toda la verdad. mi intervención en guinea. 1977

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TODA LA VERDAD MI INTERVENCIÓN EN GUINEA ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO Ediciones Dronte 1977 ISBN 84.366.0090.8

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Toda La Verdad. Mi intervención en Guinea. Antonio García Trevijano, 1977

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TODA LA VERDAD

TODA LA VERDAD

MI INTERVENCIN EN GUINEA

ANTONIO GARCA-TREVIJANO

Ediciones Dronte 1977

ISBN 84.366.0090.8

3CARTA A LA OPININ PUBLICA

61968. MI INTERVENCIN EN LA CONFERENCIA CONSTITUCIONAL PARA LA INDEPENDENCIA DE GUINEA.

101971-1972 MI DEFENSA DE LA LEGALIDAD Y DEL DERECHO ANTE LA CANCELACIN DEL DIARIO "MADRID"

141976. MI ACCIN POLTICA POR LA UNIDAD DE LA OPOSICIN COMO REQUISITO PARA LA DEMOCRATIZACIN DEL ESTADO.

26MAQUINACIN POLTICA

PROLOGO

El pasado da 29 de octubre remit a todos los medios informativos una carta dirigida a la opinin pblica que no fue publicada ntegramente. El texto era el siguiente:

CARTA A LA OPININ PBLICA

Durante cerca de cuarenta aos no hemos podido conocer la verdad sobre aquellos asuntos patrimoniales y financieros del Estado que han levantado serias sospechas de corrupcin, ni cmo se han enriquecido tantos y tantos prohombres del franquismo.

Ahora, cuando los rganos informativos gozan de mayores libertades de expresin, cuando la opinin pblica espera de ellos que desvelen las ideas y las posiciones polticas de los distintos grupos del Rgimen y de la oposicin, y la personalidad de sus dirigentes, y cuando ms crtica es la situacin poltica de Espaa ante su futuro, se organiza una gran campaa de difamacin sobre mi personalidad poltica.

Quin la organiza? Para qu? Por qu en este preciso momento? Con qu tipo de acusaciones? Sobre qu fundamentos objetivos? Todos esos interrogantes, sin cuya contestacin no puede haber opinin objetiva, ni siquiera han sido planteados por los medios periodsticos que desencadenaron esta campaa y que ahora la alimentan.

Se dira que la libertad de prensa para estos medios, que han podido vivir y prosperar sin ella durante el tiempo histrico de dos generaciones, consiste en abrir libremente sus espacios informativos a la injuria ya la calumnia indocumentadas, sin la ms. mnima precaucin acerca de la verosimilitud o probabilidad de los hechos afirmados. La imparcialidad les parece asegurada dando oportunidad (en el mejor de los casos) al injuriado para que se defienda. como si esto fuese imparcialidad!

La prensa no puede convertirse en Tribunal de justicia. La publicacin de una acusacin privada contra el honor de una persona, a causa de la publicidad Y difusin que lleva consigo, la deshonra inexorablemente. El derecho de rplica no puede retirar ya la imagen creada en torno a quien se ve envuelto en el escndalo. Pero en mi caso particular estos medios informativos no han funcionado ni como un juez, quien antes de admitir una denuncia o querella privada, consciente del dao que el solo hecho de su admisin puede ocasionar a la persona "tal vez inocente, realiza un serio y debatido trabajo de investigacin y, slo cuando encuentra "indicios racionales de verosimilitud, la admite.

En los paises occidentales que no han perdido el uso de las libertades formales durante largo tiempo, como ha ocurrido en Espaa, no puede suceder lo que aqu est pasando: que el ansia por desvelar la corrupcin, y la inexperiencia de la libertad, hagan caer a periodistas de buena fe en las trampas que le tienden los maniobreros profesionales de la poltica.

La prensa no ha informado a la opinin pblica sobre mi actuacin en Guinea ecuatorial. Tampoco me ha juzgado. Simplemente, y salvo honrosas excepciones, se ha prestado a servir de instrumento, muchas veces inconsciente, a la maquinacin de un partido que, incapaz de mantener una dialctica leal con las ideas de unidad que sostengo, acude a la difamacin personal para eliminar el obstculo poltico.

Determinados rganos de expresin pretenden ahora salvar su buena conciencia profesional invitndome a que me defienda. Es decir, invitndome a que cometa la indignidad de aceptar el procedimiento y el juicio previo (prejuicio), que los responsables de estos rganos informativos se han permitido hacer contra m, al autorizar sin ms la publicacin gratuita de una falsa denuncia. No; ni acepto estas reglas de juego trucada, ni esta libertad de "deformacin.

Sin embargo, soy muy consciente de mis deberes ante la opinin pblica y, como hombre poltico, no puedo limitarme a responder con el desdn.

A todos los rganos de expresin y a todas las personas privadas que me han insultado, sin excepcin alguna, los llevar ante los Tribunales.

Muy pronto, cuando pase el fragor de esta maquinacin poltica, informar a la opinin pblica sobre la verdad objetiva de todas y cada una de las falsas acusaciones que se me han hecho. No para probar mi inocencia, ya que no se me acusa de ningn delito especfico, sino para demostrar que mi actuacin en Guinea no puede ser ms que motivo de orgullo y satisfaccin para todo ciudadano que sea patriota honrado, demcrata y progresista.

El da 15 de noviembre, el encargado de Negocios de la Embajada de la Repblica de Guinea Ecuatorial en Espaa entreg a la prensa una declaracin oficial de su Gobierno que tampoco fue reproducida en su totalidad. Por ello, incluyo ahora esta declaracin oficial en este libro.

El pasado da 23 de noviembre celebr una conferencia de prensa en Madrid para dar a la opinin pblica la informacin que le haba prometido en la carta- transcrita. Asistieron a esta conferencia cerca de un centenar de periodistas. A todos ellos les entregu un informe-documento que demuestra, de forma autntica e incontestable, no slo la falsedad de todo lo que se ha escrito sobre m accin en Guinea, sino adems la maquinacin poltica, el amao y el fraude a que obedece esta inmoral campaa de difamacin.

Pues bien, los medios informativos no se han dignado publicar las pruebas objetivas que les he brindado para que se conozca pblicamente la verdad. Por ello me veo obligado a suspender otra conferencia de prensa que haba previsto celebrar en Barcelona, y a publicar, en este librodocumento, la que celebr en Madrid.

No se trata, con esta publicacin, de ofrecer al lector mi versin personal de los acontecimientos que condujeron a la independencia de Guinea y a sus posteriores vicisitudes. Este tema lo desarrollar en un libro que se publicar tan pronto como el clima de libertad en Espaa se haya consolidado. Es en esa prxima publicacin donde abordar los verdaderos problemas que plante la descolonizacin de Guinea, tanto en el contexto internacional de los paises del mundo afroasitico, como en el contexto nacional del colonialismo espaol. Y dentro de esta perspectiva poltica y econmica se comprender el drama y la comedia que ha sufrido Guinea. Los personajes fundamentales del drama fueron: del lado espaol, el almirante Carrera Blanco, el ministro Castiella y el embajador Durn; y, del lado guineano, el antiguo presidente del Gobierno Autnomo, Bonifacio Ond; el primer ministro de Asuntos Exteriores, Atanasio N' Dongo; el hombre de confianza del Ministerio de Asuntos Exteriores espaol y periodista par la Universidad de Navarra, Saturnino Ibongo, el primer vicepresidente del Gobierno, Edmundo Bosio, y el actual presidente de la Repblica, Francisco Macas. Los personajes de la comedia fueron los espaoles Paesa, Armijo, Novais y Mariano Robles; la sbdita alemana seora Pleuger; los norteamericanos Allotey, y algunos otros ms, que complicaron el prestigio de la naciente Repblica para camuflar sus hazaas mercantiles.

Lo que ofrezco ahora, en este libro-documento, no es ms que la prueba histrica sobre la verdad objetiva de mi intervencin en los asuntos de Guinea. Se intenta silenciar esta verdad para que mis posiciones contra la poltica de reforma, y a favor de una alternativa pacfica, capaz de democratizar el poder poltico que controla al Estado, al ser envueltas en la difamacin personal desencadenada, no tengan eco ante la opinin pblica.

Durante el transcurso de los ltimos ocho aos, por no referirme sino a lo ms reciente, he sufrido cuatro procesos, un encarcelamiento de tres meses, un alevoso atentado que me produjo serias lesiones, dos multas gubernativas, una importante multa fiscal, cuatro aos sin pasaporte, la prohibicin de todos los actos donde trataba de expresar mis ideas polticas, constantes amenazas, y, lo que es an ms grave, tres campaas de difamacin pblica contra la sinceridad y coherencia del sentido democrtico y liberal de mi accin poltica.

Otros han pagado con la muerte, o con largo tiempo de prisin, el precio de la libertad para los dems. No dramatizo pues mis vicisitudes, aunque sean grandes los peligros que entraa la empresa de afrontar, desde una posicin personal independiente, la negacin y el desenmascaramiento de los valores sociales que han conformado a la sociedad espaola durante estos cuarenta aos y que, desaparecida la dictadura que los consagr, continan hoy impregnando de falsedad a la vida poltica oficial, como tambin, hay que reconocerlo, de una irresponsable artificialidad a ciertos partidos polticos de la oposicin convencional.

La conciencia, los hbitos y opiniones de la mayor parte de los hombres se alimentan de las convenciones creadas por un determinado consenso social. Invertir este proceso, consultar la propia experiencia y recurrir al propio juicio, contradiciendo a los que estn de moda, parecer a muchos audaz y ftil, pero el cambio de un consenso social autoritario por otro de carcter liberal es imposible sin la concurrencia de una innovacin poltica capaz de sugerir nuevos convencionalismos democrticos.

Soy muy consciente de los riesgos que asumo por resistirme a admitir la convencional separacin entre la moralidad, normalmente exigida, en los asuntos privados y la amoralidad, normalmente aceptada, en los asuntos polticos. Por ser un demcrata resuelto ha cado sobre m, como sobre tantos otros, la represin del autoritarismo; por querer ser un poltico ntegro, e innovador, atraigo, como tal vez ningn otro, los dardos de la difamacin, que los poderes establecidos necesitan lanzar, contra quienes intentan realizar un ideal de vida colectiva superior, para poder permanecer en la autocomplacencia de su estril mediocridad poltica. Con la represin el poder elimina fsicamente a su adversario, pero no a la idea poltica por la que ste se sacrifica. Con la difamacin, en cambio, se busca ms la eliminacin de la credibilidad pblica en la causa que sostiene el difamado, que la propia eliminacin de su persona.

El Ministerio de Asuntos Exteriores me quiso descalificar moralmente en 1968 para que no se supiera que la Independencia de Guinea Ecuatorial fue subordinada a los intereses particulares de los colonialistas espaoles, y para que la opinin pblica no creyera, como proyecto realizable, en la causa de la descolonizacin responsable que yo sostena.

El Ministerio de Informacin Y Turismo me quiso descalificar moralmente en 1972 para que no supiera que el peridico Madrid fue cancelado exclusivamente por razones polticas; y para que la opinin pblica no creyera, como proyecto realizable, en la causa de la defensa. a ultranza de la legalidad y del derecho que yo sostena.

La direccin del PSOE me intenta descalificar moralmente, ahora en 1976, para que no se sepa su posicin antiunitaria frente a las reivindicaciones especficas de los organismos democrticos de las nacionalidades y regiones, y para que la opinin pblica no crea, como proyecto realizable, en la causa de la democratizacin del Estado y el poder poltico que yo sostengo.

Las tres campaas de difamacin pblica de que he sido objeto, basadas sobre estos tres sucesivos intentos de descalificacin de mi personalidad moral, han tenido la misma gnesis y el mismo montaje tcnico. Primeramente se intenta paralizar la accin poltica que emprendo mediante la descalificacin de mi competencia profesional, ante quienes me otorgan su confianza. Cuando se hace evidente la imposibilidad de que esta descalificacin intelectual pueda prosperar se recurre a mi descalificacin moral por medio de un lacayo acusador que fabrica y proporciona la prueba de "conviccin". Enseguida una autoridad oficial del Estado, o de la oposicin establecida, cubriendo la falta de credibilidad social del lacayo, asume pblicamente la acusacin.

Finalmente la parte de la prensa que en cada ocasin ha estado al servicio de la autoridad que me descalifica, o al de los intereses polticos que ella representa, o al servicio comercial del sensacionalismo, hace el resto. Veamos el rigor con que se produce este proceso en cada una de las tres campaas de difamacin organizadas contra mi personalidad poltica.

1968. MI INTERVENCIN EN LA CONFERENCIA CONSTITUCIONAL PARA LA INDEPENDENCIA DE GUINEA.

El da 17 de Abril, el Ministro de Asuntos Exteriores, Sr. Castiella, inaugura la segunda fase de la Conferencia Constitucional con un discurso, en el que dice: "Al finalizar las reuniones de esta Conferencia y una vez que ustedes hayan podido llegar a un acuerdo sobre el texto de la Constitucin y de la ley electoral, ambos documentos debern ser sometidos a una consulta popular" .

El da 19 de Abril, Don Miguel Herrero de Min, como asesor constitucional designado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, presenta a la Delegacin guineana unos "Puntos bsicos para un borrador de Constitucin" diciendo que "no se quiera convertirse en un acto del legislador espaol sino en un acto del constituyente guineano, que sera siempre el pueblo de Guinea, a partir de la decisin que sus lderes y representantes polticos adopten, reunidos en esta Conferencia.

El da 10 de Mayo, y declarado ya Secreto oficial los trabajos de la Conferencia, la mayora absoluta de la Delegacin guineana (23 miembros sobre un total de 44), asesorada constitucionalmente por m, presenta un escrito haciendo constar que el proyecto de Constitucin redactado por los tcnicos designados por el Ministerio de Asuntos Exteriores, seores Herrero y Condomines, ha sido rechazado por 33 miembros de la Delegacin guineana; que el proyecto presentado por 10 miembros de Fernando Po, por ser de. carcter separatista, debe ser tambin rechazado; y que el nico proyecto de Constitucin viable es el presentado con el aval de los 23 firmantes. (Documento nm. 1).

En la sesin siguiente de la Conferencia (da 13 de Mayo), la Delegacin espaola rechaza el proyecto de constitucin presentado por la mayora absoluta de la representacin guineana, en base al dictamen que sobre ella han elaborado los tcnicos gubernamentales. Los seores Herrero y Condomines lo consideran inadmisible a causa de la incompetencia profesional de quien lo ha redactado, es decir, de Garca- Trevijano, a quien dedican el siguiente prrafo: "el Comit tcnico cree su deber hacer constar que, por haber tenido el honor de trabajar en ntimo contacto con la Delegacin guineana y habiendo podido apreciar la preparacin tcnica de muchos de sus miembros, y el buen sentido poltico de la totalidad de ellos, manifiesta su asombro por la redaccin del actual proyecto y se resiste a creer que proceda realmente de los Delegados de Guinea. El Comit tcnico -"Sugiere que -una Comisin de expertos en Gramtica Castellana en Lgica, en Teora General del Derecho y en Derecho Pblico dictamine sobre si el proyecto constitucional comentado rene las mnimas condiciones de- rigor lingstico y racional para hacerlo inteligible y poder tomarlo como base de cualquier discusin; a simple ttulo de ejemplo, el Comit tcnico quiere sealar la formulacin simplemente absurda de los Art. 1, 4, 5, 6, 8, 9, 13, 15, 22, 23, y 31. En algunos de estos casos las disposiciones contenidas en el proyecto dictaminado son lgicamente contradictorias . . . Se refieren a una categora desconocida por la ciencia poltica y por el Derecho comparado, como es la democracia inmediata a travs de eleccin indirecta o el llamado Plan de Acomodo Territorial. Los expertos informantes han tropezado con graves dificultades para poder emitir un notable esfuerzo de interpretacin, han llegado a la conclusin de que la mayora de los artculos del mismo contienen frmulas improcedentes (Art. 2, 3, 27, 37,40, Disposiciones transitorias 1, 2 y 7), exticas. . . En aquellos casos en que el proyecto dictaminado alcanza niveles de expresin que le hacen parcialmente inteligible, el Comit tcnico seala el carcter nocivo de algunas de sus instituciones". (Documento nm. 2).

A partir de este momento la mayora de la Delegacin guineana pierde su confianza en el Gobierno espaol y solicita, dentro de la Conferencia, que expertos de la ONU dictaminen sobre la validez de su proyecto constitucional. La Delegacin espaola intenta romper esta mayora por todos los medios. Pero esto no hace sino acrecentar la cohesin y la fuerza de los 23 que estn dispuestos a abandonar la Conferencia. Slo la confianza que les inspira mi asesoramiento tcnico y mis consejos de no abandonar el cuadro legal de la Conferencia los retiene.

Con el consentimiento de esta mayora me decido entonces a enviar un informe al Sr. Carrero Blanco -a quien no conoc- por medio del entonces Ministro de Comercio, Sr. Garca Monc. En este informe dije: "Prescindiendo de mi ambicin, como jurista, de poder contribuir a la creacin de una Constitucin realmente africana y moderna, y de mi orgullo, como espaol, de que esta creacin sea una genuina aportacin de la cultura espaola, los motivos de orden poltico que me han empujado a ocuparme de la Constitucin de Guinea han sido los siguientes:

1.- Procurar unas nuevas relaciones, sinceras y profundas, entre el pueblo espaol y el pueblo guineano, de orden poltico, econmico y cultural.

2.- Procurar la continuidad del orden existente en Guinea durante el perodo de organizacin del nuevo Estado independiente, para que la brusquedad poltica del salto a la independencia se lleve a cabo en un clima de confianza y de serenidad.

3.- Procurar la formacin de una conciencia nacional guineana que supere las actuales tendencias tribalistas y separatistas.

4.- Procurar la creacin de un marco poltico y jurdico que facilite el desarrollo econmico y social del pueblo guineano.

Para conseguir el primer objetivo, la condicin bsica es que la independencia se produzca de una manera sincera, leal y generosa por parte del Gobierno espaol. Toda confusin o todo equvoco en este aspecto no puede ms que perjudicar las futuras relaciones entre ambos pueblos y, por supuesto, sus respectivos intereses actuales.

Para conseguir el segundo objetivo, la condicin bsica est en la confianza y en el convencimiento de la delegacin guineana de que la iniciativa constitucional est en sus manos. La creencia o el temor de que la iniciativa constitucional del Gobierno espaol es un recurso tcnico para perpetuar la actual situacin de dependencia, les empujar a la destruccin del orden existente.

Para conseguir el tercer objetivo, la condicin bsica est en una Constitucin que no teniendo la hipocresa de ignorar las diferencias tribales, ni tampoco el cinismo de pretender aumentarlas, garantice a las minoras tnicas su derecho a participar en la construccin nacional del Estado.

Para conseguir el cuarto objetivo, la condicin bsica est en una Constitucin que facilite la eficacia de un Gobierno fuerte dentro de una sociedad libre y democrtica, y que dificulte el nacimiento de los tres grandes obstculos contra el desarrollo: las dictaduras ideolgicas, el partidismo poltico y la centralizacin burocrtica. "(Diario Pueblo, 19

Cuando la Delegacin espaola comprende que es intil su intento de dividir a esta mayora guineana, decide clausurar la Conferencia imponiendo un texto constitucional y una ley electoral sin someterlos a la aprobacin de la Delegacin guineana. El Secreto oficial oculta ante la opinin pblica espaola la realidad de lo sucedido en la Conferencia. Pero el asunto ha trascendido a la ONU, por los telegramas enviados por esta mayora de los 23 al Secretario General y al Comit de los veinticuatro, y a la opinin internacional, por las informaciones correctas aparecidas en Le Monde y en el New York Times. El Ministerio de Asuntos Exteriores tiene pues que defender el prestigio internacional del Gobierno. Veamos como lo hace.

Clausurada la Conferencia se convoca en el Ministerio de Asuntos Exteriores a Saturnino Ibongo, Atanasio N'Dongo y a un secuaz de estos, Armando Nez de Balboa Dougan, que no era miembro de la Delegacin guineana y que por tanto no tom parte en la Conferencia. En esta reunin se les pide que atrasen su retorno a Guinea porque se les necesita para que defiendan en la ONU, tanto la correccin observada por la Delegacin espaola en el desarrollo de los trabajos de la Conferencia, como el carcter negociado y acordado del texto constitucional, y para que expliquen los telegramas y protestas del Secretariado Conjunto guineano como un lamentable soborno a un grupito de guineanos. Armando Nez de Balboa, que ya tena prevista su salida para Guinea, escribe una cariosa carta a su esposa, en la que habla de los "zapatitos" que ha comprado para su hijo, relatando la reunin que ha tenido en el Ministerio de Asuntos Exteriores y la misin que se les ha confiado.

El da 8 de Julio comparecen en las Naciones Unidas, ante el Comit de descolonizacin, Atanasio N'Dongo, Saturnino Ibongo y Armando Nez de Balboa, manifestando que "por parte del Gobierno espaol no hubo ningn obstculo" y que "las complicaciones surgieron por otra parte. No era slo aquel pequeo grupo de cinco guineanos, sino quien estaba detrs. Alguien que les escriba las intervenciones obstruccionistas en un impecable castellano jurdico, y que les pagaba indefinidamente la estancia en Madrid". Los objetivos de este alguien en la sombra fueron expuestos as:

a) "Crear problemas al Gobierno espaol impidiendo una descolonizacin normal de Guinea. y dejndole en mala postura internacional".

b) "Representar a los grupos econmicos internacionales que tienen inters en entrar en Guinea en cuanto se haga independiente".

La prueba de "conviccin" estuvo constituida por las siguientes declaraciones: "Exactamente el 26 de Mayo pasado nos citaron en el Paseo de la Castellana 106, a un grupo de Guineanos participantes en la Conferencia Constitucional para ponernos sobre la mesa 216.000 pesetas, con objeto de que boicotesemos la Conferencia (Diario Pueblo, da 9 de Julio de 1968).

El da 10 de Julio, el Diario Pueblo publica otra crnica de su corresponsal en Nueva York, en la que Atanasio N'Dongo y Saturnino Ibongo despus de referirse al "juego- siempre limpio" y "al apoyo moral profundo e ininterrumpido" del Sr. Castiella, despus de ratificar la cantidad el domicilio citado ante el Comit de los veinticuatro el da anterior, como prueba del intento de soborno de que haban sido objeto, aaden: "Sospechamos que son grupos de espaoles descontentos con su gobierno, que no quieren que este se apunte el tanto de la descolonizacin de Guinea, y, por otra parte son agentes de compaas internacionales que intentan introducirse en el territorio en cuanto ste consiga la independencia".

El da 11 de Julio, el Diario Pueblo publica una Aclaracin en la que dice: "se nos ha hecho notar que el mencionado notario no est en activo, sino excedente y que solamente a ttulo de abogado es como debe haber tomado parte".

El da 13 de Julio, el Diario "La Voz de Albacete" publica con grandes titulares en primera pgina una entrevista con Armando Nez de Balboa, celebrada en el Hotel Sace de Madrid, propiedad de Bergaz Santos, concesionario en Guinea de la explotacin forestal "Garitorenza", en la que dice: "El da 26 de Mayo unos seores me pusieron el dinero sobre la mesa. Fue en un edificio del Paseo de la Castellana y concretamente fueron un milln veinticinco mil pesetas. Se trata de un letrado que reside en Madrid". Estas declaraciones, distribuidas por Pyresa, fueron reproducidas el da 14 de Julio en todos los peridicos del Movimiento, y el da 15 en el peridico Informaciones.

El da 17 de Julio, el Ministro Castiella se duele ante los corresponsales espaoles en Nueva York de "las fuerzas srdidas" que han intervenido al margen de la actuacin del Gobierno, con el resultado de dejar en mala postura internacional a Espaa, publicndose este comentario en casi todos los peridicos espaoles. Con esta declaracin la autoridad oficial del Ministro cubre la irresponsable denuncia de sus protegidos. La campaa de difamacin est oficialmente autorizada.

El mismo da 17 aparece por primera vez el nombre de Garca- Trevijano en la crnica que publica el diario Informaciones de su corresponsal en Nueva York, Castillo Puche.

A partir del da 19 de Julio, en el que el Diario Pueblo publica la carta que dirig a su Director, Emilio Romero, este peridico, y toda la prensa del Movimiento, difundes los ms graves eptetos contra m: "buitre del capitalismo", "turbias maniobras", "intento de soborno", "agente de compaas internacionales", "conducta indeseable desde todos los puntos de vista", "facilitar dinero para difamar a Espaa ante la ONU.., etc..

El Juzgado de Orden Pblico, a instancias del Ministerio Fiscal, inicia unas diligencias para comprobar la veracidad de mi actuacin. Ante el Juzgado pruebo documentalmente dos hechos: a) que antes de comenzar la Conferencia Constitucional comuniqu al Sr. Castiella, en presencia de los diplomticos Emilio Martn y Adolfo Martn-Gamero, mi decisin de asesorar a la Delegacin guineana, ante lo cual el Sr. Ministro me felicita por ser mi criterio coincidente con el del Ministerio y contrario a la separacin de Fernando Po, que propugna la Presidencia del Gobierno; b) que aparte de 200.000 pesetas entregadas a Justino Mba a finales de 1967 para ayudar a los gastos de viaje de la Delegacin guineana que haba de venir a Madrid a la segunda fase de la Conferencia, slo me haba limitado a pagar facturas de los hoteles donde residan los guineanos, integrados en el Secretariado Conjunto, por un importe total algo inferior a 700.000 pesetas. En los recibos que aporto se demuestra que esta ayuda la hago por mi identificacin poltica con la causa de la descolonizacin del pueblo guineano. El nico que nunca me solicit ayuda econmica fue el Sr. Macas que se pag todos sus gastos de estancia y de viaje con los ahorros que haba realizado para esta eventualidad. Las diligencias, incoadas son sobresedas sin llegar a dictarse auto de procesamiento.

Los intentos que hago ante los Tribunales de justicia y ante eL Ministerio de Informacin y Turismo para procesar judicialmente, o incoar expediente administrativo, a Emilio Romero se estrenan contra la inmunidad poltica de que goza ste, y contra la sistemtica inaplicacin de la Ley de Prensa por parte de su autor, el Sr. Fraga.

El resultado es que hasta hoy no he tenido la ocasin legal de demostrar pblicamente no slo la falsedad total de aquella campaa de difamacin, sino lo que es an ms grave: que fue una maquinacin poltica inspirada y dirigida por el Ministerio de Asuntos Exteriores, y no por la Presidencia del Gobierno, como algunos crculos de la oposicin sospecharon,

La prueba documental que exhibo ahora ante la opinin espaola para demostrar de forma inequvoca una afirmacin tan grave como la que acabo de formular, es la fotocopia de los folios nmeros 7, 8, 9 Y 24 del Acta oficial de la dcima sesin plenaria de la Conferencia Constitucional, con membrete del Ministerio de Asuntos Exteriores, y de cuyo contenido da fe Don Joaqun Castillo Moreno, Marqus de Castro de Torres.

En dicha sesin, celebrada el da 17 de Mayo, el hombre de confianza del Ministerio de Asuntos Exteriores, que ha dicho ante la ONU que el da 26 de Mayo ha sufrido un intento de soborno en mi despacho de Castellana 106, declara que no me conoce, que le han dicho que entregu un milln veinticinco mil pesetas a los grupos que representan al Monalige, (en la ONU dijo 216.000), que le parece bien que d dinero si lo hago por razones econmicas o comerciales, como l lo recibe del Sindicato colonialista de la Madera, pero lo que no puede consentir es que preste ayuda econmica por motivos polticos. (Documento nm. 3).

El Sr. Castiella, a sabiendas de que yo no conoca a su lacayo Atanasio N'Dongo, a sabiendas de que Nez de Balboa no tom parte en la Conferencia Constitucional, cubre las difamaciones que lanzaron sobre m 'con una hipcrita condolencia sobre las fuerzas "srdidas" que haban actuado al margen del Gobierno. Con este documento que aporto ahora nadie de buena fe, que quiera y busque la verdad, puede dudar que la "sordidez" solamente estuvo en el Sr. Castiella. El Secreto oficial decretado sobre Guinea antes de su Independencia permiti esta brutal violacin de la verdad.

1971-1972 Mi defensa de la legalidad y del derecho ante la cancelacin del Diario "Madrid"

El da 11 de Octubre de 1971, el peridico "Madrid" publica un artculo bajo el ttulo "Lucha por el poder en el Diario Madrid", firmado conjuntamente por Calvo Serer y Garca-Trevijano, en el que se anuncia la sucesiva publicacin de "una serie de artculos, de la que el primero, que hoy aparece, es slo una mera presentacin del escenario, de las tendencias y de los personajes", y se seala que los escenarios donde se haban librado "las sucesivas batallas por el control del diario Madrid" eran la Subsecretara de Hacienda, los Tribunales de Justicia y el Banco Popular.

l mismo da de la publicacin de este artculo, el Director Genera de Prensa, Sr. Fernndez Sordo, comunica al Director del Diario Madrid, D. Antonio Fontn que secuestrar el peridico si continua la publicacin de la serie anunciada. El da 21 de Octubre el Ministro de Informacin, Snchez Bella, comunica telefnicamente al Sr. Calvo Serer que si no publica en veinticuatro horas la noticia del cese del Sr. Fontn y del nombramiento como nuevo Director de D. Jos Mara Alfaro, el Gobierno "se incautar" del peridico. Ante la negativa del Sr. Calvo Serer, la Direccin General de Prensa incoa el da 25 de Octubre un expediente de investigacin de datos contra el diario Madrid anunciando, que puede estar incurso en una de las causas de cancelacin en el Registro de Empresas Periodsticas. El Ministerio de Informacin espera la resolucin de la Audiencia Territorial de Madrid, sobre el recurso interpuesto por Calvo Serer contra el auto del Juzgado nm. 15, que le suspendi en el ejercicio de los derechos de voto de las acciones de las que era titular. Si la Audiencia confirma el auto del Juzgado, el Sr. Calvo Serer perder automticamente el control de la empresa, y por tanto el Ministerio no tendr que cancelarla. Pero el da 22 de Noviembre la Audiencia falla a favor de Calvo Serer, revocando el auto judicial de suspensin de sus derechos de voto.

El da 25 de Noviembre el Ministerio de Informacin resuelve el expediente de investigacin de datos incoado decretando el cierre del Diario Madrid, y cancelando su inscripcin en el Registro de Empresas Peridicas.

La empresa "Madrid, Diario de la Noche, S.A.", el Sr. Calvo Serer como accionista mayoritario, y los trabajadores y periodistas del "Madrid", me nombran abogado para defender legalmente sus respectivos y coincidentes derechos frente al Gobierno y ante los Tribunales. En cumplimiento de este mandato interpongo, formalizo y desarrollo los correspondientes recursos administrativos y judiciales, y, como apoderado del Sr. Calvo Serer, inicio y ultimo unas negociaciones con el Ministerio de Informacin y Turismo para la reapertura provisional del peridico hasta que se fallen los recursos interpuestos, con objeto de que no pierdan los trabajadores y periodistas sus puestos de trabajo. Mientras existe la esperanza de esta reapertura provisional del peridico, la empresa mantiene y paga a toda la plantilla de sus empleados, como si estuviesen trabajando.

El da 29 de Noviembre llego a un acuerdo total con el Presidente del Sindicato nacional de prensa, D. Antonio Castro Villacaas y con el Presidente de la Federacin nacional de la Asociacin de la Prensa, D. Lucio del lamo; para la cesin de la empresa en arrendamiento de industria a una sociedad mercantil que se obligan a crear las dos entidades citadas, mediante un canon anual de 7.200.000 pesetas. El acuerdo se formaliza en un Memorandum que se publica ntegramente el da 2 de Diciembre en la mayor parte de los peridicos. Pero este acuerdo deja a salvo la independencia informativa del Diario Madrid, y es rechazado, pese a su carcter contractual vinculante, por el Ministerio de Relaciones Sindicales.

Comienza entonces una campaa sistemtica por parte de la Organizacin Sindical y del Director de "Pueblo", Emilio Romero, para intentar descalificarme profesionalmente ante los trabajadores que me haban otorgado su confianza, y para ocultar ante la opinin pblica el criterio de Sindicatos de que el diario no se abra a no ser que est libremente puesto al servicio de la lnea poltica de la Organizacin Sindical. El da 3 de Diciembre el Sindicato de Prensa publica su resolucin de no aceptar el memorandum, acusndome de "tergiversar" el acuerdo al que se haba llegado.

El da 17 de Diciembre el Ministro Snchez Bella, una vez finalizada su referencia a lo tratado en el Consejo de Ministros, y a preguntas de un informador, dice que la reapertura del peridico es Posible "siempre que exista una verdadera voluntad, un limpio y decidido propsito de atender estos fines de la situacin del personal y de la vertiente pblica de un diario, sin maniobras de diversin que slo utilicen esas legtimas preocupaciones como enmascaramientos de otros fines".

El da 23. de Diciembre, Emilio Romero publica un editorial en el Diario Pueblo bajo el ttulo "Tirando de la manta el que entre otras difamaciones dice: "el Sr. Garca-Trevijano, a quien no le importa nada los aspectos profesionales y laborales, sino los mviles polticos de la empresa... deja en la calle y en plenas Navidades a doscientas familias... Ante una sistemtica tergiversacin o defectuosa informacin de los hechos se nos obliga a tirar de la manta... para sanear el pas de una imagen de traficantes polticos con dinero desconocido,... Notario excedente, abogado activo y poltico barojiano es famoso principalmente desde el asunto de Guinea. Espaa se dispona entonces a realizar. . . la descolonizacin en paz y en fecunda armona con los dirigentes de la nueva nacin. Pero el Sr. Garca- Trevijano, por su cuenta, conect y se financi a un grupo poltico de aquel pas, se los dispuso frente a Espaa en la ONU, provocando al final los sucesos de triste memoria que todos recordamos". Este artculo es reproducido y careado durante todo el mes de Enero por la Prensa del Movimiento, en base a la imagen que esta misma prensa cre en torno a mi personalidad en el asunto de Guinea. No puedo defenderme. Emilio Romero sigue protegido por la inmunidad de las Cortes. Slo puedo decir una frase: "Si Emilio Romero tira de la manta es para llevrsela". Y esto motiva que un juez de instruccin dicte auto de procesamiento contra m, que lgicamente fue revocado con mi recurso ante la Audiencia.

Cuando el Consejo de Ministros desestima el recurso de alzada contra la cancelacin, y cuando no hay esperanza de llegar a un acuerdo con la Organizacin Sindical, la empresa Madrid decide vender todo su patrimonio para pagar a sus acreedores y hacer frente a las indemnizaciones laborales. Ante esta decisin legal y moralmente imperativa, la campaa de difamacin continua con un nuevo tema: el negocio inmobiliario. El da 5 de Febrero un editorial de El Alczar, bajo el ttulo "El Diario Madrid los liberales y el negocio inmobiliario introduce la nueva insidia diciendo: resulta inevitable deducir que todas la negativas de la empresa de Madrid a llegar a un acuerdo justo con la Organizacin Sindical, que hiciera posible la continuidad laboral de empleados, redactores y trabajadores del peridico, estaban llamadas a desembocar en una pura operacin econmica de negocio inmobiliario Y este mismo da vuelve Emilio Romero a publicar otro editorial en Pueblo bajo el ttulo Fuera Mscaras!, en el que tras hablar de la actitud de activista poltico y agitador permanente, con todas las tolerancias gubernativas para cobrar aficin al oficio y de dotarse de impunidad facilona, que caracteriza al Sr. Garca Trevijano, afirma: Hay que contemplar esa amenaza de venta de los bienes del Madrid en que queda. No fuera a suceder que se tratase de una operacin financiera, basada en la privilegiada situacin de los solares, y que el dinero resultante de la venta no fuese en su totalidad a parar a manos de los trabajadores como pago de indemnizaciones.

El da 8 de Febrero se firma un nuevo contrato de arrendamiento de industria de la empresa periodstica a favor de la sociedad gestora Gedima que permite la inmediata reapertura del Diario Madrid. En el contrato se estipul el pago de nueve millones y medio de pesetas como indemnizacin a la empresa Madrid por el atraso con que la organizacin sindical ha decidido el cumplimiento de su primer contrato, lo que ha obligado a la empresa a pagar la nmina de sus empleados, que estn al corriente de sus haberes. El da 9, cuando se esperaba la rueda de prensa en la que deba dar a conocer el contrato, el diario Pueblo publica antes la noticia de que los nueve millones previstos en el contrato son para los trabajadores. Esta noticia me obliga a desvelar en la rueda de prensa todas las maniobras de Emilio Romero para poner al frente del peridico, en su reaparicin, a un familiar o a algn lacayo suyo. No mencion en mi intervencin ante la prensa ni al jefe del Estado, ni a ninguna autoridad o institucin del Estado, incluso salv expresamente la buena fe de la Organizacin Sindical. (Diario "Ya" 10 de Febrero).

Slo al final respondiendo a unas supuestas palabras injuriosas de Snchez Bella sobre m, pronunciadas en el Aeropuerto de Londres, respond "s es cierto, tan pronto quede resuelta la apertura del peridico, interpondr una contra el Sr. Ministro". A la rueda de prensa mencionada asiste el periodista de "Pueblo", Sr. Camarero, quien toma toda mi declaracin en cinta magnetofnica. Y ese mismo da 9 a altas horas de la noche se celebra una reunin en el despacho del Director de "Pueblo, a la que acude el propio Ministro de Informacin. En ella se decide no cumplir, por segunda vez, el contrato para la reaparicin del Madrid. El Sr. Camarero informa que en la rueda de prensa que acabo de celebrar he insultado al jefe del Estado, llamndole "enano del Pardo", al Ministro de Informacin y a la Organizacin Sindical. A la una y media de la noche se comunica a las agencias de prensa, desde el propio despacho de Emilio Romero, la suspensin de las negociaciones (cuando stas haban terminado con la firma del contrato), por mi actitud desconsiderada y personal que afecta gravemente a las Instituciones (Diario "Ya", da 10, despacho de Logos, una y treinta y cinco de la madrugada).

El Diario Pueblo del da 10 publica un editorial bajo el ttulo el Mitin de ayer en el que, Emilio Romero dice: los peridicos han sido comedidos y prudentes y no se han atrevido a publicar las desvergenzas del seor Garca Trevijano, con injurias y ofensas evidentes al jefe del Estado, al Ministro de Informacin y al Director de este peridico, sin perjuicio de las desconsideraciones constantes y las falsas imputaciones a la Organizacin Sindical", aadiendo expresiones como "encadenamiento de embustes ciertamente inverosmiles", "comunistas de saln con whisky", "este apoderado del Madrid, experto en revalorizacin de solares, antiguo consejero poltico con vistas a los negocios de la programada Suiza africana de Guinea. . . asumi con escndalos sarcasmo la representacin de los trabajadores a quienes aspira a escamotear las indemnizaciones que marca la ley con promesa de antigedad y readmisiones a largo plazo que podran constituir una nueva figura de timo, que sera el timo de las reapariciones", "la tolerancia gubernativa con la agitacin permanente de esta original promiscuidad", etc . . .

El da 11, el Ministro Snchez Bella convoca los medios informativos para comunicarles la ruptura de negociaciones con el Diario "Madrid" por haberme conducido en la rueda de prensa de "un modo absolutamente incomprensible e incalificable", razn por la que me rechaza "como interlocutor inadmisible para seguir negociando la reaparicin del Diario".

La campaa de descalificacin moral de mi personalidad est otra vez oficialmente autorizada. Esta vez toda la prensa, incluso peridicos como ABC y YA que haban tenido una posicin favorable a "Madrid", se dejan embaucar por la maquinacin de Snchez Bella y de Emilio Romero, publicando editoriales y comentarios dursimos para m.

El Juzgado de Orden Pblico intenta mi procesamiento, pero la cinta magnetofnica del Sr. Camarero, que haba sido aportada, me va a salvar. Se busca una y otra vez en ella las palabras "enano del Pardo", o las ofensas a la Organizacin Sindical o al Ministro de Informacin, y no aparecen. E] juez sobresee las diligencias sin dictar auto de procesamiento. Pero mi imagen pblica ya est acuada por esta nueva campaa de difamacin organizada por Emilio Romero y Snchez Bella.

Durante varios meses contina mi desprestigio pblico, al que desgraciadamente contribuyen tambin cuatro o cinco Periodistas del "Madrid", que impulsados originariamente por la noble aspiracin democrtica de crear una Sociedad de Redactores que participe en la elaboracin de la lnea poltica del Diario "Madrid", y buscando un protagonismo imposible en un peridico cerrado, se lanzan a una campaa demaggica reclamando un derecho preferente de suscripcin de las acciones de la empresa, la propiedad de la cabecera del Peridico, y varios puestos en el Consejo de Administracin. En nombre del derecho privado y del Sr. Calvo Serer, me opongo como abogado a estas absurdas pretensiones, dicindoles en las Asambleas de los trabajadores que para conseguir lo que piden tendran que acabar primero con la dictadura, instaurar la democracia, hacer luego una revolucin socialista, y hacer triunfar en ella otra revolucin autogestionaria.

De este grupo de redactores surge entonces otra insidia: que mientras yo he cobrado una minuta profesional de seis millones, discuto unos miles de pesetas. en la indemnizacin que corresponde a los trabajadores.

Cuando la realidad es que la empresa pag la mxima indemnizacin legal posible a todos los trabajadores, y luego, con el resto de su patrimonio una vez pagados todos los acreedores, pag otra indemnizacin voluntaria, con el derecho a quien no deseara cobrarla de convertirla, por su valor, en acciones de la nueva empresa Madrid, si se ganaba el recurso contra la cancelacin en el Supremo. Con independencia de estas indemnizaciones por finiquito de los contratos laborales, y en nombre de la empresa, promet que en caso de reaparicin del Madrid no se procedera a cubrir ningn puesto de trabajo sin ofrecrselo a quien antes lo ocupaba. Declaro por otra parte que todava no he cobrado un solo cntimo de honorarios, ya que la cifra de seis millones fue slo una previsin contable que fij, como obliga la Ley en casos de suspensin o liquidacin de empresas, en la reunin con todos los acreedores del "Madrid", para determinar el pasivo. Cifra de seis millones que ha sido completamente absorbida por los gastos de administracin de la empresa en su fase de liquidacin que dur ms de dos aos, y por los gastos ocasionados en la obtencin de ms de veinte resoluciones judiciales, todas ellas favorables, incluidas dos sentencias del Tribunal Supremo. Este pequeo grupo de exredactores del Diario "Madrid", encaramado en los puestos directivos de Cambio 16, es el que ha tomado el relevo de Emilio Romero, para continuar la campaa de difamacin que hoy se ha vuelto a montar contra mi personalidad poltica.

La prueba que hoy presento ante la opinin pblica para demostrar la falsedad de toda la campaa de prensa montada sobre mi actuacin en el asunto del diario "Madrid", y la maquinacin poltica que la origin para ocultar el motivo de su cancelacin y la voluntad gubernamental de que no reapareciera, es la reciente Sentencia del Tribunal Supremo, ya firme, por la que se anula la cancelacin y se condena al Estado al pago total de los daos producidos y de los beneficios dejados de obtener por la empresa periodstica desde su cierre hasta el da que se cobre la indemnizacin. Con esta Sentencia el Diario "Madrid" reaparecer no slo como un diario que quiere ser independiente, sino como el primero en la historia del periodismo espaol, que podr ser independiente, por la ausencia de condicionamiento del dinero que lo va a financiar. Cuando ahora el Sr. Snchez Bella dice pblicamente que no acepta la Sentencia del Supremo revela la misma personalidad que cuando me descalificaba moralmente como interlocutor vlido.

Resulta paradjico que ni un solo peridico, entre tantos y tantos que me dedicaron generosos espacios para criticar mi actuacin como abogado, haya recordado a la opinin pblica que ha sido ese mismo abogado quien ha obtenido esta Sentencia favorable en el Tribunal Supremo.

1976. Mi accin poltica por la unidad de la oposicin como requisito para la democratizacin del Estado.

Para eliminarme de la escena poltica, a causa de mis firmes convicciones respecto al carcter artificial, y por tanto peligroso para la futura convivencia ciudadana, del proyecto reformista del Gobierno, y respecto a la necesidad de una verdadera alternativa democrtica para superar pacficamente la crisis del Estado autoritario, se ha vuelto a montar otra maquinacin poltica como base de la ms espectacular y grosera campaa de difamacin que tal vez haya padecido un hombre poltico en un pas "civilizado".

La preparacin sicolgica de la campaa la inicia el redactor jefe de la revista Guadiana, Jos Antonio Novais, publicando un recuadro bajo el ttulo "Trevijano en el alero", en el que se dice que en los libros que se preparan sobre Guinea saldr "muy mal parado" y que se "revelan con documentos una serie de sucesos capaz de poner a cualquiera carne de gallina". (Guadiana, das 14 a 20 de 9 - 76). El mismo periodista, como corresponsal de "Le Monde", publica el da 9 de Octubre pasado, que el PSOE se declara moralmente incompatible conmigo por haber realizado "negocios sucios" en Guinea. Expresin que como todos los informadores saben jams ha empleado dicho partido poltico.

Pero antes de demostrar la maquinacin y el amao a que obedece la actual campaa de desprestigio, que reproducen casi todos los medios informativos, sobre mi intervencin en los asuntos de Guinea Ecuatorial con posterioridad a su Independencia, voy a demostrar una a una la falsedad de todas las infantiles e inverosmiles acusaciones contenidas en el dossier prefabricado por la A. N. R. D. y en las dems informaciones procedentes todas de la misma fuente, empezando por la que apareci en Diario 16 como primicia de la campaa.

Acusacin de Diario 16 y Cambio 16.

El da 19 de Octubre Diario 16 se estrena como publicacin con una noticia escandalosa: "Por los sellos de Guinea Trevijano consigui 45 millones". En el texto se dice: "Trevijano se llev cuarenta y cinco millones de pesetas por firmar en calidad de rbitro un contrato suscrito entre el Ministro del Interior de Guinea Ecuatorial, ngel Masi Ntutumu y el industrial griego Dragomir Prodanov... segn una informacin que maana publicar el semanario "Cambio 16"... el contrato lleva fecha de 22 de Junio de 1971 y las autoridades guineanas lo consideran rescindido desde Abril de 1976 por fallecimiento de Dragomir... sus herederos han interpuesto la correspondiente demanda ante el Juzgado nm. 12 de Madrid al estimar, por el contrario que debe considerarse vigente... A tenor de una de las clusulas del contrato, el rbitro Garca Trevijano deba percibir tres millones por cuatrimestre. Los cuarenta y cinco millones recibidos por Trevijano fueron depositados en el pas, banco y moneda por l designados" .

El Semanario Cambio 16 en lugar de ampliar la informacin prometida la resume sin aadir ni modificar nada (nmero del 25 a 31 de Octubre).

El mismo Semanario en el ejemplar de los das 15 a 21 de Noviembre actual, y bajo el ttulo "Papel pringado", modifica la noticia diciendo que percib "cuarenta y cinco millones de pesetas en nueve aos" .

La realidad.

Toda la informacin de la empresa "16" es falsa. Ni he recibido una sola peseta por ese contrato de concesin filatlica, ni el concesionario es griego, ni sus herederos han interpuesto demanda judicial alguna, ni la cantidad devengada a favor del Gobierno de Guinea ha sido de 45 millones, ni la duracin del contrato ha sido de cinco ni nueve aos. La verdad es la siguiente:

En el Juzgado num. 12 de Instruccin, es decir de lo penal, un exfuncionario de la Embajada de Guinea Ecuatorial, a peticin de los nuevos concesionarios filatlicos de esta Repblica, present una querella contra el sucesor comercial del fallecido, Sr. Prodanov, antiguo concesionario, acusndole de continuar vendiendo o emitiendo sellos despus de la caducidad del contrato. El Sr. juez antes de dictar auto de procesamiento requiri mi testimonio como rbitro del contrato de concesin a favor de Prodanov. En el contrato que figura mi arbitraje, y que obra en los archivos del citado Juzgado constan las siguientes estipulaciones:

A. Plazo de duracin del contrato.

"El plazo de esta concesin ser de un ao, a contar desde los 90 das siguientes a la fecha en que sean aprobados los primeros temas o diseos y firmada la primera autorizacin a la imprenta. Cualquier retraso en la aprobacin de los dibujos, as como en la aprobacin de la tabla o cuadro anual para la emisin de sellos para el mercado filatlico internacional, determinar automticamente la prrroga del presente contrato por el mismo tiempo de la demora. El presente contrato se entender tcitamente renovado por un plazo igual de un ao, si no fuera denunciado por cualquiera de las partes con tres meses de anticipacin a la fecha de su caducidad".

B. Prima o royaltie alzado:

"En caso de que el Ministerio del Interior de la Repblica de Guinea Ecuatorial no obtuviese la conformidad de la Oficina filatlica de Correos en Madrid (para que contine la distribucin de las emisiones de Guinea Ecuatorial), el pago anual que debe abonar el concesionario (fijado en 9 millones en la estipulacin decimoquinta), se reducir a seis millones de pesetas, a razn de dos millones por cuatrimestre".

Con arreglo a estas estipulaciones el contrato slo ha tenido vigencia durante los dos aos contractualmente previstos. Los atrasos ocasionados en la aprobacin de las materias especificadas en la estipulacin decimotercera, y el fallecimiento del Sr. Prodanov cuando ya estaba ejecutando la prrroga, explican que pese a que la fecha del contrato es de 1971, sin embargo su caducidad no se produjera hasta finales de 1974.

La cantidad abonada por el concesionario no ha sido sin embargo de doce millones, como podra deducirse, de la simple suma de las dos anualidades de seis millones (ya que la Oficina Filatlica espaola no continu la distribucin de las emisiones), sino de nueve millones. La razn es que al fallecer Prodanov, sin herederos, el Gobierno de Guinea que necesitaba antes que nada contar con el suministro de los sellos para el consumo interior, tuvo que aceptar la terminacin de la prrroga por parte del director tcnico del Sr. Prodanov, que se subrog a estos efectos en la concesin, pero reduciendo el royaltie total de la nica prrroga anual a 3 millones.

Finalmente esos nueve millones que el concesionario deba abonar segn el contrato "en la moneda, pas, y banco, que el rbitro Sr. Garca Trevijano indique", deberan ser aplicados "a los pagos previstos en este contrato", segn consta en el propio contrato de concesin. Lo cual impide interpretar que yo los haya podido cobrar como honorarios ni por cualquier otro concepto en mi provecho.

Tras mi testimonio, la querella contra el director tcnico del Sr. Prodanov fue retirada.

Acusaciones de la A. N. R. D. contenidas en su dossier y en sus declaraciones posteriores a la prensa

Toda la campaa de desprestigio organizada contra m se basa en dos tipos distintos de acusaciones: uno, de carcter poltico, hacindome responsable del Rgimen actual en Guinea Ecuatorial; otro, de carcter econmico, atribuyndome un afn lucrativo y unos negocios fabulosos en dicho pas.

De tipo poltico:

Primera acusacin:

"Asesoro a los principales lderes guineanos, muy especialmente a Francisco Macas Nguema, cuya candidatura presidencial impuls y financi con alrededor de cincuenta millones de pesetas, segn los clculos ms fidedignos" .

La realidad:

Terminada la Conferencia Constitucional, aconsej solamente a mis ms ntimos amigos del partido Munge, Jos Nsu, Esteban Nsu y Andrs Moiss que no dividieran al Secretariado Conjunto presentando la candidatura de este ltimo a las elecciones presidenciales, ya que todos los dems reconocan en Macas el nico lder capaz de batir a las candidaturas oficiales del Rgimen, Bonifacio Ond y Atanasio N'Dongo.

A finales de Agosto de 1968, estando de veraneo en Comillas, recib inesperadamente la visita de Jos Nsu y de Andrs Moiss. Me pidieron ayuda econmica para encargar en una imprenta la propaganda en favor de la candidatura de Macas. Les record que ya haba hecho un enorme esfuerzo, para mis posibilidades, pagndoles las facturas de los hoteles durante la Conferencia Constitucional, y que era imposible que yo pudiese hacer frente a un gasto tan importante. Les aconsej la forma de desarrollar una campaa popular sin dinero, en contraste con d dinero colonialista que se estaba empleando ya a manos rotas en favor de Bonifacio Ond y de Atanasio N'Dongo. Les convenc. Pero me pidieron un mnimo de folletos simples para llevrselos a Guinea. Les promet entonces que llamara a mi oficina de Madrid autorizando el pago, hasta un lmite mximo de 500.000 pesetas, de las facturas de imprenta que me presentaran por orden de ellos. Cuando regres a Madrid, a mediados de Septiembre, pagu estas facturas por un importe de 591.000 pesetas. Y este es todo el dinero aportado por m a la candidatura de Macas.

No es extrao que para la mentalidad franquista, y para los que han vivido de la poltica durante cuarenta aos en nombre de la idea de servicio, resulte increble que exista objetivamente la posibilidad de que alguien viva ntegramente no de sino para la poltica, es decir, para sus ideales polticos. Lo extrao es que esta mezquina y corrompida idea de la humanidad est compartida por sectores democrticos. Se dice, y en parte es verdad, que lo que no es de algn modo conocido o sentido como propio, resulte inimaginable en los dems. El escepticismo de un demcrata ante el idealismo ajeno no revela ms que su propia incapacidad de sentir y vivir con nobleza. Yo no veo diferencia moral alguna entre dar ideas a los dems o dinero para realizar esas ideas, si se tiene. Por otra parte este es un rasgo permanente de mi carcter y de mi conducta. Durante estos largos aos del miedo y de la clandestinidad han sido innumerables los estudiantes que han pasado por mi despacho; con tarjetas de presentacin de sus profesores, hay conocidos lderes de los partidos llamados de la oposicin moderada, y cuyos nombres silencio por pudor, para que les pagase multas, matrculas, y otros daos ocasionados por sus actividades polticas. Son muy pocos los que podrn decir que no les atend. Jams ped nada a cambio. A la mayora de ellos ni su nombre. Tambin prest ayuda econmica a la Escuela de ciencias sociales que diriga el socialista Jos Vidal Berneyto, sin entrometerme ni pretender capitalizar polticamente esa interesante y fecunda actividad cultural. Nadie se extraaba de mi generosidad, porque eran tiempos heroicos donde la entrega y la solidaridad eran requisito de supervivencia. Por qu no iba a proceder del mismo modo ante una causa histrica y grande como es la descolonizacin africana?

Segunda acusacin

"A raz de estos acontecimientos (golpe de Estado frustrado en Marzo de 1969), el Sr. Garca Trevijano aconsej al Presidente Macas que la nica forma de conservar el poder era eliminar a toda la oposicin y desconfiar de Espaa y de los estudiantes guineanos que estaban estudiando all, a los que frecuentemente suele dirigirse en trminos despectivos. Macas asesorado por Garca- Trevijano derog aquellos de la Constitucin que limitaban los poderes presidenciales, disolvi la Asamblea Nacional, se atribuy todos los poderes y se proclam Presidente vitalicio".

La realidad:

Desde que en Julio de 1968 desped en el Aeropuerto de Barajas a los ltimos guineanos que regresaban a su pas tras la Conferencia constitucional, y entre ellos al Sr. Macas, hasta el da 12 de Octubre de 1969, en que fui por primera vez a Guinea no tuve ningn tipo de relacin, ni tcnica ni poltica, con el Gobierno del Presidente Macas. Para los que se empean en creer que mis motivaciones ante la Independencia de Guinea eran prioritaria o concurrentemente de tipo lucrativo, jams podrn explicar el hecho de que Macas sea elegido libremente por votacin popular (dnde estaba ah mi influencia?) Presidente de la Repblica, y yo no salga corriendo para ese pas en busca de la oportunidad que nadie podra disputarme. Por qu tardo quince meses en ir a Guinea? Lo normal es que hubiese asistido a la toma de posesin el da 12 de Octubre de 1968. Pero existe una razn de mucho peso para explicar esta aparente anomala. Y ahora por primera vez la voy a decir.

Cuando el Presidente Macas constituye su primer Gobierno nombra Ministro de Asuntos Exteriores a Atanasio N'Dongo, es decir al lacayo del Ministerio de Asuntos Exteriores espaol que ha lanzado en la ONU y ante la prensa espaola la infamante injuria de que he intentado sobornarlo. Mi dignidad me impide desde ese momento tener ningn tipo de relacin con un Gobierno en el que figura semejante individuo. Pero an hay ms, cuando me entero de las andanzas de Paesa, Armijo, Novais, y Mariano Robles respecto a un banco privado, emisor de moneda y depositario del Tesoro pblico, y respecto a fabulosas construcciones de puertos, carreteras, aeropuertos, etc . . ., con una sociedad de cien mil pesetas de capital, (documento nm. 4) la pena y la preocupacin de que el recin pas independiente se vea envuelto en un escndalo financiero me determina a escribir una carta al Presidente, para informarle de la realidad sobre estos seores, y a la vez, por ser la primera vez que le escribo desde que lo desped en Barajas, para expresarle mi incomprensin respecto al nombramiento de Atanasio N'Dongo como ministro y mi seguridad de que ser traicionado por ste. La carta se la envi a travs del ministro Jos Nsu, y naturalmente en sobre cerrado. La respuesta del Presidente Macas me dej perplejo. En primer lugar no me contest directamente, sino a travs de su jefe de la Casa Civil. La respuesta, corts y diplomtica, me revel que el orgullo africano es de otra naturaleza que el nuestro. Me recordaba, en su respuesta, que era el jefe del Estado de un pas independiente y que slo admita los consejos que solicitaba. En este mismo momento, Febrero de 1969, decid no ocuparme jams de Guinea.

EL da 5 de Marzo de 1969, Atanasio N'Dongo y Saturnino lbongo, trasladados a Guinea desde Madrid en un avin "especial, y con la ayuda de sectores y de medios que en su da se conocern, dan un golpe de Estado que triunfa durante cuatro horas. Atanasio desde eL silln presidencial en Bata comunica que ha cumplido con xito el golpe. Recibe telegramas de felicitacin que llegan cuando el silln est de nuevo ocupado por Macas, tras su asalto al Palacio presidencial. Atanasio, Ibongo, Balboa y algunos ms de sus secuaces murieron en el acto, o a consecuencia de las gravsimas heridas recibidas.

Desde el mes de Mayo de 1969, todos los ministros guineanos que llegan o pasan por Madrid vienen a visitarme rogndome que vaya a Guinea. Me traen los ms cariosos saludos y recuerdos del Presidente. A ninguno de ellos le habl de la carta que haba recibido en Febrero. Pero a todos les digo que mi funcin en Guinea ha terminado y que no deseo ir. Hasta que en el mes de Septiembre recibo un mensaje del Presidente pidindome que les enve un proyecto para la creacin de un Banco Central del Estado, y anuncindome que me ha concedido una condecoracin que desea imponerme personalmente en el primer aniversario de la Independencia.

Tras largas meditaciones decido enviar el proyecto del Banco Central (documento nm.5), y rechazar la condecoracin. Finalmente en los das anteriores al 12 de Octubre sufro una presin tan fuerte de mis amigos en el Gobierno de Guinea, que por educacin decido ir a recibir la condecoracin y volverme enseguida.

Mi encuentro con el Presidente Macas fue embarazoso. Le haba predicho con un mes de antelacin la traicin de que iba a ser objeto por parte de Atanasio, y la solvencia. financiera de "Finguinea", que haba terminado en un verdadero desastre. He de reconocer que el Presidente actu con mucha gentileza. Me agradeci y me alab el proyecto del Banco Central que le haba enviado. No me pidi nada. Pero me rog encarecidamente que aceptara su invitacin para pasar la nochevieja en Guinea, y poder comentar con tranquilidad la situacin poltica mundial. Otra cosa fue mi relacin con los Ministros que haban pertenecido al Secretariado Conjunto. Todos queran agasajarme, ensearme su pas, agradecerme lo que haba hecho por ellos, pedirme consejo sobre lo divino y humano. Nunca olvidar la emocin que sent cuando el Presidente Macas me present en la Tribuna de Bata ante la muchedumbre guineana. Slo pronunciar mi nombre el clamor impidi que siguiera hablando. Por tres veces consecutivas tuve que saludar a este pueblo, que de este modo demostraba que mi accin por su independencia era un triunfo y una conquista para la Espaa democrtica del futuro. Acept la invitacin y volv a finales de Diciembre. En esas fechas continuaba en vigor la Constitucin que haba sido impuesta por los tcnicos del Gobierno espaol, continuaba la Asamblea Nacional, y la Presidencia no era vitalicia.

Tercera acusacin.

"Sabemos a ciencia cierta que la Ley sobre las penas de muerte a los considerados por el Rgimen como subversivos fue redactada en el despacho madrileo del Sr. Garca Trevijano, as como la nueva Constitucin y los Estatutos del Partido nico Nacional de Trabajadores (PUNT). Se acompaan, en los anexos, documentos".

La realidad:

Decir que se sabe a ciencia cierta y decir que se acompaan documentos anexos, no es lo mismo que demostrar cientficamente y aportar realmente un documento. Nada se aporta, nada se demuestra, aparte de esta monstruosa acusacin contra un jurista y un poltico que lleva ms de un cuarto de siglo luchando contra toda forma de dictadura, tirana o violacin de los derechos humanos. He suscrito en Espaa, y fuera de Espaa, todos los documentos que han sido oportunos contra la pena de muerte. Ante una asamblea de abogados de Barcelona, le el informe tcnico que haba elaborado a solicitud del propio Colegio, para la defensa legal de Puig Antich. He sido duramente criticado en algunos peridicos por haber solicitado la amnista de todos los detenidos vascos. Y la nica vez que he tenido conocimiento previo de una ejecucin capital en Guinea, por un asesinato de derecho comn cometido por dos nigerianos, juzgados y condenados por el mismo procedimiento y por el mismo Tribunal que los existentes antes de la Independencia, en Abril de 1971, no pude permanecer en el pas, y pese que haba programado y prometido una estancia de quince das, al da siguiente de conocer este hecho me fui de Guinea, va Douala, sin despedirme de nadie, bajo el pretexto de que me haban llamado urgentemente desde mi bufete. Yo no tengo noticia de que en Guinea despus de la Independencia se haya promulgado alguna ley relativa a la pena de muerte.

En cuanto a la nueva Constitucin, fue aprobada y promulgada en Agosto de 1973, (documento nm. 6) y no tuve la menor noticia sobre ella hasta varias meses despus. Finalmente en cuanto el PUNT, en el que tampoco he tenido la menor participacin, me basta con aportar la prueba fehaciente de las propias declaraciones de mi acusador Esteban Nsu, quien el da 6 de Noviembre de 1969, despus de presentar sus cartas credenciales como Embajador, reuni a los informadores y entre otras cosas, dijo: "Partidos polticos? No. De momento, segn los anhelos del pueblo, partido nico. Un partido no constituido an. De hecho estn disueltos los partidos"; "Garca Trevijano se ofreci incondicionalmente a asesorarles y que Guinea reconocida, le condecor, tiene relaciones de amistad con miembros de aquel gobierno y puede prestar su asesoramiento tcnico si alguno de ellos lo solicita.

El Gobierno, si lo estimase oportuno, podra recabar ese asesoramiento tambin". "En cuanta al Sr. Armijo tiene contactos guineanos con miras a sus facetas comerciales". (ABC, da 7 de Noviembre). En estas declaraciones el Embajador Nsu reconoce: que en ese tiempo yo no era asesor del Gobierno de Guinea Ecuatorial, contrariamente a lo que afirma en el dossier de que fui nombrado asesor en 1968; admite una diferencia entre la amistad con determinados ministros y mi actitud ante el Gobierno. Estas declaraciones de Esteban Nsu, el nico firmante del dossier, son hechas despus de mi primera visita a Guinea, en la que he recibido la condecoracin, he dado consejos tcnicos a mis amigos ministros que me lo han solicitado, pero conocen mi actitud de no asumir ni pretender ningn papel asesor ante el Gobierno, ni tcnico ni poltico.

Cuarta acusacin:

"El Sr. Garca-.Trevijano tambin tiene que ver, por sus consejos, en el desarrollo del tema de la "materia reservada".

Sin comentario.

Quinta acusacin:

Apelamos a las fuerzas integrantes de la oposicin espaola a que no sigan siendo cmplices del asesinato -verdadero genocidio- de ms de 90.000 guineanos en siete aos y del exilio de 130.000".

La realidad

Segn ras cifras proporcionadas por el Gobierno espaol y publicadas en todos los medios informativos en las fechas anteriores a la Independencia de Guinea, la poblacin total de este territorio era de 245.989, incluidos 40.000 nigerianos y 8.602 europeos. Luego la poblacin guineana era de 197.387.

Sexta acusacin:

"Discurso presidencial en el aeropuertos de Yaounde, y discurso presidencial en la cena ofrecida a S. E. el presidente Ahidjo.

La realidad:

En mi visita a Guinea en navidad y ao nuevo de 1970 aceptando la invitacin del Presidente, decido prestar mi asesoramiento al Gobierno solamente sobre asuntos tcnicos de poltica econmica de poltica internacional, y siempre que en cada caso me lo solicite. Intervengo en la redaccin de estos dos discursos, cuyos textos ntegros constituyen el documento nm. 7.

Sptima acusacin:

"Proyecto de decreto Ley para creacin de Infoge".

Proyecto de decreto Ley para regulacin del Comercio Exterior.

La realidad:

En marzo de 1969, es decir, cuando ningn contacto tengo con Guinea, el Ministro Jos Nsu, presenta a su Gobierno una mocin proponiendo la creacin de INFOGE (documento nm. 8).

En Diciembre de 1969, unos das antes de salir para mis vacaciones de navidad y ao nuevo en Guinea, el Embajador me entrega una carta del Secretario General del Ministerio de Asuntos Exteriores, Gaudencia Asumu, en la que, considerndome asesor del Embajador (y no del Gobierno), me solicita de esta forma indirecta que prepare un proyecto de Ley que regule el comercio exterior, de acuerdo con la poltica econmica implcita en la Exposicin de Motivos de la ley creadora del Banco Central (documento nm. 9). Como yo an no he decidido si voy o no a colaborar tcnicamente con el Gobierno de Guinea, me voy a ese pas sin llevar el proyecto de Ley que me solicitan.

Durante mis "vacaciones", partiendo de la realidad de Infoge que est funcionando, para huir de la burocracia, y dada la ausencia de cuadros tcnicos, fundo en un solo proyecto tanto la legalizacin de las actividades agrcolas que vena desarrollando Infoge, como la nacionalizacin de las principales partidas del comercio exterior de Guinea, redactando el proyecto de decreto-ley, que se acompaa como documento nm. 10, y que justamente nunca lleg a convertirse en ley, tanto por la irregular administracin econmica del mximo responsable de Infoge, Andrs Moiss (hoy jefe de A.N.R.D.), como por la presin que hicieron en aquel momento sobre la Presidencia los intereses colonialistas del cacao, capitaneados por el Vicepresidente, Bossio, para evitar la nacionalizacin del comercio exterior.

Octava acusacin:

"Esquema preliminar para la elaboracin del Plan de Desarrollo de Guinea Ecuatorial".

"Expedicin cientfica del Doctor Montoya".

"Endoso a favor del Sr. Garca Trevijano del contrato de Italcambio para la financiacin de los trabajos emprendidos respecto a un estudio de Guinea Ecuatorial y de la regin africana circundante"

La realidad:

El da 25 de Octubre de 1969, despus de mi corta visita a Guinea Ecuatorial, recibo una carta del Sr. Presidente de la Repblica solicitando mi ayuda para emprender la elaboracin de un Plan de desarrollo econmico (documento nm. 11). Si la tarea de preparar una Constitucin de independencia me ilusion, la de preparar un Plan de desarrollo para la emancipacin econmica de un pas africano era un desafo que ningn poltico del mundo poda rechazar.

En los medios solventes del Banco Mundial me informaron de que una financiacin para este fin requera la presentacin de un esquema preliminar que seala las directrices bsicas y al menos un inventario elemental de los recursos naturales del pas. Hablo con el Doctor Montoya, que ha realizado una expedicin cientfica por encargo del Gobierno venezolano con la misma finalidad. Se entusiasma con la idea de realizar este trabajo en Guinea, y marcha a este pas de acuerdo con el Gobierno para comprobar las posibilidades y el coste de una expedicin exploratoria y evaluatoria de los recursos naturales.

Cuando me entrevisto en mis "vacaciones" con el Sr. Presidente le informo de las gestiones realizadas en el Banco Mundial y de la primera impresin del Doctor Montoya. El Gobierno de Guinea tiene urgencia de acometer este estudio pero, a causa de los acuerdos monetarios y del clearing con Espaa, carece de una sola divisa para cubrir esta prefinanciacin del Plan de Desarrollo. La nica fuente de divisas inmediatas no destinada an a ningn gasto del presupuesto es el royaltie que devengar un contrato que el Gobierno ha firmado el da 13 de Septiembre de 1969 con la firma internacional "Italcambio" para la emisin de monedas de oro y plata conmemorativas de la Independencia. El contrato prev una emisin mxima de 127.500.000 pesetas, con un royaltie a favor del Gobierno del veinte por ciento, es decir. De 25.500.000 pesetas (documento nm. 12). Pero yo no intervine en este asunto y cuando en mi primera visita el ministro Masi consult mi opinin hice algunas reservas de orden tcnico, por no tener previsto un plazo de duracin. Por eso recibo una carta del Ministro del Interior con fecha 25 de Octubre pidindome que trate de mejorar el contrato (documento nm. 13).

Lo intento, y consigo aumentar a 27.000.000 la cifra del royaltie para el Gobierno y establecer un plazo de duracin. Es pues este contrato, en cuya concertacin y firma no he intervenido, el que se tiene en cuenta como base de financiacin cuando redact en esas "vacaciones", y sin ningn libro que poder consultar, el esquema del Plan de desarrollo econmico y social de Guinea Ecuatorial, que se acompaa como documento nm. 14.

Pero la crisis del dlar, y la espectacular subida del oro y la plata apenas iniciada la ejecucin del contrato por Italcambio, impide a esta firma continuar su cumplimiento, ya que al estar obligada a vender las piezas por su valor nominal y haber doblado el coste de los metales preciosos para su acuacin perdera indefectiblemente realizndolo. Intento que pese a todo se cumpla, pero la firma Italcambio tiene razn, el contrato prev una emisin mxima, pero no una emisin mnima obligatoria. An as intento indirectamente, a travs de la clusula nueve del contrato, defender los intereses del Gobierno, exigiendo cien series completas de las monedas de oro y doscientas de las de plata (documento nm. 15). Pero la empresa tiene razn, mi exigencia slo estara fundada si se realizasen las emisiones y se optasen por las monedas en lugar de los royalties. Estos documentos prueban que yo no he podido cobrar comisin alguna de una empresa que contrat durante mi alejamiento de los asuntos de Guinea, y a la que slo le he planteado luego problemas.

Pues bien, para cubrir el hueco que deja este incumplimiento justificado de Italcambio, en la financiacin de la expedicin cientfica que ya est en marcha y comprometida, y poder hacer frente a los pagos de ms de siete mil anlisis completos de muestras minerales, es por lo que se firma el contrato filatlico con el Sr. Prodanov, con el fin de destinar, como as se ha hecho, aquellos nueve millones a estos pagos previstos en el contrato. El Doctor Montoya me ha enviado la carta que se adjunta como documento nm. 16.

Novena acusacin:

"Informe sobre una nueva emisin de billetes guineanos.

La realidad:

Durante mi tercera visita a Guinea, en Abril de 1971, los expertos del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, destacados como asesores y tcnicos del Banco Central de Guinea, llevan un informe a la Presidencia felicitando al Gobierno por el xito del Banco Central y anuncindole la visita de una Delegacin del Fondo monetario para proponer determinadas medidas de poltica monetaria. El Sr. Presidente aprovecha mi presencia para pedirme al instante, y sin ms datos que los que me dan verbalmente el Ministro de Hacienda y el Gobernador del Banco Central, un dictamen sobre la paridad y convertibilidad de la peseta guineana, que tengo que improvisar el da 15 de Abril de 1971, elaborando el informe que se adjunta como documento nm. 17.

Sera verdaderamente absurdo que en las fechas a que se refiere la lista de asuntos contenida en el dossier (navidad de 1969 y ao nuevo de 1970) pudiera pensarse en una nueva emisin de billetes cuando el Banco Central llevaba apenas un mes de funcionamiento legal, y cuando los expertos suramericanos del Fondo Monetario destacados en Guinea haba ciertamente elaborado una crtica muy severa contra mi proyecto del Banco Central, por considerarlo poco ortodoxo, crtica que yo slo conoc cuando en Abril de 1971 el Sr. Presidente, al pedirme el informe a que se hace referencia en este apartado, me ense con satisfaccin la felicitacin de los mismos expertos, que haban rectificado su primera opinin.

Las dems acusaciones contenidas en la lista de trabajos, no s qu fundamento puedan tener. No recuerdo ni uno solo de los 52 puntos, distintos de los ya analizados anteriormente. Es muy posible que sobre algunos de ellos haya hablado con tal o cual ministro, pero de lo que estoy seguro es de que los enumerados en la hoja 2 y 3 de la lista no se refieren, en su mayor parte, a problemas existentes o planteados en mis "vacaciones" de la navidad de 1969.

La lista est fabricada a posteriori con algunos datos ciertos y con otros claramente inventados, como el de la contestacin al mensaje de S. S. el Papa, (es la primera noticia que me llega de que S. S. hubiese enviado algn mensaje al Presidente de Guinea), la contestacin a la nota publicada en el peridico ABC por el Ministro de Asuntos Exteriores espaol (el ex embajador Esteban se ha confundido, yo solamente le aconsej en la redaccin de la nota verbal de contestacin al Memorandum del Ministerio de Asuntos Exteriores de 28 de Noviembre de 1969), la contratacin de un Director para el Banco Nacional de Depsito y Desarrollo (que fue creado, como luego se ver, en Septiembre de 1970), la redaccin de la nueva Constitucin (que slo se plantea en 1973), mi nombramiento como abogado y asesor econmico (cuando en el prembulo del mismo dossier se dice que fui nombrado en 1968), la contratacin conmigo del estudio y elaboracin del Plan de desarrollo (cuando en el nmero 9 y 11 de la misma lista no slo se da por contratado sino adems financiado), la contratacin de tcnicos a que se refieren los nmeros 26, 27,29, 30, 39 y 45 de la lista (cuando en el prembulo del dossier se dice que fueron contratados antes del golpe de Marzo de 1969, en el tiempo que yo no tena relacin alguna con el Gobierno de Guinea), etc... etc... etc...

B. De tipo econmico

Primera acusacin:

Confeccion los Estatutos de los Bancos Central y de Comercio de Guinea Ecuatorial, de los cuales es el mayor accionista.

La realidad:

Antes he relatado la gnesis de mi proyecto que lleg a ser Ley del Banco Central, que se ha aportado como documento num. 5. Tanto en su Exposicin de Motivos, como en todo su articulado, especialmente en el artculo 1, se prescribe el carcter estatal, autnomo y de derecho pblico de esta institucin financiera, que a travs de la previsin contenida en el artculo 2 asegura la nacionalizacin del crdito. Este Banco Central adems es miembro de pleno derecho del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, cuyos expertos estn permanentemente destacados en la administracin tcnica de su funcionamiento. Es imposible que haya accionistas porque no hay acciones.

En cuanto Banco Comercial, el dossier me confunde con Paesa, Novais, Armijo y Mariano Robles, quienes intentaron en efecto tener un Banco comercial, a travs de la sociedad "Finguinea", como lo demuestra el documento nm. 4 de los aqu aportados.

El da 23 de Junio de 1970 me escribe el Ministro de Obras Pblicas, Don Jess Alfonso Oyono. Ante el fracaso de Andrs Moiss al frente de Infoge, y la paralizacin del proyecto que prepar para la nacionalizacin del comercio exterior, me solicita que redacte un proyecto para el Banco de Desarrollo (documento nm. 18). Pero antes de recibir esta carta, el da 11 de Junio de 1970, el Sr. Presidente me haba enviado un anteproyecto de los Estatutos del Banco Nacional de Depsito y desarrollo de Guinea Ecuatorial redactado por no s qu expertos o grupo financiero, pidindome mi opinin sobre el citado anteproyecto. Elaboro un breve informe que envo al Sr. Presidente por el conducto indicado (documento nm. 19). Y es este informe el que provoca la peticin del Ministro de Obras Pblicas para que proyecte un Banco de desarrollo. Redacto y envo el proyecto de Banco Nacional de Depsito y Desarrollo que se convierte en el decreto-ley de 24 de Septiembre de 1970 (documento nm. 20). El artculo 1 prescribe ya el carcter estatal, autnomo y de derecho pblico de esta institucin financiera, que tampoco puede dividir su capital en acciones, ni por tanto tener accionistas.

Segunda acusacin:

"Actualmente el Sr. Garca Trevijano tiene el monopolio de la exportacin y colocacin en los mercados "internacionales del caf y cacao guineanos, operaciones que se desarrollan principalmente en Belgrado, Zurich y Ginebra".

La realidad:

Basta repasar una a una las partidas del anuario de la Direccin General de Aduanas del Ministerio de Hacienda espaol, y las estadsticas oficiales del comercio exterior de Guinea con el resto del mundo, para acreditar que estas operaciones continan siendo desarrolladas por las mismas empresas y por los mismos circuitos que las realizaban antes de la Independencia. Ni una sola operacin ha sido efectuada por m, y se conoce oficialmente quienes las hacen. Por otra parte, el infantilismo y la ignorancia de los que inventan esta acusacin es de tal naturaleza que ni siquiera conocen los nicos centro o mercados internacionales donde se realizan las operaciones de caf y cacao, que son las bolsas de Londres, Nueva York, y el bolsn de Pars, sin que exista este mercado ni en Belgrado, ni en Zurich, ni en Ginebra.

Tercera acusacin:

"Por indicacin del Sr. Garca Trevijano al Presidente de la Repblica y al Ministro de Agricultura se cre el Instituto de Fomento de Guinea Ecuatorial, lNFOGE, encargado de las importaciones y exportaciones realizadas en el pas. Garca Trevijano era su representante nico en el exterior y la sede de dicha representacin estaba en el madrileo Paseo de la Castellana, nmero 106. Cuando dicho organismo fue suprimido en Guinea Ecuatorial el Sr. Garca Trevijano se hizo cargo de todas sus actividades, tanto en el interior como en el exterior, con un sueldo anual de 90 millones de pesetas".

La realidad:

Ya hemos visto en la contestacin a la sptima acusacin de tipo poltico la gnesis y las visicitudes de Infoge. Lo que funcion y mientras funcion fue ajeno a mis ideas y a mi presencia en Guinea, lo que yo proyect para Infoge, es decir la nacionalizacin de los principales productos de exportacin y de importacin no lleg a ponerse en prctica nunca. Mi despacho de Castellana es relativamente pequeo y en l desarrollo a pleno empleo mi actividad de abogado y mi actividad poltica. Dnde estn esos servicios comerciales para desarrollar el monopolio de todo el comercio de un pas? Quin de los constantes visitantes de mi despacho se han cruzado o visto en mi despacho a esos servicios comerciales? Con qu medios puedo hacerme cargo en el interior de Guinea de las actividades productivas y comerciales que tena Infoge habiendo visitado el pas solamente cinco veces en ocho aos? Dnde tengo acumulados los centenares de millones de ese fabuloso sueldo anual? Por otra parte, en el Ministerio de Comercio constan todas las estadsticas del Comercio exterior de Guinea, desde su Independencia hasta hoy. Y ah est justificado hasta el ltimo kilo de todo lo que ha salido y entrado en Guinea, porque la cuenta clearing con Espaa, impeda a Guinea Ecuatorial desarrollar su comercio con otros pases, por falta de divisas disponibles.

Cuarta acusacin:

"Asimismo el Sr. Garca Trevijano contact con la sociedad italiana Italcambio, para la acuacin de la peseta guineana en billetes y monedas, con una comisin sustanciosa".

La realidad:

Ya hemos visto al contestar a la octava acusacin de tipo poltico que yo intervengo ante Italcambio despus de la firma del contrato, como tambin hemos visto que este contrato nada tiene que ver con la emisin de billetes ni de monedas corrientes, sino simplemente con monedas conmemorativas" en oro y plata, de la Independencia.

Quinta acusacin:

"En 1973 fueron suprimidas las actividades comerciales privadas en Guinea Ecuatorial, siendo estatificadas, pero no por ello cambi el "status" del Sr. Garca Trevijano, que es el nico comerciante privado que tiene abiertos comercios en ciudades guineanas (Empresa Simonet) a nombre de su cuada Simone.

La realidad:

Desconozco que el comercio privado est estatificado, supongo que querrn decir estatalizado, pero desde luego hago pblica promesa de donacin al guineano que encuentre en Guinea, o en cualquier otra parte del mundo, de todo establecimiento comercial que figure a nombre de mi cuada Simone, sea de la empresa Simonet o de cualquier otra empresa.

Otras acusaciones fuera del dossier:

Acusaciones de Diario 16:

"Paga a la red de agentes de Macas, distribuidos por Europa. Corre con los gastos mdicos de personalidades guineanas en Espaa, incrementando considerable las facturas. Fue el proveedor exclusivo de los materiales de decoracin del Palacio presidencial, falsificando tambin las facturas" (20 de Octubre, Pg. 12). Respecto a las facturas mdicas y a la decoracin, un informe atribuido a la A.N.D.R. y publicado en la pgina 21 del nmero 3165 de Blanco y Negro, correspondiente al 30 de Octubre, dice: "es l quien suele correr con todos los gastos mdicos de las personalidades guineanas y sus familiares llegan enfermas a Espaa, aumentando considerablemente la factura que presenta al Gobierno. En estas actividades cuenta quiz con la colaboracin de un eminente mdico espaol, cuyo nombre omitimos de momento. Por otra parte, se hizo con la exclusiva en la decoracin del nuevo Palacio presidencia de Ekuku, en Bata, para lo que compraba los materiales en Madrid, pero falsificando etiquetas y facturas hacindolo pasar por material francs con lo que aumentaba el coste de modo desmesurado. Con este sistema sacaba una cantidad suplementaria adems de la comisin que legalmente le corresponda en virtud del contrato de exclusiva".

La realidad:

Se trata aqu de graves acusaciones de delitos perseguibles de oficio. Diario 16, y Blanco y Negro tendrn que probar lo que dicen para quedar a salvo de la querella por calumnias. Y esto le ser imposible, porque ni tengo el don de la ubicuidad que me permita realizar esta hazaa, estando adems sin pasaporte durante cuatro aos, ni he presentado jams factura mdica al cobro de nadie, ni el Palacio presidencial ha sido decorado ni provedo de materiales de decoracin, por empresa o persona relacionadas directa o indirectamente conmigo. Este ltimo punto de la decoracin lo tratar justamente al referirme a la empresa francesa que ha realizado la construccin del Palacio presidencial, que ha sido quien tambin lo ha decorado.

Acusacin de Guadiana:

En el nm. 78 de la Revista Guadiana, correspondiente a los das 26 de Octubre y 1 de Noviembre pasados, se afirma que "existe una concesin forestal "especial" de 150.000 hectreas a favor de la Compaa Forestal de Ro Muni, S. A., que maneja un tcnico suizo llamado Friedizk, con un francs asociado; su representante en Madrid es Garca Trevijano un portavoz de la A.N.R.D. manifiesta a Guadiana que esta concesin puede estar hecha en realidad a favor de Macas".

El informe atribuido a la A.N.R.D. publicado en Blanco y Negro, a que nos hemos referido antes, aade en este mismo sentido que controlo "igualmente la empresa estatal Explotacin forestal Ro Muni. La ltima concesin especial del Presidente Macas al Sr. Garca Trevijano ha consistido en 100.000 hectreas de explotacin forestal en el distrito de Nsok".

Adems el Sr. Javier Nart, en un artculo publicado en el nm.25 de la Revista Interviu, Pg. 13 Y 14, dice: "Punto y aparte en la lista de empresas actuando en Guinea Ecuatorial es la Compaa Forestal de Ro Muni. Dejemos al propio Gobierno de Macas que nos explique qu es esta compaa: "Compaa Forestal del Ro Muni es una compaa franco-Suiza. Tiene una concesin de 150.000 hectreas de bosque virgen en la parte sur oriental de Ro Muni por diez aos. Cuenta extraer un milln y medio de toneladas entre olume y otras especies que demanda el mercado" (Pg. 14 del secreto informe a la ONU por el Gobierno de Guinea). Quin est detrs de esta compaa, hoy la ms importante explotadora de madera en Guinea?. Segn Cruz Melchor Eya, la parte suiza corresponde a un supuesto millonario residente en Lausanne. La parte francesa es ms fcilmente localizable. "Compaa Forestal de Ro Muni pertenece en su casi totalidad a un sbdito francs llamado Jean-Pierre Noveau afirma Cruz Melchor Eya-. En esta compaa tiene importante participacin asimismo don Antonio Garca Trevijano''. Tenemos confirmacin oficial de que Don Antonio Garca Trevijano es socio de Simed y Compaa Forestal de Ro Muni", ha afirmado Don Esteban Nsu y Donato F. Ndongo Bdyogo. Los mtodos de explotacin utilizados por esta potente compaa han sido criticados duramente por el representante del A.N.R.D. Cruz Melchor Eya: Esta compaa al haber obtenido una concesin a plazo fijo, est acabando con el bosque de Guinea.

Lgicamente su inters es sacar la mayor cantidad de madera dentro del plazo de concesin, por lo que cortan madera a la mayor velocidad". Recientemente y debido, por lo visto, a un enfriamiento de relaciones con las autoridades, el director de la Compaa Forestal de Ro Muni, Patrick Suart, propuso a su to Jean-Pierre Noveau, la venta a la sociedad Tardiba. A tal fin, segn se nos ha informado recientemente, doa Simone Chouraky ha viajado a Guinea en compaa del jefe de Contabilidad de Tardiba a fin de repasar los libros de la misma, previamente al traspaso de la propiedad. Qu intereses en la compaa quedarn del seor Garca Trevijano tras esta operacin, es algo que ignoramos".

La realidad:

En la primavera del ao 1972, el problema ms acuciante para el Gobierno de Guinea Ecuatorial era el de las telecomunicaciones. No slo la red telefnica interior estaba prcticamente sin funcionar, por anticuada y deteriorada, sino sobre todo careca de comunicacin con el mundo exterior por la ausencia de un sistema de telecomunicaciones (telfono, radio, telex).

En una de las conferencias mundiales de telecomunicacin celebrada en Berna, el representante del Gobierno guineano que asisti a la misma (Ministro Masi), reciba la promesa de una ayuda oficial para la mejora del sistema de telecomunicaciones, para lo cual era necesario que una empresa de prestigio concurriera a un concurso internacional que se abrira con este fin. El Gobierno de Guinea tena que cubrir naturalmente la mayor parte de la financiacin. El Ministro del Interior, Sr. Masi, que asista a la Conferencia de Berna, me pidi que lo pusiese en contacto con alguna empresa de reconocido prestigio ante el organismo, para que presentara un proyecto participando en el concurso; Lo puse en contacto con la principal empresa francesa de telecomunicaciones en Gabn y Camern, porque estara en mejores condiciones que ninguna otra para realizar la oferta ms barata.

Esta empresa acept el asunto, pero necesitaba garantas financieras firmes para los pagos aplazados, ya que el Gobierno de Guinea careca de divisas para hacer frente a los mismos. El problema era insoluble. Pero la misma compaa francesa de telecomunicaciones propuso una solucin. Como la nica materia prima exportable de Guinea, no sometida a los acuerdos comerciales con Espaa, era la madera, si una empresa forestal con solvencia financiera diese su garanta, con las divisas previstas en sus exportaciones, e