trabajo de esdras y nehemias fondo historico

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INSTITUTO BIBLICO “S.E.P.A.D.” GUAYANA ASAMBLEAS DE DIOS DE VENEZUELA ASIGNATURA – LIBROS HISTORICOS II FACILITADOR – PASTOR JOSE NAVAS FONDO HISTORICO DE ESDRAS Y NEHEMIAS

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INSTITUTO BIBLICO “S.E.P.A.D.” GUAYANA ASAMBLEAS DE DIOS DE VENEZUELAASIGNATURA – LIBROS HISTORICOS IIFACILITADOR – PASTOR JOSE NAVAS

FONDO HISTORICO DE ESDRAS Y NEHEMIAS

INTEGRANTEDIORIS PEREZ

INTRODUCCION

Desde una muy temprana fecha, los libros de ‘Esdras’ y ‘Nehemías’ fueron unidos para formar una sola obra literaria. Tanto el historiador judío, Josefo (37 – 100 d.C.), como el Talmud judío, hacen referencia al libro de ‘Esdras’, pero no mencionan otra obra con el título de ‘Nehemías’. Los manuscritos más antiguos de la Septuaginta (la versión del AT en griego) tratan estos dos libros como si fuesen uno solo.

Sin embargo, la forma en que el libro de ‘Nehemías’ comienza (“Palabras de Nehemías hijo de Hacalías…”), indica que originalmente estos dos libros fueron composiciones independientes. De ser así, ¿por qué los judíos lo consideraron como una sola obra? Hay dos explicaciones:

1. El deseo de agrupar las Sagradas Escrituras en tal forma que sumaran 22 libros (que era el número de letras en el alfabeto hebreo), requirió unir Esdras con Nehemías.

2. Dado a que las Escrituras estaban escritas en rollos, estos dos libros fueron redactados en un solo rollo, tomando en cuenta el vínculo histórico que los unía, y, quizá, la paternidad literaria (ver notas posteriores).

3. La primera persona que hizo una distinción entre ‘Esdras’ y ‘Nehemías’, fue el gran erudito bíblico, Orígenes (185 – 253 d.C.); él los identificó como ‘I Esdras’ y ‘II Esdras’. Jerónimo mantuvo esta distinción, en su traducción de la Biblia al latín (la Vulgata).

CARACTERÍSTICAS LITERARIAS

Aunque los dos libros hayan sido composiciones independientes, una lectura de ‘Esdras’ y ‘Nehemías’ evidencia ciertos puntos en común – a los menos, en términos literarios.

1. Los dos libros son históricos.2. Los dos libros incluyen elementos autobiográficos 3. (Esdras 7:27–9:15; Nehemias 1:1–7:5; 12:31 –13:31).4. Ambas obras contienen largas listas de personas.

Por ejemplo:

i. Los que volvieron del exilio (Esdras 2 y Nehemias 7).ii. Jefes de clanes (Esdras 8:1-14).iii. Sacerdotes y levitas (Nehemias 12:1-26).iv. Los que estaban en matrimonios mixtos (Esdras 10:18-43).v. Los que ayudaron en la construcción (Nehemias 3).

5. Los dos libros demuestran un gran interés en el templo, el culto a Dios, y el lugar de los sacerdotes y levitas dentro de ese culto.

AUTOR Y FECHA

Las características literarias de ambos libros apuntan a un solo autor o editor. Aceptando que el autor o editor de ambos libros fue Esdras, la fecha de estos dos libros sería mediados del siglo 5 a.C. (440 – 430 a.C.).

LA RELACIÓN HISTÓRICA ENTRE ESDRAS Y NEHEMÍAS

Estudiosos han debatido extensamente la relación cronológica entre Esdras y Nehemías; es decir, ¿quién antecedió a quién? No creemos conveniente entrar en todos los detalles de este debate. Para nuestro propósito será suficiente decir que los textos bíblicos indican que Esdras llegó a Jerusalén antes que Nehemías, aunque ambos fueron contemporáneos, y por un tiempo trabajaron juntos en Jerusalén. Según Esdras 7:8, Esdras llegó a Jerusalén en el séptimo año del reinado de Artajerjes I (458 a.C.); mientras que Nehemías arribó a esa ciudad en el vigésimo año de Artajerjes I (445 a.C. Nehemias 2:1). Los dos se hallaron juntos en el momento de la lectura de la ley (Nehemias 8:9), y en la dedicación de los muros de la ciudad (Nehemias 12:26, 36).

EL CONTEXTO HISTÓRICO

Una lectura de ‘Esdras’ y ‘Nehemías’, indica que estas obras narran cuatro momentos importantes en la historia de los exiliados – momentos relacionados con tres grandes reyes de Persia. Estos eventos son:

1. El primer retorno de algunos exiliados, bajo la orden de Ciro, rey de Persia (Esdras 1-2), y sus primeros intentos de reconstruir el templo (Esdras 3). Estos intentos fueron frustrados por ciertos adversarios, y la obra se detuvo por varios años (Esdras 4). Estos eventos ocurrieron entre los años 538 y 516 a.C.

2. La reanudación de la obra de reconstrucción del templo, bajo la orden de Darío rey de Persia (Esdras 6). Esto se dio en el año 516 a.C.

3. El envío de Esdras a Jerusalén (con un nuevo grupo de exiliados que deseaban retornar a su tierra), bajo la orden de Artajerjes I (Esdras 7), con el propósito de reactivar el culto a Dios en el segundo templo. Esto se dio en el año 458 a.C., lo que indica un intervalo de unos 60 años.

4. El envío de Nehemías a Jerusalén, con el fin de reconstruir los muros y la ciudad (Nehemias 1-2). Esto se dio también bajo Artajerjes I, unos años después, en 445 a.C. Nehemías fue gobernador de Jerusalén 12 años, hasta 433 a.C.

Este resumen indica que el marco histórico para estos dos libros serían los años 538 a.C. hasta 433 a.C. ¿Qué estaba ocurriendo en el mundo de ese entonces, durante estos cien años?

1. El Acceso de Ciro al Trono (559-530 a.C.)

Ciro aparece en la historia como el rey de Ansán, una pequeña tribu persa en la región de Elam. En el año 550 a.C., Ciro enfrentó al ejército de los medos. A pesar de contar con un ejército numéricamente inferior, Ciro logró derrotar a los medos, gracias a su genio militar. En lugar de humillar a los medos, Ciro los incluyó en su nuevo imperio, llamándose gobernador del imperio Medo-Persa.

Enseguida, Ciro se propuso extender y fortalecer su reino. Primero anexó al imperio de Lidia (la región de Asia Menor), y luego se confrontó con el poder babilónico, derrotándolo en el año 539 a.C. De esta manera se formó un tremendo imperio, cuyos límites se extendían desde la frontera de la India, en el este, hasta Asia Menor, en el oeste (ver mapa, en la página 4).

En lugar de menospreciar los dioses de las naciones conquistadas (como lo habían hecho los babilonios), Ciro se propuso respetar las diversas religiones de sus súbditos. Por ejemplo, en el año 537 a.C., Ciro tomó la mano del dios Marduc, al renovar su autoridad sobre Babilonia. Como comenta F. F. Bruce, “Este acto no significaba devoción alguna a Marduc por parte del rey Ciro, sino que éste tenía suficiente sensibilidad para darse cuenta de los ricos dividendos de sumisión, e incluso de gratitud, que una táctica tan económica le reportaría, respetando, aunque fuese solo exteriormente, a las divinidades de las naciones que se le rendían”.

Vemos esta actitud de respeto hacia las diversas divinidades en el decreto de Ciro, narrado en Esdras 1:2-4, en el cual Ciro concedió permiso a los judíos para reconstruir el templo de Jehová en Jerusalén (para mayores detalles, ver las notas sobre esos versos, en el comentario).

2. El Reinado de Cambises (530-522 a.C.)

Cuando Ciro murió en el campo de batalla, en el año 530 a.C., fue sucedido por su hijo Cambises. Éste, en 525 a.C. invadió Egipto, y lo añadió al vasto imperio Medo-Persa. Sin embargo, cuando Cambises murió, en 522 a.C., una guerra civil sacudió el imperio. El que salió victorioso de esta guerra civil fue Darío, “miembro de una rama colateral de la familia real” (Bruce, p. 131).

3. El Gran Rey Darío (522-486 a.C.)

Darío fue un gran administrador. Él dividió el imperio persa en grandes regiones, cada una de ellas administrada por un ‘sátrapa’ (o virrey). El territorio de Judea estaba en la satrapía que abarcaba la zona geográfica entre el río Eúfrates y el Mar Mediterráneo. Esta satrapía era conocida como ‘Abar-nahara’, que significa ‘Más Allá del Río’ (Esdras 4:11, 17).

Los Grandes Imperios del Antiguo Medio Oriente

Clave del Mapa I: 1) Imperio babilónico; 2) Imperio meda; 3) Imperio saita de Egipto; 4) Reino de Lidia.

Clave del Mapa II: 1) Imperio persa en tiempos de Ciro; 2) Conquistas de Cambises y Darío; 3) Límites de las satrapías.

Comentando sobre la administración de las satrapías, F. F. Bruce dice:

“El sátrapa tenía el control supremo de las tropas provinciales, la administración de justicia, y los asuntos financieros. Podía haber en su satrapía fortalezas especiales con guarniciones cuyos comandantes eran nombrados por el rey, y que eran directamente responsables a éste, no al sátrapa. El secretario de estado de la satrapía también era directamente responsable al Gran Rey.

4. El Reinado de Jerjes I (486-465 a.C.)

Darío fue seguido por su hijo, Jerjes I (también conocido como ‘Asuero’; ver Esdras 4:6), quien comenzó su reinado teniendo que contener una serie de rebeliones, especialmente en Babilonia. Atacó a Grecia, donde logró ciertos

éxitos, pero al fin fue derrotado, cuando su flota marítima fue destruida, y el ejército fue masacrado en 479 a.C. Finalmente, él mismo fue asesinado por el jefe de la guardia de su palacio, y fue seguido por su hijo:

5. Artajerjes I (465-425 a.C.)

Al inicio, la gestión de Artajerjes I fue dificultada por una revuelta en Egipto (460-454 a.C.). Este fue un tiempo de mucha tensión, que afectó toda la zona de Palestina. Es posible que la oposición contra la reconstrucción de la ciudad de Jerusalén, por parte de los samaritanos (ver Esdras 4:7-16), haya coincidido con este tiempo de inseguridad, y haya contribuido a la decisión de Artajerjes I de prohibir dicha obra (ver Esdras 4:17-24)

En 448 a.C., el sátrapa de ‘Más Allá del Río’, Megabizus, se rebeló contra el gobierno persa. Cabe la posibilidad que los samaritanos participaron en esta revuelta. De ser así, uno entiende por qué Artajerjes I respondió favorablemente, cuando tres años después, en 445 a.C., su copero, Nehemías, pidió permiso para viajar a Jerusalén, y trabajar en la obra de reconstrucción de Jerusalén. Indudablemente, los judíos no participaron en la revuelta, y a Artajerjes I le convenía tener una ciudad reconstruida en la zona, que sería leal a él. Como observa F. F. Bruce, “…bien pudo ser que Artajerjes y sus consejeros considerasen oportuno elevar Jerusalén a la categoría de ciudad amurallada, ya que en lugar de poner en peligro la ley y el orden, podía contribuir a la estabilidad de aquella parte del Imperio” (Bruce, p. 137). Especialmente, cuando la persona que estaría a cargo de la obra de reconstrucción, y quien sería el gobernador de la ciudad, sería un hombre de la plena confianza del rey, como lo era Nehemías.

EVENTOS EN PALESTINA

Al comentar sobre el contexto histórico de Esdras-Nehemías, ya hemos notado algunos detalles de lo que estaba ocurriendo en Palestina durante estos cien años. Sería bueno ahora completar ese cuadro, y ordenar los eventos principales que afectaron al pueblo de Dios.

1. El Primer Intento de Reconstruir el Templo

El primero grupo de judíos que volvió a Palestina, lo hizo bajo el liderazgo de Sesbasar, a quien la Biblia describe como “príncipe de Judá” (Esdras 1:8). Según Esdras 2:64, las personas que volvieron sumó a 42,360 personas. Su prioridad fue reedificar el templo. Comenzaron bien, dirigidos por Zorobabel y Jesuá (Esdras 3:8); aunque al parecer, Sesbasar estaba a cargo de todo el trabajo (Esdras 5:16). Pronto, tenían el altar construido, restablecieron el sistema de sacrificios, y celebraron la Fiesta de los Tabernáculos (Esdras 3). Sin embargo, frente a los avances de la obra, ciertas personas descritas como “los enemigos de Judá y de Benjamín” (Esdras 4:1), y otros nombrados como “el pueblo de la tierra” (Esdras 4:4), se opusieron al trabajo de los judíos, y

lograron detener la obra. Por 16 años, nada más se hizo por restaurar el templo.

2. La Culminación de la Tarea de Reconstrucción

Luego de 16 años de inactividad, Dios levantó a dos profetas – Hageo y Zacarías, quienes lograron motivar, no solo a los líderes (Esdras 5:1-2), sino a todo el pueblo (Hageo 1:12-15). Si dio cierta oposición, pero los judíos lograron perseverar hasta terminar la obra de reconstruir el templo (Esdras 5-6). Esto se dio en el año 515 a.C.

3. La Reconstrucción de Jerusalén

Por casi 60 años, no sabemos nada de los eventos que ocurrieron en Palestina. La Biblia solo relata la historia de Ester, que ocurrió durante este tiempo. Al parecer, estos años fueron caracterizados por cierta decadencia espiritual entre los judíos en Palestina.

Con el fin de renovar la vida espiritual de estos judíos, por el año 458 a.C., el sacerdote Esdras pidió permiso al rey Artajerjes para viajar a Palestina (Esdras 7). El viaje de retorno está descrito en Esdras 8. Al llegar a Palestina, Esdras se cercioró de la condición espiritual del pueblo de Dios, y comenzó a establecer reformas. Un problema serio eran los matrimonios mixtos (es decir, entre judíos y no judíos). Esdras ordenó la disolución de dichos matrimonios (Esdras 10).

Unos 13 años después, en 445 a.C., al enterarse de la situación triste de Jerusalén, Nehemías pidió permiso a Artajerjes a viajar a esa ciudad, con el fin de reconstruirla (Nehemias 1-2). En medio de muchas tensiones políticas, y enfrentando amenazas personales, Nehemías logró esta tarea (Nehemias 3-6, 11-12).

4. Reformas Espirituales y Sociales

Durante la tarea de reconstruir la ciudad, Esdras y Nehemías trabajaron juntos, logrando varias reformas sociales y espirituales, como la abolición del cobro de intereses (Nehemias 5), la renovación del pacto con Dios (Nehemias 10), la repoblación de Jerusalén (Neh 11), y el aporte de los diezmos para los sacerdotes y levitas (Nehemias 12).

TEMAS CENTRALES

Esta introducción a los libros de Esdras y Nehemías indican que contienen datos de gran interés histórico. Sin embargo, la gran pregunta que muchos creyentes harán es esta: “¿Por qué leer los libros de ‘Esdras’ y ‘Nehemías’? ¿Qué lecciones espirituales podemos aprender de ellos?” Para contestar estas preguntas, echemos un vistazo a los temas centrales de estas dos obras.

1. La Soberanía de Dios

Al finalizar el período del exilio, el pueblo de Dios obtuvo el permiso de regresar a Jerusalén, con el propósito de reconstruir el templo, la ciudad y los muros (Esdras 1:1-4; 7:11-28; Nehemias 2:1-8). Sin embargo, fueron tiempos muy difíciles, y el pueblo de Dios enfrentó mucha oposición. A pesar de esto, Dios obró a favor de Su pueblo, tocando el corazón de varios reyes y líderes importantes, para facilitar la tarea de reconstrucción. En todo esto vemos la soberanía de Dios, obrando a favor de Su pueblo.

2. El Cumplimiento de la Profecía

El exilio babilónico se dio como una medida disciplinaria sobre el pueblo de Judá, por su persistente pecaminosidad y desobediencia. Dios predijo este exilio, pero también predijo que solo duraría 70 años. Por ende, al finalizar estos 70 años, Dios obró, para que se cumpliese Su palabra profética (ver Esdras 1:1).Cuando surgió la oposición, Dios levantó a otros profetas (Hageo y Zacarías), quienes animaron al pueblo a seguir con la tarea de reconstrucción (ver Esdras 5:1). Dios continuó obrando a favor de Su pueblo, para que se cumpliese las palabras de estos profetas.

3. La Santidad del Pueblo de Dios

Otro tema de gran importancia es la santidad del pueblo de Dios. Al volver a Jerusalén, los judíos hallaron que muchos de sus conciudadanos, que quedaron durante el exilio, se habían casado con mujeres no judías. Estos matrimonios mixtos estaban amenazando con traer abajo la vida espiritual de todo el pueblo de Israel. Por ende, era necesario abolir esos matrimonios.

Es más, las tareas materiales, de reconstruir el templo y la ciudad de Jerusalén, se vieron amenazadas, en diversas maneras, por la falta de santidad del pueblo de Dios. Tanto Esdras como Nehemías vieron claramente que para lograr estas tareas, era necesaria una renovación espiritual del pueblo. Por ende, sus oraciones de confesión de pecado, y el tiempo dado a la lectura de la Palabra de Dios, apuntan a la importancia de la santidad del pueblo de Dios. Lo que le interesaba a Dios no era tanto la reconstrucción de la ciudad de Jerusalén, ni la reconstrucción del templo, sino la renovación de la vida espiritual del pueblo de Dios.

4. La Centralidad del Culto

La importancia del culto a Dios, en la vida del Su pueblo, se ve claramente en el libro de Esdras. Humanamente, quizá, hubieran querido reconstruir primero sus casas a la ciudad, pero dieron la prioridad al altar, y la restauración del culto a Dios. Fue un caso de buscar primero el reino de Dios. Durante los 16 años en los cuales la obra de reconstrucción del templo quedó parada, los judíos se dedicaron a las cosas materiales; pero les fue mal, como vemos en Hageo 1.

Aun cuando Nehemías viaja a Jerusalén, para reconstruir la ciudad, notamos la importancia del culto a Dios. El pacto se renueva, y juntamente con ello, los judíos se comprometieron a cumplir con todo el ritual establecido en la ley (ver Nehemias 10). Cuando dedicaron los muros de la ciudad, se hizo en un ambiente de fiesta espiritual, y adoración a Dios (Nehemias 12:27-34).

5. La Importancia de las Escrituras

Uno de los momentos centrales en estos dos libros es la lectura de la Ley que se da, cuando Esdras y Nehemías se encuentran sirviendo a Dios juntos en Jerusalén (Nehemias 8). El momento es importante porque una gran cantidad de gente se reunió para atender a la Palabra de Dios. Al escuchar la lectura de las Escrituras, el pueblo de Dios se humilló ante Dios, y adoraron (Nehemias 8:6). En obediencia a la Palabra de Dios, el pueblo celebró la Fiesta de los Tabernáculos. Luego de la celebración de esta fiesta, el pueblo siguió escuchando la Palabra de Dios (Nehemias 9), y esto produjo un tiempo de avivamiento espiritual, en el cual se renovó el Pacto (Nehemias 10).

En realidad, los dos libros de Esdras-Nehemías están marcados por un énfasis sobre la importancia de las Escrituras, tanto en la renovación espiritual, como en las reformas sociales necesarias, para que el pueblo de Dios viva como tal.

6. La Realidad de la Lucha Espiritual

Satanás siempre se opone a la obra de Dios. En estos dos libros, aprendemos varias lecciones acerca de la lucha espiritual – la manera en que Satanás usa inconversos para detener la obra de Dios, las estrategias que Satanás usa para resistir los planes de Dios y desanimar a Su pueblo, la sabiduría que se requiere para luchar contra Satanás, y así cumplir los planes de Dios, etc.

7. La Importancia de la Perseverancia

Aunque Dios lucha a favor de Su pueblo, y ejerce Su soberanía para cumplir Sus propósitos, esto no implica que el pueblo de Dios no tenga que hacer algo. Más bien, estos dos libros nos muestran la tremenda necesidad de perseverar para poder cumplir la palabra de Dios. El trabajo de Esdras y Nehemías no fue nada fácil, y de ellos aprendemos varias lecciones acerca de la disciplina y la fidelidad en el ministerio.8. La Necesidad de un Liderazgo

Finalmente, podemos notar un octavo tema central que es la importancia de tener un buen liderazgo. Los ministerios tanto de Hageo y Zacarías, como de Zorobabel, Jesuá, Esdras y Nehemías, fueron fundamentales en la renovación espiritual del pueblo de Dios. Por medio del estudio de estos personajes podemos ver la clase de líder que Dios usa en la renovación espiritual de Su pueblo. Todos los que aspiran servir bien a Dios, al frente de Su pueblo, harán bien en estudiar estos libros.

Conclusión

Un recorrido de los temas centrales de ‘Esdras’ y ‘Nehemías’ indica que estos son libros que realmente valen la pena estudiar. Para desarrollar un liderazgo eficaz en la Iglesia en nuestros tiempos, un estudio de estos dos libros será de gran ayuda y motivación. Esperamos que el Espíritu Santo, quien fue el autor intelectual de estos libros, nos inspire al estudiarlos, y nos ayude a aplicar las enseñanzas a nuestras vidas personales.