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SECRETARÍA DE LA VIRGEN PEREGRINA SANTUARIO DE SCHOENSTATT • Camino de Alcorcón, 17 - 28223 POZUELO DE ALARCÓN (MADRID)Tel: 91 709 00 15 • Fax: 91 709 03 25 • e-mail: snvirgenperegrina@gmail.com • Donativo: BARCLAYS IBAN ES53 00650185270001035653

Virgen Peregrina de Schoenstatttriduo verano 2O15triduo verano 2O15

Tercer día En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Queridas Familias:

Nos acercamos al tiempo de verano en el que cambiamos nues-tro ritmo de vida diario y nuestro espíritu busca descansar y reno-varnos. ¡Con María podemos hacerlo en la paz y la alegría de la fe! Hemos vivido un curso intenso, empezando con las celebra-ciones de los cien años de la Alianza de Amor que dio origen al Santuario de Schoenstatt, desde donde la Sma. Virgen quiere llevar a Cristo al mundo. E inmediatamente hemos recibido la visita de la “Reina de la nueva Evangelización de Europa” como una respuesta: “Sí, aquí estoy yo, en mi Santuario Peregrino para recorrer España, despertando la fe dormida, sembrando nuevas semillas, educando en los valores del Evangelio. Pero te necesi-to a ti, que tú seas mi corazón, mis manos, mis pies”. Ha sido un tiempo de gracias y toda gracia conlleva una misión. María quiere continuar su historia de colaborar con Jesús en nuestra salvación desde sus Santuarios Peregrinos. Estemos atentos para descubrir donde María quiere enviarnos, atentos a las oportuni-dades que se nos ofrezcan de llevar a la Virgen Peregrina a otras personas y familias que la necesiten.

¡Con María vivamos un verano misionero!

Oración: Querida Madre y Reina, para vivir nuestro verano misioneros queremos rezarte todos los días la oración de ofrecimiento: “Cuanto llevo conmigo, lo que soporto, lo que hablo y lo que arriesgo, lo que pienso y lo que amo, los méritos que obtengo, lo que voy guiando y conquistando, lo que me hace sufrir, lo que me alegra, cuanto soy y cuanto tengo te lo entrego como un regalo de amor a la fuente santa de gracias, que desde el Santuario brota cristalina para penetrar el alma de quienes a Schoenstatt han dado su corazón, y encaminar bondadosamente hasta allí a los que, por misericordia, tú quieras escoger, y para que fructifi quen las obras que consagramos a la Santísima Trinidad”. Amén. (P. José Kentenich)

Refl exión: “Y un testimonio que también tenga dentro la capacidad de movernos, de hacernos salir, de ir en misión, que no es ir a hacer proselitismo. Es ir a ayudar, a compar-tir, y que vean cómo lo hacemos y qué hacemos. (…) Y ahí sí, con la misión, la oración. Nadie puede decir “Jesucristo es el Señor” si el Espíritu Santo no te lo inspira. Y para eso tenéis que rezar“. (Papa Francisco. Audiencia Familia de Schoenstatt, octubre 2014)

¡Cuántas veces hemos experimentado la ayuda y la cercanía de la Sma. Virgen, la calidez de su amor en momen-tos de difi cultades o sencillamente la paz y la alegría en su presencia! Pero a los que Ella elige -y a nosotros nos ha elegido- les regala también una misión ¡Así lo leemos en el acta de Fundación de Schoenstatt!: ”Atraeré hacia mí a los corazones jóvenes y los educaré como instrumentos aptos en mis manos!” ¡Nosotros somos esos corazones jóvenes! A nosotros nos quiere educar y mandarnos al mundo, somos sus instrumentos para poder poner de nuevo el mundo a los pies de su Hijo, para realizar la Nueva Evangelización. Y ¿cómo? Ofreciéndole muchos regalos de amor, nuestra oración, compartiendo con los demás lo que signifi ca para nosotros que María venga a nuestra casa, ofreciendo a otros su visita y todo ello María lo transforma en gracias para nuestro bien, el de nuestros seres queridos y de muchos otros. ¡Nada sin Ti, nada sin nosotros!

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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.V

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Segundo díaV

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Primer día En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración: Querida Madre y Reina: Gracias por tu visita, por estar de nuevo en nuestra casa. ¡Cuántas cosas tenemos que contarte!... (Oración personal)

Sabemos que tú siempre nos escuchas, por eso te pedimos confi adamente que nos regales en este tiempo de verano, la gracia del cobijamiento, de sabernos y sentirnos amados por ti y por el Señor y así, con la paz y la alegría que llenará nuestro corazón, podamos atraer a muchas personas hasta ti ¡Nada sin ti, nada sin nosotros!

Refl exión:

“Somos transmisores de alguien que nos salvó a todos. Y eso solamente lo podemos transmitir si asumimos en nuestra vida, en nuestra carne, en nuestra historia, la vida de ese alguien que se llama Jesús. O sea testimonio. (…) ¿Cómo vivo yo? ¿Tengo doble vida? Es decir ¿me proclamo cristiano y vivo como pagano? La mundanidad espiritual, el espíritu del mundo que Jesús condena tanto (basta leer el Evangelio de Juan, como es repetitivo en eso). ¿Yo lo comparto más o menos con mi fe cristiana? ¿Mitad y mitad? El testimonio te tiene que agarrar todo. Es una opción de vida”. (Papa Francisco. Audiencia Familia de Schoenstatt, octubre 2014)

¡Con qué claridad nos habla el Santo Padre! Ahora que tenemos a nuestra Madre ante nosotros podemos conver-sar todas estas cosas con Ella, podemos contarle en qué aspectos de mi vida no consigo vivir según el Evangelio, contarle que hay cosas en mí que no me dejan amar, que hay cosas en mí que no son un buen ejemplo para los demás. Ahora que María está con nosotros podemos pedirle la gracia de la transformación interior que Ella regala desde sus Santuarios. Con Ella elijamos un aspecto concreto y tomemos un propósito para vivirlo todo este tiempo de verano ofreciéndoselo como un regalo de amor. Sabiendo que Ella quiere ayudarnos a asumir en nuestra carne, en nuestra historia, la vida de Jesús. Porque ése es su mayor interés: hacer de cada uno de nosotros otro Cristo, con-tando también con nuestra colaboración: ¡Nada sin ti, nada sin nosotros!

Refl exión:

En la audiencia con el Papa Francisco en la celebración del centenario de la Alianza de Amor, los jóvenes le preguntaron al Santo Padre qué podían hacer para invitar a los amigos a compartir una vida más plena con Cristo y el Santo Padre les contestó con tres palabras: testimonio, misión, oración.

“Parto de una frase de Papa Benedicto XVI. La Iglesia no crece por proseli-tismo sino por atracción… La atracción la da el testimonio. Consejo prime-ro: testimonio. O sea, vivir de tal manera que otros tengan ganas de vivir como nosotros”. (Papa Francisco)

Queremos acoger este consejo del Santo Padre para vivir nuestro verano misionero. Hoy tenemos ante nosotros a la Sma. Virgen: ¿Qué signifi ca para mí que María esté aquí conmigo? A Ella puedo abrirle mi corazón y contarle todas las cosas que me preocupan. Con Ella ya no me siento solo. Sé que está conmigo, regalándome su amor, cuidando de mí y de los míos, ayudándome en mis preocupaciones y necesidades. Y así yo puedo irradiar esa paz que Ella me regala, puedo mostrarme alegre a pesar de las difi cultades porque Ella me sostiene. ¿No tendrán otros ganas de vivir así también?

Oración: Querida Madre y Reina: Tú que nos miras con amor y ternura, mira también las heridas de nuestro corazón que nos quitan la paz y la alegría, mira las cosas que nos atan y no nos dejan acercarnos más a ti, a tu Hijo y a nuestros her-manos. Implora al Espíritu Santo para que bajo tu mirada nos renueve y nos regale nueva vida en Cristo Jesús. Amén.

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