra agertu,lotan ezin da ulertu.Errege jaunak bila dabiltz tabihotzak deutsez suspertu;gaur opari hau hartzen dauanakbadau zergaitik eskertu.

    Bide barrirako libre,horra hiru adiskide,Arrisku danen gainetik doazgogo beroz bidez-bide;egin gaizuez bide barrienbilaketan partekide.

    Izarra gordeta ilun,mila arrisku edonun.Errez nahiz nekez, aurrera betizintzoa hor da ezagun;itxaropenez jardun ezkerolaster egingo da egun.

  • -32 -REDENCION•N918ENERO-FEBRERO2017

    ENTRE TÚ Y YO

    Sí, es muy “importante”: Y me incluyo también en los “pero…” que a ti te cuestionan. Es tan importante, Mikel, como que es el único mandamiento que nos dejó Jesús en el testamento de su vida: “Haced esto en mi memoria”. La misa es el Memorial de toda su vida, de un amor extremo desde su naci-miento a su horrible crucifi xión. Es la clarifi cación, compendio y coronación del “amaos unos a otros, como yo os he amado (también a los enemi-gos)”. Y, resucitado glorioso, hoy sigue vivo y actuando entre nosotros.

    El Concilio Vaticano II remarcó así esta importancia: “La eucaristía: “fuente y cumbre de la vida cristiana”. El vocabulario eucarístico de hoy nos descu-bre la riqueza y variedad de enfoques que desde aquel Jueves Santo ha recibido ese Memorial: partir el pan, acción de gracias o eucaristía, sacrifi cio, ofrenda, anáfora, ágape, misa…

    Pero… “para qué sirve la misa, si a mí no me dice nada”

    Recoges la pregunta del hombre actual que se pregunta por la utilidad de lo que hace para dedicarle o no su tiempo. Yo te contesto con el refrán “ojos que no ven corazón que no siente”. No conocemos las riquezas que la misa nos ofrece para la vida de la calle donde los hombres luchan, trabajan, sueñan, lloran y aman. Y lo afi rmo como un dogma, como el primero: el evangelio (y la misa) o genera alegría, gozo vital hasta en el mismo dolor, o algo grave está fallando. Traigo aquí las pa-labras de Jesús a la sedienta samaritana: “Si conocieras el don de Dios…”

    No sé si habrás advertido, Mikel, que en el corazón de la misa escuchamos las palabras más bellas que puede escuchar un hombre o una mujer (y son verdad para cada uno de nosotros). Son las palabras y gestos que Jesús nos dejó en su testamento: “tomó el pan en sus manos, lo partió y repartió diciendo ‘esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros’. Luego tomó la copa de vino y añadió: ‘Tomad y bebed; ésta es mi sangre que será derramada para que tengáis vida”. En este memorial encontramos los creyentes la fuente y cumbre de nuestra vida. La propuesta que puede cambiar el mundo está ahí, en la mesa, Memorial.

    Oímos que la misa es importante para un cristiano. Pero me cuestiono:

    1) ¿Para qué sirve “ir a misa” si a mí no me dice nada?

    2) Y la comunión. ¿Hay que comulgar cada vez que vamos a misa?

    3) Y los curas, ¿no pueden hacer unas misas más alegres y más participativas?

    4) ¿Hace falta tanto “ritualismo” para compartir la mesa del Señor?

    Mikel G. (joven de Bilbao)

    MarioMelgosa

  • -33 - REDENCION•918ZENBURTARRILA-OTSAILA2017

    Ya sé que es una propuesta contracultural; pero todo hombre no corrom-pido -creyente o no- puede comprobar que estas palabras “doy mi vida por ti” engrandecen a quien las pronuncia con verdad y resucitan a quien las escucha y las acoge en su corazón. Contraculturales son “el pan y el vino compartidos” como armas para lograr un mundo de paz, de fraterni-dad y fi esta universales. Pero -creyentes o no- podemos advertir que el mundo no saldrá del infi erno de las guerras y de los odios hacia la paz por las luchas de poderíos y los dominadores.

    Y los curas, ¿no podrían hacer unas misas más alegres, más participativas?

    Y debieran. Apuntas un lamento generalizado de jóvenes y de mayores.