test comprencion lectora

20
Ejercicio n.º 1 Hola! , contesta a las siguientes preguntas: ¡No olvides que solo dispones de 15 minutos para contestarlo! El honrado leñador Había una vez un pobre leñador que regresaba a su casa después de una jornada de duro trabajo. Al cruzar un puentecillo sobre el río, se le cayó el hacha al agua. Entonces empezó a lamentarse tristemente: ¿Cómo me ganaré el sustento ahora que no tengo hacha? Al instante ¡oh, maravilla! Una bella ninfa aparecía sobre las aguas y dijo al leñador: Espera, buen hombre: traeré tu hacha. Se hundió en la corriente y poco después reaparecía con un hacha de oro entre las manos. El leñador dijo que aquella no era la suya. Por segunda vez se sumergió la ninfa, para reaparecer después con otra hacha de plata. Tampoco es la mía dijo el afligido leñador. Por tercera vez la ninfa buscó bajo el agua. Al reaparecer llevaba un hacha de hierro. ¡Oh gracias, gracias! ¡Esa es la mía! Pero, por tu honradez, yo te regalo las otras dos. Has preferido la pobreza a la mentira y te mereces un premio. (Selecciona la respuesta correcta; pero, antes, debes poner el cronómetro en marcha) 1. ¿De qué era el hacha que sacó la segunda ninfa del agua?. De plata. De bronce. De hierro. 2. ¿A quién se le cayó el hacha al agua? A la ninfa. Al leñador. Al duende. 3. ¿Quién le recuperó el hacha al leñador? El hombre-rana.

Upload: lau-flower

Post on 12-Apr-2017

53 views

Category:

Education


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Test comprencion lectora

Ejercicio n.º 1

Hola! , contesta a las siguientes preguntas:

¡No olvides que solo dispones de 15 minutos para contestarlo!

El honrado leñador

Había una vez un pobre leñador que regresaba a su casa después de una jornada de duro trabajo. Al cruzar un puentecillo sobre el río, se le cayó el hacha al agua. Entonces empezó a lamentarse tristemente: ¿Cómo me ganaré el sustento ahora que no tengo hacha?Al instante ¡oh, maravilla! Una bella ninfa aparecía sobre las aguas y dijo al leñador: Espera, buen hombre: traeré tu hacha. Se hundió en la corriente y poco después reaparecía con un hacha de oro entre las manos. El leñador dijo que aquella no era la suya. Por segunda vez se sumergió la ninfa, para reaparecer después con otra hacha de plata. Tampoco es la mía dijo el afligido leñador. Por tercera vez la ninfa buscó bajo el agua. Al reaparecer llevaba un hacha de hierro. ¡Oh gracias, gracias! ¡Esa es la mía! Pero, por tu honradez, yo te regalo las otras dos. Has preferido la pobreza a la mentira y te mereces un premio.

(Selecciona la respuesta correcta; pero, antes, debes poner el cronómetro en marcha)

1. ¿De qué era el hacha que sacó la segunda ninfa del agua?. De plata. De bronce. De hierro.

2. ¿A quién se le cayó el hacha al agua? A la ninfa. Al leñador. Al duende.

3. ¿Quién le recuperó el hacha al leñador? El hombre-rana. La rana. La ninfa.

4. ¿De qué material estaba construida la primera hacha que sacó la ninfa del agua? De plata. De cobre. De oro.

Page 2: Test comprencion lectora

5. ¿Qué lugar estaba cruzando el leñador cuando se le cayó el hacha al agua? Un tunel. Un viaducto. Un puentecillo.

6. ¿De qué material estaba construida la tercera hacha que sacó la ninfa del agua? De madera. De acero. De hierro.

7. El leñador prefirió la pobreza a la ... Recompensa. A la mentira. A la verdad.

8. ¿Cuántas hachas le regaló la ninfa al leñador? Dos. Una. Tres.

9. ¿De dónde regresaba el leñador cuando perdió el hacha? De una jornada de duro trabajo. De unas vacaciones. De una excursión.

10. ¿Quién dijo :"Cómo me ganaré el sustento ahora que no tengo hacha"? El leñador. La ninfa. El guarda.

Page 3: Test comprencion lectora

Ejercicio n.º 2

Hola! , contesta a las siguientes preguntas:

¡No olvides que solo dispones de 12 minutos para contestar! Pasado este tiempo se reinicia la prueba.

Caperucita Roja

Había una vez una niña muy bonita. Su madre le había hecho una capa roja y la muchachita la llevaba tan a menudo que todo el mundo la llamaba Caperucita Roja.Un día, su madre le pidió que llevase unos pasteles a su abuela que vivía al otro lado del bosque, recomendándole que no se entretuviese por el camino, pues cruzar el bosque era muy peligroso, ya que siempre andaba acechando por allí el lobo.

Caperucita Roja recogió la cesta con los pasteles y se puso en camino. La niña tenía que atravesar el bosque para llegar a casa de la abuelita, pero no le daba miedo porque allí siempre se encontraba con muchos amigos: los pájaros, las ardillas...

De repente vio al lobo, que era enorme, delante de ella.

- ¿A dónde vas, niña? - le preguntó el lobo con su voz ronca.

- A casa de mi abuelita - le dijo Caperucita.

- No está lejos - pensó el lobo para sí, dándose media vuelta.

Caperucita puso su cesta en la hierba y se entretuvo cogiendo flores: - El lobo se ha ido -pensó-, no tengo nada que temer. La abuela se pondrá muy contenta cuando le lleve un hermoso ramo de flores además de los pasteles.

Mientras tanto, el lobo se fue a casa de la abuelita, llamó suavemente a la puerta y la anciana le abrió pensando que era Caperucita. Un cazador que pasaba por allí había observado la llegada del lobo.

El lobo devoró a la abuelita y se puso el gorro rosa de la desdichada, se metió en la cama y cerró los ojos. No tuvo que esperar mucho, pues Caperucita Roja llegó enseguida, toda contenta. La niña se acercó a la cama y vio que su abuela estaba muy cambiada.

- abuelita, abuelita, ¡qué ojos más grandes tienes!

- Son para verte mejor - dijo el lobo tratando de imitar la voz de la abuela.

Page 4: Test comprencion lectora

- abuelita, abuelita, ¡qué orejas más grandes tienes!

- Son para oírte mejor - siguió diciendo el lobo.

- abuelita, abuelita, ¡qué dientes más grandes tienes!

- Son para... ¡comerte mejoooor! - y diciendo esto, el lobo malvado se abalanzó sobre la niñita y la devoró, lo mismo que había hecho con la abuelita.

Mientras tanto, el cazador se había quedado preocupado y creyendo adivinar las malas intenciones del lobo, decidió echar un vistazo a ver si todo iba bien en la casa de la abuelita. Pidió ayuda a un serrador y los dos juntos llegaron al lugar. Vieron la puerta de la casa abierta y al lobo tumbado en la cama, dormido de tan harto que estaba.

El cazador sacó su cuchillo y rajó el vientre del lobo. La abuelita y Caperucita estaban allí, ¡vivas!

Para castigar al lobo malo, el cazador le llenó el vientre de piedras y luego lo volvió a cerrar. Cuando el lobo despertó de su pesado sueño, sintió muchísima sed y se dirigió a un estanque próximo para beber. Como las piedras pesaban mucho, cayó en el estanque de cabeza y se ahogó.

Escribe siempre con letra minúscula para contestar. Utiliza las palabras precisas. Cuida la ortografía y las tildes para validar las respuestas. Cualquier error de este tipo te dará la respuesta como mala.

En cuanto a Caperucita y su abuela, no sufrieron más que un gran susto, pero Caperucita Roja había aprendido la lección. Prometió a su abuelita no hablar con ningún desconocido que se encontrara en el camino. De ahora en adelante, seguiría las juiciosas recomendaciones de su abuelita y de su Mamá. Cuento Popular

Page 5: Test comprencion lectora

1. ¿Dónde vivía la abuelita de Caperucita? 2. Los pájaros y ¿qué otros animales se encontraba caperucita al cruzar el bosque?

3. ¿Cómo tenía la voz el lobo?

4. ¿De qué color era el gorro de la abuelita? 5. ¿A quién le pidió ayuda el cazador? 6. ¿Cómo llamó el lobo a la puerta? 7. ¿Quién pensó que no estaba lejos la casa de la abuelita de Caperucita? 8. ¿Qué hizo el lobo cuando se metió en la cama y se puso el gorro de la abuelita? 9. ¿Qué quería llevarle Caperucita a su abuelita, además de los pasteles? 10. Caperucita y su abuelita no sufrieron más que...

Page 6: Test comprencion lectora

Ejercicio n.º 3

Hola! , contesta a las siguientes preguntas:

¡No olvides que solo dispones de 12 minutos para contestar! Pasado este tiempo se reinicia la prueba.

El alforfón

Si después de una tormenta pasan junto a un campo de alforfón, lo verán a menudo ennegrecido y como chamuscado; se diría que sobre él ha pasado una llama, y el labrador observa:

-Esto es de un rayo-.

Pero, ¿cómo sucedió?

Les voy a contar, pues yo lo sé por un gorrioncillo, al cual, a su vez, se lo reveló un viejo sauce que crece junto a un campo de alforfón. Es un sauce corpulento y venerable pero muy viejo y contrahecho, con una hendidura en el tronco, de la cual salen hierbajos y zarzamoras. El árbol está muy encorvado, y las ramas cuelgan hasta casi tocar el suelo, como una larga cabellera verde.

En todos los campos de aquellos contornos crecían cereales, tanto centeno como cebada y avena, esa magnífica avena que, cuando está en sazón, ofrece el aspecto de una fila de diminutos canarios amarillos posados en una rama. Todo aquel grano era una bendición, y cuando más llenas estaban las espigas, tanto más se inclinaban, como en gesto de piadosa humildad.

Pero había también un campo sembrado de alforfón, frente al viejo sauce. Sus espigas no se inclinaban como las de las restantes mieses, sino que permanecían enhiestas y altivas.

-Indudablemente, soy tan rico como la espiga de trigo -decía-, y además soy mucho más bonito; mis flores son bellas como las del manzano; deleita los ojos mirarnos, a mí y a los míos. ¿Has visto algo más espléndido, viejo sauce?

El árbol hizo un gesto con la cabeza, como significando: «¡Qué cosas dices!». Pero el alforfón, pavoneándose de puro orgullo, exclamó:

-¡Tonto de árbol! De puro viejo, la hierba le crece en el cuerpo.

Page 7: Test comprencion lectora

Pero he aquí que estalló una espantosa tormenta; todas las flores del campo recogieron sus hojas y bajaron la cabeza mientras la tempestad pasaba sobre ellas; sólo el alforfón seguía tan engreído y altivo.

-¡Baja la cabeza como nosotras! -le advirtieron las flores.

- ¡Para qué! -replicó el alforfón.

-¡Agacha la cabeza como nosotros! -gritó el trigo-. Mira que se acerca el ángel de la tempestad. Sus alas alcanzan desde las nubes al suelo, y puede pegarte un aletazo antes de que tengas tiempo de pedirle gracia.

-¡Que venga! No tengo por qué humillarme - respondió el alforfón.

-¡Cierra tus flores y baja tus hojas! -le aconsejó, a su vez, el viejo sauce-. No levantes la mirada al rayo cuando desgarre la nube; ni siquiera los hombres pueden hacerlo, pues a través del rayo se ve el cielo de Dios, y esta visión ciega al propio hombre. ¡Qué no nos ocurriría a nosotras, pobres plantas de la tierra, que somos mucho menos que él!

-¿Menos que él? -protestó el alforfón-. ¡Pues ahora miraré cara a cara al cielo de Dios!

Y así lo hizo, cegado por su soberbia. Y tal fue el resplandor, que no pareció sino que todo el mundo fuera una inmensa llamarada.

Pasada ya la tormenta, las flores y las mieses se abrieron y levantaron de nuevo en medio del aire puro y en calma, vivificados por la lluvia; pero el alforfón aparecía negro como carbón, quemado por el rayo; no era más que un hierbajo muerto en el campo.

El viejo sauce mecía sus ramas al impulso del viento, y de sus hojas verdes caían gruesas gotas de agua, como si el árbol llorase, y los gorriones le preguntaron: -¿Por qué lloras? ¡Si todo esto es una bendición! Mira cómo brilla el sol, y cómo desfilan las nubes. ¿No respiras el aroma de las flores y zarzas? ¿Por qué lloras, pues, viejo sauce?

Escribe siempre con letra minúscula para contestar. Utiliza las palabras precisas. Cuida la ortografía y las tildes para validar las respuestas. Cualquier error de este tipo te dará la respuesta como mala.

Hans Christian Andersen

Page 8: Test comprencion lectora

1. ¿Qué sale de la hendidura del viejo sauce?2. ¿Desde dónde y hasta dónde alcanzan las alas del ángel de la tempestad? 3. ¿Qué cereal ofrece el aspecto de una fila de diminutos canarios amarillos posados en una rama? 4. ¿Quienes le contaron al viejo sauce la historia del alforfón? 5. El alforfón eran tan rico como la... 6. ¿Quién quemó al alforfón? 7. ¿Quién le dijo al alforfón que se acercaba el ángel de la tempestad? 8. El campo que estaba situado frente al viejo sauce estaba sembrado de... 9. ¿A qué árbol se refería el alforfón cuando decía que la hierba le crecía en el cuerpo? 10. Pasada la tormenta, ¿qué se abrieron y levantaron de nuevo en medio del aire puro?

Page 9: Test comprencion lectora

Ejercicio n.º 4

Hola! , contesta a las siguientes preguntas:

¡No olvides que solo dispones de 12 minutos para contestar! Pasado este tiempo se reinicia la prueba.

Fara y el viejo cocodrilo

Érase una vez dos hermanas, Rapela y Fara, que vivían en Madagascar y gustaban de jugar a la orilla del río. Tan sólo de vez en cuando la madre les daba permiso, pues muchos cocodrilos rondaban por aquellos parajes. Un día, tanto le suplicaron Rapela y Fara, que no supo la buena madre negarles el permiso; accediendo a sus preces, así las amonestó: -Vayan, pero guárdense de burlarse de Ikakinidriaholomamba. El viejo cocodrilo -añadió la madre- tiene muy mal talante y el peor de los genios; si se mofan él, las devorará.

Las dos hermanitas prometieron obedecer, y se fueron alegres para jugar con las piedras del río. Muy pronto Ikakinidriaholomamba asomó entre los cañaverales para distraer su ocio con el juego de las niñas; éstas lo vieron y como, en verdad, el viejo cocodrilo era enormemente feo, Fara, que había olvidado los consejos de su madre, exclamó: ¡Oh, oh, qué viejo está padre Cocodrilo! ¡Y qué cabeza tan hundida! ¡Y qué ojos tan hinchados! ¡Y qué vientre tan lleno de arrugas! ¡Y cuántas escamas tiene en su cuerpo! Por lo que Ikakinidriaholomamba, enfurecido, trepó hasta la orilla para alcanzarlas; mas ellas corrieron, ligeras como galgos, llegando salvas al hogar. -Bien, hijitas, bien -preguntó la madre- fueron prudentes y cautas, ¿no es cierto?-¡Oh, mamá! -contestó Rapela-. ¡El viejo Cocodrilo intentó zamparse a Fara!-¡Ah! -exclamó la madre moviendo la cabeza-. ¡Fara se habrá burlado de él! ¡Es menester saber moderar la lengua, hijitas mías! A la mañana siguiente, las hermanas retornaron al río y nuevamente emprendieron sus juegos con las piedrecillas de la orilla. Rapela se divertía mucho, sin cuitas de ningún género; mas Fara, intranquila con el recuerdo de las burlas del día anterior, contemplaba a Ikakinidriaholomamba que, ojos cerrados, permanecía tumbado a lo largo de un tronco de árbol. Era horriblemente feo, y Fara, sin poderse contener, se dijo de nuevo entre dientes: ¡Oh, qué viejo está padre Cocodrilo! ¡Y qué cabeza tan hundida!

Page 10: Test comprencion lectora

¡Y qué ojos tan hinchados! ¡Y qué vientre tan lleno de arrugas! ¡Y cuántas escamas tienen en su cuerpo! Mas esta vez fue la vencida, ya que el Cocodrilo le echó el diente y la engulló. En vano la desventurada Rapela imploró al monstruo para que le devolviese a su hermana; aquél se había sumergido ya en la corriente, dejándola triste y sin consuelo. Los padres de Fara corrieron a la orilla y, llegados al lugar, la madre así imploró al viejo Cocodrilo: -¡Oh, Mamba, devuélvenos a Fara! ¡En verdad ella fue muy mala, pero es tanta nuestra angustia que bien podrías devolvérnosla! A lo que Ikakinidriaholomamba respondió, imitando la voz de Fara: -Sí, sí, buena señora. Acudan en busca de su Fara. Pero Fara tiene la lengua muy larga. Busquen a Fara. ¡Y qué cabeza tan hundida! Busquen a Fara. ¡Y qué ojos tan hinchados! Busquen a Fara. ¡Y qué vientre tan lleno de arrugas! Busquen a Fara. ¡Y cuántas escamas tiene en el cuerpo! "Así hablaba la niña, ¿no es cierto?"La pobre madre quedó abatida ante tal réplica y, dirigiéndose a su marido, le dijo: -¡Háblale tú al Cocodrilo, a ver si lo convences! Entonces el padre de Fara gritó: -¡Oh, Mamba, devuélvenos a Fara! ¡En verdad, ella fue muy mala, pero es tanta nuestra desdicha que bien podrías compadecerte y devolvérnosla! Mas Ikakinidriaholomamba le respondió: " -Sí, sí, mi viejo. Acudan en busca de su Fara. Pero Fara tiene la lengua muy larga. Busquen a Fara. ¡Y qué cabeza tan hundida! Busquen a Fara. ¡Y qué ojos tan hinchados! Busquen a Fara. ¡Y qué vientre tan lleno de arrugas! Busquen a Fara. ¡Y cuántas escamas tiene en el cuerpo! "Así hablaba la niña, ¿no es cierto?"Los desventurados padres estaban descorazonados, cuando la madre propuso: -¿Y si le ofreciéramos algo a cambio de Fara? -Ofrezcámosle un buey -dijo el padre. Y la madre voceó: -¡Oh, Mamba! Un buey te daremos por Fara. Ikakinidriaholomamba se dirigió a su prisionera y le dijo: -Contesta a tu madre, que estoy muy cansado. Y Fara gritó: -¡Madre, mi buena madre, Mamba no quiere aceptar! Entonces el padre, mejorando la oferta, clamó: -¡Oh, Mamba, diez bueyes te daremos por Fara! Y Fara, nuevamente, gritó: -¡Padre, querido padre, Mamba no quiere aceptar!

Page 11: Test comprencion lectora

Rapela contempla a sus padres y ofrece: -¡Oh, Mamba, veinte bueyes te daremos, si me devuelves la hermana! Y Fara también esta vez contestó: -¡Rapela, mi dulce hermana, Mamba no quiere, no! Entonces la madre, desesperada, clamó fuertemente: -¡Oh, Mamba, cien bueyes te daremos por nuestra Fara! El viejo Cocodrilo, que era muy glotón, pensó que cien bueyes bien valían el rescate de una niña, y murmuró: -Bien, bien; me place la oferta; preparen los cien bueyes. Y Fara, llena de contento, desde el vientre del Cocodrilo contestó: -¡Madre, oh madre, Mamba aceptó ya!

Rapela y sus padres corrieron a la villa con harta turbación, porque ellos tan sólo poseían veinte bueyes. Fueron al encuentro de parientes y amigos, y éstos, para que no se menoscabara el rescate de Fara, les prestaron cuantos bueyes hubieron menester para completar la oferta.

Los aldeanos reunieron los cien bueyes y se dirigieron hacia la ribera. Así que el viejo Cocodrilo divisó al rebaño soltó a Fara para aproximarse a la orilla, pero los labriegos habían colocado a la cabeza del rebaño al toro más poderoso y feroz; éste se lanzó sobre Ikakinidriaholomamba y con sus enormes cuernos le vació los ojos; cundió el ejemplo y los demás bueyes lo pisotearon hasta darle muerte cruel. Así el viejo Cocodrilo halló un muy desgraciado fin, quedándose sin un solo buey por haber apetecido muchos. Cuando Fara, se vio nuevamente bajo el techo del hogar, se hizo el propósito firme de no hablar más de la cuenta en lo futuro y de medir las palabras en el resto de sus días.

Fara y el viejo cocodrilo Anónimo

Escribe siempre con letra minúscula para contestar. Utiliza las palabras precisas. Cuida la ortografía y las tildes para validar las respuestas. Cualquier error de este tipo te dará la respuesta como mala.

1. ¿Cuántas veces se metió Fara con el viejo cocodrilo?2. ¿Cómo tenía los ojos el viejo cocodrilo? 3. ¿Qué le imploró Rapela al viejo cocodrilo? 4. ¿Cuántos bueyes le ofreció el padre de Fara a

Page 12: Test comprencion lectora

Mamba en la segunda propuesta? 5. ¿Cómo decía el viejo cocodrilo que tenía la lengua Fara? 6. ¿Cuántos bueyes ofreció Rapela por la liberación de Fara? 7. ¿Quiénes reunieron los cien bueyes del acuerdo con el viejo cocodrilo para liberar a Fara? 8. ¿A quién colocaron los labriegos al frente del rebaño? 9. ¿Con qué parte de su cuerpo le vació los ojos el toro al cocodrilo? 10. ¿Qué propósito se hizo Fara para el resto de sus días?

Ejercicio n.º 5

Page 13: Test comprencion lectora

Hola! , contesta a las siguientes preguntas:

¡No olvides que solo dispones de 12 minutos para contestar! Pasado este tiempo se reinicia la prueba.

Cómo la sabiduría se esparció por el mundo

En Taubilandia vivía en tiempos remotos, remotísimos, un hombre que poseía toda la sabiduría del mundo. Se llamaba este hombre Padre Ananzi, y la fama de su sabiduría se había extendido por todo el país, hasta los más apartados rincones, y así sucedía que de todos los ámbitos acudían a visitarlo las gentes para pedirle consejo y aprender de él.

Pero he aquí que aquellas gentes se comportaron indebidamente y Ananzi se enfadó con ellos. Entonces pensó en la manera de castigarlos.

Tras largas y profundas meditaciones decidió privarles de la sabiduría, escondiéndola en un lugar tan hondo e insospechado que nadie pudiera encontrarla.

Pero él ya había prodigado sus consejos y ellos contenían parte de la sabiduría que, ante todo, debía recuperar. Y lo consiguió; al menos así lo pensaba nuestro Ananzi.

Ahora debía buscar un lugarcito donde esconder el cacharro de la sabiduría; y, sí, también él sabía un lugar. Y se dispuso a llevar hasta allí su preciado tesoro.

Pero... Padre Ananzi tenía un hijo que tampoco tenía un pelo de tonto; se llamaba Kweku Tsjin. Y cuando éste vio a su padre andar tan misteriosamente y con tanta cautela de un lado a otro con su pote, pensó para sus adentros:

-¡Cosa de gran importancia debe ser ésa!

Y como listo que era, se puso ojo avizor, para vigilar lo que Padre Ananzi se proponía.

Como suponía, lo oyó muy temprano por la mañana, cuando se levantaba. Kweku prestó mucha atención a todo cuanto su padre hacía, sin que éste lo advirtiera. Y cuando poco después Ananzi se alejaba rápida y sigilosamente, saltó de un brinco de la cama y se dispuso a seguir a su padre por donde quiera que éste fuese, con la precaución de que no se diera cuenta de ello.

Kweku vio pronto que Ananzi llevaba una gran jarra, y le aguijoneaba la curiosidad de saber lo que en ella había.

Page 14: Test comprencion lectora

Ananzi atravesó el poblado; era tan de mañana que todo el mundo dormía aún; luego se internó profundamente en el bosque.

Cuando llegó a un macizo de palmeras altas como el cielo, buscó la más esbelta de todas y empezó a trepar con la jarra o pote de la sabiduría pendiendo de un cordel que llevaba atado por la parte delantera del cuello.

Indudablemente, quería esconder el Jarro de la Sabiduría en lo más alto de la copa del árbol, donde seguramente ningún mortal había de acudir a buscarlo... Pero era difícil y pesada la ascensión; con todo, seguía trepando y mirando hacia abajo. No obstante la altura, no se asustó, sino que seguía sube que te sube.

El jarro que contenía toda la sabiduría del mundo oscilaba de un lado a otro, ya a derecha ya a izquierda, igual que un péndulo, y otras veces entre su pecho y el tronco del árbol. ¡La subida era ardua, pero Ananzi era muy tozudo! No cesó de trepar hasta que Kweku Tsjin, que desde su puesto de observatorio se moría de curiosidad, ya no lo podía distinguir.

-Padre -le gritó- ¿por qué no llevas colgado de la espalda ese jarro preciado? ¡Tal como te lo propones, la ascensión a la más alta copa te será empresa difícil y arriesgada!

Apenas había oído Ananzi estas palabras, se inclinó para mirar a la tierra que tenía a sus pies.

-Escucha -gritó a todo pulmón- yo creía haber metido toda la sabiduría del mundo en este jarro, y ahora descubro, de repente, que mi propio hijo me da lección de sabiduría. Yo no me había percatado de la mejor manera de subir este jarro sin incidente y con relativa comodidad hasta la copa de este árbol. Pero mi hijito ha sabido lo bastante para decírmelo.

Su decepción era tan grande que, con todas sus fuerzas, tiró el Jarro de la Sabiduría todo lo lejos que pudo. El jarro chocó contra una piedra y se rompió en mil pedazos.

Y como es de suponer, toda la sabiduría del mundo que allí dentro estaba encerrada se derramó, esparciéndose por todos los ámbitos de la tierra.

Anónimo

Escribe siempre con letra minúscula para contestar. Utiliza las palabras precisas. Cuida la ortografía y las tildes para validar las respuestas. Cualquier error de este tipo te dará la respuesta como mala.

Page 15: Test comprencion lectora

1. ¿Cómo se comportaron la gente de Taubilandia?2. ¿De que pensó privarle Pedro Ananzi a toda la gente de Taubilandia por su mal comportamiento?3. ¿Qué llevaba Pedro Ananzi la mañana que Kweku lo vio salir temprano de la casa? 4. ¿De dónde llevaba atado Pedro Ananzi la cuerda de donde pendía la Jarra de la Sabiduría? 5. ¿Qué árbol era donde Pedro Ananzi quiso esconder la Jarra de la Sabiduría? 6. ¿De dónde le recomendó el hijo de Pedro Ananzi a su padre que llevara colgada la Jarra de la Sabiduría? 7. ¿Cuántos pedazos se hicieron de la Jarra de la Sabiduría al chocar contra una piedra? 8. ¿Por dónde se esparció la sabiduría que estaba metida en la Jarra? 9. ¿Tenía Pedro Aninza que no tenía un pelo de tonto? 10. ¿Es verdad que Kweku le dio a su padre una lección de sabiduría?

FUENTE DE SUSTENTO TEST COMPRENCION LECTORA

http://reglasdeortografia.com/testcomprensi3ciclo05.html 26 DE NOVIEMBRE 9:23