textos para analizar

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Existe en el mundo tres clases de personas: los Altos, los Medianos y los Bajos. Se han subdividido de muchos modos, han llevado muy diversos nombres y su número relativo, así como la actitud que han guardado unos hacia otros, ha variado de época en época; pero la estructura esencial de la sociedad nunca ha cambiado. Los fines de estos tres grupos son inconciliables. Los Altos quieren quedarse donde están. Los Medianos tratan de arrebatarles sus puestos a los Altos. La finalidad de los Bajos, cuando la tienen, consiste en abolir todas las distinciones y crear una sociedad en que todos los hombres sean iguales. Así, vuelve a presentarse continuamente la misma lucha social. Durante largos períodos, parece que los Altos se encuentran muy seguros en su poder, pero siempre llega un momento en que pierden la confianza en sí mismos o se debilita su capacidad para gobernar, o ambas cosas a la vez. Entonces son derrotados por los Medianos, que llevan junto a ellos a los Bajos porque les han asegurado que ellos representan la libertad y la justicia. En cuanto logran sus objetivos, los Medianos abandonan a los Bajos y los relegan a su antigua posición de servidumbre, convirtiéndose ellos en los Altos. De los tres grupos, solamente los Bajos no logran sis objetivos ni siquiera transitoriamente. Y aunque sería exagerado afirmar que en toda la Historia no ha habido progreso material, ninguna reforma, ni revolución alguna ha conseguido acercarse ni un milímetro a la igualdad humana. ORWELL, George "1 984" LA ÚNICA ALTERNATIVA: LA PARTICIPACIÓN Ante la crisis social, económica y política que está atravesando nuestro país, ha llegado el momento de que todos los ciudadanos reflexionemos acerca de cuáles son las alternativas para no quedar sumergidos en un quietismo destructor. Si analizamos la historia de los pueblos podemos encontrar múltiples maneras de reaccionar frente a una situación límite. Ellas pueden ser: la violencia, la participación con propuestas, la evasión a otras realidades, la indiferencia, la crítica sin sustento, la resignación, la mística y muchas más. Considero que a opción viable es que todos comencemos a despertar dispuestos a asumir una actitud solidaria y a participar, de todas las formas posibles, en comisiones vecinales, clubes, asociaciones, grupos de amigos, ámbitos familiares, aborales y académicos.

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Existe en el mundo tres clases de personas: los Altos, los Medianos y los Bajos. Se han subdividido de muchos modos, han llevado muy diversos nombres y su nmero relativo, as como la actitud que han guardado unos hacia otros, ha variado de poca en poca; pero la estructura esencial de la sociedad nunca ha cambiado.Los fines de estos tres grupos son inconciliables. Los Altos quieren quedarse donde estn. Los Medianos tratan de arrebatarles sus puestos a los Altos. La finalidad de los Bajos, cuando la tienen, consiste en abolir todas las distinciones y crear una sociedad en que todos los hombres sean iguales. As, vuelve a presentarse continuamente la misma lucha social. Durante largos perodos, parece que los Altos se encuentran muy seguros en su poder, pero siempre llega un momento en que pierden la confianza en s mismos o se debilita su capacidad para gobernar, o ambas cosas a la vez. Entonces son derrotados por los Medianos, que llevan junto a ellos a los Bajos porque les han asegurado que ellos representan la libertad y la justicia. En cuanto logran sus objetivos, los Medianos abandonan a los Bajos y los relegan a su antigua posicin de servidumbre, convirtindose ellos en los Altos.De los tres grupos, solamente los Bajos no logran sis objetivos ni siquiera transitoriamente. Y aunque sera exagerado afirmar que en toda la Historia no ha habido progreso material, ninguna reforma, ni revolucin alguna ha conseguido acercarse ni un milmetro a la igualdad humana.ORWELL, George "1 984"

LA NICA ALTERNATIVA: LA PARTICIPACINAnte la crisis social, econmica y poltica que est atravesando nuestro pas, ha llegado el momento de que todos los ciudadanos reflexionemos acerca de cules son las alternativas para no quedar sumergidos en un quietismo destructor.Si analizamos la historia de los pueblos podemos encontrar mltiples maneras de reaccionar frente a una situacin lmite. Ellas pueden ser: la violencia, la participacin con propuestas, la evasin a otras realidades, la indiferencia, la crtica sin sustento, la resignacin, la mstica y muchas ms.Considero que a opcin viable es que todos comencemos a despertar dispuestos a asumir una actitud solidaria y a participar, de todas las formas posibles, en comisiones vecinales, clubes, asociaciones, grupos de amigos, mbitos familiares, aborales y acadmicos.Por qu la participacin es una urgencia social? Porque es la nica garanta para legitimar el sistema democrtico, porque es una alternativa superadora de la violencia, porque a travs de ella la crtica se vuelve constructiva y se convierte en propuesta, porque nos salva de la locura que produce la impotencia, porque nos rescata de la inaccin que produce la indiferencia y es el mejor antdoto contra el veneno de la resignacin.Participar e nuestra obligacin tica frente a las nuevas generaciones, controando y condenando social y polticamente el accionar de ciertos dirigentes polticos, gremiales, empresariales y judiciales que, con perversa indiferencia frente al dolor, continan vulnerando el derecho constitucional de todo ciudadano para trabajar, educarse, cuidar su salud y vivir con dignidad.Ignacia Fuentes