tema 2 - del moderantismo a la revolución democrática (1843 - 1874)

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Historia Poltica y Social Contempornea de Espaa @Jeav_89 | TEMA 2: DEL MODERANTISMO A LA REVOLUCIN DEMOCRTICA (1843 1874)

1 Entre la permanencia y el cambio. La sociedad espaola tras la revolucin liberal (1844 1874).Poco ms de tres dcadas transcurrieron entre el final de la regencia de Espartero (julio de 1843) y la restauracin de los Borbones (diciembre de 1874). El Partido Moderado gobern la mayor parte de estos treinta aos y estableci un marco institucional, constitucional y legislativo ajustado a su programa poltico que solamente se vio alterado durante dos breves periodos: el Bienio Progresista (1854 1856) y el Sexenio Democrtico (1868 1874). A lo largo de este tiempo, los partidos que defendan la monarqua constitucional fueron incapaces de asentar un marco poltico estable que asegurara un mnimo grado de convivencia pacfica. El ejrcito se convirti en motor del cambio poltico y adquiri un protagonismo esencial: comenz con el pronunciamiento que derrib a Espartero en 1843, sendos cuartelazos dieron paso al Bienio Progresista y al Sexenio Democrtico (1854 y 1868), siendo liquidados ambos periodos por dos golpes de Estado (1856 y 1874).Cuando Espartero abandon Espaa, el desmantelamiento jurdico del Antiguo Rgimen era ya un hecho consumado. Esto tampoco significa que hubiera un cambio radical en la sociedad espaola. Durante dcadas Espaa fue un pas dual en el que se solaparon inercias y mudanzas, lo viejo convivi con lo nuevo: rasgos propios de la economa del Antiguo Rgimen y otros de la moderna economa capitalista, una sociedad predominantemente rural con la cultura y las prcticas polticas liberales ms urbanas, hbitos y actitudes heredados de la sociedad estamental con otros valores de la revolucin liberal,En 1870, Juan Valera cifraba entre 6.000 y 8.000 las personas que tenan capacidad real para influir en la poltica y la economa nacionales. Se trataba de un pequeo ncleo, denominado clase gobernante, que el Partido Demcrata calificara poco despus como oligarqua. Conformaban la nueva lite social asentada tras la revolucin liberal, siendo una amalgama de grandes propietarios que adquirieron tierras en la desamortizacin y de nobles que perdieron sus privilegios pero conservaron ntegros sus patrimonios, de hombres de negocios enriquecidos por la especulacin, de jerarcas eclesisticos, polticos estatales, altos funcionarios, generales y profesionales liberales de mxima categora.Despojadas de sus privilegios, las grandes casas de la nobleza se entre-mezclaron con las nuevas familias enriquecidas, aunque conservaron cierta preeminencia porque an seran durante mucho tiempo las principales propietarias de tierras y porque transmitieron a las nuevas lites parte de sus hbitos y valores.La alta sociedad de la poca moderada sucumbi a los smbolos y prestigios de la nobleza, donde los salones aristocrticos marcaban el tono de la vida social. Financieros, generales y dirigentes polticos aspiraban a ganar algn ttulo nobiliario: Isabel II concedi ms de cuatrocientos durante su reinado. Tras la revolucin liberal, la Iglesia perdi sus privilegios y los recursos que haban sustentado durante siglos su poder econmico aunque, al igual que la nobleza, goz de una notable influencia sobre las lites polticas, econmicas y sociales de la Espaa moderada.A mediados del siglo XIX, los liberales empleaban los trminos clases medias o acomodadas para referirse al segmento intermedio de la sociedad, emplazado entre las nuevas lites dirigentes y el pueblo. Dos criterios separaban a los ciudadanos que integraban las clases medias de las clases ms populares: la condicin de propietario o la formacin para ejercer un empleo pblico, actividad acadmica y profesin liberal (comercios, fbricas, oficiales del ejrcito, etc.) En 1860, la alfabetizacin en Espaa no llegaba al 20%, por lo que poseer estudios superiores era signo de distincin, sinnimo de prosperidad econmica y prestigio social. De hecho, eran los dos requisitos bajo el rgimen electoral de sufragio censitario para ejercer el derecho a voto.Las clases medias constituan la masa crtica liberal, principal difusora de los valores polticos, econmicos y sociales liberales. Conformaba el ncleo ilustrado de las ciudades interesado por seguir o participar en la poltica local o nacional aproximndose a uno u otro partido, que segua la vida parlamentaria a travs de la prensa, que debata las ltimas noticias en cafs o casinos,El censo de 1860 cifra en torno a 600.000 el nmero de funcionarios civiles y militares, profesionales liberales, comerciantes y propietarios (apenas un 36% de la poblacin). Esta clase media viva en ciudades pequeas o medianas cuyo entorno era predominantemente rural. La revolucin liberal consolid los modelos de propiedad del Antiguo Rgimen: predominio de pequeas y medianas propiedades en el norte y en la costa levantina, y de grandes latifundios en el sur. Tambin empeor las condiciones de vida de los jornaleros agrcolas (ms de 23 millones entonces, un 15% de la poblacin).La legislacin liberal permiti que los propietarios pudieran desprenderse de aparceros, arrendatarios o colonos; o someterles a duras condiciones de explotacin. Muchas familias campesinas fueron empujadas a la proletarizacin. La desamortizacin de 1855 acentu el proceso al privatizar las tierras comunales de los municipios, permitiendo as a campesinos y jornaleros complementar sus ingresos con labores de caza, pesca, pastoreo o recolecta de madera. Analfabetismo, malnutricin, alta mortalidad infantil y una larga serie de condiciones miserables eran habituales en la vida de la mayora de jornaleros. Desde 1850 hasta 1870, estas condiciones de vida tan miserables alentaron la expansin de un republicanismo que, al grito de Viva la Repblica Federal, aspiraba al reparto de tierras.Los dueos de pequeos talleres o comercios y los artesanos constituan las clases populares urbanas (en torno a 1 milln segn el censo de 1860). Este dato revela una estructura de poblacin artesanal pequea, atomizada, ubicada en las ciudades y destinada a abastecer al entorno ms inmediato; propio del Antiguo Rgimen. Este mismo censo cifraba en 154.000 los jornaleros industriales, escaso nmero que reflejaba el lento avance de la industrializacin. Un tercio de ellos trabajaba en Catalua, nica regin donde la industria despeg con fuerza gracias a la fabricacin textil. A mediados del siglo XIX se construyeron all las grandes factoras algodoneras con modernas mquinas de vapor. Fue entonces cuando comenzaron a organizarse los obreros en pequeas asociaciones, embriones de los futuros sindicatos, que luchaban por mejores condiciones laborales y la reduccin de la jornada. El asociacionismo obrero experiment un avance exponencial con la irrupcin en nuestro pas de la Asociacin Internacional de Trabajadores, ya en la dcada de 1860. Muchas de estas clases vivan mal alimentadas, hacinados en barrios populares en condiciones miserables que provocaban una altsima tasa de mortalidad urbana. En Madrid, la tasa de mortalidad ascenda al 41 mientras que la de natalidad era del 39. El crecimiento vegetativo de la capital era negativo. No obstante, la poblacin creci gracias a la inmigracin procedente del campo.La insalubridad en los barrios populares urbanos se convirti en un problema crucial, crendose incluso una rama de la medicina cuyo objetivo era sanear estas barriadas (higienismo). Un inspector mdico del Ayuntamiento de Madrid ya describi en 1854 las condiciones de estos lugares durante una epidemia de clera: Habitaciones bajas, hmedas, sumamente reducidas, sin ventilacin, sin luz, donde se encierran familias de cuatro a seis individuos mal vestidos y peor alimentados.Que la mayora de la poblacin residiera en el campo no significa que no avanzara el proceso de urbanizacin. Si en el Antiguo Rgimen los individuos tendan a vivir en el entorno de su nacimiento, la movilidad espacial fue una de las grandes novedades del siglo XIX. A mediados de siglo, las ciudades atraan poblacin inmigrante en cantidades desconocidas hasta entonces. Por otro lado, el desarrollo de los transportes y las comunicaciones abrieron nuevas expectativas de prosperidad que permitieron aspirar a una vida mejor.Este proceso migratorio a las grandes ciudades avanz ms despacio que en otros pases de Europa, siendo an ms notable durante el primer tercio del siglo XX. Mediado el siglo hubo que derribar las murallas que rodeaban las ciudades, comenzando a proyectar su crecimiento mediante ensanches que an tardaran dcadas en llenarse, urbanizar nuevos barrios, establecer servicios de alumbrado y alcantarillado, mejorar las condiciones higinicas, construir estaciones de ferrocarril, levantar edificios que albergaran las instituciones del Estado,Tal despliegue de actividad constructora capt a muchos jornaleros agrarios. Pese a ello, el principal factor de atraccin urbana sigui siendo el sector servicios: administracin, negocios, poltica, clero, comercio, servicio domstico y un largo etctera.

2 El tiempo de los moderados (1844 1868).El Partido Moderado gobierno durante el cuarto de siglo comprendido entre el fin de la regencia de Espartero y la revolucin de septiembre de 1868, a excepcin de un bienio en que el pas fue regido por una coalicin de progresistas y puritanos, y otros cinco aos de gobierno de la Unin Liberal. Durante este periodo los moderados construyeron un marco constitucional, institucional y legislativo cortado a la medida de su programa. Crean que, consumada la revolucin liberal, tras dcadas de guerras y conflictos civiles, era preciso restaurar la estabilidad, asegurar el orden. Este empeo requera afianzas las instituciones liberales: reforzar la administracin del nuevo Estado, garantizar la propiedad, liquidar los restos del entramado del Antiguo Rgimen y establecer normas homogneas que estimularan los intercambios econmicos.Dispuestos a preservar el orden social, combatieron todo aquello que entraaba una amenaza revolucionaria. Por esta razn reforzaron el poder ejecutivo frente al legislativo, slo permitieron votar a una minora selecta de ciudadanos y suspendieron con frecuencia el ejercicio de los derechos y libertades individuales. Tambin impidieron a los progresistas acceder al gobierno con el respaldo de Isabel II y apoyndose en las armas, ya que consideraban al Partido Progresista esencialmente revolucionario. Cerradas todas las puertas, los progresistas se vieron abocados a tomar el poder por la fuerza mediante la movilizacin de sus bases en las calles o bien mediante pronunciamientos militares. I. La dcada moderada.El 30 de julio de 1843 Espartero abandon Espaa tras un pronunciamiento a manos de militares moderados y progresistas disidentes. La coalicin insurreccional sobrevivi a la cada del regente y pronto qued claro que el Partido Moderado era la nueva fuerza hegemnica. El 10 de noviembre de 1843, para evitar los problemas de una nueva regencia, las Cortes proclamaron mayor de edad a Isabel II al cumplir esta los trece aos. Un mes ms tarde el gobierno de Gonzlez Bravo desmantel la obra de Espartero: restituy la Ley de Ayuntamientos de 1840, suprimi la Milicia Nacional, restringi la libertad de imprenta y suspendi la venta de bienes desamortizados. En febrero y marzo de 1844, los progresistas intentaron recuperar el poder mediante pronunciamientos militares que fueron reprimidos por el general Narvez. La Constitucin de 1845.En octubre de 1844 el gobierno de Narvez llev a las Cortes un proyecto de ley que anunciaba la reforma de la Constitucin de 1837 pero que, realmente, institua una nueva Carta Magna con tintes polticos moderados. El nuevo texto constitucional fue promulgado en mayo de 1845. El gobierno super sin trabas el trmite parlamentario: los progresistas no concurrieron a las elecciones (perseguidos tras fracasar los pronunciamientos militares) y los moderados gozaban de una amplia mayora en las Cortes.La principal oposicin vino del ala izquierda del Partido Moderado, la corriente puritana. Los puritanos abogaban por un acuerdo global con los progresistas que permitiera la alternancia pacfica en el gobierno de ambos partidos, consolidara las instituciones y apartara a los militares de la vida poltica.La Constitucin de 1845 reforz la autoridad de la Corona frente a la autonoma parlamentaria. De entrada consagr el principio del liberalismo doctrinario que atribua la soberana al rey y a las Cortes en plano de igualdad. Esto ya supona un menoscabo del Parlamento en relacin al principio progresista que asignaba la soberana en exclusiva a la nacin reunida en Cortes.Para garantizar que no pasara un ao sin sesiones parlamentarias, la Constitucin de 1837 dispona que las Cortes se reunieran automtica-mente el 1 de diciembre si el rey no las haba convocado antes. El Senado dej de ser elegido por los ciudadanos, pasando a ser potestad del Rey designar a los senadores (de condicin vitalicia y nmero ilimitado) de modo que siempre prevaleciera frente al Parlamento el criterio de la Corona.El resultado de esta composicin del Senado fue una cmara ultra-conservadora concebida como freno a todo radicalismo procedente del Congreso. Para ser electo haba que disponer de una renta o pagar cierta cantidad por retribuciones, es decir, era necesario ser propietario. La Ley Electoral de 1846 elev los criterios de renta exigidos para votar, pasando los electores de 635.000 a menos de 100.000. Adems, la confesionalidad catlica del Estado fue consagrada de modo determinante. La consolidacin de las instituciones.Los moderados apuntalaron la estructura del Estado liberal, racionalizaron y modernizaron la administracin y acabaron con el caos provocado por la pervivencia de restos institucionales del Antiguo Rgimen. La nueva era tras la revolucin liberal requera estabilidad, reposo y confianza institucional.Durante la dcada los gobiernos moderados diversificaron las funciones del Estado y crearon nuevos cuerpos especializados de funcionarios. Sistematizaron la administracin de justicia en un esfuerzo regularizador que alcanz su culmen con la aprobacin del Cdigo Penal en 1848. En 1850 promulgaron la Ley de Contabilidad Pblica, lo que ayud a unificar las normas contables en toda la Administracin. En 1844 fundaron la Guardia Civil, un cuerpo militar que dependa del Ministerio de la Gobernacin: su funcin era velar por el orden pblico en las zonas rurales (lucha contra la delincuencia y el bandolerismo), respaldar a los notables locales, proteger a los propietarios agrarios y perseguir todo lo que fuera susceptible de causar conflicto social (asociacionismo obrero).La reforma educativa de 1845 estableci un sistema nacional de enseanza: implant planes generales de estudio comunes a todo el pas, cre institutos de enseanza media y escuelas para la formacin del profesorado, En 1847 se regularizaron los estudios universitarios. Ambas medidas unificaron criterios aunque no evitaron que la tasa de analfabetismo rondara el 75% de la poblacin.En 1852 el presidente del Consejo de Ministros, Juan Bravo, sistematiz la organizacin del funcionariado: unific escalas y salarios, criterios de ascenso, derechos pasivos, Este esfuerzo tan notable de homogeneizacin no impidi que el acceso y la promocin dependieran de prcticas clientelares.La reforma de la Administracin estatal constituy un esfuerzo de clarificacin y ordenacin aunque no implic la instauracin de un Estado fuerte. Al finalizar el reinado de Isabel II el presupuesto del Estado apenas llegaba al 10% del PIB, a lo que se une el elevado gasto destinado al ejrcito y a la defensa del orden pblico. La inversin en educacin o infraestructuras fue ms bien escasa.Los moderados tambin asentaron la estructura de la administracin provincial y municipal que ha pervivido hasta bien entrado el siglo XX. Siguiendo el modelo centralista francs, subordinaron las administraciones locales a un poder ejecutivo fuerte. Los alcaldes de capital de provincia con ms de 2.000 habitantes eran nombrados por el gobierno en luchar de salir electos por mayora en elecciones locales, tal y como estableca la Ley sobre Organizacin de Ayuntamientos de 1845.La designacin gubernamental de los alcaldes reforz el poder de los notables con influencia local (caciques), que ofrecan su apoyo a los gobiernos a cambio de recursos para distribuir entre sus clientelas y de mayor poder en sus territorios. Esta organizacin centralizada y tan jerarquizada permiti que los gobiernos controlaran la poltica local.En el mbito de la poltica econmica, los moderados liquidaron los restos de las estructuras del Antiguo Rgimen y sentaron las bases de un mercado de mbito nacional. La reforma tributaria de mayo de 1845 cerr una larga etapa de caos asociada a la pervivencia del sistema impositivo del Antiguo Rgimen, ineficaz y en plena descomposicin. Siguiendo el modelo francs, simplificaron el sistema tributario de forma que pas de tener una gran cantidad de tributos dispersos a unos pocos impuestos grandes. Esta reforma, que sigui vigente hasta finales del siglo XX, clarific el mapa tributario que por primera vez fue comn a todo el territorio, salvo Pas Vasco y Navarra.An as no logr atajar el dficit pblico, un problema ya crnico durante todo el siglo. El nuevo sistema tributario, demasiado rgido, fue siempre por detrs del crecimiento econmico y no suministr suficientes recursos a un Estado que, poco a poco, asuma nuevas funciones. La ausencia de una administracin fiscal eficaz y la participacin de grandes contribuyentes en la gestin de impuestos propiciaron un alto nivel de fraude. Adems, el nuevo impuesto de consumos que gravaba artculos de consumo general desat una fuerte oposicin popular y provoc incluso motines en algunos lugares.El 19 de junio de 1849 se estableci por ley el sistema mtrico decimal, lo que represent otro esfuerzo por acabar con la fragmentacin del mercado. En el Antiguo Rgimen cada comarca tena sus propias unidades de cuenta y se entorpeca as los intercambios. Esta ley dispuso su uso obligatorio a partir de 1860 aunque las antiguas medidas sobre-vivieron durante dcadas.Los moderados tambin combatieron el caos monetario heredado: en 1840 circulaban en Espaa varias decenas de monedas distintas. La reforma de 1848 asent un sistema monetario de base decimal cuya unidad de cuenta era el real de velln, desplazando as de la circulacin a las viejas monedas. Inestabilidad poltica: los partidos y la reina.Narvez gobern desde mayo de 1844 hasta febrero de 1846. Entre esta fecha y el 4 de octubre de 1847 se sucedieron hasta seis breves gabinetes moderados, alguno de los cuales no dur apenas un mes. La primera razn de esta inestabilidad reside en la propia estructura del Partido Moderado, siendo una formacin poco cohesionada que careca de disciplina interna. No exista una organizacin que coordinara sus acciones, no se celebraban reuniones peridicas pautadas, no haba cargos directivos electos, no se tena afiliacin, Era una coalicin de notables que aportaban a un tronco comn sus respectivas facciones, grandes redes clientelares vinculadas a un dirigente. Las luchas entre facciones del partido complicaba la gobernabilidad.Otro factor de inestabilidad fue la intervencin directa de la reina Isabel II en la lucha poltica. El ideario moderado insertado en la Constitucin de 1845 preconizaba el fortalecimiento del poder real. No obstante, Isabel II comenz a reinar siendo una nia y careca de una correcta formacin constitucional, siendo conocida por su mal criterio poltico. Convencida de que unos partidos robustos mermaran su autoridad, trat de fraccionarlos y dividirlos enfrentando a unos notables con otros.Al tiempo, los notables competan entre s por ganar el favor de la reina o de sus asesores, conscientes de que esta era la va ms directa para acceder al poder. Adems, Isabel II era altamente influenciable y las camarillas de aristcratas y religiosos tuvieron gran ascendencia en sus decisiones.II. El Bienio progresista y la reaccin moderada.El nuevo gobierno fue fruto del pacto entre progresistas y puritanos: Espartero asumi la presidencia y ODonnell ocup la cartera de Guerra. Los demcratas se descolgaron del acuerdo y capitalizaron el descontento y la movilizacin popular en un contexto de conflictividad social aguda.Los progresistas tomaron enseguida la iniciativa: se recuper la Ley de Imprenta de 1837 para eliminar as la censura previa, se retom la Ley Electoral aunque mantuviera el sufragio censitario en menor medida que hasta entonces, restituy las leyes del Trienio Liberal (descentralizacin de la administracin local y regulacin de la Milicia Nacional), La mxima expresin del programa progresista fue la Constitucin no nata de 1856, debatida en unas Cortes unicamerales y aprobada en enero de ese mismo ao aunque no lleg a entrar en vigor. La Constitucin proclamaba la soberana nacional y afianzaba los derechos y libertades individuales. Las Cortes ganaban autonoma frente al gobierno: el Senado era enteramente electivo en las mismas condiciones que el Congreso (aunque se requera un determinado nivel de renta). Para evitar que los gobiernos ningunearan al Parlamento, las Cortes deban reunirse todos los aos y celebrar sesiones durante cuatro meses consecutivos (como mnimo).Durante los dos aos que estuvieron al frente del gobierno, los progresistas centraron la mayora de sus esfuerzos en liberalizar la economa, articular el mercado, promover el desarrollo, Relanzaron el proceso desamortizador frenado por los moderados en 1844, con lo que pretendan continuar el impulso liberalizador emprendido la dcada anterior, reducir el volumen de deuda y compensar la supresin del impuesto de consumos (abolido al comenzar el bienio como concesin a las juntas).La ley desamortizadora del 1 de mayo de 1855 diseada por el ministro de Hacienda, Madoz, sac a subasta pblica las propiedades rsticas y urbanas pertenecientes al clero. Esto provoc un conflicto con la reina, que se resisti a sancionar la ley en un primer momento, y con la Santa Sede, que rompi incluso relaciones con el gobierno. Tambin se desamortizaron las tierras comunales de los municipios, perjudicando con ello a los campesinos ms modestos que complementaban sus ingresos realizando labores de caza, pesca, pastoreo, recolecta de lea,Para alentar la participacin en las subastas, el gobierno dio facilidades a los compradores: solamente deban pagar el 10% en la compra y el resto abonarlo en 14 aos. La operacin result un xito, logrando recaudarse ms de 766 millones de reales en un solo ao. Acabado el bienio, los moderados suspendieron las incautaciones pero en 1859 la Unin Liberal reemprendi la desamortizacin civil (no la clerical).Los beneficios de la desamortizacin tambin permitieron al gobierno re-activar la poltica ferroviaria, de vital importancia al no contar nuestro pas con ros navegables. La red de caminos y carreteras a mediados del siglo XIX era psima y supona un freno al desarrollo. El transporte de mercancas y personas se realizaba an a caballo en un pas cuya orografa era de alta dificultad. Adems de ser un sistema caro, era muy lento: un viaje de Madrid a Barcelona duraba entonces ocho das.En estas condiciones no era posible articular un mercado nacional dado el elevadsimo coste que supona, lo cual derivaba tambin en grandes oscilaciones en los precios para idnticos productos a lo largo del pas. La mayora de mercancas se movan en redes locales, autosuficientes y orientadas al abastecimiento de las ciudades.El ferrocarril rompi este cuello de botella al permitir el transporte regular de una gran cantidad de bienes a largas distancias. En 1848 se inaugur la primera lnea de ferrocarril en nuestro pas, apenas tena 30 kilmetros y una Matar con Barcelona. En 1851 se abri el trayecto entre Madrid y Aranjuez. Diez aos ms tarde de publicarse la normativa ferroviaria (1844) ya se haban levantado ms de 450 kilmetros de va. En ese momento no haba capital nacional para una inversin tan costosa y el capital extranjero no tena ningn aliciente para invertir en Espaa. La Ley General de Ferrocarriles de 1855 resolvi este problema: facilit los trmites para crear compaas ferroviarias, que recibieron cuantiosas subvenciones, y estimul la inversin extranjera para la importacin de material. Por otro lado, la Ley de Sociedades de Crdito de 1856 abri el mercado espaol al capital extranjero y a las grandes sociedades de crdito francesas se instalaron en nuestro pas, como Pereire o Rothschild.Gracias a estas medidas, la red ferroviaria rondaba los 5.000 kilmetros en 1865 y ya estaba diseada la mayor parte del trazado, de estructura radial con ncleo en Madrid. A finales del siglo XIX, todas las capitales de provincia estaban incluidas en el trazado ferroviario (la ltima capital fue Teruel en 1904). La liberalizacin del crdito y la construccin de la red ferroviaria relanzaron la actividad econmica y generaron un clima de euforia en la Bolsa.Desde el primer momento y durante todo el bienio, el gobierno de Espartero hizo frente a una notable conflictividad social. La subida del precio de los cereales provoc un encarecimiento general de los alimentos y redujo la capacidad adquisitiva de los salarios. El malestar social, fomentado tambin por una epidemia de clera, se manifest en motines y protestas contra los impuestos, el precio del pan,En Catalua, territorio con organizaciones obreras de importancia, la movilizacin se articul en torno a la libertad de asociacin, la elevacin de los salarios o la reduccin de la jornada laboral. En junio de 1855 el gobierno orden la disolucin de las asociaciones obreras, cuya reaccin fue convocar la primera huelga general de Espaa bajo el lema Asociacin o muerte. Este movimiento se extendi rpidamente por todo el pas durante el siguiente mes, aunque fue reprimido con gran dureza.El 7 de enero de 1856 la Milicia Nacional se levant en varias ciudades contra el gobierno y a favor de la repblica. En abril hubo ya motines en Valencia y Castilla, donde llegaron a quemarse incluso varias fbricas. La Milicia Nacional protagoniz muchas de estas revueltas, ya no era un cuerpo nutrido de clases medias como lo fue en sus orgenes sino que estaba conformada entonces por sectores de las capas ms populares (prximos al Partido Demcrata).El 14 de julio de 1856 el general ODonnell dio un golpe de Estado, depuso a Espartero y asumi la presidencia del gobierno. Ante el cuartelazo, la Milicia Nacional se levant en Madrid y otras ciudades, a lo que ODonnell declar el estado de sitio para despus disolver la milicia y acabar sofocando la insurreccin gracias al ejrcito. En septiembre clausur las Cortes Constituyentes y restituy la Constitucin de 1845. Pese a todo quiso mantener el espritu del bienio y no romper as con los progresistas: prohibi los destierros fuera de la Pennsula, disminuy el nmero de senadores que poda nombrar el rey, limit el nombramiento no de alcaldes por parte del gobierno a ciudades de ms de 40.000 habitantes,No obstante, el programa de ODonnell result demasiado blando para Isabel II, que en octubre de 1856 le retir su confianza y llam a Narvez. Durante el ao que dur su gobierno, este trat de retornar a la situacin previa a julio de 1854: suspendi la desamortizacin, restituy la Ley de Ayuntamientos de 1845, restringi los derechos fundamentales, derog el acta adicional de la Constitucin de 1845,En 1857 aplast la insurreccin de jornaleros y artesanos en El Arahal (Sevilla) que, al grito de Viva la Repblica, incendiaron el cuartel de la Guardia Civil y los archivos municipales. Narvez orden fusilar a un centenar de estos rebeldes. En octubre de 1857 cay el gobierno de Narvez, tras lo que le sucedieron otros dos breves gobiernos. A mediados de 1858 hasta Isabel II comprendi que el Partido Moderado era incapaz de gobernar y llam de nuevo a ODonnell, que a estas alturas ya haba fundado la Unin Liberal.III. El gobierno de la Unin Liberal.La Unin Liberal se remonta a la dcada de 1830, cuando los sectores ms centrados de los partidos Moderado y Progresistas sellaron el pacto que alumbr la Constitucin de 1837. Ya en 1854 hubo gestiones para formar un partido que ocupara el centro poltico y agrupara a puritanos y progresistas templados (ms conservadores). Como el resto de agrupaciones, la Unin Liberal era una agrupacin de notables, una coalicin de facciones liderada por el general ODonnell.La Unin Liberal no lleg al poder por sus propias fuerzas, sino tras la debacle del Partido Moderado. Sin embargo, el gobierno de ODonnell fue el ms largo del reinado de Isabel II (junio de 1858 febrero de 1863). Liberal, aunque conservador, y firme defensor del orden, ODonnell nunca reneg de la Constitucin de 1845 ni del marco institucional establecido por los moderados, pero atrajo a numerosos progresistas a la Unin Liberal con la promesa de asumir demandas histricas del progresismo (como la descentralizacin de la administracin local).ODonnell reemprendi la desamortizacin civil iniciada en 1855 (bloqueada por Narvez) aunque dej en suspenso la desamortizacin eclesistica. Aprovech la liberalizacin emprendida durante el bienio para reactivar la economa: expansin en los ferrocarriles, euforia en las bolsas, auge de las inversiones, El propio gobierno alent la actividad econmica con el pre-supuesto extraordinario para 1859, un plan de inversiones que a pesar de sus lmites apostaba por reforzar la inversin en obras pblicas, fomentar la marina, construir y renovar puertos, desarrollar el tendido telegrfico elctrico, La red de carreteras avanz a un ritmo de 500 kilmetros por ao durante este periodo.Fueron aos de expansin econmica y el gobierno de ODonnell quiso que la prosperidad de este periodo tuviera su correlato en una mayor presencia del pas en la escena internacional en un momento en que las grandes potencias europeas rivalizaban por expandir sus imperios coloniales. Durante estos cinco aos Espaa particip en operaciones diplomticas y militares alrededor del mundo. Fueron actuaciones circunstanciales que apenas reportaron ganancias territoriales aunque pretendan alentar el nacionalismo espaol y recuperar el prestigio perdido en Europa.En 1861 Santo Domingo se reincorpor a la soberana espaola, a peticin del propio gobierno dominicano, que pretenda frenar as las ambiciones anexionistas de Estados Unidos y Hait. Esta decisin no fue bien asumida en la isla, ya que en 1863 (al hacerse efectiva la ocupacin espaola) estall una insurreccin independentista.A principios de 1863 el gobierno de ODonnell acusaba ya el desgaste tras cinco aos en el poder. La unin de moderados y progresistas en la Unin Liberal se desgarraba y las bajas en las filas unionistas eran ya muy numerosas. Sucedi en parte tras la insurreccin republicana de los jornaleros andaluces, momento en que el gobierno adquiri un sesgo ms conservador. ODonnell tambin iba retrasando la apertura poltica hacia la izquierda por la resistencia de Isabel II.Al comenzar 1863 la presin del ala izquierda de la Unin Liberal arreciaba y ODonnell, temiendo que la Unin Liberal se rompiera, reorganiz el gobierno y dio ms peso en el ejecutivo al sector progresista del partido. La remodelacin inquiet a Isabel II, que empez a conspirar contra ODonnell. El 27 de febrero de 1863, incapaz de controlar ya la descomposicin de la Unin Liberal y convencido de haber perdido la confianza de la reina, ODonnell dimiti.IV. La crisis de la monarqua isabelina.Agotada la Unin Liberal, Isabel II entreg el gobierno a los moderados. Al igual que su madre, la regente Mara Cristina, Isabel II siempre fue reacia a contar con los progresistas, hecho que se acentu con los aos debido a la influencia de los neocatlicos en la Corte. Los neocatlicos consideraban que la religin era el elemento constitutivo esencial de la nacin espaola y el pilar sobre el que se asentaba la monarqua, por lo que la Iglesia y la Corona deban recuperar la preeminencia perdida tras la revolucin liberal. Esto supona liquidar la naturaleza liberal del sistema y supeditar la poltica a los dictados de la Iglesia: combatir la secularizacin, resacralizar la sociedad, En 1863 los progresistas, hartos de ejercer de convidados de piedra, decidieron retraerse: ya no volvieron a participar en las elecciones en lo que quedaba de reinado. El retraimiento electoral equivala a situarse fuera del sistema. Al renunciar a ganar el poder a travs de las urnas, los progresistas anunciaban que slo les quedaba la va de las armas. Pero ya no se trataba simplemente de derribar a un gobierno moderado, era la reina quien haba tomado la decisin de relegar a los progresistas, que ya hablaban abiertamente de derrocar a Isabel II.El Partido Moderado se haba mostrado incapaz de gobernar en 1858 y ahora no atravesaba una mejor situacin: estaba roto y dividido, asustado por las conspiraciones progresistas, embarcado en una deriva autoritaria que apart de sus filas al sector ms liberal, Entre marzo de 1863 y septiembre de 1864 se sucedieron tres breves gobiernos, tras lo que Isabel II recurri de nuevo a Narvez, quien enseguida se dispuso a defender el trono a sangre y fuego.El 10 de abril Narvez lanz al ejrcito contra una manifestacin estudiantil que protestaba por el cese en su ctedra del republicano Emilio Castelar tras publicar un artculo de prensa crtico con Isabel II. Este choque se sald con nueve muertos y ms de cien heridos. Una represin tan virulenta conmocion a la opinin pblica, tras lo que Narvez dimiti en junio de 1865.Fue ODonnell quien le remplaz, lo que auguraba cierta apertura liberal de su gobierno unionista. No obstante, a estas alturas los progresistas ya se haban embarcado en su estrategia insurreccional. En 1866 el general Prim encabez un pronunciamiento que fue fcilmente desbaratado por el gobierno. El 22 de junio se sublevaron en Madrid los sargentos del Cuartel de San Gil, lo que devino en una revuelta urbana con barricadas por toda la ciudad. Isabel II inst a ODonnell a que emprendiera un castigo ejemplar: el ejrcito fusil a setenta individuos, tanto militares como civiles.Pese a la dureza de este escarmiento, Isabel II no tuvo suficiente y an crea que ODonnell era demasiado dbil, demasiado liberal para afrontar lo que perciba como una revolucin que amenazaba directamente al trono. En julio de 1866 llam de nuevo a Narvez tras deshacerse de ODonnell, quien abandon el pas para instalarse en el sur de Francia ya harto de los vaivenes de palacio.Narvez suspendi las Cortes y las garantas constitucionales, depur el ejrcito y la administracin, cerr la prensa de la oposicin y desterr a quienes manifestaron la menor disidencia. Se aplic con rajatabla durante este periodo la clusula del Concordato por el cual el Estado velara para que en los centros educativos prevaleciera la doctrina catlica. Por este motivo varios catedrticos fueron apartados de la docencia por explicar asuntos que atacaban al dogma de la Iglesia: Emilio Castelar, Nicols Salmern, Francisco Giner de los Ros,En 1866 revent el mayor logro del reinado de Isabel II: la etapa de prosperidad econmica iniciada a mediados de siglo. La quiebra de un banco britnico provoc una contraccin global del crdito que cort el suministro de capital extranjero a las compaas de ferrocarril. Estas compaas ya llevaban tiempo mostrando su escasa rentabilidad econmica: bajo volumen de trfico y altsimas inversiones. El fracaso del negocio ferroviario y el derrumbe del crdito extendieron el pnico entre los inversores: la Bolsa se desplom y tan slo quince entidades bancarias sobrevivieron de las sesenta que antes existan.La quiebra del sistema financiero colaps la economa: la inversin cay, el crdito se contrajo, muchas empresas cerraron, el paro aument, La depresin redujo los ingresos de Hacienda y el dficit se dispar. Por si fuera poco, la crisis financiera coincidi con una crisis agraria: las malas cosechas de 1867 y 1868 elevaron el precio del trigo, arrastrando as al resto de alimentos de consumo bsico provocando un aumento de la mortalidad y una situacin de hambre en todo el pas. La suma de todos estos factores aviv un clima de malestar social.ODonnell falleci en noviembre de 1867 y Narvez en marzo de 1868, siendo an presidente del Consejo de Ministros, mientras que la oposicin se iba organizando. En agosto de 1866 la oposicin firma el Pacto de Ostende con el objetivo de trabajar juntos para derrocar a Isabel II. La mayora de los demcratas abogaba ya por la instauracin de la repblica, aunque relegaron esta cuestin hasta la convocatoria de unas futuras Cortes Constituyentes y as no crear fricciones entre los firmantes del acuerdo.En julio de 1868 la Unin Liberal se sum al pacto a pesar de que ODonnell, fiel a la reina, haba mantenido a su partido al margen de la conspiracin. Una vez muerto su jefe, el unionismo encabezado por Serrano se uni a la alianza insurreccional, a la que aport un importante contingente de mandos militares. De este modo se alcanz un perfil similar al de 1854: liberal-conservadores, progresistas y demcratas.

3 El Sexenio Democrtico (1868 1874).La revolucin estall el 17 de septiembre de 1868 al grito de Viva Espaa con honra!. El ejrcito y la armada se sublevaron en Cdiz al mando del general Prim y el almirante Topete, tras lo que se extendi la insurreccin por el resto del pas. Al igual que en pocas anteriores, en cada ciudad se constituy una junta y cuerpos de milicianos dispuestos a defender la revolucin. El 28 de septiembre las tropas sublevadas derrotaron a las leales a la reina en la batalla de Alcolea (Crdoba). Dos das ms tarde Isabel II parti hacia el exilio en Francia. La Junta Provisional Revolucionaria de Madrid asumi el poder ejecutivo hasta la constitucin de un nuevo gobierno provisional, el 8 de octubre, presidido por Francisco Serrano (jefe de los unionistas).I. Gobierno provisional y regencia de Serrano.Que la jefatura del gobierno provisional recayera sobre un militar de la derecha liberal era una clara seal de que no se quera trastocar el orden social con esta revolucin. Aunque presidiera Serrano, Prim era el motor de un gabinete en el que figuraban los principales notables de su partido. Entre la derecha unionista y la izquierda demcrata, los progresistas gozaron de una ventaja estratgica como grupo bisagra y reforzaron as su posicin. A pesar de permanecer fuera del gobierno, los demcratas influyeron decisivamente en su poltica. Tras arduas negociaciones, las juntas aceptaron disolverse el 21 de octubre a cambio de que el gobierno garantizara una amplia gama de derechos fundamentales, pues stas haban asumido el programa demcrata durante su ejercicio: sufragio universal, libertad de imprenta, libertad de cultos, libertad de reunin y asociacin,Poco despus, la coalicin revolucionaria se rompi cuando unionistas y progresistas anunciaron pblicamente que defenderan la monarqua como futura forma de gobierno. El Partido Demcrata se parti en dos: la mayora de sus integrantes (republicanos convencidos) abandonaron la coalicin, mientras que una minora consider que una vez asumidas las libertades fundamentales la democracia era compatible con la monarqua y, por ello, mantuvieron el pacto. En las elecciones de enero de 1869 los monrquicos lograron 236 diputados y los republicanos 85, siendo la principal fuerza de la oposicin.Las Cortes aprobaron el 6 de junio de 1869 una Constitucin democrtica donde su artculo 32 rezaba: La soberana reside esencialmente en la Nacin, de la cual emanan todos los poderes. Y la Nacin reunida en Cortes, nica soberana, decidi que su forma de gobierno fuera la monarqua. Una monarqua que vio limitados sus poderes respecto a pocas anteriores al tiempo que las Cortes ganaron una notable autonoma: potestad para legislar, Senado y Congreso eran electos por los ciudadanos,El rasgo ms caracterstico de la Constitucin de 1869 fue su extensa declaracin de derechos individuales en la que resulta evidente la influencia del Partido Demcrata. El Ttulo I pas a denominarse De los espaoles y sus derechos y ocup casi la cuarta parte del articulado constitucional. El concepto de soberana nacional alcanz su pleno sentido al ir acompaado por primera vez desde 1812 del sufragio universal masculino.Junto con derechos ya reconocidos anteriormente aparecieron otros nuevos como la libertad de asociacin, de reunin, la inviolabilidad del domicilio o de la correspondencia, La Constitucin extrem las garantas procesales para los detenidos: nadie podra permanecer ms de 24 horas detenido sin intervencin de un juez, ni privado de sus bienes ni derechos. Tambin proclam por primera vez en una constitucin la libertad de cultos, lo que se acompa despus de varias medidas secularizadoras. El gobierno provisional expuls a los jesuitas del pas, legaliz el matrimonio civil, se incaut de los archivos, bibliotecas y bienes culturales de la Iglesia; seculariz los cementerios, oblig al clero a jurar la Constitucin y retom el proceso desamortizador. Se disolvieron los conventos fundados despus de 1837 y sus propiedades fueron desamortizadas. Se reconoci la plena libertad de enseanza con el fin de extender al mximo la instruccin pblica sin previa licencia. De este modo aument el nmero de centros educativos cuyos grados fueron luego convalidados por tribunales oficiales.La poltica econmica del gobierno provisional pretendi eliminar las trabas al libre comercio y a la circulacin de riqueza. Se ratific la abolicin del impuesto de consumos, decisin ya tomada por las juntas en las ciudades alzadas durante la revolucin. Para compensar la baja recaudacin se instaur un nuevo impuesto directo sobre la riqueza familiar, un tributo complejo que fracas por la ineficaz administracin tributaria y tampoco consigui paliar el dficit pblico. Por ltimo, tambin se reform el sistema monetario. El 19 de octubre de 1868 la peseta se convirti en la nueva divisa nacional. El sistema monetario de la peseta era similar al francs y ello abri la puerta a la incorporacin de Espaa a la Unin Monetaria Latina (tratado de integracin monetaria constituido por Francia, Suiza, Blgica e Italia). No obstante, Espaa jams lleg a incorporarse.Aprobada por las Cortes la nueva Constitucin, el 18 de junio de 1869 el general Serrano fue nombrado regente del reino (a la espera de que el Parlamento eligiera un titular de la Corona) y el general Prim pas a presidir el Consejo de Ministros. Durante ese verano el gobierno afront ya un conato de insurreccin republicana, habindose extendido el republicanismo por todo el pas. En las elecciones municipales de 1869, los republicanos vencieron en una veintena de capitales de provincia.Entre los jornaleros andaluces, artesanos y trabajadores urbanos cundi el desencanto porque la revolucin de 1868 no devino en una repblica ni asumi el programa mximo de reformas al que aspiraban muchos republicanos. Para ellos la palabra repblica significaba ms que un simple cambio de rgimen o de personas en la jefatura del Estado: era un sinnimo de transformaciones econmicas, sociales y polticas radicales. Ya hubo conatos de sublevacin republicana en Cdiz, Mlaga, Paterna o Jerez; insurreccin que acab por extenderse en Catalua, Andaluca, Aragn y Levante. El gobierno suspendi las garantas constitucionales y recurri al ejrcito para sofocar estas revueltas.La conflictividad social sigui latente en los aos posteriores, no slo por la agitacin republicana, sino por un clima de malestar social causado por la crisis econmica que haba estallado. Se reactivaron las tradicionales formas de protesta: motines, partidas bandoleras, ocupacin de tierras en el campo, No obstante, tambin abundaron los conflictos industriales protagonizados por un movimiento obrero cada vez ms organizado que exiga subidas salariales, reduccin de la jornada laboral o mejora de las condiciones de trabajo.La constitucin de la Asociacin Internacional de Trabajadores (AIT) dio un fuerte impulso al asociacionismo obrero. Nacida en Londres en 1864, la Internacional se escindi pronto en dos tendencias: la socialista (encabezada por Marx y Engels) y la anarquista (dirigida por Bakunin). En mayo de 1869 se fund la primera seccin espaola de la Internacional. A finales de 1872 contaba ya con ms de 30.000 afiliados en todo el pas, un tercio de ellos en Catalua.El peso de la Internacional en Espaa durante este periodo fue escaso pero despert un miedo atroz entre empresarios y propietarios de la lite. Se gener miedo al movimiento obrero organizado en las fbricas, unido al temor ante la creciente conflictividad social en el campo y en las ciudades. Este miedo se acrecent tras la experiencia de la Comuna de Pars durante la primavera de 1871, motivo por el que las Cortes decidieron prohibir la Internacional en octubre de ese mismo ao.Sancionada la Constitucin de 1869, el gobierno de Prim se lanz a buscar un candidato al trono espaol. Los unionistas optaron por Antonio Mara de Orleans, duque de Montpensier, hijo de Luis Felipe de Francia (depuesto por la revolucin de 1848) y casado con una hermana de Isabel II. Representaba la apuesta unionista por una monarqua catlica, liberal aunque conservadora. No obstante, su candidatura cay en el olvido tras matar a Enrique de Borbn y Dos Sicilias, hermano del marido de Isabel II.Tambin se pens en Fernando de Coburgo, ex rey consorte de Portugal, cuya eleccin alentaba el viejo proyecto progresista de la unin ibrica con la reunificacin de Espaa y Portugal en un mismo Estado y bajo la misma Corona. No obstante, Coburgo rechaz su propuesta.Despus el gobierno trat con Leopoldo de Hohenzollern, hijo del rey de Prusia, pero Francia temi verse rodeada por el este y el sur por la familia reinante prusiana y presion al gobierno espaol para que abandonara este proyecto. Incluso un grupo de progresistas ofreci la corona a Espartero, aunque tambin rechaz la oferta. Por ltimo, Prim tante al prncipe Amadeo de Saboya, hijo de Vctor Manuel (primer monarca del reino de Italia); quien s acept la Corona. Su candidatura fue refrendada por las Cortes el 16 de noviembre de 1870 por 190 votos a favor, 97 en contra y 19 abstenciones.Amadeo I de Saboya desembarc en Espaa el 30 de diciembre de 1870, el mismo da en que el general Prim, su principal valedor, muri vctima de un atentado cuya autora jams lleg a esclarecerse.II. La monarqua de Amadeo I.El general Serrano presidi el primer gobierno del reinado de Amadeo I, en el que participaron todos los monrquicos de la coalicin: unionistas, progresistas y demcratas. Muerto Prim, el Partido Progresista se parti por la mitad: los progresistas ms conservadores se unieron a los restos de la vieja Unin Liberal para crear el Partido Constitucional. Quienes integraban este nuevo partido crean que la monarqua amadeista solo sobrevivira si lograba ser aceptada por los sectores ms conservadores de la sociedad. Por otro lado, la izquierda del progresismo y los demcratas se unieron en el Partido Radical, cuyos integrantes consideraban que la pervivencia de la monarqua exiga un avance hacia la izquierda. Crean que una monarqua plena-mente democrtica atraera a los republicanos de igual modo que camp a un sector del Partido Demcrata en 1868. Por ello, el Partido Radical asumi el programa de los demcratas y cont con la benevolencia de los jefes republicanos. En esta coalicin acab imponindose el aliado ms fuerte: a finales del reinado, Pi i Margall reconoca que los radicales estaban a merced de los republicanos.Sagasta, al frente del Partido Constitucional, y Zorrilla, a la cabeza del Partido Radical, fueron incapaces de entenderse y establecer un sistema de partidos estable en el que pudieran alternarse pacficamente en el gobierno. En ello influy su posicin ideolgica, cada vez ms distanciada, y que ambos lucharon por ocupar el espacio que antao ocupaba el progresismo. El resultado gener una inestabilidad poltica crnica: en poco ms de dos aos se sucedieron seis breves gobiernos.Los principios que defenda la Constitucin de 1869 eran plenamente democrticos y representaron un claro avance en nuestra historia, aunque haba pocos demcratas convencidos entre los gobernantes durante el reinado de Amadeo I. Las prcticas electorales habituales durante el reinado de Isabel II siguieron vigentes. El gobierno obtena del monarca el decreto de disolucin de las Cortes y organizaba las elecciones apoyndose en la administracin local: transmitan rdenes a los gobernadores civiles que, a su vez, la transmitan a alcaldes y caciques. Para reforzar el control gubernamental sobre el sufragio, el gobierno de Serrano modific la Ley Electoral: las primeras elecciones de 1869 se celebraron por circunscripciones provinciales y a partir de 1871 volvieron a organizarse por pequeos distritos, ms fciles de controlar por los caciques.La lucha entre constitucionales y radicales dificult la institucionalizacin de la monarqua de Amadeo I, adems del rechazo visceral al rey en importantes grupos sociales y polticos. Por la izquierda, los republicanos estaban dispuestos a combatir la monarqua en cualquier a de sus formas. No obstante, la ms demoledora fue la hostilidad de la sociedad conservadora. Para la Iglesia y los catlicos resultaba una afrenta que reinara en Espaa el hijo de Vctor Manuel de Italia, el rey que al conquistar la unidad italiana acab con los Estados Pontificios y releg al Papa al Palacio del Vaticano. Los partidarios del retorno de los Borbones se organizaron en torno a Antonio Cnovas del Castillo, aunque ste consideraba inviable el regreso de Isabel II y logr que la reina resignara sus derechos al trono en su hijo, el prncipe Alfonso. La mayora de los aristcratas, partidarios de Alfonso, hicieron el vaco a la dinasta de Saboya. El da que el rey hizo su entrada en Madrid los grandes palacios de la aristocracia cerraron sus balcones, donde an mantenan la flor de lis (smbolo de los Borbones) en todas sus decoraciones. A medida que aumentaba el miedo a la revolucin social, el apoyo al prncipe Alfonso prosper entre las gentes del orden, los industriales y el mundo de los negocios.Los carlistas combatieron a la nueva dinasta con las armas. En abril de 1872, el autoproclamado Carlos VII, nieto del primer pretendiente don Carlos, lleg a Espaa. Al inicio de la guerra apenas mantuvieron los carlistas unas cuantas guerrillas en Navarra, Pas Vasco, Catalua y Aragn. No obstante, a mediados de 1873 reforzaron sus posiciones y ocuparon parte de Navarra y Pas Vasco, adems de ciertos enclaves del Pirineo cataln. Como ya ocurri cuatro dcadas atrs, los carlistas levantaron un pequeo Estado cuya capital emplazaron en la ciudad de Estella y cuyo ejrcito oscilaba entre 20.000 y 40.000 soldados. Al igual que en la primera guerra carlista, los insurrectos tampoco pudieron expandirse ms all del Ebro. La guerra se prolong hasta 1876, ao en que cay el frente vasco-navarro.Amadeo I abdic el 11 de febrero de 1873. El detonante fue la discrepancia con su ltimo presidente del gobierno (Zorrilla) sobre la conveniencia o no de disolver el Cuerpo de Artillera (que se manifest contra la promocin de un general). Amadeo, de tendencia liberal-conservadora, no se encontraba cmodo con la deriva filo-republicana del Partido Radical que ya empezaba a provocar ruido en los cuarteles. La falta de respeto de la prensa acusada por el monarca muestra el desvo de una parte de la opinin pblica: republicanos, alfonsinos, catlicos,III. La Primera Repblica.El 11 de febrero de 1873, tras la renuncia de Amadeo I al trono, Congreso y Senado asumieron todos los poderes declarando como forma de gobierno la Repblica. Fue una decisin requerida por la urgencia, aunque claramente inconstitucional porque la Constitucin de 1869 prohiba que ambas cmaras se unieran juntas y estableca la monarqua como forma de gobierno. En las elecciones de 1872 los republicanos obtuvieron 80 diputados (78 federales y 2 unitarios) frente a los 299 diputados restantes.Los republicanos federales queran transformar radicalmente el Estado espaol, reconstituirlo a partir de la federacin de estados que, en principio, se corresponderan con las regiones donde cada uno tendra sus propios poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Por el contrario, los republicanos unitarios defendan la unidad del Estado espaol y crean que la instauracin de la repblica deba limitarse a poco ms que transformar la jefatura de Estado y a desarrollar derechos y libertades. A fecha de la renuncia de Amadeo I, los republicanos eran minora en las Cortes; aunque pudieron proclamar la repblica gracias al apoyo del Partido Radical. Cierto es que los radicales tampoco tenan otra opcin: la abdicacin de Amadeo I haba provocado un vaco de poder, la bsqueda de una nueva dinasta en las Cortes extranjeras era algo inviable y el retorno de los Borbones hubiera significado la claudicacin de la revolucin de septiembre. De este modo, radicales y republicanos votaron a favor de la repblica y acordaron participar juntos en un gobierno de concentracin.El mismo 11 de febrero de 1873 la Asamblea Nacional (Congreso y Senado) proclam a Estanislao Figueras presidente del poder ejecutivo de la Repblica. Figueras incluy en su gobierno a los principales dirigentes republicanos (Castelar, Salmern, Pi i Margall,) y asign varias carteras al Partido Radical. No obstante, el pacto entre radicales y republicanos solamente dur unas semanas. Ambos grupos relegaron la cuestin de la organizacin estatal a las futuras Cortes Constituyentes, pero era ya conocido que sus concepciones al respecto eran antagnicas.Los radicales asociaban el federalismo a la insurreccin y al caos, queran que el trnsito de la monarqua a la repblica conllevara el menor cambio posible y apostaron por una repblica unitaria, conservadora, que fuera capaz de defender el orden. Sin embargo, apenas haba republicanos unitarios, la mayora eran federalistas convencidos.Cuando Figueras anunci que defendera la solucin federal en las futuras Cortes Constituyentes, los radicales y otros partidos monrquicos tramaron un golpe de Estado que deba llevar a la presidencia de una repblica unitaria al general Serrano. Este golpe de Estado fue abortado el 23 de febrero. El 10 de mayo de 1873 se celebraron las elecciones a Cortes Constituyentes, uni-camerales. Los republicanos obtuvieron 343 escaos, frente a los 31 restantes del resto de fuerzas polticas. La abstencin lleg al 60% del censo. El 8 de junio las Cortes proclamaron la Repblica federal, a lo que Figueras dimiti dos das ms tarde.Figueras lidi con la presin conspirativa de los monrquicos, con las guerras carlista y cubana, con una Hacienda en crisis por la cada de ingresos tras la supresin del impuesto de consumos y el alza del gasto a causa de las guerras, Pese a esta situacin, la razn ltima de su dimisin fue la divisin del federalismo. Los federalistas saban que era casi imposible establecer la Repblica en Espaa mediante una victoria electoral y crean que solamente era posible mediante la revolucin: tras una insurreccin popular, las juntas locales republicanas se uniran en juntas de orden superior para llegar a federarse en una junta central de gobierno. El insurreccionalismo era, por tanto, parte esencial de la cultura poltica de este sector federal, que sostena que la Repblica deba constituirse de abajo a arriba, desde las juntas locales hacia el Estado federal.Tambin apostaban por esta va quienes crean que la Repblica federal deba ser ms que un cambio de rgimen o de personas en la jefatura del Estado, que no solamente tena que conllevar un relevo poltico sino tambin transformaciones econmicas y sociales radicales que no admitan ya demora. No obstante, la Primera Repblica no lleg ni a travs de las elecciones ni de la insurreccin, sino que lleg por donde menos se la esperaba.Los lderes republicanos en las Cortes se encontraron con una repblica dada por las circunstancias e instituyeron la Repblica federal desde el propio Estado, de arriba a abajo. Los republicanos partidarios de la lucha insurreccional, conocidos como intransigentes, desconfiaron de una Repblica que haba llegado pacficamente de mano de los monrquicos que acometa una transformacin excesivamente gradual del Estado y que se les apareca como un simple cambio de dirigentes al frente de gobierno. No entendan que, una vez rota la coalicin entre federales y radicales, la Repblica federal no fuera proclamada al instante.El gobierno de Figueras acus desde un primer momento la presin insurreccional. Tras proclamarse la Repblica, los campesinos protagonizaron en Montilla un motn que deriv en el asesinato de varios notables locales y en la ocupacin de tierras; que acab por extenderse a otras localidades andaluzas. En marzo los intransigentes catalanes exigieron la disolucin de las tropas destinadas en Catalua, acusadas de trabajar para los alfonsinos, y proclamaron el Estado cataln dentro de la Repblica Federal Espaola. Agitadores republicanos arengaron a los soldados, que se insubordinaron y abandonaron sus puestos. El gobierno negoci con los intransigentes pero no pudo restablecer la disciplina militar. Figueras no soport la tensin entre las filas republicanas y dimiti el 10 de junio. Le reemplaz en la presidencia Francisco Pi i Margall.Decidido a acelerar la institucionalizacin de la Repblica federal, tras asumir el cargo present en las Cortes un proyecto de Constitucin Federal de la Repblica Espaola. Su declaracin de derechos era similar a la de 1869. Adems dispona la separacin entre Iglesia y Estado, no pudiendo subvencionar ninguna administracin directa o indirectamente ningn culto. Tambin abola los ttulos de nobleza, aunque su principal novedad radic en la organizacin del Estado.Cada estado podra elaborar su constitucin y tendra sus propios poderes ejecutivo, legislativo y judicial. El Estado federal se reservaba importantes competencias generales: relaciones exteriores, tratados internacionales, ejrcito, moneda, comunicaciones, sanidad, gobierno de las colonias, El presidente de la Repblica, elegido por sistema indirecto, nombraba al gobierno y era responsable de mantener el equilibrio entre los estados de la federacin. Las Cortes eran bicamerales, aunque el Senado careca de iniciativa legislativa y su principal funcin era comprobar la constitucionalidad de las leyes.La comisin constitucional de las Cortes public el dictamen sobre el proyecto de Constitucin el 17 de julio, pero los intransigentes ya haban decidido acelerar el proceso federal desde las bases. En junio constituyeron en Madrid un Comit de Salud Pblica, encargado de organizar una sublevacin que acabara por extenderse a lo largo y ancho del pas. El objetivo era proclamar estados o cantones que, una vez constituidos, deban unirse para as establecer una Repblica federal de facto, desde abajo y sin esperar a que las organizaran las Cortes.La revuelta cantonal estall a mediados de julio extendindose por Andaluca y Levante, llegando incluso a ciudades de Castilla, otras capitales de provincia y localidades con fuerte actividad agrcola y notable presencia republicana. Convergieron en la revuelta una interpretacin extrema del ideario federal y la tradicin juntista de las revoluciones espaolas. El movimiento obrero apenas particip, aunque entonces estall en Alcoy una huelga general revolucionaria organizada por la Internacional local donde los obreros tomaron la ciudad y asesinaron al alcalde republicano.Agotadas las vas pacficas, Pi i Margall (federalista convencido) no quiso recurrir al ejrcito para reducirles por la fuerza y dimiti. El 18 de julio le re-emplaz Nicols Salmern. El nuevo presidente envi a los generales Arsenio Martnez Campos y Manuel Pava a sofocar la insurreccin en Levante y Andaluca, respectivamente. En septiembre ya haba sido sofocada la revuelta, salvo el cantn de Cartagena que resisti hasta el 11 de enero de 1874.No obstante, la presidencia de Nicols Salmern tambin fue breve. Era un destacado activista contra la pena de muerte y bajo su presidencia las Cortes aprobaron el 9 de agosto de 1873 una ley que, sin abolirla, abra la posibilidad de que los condenados a muerte fueran indultados. Sin embargo, el ejrcito lo consideraba un arma fundamental para combatir la indisciplina del momento, ya bastante mermada. Presionado por los militares para sancionar dos penas de muerte, Salmern dimiti el 7 de septiembre de 1873.Le sucedi Emilio Castelar, convertido al republicanismo unitario tras el caos de los primeros meses de Repblica federal. Castelar pretenda establecer una repblica conservadora que combinara libertad y seguridad, atrayendo a antiguos monrquicos radicales y gentes del orden, reconstruyera la unidad del pas, restableciera la disciplina militar, Desde el 20 de septiembre hasta el 2 de enero, Castelar gobern por decreto con las garantas constitucionales suspendidas.Su defensa del orden le vali el respaldo del ejrcito, que haba ido separndose de la Repblica ante el deterioro del orden pblico y el aumento de la indisciplina. Por el contrario, su giro unitario y conservador enemist a Castelar con los republicanos federales. No obstante, Castelar, firme defensor del parlamentarismo, regres a las Cortes en enero de 1874 para obtener un voto de confianza a su poltica. Dada la mayora parlamentaria federal resultaba previsible una derrota del ejecutivo. Ante la inminente constitucin de un nuevo gobierno federal, durante la votacin de la mocin de confianza el general Pava envi un destacamento militar al Congreso y disolvi las Cortes.Pava no quiso asumir la presidencia de la Repblica. Su intencin era entregar el poder a un gobierno de amplia coalicin que se extendiera desde los republicanos conservadores (Castelar) hasta los alfonsinos (Cnovas), aunque ninguno de estos dos partidos quiso participar en la situacin abierta tras el golpe de Estado. Fue el general Serrano quien asumi la presidencia del Poder Ejecutivo de la Repblica y estableci una dictadura sostenida por el ejrcito en cuyos gobiernos participaron ministros del Partido Constitucional (Sagasta) y del Radical (Zorrilla).Serrano suspendi las garantas constitucionales, disolvi la Internacional, ilegaliz a los republicanos federales y clausur medios de comunicacin no afines. Restaur el orden pblico pero no pudo consolidar un rgimen perdido en el limbo: una Repblica asentada sobre una Constitucin monrquica suspendida, gobernada por partidos monrquicos, sin el apoyo de los republicanos, no contaba con respaldo social, tena dos frentes blicos an abiertos, Decidido a supervisar la campaa militar en Pas Vasco y Navarra durante las guerras carlistas, Serrano deleg la presidencia del gobierno en el general Juan Zavala en febrero de 1874, a quien Sagasta reemplaz en septiembre.Mientras tanto, Antonio Cnovas del Castillo iba sumando apoyos para la causa Alfonsina. En noviembre de 1873, con diecisis aos, el prncipe Alfonso alcanz la mayora de edad. En diciembre de 1874 public un manifiesto que entraaba todo un programa poltico desde la academia militar de Gran Bretaa en la que se encontraba. En l se comprometa a ejercer como un rey verdadera-mente liberal, a sostener una monarqua constitucional que obrara de conformidad con los votos y la conveniencia de la Nacin, que combinara el orden legal y la libertad poltica,Una proclama en la que la Corona y la Nacin aparecan unidas pero que mantena un firme compromiso liberal llamado a convencer a los que an permanecan indecisos y a quienes teman que el regreso del hijo de Isabel II significara un retorno a las prcticas polticas de su madre. El 29 de diciembre de 1874, el general Arsenio Martnez Campos se pronunci en Sagunto y proclam a Alfonso XII como rey de Espaa. El pronunciamiento no provoc ninguna reaccin en el ejrcito, donde abundaban los alfonsinos. Dos das ms tarde, Cnovas del Castillo presida la regencia en nombre de Alfonso XII.

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