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RUTINAS Y HÁBITOS:
APRENDIZAJES FUNDAMENTALES
EN LA E. INFANTIL
María Crespo Alba
Sara González Rey
Halyna Korzhenovska
Ana Moraga González
Azahara Muñoz Hidalgo
Cristina Oliva Téllez
Jeanette Tapetado Elvira
Nuria Blanca Vergara Jiménez
Introducción
Desde pequeño, el niño debe habituarse a cumplir con ciertas reglas. De esta forma,
saben qué hacer, qué se espera de ellos y, lo más importante, viven en un ambiente
donde pueden predecirse qué va a pasar si se cumplen o no las reglas establecidas. Estos
rituales son la base para la creación de los hábitos que poseerán a partir de la
adolescencia y que abarcarán cualquier aspecto de su vida. Sobre todo, hay que recordar
que los niños aprenden mejor si nosotros, como adultos, les damos ejemplo .Los actos
habituales quedan de alguna manera grabados en nuestra memoria y proporciona una
verdadera educación tanto a padres como a hijos. Y si además, existe colaboración entre
la escuela y los padres, será factible establecer programas y estrategias que faciliten la
formación del carácter de niños y jóvenes
Hábitos a trabajar
Cuando hablamos de adquisición, nos estamos refiriendo a que debe darse una
situación de aprendizaje y toda situación de aprendizaje requiere un proceso durante el
cual progresivamente se van incorporando conocimientos, actitudes y hábitos, es decir,
maneras de hacer constantes debido básicamente a la repetición de las mismas
conductas. En este sentido nos referimos a la rutina diaria como las actividades que el
niño realiza diariamente a la satisfacción de sus necesidades más primarias. Tienen gran
importancia, ya que se repiten regularmente facilitando así la adquisición de hábitos.
En la etapa de Educación Infantil, escuela y familia inciden en una serie de
actividades que aunque se realizan en contextos diferentes son comunes: alimentación,
higiene, autonomía y socialización, etc.
La actuación conjunta entre familia y escuela puede favorecer mucho la
adquisición de una serie de hábitos en los niños y niñas, básicos para su autonomía y
desarrollo posterior. Para ello es importante que los padres y madres conozcan qué
objetivos educativos tiene previstos este nivel educativo para la adquisición de esos
hábitos básicos, así como para los y las educadores/as también es importante conocer en
qué medida un niño o una niña de su clase está habituado.
CLASIFICACIÓN DE HÁBITOS
Hábitos de higiene:
Almorzar siguiendo las normas básicas de higiene.
Controlar sus necesidades básicas y realizarlo de una manera autónoma.
Utilizar solos sus utensilios de higiene personal.
Lavarse las manos cuando el niño o la niña lo considere necesario.
Hábitos de autonomía:
Ser capaz de localizar y coger el útil que necesite en cada momento de una
manera autónoma.
Ser capaz de beber agua utilizando su jarrita y dejarla en su lugar.
Realizar el trabajo de una forma autónoma.
Responsabilizarse de sus objetos personales.
Hábitos de orden:
No cambiar de sitio los materiales de cada lugar.
Cuidar, respetar y ordenar el material de cada lugar.
Cuidar y dejar ordenado en el lugar que le corresponde todo lo que use.
Colaborar en el reparto y recogida del material de juego.
Colocar el trabajo y el material en el lugar correspondiente.
Adquirir progresivamente el gusto por el orden y la estética en la organización
de los espacios.
Hábitos de trabajo:
Mantenerse sentado correctamente durante el tiempo que dura la tarea.
Concentrarse en la tarea.
Seguir las consignas de trabajo que se va a realizar y hacerlo de forma ordenada
y con limpieza.
Finalizar la tarea en el tiempo estipulado siguiendo las órdenes establecidas.
No levantarse hasta que no termine la tarea.
Utilizar correctamente los diversos materiales.
Hábitos de autocontrol:
Permanecer dentro del espacio asignado.
Permanecer correctamente sentados en las diferentes actividades.
Desarrollar actitudes de atención: escuchar al compañero que está hablando,
escuchar a la profesora.
Volver tranquila y ordenadamente a la mesa de trabajo desde la asamblea.
Salir y entrar de los pabellones, sala de usos múltiples de forma ordenada.
Disfrutar del tiempo del juego libre siguiendo unas normas básicas de
comportamiento.
Respetar los espacios de juego establecidos…
Asumir las normas de utilización de sala.
Hábitos de convivencia:
Compartir el material y respetarlo.
Utilizar un tono de voz bajo mientras se realiza el trabajo.
Colaborar y ayudar a los compañeros del grupo.
Pedir y respetar el turno de palabra.
Intentar solucionar los conflictos de una forma dialogada.
Saber esperar el turno y respetar las normas en el juego colectivo.
Hábitos de salud y alimentación:
Almorzar siguiendo unas normas básicas de higiene.
Mantener una actitud positiva ante una alimentación equilibrada.
Adquisición de hábitos en Educación
Infantil - 3 años
Hábitos 1
Los padres acompañan a sus hijos al centro y organizan la fila para que la entrada se haga en orden.
El maestro se hace cargo de los niños y los acompaña, manteniendo la fila, hacia el aula para comenzar la jornada de trabajo.
6-7-8-9-10: Entramos en el aula y nos quitamos los abrigos, guantes, gorros,… y colgamos la ropa en nuestra percha.
Cada niño dispone de una propia para todo el curso señalada con su foto. Y ya, preparados para comenzar la asamblea diaria.
Hábitos 2
Realizamos tareas de forma individual (potenciando las habilidades y destrezas propias de cada niñ@) y en pequeño grupo (trabajo cooperativo).
Hacemos un largo tren para salir del aula
Hago pipí solo en el WC adaptado a mi tamaño.
Después de hacer nuestras necesidades, formamos el tren.
Nos lavamos las manos y marchamos de nuevo al aula en orden.
Hábitos 3
Cogemos el desayuno de nuestro “bocadillero”, identificado individualmente con nuestra foto.
Tomamos el desayuno en nuestro sitio.
Nos limpiamos boca y manos. Recogemos y dejamos limpia nuestra mesa.
Hábitos 4
A la papelera tiramos los envoltorios, servilletas...
Nos vamos al recreo en orden.
Nos organizamos de nuevo en fila para volver al aula y subimos en orden.
Hábitos 5
Tiempo de relajación. Recogida y organización del material.
Intentamos ponernos los abrigos solos.
Fin de la jornada, nos vamos a casa.
Los padres esperan a sus hijos en el lugar convenido. El maestro entrega individualmente cada niño a sus padres.
Pasos a seguir en el proceso de enseñanza de hábitos y rutinas
Esos hábitos y rutinas debemos comenzar a incorporarlos desde temprana edad. Si
esperamos a formarlos, cuando tenga los 4 o 5 años, nos resultará una tarea mucho más
compleja.
¿Por qué ocurrirá esto, si el niño está más grande y comprende mejor? Pues la repuesta
es sencilla, es mucho más fácil incorporar buenos hábitos y rutinas directamente desde
pequeños que esperar a la edad escolar y tener que remover malos hábitos y rutinas para
incorporar luego los buenos.
Si queremos que los niños tengan buenos hábitos y rutinas, los padres deberán ser los
primeros ejemplos de los mismos.
También resulta positivo explicarle la razón de las acciones, por ejemplo por qué es
bueno lavarse las manos antes de comer o cepillarse los dientes o porqué es bueno que
recojan los juguetes. En un comienzo será positivo ayudar al niño a realizar los mismos,
para que luego comiencen a realizarlos solos.
La clave para todo esto es la constancia, la paciencia y la repetición. Tanto los hábitos
como las rutinas, pueden tardar algunos meses en incorporarse, pero no por eso
debemos decepcionarnos o pensar que es una tarea imposible.
Es claro que en algunas ocasiones deberemos ser flexibles y adaptar las rutinas y hábitos
a las necesidades del niño, sobre todo a medida que vaya creciendo y sus actividades y
horarios puedan ir cambiando.
La tarea no será sencilla, pero los hijos son total responsabilidad de los padres, y si
queremos que sean futuros integrantes de una sociedad, deberemos acompañarlos
durante todo su crecimiento, con amor, tolerancia y sobre todo, con la conducta
ejemplar de los padres.
Concepto: rutinas y hábitos
Un hábito es la costumbre o práctica adquirida por frecuencia de repetición de un acto.
Una rutina es una costumbre inveterada, un hábito adquirido que conlleva la realización
las acciones sin pensarlas, es decir de un modo automático.
Promoviendo la adquisición progresiva de la autonomía en las actividades
habituales del alumnado, y siguiendo a Zabalza (2010), las principales funciones que
desarrollaríamos al trabajar rutinas y hábitos en el entorno infantil serían:
• Ofrecer un marco de referencia. Una vez que se ha aprendido la correspondiente
rutina, el niño o niña es capaz de concentrarse en lo que está haciendo sin pensar ni
preocuparse en lo que vendrá después.
• Generar seguridad, dado que se trata de una actividad conocida por quien la realiza.
• Actuar como indicador temporal, puesto que aporta una percepción sensorial de los
distintos momentos en los que debe efectuarse la actividad permitiendo saber qué es lo
que hay que hacer antes y qué después.
• Potenciar procesos de captación cognitiva, referida a las distintas estructuras que
presentan las diferentes actividades a realizar.
• Desarrollar virtualidades cognitivas y afectivas a nivel metodológico con motivo de
las posibilidades de aprendizaje posterior que tendrán los niños y niñas respecto a la
adquisición de estrategias de planificación y organización de los aprendizajes.
Funciones de hábitos y rutinas
El hábito es un mecanismo estable que crea destrezas y que además podemos
usar para distintas situaciones: por ejemplo, abrocharse. También se pueden definir
como costumbres, actitudes, formas de conducta o comportamientos que conllevan
pautas de conducta y aprendizajes. El hábito bien adquirido y usado nos permite hacer
frente a los acontecimientos cotidianos.
La rutina es una costumbre personal establecida por conveniencia y que no
permite modificación, es decir, es inflexible para los niños y niñas; por ejemplo, colgar
el babi en la percha antes de salir de clase.
Por lo tanto, y a partir de las definiciones anteriormente desarrolladas podemos
decir que las FUNCIONES más importantes y que más destacan de los hábitos y las
rutinas son:
- Estas ofrecen un marco de referencia en el cual se basan los niños y niñas, y el
cual les aporta seguridad en su día a día. Una vez que se ha aprendido la
correspondiente rutina, el niño o niña es capaz de concentrarse en lo que está
haciendo sin pensar ni preocuparse en lo que vendrá después
- Generan seguridad en los niños y niñas pequeños, ya que se sienten seguros
cada vez que las realizan porque saben lo que va a ocurrir en cada momento. Se
repiten rituales que ayudan a que el niño vaya asimilando un esquema interno
que convierte su mundo en un lugar predecible y, por lo tanto, seguro.
- Actúan como indicador temporal, ya que los niños y niñas no conocen el orden
de las cosas cuando nacen, por lo que los adultos debemos enseñarles a
organizar su vida mediante horarios estables asociados a rutinas, es decir, a
través de actividades que se hacen todos los días de la misma manera.
- Potencian procesos de captación cognitiva referida a las distintas estructuras
que presentan las diferentes actividades a realizar.
- Desarrollan virtualidades cognitivas y afectivas a nivel con motivo de las
posibilidades de aprendizaje posterior que tendrán los niños y niñas respecto a la
adquisición de estrategias de planificación y organización de los aprendizajes.
La alimentación, sueño e higiene son los primeros hábitos que tienen que
aprender los niños. La rutina diaria es para los niños lo que las paredes son para una
casa, les da fronteras y dimensión a la vida. La rutina da una sensación de seguridad. La
rutina establecida da un sentido de orden del cual nace la libertad.
Debemos considerar los hábitos y las rutinas como puros aprendizajes que
contribuyen a una mejora de capacidad cognitiva de los niños y niñas.
¿Cómo trabajar los hábitos en Educación Infantil?
Enseñar hábitos no quiere decir, en muchos casos, realizar programas específicos sobre
ellos. Es muy importante aprovechar estas situaciones diarias programando los hábitos
que deseamos que el niño/a ejercite en cada momento de su crecimiento. Como toda
intervención educativa, el aprendizaje de los hábitos requiere una programación y una
evaluación constante para ir readaptando y asegurándose de que el proceso avanza
correctamente.
Los hábitos se forman mediante la repetición constante de rutinas, con el tiempo nos
acondicionan.
Para trabajarlos es necesario fijar unas pautas metodológicas que contribuyan a
sistematizar y organizar estos aprendizajes:
a. Se debe seguir siempre el mismo orden en las actividades
b. Se debe mencionar claramente y con frecuencia el nombre de la rutina a trabajar
c. Se debe establecer un signo explícito que marque la transición de una fase a otra
d. Se debe incluir distintos tipos de actividades para promover la generalización de
los aprendizajes a entornos no estrictamente educativos.
¿Cómo trabajar las rutinas en Educación Infantil?
El alumnado debe aprender las rutinas en el aula y la familia deberá tenerlo en cuenta
para establecer unas rutinas en el hogar que contribuirán al desarrollo psicológico de sus
hijos/as.
Como todo aprendizaje, y más tratándose de niños y niñas de Educación Infantil, resulta
necesario fijar unas pautas metodológicas que contribuyan a organizar y sistematizar
estos aprendizajes adecuadamente siguiendo siempre el mismo orden en las actividades.
La secuencia ideal para el aprendizaje de rutinas en esta etapa educativa, debería incluir
distintos tipos de actividades para promover la generalización de los aprendizajes a
entornos no estrictamente educativos.
Las rutinas en educación infantil se pueden trabajar de diferentes formas como:
Individualizadas, en pequeño grupo y en gran grupo.
Realizadas independientemente por el alumnado.
Apoyadas por el profesorado o los adultos.
Con implicación de desgaste físico y de quietud y relajación.
Realizadas en entornos de interior y exterior.
Relacionadas con la limpieza propia y de la clase.
Las rutinas en Educación Infantil no deben trabajarse como elementos rígidos e
impositivos, sino como procedimientos de estructuración ya que contribuyen a crear un
contexto de seguridad a través de la conservación y mantenimiento de pautas.
Un ejemplo de cómo trabajar las rutinas en infantil es:
-Comenzar la asamblea dando los buenos días y seguimos hablando de cosas que nos
interesan:
contamos "noticias"
enseñamos cosas que hemos traído de casa.
trabajamos los bits de inteligencia.
jugamos con "la señora lengua" (ejercicios de logopedia).
organizamos el trabajo de los rincones.
-Después de la conversación comienza el trabajo de los encargados, que se realiza en el
panel y cada día asignamos un cargo a cada grupo de niños. Además, en cada equipo,
tenemos un encargado de la mesa.
-El trabajo de los encargados es:
• fecha: cantamos la canción "los días de la semana" y colocamos, o
escribimos, el día de la semana y del mes.
• tiempo: el encargado coloca el día correspondiente en el panel.
• comedor: el encargado nos dice qué tenemos de menú, comprueba qué niños y
niñas no han venido y coloca las faltas en la puerta para que la encargada de
comedor pase lista.
• asistencia: el encargado pasa lista y coloca las faltas en el panel.
¿Qué rutinas trabajar?
Podríamos identificar como las principales rutinas a trabajar en la Educación Infantil,
tanto a nivel curricular como a modo de educación transversal y en el hogar, las
siguientes:
1.- EL ORDEN
El orden, no sólo referido al ámbito físico, sino también al temporal a través de los
horarios. La importancia de este hábito viene marcada básicamente porque la
organización y el orden en su vida cotidiana se reflejarán en su organización interior, lo
que le proporcionará un mayor nivel de seguridad que le permitirá orientarse y
desarrollar su inteligencia mejorando significativamente su rendimiento académico.
En cuanto al orden del entorno, no se trata de respetar el orden estético al gusto de los
adultos, sino de establecer un lugar para cada cosa facilitando su disciplina interna.
Algunas de las pautas a considerar para contribuir a mejorar el orden del alumnado
podrían ser las siguientes:
Establecer un horario lo más ordenado y claro
posible respetándose al máximo por todos y
todas.
Organizar el aula estableciendo un lugar para
cada cosa y a su alcance.
No amontonar materiales escolares ni juegos.
Enseñar a los alumnos y alumnas a coger de su
sitio los juguetes, a utilizarlos y a volver a
guardarlos en su lugar.
Establecer normas y límites respecto al horario, orden y comportamiento del
alumnado en el aula de forma que tengan claro en todo momento lo que pueden
hacer y lo que no deben hacer.
2.- LA HIGIENE
Algunas de las actividades cotidianas relacionadas con la higiene que pueden trabajarse
en la Educación Infantil podrían ser las siguientes:
Control de esfínteres.
Utilización correcta del inodoro.
Lavarse las manos, cara y dientes.
Dejar limpio el lavabo y el aseo después de
utilizarlo.
Sonarse la nariz adecuadamente. Toser y estornudar.
Peinarse y asearse.
En cuanto a la metodología a emplear en el aula para trabajar estos hábitos se sugiere:
Programar un tiempo determinado para enseñar los hábitos de higiene en el aula.
Situar a los alumnos y alumnas en semicírculo.
Dramatizar la secuencia de acciones para la utilización del inodoro, el lavabo y
el aseo de forma autónoma.
Realizar actividades para aprender cada movimiento, tales como: cortar papel,
subirse las mangas, limpiar el lavabo, cerrar el grifo, etc.
Utilizar el refuerzo positivo para motivar al alumnado en el aprendizaje en lugar
de regañarle.
Aceptar los posibles errores y ayudarles a rectificarlos.
Felicitarles explícitamente cuando logren el aprendizaje
3.- EL VESTIDO
Habitualmente, los niños y niñas en la Etapa de Infantil no llegan a asumir la
responsabilidad de vestirse ni de cuidar sus prendas de ropa, dejando esta tarea en
manos de sus adultos.
Ahora bien, resulta fundamental trabajar aspectos del vestido en estas edades para
alcanzar un mayor nivel de seguridad en ellos/as.
Algunas de las actividades que podrían trabajarse en el entorno del aula en este sentido
podrían ser:
Calzarse y descalzarse. Quitarse y ponerse los
calcetines.
Quitarse y ponerse la chaqueta o el jersey.
Quitarse y ponerse la ropa de abrigo.
Abrocharse y desabrocharse los botones.
Subirse y bajarse una cremallera.
Atarse los cordones de las zapatillas.
4.- LA ALIMENTACIÓN
De hecho, el hábito de la alimentación no sólo está referido a que los niños y niñas
sepan utilizar los cubiertos sin ayuda sino que aprendan a comer de todo, que sepan
comer la cantidad que cada uno necesita y que lo hagan en el tiempo establecido, lo que
dificulta en mayor medida la adquisición del hábito en su conjunto.
Algunas actividades que podríamos trabajar en relación con los hábitos en la
alimentación pueden ser:
Utilización de los cubiertos (cuchara, tenedor, cuchillo).
Pelar la fruta con la mano.
Abrir recipientes.
Beber en vaso.
Servirse la comida y el agua.
Utilizar el babero y la servilleta.
Recoger la mesa y los utensilios utilizados.
Igualmente, también podríamos promover algunas normas de convivencia asociadas a
las comidas tales como:
Comer sin levantarse de la mesa.
Masticar con la boca cerrada.
Esperar su turno.
No invadir el espacio ajeno.
Comer cada uno su comida.
No jugar con la comida.
5.- EL DESCANSO
Los pequeños, al igual que los adultos, deben compaginar estados de agitación y
actividad con estados de descanso, por ello resulta imprescindible establecer rutinas que
favorezcan que los niños y niñas se acuesten tranquilos siempre a la misma hora.
Desde el aula, algunas de las actividades que podemos realizar para crear la rutina y el
ambiente de siesta pueden ser:
Establecer un espacio de la mañana en la que
tienen que relajarse (normalmente suele coincidir
con el último período lectivo antes de salir del
colegio).
Colaborar en la preparación y recogida de colchonetas.
Descalzarse y calzarse.
6.- LA CONVIVENCIA
Desde que nacen, los niños y niñas viven con otros seres humanos con los que necesitan
comunicarse y convivir, motivo por el cual se hace necesario trabajar desde el ámbito
educativo algunas normas sociales que contribuyan a que la convivencia sea más
agradable para todos.
Entre dichos hábitos podríamos destacar:
Saludar y despedirse.
Dar las gracias y pedir por favor.
Subir y bajar escaleras teniendo en cuenta a otras personas.
Esperar el turno en la fila.
Comportarse en los transportes públicos.
Cruzar una calle, pasear por las calles, etc.
No gritar, etc.
Pedir permiso.
Aprender a compartir.
Ponerse en el lugar de otro (empatía).
Bibliografía
Guzmán Escobar, Marta. “Rutinas y hábitos: aprendizajes fundamentales en la
E.Infantil”
WEBGRAFÍA:
http://www.familias.apoclam.org/el-sistema-educativo-espanol/educacion-
infantil/aprendizaje-de-rutinas-y-habitos.html
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http://asomateamiclase.blogspot.com.es/p/rutinas.html
http://cicloformativodeeducacioninfantil.blogspot.com.es/2012/05/programacion
-de-habitos-y-rutinas.html
http://www.slideshare.net/anumrayen/formacion-de-habitos-en-los-nios
http://sociedad.comohacerpara.com/n2956/como-formar-habitos-y-rutinas-en-
los-ninos.html
http://www.wordreference.com