testimonio periodÍstico

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EL TESTIMONIO PERIODÍSTICO 1. DEFINICIÓN DE TESTIMONIOS El testimonio es un antiguo género que los periodistas están volviendo a utilizar cada vez más en América Latina, tal como lo vienen haciendo también los antropólogos o sociólogos. El testimonio, en cualquiera de sus formas (autobiografías, memorias, diarios, confesiones, agendas, cartas, conversaciones), fue conocido desde muy antiguo en la literatura que hoy llamamos de “no-ficción”, es decir, de hechos reales. Cualquier relato histórico edificado a base de las impresiones y visión personal del autor encaja dentro del género testimonial. Es un privilegio del testigo dar fe de lo vivido o visto y relatarlo a los demás. Pero este testimonio sólo adquiere forma cuando el testigo inicia su narración diciente “estuve, vi, comprobé, hice, actué, soporté…”, etc. 1 Esta es la caracterización fundamental del testimonio: el uso activo y constante de la primera persona, y en todo caso de su plural de modestia (nos-nosotros). Es así que, Gargurevich define al testimonio como la “técnica de redactar hechos presenciados o vividos por el autor, exponiéndolos en primera persona para lograr mayor énfasis y/o dramatización de su calidad de testigo”. 1 Juan Gargurevich “Los Géneros Periodísticos” Pág. 151.

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Apuntes de la modalidad Examen de Grado que dirige Álex Urquidi en la Universidad Mayor de San Andrés (La Paz).

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Page 1: TESTIMONIO PERIODÍSTICO

EL TESTIMONIO PERIODÍSTICO

1. DEFINICIÓN DE TESTIMONIOS

El testimonio es un antiguo género que los periodistas están volviendo a utilizar

cada vez más en América Latina, tal como lo vienen haciendo también los

antropólogos o sociólogos.

El testimonio, en cualquiera de sus formas (autobiografías, memorias, diarios,

confesiones, agendas, cartas, conversaciones), fue conocido desde muy antiguo

en la literatura que hoy llamamos de “no-ficción”, es decir, de hechos reales.

Cualquier relato histórico edificado a base de las impresiones y visión personal del

autor encaja dentro del género testimonial. Es un privilegio del testigo dar fe de lo

vivido o visto y relatarlo a los demás. Pero este testimonio sólo adquiere forma

cuando el testigo inicia su narración diciente “estuve, vi, comprobé, hice, actué,

soporté…”, etc.1

Esta es la caracterización fundamental del testimonio: el uso activo y constante de

la primera persona, y en todo caso de su plural de modestia (nos-nosotros).

Es así que, Gargurevich define al testimonio como la “técnica de redactar hechos

presenciados o vividos por el autor, exponiéndolos en primera persona para lograr

mayor énfasis y/o dramatización de su calidad de testigo”.

Según Erick Torrico, “el testimonio consistente en el relato que hace una persona

(o varias) en su condición de protagonista o testigo, acerca de un hecho noticioso,

con todos los detalles que considere pertinentes”.

Cuando la intención del escritor es periodística, es decir, traslado de información a

un público lector, el testimonio está restringido normalmente a un hecho de

características de alto valor noticioso transcurrido en un espacio relativamente

corto de tiempo.

2. CLASES PRINCIPALES DE TESTIMONIOS

1 Juan Gargurevich “Los Géneros Periodísticos” Pág. 151.

Page 2: TESTIMONIO PERIODÍSTICO

Muchas veces ocurre que no siempre es el periodista quien tiene la suerte de

estar en el centro de los acontecimientos más importantes. Y también sucede que

aquel “testigo” tan importante que fue atrapado por el hecho de una noticia, carece

de la preparación necesaria para contar, redactar adecuadamente su historia.

Entonces en este caso se deberá recurrir a la intermediación del profesional que a

base de un tipo de entrevista logrará obtener la noticia.2

Gracias a estas consideraciones, Gargurevich plantea que el testimonio

periodístico puede dividirse en dos grandes grupos.

Testimonio directo: Es aquel relato publicado directamente tal y como lo

escribió y redactó el periodista o el testigo de la historia.

Testimonio indirecto: Es aquel en el que la persona o el testigo relata los

hechos al redactor y que éste escribirá en primera persona como si hubiera sido

redactados por el testigo. En este caso puede o no figurar el nombre del

profesional.

TÉCNICAS DEL TESTIMONIO DIRECTO E INDIRECTO

a) Testimonio directo

El testimonio periodístico no es una “historia de vida”, es sólo un breve trozo de

aquella historia que deberá contener elementos de interés para el lector

consumidor de periódicos. En ese sentido, está claro que en el momento de

escribir el testimonio directo, el redactor, el testigo o periodista, quien relatará la

historia, deberá manejar con soltura la redacción, la ortografía, la coordinación y la

estructura.

Es necesario considerar que el testimonio debe ser escrito de manera cronológica

y en todo caso, con una entrada inicial que resuma y resalte lo más importante del

texto (a modo de Lead). Se supone que sus valores noticiosos llamarán de

2 Juan Gargurevich “Los Géneros Periodísticos” Pág. 152.

2

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inmediato la atención del lector y en cuanto al estilo, éste dependerá de la

capacidad del redactor para ilustrar con palabras su experiencia.

Veamos a continuación un fragmento de uno de los testimonios más

famosos, el citado por Henrry M. Stanley.

“(…) Al fin encontramos el poblado mientras cientos de personas merodeaban,

podría decir miles, sin exageración. Parecería que estuviéramos en una gran

marcha triunfal. A medida que caminábamos, la muchedumbre nos seguía. Todas

las miradas convergían hacia nosotros. La expedición había terminado y el viaje

concluido parcialmente, pero yo, personalmente, tenía todavía otras diligencias

que hacer”.

Muchos años después, el periodista polaco Ryszard Kapuscinski escribía otro

testimonio en África, en situación distinta, naturalmente. Fue enviado por su

agencia a cubrir la guerra de Angola y redactó su experiencia –aparte de los

despachos diarios que enviaba a su central- en un libro de gran éxito. Kapuscinski

da cuenta aquí, con gran maestría, de los últimos momentos del régimen colonial

portugués, de los días de confusión que siguieron a la salida de las tropas de

Portugal y de la llegada de las avanzadas cubanas.3

Este es un fragmento:

(…) Durante todo el mes de septiembre me acostaba sin saber qué pasaría esa

noche ni al día siguiente. A mi lado se movían algunos tipos, reconocía sus caras.

Siempre nos encontrábamos sin intercambiar una sola palabra. No sabía qué

hacer. Al principio decidí estar alerta, no quería que me sorprendieran dormido.

Pero a medianoche la tensión disminuía y me dormía, vestido y con los zapatos

puestos en la gran cama maravillosamente hecha por Doña Cartagena”.

Los ejemplos de testimonios de profesionales son realmente incontables, nos dice

Gargurevich, y menores en cambio son los redactados por personajes que fueron

3 Juan Gargurevich “Los Géneros Periodísticos” Pág. 156.

3

Page 4: TESTIMONIO PERIODÍSTICO

“centro” de noticia en un momento determinado y cuya historia se publicó tal y

como lo escribió.

Debemos en este caso hablar del fenómeno de los testimonios de alto valor

periodístico. Al iniciarse el auge de las grandes revistas ilustradas como “Life”,

“París Match”, “Stern” y “Look”, se comenzó a pagar altos precios por los relatos

de protagonistas de aventuras periodísticamente rentables. Se llegó incluso a fijar

“tarifas” y en los Estados Unidos se estableció como referencia la opinión de los

editores de “Life” verdaderos expertos en evaluación de noticias y su mercado.4

Entre los testimonios más famosos, comprados, según Gargurevich, por revistas

de renombre es del marino Portugués Galvao Enrique, quien en 1961 se hizo

célebre por el rapto de nada menos que de un gran barco de pasajeros, como

forma de llamar la atención mundial sobre la dictadura de su país, la obra se

llamaba “Cómo me robé un Trasatlántico”. El testimonio fue adquirido por una

suma muy elevada por la revista francesa “París-Match” y luego revendido a otras

publicaciones.

En su oportunidad, la noticia de la captura del barco fue manejada de modo

sensacionalista por los diarios y se inicia una verdadera carrera por llegar primero

al puente de mando de Santa María y obtener la historia exclusiva.

b) Testimonio indirecto

El testimonio indirecto es aquel que normalmente lleva el epígrafe de “tal como lo

contó a…”. De otro modo, aun cuando sospechamos que quién figura como autor

no lo escribió, debemos asumir que lo hizo transformándose el relato en “directo”.4

El testimonio indirecto, es el relato hecho a un redactor que luego elegirá el género

testimonial como forma de expresión, de contar aquella historia a sus lectores.

Un claro ejemplo de lo que es el testimonio indirecto es “Relato de un náufrago”,

escrito y redactado por el periodista Gabriel García Márquez, la obra fue publicada

4 Juan Gargurevich “Los Géneros Periodísticos” Pág. 158.

4

Page 5: TESTIMONIO PERIODÍSTICO

en Colombia en 1955 en el diario “El Espectador” de Bogotá que posteriormente

sería publicado en forma de libro recién en 1970.

La historia fue escrita en febrero del año 1955, cuando se conoció la noticia de

que ocho miembros de la tripulación de un Destructor de la Marina Colombiana,

habían muerto ahogados, luego de caer del barco, en el Caribe, pero se supo

después que había sobrevivido uno, Luis Alejandro Velasco, personaje del

testimonio que recogió García Márquez.5

Para construir el relato lo primero que hizo García Márquez fue entrevistar al

protagonista, obtuvo una detallada información sobre sus vivencias y, en cierto

sentido llegó a “prestarse” su voz.

Aunque la obra es escrita por él, podemos oír al marinero Luis Alejandro

contándonos su historia, a esto es lo que se denomina el testimonio indirecto, el

redactor recopiló la información del protagonista y lo escribió en primera persona

como si lo hubiera redactado él propio testigo. Un ejemplo es este fragmento del

capítulo XII.

“Sólo después de estar nadando desesperadamente durante quince minutos

empecé a ver la tierra. Todavía estaba a más de un kilómetro. Pero no me cabía la

duda que era la realidad y no un espejismo. El sol doraba la copa de los

cocoteros. No había luces en la costa. No había ningún pueblo, ninguna casa

visible desde el mar. Pero era tierra firme”.

En el prólogo de su libro, el escritor colombiano nos dice “en 20 sesiones de seis

horas diarias, durante las cuales yo tomaba notas y soltaba preguntas tramposas

para detectar sus contradicciones, logramos reconstruir el relato compacto y

verídico de sus diez días en el mar. Era tan minucioso y apasionante, que mi único

problema literario sería conseguir que el lector lo creyera. No fue sólo por eso,

sino también porque me pareció justo, que acordamos escribirlo en primera

5 Ibid. Pág. 159.

5

Page 6: TESTIMONIO PERIODÍSTICO

persona y firmado por él. Esta es, en realidad, la primera vez que mi nombre

aparece vinculado a este texto”.

Este fragmento del prólogo de García Márquez, da cuenta que al momento de

escribir un testimonio es necesario entrar en contacto directo con el protagonista,

saber cuando nos dice la verdad y cuándo no, tomar nota de todo lo que nos

relata, ser minuciosos con los detalles y conseguir que todo el relato sea creíble

para el lector; según Barnet, esto dependerá del redactor profesional, periodista o

escritor ya que sus amplios conocimientos y su forma de presentación

garantizarán la autenticidad del relato.

Anteriormente habíamos hablado sobre los testimonios de alto valor periodístico,

aquellos que impactan, atraen y llaman la atención de la sociedad, historias

maravillosas de la vida real que no ocurren todos los días, que han llegado a ser

comprados por revistas de renombre.

Ahora es necesario mencionar la importancia que ha adquirido a lo largo de los

años el conseguir la exclusividad de los testimonios de renombre, ya que estos

llegaron a alcanzar su clímax en importancia para la sociedad.

Cuando el “Times” de Nueva York denunció formalmente el trato que la revista

“Life” había firmado con nada menos que 55 astronautas, tres de ellos irían a la

luna y no se sabía los nombres de los elegidos.

Pese al revuelo que provocó la denuncia, el trato siguió en pie y los astronautas

dirigidos por Neil Armstrong cobraron las jugosas sumas y se negaron a conceder

entrevistas, pues cada palabra suya pertenecía a las revistas mencionadas.

Algo parecido sucedió con dos sucesos que conmovieron a América Latina en

1972. A principios de ese año se supo que una joven alemana, Juliana Kapke,

había sobrevivido a un accidente de aviación en la selva peruana, luego de

caminar ocho días buscando ayuda. Apenas conocida la noticia, un enviado

especial de la revista alemana “Stern” viajó al hospital donde se reponía y le

compró el relato exclusivo. Al llegar a Lima, la joven Juliana no dijo una palabra

6

Page 7: TESTIMONIO PERIODÍSTICO

sobre lo ocurrido: todo era de “Stern”. Y ese mismo año, en diciembre, la noticia

de los sobrevivientes uruguayos que habían logrado sobrevivir más de dos meses

en Los Andes luego de un accidente aéreo gracias a que comieron carne humana,

cubrió las primeras páginas de todos los diarios del mundo. Aquí también se

repitió la historia; y una empresa editorial aseguró la exclusividad de la historia

para editar más tarde el conocido libro “Viven”.6

3. SISTEMATIZACIÓN DE LAS TÉCNICAS

El testimonio indirecto tiene varias posibilidades de tratamiento del hecho, sobre

todo en cuanto al método de asegurar veracidad de lo relatado por el testigo, a la

vez que abundar en información. A continuación citaremos algunas de las

técnicas que sugiere Juan Gargurevich y que fueron usadas por varios autores

como también por periodistas.

Primer caso: Testimonio simple, en el que un testigo relata el hecho a un redactor

que lo trascribirá luego lo redactará. El ejemplo más claro es el citado de García

Márquez.

Segundo caso: Autobiografía de personajes representativos, con testimonios

paralelos de otros personajes que opinan, prueban o desmienten lo aseverado por

el testigo principal.

Como ejemplo citaremos principalmente el trabajo de Miguel Barnet “Canción de

Rachel”, éste contiene un apéndice sumamente útil en el que el autor habla sobre

su trabajo y sobre lo que el llama “novela-testimonio”, el nos dice: …El informante,

el protagonista, el personaje, el sujeto, como quiera nombrársele al objeto de

trabajo, debe ser lo primero a tomar en cuenta”.

“Ya con el personaje a mano, habría que dar el segundo paso. Y éste es la

indagación histórica, la documentación, la lectura, el conocimiento de la época y

de los momentos históricos, los hechos sociales en que éste se vio comprometido.

Un serio estudio de la época, y lo científico, es fundamental” Y añade:

6 Juan Gargurevich “Los Géneros Periodísticos” Pág. 161.

7

Page 8: TESTIMONIO PERIODÍSTICO

“Propónense un desentrañamiento de la realidad, tomando los hechos principales,

los que más han afectado la sensibilidad de un pueblo y describiéndolos por boca

de uno de sus propagandistas más idóneos”.

Sobre la conversación misma, dice Barnet: “La grabadora es útil en este caso,

mucho más útil que la nota tomada en ficha. Porque la grabadora recoge el ritmo y

la secuencia de la narración. La grabadora, además, me ha servido para recoger

aquellos pasajes que parecerían producto de la fantasía sino fuera porque están

grabados y la voz del informante los testifica”.7

“Luego de recopilado todo el material”, dice más adelante Barnet, “que es la fase

yo diría más excitante, viene la organización, clasificación y redacción del mismo,

la benedictina tarea de releer las anotaciones. Es el momento de perfeccionar la

crítica de los materiales, del desglose. Comienza el estudio. Esta es la parte

engañosa. El núcleo del estudio”.

Tercer Caso: Un solo hecho relatado por varias personas. A este método se le ha

llamado unas veces “contrapuntístico” y otras “Rashomon”. Entre los trabajos más

conocidos está “el libro de los doce”, de Carlos Franqui, que relata la aventura de

cada uno de los doce sobrevivientes del desembarco en Cuba luego de viajar

desde México en el yate Grama.

Dentro de este caso podrían estar también los trabajos de Oscar Lewis “Los hijos

de Sánchez” y “La vida” estructurados sobre la base de autobiografías múltiples,

es decir, miembros de una familia que cuentan sus historias por separado; y es el

lector quien compara.

Cuarto caso: Biografía de un personaje lograda en base a testimonios de

personas que lo conocieron, incluyendo a veces la ubicación de contextos en cada

etapa de la vida del sujeto central.

7 Juan Gargurevich “Los Géneros Periodísticos” Pág. 163.

8

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Citaremos como ejemplo principal el libro “Gracias a la vida”, testimonio de la vida

de la folklorista chilena Violeta Parra, compuesto a base de múltiples entrevistas

por Bernardo Subircaseux y Jaime Londoño.

Para reconstruir la vida de Parra, dicen los autores en el prólogo de su obra,

tuvieron que conseguir los testimonios de casi medio centenar de informantes

directa o indirectamente relacionados con la folklorista. Luego produjeron a una

primera selección y distribución cronológica del material. En la variedad de los

testimonios regidos, dicen ellos, introdujeron la presencia constante de Violeta,

quien a través de sus observaciones fue confirmando o corrigiendo lo señalado

por los informantes.

Por último, mediante extractos de noticias, anuncios y entrevistas, intentaron

integrar al texto un correlato histórico, pero que el mismo estuviera más bien

sugerido y que no fuera ajeno sino íntimamente ligado a la vida de la

protagonista.8

Quinto caso: Explicación global del fenómeno social o político a base de

testimonios diversos. El ejemplo más claro es justamente “La guerrilla tupamara”

de María Esther Gilio, obra premiada por la “Casa de las Américas”. Para explicar

el movimiento tupamaro, la periodista uruguaya reunió varios trabajos suyos

publicados en diversas épocas en diarios en los que mostraba crudamente la

realidad social del país colombiano, culminando con una entrevista a un dirigente

de la guerra urbana.

4. TESTIMONIOS Y CIENCIAS SOCIALES

El testimonio a pesar de tratarse de una disciplina distinta al periodismo, ha

llegado a lo largo de los años a refinar sus métodos de redacción y de recolección

de información, hasta lograr gran confiabilidad en la veracidad del trabajo y llegar

a ser parte de lo que hoy es el género periodístico.

8 Juan Gargurevich “Los Géneros Periodísticos” Pág. 164.

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Según Gargurevich, los primeros testimonios directos redactados con intención

periodística fueron probablemente publicados en los Estados Unidos. Uno de los

más conocidos fue el que escribió el periodista Henry Mortón Stanley en 1871

cuando viajó al África en busca del legendario doctor Levingstone y por encargo

del diario “The New Cork Herald”.

Luego de un arduo y fatigoso viaje relatado íntegramente en primera persona.

Stanley encontró al médico y dejó testimonio de su encuentro con un artículo que

resultó ser una noticia sensacionalista, a la vez que una obra maestra del género.

Otro testimonio periodístico ya clásico es el que relató Jack London sobre el gran

terremoto y posterior incendio en San Francisco (EE.UU.).

A fines del siglo pasado, el periodismo norteamericano hacia ya uso común y

activo de este tipo de relatos, considerándolos complementarios de noticias de

gran envergadura, de vigencia periodística de varios días e incluso semanas.

Las ciencias sociales, en cambio tienen una fecha muy definida para el nacimiento

de la utilización de la técnica testimonial en la aparición del famoso libro “El

campesino Polaco en Europa y América” de W.I. Thomas en 1918.

La técnica se popularizó rápidamente con el nombre de Historias de Vida (“Life

Stories”) como la intención específica de que cada caso sea representativo de un

grupo mayor. Historias de vida eran autobiografías completas, muy detalladas.

Lo interesante es que aquellas historias de vida norteamericanas tenían por

entonces un cargado acento de denuncia social inevitable al mostrar de modo

directo, el drama de sectores sociales determinados identificados por personajes

representativos y luego de la Primera Guerra Mundial fueron abandonadas para

dar paso a otros métodos, especialmente estadísticos.9

En América Latina aparece la primera gran “Historia de vida” en el trabajo de

Ricardo Pozas. “Juan Pérez Jolote-Biografía de un Tzotzil”, y comienza a

mencionarse el género testimonio como técnica. Es el año 1952.

9 Juan Gargurevich “Los Géneros Periodísticos” Pág. 153,155.

10

Page 11: TESTIMONIO PERIODÍSTICO

Y más adelante Oscar Lewis consagra el género en su hoy célebre obra “Los hijos

de Sánchez” proponiendo una nueva especie literaria de realismo social gracias a

la grabadora de cinta, que permite que “Las personas sin preparación, sin

educación y hasta analfabetas puedan hablar de sí mismas y referir sus

observaciones y experiencias en una forma espontánea y natural”.

En aquellos años 50, el testimonio periodístico recobra vigor en América Latina

alcanzando su más alto nivel probablemente en el “Relato de un Naufrago”, relato

indirecto, es decir contado por un sobreviviente de un naufragio a un redactor, que

fue, en este caso García Márquez.

La institución cultural cubana “Casa de las Américas” consagra definitivamente el

testimonio cuando lo incluye, en 1969, en la lista de géneros a premiar. La primera

obra “testimonial” premiada fue “La Guerrilla Tupamara” de la uruguaya María

Esther Gilio, trabajo compuesto a base de reportajes y entrevistas que daban

realmente “Testimonio de cómo y por qué y con qué objetivo fue creado aquel

movimiento guerrillero cubano del Uruguay”.

5. EL LENGUAJE

Los testimonios originales padecieron, según algunos autores y Gargurevich, del

defecto de la intermediación del profesional que en aras de la historia de la

anécdota, sacrificó el lenguaje en que se expresaba realmente el testigo. En

ciencias sociales ocurrió lo mismo, hasta que el método de la grabadora en mano

solucionó el problema de la transcripción a la vez que la comprensión de la

necesidad de preservar el lenguaje, el modo de expresarse original.

En el periodismo se viene ya respetando el lenguaje popular. Como ejemplo

citaremos un párrafo del testimonio recogido por Hugo Vand Ordt en su obra

“Relato de un preso”.

…”Llego a la judicial. A las dos de la tarde me suben al cuarto piso y me meten en

un calabozo chiquito, un hueco donde hay más de doscientas personas. Cuando

11

Page 12: TESTIMONIO PERIODÍSTICO

gritan mi nombre, me pongo de pie y digo presente. El secretario del Tribunal me

dice que en quince minutos debo subir a la audiencia.

Comenzaba a repasar mi descarte cuando en eso nuevamente me llaman, ya no

era el secretario del tribunal sino un gil bien tiza…”.

Esta claro que sólo lectores que manejan el lenguaje popular entenderían la

historia, y lo mismo sucederá con testimonios de campesinos o inmigrantes

campesinos en una capital. En el caso de los trabajos editados como libro el

problema se resuelve colocando un vocabulario al final, pero en los testimonios

periodísticos no se usa este sistema.

6. EL TESTIMONIO EN RADIO, TELEVISIÓN Y PRENSA

EL TESTIMONIO EN RADIO

La charla es un formato bastante usual en la radiofonía, y aunque en todas sus

variantes ofrece algún tipo de información, su presentación más próxima a lo

periodístico es la testimonial.

La charla es un discurso o monólogo, generalmente breve. Al menos, si queremos

respetar mínimamente las exigencias del medio; deberá serlo: la conferencia o

disertación no es salvo casos muy excepcionales, un formato potable en radio. Se

estima que una charla, para ser oída con atención, no debe exceder de cinco

minutos10. Dentro de este formato podemos distinguir tres variantes.

- La charla expositiva : Es la más corriente; alguien que “habla por radio” con el

fin de explicar algo, divulgar conocimientos, dar consejos, etc. Es la forma más

sencilla y económica de emplear la radio y por eso la más usual; pero también

la menos radiofónica.

- La charla creativa : Una charla eminentemente universal. Debe establecer con

el oyente una comunicación humana y suscitar en él una respuesta personal.

Por su contenido y por su forma, no se propone comunicar una información, 10 M. Kaplún “Producción de Programas de Radio” Pág. 134.

12

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sino transmitir una vivencia despertando en el oyente su sentido de

participación y de responsabilidad.

- La charla testimonial : Otro género válido y eficaz; alguien que habla en

primera persona y comunica su propia experiencia directa: “Yo estuve ahí”…

“A mi me sucedió tal cosa”… “Yo estoy viviendo este problema”… Llega por

auténtica, por vivida, por real. A veces no es un libreto escrito sino la expresión

espontánea, el relato de alguien que vivió o está viviendo una situación, la

cuenta y reflexiona sobre ella. Su presentación es la más próxima a lo

periodístico.

El periodista de radio, en este caso, se limita a efectuar la presentación y el cierre

del testimonio, contextualizando el tema, identificando al charlista, cediéndole la

palabra y agradeciéndole, al final, por su participación. El radio periodista no hace

ninguna evaluación ni comentario.

El lenguaje de la charla testimonial debe ser claro y empático. Cuidando la

claridad en fondo y forma, procurando un lenguaje sencillo y concreto, la brevedad

será condición fundamental para mantener el interés del oyente.

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Page 14: TESTIMONIO PERIODÍSTICO

BIBLIOGRAFÍA

1. Juan Gargurevich “Los Géneros Periodísticos”

Quito, Belén, 1982 Pág. 151, 168

2. Gabriel García Márquez “Relato de un Naufrago”

Bogotá, Oveja Negra 1970

3. Mario Kaplún “Producción de Programas de Radio”

Colección Integran CIESPAL” 1978 Pág. 134

4. Jimmy García Camacho “La Radio por dentro y por fuera”.

5. Erick Torrico “Periodismo, apuntes teóricos técnicos”

La Paz, “Andina”, 1989 Pág.

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