tenencia de droga para el consumo personal

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F 1 CONTROVERSIA 9 La tenencia de droga para consumo personal Fumar hierba te revela tu propio yo a ti mismo. BoE MARLEY La marihuana causa amnesia... y otras cosas que no recuerdo. WooDv ALcEN Yo no he tenido problemas con las drogas. He tenido problemas con la policía por causa de las drogas. KEITo RIcHARDs, GUITARRISTA DE LOS R0LLING ST0NE5 Pensaba, por aquellos años, morir a los veinticinco años. Y las drogas me parecían una excelente forma de aprovechar el tiempo que me quedaba. Si Baudelaire se drogaba, si lo hacian Dalí, Buñuel, Artaud, Poe, &fuxley, ¿por quJ no yo? MARTiN Me acuerdo que la primera vez que prob! cocaína salía de trabajar y había cobrado la quincena. Me encontri! con unos conocidos y me ofrecieron comprar Gaste quince pesos en un papel, lo tomi y ahí empezó la pesadilla. RAFAEL

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Tenencia de droga

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Page 1: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

F1

CONTROVERSIA 9

La tenencia de drogapara consumo personal

Fumar hierba te revela tu propio yo a ti mismo.BoE MARLEY

La marihuana causa amnesia... y otras cosas que no recuerdo.WooDv ALcEN

Yo no he tenido problemas con las drogas.He tenido problemas con la policía por causa de las drogas.

KEITo RIcHARDs, GUITARRISTA DE LOS R0LLING ST0NE5

Pensaba, por aquellos años, morir a los veinticinco años.Y las drogas me parecían una excelente forma de aprovechar

el tiempo que me quedaba. Si Baudelaire se drogaba, silo hacian Dalí, Buñuel, Artaud, Poe, &fuxley, ¿por quJ no yo?

MARTiN

Me acuerdo que la primera vez que prob! cocaína salía detrabajar y había cobrado la quincena. Me encontri! con unos

conocidos y me ofrecieron comprar Gaste quince pesosen un papel, lo tomi y ahí empezó la pesadilla.

RAFAEL

Page 2: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

Mao:d — La ONU atr;bcye a os famosos a banal :acón del Con

sumo — La nueva generación ce jóvenes no heredó el susto de ‘oestraces de la heroína. — ¿Cuál es a resoonsablidad de los medios?

Voluntariamente o no, los trafcantes de drogas cuentan con publi

cistas de excepción. Las mismas caras que promocionan discos

películas o perfumes son, muchas veces, las encargadas de bana

lizar el consumo de estupefacientes, según señala la Junta lnter.

nacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), un grup’

asesor de la ONU.

DISCUSIÓN POR LA DESPENALIZM»I DE LA DROGAcial que avaló

por un fallo judiBuenos Aires — polémica

co de la marihuanael uso terapéUtl

una muler que tenía marihuana es su

La Justicia porteña sobreseyó ao porque era para uso terapéutico. El

casa: consideró que no era del!ntre quienes bregan por su despefla

su uso. La historiafallo logró reavivar la polémicatajafltemente a

que en un departalizacíáfl y los que se oponendesde la calle

vasos de plástico.olicia viocomenzó cuando un

antas de marihuana enabía 90 gramos demento había unas p

Entonces se allanó el departamento dondeh

marihuana. La lueza federal proceSó a esta muler por tenencia simple

de estupefacientes. La muier alegó que sutria dolores crónícos en la

columna, y que no podía tomar calmantes ni analgésicos porque tam

bién sufría problemas gástricos.

HOLANDA PROHÍBE LOS HONGOS ALUCINÓGENOSLa tolerancia termina tras varios incidentes y la muerte de unajoven

LA HAYA— El Gobjemo holandés ha decidido prohibir la venta dehongos alucinógenos después de que varias personas perdieran elcontrol por haberlos ingerido Lina vez recuperadas, no suelenrecordar lo sucedido El incidente mds grave lo protagonizó unaadolescente francesLt de 17 años, que falleció en marzo pasado traslanzarse al vacío desde un puente durante un viaje de estudios aAmsterdam. Los hongos contienen una sustancia química denomi.nada psilocibina, que provoca Visiones... En otra ocasión unturista islandés se rompió las piernas al tirarse por la ventana en

Page 3: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

t L\

“Cansado de no saber qué hacer; Jrustrado, con mi familia dividida, me bebo mi primera sidra. Al tiempo preparaba mezclas.Si no me dejaban ir a bailar; me escapaba. Tengo mi. primeranovia con relaciones y me peleo. Ahí empiezo a andar mal. Dejode nadar; que era el deporte que mas me gustaba, empiezo afumar marihuana y bebo cualquier cosa que tenga alcohol.

“Vivía sin problemas, ben. En la droga encontraba el sellode lo original y lo distinto. La tenía clara. Además, no le negabaini manera de ser a nadie porque yo defendía lo que hacía. Salvoen casa, donde una vez me encontraron droga y yo los convencíde que era la última vez.

“Me echan del colegio por bardo. Conozco el ácido y des) pues la cocaína, la cual se me prende rápidamente. La plata

no alcanza, empiezo a robar y ya estoy en cualquiera. Me) daba con cualquier cosa y me empecé a sentir asexuado, algo

muy raro en mi personalidad. En mi casa ni estaba, mi mamáse daba la cabeza contra la pared, se peleaba con mi viejo, yoqué sé... Vivía estafando a todos los que podía, peleándome yescapando de la policía y de mi realidad. No me parabanadie, cada vez que iba detenido, zafaba; pero de a poco fuisufriendo un deterioro. Cuando andaba sin plata, vendía. Pordentro siento miedo, pero no me detiene y me creo indestructible y ganador Repito cuarto año y empiezo a trabajar Dejola merca, pero no la marihuana ni el LSD y menos el alcohol.Pienso en abrirme y hoy me siento seguro e incentivado poruna novia. Con e’la gano confianza. Empiezo a nadar; dejohastael cigarrillo, pero el porro no porque me parecía que erasano. Después de algunas recaídas m doy cuenta de que no

—289—

Page 4: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

quiero oios ir )•U. no OLLC7O )bcLr mas. no CjLaL’ro ser mós

rucho. Otra no’O, cLlt) n LLevo. Gcino mús cocuza y ya

ten;o cies trabales. Pero despues se “teno todo abalo. Trabajo, 1

novia, toclú. Mc engancho con la merco y ol alcohol. De esa

epoca recuerdo sólo droga y mds droga y que la cabeza ya nci

razona bien. Siento soledad, angustia, tristeza y siento que n

puedo parar que no sé por qué actúo de esa manera. VueLvo

robar y ya no me tengo fe hasta que busco ayuda y empiezo

salir:”

Eduard

Fundación Manantiales

OTRA HISTORIA

Eran las 9 la de la noche de un caluroso viernes de febrero y

recién empezaba el allanamiento. Virginia estaba por salir coñ

su nena de dos años a comprar la cena, su marido había ido

presupuestar un trabajo mientras los oficiales de la policía’

incautaban las plantas de cannabis sativa.

Virginia llamó a su mamú para que pasara a buscar a lc

nenay procedió a mostrarles las plantas que tenía en la terraza

y algunos cogollos primerizos que puso a secar en el lavadero, a

dos meses de la cosecha. También tenía semillas feminizadas, de

o rigen español.

El allanamiento surgió a partir de una llamada anónima

Cinco horas después, la policía sacó fotos desde la casa de una ‘

vecina. No hubo ningún tipo de inteligencia previa para saber si

ellos cultivaban para vender o sólo para consumir: Los unifor- 1

— 290 —

Page 5: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

I madas les dero VLLClta la casa y se llevaron Lodo lo que puclera

servir de pruci)c, luLsLcL Ci XCiLCflU pLLVCL las Iiorni;cLs.

Por la madrugada partieron a la fiscalía de Trenque Lau

quen y a la vuelta, antes de bajar del patrullero, a Virginia y a

su marido Santiago les taparon la cabeza con. camperas. Vir

ginia jura que de reojo vio que un policía le estaba sacando una

foto. Al otro día, esa foto Llustró una nota del diario local titu

) lada: “Desactivan invernáculo destinado a producir marihuana.

Tina pareja detenida”. Afuera todo había cambiado.

Primero desaparecieron los amigos que solían frecuentar la

casa de este joven matrimonio. La familia de Santiago no lo

) podía creer; “Hace siete años que fumo, ¿y te parece que no soy

el mismo? Cuando fumo me agarra sueño y hambre y nada

más”, tuvo que explicarle a su abuela. Después se le cayeron uno

a uno los presupuestos de clientes a los que planeaba colocarles

tabiques, cielos rasos, durlocks. Valeria conservó su puesto

porque trabaja en la empresa de su abuelo, dedicada a la aero

náutica. Ambos coinciden en que lo peor no fue toparse con la

Justicia, sino con la sociedad de Pehuajó, una ciudad de 30 mil

habitantes que ella define “como un pueblo chismoso”. La causa,

que tiene la novedosa carátula de “cultivo para consumo per

sonal”, sigue abierta. (Página/12, 2008)

LOS HECHOS AL DESNUDO

Las drogas son consumidas desde tiempos inmemoriales

O por razones rituales, medicinales, hedonistas. Muchas de

() ellas Hegaron hasta nuestros días, mientras otras, como la

O mandrágora, se han perdido en el transcurso de los tiern

o—291—

Page 6: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

pos. Celebradas por artistas y poetas, en el Canto IV de la

Odisea Homero relata que “.. Helena, hija de Zeus... vertió

en el vino que estaban bebiendo un bálsamo (ricphcntcs)

contra el llanto y la cólera que hacía olvidar todos losmales; quien lo tomare.., no logrará que en todo el día lesurja una lágrima en las mejillas aunque con sus propios

ojos vea morir a su padre y a su madre o degollar con el

_______

bronce a su hermano o a su mismo hijo”. Este bálsamo erael opio, droga natural que ha perdurado hasta nuestros

días. En los arrabales, en lunfardo a la cocaína se la llamaba

______

con distintos nombres: “cocó”, “menesunda”. Todavía vi

gente, “merca” era otro de sus apodos, bautizada así porque

el laboratorio Merck elaboraba la mejor cocaína que, porese entonces, era adquirida en las farmacias.

En ese historial, su criminalización es reciente. Durantela década del 60, cuando la adicción a la heroína comenzó acrecer rápidamente en los centros urbanos y recibió el bene

plácito del ensamblaje teórico de pensadores contraculturales, el abuso de drogas se erigió en el centro del discursopúblico. Y era esperable: en festivales multitudinarios de latalla de Woodstock, celebrado en los Estados Unidos en

1969, las drogas —asociadas con una sensibilidad exacerba

damente desarrollada— se consumían amparadas bajo el

romántico lema de “amor y paz”. Parte de esta retórica idealista se perdió en los veinte años siguientes. Hoy las drogas,como los autos, denotan el estatus de su consumidor: la

cocaína es la niña mimada de los académicos y de los hombres de negocios por sus altos efectos estimulantes. Y así

como el costo de la cocaína la condenó a ser una droga deélites, el paco es el sustituto económico de los más pobres.

— 292 -

Page 7: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

En terminos globales. ias últ:mas cifras de la Ofic:na de

la ONU ccntra Ls.s Drogas y el Cnmen (ONUDC) indican

que 200 millones de personas usaron algún tipo de droga

ilegal en el último ario, de entre las cuales se calcula que 5

millones compartieron jeringas con el riesgo de transmitirse

el VIH y otras enfermedades infecciosas.

La ONU calculó que el valor del mercado global de

drogas ilícitas asciende al 6 por ciento del comercio global.

Las extraordinarias ganancias aportadas por este negocio

sin fronteras enriquecen a criminales, terroristas, insur

gentes políticos, gobiernos y políticos corruptos. Un es

) tudio reciente concluyó que si se observa por ejemplo, la

“cadena de valor” que involucra la producción, el procesa

miento, el tráfico y el consumo de drogas, el dato confirma) quiénes lucran más y dónde se obtienen las mayores ganan

cias en este productivo negocio. La evolución del precio de

la cocaína resulta por demás elocuente: tomando el valor de

la hoja de coca en el Chapare, una localidad de Bolivia,

pasando por Colombia (para su procesamiento) y México

(para su tráfico), y llegando a Nueva York, para su consumo

como cocaína, la variación del precio es del 1532%.

Los gobiernos declararon una y otra vez la “guerra

o contra las drogas” con resultados inciertos. En una

sesión especial de la Asamblea General de las Naciones

Unidas sobre drogas celebrada en 1998, la ONU se

reunió para evaluar el impacto de las políticas interna

o cionales sobre consumo y narcotráfico. La polémica en

o torno de la doctrina de la “tolerancia cero” entre dos

posictones hasta el momento irreconciliables dividió al

O mundo en dos bloques: el más intransigente, liderado

o—293—

Page 8: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

por Estados Unidos, consguiO un apoyo mayortano,

abogando en defensa de la persecución de todos los

niveles de la cadena del trafico y el consumo. El bloque

más conciliatorio, encabezado por Holanda, defendió la

política de no perseguir a los consumidores sino a los

procesadores y traficantes. .3

En ese entonces, ese organismo multinacional se com

prometió “a eliminar o reducir considerablemente el cultiv

ilegal de las plantas de coca, de cannabis y la amapola der

opio para 2008”. Sin embargo, hoy en día la producción >el consumo globales prácticamente son los mismos que una

década atrás. Incluso la cocaína es en el presente más pura

y menos costosa.

La utilización de drogas atraviesa todos los sectores

sociales. Y la Argentina se convirtió en un país no sólo de

consumo, sino en especial de tránsito. Nuestras fronteras

son ampliamente vulnerables al paso de cargamentos de

drogas porque se carece del equipamiento adecuado y del

personal de Gendarmería imprescindible para realizar con-•

troles eficaces: la droga ingresa principalmente por Salta 1

Misiones,Jujuy y Formosa, provincias cercanas o limítrofes

con Paraguay, Brasil y Bolivia. Pero también lo hace por el

norte de Santa Fe en helicópteros y aviones de pequel’1o

porte que aterrizan en pistas clandestinas. Y no es desde

ñable el contrabando hormiga que se hace en los puestos

fronterizos, como por ejemplo en Jujuy, donde es difícil

mente controlable porque es el único sostén económico de

la gente que se dedica a esta actividad.

— 294 —

Page 9: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

EL ESTADO DE LA CUESTIÓN

En relación con las drogas, una conducta es considerada

adictiva no sólo cuando se consume una sustancia con

características capaces de generar abuso. Además, como en

toda adicción, una conducta adictiva supone un individuo

con necesidad de un consumo frecuente; la concurrencia de

factores tales como tolerancia, dependencia física y psí

) quica: cierto deterioro del individuo y de sus vínculos con

el medio familiar y social.

Dada esta pluralidad de factores, y ante la urgencia de

) definir qué sustancias se calificarían como ‘drogas ilegales”,

se han ofrecido respuestas variadas. Algunas legislaciones,

como la inglesa, se ajustan a una definición que atiende a la

influencia de las drogas sobre el sistema nervioso central.

Otras lo hacen a partir del concepto de dependencia. Otras

recurren al listado de sustancias aprobadas por algún orga

nismo de control.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó

las drogas que pueden generar dependencia, agrupando las

que tienen efectos análogos e inducen pautas de comporta

miento similares en los usuarios. Siguiendo este criterio, se

propusieron las siguientes categorías: alcohol y barbitú

ricos; anfetaminas; cannabis (marihuana, hachís); cocaína;

)alucinógenos (LSD y similares); opiáceos; disolventes volá

tiles (pegamentos, productos industriales); tabaco.

Basándonos en esta clasificación de la OMS, es posible

reunir tres grandes grupos: estimulantes, depresores y alu

cinóge-nos. Son estimulantes las anfetaminas, la cocaína, el

O éxtasis y las metilxantinas (cafeína, teofilina, rnateína y

o—295—

Page 10: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

otros), pues alteran el estado mental y estimulan el cerebro

y ci sistema nervioso central. Su efecto consiste en:

aumertar y acelerar la actividad funcional, y su forma dé

administración es variada: puede ser mediante ingestión,

inyectada por vía intravenosa o aspirada por las mucosa

nasales. Los depresores son los tranquilizantes (benzodiace..,

pinas), los hipnóticos (barbitúricos y alcoholes), los analgé

sicos narcóticos (codeína, morfina, heroína, metadona:

otros), los anestésicos (éter, cloroformo y otros) y los disot

yentes inhalantes (acetona, tolueno y otros). Estas sustan

cias inducen al suefto y relajan el sistema nervioso mientras

deprimen o disminuyen la actividad corporal. La adminis

tración puede realizarse por vía intravenosa, oral o fumán

dolas. Por último, el grupo de los alucinógeios incluye el

LSD (dietilamida del ácido lisérgico), el peyote, la mezca

lina, el PCP y los cannabis: hachís, aceite de hash y mari

huana. Estas drogas provocan en el individuo una aliena

ción pasajera de la actividad psíquica, con distorsiones

perceptuales y desplazamiento de la imaginación. Producen

delirios, alucinaciones y estados de confusión y desperso

nalización.

Según una distinción para muchos controvertida, en

los países que adhieren a políticas prohibicionistas las

sustancias psicoactivas denominadas comúnmente “dro

gas” se diferencian de otras sustancias como el alcohol, el

tabaco o el resto de los psicotrópicos por su carácter ilí

cito. Cuando se examinan la licitud o ilicitud de las drogas

a la luz de las políticas públicas a adoptar, se revelan

bifrontes: por una parte, es fundamental determinar la

relación que el individuo guarda con la sustancia (tse

— 296 —

Page 11: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

naliza la tenencia, el consumo, el trádco?) por otra, se

ne en duda el grado de legitimidad LlUd les cabe a los

)nttOlCS públicos cuando se entrometen en una cuestión

índole privada.

La reflexión crítica sobre estas cuestiones condujo a que

propusieran cinco modelos que difieren en el rol asig

do al Estado en la regulación de las drogas: la prohibi

ón, la legalización, la despenalización, la medicalización y

reducción de daños. En este abanico de paradigmas, la

ohibición sostiene que la ley debe incriminar la tenencia,

consumo y el tráfico, y que cualquiera de estas modali

ades constituye un delito penal. La legalización plantea la

%corporación de la totalidad de las sustancias a un marco

gulatorio integral, reglamentando el comercio de sustan

ias y su incorporación a la economía formal. La despenali

ación se dihge a liberar la tenencia de psicotrópicos del

$stema penal, en cuyo marco se deja de tipificar como de

Jto o falta una conducta anteriormente castigada por la

gislación penal. La medicalización hace del adicto un

dnfermo, en el marco del modelo médico hegemónico, en

guyo marco todo desvío de la norma es visto como una

gatología. La reducción de daños es el último de los

Qaodelos, según el cual el problema de las adicciones debe

er tratado como un tema de salud y no de índole criminal,

()orque ninguna recuperación es posible por vía compulsiva

O bajo la intervención de un juez penal.

O Los defensores del último de los abordajes señalan que,

Qn ios años recientes, la salud pública se enfrentó con un

Qiuevo dsa fío: la propagación del VH-l-sida, problema gra

Q’ísimo asociado con el uso de drogas ilegales que condujo

o— _)07 —

Page 12: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

a promover un moio cje reducción de daños. Durante la

____

década del 80 los sanitaristas se dieron cuenta de que los

usuanos infectados compartían agujas y de que, con esta -

conducta negligente, propagaban el virus. Tras experi-:‘

mentar una epidemia de hepatitis atribuida a este modo de

transmisión, los holandeses fueron los primeros en advertir

los riesgos de compartir jeringas y pusieron a disposiciórí

de los adictos jeringas estériles, recolectando al mism

tiempo las usadas en farmacias y en diversos programas d:

salud pública. Esta práctica sería adoptada luego por Aus

tralia y por el Reino Unido.Entre los objetivos de esta política de reducción de

daños se apunta a que las agencias sanitarias puedan conec.i

tarse con los usuarios de drogas para hacer tratamientos d

desintoxicación, suministrárselas en algunas ocasiones,

darles agonistas (sucedáneos), brindar información sobre

su uso y consecuencias, y también distribuir jeringas y

materiales desinfectantes. Asimismo, pretenden reducir el

contagio de VIH y el consumo de estas sustancias, solu

cionar la situación familiar y laboral del adicto y disminuir

los riesgos de la marginación.

¿QUDíCELALEY?

Desde los inicios mismos del siglo pasado, nuestra legisla

ción contempló la problemática de la droga: la ley 11.309

de 1924 sancionaba a todo aquel que, autorizado para

comerciarla, vendía, entregaba o sumínistraba alcaloides

(compuestos orgánicos nitrogenados de carácter básico

— 298 —

Page 13: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

2

. producidos casi exclusivamente por vegetales, que son las- bases de las drogas) o narcóticos (los que producen sopor,

relajación muscular y embotamiento de la sensibilidad) sinreceta médica y sin ser capaz de justificar su tenencia.

En 1986 la Corte Suprema firmó un fallo clave, conocido como “caso Bazterrica”, cuyos fundamentos jurídicos,centrados en la idea de que consumir drogas es una cuestión privada y ajena a la autoridad judicial, suelen ser retomados cuando se debate la posibilidad de despenalizar la

• tenencia de drogas para el consumo personal. Hasta 1990,‘ los fallos de la Corte respetaron esta postura. En los

noventa se estableció una nueva jurisprudencia y se sancionó la Ley Penal de Estupefacientes (ley 23.737), quevolvió a castigar la tenencia para consumo. Lo que se debedecidir es si se regresa al fallo Bazterrica, donde los magistrados dictaminaron que el consumo personal no es untema de la esfera penal sino sanitaria, o si se continúan loslineamientos del fallo Montalvo, con el que la Corte menemista de los noventa impidió a miles de adictos acceder alsistema de salud, transformando a los consumidores dedrogas en “delincuentes” al considerarlos como “el primereslabón en la cadena del narcotráfico”.

Los defensores de la ley 23.737 alegan que las modifica) ciones no son necesarias, pues la normativa incorporó) métodos novedosos con el fin de que, sin desincriminar la) tenencia de drogas, el Estado no resigne su función primaria) de ayudar al adicto. En el presente, el consumo de drogas

no está prohibido. Eso significa que si una persona ingresa) en ui hospital con un cuadro de sobredosis, el médico no

tiene por qué realizar una denuncia judicial porque con-

Page 14: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

sumir no es cieiro Pero s esa misma persona tiene en su

poder drogas, el médico debe ciar aviso a la policía, salvo

que se trate de una escasa cantidad Lidie sugiera inequívoca

mente que la tenencia es para consumo personal”, según

reza la misma Ley Penal de Estupefacientes. Si el imputado

prueba que no es traficante, la legislación ofrece la posbi

lidad de un tratamiento de rehabilitación, en cuyo caso no

va a prisión, siempre y cuando el consumidor se declare

adicto. Por esta vía, en lugar de la pena por tenencia de

drogas para uso personal, la ley brinda una alternativa edu

cativa o curativa, según el caso lo requiera.

Aun cuando la ley penaliza sólo la tenencia de drogas,

se replica que penalizar la tenencia cuando es para consu

mo personal constituye una flagrante violación al principio

de reserva estipulado en el artículo 19 de la Constitución

nacional, según el cual “las acciones privadas de los hom

bres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral

públicas, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas

a Dios y exentas de la autoridad de los magistrados”. Y se

alega que, por añadidura, el régimen actual vulnera el prin

cipio de inocencia, pues invierte la carga de la prueba ya

que es el consumidor quien tiene que probar que no esta

comercializando. En desacuerdo con dichas objeciones,

quienes defienden la ley vigente rebaten que la incrimina

ción de la tenencia de drogas para uso personal no es una

normativa legal que obligue a un tercero a denunciar al

adicto que voluntariamente se presenta solicitando trata

miento u otra ayuda.

Si se vuelve al fallo Bazterrica, el país se posiciona en la

misma línea que Brasil y Uruguay en Latinoamérica, y

— 300 —

Page 15: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

Holanda, el Retno Unido, Suiza, España e Italia, en Europa.

Fundandosc en la doctrina según la cual el derecho

humano a la salud prima sobre la doctrina de persecución

penal del adicto, el discurso reciente avanza hacia la despe

nalización de la tenencia de drogas para consumo personal,

que pretende no sancionar penalmente al consumidor sino

‘ privilegiar su ingreso al sistema de salud, y optimizar así la

persecución judicial de los vendedores de estupefacientes.

Como es de esperar, y en vistas a los principios y conse

cuencias en juego, esta posibilidad cuenta con defensores y

detractores, cuyos argumentos giran en torno de la cues

tión: ¿la tenencia de drogas para consumo personal debería

ser despenalizada?

LAS RAZONES

En contra

Es inmoral

La mayoría de las personas considera el problema de las

drogas como un problema moral. Desde este enfoque,

consumir estupefacientes es una conducta violatoria de

normas éticas, por lo que el Estado estaría autorizado a

penalizar dicho proceder. Su expresión más radicalizada

es la defendida por ciertos grupos religiosos, entre otros

los mormones, quienes consideran inmoral la ingesta de

cualquier sustancia que altere el estado de conciencia de

cualquier persona: ellos prohíben no sólo las drogas ile—

—30—

Page 16: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

gales, sino tanihiri el alcohol, el tabaco, la cateína y el cho

colate.

En defensa de estos grupos radicalizados, se alega que -

quienes aprueban las sustancias consideradas legales y de

sapruehan al mismo tiempo las ilegales, caen en una suerte

de esquizofrenia o, cuando menos, de pusilanimidad moral

que conduce, condescendientemente, a trazar distinciones

morales entre el consumo de drogas ilegales y el de drogas

legales. El criterio de coherencia moral encontraría irra

cional defender la idea de que no hay nada ilegal en fumar

tabaco y condenar moralmente el consumo de marihuana.

Paternalismo moral

Mientras que muchos creen que la salud de los consumidores

presenta aristas morales que han de ser especialmente con

templadas, otros consideran los daños a los usuarios y a los

no usuarios como moralmente equivalentes. Ambas posturas

suelen asociarse a la premisa de que el Estado debe intervenir

para proteger ese bien jurídico que es la salud individual o

colectiva, pues es un interés de la sociedad impedir la autole

sión. En su versión más extrema, se defiende una forma de

paternalismo moral en cuyo marco los gobiernos deberían

promover el bienestar de sus ciudadanos, pues a ellos les

cabe “la responsabilidad de sancionar y ratificar leyes que

colaboren en la educación de los ciudadanos acerca de lo

correcto y lo incorrecto” (Bennett, 1989: A30).Aunque suele objetarse la intromisión pública en la vida

privada de los ciudadanos, quienes defienden esta función

— 302 —

Page 17: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

del Esiado señalan que es falso pensar a la sociedad como

una colección de individuos autónomos. Es cierto que no

podemos obligar a la gente a adoptar determinada concep

CjÓfl de la vida, pero podemos insistir en ciertos criterios

éticos que la sociedad civil debe cumplir para poder sub

sistir. Hasta el momento, endurecer las penas ha permitido

confinar el problema de la droga en un porcentaje relativa

mente ínfimo de la población. La despenalización i.ncre

mentaría el consumo de drogas y los daños esperables a

usuarios y no usuarios (Wilson, 1990).

Daños colatera’es y riesgo social

La droga afecta la salud públic2. y la seguridad social, cuyos

intereses están por encima de los intereses de los particu

lares. Entre los daños colaterales se suelen mencionar el ele

vado costo sanitario que demanda la atención de los adictos

y el gasto social generado por los accidentes, el ausentismo

laboral y la actividad criminal, en cuyo escenario es notoria

la influencia de las drogas prohibidas en los homicidios que

se producen a diario a manera de desenlace de robos a mano

armada. La propuesta de despenalizar la tenencia de drogas

para uso personal no tiene en cuenta que cualquier ingesta

de sustancias prohibidas, aun cuando sea realizada en el

ámbito privado de la intimidad, entraña un riesgo social

enorme, y no sólo potencial. La tenencia rebasa la esfera pri

vada y colisiona con los intereses de terceros: cuestiones

como la indigencia, la violencia doméstica, problemas de

salud, el abandono escolar, son a menudo vinculados con el

Q abuso de drogas que dañan el cuerpo social.

o—303—

Page 18: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

Argumento de la pendiente resbaladiza

Se recurre a una cadena de argumentos que conduce, dcsd

un comienzo aparentemente inocuo, a un [mal manifiestaL

mente indeseable. Con el fin de desaconsejar la despenali

zación de la droga, se afirma que desde el punto de vistá

poblacional, una medida de este tenor conducirá al incr

mento del número de consumidores. A su vez, esta FIexibfL,

lización en las leyes podría llevar a una progresiva acepta

ción de estas prácticas, siendo este el primer paso para un.

liberación total del mercado que culminaría con la legaliza

ción de todos los tipos de drogas.

Fracaso en el tratamiento del drogadependiente

La retórica de que se debe suministrar tratamiento a pedido

supone que hay una demanda de tratamiento. Pero, a juicio

de quienes se oponen a la despenalización, no es del todo

así. Aunque hay adictos que buscan tratamiento, personal ycomprometidamente, y lo siguen con un alto grado de adhe

rencia, hay muchos más que buscan ayuda tras una recaída

fuerte, y una vez estabilizados reinciden en el consumo.

Pero dado que los drogadependientes viven a corto

plazo y tienen escasa capacidad para comprometerse en

algo, los mismos adictos que se inscriben en programas de

rehabilitación a menudo los abandonan una vez que descu

bren la dedicación y el tiempo que esos programas

requieren. Estos dos grupos, los que buscan una solución

momentánea y aquellos incapaces de adherencia a un plan

— 304 —

Page 19: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

a largo pU:o, no son fáciles de ayudar. Un factor que juega

a favor de u n[erier el sa ftL qtw es la cornprobacóu de que

aquellos que ingresan por orden judicial permanecen en el

programa más tiempo —el que suele ser proporcional a la

probabilidad cte recuperación— (Wilson, 1990: 216).

Eficacia de la Justicia

La receta global de persecución a toda la cadena del tráfico

cte drogas se basa en la convicción de que la persecución

) penal de 1os traficantes “minoristas”, que suelen simular ser

• adictos, es la vía para llegar a los grandes narcotraficantes

que operan a nivel global. Estos esfuerzos, sin embargo,

) deben ir acompañados de un control de la corrupción de

3 los funcionarios públicos responsables de hacer cumplir las

leyes: jueces, policías y políticos, a menudo involucrados

en los grandes negocios del narcotráfico.

Afavor

Libertad de elección

El respeto hacia la autonomía personal es un valor funda

mental, jurídicamente protegido, en relación con el cual los

valores restantes son de índole instrumental. Sentada esta

O premisa, las leyes que sancionan la tenencia de estupefa

cientes para consumo personal son violatorias de nuestra

O Constitución, cuyo texto explicita que las acciones privadas

c— 30D —

Page 20: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

de los dombres que no perjudiquen a terceros, y que noafecten el orden ni la moral pública, quedan exentas de laautoridad de los magistrados. En el intento de proteger alos individuos, el Estado interfiere en conductas personales

que pueden ser consideradas por el agente como libre

mente elegida, y que no implican un riesgo de generar per-

juicios relativamente serios a intereses legítimos de terceros.

Adviértase, además, que interferir en la tenencia y el

consumo de las drogas cuestionadas inaugura una falta de

equidad en relación con los consumidores de otras drogas

legales como el tabaco o el alcohol. Se suele pasar por alto

que, desde un punto de vista estrictamente sanitario, las

drogas legales son igual o más dañinas que las ilegales, y la

división entre drogas legales e ilegales no es científica: el

tabaco y el alcohol, al ser más accesibles y al ser social-

mente ceptados, parecen diferentes de las otras drogas..:

pero no lo son, y esta semejanza, se concluye, no es una

cuestión menor.

Reducción de daños

Se considera un daño al detrimento, perjuicio o menoscabo

que una persona sufre a consecuencia de la acción u omi

sión de otra, y que afecta sus bienes, sus derechos o sus

intereses. Segfin este principio enunciado originariamente

por John Stuart Mill, y adoptado por la mayoría de las legis

laciones, el poder por parte del Estado sólo puede ejercerse

contra la voluntad de un indjviduo adilto para evitar un

daño a terceros. Cuando quien ejerce el daño y quien padece

— 306 —

Page 21: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

SUS efectos es el mismo individuo que se autolesiona, el

Estado IR) LbC lnicrvLnir. aun cuando, debido al daño cau

sado, terceras personas también sufran, salvo que, exccp

cionairnente, el individuo guarde, respecto de estas terceras

personas, ciertas obligaciones cuyo cumplimiento se haga

imposible por el daño que se inflige.

En concordancia con esta política de reducción de

daños, se observa que si bien las políticas de “tolerancia

cero” disuaden a veces, también incrementan considerable

mente el daño y el costo para aquellos que persisten en el

) abuso. Obedientes a la política prescripta en la ONU en

1998, numerosos países de la Unión Europea y de Latinoa

— mérica, entre otros la Argentina, instauraron una política

pública centrada en el control total del ciclo de la droga.

Los críticos de este eje prograrnático sostienen que con la

) política de “tolerancia cero” se procura buscar en la norma

penal que la ley haga el trabajo que es propio de otros espa

cios, llámense agencias sociales, de salud pública, etc. Para

peor, se alega que la incriminacion del uso de drogas en

varios países del continente obstaculizó las actividades de

asistencia y prevención, sin que se vislumbren por el mo

mento nuevas estrategias alternativas. En consecuencia,

el mejor enfoque no es la reducción de la demanda, sino la

“reducción de daños”. Reducir el consumo de drogas es

bueno, pero no es tan importante como reducir las muertes,

las enfermedades, [os delitos y el sufrimiento asociados

o tanto al uso indebido de las drogas como a las fallidas polí

ticas proteccionistas (Nadelman, 2007: 7 1-72).

cio—

—307—

Page 22: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

Ante el fracaso cte [a crirninaL:ación deL consumo cle

drogas asociada a la tolerancia cero”, la propuesta se dirige

a reducir las consecuencias negativas del consumo de estu:

pefacientes. Si bien los que la promueven contemplan la’.

abstinencia como uno de los objetivos de la terapia, reco

nocen que ese objetivo fue desplazado por la preocupación

por preservar la vida misma.o)

Acceso a la atención médica fI

Fi

Toda vez que las instituciones sanitarias u otros organismos

de atención de la salud son asociados por el adicto con lai

policía o con los jueces, la instancia penal condiciona e

contacto del drogadependiente. En especial cuando sé.

incrimina la tenencia de droga para consumo personal, el

adicto confunde ambas esferas públicas, una terapéutica y

la otra no, y se representa imaginariamente el riesgo de ser

detenido e incriminado. Este temor explica que la mayoría

de los usuarios de drogas no se acerque voluntariamente a

los centros de atención, obstaculizando la posibilidad de

recibir ayuda terapéutica y atención médica. De esta situa

ción de hecho se deduce que la norma penal que sanciona

la tenencia o el uso de drogas es irracional, porque además

de ser ineficaz para proteger la salud, contribuye a daiiarla,

al promover la persecución penal de los sujetos destinata

rios de tas actividades de prevención y asistencia.

— 308 —

Page 23: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

Salud pública

Las posturas fuertemente abolicionistas sostienen que, si no

hay daios a terceros, no existen fundamentos jurídicos para

discriminar a las personas basándose únicamente en las

sustancias que consumen (Nadelman, 2007: 74-75). De he

cho, los índices de consumo actuales no sólo son una

prueba fehaciente de que las drogas continuarán acompa

ñándonos, sino de lo sumamente complejo que es reducir

el consumo, tanto de sustancias ilegales como legales.

Milton Friedman (1989: A14) sugiere que, en lugar de cas

tigar la tcnencia y/o el consumo, deberíamos considerar las

drogas tal como hoy en día consideramos el alcohol y los

cigarrillos: como sustancias que deberían ser reguladas y

cuyos usuarios deberían ser tratados médicamente, en lugar

de ser encarcelados. Por razones de salud pública, las polí

ticas de control de drogas no deberían ocuparse en perse

guir a los usuarios casuales sino en evitar las enfermedades

y las muertes; en particular, detener el avance del VIH debe

ser una de sus prioridades.

Los adalides de la prohibición del uso de drogas suelen

afirmar que su consumo afecta a terceros provocando, por

ejemplo, accidentes automovilísticos. Aun cuando se con-

ceda la existencia de riesgos asociados a las drogas, y aun

cuando existan buenas razones para incriminar a quienes

conducen bajo sus efectos, admitir ambos hechos no

implica que se deba castigar a los consumidores responsa

bles por aquellos que no.lo son. Al fin y al cabo, no prohi

birúos la venta de alcohol a pesar de que castigamos a quie

nes conducen ebrios. En el marco del cuidado de la salud

.nn —

Page 24: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

pública, reducir el daño de las drogas lícitas como elalcohol y el cigarrillo implica fomentar la idea de beber conmodaración y de que quian bebe, no conduce, tal como lohicieron las últimas campañas a favor de la educación vialen el mhito nacional, O alentar a que la gente opte por losparches o los chicles de nicotina para abandonar el cigarrillo. AnJogamente, en las drogas ilícitas supone suministrar jeringas con el fin de reducir la transmisión de enfermedades infecciosas a través de su intercambio.

Eficacia de la Justicia

La Justicia se encuentra colapsada por los expedientesabiertos en causas contra pequeños consumidores. Cadauno de esos procesos penales le cuesta al Estado nacionalcinco mil dólares mensuales, si bien sólo una proporciónmínima de los imputados recibió condena, pues sus procesamientos nunca llegan a término. De continuar con unapolítica para muchos prohibicionista, la Justicia debe destinar recursos para lidiar con el último eslabón de la cadenade la droga, en lo que se gasta una suma significativa de dinero que podría ser destinado a combatir a los grandes carteles del narcotráfico.

—310—

Page 25: Tenencia de Droga Para El Consumo Personal

BIBIJOGR\FtA CONSULTADÁ‘1

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Para continuar con la lectura

Antonio Escohotado, Historia general de las drogas, Madrid, Espasa-Calpe,

2005.

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