tesis: el esquema econÓmico de la historia en …
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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
COLEGIO DE HISTORIA
EL ESQUEMA ECONÓMICO DE LA HISTORIA EN LUDWIG VON MISES
T E S I S QUE PARA OBTENER EL TITULO DE LICENCIADO EN
HISTORIA PRESENTA: JOSÉ BENIGNO XELHUANTZI MARTÍNEZ
ASESOR: DRA. MARIA EUGENIA ROMERO SOTELO.
MATRICULA: 403097564 E-MAIL: [email protected] NOVIEMBRE 2013
UNAM – Dirección General de Bibliotecas
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INTRODUCCIÓN
La idea de progreso ha sido casi siempre una idea noble por haber celebrado los principales logros occidentales en los campos de la filosofía, la religión, la ciencia y la historia, y noble, pero sobre todo, por lo que ha supuesto para los impulsos y aspiraciones de los creadores de la civilización occidental.
Robert Nisbet
Historia de la idea de progreso.
os tiempos actuales se presentan como un complejo bloque de acontecimientos que
suceden con una transformación radical y vertiginosa, que tal pareciera no existir un
hilo histórico donde se asienten las directrices del curso de los tiempos. Un nuevo
siglo ha comenzado, el fin del milenio dejó una basta herencia histórica, y los nuevos años
parecen inconexos y desordenados con una expresa oleada liberal en el pensamiento individual y
político, que parece mover con frenetismo la realidad conocida. El presente trabajo surge
entonces en este contexto, por la necesidad de indagar las estructuras del pasado directo, ahí
donde se cimentaron las ideologías y doctrinas fácticas de nuestra realidad. Sin embargo es claro
que el acceso a cualquier ideología identificada con el pensamiento capitalista, exige por
supuesto un acercamiento a las teorías y doctrinas económicas en las cuales se fundara el
modelo económico en boga, de ahí que para estudiar las posturas liberales contemporáneas en la
economía, sea necesaria una revisión en los aspectos y elementos de la ciencia económica, el
contexto histórico y los postulados liberales que irrumpieron decisivamente en el siglo XX.
Sobre todo porque el objeto de estudio para esta investigación se refiere a una revisión histórica
del contexto y el discurso liberal en los momentos más álgidos de la discusión entre
intervencionismo y liberalismo; en particular los postulados propuestos por el austriaco Ludwig
Von Mises.
L
INTRODUCCIÓN
2
El ocaso del llamado modelo de “planificación económica” y el colapso de los regímenes
socialistas en los 80s, abrieron el camino a un sistema, distinto al de la planificación de Estado y
a la división en bloques comerciales socialistas y capitalistas entre oriente y occidente. Las
consecuencias fueron perceptibles, se pasó a una realidad donde los nuevos tratados de libre
comercio viraron el rumbo de las relaciones comerciales, la economía tomó el curso
preponderante de las directrices microeconómicas y hasta el presente se observa que el desarrollo
en el consumo tiende a expandirse hasta límites insospechados. La división del trabajo,
especialización, tecnificación y el movimiento de capitales han alcanzado una coordinación y
sujeción a las economías mundiales, al grado que suele considerase que estamos insertos en los
lineamientos de una diacronía global mundial. La estandarización en la formación laboral y
educativa es tan real, como puede constatarse el generalizado dominio en las tecnologías
informáticas, la especialización laboral o la comunicación plurilingüe; cuya irrupción hubiera
sido impensable en el orden del pasado siglo XX, pero hoy marcan el rumbo de la civilización y
el status del progreso. Las viejas instituciones creadas por el Estado bajó las directrices
planificadoras del Welfare State, tal parece que han entrado en una seria desventaja comparadas
con los bienes y servicios ofrecidos por el sector privado. Y es que a parir del último cuarto del
siglo XX comenzaron a configurarse los primeros cambios en las formas laborales, económicas y
políticas; en general gran parte de la cultura empezó a separarse de las fórmulas conocidas. En
esta mención puede considerase que son muchas y muy variadas las vertientes que influyen
sobre este cambio cultural y civilizatorio, sin embargo el tema de la presente obra sólo se encarga
de ligar los cambios en las sociedades contemporáneas, a partir de los acontecimientos político-
económicos y los principios teóricos que introdujeron una nueva oleada liberal a los procesos
productivos, el consumo y las formas directivas en los usos de la iniciativa privada y la política
(quiénes tiempo atrás habían sido parte, del sistema planificador, benefactor y comunista del siglo
XX). En este sentido más que una explicación referente a la transformación del estado
planificador con el arribo de la revolución directiva o la enunciación de un juicio histórico-
comparativo entre el estado benefactor del sector público y las formas de acción del sector
privado, el fin de este trabajo se identifica con una revisión histórica sobre los orígenes más
remotos, que sentaron las bases ideológicas para la transformación del intervencionismo
económico gubernamental y la irrupción del nuevo liberalismo económico.
INTRODUCCIÓN
3
Las convergentes directrices en que se manifiesta el pensamiento liberal como el
monetarismo, la mercadotecnia, la administración de empresas y la publicidad, son tan sólo
distintas posturas donde se manifestaría el cambio y la transformación en la planificación
económica desarrollada por los gobiernos, durante la mayor parte del siglo XX. Por eso es una
realidad que la búsqueda del principio generador del liberalismo radical y los precedentes de la
revolución directiva, nos remiten directamente al peculiar “modelo científico” de Ludwig Von
Mises, quien al mezclar la sociología con la antropología-económica -a la sazón de una reforma
científica- construyera un modelo con el enfoque del comportamiento humano, generador de una
corriente sui generis en las ciencias económicas.
Del mismo modo la revisión histórica sobre el pensamiento liberal, al nacer éste como una
teoría crítica, nos sugiere la existencia de una tesis previa que hiciera posible la dicotomía
dialéctica del liberalismo. Este supuesto concepto que confronta a la teoría liberal, al parecer es el
conjunto de acciones y condiciones identificadas por las prácticas y estrategias de grupos sociales,
económicos y del gobierno conocidas en conjunto como intervencionismo político; y es que en la
primera manifestación liberal del siglo pasado, el cambio radical se llevó a cabo con los
movimientos de grandes grupos (ya fueran uniones partidistas nacionalistas, liberales, socialistas,
sindicalistas o asociaciones industriales). La participación y defensa de los ciudadanos bajo el
amparo de grupos de presión, eran asociaciones que pugnaban por reformas, concesiones y
nuevas prácticas en la economía y la política internacional. La acción de estos grupos junto con la
deplorable situación en la que se encontraba Europa después de los periodos bélicos, pueden
considerarse los factores fundamentales para la aparición de programas políticos aplicados por
lideres partidistas; que emprendieron la aplicación no sólo de planes de relanzamiento económico,
sino la creación de instituciones y legislaciones que preveían por primera vez, asuntos básicos
para los trabajadores y la población en general. La historia universal reconoce este periodo, como
el de los grandes cambios, surgidos del protagonismo de Estado; comenzando por el Progresismo
y la Reforma Social Liberal, hasta la Revolución Keynesiana. En este sentido los elementos y
preceptos contenidos en los programas políticos de la época, son la tesis histórica sobre la cual se
erige la crítica y advertencia liberal misesiana en calidad no sólo de un juicio particular, sino de
un discurso con alcances teleológicos y universales.
Con todos estos antecedentes es como puede plantearse el análisis al modelo misesiano
dentro de la dialéctica del intervencionismo-liberalismo, cuyo objetivo es conocer una visión
INTRODUCCIÓN
4
histórica no sólo sobre el liberalismo en el siglo XX y las formas del intervencionismo de Estado,
sino además una estimación seria y profunda sobre las naturalezas de ambas posturas, y un
acercamiento al supuesto antagonismo que el liberalismo económico manifiesta con el poder que
atenta contra el libre mercado.
Debe considerarse que el liberalismo en esta obra es manejado en las proporciones de una
generalización o construcción ideológica a partir de los elementos en que se fundan los actos
económicos según el sistema de mercado; en particular es una interpretación que trata de
principios fundamentales pero con procesos de acción cambiantes, no conceptualiza una teoría
económica, ni política, apodíctica o perdurable. Es por eso, que aparte de considerar las raíces
históricas más profundas del liberalismo y el intervencionismo en el siglo XX, se tendrá al final
de la obra una visión general sobre la dialéctica de ambas ideas generales y su posición en el
proceso histórico. Esto podrá observarse con el resultado del supuesto ocaso praxeológico con el
que Mises creyó leer el curso de su tiempo.
HIPÓTESIS Y OBJETIVO
La filosofía de la historia es una compleja percepción de la historia que si bien implica,
investigación erudita, conocimiento e interpretación en distintos niveles, se distingue de la
historiografía misma, por que esta última realiza una investigación sobre los hechos de un
protagonista histórico en particular, bajo una temporalidad y espacialidad específica y de corto
alcance; mientras que la primera es el discurso resultante de aquellos personajes que han
intentado ordenar las ideas y los actos de los individuos en un plan univoco, con una tendencia
finalista, en el que el protagonista de su trama es una objetivación colectiva. En la actualidad el
estudio de la filosofía de la historia al parecer representa una corriente concluida, cuya revisión
únicamente sirve para constatar que los esquemas de explicación, generales o individuales, de
larga duración han quedado atrás. A pesar de la percepción inmediatista y relativista que las
tendencias actuales puedan representar, en la actualidad parece necesario derribar ciertas barreras
que impiden una visión expansiva de la filosofía de la vida. Si se revisan cuidadosamente los
conceptos teóricos de filosofía de la historia, puede encontrarse que lo que se entiende por
filosofía no esta cercado por una ortodoxia interpretativa sobre los caracteres axiológicos o
INTRODUCCIÓN
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deontológicos humanos. William H. Dray1 explica que el objeto del historiador en su labor
indagatoria, está identificada con la individualidad del hecho o del acontecimiento, para
establecer el primer acercamiento comprensivo que antecede a un juicio en términos más amplios.
(Éste puede decirse que es un segundo nivel o también identificado por una historia estructural de
larga duración)2. Habitualmente las perspectivas de la filosofía de la historia fueron entendidas
por un magno esquema de comprensión, que comprende la acción y fin último de un periodo
histórico en base a un plan general, donde se mueve una trama progresiva o regresiva vinculada
con conceptos axiológicos, científicos, artísticos y demás. Puede decirse que las ideas directivas
de un plan general, tampoco han pasado por alto los principios económicos manejados por las
filosofías del progreso material.
De acuerdo a la interpretación histórica se clarifica que liberalismo e intervencionismo, -
sistemas que se suponen irremediablemente antagónicos- manifiestan un comportamiento
dialéctico en la temporalidad histórica que de acuerdo a la lógica de la existencia, no puede darse
la existencia de uno sin la contrastación del otro. Es por eso que la indagación histórica de este
trabajo, además de realizar una revisión sistemática a los objetos de estudio y la estructura
metodológica de la obra misesiana, pretende ir más lejos e interpretar el hilo conductor, que se
identifique con una filosofía de la historia vinculada al pensamiento liberal. De antemano se tiene
confianza en este cometido, por la naturaleza de las obras del teórico austriaco, que además de
contener un esquema de conocimiento bastante amplio, exista en la mayoría de sus escritos un
discurso liberal con una postura crítica y preventiva de su temporalidad. Esto es que nos presenta
un juicio explicativo en términos más amplios, con la generalización de condiciones que
adscriben una tendencia colectiva.
Si pretende hablarse de un objetivo general, ese debe entenderse con la presentación de un
cuadro histórico Misesista, dentro de los márgenes del pensamiento capitalista y sus elementos
económicos. Una postura que nos refiera a ciertos modelos y etapas económicas enlazadas con un
nexo causal y consecuencial en los estadíos identificados como liberalismo e intervencionismo,
con puntos de inflexión progresivos, regresivos etc. La razón está en que la filosofía misesiana se
explica en términos que van más allá de las nociones de ciclo o la enunciación de teorías acerca
de elementos económicos. Esto se percibe por que la llamada ciencia de la Cataláctica o acción
1 Vid, William H. Dray (1953), Filosofía de la historia, Capítulo V. 2 Braudel, Fernand (1990), La historia y las ciencias sociales, p.123.
INTRODUCCIÓN
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1 Las bases del análisis deductivo cataláctico. Interpretación cataláctica del intervencionismo.
Interpretación cataláctica de la revolución keynesiana.
2 Cuadro económico de la historia y su tendencia regresiva.
Periodo de la economía progresiva (plenitud praxeológica)
Periodo de economía intervenida. (era de caos
praxeológico)
Periodo de economía estática (Él ocaso de la
Praxeología)
Acercamiento a los principios de la perspectiva liberal económica
en el temprano siglo XX.
Acercamiento a los principios de la perspectiva “intervencionista”: la naturaleza económica del progresismo, la reforma social y la revolución keynesiana.
3. DIALÉCTICA LIBERALISMO | INTERVENCIONISMO
económica, guarda una explicación económica apegada a principios sociológicos y
antropológicos;3 que en conjunto se fusionan con los principios heredados de la escuela austriaca
de economía también llamada psicológica. Además en la visión misesiana no escapan las
explicaciones teleológicas, más allá de las definiciones sobre el comportamiento económico.
Teniendo en cuenta estos elementos, debe esperarse del modelo austriaco una visión conjunta,
universalista y general de la realidad, una exhortación de los tiempos y el compromiso con una
alternativa al desenlace entre la confrontación liberal e intervencionista.
NIVELES DE CONOCIMIENTO
3 La erudición misesiana se percibe en la variante de contenidos existentes su obra, con apreciaciones que van desde conceptos morales, culturales, sociales, y hasta religiosos todos en función a las relaciones económicas del utilitarismo pragmático presentes en el capitalismo de libre mercado.
INTRODUCCIÓN
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MÉTODO Y TRATAMIENTO
El método planteado para la indagación histórica en cuestión es uno seguido por un
análisis inductivo para alcanzar a comprender los complejos bloques históricos e ideológicos en
los que se mueve tanto el liberalismo, como el intervencionismo, ambos en una misma
temporalidad. Para la comprensión del contexto histórico intervencionista donde irrumpen los
nuevos recursos y la representatividad del gobierno, se procedió a la interpretación de las fuentes
bibliográficas relacionadas con la historia en el siglo XX, historias del pensamiento y en
particular la historia de Austria. Para considerar el contexto de la ciencia económica en Europa y
Viena, se realizó con una revisión a los conceptos y elementos de la economía neoclásica así
como las diferencias en los puntos fundamentales del marginalismo austriaco; enclave
epistemológico, cardinal para la comprensión de la ideología liberal neoclásica.
La interpretación de la postura liberal misesiana, se obtiene mediante un análisis
deductivo a las obras cardinales del periodo de entreguerras. Entre las que se encuentran: Teoría
del dinero y crédito 1912, El socialismo 1922, Crítica del Intervencionismo 1929, o La acción
humana 1940 por mencionar algunas. En estas fuentes se identifican y ordenan los objetivos, así
como los caracteres formativos y epistemológicos de la ciencia misesiana que contribuyen a
exponer una explicación de la doctrina económica-liberal en general. Éste planteamiento arroja la
inminente pregunta ¿porqué los estudios con enfoque económico manejados por Ludwig Von
Mises pueden considerarse parte constructiva de un idea general de la historia, si pareciera que
los postulados misesianos tan sólo exhiben una visión de la economía y el comportamiento
económico? En respuesta puede afirmarse que la narrativa del austriaco contiene una peculiaridad
que la lleva más allá de los estudios económicos, se trata de un halo crítico y exhortativo que
identifica distintos procesos económicos planteados en etapas del tiempo, con ideas de progresión
y regresión económica en un proceso colectivo.
Durante el siglo XX se percibió en la Filosofía y las Ciencias Sociales una disipación de
los juicios teleológicos y holistas para la historia, es por eso que la identificación de este tipo de
pensamiento, sólo se ubicara en pequeñas obras que filósofos y humanistas realizaran de forma
deliberada para expresar su juicio sobre todo aquello que era objeto de su atención intelectual. Es
por eso que la actual Filosofía de la historia sólo puede buscarse sobre aquellos elementos
teóricos de largo alcance que se encuentran de manera intrínseca en los idearios de politólogos,
INTRODUCCIÓN
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economistas, sociólogos, y hasta científicos experimentales, induciendo de ellos una filosofía o
ideas directivas sistematizadas en un plan general. La mayor parte de estos principios no se
encuentran explícitamente en el objetivo de sus investigaciones, sino en calidad de principios
físicos, biológicos, económicos, tecnológicos o metafísicos. Con lo dicho anteriormente debe
aclarase que el estudio de la obra misesiana permite conocer la construcción general de una idea
liberal, misma que en un segundo nivel; se transforma en el plano general del curso histórico del
siglo XX desde una perspectiva económica.
En síntesis el cuerpo de la investigación, en primer lugar muestra una revisión sobre los
conceptos y elementos preponderantes dentro de la escuela neoclásica austriaca, en ella se resalta
con amplitud el conocimiento del la llamada utilidad marginal o marginalismo,-principio cardinal
de la personalidad humana en la vida económica- que fue planteado y desarrollado por los
vieneses Menger, Böhm-Bawerk y Wieser. Enseguida se conocen los fundamentos de los
cimientos teóricos en la ciencia misesiana, a partir de la escisión con el círculo de Viena, pero
con la herencia del positivismo lógico, la aparición del apriorismo metodológico y el
subjetivismo individualista. Ya en la explicación de la acción económica para el comportamiento
humano, se puede identificar el panorama general del intercambio económico en el sistema de
mercado, y cómo a través del marginalismo se fundamenta y justifica la teoría subjetiva del valor,
los postulados de la capacidad empresarial y la epistemología de la Praxeología y la Cataláctica;
la nueva ciencia objetiva.
En el segundo apartado se trata de lleno la construcción ideológica del intervencionismo,
donde para sus efectos se revisan las condiciones históricas, no únicamente en la preparación y
reconversión de los periodos bélicos europeos, sino además las condiciones posbélicas, el
protagonismo de las asociaciones y los grupos de presión, así como las nuevas estrategias
políticas y los planes de gobierno que los lideres políticos aplicaron tanto en Europa como en
Norteamérica. La revisión y análisis histórico se basa principalmente en fuentes bibliográficas
sobre la historia económica, e historia universal del siglo XX, en especial aquellas donde se
rescata el pasado histórico del intervencionismo político, las nuevas formas de gobierno y se
mencionan las instituciones que transformaron las condiciones laborales y la asistencia social de
una población diezmada por la guerra. Todo esto resultado de los esfuerzos de conversión
armamentista, los desastres industriales y agrícolas; además de las dificultades comerciales y
financieras por las que pasaron la mayoría de las economías nacionales, entre las que se cuentan
INTRODUCCIÓN
9
periodos de inflación, devaluación monetaria y la depresión de 1929. La historia del
intervencionismo gubernamental, muestra la forma en que mediante este concepto general, se
engloban distintos procedimientos y acciones emprendidas por los gobernantes de aquella época,
lo cual deja entrever que las políticas seguidas se condujeron por distintos medios, con los cuales
la figura del gobierno intervino en la vida pública, de acuerdo a los asuntos de mayor relevancia.
Para conocer los orígenes históricos del intervencionismo, debe acudirse en la historia,
hasta la aparición de las primeras legislaciones y decisiones relacionadas con la asistencia social
y las condiciones del trabajo; estas se ubican por primera vez en el último cuarto del siglo XIX,
con las concesiones al trabajo que el canciller del imperio alemán Otto Von Bismarck, respaldara
dentro de las acciones de la Sozialpolitik. De ahí en adelante las llamadas políticas progresistas,
se propagaron por Europa central y Norteamérica, hasta la aplicación abierta de programas como
el llamado New Deal y Fair Deal en Estados Unidos, el Welfare State en Inglaterra, las políticas
del gobierno de izquierdas en Francia, la expansión del Welfare State y en última instancia el
comienzo de la planificación estatal o planeación central. Después de esto se rescata la crítica
liberal misesiana sobre las distintas formas económicas de los planes políticos, entre ellos se
destaca una somera revisión por los modelos representativos del intervencionismo, entre los que
se cuentan el Socialismo, el Intervencionismo monetario, la determinación precios, el
intervencionismo fiscal y el Sindicalismo. Al final de este apartado se podrá identificar el
segundo plano, “el estadío antitético”, y la trama que se antepone dialécticamente al estado real y
verdadero de la “acción económica”; aquella etapa explicada por la catalaxia donde las relaciones
económicas se desempeñan en un sistema de libre mercado. De igual forma la revisión a las
formas intervencionistas acercarán directamente a la crítica general que la teoría austriaca
manifiesta sobre aquellas faltas que las fuerzas exógenas, infringen sobre las categorías de la
acción.
El último apartado, se plantea después de haber conocido la visión general de la acción
económica, y su antitesis en la historia, hasta llegar finalmente al conocimiento del tercer estadío
donde se manifiesta el juicio histórico general del pensamiento misesiano: una testificación sobre
el curso del tiempo y una exhortación sobre el futuro. Aquí es donde se completa el curso lineal
del enfoque histórico-económico, iniciado con la visión liberal de la acción económica y el punto
de inflexión que hace variar el libre curso del liberalismo a un punto regresivo. También se
podrán constatar las bases de acción intervencionistas, su duración y la conciencia real sobre las
INTRODUCCIÓN
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relaciones humanas de los grupos sociales, que hacen surgir en Mises, la creencia en una
tendencia real, y a expresar una generalización sobre las condiciones estructurales y temporales
tales, que el curso de la historia le hace suponer un camino directo hacia el “caos económico”,
una anarquía que supondrá el ocaso del espíritu empresarial.
En este punto, el presente trabajo puede considerase el intento de un estudio histórico
contemporáneo, que en efecto implica la necesidad de adentrarse en un campo interdisciplinario;
esto debido a que un trabajo historiográfico que se mueve estrechamente entre los conceptos de
las doctrinas económicas, envuelve una seria dificultad en la perspectiva y la metodología de la
investigación. A pesar de ello el intento por encontrar el discurso histórico en la doctrina de un
teórico de la economía, tiene un óptimo aprovechamiento, cuando se conduce la investigación,
por una indagación ideológica que en este caso se adapta a la filosofía de la historia. Y es que el
ideario liberal radical propuesto por el teórico austriaco, es uno de tan gran importancia en los
confines de la historia del capitalismo, porque en el puede encontrarse una temporalidad y una
periodicidad histórica de larga o mediana duración, en la valoración de las condiciones
económicas y políticas occidentales durante la primer mitad del siglo XX.
Sin duda la filosofía de la historia es en este aspecto, el recurso adecuado para abordar el
pensamiento económico, en particular por la problemática que representa comprender el
pensamiento de un economista, su contexto, objeto de estudio y epistemología. Al final los
cuestionamientos sobre la naturaleza del llamado pensamiento neoliberal, hasta cierto punto,
quedan cubiertos con la explicación histórica colectiva u holista que permite acceder a las
estructuras históricas, que hicieron posible el surgimiento del sistema misesiano, y con ello las
bases en las que se fundamentaría una de las etapas más controvertidas en la historia universal.
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AGRADECIMIENTOS
A la Doctora Marianne Siefer Kraus de letras modernas alemanas por su amable recepción al estudio de la literatura e ideología decimonónica.
Al Maestro Ernesto Schettino Maimone por seguir siendo un punto clave en la
diversificación de la interpretación histórica.
Al Maestro Gustavo Escobar Valenzuela por su amistad y las enseñanzas hermenéuticas de las teorías históricas, valiosas durante la carrera, imprescindibles en
la actualidad.
A la querida Maestra Clara del Socorro Aguilar, con quien en 2008 diera inicio la motivación y el esquema de este estudio, In Memoriam.
A los sinodales por aceptar ser parte del jurado y por su avenencia para la realización
de este trabajo.
A la asesora Doctora Maria Eugenia Romero por ayudarme finalmente a concretar el trabajo de tesis. Por su lectura, sugerencias y recomendaciones. Gracias.
A mis padres y hermanos por su educación, ejemplo, comprensión y apoyo de toda la
vida.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
1.1 CONTEXTO CIENTÍFICO DE LA ESCUELA NEOCLÁSICA AUSTRIACA
1.1.1 Panorama general del neoclasicismo económico austriaco; de Carl Menger a Ludwig Von
Mises
l abordar la extensión del pensamiento económico, y buscar el pasado directo en el
que se sitúan los antecedentes intelectuales del ideario misesiano, obligatoriamente
la historia nos remite a las llamadas corrientes neoclásicas de la economía. En
primer lugar debe indicarse que el adjetivo neoclásico deriva directamente de una previa corriente
clásica, reconocida como la agrupación de escuelas de la macroeconomía o economía política
aparecidas desde el siglo XVII, que sostuvieron su mayor periodo formativo hasta la primera
mitad del XIX. Tales escuelas se ocuparon de estudiar el aspecto económico en términos
generales, tratando de conocer los procesos y estructuras de su desarrollo, con el objeto de
localizar los medios y arbitrios necesarios para la obtención de una estabilidad económica. En la
corriente clásica, la economía política cumplía la función de hacer referencia a los fenómenos
ocurridos en la sociedad cohesionada por el Estado; dedicada al estudio de factores y estructuras
que regían ciertas abstracciones económicas tales como el capital, el trabajo, la renta, o el interés
entre otras. Por otro lado la economía neoclásica, propiamente dicha, surge en el último cuarto
del siglo XIX, con la meta de profundizar en los fenómenos concretos, reducidos sobre
específicos campos económicos. A éste movimiento se le reconoce su contribución a la economía,
por haber puesto en uso el término de la teoría subjetiva del valor basado en la utilidad marginal;
proyectado con el análisis y explicación de un estado económico en equilibrio general que
articulaba precios, distribución, economía estática y el análisis matemático en las relaciones
económicas. Las escuelas neoclásicas expresaron una ardua labor en grupos científicos de
diversas nacionalidades. Por ejemplo entre las más representativas estaban la Escuela de
A
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
13
Lausana4 figurada por León Walras y Wilfredo Pareto; la británica de W. Stanley Jevons y Alfred
Marshall; la norteamericana de John Bates Clark e Irving Fisher; y por último la escuela austriaca
que contara con un origen común, en los postulados expresados por Carl Menger, Friedrich Von
Wieser y Eugen Böhm Bawerk. La importancia de la primera generación austriaca radica en las
propuestas que establecieron, hasta cierto punto, la base para los futuros avances teóricos
alcanzados por los economistas neoclásicos en el siglo XX. A pesar de la distancia geográfica la
economía estudiada en la Universidad de Viena desarrolló un elemento de análisis económico
que simultáneamente fue usado en los centros universitarios de Lausana, Oxford y Cambridge.
El elemento analítico que revolucionó la teoría económica fue aquél conocido como análisis
marginalista, una herramienta cimentada en el concepto de marginalidad o utilidad marginal.
En la historia del pensamiento económico se reconoce en la teoría formulada por
Carl Menger (1840-1921), el punto de inicio en los estudios económicos de tradición neoclásica,
por presentar una propuesta distinta en la corriente económica del último cuarto del siglo XIX.
Ésta corriente postuló una distinta forma de abordar la ciencia económica y en general todas las
ciencias sociales. El austriaco consideró a la ciencia económica por su elemento apriorístico y
deductivo, frente a la corriente principal representada por el empirismo inductivo de la escuela
histórica alemana. Señalando con esto, que la ciencia económica de aquellos años se encontraba
en una etapa de replanteamientos, donde se debían reformular sus principios y redescubrirlos a
partir de principios evidentes, buscando en la meta máxima de la propia ciencia; el hombre
mismo y su individualidad antropológica, es decir su diversidad en gustos y valores.
4 En las últimas décadas del siglo XIX la mayor parte de las escuelas neoclásicas se habían incorporado en la escena de las doctrinas económicas, dando paso a la ciencia económica moderna o la ortodoxia neoclásica. El principal modelo paradigmático de estas escuelas se encuentra representado en la escuela matemática de Lausana, liderada por León Walras y Wilfredo Pareto. El cuerpo doctrinal de esta escuela, se reconoce por la propuesta de la teoría subjetiva del valor basado en la utilidad y escasez, donde además de explicar la utilidad marginal en forma grafica y numérica, se introduce el análisis matemático en la oferta, demanda y el precio; tratando de demostrar matemáticamente el equilibrio parcial al que puede llegar la actividad económica. Para Walras los precios de intercambio se manifiestan abiertamente en tres tipos; que son el mercado de productos, el mercado de servicios productivos y el mercado de capitales. Cada mercado fija sus precios y estos se mueven actuando en concomitancia con los demás. Los precios están considerados por la determinación de la oferta y la demanda: a mayor precio menor demanda y a menor precio mayor demanda. Las rentas gastadas en inversión y producción se trasladan por los tres tipos de mercados, siendo distribuidas en cada uno su valor en remuneración para quien coopera y colabora en él, pero particularmente el valor total se traslada hasta el mercado final de productos con un precio total, el cual se exhibe al consumidor. Vid. Landreth, Harry et al. (2004), Historia del pensamiento económico. “Parte III El pensamiento económico neoclásico.”, pp. 211-314.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
14
Teniendo por objetivo que la ciencia económica quedara libre de concepciones holistas5 o
idealistas, se propuso una nueva perspectiva, con una ética económica que construyera renovados
conceptos. Una vez establecido el criterio subjetivo del método mengeriano y su fijación por la
conducta humana, el estudio económico fluyó de acuerdo a estos lineamientos. El principio de
valor representó en el esquema austriaco, un elemento dependiente de la utilidad individual del
consumidor, explicable a partir de la introspección psicológica; en el que los mecanismos de la
psique conforman el principal origen en diversas situaciones de la realidad y se manifiestan en los
individuos en cualquier espacio y periodo de la historia. De acuerdo con esto en la línea
neoclásica de la economía, Carl Menger forma parte de la escuela marginalista, al retomar la
doctrina del valor determinada por la utilidad marginal, expresada en el consumo que hacen los
individuos sobre los productos. El valor y la utilidad marginal pudieron relacionarse en la teoría
mengeriana gracias a la “ley de imputación” 6 en la que el valor de los bienes de órdenes
superiores7 se imputaba directamente del existente en los bienes de consumo. Con esta noción
Menger lanzó una teoría del valor basada en la importancia que se adjudica el hombre sobre
cualquier bien, expresando que al desparecer la necesidad satisfecha por éste, mientras continúe
en existencia y no se requiera nuevamente, su valor disminuye. En la imputación del valor
Menger ideó la llamada tabla mengeriana, la cual pretendía resolver el problema del valor
subjetivo, en la cuál el bien que representa el máximo valor de uso se enfila en la necesidad de
índice 10, por ejemplo un alimento, que cuando el hombre sacia su apetito, duda entre gastar otra
porción de su renta en comprar el mismo bien y comer un poco más o satisfacer otras necesidades
de menor escala, de índice 9 o de las diferentes columnas.
5 Holismo (derivativo del inglés holism); tendencia a formar conjuntos mayores que la suma de sus componentes, Vid Agnes Heller (2002), Teoría de la Historia. p. 195. 6 Cfr. Newman, Phillip (1963), Historia de las doctrinas económicas, pp. 281-291; y de Screpanti Ernesto y Stefano Zamagni (1997), Panorama de historia del pensamiento económico, pp. 182-185. 7 Materias primas e insumos que intervienen en la actividad productiva y hacen posible la elaboración de los productos terminados que se ponen en venta al público.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
15
TABLA DE MENGER8
I II III IV V VI VII VIII IX X
10 9 8 7 6 5 4 3 2 1
9 8 7 6 5 4 3 2 1
8 7 6 5 4 3 2 1
7 6 5 4 3 2 1
6 5 4 3 2 1
5 4 3 2 1
4 3 2 1
3 2 1
2 1
1
Con la teoría de imputación del valor y la interdependencia de la producción Menger
procedió a interpretar los costes en una “utilidad extensiva”. El resultado fue la clasificación de
los bienes según su distancia del consumo final: entendiendo así que la utilidad de los bienes de
orden superior se deriva de los bienes de primer orden (bienes de consumo). De esta manera el
coste efectivo sostenido para producir un bien se convierte en “coste de oportunidad” o el coste
representado por el sacrificio de la utilidad de aquellos otros bienes que pudieron haberse
obtenido, de los recursos utilizados para producir el bien en cuestión. La utilidad marginal guarda
en la definición mengeriana, el fenómeno psicológico de la elección humana, ya que la idea de
utilidad supone la motivación que el comprador tiene por incrementar su satisfacción mediante el
consumo de un articulo. Después entre mayor cubra sus necesidades, menor será el consumo de
aquel bien; como lo explica el efecto de la movilidad en la utilidad marginal. No es que los bienes
de consumo o de orden superior se desestimen sino que la tasación de valor es -en palabras de
Menger- una imputación realizada por los factores humanos (sentimientos, temperamentos,
raciocinios, etc.) según las expectativas de satisfacción esperadas para un determinado bien. La
valoración entonces es un acto subjetivo hecho por los individuos, que Menger -en coincidencia
8 Landreth, Harry y David C. Colander (2004), Historia del pensamiento económico, p. 217.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
16
con el axioma de Franz Brentano-9 ratificó considerándolo realizable en base a poderes subjetivos
diversos, dirigidos por la experiencia y práctica hacia una resoluta decisión.
Movilidad de la utilidad marginal:
+ (Existe mucha necesidad y comienza el consumo)
Mayor deseo | más utilidad | mayor valor
0’
* Rango limite de las unidades de consumo
N’
Menor deseo | menos utilidad | menor valor
- (se satisfizo la necesidad o existe impedimento para el consumo)
Con las aportaciones de Eugen Böhm-Bawerk y Friedrich Von Wieser, la utilidad se
convirtió en una proposición mono-causal en la explicación teórico-económica de la escuela
austriaca. Más allá de teorizar el concepto de valor con los elementos que interactúan en la
producción, la oferta se verá como un fenómeno dado y la demanda el punto de agarre para la
explicación económica. El marginalismo generalizado daba por sentado un sistema distributivo,
gobernado por una teoría de la demanda, hegemónica sobre los factores de producción y los
9 Vid Grassl, Wolfgang (1986), “Markets and Morality: Austrian perspectives on the economic approach to human behaviour”, pp. 155-157 en Grassl W, et al., Austrian economics: Historical and philosophical background.
Consumidores ↔ Utilidad Marginal ↔ Bienes de Consumo ↔ Productividad Marginal ↔ Factores de Producción
Determina el valor Determina el valor
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
17
bienes de consumo.10 Estableciendo de aquí en adelante que la interacción entre el mercado de
factores productivos, con el mercado de bienes de consumo, formaban una estructura distributiva
de intercambio entre individuos, eficiente y equitativa. Ganando con esto la objetivación de que
las prácticas económicas en un orden de libre mercado, son en conjunto un sistema económico
con el mejor organismo retributivo actuante con los principios de utilidad, coste y precios para la
cantidad de factores humanos que colaboran en él. Hasta aquí en definitiva el neoclasicismo se
desvía de la economía clásica, por el papel del marginalismo en las inclinaciones del consumidor,
que reemplaza la teoría del valor clásica por un concepto de valor orientado hacia la utilidad
marginal; un principio que al fijar su atención sobre la demanda, guarda la apertura a numerosos
fenómenos psico-sociales como la ponderación, elección, volición y selección de los medios
satisfactores.
a) Ludwig von Mises (1881-1973)
El teórico nació el 29 de septiembre de 188111 en Lemberg la capital de Galitzia en
el impero austro-húngaro (ahora Lviv, Ucrania) fue hijo de Arthur von Mises ingeniero que
trabajó para el ministerio imperial de ferrocarriles en Czernowitz. Ludwig fue el mayor de tres
hermanos, seguido por Richard Mises, físico-matemático de profesión, partidario del positivismo
lógico y Karl un hermano menor que murió de escarlatina en la niñez. Posiblemente por los
conflictos regionales de las etnias eslavas y germánicas en la Cisleithania o por la movilidad
laboral de su padre, la familia Mises se mudó a Viena siendo Ludwig todavía un niño. Fue en
Viena con su primera formación, donde recibió una educación humanista y políglota debido a la 10 Debe enfatizarse la importancia en el principio de la utilidad marginal, ya que supuso dentro de la economía neoclásica, una teoría que de facto subvertiría problemas tan substanciales como la acumulación, la ley del hierro de los salarios, la subsuncion real del consumo o el mismo concepto del plusvalor planteados por Karl Marx. Cfr de Eugen Böhm-Bawerk, La conclusión del sistema Marxiano, Madrid, Union, 2000. 11 Los datos biográficos fueron obtenidos en el website del The Ludwig von Mises Institute (LvMI), Auburn, Alabama, USA. www.mises.org
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
18
confluencia académica con personajes de Alemania, Polonia y Francia. Después de graduarse en
el Akademisches Gymnasium en 1900, comenzó estudios de Jurisprudencia y Administración
Pública en la Universidad de Viena, donde pronto se vería influenciado por las obras de Carl
Menger en especial por los Principios de Economía Política, que lo llevó a buscar un camino
más teórico y a profundizar en los estudios de economía política. Tras doctorarse en 1906 pasó a
formar parte del seminario de Eugen Böhm-Bawerk -ex ministro de Finanzas y líder de la
Escuela Austriaca- al que acudiría hasta 1914. En 1906 por corto tiempo fue funcionario de la
administración financiera imperial. Durante los años siguientes Mises enseñó como un docente
privado en la universidad de Viena de 1913 a 1934 (donde reunió los seguidores para su propio
seminario), además desde 1909 comenzó a trabajar en la Cámara de Comercio e Industria de
Viena fungiendo hasta 1934, de consejero y crítico económico en el gobierno austríaco; en una
etapa que va desde los últimos años de la monarquía hasta la primer república de Ignaz Seipel y
el régimen austro-fascista de Engelbert Dollfuss. La Cámara era una organización semi-
gubernamental y a través de sus publicaciones Mises ejerció una comprometida observación
sobre la política austríaca.
En 1912 concluye su primer trabajo llamado Teoría del dinero y el crédito escrito donde
aplicó la teoría mengeriana del valor al dinero y presentó una nueva teoría del ciclo de los
negocios, en la que explicaba como las crisis eran provocadas por la distribución inadecuada de
los recursos debido a la inflación. Sugiriendo que la cantidad de dinero en la economía no era
inocua y que su variación numérica tenía efectos específicos en la economía (primer antecedente
teórico a los estudios monetaristas desarrollados posteriormente por Milton Friedman). Durante
la I Guerra Mundial sirvió como oficial en la artillería austrohúngara y fue asesor económico en
el Departamento de Guerra. La experiencia obtenida de las condiciones bélicas sirvieron para
desarrollar sus teorías sobre el intervencionismo estatal. Después de la Gran Guerra participó
como adjunto en el gobierno austriaco ocupándose de asuntos financieros concernientes a los
asuntos exteriores. Su principal objetivo durante esta etapa fue intentar explicar el colapso del
Imperio Austrohúngaro; en Nación, Estado y Economía (1919) expresando que el imperialismo
germano era consecuencia de la aplicación del poder del Estado para resolver los problemas de
las comunidades multi-étnicas de Alemania, Austria, Hungría, Bohemia, Moravia y Silesia. En
1922 publica Socialismo: un análisis económico y sociológico una obra relevante donde
manifiesta los severos conflictos de la realidad comunista. Durante los años veinte, desde su
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
19
puesto en la Cámara, Mises se alarmó por la inflación y utilizó su influencia para lograr reformas
monetarias y financieras en Austria, que seguramente viera con beneplácito la creación del
Schilling la primer moneda republicana. No obstante observó el constante aumento de las
regulaciones estatales que -en su opinión- deterioraban las finanzas públicas. Esto le llevó a
investigar y anunciar que el intervencionismo por parte del gobierno era totalmente
contraproducente. Defendiendo el sistema de libre mercado como mejor vía para la naciente
república; a propósito, en 1927 publica Liberalismo un conciso manifiesto de su filosofía política.
En 1934 al año siguiente de que Ädolf Hitler y el Partido Nacional-Socialista se hicieran del
poder en la débil república alemana -con la dura acción de la SS y la amenaza del Anschluss-12
para ponerse a salvo de la represión y persecución nazi en Austria (debido a su ascendencia judía
y a sus ideas liberales) Mises salió de Viena rumbo a Ginebra.13 A salvo en el cantón suizo
consigue un puesto académico en el diplomado del Instituto de Estudios Internacionales, donde
se mantuvo hasta 1940.
Desde que se establece en Austria, Von Mises había mirado con atención la acción del
gobierno y la presión política de los grupos nacionalistas de la unión austro-húngara; en la
juventud había presenciado las rencillas nacionalistas entre las etnias centroeuropeas hasta el
colapso final del imperio. Quizá a partir de entonces dichos acontecimientos sirvieron de
estimulo para retomar la investigación de aquello a que llamó “las falacias intervencionistas” que
representaba el protagonismo de los gobiernos, en las vidas de muchos grupos humanos con
distintas lenguas y costumbres. En su faceta de asesor en la Cámara, había evidenciando los
graves peligros del dinero y su manipulación, sobre las particularidades que encerraban las
tendencias inflacionarias, un tema ampliamente estudiado en su trabajo de 1912. El afán por
profundizar en estos temas le atrajo directamente la animadversión del medio académico y
político, esto debido a la denodada crítica sobre la acción fiscal, la inflación y a lo que el se
atrevió a llamar omnipotencia gubernamental. Los hechos sangrientos de la Gran Guerra, y el
desastre económico que había dejado a su paso, aunados a la depresión, confluían con el
advenimiento de Hitler en Alemania y la política stalinista en la URSS, regimenes que se
presentaban con políticas radicales, como los viejos imperios decimonónicos. Al dejar Viena,
Mises observó que los mandatarios europeos comenzaban a seguir una filosofía colectivista en la
12 Anexión austriaca al Reich alemán. 13 Vaughn, Karen (1998), Austrian economics in America: the migration of a tradition, p. 64.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
20
que el Nacionalismo económico, el Comunismo y el Nacional-Socialismo eran el común
denominador de las luchas partidistas. En la neutral Suiza él teórico austríaco se dio a la tarea de
reflexionar el devenir de Europa occidental; la transformación de Alemania y Rusia soviética a
manos de Hitler y Stalin, la anexión de Austria al III Reich y el inicio de la II Guerra Mundial.
Estos acontecimientos motivaron a Mises -mientras su seguridad se encontraba resguardada- para
iniciar la composición de la magna obra Nacional-Economía (1940), (escrito que fuera reeditado
y complementado en 1949 en Nueva York con el nombre de La Acción Humana).
En 1940 en plena conflagración armada con el avance nazi sobre Francia, Mises se vió
obligado a emigrar a Nueva York, instalado en Norteamérica logró ser profesor invitado en New
York University desde 1945 hasta su jubilación en 1969.14 En la etapa americana se dedicó a
ofrecer ponencias y platicas en centros como la Fletcher School y la Universidad de Harvard,
además de escribir con regularidad artículos para el New York Times. Ludwig obtuvo la
ciudadanía en 1946 y un doctorado honorífico en Grove City College, murió a la edad de 92 años
en el hospital de St. Vincent en Nueva York el 10 de octubre de 1973.
14 Ya en el siglo XX, la radical oposición y pesimismo con que se anticipaba a los resultados que habían de provocar las políticas económicas de su época, terminó por atraer un grupo de seguidores, que escucharon su doctrina de viva voz en la cátedra de Nueva York y quienes se convertirían en los constructores una escuela neoaustriaca de gran relevancia a finales del siglo XX. Es necesario tener en cuenta, que Mises no era el único representante de la tercera generación de la escuela austriaca; en los últimos años del imperio, la asistencia al seminario del maestro Böhm-Bawerk en Viena, había contado con la presencia de personajes inmersos en diversas disciplinas. Muchos de los economistas compañeros del joven Mises, continuaron su actividad como catedráticos seguidores del marginalismo, algunos en Inglaterra o Alemania y la mayoría en el exilio americano, sobre todo al hacerse inminente el inicio la II Guerra Mundial. Dentro del seminario de Bawerk (1904) convergieron personajes como Joseph Schumpeter, Gottfried Haberler, Oskar Morgenstern, Friedrich Von Hayek y economistas marxistas como Otto Neurath, Rudolf Hilferding, Otto Bauer y Emil Lederer. Cfr. Kurz, Heinz D. (1995), “Marginalism, Classicism and Socialism in German speaking countries, 1871-1932” -en Steedman Ian, Socialism and marginalism in economics: 1870-1930, p. 13. Desde el seminario privado de la Cámara de Comercio vienesa, Mises se había hecho de sus primeros alumnos y seguidores, muchos de los cuales reencontraría en Nueva York. Entre los asistentes al seminario de la Cámara se encontraban Félix Kaufmann, Alfred Schutz, Erik Voegelin, Fritz Machlup, Friedrich von Hayek y Lionel Robbins por mencionar algunos. No obstante la desviación epistemológica con la ortodoxia económica, la presencia de Mises en la Universidad de Nueva York, dejó un concreto legado; la cátedra sostenida de 1945-1969 -visitada por compatriotas y colegas de nacionalidad austro-húngara- bien logró hacerse de nuevos alumnos entre los que se encontraban Henri Hazzlitt, Murray Rothbard, Israel Kirzner, Lionel Robbins, Louis Spadaro, George Reisman y Friedrich Von Hayek. A la muerte de Mises el círculo de seguidores continuaron con la herencia de la escuela austriaca, emprendiendo nuevos estudios sobre los métodos y percepciones de la doctrina, que significaron la complementación y el desarrollo de temas económicos. En particular los trabajos de Hayek, Rothbard y Ludwig Lachmann reúnen el patrimonio intelectual de esta generación (Israel Kirzner y sus alumnos continúan la línea neoaustriaca hasta la fecha). Debe notarse que la línea investigativa de esta vertiente se especializa en la indagación y explicación de temas referentes a la economía, profundizando considerablemente en los relacionados con el liberalismo y la empresarialidad desde un punto de vista antropológico. Cfr.Smith, Barry (1986), “Preface: Austrian economics from Menger to Hayek” en Grassl, Wolfgang and Barry Smith, Austrian economics: Historical and philosophical background, p. VIII.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
21
Cronología de los escritos misesianos:
(1902) El desarrollo de la relación entre campesino y Señor de la casa solariega en Galitzia, 1772-1848.
(1912) La teoría de dinero y el crédito.
(1919) Nación, Estado, y la economía.
(1922) El socialismo: un análisis económico y sociológico.
(1927) El Liberalismo.
(1929) La crítica de Intervencionismo.
(1933) Los problemas epistemológicos de la economía.
(1940) Economía nacional.
(1944) Gobierno omnipotente: el aumento de estado total y preestreno de guerra total.
(1944) La burocracia.
(1947) El caos planificado (añadido en 1951 a la edición de Él socialismo).
(1949) La acción humana: un tratado sobre economía, (texto precedido y rescrito de la Nationalökonomie de 1940).
(1952) Libertad planificada.
(1956) La mentalidad anti- capitalista.
(1957) Teoría e historia: una interpretación de la evolución social y económica.
(1962) El fundamento último de la ciencia económica.
1.2 LA EPISTEMOLOGÍA MISESIANA; UN MOVIMIENTO CIENTÍFICO REFORMISTA
1.2.1 La tradición cientificista e ideológica de los 20’s
a) El Neopositivismo
Con lo visto hasta aquí se puede tener en cuenta el carácter de la escuela económica
neoclásica en el contexto de la época, pero esta revisión quedaría incompleta si no se mostrara la
corriente principal en la que se situaban las Ciencias Sociales en Europa. Corrientes que en
conjunto contribuyeron directamente a estimular el punto de arranque en los estudios misesianos.
En primer lugar debe comenzarse por la vertiente científica acaecida en Europa y Austria. En
específico debemos dirigirnos a la propuesta cientista en la corriente filosófica del
neopositivismo, pero para ello es necesario retomar algunos conceptos propios del sistema
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
22
positivista. Debe tenerse presente que la teoría positiva 15 constituye la doctrina donde
resolutamente se pretende rebasar el método estilístico-literario de las humanidades y la
especulación-intuitiva metafísica, que se mantiene en Europa hasta la primera mitad del siglo
XIX. Es la propuesta por un acercamiento con el método usado en las ciencias de los fenómenos
físicos, pero ahora a disposición de las ciencias humanas. La premisa positivista se inclina por un
organismo científico basado en el empirismo metodológico y el razonamiento inductivo, con el
propósito de enunciar leyes generales sobre el conjunto de las fuerzas humanas en la vida social e
individual. El positivismo al basar su método de estudio en la experiencia sensorial -mismo
principio en las ciencias naturales- pretendía subvertir por completo el pensamiento metafísico,
así como la ambigüedad de la especulación propia de las “ciencias del espíritu”. 16 En la
propuesta de Auguste Comte el método positivo plantea una investigación en los fenómenos de la
conducta individual y social, a partir de principios lógicos (empiristas) que son percibidos
objetivamente. En el siglo XX perduró la influencia provocada por dicha doctrina y con sus
debidas transformaciones se mantuvo en el contexto científico-filosófico de Europa. El
positivismo filosófico y el desarrollo científico median fuerzas con el idealismo, pero aquél
continuaba arraigándose, con una tendencia desideologizada y considerablemente pragmática.
Quizá por la incertidumbre y la ruptura de los tiempos, el impulso del neopositivismo encontró
una motivación directa; la escisión intelectual del positivismo clásico y el nuevo giro hacia el
individualismo, marcó el camino de las nuevas formas. En la medida que avanzaba el siglo, la
intelectualidad se apegaba a la modernidad, cuestionando el singular número de caminos que
conducían a la introspección humana.
Es a principios del siglo XX cuando el pensamiento positivista es sujeto a un serio
revisionismo, del cual nacería una nueva generación de teóricos vinculados a los postulados
cientificistas. Entre los primeros grupos neopositivistas, se encontraba la escuela británica de la
“Filosofía Analítica” y el “Círculo de Viena”. De la primera, uno de sus principales ideólogos
era el filósofo británico del Tractatus Lógico-Philosophicus; Ludwig Wittgenstein, para quién “el
lenguaje es la totalidad de las proposiciones y los limites del lenguaje significan los limites del
15 Para tener una referencia del positivismo visto desde el idealismo véase los conceptos dados por Robin George Collingwood, Idea de la Historia, 2ª edición, México, FCE, 1965, Tercera parte, p. 130-135 y Ramón Xirau, Introducción a la historia de la Filosofía, México, Ed. Sudamericana, 1983, cuarta parte, p. 309-314. 16 para ampliar la reacción metodológíca de las ciencias del espíritu al desafió que representó el impuso positivista en la historiografía véase Collingwood R. (1965), Ibidem, p. 131-133.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
23
mundo.17 Le seguían sus compatriotas George Edward Moore, Bertrand Russell18 y Alfred North
Whitehead, estos últimos autores de la Principia Mathematica, a quienes se les reconoce dar el
fundamento para la construcción de la lógica en un lenguaje matemático. 19 Junto a este
movimiento en la década de los 20’s y 30’s aparece en la universidad de Viena una corriente de
estudios propuestos por matemáticos, físicos y filósofos entre los que se encontraban Rudolf
Carnap, Hans Hahn, Kurt Gödel, Otto Neurath y Moritz Schlick.20 Por lo que toca a la doctrina
del positivismo lógico, el Círculo de Viena se desplaza por nuevos postulados, originados del
revisionismo y la influencia en otras líneas científicas. Uno de los principales fue el desapego del
método inductivo que va de lo particular a lo general, enalteciendo la teoría y el razonamiento
deductivo (razonamiento que asciende de lo general a lo particular). Quizás tal desvío prueba a la
principal problemática que representaba el método inductivo del positivismo clásico, el cual
apegado a la comprobación y verificación, era capaz de enunciar “leyes sociológicas”. Mientras
que el nuevo Positivismo Lógico a partir de la generalidad, se proponía ir más allá de la
experimentación y verificación deductiva.
Hasta ahora la breve descripción del positivismo, deberá servir como un punto de
arranque, para comprender el contexto epistemológico en el que surge el ideario misesiano, y es
que en este punto ya puede encontrase una observación con el positivismo lógico del círculo de
Viena. Todo parece indicar que el método y la epistemología misesiana, son una respuesta a la
propuesta neopositivista del círculo vienés. Esto debido a que el grupo de Neurath y Carnap
(elementos del Círculo amigos cercarnos de Von Mises) se inclinaban por una evolución en la
Ciencias Sociales y la construcción de un discurso más axiomático.21 En comparación con el
fundamento lógico del lenguaje matemático22 el conocimiento de los neopositivistas, suponía
encontrar una generalidad en los fenómenos reales; y reducirlos a una gramática lógica y
verdadera, de “singulares frases atómicas”, en forma similar a las expresiones matemáticas. De
17 Xirau Ibidem, Quinta parte, p. 420. 18 Véase Xirau Ibidem, p. 418. Donde expone un claro y esquemático resumen de los postulados del lenguaje matemático. 19 Xirau Ibidem, p. 416. Sobre Alfred North Whitehead, ibidem, p. 424-428. 20 Pese al corto tiempo de existencia, el legado del círculo vienés se preserva hasta nuestros días en sus varios manifiestos doctrinarios. Entre los primeros se encuentra el publicado en 1929 La visión científica del mundo, donde se percibe la propuesta por un lenguaje común, elaborado por la nueva filosofía positiva siguiendo el lenguaje de la Física. En la publicación de la revista Erkenntnis que dirigía Rudolf Carnap, lograron divulgarse los principales aportes y conceptos de los fundadores del Círculo. Una representativa compilación del pensamiento positivista se encuentra en el texto de A.J. Ayer (1936) Lenguaje, verdad y lógica. Con el ascenso de la política del Partido Nacionalsocialista y su influencia en Austria, la agrupación científica fue disuelta antes del Anschluβ; aunque la mayoría de sus integrantes emigraron a otras universidades, un gran grupo arribó a Estados Unidos donde prosiguió con el estudio y difusión de sus teorías. 21 Axiomático: definiciones, postulados y axiomas en que se basa una teoría. 22 Para un acercamiento entre el lenguaje lógico y el matemático como un esquema a priori-sintético definido por Edmund Husserl véase el analisis hecho en: Smith, Barry (1986), “Austrian Economics and Austrian Phylosophy; 1.6 Against Positivism”, en Grassl, Wolfgang and Barry Smith (eds.), Austrian economics: Historical and philosophical background, p. 15-18.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
24
acuerdo con esto una organización de la realidad en objetivaciones lógicas, resulta la forma más
adecuada, ya que sigue la manera como se ha formado el lenguaje, y su gran variedad de epítetos
con que se objetiva la realidad: la captación de las propiedades sobre las entidades del mundo,
propiedades percibidas de manera sensible (empirista) e interpretadas lógica, psicológica o
racionalmente. De esta primera influencia, puede decirse que Mises encontró la motivación por la
búsqueda de una serie de axiomas o proposiciones para explicar determinadas condiciones
humanas, como una declaración anti-metafísica y anti-subjetivista en las Ciencias Sociales.
b) El Methodenstreit
Una vez revisada la influencia del Positivismo, toca el turno a un enclave de gran
importancia en el mismo contexto de las ciencias sociales en el siglo XX, estos son los estudios
de tipo histórico. El caso de mayor relevancia que mantuvo una confrontación directa con la
doctrina económica austriaca, fue la llamada escuela de la “economía histórica alemana”, una
corriente histórica que si bien mantuvo su mayor auge en el último cuarto del siglo XIX, puede
considerarse una vertiente de gran importancia para los estudios históricos en Alemania y por la
controversia sostenida con la ciencia economía austriaca.
La escuela histórica germánica estaba representada principalmente por Friedrich List
(1789-1846), Wilhelm Roscher (1818-1894), Bruno Hildebrand (1812-1878), Karl Knies (1821-
1898) y Gustav Von Schmoller (1838-1917). Dicha escuela se reconoce por manifestar una línea
tradicional en la interpretación y explicación en las ciencias sociales fundamentada en el
tradicional término del Volkgeist o espíritu del pueblo; una objetivación usada ya por el filosofo
Johann Gottfried von Herder, que en la estructura de la escuela histórica se refiere a las
significaciones que presenta el pueblo y sus elementos en la expresión unida de una nación. La
escuela del Derecho, basada en el principio del Volkgeist había propuesto la construcción de una
jurisprudencia basada en los usos del lenguaje, las costumbres y la cultura de los reinos
germánicos considerados la esencia verdadera de la cual se debía interpretar y extraer el derecho
del unificado imperio alemán. De esta forma la ciencia económica en Alemania se vió
influenciada de una manera similar; la doctrina en general fue desviada de la corriente principal
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
25
de los estudios neoclásicos, rechazando de antemano una construcción de la teoría económica
apodíctica 23 o axiomática-universal. En general la escuela económica histórica votaba por
especializarse en estudios particulares nacionales y representativos de su identidad, objetivo que
únicamente se podía alcanzar estudiando la economía, ligada a los hechos concretos de la
particular condición histórica germana.
La escuela histórica alemana haciendo uso del racionamiento inductivo, puso en boga la
meta de establecer, mediante el estudio de las condiciones históricas nacionales, argumentos que
explicaran el desarrollo de conjuntos sociales. En consecuencia a la escuela histórica también se
le conoció como la escuela del historicismo económico por la reducción de los hechos a una
general condición de la historicidad en las condiciones que subyacen en los fenómenos
económicos. En esta particular forma de construir el conocimiento económico, es donde se
suscita la llamada disputa por el método (Methodenstreit) entre Gustav Schmoller 24 y el
economista austriaco Carl Menger; querella originada en 1883 a propósito que éste último
publicara las Investigaciones sobre el método de las ciencias sociales considerada por los
representantes de la escuela histórica como un ataque directo a su sistema. La disputa se desató
por la confrontación hecha por Schmoller al defender sus estudios económicos basados en un
procedimiento inductivo y un método empírico, como el más adecuado por conformarse en la
experiencia de la reflexión y la sensación. Asimismo detractó el razonamiento fundamentado
sólo en la abstracción a priori deductiva de la escuela económica austriaca.
La réplica de Menger a Schmoller, se dio argumentando que los hechos económicos, son
un objetivo al cual se accede mediante razonamiento deductivo observando la generalidad de los
fenómenos y del cual se obtienen particulares conclusiones. En la interpretación y explicación de
los hechos Menger minimiza el método empírico en las ciencias económicas ya que en los 23 Del griego apodeiktikós, algo que expresa o encierra una verdad necesaria. 24 Al paso del tiempo los especialistas han valorado la importante influencia creada por la escuela histórica alemana en las transformaciones sociales y laborales de la Alemania imperial. Émile James afirma que el valor de Schmoller y la investigación de la escuela histórica, intervino en la acción política del Estado, en las reformas a la justicia social y las condicio9nes sociales. Posiblemente la mayor aportación de Schmoller a la economía sea la contribución plasmada en la Asociación Político-social (Verein für Sozialpolitik) conocida por ser una notable correspondencia entre la fusión de la mera investigación científico social y la actividad política de Estado. Este periodo comprende el de las reformas sociales hechas por el canciller O. Bismarck y la creación de los primeros sindicatos alemanes de influencia socialista. En un párrafo de su obra Émile James (1963), lo describe así: “Más adelante, la joven escuela histórica alemana, dirigida por Schmoller se mostró favorable a la intervención, sobre todo después del celebre Congreso de Eisenach (1872). Los más inteligentes de los conservadores se dieron cuenta de la urgencia de una reforma de las instituciones en sentido más democrático, con el fin de luchar contra los progresos del espíritu revolucionario, que acababa de encontrar en Karl Marx un propagandista genial.” Historia del pensamiento económico, capitulo IV, p. 149. El liderazgo de la escuela histórico-económica alemana, cerró filas ante la influencia de las doctrinas neoclásicas, La misma figura de Schmoller es considerada por otro historiador económico Ernesto Screpanti como conservadora, con respecto al gobierno prusiano, rotundo opositor al marxismo y al liberalismo de Manchester, además de manifestarse en una estrecha alianza entre la monarquía alemana y las clases trabajadoras. Precisamente desde la unificación del imperio alemán, la escuela histórica alemana se convirtió en una de las más preponderantes, inclusive su influencia llegó hasta el imperio austro-húngaro, ya que varios de los más serios seguidores de la escuela, llegaron a presentar cátedras en la Universidad de Viena. Screpanti, op. cit., cap. V, p. 182.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
26
fenómenos humanos no existe el rigor de las leyes empíricas como en los hechos naturales que
suelen ser interpretados con la experiencia sensitiva, el conocimiento práctico y la observación.
La inviabilidad empírica en las ciencias económicas con un método, es el resultado de que los
agentes económicos no pueden ser interpelados como un hecho meramente físico del cual se
puedan conocer todas las conductas de sus variables. Otro punto discorde para Menger fue que el
razonamiento -a diferencia de la escuela histórica- en la investigación económica austriaca era el
deductivo, aquel que partía de los complejos hechos económicos en sus formas más generales
para poder alcanzar y encontrar sus particularidades. En general la propuesta del método
mengeriano supone una investigación con un método deductivo y un razonamiento interpretativo
apriorístico-analítico.25 La oposición mengeriana a la escuela histórica se centró con amplitud en
el discurso organicista del historicismo económico, que para el austriaco representaba la
propuesta de una abstracción teórica que concebiría los “valores absolutos y eternos” de las
normas morales generales en los hombres. Enalteciendo para ello el término de tipo ideal,
pasando por alto que la realidad comprende fenómenos complejos con efectos conjuntos,
producidos por la multiplicidad de elementos.
En una defensa actual al discurso colectivo de las ciencias históricas debe decirse que en
general el trabajo de las Ciencias Sociales y la historiografía se desplazan en una combinación de
ambos tipos de razonamientos y la anexión de muchos más procedimientos cognoscentes de
distinta naturaleza. Desde el objeto de estudio hasta los diversos discursos argumentativos
generales o abstractos, la combinación de métodos y razonamientos, han enriquecido la relación
interdisciplinaria entre las ciencias humanas. En la visión actual, es claro que el mismo
deductivismo y apriorismo austriaco, necesariamente presenta como punto de partida ciertos
axiomas de la realidad, organizados en una colectividad de hechos como modelos de referencia, a
partir de los cuales se procede a construir deductivamente el carácter individual del factor
humano. Es por eso que la diferenciación entre el inductivismo historicista y el deductivismo
mengeriano, más que una disputa por el método se trata de una división en el trabajo
investigativo.
25 El apriorismo en este sentido se entiende tal cual son las concepciones percibidas con una anterioridad lógica e inteligible, el cual pondera el valor del conocimiento.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
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[…]La situación puede ser comparada con una similar en las ciencias naturales: un físico puede creer que todas las teorías de la biología son reducibles al comportamiento de los átomos y a los componentes de las partículas. Esto, que así ha sido argumentado, no causa que el físico condene al biólogo simplemente porque cree que en última instancia todas las declaraciones biológicas serán reducidas a Física. Los científicos sociales deben ser los últimos en afirmar que no puede haber una división del trabajo similar en su mundo intelectual.26
1.2.2 El apriorismo metodológico
El contexto de las ciencias y las corrientes principales del pensamiento en el siglo XX,
hasta aquí deben servir para situar al ambiente en el que se dieron los estudios misesianos. Se ha
dejado entrever que el espíritu austriaco se había propuesto el afán de secularizar la filosofía y las
ciencias sociales mediante el uso de procedimientos, inocuos de idealismo y tendencias políticas.
La propuesta misesiana en particular pretendió rebasar su propio contexto apartándose del
neopositivismo austriaco y las vertientes del discurso historicista. 27 Es por eso que
denodadamente el teórico austriaco rechazó para el estudio de la economía, todo sustento en el
método empírico y razonamiento inductivo, por su estructural explicación, que parte de lo
particular hacia una teoría general. Mises al igual que los austriacos del circulo de Viena, se
impuso la tarea de construir la herramienta hermenéutica para una ciencia nueva, cuya
epistemología se viera depurada de ideologías, corrientes subjetivas y en particular de
idealismos y teorías teleológicas,28 razón por lo cual no quedo más remedio que la negación a
toda filosofía holista de razonamiento inductivo. Sólo una ciencia apartada de la corriente
principal (idealismos, programas finalistas y filo-partidismos) sería la manera más objetiva para
poder abordar los fenómenos de la ciencia económica. Es entonces que la propuesta misesiana
más que estructurar una teoría general de la economía, -que significaría un discurso teleológico o
colectivo-29 prefiere indagar los particulares conceptos y categorías de la práctica económica,
26 Shand, Alexander H. (1990), Free market morality: The political economy of the austrian school, cap, I, p.35. 27 Tendencia intelectual a reducir la realidad humana a las condiciones históricas o la historicidad en un lugar y tiempo determinado, desechando la búsqueda de principios apodícticos. Esto se ejemplifica con la escuela económica histórica alemana de Gustav Schmoller. 28 Doctrinas metafísicas que consideran el universo no como una sucesión de causas y efectos, sino como un orden hacia un fin concreto que las cosas tienden a realizar y dimanan de esquemas e ideologías también llamadas finalistas. Telos; el extremo último. 29 La razón del colectivismo y universalismo se hizo notar sobre todo por seis puntos característicos en relación a la filosofía social: El primer rasgo es el de considerar a la sociedad, una entidad independiente y separada de la vida de los individuos que pertenecen a ella; esto porque la Sociedad es un proyecto finalista redentor, donde se resolverá un cierto estadío que permita la ataraxia en cuanto a un determinado estado humano se refiera. En segundo lugar para los objetivos de la sociedad, el resquicio que conlleva la supuesta existencia de individualidad es decir la aspiración de sus miembros, sólo puede sugerir la existencia de antagonismo. Igualmente la construcción social, tiende a domeñar el egoísmo y todo indicio de individuación negativa, obligando renunciar a las personas de sus designios personales. En cuarto lugar se reconoce que la
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partiendo de las consideraciones más generales y lógicas de la economía. Esto nos deja entrever
que el método preferido por el teórico austriaco para su cometido, no puede ser otro que el
razonamiento deductivo, con el cual se puede partir de esquemas generales hacia conceptos
particulares, en el que pondera la explicación de las consecuencias del objeto de estudio.
Gran número de las universidades contemporáneas no se han transformado en centros de incubación de socialistas a causa de las enseñanzas prodigadas por las facultades de economía, sino como consecuencia de las lecciones difundidas por las restantes facultades. En las de economía puede todavía encontrarse eminentes profesores, e incluso los restantes, conocedores de cuantos argumentos hay de oponer a la viabilidad del socialismo. Pero el caso es muy distinto cuando se trata de los catedráticos de filosofía, historia, literatura, sociología y ciencia política. Todos interpretan la historia a base de confusas vulgarizaciones del materialismo dialéctico. Incluso muchos que atacan apasionadamente al marxismo, en razón a su ateismo o materialismo, distan bastantes de hallarse inmunes a la influencia de las ideas contenidas en el manifiesto comunista y en el programa de la internacional comunista. Explican las depresiones, el paro en masa, la inflación, la guerra y la pobreza, como consecuencia que fatalmente comporta el capitalismo y advierten que se trata de fenómenos que tan sólo desaparecerán cuando el sistema sea aniquilado.30
La premisa general es el comportamiento humano que engloba intrínsecamente un
comportamiento económico, con intenciones y voluntades que combinan la naturaleza material y
metafísica. Comportamiento económico que se sitúa en la perspectiva sociológica31 de la acción
filosofía colectivista deja todo tipo de analisis científico y razonamiento lógico, entregándose a un juicio puramente teleológico y metafísico. Aparte de eso Mises considera que con esta filosofía social y su aplicación política, se fomenta la creencia por los lideres y jerarcas, en cuya función manejarán de manera providencial, el rumbo del espíritu nacional. Y por último queda el mensaje ilusorio fomentado en las personas, por aquella confianza en un estado superior, un espíritu general, o una entidad sobrehumana encarnada en la supuesta naturaleza de las sociedades, creadoras de los individuos. En la construcción idealista, la actividad humana está ya determinada a cumplir un fin supremo, sin tener en cuenta el papel de la personalidad, ni el libre albedrío; el preconcebido modelo de sociedad es el fin último para todo un grupo social. Este sistema explicativo defendido por ciertos grupos, es al cual el teórico austriaco, consideró fatalmente equívoco en el caso de que fuera tomada como una premisa epistemológica por la generalidad de las ciencias sociales: “[…] en la filosofía de la historia todos los hombres individuales son simples instrumentos en la mano del destino ineludible. No importa que sea lo que hagan; el resultado de sus acciones debe encajar necesariamente dentro del plan predeterminado por la providencia. Si Shakespeare hubiera muerto en la infancia, otro hombre habría escrito Hamlet y los Sonetos. Pero algunos se preguntaran que hizo este sustituto mientras la buena salud de Shakespeare no le permitió hacer su trabajo.” Mises L.V. (1975), Teoría e Historia, cap. IX, p.165. 30 Mises, L. (1960), La Acción Humana, t 2, p. 637. 31 Algunos historiadores del pensamiento económico, reconocen una seria influencia sociológica dentro del pensamiento misesiano, cuestión que no puede negarse al considerar que la erudición de Mises estaba inmersa en el contexto europeo, con una retroalimentación intelectual directa gracias al vinculo amistoso mantenido con filósofos y sociólogos como Félix Kaufmann, Alfred Schütz y Eric Voegelin. A parte de ellos, en el discurso misesiano se identifica la referencia de diversas teorías psicológicas y sociológicas, ya sea para sustentar o complementar algunas particularidades de la acción humana y su carácter antropológico y también para contrastarlas con los razonamientos de la cataláctica. Por ejemplo en repetidas ocasiones puede reconocerse una recurrente referencia a los trabajos del antropólogo Lucien Lévy-Bruhl, quien estructuró una diferenciación entre el razonamiento lógico y prelógico así como la naturaleza del pensamiento desde un enfoque antropológico. Del filósofo neokantiano Ernst Cassirer, revisó su Filosofía del simbolismo. Otra propuesta sonada en el siglo es aquella formada por el conocimiento fenomenológico de Edmund Husserl, el cual nos dice que el conocimiento se da gracias a aquello que se ofrece a la conciencia sobre la lógica descriptiva de un objeto, y se formula mediante una esencia universal o eidética. Este conocimiento es un nivel superior al noemático, uno donde se conoce al objeto por su forma y tiempo, propios de los fenómenos percibidos por los sentidos. La psicología de la Gestalt era una vertiente más que revolucionaba la filosofía del conocimiento, sobre todo porque rotundamente revelaba una cognición por la forma, es decir una percepción intelectual de una entidad, totalidad, como forma o configuración y no como mera suma de partes. A esta corriente pertenece la llamada Enciclopedia de las ciencias sociales -donde colaboró Kurt Koffka- un texto ampliamente revisado por el pensador austríaco. Vid. Smith, Barry (1986), “Austrian economics and austrian philosophy”, en Grassl,Wolfgang y Barry Smith (Editores), Austrian economics: Historical and philosophical background, pp. 12-15.
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práctica con el acto de la tasación, elección y acción. Ya que el objeto de estudio es el
comportamiento económico manifiesto en la realidad positiva, deja entrever que el estudio de la
colectividad supone un apriorismo metodológico. Este método puede decirse que encierra un
razonamiento a priori, en el que se reconoce una forma de abordar lo cognoscible; -
independientemente de la experiencia verificativa propias de las ciencias naturales- que
principalmente se inclina más por concebir una anterioridad lógica de validez, es decir que
cualquier fenómeno, puede ser cognoscible por la mera inteligibilidad que los hombres
desarrollan sobre n’ numero de objetos. Este recurso puede parecer demasiado general, pero los
términos inteligibilidad y anterioridad lógica como alternativa de lo experimental, son la pauta
suficiente para comprender el método a priori. Debe recordarse que dentro del pensamiento
económico formal, la escuela austriaca trataba de brindar una alternativa metodológíca al
positivismo y al empirismo, inclinándose por los objetos de la ciencia social; en especial por el
factor del agente económico en sus proposiciones fundamentales, ya sea como una teoría del
conocimiento o una propuesta antropológica. La razón lógica siempre ha representado un
conocimiento valioso e indispensable en la filosofía del conocimiento, es aquel principio que
clasifica y objetiva la realidad formal. Los juicios de la razón lógica pueden ser percibidos a
priori, ya que estos se suscitan de manera formal y pragmática, y por lo tanto pueden ser
interpretados con una anticipación válida.32 Así a partir de la lógica formal se logran obtener las
premisas suficientes que conforman el núcleo de una teoría deductivo-analítica; se construye una
forma inteligible a través de los principios de la acción, para todo tipo de acto humano.
Puesto que solo hay una lógica, sólo hay una praxeología y una matemática validas para todos. Puesto que no hay pensamiento humano que no pueda distinguir entre A y no A tampoco hay acción humana que no pueda distinguir los medios de los fines. Esta distinción implica que el hombre valora, esto es, que prefiere A y no B.33
32 Para el pensador austriaco las proposiciones del razonamiento lógico, poseen una validez innegable de acuerdo a lo que en sus propias palabras queda definido de la siguiente manera: “[…] Las ilaciones lógicas fundamentales no pueden ser objeto de demostración ni de refutación. Estamos ante proposiciones de carácter primario, obligado antecedente de toda definición nominal o real. Se trata de categorías primordiales. Las aludidas categorías e ilaciones constituyen asimismo, presupuestos obligados a la memoria. […] El campesino deseoso de incrementar su cosecha cabe recurra a soluciones dispares, según la filosofía que lo anime. Puede ser que se de a ritos mágicos, cabe practique piadosa peregrinación, talvez ofrezca un cirio a su santo patrón o también es posible proceda a utilizar más y mejor fertilizante. Ahora bien, cualquiera que sea la solución preferida siempre nos hallaremos ante una actuación racional, consistente en emplear ciertos medios para alcanzar precisos fines.”, Mises L. (1960), La acción humana, t. I, cap. II, p. 115, 118. 33 Mises L: (1975), Teoría e Historia, cap. XIV, p. 269.
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Nivel del conocimiento a priori-sintético en la praxeología misesiana:
I Mente-razón y su relación con la
temporalidad y el medio físico.
▫Teorías generales,
y realidad formal
▫Causas formales de
la acción humana.
▫Deductivismo
analítico.
▫Consecuencias
formales reunidas en
categorías
particulares y
sintéticas.
II Tasación, elección y acción.
III Variedad de conductas
praxeológicas.
1.2.3 Individualismo subjetivista
En la historia del pensamiento económico, el principio de individualidad se considera una
característica fundamental en la epistemología desarrollada por la escuela austriaca de economía,
pero es en el caso de la doctrina misesiana, donde cobra un aspecto fundamental. Para encontrar
la conexión del principio de individuación y su papel en la construcción epistemológica de la
teoría misesiana, debe empezar por recordarse que la ideología del idealismo y el colectivismo
consideran a la doctrina individualista, éticamente negativa debido a su recalcitrante atomismo y
egoísmo que abate la empatía y la socialización.34 Y es aquí donde inicia la más seria discusión
34 A este respecto, Mises considera que el anatema puesto al principio de individualidad, es el más serio problema epistemológico que presentan los intelectuales idealistas. No quedándoles más alternativa que amparase en el espíritu popular para expresarse en contra del supuesto liberalismo
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entre el colectivismo y el individualismo, se trata de la querella sobre el antagonismo que
representa para el colectivismo el plantear un sistema social donde la individualidad misma, sea
la creadora de un agregado participativo como la sociedad. Para los partidarios de la doctrina
holistas o teleológicas sencillamente la noción de individualidad humana, no hace más que
oponerse radicalmente a conceptos reales como la Sociedad, el Estado o los demás individuos.35
En contraparte los estudios emergidos de la sociología36 y el liberalismo filosófico, han dado una
versión distinta a tal antagonismo donde los elementos de la personalidad humana no
necesariamente tienen porque oponerse a la noción de colectividad. Para Mises el denodado
aislacionismo y egoísmo del individualismo es relativo, porque no se ha mirado a la sociedad
cómo un medio de acción, donde los individuos se dedican a buscar sus anhelos individuales.
Además en la diversificación de actividades humanas, se expresa el inmenso conjunto de
voluntades cuyas consecuencias repercuten en terceros. Esta es cuestión que el hombre común no
alcanza a percibir de manera racional, pero es cierto que dentro de un conglomerado social, al ser
imposible la satisfacción de un fin perseguido de manera autárquica, las personas se vean
beneficiadas a condición de que otro obtenga igualmente lo que desea: “Porque es imposible que
la sociedad exista si el individuo no encuentra en ella un refuerzo de su propio yo y de su propia
voluntad.” 37 Siendo así que inadvertidamente, la voluntad y acción de otros se vuelven el medio
para las finalidades de una persona diferente.
Mises encontró necesario asirse del pensamiento individualista -ya presente en el
pensamiento de los ilustrados utilitaristas- y traerlo a su propuesta para volverlo un elemento
epistemológico; una herramienta metódica que junto a los principios de la acción humana dieran
paso al análisis deductivo sobre aquellas maneras en que opera el individualismo en
construcciones sociales mayores, por ejemplo las instituciones.
Unida a esta concepción, la teoría en ciernes buscaba el estudio de la realidad a partir de
la forma más legítima y prístina que puedan contener las condiciones humanas. Es por eso que la egoísta. Tan grande fue su desapruebo, que para muestra basta mirar esta invectiva que se cita a continuación: “Todos los escritores modernos que consideran suficientes ciertos factores externos de la vida para impedir el crecimiento interior y el desarrollo de las energías espirituales, lo único que hacen es poner de manifiesto el trasfondo vulgarmente materialista de su tan cacareada concepción idealista. Quien es incapaz de mantener su propio equilibrio espiritual cuando se ve rodeado de motos y aparatos telefónicos, tampoco en la selva virgen o en el desierto encontrará lo que le falta, es decir la fuerza de vencer lo fútil con lo esencial.” Mises L. (2001), Crítica del intervencionismo, parte I, cap. IV, p. 185. 35 Entre los teóricos partidarios de la ideología colectiva se cuentan desde la época de la ilustración, el pensamiento de Gotthold Ephraim Lessing, hasta H. Dietzel, Manual de la ciencia del Estado, Oswald Spengler Prusianismo y Socialismo, Gierke La naturaleza de la asociación humana y por supuesto el idealismo de la escuela histórica alemana del Derecho liderada por Gustav Schmoller. 36 Mises retoma el valor del individualismo en la sociedad, de acuerdo a lo revisado en fuentes como Karl Pribram El individualismo en la filosofía social; Albert Schatz El individualismo económico y social; Gierke La naturaleza de la asociación humana, y E.R.A Seligman Que son las Ciencias Sociales. 37 Mises L. (1961), El Socialismo, parte I, cap. II, p.52.
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individualidad se convierte en la condición principal de la investigación: ya se trate de tasación,
elección, satisfacción, éxito o fracaso, bien pueden encasillarse todos estos elementos en general,
como la conducta subjetiva de las personas. Una que detalla la peculiaridad por la que se da a
conocer un individuo y a la vez se distingue de otros.38 Además debe tenerse en cuenta que para
la intención misesiana, es el elemento medular, que engloba el carácter cardinal de toda actividad
humana, más allá de que representen juicios de valor, esfuerzos mentales, o ideas preconcebidas.
En concreto, el individualismo es aquella propiedad que permite a los hombres seguir un interés
por el porvenir que no es más que placer diferido o esperado por un bien material o un trabajo
realizado;39 es el carácter esencial que dota de personalidad a los individuos y a la vez los divide
haciéndolos especiales; esto debido a la originalidad e importancia de los actos ejercidos por los
sujetos con fines de distinto alcance y jerarquía, ya que todos los individuos demuestran una
voluntad en la vida y un proceder deliberado. Ya se trate de valoración, elección, satisfacción,
éxito o fracaso, bien pueden encasillarse todos estos elementos en general, como la conducta
individual y subjetiva de las personas.
Al interpretar los diversos aspectos de la actuación de un individuo los teóricos llegan al concepto de sociedad. No es cuestión de entender las propiedades de las partes a base de la propiedad de totalidades. No hay propiedades de la sociedad que no puedan ser descubiertas en la conducta de sus miembros.40 Los entes colectivos operan, ineludiblemente, por mediación de uno o varios individuos, cuyas actuaciones se atribuyen a la colectividad del modo mediato. […] Si llegamos a conocer la esencia de las múltiples acciones individuales, por fuerza habremos aprehendido todo lo relativo a la actuación de las colectividades. […] Por tanto el único camino que conduce al conocimiento de los entes colectivos parte del análisis de la actuación del individuo.
41
La peculiaridad que individualiza a los hombres es el fundamento central para la
construcción del discurso misesiano, pero la individualidad es significativa dentro del saber de la
acción humana, en tanto que descubra el comportamiento de los elementos o sujetos del concepto
individual (que para el enfoque económico, son aquellos que manifiestan una personalidad
empresarial, previsora, selectiva y actuante). No obstante el austriaco reconoce que a estos
caracteres y a los sujetos que los sustentan, les antecede una definición causal que considera el
origen de los esfuerzos mentales, ideas y todo juicio subjetivo, así como los pormenores de
38 En este caso se habla de la individuación, que Mises considera el “egos” en su carácter de unidad del ser actuante Mises L. (1960), La acción humana, t. I, cap. II, p. 128. 39 Mises L. (1961), El Socialismo, parte III, sección I, cap II, p. 300. 40 Mises L..( 1975), Teoría e Historia, cap. XI, p. 224. 41 Mises, L La acción humana, t. I, cap. II, p.125.
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otros elementos exógenos42 que interfieren en la creación de ideas; estos no pueden considerarse
objeto de estudio, ya que para la propuesta misesiana su interés sólo es dado a las formas en que
se manifiestan las actitudes humanas en la realidad, más no a las teorías psicológicas, axiológicas
(lo relativo a los valores) o deontológicas (lo relativo a los deberes) que expliquen su origen. De
tal forma el individualismo es entonces el enunciado de mayor alcance para poder expresar la
lógica de la actitud concreta a que se reduce la actividad.
La finalidad pactada para el individualismo ideológico y metodológico, puede concretarse
en dos grandes ejes. Por un lado puede identificarse el “Individualismo Metodológico“, y por otro,
una corriente ideológica alterna a las ideologías colectivistas así como a sus expresiones prácticas,
es decir a ideologías políticas y económicas.43 Y es que las teorías holistas o colectivas, para
entonces guardaban en la realidad un estrecho vinculo con conceptos abstractos semejantes al
Weltgeist, Wotan o las materiales fuerzas productivas Zwangswirtschaft. 44 A partir de esta
descripción, el austriaco relacionó la propuesta del colectivismo holista y su filosofía social, más
como una doctrina a favor de conceptos tribales y teocráticos preconizadores de una entidad
sobrehumana que hipotéticamente los individuos deberían alcanzar. Una propuesta que distaba
mucho de ser científica con propuestas apodícticas. Ante el reto que significaba la relegación de
las decisiones individuales en la vida y aunado a las ambiciones científicas resguardadas en los 42 La acción humana concebida por Mises tiene en consideración las influencias exteriores que pueden influir en el carácter de los individuos, de entre ellos la herencia y el ambiente son dos de los factores más importantes que infieren en los fines perseguidos y el proceder deliberado de las personas. Como el mismo Mises lo considerara, los individuos manifiestan consigo una pertenencia formal a estructuras de diversa índole: bien puede ser “hijo de una familia, raza, pueblo, época, miembro de una cierta profesión, seguidor de determinadas ideas religiosas, metafísicas, filosóficas y políticas; así como beligerante en luchas y controversias; Pocos son los que conciben ideas nuevas y originales, capaces de revolucionar los tradicionales credos y doctrinas.” Mises L. (1960), La acción humana, t. I, cap. XIV, p 130. 43 Nyíri, y Kurz sugieren que los fundamentos en los orígenes del pensamiento austriaco en lo que se refiere al individualismo metodológico, se remiten hasta el contexto de las raíces políticas, en especial por lo que representó para el imperio austrohúngaro la fuerte crisis provocada por el nacionalismo étnico de Cisleithania y la Transleithania. Donde entraron en pugna bohemios, moravos, magyares, eslavos, judíos alemanes, judíos austriacos y serbocroatas; los movimientos separatistas y etno-nacionalistas, significaron un serio obstáculo para las ideas liberales en el imperio austro-húngaro. La experiencia fue traumática, la progresiva militancia convergió en un paroxismo que implicó un desencanto y una nula confianza por parte de la clase ilustrada vienesa, para todo aquello que se relacionara a ideologías nacionalistas y colectivistas. Situación que llegó al limite con el asesinato del archiduque Francisco Fernando a manos de un activista servio perteneciente a la agrupación Mano negra y desencadenó el inicio de la Gran Guerra, o por ejemplo en 1934 la aquiescencia política ante el Anschluss al III Reich en vísperas de la II Guerra Mundial. Vid. Nyíri J.C (1986), cap. III, “Intellectual foundations of Austrian Liberalism”, p.127-131 y Heinz D. Kurz cap. 2.1 “Marginalism, Classicism and Socialism in German-speaking countries, 1871-1932” p. 10-13, en Grassl Wolfgang y Barry Smith, Austrian economics: Historical and philosophical background. Otra de las situaciones apremiantes que se relacionan con la efervescencia política es lo acontecido en Austria, con el antagonismo de facciones políticas en el periodo de entreguerras, que se extralimitó en todos los terrenos hasta el intelectual. Y es que en el inicio de la república, la lucha partidista se vió conformada por la aristocracia perteneciente a la monarquía, la clase media dedicada a las profesiones liberales y sobre todo los intelectuales reunidos en torno a Viena que se dividían en socialistas, conservadores y liberales. Así científicos, humanistas y filósofos se enfrascaron en la vida pública, al ser denodados partidarios militantes dentro de las asociaciones políticas austriacas. Lo que se discutía en las cátedras vienesas -por motivos académicos en cuanto a la estructura de las Ciencias Sociales- fungió como el núcleo de doctrinas orgánicas que alimentaron el papel de las facciones en la vida pública del país. Es en ese contexto donde el Individualismo metodológico se afronta a un muro ideológico, que en el criterio de Mises de antemano es por demás sectario. La transición republicana acarreaba fuertes enfrentamientos entre los partidarios de los principios liberales y una oleada de facciones que se esparcían por el país; entre ellas se encontraban los partidarios del socialismo representados en el SPÖ, el partido austriaco socialdemócrata; el centralismo estatalista conservador de los Socialcristianos (de tradición aristocrática e imperial), además de los pangermanistas y comunistas. A este escenario se sumó la influencia del Partido Nacionalsocialista (NSDAP) que rápidamente se hizo de adeptos en Austria sobre todo de los simpatizantes pangermanistas que aspiraban al Anschluss. 44 Shand, Alexander H. (1990), “Philosophical roots and methods” p. 30.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
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estudios de la acción humana; la teoría en ciernes, usará al individualismo como herramienta
metodológíca para describir la diversidad de las conductas en la acción humana, partiendo del
móvil trazado por las premisas del enfoque económico (la elección de medios-fines, y el
aminoramiento de la necesidad, con la búsqueda del bienestar). Para ello se acogerá al análisis
deductivo de lo concebido en las construcciones colectivas, en cuyo contraste con las prácticas de
la acción, se podrá llegar a los elementos desconocidos de la conducta de los individuos.
El colectivismo de hoy no saca su fuerza de una necesidad interna del pensamiento científico moderno, sino de la voluntad política de una época favorable al misticismo y al romanticismo. Los movimientos intelectuales son la rebelión del pensamiento contra la inercia, de lo más selecto contra la masa, rebelión de quienes son fuertes porque es fuerte su espíritu, contra aquellos que únicamente sienten con la multitud y con la horda y que sólo tienen significación porque se cuentan en gran número. El colectivismo es lo contrario: es el arma de quienes desean matar el espíritu y el pensamiento. A este nuevo ídolo, el más glacial de los monstruos glaciales lo incuba el Estado. [...] El colectivismo no es una ciencia, sino una política y enseña juicios de valor.45
En la construcción de la teoría misesiana, el principio de individuación además de
convertirse en un elemento interpretativo y explicativo de la acción humana, da cabida a una
relación directa con el llamado subjetivismo. Aunque debe reconocerse que la función subjetiva y
su doctrina filosófica, tiene antecedentes más profundos dentro de la teoría económica. Desde los
estudios de la primer generación, el subjetivismo fungía como un elemento estructural: por
ejemplo la manifiesta Ley de la utilidad marginal emitida por Menger, o la Teoría subjetiva del
valor desarrollada por Böhm-Bawerk y Wieser, que terminó por propagarse en la revolución
marginalista. 46 Para la premisa misesiana el subjetivismo -vinculado al principio de
individuación- dentro del enfoque económico del comportamiento, se constituye como un
refrendo a la teoría subjetivista del valor y la utilidad marginal; que en la escuela neoclásica esta
relacionada con el estudio microeconómico del papel del consumidor. A diferencia del criterio
misesiano que se distingue por considerar una teoría integral entre la representatividad del
consumidor-productor retomado y desarrollado hasta el límite, en la economía neoclásica el
45 Mises L. (1961), El Socialismo, parte I, cap. II, pp. 52,56. 46 De acuerdo a lo expresado por los líderes de la primera escuela austriaca de economía, el valor y su definición económica, difícilmente pueden conocerse objetivamente en un axioma concreto dentro del comportamiento humano. Es más bien una abstracción de los individuos al valorar la naturaleza de un bien satisfactor y una consideración completamente personal sobre aquello que pueda parecer útil. El valor se fundamenta en parte con la cantidad y las propiedades que lo caracterizan, pero existe sólo en función de las consideraciones que manifiestan los individuos al encontrarse en una situación económica determinada: por principio deben hallarse en una situación de escasez o necesidad, establecer un fin y medio para contrarrestar tal situación y finalmente ejecutar su consecución. Dentro de este proceso el individuo consumidor imputa una consideración de valor a cualquier bien satisfactor disponible; estimación circunstancial que también puede identificarse con el carácter subjetivo de la acción humana.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
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factor humano es ensalzado como la fuente y sustentación del actuar económico. El factor
humano en sus actos concretos, exhibe sus juicios sobre lo que considera es la necesidad, lo
valioso y útil. En las decisiones y acciones de los individuos sobre la realidad material, se
encuentra los conceptos que forman el núcleo del verdadero comportamiento humano, ya sea
como un sujeto individual o como una personificación económica (empresario, capitalista,
trabajador o consumidor). En sus intereses particulares es donde verdaderamente se cimienta la
posibilidad para crear, transformar y cambiar el rumbo de sus vidas.
[…] los juicios de valor y las acciones por ellas motivadas, no son lugares donde termina la reflexión humana son puntos de partida de una forma especifica de reflexión, de la comprensión especifica de las ciencias de la acción humana. Si estamos ante un juicio de valor y la acción, podemos tratar de entender como se originaron en la mente del sujeto. Esta comprensión específica de la acción humana trata de entender las acciones de otras personas. Se pregunta: ¿qué estaba haciendo? ¿Que perseguía? ¿Que tenia en la mente al elegir este fin especifico? ¿Cual fue el resultado de su acción? O se hacen análogas preguntas acerca del futuro: ¿Qué fines elegirá? ¿Que hará para alcanzarlos? ¿Cuál será el resultado de su acción?47
1.3 LA CIENCIA DE LA ACCIÓN HUMANA
1.3.1 La Praxeología y la Cataláctica
Finalmente se da paso a la explicación sobre los lineamientos epistemológicos en que se
sustenta la nueva tesis austríaca, es momento de considerar la teoría general de la acción humana
donde los actos de la acción y sus vicisitudes formativas se engloban en aquello a lo que Mises
determinó la Praxeología como la ciencia que estudia los actos humanos en la práctica formal. En
el concepto de la praxis, es donde la razón y acción convergen como elementos formativos para
la elección de objetivos y medios alcanzables. La investigación misesiana se ha propuesto
indagar la estructura y las finalidades de cualquier práctica humana (política, social, económica)
ante ello la forma praxeológica plantea los axiomas reales, verdaderos y legítimos de la realidad,
como el mismo austriaco afirmó: “[la praxeología se constituye] con independencia de las
circunstancias ambientales, accidentales o especificas que puedan adornar individualizadas
47 Mises L. (1975), Teoría e Historia, cap. XIV, p.273.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
36
actuaciones. Sus enseñanzas son de orden puramente formal y general, ajenas al contenido
material y a las condiciones peculiares del caso que se trate.”48
PRINCIPALES CATEGORÍAS PRAXEOLÓGICAS:
Aplicación práctica Idea Lógica
I Estímulos que mueven la
voluntad individual, para
desencadenar la acción.
La escasez de bienes mueve a la voluntad para buscar satisfacer
necesidades y aliviar malestares humanos.
II Elección de medios y fines.
Modo en que el individuo busca la satisfacción y elimina la fuente de
necesidad.
III Fines construidos con
juicios valorativos.
Cada actor consciente tiene como meta mejorar su situación personal
y buscar la maximización de su beneficio.
IV Medios útiles elegidos por
decisiones técnicas.
En el modo y forma de alcanzar un fin ultimo, se conjugan la
aplicación de estrategias y valoraciones de determinados bienes,
respecto a la capacidad que pueda tener para conseguir una
determinada meta. Los medios, pueden ser objetos concretos o
construcciones abstractas.
V Principio de la
marginalidad decreciente
(en relación valor-
satisfacción) de fines y
medios.
La valoración de lo medios y los fines es cambiante progresivamente;
mientras disminuya la magnitud de un malestar, disminuirá la
necesidad del medio o bien que lo mitiga. Asimismo sus metas
alcanzadas (es decir sus fines últimos) proceden a manifestar una
satisfacción decreciente; por cada meta alcanzada tiende a
aminorarse la satisfacción, de acuerdo a los niveles de apremio que
tengan los fines propuestos.
Mises puso en uso un apriorismo extremo y en particular, a la teoría económica la separó
de los eventos históricos y las teorías finalistas de los esquemas económicos. Karen Vaughn
asevera que los axiomas praxeológicos pretendían ser una serie de enunciados limpios de
referencias ideológicas mayores y que fueran reconocidos por el pensamiento.49 El concepto
histórico y los procesos culturales de larga duración puede que hayan sido pasados por alto en la
48 Mises L. (1960), La Acción Humana, T I, cap II, p. 111. 49 Vaughn Karen I. (1975), Austrian economics in America: the migration of a tradition, p.90
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
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teoría misesiana, pero debe observarse que el discurso praxeológico no ha desechado las teorías
generales, sino que las considera objeto de estudio.50 El tiempo es una condición implícita en la
existencia humana y es la base que da la conciencia de la acción en el medio material. Para Mises
lo humanos experimentan el tiempo, sólo como algo real de donde toman las condiciones y
oportunidades dadas para actuar. A pesar de defender la originalidad y hacer de lado todas
aquellas doctrinas teleológicas, no descarta la existencia de probabilidades y fenómenos
causalistas: como aprendizajes empíricos, experiencias previas, idealizaciones y asociaciones de
ideas que sirven de antecedente al criterio de elección.
No hay razón alguna para suponer que nuestra lógica sea la fase última y definitiva de la evolución intelectual. La lógica humana no es más que una etapa en el camino que conduce desde el prehumano estado ilógico a la lógica sobrehumana. La razón y la mente, las armas más eficaces con que el hombre cuenta en su lucha por la existencia, se hallan inmersas en el continuo devenir de los fenómenos zoológicos. No son ni eternas, ni inmutables: son puramente, transitorias.51
Para la praxeología el concepto de valor de un bien o una acción, radica en el uso dado y
su utilidad. Este razonamiento se enlaza a una idea mayor; el principio económico marginalista.
Mises retoma el principio mengeriano adaptándolo a los niveles de utilidad en un enunciado
praxeológico real. Teniendo presente que el individuo siempre actúa teniendo como meta la
mejora de sus condiciones, removiendo la fuente de su descontento o necesidad, mediante la
puesta en práctica de los medios elegidos para aminorarla. Al decir que en un gran número de
metas, conforme se van obteniendo, disminuye la necesidad o insatisfacción previa a la acción, se
retoma la ley de la utilidad marginal decreciente.
El conjunto del sistema praxeológico, bien puede ser considerado una doctrina filosófica
pragmática. La delimitación de las categorías de la acción humana, representa una doctrina que
estudia al hombre desde su conducta práctica; como un ser de voluntad y acción, que sólo orienta
su razón lógica para aminorar su malestar y maximizar su bienestar en el medio en que se
encuentre. Por lo tanto el sistema praxeológico, se apega más a encontrar la congruencia entre el
pensamiento y los fines prácticos del hombre ya que esta es la verdadera acción material. Si acaso
pueden, obtenerse enunciados axiomáticos de la conducta humana; para el austriaco estos sólo
50 La teoría de la acción queda delimitada entre los elementos fundamentales de la praxeología, pero eso no implica que Mises soslayara los elementos exógenos de la realidad, aquellos que están más allá del control humano. Si bien la praxeología es preponderantemente la representación de la voluntad y resolución que desempeñan los individuos; esta se entiende cómo la reacción consecuente a situaciones de la naturaleza física y humana. 51 Mises L. (1960), La acción humana, t. I, cap. II, p.114.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
38
Teorías generales y fenómenos holistas en la
realidad práctica.
Praxeología: Herramienta hermenéutica que interpreta la acción económica de los fenómenos colectivos
Resultado intelectual: Categorías particulares e individuales de la acción económica o catalaxia
puede obtenerse de la congruencia entre el uso de los medios elegidos y el grado de éxito
conseguido según las expectativas de las metas propuestas.
ESQUEMA DEDUCTIVO PRAXEOLÓGICO:
La delimitación del principio praxeológico y su trato como eje de acción del
comportamiento humano, sirvió para dar paso a la fundamental herramienta interpretativa del
ideario misesiano; la Cataláctica.52 Ésta como ciencia de la acción económica tiene por objeto
hallar y declarar los elementos principales sobre los modos y las formas en la actividad comercial
de los individuos. Lleva los axiomas enunciados por la praxeología a un sistema general
explicativo de todo el comportamiento humano. Ya que éste, desde cualquier necesidad material
o abstracta hasta la consecución de su satisfacción, se ve inmerso en una o varias de las
categorías descritas por la economía; ya sea como intercambio, acción empresarial o la sujeción a
una estructura de mercado. La ciencia económica ha propuesto tanto categorías como funciones
económicas, envueltas en un sistema general. Entre las categorías económicas más
representativas se encuentran por ejemplo; el intercambio mercantil, el mercado, la movilidad
empresarial, el dinero, los precios y el cálculo monetario entre otras, las cuales han llegado a ser
conceptos formales de la ciencia económica. A la Cataláctica le compete valerse de las
estructuras positivas y deducir las formas o funciones de los individuos representadas en estos
términos. De la deducción correcta, dependerá una idea delimitada y precisa de lo que por 52 derivado del griego katallasso, que significa intercambio.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
39
ejemplo es el intercambio de bienes y servicios y si es factible una rotunda diferencia en
hipotéticos esquemas que difieren del sistema de libre mercado.
Uno de los ejemplos más característicos de los elementos catalácticos, es aquella serie de
afirmaciones que Mises expresó para desmitificar el antagonismo de clases. En tal argumento
relacionó tres categorías; la de consumidor, productor y empresario. Siendo que las funciones
desempañadas por estos elementos, no resultan obligatoriamente antitéticas; los capitalistas y
productores desarrollan una conducta, siempre inclinada por los deseos y preferencias de los
consumidores. La conducta privada del hombre de negocios, es la manera en que invierte su
capital; puede hacerlo en una industria pujante o decadente o también puede brindarlo al
altruismo. La conducta económica por lo general para el hombre industrial, es aquella que le
reditúa mayores ingresos. El industrioso además no deja de ser un consumidor, se apega a los
lineamientos de sus proveedores y desempeña el trabajo intelectual de la empresarialidad; esta
función es aquella que el hombre de negocios o empresario lleva a cabo especulando sobre las
posibilidades de inversión y ganancias de la actividad económica, observando previsoramente el
curso de los tiempos. En contraparte el consumidor también es especulador, ya que de igual
forma, anticipadamente puede prever sobre sus futuras necesidades en los medios y modos como
satisfacerlas. El trabajador primero es propietario de ciertas habilidades que son medio de
producción idóneas para determinadas labores, luego su salario depende del precio que el
mercado está dispuesto a pagar por su labor, por lo cual también se maneja empresarialmente,
primero por que el nivel de salarios es un elemento directamente relacionado con el auge de la
actividad empresarial en boga y también porque su conducta es previsora, al inclinarse por el
trabajo más conveniente que puede desempeñar en la sociedad. De esta manera para el austríaco
la utilidad de la cataláctica es vital para el análisis deductivo de las principales construcciones
económicas, entre las que por ejemplo están la exploración del supuesto antagonismo de clase en
un argumento sintético, aquel que reúna a las diversas funciones de los individuos combinadas
entre si; esta funcionalidad es factible como la experiencia lo indica en el sistema de mercado.53
53 Mises toma como punto de apoyo las funciones integradas, propuestas por la Economía para el análisis cataláctico. Tiene presente la delimitación de los funciones de los personajes económicos y de esta forma establece las premisas axiomáticas para la comprensión del comportamiento humano: “Los términos en cuestión sin embargo, para la ciencia económica, significan lo siguiente: Empresario es el individuo que actúa con la mira puesta en las mutaciones que las circunstancias del mercado registran. Capitalistas y terratenientes son gentes que actúan teniendo presente aquellos cambios de valor y precio que, aún permaneciendo invariadas todas las demás circunstancias del mercado, acontecen por el simple transcurso del tiempo, a causa de la distinta valoración que tienen los bienes presentes con respecto a los bienes futuros. Trabajador es el hombre productor de factor de producción, utiliza su propia capacidad laboral. De esta suerte quedan perfectamente integradas las diversas funciones: el empresario obtiene beneficio o sufre pérdidas; los propietarios de los factores de producción (tierras o bienes de capital) devengan interés originario; los trabajadores ganan salarios. Estructuramos así la imaginaria construcción de la distribución funcional, distinta de la efectiva distribución histórica.[…] Distribución no debe inducir al engaño, la locución distribución funcional, emplease en el sentido que dicho vocablo
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
40
La teoría misesiana entonces se inclina por tomar al comportamiento social sólo como un
juego de intercambios utilitaristas de competencias y satisfacciones, dando un trato raso a
cualquier tipo de bienes (ya sea como medios o fines) con el mismo valor de un bien material o
psíquico. La cataláctica, es una herramienta interpretativa que tiende a generalizar la conducta
humana, sólo en relaciones cuantificables de acuerdo a la lógica de las categorías de la conducta
económica. Cómo bien lo define Wolfgang Grassl, la cataláctica austríaca convierte a los
problemas morales de la existencia en problemas de índole económico y a la ética en una
categoría económica sólo que de mayor nivel.54 Las relaciones entre individuos no pasan a ser
mas que: “una invitación para una cuantificación absoluta y su exteriorización en la misma forma
como se hacen las relaciones en el mundo físico, mientras los mercados asumen un papel
computacional técnico de un mecanismo asignativo”.55
Hasta aquí debe ser claro que el complejo científico de la teoría austriaca se resume en
una crítica general a la epistemología en boga. En este punto debe reconocerse a la tradición
austriaca por haber emprendido con sus estudios, una búsqueda por la esencia humana; los actos
individuales que representan los principios universales de las conductas humanas. En términos
misesianos aquellos que pertenecen a la esencia de los individuos en la totalidad de roles sociales,
pero que mediante la cataláctica se vuelve posible su deducción a priori. 56 Este tipo de
conocimiento, es el fundamento de las máximas polémicas, ya que en un tiempo donde las
ciencias sociales recurren a la utilización de herramientas y procedimientos usados en las
matemáticas y las ciencias físicas; el hecho de formular una teoría que sintetiza en axiomas
lógicos la conducta humana de una forma a priori, es poco más que extravagante. La deducción
analítica de categorías funcionales a partir de lo que se considere lógico, parece ser una
procedimiento simplista y carente de rigor científico, ya que el apriorismo y el deductivismo
razonable son procedimientos epistemológicos demasiado básicos. Hasta aquí la versatilidad de la
acción humana, vislumbra un difícil pronóstico para el discurso misesiano. Se podrá decir que tal
hace ciento cincuenta años tenia. En el lenguaje moderno esa distribución pretende describir la dispersión de mercancías que entre los consumidores, realiza el comercio.” Mises L. (1960), La acción humana; tratado de economía, t. I., p. 415. 54 Grassl, Wolfgang y Barry Smith (1986), Austrian economics: Historical and philosophical background, p. 142. 55 Ibidem. p. 170. 56 Los enunciados praxeológicos son aquellas manifiestas por la conducta práctica o pragmática. En el caso de la catalaxia, aquellas que se refieren a la interpretación de la conducta económica. Tales principios son representaciones a priori porque se justifican en su carácter apodíctico, es decir son verdades necesarias para todos los casos y en cualquier lugar: “Tales declaraciones (conocidas como analíticas) no necesitan verificación -por ejemplo- 2 más 2 es igual a 4; si A precede a B y B precede a C, luego entonces A precede a C, uno no puede estar en dos lugares al mismo tiempo. Estas declaraciones parecen requerir ninguna experiencia previa del mundo para determinar su verdad”. Shand, Alexander H.(1990), Free market morality: The political economy of the austrian school, cap. I, p. 9.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
41
sistema propuesto, se asemeja más a una construcción de sentencias silogísticas o a una mera
construcción literaria. Pero se caería en un gravísimo error si se desdeña desde este momento el
esbozo metodológico, sin conocer los resultados en cuanto a conclusiones político-económicas se
refiere, quizás ahí podamos llevarnos una gran sorpresa sobre la validez de los estudios
misesianos.
1.3.2 La interpretación del liberalismo económico antes de la Gran guerra; cataláctica y
revolución empresarial
El análisis deductivo de las fenómenos materiales, fue un trabajo continuo sobre las
conductas y los elementos económicos. durante la mayor parte de la vida intelectual del austriaco,
quién se dedico a establecer las categorías catalácticas inferidas en las personificaciones y
conceptos, trascendentales para el pensamiento económico. Lo planteado en este capitulo es
suficiente para clarificar que el sistema comercial de mercado, fue sometido a un análisis
deductivo, en ciertas categorías del actuar económico. al conocer este procedimiento es como
puede decirse, que existen los elementos para identificar una generalización temática, en el
ideario misesista, es decir una filosofía de la historia de orden material. Las categorías
catalácticas mencionadas en el discurso cataláctico son distintas y se desarrollan por distintas
situaciones pero en todas se reconoce como origen el principio de la voluntad humana por
suprimir el malestar y la necesidad. Una de las principales formas aparece como fruto de la
operación selectiva y electiva de los medios, que los individuos hacen para aminorar sus
necesidades y se engloba en el intercambio de mercado, que en la realidad formal se concreta a
través de la división del trabajo y la competencia social. En este concepto Mises entiende el
comercio como un proceso social dado entre las personificaciones de vendedores y compradores,
donde el intercambio comercial es una práctica surgida de la necesidad por cubrir las carencias de
los individuos, dadas por las diferencias en sus capacidades o a los medios escasos en su espacio,
que hace necesaria la cohesión de intereses individuales, esta cooperación se realiza en el seno de
un pacifismo social, en el que se salvaguarda la vida, la propiedad y la libertad individual. De ese
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
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modo la realidad del comercio es el enclave que lleva al hombre a socializar para intercambiar
trabajo y todo tipo de bienes materiales.
Para Mises la evolución al uso del dinero, al valor de cambio y la configuración de
precios, hizo que el intercambio cataláctico se estructurara en una dicotomía de compradores y
vendedores haciendo posible el cambio indirecto. Una situación que progresivamente permitió a
los sujetos comerciantes, experimentar un arreglo compensatorio garante de reciprocidad. Estas
fueron las condiciones que hicieron desaparecer la vieja usanza primitiva del saqueo y la
depredación cometida por las hordas invasoras. Al experimentarse los resultados del comercio
mercantil, se verificó un ambiente que permitía conseguir arreglos mercantiles alargando la
situación de paz para los grupos participantes.
En la cooperación social para un trabajo común, la dependencia unilateral se convierte en dependencia reciproca y cada hombre al organizar su vida de manera que su acción se vuelva una parte de la vida social, se ve obligado a adaptarse a la voluntad de sus semejantes.57
De acuerdo a estas condiciones es como puede hablarse en segundo lugar de una
cooperación social que con el intercambio de mercado posibilita a los participantes relacionarse
con un fin utilitario: encontrar bienes y servicios diversos y permitir la confluencia de una
diversidad de individuos con necesidades, aptitudes y posesiones distintas. La ejecución de
semejante proceso -según entiende Mises- permite entre más resultados el abatimiento de la
autarcía, el aislacionismo y la precariedad, accediendo a conocer las mejores formas en que otros
individuos han conseguido crear medios útiles para la consecución de una meta propuesta,
otorgando a la generalidad la libertad de convergir según sus talentos y recursos. Otro elemento
constitutivo de la cooperación social se verifica en el progresivo recurso manifiesto de una
producción con fines de lucro; que a través del interés originario y la obtención de precios de
venta rentables, permite al productor comprar a los poseedores de factores y bienes de producción,
por construcciones económicas como renta, interés, salario o beneficio. El lucro productivo es la
forma en que se obtiene un margen de ganancia sobre los gastos y unidos al interés originario, se
considera una característica primordial para el movimiento y continua regeneración del capital y
todos sus elementos económicos. Es la disposición indispensable donde se obtiene los fondos
para continuar ahorrando e invirtiendo y con ello mantener la producción. El intercambio
57 Mises L. (1961), El socialismo, p. 190.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
43
comercial de mercado en este sentido es una continua selección y subasta de oportunidades,
intereses y precios con los que productores y consumidores negocian, desarrollan la reunión de
bienes y trabajo, para en una fase superior sustentar la base creativa de una mayor cantidad de
bienes de uso y consumo, que satisfaga la mayor demanda del público.
La presión necesaria para inducir a las gentes a contribuir al esfuerzo productivo se ejerce a través de los precios de mercado. Dicha inducción es de tipo indirecto. Consiste en premiar la contribución de cada uno a la producción proporcionalmente al valor que los consumidores atribuyen a la misma.58
De acuerdo con lo establecido anteriormente, el análisis cataláctico nos lleva en
concomitancia a otras dos magnas construcciones de la acción económica, ellas son la progresiva
división del trabajo y la competencia económica. Ambas formadas por la voluntad de los
agentes humanos en su personificación de oferentes y demandantes, productores y consumidores.
Según el análisis deductivo cataláctico, éste comienza por explicar como desde el capitalista
hasta el trabajador, inevitablemente comparten una categoría competitiva en la vida económica,
siendo así que todas las personificaciones de la cooperación material, en algún punto de la
catalaxia desempeñan el papel de consumidor. La división del trabajo, se explica en este sentido
como el desarrollo consecuente en la especialización de las necesidades del consumidor y los
bienes del consumo. En cuanto a los concurrentes del mercado, propietarios trabajadores y
capitalistas, se ven conminados a especializarse y construir una gran división económica sobre
los menesteres requeridos para su particular bien productivo.
Como Mises lo entiende desde su análisis, la competencia de mercado se diferencia del
estado de guerra (donde el principio de la selección natural determina la existencia en una lucha
descarnada por la supervivencia mediante conductas de invasión y expolio) porque se asienta en
un estado pacifico donde la competencia se centra no en la fuerza armada y el poder del
militarismo, sino en la orientación de las mejores fuerzas del mercado hacia el principio
hegemónico: las necesidades del consumidor.
El carácter competitivo es en el curso de las relaciones comerciales, la columna que
sostiene de fondo, la renovación y continuidad de la funcionalidad mercantil. Las metas concretas
con que acuden los concurrentes productores y consumidores, se reconocen por la búsqueda del
58 Mises L. (1960), La Acción Humana, t.1, p. 455.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
44
mejor precio para el consumidor y la ganancia para el productor. Esta dicotomía es el móvil el
que se enfrascan los participantes del mercado y determina el grado de éxito alcanzado por
quiénes participan en el intercambio; según las condiciones en que se expresan las demandas del
público consumidor. Mises es claro al decir que la preeminencia y éxito de los concurrentes al
sistema mercantil, responde -hablando sólo en términos catalácticos- según a la continua
adecuación y movimiento en la forma de los bienes y servicios que detentan como propiedad
privada, todos los participantes económicos.
Toda producción debe necesariamente adaptarse a los deseos de los consumidores. Desde el punto y momento que no responde ya a este objeto, deja de ser lucrativa. En esta forma, la libre competencia asegura la sumisión de los productores a la voluntad de los consumidores y el cambio de los medios de producción de las manos de quienes desoyen o son incapaces de responder a las exigencias de los consumidores a manos de individuos más aptos para dirigir la producción. El consumidor es el amo de la producción. Considerada la economía desde este punto de vista, es una democracia en la que cada centavo desempeña el papel de una cedula de votante. Es una democracia cuyos representantes sólo gozan de un mandato siempre revocable. […] El efecto de la competencia se confina a la distribución y a dirigir el proceso de la producción y resulta esencial para garantizar una productividad más alta del trabajo social.59
Así pues la competencia en un sistema donde se desarrollan libremente las fuerzas
productivas, se verifica en la realidad cuando los consumidores favorecen comprando a un precio
especifico, premiando a los empresarios y productores que logran posicionar y acomodar los
factores en una cadena de producción cuyo fruto resulta exitoso en la inclinación del público.60
Los capitalistas, empresarios, trabajadores y propietarios de bienes de orden superior someten su
triunfo a las vicisitudes de la democracia de mercado, por los caminos fluctuantes de la mayor
producción y el mayor consumo. La “democracia del mercado” es pues la objetivación con que
59 Mises L. (1961), El Socialismo, pp. 458-156. 60 “[…] Los consumidores determinan los precios de los bienes de consumo y los precios de todos los factores de producción. Fijan igualmente los ingresos de cuantos operan en el ámbito de la economía de mercado. Son los consumidores quienes pagan a cada trabajador su salario, lo mismo a la famosa estrella cinematográfica, que a la doméstica. Con cada centavo que gastan ordenan el proceso productivo. Por eso se ha podido decir que el mercado constituye una democracia, en la cual cada centavo da derecho a un voto. En la economía de mercado los consumidores tienen el poder supremo. El hecho de comprar o de abstenerse de hacerlo determina, en última instancia, lo que los empresarios producen, así como la cantidad y la calidad de producción. También determina directamente los precios de los bienes de consumo e indirectamente los precios de todos los bienes de capital, esto es, del trabajo y de los factores materiales de la producción. Determina, igualmente, el que surjan ganancias y pérdidas, la formación del tipo de interés y el ingreso de todos los individuos […] Obliga a todos, en su capacidad de productores, a ser responsables frente a los consumidores y a quienes trabajan a cambio de sueldos y salarios. […] El único medio para obtener riqueza y para conservarla, en una economía de mercado que no haya sido adulterada por privilegios y restricciones del gobierno, es servir al consumidor en la forma mejor y más barata. […]Así es, cuando las disposiciones que toma el empresario lesionan al obrero en sus intereses inmediatos, Puede despedir arbitrariamente a obreros, obstinarse en procedimientos de producción fuera de uso, escoger expresamente métodos inadecuados de trabajo e inspirarse para la conducción de sus negocios en motivos extraños a la satisfacción de los deseos de los consumidores. Pero si obra de esta manera, y en la medida en que lo hace, debe soportar las consecuencias, y si no se detiene a tiempo se verá relegado por la pérdida total de sus bienes a una situación en que no puede ya hacer perjuicio. No es necesario para esto asegurar un control especial de su conducta. De ello se encarga el mercado con más rigor y precisión de lo que podría hacerlo una vigilancia llevada a cabo por el gobierno o por otros órganos de la sociedad”. Mises L., El Socialismo, pp.459, 547.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
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Mises llama a todo ese conjunto de prácticas de intercambio, como un sistema organizador en el
que se desarrolla la civilización occidental. Construcción que debe entenderse como la cohesión
social preservadora de las prerrogativas humanas: la propiedad privada, la vida y la libertad de
obra y pensamiento. Toda innovación que el empresario quiere implantar; producir, imponer, mejorar o ampliar, exige contratar obreros. Los empresarios se enfrentan a la selección de trabajadores idóneos para realizar operaciones específicas. La competencia que entre los patronos se plantea por conseguir la mano de obra apropiada no es menos dura que la que entre ellos se suscita al pujar por las requeridas materias primas, máquinas y herramientas o por el necesario capital en el mercado crediticio y dinerario.61
La última categoría de la acción económica, relevante en el ideario austriaco es la que se
reconoce en la Capacidad empresarial. El empresario en este sentido es una personificación
económica, que se identifica con la potencia y el acto, es decir tiene la capacidad para reflexionar,
ordenar y seleccionar los distintos panoramas posibles de una realidad, después plantear un
procedimiento para llevar a cabo. En las relaciones del intercambio mercantil, la empresarialidad
se reconoce por la libre reflexión juicio y acción que tanto productores como consumidores
resolutamente toman para conducirse en cualquier actividad que implique la discriminación de
medios y recursos útiles en una meta. El empresario en la realidad formal es el principal factor
que funge como receptor de los requerimientos del público demandante, y por lo cual busca las
posibles formas en que mejor puedan ser atendidas las necesidades de aquel, para ello reúne los
elementos y produce el bien de consumo más apropiado. En una fase subsiguiente también es
organizador de la producción en cuantos a factores productivos y bienes de capital se refiera. De
la necesidad de bienes, servicios y materiales que el productor empresario necesite para su
negocio, es como se manifiesta una estimación de valor en un tiempo determinado sobre lo que el
pensador austriaco llama bienes de orden superior.
La capacidad empresarial es en la diacronía histórica, un elemento esencial para la
funcionalidad del sistema de producción y distribución mercantil que detenta el carácter
especulativo. Esta conducta que valora y prevé una configuración ordenada de factores, para
conseguir la construcción de un bien de consumo exitoso, resultado alcanzado con el llamado
Cálculo económico. Según la Cataláctica éste es una estimación numérica del estado virtual de
61 Mises L. (1960), La Acción Humana, t. II, p. 265.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
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negocios, donde a partir del precio de venta, el empresario calcula la posible ganancia restando
los costos y en general la totalidad de gastos productivos. El manejo de precios de mercado,
permite al empresario estimar y diferenciar los estados de pérdida y ganancia, lo que es rentable
de lo que no lo es, una útil información material para encontrar el camino por el cual es adecuado
el movimiento económico.
Mediante el cálculo las gentes logran distinguir entre las producciones, las remuneradoras de las que no lo son, las que serán apreciadas por el consumidor soberano, de las que este rechace. La acción sólo puede decirse sea en verdad planeada cuando la misma ha sido precedida por el correspondiente cálculo comercial de posibles costos y beneficios. Por su parte, el establecimiento a posteriori del resultado que anteriores actuaciones provocaron exige la contabilización de pérdidas y ganancias.62
Para el liberalismo económico, la figura empresarial toma un carácter preponderante por
posicionarse como el vinculo de enlace entre la información dada por los consumidores y los
propietarios de bienes de capital, que en concomitancia con su voluntad en el sistema,
administran las relaciones mercantiles, encauzan la progresión económica, además de la
movilidad especulativa y creativa. Los avances de la tecnología, la ciencia, el arte y la cultura en
general -según lo considera el austriaco- son una relación directa con la oportuna aplicación de
capital en aquéllos sectores que el empresario juzga estratégicos. Para Mises ésta personalidad ha
sido de relevante importancia en el curso de la economía capitalista por aplicar un ingenio
visionario sobre lo ignoto por la mayoría. Esto se comprueba por la manera en que las
innovaciones de los productos considerados suntuarios y la aparición de elementos
indispensables de la vida occidental, dependieron de la visión empresarial para aportar capital
sobre los materiales y el trabajo que aquellos recursos representaban en la explotación de una
industria futura. Con su acción visionaria la figura empresarial adapta la producción a las más
urgentes necesidades de los consumidores, asocia los factores productivos en un espacio y tiempo
determinado a un proceso de producción superior. Tal es el grado de importancia que la catalaxia
atribuye a esta figura, que considera a la capacidad empresarial la principal categoría reguladora
de la máxima disposición de los bienes con que cuenta una nación: así sean los bienes de orden
superior, capital o los tipos de trabajo.63
62 Ibidem, t. I, p. 379. 63 Mises L.(1961), El socialismo, p. 112.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
47
Mientras pueda estimarse la acción en su justo valor, por medio de un cálculo preciso en dinero, no hay lugar a la arbitrariedad. Quien conforme al uso corriente se lamenta de la dureza de una época que cuenta hasta el ultimo centavo, olvida que por lo general es justamente la relación entre la acción y su lucratividad, calculada en dinero, lo que opone la barrera más eficaz a los actos arbitrarios de sus semejantes en el cuerpo social.64 Las categorías deducidas del comportamiento económico general son hasta este punto las
principales manifestaciones, no sólo del actuar social, sino de una construcción mayor: la
producción y distribución desarrollada en el sistema capitalista de libre mercado. En ellas puede
verse como a pesar de que los objetivos científicos misesianos consideraban analizar la realidad
económica, sin atenerse a una estructura holista o teleológica, la realidad es que no pudo evitar la
responsabilidad con una visión finalista y una opinión comprometida con los elementos del
análisis. Eso se clarifica porque las nociones particulares de la Catalaxia, se refieren a la actitud
de los individuos en un esquema superior; el sistema capitalista.
La forma general que considera las causas del proceder económico, es una que comparte
un panorama general para todo el genero humano, unas condiciones dadas por la material
relación entre el ser y la naturaleza (que pone a los hombres en un estado de necesidad y
vulnerabilidad ante la diversidad geográfica y biótica). En reacción, estas realidades, fueron
trasformadas por la irrupción de actos fundados en la lógica humana para mejorar la situación
personal. El intercambio de mercado y las diversas prácticas dadas, son el ejemplo de la manera
en que los hombres enfrentaron económicamente65 todas sus dificultades. La manera comercial
en que se sustenta la vida material y la economicidad de los recursos, es la condición general de
la existencia humana, con la que el pragmatismo utilitario enfrentó las dificultades del medio.
Sobre esta premisa la actividad de los hombres de todas las latitudes, se vió compelida a
buscar actuar por las mismas razones en común. En consecuencia, las distintas formas acaecidas
dentro de intercambio de mercado, fueron llevadas a cabo debido al hecho empírico que significó
la experiencia diferencial de la asistencia y cooperación material. La cohesión primitiva de
comercio progresivamente evolucionó históricamente hacia el desarrollo del mercado y con ello
el ascenso de una compleja cooperación comercial y productiva-distributiva.
El camino emprendido por las formas económicas de afrontar la realidad material, esta
sustentado según el criterio misesiano, en la filosofía pragmática y utilitarista occidental que ha
64 Ibíd., p. 192. 65 Vid Mises L. (1960), La acción humana, t. I, Capitulo VIII.
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servido para domeñar las fuerzas de la naturaleza y para construir una diversidad de
conocimientos y elementos que reduzcan los márgenes de lo ignoto. De antemano debe aclarase
que en el enfoque económico de comportamiento humano, la construcción de elementos e
instituciones trascendentales en la sociedad, se encuentra en un camino paralelo y proporcional a
las formas económicas desarrolladas por los individuos para enfrentar sus retos. De acuerdo a
Mises el carácter pragmático y utilitarista de los individuos, es el mismo que ha podido valorar
las cualidades de un sistema de intercambio, donde la representación del mercado funge como
organizador para la gran magnitud de relaciones desarrolladas. La cooperación social en el seno
del intercambio mercantil, es una noción que surge de la interpretación liberal por considerar al
comercio de libre mercado como una construcción fundada en la racionalidad material dentro de
una realidad de escasez y afanosidad. En este panorama el acicate de la necesidad y la pena del
trabajo, son los principales detonantes que mueven al hombre a elegir las metas y los medios de
acción, de acuerdo a su empirismo y al éxito revelado en terceros, sobre aquello que resulta útil
para aumentar el bienestar (lo cual considera bueno sin tomar en cuenta puntos éticos y a su vez
convierte en orientación real para el actuar en la vida). De aquí en adelante los usos económicos
en occidente, son explicados como un camino progresivo -aunque no univoco ni pasivo- en el que
las prácticas catalácticas se han encargado de desempeñar un desarrollo liberalizador sobre
terceras fuerzas de coacción manifiestas sobre históricos grupos de presión con poder económico
y político; entre los que caben estamentos, grupos religiosos, clases sociales y castas vinculadas a
grupos raciales. Así pues sin poder afirmar que en los escritos misesianos se encuentre una
especifica estructura diacrónica sobre las etapas históricas y el curso liberal en las mismas, lo que
si es identificable, es un plano de acción general en la historia, esto es la búsqueda de beneficio y
productividad material mediante gradual liberización. Un movimiento ganado por las fuerzas
productivas, que inició desde los antecedentes de la organización servil, y continuó en marcha
hasta el arribo del capitalismo financiero, en el último cuarto del siglo XIX.
Las formas económicas capitalistas fueron concretándose, por el principio supremo de la
cooperación económica en el intercambio de mercado, una situación aceptada por los beneficios
que representó la participación de una mayor cantidad de grupos a la economía en función a los
efectos del superior rendimiento social. Para Mises la producción capitalista masiva en serie, sólo
se hizo realidad debido al afianzamiento liberal sobre la acción en las masas y la unión de estas al
sistema productivo de organización mercantil. Los productos innovadores y suntuarios, sólo se
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
49
generalizaron cuando pudo darse un abaratamiento de costos, al mayor rendimiento productivo de
una producción en masa y a la expansión en el consumo, debido a que los precios fueron mejor
recibidos por sociedades con mayores ingresos. La racionalidad económica del liberalismo pudo
percibirse en varios planos de la historia, entre muchos elementos por ejemplo esta el caso del
salario en dinero, una transformación paradigmática en la civilización. Lo cual Mises consideraba
hizo que el trabajo servil menguara debido a que la conciencia general descubriera como esta
condición privaba al trabajador de una parte de su trabajo, sin mostrarle la importancia de su
rendimiento en la producción. Es por eso que de la época servil al mayorazgo y el feudalismo, los
productores fueron descubriendo que debido a la sujeción de la fuerza productiva, no se daba un
aliciente al mayor esfuerzo.
La cooperación social, sólo entre seres racionales, resulta posible, ya que únicamente ellos logran advertir el objetivo perseguido y los beneficios derivados de la división del trabajo y de la pacífica asociación. […] Los romanos aflojaron las cadenas de sus esclavos por el deseo de mejor explotar sus latifundios. Abandonaron éstos la producción centralizada en gran escala, transformando a sus esclavos en arrendatarios que, por cuenta y riesgo propio, explotaban determinadas parcelas, debiendo simplemente, a cambio, entregar al dueño o una renta o una parte de la producción. Los esclavos en las industrias artesanas y en el comercio se transformaron manejando fondos peculium.66
En cuanto a la transición de la producción artesanal a la fabril, es otra etapa donde se
ejemplifica la progresividad histórica de la liberización económica. Esta fase se caracterizó por la
forma en que la reunión de trabajo creara una fuerza transformadora de tal tipo que el nivel
productivo del trabajo creciera tanto, para construir en mayor proporción, bienes de consumo en
serie, con la debida estimación de materias primas, tiempo, capital y trabajo requerido. La
cooperación comercial situada en la revolución industrial es el punto perceptible que permite
verificar como el nuevo orden, favoreció la concurrencia de mayor y más diversas formas de
trabajo; así como de los medios naturales que en conjunto significaron la aportación de un mayor
nivel de capital invertido en los procesos de producción-distribución, el cual se vió coronado por
un mayor margen de utilidad en salarios, rentas, interés y beneficios.
Aquellos talleres artesanos podían ser empleados sólo en la medida en que los poderosos incrementaban sus pedidos. Las nuevas industrias arruinaron los antiguos sistemas de producción y venta. Los bienes económicos no se fabricaban ya pensando tan sólo en unos cuantos ricos; se producían para atender las necesidades de quienes hasta entonces prácticamente nada habían
66 Mises l., (1960), La Acción Humana, t. II, Capítulo VIII, pp. 302,305.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
50
podido consumir. Mercancías baratas, que muchos pudieran adquirir, eran las que iban a inundar los comercios. La industria textil algodonera fue la típica de los primeros años de la revolución industrial. Aquellos tejidos no eran, para gentes pudientes. Los ricos gastaban sedas, hilo y encajes. Las fábricas, con su producción en masa, comenzaban siempre fabricando los artículos más económicos pensando en el consumo de las grandes masas, sólo mas tarde se comenzaron a producir en serie mercancías de mejor calidad. Al principio, por ejemplo, sólo el proletariado gastaba calzado hecho; los ricos lo preferían a la medida. Aquellos tan criticados telares de los siervos de la fatiga no producían ropas para los ricos, sino abrigo que atendería la demanda de los económicamente débiles.67
En esta somera ilación histórica que presenta la aplicación de las prácticas axiomatizadas
por el análisis cataláctico, la riqueza acumulada en la revolución industrial se explica como el
elemento indispensable, para el desarrollo imperialista europeo del siglo XIX. Una etapa
histórica donde Mises considera al dominio imperial, desde el punto de vista económico,
únicamente como una serie de relaciones donde el capital europeo entró en relación directa con
comunidades de África y Asia, 68 poseedoras de una gran variedad de materias y factores
productivos de distinta índole. Ya en este período, los occidentales pudieron intercambiar su
capital y manufacturas elaboradas, por las materias primas de los pueblos del imperio.
Decisivamente la aparición de las formas catalácticas en occidente, influyeron en las
progresivas formas de estructurar la explotación material sobre la naturaleza, adoptando un
mecanismo económico permanente en la producción-distribución. Para Mises las relaciones
políticas dadas en este tiempo, son unas donde se manifiestan etapas variadas de cooperación; la
faceta explotadora e invasora del colonialismo y el imperialismo, sólo pueden buscarse en la
ciencia política y en las relaciones sociales de poder entre las etnias y las clases sociales, que
explica la Sociología. Lo relevante en el curso histórico del comportamiento económico
capitalista, son los efectos surtidos en la realidad, un sistema que crece en la concurrencia de
capitales y factores productivos, acumulación creciente, producción masiva y un sistema con una
mayor margen de productividad por unidad de inversión. Este mecanismo ha creado y seguirá
implantando, una gran cantidad de instrumentos económicos que posibilitarán la formación de
instituciones políticas, mercados de capitales, y usos migratorios que permitan sustentar una
comunidad mundial, con mayor comunicación y relación social que supera por mucho los
antiguos estadios de guerra y conquista.69
67 Ibidem., p. 292. 68 Vid Mises L. La acción humana, t. II, Capítulo XVIII, p. 137. 69 Ibidem, p. 141.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
51
De acuerdo a la filosofía cataláctica para alcanzar todas aquellas metas que los individuos
desean conseguir, sólo la racionalidad del procedimiento económico, representa la mejor vía para
abordar las dificultades que supone la creación de capital, la movilización de las fuerzas
productivas y en general la asignación de todos los recursos necesarios para la producción. La
naturaleza de las complejas formas para asociar el capital, plantear la producción, reunir trabajo
especializado, usar herramientas tecnológicas y producir, han hecho posible la configuración de
una división ramificada entre todos los individuos de la sociedad, en respuesta a las naturalezas,
caracteres y capacidades de los individuos. La cooperación social de mercado, es por eso para
Mises la gran estructura civilizatoria por cuya organización los individuos pueden mejorar sus
condiciones. Civilización ha sido un progreso desde la cooperación en virtud de vínculos hegemónicos hasta llegar a la cooperación por lazos contractuales. Occidente supo domeñar, el espíritu del militarismo expoliatorio, logrando así implantar las instituciones sociales ineludibles para que el ahorro y la inversión en gran escala puedan prosperar. La iniciativa privada y la propiedad particular de los medios de producción constituyeron etapas insoslayables en el progreso que llevó al hombre desde su primitiva pobreza al más satisfactorio estado de la Europa y Norteamérica decimonónica.70
Las categorías catalácticas son las directrices de capitalismo de libre mercado, aunque se
reconoce que su existencia no es generalmente homogénea ni en la historia ni durante la
temporalidad misesiana en occidente, ni mucho menos en el resto del mundo, el austriaco
considera que únicamente Europa occidental y Norteamérica, son los sitios donde puede hablarse
que el capitalismo ha alcanzado la fase en la que se manifiestan la mayor parte de estos elementos
-situación que tendía a volverse general en aquellas tierras desde el último cuarto del siglo XIX
hasta las primeras décadas del XX- sólo la irrupción de las guerras europeas y los nuevos
regimenes que nacieron de ellas, pusieron el escenario para una nueva inflexión sobre el rumbo
que las fuerzas del capitalismo estaban tomando.
Hasta este punto puede entenderse que el comportamiento económico que forma el
concepto general de comercio y producción capitalista, es la serie de conductas identificadas
hacia una expresión superior. Una generalización de condiciones estructurales y temporales hacia
una totalidad: la unidad del comportamiento económico cooperativo y su base, que es el sistema
de mercado. No obstante debe hacerse un énfasis en la consideración misesiana que valida no
70 Ibidem, p. 140.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
52
sólo la posibilidad de este comportamiento económico, sino a su vez la condición en que se
sustenta. Uno de los puntos más importantes dentro de este comportamiento ha quedado claro, es
el que se refiere a la empresarialidad o la capacidad para prever estados futuros, elegir, ordenar,
congregar recursos y ejecutar el acto productivo. Esta es la función general, que ha desarrollado
a lo largo de la historia acciones tan complejas (acumulación, ahorro, inversión) cuyos resultados
han podido verificarse en la proliferación de negocios industriales, explotaciones materiales y
aprovechamientos. Los cuales a través de los tiempos no sólo han encauzado el ingenio y las
fuerzas de individuos y científicos, sino que a la vez ha dado como resultado, una mayor
satisfacción a las necesidades y ha incrementado congruamente el nivel de vida. El desarrollo
material del capitalismo en este sentido parece ser la prueba veraz del funcionamiento
acumulativo e inversor del capital que se mueve siempre hacia los más promisorios escenarios.
Puede decirse que las etapas históricas, en su conjunto representan una diacronía71 donde se
superpone una a otra los afanosos trabajos e innovaciones comerciales, heredando su legado
material a enclaves subsiguientes que los individuos, en sus circunstancias, conducen a un
periodo futuro. Para Mises los resultados tecnológicos, científicos y comercialmente productivos
de la primer mitad del siglo XX, eran fruto de la producción, acumulación y la aceleración de
capital iniciados en el imperialismo decimonónico.
Muchos son los elementos y las representaciones sobre los que se sustenta el sistema
cataláctico (producción con fines de lucro, propiedad privada, empresarialidad, uso del dinero o
el cálculo económico, y la posibilidad de la acumulación, ahorro e inversión) todos logros
culturales del comportamiento material, que no solamente han dado más y mejores productos o
un mayor margen de consumo y confort, sino a su vez han desarrollado un mayor número de
personas con ingresos y un mayor crecimiento demográfico,72 en un ambiente donde el estatus
de vida es muy superior de acuerdo a la visión misesiana sobre su tiempo.
Por el lado abstracto el austriaco también considera se ha evolucionado manifiestamente,
la libertad de pensamiento y propiedad privada, permitiendo el desarrollo intelectual y espiritual
en la personalidad humana; según esto el margen acumulativo y la organización cooperativa del
comercio ha concedido al hombre disfrutar de un gran logro: tiempo libre -posible gracias al
trabajo remunerativo y a la reducción de la jornada laboral- y con ello un tiempo de ocio y
71 Desarrollo o sucesión de hechos a través del tiempo. 72 Vid Mises L. (1960), La acción humana, t. II, Capítulo XXIV, p. 356.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
53
remanso para ampliar los criterios y crear mayores expresiones artísticas.73 Los frutos de la
congregación comercial, son la muestra del avance cultural a la que ha llegado la civilización,
Una economía donde se han ido construyendo más grandes vínculos cooperativos bajo el
principio del intercambio de mercado -un proceso de ensayo, error y desarrollo- en el que la
premura y la hostilidad del medio, siempre son el fuste implacable para aprovechar las
capacidades humanas, las propiedades de la naturaleza y la aplicación de los bienes, de la manera
más racionalmente posible.
Estos logros en la cultura son desde este punto de vista, el aliciente que mueve al
convencimiento de los individuos para respaldar y refrendar la racionalidad de la acción
económica, como el mejor medio para afrontar los problemas materiales. Los resultados del
comportamiento económico son para Mises los que los individuos sencillamente han juzgado
convenientes, por los efectos y alcances percibidos empíricamente y que han forjado el carácter
humano occidental, por lo que en consecuencia cada vez más pueblos del mundo se enfilan por el
mismo sendero. Las nociones sobre la funcionalidad del intercambio de mercado se vuelven un
fin en si, para la supervivencia humana, sin embargo quizá la viabilidad de ese liberalismo a
ultranza profesado por el teórico, hasta cierto punto se prevé que el camino de esa racionalidad
liberal, no sea rotundamente despejado. No obstante la confianza en la cooperación productiva y
el sistema de libre mercado es defendida por el estadío al cual ha llegado la civilización
occidental y por la cual deberá seguir desarrollándose (siempre y cuando los agentes económicos
en la población estén decididos no sólo a mantener el nivel de vida alcanzado sino a superarlo,
para dar sustento a la explosión demográfica que ha generado). En el futuro para que el
mecanismo de la cooperación de mercado y los elementos catalácticos se sigan desarrollando,
dependerá no sólo de la percepción pretérita sobre la productividad y mejora que ha habido sobre
las condiciones de la existencia, sino de los logros materiales que se obtengan del capitalismo
futuro, para la credibilidad y supervivencia de sus practicantes. Esto es para Mises una condición
que exclusivamente podrá llevarse a cabo de manera particular si continúa una progresiva, libre y
creativa voluntad en la acción empresarial de productores y consumidores, quienes a través de su
ingenio y previsión, sean los únicos que den esa armonía y movilidad al mercado. Esta capacidad
de la voluntad humana, es la única forma para abordar cualquier coyuntura de manera pacifica y
continuar con el proceso creativo y productivo. La también llamada revolución empresarial es la 73 Vid. Mises L.(1960), La acción humana, t. I, Capítulo VII, p. 247.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
54
condición central para la supervivencia del sistema capitalista, la conservación de la competencia
empresarial como un proceso vital de movilidad y creación, es el corazón de la catalaxia, el
sustento que permite la descentralización mercantil y detrae las inclinaciones contra una
economía estática o polarizada. En palabras de Mises “La función de la competencia consiste en
asignar a los miembros de un sistema social aquella misión en cuyo desempeño mejor puedan
servir a la sociedad y a sus miembros” 74 y es esta particularidad, por la cual el proceder
económico nunca puede ser un estado perpetuo; la modernidad o vanguardia -materialmente
hablando- son sólo etapas en la historia, relegadas por las nuevas vertientes de la información y el
trabajo empresarial que obedece a la fuerza suprema del consumidor. Como el pasado lo ha
demostrado, la funcionalidad de la economía de mercado, se ha basado en la competencia
económica entre todas las personificaciones actuantes, un panorama variante donde se ha
desarrollado la voluntad de los consumidores y la libre competencia de los productores-
empresarios. Mientras no se constriña la voluntad de los consumidores y no concentre la fuerza
productiva hacia los monopolios tanto privados como públicos, la fuerza del estadio liberal
capitalista podrá proseguir su marcha verificando una verdadera economía progresiva75 como se
había manifestado desde la revolución industrial hasta los principios siglo XX.
74 Mises L., La Acción Humana, t. I, p. 227. 75 El estado de la economía progresiva, es la gran construcción holista de la historia en una interpretación liberal, en la que otra representación central entre las personificaciones económicas es el principal motor de acción para el dinamismo y la armonía del curso capitalista. La libre acción de la capacidad empresarial en los consumidores y productores, que en el mundo formal se mueve entre los precios rentables, las ganancias y la preferencia del consumidor: […] Ese mayor salario y esa mayor renta es -permaneciendo las demás cosas igual- consecuencia de una producción material superior. Las ganancias y pérdidas empresariales dependen de haber sabido adoptar la producción a las más urgentes necesidades de los consumidores. […] Si todos los empresarios fueran capaces de prever exactamente el futuro estado del mercado no cabria pérdida ni ganancia. […] Surgen las pérdidas y las ganancias empresariales de la discrepancia existente entre los precios previstos y los efectivamente pagados, más tarde, por el mercado. […] tanto las ganancias como las pérdidas constituyen fenómenos que aparecen por haber sido perturbada la anormalidad, por haberse registrado mutaciones que la mayor parte de las gentes no habrían previsto, por haber aparecido un desequilibrio. Mises L.(1960), La Acción Humana, t. I, pp. 462-468.
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
55
Formas que crea el intercambio de mercado y la
ponderación del consumidor:
1 La Decisión del consumidor
2 Ordena los bienes de consumo
3 Ordena la producción
4 Ordena la producción de
trabajadores, terratenientes y capitalistas
5 Produce los bienes de uso , FP
y materias primas.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
2.1 PANORAMA HISTÓRICO DEL PROGRESISMO Y LA REFORMA SOCIAL
on el inicio del siglo XX se presentaron en occidente una serie de evoluciones
político-sociales cuyos orígenes se venían gestando desde el imperialismo
decimonónico. La revulsión de las formas sociales en este sentido, se reconocen en
las condiciones económicas y las reivindicaciones exigidas por los grupos sociales organizados.
La revolución de 1917 había iniciado la construcción práctica de la teoría socialista marxista y en
occidente la tradición liberal económica y política se desarrollaba en un ambiente donde se
mezclaba la ideología comunista y la socialdemocracia, especialmente en aquellas naciones
donde la representatividad política había marcado un constante desarrollo en la democracia;
como eran el caso de Inglaterra, Estados Unidos y Francia. La reforma social en este periodo no
significó una avanzada que se superpusiera violentamente a las formas del liberalismo clásico.
Más que eso, significó una serie de reformas tomadas por los gobiernos, para actuar sobre las
condiciones que la socialdemocracia y el sindicalismo reclamaban. Gran parte de la atención se
volcó en las condiciones más delicadas que minaban los procesos del sistema económico. Esto se
convirtió en el cause para la aplicación de reformas políticas sobre condiciones desfavorables,
transformaciones que no contaban con antecedente alguno y que pretendían buscar un nuevo
liberalismo actuante, convergente y correctivo.
Las fuentes de la época reconocen en las condiciones materiales y la acción política, el
inicio de una era que rompía con lo establecido, es el arribo de una expansiva etapa histórica,
donde se buscaba encontrar los mejores medios para el desarrollo económico y social de la
población. En largos periodos de guerra, desempleo y paroxismo social, las autoridades
gubernamentales reconocieron las condiciones y advirtieron la necesidad de estructurar una
acción que contrastara de inmediato las dificultades que ponían en riesgo a la ciudadanía, la
figura de la nación y el Estado. Esta primera etapa se relaciona directamente con las medidas
tomadas desde los mandos del gobierno, en respuesta a las demandas exigidas por grupos
organizados, como los partidos socialistas y los sindicatos, quienes emprendieron una lucha
C
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
57
directa con el sistema de poder a favor del reconocimiento de concisos derechos sociales y
laborales.
El ascenso de la reforma social liberal, es una corriente cuyo antecedente más remoto se
ubica en la Alemania imperial de Willhelm I y la política del canciller Otto Von Bismarck.
Durante el mandato de éste y en base a los estudios y teorías del “Socialismo de cátedra” (escuela
histórica de la economía liderada por Gustav Schmoller), se propusieron las primeras
investigaciones de índole social que un gobierno emprendiera, para conocer un panorama general
sobre las condiciones económicas y sociales del imperio. Apoyado en las investigaciones de la
oficina prusiana del Verein für Sozialpolitk, el canciller Bismarck aprobó con el Reichstag y el
Bundestag las primeras leyes de seguridad social y legislación laboral en la Europa del XIX.
Estas preveían legalmente la limitación de las jornadas de trabajo, servicio médico, los primeros
programas de pensiones e indemnizaciones, así como los requerimientos indispensables para un
lugar de trabajo y la libertad de organización laboral entre otras. En este aspecto las concesiones
hechas sobre el trabajo y la previsión social del Estado Prusiano, se ubican históricamente en un
tiempo donde la organización de trabajadores, la Internacional socialista y la militancia del
partido socialdemócrata alemán, hacían un deliberado manifiesto por alcanzar -mediante la lucha
colectiva- una mejora a las condiciones del trabajador, al mismo tiempo que los partidos de
centro izquierda ingresaban al foro parlamentario, para hacer escuchar la voz de las exigencias
sociales y laborales. Después de la guerra franco-prusiana y la unificación del imperio alemán, la
política social de Bismarck quedó ilustrada como la más exitosa estrategia política, para la
consolidación del imperio entre junkers prusianos y los industriales de la cuenca del Ruhr
(alianza Elsen-Roggen).76 La legislación social y protectora del trabajador se consideró la mejor
maniobra imperial para mellar el discurso socialista ortodoxo y el avance del revisionismo
socialdemócrata, así como demás movilizaciones radicales que pugnaban por los movimientos de
masas.77 La Sozialpolitik fundada orgánicamente por los científicos de la Verein, supuso en
realidad una acción incomparable, no sólo por las transformaciones sociales realizadas desde el
sistema liberal, sino por la introducción de prerrogativas laborales que representaban una
iniciativa reformista sobre cuestiones económicas substanciales como la fuerza de trabajo.
76 Schapiro J S. (1961), Un mundo en crisis, p. 216. 77 En lo referente al código industrial alemán de 1891 y sus disposiciones sobre las fábricas, talleres y trabajo domestico, así como la relación de la legislación bismarckiana con la remisión del socialismo marxista, Véase Barnes, Harry E. (1953), Historia de la economía del mundo occidental, p. 715
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
58
Es en los primeros decenios del siglo XX, donde los motivos sociales se vuelven el punto
central del discurso político en la lucha democrática. Con la acción de los partidos
socialdemócratas y liberales, logra propagarse la creación de distintos programas y estrategias
económicas en los que prevalecen las iniciativas sociales y laborales. Estos gobiernos se
reconocen con el nombre de “Progresistas” y se adscriben en el llamado Socialismo de Estado.78
Durante la primera mitad del siglo XX las conversiones para las guerras y sus recuperaciones
económicas, fungieron como los principales escenarios que hicieron necesario la iniciativa
gubernamental. Esto debido a que era inminente encauzar las industrias estratégicas, acrecentar la
producción armamentista, obtener los fondos para las deudas de guerra y atender las necesidades
de los sobrevivientes civiles y militares; que se encontraban desempleados y en discapacidades
físicas.
Así fue como en Alemania e Inglaterra, el seguro de enfermedad y desempleo dieron
inicio hacia 1919; en el caso británico se concreta una ley de jubilación a los trabajadores de 70
años con un nivel inferior de rentas; y en Estados Unidos se legaliza la relación entre obreros y
síndicos, a favor de la negociación colectiva de huelga. En la década de los treintas, con el arribo
a la presidencia de Franklin D. Roosevelt y su programa New Deal, se instauran sistemas de
pensiones para la vejez y seguros de desempleo, además de generalizarse a nivel regional, nuevas
prácticas para la compensación obrera. En este tiempo la misma dirección para la recuperación
económica, se encargó de regular el trabajo infantil, la negociación colectiva, las jornadas
laborales, los salarios y las medidas de la competencia empresarial y del trabajo. En cuanto a los
arbitrios laborales, la Ley Wagner y el Consejo nacional de relaciones laborales dieron estructura
a las obligaciones y derechos de patronos y trabajadores. Del mismo modo tanto en Estados
Unidos como en Francia se llegó al convenio de un periodo anual de vacaciones remuneradas y
semana inglesa con 40 horas de trabajo.
Más allá de la previsión social, las reformas laborales y los servicios administrados
históricamente por las municipalidades, existe una segunda etapa del reformismo social
emprendido por la política de entonces. Se trata de la acción directa en aquellos rubros de orden
78 Con este término debe entenderse un Socialismo practicado por el Estado democrático liberal, cuya obra de acción representa diversas acciones económicas y programas para el desarrollo social, sin el abatimiento de la propiedad privada y se diferencia del socialismo planteado por ideólogos, organizaciones proletarias y partidos comunistas (Estado socialista), estos pugnaban por rebasar el orden capitalista e instaurar en un futuro, el credo socialista como meta última. Tampoco el Socialismo de Estado debe confundirse con la tradicional actividad que la administración pública se ha adjudicado a lo largo de la historia: como son la administración de la defensa, la recaudación del tesoro, el manejo de la política interior y exterior o la municipalización de los servicios. Las políticas del socialismo en un Estado Liberal son de otra índole, que sólo se constatan en las primeras décadas del siglo XX.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
59
económico, dirigidos por los propietarios privados bajo los intereses de mercado. Aquí se hace
referencia a aquello que comúnmente se practicó en los periodos de guerra, donde la mayor parte
de los gobiernos procedieron -provisionalmente- a estructurar programas y disposiciones sobre
controles fabriles y fijación de precios y salarios; con la finalidad de proveer al Estado y a la
población, de elementos tales como herramientas, maquinaria, transporte, comunicación, bienes
agropecuarios, importaciones y exportaciones, es decir, todo aquello que dispusiera el mejor
servicio para la guerra. La concentración industrial del gobierno procedió mediante la subvención,
estimulo, corporatización y nacionalización temporal, sobre aquellas industrias y actividades
económicas consideradas estratégicas para la economía interna. 79 En otros casos el Estado
procedió a nacionalizar industrias como el acero, carbón y hierro o servicios como el ferrocarril,
la marina mercante, el telégrafo, el teléfono y la banca privada.80
En la década de los treintas la reforma fiscal se generaliza tomando como referencia la ley
Hawley-Smoot estadounidense, sinónimo del espíritu proteccionista que América y Europa
tomaran para controlar las importaciones; en este ambiente se vivifica el intervencionismo
monetario.81 La reconstrucción posbélica tenía por desafío levantar de la ruina a los grandes
centros indústriales, el decaimiento de pequeños y medianos capitalistas y hacer frente a la Gran
Depresión; que trajo consigo devaluación monetaria, liquidación de inversiones extranjeras, el
arribo de proteccionismo comercial con altas tarifas de importación y el auge de préstamos
internacionales. En este punto puede decirse que buena parte de los sectores productivos de
79 En algunas naciones se procedió a una asociación corporativa y otra subvencionista entre propietarios y funcionarios. Donde los propios industriales pasaron a trabajar en exclusividad para el Estado mediante contratos especiales y de acuerdo con los objetivos de producción del gobierno: como fue el caso de la administración de alimentos, la producción de aluminio, celulosa, caucho, lubricantes, fertilizantes etc. Algunos de los recursos más sobresalientes que los gobiernos utilizaron para introducir su ejercicio administrativo en la producción, fue la Autoridad del Valle del Tenesse, la Compañía Central de Compras y la Civil Works Administration en Estados Unidos, los programas productivos de los Betriebsführer en Alemania Nazi o la Office du Blé en Francia. 80 El intervencionismo en la producción también se considera una planificación económica tomada por el Estado para revirar el rumbo y crear agencias a su mando que dirijan la economía hacia un plan establecido. Pero el intervencionismo de la temporalidad en cuestión esta fundado en la planificación económica, y es uno que se identifica por contener una serie de estrategias políticas, dedicadas a estimular o nacionalizar principalmente bienes y servicios cuya producción y tecnología favorecieran a las empresas de las grandes industrias. En segundo término quedaba la nacionalización sobre aquellas industrias incapaces de responder a las normas de competencia perfecta y en tercer orden la nacionalización se buscaba como el recurso para el control del monopolio sobre un bien o servicio especifico. En cuanto a los medios y formas a los que recurrió la administración económica sobre las industrias y servicios estratégicos, puede notarse que existe una gran variación entre el tipo de administración y explotación en la que el gobierno pudo incurrir; entre las que se conocen la concentración federal u explotaciones desconcentradas, dirigidas por los poderes regionales o municipales. Así también el tipo de empresa que el gobierno pudo constituir, lleva una cantidad de variantes que pueden manifestarse en distintos tipos de asociaciones. Entre las más conocidas se encuentran las dependencias directas del ejecutivo, sociedades mercantiles, fideicomisos públicos y corporaciones con variable nivel de acciones. Para más información sobre la constitución de paraestatales véase “Capitulo XXII, Las empresas públicas, las sociedades mercantiles de Estado o empresas de participación estatal” en Acosta Romero, Miguel (1993), Teoría general del Derecho Administrativo. 81 El intervencionismo monetario se realizaba, buscando con ello la manifestación de diversos fenómenos económicos, ente los que se cuenta la inflación para la obtención de un incremento en el gasto público, así como fiscalidad, intervención económica y expansión crediticia, (emisión de deuda, aumentos de la circulación monetaria, bonos del tesoro etc.); por otro lado están los procesos deflacionarios con reducción de gasto público, mayores impuestos, aplazamiento del pago de la deuda, y control de precios y salarios para nivelar la cotización de la divisa. Ambas prácticas de la intervención monetaria son las que Mises nota, comienzan a manifestarse con un desarrollo generalizado en las décadas de los 20s y 30s.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
60
propiedad privada (capitalistas, propietarios y banqueros) encontraron favorable la intervención
del gobierno en la mayoría de sus formas: ya sea mediante subvenciones, estímulos, fideicomisos
y participación accionaría sobre bancos, así como también la designación administrativa de
precios, salarios y la creación de obras públicas para fomentar el empleo. Bajo estas condiciones,
debe señalarse que los capitalistas no arremetieron contra las decisiones del gobierno, esto debido
a que no era factible enfrentar los costos de la reconstrucción en el paisaje de destrucción. En una
primera aproximación, puede decirse que las decisiones económicas tomadas por el gobierno, si
al menos no fueron elogiadas por la mayor parte de los grupos de la iniciativa privada o los
teóricos de la ciencia económica, tampoco puede afirmarse que haya existido una efectiva
oposición a la aplicación de las reformas económicas emprendidas por el Estado. Todo ello
debido a que en la inercia de la época, una resistencia a la nacionalización podía representar una
postura radical y hostil hacia los intereses nacionales.
Es necesario indicar que en la coyuntura de la depresión, se proyectó la actuante figura
gubernamental, consolidándose en la unión de las reformas sociales y laborales del Progresismo
y el replanteamiento de la acción estatal sobre la vida económica nacional. La reforma social y
laboral, plantearon una reconvención a las formas de la organización económica, que se pensaba
generaban las desigualdades, esta transformación atañía directamente a la estructura misma del
sistema capitalista de mercado. Gradualmente la reforma social, se fue afianzando en el discurso
de la época, donde los recursos usados por los políticos, infundieron una nueva visión sobre el
presente y el futuro para todas aquellas generaciones que vivieron las vicisitudes de la guerra.
Asistencia social, reformas laborales, dirección en la industria, intervencionismo fiscal y
monetario y finalmente las nacionalizaciones, sentaron las bases para que pueda hablarse en
conjunto, del arribo de una forma histórica en que la sociedad y sus integrantes, confirmaron un
orden que parecía superar las desavenencias del capitalismo y planteaba un panorama que rompía
con el pasado conocido.
2.2 EL INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL
De acuerdo con el argumento previo, ha quedado planteada la forma histórico-económica
de la etapa de entreguerras (1919-1939), donde se desarrollaron distintas prácticas del Estado y
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
61
con ello el arribo de un nuevo discurso democrático y económico. Para el austriaco, tres
fenómenos específicos eran el fondo principal donde se originaba la realidad de éste tiempo. El
primero era la construcción de la URSS, el segundo la proliferación del movimiento sindicalista
internacional y por último el creciente intervencionismo gubernamental por todo occidente. Todo
ello se hace comprensible en la historia, como el principio de una atmósfera colectiva global, que
el austriaco identifica por ser una corriente que -con distintos medios- interfiere activamente en el
proceso económico de la producción-distribución. En las siguientes líneas se hará una breve
explicación sobre los puntos analizados por Mises acerca de los medios y mecanismos utilizados
por las políticas económicas en las naciones democráticas y en los totalitarismos, así como las
presumibles faltas suscitadas a las categorías catalácticas enunciadas por el austriaco. De se modo
se busca mostrar la opinión resultante, sobre lo que se considera el movimiento intervencionista y
el concepto general que encierra la segunda etapa del cuadro histórico misesiano; el
intervencionismo gubernamental.
a) El Socialismo
La primera de las tres situaciones que mayor atención retiene al analisis cataláctico, es la
que presenta la existencia del socialismo, por considerársele un programa paradigmático, fundado
en una doctrina social con profundas renovaciones y exigencias morales. El comunismo soviético,
desarrollado a partir del proyecto socialista de Karl Marx, es para el austriaco, un proyecto
identificado con quiliasmo social,82 es decir una profecía por cumplirse con la decadencia del
capitalismo. Para entonces Mises considera que el valor de la teoría comunista, estaba en su
carácter profético y utópico, premisas donde pueden visualizarse sus metas y posibilidades reales
en la práctica. De acuerdo a su expresa opinión sobre cualquier bosquejo teleológico, el
comunismo es un programa que parte del socialismo, una teoría que cree en un estadío superior
de la historia donde se reforme la moral viciada por la dialéctica del materialismo histórico. Todo
ello será parte misma del desarrollo progresivo de las fuerzas productivas, hasta que en el futuro,
en un punto concreto entren en una contradicción extralimite los intereses de la burguesía y el
82 Mises L. (1961), El Socialismo, p.282.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
62
proletariado. De manera que la resolución final de este enfrentamiento de intereses será el
advenimiento de un nuevo periodo histórico en el que predominen los intereses del trabajador, se
imponga la propiedad colectiva, se suprima el antagonismo de clases y el interés por el lucro. En
cuanto a la realidad del régimen iniciado con el mandato de Vladimir Lenin y el partido
comunista, lo importante para Mises no es dilucidar si el socialismo ruso se pueda alcanzar por
el inexorable curso de la dialéctica materialista o por compulsión, lo que su análisis pretende
averiguar, son los medios y los recursos que utilizará la nueva forma económica, para la
producción y la distribución cataláctica, así como sus respectivos alcances.
El contexto general en la primera mitad del siglo XX, Rusia presentaba una realidad
marcada por el llamado Comunismo de guerra y la transición a la Nueva política económica, 83Mises observó en las formas políticas de Lenin y Stalin, una similitud en dichos programas, esta
consistía en que ambos habían recurrido a una serie de medios considerados riesgosos no sólo
para la sociedad rusa, sino para cualquier pueblo del mundo que decidiera apegarse a su proyecto.
El primer punto considerado por el austriaco es el que se dirige al sistema político coercitivo con
mecanismos dictatoriales, que presumiblemente harían innecesario -en un futuro- la figura del
Estado. Esto se opuso al verdadero ejercicio del poder, que al concentrarse en la dictadura del
partido, oprimió severamente las esperanzas de garantías y derechos que la sociedad podía
esperar de una revolución que depuso a la dinastía Romanov. La administración económica que
el sistema comunista aplicaba -con una primera colectivización de los medios de producción-
había despojado a los terratenientes llamados kulaks y obligado a la población a realizar trabajos
agrícolas y fabriles en propiedades de la autoridad comunista o en empresas pertenecientes a los
dirigentes del partido. La aniquilación de la lucha de clases, dio paso a una solidaridad de partido
y a una congregación del poder, donde los más leales eran recompensados por el mando político
y administrativo (desde un trabajo en el cuerpo burocrático de los soviets provinciales, hasta
cargos directivos y ejecutivos en los órganos rectores del PCUS o en la misma oficina del
secretario general del partido). Los medianos y pequeños propietarios fueron despojados, pero la
situación de los trabajadores era uno de los puntos más reveladores en el régimen. La apremiante
necesidad de medios de producción, la necesidad de transformar las materias primas y la
imperiosidad de concretar una rápida industrialización, provocaría una sobreexplotación en los
83 Snyder, Louis Leo (1973), El mundo en el siglo XX; 1900-1950, p. 87.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
63
trabajadores: con cargas de trabajo exorbitantes y una productividad forzosamente lograda a
expensas del nivel de vida (Stajanovismo).84 La colectivización de las granjas, la abolición del
lucro en la producción, así como el enaltecimiento del valor-trabajo como principal categoría de
toda ponderación, hizo que el esfuerzo laboral de los planes de cinco años se midiera
rústicamente con cuotas de trabajo.
Más allá del carácter político que reemplazaba el credo de la democracia liberal por un
modelo burocrático soviético, la más grande observación se dirigió específicamente a la manera
de proceder en el terreno de la acción económica. Partiendo de las condiciones en que la
producción pasaba a ser administrada por empresas con la forma directiva de departamentos de
Estado, era un recurso que para el austriaco no significaba más que la suplantación del sistema de
mercado por la sujeción a ordenanzas burocráticas, en las que los “nuevos jefes de empresa”
realizaban las instrucciones de la planeación en los pormenores del proceso productivo. Estos
grupos de funcionarios llamados por Mises “sobrestantes, contramaestres y capitostes”,85 son en
quienes ahora recaía la responsabilidad de ordenar y dirigir los lineamientos en cuanto a forma,
objeto y cantidad de la producción. De tal manera que si en el sistema de mercado, la
empresarialidad86 es la categoría de la acción encargada de seleccionar y ordenar los elementos y
factores productivos que se enlazan en el proceso industrial, en el sistema socialista la
suplantación del mercado y la categoría empresarial, termina por quitar el libre principio del valor
y estimación, sobre los productos de consumo y en concomitancia el de los bienes que participan
en su producción.
La colectivización de la propiedad privada y la anulación de las fuerzas de mercado
(demanda-oferta) por la concentrada acción de los “capitostes” sobre la producción, hace que se
ignore la información especulativa sobre el valor objetivo de cambio, que presentan factores
como la tierra, el capital y el trabajo en un tiempo determinado. Así la consideración sobre los
costos y rendimientos pierden la adecuada proporción en el proceso productivo, cosa que los
socialistas pasan por alto, pues de lo contrario “suspenderían también la producción tan pronto
como el gasto no valiera ya la pena de hacerse, es decir cuando la continuación del gasto
84 Ibidem. 85 Mises L. (1961), El Socialismo, p. 258. 86 Para el teórico austriaco la anulación de la empresarialidad y su reemplazo con la centralización de la producción, cae en la dificultad de determinar las proporciones de inversión sobre costo-beneficio, por no tener en cuenta la premura de los factores naturales; como los cambios demográficos, el capital, la técnica en la producción, la organización social del trabajo, las necesidades de la población y la misma escasez de bienes naturales cuyos efectos cobran los errores del mal uso e inversión de capital. Vid. Mises L., El Socialismo, p.195.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
64
equivaliera a la no satisfacción de una necesidad más apremiante”.87 Pero lo más complejo de
esta situación es la advertencia que el austriaco hace, sobre la pérdida de determinación y
formación de ganancia, beneficios y retribuciones sobre los detentadores de los factores
productivos: propietarios, capitalistas y trabajadores. La suplantación del mercado y su dicotomía
oferta-demanda, una vez inhabilitada la empresarialidad, imposibilita la formación de un sistema
con estimación en precios. Lo que hace suponer una condición estática sobre los factores
productivos y sus respectivas remuneraciones: salarios, rentas e interés. La carencia de valor de
cambio en una cifra específica de dinero, hace imposible una información real sobre el estado
económico en que se encuentran los bienes y la utilidad marginal de la demanda, por lo mismo se
pierden los indicadores necesarios para la elección productiva y la determinación sobre la
distribución y retribución que debiera expandirse sobre las personificaciones económicas.
. La desvirtuada acción del empresario culmina por concretar la debacle del
funcionamiento económico en la sociedad con la ruina del llamado cálculo económico. Y es que
la ignorancia sobre este último, es considerado por Mises como una enorme obliteración para el
progreso económico, porque se soslaya la naturaleza de la producción como un proceso con
temporalidad, en el que la inversión para incrementar su valor y ganancia, nunca puede apartarse
de la revelación que otorga la demanda (sobre todo por lo que ofrece ésta a las valoraciones
temporales de los bienes presentes sobre los futuros). De acuerdo a las categorías catalácticas
únicamente el cálculo es la forma en que el plan de negocios puede mostrar una diferencia entre
los costos y gastos de la producción -asumidos en los precios de los factores productivos- y las
ganancias obtenidas con los precios de los productos finales.
Hasta este punto puede decirse que el juicio misesiano después de explicar la
transformación de la empresarialidad, los precios y el cálculo económico dentro del régimen
comunista, dejó en claro -desde 1922 con el primer estudio sobre el socialismo- las serias
desventajas en cuanto a los medios utilizados por este programa político-económico, que en
definitiva no lo consideraba corrector del sistema capitalista; más que un nuevo sistema de
producción, lo cree una ferviente ideología político-militar sobre la cual occidente debe estar
alerta.
87 Ibidem. p. 139.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
65
b) Sindicalismo
Otra de las situaciones que irrumpieron vertiginosamente en el contexto de entreguerras,
fue la actividad organizada del sindicalismo. La formación de éste movimiento guarda un largo
antecedente histórico, en particular por su aparición como una ideología y un movimiento
internacional. Sin embargo la referencia más común de la era contemporánea se ubica
nuevamente en la Prusia imperial hacia 1863, año en que Ferdinad Lasalle fundara la primer
Asociación General de Trabajadores Alemanes.88 Este fue un movimiento asociacionista entre
trabajadores y lideres con ideología marxista, que emprendieron organizadamente un movimiento
por la libertad de asociación en defensa de exigencias laborales, patrimoniales y condiciones para
la realización del trabajo. Lucha que se extendió por toda Europa, enfrentando estratagemas
industriales contra-sindicales, persecuciones y leyes de excepción provenientes del gobierno. Ya
en la década de los 30s las asociaciones sindicales en la mayor parte de occidente, contaban con
un reconocimiento legal y oficial por el sector público y privado, así como una estructura
representativa, manifiesto ideológico, ley orgánica, burocracia y reconocidos líderes. Para
entonces ya era del conocimiento general, tanto en la política como en la economía, que las
asociaciones sindicales eran agrupaciones representativas de los diferentes sectores productivos,
en defensa de prerrogativas económicas y profesionales, pero existía una clara diferenciación de
acuerdo a sus vertientes ideológicas. Por un lado se encontraban aquellas de filiación marxista
que buscaban la defensa del los intereses del trabajador y la construcción de una forma laboral de
acción directa, a favor de la lucha de clases que preparara el ascenso del Socialismo. Por otro,
estaban aquellas influenciadas por la visión de la socialdemocracia y el Trade-unionismo anglo-
americano, con una directriz a favor de acciones políticas en búsqueda de logros laborales y
salariales, sin la pretensión de subvertir la propiedad privada. Si bien es claro que el sindicalismo
ocupaba un respetado sitio en la vida industrial, en la perspectiva austriaca, la importancia radical
se encuentra en la interpretación económica de sus actos, para la cual se procede a analizar su
operación y las diferencias o similitudes con las categorías catalácticas. La primera observación
misesista al Sindicalismo comienza por revisar la misma tesis del movimiento; esta es la firme
propuesta que tienen los trabajadores por participar directamente en el proceso de la producción-
distribución en una forma justa y proporcional, que reivindique la imagen del trabajador. Esto
88 Palmade Guy [comp.] (1983), La época de la burguesía, pp. 281-282.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
66
significa que la figura del trabajador tome parte directamente activa en la estructuración y
decisión de las formas y medios en la producción, eso implica que se vea inmiscuido en la
responsabilidad de tomar decisiones y planeaciones productivas como por ejemplo en los
horarios de jornada, la determinación de salarios base, prestaciones y vacaciones, o la selección
de cualidades y cantidades de trabajadores necesarios para la producción, todo en base a los
intereses colectivos de la profesión y gremio que forma el sindicato. En resumen, observó como
el sindicalismo pretendía le fueran compartidas responsabilidades que empresarios y capitalistas
toman en el seno de la información de mercado con respecto a la elección y ejecución de la
configuración productiva. Esta posición supone el conocimiento de los datos de mercado, el
cálculo de costos y distribución de los ingresos, por una resolución tomada de forma interna
como parte de una corporación que vela por los intereses de un sólo factor productivo: el trabajo.
Cualquier empleado subalterno piensa que para gobernar con eficacia los negocios mercantiles basta con atender cumplidamente aquellas tareas secundarias confiadas a los directores gerentes que por decisión de las personas asumen la auténtica función empresarial. La ignorancia de los sindicalistas les impide percatarse cuán necesario es reajustar en todo momento, el dispositivo de producción. […] No admiten la posibilidad de que surjan industrias hoy desconocidas, ni que se descubran nuevos productos, ni tampoco que se mejoren los métodos para la fabricación de los antiguos. El sindicalista ignora, el cúmulo de trascendentales problemas que ha de afrontar y resolver el empresario, es decir, la manera de aportar los capitales adicionales indispensables para la instalación de las nuevas industrias o sencillamente para ampliar las plantas ya en funcionamiento; cómo disminuir el ritmo de aquellas actividades dedicadas a producir bienes que el mercado ya no apetece; y en fin cómo acelerar la mejora y progreso de los métodos técnicos.89
Para Mises la gran omisión que el sindicalismo como programa político-económico
cometía, radicaba en ignorar las capacidades empresariales, la programación productiva, el
desconocimiento del cálculo de costos, así como la planeación para la financiación de gastos o la
evaluación de un panorama de beneficios y pérdidas. En dicha observación la dificultad del
proceder sindicalista se basa en la ignorancia de las categorías catalácticas de los negocios y por
lo tanto en la irresponsabilidad cometida por la llamada democratización productiva. Bajo este
esquema difícilmente puede visualizarse que los capitanes sindicales -pertenecientes a un sector
privilegiado entre los trabajadores- consigan encauzar en un interés general, lo que mejor
conviene “económicamente” a los trabajadores por el simple pago de cuotas sindicales.
89 Mises L. (1960), La Acción Humana, t. II, pp. 550-551.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
67
Al igual que las anteriores observaciones sobre el proceder intervencionista, al
sindicalismo se le reprochan los efectos ejercidos en la acción del capital y sus procesos
productivos, al provocar una dislocación proporcional sobre la asignación de recursos
económicos. Para el análisis austriaco, el progresivo movimiento internacional del sindicalismo,
sólo conseguiría imponer una situación donde se verifique un estancamiento productivo y el
consumo de un capital existente e irrecuperable por muy altas que sean sus cuotas de admisión y
sus salarios determinados; además de desencadenar un nepotismo desbordante, en detrimento de
la movilidad de la fuerza de trabajo oferente. Mises consideró que al coartarse las acciones
empresariales sobre las ventas y los costos futuros, se reflejará una reducción de ganancias,
escasez de oferta, altos precios y mala calidad de los productos. Con la irrupción del sindicalismo,
la libertad de inversión, la movilidad en los precios y la oferta laboral, entrarán en una forma
económica dónde cada rama industrial se constituya como una unidad monolítica, que contribuya
a la aparición monopolista. Vuelve un asunto encartado,90 el incremento salarial, la delimitación
de la jornada laboral, las técnicas y mejoras en la elaboración productiva y la selección para la
contratación de servicios laborales. Además de proyectar la dislocación de la producción hasta las
formas de la demanda, la evolución productiva y gran parte de la configuración de precios de
mercado (éste último, principal indicador que orienta el movimiento de los participantes en el
intercambio comercial y se ve afectado por las limitantes de un sindicato en particular).
Una rama industrial opera en servicio de toda la comunidad. Cuando determinados sectores actúan en la vida mercantil sin la indispensable eficacia o invierten más los siempre escasos factores de producción o dejan de aplicarse adelantos y mejoras técnicas, todos resultan perjudicados. Es obvio por tanto que no cabe dejar en manos del gremio la cantidad y calidad de las mercancías a fabricar, ni fijar los salarios y jornada laboral […] El gremio en soberano monopolista nadie tiene que temer en cambio de la competencia. Queda investido de inalienable derecho para regir el sector industrial que le fue asignado con la más absoluta libertad. Al serle permitido actuar con toda independencia y plena autonomía, queda automáticamente transformado de servidor, en dueño y señor de los consumidores.91
c) Intervencionismo Fiscal
La práctica del proteccionismo económico y el aumento en el gasto presupuestario,
significaron en el contexto de entreguerras, otro importante recurso económico para la 90 Sujeción a un proceso alterno a la correlación de fuerzas de mercado: demanda-oferta. 91 Ibidem, p. 557.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
68
consideración austriaca: se trata del intervencionismo fiscal. La protección al mercado interno y
la necesidad de un mayor presupuesto originaron por un lado, una mayor alza de aranceles sobre
las importaciones, para controlar la balanza de pagos; y por otro una progresiva recaudación
directa e indirecta sobre las actividades productivas y los bienes económicos. La exacción fiscal -
si bien se considera un elemento constitutivo en la estructura del Estado- es para Mises un factor
tolerable, si guarda las debidas consideraciones necesarias para la financiación pública y los
limites permisibles para la producción. La objeción principal gira en torno a los fines particulares
en que son utilizados esos recursos por el gobierno, en particular cuando se considera a la
recaudación el mejor medio para nivelar la riqueza de los ciudadanos.92 Éste axioma lo considera
fuera de lugar en la lógica económica, según la naturaleza de las formas productivas. Para el
análisis cataláctico, la voluntad fiscalizadora ignora el proceso de la realidad económica al
considerar que los bienes primero son producidos y luego distribuidos, sin reconocer que todos
los factores desde un principio pertenecen a alguien y se agregan al proceso productivo en
distintos factores con su debida remuneración.
El liberalismo económico misesista muestra ciertas objeciones a las exacciones del
Estado que buscan un impuesto indirecto en algunos sectores para disminuir el consumo y tasas
confiscatorias sobre los patrimonios y las rentas, pero la observación más directa se centra
sobre la progresiva expropiación de rentas y beneficios. Este proceder es considerado totalmente
ajeno a la naturaleza del capital, el cual para su continuo funcionamiento, no sólo requiere de
ascendente productividad y grandes ganancias, sino también de un continuo ahorro e inversión.
Si la exacción gubernamental contribuye a impedir semejante acumulación -mediante el pago de
una mayor cantidad de aportaciones al gasto público- se tiene por resultado la imposibilidad de
crecimiento para el capital, que de no sustraerse, podría seguir su curso en el incremento de la
productividad del trabajo y el crecimiento de los salarios. Mises defiende a ultranza la forma del
ahorro y la inversión, como el fin último para toda acumulación de capital, en la cual todo
capitalista incurre para crecer y mantener su negocio. Según esta visión los ahorros por más que
se posterguen del mercado, siempre acabarán siendo aplicados a nuevas inversiones o consumo.93
Otro problema que suscita la expansión fiscal, se vincula con los usos que le da el
gobierno; aquí la principal observación, presente en todas las obras misesianas, se enfoca
92 Ibidem, p. 450. 93 Mises L. (1960), La acción humana, t. II, Capitulo XVIII, p. 123.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
69
directamente con el presupuesto y los proyectos subsidiarios. De manera sintética puede decirse
que la recaudación de impuestos y la inversión sobre proyectos gubernamentales guardan un
punto de incongruencia, por los efectos que acarrea el desconocimiento de las leyes del mercado.
El ejemplo misesiano más recurrente es el de la construcción de un ferrocarril; el cual desde una
visión lógica representa un progreso para la comunicación y transporte de personas desde lugares
remotos. Sin embargo el reproche que en esta ocasión se arremete a la inversión subsidiaria del
gobierno, es que a base de impuestos recaudados se pretenda construir, mantener y explotar una
línea ferroviaria, con capital transferido de actividades productivas -en zonas que seguramente
ofrecían mejores condiciones naturales- a lugares menos aprovechados. Tal acción del gobierno
representa para Mises, pretender aplicar capital en centros que por su misma condición no
augurarían rentabilidad y al final su mantenimiento únicamente podría sustentarse a base de
subvenciones.
No importa si se subsidia o subvenciona los productores menos eficientes para que puedan producir o incrementar su producción, o si se subvenciona a los productores más eficientes para que no produzcan o para que disminuyan su producción. Que se paguen subsidios por producir o no producir, o que el gobierno compre los productos para retirarlos del mercado es irrelevante. En cualquier caso, los ciudadanos pagan dos veces, una como contribuyentes que pagan indirectamente el subsidio y después otra vez como consumidores, con precios más altos por los bienes que compran y reducen su consumo.94
A parte que la progresiva imposición fiscal conlleva una alza de precios, Mises considera
que la estrategia arancelaria no favorece económicamente al mejor abastecimiento de
determinado producto en la producción nacional, paradójicamente, protege a unos cuantos
propietarios a expensas de los consumidores locales. Las repercusiones tácitas sobre el
funcionamiento de la producción, se centra en indicadores claves que imposibilitan la
acumulación de nuevos capitales, frenan la aparición de progreso técnico, diminuyen la cuota de
capital invertido por trabajador y estanca el incremento de productividad. Los resultados
explícitos son el impedimento para la elevación de salarios, favoreciendo al inmovilismo y el
94 Mises L. (2001), Crítica del Intervencionismo, p. 327.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
70
resguardo de hábitos comerciales 95 que reprimen la lucha comercial entre productores
establecidos y los incipientes.96
d) Intervencionismo monetario
Un recurso muy significativo durante el periodo de entreguerras, fue el presentado dentro
de la configuración de los sistemas monetarios, en el que gran parte de los gobiernos se
inmiscuyeron para solventar los proyectos contra los saldos de la guerra y la crisis. Por otra parte
el estudio del sistema monetario por la economía, es una cuestión que conlleva una gran
relevancia sobre todo porque en la segunda mitad del siglo, se volverá uno de los principales
temas de estudio en las investigaciones económicas. La intervención monetaria y crediticia, se
refiere en primera instancia a la meta propuesta de los gobiernos por equilibrar o levantar el
poder adquisitivo de las divisas nacionales. Dado por entendido que las variaciones de tal poder
se verifican materialmente en los individuos manifestando su variabilidad en riqueza personal, el
aumento monetario es en el esquema de la política economía, la clave para inducir a un aumento
en la acumulación de capital, el consumo y la reactivación económica. Teniendo presente que la
perspectiva de la economía neoclásica había explicado como el mecanismo del mercado tiende a
fijar el poder adquisitivo del dinero al nivel en el cual se ajustan los niveles de la oferta y
demanda del mismo, la injerencia pública sobre el sistema monetario desde un principio guarda
una postura alterativa para la perspectiva económica liberal. Sin embargo en el desarrollo de una
época donde la inestabilidad monetaria se hacia manifiesta en la paridad con otras monedas, el
poder adquisitivo se reducía progresivamente y el desempleo se encontraba en niveles alarmantes,
los gobiernos de entreguerras encontraron como mejor medida de relanzamiento (Pump
Priming),97 el recurso inflacionista sobre la economía. Aplicado con el objeto de elevar precios y
salarios, para encontrar la manera más rápida de formar los fondos de financiación estatal, hizo
de esta medida una acción políticamente correcta. Los líderes políticos de la época habían
prometido a agricultores, trabajadores e industriales reducir el interés, aumentar salarios y con
95 La perpetuación de hábitos es la relación que el austriaco toma sobre la comodidad y abulia en la que caen los empresarios, al encontrar que la fiscalidad se inclina sobre las rentas de un determinado tipo de bienes, vicios que según Mises desembocan en la construcción de monopolios o estratagemas de evasión fiscal: “… ¿porque iba un empresario a incurrir en riesgos económicos, si en caso de que tengan éxito, el gobierno los penaliza con la reducción de sus ingresos?” Ibidem, p. 329. 96 Mises L. (1960), La Acción Humana, t. II, p. 542. 97 Mises L., La acción Humana, t. II, Cap. XVII, p. 36.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
71
ello los precios, sacándolos de la dirección en que se encaminaba el ciclo económico. El aumento
monetario se presentaba como un recurso práctico y eficaz para los problemas coyunturales. La
inflación artificial era el recurso para impedir el estancamiento depresivo.
A parte de la variación en el valor de cambio que manifiesta el dinero en las
transacciones comerciales -también conocida como variación del poder adquisitivo de origen
material (goods-induced changes)- existe aquella derivada de la oferta-demanda de bienes y
servicios98 y de la oferta-demanda monetaria es decir la variación del poder adquisitivo de origen
monetario (cash-induced changes); en este caso la intervención monetaria tiene como finalidad,
poner en marcha un exceso de dinero en comparación con las necesidades comerciales reales. Es
así como la oferta extraordinaria creada por el gobierno, se realiza mediante la creación de dinero
crédito (credit money), como de la aparición supletoria del llamado dinero de curso forzoso (fiat
money).99 En el primer caso se reconoce que los bancos centrales inician por desarrollar una
extraordinaria emisión de dinero, así como de bonos del tesoro, contenidos en una general
marcha de medios fiduciarios, que a la par se conjunta con una faceta en la que los bancos
privados (bancos de depósito y giro) reaccionan consecuentemente creando una expansión
crediticia.100 La expansión crediticia es en la perspectiva misesiana, una construcción masiva de
recursos de crédito ofertados al público, que agrupados en bienes fungibles pueden compensarse
y liquidarse mediante contra-derechos. Hasta este punto debe decirse que la atención se centra en
el modo que representa la masiva expansión crediticia; una que ensancha los límites verdaderos
de transferencia en dinero líquido. Pese a esto -según lo advertía el austriaco- lo más complicado
de la inflación, radicaba en la acción confabulada entre los bancos comerciales con el poder del
Estado para usar medios con valores fiduciarios.101
Los gobernantes intervinieron los bancos no para restringir la creación de medios fiduciarios, sino por que buscaban la inflación y la expansión crediticia. Querían suprimir aquellas limitaciones que el mercado libre impone a la expansión crediticia o buscaban incrementar los ingresos del fisco.
98 Ibidem t. II, p. 36. 99 Mises L.(1960), La acción Humana, t. II, Capítulo XVII, p. 49. 100 “Los medios fiduciarios han brotado de dos fuentes distintas: por una parte de las actividades de los Bancos de depósito y giro; y por otra de la prerrogativa de acuñación del Estado. La primera es la fuente de los billetes y las cuentas corrientes. La última es la fuente de los Bonos del Tesoro convertibles, de la moneda divisionaria y de esa moneda corriente de la que está limitada la acuñación, pero que no puede ser considerada ni como moneda de crédito, ni como de curso forzoso porque es realmente convertible en moneda, a la vista por todo su valor”. Mises L.(1961), Teoría del Dinero y el Crédito, p. 303. 101 Ya en este punto la situación inflacionaria presente en el periodo de entreguerras, es una circunstancia que el teórico austriaco atribuye enteramente -al menos por el sustento teórico- al británico Lord Keynes quien en sus trabajos, se declinara a favor de la acción estatal, comprendiendo que el curso de la economía debería generar más medios de intercambio, ante la insuficiencia de una inversión privada en recesión. (síntesis que fue encausada por los gobernantes y llevada a sus programas políticos para impulsar la expansión crediticia y el uso de medios fiduciarios).
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
72
Cuando un deudor no tiene las suficientes reservas para respaldar los sustitutos monetarios emitidos por el:
La moneda Fracciona-
ria es menor
El valor de los substitu-tos moneta- rios es
mayor
El exceso que sobrepasa las dos entidades ya se considera medio
fiduciario
Entendían que la función genuina de la banca consistía en prestar dinero al tesoro. Tales sustitutos monetarios no eran más que meros precedentes del papel moneda que luego emitiría el gobierno. El billete de banco convertible sólo servía para preparar el camino al papel moneda inconvertible.102
Después de conocer los motivos del intervencionismo monetario, donde se defiende que
la expansión creciente de dinero traerá el aumento de precios, salarios, baja de interés, aumento
del consumo y con ello la reactivación de la actividad económica, el teórico austriaco no tardó en
considerar una de las principales limitantes a las cuales puede llegar esta práctica económica
gubernamental. Todo apunta a una muy importante advertencia basada en los principios básicos
del comportamiento monetario, (que Mises anticipadamente alude desde 1912 y que será el punto
de debate en Milton Friedman en la década de los 60s) donde nos dice que cuando los niveles de
la expansión encuentran una incoherencia con el verdadero stock de dinero fraccionario, se cae en
una contrariedad; porque sucederá que el gran volumen de transacciones y pagos con sustitutos
no cuenten en sus bases con una solvencia real.
Tras los problemas de fondo que presentaba la expansión monetaria, estaba el inminente
aumento de precios, una situación que hacia necesario el mayor uso de dinero para que la
demanda pudiera solventar precios más caros, lo que ocasionaba una problemática mayor: que se
gastara más dinero y se diera una pérdida de valor adquisitivo. Ante estas condiciones por un lado
se provoca que los consumidores se enfrenten a un alza de precios descontrolada, fuera de los 102 Mises L.(1960), La Acción Humana, t. II, pp. 65-66.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
73
límites de la verdadera negociación de mercado, trastocándose con ello los parámetros del
público consumidor hasta el grado de caer en el sobreconsumo. Mientras que los productores
resienten el aumento en los precios de los bienes de uso y de los factores de producción. La
elevación en los salarios y los factores productivos finalmente elevan los costos de producción y
los precios del bien de consumo, ascenso que según Mises provoca una ruptura de la relación
verdadera con la demanda efectiva.103 Un riesgo más ocurre cuando las empresas al caer presas
del boom de los precios, no consideran la continuidad económica y dicha actividad productiva
deje de ser rentable.104 Ya que la cantidad extraordinaria de dinero se centraliza en manos de
pocos agentes económicos -sobre todo aquellos que producen para la demanda coyuntural-
recibiendo el pago de altos precios por aquellas mercancías con alta demanda.
Mises explica que la expansión de créditos rompe con el orden del ajuste sobre los tipos
de interés en préstamos que en libre acción, dimana de la valoración sobre los bienes presentes y
futuros. La expansión de créditos reduce el interés y este dinero prestado por los bancos genera
una demanda adicional, que crea una alza en los salarios y precios de los factores productivos,
simulando un “aparente auge” sostenido por continuas expansiones de crédito. Esto se posibilita
porque la banca amplía préstamos a grupos, expandiendo el límite de sus deudas y abonando sus
compras en el mercado; mientras la abundancia de dinero liquido es usado por la administración
pública en sus proyectos anti-cíclicos con obras públicas y empresas estatificadas. Así pues la
advertencia general sobre este tema, gira entorno a la forma en que la variación monetaria de
origen exógeno al mercado, desencadena una transformación en la escala de valores que los
individuos tienen sobre los medios satisfactores, forzando a una atemporal transformación en el
valor de las mercancías, que no surge de las estimaciones de la demanda, ni de una
transformación tecnológica en los bienes y servicios. El austriaco considera que las medidas
inflacionarias -una vez más- han pasado por alto la lógica cataláctica, la cual dice que el dinero
existe con una función definida dentro del intercambio humano y que los procesos inflacionarios
y deflacionarios creados artificialmente interfieren en su naturaleza y en general sobre las
relaciones económicas de venta, compra y producción. Todo esto infringe el principio nuclear de
los limites marginales, que se explica por el hecho de que al encarecerse o abaratarse la vida y al 103 La acción empresarial resiente la múltiple escalada de precios trastornando los cálculos sobre los costos que significan sufragar los precios de los requeridos factores de producción y los precios de venta en sus productos, así como de sus intereses correspondientes. De tal manera que se da una gran diferencia entre el costo de producción y el precio de venta percibido. A fin de cuentas el empresario desorienta su visión sobre los puntos de inversión, tomando decisiones ficticias que afectan las posibilidades de negocio que verdaderamente son apremiantes para el público consumidor. 104 Mises L. (1960), La acción Humana, t. II, Capítulo XX, p. 208.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
74
expandirse o contraerse una serie de herramientas crediticias y fiduciarias, se hace disminuir la
utilidad marginal real de la unidad monetaria y el mismo valor objetivo del dinero.105
2.3 LA INTERPRETACIÓN DE LA ERA INTERVENCIONISTA EN LA FILOSOFÍA DE LA
HISTORIA MISESISTA
A grandes rasgos, con la explicación hecha sobre las consecuencias económicas prácticas
del intervencionismo, se identifica la reforma social y sus principales medios que median en la
economía; entre las cuales se reconoce la legislación laboral, el aumento del gasto presupuestario,
la expansión monetaria y la actividad económica agregada del Estado. 106 Todas las formas
descritas que el austriaco identifica como intervención, plantean una compleja formación sobre la
realidad económica, con específicos procesos de acción sobre las actividades productivas y
comerciales que se llevan a cabo. Pero un caso especial, son las consideradas sobre las
particulares transformaciones o alienaciones de las más elementales categorías de la acción
económica. En la mayor parte de los escritos misesistas, tres categorías en específico, parecen
reunir la problemática del nuevo estadío económico que se esta gestando, en cuya naturaleza se
encuentra la premonición hacia lo que -en la temporalidad misesiana- se considera la tendencia
intervencionista. La primer trasgresión que dicha realidad ocasiona a la lógica económica, es el
que se refiere al elemento cataláctico identificado como 1) el sistema de precios.
Dando por entendido que la acción humana es originada por la inagotable aparición de
inquietudes y necesidades humanas, por las cuales los individuos se ven impulsados a pensar
racionalmente sobre fines y medios de acción, el valor en la configuración de la acción
105 Mises L. (1961), Teoría del Dinero y el Crédito, p. 347. 106 Con la titularidad común, la corporativización y la nacionalización, la mediación del Estado en la producción fue creciendo paulatinamente. La reconversión industrial del Estado inicialmente se presenta en la forma de contratos especiales sobre objetivos productivos y la creación de empresas y factorías temporales, posteriormente se pasó a un periodo de estímulos productivos con otorgamiento de subsidios, créditos y exenciones fiscales, hasta llegar definitivamente a la corporativización de empresas y nacionalizaciones estratégicas. En todas estas formas, la propiedad privada se vió allanada por el otorgamiento de condiciones favorables al grupo recipiendario de la convocatoria gubernamental, esto hizo inminente que la propiedad quedara compartida en distintos porcentajes, entre la iniciativa privada y pública. La nueva actividad económica agregada del estado se reconoce así, porque en la temporalidad referida, provisionalmente -al menos en los países de tradición liberal y democrática- la acción gubernamental se involucró en asuntos económicos de inminente relevancia para los destinos nacionales. El gobierno dispuso económicamente de materias primas, reguló la producción de granjas, tierras de cultivo y fábricas productoras de alimentos, avituallamientos médicos y factores productivos indispensables para la industria pesada; controló además las importaciones, exportaciones y en algunos países fijó ganancias, precios y salarios. Más adelante la nacionalización se enfocó sobre servicios de transporte y comunicación como aviación, ferrocarril, marina mercante, teléfonos y telégrafos; y energéticos como el petróleo, la electricidad además de la minería. En la tabla de la cronología intervencionista, puede observarse la forma generalizada de los programas económicos emplazados por los gobiernos de los estados europeos y la política estadounidense, en lo que la perspectiva austriaca considera las pruebas fehacientes de la tendencia intervencionista en la realidad histórica. Cfr. Schapiro J S. (1961), Un mundo en crisis, p. 42.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
75
cataláctica se identifica con la trascendencia que las personas al actuar, dan a sus fines últimos y
en concomitancia al valor estimado sobre los medios materiales que se espera, les puedan ayudar
a alcanzarlos. Esta base subjetiva del valor, reflejada en la praxeología y la marginalidad, se
desarrolla dentro de la lógica del mundo real, bajo las exigencias de un intercambio con grandes
cantidades de valoraciones subjetivas existentes. En esta situación el valor de cambio es el único
recurso con el cual pueden tasarse los bienes reales para su intercambio y se expresa mediante el
concepto de precio; una cifra pecuniaria en que se estima una cosa expresada en cantidades
numéricas. De esta forma el precio se presenta al consumidor como una herramienta que le ayuda
a apreciar la lógica de su decisión al comprar, con la cual puede estimar sus egresos del resultado
obtenido. En el caso de la producción, esta magnitud a su vez permite considerar con el precio del
producto final, el margen de costos del proceso productivo, la cantidad de productos finales y el
precio de venta, es decir una estimación dineraria de los procesos input | output; desarrollo que en
conjunto considera los limites de eficacia productiva, con los costos y la cantidad de bienes que
pueden colocarse en el mercado a precio rentable. En el sistema de mercado el consumidor se
encuentra con distintitos precios solicitados por los vendedores, del cual elige el que mejor pueda
ser cubierto, en razón de la mercancía mejor valorada. De ese modo los productores estiman los
costos de producción, el interés de sus proveedores y los gastos totales de producción,107 que
pueden ser solventados en función al tipo de demanda y el potencial precio de venta.
Los precios ordenan la producción por aquellos cauces que mejor permiten atender los deseos de los consumidores, según se manifiestan éstos en el mercado. Los precios determinan que factores han de ser explotados y cuáles deben permanecer inutilizados. Los factores específicos de producción se aprovechan sólo si no cabe dar otro destino más valioso a los complementarios de índole no específica.108
Con estos antecedentes económicos liberales, la crítica austriaca al sistema comunista e
intervencionista, comienza por observar la postura de un sistema que al restringir la propiedad
privada, trastoca el sistema competitivo de precios. Una operación que inicia por los productos de
consumo, pero que se propaga hasta los bienes de orden superior -elementos constitutivos de la
107 En la acción económica se tiene que todos las personificaciones participantes de actos productivos y de consumo llevan a cabo en la búsqueda de su fin, el uso de capital y bienes distintos; hasta el consumidor mismo, que acude al mercado a comprar, lleva consigo la cantidad de dinero que esta dispuesto a ofrecer. Siendo así que todo tipo de acción requiere de una valoración entre una situación anterior y una posterior, para el común del acto comercial. Las consideraciones se mueven en el terreno de los gastos incurridos en la compra total de bienes de primer orden, bienes de producción, fuerza de trabajo, rentas de inmuebles, impuestos, servicios adicionales y el tiempo que tarda la producción; los cuales significan la inversión gastada en el proceso de producción. Esta suma de gastos se considera en el término misesiano, la suma de costos que el empresario capitalista, deberá tomar en cuenta en su plan de negocio y cotejarla con el número efectivo de productos que podrá vender. 108 Mises L. (1960), La acción humana; tratado de economía, t. I, Capítulo XVI, p 596.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
76
Intromisión del colectivismo comunista y el intervencionismo gubernamental liberal.
CONSUMIDORES
Valor en precio de bienes de
consumo
PRODUCTORES Trabajadores Capitalistas Empresarios
Propietarios
Valor en precio de bienes de orden superior
Intromisión del colectivismo comunista y el intervencionismo gubernamental liberal.
producción-distribución-. Así pues el sistema de precios en el Comunismo y el Intervencionismo
se ven cohesionados en un tipo de estimación fundada en el valor del trabajo -con un pretendido
cambio comercial directo- o en un precio determinado verticalmente por las autoridades. La
dificultad considerada sobre este punto, es la directa afectación al cambio dinerario indirecto,
donde al imponerse la inmovilidad en la configuración de precios, se pone bajo un mismo rasero
la valoración de muchos ordenes entre bienes y servicios, retornando al valor de uso como razón
práctica. Para el esquema austriaco tanto en el intervencionismo, donde persiste la forma de
propiedad privada, como en el comunismo, donde se proscribe, se imposibilita la lógica
identificación de los bienes de consumo que necesitan producirse. En los dos casos se tiene que
la nueva figura del director productivo gubernamental, es la que pasa a ponderar entre las
variantes existentes sobre los factores productivos: como por ejemplo la selección de
herramientas y maquinarias, el emplazamiento de la industria, el tamaño de la fábrica, así como
la forma y cantidad que deberán tener los productos terminados.
Una segunda categoría afectada en el transcurso de la era intervencionista, es la que se
identifica en la categoría de 2)la capacidad empresarial.109 En el bosquejo cataláctico misesista
la empresarialidad había sido explicada como la principal categoría de la acción- que dirige el
comportamiento de productores y consumidores en la configuración de cualquier voluntad. En el
periodo en cuestión ya puede distinguirse que la capacidad empresarial se transforma, por las
109 Al enunciarse este término, debe reconocerse que aquí se encuentran los antecedentes en el estudio científico, sobre el concepto empresarial dentro de la ciencia económica (que se volverá punto central a finales del siglo XX para la Administración y la Mercadologia, que han desarrollado los márgenes del conocimiento acerca del comportamiento empresarial).
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
77
disposiciones del gobierno, que proporcionan sobre dicha capacidad y el mayor número de
formas existentes entre la acción especulativa y selectiva de productores y consumidores,
provocándose una desligación de las verdaderas ponderaciones legítimas sobre sus intereses y
retribuciones económicas. En este fondo es como el teórico austriaco advierte que las fuerzas
gubernamentales al interponerse en el intercambio y las estructuras económicas de mercado,
invaden los actos de valorar, calcular, planear y ejecutar la producción, con todas las variantes y
complejos procedimientos que se realizan en cada una de ellas (como la estimación sobre el valor,
los costos de los factores productivos, el previsto margen de ganancias y el verdadero volumen de
gastos, entre muchos otros). De ese modo las formas en que la empresarialidad opera para
congregar los factores productivos, se desvían plenamente, por la continua aparición de
numerosos dictámenes de la intervención, a tal grado que como resultado se prevé una
advertencia tajante del futuro: la crecida de una preeminencia de grupos que tiendan a erigirse
“impertérritos” por doquier, con poder supremo por encima de las relaciones comerciales de
mercado, formado por numerosos cuerpos burocráticos de directores y administradores que se
adjudican juicios y decisiones otrora privados.110
El tercer desafío a las categorías catalácticas, es el que se identifica en 3) la producción
con fines de lucro. Por la forma en que la figura del Estado procede a adjudicarse facultades
sobre la organización y distribución productiva Mises encuentra una desviación de las
percepciones empresariales de todas las personificaciones económicas, es decir una afectación
sobre los juicios de los consumidores, capitalistas y trabajadores en general, que ven trastocados
sus intereses en la configuración de rentas, intereses y salarios (comparada con la configuración
real, dada en la competencia de libre-mercado). Y es que la intromisión en los precios y en la
actividad productiva, plantea una forma alterna, en la que el gobierno traza la elección y
disposición de medios materiales en una condición alterna a la compulsión privada de los agentes
de mercado.
Al interferir en la configuración de libre trato entre consumidores y productores, el
gobernante asimila la responsabilidad de aplicar recursos, congregar capitales y nuevas
tecnologías que bien pueden malgastarse o pasar inadvertidas, habida cuenta de la inexistente
ponderación de los costos y precios. Para Mises en estas condiciones indefectiblemente no puede
existir el aumento de la productividad del trabajo, ni del capital, ni de los bienes materiales, es 110 Véase la opinión misesiana del aparato burocrático que representa la construcción de un buró tecnócrata, comparado con las categorías del espíritu empresarial, en Mises L.(1960), La Acción Humana, t. I, p. 475.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
78
decir no existen las condiciones para una formación gradual de capital, ni mucho menos para la
acumulación; lo que en definitiva no hará más que estrechar el volumen de inversión real y de las
riquezas necesarias para continuar enfrentando los desafíos de la naturaleza y la condición
humana. Las fórmulas aplicadas en el periodo de entreguerras, son para el análisis cataláctico, la
transición a una mayor escasez, a la sobreexplotación y al alargamiento de la creciente necesidad
y penuria de la población, con ello se imposibilitan las condiciones propicias para las conquistas
sociales, culturales y materiales que el camino del liberalismo económico había trazado.
Intromisión del intervencionismo gubernamental en la configuración del intercambio de mercado:
SECTOR ECONÓMICO AGREGADO SECTOR GASTO SECTOR MONETARIO
Mercado laboral Mercado de capitales Mercado de bienes de orden superior
Asigna recursos naturales Determina la dirección productiva
Determina las relaciones de intercambio
El Intervencionismo gubernamental Disloca la relación en precios
[Demanda del consumidor] $ [oferta del vendedor] $ [Procesos productivos] $ [Bienes de capital]
Se imposibilita la acumulación de capital capacidad de ahorro e
Inversión.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
79
Ya en este punto puede decirse que el análisis realizado a las implicaciones económicas,
nos revela de lleno el concepto general del segundo estadío, en el que es organizado el cuadro
histórico-económico del austriaco. El Comunismo y los usos Intervencionistas durante el periodo
de entreguerras, son en los confines de occidente, una situación que rápidamente comienza a
convertirse en una tendencia principal. 111 Previamente las formas descritas en la catalaxia,
reconocida por Mises como una etapa de “revolución empresarial”, 112 se situaban en un periodo
donde se habían verificado los resultados de un intercambio competitivo de mercado. Por lo que
las nuevas condiciones políticas e ideológicas de entreguerras se interpretan como una deliberada
confrontación, una disyuntiva en el presente que se vuelve una corriente general. Es el arribo de
una inflexión regresiva en la historia, opuesta a la diacronía de la economía liberal. Con esta
desviación, la etapa del liberalismo fulgurante va quedando aletargada, la política económica y
las ideologías masivas van desviando el orden progresivo de la era cataláctica y de la libertad
empresarial. Al entender del austriaco, la realidad percibida en la coyuntura de aquella época
guarda una uniformidad y semejanza en todas las naciones afectadas por la guerra y la crisis
económica, por lo cual puede entenderse que el intervencionismo pareciera incuestionablemente
el presente de occidente. Una era donde tanto las clases políticas como los ciudadanos se
volcaron sobre las ideas colectivas y las directrices de los grupos de presión. En parte debido -
según Mises- al desconocimiento de los más elementales principios económicos que explican
como procede la producción y distribución capitalista, a la inexperiencia de muchas naciones que
apenas se iniciaban en la vida independiente, así como la premura de la recuperación económica
ante los desastres de la Gran Guerra; todas estas situaciones se compaginaron con los credos
políticos que pregonaban el ideal de la fuerza nacionalista, el principio imperial del espacio vital,
la supremacía racial o la lucha de clases.
Las políticas de relanzamiento económico, los programas progresistas, las promesas
revanchistas y el Socialismo son en este tiempo los puntos de acuerdo sobre los que se ha posado
el interés general. Pero la “premonición económica” que Mises hace sobre el curso histórico en
cuestión, es rotundamente pesimista. Según ésta, las prácticas económicas desarrolladas por los
sistemas que pretenden revertir súbitamente las malas condiciones materiales y sociales de sus
111 En la tabla de la cronología intervencionista puede observarse la forma generalizada de los programas económicos emplazados por los gobiernos de los estados europeos más representativos y la política estadounidense, en lo que desde la perspectiva austriaca se considera prueba de la tendencia inflexiva en la historia. 112 Nombre con el que puede definirse la economía de libre mercado, definida por Mises como la forma productiva-distributiva, explicada en los principios generales de la Catalaxia, pertenecientes al curso del laissez-faire explicado en el capítulo 1.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
80
naciones, sólo preludian el difícil mantenimiento del nivel de vida alcanzado en occidente y el
estancamiento en las fases depresivas de la economía, como la dirección última hacia las que se
enfila este orden. Para el austriaco de no cambiar este rumbo en la acción humana, se pone en
peligro la integridad de la civilización occidental. Por eso, esta etapa del intervencionismo es
llamada según su pronóstico, como un período que significa la anarquía de la acción humana, el
caos de la praxeología. Si bien se entiende que este curso de la historia representa una fase de
irracionalidad, es imprecisa la manera en que las autoridades y los individuos del comunismo y el
intervencionismo estatal, al ir en contra de la lógica y la racionalidad económica, convergieron en
una disposición popular. ¿Porque las políticas progresistas no fueron respaldadas únicamente en
la coyuntura de la guerra, sin llamar a la voluntad y después volver a la senda de los verdaderos
principios catalácticos? Esto se explicará con mayor detalle cuando se vea la forma que adquirió
esta primera fase intervencionista -contestataria al rampante capitalismo de libre mercado- y la
consolidación de un sistema alterno, que desarrolló estrategias económicas fuera de lo previsto en
el esquema cataláctico; así como también la aseveración final que el escritor austriaco advertiría
sobre el carácter económico de la Historia, con el nuevo orden que se estaba gestando y que
cambiaría por completo la realidad de occidente.
2.4 LA REALIDAD DEL PROGRESISMO MÁS ALLÁ DE LA INTERPRETACIÓN
MISESISTA: EL UMBRAL DE UNA NUEVA ERA
La interpretación liberal que Mises realizó sobre las numerosas formas y consecuencias
visualizadas en los programas sociales y en las intervenciones gubernamentales, implicaba una
observación a partir de la estructura y función del mercado, un medio de arreglo social. Por lo
mismo era tanta la preocupación con que se señalaba la transformación futura que debía darse, al
desarrollarse una actividad económica agregada al libre mercado, ya que se presenta un desafío a
lo que Mises concebía como el mejor medio de compulsión para las fuerzas e intereses que los
individuos expresan para satisfacer sus necesidades y que al mismo tiempo preserva su libertad e
individualidad. Todos los puntos destacados por Mises, para interpretar -desde el enfoque
económico- los medios de la reforma social, contienen en si indicios filosóficos y políticos de
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
81
una condición muy particular. En este sentido debe mencionarse que gran parte de las formas
interpretativas misesistas surgieron en un contexto general formado en la atmósfera intelectual de
la universidad de la capital austriaca, donde el fermento del Círculo de Viena y el neopositivismo,
son la corriente principal durante los primeros decenios del siglo XX. En el contexto del análisis
lógico del “Círculo”, la ciencia misesiana es una propuesta que esta basada en el mismo ánimo
del escepticismo científico, que igualmente planeaba axiomatizar no las formas de la matemática
o el lenguaje, sino la pluralidad de las entidades económicas captadas o reducidas a un lenguaje
simple, y a una construcción de proposiciones que englobaran el comportamiento económico; es
así como las categorías catalácticas son el resultado de esa misma búsqueda científica vienesa. La
interpretación misesista es la propia versión de análisis lógico, sólo que dirigido a las prácticas
económicas, con un método deductivo y con un afán verificativo, sustentado en el apriorismo
material (implícito en el pragmatismo económico y en el legado de la ciencia económica clásica).
Esta práctica se complementó con el cuerpo científico de la escuela económica austriaca, cuyo
principio epistemológico del consumidor y su rango de utilidad marginal, se enlazó
adecuadamente en el sentido interpretativo del individualismo metodológico. De ese modo el
principio de análisis y verificación deductiva se centró en contra de las interpretaciones holistas o
teorías inductivas.
Por otra parte debe recordarse que la vertiente austriaca de la economía, es una escuela
sustentada en profundas bases de la doctrina liberal. En que la mayor parte de investigaciones e
interpretaciones económicas, guardan un estrecho vinculo con la psicología del consumidor;
como son la existencia de las consideraciones individuales del valor y la ponderación selectiva de
los medios y fines para la acción humana. Fue así como la explicación misesista se dedicó a
establecer numerosas relaciones funcionales entre las distintas variables del intercambio
económico. Donde más que encontrar una propuesta enmendadora a los declives del ciclo
económico, miraba al mercado y a todas sus fuerzas actuantes, como que el arreglo social más
adecuado para organizar, mediante su propia compulsión (las fuerzas de la oferta-demanda), la
mayor parte de las dificultades que representan los intereses particulares. Es más la noción de la
capacidad empresarial es la premisa epistemológica que debe llevar a nuevas consideraciones,
sobre todo en la evolución progresista, la evolución industrial, tecnológica, científica y
civilizatoria. De ahí la renuencia para considerar de manera positiva, el papel del gobierno en la
práctica económica. En lo que concierne a la teoría del ciclo, las opiniones son parte de la forma
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
82
más clásica de considerar a la depresión. Al creerla innata del sistema económico, sólo se
concebía como mejor solución para la recomposición, una conducta pasiva ante las fases
depresivas -en las condiciones más precarias de la recesión- para que pudieran darse las
condiciones de la recuperación.
También es de considerase el serio compromiso con el que Mises toma en su totalidad al
intervencionismo -ya sea en el comunismo o liberalismo social- por las condiciones en que se
encontraba Austria. Donde debido a la cercanía con Alemania y al ser parte de la cultura
germánica, la nueva república se veía fuertemente influenciada por el imperio alemán; justo ahí
donde irrumpieron ideologías y sistemas tan radicales que protagonizaron la historia mundial. Es
por eso que los criterios misesistas se ven inmiscuidos en la necesidad de analizar y declarar sus
posiciones acerca de temas tan trascendentes como lo era la praxis socialista nacida de la teoría
marxista, los programas social-liberales prusianos y el nacimiento de la ideología
socialdemócrata, así como también el ascenso del nacional-socialismo (una compleja
manifestación práctica que en si misma es la síntesis de diversas ideologías, desarrolladas desde
la existencia del imperio prusiano). Todo esto influye para considerar el peculiar estilo liberal del
austriaco, caracterizado por su vertiente económica y política en reacción a su temporalidad en la
naciente república austriaca, que manifestaba una fuerte inclinación hacia las fuerzas ideológicas
nacidas en Alemania.
Los cambios que presentó el ascenso del Progresismo en las primeras décadas del siglo,
en efecto hacen considerarlo un movimiento reformista de vastas proporciones. Igual que Mises
lo hizo notar, las premisas y los procedimientos económicos demuestran el tamaño del
movimiento que se estaba gestando. Y es que a pesar de las variantes en los lineamientos del
Capitalismo, la Reforma social liberal y el Progresismo, estos fueron proyectos que se
sustentaron y propagaron con bases tan amplias que abarcaron distintos medios, como el
intelectual, el social, político y por supuesto el económico. Gran parte de las fuentes históricas,
consideran al Progresismo dentro del marco de un movimiento reformista, hecho al liberalismo y
por lo mismo llamado también Nuevo Liberalismo.113
113 Aunque por las formas prácticas y los elementos desarrollados posteriormente, se considerará en su naturaleza política, económica e ideológica, más allá del liberalismo económico. Por el momento en el periodo de entreguerras; esta primera etapa de intervención, se identifica con un proceder que busca desarrollar una nueva democracia y llevar al liberalismo económico a una faceta de “liberalismo social”. Vid. Barnes, H. E.(1953), Historia de la economía del mundo occidental, capítulo XVIII, pp.710-714.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
83
A lo que Mises llama intervencionismo, se le reconoce por ser una oleada de movimientos
que se identificaba con los ideales clásicos del liberalismo político y social en occidente (como
aquellos alcanzados a partir de la revolución francesa de 1798, entre los que se contaba una
soberanía generalizada, la representatividad parlamentaria y la separación de la Iglesia-Estado, la
abolición del servilismo; o como la revolución liberal que transitó entre el siglo XIX y XX,
donde se verificó la liberización de las estructuras terratenientes, con los repartos agrarios, la
dignificación a la fuerza de trabajo, la aparición de asociaciones partidistas pro-laborales o el
alcance logrado con el sufragio universal). La reforma social de la política progresista se
presenta con la imagen de una evolución no sólo social, sino política, económica y filosófica.
Aunque Mises la haya considerado negativa por fundarse en la Sozialpolitik del régimen imperial
prusiano y en el marco del comunismo soviético, las políticas progresistas de estos años son un
movimiento que se manifiesta en distintas vertientes. Ejemplo de ello son el grupo liberal inglés
de la Sociedad Fabiana o el revisionismo de la Socialdemocracia alemana, los movimientos
obreros sindicalistas, los partidos comunistas y la influencia ideológica de la unión soviética.
Movimientos que en general influyeron de forma relevante, en la aparición de esa nueva realidad.
Una corriente generalizado en occidente, que se formó en la necesidad por renovar a la sociedad
con un distinto concepto de humanitarismo, solidaridad y convivencia social. En una era donde la
modernidad económica la marcaba el capital financiero, las grandes unidades productivas y una
creciente división y especialización del trabajo -con las innovaciones energéticas y tecnológicas
que la II revolución industrial establecía-, provocaría el arribo de una nueva oleada liberal,
manifiesta como una política “correctiva” de los excesos propinados a la población: como eran
las condiciones del paro, la escasez y las múltiples vicisitudes que acarrea una crisis económica.
Con el nuevo evangelio político, se erigió un objetivo distinto, el ayudar a fomentar la estabilidad
y el desarrollo. Llevando al común de los ciudadanos fuera del estado de riesgo, con la garantía
de un mínimo civil efectivo en el marco de la existencia material, que junto a condiciones
sociales favorables, posibilitaran la vida de un ciudadano integral y eficiente dentro de los retos
que implicaba la situación del trabajo, la producción y la tecnología en una sociedad moderna.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
84
Cuadro cronológico del Progresismo y la Reforma Social Liberal114
1888 Imperio Austro-Húngaro. Se establece el seguro de enfermedad.
1900-1909 Imperio alemán. En el gobierno del canciller Bernhard Von Bülow, la política social recibe un
nuevo impulso, el intervencionismo del gobierno continúa presentando un avance en la creación
y legislación de servicios para la asistencia social y el trabajo; se promulgan nuevas leyes de
accidentes enfermedad y jornadas de trabajo, así como legislaciones sobre invalidez, vejez y
seguro de desempleo.
1909 Imperio Austro-Húngaro. Nacionalización de los ferrocarriles.
1909 Gran Bretaña. En el gobierno del canciller Herbert Henry Asquith, se aprueba una Ley de
pensiones que establece una pensión de jubilación para todos los trabajadores mayores de 70
años con un inferior nivel de renta.
1909-1913 Estados Unidos. Los intereses de los trabajadores se configuran en grandes agrupaciones
como la Asociación Americana del Trabajo (AFL) y el Sindicato Norteamericano de Obreros del
Acero (CIO).
1909 Estados Unidos. Se crea la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP); la
concreción del movimiento por la igualdad civil afroamericana iniciado por. W. E. B. Du Bois.
1911 Gran Bretaña. Lloyd George comprueba la aprobación de la Ley de Seguros Nacionales que crea un
seguro obligatorio para trabajadores contra la enfermedad, que cubría de 16 a 70 años de edad
y un seguro de desempleo (para ciertos oficios y por un tiempo máximo de 15 semanas).
1914 Imperio alemán. El Departamento de Materias Primas creado en agosto de 1914 junto con del
Ministerio de la Guerra, bajo la responsabilidad del Walther Rathenau (director de la empresa
eléctrica AEG) integra las minas y factorías del país en varias "compañías de industrias de
guerra" que dirigidas por los propios industriales, pasan a trabajar en exclusividad para el
Estado mediante contratos especiales y de acuerdo con los objetivos de producción del
gobierno. Éste fija precios máximos para alimentos y vestidos.
1914 Estados Unidos. La Ley Clayton contra los "trusts" reconoce el derecho de los sindicatos a la
negociación colectiva y a la huelga.
1914 Estados Unidos. La Administración de Alimentos (Food Administration) estimula la producción
agrícola.
1914 Francia. Se nacionalizan por fines militares; el telégrafo, teléfono y algunas vías férreas.
114 Los datos contenidos en este recuadro, son una somera recolección de datos presentes en las fuentes históricas de las obras consultadas sobre el periodo en cuestión. Para una comprensión amplia se sugiere la revisión completa sobre las obras de Schapiro Jacob (1961), Un mundo en crisis; Barnes Harry E. (1953), Historia de la economía del mundo occidental; Parker R. A. C.(1978), El siglo XX : Europa, 1918-1945; Nouschi Marc (1996), Historia del siglo XX y de Palmade Guy (1983), La época de la burguesía.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
85
1914 Gran Bretaña. El gobierno nacionaliza temporalmente ferrocarriles, minas de carbón y marina
mercante.
1915 Imperio alemán. Se decreta el racionamiento de pan (y luego el de todos los alimentos) e integra
toda la producción agraria e industrial relacionada con los cereales y la alimentación en una
Oficina Imperial que controla y regula el abastecimiento.
1916 Gran Bretaña. El gobierno pone en marcha 73 factorías para la producción de municiones.
1916 Imperio alemán. Mediante la Compañía Central de Compras, el gobierno construye, fábricas
propias –como las de nitratos- y estimula con notable éxito la investigación para la fabricación
sintética de productos estratégicos (aluminio, celulosa, caucho, lubricantes, fertilizantes).
1916 Gran Bretaña. El canciller Lloyd George crea un gabinete de guerra, los ministerios de Trabajo,
Alimentación, Navegación, Pensiones y un Departamento para la Producción de Alimentos.
1916 Estados Unidos. Woodrow Wilson logra la creación de bancos de crédito rural.
1918 Gran Bretaña. Se nacionalizan las fábricas de harina y se expropian aproximadamente 5 millones
de hectáreas de tierras no cultivadas.
1919 República austriaca. Se crea el programa de subsidios para la construcción inmobiliaria.
1920 Primera reunión de la Sociedad de naciones (SDN) un organismo asociativo de gobiernos
internacionales entre los países aliados y los vencidos, creado para estructurar los lineamientos
de la paz, el nuevo mapa político y el pago de las deudas de guerra.
1920’s Reconstrucciones, deuda exterior, inflación e inestabilidad monetaria provocan la pérdida del
valor adquisitivo en los salarios y el hundimiento de rentas fijas y del ahorro. De una parte, las
economías europeas recurren a préstamos cuantiosos y a otras formas de financiación (emisión
de deuda, aumentos de la circulación monetaria, bonos del tesoro).
1920-1923 Ante el despojo de los estratégicos puntos en Alsacia y el Sarre para impedir su desarrollo
industrial, el decomiso de las patentes y el pago de la reparaciones, provocan que al inicio de
los años 20, la República de Alemania sufra la más severa inflación provocando la caída del
Reichsmark; los gobiernos de la república de Weimar intentan salir de ella, mediante recursos
deflacionarios.
1920 Se funda la OIT (Organización Internacional del Trabajo) una sección autónoma de la Sociedad de
Naciones.
1922 Conferencia de Génova y la creación de un sistema de patrón de cambio oro, Gold exchange.
1925 Alemania. A partir de abril a la muerte de Ebert, la presidencia del Reich pasó a manos del
mariscal Hindenburg, vencedor del candidato republicano.
1929 Alemania. El hombre de la industria pesada presidente de Krupp en Essen; el pangermanista Alfred
Hugenberg al disponer de medios de acción y una prensa organizada, apoya financieramente a
Hitler y al Partido Alemán Nacional-Socialista de Trabajadores NSDAP (Nationalsozialistische
Deutsche ArbeiterPartei,). En calidad de simple agente ejecutivo le concede importantes
créditos a corto plazo y juntos se oponen contra el plan Young para el pago de las reparaciones.
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
86
1930 Estados Unidos. El proteccionismo comercial se vivifica con la ley de tarifas Hawley-Smoot.
1930 Joseph Laski publica La libertad en el estado moderno.
1930 Alemania. La política del gobierno de centro-derecha, aplicada por el canciller Heinrich Brüning
fue deflacionista con recortes del gasto público, mayores impuestos, aplazamiento del pago de
la deuda, control de precios y salarios.
1930 Gunnar Myrdal publica, El elemento político en el desarrollo de la teoría económica.
1931 Gran Bretaña. Se nacionaliza el transporte de Londres, en el gobierno conservador de Neville
Chamberlain.
1931 Gran Bretaña. El "Gobierno Nacional" presidido por Ramsay MacDonald sigue una política de
estímulos a la inversión mediante la baja de los tipos de interés y el abaratamiento de los
créditos y del dinero.
1931 La mayoría de las economías recurren a políticas deflacionistas (encarecimiento del dinero,
restablecimiento del patrón oro, reducción del gasto público, equilibrios presupuestarios,
reducciones salariales) y medidas fuertemente proteccionistas para sus respectivas industrias y
agriculturas con escaladas fiscales; que buscan mantener bajos los precios en el interior y
conservar la cotización de la divisa.
1933 Joan Robinson publica La economía de competencia imperfecta.
1933 Estados Unidos. Como parte de la TVA el gobierno obtiene la propiedad y manejo de las centrales
hidroeléctricas de Muscle Shoals, Alabama. Mediante el artificio de la corporación pública, a
una junta de gobierno se le da autoridad para desarrollar la agricultura y la industria en el valle
del Tennessee, controlar las crecidas de los ríos, construir presas, centrales hidroeléctricas y
fabricar productos nitrogenados.
1933 Estados Unidos. Se cierran todos los bancos privados y reabren sólo los bancos federales de
reserva.
1933 Alemania Nazi. Se hace concesión de créditos a los hombres de negocios (Betriebsführer)
mediante certificados de exenciones fiscales, sobre todo a los industriales dispuestos a admitir
mano de obra. Se pone en marcha la autarquía con una economía armamentista y una inversión
privada en pedidos públicos de construcción. Prolifera la forma de pago en bonos, letras de
cambio (Mefo), y Compensación de balance (Clearing); se generaliza el trueque para el
comercio internacional con Polonia, Checoslovaquia, Austria y Hungría. Se pone de manifiesto la
alianza entre Sinarcas prusianos y el Führer, para conseguir con medidas imperiales la búsqueda
del Lebensraum (espacio vital)
1933 Estados Unidos. El gobierno federal aprueba sistemas de pensiones para la vejez y seguros de
desempleo, los poderes regionales de manera particular aprueban medidas de compensación
obrera.
1933 Estados Unidos. La Dirección de Regulación Agrícola proporciona subsidios y créditos a los
agricultores; para limitar la producción de ciertas cosechas (algodón, tabaco, frutas) y
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
87
estabilizar así los precios. Se determina un mínimo en los salarios y un máximo en la jornada de
trabajo. Se implanta el Servicio de Crédito a los Agricultores para refinanciar hipotecas sobre
las granjas.
1933 Estados Unidos. Se aprueba la Securities and Exchange Commision SEC (organismo de vigilancia
para las operaciones bursátiles). Una Ley de Valores, de 27 de mayo de 1933, regula el
funcionamiento de la bolsa y establece normas para impedir las especulaciones y el fraude
bursátil.
1933 Estados Unidos. Se establece una Dirección para la Recuperación Nacional, a cargo de Hugh
Johnson que se encarga de regular el trabajo infantil, la negociación colectiva, las jornadas
laborales y los salarios; además de crear unos "códigos" para la justa regulación de la
competencia empresarial y del trabajo.
1933 Estados Unidos. La NIRA (Ley de recuperación de la industria nacional) sienta las bases para una
reforma en el programa de legislación social y laboral. Con este antecedente se consolida la
TVA (Autoridad del Valle del Tennessee) que propaga el intervencionismo gubernamental en la
producción y el trabajo en el marco del programa New Deal de Franklin D. Roosevelt
1934 Austria. El canciller Engelbert Dolffus, cabecilla de los socialistas cristianos, promulga una nueva
constitución estableciendo un Estado corporativo, autoritario y cristiano.
1934 Estados Unidos se crea la C.W.A (Civil Works Administration) oficina que emprende la
construcción de numerosas obras públicas (juzgados, escuelas, hospitales, carreteras) que da
trabajo inmediato al gran número de parados.
1935 Estados unidos. Se aprueba la Ley de Seguridad Social, que establece pensiones de vejez y viudez,
subsidios de desempleo y seguros por incapacidad.
1935 Estados Unidos. Se aprueba la Ley Wagner (Wagner Act) sobre relaciones nacionales de trabajo. El
patrono se ve obligado a reconocer y negociar con el sindicato y se le prohíbe desanimar la
organización, discriminar o despedir a sus empleados por actividades gremiales.
1936 Estados Unidos. Se crea la National Labour Relations Board, comisión de arbitraje encargada de
poner fin a las prácticas laborales discriminatorias.
1936 Francia. El gobierno del frente popular de izquierdas de León Blum, se pone a favor de una
política en aumento del poder adquisitivo, esto obliga a la devaluación por los efectos
estimulantes que infringía ésta en la producción.
1936 Francia. Con el gobierno del cártel de izquierdas se crean organizaciones de mercado con las
ordenes del Estado, el principal instrumento era el Office du Blé que fijaba los precios de todos
los cereales.
1936 Francia. El gobierno del Frente Popular de León Blum, aprueba las leyes que establecen convenios
colectivos, como un periodo anual de vacaciones remuneradas, 40 horas de trabajo y semana
inglesa.
1936-1938 Francia. Se da la nacionalización de industrias armamentistas, reorganización del banco de
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO
88
Francia y aumento de los impuestos. (Gobierno del Frente Popular).
1936 Se publica La teoría general de la ocupación, el interés y el dinero de John Maynard Keynes.
1937 Oskar Lange publica Teoría económica del socialismo.
1937 Gran Bretaña. El canciller del partido conservador Neville Chamberlain subvenciona algunos
precios agrarios y raciona los sectores del carbón y del acero, además de estimular la
construcción naval con contratos del Estado.
1938 Harold Macmillan publica La manera intermedia.
1938 J.K. Galbraith publica La competición moderna y la política de la corporación mercantil.
1938 Estados Unidos. El congreso aprueba la Ley de Prácticas Laborales, que instituye el salario mínimo
y limita la jornada laboral a 40 horas semanales. Se eleva el salario mínimo de 40 a 75 centavos
por hora.
1938 Estados Unidos. La Fair Labor Standard Act, se convierte en el primer paso para que la legislación
social comience a armonizarse a escala federal e intersectorial.
1939 John Richard Hicks publica Valor y capital.
1939 Gran Bretaña. Se nacionalizan las compañías aéreas (gobierno conservador de Neville
Chamberlain).
1939-1940 Estados Unidos. Se unen diversas organizaciones a favor de los derechos civiles, como la
National Association for the Advancement of Colored People (NAACP), la National Urban League
y otros organismos, con el propósito especifico de conseguir la participación de los
afroamericanos en el esfuerzo bélico militar e industrial.
1941 Estados Unidos. El Presidente del Partido Demócrata F.D. Roosevelt logra la aprobación de la Ley
de Préstamos y Arriendos que permite la venta de armas y material de guerra a cualquier país
cuya defensa se considera vital para la seguridad de Estado. Se crea una dirección de la
producción de guerra (War production Board) para la movilización económica del país, hacia la
conversión de la industria militar, la distribución del material y la asignación de cuotas de
producción.
1943 Estados Unidos. La National Resources Planning Board elabora la New Bill of Rights; documento
con disposiciones sobre mantenimiento del pleno empleo, salario justo, asistencia médica,
seguros de vejez y enfermedad y oportunidades educativas.
1944 Estados Unidos. Conferencia financiera y monetaria de Bretton Woods, reunión de 44
delegaciones, dada en New Hampshire, en el seno de la Organización de las Naciones Unidas,
que busca estabilizar las unidades monetarias del tipo de cambio y del crédito. De ella surgen
las instituciones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Internacional para la
Reconstrucción y el Desarrollo (Banco Mundial), con el objeto de proporcionar créditos a corto y
largo plazo a escala mundial.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
3.1 LA REVOLUCIÓN KEYNESIANA EN LA POSGUERRA
l llamado intervencionismo, considerado por Mises como la tendencia histórica de su
tiempo, es una interpretación que se encuentra inmersa en la atmósfera de
entreguerras, un periodo en el que transcurre la fundación de la república austriaca,
la aparición de los programas progresistas, la irrupción del primer estado comunista y el ascenso
del nacional socialismo en el III Reich alemán. Estos acontecimientos marcaron la etapa descrita
en el capítulo anterior y fueron el principal objetivo de los primeros estudios misesistas, mismos
que buscaban un análisis comparativo entre los medios de aquellos regimenes y sus diferencias
con la economía liberal. En lo que concierne a la última etapa concebida en el cuadro histórico
descrito por Mises, ésta se ubica en un periodo sucedido inmediatamente después de la II Guerra
Mundial, cuando se establecen los acuerdos de paz, se aniquila el imperialismo Nazi y la
configuración del orden mundial empieza a redefinirse en dos bloques distintos. Por un lado se
encontraba el régimen colectivista de la Unión Soviética -con su influencia en Europa del Este- y
por otro la alianza entre los países vencedores, encabezada por Estados Unidos, promotor del
Plan Marshall (el principal fondo de ayuda económica para la reconstrucción europea). La
recuperación posbélica posibilitó a Estados Unidos, fomentar nuevas relaciones económicas en
Europa y conseguir el liderazgo sobre las democracias occidentales, alianzas concretadas en la
firma de tratados y acuerdos multilaterales, en las que los líderes políticos se volvían parte
actuante y participante de los nuevos tiempos.
a) Antecedentes
En el escenario de la paz, ideólogos y filósofos económicos miraban con zozobra el
futuro del capitalismo, en la primera mitad del siglo XX muchos teóricos -no socialistas- creían
en el fatalismo capitalista y mantenían una postura que consideraba inevitable el colapso de dicho
E
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
90
sistema. Tal pesimismo fue fundado en diferentes razones, entre las más importantes se
encontraba la concentración monopólica y la proliferación burocrática en la sociedad anónima;
ejemplo de ello fueron las teorías de Joseph Schumpeter, Rudolf Hilferding o Michal Kalecki.115
Schumpeter en particular propuso una tesis donde el núcleo principal giraba en torno al
monopolio y sus efectos en el ciclo económico. De acuerdo a su interpretación, la depresión del
29’ se comprendía como la manifestación propia de un espíritu capitalista en declive, debido a las
implicaciones de un capitalismo financiero que se experimentaba en una concentración de
empresas y fábricas, regidas por participación en acciones y una dirección gerencial. La
naturaleza de la concentración de capitales, la inconsistencia competitiva de los trusts, los
carteles, así como de los precios monopólicos,116 eran para Schumpeter el fin de la energía
económica. El funcionamiento de la concentración empresarial, anunciaba una economía con
procesos automatizados, donde el capitalismo se veía declinado por la injerencia de nuevas
formas organizativas y directivas.
Por otra parte en las naciones de Europa del Este, durante la década de los 40s dio inicio
el debate socialista del cálculo económico, buscando desarrollar una reformulación técnica a su
sistema económico.117 Los estudios sobre el cálculo permitieron concretar la economía colectiva
comunista, continuando con el uso del dinero como un medio de intercambio, mientras que la
fijación de precios fue determinada por las órdenes del poder central. En la administración
gubernamental pudo desarrollarse la contabilidad de precios departamentales, tanto para los
bienes de capital, como para la producción y los productos finales de consumo. Después de esto,
todo indicó que el verdadero problema del problema del libre curso de mercado, se relacionaba
con la formación de precios, esta era la principal objeción a la economía comunista (esto debido a
la forma en que habrían de ser asignados y distribuidos los recursos en los procesos productivos
fuera de un mercado de valores). Si el precio de mercado es una noción que posibilita el
conocimiento de la valoración con que se estiman los bienes y servicios, así como el costo de la
115 Michal Kalecki había descubierto en su noción del ciclo económico, la función actuante de los pedidos de inversión y el desfase con la necesidad de reposición. Presentando la complejidad dada entre la depresión y la recuperación económica para la estabilidad de la capacidad inversora, en una fase donde la actividad productiva no podía ser altamente remunerativa. Véase Kalecki, Michal (1973), Estudios sobre la teoría de los ciclos económicos, pp. 37-45. Y de Rudolf Hilferding, Vid. Capital financiero, 1910. 116 Schumpeter entendía que las prerrogativas sindicales y los controles gubernamentales presentaban una fuerza, que junto con la nueva forma de las grandes empresas, hacían imposible la existencia de las más pequeñas e incipientes. Provocando que se mantuvieran sólo las gigantes empresas o corporaciones manejadas por comités burocráticos “estáticos”. Cfr. Ciclos económicos, pp.459-477. 117 En 1937 Oskar Lange publicó Teoría económica del socialismo y en 1958 La economía política del socialismo. También en 1930 Lionel Robbins dio a conocer su obra Sobre cierta ambigüedad en la concepción del equilibrio estacionario, todas con una seria investigación sobre el cálculo económico en un sistema de precios fijos.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
91
labor productiva y el testimonio de la utilidad marginal del consumidor; los problemas
asignativos de los planificadores centrales se presentaba con la determinación de precios para los
bienes naturales los bienes de uso y los productos de consumo, una situación que pudo salvarse
debido al manejo de precios administrados “estáticamente”. A partir de entonces el socialismo
mantuvo la figura del dinero -igual que un medio de cambio y cuenta- en un mercado estático,
con la determinación de precios hecha por la planificación central. Debe decirse que al soslayarse
el principio de la utilidad marginal, la actividad planificadora haría una inversión y producción
menos individualizada y progresiva sobre bienes de consumo y del sector terciario.
El estado era el modelo económico en la década de 1930 y en la de 1940. Era en esencia un modelo de equilibrio. Había poca discusión de cómo se harían los ajustes al desequilibrio y a la acción empresarial individual. Debido a que el ajuste al desequilibrio no era parte del modelo formal, la crítica de un argumento basado en la necesidad de tal acción no era aceptable. Haber aceptado el argumento austriaco hubiera dañado el caso teórico del socialismo; también hubiera minado el caso teórico formal del capitalismo porque éste también estaba basado en el modelo estático del equilibrio general y no tenia ningún papel explícito para las acciones empresariales individuales. Fue sólo hasta la década de 1970 cuando esos problemas se plantearon otra vez. De 1930 a 1970 el argumento central de que en el socialismo se podría, desde el punto de vista teórico y práctico, distribuir racionalmente los recursos fue aceptado por los profesionales de la economía tanto socialistas como no socialistas, con pocas excepciones.118
b) La revolución Keynesiana
Una tercera corriente ideológica aparecida al término de la guerra, fue la surgida de la
revisión y el desarrollo teórico de los conceptos propuestos por la economía neoclásica, donde la
explicación de los fenómenos se daba en una línea que manejaba la meta teórica del equilibrio.119
Este término se vuelve de radical importancia al concebirse como la finalidad buscada por las
prácticas productivas de múltiples factores, entre los que se cuenta la demanda-global, oferta-
global, los costos-precios, los gastos-beneficios, el ahorro-inversión y muchos otros. Este
enfoque neoclásico adquiere una peculiar connotación cuando en la década de los cincuenta los
programas de los estados internacionales, hacen de estas bases su plataforma de acción.
Efectivamente la depresión de los años treinta y la economía bélica eran el testimonio de largos
periodos de inestabilidad y riesgo, en los que la compulsión de las fuerzas del libre mercado, no
118 Landreth, Harry y David C. Colander (2004), Historia del pensamiento económico, p. 364. 119 Ya en la visión teórica walrasiana se proponía la idea de un equilibrio relacionado al mercado de bienes de consumo, servicios productivos y capitales, en el que se podía buscar la igualdad entre oferta y demanda, mediante el movimiento de precios. Véase James, Émile (1963), Historia del pensamiento económico, p. 208.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
92
eran el remedio suficiente para la adaptabilidad automática de la oferta a las necesidades masivas.
Fue hasta el inicio de la paz en 1945, cuando la teoría del equilibrio económico general se
consideró una realidad asequible, en el esquema de la economía estática y en situación de
competencia perfecta, lo que al unirse a las acciones políticas, permitió dar continuidad a la
gestión iniciada por el estado en cuanto a la orientación productiva se refiere. Todo eso en un
tiempo donde se desarrollaban y aplicaban la utilización generalizada de modelos técnicos
basados en prácticas econométricas y estocásticas, como era el caso de la escuela económica
matemática y la teoría de juegos.
Los conceptos del equilibrio neoclásico estarían incompletos si no se menciona a otra
importante corriente económica que entró en combinación con las tesis del equilibrio; se trata de
la teoría keynesiana. Ésta última ya ha sido esbozada en los capítulos anteriores, pero es en el
inicio de la posguerra, donde adquiere realmente un lugar relevante en la configuración del nuevo
orden económico, ya que se posiciona dentro de la misma inercia del equilibrio económico. La
influyente corriente keynesiana estuvo basada en la tesis propuesta por John Maynard Keynes
contenida en la Teoría general del empleo, el interés y el dinero de 1936, una obra donde se
analizaba la figura del consumidor y la demanda, ejes de su célebre teoría. Los principios
keynesianos analizaron el proceso productivo de la oferta a través de la importancia influida por
el consumo, misma que diera la pauta para una serie de posturas sobre la interrelación entre
consumo, producción y distribución a niveles colectivos o mejor dicho a niveles
macroeconómicos. De forma muy sintética puede decirse que el keynesianismo discrepa -hasta
cierto punto- de la noción neoclásica y de la coordinación del libre mercado, al desconocer a este
como la única forma para el acomodamiento oferta-demanda en el relanzamiento económico.
Esto es así, porque Keynes consideró que se había ignorado a la crisis como un colapso total y
abrupto de la eficiencia marginal de capital, del trabajo, de las materias primas y los bienes de
capital; condiciones que arrojaban un excedente negativo en las existencias de los productos, que
al no absorberse en las relaciones de mercado, imposibilitaban la continuidad progresiva del ciclo
económico. 120 Así pues Keynes observó que la inversión productiva, al estar sujeta a los
vaivenes de la eficiencia marginal del capital y a una taza de interés a largo plazo, únicamente
podía crecer si se desarrollaba un “aumento en el consumo”, lo que hacia necesario que el
crecimiento de la “ocupación” se mantuviera en un nivel constante. El aumento en el consumo es
120 Keynes JM. (2003), “Notas sobre el ciclo económico”, en Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, p. 303.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
93
pues la condición keynesiana medular, para reencontrar la eficiencia del capital en la producción
y con ello la sobreinversión que caracteriza a los periodos de auge. Según afirma la teoría
neoclásica, en el libre curso económico a una crisis siempre le sucede una fase de natural
reconversión entre paro y ahorro, que constituyen los márgenes para que la baja de los salarios e
intereses, creen las condiciones para que aparezca un nuevo periodo para el empleo. Pero Keynes
disintió y prefirió señalar que la fundamental condición de la inversión, radicaba en el incremento
del consumo, haciéndose necesario que el público contara con salarios en aumento real; para ello
era imprescindible reducir el paro y contar con un incremento del empleo. En conclusión para el
modelo keynesiano de equilibrio económico entre oferta-demanda, es primordial considerar la
condición de un empleo masivo.
Coincido con Gesell en que al llenar los vacíos de la teoría clásica no se echa por tierra el
sistema de Manchester, sino que se indica la naturaleza del medio que requiere el libre juego de las fuerzas económicas para realizar al máximo toda la potencialidad de la producción. Los controles centrales necesarios para alcanzar la ocupación plena llevan consigo, por supuesto, una gran parte de las funciones tradicionales del gobierno. Además la teoría clásica moderna ha llamado ella misma la atención sobre las variadas condiciones en que el libre juego de las fuerzas económicas pueden necesitar que se restrinja o guíe: pero todavía quedará amplio campo para el ejercicio de la iniciativa y la responsabilidad privada.121
Así quedó asentada la invitación económica para el poder gubernamental y con ello dar
cumplimiento a la premisa de estimular la proporción al consumo mediante el fomento al pleno
empleo. En el curso de los años posteriores a la guerra, los gobiernos de occidente no tardaron en
disponer una serie de políticas económicas sustentadas de lleno en las premisas económicas de la
teoría keynesiana. Durante la posguerra, las formas de la política económica gubernamental
fueron identificadas con distintos nombres, entre ellos el de “Economía planificadora”,
“Economía mixta” 122, “Tercera vía”123 o “Estado benefactor”.124 En un principio la llamada
revolución keynesiana hizo sentir su irrupción en el orden económico y político, porque los
121 Ibidem, p. 355. 122 Se le llamó Tercera vía o Economía mixta, porque la naturaleza del nuevo sistema económico representaba la síntesis de un régimen que mediaba entre los fines éticos del socialismo y los medios del capitalismo de libre mercado. 123 A la planeación gubernamental también se le conoció como Dirigismo, por ser un sistema donde el estado pasó de ser el principal director en los asuntos diplomáticos y ejecutivos, a adjudicarse facultades en la economía nacional. En el caso de los gobiernos de centro derecha de Charles de Gaulle y Georges Pompidou, en la IV república francesa, se le reconoce como Dirigisme porque el gobierno dirigió un gran número de recursos, a través de incentivos, adquisiciones y porcentajes de inversión que proponían desarrollar los servicios de transporte (autopistas y trenes), comunicación y energía, además de fomentar la investigación científica y el desarrollo militar. Apoyados en la fusión empresarial y concentraciones productivas, el gobierno estimuló la concentración empresarial, con el afán de permitir el desarrollo de una gran industria nacional. 124 Nombre dado al plan económico-político británico, emprendido por el primer ministro laborista Clement Attlee en 1945.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
94
regimenes de gobierno conformaron una corriente general tomando parte en la dirección de los
asuntos económicos nacionales. Más allá de la reglamentación sobre el trabajo, las disposiciones
de la asistencia social y la concentración económica de guerra, un nuevo orden económico se
inauguraba con la plena acción de la esfera política sobre los asuntos económicos. A diferencia,
que esta vez las medidas económicas tomadas pretendían ser parte de un programa planificador
“preventivo” y de mayores proporciones, con el fin de alcanzar una continuidad en la producción
y distribución y alejar a la economía nacional, de una experiencia tan traumática como lo fue la
crisis de los años treinta. La planificación gubernamental fue en base a estos indicios, una
evolución extensiva del control público permanente sobre la vida económica privada.
Ya sea para estimular la reactivación productiva o velar por el desarrollo macroeconómico,
el estado planificador actuó directamente sobre los rubros de la producción, el capital y la
distribución, con muchos medios y arbitrios a los que ya había recurrido con anterioridad. Por
ejemplo la participación de acciones en corporaciones, los fideicomisos, la construcción de
sociedades mercantiles, pero en especial la proliferación de nacionalizaciones sobre empresas e
industrias enteras. Esta acción gubernamental buscó administrar y explotar los recursos naturales
y las industrias estratégicas del sector primario y secundario, con el fin de impulsar el desarrollo
de la producción nacional. Fue así como la nacionalización de bienes naturales, energéticos,
comunicaciones, transportes y bienes de orden superior, significaron la transición a una era
donde la responsabilidad intrínseca del poder estatal 125 propagaba su organización hacia la
administración y explotación productiva. Ésta gran transformación como a priori puede
entenderse, necesitaba de una reformulación del estado, que precisaba la necesaria construcción
de dependencias e instituciones que se hicieran cargo de las nuevas responsabilidades. Por eso se
entiende que un movimiento de tal amplitud terminara impulsando la implementación y creación
de un mayor número de ministerios, oficinas e instituciones donde los directores y
administradores, tomaran a su cargo la responsabilidad natural que implicaban las principales
decisiones de la producción y la financiación de los negocios. Entre la infraestructura y los
servicios ofrecidos, las nuevas oficinas del gobierno se ocuparon de actividades productivas ya
intervenidas y de otras que apenas se iniciaban (como eran las obras públicas, sistemas de 125 La nueva faceta del estado, al convertirse en productor, comprador y vendedor, implicaba una reestructuración en todas partes. Entre las instituciones que hicieran posible las disposiciones económica pactadas, estaban aquellas que se harían cargo de la posesión de medios de producción (granjas, fábricas, tiendas); oficinas directivas que arreglaran la cooperación y participación económica con el sector publico; el transporte para la compra y distribución; así como la comunicación para la difusión y la creación de relaciones con socios comerciales que ampliaran el mercado. Vid. Ayala Espino, José (1992), Limites del mercado, limites del estado, pp.95-101.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
95
transporte, escuelas, hospitales, bancos, telefonía, electricidad, subsidios agropecuarios,
organismos de investigación y planeación, seguridad social y un mayor listado de bienes y
servicios públicos).
A medida que avanzó la segunda mitad del siglo, la gran reforma del estado fue
normalizándose en la vida económica de occidente. Desde distintos planos la transformación fue
radical, comenzando por la estabilización de la jornada de trabajo, salario mínimo, los controles
de precios, el movimiento efectivo del presupuesto, una creciente recaudación, así como la
influencia sobre el sistema monetario; todas estas implementaciones se convirtieron en logros
característicos del esquema keynesiano en la política del Estado. Si bien la personalidad del poder
público se expandió en los planos de comprador, vendedor y productor económico, la propiedad
privada siguió existiendo, dándose una convivencia entre los sectores económicos primarios,
secundarios y terciarios con las decisiones tomadas por las autoridades.
En Francia, Inglaterra y Alemania la construcción política del nuevo estado, fue en gran
parte viable gracias a la coalición parlamentaria de partidos de centro izquierda (como el Partido
Socialista Francés, el Partido Laborista y el Partido Socialdemócrata) con los partidos liberales y
conservadores,126 así fue como se posibilitó la tercera vía en la IV república francesa y el Welfare
State británico. Incluso en Estados Unidos, los mandatos de los presidentes “republicanos” Harry
Truman y Dwight Eisenhower continuaron por el sendero de la preeminencia pública (aún
Truman, llamó a su plan económico Fair Deal). El consenso con el liderazgo político de esta
época no es difícil de entenderse, debido a que en los tiempos de guerra, la población reconoció
las decisiones tomadas por los dirigentes en favor de la defensa y recuperación de sus respectivas
naciones. Muchos de los ministros y presidentes en la segunda mitad del siglo, contaban con una
favorable popularidad por haber colaborado en la administración o la milicia, durante los aciagos
años bélicos o en la transición depresiva. Entre los principales líderes de la posguerra destacaron
126 Aunque en la práctica política de la tercera vía, intervinieron activamente el grupo político de la socialdemocracia europea, los partidos de izquierda y el sindicalismo, debe advertirse que la militancia del “liberalismo social” en el mando político estuvo detentado en gran parte por lideres de partidos unionistas y nacionalistas de centro derecha, como los partidos social-cristianos, seguidores del liberalismo, del capitalismo de gran empresa y también con intereses conservadores. Mientras que el ala marxista ortodoxa, se mantuvo en la oposición. En el terreno ideológico, no es de extrañarse que gran parte de los científicos sociales y filósofos, vieran con suspicacia el crecimiento del estado, el relanzamiento del capitalismo y la creciente represión autoritaria. La primavera de 1968 y las observaciones de la escuela de Frankfurt son un claro ejemplo del movimiento contestatario. Precisamente en estos años aparecieron estudios como los de Herbert Marcuse, Un estudio sobre la autoridad de 1936 y El hombre unidimensional de 1964, en 1962 La transformación estructural de la esfera pública y en 1975 Los problemas de legitimación en el capitalismo tardío de Jürgen Habermas, o en 1957 La nueva clase del filósofo Milovan Djilas. Textos útiles para conocer otra interpretación acerca de este periodo histórico. Cabe mencionarse que muchas naciones experimentaron una concentración política bajo la figura de líderes, con dictaduras civiles o militares. Así fue el caso de España, Portugal o Centro y Sudamérica, en otros se constató la permanencia en el poder del partido único. Cfr. Lieuwen, Edwin, Generales contra presidentes en América latina, Buenos Aires, Siglo XX, 1965. .
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
96
hombres como Charles de Gaulle o Georges Pompidou en Francia; Clement Attlee y Harold
Macmillan en Reino Unido; Konrad Adenauer y Ludwig Erhard en Alemania federal; también
debe mencionarse a Einar Gerhardsen, Tage Erlander, Olof Palme y Urho Kekkonen, estos
últimos fundadores del estado benefactor en los países escandinavos.127
Es así como la revolución del estado benefactor se reconoce en la historia como el periodo
siguiente al progresismo del temprano siglo XX, un modelo que rebasó el carácter “correctivo”
para decantarse por una planeación estructural sobre la macroeconomía. Si puede hablarse de la
consolidación de un nuevo modelo económico y político, este jamás podrá interpretarse como un
fenómeno individual de la clase política. La praxis del modelo keynesiano es un claro ejemplo de
ello, ya que fue el resultado de una cohesión social, un pacto entre políticos, hombres de negocio,
grupos sociales organizados, teóricos económicos y el electorado que para entonces contaba con
el voto universal. De manera general, pudo pactarse en la necesidad de tomar parte responsable
en el panorama de desastre, es decir una realidad que implicada profusa desigualdad económica y
social. Todo esto supuso reconocer las dificultades económicas insalvables para el libre cuso del
mercado y atender a las fórmulas propuestas por Keynes. La meta de la acción estatal se concretó
a crear los medios más propicios para fomentar el consumo y un proceso productivo constante,
para ello no existe duda que los viejos recursos del progresismo (actividad económica agregada,
gasto presupuestario y la intervención monetaria) se reutilizarían para reformular la figura del
estado, ahora ya con una declarada participación económica constante y creciente. Pero queda
por conocer la interpretación misesista que se tuvo a partir del intervencionismo, ahora
potenciada con el estado benefactor de la posguerra y sus consideraciones sobre el propio
esquema histórico dado sobre el espíritu económico y la alienación gubernamental.
3.2 DEL CAOS ECONÓMICO AL MONOPOLIO DEL ESTADO: EL OCASO
PRAXEOLÓGICO.
Ya en este punto debe ser claro que la reforma social, interpuesta por el movimiento
progresista en los primeros decenios del siglo, se transforman a partir de 1945, en la síntesis de
127 Vid. Snyder, Louis L. (1973), El mundo en el siglo XX, 1900-1950, pp. 145-168.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
97
un nuevo modelo económico-político, comúnmente llamado Estado de Bienestar o tercera vía
económica, que fue desarrollada durante el resto del siglo XX. Aunque la tercera vía es al mediar
el siglo, todavía un modelo en ciernes, no dejó de ser parte importante en el cuadro histórico
misesista. De la misma manera que el progresismo, éste fue juzgado a priori por las premisas
económicas en las que sustentaba su plan de acción, sólo que esta vez la interferencia de un
elemento distinto, diversificaba las expectativas del nuevo orden: la prolongación temporal del
intervencionismo económico.
El Estado de Bienestar, en calidad de “programa extensivo”, como una inminente
corriente en acción, hace considerar a Mises, no sólo todas las observaciones hechas al
intervencionismo de entreguerras, sino lo que ahora se vislumbra como un gran proyecto
económico previsor, llevado a cabo con la estructuración en diversos planos. En el contexto de la
época, con el nombre de tercera vía se reconoce a una forma económico-política que pretendía
suplantar al vertiginoso capitalismo de libre mercado, mediante la aplicación organizada de
distintos recursos intervencionistas en un periodo ilimitado. Sin embargo para entonces la mayor
de las preocupaciones austriacas no recaían en la posibilidad existente de una tercera vía como
síntesis entre el sistema socialista y liberal,128 pues para Mises lo relevante es la situación que
representa la resolución final entre la dicotomía liberalismo-intervencionismo. Esto es un punto
conclusivo hacia el que Mises cree, se dirige la acción humana en la Historia, en el que la
“postergación indefinida” del intervencionismo gubernamental, agravará progresivamente la
realidad económica. Para el análisis cataláctico, el equilibrio económico y el keynesianismo eran
condiciones que irrumpían en el presente como una tendencia histórica, con un espíritu muy
radical: un ánimo estigmatizador sobre la propiedad privada y la producción lucrativa. Esto
provocaba dirigir la vista hacia los poderes paternalistas del Estado en la cual confluyeron la
mayor parte de los grupos sociales.
Si bien se reconoce que el intervencionismo generalizado parte como una alternativa
política-económica, que no intenta abolir la propiedad privada en la producción, ni el intercambio
de mercado, sino cuando más encausarlos; la crítica más clara se dirige al mayor reto que supone
128 Mises atestiguó en los años de la posguerra el debate sobre la existencia de una economía mixta, donde se ponía a discusión la legitimidad de un tercer sistema productivo. Sin embargo el paso hacia la segunda mitad del siglo XX implicó que el teórico radicado en nueva York, estuviera lejos de los medios intelectuales, para observar y analizar con detenimiento, la corriente de teorías que explicaban la posibilidad de esa tercera vía. Por lo que puede señalarse que ni la teorización de una economía estática y un cálculo económico comunista, ni tampoco las doctrinas de los seguidores keynesianos o la revolución tecnócrata dentro de la administración pública, hizo que Mises variara su perspectiva principal (formada en los primeros decenios del siglo).Ante las propuestas económicas de la posguerra siempre defendió a ultranza los principios básicos del liberalismo.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
98
aplicar, financiar y alcanzar las metas de los programas políticos, dirigidos a revulsionar la
efectividad económica del sistema mercantil. Con el ánimo de que occidente aviniera a un
sistema distante de la orbita comunista, pero también fuera de la acción ilimitada del libre
mercado, la tercera vía buscaba mediar en un sistema donde se conjugaran las prácticas de la
propiedad privada y pública, al tiempo que se evitaran los excesos del capitalismo y del
comunismo, conservando los elementos indispensables de la libre iniciativa. Sin embargo, para el
criterio cataláctico la forma en que actuaban las aplicaciones económicas de la fuerza política
sobre las prácticas del mercado, distaban mucho de conseguir reactivar la economía, relanzar la
producción nacional, fomentar el empleo y garantizar el bien común. Todo deviene por la misma
naturaleza de la intrusión que el poder coercitivo del Estado, suministra sobre las múltiples y
particulares relaciones de mercado; un sistema social de intercambio y cooperación. El sistema
planificador presenta un esquema en el que a partir de la jurisdicción del Estado, las actividades
que discurren en los variados procesos productivos y de consumo, pasan a ser influenciados y
coordinados en otra dirección. Con la premisa de la tercera vía, la multiplicidad de procesos
materiales se orientan hacia un emisor de órdenes limitadas y particulares que dimanan de las
decisiones políticas tomadas por el gobierno en turno.
Según esto la planificación central, al erigirse como el centro de las planeaciones y
decisiones, violenta y confunde la numerosa interrelación entre las personificaciones económicas
y el original estado perceptivo de conocimiento, que otrora presentaban consumidores,
productores, empresarios y capitalistas. Según se entiende por la relación que Mises encuentra
entre el comportamiento económico y la acción humana (praxeológica),129 la individualidad de la
iniciativa para la acción, así como la voluntad y la libertad de conciencia, en conjunto se ven
ocluidas por las órdenes del gobierno.
Sobre el modelo en ciernes, como un corolario a lo expuesto en el capitulo anterior, puede
decirse que la tercera vía es en el cuadro misesista una etapa donde se ha dejado de lado la lógica
del funcionamiento económico, que por lo mismo lleva inconscientemente a la destrucción del
capital, a una escalada de precios, una sobreinversión y a una política intervencionista
abrumadora. De acuerdo a esto la planificación central de la dirección gubernamental, con todos
sus recursos de apropiación de capital (en recaudación tributaria y expansión monetaria) propone
una vasta incursión sobre la economía entera, llevando tanto a la producción pública como al 129 Es una noción donde cualquier acto moral ético o material, se lleva a cabo con el atinente comportamiento economicista que toma cualquier acción, como un proceso librado para abatir un estado de necesidad, en la obtención de un objetivo.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
99
resto de la actividad privada a la “reducción de la eficiencia económica”, la “disminución del
rendimiento en la producción futura” y por lo tanto a un declive en el proceso acumulativo de
capital. Los proyectos económicos gubernamentales, llevan consigo una extracción de capital por
la escalada fiscal y un consumo del mismo, debido a la dirección de los bienes y servicios
nacionalizados, fuera de las normativas que implica la actividad lucrativa capitalista de libre
mercado.
Por otro lado la intromisión del poder gubernamental sobre las múltiples relaciones de
intercambio e información dadas entre consumidores y vendedores, hacía suponer que los
intereses de las personificaciones y los agentes económicos se verían envueltos en un nuevo
panorama, donde prevalecerían los criterios de los funcionarios y burócratas, de las planeaciones
y decisiones óptimas para la ideología del “empleado de estado”.130 Para Mises esta figura se
vuelve preponderante porque se dispone a cohesionar el intercambio material y particular de los
individuos (que se identifica bajo las órdenes de la inversión, producción y distribución) con los
recursos privativos de la figura planificadora: la regulación en precios, salarios, expansión
monetaria, inflación y monopolios nacionales.
De la misma forma el llamado espíritu empresarial se vería en este nuevo orden, sometido
a un esquema en el que las directrices de los factores comunicativos e informativos del mercado,
emanarían de las decisiones publicadas por los “departamentos centrales, oficinas subalternas o
despachos locales”. Para Mises la misma condición del empleado de estado y su ignorancia sobre
los vastos procedimientos que aplican en las diligencias productivas, harían de la actividad
burocrática un acto sin certezas, sin verdadera planeación. La nueva era económica planteaba la
transición a un panorama donde los agentes económicos (consumidores, productores, capitalistas,
trabajadores etc.) verían reducida su libertad, por los designios de una planificación central que
concibe su propio esquema de actividad económica, apartado de los elementos constitutivos que
posibilitan la evolución económica.
El defecto estriba en contemplar la realidad desde el limitado punto de vista del funcionario subalterno que no ve mas allá de sus administrativas tareas le marcan. Se supone en efecto rígida e invariable la producción industrial y la distribución del existente capital entre las diversas ramas y elementos productivos. Se pasa por alto que el adaptar el aparato económico a las cambiantes situaciones impone continuas e incesantes mutaciones. Argumentan tales ideólogos como si ya no
130 Mises L.(1960), La acción humana, t. II, p. 366.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
100
tuviera que haber más cambios, como si la historia económica se hubiera congelado. No advierten que el director capitalista se limita a ejecutar lealmente las instrucciones de sus superiores, los socios capitalistas, debiendo además ajustarse, al cumplir tales mandatos, a la estructura de los precios del mercado determinados, en definitiva por factores ajenos a las aludidas funciones gerenciales.131
Para el austriaco la figura que tiende a convertirse en rectora de la economía, suprime la
libertad de los proyectos y actuaciones de consumidores, empresarios y capitalistas, lo que hace
que éstos se ajusten a la inercia de delegar una extensa parte de sus voluntades y poderes. En este
sentido, para un mejor entendimiento debe interpretarse que la figura de la iniciativa pública, se
convierte en un organismo que pretende realizar la misma cantidad de acciones desempeñadas en
la acción cataláctica por los agentes económicos. Con la diferencia que el funcionario al no
guiarse por los fines lucrativos, las reglas productivas y al no cargar con responsabilidad sobre la
obtención de beneficios e intereses; difícilmente podrá importarle la retribución de capital sobre
los participantes que contribuyen a la producción. Según esto para Mises el burócrata se mantiene
aislado del acicate que significa el daño económico que sus decisiones propician sobre la
economía, ya que como miembro del gabinete de estado se halla en salvedad de sus errores,
asumiendo riesgos con liviandad.132 Para la crítica austriaca el programa económico estatista
resulta por su dirección burocrática, un proceder incompleto e ineficiente, ignoto de la condición
que representa la escasez y la severidad con que las conductas capitalistas tienen que lidiar al
emprender cualquier empresa rentable. La asignación de capital, desde la forma en que la
administración pública la realiza, presumiblemente se vaticina deficitaria, por los gastos
aleatorios, innecesarios y errados; y por la turbiedad prevaleciente sobre lo que debería ser la
verdadera información de mercado. Mientras el capital -siempre escaso- del que dispone el
gobierno, se ocupa bajo las directrices planificadoras, seguramente otras situaciones apremiantes
en las que el capital debería dirigirse, dejan de efectuarse, “ya que por su propia naturaleza, el
sistema carece de la agilidad para acomodarse a circunstancias continuamente mudables”.133
En virtud del poder de acción de la planificación gubernamental, las condiciones sociales
en efecto cabe se vean afectadas, en función de la profusión burocrática dentro de todos los
caracteres de la vida social. En su figura de benefactor, el Estado será tomado como productor de 131 Mises, L. (1960), La Acción Humana, t II, p. 407. 132 Entre los principales cuestionamientos que Mises formula a la capacidad productiva estatal, esta por ejemplo la forma en que aquella habrá de repartir el capital existente entre las distintas ramas de la producción, de acuerdo a la eficiencia marginal en una construcción variable de salarios, o que sectores productivos habrán de ser ampliados y restringidos de acuerdo a la locación de medios, trabajo y demanda; qué empresas deberán variar su producción, o que nuevas fabricaciones deberán abordarse. Ibidem, p. 408. 133 Mises L. (1982), El Liberalismo, p. 127.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
101
bienes y servicios, organizador de trabajo y capital, consumidor de bienes y promotor de la
expansión dineraria. La fundamental noción “marginalista de la utilidad” -principal señal del
comportamiento del consumidor y del productor- será desdeñada y por tanto desarticulado el
principal rector de la actividad comercial. En general la acción creadora y el intercambio material
se transponen de las libres inclinaciones particulares, hacia los designios centrales.
[…] Las actividades económicas de los ciudadanos se hallan sometidas al pleno control estatal. El poder público en efecto, ha sumido la función de señalar el volumen de capital y mano de obra correspondiente a las varias actividades mercantiles; decide cuales sean los bienes a producir, su cantidad y calidad, y ordena la relación correspondiente a cada consumidor. Las últimas resoluciones en el ámbito económico competen de manera exclusiva al estado. El ciudadano se ha visto reducido a la condición de simple vasallo.134
Por otro lado en cuanto a los costos sociales de la planificación, la observación austriaca
no tarda en observar una relación coercitiva dependiente entre electores y políticos, en la que los
ciudadanos al ser receptores de la acción gubernamental, se vean comprometidos a otorgar una
cierta reciprocidad con el partido del líder benefactor. Éste será un duro desafío al desarrollo de la
vida democrática y al liberalismo político, debido a que como Mises lo considera “la dádiva
corrompe tanto al que la da como al que la recibe. Aquel se autobeatifica; éste se rebaja y
envilece”.135 Desde la vertiente económica, burocrática o política, la acción particular de los
ciudadanos tiende a quedar invadida por el poder coaccionado, lenitivo y venal del funcionario de
Estado.
Bajo el sistema burocrático el favoritismo y las personales inclinaciones libremente cabe
florezcan, pues no es posible cifrar la productividad de los diversos departamentos, ni la del personal, aunque sea superior, que en los mismos labora. No cabe en dichos nombramientos recurrir a norma objetiva alguna que asegure la idoneidad del sujeto para el cargo. Hay que designar siempre al más competente. Pero ¿Cómo discernir la competencia si no se puede cifrar el valor de la obra realizada?136
Así pues con las prerrogativas gubernamentales en la venta de bienes y servicios, la
compra de trabajo, tierra y bienes de capital, basado en un régimen de precios y salarios
determinados fuera de mercado, consumidores, capitalistas y empresarios deberán someterse a los 134 Mises, L.(1960) , La Acción Humana, t. II, p. 613. 135 Ibidem, p. 584. 136 Mises, L. (1982), El Liberalismo, pp. 128-129.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
102
usos con los que el poder público vende, produce y retribuye. Una vasta actividad que por el
tamaño avistado y por la administración burocrática, se cree, caminará por un nebuloso
procedimiento de oficina y por la limitada capacidad de acción del funcionario.
En el cuadro histórico misesista, la transición al “Intervencionismo como sistema
económico permanente” es una condición real hacia la que se vuelca occidente y sobre la cual el
austriaco se adelanta a aseverar una opinión general y a vaticinar las formas y consecuencias que
se sucederán en el futuro. Sin conocer los pormenores con que el estado concretaría su inversión
y los cambios que esta traería en el transcurso de la década de los sesenta y setentas, Mises no
auguró éxito en la inversión ni la producción del nuevo orden.
En lo que se refiere a la construcción de un sistema internacional y las relaciones de los
Estados planificadores en occidente, como contrapeso al mundo comunista soviético, Mises
tampoco consideró que pudieran darse grandes avances. Desde su particular juicio, creyó que con
el aplazamiento intervencionista, la ilusión de una federación de democracias occidentales tendría
que lidiar con los vicios del proteccionismo y el nacionalismo económico. De acuerdo a las
premisas de la planificación, los ánimos librecambistas difícilmente podrían evolucionar, debido
a una realidad fáctica en la que los planes económicos de los líderes, se dedicaban a defender
intereses políticos regionales. En base a su credo liberal, consideró que el plano internacional
tendería a dividirse en sociedades subvencionadas y subvencionistas.137 Los proteccionismos
arancelarios dibujaban a priori, un escenario donde no se dejarían de crear bloques faccionarios
con fuertes nacionalismos económicos, lo que implicaba que distintos regímenes volvieran a
entrar en un ambiente donde imperara la disposición bélica. El teórico no alcanzó a verificar el
curso que tomaron, la aplicación de los tratados internacionales y las disposiciones políticas y
sociales en la posguerra, ni de aquellas instituciones que desarrollaron el comercio internacional
(en este orden fueron notables las disposiciones que la Organización de Naciones Unidas tomaron
para las conductas económicas, el comercio internacional y las políticas armamentistas). Aunque
debe reconocerse que en el transcurso de la guerra fría, se daría un arreglo de grupos comerciales
y una polarización con la amenaza nuclear entre los bloques del atlántico norte y el soviético.
Es vano esperar que un gobierno entregado a los principios del estatismo pueda renunciar a aspirar a un mayor aislamiento. […] cuanto más avance un país en el camino hacia la pública
137 Mises L. (1970), Omnipotencia Gubernamental, capítulo XI, pp.390-391.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
103
fiscalización de la economía, más forzado se ve a retirarse de la división internacional del trabajo. Las bien intencionadas exhortaciones de economistas de espíritu internacional no pueden disuadir a un gobierno intervencionista de aplicar medidas de nacionalismo económico.138
Uno de los puntos más considerables sobre el nuevo modelo de la posguerra, es
precisamente el que tiene que ver con la tendencia masiva hacia la tercera vía. Si bien en la
primera mitad del siglo ya se habían puesto las bases del intervencionismo gubernamental con el
progresismo y la economía de guerra, la expansión de la revolución keynesiana se hizo posible,
porque dibujó el esquema para virar el camino del ciclo, evitar la depresión económica y resarcir
los daños de la guerra.139 La fuerza del nuevo Estado se presumía de tan grandes proporciones,
debido a la gran unión de fuerzas sociales, y es que la ciudadanía encontró la senda hacia una era
renovadora, que verificaba la justicia en la distribución de la riqueza y un progreso conjunto,
social. Las conquistas sindicales se consideraron alcances colectivos de la clase trabajadora, que
al mediar el siglo, eran una condición generalizada por todo occidente. Por otra parte las
subvenciones y los estímulos del Estado en el firme apoyo a la concentración industrial, a los
monopolios nacionales -que sustentaban la soberanía de los principales recursos- trajeron un buen
entendimiento entre las asociaciones de productores y capitalistas. Mises consideró que esto era
una verdadera componenda, en la que el discurso político hacia converger la comunidad de
intereses.140
El empresario en todo estado intervencionista, para evitar onerosas penalidades, no tiene
más remedio que acomodarse a los caprichos de las autoridades. De todo ello resulta que tales y otras consideraciones, ajenas al principio de maximización del beneficio propio, van jugando un papel cada vez mayor en la vida mercantil, reduciéndose concomitantemente la valoración de pérdida y la ganancia, lo que supone en efecto que el sector privado va siendo paulatinamente invadido por la filosofía de la empresa pública, asimilando en grado cada vez mayor, su pesado esquema de formales reglamentos y regulaciones, lo que en verdad la va burocratizando. [todo esto es] obligada consecuencia de la prevalente política intervencionista.141
Lejos de las negativas premoniciones al Estado planificador, existe un último punto que
destacar en el cuadro histórico misesista, ese es aquel que se refiere al desenlace final en que
138 Mises L. (1970), Omnipotencia gubernamental, p. 438. 139 Los puntos referentes al análisis cataláctico, pasaron desapercibidos en Europa y Estados Unidos, inclusive los postulados fundacionales de la primera generación austriaca representada por Menger, Bawerk y Wieser, fueron relegados en las universidades por la corriente principal. Los herederos ideológicos llamados neoaustriacos retomarían los fundamentos epistemológicos para construir nuevos estudios y explicar los fenómenos económicos de los años setentas, con la presencia de la llamada estanflación y la crisis de los energéticos. Vid. Farfán Hernández Rafael (1994) El Pensamiento austriaco en el exilio, p 60. 140 Mises L. (1961), El Socialismo; análisis económico y sociológico, p. 345. 141 Mises L. (1982), Liberalismo, p. 132.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
104
probablemente se posicionará la tercera vía. El problema medular se centra en los precios
dictaminados por las autoridades, donde se presenta una situación insalvable a la que el estado
tendrá que enfrentarse. Esto se relaciona en el futuro, cuando en el manejo de precios de venta
con los que los funcionarios ofrezcan sus bienes y servicios, no encajen con la proporción de los
procesos productivos, es decir que no alcancen a retribuir el gasto total, ni tampoco los costos de
los factores productivos y los bienes de capital. Es así como la venta de productos a precios
inferiores de libre mercado, antepone el mayor reto a la planificación, ya que los habientes de los
factores productivos (capitalistas propietarios, trabajadores), los vendedores de materias primas y
manufacturas marginales, -ante las pérdidas que conlleva surtir los pedidos del gobierno-
prefieran retirarse del negocio público o de la actividad intervenida por el gobierno; suprimiendo
la venta de sus bienes y servicios, para declinarse por socios e inversiones cuyos compradores y
empleadores tengan un esquema de negocios verdaderamente lucrativo. Esto bosqueja una
situación donde la producción aminore, lo que lleva a una reacción gubernamental. Tanto para
detener la fuga de capital hacia otros sectores, como para mantener la actividad productiva, el
consejo central de producción estatal, deberá determinar los precios máximos para los factores de
producción, como son el trabajo, el capital y los bienes naturales, así como los bienes de capital y
demás materias primas e insumos del sector en cuestión. El extralimite llegará, cuando determine
el precio de mercancías y materias primas de “cualquier industria” indiscriminadamente, porque
como el mismo Mises advierte “de permitirse la existencia de ramas productivas libres de la
férula estatal, se volcarían en ellas el capital y el trabajo, al encontrar, unas condiciones más
rentables”.142
De esta manera es como se dibuja el futuro escenario en el que el aplazamiento
intervencionista sobre los precios, termine por hacer proliferar las ordenes estatistas sobre la
restante propiedad privada, al grado que se subvierta por completo, cualquier resquicio en el
intercambio de libre mercado. De acuerdo a lo anterior la planificación central al expandir
mayores controles y reglamentaciones -como un recurso necesario para corregir las dificultades
que se presenten- provocará que “la centralización de los medios de producción y la
manipulación sobre la locación del trabajo alcancen un desarrollo tal que se vuelvan
incompatibles con el marco económico y lo hagan estallar”.143 De acuerdo con lo anterior Mises
142 Ibidem, p. 103. 143 Mises L.(1961) , El Socialismo, p. 365.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
105
enuncia el más grave de los puntos finales, la llegada por medio de la “tercera vía” a un
Monopolio de Estado, que entre la figura colectiva comunista, no guarde ninguna diferencia. El
monopolio estatal sería pues la victoria del espíritu antieconómico, con la determinación absoluta
de responsabilidades, metas, proyectos empresariales e intereses laborales; además de la venta
obligatoria de las existencias disponibles y el racionamiento sobre naciones enteras. El futuro
punto de llegada que marca la revolución planificadora o direccionista es pues una irremediable
era de la discontinuidad, misma en la que la omnipotente figura del Estado marque el fin de
espíritu creativo, de la libertad y de la propiedad: él ocaso praxeológico.
El gobierno tendrá que fijar nuevamente los precios de los factores de la producción
necesarios para obtener aquellos factores de la producción que se requieren. De este modo el gobierno debe ir cada vez más lejos, fijando el precio de todos los factores de la producción, tanto humanos como materiales y forzando a todos los empresarios y trabajadores a que continúen laborando a los precios y salarios decretados. Ninguna rama de la producción puede quedar fuera de esta fijación total de precios y salarios y de esta organización general para continuar la producción. Si algunos sectores de esta última permanecieran libres, el resultado seria que tanto el capital como el trabajo se desviarían hacia esos sectores y que se reduciría la oferta de aquellos productos cuyos precios fijó el gobierno. Sin embargo, son precisamente estos productos los que el gobierno considera de manera especial como importantes para satisfacer las necesidades de las masas. Si de este fracaso el gobierno no saca la conclusión de que debe abandonarse todo intento de controlar los precios, debe ir cada vez más lejos, hasta llegar a sustituir la economía de mercado por un Socialismo de planeación general.144
Si bien el “ocaso praxeológico” debe entenderse en el marco del planteamiento
económico como un punto futuro, la idea general se refiere a un régimen opacado o decaído, en el
sentido de que el sistema económico sufre una declinación concebida según la lógica liberal, más
no puede afirmarse que el austriaco considere al modelo capitalista extinguido en la historia. No
debe olvidarse que el intervencionismo y su generalización considerada en la revolución
planificadora, es una discontinuidad en el curso de la economía de libre mercado, surgida de
“fuerzas exógenas”, que actúan en las condiciones coyunturales de la primera mitad del siglo.
Además la admonición del futuro planificador es por coincidencia, una visión que se presenta
cuando la edad del austriaco ya rebasaba los 70 años, esa misma condición implicó en mucho, la
poca estima sobre los años venideros y los recursos de los gobiernos de la tercera vía, parte de
ello influyó para que la dirección del futuro, se considerara como un expansivo ocaso otoñal.145
No obstante de acuerdo a las nociones de la economía capitalista, el presunto carácter 144 Ibidem, p. 546. 145 Mises L. (1982), Liberalismo, p. 228.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
106
planificador y su corolario el socialismo, guarda en su naturaleza un elemento transitorio, debido
al escenario de escasez que irrevocablemente presentaran dichos sistemas. A fin de cuentas si los
gobiernos no lograran reconocer el error de la senda económica que toman, el desastre material
proporcionado a la población, terminaría por extinguir trágicamente el direccionismo. La
condición en el manejo de los negocios, la producción, el intercambio, la división del trabajo, la
valoración y muchas otras realidades, son parte apodíctica de la creación y re-producción de
capital, además de ser elementos constitutivos del sistema capitalista, con la particularidad de que
el Liberalismo es una forma de acción en continua transformación, y adaptabilidad a ciertas
condiciones de la vida social; como bien lo describe Mises en el siguiente párrafo: “[…] el
liberalismo moderno se distingue del liberalismo de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX,
al menos tanto como el intervencionismo moderno se distingue del mercantilismo de los siglos
XVII y XVIII. No es coherente definir como anacrónico el retorno al libre cambio, si no se está
dispuesto a considerar anacrónico el retorno al sistema proteccionista y prohibicionista.”146 El
austriaco creyó en la posibilidad que las prácticas económicas volvieran a su forma lógica, confió
en un compromiso adjudicado por si mismo para alcanzar ese retorno. De acuerdo a lo estipulado
en el análisis cataláctico, se había hecho claro la necesidad del conocimiento de la profunda
fuerza que dirige las voluntades en reacción a las leyes naturales, el perpetuo estado de necesidad
y la ineludible laboriosidad. Es por eso que el único recurso para aminorar la fuerza planificadora
se encontraba en el conocimiento de las categorías catalácticas, de los principios del intercambio
productivo en el sistema de mercado y de las particularidades de la vida en el sistema liberal.
Sólo una “educación económica” sobre los individuos, un conocimiento de las condiciones por
las cuales se desarrolla la catalaxia, derribarían la estigmatización de la economía capitalista y
con ello se podría subvertir el espíritu antieconómico.
146 Mises L. (2001), Crítica del Intervencionismo, pp.94-95.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
107
La cataláctica o economía progresiva y dinámica: es un estadío histórico donde predomina la economía de libre mercado.
El intervencionismo económico, es la inflexión en el curso histórico, donde la interferencia gubernamental ocasiona un caos en el arreglo económico de mercado.
Ocaso Praxeológico: El intervencionismo como plan económico permanente, plantea un estadio histórico, donde la planificación central interfiere en las categorías catalácticas hasta llegar al mismo punto que el Socialismo.
Inflexión dada en el esquema económico de la Historia:
3.3 El DESAFÍO GUBERNAMENTAL AL LAISSEZ-FAIRE: LA FIGURA ECONÓMICA
DEL ESTADO Y LA CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA ERA.
Con lo expuesto hasta aquí, sólo queda hacer un comentario diferencial y más completo a
la temporalidad estudiada en cuestión y a las consideraciones hechas por el cuadro histórico
económico misesiano. Por un lado la revisión hecha al periodo desarrollado entre 1914-1945, ha
dado como resultado la valoración sobre las formas políticas y las condiciones económicas que
marcaron uno de los momentos más decisivos de occidente. Por otro además de las
conflagraciones mundiales, ha sido importante resaltar la enorme interrelación de ideologías y
conceptos que en aquéllos años formaron parte medular en la gran cantidad de acontecimientos
sucedidos durante el resto del siglo XX. La interpretación al bosquejo histórico misesista, ha sido
una oportunidad para adentrarse en los antecedentes más primigenios, en los que se basa el
debate contemporáneo sobre el liberalismo político y económico. Lo ocurrido a finales de siglo,
con el termino de la unión soviética, la caída de la cortina de hierro y el declive del llamado
estado benefactor, hacen necesario iniciar una revisión histórica, sobre los caracteres ideológicos
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
108
y los acontecimientos que intervinieron decisivamente en la transformación histórica. La
globalidad económica, una sociedad de consumo y una era donde la información y la
comunicación se presentan como las grandes premisas en las que se asienta el siglo XXI, mueven
a conocer los fundamentos en que se basa la nueva liberalidad y a su vez de dicho conocimiento,
poder atisbar los fundamentos en que se sustenta el presente y el futuro inmediato.
Con este estudio al menos se ha intentado revisar a uno de los tantos elementos que
influyeron para la consecución de esos cambios. En este sentido puede decirse que la doctrina
misesiana, inició de manera temprana una de las vertientes para la futura discusión entre
liberalismo y regulación gubernamental. Como bien lo han venido analizado sociólogos, políticos
y economistas, el desmantelamiento del estado benefactor, no fue causa de una sola razón en
particular, sino de la multiplicidad de factores que convergieron en un tiempo determinado.
Algunos científicos sociales explican que el decaimiento sucedió en parte a la misma naturaleza y
consecuencias del estado benefactor; y por otro a las contrapropuestas que ciertas escuelas
económicas presentaron contra los métodos keynesianos. La historia del pensamiento económico
considera el inicio de la disputa económica, con los estudios de la teoría monetarista de Chicago
y la teoría de la libertad de conocimiento empresarial de Friedrich Hayek, pero con lo estudiado
hasta aquí, se reconoce que los postulados misesianos, son las primeras proposiciones liberales
contrapuestas a los regimenes dictatoriales y democráticos del temprano siglo XX; que sin
concretar una teoría económica y política en forma, hacen de la Cataláctica, una herramienta para
interpretar la realidad. La misma teoría de la utilidad marginal planteada por Menger y
desarrollada por Wieser y Böhm-Bawerk, sentaron las bases psicológico-económicas, para el
estudio del consumidor y su preponderancia en el sistema económico, lo que hoy en día forma
parte de la Microeconomía, los estudios mercadológicos y del consumidor.
Las severas observaciones liberales hechas por el austriaco, pueden servir para darse
cuenta de la relevancia tomada por las estrategias y recursos que las formas políticas de los
gobiernos occidentales presentaron en aquellos años. Todas fueron muestra de actos decisivos
que los líderes políticos ejecutaron, para tratar problemas de grandes proporciones: como la
defensa militar o la contención de los procesos depresivos económicos, velando por los intereses
nacionales más convenientes en la guerra y en la recuperación. Sobre la dicotomía liberalismo |
intervencionismo, puede aseverarse que Mises intentó prever las consecuencias de las decisiones
tomadas, los extralimites económicos y sociales de la recuperación y la reconversión, y a su vez
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
109
dar a conocer las premisas del Estado moderno en la posguerra. Los recursos provisionales para
la recuperación en la década de los 20s y 30s (inmersos dentro del arreglo político-económico
conocido como Progresismo y Reforma social liberal) eran las bases precursoras de una nueva
síntesis. De acuerdo a la severidad con que el criterio cataláctico analizara los recursos de este
periodo, puede tenerse una idea de la transformación que significaba la generalización del
intervencionismo; la irrupción de una etapa en la historia que significaba un gran cambio en todos
los niveles sociales, políticos y económicos. Y es que en efecto la presunción sobre las
innovaciones originadas a partir de las decisiones gubernamentales, son unas que indudablemente
no sólo redefinieron la realidad económica, sino toda la tendencia histórica de occidente.
Revulsionaron las directrices que sustentaban la acción económica liberal, el arreglo general de la
producción capitalista y las relaciones de mercado que de ahora en adelante desarrollarían los
agentes humanos. Tomando a la perspectiva cataláctica de una forma objetiva, puede entenderse
a ésta como la manera en que Mises quiso analizar las formas del Intervencionismo y su
implicación sobre la economía de mercado, la democracia, la cultura económica y las condiciones
particulares de la ciudadanía. En particular sobre aquellas mutaciones que deberían darse en
todos los agentes y personificaciones, con riesgos que rebasaban el limite de condiciones
inalienables en la lógica económica, no sólo en el orden de la propiedad, sino en las condiciones
de libertad de pensamiento, democracia y poder de acción.
La transformación de una organización erigida en el principio de la competencia de
mercado, (intercambio y cooperación mercantil) donde prevalecen como eje principal las
categorías individuales del hombre económico, a los lineamientos del estado benefactor y la
economía keynesiana, significaban la transición de un extremo a otro. Un escenario radicalmente
opuesto, debido a las funciones que venían dándose en la producción y el comercio en el orden
económico de libre mercado.
La revolución keynesiana trazaba de inicio una gran transformación en la figura estatal,
que se adjudicaba en su función central, el pleno empleo de los recursos productivos mediante la
formulación de planes macroeconómicos; con ello se pretendía buscar las metas de la tercera vía,
es decir participar en la producción capitalista de mercado recurriendo al uso de las prerrogativas
políticas. En su marco funcional, la nueva figura del Estado se disponía a emprender la
construcción de la instrumentalidad institucional que asentara en la práctica, la aplicación y el
funcionamiento de los derechos laborales, las acciones de la asistencia social y la actividad
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
110
económica agregada. Para ello el Estado se vería en la necesidad de modernizar su carácter
administrativo, ampliar sus agencias y departamentos para dirigir y controlar los recursos, bienes
y servicios. Dentro de ese reto, es como se incuba gran parte de la legitimidad en que se sustenta
el nuevo estado y sus instituciones. El aparato estatal en ciernes formulaba sus metas en base a
las reconocidas necesidades de los grupos sociales, para intentar corregir y prevenir las
contrariedades y los riesgos de las relaciones de libre mercado. Dando por hecho que en las bases
del estado benefactor difícilmente podría darse una eficiencia económica y una progresión
acumulativa y consumidora -al menos no como en la libre compulsión mercantil- puede decirse
que los planes de la tercera vía, se enfilaban por un camino posible a la acción de los
procedimientos económicos estatales, efectivo con sus debidas fórmulas y medidas, reflejadas en
los actos economizadores, la administración y explotación productiva según los medios públicos.
Por la cantidad de procesos que éste debería asumir y la extensiva licencia para con los
lineamientos del capitalismo, los ejecutivos del poder político se adjudicaron la responsabilidad y
los riesgos sobre los mandatos de un programa sin precedentes -como Mises lo sugiere- de una
manera “desafiante” a los principios del laissez-faire.
El desafío del estado benefactor, presumiblemente al estructurarse como un modelo
posible a través del pacto y cohesión con los sectores de la sociedad, implicaba una re-
configuración en distintos órdenes. En efecto las relaciones de poder entre el gobierno y los
grupos sociales fueron indiscutibles, consumidores y productores giraron la vista hacia el aparato
de poder en una nueva correlación de fuerzas. Con el inicio de una largo periodo de paz, el fin de
casi la mayor parte de los imperios coloniales y el arribo de las democracias parlamentarias, el
estado de bienestar consolidó la nueva vida democrática en la configuración de una lucha
electoral masiva; no debe olvidarse que para entonces el voto funcionaba en torno a un esquema
de grandes coaliciones políticas: había dado inicio la llamada política de masas.147 Este periodo
puede mostrar con admiración, la forma en que los partidos de izquierda y la socialdemocracia
pudieron ganar su entrada en la lucha democrática parlamentaria y con ello el respeto a su figura
como una legítima fuerza política, que consolidaba sus bases ideológicas y de acción -más allá de
las formas institucionales de la tercera vía- en la meta por salvaguardar a los trabajadores y a los
ciudadanos de los constantes riesgos que interponía la evolución de las relaciones de mercado.
147 Cfr. Lazarsfeld, Paul Félix, La elección de las masas.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
111
Por otra parte debe mencionarse, un punto clave en el que actuaron los cambios
auspiciados por el estado benefactor, este se identifica con el carácter social, un cambio que se
relaciona directamente con la capacidad creativa que Mises identificó con el principio de la
capacidad empresarial. Si bien es cierto que proliferó el estado burocrático, así como la
interferencia sobre la asignación de bienes, capitales y la producción (además de la preeminencia
de una economía nacional y el desarrollo del comercio internacional sobre sectores estratégicos
determinados por la política), debe señalarse que permaneció un resquicio para la actividad
creativa de los ciudadanos, aunque la economía y la percepción fuera estática, los agentes
económicos como consumidores o vendedores tuvieron que construir su presente en la selección
de medios y fines, aunque fueran constreñidos desde el mandato del poder central. Teniendo en
base la noción del estado de necesidad, la escasez y la laboriosidad, puede afirmarse que existió
continuidad en la evolución industrial, científica y artística. Además las legislaciones laborales,
las instituciones que administraron la asistencia social y el ofrecimiento público de servicios,
implantaron en la ciudadanía un mínimo civil que antes ni siquiera se había pensado.148 Este fue
uno de los resultados que Mises no alcanzó a vislumbrar, ya que su preocupación se fundaba en
la interferencia gubernamental, sobre los precios, los sistemas monetarios y las nacionalizaciones
de bienes y servicios, que sólo ayudaban a la componenda con los grandes monopolios, en
detrimento de la movilidad económica y del mismo consumidor. Más allá de la legislación
laboral y la asistencia social, los bienes y servicios que el Estado alcanzó a proporcionar a precios
intervenidos, obtendrían con su consumo expansivo una metamorfosis en los habitantes, en
particular para el común de la clase trabajadora, agropecuaria e industrial. Por ejemplo la
alimentación, la prevención de enfermedades, el alfabetismo y la seguridad laboral fueron el
símbolo del cambio en los 50s y 60s. En esta época los mayores logros sociales fueron sin duda
el voto universal, la educación, el derecho a la salud, a la vivienda y al trabajo; en este rubro, el
sindicalismo se anticipó a defender colectivamente la fuerza laboral de todos los sectores
económicos (primario, secundario, terciario). La revolución keynesiana fue la oportunidad para
que el poder del estado entablara una relación con grupos que antes habían pasado desapercibidos
al interés público, como era la clase trabajadora en todos sus sectores y la población que en
general presentaba condiciones materiales muy contrastantes, comparadas con la clase propietaria,
148 Schapiro J S.(1961), Un mundo en crisis, p. 93.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
112
la burguesía o -todavía en algunas naciones- la aristocracia. La función del estado en su actividad
económica agregada y su intromisión para cohesionar y enlazar los factores productivos a la
inversión, re-definirían la cultura social, política y económica de la población en la segunda
mitad del siglo. Se enaltecería la confianza en la democracia económica y se detraerían los
rezagos de las infamantes prácticas explotadoras -todavía presentes en los primeros decenios del
siglo XX- de las relaciones dadas entre el poseedor, el capitalista y el trabajador, dignificando al
trabajo y enalteciendo el orden de las garantías individuales.
Los grandes grupos sociales se unieron a la inercia institucional formando en los primeros
años un fuerte apoyo político a los partidos y sus líderes identificados con las políticas sociales.
El gobierno estableció una correlación política multi-lateral con los electores, los sindicatos y los
grupos empresariales que formaron parte importante en la fundación y legitimación de la tercera
vía. Éstos formaron una construcción de relaciones y costumbres político-sociales, que definieron
el entramado social de la segunda mitad del siglo. En general fue una transición donde convergió
la congruencia entre la democracia y los programas sociales, no por una irrupción puramente
transitoria, sino por el tamaño de los cambios estructurales, en la que influyó decisivamente la
ideología colectiva de la época y las situaciones funcionales en las que se hallaban los actores
políticos.
La gran inquietud surgida en las relaciones de la política con la economía, se entiende, por
la forma en como la iniciativa pública entraría en los negocios privados. Una actitud que
representaba un replanteamiento a las relaciones entre las formas productivas y del intercambio
económico, que se venían practicando por el común de los grupos sociales. Según lo conocido en
el funcionamiento del sistema de mercado (como son los actos de inversión, la remuneración de
los factores productivos y la funcionalidad del sistema de precios), la actividad agregada en la
figura del estado como comprador y vendedor, introducía una forma distinta sobre la asignación y
el consumo de factores y bienes de capital en los distintos sectores. Aunque las nacionalizaciones
se apropiaron de empresas pertenecientes al sector secundario y terciario,149 no puede ignorarse
que el Estado tuvo que comprar bienes del sector primario a precios convenidos por el poder
político. De forma general puede decirse que gran parte de los bienes de capital entraron en una
149 El sector primario de la economía, es el relacionado con las actividades agropecuarias, integrado por la agricultura, ganadería, silvicultura, pesca etc. El sector secundario o industrial se divide en la industria extractiva que integra la extracción del petróleo, minería y energéticos; y la industria de la transformación que incluye todas las demás ramas industriales. El sector terciario de las actividades económicas es el sector de servicios el que incluye todas aquellas actividades necesarias para el funcionamiento de la economía. Como son los servicios de comercio, restaurantes, hoteles, trasporte, educación, etc. La acción de la tercera vía al final tuvo que moverse en la determinación de precios en algunas de las actividades en cualquiera de los tres sectores económicos.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
113
transferencia que los llevó de la administración y explotación privada a los requerimientos que
demandaba el interés gubernamental. Apartado del principio de la utilidad marginal
microeconómica y de la libre configuración de precios, la tercera vía congregaría los bienes
materiales, cantidades, precios, tiempo y lugar determinado, en respuesta a los planes centrales.
Es concebible la trasformación en las percepciones de los agentes productivos, de los
consumidores y de los inversionistas sobre el mercado, ya que desde el progresismo se había
comenzado con las conquistas laborales, la evolución en las relaciones de producción y en las
condiciones de las fuerzas materiales de producción. En una era de taylorismo, 150 constante
división y especialización para el trabajo, los logros de la legislación laboral, permitieron
preservar y regular correlativamente circunstancias esenciales entre el trabajador, el empleador y
el medio para el trabajo. La seguridad social permitía por primera vez al trabajador, contar con un
retiro digno y no quedar al desamparo económico con la falta de sus facultades. La determinación
de salarios y el manejo de un contrato colectivo, dotaba de un mínimo estipendio a la jornada
laboral y una garantía a las contrataciones laborales en el fluctuante mundo de la contratación y el
salario. La asistencia social pública, comenzaría a generalizar la salvaguarda de las condiciones
más vulnerables en que se encontraba un numeroso sector de la sociedad; orfandad, incapacidad,
indigencia y el desempleo eran las situaciones a combatir.
Estaba en duda el crecimiento, la productividad y la rentabilidad en la tercera vía, según la
advertencia austriaca, la economía planificada y su programa de equilibrio macroeconómico
presuponía un detrimento en la variabilidad productiva y en el crecimiento económico; pero la
figura del estado como vendedor de bienes y servicios o mediador con la iniciativa privada,
serviría para ayudar en primer lugar a enlazar los factores productivos (bienes materiales, trabajo
y capital) distanciados de la inversión y en segundo lugar a ofertar bienes y servicios a un
mayor número de la población, es decir a niveles nacionales. En especial servicios tales como la
comunicación y el trasporte (entre los que se contaba el telégrafo, la telefonía, el ferrocarril y el
trazado de carreteras), todos ellos contribuirían a la movilidad masiva de poblaciones, ayudando
especialmente a la comunicación, el comercio, la inversión y la movilidad de la fuerza trabajo. El
servicio de energía eléctrica, permitiría iniciar la transformación modernizadora del trazado
150 El taylorismo, basado en el principio de la 'administración científica' desarrollado por Frederick Winslow Taylor, es la racionalización de los procesos productivos, diferenciándose las tareas de creación y ejecución, es decir hay división en la organización de la producción y de las tareas mecánicas, asegurando un mayor control de la producción por parte de los gestores. Vid Landreth Harry y David C. Colander (2004), Historia del pensamiento económico, p- 361.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
114
urbano y el desarrollo industrial; el alumbrado público y la localización de energía abrirían el
umbral para el uso de los inventos que la revolución tecnológica había alcanzado desde el
temprano siglo XX. Pero el cambio de mayor tamaño era el que se relacionaba directamente con
tres formas de oferta pública que replantearon totalmente la figura social, hasta el grado de poder
hablarse de una transformación civilizatoria. Por un lado se cuenta el sistema de fondos para la
vivienda, que permitió por primera vez a un gran número de estamentos sociales, contar con
domicilio propio. A continuación se encontraba la generalización del servicio médico, que
gracias a la construcción de unidades clínicas y a la implementación de programas preventivos,
permitiría a las poblaciones acceder a la atención médica diagnostica, medicinas, tratamientos e
inoculación profiláctica. Estos servicios darían oportunidad para combatir la enfermedad y hacer
frente correctiva y preventivamente a procesos epidemiológicos, que hasta entonces habían
menguado notablemente a las poblaciones más vulnerables. La expansión del servicio médico, se
vería reflejada en el efectivo aumento de la esperanza de vida, complementada con el desarrollo
técnico industrial médico y el conocimiento científico aplicado. Esto lleva a considerar el tercer
gran servicio generalizado sobre la sociedad: se trata de la educación pública. Iniciando por la
alfabetización, la cobertura de la educación básica, la tecnológica y profesional, supuso en
primera instancia la construcción de inmuebles y la ocupación de trabajadores para el servicio
educativo; todo ello permitía llevar el conocimiento hasta regiones lejanas de las urbes,
ayudando a cubrir las necesidades y los requerimientos de una ciudadanía, necesitada de una
mejor adaptabilidad a las exigencias técnicas, que la división y especialización del trabajo exigía
en todos los sectores de la producción económica. El simple hecho de considerar a la educación
como un acceso a la información, plantea una situación completamente distinta a los viejos
regimenes donde el conocimiento y la información eran privilegio de pocos. Los servicios
educativos públicos eran la oportunidad para buscar una participación expansiva de la cultura, el
conocimiento y la civilidad en los sectores sociales, que reconfigurara las relaciones ominosas
entre propietarios y clase trabajadora, que los regimenes imperiales y coloniales habían
estructurado por siglos enteros.
Por supuesto que estos servicios ofrecidos por el gobierno de la tercera vía, planteaban un
desafío al libre mercado, a la forma de la iniciativa privada. Visto desde el presente, es un buen
cuestionamiento el considerar si en el dado caso de que no se hubieran dado los planes
institucionales públicos de vivienda, salud y educación ¿La producción privada hubiera podido
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
115
expandir bienes y servicios de esta categoría, en un plano social masivo generalizado? ¿Qué
tiempo habría necesitado la iniciativa privada para hacerlo? Hasta el limite histórico que llega
esta investigación (el umbral de la revolución keynesiana) sólo cabe decir que en lo que respecta
al cuestionamiento sobre el estado benefactor -en su capacidad productiva, acumulativa,
evolutiva y creativa- quizá pueda aceptarse la constatación de un detrimento en todas las
variables económicas, esto si se compara la economía de los negocios públicos con el
funcionamiento de libre mercado (porque la economía estática y el crecimiento macroeconómico
se rigen por patrones distintos). Lo que si puede diferenciarse es que la envestidura productiva
gubernamental, generalizaría la venta de bienes y servicios a una mayor cobertura de la población;
con niveles de producción, evolución industrial y empresarial, regidos por procesos de “mayor
proporción y durabilidad”, en que la sociedad y sus integrantes asentaron sus propios hábitos de
consumo. Pueden ser aceptadas las observaciones misesistas sobre la injerencia en la información
y percepción de mercado, es que el objetivo keynesiano era buscar una constancia en las
condiciones económicas de larga duración, para que de esta manera se creara una estabilidad
social y se contara con las mejores condiciones para una aproximación al equilibrio
económico.151 Desde las bases ideológicas del liberalismo social y la socialdemocracia, el nuevo
orden político de la revolución keynesiana debería ser el promotor de una sociedad más
igualitaria, con una cultura de la democracia económica, una idea de justicia social y una propia
idea del progreso, distinta a los esquemas del comunismo y laissez-faire.
151 La síntesis de la noción del equilibrio general se considera en la razón macroeconómica cuando la oferta global de bienes y servicios es igual a la demanda global; cuando los ingresos de ventas de los bienes y servicios son iguales a los gastos de consumo totales; o también cuando los costos de producción de los bines y servicios son iguales a los ingresos que reciben los factores de producción. Es así cómo se considera que el equilibrio se da cuando la oferta y la demanda de mercado se igualan en los diferentes precios y se proyecta de manera general en el sistema económico en los diferentes mercados que lo conforman. Vid. James, Émile (1963), Historia del pensamiento económico, cap II, pp. 206-210.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
116
ACCIÓN DEL ESTADO EN LA REVOLU-CIÓN KEYNE-
SIANA
ASIGNACIÓN DE RECURSOS ECONÓMICOS
RE-CONFIGURACIÓN DE RELACIONES DE INTERCAMBIO ENTRE: CONSUMIDORES-PRODUCTORES (CAPITALISTAS, EMPRESARIOS, TRABAJADORES).
DETERMINACIÓN DE INVERSIÓN Y DIRECCIÓN PRODUCTIVA MACROECONÓMICA
a) Comentario final
Después de lo dicho en los capítulos anteriores, sólo queda puntualizar las metas más
importantes a las que se ha llegado con este trabajo. Por principio puede considerarse que con el
estudio de las obras misesianas, se ha logrado armar un cuadro histórico-económico,
caracterizado por una teleología regresiva. El enlace de tiempos en la historia permitió entrar en
la interpretación de hechos sobre un amplio periodo histórico, que va desde el imperialismo
económico en el último cuarto del siglo XIX, hasta el final de la II guerra mundial. La etapa de la
economía dinámica o progresiva, con la cual se identificó la explicación cataláctica del primer
capítulo, fue un periodo descrito como aquel donde venía dándose un capitalismo continuo.
Mises lo entendió así de acuerdo a un criterio liberal y a las bases teóricas de la escuela
económica austriaca. El plan regresivo que se ha revisado en la forma histórica del liberalismo
económico alienado, fue concebido por el austriaco de acuerdo a la lectura de los tiempos que le
significaban el ascenso del comunismo soviético, la aparición de estados corporativos militaristas,
las economías de guerra y el progresismo liberal. Una particularidad que definió la década de los
20’s y 30’s, fue aquella en la que el curso económico de occidente se desvió de la trayectoria
dinámica de mercado, cayendo en una serie de recursos y estrategias que se vislumbraban
desafiantes, a los principios generales de la Cataláctica. Por último el ocaso praxeológico, la
tercera etapa manejada en este trabajo, se entendió como un punto final en el que la planificación
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
117
económica de Estado llegarían a un punto futuro en el que reinaría la confusión de los regimenes
políticos y de la cultura económica, situándose en el mismo plano económico y social tanto el
estado benefactor como el comunismo.
En segundo lugar el uso del cuadro histórico-económico misesista, permitió acceder al
complejo plano dialéctico entre liberalismo | intervencionismo. El “esquema regresivo de la
acción económica” puso en consideración a la teoría cataláctica, como una peculiar fórmula que
explicara los actos económicos, el comercio, la producción y la distribución; reuniendo en su
doctrina el uso de conceptos interpretativos tan diversos como los sociológicos y hasta
psicológicos. En la teoría misesista, puede constatarse no sólo una forma moderna de liberalismo
económico en la primera mitad del siglo XX, sino al mismo tiempo un enlace continuo con los
elementos decimonónicos propuestos por Carl Menger referentes al consumo y el papel del
consumidor. Además debe advertirse una característica importante en la generalización de la
acción económica sobre el comportamiento humano, ya que ésta sentaría las bases concretas de la
microeconomía; una forma de indagar e interpretar la realidad económica, desde el estudio de la
unidad productiva y el comportamiento del consumidor. En el esquema de la economía del
consumidor, la llamada utilidad marginal, sería un principio que sentaría las bases para la
construcción de una teoría que considera la formación del valor económico, el resultado del
principio subjetivo de la demanda, es decir una imputación ordenada de acuerdo al margen de la
elección particular; en ello han quedado plasmado los antecedentes primigenios de la noción
conocida cómo la elección individual o particular.
Esta sería efectivamente una propuesta de tan grandes dimensiones, que bien puede
considerarse el principio ideológico toral en el que se gestaron las formas económicas de la
crítica liberal, aquellas que se superpondrían al estado benefactor en las últimas décadas del siglo
pasado. La teoría de la utilidad marginal es una tesis económica que desde el temprano siglo XX,
soslayaría -más no resolvería- aquellos principios marxistas, que consideraban al valor
económico como el resultado de la cantidad y el tipo de trabajo invertido.
La forma interpretativa misesista analizada desde sus fundamentos epistemológicos hasta
su liberalismo práctico, ha sido la oportunidad para encontrarnos con una temprana postura
analítica, respecto a la realidad que presentaba el ascenso del comunismo como ideología y
praxis política, al mismo tiempo que el intervencionismo de estado irrumpía en la economía de
guerra con sus facultades centralizadoras y corporativas. Es así como en el mundo de las ideas es
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
118
entendible que el colectivismo teórico y práctico fuera tomado con desconfianza por presentar un
serio obstáculo a la construcción de la incipiente república austriaca. Para Mises todo esto se
podía constatar desde los movimientos étnicos en los últimos años del imperio austro-húngaro,
pasando por los movimientos del partido comunista austriaco (liderados por Víctor Adler y Otto
Bauer), así como el ascenso simultaneo del pangermanismo militarista de la Heimwehr, hasta el
advenimiento de la dictadura del partido social cristiano de Engelbert Dolffus y Kurt von
Schuschnigg, hasta darse finalmente la anexión al III Reich alemán.
El ideario planteado por Mises, con el Individualismo Metodológico y la teoría cataláctica,
debe tomarse sin una negatividad a priori, por significar un intento científico, explicativo de la
naturaleza apodíctica -y pragmática si- de la práctica económica individual desarrollada en las
acciones reales de inversión, producción y consumo, actos impulsados todos por las directrices
de la elección de fines y medios (consecuencia de la adaptación económica a la demanda del
consumidor), el cálculo económico en un orden de precios, y la capacidad empresarial en un
sistema de intercambio mercantil. Todos estos elementos fueron anticipadamente propuestos ante
los lineamientos de la corriente principal que sustentaban la economía comunista y la
planificación centralizada, los cuales se presentaban en el mundo con la forma de modelos
contestatarios o divergentes a la economía de mercado.
Con lo expuesto en este trabajo puede entenderse que la interpretación misesista del
intervencionismo gubernamental en los años 20s y 30s se manifiesta como un discurso que
advierte el comienzo de una transformación en las formas del Estado. Que después de la
concentración económica durante las economías de guerra -en el que se dio la acción de las
instituciones y las empresas públicas- empezaría a conformarse una nueva idea del poder
gubernamental, caracterizado por una relación de mayor alcance con los estamentos sociales.
Desde la temporalidad actual es claro que las formas adquiridas por el poder gubernamental, en
su intervención sobre la actividad económica, redefinirían la legitimación política del poder
estatal en una democracia representativa de masas y partidos, muy distinta a la forma que se tenía
en el siglo XIX. En este sentido el discurso de la democracia económica y la reforma social
introducido por las formas políticas en los primeros años -y afianzadas con las teorías
keynesianas- son una estructura que sirvió de base para la transformación de los grupos sociales
en su conjunto. Ya al mediar el siglo XX era claro que el Estado respaldaba las reformas al
esquema laboral y productivo, pero también que perseguía como meta, la instauración de
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
119
instituciones que entraran en las formas de la realidad económica. Es así como el ofrecimiento de
bienes y servicios (como la educación, la atención médica, el transporte, la comunicación y la
vivienda entre otras) serían el conducto evolutivo para la dignificación y el desarrollo de
estamentos que hasta entonces se encontraban en condiciones generales de analfabetismo, baja
esperanza de vida, así como infrahumanas y serviles condiciones de trabajo.
Múltiples son las críticas que hoy en día se manifiestan ante el arribo de la oleada
neoliberal y la globalidad, no obstante debe notarse que la postura misesiana, es una incipiente
propuesta crítica al comunismo y las economías colectivas de guerra. La verdadera confrontación
con el sistema de J. Keynes, debe buscarse en el análisis de los postulados propuestos por
Friedrich Hayek y la teoría monetaria de Milton Friedman, cuyas tesis son en efecto un análisis a
las consecuencias negativas de la política monetaria presentes en el programa keynesiano. En lo
que respecta a los postulado del pleno empleo de los recursos productivos en la noción de un
equilibrio económico, Mises la pasa por alto debido a la constante variación con que se
caracterizaba en su teoría, la competencia de mercado, los deseos del consumidor, la cohesión de
bienes productivos y la capacidad empresarial.
También puede decirse que fue de gran relevancia revisar las observaciones al
“Intervencionismo gubernamental”, porque en este sentido el conocimiento de las categorías
catalácticas y su crítica a la intervención, han servido para valorar la importancia de los
movimientos sociales y gubernamentales, desarrolladas en el periodo de entreguerras. Las
categorías apodícticas de la acción económica y las observaciones a la determinación estática de
precios y salarios, al intervencionismo fiscal y al intervencionismo monetario, en conjunto
ofrecieron una visión general sobre los elementos económicos usados por el poder del Estado.
Con lo cual se ha logrado empezar a diferenciar el actuar de la economía desde el sector público
y su contraste con la economía de mercado y los principios de la iniciativa privada. Se han
podido atisbar las trasformaciones económicas y las responsabilidades asumidas, primero por el
Progresismo y la Reforma social liberal de entreguerras y después por el Estado Benefactor, todo
ello permitió tener una idea general sobre las proporciones del cambio que significara la
intromisión del poder político en las decisiones de la propiedad privada, en especial de formas
alternas que la acción pública tomara de la economía de mercado, para llevar a cabo el proyecto
de “democracia económica y pleno empleo”. Pudieron conocerse las bases económicas de los
planes políticos internacionales en el siglo XX, surgidas de una etapa transitoria donde
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
120
predominaba el capitalismo financiero 152 imperialista, a un punto donde (con su actividad
económica agregada) el Estado asumía grandes responsabilidades, sobre el sector productivo, la
propiedad y la asignación de recursos, así como en el sistema monetario y el gasto presupuestario.
A partir de ahí nacerían una serie de propuestas y teorías (como las de economía estática,
equilibrio económico, pleno empleo o tercera vía) que convergerían en la generalización de
Estado Benefactor.
Seria una visión muy parcial si no se considerara la existencia de contrapuntos, costos
sociales y políticos, provocados por la proliferación de la figura estatal en relación con los grupos
sociales que lo respaldaron. Variadas fueron las críticas que se dirigieron a este periodo,
considerándolo el origen de lo que hoy pueden considerarse verdaderos lastres para la evolución
social: como lo es el paternalismo y el clientelismo político, la proliferación cultural de la
venalidad burocrática, el corporativismo, la corrupción sindical sobre la contratación del
trabajador o la coacción y el condicionamiento político del electorado. No puede negarse que
muchas de estas prácticas aparecieron o se incrementaron con el auge de la económica del Estado,
pero conocer la naturaleza económica del estado benefactor es un buen inició para la indagación
de las vastas relaciones colectivas que actuaron en ese periodo histórico; sólo un mayor y
profuso estudio sobre los grupos sociales, las instituciones y las aplicaciones económicas podrá
arrojar mayor información sobre aquellas prácticas, que caracterizaron la naturaleza político-
económica del pasado siglo.
La temporalidad que Mises explicó, nos muestra el arribo de una tendencia ideológica que
se concretó en la forma de una doctrina política, con sus respectivas instituciones y figuras
económicas. El estado benefactor por haber sido una larga etapa en la historia, es un periodo que
cuenta con muchas vertientes por indagar, desde su temprana formación ideológica, hasta la
concreción institucional en la gran variedad de naciones donde se aplicó. En efecto es un campo
de estudio abierto a la investigación, útil para una mejor comprensión de la transformación, que
aquella forma político-económica propiciara en la sociedad del siglo pasado. Como un simple
punto de contraste, basta con comparar la construcción de la instrumentación keynesiana, con las
condiciones de un pasado inmediato que se desarrollaba en la plenitud de un sistema imperialista,
152 Fusión del capital industrial con el bancario. Con el desarrollo del sistema capitalista en su fase imperialista, algunos capitalistas industriales adquirieron acciones bancarias y los banqueros invirtieron en industrias, de tal suerte que pudo formarse el capital financiero, en un uso que se expandió de manera internacional. Esta fase se desarrollo durante todo el siglo XX donde se hizo común que los grandes bancos y las grandes empresas absorbieran pequeños bancos e industrias hasta el grado que se hiciera usual la centralización y concentración del capital, así como de las grandes industrias en grandes consorcios.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
121
donde proliferaban inmensas aberraciones sociales, abusos laborales, genocidios étnicos y el
monopolio de servicios tan trascendentales como el de la educación, la salud o el transporte.
En la actualidad, numerosos son los especialistas que se encargan de analizar los
resultados del estado bienestar en muchos ámbitos, algunos sociólogos políticos indagan las
razones de su colapso, relacionándolo con las fuerzas exógenas y endógenas de su transformación
y la relación con su propio ideario orgánico.153 En el contenido de este trabajo, no se pretendió
definir si la tendencia histórica del estado benefactor esta superada, si sus limites históricos
devienen de la relación con los sectores que lo legitimaron o del decaimiento de su propia teoría y
procedimiento. Algunos investigadores hablan de la crisis democrática y política, una vez que el
programa benefactor decayera y se llevaran a efecto la privatización de las empresas estatales.154
Lo que si puede decirse es que el decaimiento del estado benefactor es una crisis real, por la
forma en que quedaron reducidas las promesas políticas electorales, en las que el poder político
difícilmente se vislumbra pueda organizar un programa trasformador a gran escala. Es por eso
que se hace inevitable la pregunta de la actualidad, ¿Qué podrán prometer los candidatos políticos,
si es un hecho que la figura del Estado se ha visto reducida y amonestada en muchas de sus
antiguas prácticas económicas?
Es una realidad que la iniciativa privada presenta otro panorama a las relaciones de los
agentes económicos; las formas con que la revolución empresarial se concreta en el escenario
neoliberal, es la consolidación de aquellos principios de la capacidad empresarial y la
preponderancia de la utilidad marginal, que analizaron los estudios económicos neoclásicos. En
efecto puede preverse que los ciudadanos, como consumidores y productores (en la vuelta a una
economía dinámica en la que el motor de acción es la competencia de mercado), retornaran a
encontrarse con un sinnúmero de aristas en las relaciones comerciales, y con ello a situarse en un
153 Se puede obtener una muestra sobre el inquietante panorama que manifiesta esta vertiente, en el trabajo del sociólogo alemán Claus Offe donde nos muestra como el proyecto del estado de bienestar llegó a un punto donde se enfrentó a la problemática económico administrativa y a la caducidad orgánico política. En la primera se hace referencia a la administración de sus servicios, su financiamiento y su actividad fiscal; y por el otro a los conflictos políticos con los grupos sociales que se mueven entre la lealtad de masas, el ascenso de la psicología individualista y la disyuntiva entre integrar o preservar al ciudadano de las exigencias del sistema de mercado: […]Una relación contradictoria entre legitimidad y eficacia es ésta: a fin de evitar la erosión de la forma mercantilizada, Los Estados capitalistas y sus gobiernos iniciaron numerosas y todavía crecientes medidas dirigidas a incrementar la capacidad de unidades de valor para entrar en relaciones de intercambio y actuar como mercancías. Las políticas de escolarización y formación profesional tienen por meta incrementar las posibilidades de venta de la fuerza laboral. […] La restauración de relaciones mercantilizadas por medio del Estado y sus agencias administrativas se produce bajo acuerdos sociales que son en si mismos externos a las relaciones mercantilizadas. El problema es ¿Cómo pueden las autoridades estatales servir al mercado con medios que, de hecho, suspenden las relaciones de mercado?¿Cómo pueden crearse mercancías de un modo des-mercantilizado? […] la existencia mercantilizada de todo ciudadano se ve visible y claramente amenazada, o bien las medidas organizativas mediante las cuales intentan los planes estatales mantener y restaurar relaciones de intercambio abren por si mismas, alternativas políticas mediante las cuales se subvierten esas actitudes semi-conscientes de idoneidad institucional. Offe, Claus (1990), Contradicciones en el estado del bienestar, pp. 62-134. 154 Vid. Denitch, Bogdan (1990), The end of the cold war: European unity, socialism, and the shift in global power, Minneapolis, University of Minnesota Press, 1990.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
122
ambiente donde prevalezca la acción entre selección de medios y fines de acción dentro de los
lineamientos de mercado. En concomitancia el muevo arreglo comercial hará necesaria una
celeridad en la transformación de la división y especialización del trabajo, así como el
movimiento del capital a los flujos de ganancia y oportunidad económica del nuevo orden. En las
categorías individuales de la economía libre, la organización entre el capital y el trabajo, es
entendible que habrán de reordenarse en un distinto esquema, trayendo consigo nuevas
situaciones de riesgo, (cómo las rápidamente generalizadas prácticas de outsuorcing, freelance y
trainee) que ponen en conflicto las expectativas de los intereses individuales de los agentes
económicos. Los filósofos de la globalidad155 ya alertan sobre las consecuencias de un modelo
que establece sincronizar variables como el comercio internacional, el sistema de precios, las
unidades monetarias, las condiciones de las fuerzas materiales de producción, o los factores
productivos y un nivel de consumo mundial.156 Estas premisas globales acarrean una serie de
requerimientos en las metas del crecimiento, la productividad y el consumo que al dirigirse en
una sola dirección, implican la ingerencia y el reductivismo de muchas identidades particulares.
Por lo que se ha llegado a decir que el simple concepto teórico de globalidad pone en peligro la
propia noción de civilización.
La gran cantidad de cambios ocasionados por la liberalización de actividades productivas
que la administración pública centralizaba, suponen consigo una reacción y reposicionamiento en
los intereses de los agentes económicos. Puede suponerse que aquellas agrupaciones sociales que
consensaron en el estado benefactor, como el electorado, las asociaciones de trabajadores y las
agrupaciones empresariales, entrarán en un reordenamiento correlativo al resguardo de sus
intereses y su correspondencia con la figura gubernamental. Es una realidad que el Estado como
institución habrá de actualizarse y abrirse a las demandas y necesidades de los grupos sociales,
que interactúan en los lineamientos del comercio y la producción actual, ello no implica que gran
parte de las formas restantes de la intervención gubernamental dejen de realizarse. La apertura de
un mayor número de operaciones comerciales implica una ascenso de actividades productivas y
la proliferación de una gran cantidad de relaciones contractuales, de las cuales la regulación
155 Vid. Jeffrey, Sachs, Macroeconomía en la economía global, 2ª ed., Argentina-México, Pearson Education, Prentice Hall, 2002. ; Jeffrey Sachs y Warwick J. McKibbin, Global linkages:Macroeconomic interdependence and cooperation in the world economy, Washington, D.C. , Brooklings Institution, 1991.; Ulrich Beck, ¿Qué es la globalización?; falacias del globalismo, respuestas a la globalización, Barcelona-México, Paidos, 1998. 156 Vid. de Peter Singer, Ética práctica, Cambridge, Cambridge University, 2003.; y How are we to live?: ethics in an age of self-interest, Amherst, New York, Prometheus, 1995.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
123
estatal no puede quedar relegada. Si bien la pérdida de las empresas públicas y el declive de los
programas sociales por las limitaciones del gasto presupuestario, son condiciones suficientes para
que los servicios ofertados por el Estado no puedan competir con los ofrecidos por la iniciativa
privada, no son las premisas suficientes para considerar la nulidad de la transformación social, de
la democracia social y económica.
Más allá de la intervención directa, donde se debate el fuerte nudo de las empresas
estatales, los niveles de capitalización entre el sector público-privado, y la promoción estatal para
la localización de recursos productivos e inversiones, todos temas de análisis para los
especialistas económicos, se encuentran otras distintas áreas de intervención estatal como la del
área política institucional y social, En la primera puede decirse que es incuestionable su
pervivencia con la esfera institucional y sus ordenes jurídicos y legales sobre asuntos
mercantiles, laborales, instrumentaciones antimonopólicas, así como con la normatividad fiscal
y el financiamiento del gasto público que configuran en un marco legal las acciones comerciales
y productivas.
Por otra parte las críticas al sistema teórico misesista son una realidad por el extremismo
inmerso en el individualismo metodológico de la economía marginalista y el pragmatismo con el
cual se conciben las relaciones sociales en la esfera del intercambio económico, las cuales al
plantear un severo reduccionismo dejan sin esclarecer varias formas clave para la investigación
social o económica. La misma reducción dada al mercado como un mecanismo social asignativo,
cuyo sistema de competencia se considere el más adecuado acicate disciplinario de la sociedad,
plantea diversos problemas: particularmente aquellos que radican en el carácter subjetivista del
individualismo psicológico sobre el consumidor, que Mises pondera en las relaciones de
intercambio comercial. En el complejo entramado de las actividades y relaciones económicas.
resulta muy insuficiente el apuntalamiento individual de las acciones económicas dentro de las
elecciones de medios y fines, ahí dónde cada individuo tiene su propia base de conocimiento y
acción aplicada en base a un sistema de precios y costos. De acuerdo a esta lógica el problema de
la información en los agentes económicos es un concepto que ya es ampliamente identificado.
Con ello se denotan los faltantes en la explicación acerca de la manera en que se forman las
percepciones de los agentes económicos y la relación que estas mantienen con su propio entorno
externo, con el cual interactúa la psicología individual. La revisión al sistema misesista, nos
muestra cierta ambigüedad presente en la explicación del funcionamiento de los componentes
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
124
particulares en una sociedad compleja, resultando muy escueta, la idea de que la acción selectiva
individual, confluya en un objetivo útil para grandes grupos sociales que convergen en el sistema
de mercado.
También es reconocible que el individualismo en contra de los esquemas holistas, soslaya
el pensamiento y acción de la forma colectiva y social, y su retroalimentación con el carácter
individual en la economía; es decir la asistencia entre la forma de la acción micro y
macroeconómica. En base a esto puede decirse que el análisis a las categorías particulares del
consumidor-productor -revisadas por Mises- no nos dice nada de la manera en cómo intervienen
los valores tradicionales que dan coherencia a una sociedad, (como por ejemplo el principio de
reciprocidad que Karl Polanyi analizara en las civilizaciones de la antigüedad), o la formación del
criterio individual en reglas tradicionales, como el derecho consuetudinario. Es claro que la
interacción entre el carácter colectivo y particular de la acción económica es pasada por alto en
el sistema del austríaco, y que sólo un estudio comparativo entre las razones lógicas de la
economía macro y la microeconomía pueden redimensionar el mérito de ambas en sus diversos
tipos de explicación.
Esta es una seria omisión ya que es irrefutable la presencia de externalidades en el
conocimiento individual y particular del comportamiento económico. Es innegable la existencia
de terceras razones que intervienen en las acciones y la formación del comportamiento individual,
que la sociología moderna esta en la posibilidad de abordar desde un examen más agudo de las
instituciones que rodean y alimentan un proceso del mercado. De la misma manera la teoría
misesiana puede fungir como un impulso que mueva a la necesaria acción de revisar
históricamente la economía pública desarrollada por el poder gubernamental y encontrar la
naturaleza de las directrices y los resultados del Estado, no como un macro asignador de recursos,
sino como un estimulante de la inversión privada y un oferente público de bienes y servicios
torales para el sustentamiento civil de sus gobernados.
De acuerdo con lo anterior la misma situación que presentan los problemas de
información económica que el mecanismo de precios no puede solucionar, bien puede llamar a
legitimar la intervención responsable del Estado para buscar plantear estrategias que acerquen
una disponibilidad a la información, obteniendo una mejor conexión entre oferentes y
demandantes. Es un requerimiento que los consumidores necesiten de una mayor información
sobre precios, cantidades, calidades, compradores, vendedores y particularidades sobre el
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
125
consumo diversificado, que se presenta en la actualidad. La especialización productiva conlleva
una concomitante especialización del trabajo, la capacitación en función de los requerimientos
evolutivos del mismo, así como la apertura a un descubierto y accesible proceso de contratación.
Todas estas son relaciones que hacen necesaria la intervención del Estado para la vinculación
entre empleadores y los grandes grupos sociales que ofertan su capacidad laboral.
En el plano de las teorías económicas no todo esta dicho, las expectativas pueden
encontrase desde propuestas como el neo-keynesianismo157 o la elección pública; en los que se
prevé el manejo de reformas fiscales, estrategias para la formación del presupuesto y un gasto
público razonado, adecuado a esquemas de eficiencia y sustentabilidad económica. Estas
propuestas se postulan a favor del crecimiento económico, respetando los límites de la deuda
pública, los lineamientos monetarios y la cooperación para el aminoramiento del problemático
desempleo.
La lucha política por su parte, puede encontrar una justificación a su acción en las
condiciones del nuevo régimen, que forman claramente una incitación para el replanteamiento del
ideario político. Históricamente la socialdemocracia ha sido el ala política que ante las faltas
cometidas por el sistema de libre mercado, volvió el núcleo de su doctrina, la preservación de
garantías en la clase trabajadora, los consumidores y la ciudadanía. Es la facción que enfrentó de
lleno, desde la lucha parlamentaria, las contrariedades del sistema económico como tal. Es por
eso que se espera de ésta el aporte de un mejor acercamiento entre los ciudadanos y los
requerimientos de una producción y un intercambio del mercado. La política socialdemócrata
tiene el aliciente de encontrar una vertiente de acción para preservar las garantías de los
ciudadanos, los trabajadores, los consumidores; con una necesaria regulación sobre los conflictos
y afecciones que ocasione el nuevo liberalismo económico a los intereses de los grupos sociales.
De ello dependerá la construcción de renovados idearios políticos para el futuro de la vida
democrática, sobre todo para encauzar en los factores humanos una postura proactiva y apta para
los desafíos de la capacidad empresarial y la competitividad, que implican elección individual,
toma de decisiones, capacidad responsable y consciente, en las vicisitudes de las actuales
relaciones comerciales. De lo contrario se estará en peligro constante de que amplios sectores
157 Vid. Gregory N. Mankiw, Macroeconomía, Barcelona, A. Bosch, 1997.. y New keynsesian economics, Cambridge, Massachussets, The MIT Press, 1991, 2 v.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
126
sociales queden segregados y orillados a un estado de riesgo, como el conocido hasta antes de la
aparición de los movimientos laborales, el Liberalismo Social y el Progresismo.
Cuadro cronológico de la revolución keynesiana: el inicio de la tercera vía158
1945 Se crea El Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (ECOSOC) constituye la dirección de los
órganos de las Naciones Unidas. Responsable de coordinar asuntos sociales del trabajo y la
economía con 14 organismos especializados de la ONU, funcionales en comisiones regionales.
Actualmente el ECOSOC sirve del foro de debate central para hablar de los asuntos económicos
y sociales internacionales, y para formular las recomendaciones a la política dirigida al sistema
de los estados miembros de las Naciones Unidas.
1945 Gran Bretaña. El Welfare State se considera el programa oficial del mandato Laborista de
Clement Attlee, el la cual constituye la primera síntesis entre el dirigismo y la libre iniciativa,
dando paso a la revolución keynesiana en la cual se propulsaron reformas en ley de seguro
nacional (1946), ley de servicio de salud nacional, leyes que aseguraban a los ciudadanos
desde la cuna hasta la tumba, donde el asegurado aportaba su contribución junto con la del
patrono y el Estado.
1945 Gran Bretaña. La libra se devalúa obligando al consumidor inglés a pagar más pero estimulando el
comercio exterior.
1945-48 Francia nacionaliza la Aviación civil, el banco de Francia, los talleres Renault, las compañías de
seguros, minas de carbón, gas y electricidad entre otras.
1945-48 Gran Bretaña. Se nacionaliza el banco de Inglaterra con poder sobre el crédito, minas de
carbón, líneas aéreas internacionales, ferrocarriles, transporte terrestre y transporte marítimo.
1945 Aparece la WFTU Federación Mundial de Sindicatos, abarcando los sindicatos socialistas de Europa
occidental, sindicatos comunistas de la URSS y los sindicatos radicales de CIO norteamericano.
1946 Estados Unidos. Ley sobre regulación del empleo (Employment Act).
1947 Estados Unidos. El congreso aprueba la ley Taft-Hartley, con el propósito de eliminar el abuso de
los sindicatos, prohibiendo el boicot secundario, Inflamiento de cuotas, y a buscar métodos de
mediación y arbitraje.
1946 Gran Bretaña. Las leyes del seguro nacional y la ley del servicio de salud nacional, establecen la
158 Los datos contenidos en este recuadro, son una somera recolección de datos presentes en las fuentes históricas de las obras consultadas sobre el periodo en cuestión. Puede revisarse los capítulos correspondientes en las obras consultadas de Schapiro, Snyder, Cipolla, Barnes, et al.
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
127
unificación de la seguridad social en todo el reino.
1947 Gran Bretaña. Se nacionaliza la industria del carbón, telégrafos y teléfonos.
1947 Plan Marshall; el secretario de Estado norteamericano George Catlett Marshall. Anuncia el
Programa de Reconstrucción Europea, donde el Congreso estadounidense aprueba una ayuda de
más de 13.000 millones de dólares. Para el relanzamiento de las economías de Europa
occidental. La estrategia de Washington se decide a buscar una barrera contra la influencia
soviética, un espacio vital para el consumo de los productos norteamericanos y un medio para
concretar una alianza con las democracias occidentales en una paz Americana.
1948 Gran Bretaña, la totalidad del transporte y la electricidad pasan a dominio público en Inglaterra.
1948 OEA se funda la Organización de Estados Americanos, están integrados todos los estados
independientes del continente.
1948 OECE, se funda la Organización Europea para la Cooperación Económica para administrar el
Programa de Reconstrucción Europea del plan Marshall. Modelo de cooperación, basado en el
crecimiento independiente de las políticas económicas de cada país.
1948 Se crea la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPALC), comisión regional de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU).
1949 COMECON se crea un organismo interestatal con sede en Moscú, para ayudar y coordinar el
desarrollo económico de los países miembros, pertenecientes al bloque comunista.
1949 Estados Unidos. El congreso promulga una ley de vivienda nacional (Housing Act).
1949 Gran Bretaña. Nacionalización del gas.
1949 OTAN Organización del Tratado del Atlántico Norte, organización fundada para establecer una
alianza defensiva regional entre los países occidentales del hemisferio norte: Estados Unidos,
Reino Unido, Francia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Islandia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos,
Noruega, Portugal, Grecia, Turquía y Alemania Federal.
1949 Aparece en Londres la IFCTU Confederación Internacional de Sindicatos Libres, congregando a los
sindicatos libres británicos, los sindicatos anticomunistas franceses e italianos y al CIO y AFL
norteamericanos.
1951 New York, se realiza la Convención de las Naciones Unidas que tiene por resultado el
establecimiento del protocolo para el estado de los refugiados.
1951 Kenneth Joseph Arrow publica Elección social y valores individuales.
1951 Gran Bretaña. Nacionalización de la industria del hierro y el acero.
1955 Pacto de Varsovia alianza militar compuesta por ocho países comunistas europeos firmado en
Varsovia (Polonia) por la URSS, Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, Alemania Democrática,
Hungría, Polonia y Rumania. La alianza estaba dominada por la URSS que mantenía un estricto
control sobre los otros estados firmantes del pacto.
1957 Tratado de Roma, establece la Comunidad Económica Europea (CEE), también conocida como
Mercado Común, que favorece la unión económica de los países europeos occidentales
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
128
firmantes. Los primeros en hacerlo fueron Francia, Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos, Italia y
Alemania Federal.
1958 J.K. Galbraith publica, La sociedad opulenta.
1958 Oskar Lange publica La economía política del socialismo.
1960 Gunnar Myrdal publica, Más allá del estado de bienestar.
1961 París Francia Se funda formalmente la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE) con la firma inicial de veinte naciones asociadas: Alemania, Austria, Bélgica, Canadá,
Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Irlanda, Islandia, Italia, Luxemburgo,
Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Suecia, Suiza y Turquía.
1962 J.K. Galbraith publica, Desarrollo económico en perspectiva.
1963 Gunnar Myrdal publica, Desafío a la opulencia.
1964 Oskar Lange pública, Las decisiones óptimas: los principios de la programación.
1966 J.K. Galbraith publica, El nuevo Estado industrial.
1969 Nueva York EU, convenio ICERD (International Convention on the Elimination of All Forms of Racial
Discrimination) resultado de la convención de las Naciones Unidas sobre la eliminación de toda
forma racial, reconocido por 86 signatarios.
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Ateneo, 1964, 210 p. WYNN Neil A. [1979], “Capitulo 7, De la guerra mundial a la sociedad de la abundancia 1941-1961”, p. 324-372.,
en Willi Paul Adams, (comp.) Los Estados Unidos de América.
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ÍNDICE
Introducción 1 Agradecimientos 11
CAPÍTULO 1 LA CATALÁCTICA: UN ENFOQUE ECONÓMICO DEL
COMPORTAMIENTO HUMANO 1.1 CONTEXTO CIENTÍFICO DE LA ESCUELA NEOCLÁSICA AUSTRIACA 1.1.1 Panorama general del neoclasicismo económico austriaco; de Carl Menger a Ludwig Von MISES 12 a) Ludwig von Mises (1881 1973) 17 1.2 LA EPISTEMOLOGÍA MISESIANA; UN MOVIMIENTO CIENTÍFICO REFORMISTA 1.2.1 La tradición cientificista e ideológica de los 20’s a) El Neopositivismo 21 b) El Methodenstreit 24 1.2.2 El apriorismo metodológico 27 1.2.3 Individualismo subjetivista 30 1.3 LA CIENCIA DE LA ACCIÓN HUMANA 1.3.1 La Praxeología y la Cataláctica 35 1.3.2 La interpretación del liberalismo económico antes de la Gran guerra; cataláctica y revolución empresarial 41
CAPÍTULO 2 INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL Y CAOS ECONÓMICO 2.1 PANORAMA HISTÓRICO DEL PROGRESISMO Y LA REFORMA SOCIAL 56 2.2 EL INTERVENCIONISMO GUBERNAMENTAL 60 a) El Socialismo 61 b) Sindicalismo 65 c) Intervencionismo Fiscal 67 d) Intervencionismo monetario 70 2.3 LA INTERPRETACIÓN DE LA ERA INTERVENCIONISTA EN LA FILOSOFÍA DE LA HISTORIA MISESISTA 74 2.4 LA REALIDAD DEL PROGRESISMO MÁS ALLÁ DE LA INTERPRETACIÓN MISESISTA: EL UMBRAL DE UNA NUEVA ERA 80
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Cuadro cronológico del Progresismo y la Reforma Social Liberal 84
CAPÍTULO 3 EL OCASO PRAXEOLÓGICO
3.1 LA REVOLUCIÓN KEYNESIANA EN LA POSGUERRA a) Antecedentes 89 b) La revolución Keynesiana 91 3.2 DEL CAOS ECONÓMICO AL MONOPOLIO DEL ESTADO: EL OCASO PRAXEOLÓGICO 96 3.3 El DESAFÍO GUBERNAMENTAL AL LAISSEZ-FAIRE: LA FIGURA ECONÓMICA DEL ESTADO Y LA CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA ERA 107 a) Comentario final 116 Cuadro cronológico de la revolución keynesiana: el inicio de la tercera vía 126 BIBLIOGRAFÍA 129 ÍNDICE 134