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1 Trabajo Comunal Universitario (TCU): aprender y crecer por medio del servicio a otros Total de Horas: 150 III Cuatrimestre, 2014 (setiembre-diciembre) Código: 34-0012 “Quien no vive para servir, no sirve para vivir”, Rabindranath Tagore “Si le das un pescado a una persona, comerá un día, pero si le enseñas a pescar, comerá siempre”, Confucio “Sé tú el cambio que quieres ver en tu entorno”, Mahatma Gandhi Introducción Vivir en sociedad es mucho más que simplemente compartir el espacio físico con otras personas. Obtenemos siempre más beneficios de la comunidad de los que somos capaces de devolver. Pensemos por un segundo en esto, ¿cuántas personas están detrás de los diversos recursos que usamos cada día? Por ejemplo, el pupitre que ocupamos en el aula: ¿cuántas manos se requirieron desde que sus insumos fueron extraídos de la naturaleza, procesados, ensamblados, transportados, comercializados y finalmente puestos a nuestra disposición?, ¿cuánto conocimiento acumulado a través de generaciones se requirió en su elaboración?, ¿podríamos por nosotros mismos, de manera aislada y sin ayuda de nadie, construir algo igual? Sin estar conscientes de ello, nos beneficiamos al ser parte de una enorme red social que pasa a través de miles de personas, miles de kilómetros y miles de años. Aunque solemos no ser conscientes de ello, lo que somos y tenemos personal y materialmente aquí y ahora es el producto de todo un esfuerzo social y no solamente de nuestro propio accionar. Por ejemplo, definitivamente no es lo mismo tener oportunidad de asistir a la educación superior en la Costa Rica de hoy en el siglo XXI, que haberlo hecho a principios del siglo XX, digamos en el año 1900, donde sólo una pequeñísima élite podía acceder a la formación universitaria. Ni qué decir del acceso al agua potable, la electricidad, el transporte o las telecomunicaciones. En definitiva, nuestras condiciones de vida son productos sociales e históricos y no sólo derivadas del esfuerzo personal o familiar, que por supuesto es muy importante también, pero absolutamente insuficiente para conseguir todo lo que nos rodea, si se le mira desde una perspectiva amplia. De alguna manera, dado lo anterior, todas las personas nos encontramos en un estado permanente de deuda social, que se deriva del hecho de que, al ser parte de la sociedad, recibimos mucho más de lo que somos capaces de devolver. Pero esto bien puede ir más allá: si asumimos como cierto que lo que cada uno es como persona viene a ser también un producto social y no solamente fruto del esfuerzo individual, pues entonces se tiene que entre más se ha logrado, mayor deuda se tiene pues más se ha recibido de la sociedad para conseguirlo. Por ejemplo, una persona adinerada no podría jamás acumular su riqueza por si sola, pues de hecho requiere de la sociedad para poder conseguirla. Por esta razón, los universitarios ciertamente tienen una mayor deuda social, por cuanto aun constituyen un sector minoritario de la sociedad, pero que se sostiene sobre una estructura debajo de la cual están todos los que no logran llegar a la educación superior y no cuentan con opciones para lograrlo, lo que refleja un esquema ciertamente injusto.

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Trabajo Comunal Universitario (TCU): aprender y crecer por medio del servicio a otros

Total de Horas: 150

III Cuatrimestre, 2014 (setiembre-diciembre)

Código: 34-0012

“Quien no vive para servir, no sirve para vivir”, Rabindranath Tagore

“Si le das un pescado a una persona, comerá un día, pero si le enseñas a pescar, comerá siempre”, Confucio

“Sé tú el cambio que quieres ver en tu entorno”, Mahatma Gandhi

Introducción

Vivir en sociedad es mucho más que simplemente compartir el espacio físico con otras personas. Obtenemos siempre más beneficios de la comunidad de los que somos capaces de devolver. Pensemos por un segundo en esto, ¿cuántas personas están detrás de los diversos recursos que usamos cada día? Por ejemplo, el pupitre que ocupamos en el aula: ¿cuántas manos se requirieron desde que sus insumos fueron extraídos de la naturaleza, procesados, ensamblados, transportados, comercializados y finalmente puestos a nuestra disposición?, ¿cuánto conocimiento acumulado a través de generaciones se requirió en su elaboración?, ¿podríamos por nosotros mismos, de manera aislada y sin ayuda de nadie, construir algo igual?

Sin estar conscientes de ello, nos beneficiamos al ser parte de una enorme red social que pasa a través de miles de personas, miles de kilómetros y miles de años. Aunque solemos no ser conscientes de ello, lo que somos y tenemos personal y materialmente aquí y ahora es el producto de todo un esfuerzo social y no solamente de nuestro propio accionar. Por ejemplo, definitivamente no es lo mismo tener oportunidad de asistir a la educación superior en la Costa Rica de hoy en el siglo XXI, que haberlo hecho a principios del siglo XX, digamos en el año 1900, donde sólo una pequeñísima élite podía acceder a la formación universitaria. Ni qué decir del acceso al agua potable, la electricidad, el transporte o las telecomunicaciones. En definitiva, nuestras condiciones de vida son productos sociales e históricos y no sólo derivadas del esfuerzo personal o familiar, que por supuesto es muy importante también, pero absolutamente insuficiente para conseguir todo lo que nos rodea, si se le mira desde una perspectiva amplia.

De alguna manera, dado lo anterior, todas las personas nos encontramos en un estado permanente de deuda social, que se deriva del hecho de que, al ser parte de la sociedad, recibimos mucho más de lo que somos capaces de devolver. Pero esto bien puede ir más allá: si asumimos como cierto que lo que cada uno es como persona viene a ser también un producto social y no solamente fruto del esfuerzo individual, pues entonces se tiene que entre más se ha logrado, mayor deuda se tiene pues más se ha recibido de la sociedad para conseguirlo. Por ejemplo, una persona adinerada no podría jamás acumular su riqueza por si sola, pues de hecho requiere de la sociedad para poder conseguirla. Por esta razón, los universitarios ciertamente tienen una mayor deuda social, por cuanto aun constituyen un sector minoritario de la sociedad, pero que se sostiene sobre una estructura debajo de la cual están todos los que no logran llegar a la educación superior y no cuentan con opciones para lograrlo, lo que refleja un esquema ciertamente injusto.

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Ser parte de la sociedad reporta múltiples ventajas a los individuos que sería muy difícil contabilizar. Ninguna persona verdaderamente consciente de ser parte íntegra de la sociedad podría dejar de lado sus deberes con los demás, pues sabe que obtiene muchísimos beneficios de la colectividad y que de allí se derivan también varias responsabilidades. Este grado de consciencia brinda a la persona la posibilidad de ser un agente activo en su entorno, entendiendo que no sólo es capaz de recibir, sino también de aportar y, sobretodo, de transformar y mejorar su contexto por medio de un accionar crítico y consciente.

Así también, las diversas profesiones existen porque son necesarias para la sociedad, de lo contrario desaparecerían. Por este motivo, es importante reflexionar acerca de la utilidad social de la carrera que se ha elegido: ¿cuál es el sentido social de la profesión en que se está?, ¿cuáles son las necesidades sociales que contribuye a atender o resolver? Comprendiendo la misión social de nuestras profesiones veremos que no es que ellas existan solamente para proveernos de un empleo, sino que existen fundamentalmente porque cumplen un papel de relevancia social que es importante comprender.

Si bien es cierto que el TCU constituye un requisito legal para que todo estudiante universitario pueda optar a un grado profesional de bachillerato o de licenciatura (según la Ley de creación del Consejo Nacional de la Educación Superior Privada –CONESUP- y su Reglamento), también es cierto que existe la posibilidad de convertirlo en algo más que esto y aprovecharlo como una oportunidad para hacer un aporte concreto y valioso, desde el propio campo disciplinario, a un grupo o sector social que lo requiere. Dichosamente, parece ser que hay una tendencia cultural y en el mercado laboral a valorar cada vez más los comportamientos prosociales en los profesionales, ya que quienes los muestran cuentan con importantes ventajas, como por ejemplo: son más empáticos, tienen mayor disposición al servicio, trabajan mejor en equipo, sobrellevan mejor la frustración, manejan mejor sus emociones, comparten mejor sus conocimientos, pueden trabajar más fácilmente con diversos tipos de personas, son más influyentes en los demás e incluso pueden ser más capaces de automotivarse.

Cuando las personas se involucran en relaciones de ayuda con otras, se pueden generar altos niveles de satisfacción y placer. De hecho, cuando se brinda apoyo a otra persona y se establecen relaciones de confianza y generosidad, se libera una hormona llamada oxitocina, que es la misma que se genera, por ejemplo, cuando una madre amamanta a su hijo, facilitando el fortalecimiento del vínculo y el disfrute del mismo (Hurlemann, Patin y Onur, 2010). Por esta razón, cuando se afirma que hay placer en el mero hecho de dar sin esperar recibir a cambio (altruismo), se está diciendo algo que cuenta con fundamento científico. Es decir, parece ser que los seres humanos tenemos un diseño que nos hace competentes para colaborar con otros en necesidad, pero esto debe ser estimulado para que se pueda desarrollar (De Waal, 2007).

¿Qué es el TCU?

Se define aquí el TCU como un proceso de apoyo a sectores vulnerables y marginales de la sociedad, por medio de la aplicación de la carrera de los estudiantes directamente con las personas, con la intención de desarrollar capacidades en ellas, por medio de la transmisión de conocimientos, habilidades, actitudes y valores propios de la disciplina de cada estudiante, en respuesta a necesidades reales de los beneficiarios, todo con el propósito de contribuir a mejorar su calidad de vida e influir positivamente en su desarrollo humano y social integral.

Es importante, en este punto, distinguir entre Centro de TCU y Población Meta, para comprender el enfoque, especificidad y sentido del esfuerzo. El Centro de TCU es la institución como tal que le permite al estudiante realizar allí su proceso, mientras que la Población Meta son las personas que atiende esta institución. En este sentido, resulta crítico comprender que el TCU se enfoca en las personas y no en la organización, de modo que el trabajo se evaluará en términos del aporte a la gente como tal y no a la institución desde el punto de vista administrativo o logístico.

Se concibe aquí el TCU como un acto de responsabilidad social, que se deriva de todo lo dicho antes, así como del valor intrínseco de elevados estándares éticos como la solidaridad, la equidad, la compasión y el humanismo. Es decir, que se hace porque se trata de conductas deseables a todo

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ciudadano y no sólo porque se pueda obtener algo a cambio de desarrollarlas conscientemente, lo que va más allá de que sea un requisito legal para obtener un grado profesional y guarda relación con el rol que las universidades y los universitarios pueden cumplir en la vida social, así como la importancia que la responsabilidad social tiene en la formación del profesional que la sociedad del siglo XXI requiere.

El reto de la responsabilidad social no está planteado solamente para las disciplinas sociales, sino que lo es para todas las profesiones y profesionales que se entienden a sí mismos como parte integrante de la sociedad, lo cual va más allá de pagar impuestos y no hacer daño intencional a otros, y que tiene que ver con el descubrimiento del papel que cada quien puede jugar en hacer de este un mundo mejor para todos desde el entorno local en el que está.

La sociedad del siglo XXI resulta tremendamente paradójica, pues nunca como hoy se ha desarrollado tanta capacidad para producir riqueza y prosperidad, razón por la cual se hace cada vez más inaceptable ética y humanamente que persista tanta miseria, tanta pobreza y tanta exclusión. Todos estamos invitados a hacer el cambio y el TCU puede contribuir en esta dirección.

Competencias que desarrollará el estudiante de acuerdo al perfil del graduado

1. Profesional integral El graduado de ULACIT es capaz de emplear sus capacidades humanas (intelectuales, éticas, emocionales y sociales) a plenitud, por lo que se comunica con efectividad, de forma oral y escrita, en su lengua materna y en inglés, emplea la información y el pensamiento crítico en la resolución de problemas y la toma de decisiones, utiliza adecuadamente el equipo, las herramientas y los sistemas tecnológicos de información, interactúa adecuadamente en el ámbito interpersonal, demuestra capacidad de expresión y respuesta creativa, asume sus responsabilidades éticas y refleja un claro sentido de autoconcepto y de autorregulación.

El TCU pone el énfasis en el valor del servicio solidario, pues está dirigido a grupos sociales relegados o excluidos que, en general, no han contado con las oportunidades de desarrollo que los universitarios disfrutan; por este motivo se puede decir que el TCU se constituye en un ejercicio ético importante, orientado a fortalecer valores que la o el estudiante ya tienen y que siempre es posible acrecentar.

2. Investigación El profesional graduado de ULACIT define una necesidad de información o problema de investigación y puede recuperar, indagar, evaluar, analizar, aplicar y comunicar eficazmente la información requerida.

La investigación cumple un papel mucho más importante de lo que intuitivamente se cree en el TCU, pues de hecho su primera etapa consiste en realizar un diagnóstico del centro de TCU elegido, en la que se busca identificar las principales necesidades y fortalezas de la población meta a la que se dirigirá el proyecto. Posteriormente, ya en la ejecución del proyecto, la o el estudiante debe buscar formas creativas de aplicación de su carrera y de transmisión de actitudes, conocimientos y habilidades propios de su campo profesional con respecto a su población meta.

3. Pensamiento crítico El profesional graduado de ULACIT es capaz de plantear problemas vitales, analizar y valorar información relevante, llegar a soluciones y conclusiones razonadas, pensar abiertamente y comunicarse de forma efectiva con otros.

Con mucha frecuencia, para la mayoría de los estudiantes de TCU se trata de su primera experiencia de servicio directo con el grupo social que van a trabajar, razón por la cual se suele ingresar a la experiencia desde ciertos preconceptos del mismo que a través del contacto y la interacción empiezan a sufrir importantes modificaciones. En este caso, el pensamiento crítico puede ayudar al estudiante a reflexionar sobre sus propios preconceptos, replanteándolos en términos del contacto directo y personal con las personas con quienes realiza su TCU.

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4. Comunicación verbal y escrita El profesional graduado de ULACIT organiza y produce mensajes verbales, de acuerdo con el tema, el propósito y la audiencia, se expresa con coherencia y escucha atenta y críticamente, de forma responsable y efectiva.

Comunicarse con un grupo social diferente al propio o que presenta condiciones especiales no es sencillo, se requiere de un proceso paulatino de acercamiento y conocimiento, donde se busca que el estudiante adapte su lenguaje al de las personas con quienes trabaja. Por otro lado, todos los informes que el estudiante debe presentar sobre su proyecto, deben cuidar todos los aspectos tanto de forma como de contenido de cualquier reporte universitario.

5. Desarrollo personal y social El profesional graduado de ULACIT reconoce la importancia de la formación integral y por ende planea, controla y disfruta su vida buscando aumentar significativamente la probabilidad de éxito profesional y satisfacción personal. Asimismo, interactúa de forma ética en el ámbito interpersonal y profesional.

Según experiencias anteriores, muchos estudiantes de TCU reportan haber obtenido grandes beneficios personales por medio de su experiencia de servicio; sobre todo, en lo relacionado con su sensibilización acerca de la situación de un grupo social nuevo y en lo gratificante que resulta sentir que se está ayudando realmente a otro ser humano a salir adelante y superarse en algún aspecto de su vida. Es interesante ver aquí como se convierte en realidad la idea de que hay mayor satisfacción en el dar que en el recibir.

6. Administración de proyectos El TCU basa su operación en la ejecución y desarrollo de proyectos, ya que los estudiantes deben identificar necesidades en las personas, diseñar un curso de acción para atenderlas, llevarlo a cabo, controlarlo y evaluar los resultados, por lo que aplican los principios y elementos básicos de la administración de proyectos. Esto quiere decir que no se trata de un mero activismo o de un trabajo basado en ocurrencias espontáneas que se mide solamente por una cantidad de horas, sino de un proceso ordenado, organizado y planificado, que es evaluado en función de sus resultados en las personas que reciben el servicio derivado del proyecto.

7. Responsabilidad social ULACIT buscar formar y graduar un profesional con un elevado sentido de la responsabilidad social y el TCU es un proceso en el que los estudiantes ponen en práctica tal sentido. Para evaluar y comprobar si esto es así, en 2013 se llevó a cabo un estudio que comparó la percepción de la responsabilidad social entre los estudiantes que ya realizaron el TCU versus quienes no lo han hecho, resultando que quienes ya lo hicieron mostraron otorgarle una mayor importancia a aquella tanto a nivel educativo, como personal y profesional, consideran tener mayores habilidades para llevarla a cabo, y lograron discriminar mejor la responsabilidad social meramente asistencial o que se reduce a entregar pequeñas ayudas materiales. Los resultados de este trabajo fueron publicados en la Revista Internacional de Educación para la Justicia Social de la Universidad Autónoma de Madrid y se encuentran disponibles en línea en la siguiente dirección electrónica: http://www.rinace.net/riejs/numeros/vol2_num2.html. Objetivos

El TCU tiene por objetivo general el de:

Contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de grupos sociales vulnerables y marginados, a través de un proceso estructurado de apoyo socio-educativo, brindándoles oportunidades directas de desarrollo humano.

Como objetivos específicos, se tiene que al finalizar su TCU, las y los estudiantes que hayan completado adecuadamente el proceso de acción y reflexión que este implica, serán capaces de:

1. Comprender mejor y de primera mano la situación social de un grupo en condiciones de vulnerabilidad a través de la vinculación personal y directa con el mismo.

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2. Plantear alternativas de atención o solución a un problema o problemas relevantes de una población socialmente marginada o excluida por medio de una estrategia socio-educativa de carácter integral y promocional.

3. Desarrollar el sentido de servicio hacia otras personas en condición vulnerable, identificando competencias personales y profesionales para hacerlo de manera óptima, pertinente y eficaz.

4. Comprender mejor la función y responsabilidad social de la propia disciplina por medio del servicio solidario, compartiendo conocimientos y competencias con grupos y personas sin acceso a estos.

5. Identificar beneficios, gratificaciones y retos personales y profesionales obtenidos a través del servicio solidario en contacto directo con grupos humanos en condición de riesgo y desventaja social.

Metodología educativa: Aprendizaje en Servicio

El Aprendizaje en Servicio (AeS) es una propuesta educativa que combina procesos de aprendizaje y de servicio a la comunidad en un solo proyecto bien articulado, en el que los participantes se forman al trabajar sobre necesidades reales del entorno con el objetivo de mejorarlo (Puig y Palos, 2006).

De la anterior definición se pueden destacar las siguientes características del AeS:

Es una propuesta educativa centrada en el aprendizaje, donde el estudiante aprende haciendo y donde se trata de un hacer con un claro sentido social.

Combina razonablemente el aprendizaje y el servicio, dando suficiente importancia a las dos dimensiones, reconociendo que ambas son relevantes y que además interdependen y se enriquecen entre sí. Dado lo anterior, implica actividades de aula como de trabajo de campo, aunque principalmente en este segundo espacio.

Requiere de proyectos planteados consistentemente en los cuales los estudiantes analizan con cierta rigurosidad un problema pertinente socialmente y formulan acciones estratégicas de intervención sobre el mismo, desde los conocimientos y habilidades propias de su campo disciplinar.

¿En qué se forman los participantes? En todo aquello que los estudiantes y la población meta del proyecto sea capaz de incorporar o modificar a sus conocimientos, habilidades y actitudes previas, tanto en el aspecto personal como en el profesional. Más que simplemente de un aprendizaje entendido aisladamente, se puede hablar de una transformación personal y social en un proceso de AeS exitoso. El AeS persigue aprendizajes significativos, es decir, que quedan y marcan a largo plazo.

La relevancia de las necesidades no la establecen los estudiantes, sino la población meta de la acción, a través de un análisis sistemático de las mismas. Por este motivo, es el estudiante quien debe buscar adaptarse a las necesidades del grupo con el que trabaja y no al contrario.

Los proyectos de AeS buscan mejorar las condiciones de vida de sus poblaciones meta de forma perceptible y significativa para la misma, por lo que privilegian las acciones de tipo promocional y educativo sobre las de tipo meramente asistencial y paliativo.

Metodología evaluativa: combinación de estrategias sumativa y formativa

La evaluación del desempeño del estudiante en el TCU se hace mediante la verificación del cumplimiento de las horas y requisitos, así como mediante el análisis del cumplimiento de los objetivos del programa. La evaluación sumativa es de carácter cuantitativo y está centrada en los productos, mientras que la evaluación formativa es de carácter cualitativo y está centrada en el proceso. En el primer caso los estudiantes categorizan y contabilizan las acciones realizadas, mientras que en el segundo reflexionan sobre los cambios subjetivos provocados por el proceso en las personas a quienes han servido, así como sobre los ocurridos en sí mismos. La evaluación sumativa se llevará a cabo por medio del registro oficial de cumplimiento de horas de TCU y de un informe de labores. La evaluación formativa se hará principalmente por medio de un ensayo

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personal de reflexión de la experiencia vivida, así como a través de los avances que el estudiante debe ir entregando progresivamente, en los cuales analiza diversos aspectos de su proceso en el TCU. Por otra parte, los estudiantes deberán evaluarse a sí mismos, a sus compañeros y al facilitador por medio de la compleción del formulario denominado CEPA (Cuestionario de Evaluación por Parte del Alumno), lo cual es requisito para poder aprobar el programa de TCU. Es importante recordar que el TCU no tiene una calificación en una escala numérica, sino que el cumplimiento adecuado en tiempo, forma y contenido de los requisitos culmina con la asignación de la condición de cumplido o aprobado, mientras que el incumplimiento de cualquiera de los requisitos conllevará a la condición de incumplido o reprobado, siendo que se deberá volver a realizar todo el proceso. Es importante comprender que el TCU no se trata del mero cumplimiento de un determinado número de horas, sino también de la correcta conducción de un proceso de servicio a la comunidad con base en los criterios que aquí se presentan.

Distribución de las 150 horas de Trabajo Comunal Universitario

Según el parámetro oficial, todo estudiante matriculado en la educación superior privada costarricense debe completar un mínimo de 150 horas de TCU para poder optar a un grado profesional universitario. En ULACIT, este tiempo se divide en tres partes, todas de cumplimiento obligatorio: 1) servicio directo a la comunidad, 2) reuniones de retroalimentación de la experiencia y 3) elaboración de informes. A continuación se presenta una descripción de cada una de estas tres dimensiones.

120 horas efectivas de servicio comunitario en relación directa con una población socialmente vulnerable. Se refiere a la parte más importante y propia del TCU, el trabajo de campo en relación directa con el grupo social al que se dirige la acción. Se recomienda que desde el primer momento el estudiante planifique un mínimo de 8 horas semanales efectivas de tiempo con su población meta, para que no tenga contratiempos hacia el final del proceso en este rubro. De hecho, si se multiplican 8 horas por 15 semanas que dura el cuatrimestre, da exactamente 120. La mayoría de estudiantes destinan los fines de semana al cumplimiento de este tiempo, pero en algunos casos también dedican tiempo entre semana, razón por la cual es muy importante asegurarse de que el centro de TCU elegido le permite al estudiante cumplir adecuadamente con este tiempo. No se recomienda hacer más de 8 horas ni menos de 4 horas por semana, para que el tiempo sea manejable y el proceso se ajuste al calendario del cuatrimestre y al ritmo propio del programa de TCU, de forma tal que se pueda ir desarrollando paulatinamente y sin apuros el proyecto, y se encuentre además en momentos similares de avance con respecto a los compañeros universitarios, y se pueda compartir con estos la evolución del proceso de inserción social y servicio comunitario. Este rubro se refiere claramente a tiempo de servicio directo y bajo ningún concepto se podrá incluir en este apartado el tiempo destinado a trasladarse hasta el centro de TCU o a otras tareas no relacionadas con la población meta, esto para asegurar la efectividad y correcto enfoque de los esfuerzos. Si el estudiante cumpliera las 120 horas de servicio antes de lo esperado, debe comprometerse a asistir a su centro por lo menos hasta semana 14 del cuatrimestre, puesto que el cronograma de trabajo debe contemplar todo el cuatrimestre ya que el tipo de objetivos de desarrollo social que el TCU busca requieren de una suficiente cantidad de tiempo, precisamente porque se trata de un proceso paulatino con personas en desventaja social.

10 horas efectivas de reuniones de orientación y retroalimentación con compañeros y facilitador. Es importante que las y los estudiantes compartan sus experiencias personalmente con su supervisor así como con otros estudiantes, y que analicen y comprendan lo que está ocurriendo en el proceso de servicio, tanto para que puedan aprovechar la experiencia de la mejor forma posible como para hacer ajustes, adiciones o modificaciones a la misma si fuera necesario. Están programadas 7 reuniones de orientación de entre 1 hora y media y 2 horas de duración cada una, en diferentes momentos de las 15 semanas del cuatrimestre, correspondientes a distintas etapas del proceso. Estas reuniones serán en las semanas 1, 2, 4, 6, 9, 12 y 15. Dado que son sólo 7 reuniones en todo el cuatrimestre y las mismas son de mucha importancia para conducir el proceso adecuadamente, la asistencia a ellas es obligatoria, además de que son parte integral del total general de horas que se deben cumplir. Si un estudiante falta a tres o más reuniones reprobará automáticamente el TCU y si falta a dos o menos deberá reponer cada ausencia con al menos 5

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horas adicionales de servicio directo por cada falta. Para efectos de registro y conteo de tiempo, la primera reunión reconoce 1 hora de TCU y las siguientes 6 reconocen hora y media cada una, completándose así las 10 horas correspondientes a este rubro. Cada estudiante debe firmar la hoja de asistencia, pues de lo contrario esta no se le podrá reconocer. Más adelante se presenta un resumen del contenido de cada una de estas reuniones de supervisión.

20 horas efectivas de elaboración de informes de análisis de la experiencia. Las y los estudiantes deben conducir su propio proceso de aprendizaje de una forma estructurada y estratégica, que les ayude a organizar y mejorar la efectividad de su servicio, así como a darle sentido y dirección. Por todo esto, deben entregar los siguientes productos, cada uno de ellos valorado en 4 horas de trabajo, que reconocen el esfuerzo intelectual que implica estructurar y aprender en un servicio de calidad:

1. Diagnóstico descriptivo de la población meta y de la organización. 2. Proyecto de servicio comunitario. 3. Entrevista de historia de vida a actor comunitario clave. 4. Evaluación sumativa de acciones realizadas, logros obtenidos y beneficios aportados a la

población meta. Junto a esta evaluación, el estudiante deberá completar también el formulario CEPA para que este rubro pueda ser reconocido.

5. Ensayo o reflexión formativa de análisis de experiencias significativas, aprendizajes logrados y beneficios obtenidos en lo personal, así como en lo profesional.

La persona facilitadora de la experiencia entregará materiales de apoyo y orientará a los estudiantes para la elaboración de los anteriores productos, mediante el sistema Blackboard, razón por la que es obligación del estudiante estar atento a todo lo que se coloque en este medio. En caso de que haya estudiantes en un mismo centro de TCU que deseen entregar colectivamente su trabajo, sólo lo podrán hacer en el caso del diagnóstico, el proyecto y la evaluación, ya que la entrevista y el ensayo de reflexión son estrictamente individuales. Los productos elaborados en equipo deberán distribuir el trabajo equitativamente entre los miembros, de modo que éste sea equivalente a las 4 horas reconocidas individualmente. Para que este rubro sea reconocido, cada estudiante debe asegurarse de entregar en tiempo, forma y contenidos adecuados y oportunos cada uno de los informes. La entrega de un informe una semana tarde, deberá compensarse con 5 horas de servicio adicional. Si fuera por 2 semanas, deberá compensarse con 10 horas adicionales y si fuera ya por 3 o más semanas el informe no será aceptado.

Integración de los tres componentes: 150 horas de acción social, retroalimentación de la experiencia y análisis reflexivo. La adecuada combinación e integración de los tres ejes anteriores se espera que genere un auténtico proceso de Aprendizaje en Servicio, en el que se aspira a que la o el estudiante haya fortalecido y/o incrementado diversas competencias sociales, ciudadanas y éticas de relevancia y pertinencia tanto para su vida profesional/disciplinar como para su vida personal/social.

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Cronograma de actividades y productos entregables por semana

A continuación se describen los avances esperados por semana en el proceso estudiantil de Aprendizaje en Servicio que representa el TCU, así como los productos entregables que los estudiantes deben elaborar como parte de este proceso.

Semana 1 Semana 2 Semana 3 Semana 4 Semana 5 Sesión presencial #1 de introducción general, explicación minuciosa del programa y organización del proceso.

Sesión presencial #2 de explicación del trabajo de diagnóstico, así como del proceso de inserción social con la población meta. Todos los y las estudiantes deben estar debidamente ubicados en un centro o proyecto de TCU aprobado por el profesor supervisor.

Los y las estudiantes deben estar brindando periódicamente su servicio de TCU y estar elaborando su diagnóstico de la organización y población meta a la que están sirviendo.

Sesión presencial #3 de presentación y retroalimentación de diagnósticos (5 minutos por presentación). Los y las estudiantes deben haber elaborado y entregado su diagnóstico organizacional y social en tiempo, forma y contenidos adecuados.

Los y las estudiantes deben estar elaborando su proyecto particular de TCU contemplando la aplicación concreta de su disciplina profesional en relación directa con respecto a la atención de alguna necesidad relevante para su población meta.

Entregable Entregable Entregable Entregable Entregable Programa de TCU a las y los estudiantes y Guía de apoyo para elegir Centro de TCU.

Carta oficial de aceptación institucional del estudiante en el centro de TCU al facilitador.

Carta oficial de aceptación institucional del estudiante en el centro de TCU al facilitador.

Informe de diagnóstico organizacional y social.

*Registro oficial de cumplimiento de horas de servicio al facilitador (bitácora diaria).

Semana 6 Semana 7 Semana 8 Semana 9 Semana 10 Sesión presencial #4 de presentación y retroalimentación de proyectos (5 minutos por presentación). Los y las estudiantes deben haber elaborado y entregado su proyecto particular de TCU en tiempo y forma adecuados.

Los y las estudiantes deben estar ejecutando las acciones de servicio contempladas en su proyecto particular de TCU con alta calidad y excelencia.

Los y las estudiantes deben estar realizando su entrevista de historia de vida con un actor clave de su experiencia que sea viable abordar.

Sesión presencial #5 de presentación y análisis de las entrevistas de historia de vida a una persona en el centro de TCU.

Los y las estudiantes deben estar ejecutando las acciones de servicio contempladas en su proyecto particular de TCU con alta calidad y excelencia.

Entregable Entregable Entregable Entregable Entregable Documento de proyecto particular de TCU al facilitador.

*Registro oficial de cumplimiento de horas de servicio al facilitador (bitácora diaria).

*Registro oficial de cumplimiento de horas de servicio al facilitador (bitácora diaria).

Reporte de entrevista de historia de vida al facilitador.

*Registro oficial de cumplimiento de horas de servicio al facilitador (bitácora diaria).

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Semana 11 Semana 12 Semana 13 Semana 14 Semana 15 Los y las estudiantes deben estar ejecutando las acciones de servicio contempladas en su proyecto particular de TCU con alta calidad y excelencia.

Sesión presencial # 6 de presentación de evaluación de avances y logros en el proyecto (5 minutos por presentación).

Los y las estudiantes deben estar ejecutando las acciones de servicio contempladas en su proyecto particular de TCU con alta calidad y excelencia.

Los y las estudiantes deben estar ejecutando las acciones de servicio contempladas en su proyecto particular de TCU con alta calidad y excelencia.

Sesión presencial #7 de análisis y discusión colectiva de reflexiones finales y conclusiones globales sobre el proceso. Los y las estudiantes deben haber elaborado y entregado su ensayo de reflexión y análisis de la experiencia de TCU.

Entregable Entregable Entregable Entregable Entregable *Registro oficial de cumplimiento de horas de servicio al facilitador (bitácora diaria).

Informe de evaluación del proyecto de TCU en términos del efecto de los servicios brindados a la población meta.

*Registro oficial de cumplimiento de horas de servicio al facilitador (bitácora diaria).

*Registro oficial de cumplimiento de horas de servicio al facilitador (bitácora diaria).

Entrega de ensayo de reflexión final de análisis de la experiencia de TCU. Entrega de carta oficial de conclusión y cumplimiento satisfactorio de TCU, expedida por parte de la organización receptora. Entrega de bitácoras completas y de hoja de control general.

Es importante explicar que la entrega al docente de *registros oficiales de cumplimiento de horas (bitácoras) no se hace todas las semanas (aunque sí se deben ir elaborando oportunamente), siendo que se recomienda que se hagan como mínimo dos presentaciones de bitácoras durante el cuatrimestre (una a la mitad y otra al final), de modo que se pueda verificar una asistencia regular al centro de TCU, así como un avance adecuado del tiempo y la pertinencia de las acciones. Las bitácoras constituyen declaraciones juradas que documentan y evidencian la correcta realización del TCU, por lo que se deben entregar en correcto estado de forma y contenido, ya que se convertirán en parte del expediente académico del estudiante, donde deben aparecer por requisito para poder optar a graduación.

Serán elegidos algunos proyectos exitosos para divulgarlos gráfica, textual y audiovisualmente como ejemplos del tipo de acción de Responsabilidad Social Universitaria que se busca por medio del TCU en ULACIT. Se solicitará a los estudiantes colaboración para divulgar su experiencia de TCU

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externamente, de modo que se pueda comprender adecuadamente la forma en que se lleva a cabo este proceso en ULACIT.

El profesor, de común acuerdo con el grupo de estudiantes, establecerá las estrategias para el

desarrollo de los contenidos programáticos correspondientes a los días feriados del ciclo, cuando

así corresponda.

Resumen de reuniones de orientación de la experiencia

Sesión #1: Semana 1. Introducción general al programa y organización del proceso. Sesión #2: Semana 2. Explicación de la guía para realizar el diagnóstico descriptivo

del centro de TCU y de la población meta del mismo, así como del proceso de inserción social.

Sesión #3: Semana 4. Presentación y retroalimentación de diagnósticos por parte de los estudiantes. Se darán 5 minutos por presentación, por lo que se debe ser sintético.

Sesión #4: Semana 6. Presentación y retroalimentación de proyectos de acción social. Máximo 5 minutos por presentación.

Sesión #5: Semana 9. Presentación y análisis de entrevistas de historia de vida de una persona del centro de TCU. Máximo 5 minutos por presentación.

Sesión #6: Semana 12. Presentación de evaluación de avances y logros en el proyecto. Máximo 5 minutos por presentación.

Sesión #7: Semana 15. Análisis y discusión de las reflexiones finales de la experiencia de servicio mediante un foro abierto y presencial en el que se espera que todos los estudiantes hagan un aporte de calidad.

Se solicita respetuosamente se mantengan apagados todo tipo de dispositivos electrónicos durante las anteriores reuniones, de modo que se pueda garantizar la mayor concentración de la atención posible durante estas importantes sesiones. En caso de que esta medida no sea cumplida, se pedirá respetuosamente a quienes no la sigan que procedan a apagar tales dispositivos o bien, si se tratase de fuerza mayor, que salgan del aula para no interrumpir la reunión de orientación.

Descripción de informes a ser entregados sobre la experiencia

A continuación se brinda una descripción introductoria y general de las características de los informes que las y los estudiantes deberán entregar a través de este proceso, siendo que las características más específicas que deberán contener, así como la forma en que se deben elaborar y presentar tanto de forma escrita como verbal serán explicadas pormenorizadamente a través de guías operativas que serán entregadas oportunamente a cada estudiante que esté haciendo su proyecto de TCU.

1. Informe de diagnóstico organizacional y poblacional: a entregar en Semana 4 en formato digital por medio del sistema Blackboard. El objetivo de este documento es que el estudiante desarrolle un análisis crítico de la nueva realidad social e institucional a la que ha llegado, problematizándola de manera tal que pueda identificar con cierta claridad y especificidad un objeto o asunto de intervención relevante y pertinente que le provea un base fundamentada para, posteriormente, plantear un proyecto viable y valioso para quienes se beneficiarán de la acción. En virtud de lo anterior, este entregable deberá contener como mínimo, lo siguiente: a. Introducción. Hace una inducción al tema general y una presentación resumida de los

contenidos del documento. b. Referente teórico. Presenta una recopilación conceptual de los principales temas o

cuestiones que rodean al centro y población meta del TCU elegido. c. Referente empírico. Presenta una recopilación de los principales y más recientes datos

e investigaciones existentes sobre la problemática relativa al TCU.

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d. Identificación de los principales problemas institucionales-administrativos, así como las principales fortalezas y oportunidades en el centro de TCU. Caracteriza los problemas o necesidades centrales encontradas y describe sus posibles causas y consecuencias.

e. Identificación de los principales problemas sociales y personales, así como las fortalezas y oportunidades de la población meta que atiende el centro de TCU. Caracteriza los problemas o necesidades centrales encontradas y describe sus posibles causas y consecuencias.

f. Conclusiones. Sintetizan lo más relevante de los hallazgos alcanzados en los puntos anteriores.

g. Recomendaciones. Plantean sugerencias de posibles líneas de acción a seguir para resolver o atender los problemas o necesidades analizadas. La idea es que el estudiante pueda construir sobre esta base en la siguiente fase que es el diseño de un proyecto concreto de acción.

Se debe aclarar que este documento tiene un carácter ejecutivo, por lo que se espera que el estudiante sea capaz de captar, de manera precisa, clara y puntual, los aspectos más relevantes de la nueva realidad que está abordando, siendo a la vez lo suficientemente profundo como para que se pueda tener un panorama lo más completo posible del nuevo entorno de trabajo.

2. Documento de proyecto particular de TCU: a entregar en Semana 6 en formato digital por medio de Blackboard. El propósito de este entregable es que el estudiante desarrolle y detalle sistemáticamente el servicio que desea aportar a su población meta en el centro de TCU, con base en el diagnóstico previamente elaborado. Mediante el proyecto, el estudiante detallará sistemáticamente cómo piensa atender o resolver la necesidad o problema identificado y que analizó en el diagnóstico. El documento de proyecto deberá contener los siguientes apartados: a. Presentación. Explica sintéticamente en qué consiste el proyecto y explica, brevemente,

el valor del mismo para sus destinatarios. b. Justificación. Argumenta, puntualmente, la relevancia y pertinencia que tiene el

proyecto, responde a la pregunta de “¿por qué es importante hacer este proyecto?” c. Objetivos. Identifica los propósitos hacia los que apunta la acción y se divide en

objetivos generales y específicos. Presenta también los productos o beneficios que generará el proyecto para sus receptores en los términos más concretos que sea posible, mediante la redacción de indicadores de éxito. Responde a la pregunta de “¿para qué se hace este proyecto?”

d. Cronograma de actividades. Presenta las actividades y tareas necesarias para cumplir a cabalidad los objetivos, distribuidas de manera lógica en el tiempo, teniendo en cuenta que la duración establecida para el TCU no puede exceder ni tampoco ser menor a un cuatrimestre lectivo. Esta sección responde a la pregunta de “¿cómo se va a hacer el proyecto?”

e. Recursos. Describe y cuantifica los insumos humanos, técnicos, materiales y económicos requeridos para poder llevar a cabo las actividades de la sección anterior. En este caso se responde a la pregunta de “¿con qué se va a hacer el proyecto?”

3. Reporte entrevista de historia de vida: a entregar en Semana 9 en formato digital por medio de Blackboard. El objetivo es que el estudiante ahonde en su conocimiento de los aspectos humanos y subjetivos de la nueva realidad social en la que ha incursionado y que presente, mediante un informe, la entrevista que realizará a un actor clave de su TCU, que puede ser cualquier persona que sea viable entrevistar y que esté en capacidad de proporcionar la suficiente información como para que la tarea tenga sentido. Se debe contar con la debida autorización para poder hacer la entrevista y es preferible (aunque no excluyente) que sea a alguien mayor de edad. Este tipo de entrevista no necesariamente debe narrar todos los detalles de la vida del entrevistado, sino aquellos aspectos que, relacionados al TCU del estudiante, resulten más relevantes. Como se trata de una herramienta semi-estructurada, el estudiante debe elaborar una guía de aspectos a abordar o preguntas a realizar de previo a la entrevista. Debe grabar esta entrevista en algún medio auditivo funcional, para luego poder hacer el reporte de los puntos más sobresalientes de la misma.

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4. Informe de evaluación del efecto de los servicios brindados en la población meta: a entregar en Semana 12 en formato digital por medio de Blackboard. Este documento hará un resumen del servicio brindado por el estudiante a la población meta del centro de TCU, describiendo las principales labores realizadas, los logros alcanzados y los aportes o beneficios concretos brindados al centro de TCU y a su población meta, cuantificándolos en aquellos casos en que sea posible hacerlo. Este reporte es muy importante no sólo para evaluar el desempeño del estudiante, sino también para que se pueda analizar y valorar la contribución social que las y los estudiantes hacen por medio del TCU, teniendo clara la relevancia del mismo.

5. Documento de ensayo de reflexión final de análisis de la experiencia: a entregar en Semana 15 en formato digital por medio de Blackboard. Este documento consiste en una elaboración de carácter mucho más personal que los anteriores productos, cuyo sentido es el de que el estudiante describa qué ocurrió consigo mismo a través de la experiencia de servicio. Interesa que el estudiante narre aspectos relevantes de su experiencia y que indique de qué manera influyeron en su persona. También se desea que el estudiante identifique aquellos aprendizajes o enseñanzas que su TCU en general o las personas que conoció en el mismo le dejaron para su vida tanto personal como profesional.

El criterio de evaluación de los anteriores productos es que ellos cumplan adecuadamente con un nivel satisfactorio de calidad en cuanto al objetivo perseguido por cada uno de estos, el cual aparece planteado en cada apartado. En caso de que el producto no sea satisfactorio, el estudiante deberá corregirlo o reelaborarlo para que se le puedan acreditar las 8 horas correspondientes al producto. Es importante señalar que bajo ninguna circunstancia se aceptarán productos escuetos o superficiales, por lo que se espera recibir elaboraciones serias que evidencien apropiadamente el trabajo realizado. Hay que recordar que el TCU no es solamente una ayuda a otros, sino que es más que eso, pues se trata de un proceso organizado de acción y reflexión donde el estudiante aprende a través del servicio. Dado lo anterior, los entregables antes descritos cumplen un papel fundamental en cuanto a garantizar la calidad integral de la experiencia, tanto para las y los estudiantes como para sus receptores en los centros de TCU. En la elaboración de todos estos entregables, los estudiantes serán provistos de guías orientadoras así como de instrucciones técnicas para su correcta elaboración y presentación.

Descripción de instrumentos de control administrativo

1. Carta de aceptación en centro de TCU. Se debe entregar a más tardar en semana 3, oficializando que el estudiante ha sido aceptado por la organización para realizar su TCU en ella. Esta carta debe tener fecha, membrete, firma y sello.

2. Bitácoras diarias de cumplimiento de horas. Se recomienda que se entreguen como máximo cada mes (4 veces durante el cuatrimestre) y como mínimo cada 2 meses (2 veces durante el cuatrimestre), de modo que se pueda asegurar un proceso de avance paulatino y equilibrado dentro del lapso de 15 semanas que tiene el cuatrimestre. Dado que estos registros son documentos oficiales que dan cuenta del cumplimiento de la tarea del estudiante, deben tener fecha, ser firmados por un representante autorizado de la organización para tal fin y venir sellados por el centro de TCU, además de que no pueden tener tachas, errores ortográficos, manchas o arrugas.

3. Registro general de sumatoria de horas. Al finalizar el TCU, todo estudiante debe entregar un instrumento que resume las bitácoras diarias y certifica por parte del centro de TCU la sumatoria total de las horas de servicio. Esto ayuda al estudiante a llevar control de su avance en este aspecto.

4. Carta de conclusión y cumplimiento satisfactorio. Se debe entregar no antes de semana 14 y a más tardar en semana 15, evidenciando que la organización receptora del servicio se da por satisfecha. Como es de suponer, esta carta debe tener fecha, membrete, firma y sello.

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Criterios de aprobación de los centros para la realización del TCU

Serán presentadas a las y los estudiantes algunas opciones existentes de centros y proyectos de TCU en donde podrán inscribirse quienes estén interesados en las mismas según los cupos existentes en cantidad como por carrera. Quienes no deseen o no puedan ingresar en la alternativa anterior deberán identificar su propio centro de TCU y crear allí su propio proyecto, para lo cual deberán cumplir adecuadamente los siguientes criterios:

1. Pertinencia. La institución atiende personas que se encuentran en una situación comprobable de vulnerabilidad o marginación social, por lo que ameritan recibir apoyo solidario por parte de la sociedad.

2. Permanencia. Las personas son atendidas de manera continua, no de forma esporádica o fortuita, lo que permite desarrollar con ellas un proceso sostenido y continuo durante un cuatrimestre.

3. Interacción. Al estudiante se le permite trabajar directamente con las personas que atiende la institución.

4. Significatividad. El TCU no se hace en labores administrativas, operativas o técnicas, debe ser en labores sociales y educativas de valor significativo para las personas a las que atiende la institución. En este sentido, es importante diferenciar el TCU de una práctica profesional, así como de un voluntariado tradicional.

5. Diversidad. El grupo social al que se dirige la acción es diferente de aquel al cual pertenece el estudiante. Por ejemplo, no se puede hacer el TCU en el lugar de trabajo ni en la propia Universidad.

6. Viabilidad. La institución presenta condiciones de formalidad y estabilidad óptimas, que permiten un trabajo ininterrumpido dentro de ella.

7. Aplicabilidad. La institución le debe permitir al estudiante trabajar sobre temas o aspectos propios de su carrera, aplicados directa y creativamente a la vida de las personas que esta atiende.

Tecnología educativa

El TCU cuenta con la siguiente tecnología educativa para apoyar continuamente el proceso de aprendizaje en servicio:

Plataforma de educación en línea Blackboard, la cual incluye herramientas para la comunicación sincrónica y asincrónica entre el profesor y los estudiantes, así como áreas para poner a disposición de los estudiantes calificaciones, archivos, páginas web y evaluaciones.

Recursos impresos en la Biblioteca Alberto Cañas Escalante. Biblioteca virtual EBSCO, desde la cual se puede acceder a artículos científicos en texto

completo para la realización de trabajos de investigación. Aulas equipadas con medios como pizarra acrílica y proyector de multimedia. Un centro multimedia donde se dispone de rotafolios, retroproyectores, proyectores de

diapositivas, medios grabados como audio y videocasetes, videodiscos, cámaras, CD y DVD. Laboratorios de cómputo con acceso a internet y a aplicaciones informáticas para la

realización de trabajos.

Nivel de integración del inglés: básico

Dentro de las competencias generales de los graduados de ULACIT destaca su capacidad de comunicarse en inglés, de adquirir conocimientos y comprender otras culturas, de valorar la naturaleza del idioma y el entorno, y de participar en comunidades multilingües locales y alrededor del mundo. El TCU requiere la integración básica del inglés, por lo que el estudiante debe haber cursado y aprobado al menos el Inglés Básico. Con su conocimiento previo, debería estar en capacidad de leer al menos 15 páginas en inglés a lo largo del programa elaborar un glosario técnico de palabras nuevas, emplear sitios Web en inglés para labores de investigación y trabajo extra-clase.

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Facilitador de la experiencia

El programa será facilitado por Pablo Chaverri, quien está a cargo del Programa de Aprendizaje en Servicio de ULACIT, dentro del cual se inserta el presente proceso de TCU. El facilitador cuenta con una Licenciatura en Trabajo Social por la Universidad de Costa Rica, así como una Maestría Académica en Ciencias Cognoscitivas por esta misma Universidad, siendo sus principales áreas de interés investigativo y práctico las de Cognición Social y Desarrollo Social. Cuenta con 14 años de experiencia profesional en el diseño, gestión y evaluación de programas sociales con diferentes poblaciones. Se atenderán estudiantes preferiblemente con cita previa. El facilitador puede ser contactado primordialmente por medio de su dirección de correo electrónico: [email protected], o bien por medio del teléfono: 2523-4075 ó 2523-4000, extensión 265, donde si fuera del caso se pueden dejar mensajes de voz.

Política de honestidad académica

ULACIT impulsa los altos ideales y estándares rigurosos de la vida académica universitaria, así como el logro individual del aprendizaje. Por eso, como estudiante de la institución, se espera que el educando se conduzca de forma honorable dentro y fuera del aula, evitando conductas deshonestas tales como el fraude o plagio. Hacer fraude incluye obtener información sobre los exámenes de otros estudiantes que ya los han tomado, copiar del examen o trabajo de otra persona, dejar que alguien copie de un examen o trabajo, inventar datos, falsificar bibliografía, usar forros o referencias no autorizadas, utilizar diseños o proyectos elaborados por otras personas, obtener ayuda no autorizada en tareas calificadas o que otra persona le haga el trabajo que le corresponde al estudiante (lo que incluye hacerse suplantar en una prueba, informe u otra actividad académica). Plagiar incluye copiar textualmente frases, oraciones, párrafos y trozos enteros de material impreso, Internet y otras fuentes, sin realizar la correspondiente cita; parafrasear sin citar las fuentes, así como utilizar un trabajo o proyecto para dos o más asignaciones sin la debida autorización. La conducta académica deshonesta es sancionada en ULACIT. Por favor, consulte el Reglamento de Régimen Estudiantil o a su profesor si tiene dudas sobre lo que constituye la deshonestidad académica.

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