tercer milenio - omp · historia de la ocsha (obra de cooperación sacerdotal hispano-americana)...
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SNº 182 FEBRERO AÑO 2018
T E R C E R M I L E N I O
También en Irán hay indignados. A
finales de año se iniciaron algunas
protestas populares en contra de la
política económica del Gobierno, pro-
testas que pronto fueron sofocadas.
16
en este número...
y además...
EDITA OBRAS MISIONALES PONTIFICIASC/ Fray Juan Gil, 5 28002 - Madrid Tfno: 91 590 27 80 Fax: 91 563 98 33 E-Mail: [email protected]://www.omp.eshttp://www.domund.org
Nº 182. FEBRERO, 2018
AGUSTINOS RECOLETOSPaseo de La Habana, 167. 28036 Madrid.Tel. 91 345 34 60
COMPAÑÍA DE JESÚSAvda. de la Moncloa, 6. 28003 Madrid. Tel. 91 534 48 10
COMPAÑÍA MISIONERA DEL SAGRADO CORAZÓNEstocolmo, 9. 28022 Madrid. Tel. 91 313 56 40
FRANCISCANAS MISIONERAS DE MARÍACardenal Marcelo Spínola, 38. 28016 Madrid.Tel. 91 302 61 99
MISIONERAS DE NUESTRA SEÑORA DE ÁFRICA
(HERMANAS BLANCAS)Asensio Cabanillas, 39. 28003 Madrid. Tel. 91 553 82 60
MISIONEROS CLARETIANOSClara del Rey, 6. 28002 Madrid. Tels. 91 415 23 61 y 91 415 21 99
INSTITUTO ESPAÑOL DE MISIONES EXTRANJERASFerrer del Río, 17. 28028 Madrid. Tel. 91 726 84 27
MERCEDARIAS MISIONERAS DE BÉRRIZFereluz, 2. 1ª A 28039 Madrid. Tel. 91 571 63 03
MISIONERAS CRUZADAS DE LA IGLESIAMadre Nazaria, 7. 28044 Madrid. Tel. 91 525 32 04
MISIONERAS DE CRISTO JESÚSPeñuelas, 18. 5º A. 28005 Madrid. Tel. 91 517 41 78
MISIONERAS DOMINICAS DEL ROSARIOGeneral Kirkpatrick, 44. 28027 Madrid. Tel. 91 367 36 71
MISIONEROS ESPIRITANOSSanta Engracia, 149. 1º B. 28003 Madrid. Tel. 91 554 21 57 Olivos, 12. 28003 Madrid. Tel. 91 553 36 16
MISIONEROS DE MARIANNHILL Arturo Soria, 249. 28033 Madrid. Tel. 91 359 07 40
MISIONEROS DEL VERBO DIVINO Corazón de María, 19. 5º B. 28002 Madrid. Tel. 91 415 43 55
MISIONEROS OBLATOS DE MARÍA INMACULADA Diego de León, 36. 28006 Madrid. Tel. 91 411 12 12 Pozuelo de Alarcón, Madrid. Tel. 91 352 34 16
PADRES BLANCOSLiebre, 25. 28043 Madrid. Tel. 91 574 04 00
SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS Asura, 34. 28043 Madrid. Tel. 91 300 00 41
coeditores
T E R C E R M I L E N I O
IGLESIA A FONDO
PRIMER PLANO
El domingo 4 de marzo se celebra la
Jornada del Día de Hispanoamérica, una
nueva oportunidad para retomar el com-
promiso de seguir ayudando a las Iglesias
más necesitadas del nuevo continente.
INFORME
Del 15 al 21 de enero, el papa Francisco
ha visitado Chile y Perú. Un viaje con men-
sajes de gran calado, especialmente en
materia de abusos sexuales, corrupción
y defensa de los pueblos indígenas.
7 TRIBUNA Pero... ¿continúa existiendo la OCSHA?
12 EL OBSERVADORARGELIA - VATICANOINDONESIA - ESPAÑA
22 ASÍ VA EL MUNDOAFGANISTÁN - BRASILG. ECUATORIAL - TÚNEZ
36 ENTREVISTARosa Lua, religiosa angoleña
40 ANIMACIÓN MISIONERA
43 AYUDAMOS A...ECUADOR
46 CULTURAAi Wei: "Los refugiados podrían ser mis hijos"
54 MISIÓN VIVAGaetano Nicosia¡Misión cumplida!
56 MISIÓN VIVANacido de la necesidad
26
30
En el Mensaje que el pa-
pa Francisco ha envia-
do a los grandes líderes
y responsables econó-
micos mundiales, reunidos a fina-
les de enero en el conocido como
Foro de Davos –Foro Económico
Mundial–, el Santo Padre expresa-
ba su confianza en que estos
orientaran sus deliberaciones ha-
cia la implantación de “mejores
bases para construir sociedades
inclusivas, justas y solidarias”,
con el fin de “restaurar la digni-
dad de aquellos que viven con
gran incertidumbre y que no pue-
den soñar con un mundo mejor”.
La petición parece más que opor-
tuna, precisamente cuando, a raíz
de esta cumbre, se ha dado a co-
nocer un informe en el que se de-
nuncia que el 82% de la riqueza
que el mundo generó el pasado
año fue a parar al 1% más privi-
legiado de la población, mientras
que el 50% de las personas me-
nos pudientes –3.700 millones de
seres humanos– se han quedado
en la misma miseria en la que es-
taban, sin ningún beneficio. Es
más, en 2017, el número de mi-
llonarios aumentó a razón de uno
cada dos días. En este periodo de
tiempo, las riquezas de estos se
vieron incrementadas en 762.000
millones de dólares; una cantidad
siete veces superior al monto de
recursos necesarios para sacar de
su estado de extrema pobreza a
789 millones de personas.
Las perspectivas para pensar
que los grandes responsables de
la economía van a tomar las me-
didas necesarias para, como les
ha pedido Francisco, realizar cam-
bios sustanciales que lleven a au-
mentar “la calidad de la producti-
vidad, creando nuevos empleos,
respetando las leyes laborales, lu-
chando contra la corrupción pú-
blica y privada y promoviendo la
justicia social, junto con el repar-
to justo y equitativo de las ganan-
cias”, no son nada halagüeñas.
Año tras año la escena se repite:
reunión del Foro Económico Mun-
dial, publicación del informe que
muestra cómo la brecha entre ri-
cos y pobres va creciendo, Mensa-
je del Papa advirtiendo de la nece-
sidad de políticas económicas más
justas y equitativas..., y, entre tan-
to, la desigualdad económica no
para de crecer, con los consiguien-
tes riesgos que esta situación es-
tructural crea en cuanto a inesta-
bilidad social, tensiones interna-
cionales... Por no hablar de la pro-
moción de una “cultura del des-
carte” y una mentalidad de la in-
diferencia egoísta e insolidaria.
En esta ocasión, sin embargo,
se ha registrado un mínimo cam-
bio. Los miembros del Foro de
Davos han comenzado por reco-
nocer el problema y alertar de
que, en los últimos cinco años, el
crecimiento no ha servido para
reducir la pobreza ni aumentar
los ingresos en los hogares. De
tal modo que “la lenta mejora en
el nivel de vida y la creciente des-
igualdad han contribuido a una
polarización política y a una ero-
sión de la cohesión social en mu-
chas economías avanzadas y
emergentes”. Pero todo se ha
quedado ahí: en un mero recono-
cimiento del mal. Porque, como
única receta, no se les ha ocurri-
do otra cosa que empezar a me-
dir el problema. “Si no lo mides,
no lo puedes arreglar”, se han
justificado, aunque los informes
evidencian que el problema está
más que medido y analizado.
La vergüenza de esta desigual-
dad económica y social supone
una pesada losa para las genera-
ciones futuras. Ya va siendo hora
de impulsar una economía justa
e inclusiva, si, como rezaba el te-
ma elegido para el Foro celebra-
do este año, queremos “crear un
futuro compartido en un mundo
fracturado”.
E D I T O R I A L
EDITA Obras Misionales Pontificias DIRECTOR NACIONAL OMP Anastasio GilDIRECTOR Alfonso Blas DISEÑO Antonio Aunés COLABORADORES RosaLanoix, Rafael Santos, Francisco José Pérez Valero, Dora Rivas, José Beltrán,José Carlos Rodríguez, José Ignacio Rivarés, Israel Íñiguez, Modeste Munimi,
José Ramón Carvallada, María Jesús Sahagún, Carmina Sofía Fernández, Juana Gómez, Juan Lázaro Sánchez, VicenteMarqués Ruiz ARCHIVO FOTOGRÁFICO Antonio Aunés, Rafael SantosFOTOGRAFÍAS Efe, 123RF SUSCRIPCIONES Roberto Murga DEPÓSITO LEGAL M-48558-1999 ISSN 1695-1034 IMPRESIÓN Gráficas Dehon. PP. Reparadores. C/ La Morera, 23-25. Torrejón de Ardoz, Madrid. Tfno: 91 675 15 36
T E R C E R M I L E N I O
El crecimiento económico de los últimos añosno ha servido para reducir la pobreza
ni aumentar los ingresos en los hogares.
Por un futuro compartido
Antonia Montero
La visita del papa Francisco es verdaderamente un
paso de Dios por nuestra tierra chilena. El Espíri-
tu Santo se ha derramado en su modo y manera
de buscar la unidad y la justicia. Su preferencia
por los más vulnerables lo manifiesta tan a las
claras que al verlo, por fuerza, lo sentimos como
una transparencia de Jesús.
Inauguramos sección para dar cabida a comunicaciones breves, comenta-
rios, pequeños testimonios, saludos..., con la misión como centro. En esta
ocasión, varios misioneros y misioneras nos escriben desde Perú y Chile,
con motivo del reciente viaje apostólico de Francisco.
Esclava del Sagrado Corazón de Jesús, Iloca (Chile)
Hna. Jovita Morán
Aunque por mi edad, 75
años, no estaré presente
en esta tan deseada visi-
ta, mi misión está siendo
ilusionar y motivar la
asistencia a las celebra-
ciones. La presencia de
Francisco está siendo un
Pentecostés para Chile.
Carmelita teresa de San José (Chile)
frasesyfl
ash
es
Pilar BarreroMisionera dominica del Rosario (Perú)
P. Teodoro NietoSalesiano (Chile)
P. Jacinto AnayaAgustino recoleto (Perú)
El viaje
del Papa al Perú
es una oportunidad
única para dar a cono-
cer el trabajo de la Igle-
sia y de los misione-
ros españoles en
esa nación.
Soy un sacerdote salesiano con 95 años cumplidos. Llevo en Chile,
en misiones variadas como educador y sacerdote, desde noviem-
bre de 1972, y en todas ellas me he sentido realizado. Mis salu-
dos cordiales y ánimo siempre en la vida.
Sin ninguna duda, esta visita
será un regalo y una bendi-
ción para la Amazonia, para
la Iglesia y para todo el Pe-
rú, que lo necesita tanto.
Que entre todos hagamos
posible ese sueño del papa
Francisco de ser una Iglesia
en salida, capaz de observar
y de escuchar.
NÚM. 182, FEBRER0 DE 2018 misioneros 7
Por D. Anastasio Gil. Director Nacional de OMP
T R I B U N A
PERO… ¿CONTINÚA EXISTIENDO LA OCSHA?
La celebración del Día deHispanoamérica (primerdomingo de marzo) esuna buena oportunidad
para responder a esta preguntaque muchos sacerdotes se hacen,en tanto que otros, más jóvenes,ignoran su existencia. Ambos ca-sos, sin ánimo de crítica, resu-men el aparente “desenganche”del clero secular con el compro-miso sacerdotal de cooperar conlas Iglesias más jóvenes y necesi-tadas del continente americano.
Un primer acercamiento a lahistoria de la OCSHA (Obra deCooperación Sacerdotal Hispano-americana) nos desvela la fideli-dad de cientos de sacerdotesdiocesanos que, siguiendo lallamada del Maestro, fueron en-viados, a partir del año 1949, alas Iglesias locales de América;y esto, después de un remansa-do discernimiento vocacional yde una preparación adecuadapara la misión que se les con-fiaba. Muchos de ellos aún con-tinúan en el trabajo misioneroiniciado. Han sido y son el pun-to de referencia y los testigosfieles de la bondad de esta ini-ciativa. Desde la revista Misione-
ros quisiéramos dejar constanciaagradecida de su servicio y fide-lidad; agradecimiento especialpara el joven sacerdote misione-ro Luis Miguel Modino, que fir-ma uno de los trabajos editadosen este número.
Aun siendo esencial este reco-nocimiento, no lo es menos lagenerosa cooperación de las Igle-sias locales que les han enviado,a menudo prescindiendo de algu-no de sus mejores efectivos. Enestos 70 años de servicio, cuán-tos sacerdotes han salido de sutierra para entregar lo mejor desu ministerio sacerdotal en otrasIglesias locales más necesitadas.
En muchos casos su retorno hasido no menos fructífero, porque,al insertarse en el presbiterio deorigen, su experiencia misionerasigue siendo como un nuevo airefresco del dinamismo misioneroque hizo posible su envío.
En justa correspondencia, esnecesario reconocer y agradecerla acogida dispensada por lasIglesias de destino. En muchasocasiones eran los mismos obis-pos locales quienes llamaban ala puerta de nuestras Iglesias so-licitando ayuda. Otras veces erael propio ministerio petrino elque demandaba un mayor es-fuerzo de cooperación. Pero loesencial es la labor del Espíritu,alma de la misión.
En la penumbra del escena-rio, como en un segundo plano,
se sitúa el servicio de la Comi-sión Episcopal de Misiones yCooperación entre las Iglesias,que, con carácter subsidiario,acompaña a estos misionerosmientras permanecen en la mi-sión. La OCSHA no es una insti-tución misionera, como el Espí-ritu ha suscitado en otros secto-res de la Iglesia, también entreel clero diocesano. Ni siquiera tie-
ne entidad jurídica. Es un servi-cio y, como tal, permanece en elsegundo de los planos, porque elprotagonismo pertenece al sacer-dote misionero y a las dos dióce-sis: la de origen y la de destino.Todos estos “ingredientes” justi-fican el reconocimiento de estainiciativa y el compromiso decontinuidad en favor de la coo-peración entre las Iglesias y delacompañamiento de la ComisiónEpiscopal de Misiones.
Esta Jornada, el Día de Hispa-noamérica, es una nueva oportu-nidad para que las diócesis y lascomunidades cristianas den gra-cias a Dios por esta riqueza voca-cional del clero y del laicado dio-cesanos, y para retomar ese com-promiso de seguir ayudando a lasIglesias más necesitadas.
El Día de Hispanoamérica es unanueva oportunidad para dar graciasa Dios por esta riqueza vocacional
16 misioneros NÚM. 182, FEBRERO DE 2018
I G L E S I A A F O N D O
La vinculación misionera entre la Iglesia española y los diferentes
países hispanoamericanos es una tradición que se remonta en el
tiempo y que ha supuesto un mutuo enriquecimiento a lo largo de
más de cinco siglos. En un primer momento, esta tarea misionera
fue llevada a cabo por diferentes órdenes y congregaciones religiosas,
tanto masculinas como femeninas. En los últimos 70 años, el clero
diocesano también ha colaborado en esta labor, principalmente a tra-
vés de la OCSHA (Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana)
y del IEME (Instituto Español de Misiones Extranjeras).
No son pocos –como re-
coge el Mensaje de la
Pontificia Comisión para
América Latina con mo-
tivo del Día de Hispanoamérica,
que tendrá lugar el 4 de marzo–
los que, “incluso desde muy jóve-
nes, decidieron entregar sus vidas
y ponerlas al servicio del anuncio
evangélico en las jóvenes Iglesias
de América Latina”. Muchos cono-
cemos misioneras y misioneros
que han ido gastando su vida al
servicio de los más pobres, asu-
miendo un estilo de vida evangéli-
co junto a los preferidos de Dios,
siendo señal de alegría en medio
del sufrimiento en el que muchos
hermanos y hermanas del conti-
nente latinoamericano viven.
La misión precisa de operarios,
de gente dispuesta a hacer la ma-
leta y embarcarse en nuevos de-
safíos. Este año el lema del Día de
Hispanoamérica nos dice: “Iglesias
jóvenes, alegría y esperanza”, ha-
ciendo una llamada a descubrir en
el trabajo misionero una posibili-
dad de servicio a la Iglesia. Son
muchos los jóvenes españoles que
llevan a cabo experiencias misio-
neras en diferentes diócesis de
América Latina, algunos por unos
meses, otros durante periodos
más prolongados.
Esta invitación a la juventud
también debe ser dirigida a los
sacerdotes que están comenzando
su servicio ministerial, pues este
tipo de experiencias les puede
ayudar decisivamente en su vida
como presbíteros. La Iglesia en Es-
paña, las diferentes diócesis, son
llamadas a fomentar esta dimen-
sión misionera entre el clero. Los
seminarios tienen que ser semille-
ros de vidas sacerdotales que con-
templen la misión ad gentes como
algo necesario en la vida del pres-
bítero, de la diócesis y de la Igle-
sia. Los obispos deben animar y
apoyar a sus sacerdotes en ese
sentido, entendiendo que, por en-
cima de la falta de clero, está la
misión universal de la Iglesia, que
debe ser asumida en común.
Una historia de casi 70 años
La historia la construyen rostros
concretos. En el caso de la OCSHA,
han sido más de 2.300 los sacerdo-
tes diocesanos que, desde 1949, han
asumido la misión en tierras hispa-
noamericanas como un servicio
eclesial. Un servicio llevado a cabo
en más de una veintena de países y
centenares de Iglesias particulares,
y con el que la mayoría de las veces
han contribuido a su crecimiento,
hasta llegar a una autonomía voca-
cional y material.
Resulta común encontrar, entre
los más de 300 misioneros de la
OCSHA que hoy trabajan en Lati-
noamérica, a hombres curtidos en
mil batallas, gente que ha dedica-
do más de 50 años de su vida a la
misión en América. Su historia es
un testimonio vivo de lo que su-
pone salir de casa y no mirar ha-
cia atrás, de una vocación a la mi-
sión ad vitam que han ido reno-
vando y actualizando cada día, in-
dependientemente de las circuns-
tancias y dificultades por las que
cada uno haya podido pasar.
Son personas a las que el paso
de los años ha hecho descubrir la
alegría que supone ser misioneros
y convertirse en instrumentos de
Dios en la vida de aquellos con los
que conviven, y en cuya cultura y
costumbres encuentran un enrique-
cimiento para su vida personal y
ministerial. Hombres que hablan
con pasión de aquello que hacen,
de su trabajo pastoral, de los pue-
blos que forman parte de su día a
día, de quienes con frecuencia dicen
haber recibido mucho más que lo
que han podido dar; pues en la mi-
sión el primero que es evangeliza-
do es el propio misionero, casi siem-
pre por la gente más sencilla, que
se convierte en ejemplo de cómo
vivir desde la confianza en un Dios
que siempre está a nuestro lado.
Pero hablar de la OCSHA tam-
bién es hacerlo del organismo de
la Conferencia Episcopal Española
a través del cual se encamina y
acompaña el trabajo misionero de
la mayoría de los sacerdotes dio-
cesanos que trabajan en América
Latina. Es, sobre todo, agradecer a
las personas concretas que, de for-
ma callada y eficiente, realizan
una labor que no siempre se ve y
se aprecia, pero sin la cual resulta-
ría difícil que la Iglesia española
hubiese sido y continúe siendo im-
portante para las Iglesias del con-
tinente latinoamericano.
Riqueza de las Iglesias que envían
El dinamismo misionero de una
diócesis siempre es uno de los fac-
tores más decisivos para que esta
tenga más vida. Cuando una dió-
cesis apuesta decididamente por la
misión, los frutos aparecen. El tes-
timonio de los misioneros siempre
despierta conciencias adormecidas
y vocaciones de jóvenes que se
sienten llamados a un compromi-
so de vida mayor.
Muchas veces, sobre todo en
los últimos años, vamos viendo
que esa falta de preocupación por
fomentar esa dimensión misionera
se ha instalado en no pocas Igle-
sias particulares de nuestra Es-
paña. Razones prácticas y de ín-
NÚM. 182, FEBRERO DE 2018 misioneros 17
dole numérica se han impuesto a
la hora de decidir dónde emplear
nuestras fuerzas y situar nuestras
prioridades, olvidando que en la
mayoría de los territorios de mi-
sión las necesidades son mucho
mayores y la atención pastoral
mucho más escasa.
En ese sentido, bueno sería re-
flexionar sobre la forma de ser
Iglesia, sobre la organización de la
vida pastoral y sobre la importan-
cia que damos a la labor que todos
llevan, o pueden llevar a cabo,
dentro de aquella; también los lai-
cos, hombres y mujeres que en los
territorios de misión asumen res-
ponsabilidades que ayudan decisi-
vamente en el trabajo evangeliza-
dor. Sin duda, eso ayudaría a su-
perar uno de los pecados mayores
de nuestra Iglesia, en palabras del
papa Francisco, que no es otro
que el clericalismo.
Por eso, no podemos pasar por
alto la valentía de algunas diócesis
que continúan asumiendo misiones
diocesanas, en algunos casos con
una presencia muy significativa y
que ayuda decisivamente a que
esas regiones cuenten con un míni-
mo acompañamiento sacerdotal.
Tengamos en cuenta que en mu-
chas áreas de América Latina los sa-
cramentos son cosa poco habitual.
En numerosas zonas del interior, la
eucaristía se celebra una vez al
mes, situación que se agrava en los
lugares más apartados, donde en
algunos casos solo hay misa una o
dos veces al año.
Frente a esa escasa presencia,
encontramos la respuesta de un
pueblo que agradece ese “estar
ahí” del misionero, que participa
con fe de un momento que supone
una fuerte vivencia para la comu-
nidad. Abandonar a su suerte a es-
tas gentes no es el mejor modo de
ser fieles a aquello que debe fun-
damentar nuestra vida cristiana,
que es el anuncio del Evangelio
hasta los confines del mundo.
Más que una fría distribución
No podemos entender el trabajo
pastoral desde los números, desde
las frías estadísticas, desde las ne-
cesidades inmediatas, desde querer
rellenar los huecos existentes. La
dimensión espiritual y el espíritu
evangélico deben ser actitud pri-
mordial a la hora de llevar a cabo
los planes y proyectos pastorales.
La Iglesia católica, por su propia
naturaleza, tiene una dimensión
universal, que somos obligados a
cuidar y fomentar. Pensar en resol-
ver única y exclusivamente nues-
tros problemas es algo que nada
tiene que ver con nuestra fe cris-
tiana. En la medida en que quere-
mos responder a los desafíos de
nuestro mundo actual, no podemos
18 misioneros NÚM. 182, FEBRERO DE 2018
P R I M E R P L A N O
dejar de abrir nuestras mentes y
nuestras miras, y pensar en algo
más que en nosotros mismos, en
nuestros problemas particulares,
por muchos que estos puedan ser.
Del mismo modo que muchas
veces se reclama un trabajo y pen-
samiento común en nuestras Igle-
sias particulares, lo que es una ac-
titud válida y que sin duda mejora
la vida pastoral, no podemos dejar
de seguir el mismo criterio en
cuanto Iglesia católica, universal,
que busca objetivos comunes y se
empeña en llevar a cabo una mi-
sión confiada por el Señor.
Donde nadie quiere estarNo conozco muchos misioneros
que hayan ido a la misión para
instalarse y mejorar de vida; bien
al contrario, son muchos los que
nunca dudaron en hacerse presen-
tes en los lugares más adversos. Es
frecuente escuchar relatos de mi-
sioneros en los que, hablando de
su trabajo pastoral, cuentan cómo
se desplazan durante horas por ca-
minos pedregosos y polvorientos
para visitar una comunidad. Lo
mismo pasa con otros que entran
dentro de un barco o de una pe-
queña canoa durante varios días.
Uno de los criterios que deben
ser prioritarios en la vida del misio-
nero es buscar lugares donde las di-
ficultades sean mayores. El jesuita
Claudio Perani, misionero en la
Amazonia, fallecido en 2008, cuan-
do decidió crear el llamado Equipo
Itinerante, formado por religiosos,
religiosas y laicos que se hacen pre-
sentes en las comunidades de la re-
gión, dijo que su presencia debería
ser donde nadie quiere estar, con
quien nadie quiere estar y como na-
die quiere estar. Cuando las condi-
ciones mejoran y el deseo de asu-
mir ese lugar aumenta, especial-
mente por parte del clero local, es
un buen momento para buscar
nuevos ámbitos.
En ese sentido, podemos decir
que entre los misioneros españoles
nunca han faltado personas que
han asumido esa forma de entender
el trabajo evangelizador; gente que
ha dedicado su vida a trabajar al la-
do de aquellos que más lo necesi-
tan, que se han ido gastando y des-
gastando al servicio de quienes más
sufren. Y eso no es algo cuantifica-
ble en el tiempo, pues existen luga-
res donde los avances son lentos, o
inclusive no llegan a producirse.
Detrás del objetivoEn la actualidad la comunica-
ción es más fácil, tenemos la ca-
pacidad de hacer partícipe a mu-
cha gente de aquello que estamos
haciendo o viendo de forma inme-
diata. Hay imágenes que nos im-
pactan y que llevan a reaccionar a
aquel que las contempla.
No es extraño que, ante una fo-
to que un misionero manda, las
respuestas sean “qué bien vives”,
“eres un aventurero”, “eso es un
paraíso”, “voy a hacer la maleta y
me voy contigo”... No siempre se ve
todo lo que está detrás del objeti-
vo. La belleza de la creación, de la
naturaleza, es solo una parte de
NÚM. 182, FEBRERO DE 2018 misioneros 19
la vida cotidiana del misionero.
Junto con eso también está el su-
frimiento de la gente, que sin duda
afecta a nuestros sentimientos.
Sirva como ejemplo la vida de
las comunidades indígenas, ya sea
en las profundidades de la selva
amazónica o en los altiplanos an-
dinos. Gente que sufre ante el
abandono institucional, que les
priva de poder satisfacer necesida-
des básicas de salud, educación,
alimentación, derechos fundamen-
tales..., y que encuentra en el mi-
sionero una señal de esperanza, al-
guien dispuesto a alzar la voz y
reclamar sus derechos.
Lo mismo podemos decir de
quienes, desde las periferias de mu-
chas ciudades, en villas miseria, fa-
velas, asentamientos urbanos, acom-
pañando la vida de las comunida-
des eclesiales de base –que siempre
tuvieron como principio de acción
la unión estrecha entre fe y vida, a
la luz del concilio Vaticano II–, han
ido anunciando y denunciando. Y
ello, en la continua tentativa de ha-
cer realidad un mundo mejor para
todos, el Reino de Dios.
Ser voz de los que nadie quiere
escuchar es algo que nos complica
la vida. De hecho, todos sabemos
de misioneros que han sido perse-
guidos, y que inclusive han llega-
do a entregar su vida, por defender
los derechos de los más pobres, en
un compromiso que nace de una fe
que tiene sus raíces en Jesucristo.
Los aventureros llegan, ven lo que
hay y se van con la música a otra
parte. Los misioneros casi siempre
son los últimos en salir, pues na-
die está dispuesto a abandonar a
aquellos a los que ama.
Nuevas formas de misiónDurante mucho tiempo la mi-
sión era algo propio del clero y de
la vida religiosa. Actualmente son
cada vez más los laicos que dedi-
can un tiempo de su vida a la mi-
sión. La Iglesia española debe re-
flexionar sobre esto y trabajar pa-
ra que existan equipos misioneros
formados por sacerdotes, religio-
sos y laicos que asumen trabajos
pastorales comunes.
Gente que es enviada, pero que
también tiene que ser acompaña-
da, inclusive materialmente. La
Iglesia particular de origen, sea el
misionero sacerdote o laico, tiene
la obligación de estar cercana y
ayudar a quien está en la misión
para que pueda llevar a cabo su
trabajo con unas condiciones mí-
nimas. Son pocas las diócesis que
entienden de forma práctica que
un sacerdote en la misión debería
tener el mismo apoyo que uno que
lleva a cabo su labor pastoral den-
tro de la propia diócesis. Lo mismo
podemos decir de los misioneros
laicos, a veces acompañados de
sus hijos. Todos son enviados por
sus obispos, que firman y renue-
van sus contratos periódicamente.
A modo de conclusiónComo apunta el Mensaje del Día
de Hispanoamérica, seamos cons-
cientes de la necesidad de asumir
un nuevo entusiasmo misionero, no
20 misioneros NÚM. 182, FEBRERO DE 2018
dejemos que nuestra fe envejezca,
seamos una Iglesia joven, en salida,
“una Iglesia que no se queda an-
quilosada en las formas o en esque-
mas petrificados en el tiempo, sino
que se renueva constantemente por
su creatividad misionera”.
Esta Jornada es un buen mo-
mento para que la Iglesia en Espa-
ña pueda “renovar su vocación mi-
sionera”, sabiendo que “¡el mun-
do necesita de su testimonio ale-
gre y esperanzador! ¡La Iglesia ne-
cesita de su vitalidad y de su en-
tusiasmo!”. Que nadie dude de que
es algo que vale la pena y de que
todos ganamos con la misión.
Nuestro corazón se llena de ale-
gría y de una esperanza que trans-
borda y llega a todos.
LUIS MIGUEL MODINO
Consejo Asesor de la OCSHA
a misión es una llamadaa la que se responde através de la Iglesia. Es
ella quien envía y quien aco-ge. No tiene sentido un tra-bajo de francotirador, al-guien que no se integra den-tro de la realidad a la quecada uno llega. En ese senti-do, podemos afirmar queson muchos los misionerosque se han ido integrando
en las diócesis que les hanacogido, pero sin perder suvinculación con las Iglesiasparticulares por las que fue-ron enviados.
Conociendo sus historiasde vida, descubrimos genteque se ha desgastado en elacompañamiento vocacionalen muchos seminarios, en eltrabajo pastoral en parro-quias y comunidades, en laspastorales sociales, en la pro-moción de la gente, especial-mente de los más pobres,buscando crear oportunida-des para aquellos que nosiempre las han tenido. Tam-poco podemos olvidar aquienes fueron llamados alministerio episcopal.
COMPROMISO PASTORAL
L
NÚM. 182, FEBRERO DE 2018 misioneros 21
En Irán también hay in-
dignados. O, al menos,
por primera vez se ha in-
tuido algo similar en las
calles. Tal fue, para la opinión pú-
blica internacional, la sorpresa que
generaron las protestas que se
multiplicaron en el país a partir del
pasado 28 de diciembre, que algu-
nos llegaron a bautizarlas como
una “primavera persa”. Una apre-
ciación algo optimista, teniendo en
cuenta que las réplicas se diluyeron
en apenas una semana; pero signi-
ficativas, en cualquier caso, en
cuanto que se trata de las manifes-
taciones con mayor respaldo social
desde las cuestionadas elecciones
de 2009, que dieron la victoria al ex
presidente Mahmud Ahmadineyad.
Si bien en aquella ocasión fue-
ron los grupos opositores políti-
cos y las élites intelectuales del
país las que mostraron sus discre-
pancias en Teherán, ahora la reac-
ción ha venido desde abajo, desde
las clases trabajadoras, y se ha ac-
tivado en las periferias de la na-
ción. Es más, la capital no fue el
foco de las movilizaciones, sino
Mashhad, el segundo núcleo urba-
no en importancia del país, emi-
nentemente conservador, al que
siguieron otras 70 ciudades de
provincias, especialmente en la re-
gión del noroeste, donde se con-
centran las principales minorías,
como los kurdos y árabes.
Pero ¿qué fue lo que desató es-
tas revueltas? La filtración de un
26 misioneros NÚM. 182, FEBRERO DE 2018
El régimen iraníha diluido las pro-
testas popularescontra la corrup-
ción y la pobreza,cerrándose los
resquicios demo-cráticos y de res-peto a la libertad
religiosa que sevislumbraban.
AMAGO DE ”PRIMAVERA PERSA”IRÁN
borrador de los presupuestos del
Gobierno del actual presidente, el
moderado Hassan Rohaní, en el
que no solo se contemplaban re-
cortes sociales, sino un aumento
de los impuestos y del precio de
la gasolina y los alimentos, de-
jando, además, al descubierto las
prebendas de los clérigos más in-
fluyentes del país y los millona-
rios gastos del Ejecutivo en mate-
ria militar y propaganda.
A esto se une que los ciudada-
nos tampoco han percibido en su
día a día la supuesta bonanza que
llegaría tras la retirada, el pasado
año, de las sanciones de la comu-
nidad internacional, toda vez que
se negociaron los límites del pro-
grama nuclear iraní. El paro ha su-
bido hasta el 12,6% y entre los jó-
venes roza ya el 30%. Este polvo-
rín es el que propició que los más
humildes se echaran a la calle al
grito de “Pan, trabajo y libertad”.
Movimiento VerdeNacía así el llamado Movimien-
to Verde, que aglutinaba a colecti-
vos muy diversos en torno a un
descontento social y político más
generalizado que nunca. Los gri-
tos en las marchas se dirigían con-
tra Rohaní, pero también contra el
líder supremo, Alí Jameini, con el
que mantiene un enfrentamiento
abierto. Incluso por primera vez
en las protestas se escuchaban vo-
ces que solicitaban el final del ré-
gimen de 1979.
Sin embargo, la falta de lide-
razgo y de un objetivo común de-
finido, más allá de las tres pala-
bras que conforman el lema épico
que encabezó las protestas, ha he-
cho que las expectativas sobre un
verdadero vuelco político en Irán
se esfumaran. Ni tan siquiera el
principal opositor político, Mir-Ho-sein Musaví, ha podido rentabili-
zar estas revueltas a su favor. No
solo por encontrarse en arresto
domiciliario, sino porque esta reac-
ción popular ha ido más allá de los
parlamentarios progresistas a los
que representa.
Es más, se da por hecho que
apenas tendrá incidencia a medio
plazo en la popularidad del Ejecu-
tivo, a pesar de su respuesta con
mano de hierro, que se ha traduci-
do en más de una treintena de
muertos y centenares de encarce-
lados. De la misma manera, tam-
poco parece que se vea peligrar el
apoyo iraní al dictador sirio Bas-har al-Assad, y con ello el respal-
do implícito a Hezbollah. Prueba
de ello son las acusaciones lan-
NÚM. 182, FEBRERO DE 2018 misioneros 27
Hassan Rohaní, presidente de Irán
zadas por el Gobierno y la Presi-
dencia a Israel y Estados Unidos
de ser los verdaderos promotores
de las movilizaciones.
Luchas internas y corrupción
“Vuelven a emerger las luchas
intestinas en el seno del régimen
entre la vieja guardia y los secto-
res más jóvenes, en un Estado en
el que el Consejo de los Guardia-
nes controla a los candidatos ele-
gibles. Las reformas necesarias se
han reivindicado en las calles, pe-
ro el régimen ha agitado el fan-
tasma habitual del «enemigo ex-
terno»”, analiza José Ángel LópezJiménez, profesor de Derecho In-
ternacional Público de la Universi-
dad Pontificia Comillas/ICADE. Pa-
ra el investigador, “el levanta-
miento de las sanciones interna-
cionales, como contraprestación
del acuerdo nuclear, no ha mejora-
do la situación de un Estado ane-
gado por la corrupción y el desvío
de fondos hacia grupos e institu-
ciones religiosas, grupos políticos
de presión en el exterior, hacia la
Guardia Revolucionaria y la inter-
vención militar en Siria”.
Menos aún se verá nutrida la
esperanza de lograr una mayor li-
bertad religiosa, con el consi-
guiente reconocimiento de mino-
rías como los cristianos, frente a
un 99% de la población musulma-
na. Así, aunque los grandes ayato-
lás ya son historia, esto no signifi-
ca que no tengan influencia cléri-
gos radicales que de alguna mane-
ra supervisan, cuando no determi-
nan, las decisiones de la clase po-
lítica y económica del país.
“Los estándares democráticos
en la región son tan mínimos que
pueden presentar a Irán como una
suerte de democracia sui géneris.
Sin embargo, es un régimen tute-
lado por las autoridades religiosas,
que van consolidando posiciones
en un área geopolítica convulsa”,
reflexiona López Jiménez, quien
detalla cómo el régimen iraní vive
“en abierto enfrentamiento con su
enemigo religioso y en lucha por
el liderazgo regional –Arabia Sau-
dí–, y en el punto de mira de un
atrabiliario presidente estadouni-
dense, carente de experiencia in-
ternacional y del menor instinto
diplomático –como la decisión re-
ciente sobre Jerusalén–, firme alia-
do de Riad y de Israel”.
Así, en el tablero iraní, donde
las fichas del poder político y reli-
gioso se entremezclan, la sharía
ejerce de columna vertebral de un
Código Penal nacional en el que la
apostasía sigue pagándose con la
pena de muerte.
Menguante presencia cristiana
Si antes de la revolución islá-
mica los cristianos eran más de
300.000, en una población de 42
millones de habitantes, hoy no su-
peran los 80.000, entre 80 millo-
nes de iraníes. La mayoría, en tor-
no a 50.000, son ortodoxos, y los
católicos no superan los 10.000, o
lo que es lo mismo, el 0,35% de la
población, concentrados en Tehe-
28 misioneros NÚM. 182, FEBRERO DE 2018
P R I M E R P L A N O
rán, Ispahan y Urmya, las tres dió-
cesis existentes en el país. Y eso
que la presencia de la Iglesia no
es, relativamente, reciente. Así, la
catedral de Nuestra Señora del Ro-
sario en Ispahan data de 1681, de
la mano de los dominicos, reflejo
de la fuerte presencia del catolicis-
mo en aquel momento.
A pesar de este escenario, el ar-
zobispo armenio (no católico) de
Teherán, Sebouh Sarkissian, no
considera que su comunidad esté
amenazada en su día a día. Lo cier-
to es que la ley les protege, pero
deja muy limitada su capacidad de
acción. “Hay libertad religiosa, se-
gún lo que se entienda por este
término”, dice, en tanto que se ha
dado un paso atrás en el anuncio
del Evangelio, debido a la pena
capital que acompaña todo inten-
to de “proselitismo”. “En nuestras
Iglesias tradicionales –armenia, si-
ria y caldea–, en los últimos cien
años, no se ha dado ningún caso
de persecución”, afirma el prelado,
quien reconoce que, de puertas
para dentro, sí se les deja celebrar
la eucaristía, pero con toda expre-
sión pública acotada.
Lo cierto es que el informe
anual que elabora Estados Unidos
contabiliza hasta 600 cristianos
detenidos desde 2010, especial-
mente de comunidades evangéli-
cas, precisamente aquellas que
han acentuado su labor de evan-
gelización y cuentan con musul-
manes conversos. En el mismo in-
forme se denuncia que, durante el
último año, “el Gobierno, a través
de los medios de comunicación,
ha generado un mayor número de
contenidos para promover el sen-
timiento anticristiano, además de
publicar panfletos en esta misma
línea”. Junto a los protestantes, la
comunidad baha’is constituye el
grupo religioso más perseguido
por parte del régimen.
JOSÉ BELTRÁN
n un país donde el reco-nocimiento de los dere-chos fundamentales no
se vislumbra en sus leyes y enel que las mujeres siempre es-tán varios escalones por deba-jo, desde el pasado mes deseptiembre la Iglesia apostóli-ca armenia (no católica) cuen-ta con una mujer ordenadadiaconisa, la primera en un si-
glo. Se llama Ani-Kristi Man-velian, es médica anestesistay tiene 24 años.
Mientras en Roma la comi-sión que estudia esta figura seencuentra trabajando sobre lacuestión, el citado arzobispode esa Iglesia, Sebouh Sar-kissian, ha mostrado su con-fianza en una mujer que, des-de pequeña, ya asumió labo-res como acólito durante lascelebraciones: "Lo que he he-cho está de acuerdo con latradición de nuestra Iglesia ar-menia", defiende, convencidode que ello supone un pasoadelante para "revitalizar laparticipación de las mujeres ennuestra vida litúrgica", segúnrecoge la agencia Fides.
E
Una diaconisaen un régimen
de hombres
Una diaconisaen un régimen
de hombres
NÚM. 182, FEBRERO DE 2018 misioneros 29
Del 15 al 21 de enero, elpapa Francisco ha visitadoChile y Perú, en el que hasido el vigésimo segundo
viaje internacional del pon-tificado, el cuarto a Amé-rica Latina. Y aunque losmedios generalistas han
puesto el foco en aspectosnoticiosos, pero superficia-
les del mismo –como la bo-da de los dos auxiliares devuelo en pleno avión o la
atención dispensada por elpropio Pontífice a una poli-cía que se cayó del caballo
cuando lo escoltaba–, el pe-riplo ha tenido mucha en-jundia y mensajes de cala-do. Sobre todo, en lo refe-
rente a los abusos sexuales,la corrupción, y la defensade los pueblos indígenas.
I N F O R M E
28 misioneros NÚM. 182, FEBRERO DE 2018
ra la segunda vez que unPapa acudía a Chile y Perú.El primero en hacerlo, hacemás de 30 años, fue Juan
Pablo II. En 1987, el santo Papapolaco visitó, en efecto, el Chiledel dictador Pinochet; un viajeque es recordado, sobre todo, porla célebre “foto del balcón”. El“Papa viajero” aterrizó igualmen-te dos veces en Perú: la primera,en 1985, y la segunda, en 1988.Fueron visitas hechas en la lla-mada “década perdida”; años de-sastrosos, en los que la economíadel país andino no levantó cabe-za, y la corrupción, el terrorismo(Sendero Luminoso, Tupac Amaru)y el contraterrorismo de Estadocamparon a sus anchas. Afortu-nadamente, Chile es hoy una de-mocracia y Perú ya no tiene te-rrorismo. Pero ambos países hande hacer frente a problemas decalado, como la pobreza, la de-sigualdad social, la corrupción, lamarginación y el sometimientode sus poblaciones originarias.
En ambas naciones, además,la Iglesia católica se halla desdehace unos años en el ojo del hu-racán, a causa de los escándalossexuales protagonizados por al-gunos de sus miembros. En Perú,por ejemplo, el obispo Gabino Mi-
randa, ex auxiliar de Ayacuchoacusado de pedofilia, fue sancio-nado por la Santa Sede en 2013con la pérdida del estado clerical,mientras que otro prelado, Gui-
llermo Abanto, ex auxiliar de Li-ma y ex obispo castrense, tuvoque reconocer, a requerimiento deljuez, que era el padre de una niña,siéndole retirado el ministerio. Elcaso más sonado allí, con todo, loha protagonizado el Sodalicio deVida Cristiana, una sociedad de vi-da apostólica de derecho pontifi-cio, fundada en 1971 por el laicoLuis Fernando Figari, en cuyo se-no se registraron durante décadasabusos a menores, tanto físicos co-mo psicológicos. Figari, al igualque en su día el mexicano Marcial
Maciel, el fundador de los Legio-narios de Cristo, ya fallecido, ha si-do apartado de ese movimiento,que, por otra parte, el 10 de ene-ro, cinco días antes del inicio delviaje, fue intervenido por el papaFrancisco mediante el nombra-miento de un obispo colombianocomo comisario apostólico.
La patria de Neruda tampocose ha librado de los escándalos. En2011 la Santa Sede actuó contraFernando Karadima, octogenariosacerdote de la iglesia de El Bosque(un barrio de clase alta de Santia-
E
NÚM. 182, FEBRERO DE 2018 misioneros 29
go) y fundador de la Unión Sacer-dotal del Sagrado Corazón. Roma leprohibió ejercer el ministerio demanera pública y le impuso “unavida de oración y penitencia”. Dedicha Unión Sacerdotal han salidomedio centenar de sacerdotes yhasta cinco obispos. Uno de ellos,el titular de Osorno, Juan Barros,está en el disparadero, acusado deencubrir los abusos de Karadima.
Perdón a lasvíctimas de abusos
Este era el contexto en el que,en la tarde del 15 de enero, y tras16 horas de vuelo, el avión papalaterrizaba en el aeropuerto inter-nacional Arturo Merino Benítez deSantiago. Francisco encontró unambiente enrarecido. Y no soloporque Chile sea hoy, junto a Uru-guay, el país más secularizado delcontinente, sino también porquetres días antes, y haciendo gala deodio y anticlericalismo, grupúscu-los anarquistas y radicales de iz-quierda atacaron con bombas in-cendiarias seis templos de la capi-tal y ocuparon durante unos pocosminutos la Nunciatura Apostólica.Afortunadamente, no hubo que la-mentar heridos.
Algaradas aparte, la actividadpapal fue frenética. Francisco, queya conocía el país, pues vivió allíaño y medio durante su noviciado,visitó nada más llegar la parroquiade San Luis Beltrán, donde rezóante la tumba del obispo Enrique
Alvear, estrecho colaborador delmítico cardenal Silva Henríquez.Al día siguiente, tuvo lugar el pre-ceptivo encuentro con las autori-dades en el Palacio de la Moneda,en el que el Papa expresó su “do-lor” y “vergüenza” por “el daño
30 misioneros NÚM. 182, FEBRERO DE 2018
irreparable causado a niños porparte de ministros de la Iglesia”.“Es justo pedir perdón y apoyarcon todas las fuerzas a las vícti-mas, al mismo tiempo que hemosde empeñarnos para que no sevuelva a repetir”, dijo ante la pre-sidenta Michelle Bachelet, el pre-sidente electo Sebastián Piñera yel resto de autoridades. El directorde la Oficina de Prensa de la San-ta Sede, Greg Burke, confirmó queese mismo día Francisco se entre-vistó en privado, en la sede de laNunciatura, donde se alojaba, conun reducido grupo de víctimas,
que pudieron contarle sus sufri-mientos y con las que rezó y lloró.El tema, no obstante, no quedózanjado allí. Dos días después, va-rios periodistas chilenos pregunta-ron al Papa en Iquique por la pre-sunta connivencia del obispo Ba-rros, a quien el propio Franciscotrasladó en 2013 a su actual sede,donde no es aceptado por una par-te de la feligresía. Francisco recha-zó con firmeza las acusaciones.“No hay una sola prueba en con-tra. Todo es calumnia”, respondióa los informadores.
Tras el encuentro con las auto-ridades, Bergoglio celebró –junto a80 obispos y unos 700 sacerdotes–la primera de sus tres eucaristíasen el país austral. Tuvo lugar en elparque O’ Higgins de Santiago y aella asistieron unas 400.000 perso-nas. En su homilía, el Papa llamó ala reconciliación y pidió a los chi-lenos que vayan “al encuentro deaquel que lo está pasando mal y
VIAJE DEL PAPA A CHILE Y PERÚ INFORME
que no ha sido tratado como per-sona”. Fue el segundo acto de unajornada agotadora, que incluyótambién la visita a una cárcel demujeres; un encuentro con sacer-dotes, religiosos, religiosas y semi-naristas; otro con los obispos; y,por último, una visita privada alsantuario de San Alberto Hurtadoy a su comunidad jesuítica.
La visita al penal femenino deSan Joaquín, que hizo acompañadode la presidenta Bachelet y del ar-zobispo de Santiago, cardenal Ri-
cardo Ezzati, tardará en ser olvi-dada por las más de 600 reclusasque cumplen allí condena. Cuaren-ta y cinco minutos estuvo el Papacon ellas, y lo primero que hizofue decirles que “estar privado delibertad no es lo mismo que estarprivado de dignidad”, y que tienenque luchar contra quienes diganque no se puede cambiar. “La so-ciedad tiene la obligación de rein-sertarlas a todas. [...] Métanselo en
la cabeza y exíjanlo”, les recordó.Y añadió: “Todos nos podemosequivocar, pero cada día estamosinvitados a volver a empezar”. An-tes, la hermana Nelly León, dePastoral Penitenciaria e impulsorade la fundación “Mujer, levántate”,había dado la bienvenida al Pontí-fice con estas palabras: “Estas mu-jeres representan a los casi 50.000hombres y mujeres pobres y vul-nerables, privados de libertad enChile. Digo pobres, Santo Padre,porque lamentablemente en Chilese encarcela la pobreza”.
El encuentro con los 34 obisposdel país en la catedral también de-jó titulares. Francisco les dijo que“la Iglesia no es ni será nunca deuna élite de consagrados, sacerdo-tes u obispos”, y les pidió que hu-yeran del clericalismo. “Digámosloclaro, los laicos no son nuestrospeones ni nuestros empleados. Notienen que repetir como «loros» loque decimos”, afirmó. Y añadió, ci-tando una carta suya al cardenalOuellet: “El clericalismo, lejos deimpulsar los distintos aportes y pro-puestas, poco a poco va apagandoel fuego profético que la Iglesia to-da está llamada a testimoniar enel corazón de sus pueblos”.
Con las víctimasde la dictadura
Las otras dos jornadas chilenastranscurrieron en Temuco e Iqui-que. Temuco, a casi 700 kilómetrosal sur de Santiago, es la capital dela Araucanía, la patria del pueblomapuche, una región que tiene losmayores índices de pobreza delpaís y donde hay un grave proble-ma social y político –con violencia,por ahora, de baja intensidad–, acausa del sometimiento, abandonoy explotación de sus habitantes.Francisco celebró la eucaristía an-te unas 250.000 personas en el ae-ródromo de Maquehue. Este lugar
fue un centro de detención y tor-tura durante la dictadura pinoche-tista, razón por la cual el Papa pi-dió un minuto de silencio por lasvíctimas. Al concluir la ceremonia,un colectivo de familiares de de-saparecidos le entregó una cartapara que interceda ante las FuerzasArmadas y puedan así encontrarlos restos de sus seres queridospara darles sepultura cristiana.Entre 1973, año del golpe de Esta-do, y 1990, el de la restauración dela democracia, fueron asesinadasen Chile, por motivos políticos,unas 35.000 personas (28.000 deellas, torturadas previamente), delas cuales al menos 1.100 se califi-can como desaparecidas.
No obstante todo ello, la homilíade la que fue bautizada como “mi-sa por el progreso de los pueblos”estuvo centrada en el “conflicto ma-puche”. En ella, el Papa apeló “al re-conocimiento mutuo” del Estado yde los pueblos originarios, y pidióacabar con tantas injusticias comosufren sus miembros. Instó tambiéna los grupúsculos indígenas, queatentan contra iglesias y colonos, adejar las armas, porque –enfatizó–“la violencia llama a la violencia” y“termina volviendo mentirosa lacausa más justa”. Eso sí, recordótambién que hay otra violencia, notan llamativa, pero no menos grave,que es la que se ejerce cada día me-diante el sometimiento y la exclu-sión. “Debemos estar atentos –dijo–a la elaboración de «bellos» acuer-dos que nunca llegan a concretarse.Bonitas palabras, planes acabados,sí –y necesarios–, pero que el vol-verse concretos terminan «borran-do con el codo, lo escrito con la ma-no». Esto también es violencia, por-que frustra la esperanza”. Al térmi-no de la misa, el Papa compartió al-muerzo con una docena de perso-nas de la Araucanía: ocho mapu-ches de distintas comunidades,
NÚM. 182, FEBRERO DE 2018 misioneros 31
una mujer víctima de la violencia,un colono suizo-alemán y un in-
migrante haitiano. Y a su regreso aSantiago, acudió al santuario deMaipú para un encuentro con los jó-venes –a quienes instó a “conectar-se” con Cristo preguntándose:“¿Qué haría Cristo en mi lugar?”– ya la Pontificia Universidad Católica.
La jornada de Iquique fue laque más repercusión mediática tu-vo, con la sonada boda del aviónentre dos miembros de la tripula-ción, y el incidente, horas después,de la mujer policía derribada de sucaballo al paso del papamóvil. Enla eucaristía que celebró en estaciudad norteña, Francisco recordóque todo el mundo tiene derechoa “tierra, techo y trabajo”, y animóa “aprender de los valores que losinmigrantes traen consigo”. Iqui-
que (palabra que significa “tierrade sueños”, en lengua aymara) eslugar de mucha inmigración.
Indígenas del AmazonasLa etapa peruana del viaje fue
muy distinta. Si en Chile los actosno fueron especialmente entusias-tas, en Perú la acogida fue des-bordante. Francisco aterrizó en Li-ma en la tarde del 18 de enero, ylo primero que hizo al día siguien-te fue volar a Puerto Maldonado,la puerta de entrada a la Amazo-nía, para visitar a los pueblos ori-ginarios. La ciudad condensa to-dos los problemas que azotan aPerú: pobreza, discriminación, ra-cismo, explotación laboral, talasmasivas, minería ilegal, contami-nación del medio ambiente, tratade personas, prostitución infantily juvenil... El Papa pudo escuchar
algunos de ellos de boca de lospropios indígenas. “Sufrimos porlas explotaciones de nuestros re-cursos. Muchos foráneos invadennuestros territorios: los cortadoresde árboles, los buscadores de oro,las compañías petroleras... Entrana ellos sin consultarnos. Sufrire-mos mucho y moriremos cuandoperforen la tierra para sacar elagua negra metalizada, cuandoenvenenen y malogren nuestrosríos, convertidos en aguas negrasde la muerte”, le dijo un miembrodel pueblo harakbut.
Cinco horas pasó sólo el Papaentre ellos –pronunció un discur-so, mantuvo un encuentro con elpueblo, visitó el hogar El Principi-to y comió allí–, pero resultaronmás que suficientes –ya traía losdeberes hechos– para tomar notade la situación y proclamar a los
cuatro vientos que “probablemen-te los pueblos amazónicos nuncahayan estado tan amenazados ensus territorios como lo están aho-ra”. “El reconocimiento de estospueblos –que nunca pueden serconsiderados una minoría, sinoauténticos interlocutores–, así co-mo de todos los pueblos origina-rios, nos recuerda que no somoslos poseedores absolutos de la crea-ción”, dijo. Conviene recordar queFrancisco ha convocado para 2019un Sínodo sobre la Amazonía.
Unas horas después, y ya en Li-ma, el Papa pudo trasladar todos es-tos problemas al presidente Pedro
Pablo Kuczyinski, a quien visitó enel palacio de Gobierno. Si lo hizo, esaltamente improbable que estemensaje de respeto al medio am-biente y de cuidado de la creaciónhaya calado en exceso en un diri-gente de pocos miramientos –la pa-sada Navidad “compró” su conti-nuidad en el cargo con la concesióndel indulto a Alberto Fujimori–,que se hizo multimillonario graciasa sus inversiones en América Latinay en África... precisamente en minasy en petróleo. Sospechoso de recibirsobornos de la constructora brasile-ña Odebrecht, Kuczynski hubo de
sentirse forzosamente interpeladopor el contundente mensaje queFrancisco lanzó contra “el virus” dela corrupción, “un fenómeno –dijo–que lo infecta todo, siendo los po-bres y la madre tierra los más per-judicados”. “Lo que se haga para lu-char contra este flagelo social me-rece la mayor de las ponderacionesy ayudas [...] y esta lucha nos com-promete a todos”. Excepto dos, to-dos los presidentes peruanos de losúltimos 25 años (Fujimori, Alan Gar-
cía, Alejandro Toledo, Ollanta Hu-
mala...) han sido investigados y/ocondenados por corrupción o crí-menes de lesa humanidad. Kuczyns-ki, como ya se ha apuntado, estásiendo también investigado.
Con los santos peruanosHoy día, lamentó Francisco, solo
se entiende “el lenguaje de la co-rrupción”. “Creo que la política estáen crisis, muy en crisis en AméricaLatina, por la corrupción”. Lo dijo elPapa el domingo 21, en Lima, en suúltimo día de viaje. Si el díaanterior, en Trujillo, habíapedido a los sacerdotes yreligiosos que no fueran “fun-cionarios de lo sagrado”,aquí instó a los obispos “a
denunciar [ante el pueblo] los abu-sos y excesos que se cometen”. Lespidió también que permanecieranunidos, pues la mejor evangeliza-ción es la que se hace dando ejem-plo de amor. El Pontífice visitó lacatedral y rezó ante los relicarios delos santos patrios: santo Toribio de
Mogrovejo, santa Rosa de Lima,san Martín de Porres, san Juan Ma-
cías y san Francisco Solano. EnTrujillo –ciudad que la primaverapasada sufrió terribles inundacio-nes, que dejaron 162 muertos y ca-si 300.000 damnificados– lo habíahecho también ante las reliquias delos mártires franciscanos Miguel
Tomaszek, Zbigniew Strzalkowski
(ambos polacos) y Alessandro Dor-
di (italiano), asesinados por Sende-ro Luminoso en los años 80 del pa-sado siglo, y hoy reconocidos co-mo beatos por la Iglesia. La estan-cia peruana de Francisco concluyócon el habitual encuentro con losjóvenes –“el corazón no se puedephotoshopear”, como se hace conlas fotos para ponerlas “lindas”,les dijo– y con una misa en la ba-se aérea de Las Palmas, ante másde un millón de personas.
JOSÉ IGNACIO RIVARÉS
8 misioneros NÚM. 182, FEBRERO DE 2018
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UNA AVENTURA MUY ÉPICA
EL PAPA MÁS ANDINO
LOS HILOS DE LA #INFANCIAMISIONERA EN TWITTER
La red social del pajarito azul se ha embarca-do, a su manera, en la aventura más épica dela Iglesia, al convertirse en el altavoz con elque se ha hecho la llamada a toda la tripula-ción para que se atrevan a ser misioneros,sobre todo los más pequeños. Misiones deCádiz, Alcalá, Zamora, Canarias, Lugo, La Rio-ja, Burgos, Toledo, Tarragona...; el cardenalde Madrid; los obispos de Cáceres, Ávila...,todos tuiteando en el mismo barco que OMP.¿Los hashtags?: #InfanciaMisionera y #Atréve-teASerMisionero. OMP ESPAÑA Twitter @OMP_ES
El papa Francisco no podía ser más misio-nero. En su último viaje apostólico no soloha gritado a pleno pulmón y desde su Ins-tagram "¡Llenen siempre sus vidas de Evan-
gelio!", sino que lo hahecho con el típicogorro de lana andino.En Trujillo (Perú) ymetiéndose a la gen-te, otra vez, en el bol-sillo. ¡Síguele! PAPAFRANCISCO Instagram@franciscus
Los claretianos no paran de col-gar en YouTube vídeos de sus
misioneros, bajo el epígrafe "Nacidos para evangelizar". Entreellos, el del padre Francisco "Panchi" San Martín, que tomóel camino de la misión "por un sentido grande de agradeci-miento a la vida y a Dios". Lo dice desde Córdoba (Argenti-na). CLARETIANOS Twitter NUNC CMF @cmf_nunc
Nos llegan las palabrasdel misionero Daniel
Mateos desde elsur de África: "EnAngola los niñosson pequeñosmisioneros quehablan de Jesús.
Estoy muy orgullo-so de ver cómo esa
semilla que es la Pala-bra de Dios va germinando
con fuerza poco a poco en todosellos". Los misioneros sí que saben deredes sociales y globalización. Ya es-tán coleccionando likes... y creciendo.OMP ESPAÑA Instagram @omp.es
En la Jornada de Infancia Misionera,los niños tomaron la iniciativa con#HoyTuiteanEllos. El periodista Anto-nio Moreno cedió las riendas a sushijos para que fueran ellos los queexplicaran qué esInfancia Misioneray cómo pueden losniños ser misione-ros en el #hilode-losniños @Anto-nio1Moreno
PEQUEÑOS MISIONEROS EN ANGOLA
"NACIDOS PARA EVANGELIZAR"
En la República del Ecuador,
el agua no se anda con ro-
deos. Tú abres el grifo y...
¡sschtrooopp! En corto y por dere-
cho, el desagüe se la traga sin ha-
cer remolinos ni a diestra ni a si-
niestra... Es la consecuencia de es-
tar en la mitad del mundo. Y preci-
samente por eso, por equidistar
de los polos terráqueos, ese país
se llama como se llama: Ecuador.
Curiosidades aparte, más de
16 millones de personas viven
allí. El 72% de sus habitantes son
mestizos. El 28% restante se dis-
tribuye, a partes iguales, entre
nativos, blancos, montubios (así
les dicen a los de la montaña) y
afroecuatorianos.
La nación –que también ateso-
ra, mar adentro, en el archipiélago
de Colón o de Las Galápagos, un
verdadero paraíso y reino de la
biodiversidad– trata, todavía, de
engancharse al tren de los países
emergentes. Viaja, como tantos
otros, en busca del desarrollo. Pe-
ro, por delante, aún tiene un largo
trecho que avanzar.
Como no podía ser de otro
modo, la Iglesia trabaja en ese
empeño por atajar las desigualda-
des sociales y educativas, e impul-
sar un desarrollo cultural y econó-
mico más igualitario y fraterno.
También, la Iglesia de España.
En la actualidad, gastan sus
días en la República del Ecuador
un total de 273 misioneros espa-
ñoles. De ese colectivo, 107 son
sacerdotes; 92, religiosas; 39, reli-
giosos; 28, laicos; y 7, obispos.
Ayudas sin rodeosTambién las Obras Misionales
Pontificias se han comportado co-
mo hace el agua en Ecuador: sin
andarse con rodeos. La Obra Ponti-
ficia de la Propagación de la Fe, en
la Asamblea General celebrada en
Roma en mayo de 2016, encomen-
dó a las OMP de España que se
encargaran de financiar un total
de 23 proyectos de ayuda, de los
que iban a beneficiarse estos cinco
vicariatos apostólicos ecuatoria-
nos: los de Napo, Puyo, Méndez,
AY U D A M O S A . . .
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ECUADOR
319.000 euros,como agua sin remolinos
Zamora y San Miguel de Sucum-
bíos. La suma total de dinero
enviado por nuestro país para po-
der hacer realidad esos diferentes
proyectos asignados ascendió a
318.890,63�.
La Iglesia ecuatoriana recibió
fondos para hacer frente al mayor
número de subsidios de entre to-
dos los costeados por OMP de Es-
paña en el continente americano.
Y, de los 23 proyectos de ayuda
sufragados, cuatro fueron ordina-
rios; otros tres, para catequesis; y
los 16 restantes, extraordinarios.
Se denomina ordinarios a los
subsidios destinados a diócesis
nuevas o de reciente implanta-
ción, que dependen de la Congre-
gación para la Evangelización de
los Pueblos. El obispo titular se
encarga de administrar esas ayu-
das para hacer frente a las necesi-
dades prioritarias de la evangeli-
zación y para cubrir los costes bá-
sicos de los asuntos más necesa-
rios y urgentes. Napo (27.270 �),
Puyo (21.816 �), Sucumbíos
(19.998 �) y Zamora (21.816 �)
han recibido esas cantidades en
calidad de subsidios ordinarios. En
el reparto para hacer frente a los
gastos de catequesis, Napo ha reci-
bido 5.454 �; Puyo, 9.090 �; y San
Miguel de Sucumbíos, 11.817 �.
Los subsidios extraordinarios
se conceden, puntualmente, para
una actividad pastoral determina-
da, la construcción o rehabilita-
ción de un edificio o cualquier
otra ayuda de carácter ocasional.
Siempre tienen prioridad las ta-
reas de primera evangelización. Y
también, por supuesto, las perso-
nas antes que los edificios. En el
funcionamiento actual de las
OMP, y salvo excepciones, cinco
es el máximo de subsidios ex-
traordinarios que cada diócesis
puede solicitar.
En el capítulo de los enviados
a Ecuador, la partida mayor
–72.720 �– de subsidios extraordi-
narios ha sido destinada a la cons-
trucción de una vivienda para un
equipo misionero de la parroquia
Madre Tierra que atiende a 20 co-
munidades de la zona Shell-Mera,
en el vicariato de Puyo.
Otros 22.725 � han servido pa-
ra construir una capilla con mate-
riales permanentes en Wawa Su-
maco; queda al servicio de las
3.800 personas indígenas que for-
man la comunidad de Santa Lau-
ra Montoya, atendida por las Mi-
sioneras de la Inmaculada (popu-
larmente conocidas como lauri-
tas), en el vicariato de Napo.
A la vista de estos ejemplos,
parecería que los subsidios desti-
nados a Ecuador han sido mu-
chos y abultados. Sin embargo, la
46 misioneros NÚM. 182, FEBRERO DE 2018
A Y U D A M O S A . . .
verdad es que no parecen tantos
ni tan grandes, si se tiene en
cuenta que, además del aumento
de fieles, en la Amazonía, sobre
todo, los desastres naturales, el
clima, los insectos y las lluvias
torrenciales propician y aceleran
muy mucho el deterioro y la de-
gradación de los edificios. Ade-
más, los costes de construcción
siempre se disparan, debido a las
dificultades del transporte de ma-
teriales y al coste que entrañan
los equipos que se encargan de
realizar la construcción en los lu-
gares más intrincados de la selva.
Sincera gratitudSea como fuere, lo más cierto
es la sincera y muy cordial grati-
tud que, desde el corazón de la
Amazonía ecuatoriana, dirigen a
los católicos españoles, por su ge-
nerosidad, los representantes de
aquellas Iglesias hermanas. Desde
el vicariato apostólico de Méndez,
por ejemplo, el salesiano monse-
ñor Néstor Montesdeoca Becerra
escribe para “expresarles mi sin-
cero agradecimiento a los bene-
factores españoles por la genero-
sidad y solidaridad de unas ayu-
das que van a responder, en par-
te, a las múltiples necesidades
pastorales que existen en este te-
rritorio de misión”.
Sor Lidia González hace otro
tanto, también desde el vicariato
apostólico de Méndez. Ella, que es
la superiora de las Siervas de la
Santísima Trinidad, nos da cuenta
de las clases de catequesis que
imparten los domingos en la igle-
sia del Sagrado Corazón, en el ba-
rrio Amazonas, de Macas, que es
la antigua Sevilla del Oro fundada,
en 1575, por el capitán José Villa-
nueva Maldonado. “Hay mucho
trabajo que realizar –señala sor
Lidia–, y la ayuda de los donantes
de España nos anima a seguir co-
laborando en la construcción de
un mundo mejor”.
Con todo, la ayuda de las
Obras Misionales no alcanza a cu-
brir todas las necesidades. Por
eso, según explica Nancy Rivera,
funcionaria del vicariato, tienen
intención de dirigir una nueva so-
licitud de ayuda económica a otro
bienhechor. El objetivo: “conse-
guir nuevos recursos para avanzar
con la edificación, para que los ni-
ños, niñas y adolescentes que re-
ciben formación espiritual no se
queden sin un lugar seguro y ade-
cuado para asistir a las catequesis
y recibir los sacramentos”. Actual-
mente, son 200 muchachos y mu-
chachas los que participan en los
diferentes cursos de formación.
Colaboran en esa tarea 14 cate-
quistas laicos y una religiosa, sier-
va de la Santísima Trinidad.
En el vicariato apostólico de
Méndez, la generosidad de los ca-
tólicos españoles también sirve
para hacer posible el funciona-
miento de 6 residencias de estu-
diantes, donde se atiende a 372
adolescentes y muchachos de las
etnias shuar y achuar.
De igual o parecido tenor son
los agradecimientos de monseñor
Walter Heras Segarra, vicario
apostólico de Zamora: “Mi grati-
tud a los creyentes españoles por
permitir que la mano misionera
de la Iglesia llegue a todos a tra-
vés de las distintas acciones pas-
torales que realizamos, y por per-
mitirnos ser instrumentos del Se-
ñor al servicio de su pueblo”.
JUAN DE VILLACOBOS
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