trabajo 1_ sandy

15
ACTUALIZACIÓN DE LA HERMENÉUTICA FRANCISCANA Sandy López Caballero INTRODUCCIÓN San Francisco fue un hombre que desafió con su vida a la sociedad de su tiempo. Su modo peculiar de leer el Evangelio le permitió transmitir la actualidad de la Palabra para los hombres de todos los tiempos. En el presente trabajo, nos proponemos exponer algunos de los rasgos peculiares de la hermenéutica franciscana, a partir de los elementos principales de la hermenéutica bíblica. Del mismo modo queremos hacer un ejercicio práctico y ver cómo Francisco interpretó el pasaje de Mt 20,24-28 en sus Escritos, qué sentido le dio, descubriendo la presencia de algunos de los elementos de la hermenéutica franciscana. Por último, escuchemos qué nos dice el texto hoy. La temática y el sentido expuestos por Jesús y acogidos por Francisco ¿son actuales o bien son cosas del pasado? En qué nos puede ayudar a nosotros hermanos y hermanas menores que deseamos seguir las huellas de Jesús a la forma de Francisco de Asís. El trabajo queda dividido en tres partes, cada una de ellas abordará uno de los propósitos antes expuestos. I. HERMENÉUTICA BÍBLICA Y FRANCISCANA La hermenéutica en clave franciscana era algo desconocido para mí. Desde mis estudios filosóficos y teológicos, conocía otras hermenéuticas, entre ellas la más común y conocida que es la hermenéutica bíblica. ¿Cómo es posible que una persona haga una hermenéutica de estilo tan propio que llegue a convertir su nombre en adjetivo de dicha hermenéutica? Con la intención de llegar hasta San Francisco en su modo personal y propio de interpretar las Sagradas Escrituras, nos adentramos en el tema de la hermenéutica bíblica. 1

Upload: sandylopezcaballero

Post on 12-Dec-2015

7 views

Category:

Documents


3 download

DESCRIPTION

franciscanismo

TRANSCRIPT

Page 1: Trabajo 1_ Sandy

ACTUALIZACIÓN DE LA HERMENÉUTICA FRANCISCANA

Sandy López Caballero

INTRODUCCIÓN

San Francisco fue un hombre que desafió con su vida a la sociedad de su tiempo. Su modo peculiar de leer el Evangelio le permitió transmitir la actualidad de la Palabra para los hombres de todos los tiempos.

En el presente trabajo, nos proponemos exponer algunos de los rasgos peculiares de la hermenéutica franciscana, a partir de los elementos principales de la hermenéutica bíblica. Del mismo modo queremos hacer un ejercicio práctico y ver cómo Francisco interpretó el pasaje de Mt 20,24-28 en sus Escritos, qué sentido le dio, descubriendo la presencia de algunos de los elementos de la hermenéutica franciscana. Por último, escuchemos qué nos dice el texto hoy. La temática y el sentido expuestos por Jesús y acogidos por Francisco ¿son actuales o bien son cosas del pasado? En qué nos puede ayudar a nosotros hermanos y hermanas menores que deseamos seguir las huellas de Jesús a la forma de Francisco de Asís. El trabajo queda dividido en tres partes, cada una de ellas abordará uno de los propósitos antes expuestos.

I. HERMENÉUTICA BÍBLICA Y FRANCISCANA

La hermenéutica en clave franciscana era algo desconocido para mí. Desde mis estudios filosóficos y teológicos, conocía otras hermenéuticas, entre ellas la más común y conocida que es la hermenéutica bíblica. ¿Cómo es posible que una persona haga una hermenéutica de estilo tan propio que llegue a convertir su nombre en adjetivo de dicha hermenéutica? Con la intención de llegar hasta San Francisco en su modo personal y propio de interpretar las Sagradas Escrituras, nos adentramos en el tema de la hermenéutica bíblica.

Existen algunos fundamentos y elementos para la hermenéutica bíblica que están en concordancia con los de la hermenéutica franciscana. Pudiéramos decir que San Francisco los tiene presente en su interpretación. Estos elementos son los siguientes:

Contemporaneidad de la Palabra: La palabra de Dios no queda presa en el pasado de lo dicho; sino que es viva y dinámica. Se hace viva y eficaz en nuestro tiempo. La palabra tiene cosas que decirnos; tiene la capacidad de iluminar nuestro presente.

Selectividad: en el proceso de interpretación y creyendo en la contemporaneidad de la palabra, es válido decir que se da la selectividad de textos con el fin de que el texto se extienda a situaciones nuevas y concretas, esto sin violentarlo ni caer en la arbitrariedad.

Cristo, criterio y plenitud de lectura: Jesucristo es el centro de nuestra fe. El es la Palabra Encarnada que nos habla de las cosas de su Padre. En él se cumplen las promesas el Antiguo Testamento y desde él se entienden. Desde él se esclarecen e interpretan las situaciones de la comunidad cristiana.

Comunidad cristiana y Espíritu Santo: La Sagrada Escritura debe ser leída e interpretada con el mismo Espíritu con que fue escrita. Y como nace de la

1

Page 2: Trabajo 1_ Sandy

vivencia de la fe de las comunidades israelitas y cristianas, siempre está en diálogo con ellas.

Desde lo antes planteado, veamos cómo esto se cumple en Francisco, lector e intérprete de la Biblia. En él se da la continuidad, la ruptura y la novedad con respecto a la hermenéutica de su época. Estos son los elementos de la hermenéutica franciscana que deseo resaltar:

Hermenéutica en presente: Francisco cita la Sagrada Escritura casi exclusivamente en presente (cf. Adm 1,1; 1R XVI,11). Descubre a Cristo presente entre nosotros de doble manera: bajo las especies eucarísticas y en su Palabra (cf. Adm 1,1-13; CtaCle 3-12). Desde esa presencia inmediata, sacramental, actual y provocadora, Cristo tiene algo que decir a la vida de Francisco. Es una lectura en presente y en el presente.

Hermenéutica bíblica, íntegra e integrada: Francisco interpreta la Biblia con la Biblia, esto lo verificamos en la presencia de cadenas de textos de la Escritura (1R 22,30ss; Adm 14). Además, hace una lectura íntegra de la Biblia, de ambos Testamentos, a diferencia de numerosas sectas cátaras que rechazaban el Antiguo Testamento. Esto está potenciado por su conciencia y vivencia eclesial-litúrgica. Para Francisco, la Escritura es una e inseparable.

Hermenéutica contemplativa e intuitiva: Francisco accede a la Escritura desde la contemplación (2C 102). Descubre en ella una paradoja: empobrece a los que quieran servirse de ella y enriquece a quienes, como pobres, la escuchan, oran y dan gloria a Dios (cf. 2C 103). Francisco respeta y escucha el texto, se centra en él y no en interpretaciones, sabiendo que es presencia de Dios y buscando respuestas a las preguntas que le ha lanzado previamente. Su intuición es clave hermenéutica para el Evangelio y gracias a esa intuición descubre el camino a seguir. Selecciona y recuerda afectivamente los textos más significativos. Él lee con y desde el corazón.

Hermenéutica cristológica: Francisco descubre a Cristo presente en la Escritura. En él descubre el misterio de Dios, creador y salvador que se relaciona con el hombre. Jesús es el gran y único exegeta de Dios. Francisco es cristocéntrico. Cristo pasa a ser el núcleo o la síntesis, el intérprete y el contenido. Es “la Palabra del Padre” (2CtaF 3-4), la “palabra abreviada” (2R IX, 4). Se identifica con Cristo y lo manifiesta citando textos en primera persona del singular (cf. OfP Sal 1), guarda su palabra y sigue su estilo de vida.

Hermenéutica testimonial: Para Francisco, la Palabra debía ser testimoniada (2CtaF 3). Su modo de vida apostólica es respuesta que concreta una peculiar lectura e interpretación bíblica. El estilo y el contenido de su actividad están dimensionados por las prioridades del Evangelio (2R I, 1). Francisco hace lectura peculiar y viva. Es un tipo de lectura e interpretación sorprendentes y originales.

Hermenéutica eclesial (en la Iglesia y para la Iglesia): Francisco descubre la Iglesia-misterio de salvación por el anuncio de la Palabra y la celebración de los sacramentos. Desde aquí, se explican las relaciones de Francisco con la Iglesia,

2

Page 3: Trabajo 1_ Sandy

su vivencia eclesial y la mediación eclesial en la escucha de la Palabra. No sólo recibe de la Iglesia el Evangelio, sino que devuelve el Evangelio interpretado a la Iglesia. Es una lectura carismática, dinámica y operativa para la Iglesia de su tiempo.

Hermenéutica alegre: El encuentro de Francisco con el Evangelio, con la palabra de Dios está vinculado siempre a una expresión gozosa (1C 22; TC 25; AP 11). Francisco no sólo acoge con alegría, sino que interpreta con alegría la palabra de Dios. Francisco es hombre de corazón limpio, esto le permite acercarse a la Escritura con simplicidad y regocijarse de todo cuanto la Palaba le ofrece (cf. 2C 102).

II. LA AUTORIDAD INTERPRETADA POR SAN FRANCISCO

En esta segunda parte, vamos a aplicar la teoría expuesta en el punto primero del trabajo. Intentaremos aproximarnos a un texto bíblico con los ojos de Francisco de Asís. El texto es el siguiente:

24 Cuando lo oyeron los diez se indignaron contra los dos hermanos. 25 Pero Jesús los convocó y dijo: “Sabéis que los jefes de las naciones las dominan tiránicamente, y los grandes se aprovechan de su autoridad sobre ellas. 26 ¡Que no sea así entre vosotros!, sino que el que entre vosotros quiera llegar a ser grande, sea vuestro servidor; 27 y el que entre vosotros quiera ser primero, sea vuestro esclavo: 28 como el Hijo del Hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos”.

II.I Mt 20,24-28 en el Evangelio

El texto se encuentra en el Evangelio de Mateo, con paralelos en Mc,10,41-45 y Lc 22,24-27. Según los exégetas, el Evangelio de Mateo tiene varias formas de ser dividido; una de ellas es siguiendo el modelo de las biografías antiguas (noble inicio, noble vida, noble muerte). Según esto, el texto se encuentra en la segunda parte que coincide con la exposición de la vida pública de Jesús.

Tenemos que añadir que esta segunda parte consta de dos etapas. En Mt 16,21 comienza la segunda de ellas. El evangelista señala este nuevo comienzo con la fórmula que ya utilizó en Mt 4,17 (primera etapa): “Desde entonces comenzó Jesús...”; ahora introduce una instrucción sobre el destino de Jesús. Desde el comienzo todo apunta hacia su pasión, cuyo alcance y consecuencias para la vida comunitaria se intentan desvelar aquí. Dentro de esta segunda etapa de la actividad pública de Jesús pueden distinguirse dos secciones: la primera incluye los episodios relacionados con los anuncios de la pasión (Mt 16,21-20,34). La segunda narra la actividad de Jesús en Jerusalén y las reacciones que provocó entre las autoridades judías (Mt 21,1-25,46). El texto Mt 20,24-28 se encuentra en la primera sección antes señalada.

La sección que nos interesa es la primera. Continuamente, muestra el deseo de Jesús de instruir a sus discípulos y contiene los tres anuncios de la pasión, cada uno de ellos marca el inicio de un cuadro dentro de la sección. Nos centramos en el último cuadro. Tras el tercer anuncio de la pasión, la madre de los hijos de Zebedeo le hace una petición a Jesús a favor de sus hijos: quiere que ellos se sienten a su derecha y a su izquierda en su Reino (en Mc la petición la hacen Santiago y Juan). Jesús no puede

3

Page 4: Trabajo 1_ Sandy

permitir que el grupo se divida por estos motivos y aprovecha la situación de recelos y envidia que tal petición causa en el resto de los apóstoles, al parecer todos querían esos puestos de honor y dignidad, para dejarles una enseñanza sobre la vivencia de la autoridad en el Reino (Mt 20,24-28).

Jesús, llamándolos a todos, parte de la exposición de una situación que ha existido siempre, que quienes tienen poder suelen abusar de él, ejercerlo para dominar, para oprimir, para servirse de los demás. Y, desde ahí, deja claro que sus seguidores no deben buscar dominar a otros, ejercer despóticamente el poder.Si el Reino no se rige por los criterios humanos sino por los de Dios, los que pertenecen al Reino no pueden tampoco comportarse como ‘todo el mundo’, y menos como los que abusan de su poder. Es interesante hacer notar que Jesús acepta que hay en el corazón humano un cierto anhelo de grandeza: “el que entre vosotros quiera llegar a ser grande”, y lo que busca es encauzarlo hacia el bien. Lo que propone Jesús es completamente al revés de lo que propone el mundo. Para el mundo es señal de grandeza tener muchos servidores. Los funcionarios importantes se rodean de personal a sus órdenes: secretarios, asistentes, guardaespaldas, etc. Que muchos los atiendan y los sirvan los hace sentir importantes.En cambio, lo que propone Jesús es diametralmente opuesto: no ser grande porque se tiene servidores sino porque uno mismo es el servidor. Pero va más allá: “el que entre vosotros quiera ser primero, sea vuestro esclavo”; es decir, alguien que sirva a los demás sin esperar paga, reconocimiento, aplausos, ni liberación alguna de ese compromiso.

Por último, les hace ver que, como siempre, Él es el primero en cumplir lo que les pide.Siendo Dios, tenía todo el derecho de exigir que todos le sirvieran, de convertir a todos en esclavos suyos, pero no vino a eso. Jesús da como razón para haber venido a este mundo, el servir y el amar pues da su vida por muchos. Dar la vida no significa sólo y ante todo morir, sino proyectar la existencia entera como donación. Amor y servicio son inseparables en la nueva comprensión del ejercicio de la autoridad en el Reino del Padre que Jesús nos propone.

II.II Mt 20,24-28 en los escritos de San Francisco

El texto de Mt 20,24-28 no lo encontramos íntegramente usado en ningún escrito de Francisco o de las fuentes franciscanas. Lo que encontramos es un desglose de los versículos utilizados por Francisco en cuatro oportunidades dentro de tres de sus escritos y lo hace abordando dos temáticas: la amonestación y corrección fraterna, y las relaciones entre los ministros y los de más hermanos. Veamos gráficamente lo expuesto hasta aquí, cotejándolo con los textos concretos.

Texto de Mateo Ubicación en los Escritos Temática a la que se aplicaMt 20,24 - -

Mt 20,25-26 1R 5,10-11 Corrección fraterna

Mt 20, 26-27 2R 10,6Amonestación y corrección

fraterna

Mt 20,28 1R 4,6; Adm 4,1Relaciones entre ministros

y demás hermanos Salta a la vista la diferencia que existe entre los textos de la primera y la segunda regla. En la no bulada, el texto evangélico está citado textualmente, mientras que en la bulada

4

Page 5: Trabajo 1_ Sandy

se hace una referencia al texto de Mateo. Esto se debe a que el texto de la primera Regla no agradó a los ministros y a los miembros de la curia romana (EP 68). Tantas citas del Evangelio hacían que se perdiese la concretez jurídica de un texto legislativo. Sin diluir, atenuar o renunciar a lo que el Señor le había revelado, Francisco escribió la segunda Regla más breve y al gusto jurídico del magisterio del momento. En ésta, no aparecía el contenido evangélico textualmente, pero conservaba el sentido profundo de los puntos principales de la vida del Evangelio de Jesucristo formulados ya en la primera Regla (cf. LM 4,11).

Francisco fue testigo de que en su época la autoridad respondía a un modelo piramidal. Civil y eclesialmente la ostentación de la autoridad era signo de poder, y con el poder en la mano podían cometerse muchos abusos contra los más débiles en provecho propio. Autoridad, poderío y egoísmo podía ser una triada peligrosamente inseparable. La conversión de Francisco marca un antes y un después en su vida (Test 1-3). Rompe él mismo con las autoridades que esclavizan y se pone al servicio de la Autoridad (cf. 2C 7.12). Ya nada podía ser como antes. Francisco sabía que para una mejor organización de la fraternidad algunos hermanos tendrían que cumplir con el cargo de ministros o guardianes, términos propiamente franciscanos para designar a los superiores. Sin embargo, como sabe que las tentaciones personales, la influencia y las fuerzas externas al naciente movimiento eran tan fuertes, deja por escrito a los hermanos el modo de ejercer la autoridad.

Si la regla y vida de los hermanos es observar el santo Evangelio (cf. 2R 1), es en él que Francisco encuentra los argumentos válidos y sólidos para explicar cómo deben establecerse las relaciones autoridad-obediencia/ministros-hermanos dentro de la vida fraterna. Los ministros son designados con un apellido peculiar: siervos. Francisco tiene la intención de hacer ver que en la fraternidad quedan excluidas las relaciones de poder, de dominio secular y que el contenido de la misión de los ministros, en cuanto a su autoridad, es puramente evangélica: servir a todos sus hermanos, serán los primeros en testimoniar la minoridad desde el amor y el servicio (cf. 2CtaF 42). Una referencia clave de este testimonio y del modo de actuarlo la encontramos en el gesto evangélico paradigmático de lavarse los pies los unos a los otros (1R 6,3-4; Adm 4). Esto no les impide que cumplan con el deber de cuidar a sus hermanos e incluso de amonestarlos o corregirlos cuando se apartan del proyecto fraterno; pero han de hacerlo a la manera de Jesús, con misericordia, tratándolos como a iguales, como a hermanos.

En la fraternidad, queda excluida toda pretensión de apropiarse los cargos, de hacerse llamar superiores, de imponerse sobre los demás, de gloriarse de los títulos de honor. Lo que Francisco desea es vivir un nuevo modelo de relaciones humanas y sociales, diferente a como las vive el mundo. Él rompe con la pirámide del poder y coloca a todos los hermanos sentados en una misma mesa redonda, donde el centro es Cristo y el proyecto evangélico creado y exigido por él. La fraternidad es el espacio propicio para poner en práctica la donación total de la propia vida por y para el hermano a la manera de Jesús siervo (LP 99). “Si la autoridad es auténticamente evangélica, sus medios serán eminentemente fraternos. No se apoyará en el dominio. Por el contrario, los cauces de realización del bien común serán los mismos que caracterizan la diaconía en el Nuevo Testamento: la visita, la amonestación, la corrección, el perdón, la acogida, el respeto, el discernimiento. Las relaciones entre autoridad y súbditos se caracterizan por lo interpersonal. Esto nace de que se saben hermanos y de la conciencia última que

5

Page 6: Trabajo 1_ Sandy

fundamenta su vocación común, vivir el seguimiento de Jesús pobre y humilde” (J. Garrido, La forma de vida franciscana ayer y hoy, p.190).

Para concluir esta segunda parte, me gustaría hacer notar como aparecen tres de los elementos de hermenéutica franciscana citados en el primer apartado. En primer lugar, es evidente el cristocentrismo. Jesús y su enseñanza son propuestos por Francisco en la nueva forma de vida fraterna. Cristo dio vuelta al modo de vivir los valores de su tiempo y nos dejó un estilo de vida más humanizador y fraterno. Francisco acepta este reto y hace ver que no es cosa del pasado, sino que los valores del Reino son provocadores y desafiantes en su tiempo. Este sería el segundo elemento a tener en cuenta: la palabra es presente y habla a su presente histórico. Por último, Francisco recibe el Evangelio y lo devuelve a la Iglesia con una interpretación radical y el testimonio. Sí, la autoridad es necesaria; el autoritarismo, el dominio y la imposición, no. Siendo hermanos menores es posible invertir los valores sociales y devolver el auténtico sentido de la autoridad: no he venido a ser servido, sino a servir y ofrecer mi vida por muchos (cf. Mt 20,28).

III. ACTUALIZACIÓN. UNA REEDUCACIÓN SOCIAL EN CUBA

III.I Contexto social. Autoridad y tiranía

Han pasado 56 años desde que, en Cuba, bajo el título de revolución social, un grupo de jóvenes universitarios liderados por Fidel Castro acabó con el gobierno de Fulgencio Batista. El objetivo era terminar con un período de tiranía que tenía a Cuba sumida en una profunda desigualdad social y poner en manos del pueblo la máxima autoridad a través de la implantación de la democracia. No mucho tiempo después, y a través de estrategias bien planeadas, Fidel Castro se hizo con el poder absoluto de la Isla e impuso en la nación el sistema comunista a nivel social, político y económico. Logró una cesión de poder por parte del pueblo a cambio de los logros que se veían, principalmente, en las áreas de la salud y la educación. Aprovechando la posición geográfica de Cuba, pudo controlar todos los medios de comunicación y ayuda que podían poner en peligro su proyecto social y político; para esto hizo desaparecer toda persona que disentía de él e hizo creer al pueblo la existencia de dos enemigos: uno externo, los Estados Unidos, y uno interno, la Iglesia. Poco a poco, la única voz con autoridad que se podía escuchar era la suya. Así Cuba pasó de una tiranía a otra, donde, socialmente, todos alcanzamos la igualdad en miseria y pobreza, excepto los que dirigían y dirigen los destinos de la nación.

Tres generaciones de cubanos han vivido a lo largo de este tiempo sumidos en la mentira que propicia el miedo a la autoridad ejercida por una tiranía. Este tipo de autoridad máxima se rodea de un grupo de personas sumisas, de total confianza, a su imagen y semejanza, que, constituidas en autoridades menores, garantizan el funcionamiento del país. En Cuba, según mi parecer, la autoridad se caracteriza por:

Vivir por encima del nivel económico del pueblo y aprovecharse de su posición privilegiada para obtener favores y beneficios.

El no respeto a la libertad y las decisiones ajenas. El hecho de que todo el mundo debe pensar de la misma forma, la forma

pautada por la autoridad, sin derecho a decir que se tiene otra propuesta.

6

Page 7: Trabajo 1_ Sandy

Control y monopolio de todos los medios de comunicación social. La vigilancia absoluta a través de espías o de medios radiofónicos colocados

en ámbitos públicos y privados. La represalia ideológica, psíquica y física a los que no están de parte del

gobierno. Hacer creer al pueblo que todo marcha bien y que si algo anda mal es por

causas externas.Esta situación ha sido motivo de un desgarre interno en la vida social del pueblo cubano. Todos se sienten vigilados. La autoridad es temida, no respetada. Tantos valores han quedado pisoteados, olvidados, desdibujados, desvanecidos o simplemente vividos desde la doble moral con toda tranquilidad. Junto a ellos creo que es urgente rescatar y reconfigurar el verdadero valor y sentido de la autoridad, pues las jóvenes generaciones la rechazan.

III.II Contexto eclesial. Jerarquía y no democracia.

Ante la carencia de ámbitos de libre expresión, los cubanos han querido ver en la Iglesia el espacio oportuno donde ejercer su derecho de opinión, al menos en el ámbito pastoral. Algunos llegaron a pensar “finalmente podremos expresar nuestras ideas y éstas se tendrán en cuenta a la hora de animar la comunidad cristiana”. Pero tal pensamiento chocó y choca con el muro inquebrantable de algunos pastores que les recuerdan “la Iglesia es jerárquica, no democrática; aquí mando yo y los demás a obedecer”. Triste realidad la de la autoridad, también dentro de la Iglesia. Una Iglesia, en mi opinión, poco impregnada y poco abierta a las aportaciones positivas del Vaticano II y, en estos momentos, al magisterio del Papa Francisco. Roma queda muy lejos. Una Iglesia a la que, por circunstancias históricas, se le ha pegado un poco el modo de proceder del gobierno comunista de los Castros. Y más allá de las cosas positivas que la Iglesia Católica como institución ha logrado en momentos tan difíciles y convulsos, hay que ver cómo y a qué precio, me arriesgo a decir que el binomio autoridad – poder se hace notar con mucha fuerza. Con algunos matices, puedo decir que algunas de las características aplicadas a la autoridad civil en el apartado anterior pueden servir para describir la autoridad eclesial:

Vivir por encima del nivel económico del pueblo y aprovecharse de su posición privilegiada para obtener favores y beneficios.

Forma de pensamiento unidireccional. En este caso, en el ámbito de la teología.

Control y censura en revistas diocesanas y otros medios de comunicación social que tienen a su alcance.

A esto debemos añadir una falta de coherencia entre lo dicho en el púlpito y lo hecho en la vida. La autoridad religiosa pierde credibilidad. De esta realidad, no queda exenta la Vida Consagrada. Son muy pocos los cubanos que son superiores de órdenes o institutos religiosos. Esto es una característica notoria: se tiene a veces la impresión de que todavía vivimos la “colonización” en la vida religiosa. Es la problemática de aceptar una autoridad extranjera.

III.III Repercusiones en la vida fraterna y soluciones

7

Page 8: Trabajo 1_ Sandy

Cuando un joven toca a la puerta de los frailes para comenzar un proceso de discernimiento vocacional, es necesario tener en cuenta que viene del contexto social y eclesial antes descrito. Muchos vienen pensando en un tipo de vida religiosa idealizado, perfecto y les choca mucho la realidad de la vida fraterna en las comunidades que visitan. El joven, ante la autoridad, opta por comportarse como lo hace su sociedad: se esconde, obedece por temor, dice una cosa y piensa otra, no se siente libre y algunas veces alimenta en su interior sentimientos de venganza. Si hacemos caso omiso a este tipo de comportamientos y lo dejamos pasar por alto, nunca saldremos de la cadena viciosa de hacer a los demás lo que a mí me hicieron, de comportarme con los demás como se comportaron conmigo. Seguirá la lucha entre autoridad tiránica, jerarquía y democracia y no pondremos el acento en el Evangelio para construir fraternidad.

La solución para recuperar el sentido y el valor de la autoridad no es borrar, sin más, la memoria histórica, las experiencias vividas: sería una herida que cicatriza en falso. Es necesario perdonar a la historia para romper la cadena de odios y venganzas y, viendo que las cosas no han ido bien, comenzar de cero, en todos los sentidos. El comenzar de cero implica una reeducación social desde los valores evangélicos. Cobran actualidad las palabras de Jesús en Mt 20,24-28 y la forma en la que Francisco las aplica en la vida fraterna. Sólo que en Cuba es imposible hablar públicamente de reeducación social en clave evangélica. Por eso creo que la estrategia es otra. Reeducarnos fraternamente, vivir con autenticidad el ejercicio de una autoridad fraterna y ofrecerlo a los jóvenes que vienen a nosotros y practicarlo en las comunidades cristianas que tenemos a nuestro cargo.

No se puede ofrecer lo que no se tiene. Lo primero que debemos hacer como hermanos menores es evaluar el estilo y el valor que damos al ejercicio de la autoridad y comenzar el cambio. Es importante para esto no perder de vista la mesa redonda en la que Francisco nos reúne como hermanos para el diálogo y ser sensiblemente permeados por la idea fundamental que los que son constituidos en primeros y mayores por la fraternidad deben ser los siervos y esclavos de todos por amor.

Una vez que somos capaces de acogernos, de servirnos los unos a los otros desde la actitud del que lava los pies al hermano, podemos acoger a otros y dar testimonio con la vida. Los jóvenes deben ver en los hermanos la disponibilidad de servicio y amor. Es triste ver que los “superiores” mandan a hacer los trabajos de la casa y ellos no mueven un dedo para cooperar en la vida fraterna. Es importante que en cada trabajo, que en cada servicio el joven en formación se vea acompañado por los hermanos de la fraternidad, así comenzará a transformar los parámetros sociales en parámetros evangélicos. También es necesario propiciar espacios de diálogo con la autoridad, en libertad y respeto; escuchar su opinión y tenerla en cuenta. Es un ir descubriendo que la autoridad en la fraternidad está destinada a servirnos, a ayudarnos en el cumplimiento del proyecto que Dios tiene conmigo y con el grupo. Si logramos el cambio de actitud en un joven hemos cambiado un pedacito de la sociedad.

Igualmente creo que tenemos que hacer notar la diferencia en las comunidades cristianas que atendemos los frailes. El hermano menor que tiene la autoridad

8

Page 9: Trabajo 1_ Sandy

sobre una parroquia, una capilla, un grupo pastoral, etc., debe saberse animador y servidor de tal realidad. Dejar que los laicos sean protagonistas de la vida comunitaria, habla de comunidades de Cristo, vivas y dinámicas. No son comunidades personales o particulares que llevarán el nombre de un fraile concreto. No debemos establecernos como dueños suyos. Debemos ser servidores y hermanos que acompañen el caminar de dicha comunidad hacia Dios. Si logramos un cambio de actitud en una comunidad cristiana, estamos reeducando y transformando un pedacito de Iglesia.

CONCLUSIÓN

Llegados al final de este pequeño trabajo, me gustaría señalar tres puntos conclusivos. El primero es la plena certeza de la existencia de un modo propiamente franciscano de leer e interpretar la Sagrada Escritura. Creo que quedó suficientemente corroborado no sólo en el hecho de señalar los elementos que consideraba fundamentales, sino también a través del ejercicio práctico. Francisco es un particular lector de la biblia, lo hizo a su modo, no al modo de los hermeneutas de su tiempo y marcó un precedente. Seguramente, lo favoreció su posición hermenéutica: en medio de los más pobres y marginados; a la escucha atenta y silenciosa del Maestro para seguir sus huellas; y la plena conciencia del contexto histórico y religioso de su época frente al cual se sitúa con absoluta libertad.

Un segundo punto sería el haber llegado a la definición franciscana de la autoridad. Autoridad es servicio gratuito por amor a los hermanos. Su actitud fundamental es la del lavatorio de los pies, la postura del que siempre se siente menor. En eso consiste ser el primero, ser el mayor, en ser el esclavo y el servidor de todos siguiendo las huellas de Cristo siervo.

Por último, y no menos importante, la palabra de Dios interpretada al modo de Francisco, tiene mucho que decir en nuestros días. Tal vez podemos caer en el error de pensar que nuestro carisma ya tiene poco o nada que aportar a la sociedad y a la Iglesia de hoy, y no es así. Hemos recibido una herencia de Francisco: ser testigos, del Evangelio con la palabra, pero sobre todo con los hechos de la vida. Reconozco que es una tarea difícil, pero no imposible.

BIBLIOGRAFÍA

ALONSO SCHÖKEL, L., Biblia del peregrino. Nuevo Testamento, Tomo III, Mensajero Verbo Divino, Estella 2002.

CANTERA, F. – IGLESIAS, M., Sagrada Biblia. Versión crítica sobre los textos hebreo, arameo y griego, BAC, Madrid 2009.

GARRIDO, J., La forma de vida Franciscana ayer y hoy, Aranzazu, Madrid 1985.

GUERRA J. A. (ed.), San Francisco de Asís. Escritos, biografías y documentos de la época, BAC, Madrid 2011.

IRIARTE, L., Historia Franciscana, Asís, Valencia 1979.

9

Page 10: Trabajo 1_ Sandy

10