tecnologia e industria en méxico

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MXICO FACULTAD DE FILOSOFA Y LETRAS

TECNOLOGIA E INDUSTRIA EN MEXICO: ENTRE EL APRENDIZAJE EMPRICO Y LA ACADEMIA, ca. 1860-1940

Investigacin Posdoctoral

Guillermo Guajardo S.

Supervisor: Dr. Juan Jos Saldaa

Mxico 2003

2

INTRODUCCIN

I

Si bien son conocidas las relaciones dadas entre ciencia e industria desde el siglo XIX en los pases industrializados, en Mxico esos vnculos dinmicos entre ciencia e industria se han dado en forma incompleta como parte de la industrializacin llevada a cabo desde la dcada de 1950, y que en tiempos muy recientes se ha hecho realidad con la creacin de organismos privados y pblicos de investigacin1. Distinta fue la realidad dada antes de esa dcada, cuando las relaciones entre las actividades productivas con el mbito acadmico y cientfico se llevaron a cabo en un marco de ciclos de inversin, Revolucin, inestabilidad y recuperacin que experiment el pas entre 1860 y 1940. Las inversiones y cambios productivos iniciados en el ltimo tercio del XIX, crearon nuevos sectores y unidades como ferrocarriles, fbricas, energa elctrica, yacimientos mineros, fundiciones y refineras de productos bsicos, que

impactaron notablemente en la estructura productiva y social mexicana, al transferir tecnologas y procesos que demandaban nuevos conocimientos y habilidades tcnicas. Tambin el cambio1

Mowery y Rosenberg (1991). Casanueva (2001). Casas, De Gortari y Santos (2000)

3

tecnolgico dado desde la dcada de 1880, oper como red sobre diversas actividades que pasaron a ser parte de un proceso productivo coordinado de extraccin, transformacin y exportacin. Pero el cambio tecnolgico encontr lmites, por las

caractersticas de la actividad productiva, las capacidades de la mano de obra mexicana, tambin porque el gobierno no favoreci ni ejerci una poltica amplia de educacin tcnica hasta la dcada de 1930, y careca la economa mexicana de un sector industrial productor de tecnologa, todo esto hizo que se apoyara la transferencia de tecnologa pero no se impuls el cambio laboral y cognitivo necesario. En ese panorama debe destacarse que el mayor lmite al cambio tecnolgico fue el deterioro, destruccin y modificacin de factores dado durante la Revolucin Mexicana entre 1910 y 1920. Los aprendizajes tecnolgicos de la mano de obra experimentaron una profunda alteracin en sus jerarquas, movilidad y habilidades. Se ajustaron equipos, normas y saberes a un contexto de inestabilidad y vulnerabilidad, deterioro y recuperacin, combinando diversos

factores y formas de organizacin econmica y tecnolgica, antiguas y nuevas, a fin de darle continuidad a la industria y a los ferrocarriles. Este fenmeno clave para explicar buena parte de la trayectoria del subdesarrollo econmico de Mxico en el siglo XX, sin embargo, no ha merecido la atencin debida por parte de la historia de la ciencia y de

4

la

historica

econmica,

ya

que

se

ha

enfatizado

en

la

institucionalizacin de la ciencia y de la educacin tcnica, en tanto que la historia de la industrializacin cultivada por la historia econmica no ha profundizado en la tecnologa, en las dimensiones cientficas y en las relaciones con la educacin tcnica y universitaria. Ms atencin se ha puesto atencin a la firma, instituciones, financiamiento y condiciones de los mercados para el crecimiento, dando como resultado la historia de una industria y ferrocarriles sin tecnologa, de sectores que se desarrollan en el limbo de la firma y del mercado, sin considerar la notable inestabilidad de Mxico hasta bien entrado el siglo XX. Incluso cierta alquimia positivista minimiza la destruccin y el deterioro de la Revolucin, ligada a la crtica del rgimen poltico surgido de ese fenemno social; pero las agendas de investigacin no siempre convergen y en nuestro caso detectamos un notable grado de alteracin del tejido social y cognitivo que haca posible la actividad econmica. Para esto consideramos lo siguiente: A) A diferencia de las experiencias de economas avanzadas como los Estados Unidos y en Europa, en Mxico el despertar industrial fue una realidad que se dio limitadamente en sectores y lugares desde la dcada de 1830, y que empez a adquir un perfil moderno a fines del siglo2

diecinueve2;

B)

Pero

procesamiento

industrial

no

debe

Haber (1992A).

5

confundirse con industrializacin y mecanizacin de la produccin, porque en el siglo XIX el procesamiento industrial y los ferrocarriles permiti una mejora en la eficiencia de varias actividades econmicas e industrias de consumo pudieron expandirse, como las de textiles, cerveza, del calzado y de alimentos en respuesta a la expansin exportadora y urbana3; C) El equipamiento de las industrias y de los ferrocarriles se sostuvo en tecnologas, diseos y procesos importados, ya que gobiernos y empresas hasta bien entrado el siglo XX no se preocuparon de establecer bases locales para el desarrollo de tecnologa, conocimientos e industrias productoras de maquinarias y equipos de ingeniera; D) Los talleres instalados por firmas extranjeras o mexicanas para ferrocarriles, ingenios, fundiciones y establecimientos mineros fueorn un importante campo de aprendizaje para la ingeniera mexicana y vehculo para el cambio tecnolgico. El cambio tecnolgico fue impulsado por las inversiones predominantemente extranjeras y el crecimiento urbano y exportador desde el ltimo cuarto del siglo XIX, debi enfrentar un proceso de deterioro, destruccin e inestabilidad por la Revolucin. Esa

peculiaridad mexicana de la inestabilidad debe considerarse. Si bien autores como Sabel y Zeitlin indican que la fragilidad institucional y la transformacin son un hecho permanente de la realidad econmica, por la continua introduccin de nuevas tecnologas y formas3

Monten (2003).

6

organizativas4, ello fue distinto a lo ocurrido en Mxico en donde no se dieron las condiciones para convertir esas inestabilidades en fuentes de creacin y de dinamismo. Ms bien los procesos fueorn de ajustes a un contexto de inestabilidad y vulnerabilidad, crecimiento, deterioro y recuperacin. Tambin se considera cmo se combinaron diversos factores y formas de organizacin econmica y tecnolgica antiguas y nuevas para darle continuidad a la industria y a los ferrocarriles entre 1860 y 1940. Se estudian procesos productivos empricos y las formas no acadmicas de conocimiento y actividad, frente a la excesiva importancia que se le ha dado al conocimiento cientfico y a la institucionalizacin de las disciplinas cientficas y tcnicas.

Ello no significa desconocer las relaciones dadas entre ciencia e industria desde el siglo XIX como las actividades de investigacin e innovacin en el siglo XX, sino considerar la realidad del pas y perodo en estudio, de no ser sede de vnculos masivos entre ciencia e industria ni de genuinos y masivos ciclos de innovacin propia, sino de innovaciones importadas, transferidas y aplicadas. Por esa razn interesa detenerse en los fenmenos de deterioro, recuperacin y recombinacin de las tecnologas en el campo de la enseanza de la ingeniera, la educacin tcnica, la actividad de la industria y los4

Sabel y Zeitlin (1997), p. 2.

7

ferrocarriles, en el trabajo de los creadores rutinarios de soluciones, en donde un empresario, ingeniero o la mayor de las veces, hombres prcticos de talleres, haciendas y minas emplearon formas empricas de conocimiento tcnicos para hacer funcionar el sistema productivo.

II

Una idea de fondo a la agenda de trabajo seguida es sealar que la persistencia por ms de un siglo de ciertas prcticas productivas, de lgicas de negocios y de culturas laborales de baja productividad y fragilidad institucional no son un error pasajero, ni un hiato entre un antes de atraso y un despus de desarrollo. En ese sentido conocer el funcionamiento incorrecto de maquinarias, cmo se construye una baja productividad de la mano de obra y las decisiones pblicas y privadas que explican la escasez de la innovacin, indican que todo ello obedece a una racionalidad, a normas, habilidades y conocimientos que se establecen, aprenden y evolucionan en el tiempo hasta constituir un tipo de economa que no recurre a amplias ni desarrolladas bases locales de innovacin tecnolgica. No obstante el anlisis del cambio tecnolgico y en general del papel de la ciencia y de la tecnologa en el proceso econmico sigue siendo considerado como una "caja negra". Adems, el anlisis de la

8

difusin internacional de la tecnologa es problemtica porque comprende la codificacin dada en planos y manuales, como tambin en los conocimientos y habilidades de los individuos5. Como tambin la tecnologa se asocia a la idea de progreso y a los modernos desniveles entre naciones pobres y naciones ricas. Se debe sealar que hasta el siglo XVIII los desniveles de desarrollo entre diferentes sociedades no tenan consecuencias internas relevantes, pues las relaciones de intercambio se producan a travs del comercio de larga distancia en una dimensin y contenido que no afectaba en absoluto la dinmica interna de los pases. En ese sentido los sistemas anteriores al capitalismo eran regionales y no tenan la capacidad de polarizar entre regiones atrasadas y avanzadas, entre industriales y no industriales, entre ricas y pobres. Fue desde fines del siglo XVIII e inicios del siglo XIX, cuando los economistas clsicos sealaron que la riqueza poda ser creada ms que adquirida, lo cual se manifestara en un conjunto de procesos dinmicos y complejos6.

A este respecto Karl Marx (1818-1883) y luego Joseph A. Schumpeter (1883-1950) indicaron que el mayor motor de cambio tecnolgicos y organizacionales es la actividad de la innovacin, la cual forma parte de las complejas actividades del capitalismo5 6

Freeman (1994), p. 463. Rosenberg (1976), p. 82. Vertova (2001), pp. 605, 611. Niman (2000), p. 222. Nelson (2002), p. 239.

9

moderno que emplea estructuras de no-mercado7, por lo dems la economa moderna no sera posible sin conocimientos cientficotecnolgicos crecientes. Por lo dems la multiplicacin de la

productividad en los pasados dos siglos, en las seis ms grandes economas surgidas desde 1950, se asocia a una alta tasa de inversin en bienes de capital, como requisito para un rpido y largo crecimiento8. A este respecto, Schumpeter indic a la innovacin como el concepto para describir la primera introduccin de cualquier nuevo producto, proceso o sistema en la economa, lo cual tambin incluye las innovaciones directivas y organizativas, aunque en la prctica los estudios sobre innovacin se han centrado en el aspecto tecnolgico. Solamente fue Schumpeter y sus seguidores los que colocaron en el centro de su anlisis, en donde la innovacin se utiliza para describir el conjunto del proceso de desarrollo de un invento y el lanzamiento de un nuevo producto o proceso (como en la direccin de la innovacin), como tambin para identificar la fecha exacta de introduccin de tales nuevos procesos y productos9. Sin embargo el empleo de innovacin (innovation) no qued completamente perfilado, al utilizarse para describir el conjunto del proceso de desarrollo de un7

Senghaas (1985), pp. 27-28. Wallerstein (1988), pp. 85-87. Amin (1997), pp. 6-7. Witt (1999), p. 28. De Long (1992), p. 307. Freeman (1992), pp. 246-247.

89

10

invento y de lanzamiento de un nuevo producto o proceso, o bien para identificar la fecha exacta de introduccin de tales nuevos productos y procesos10. Esto derivaba de lo que indica Rosenberg (1976), en el sentido de que Schumpeter no se preocup de examinar en forma sistemtica la actividad innovativa, por lo que su conceptualizacin de innovacin le otorg una excesiva importancia al conocimiento cientfico y una insuficiente atencin a la ingeniera y a otras formas bajas de conocimiento11. En todo caso sigue habiendo un consenso general de que el cambio tcnico es una fuente muy importante de dinamismo, que su anlisis es un problema altamente relevante pero que la tecnologa se sigue viendo como un factor sin historia, disponible libremente, como una caja negra de progreso e innovacin contenidos en su aplicacin universal. Y es que histricamente la definicin

progresista de la tecnologa fue hecha antes de que se vinculara a la actividad cientfica, siendo importante el proceso de codificacin de la tecnologa ante el avance de la mecanizacin en el siglo XIX. El concepto de tecnologa se conform en ese siglo para indicar una revolucin industrial permanente, idea vigente hasta el da de hoy, a pesar de que el trmino ha cambiado en su contenido real. Desde la segunda mitad del siglo XIX se redefini la ingeniera hacia una10 11

Clark (1992), pp. 340-343. Freeman (1992), p. 246. Rosenberg (1976), pp. 68, 77.

11

funcin econmica al separarse de su antigua funcin militar, y asociarse ideolgicamente a una revolucin permanente, a la representacin de un perpetuo cambio como factor de modernidad, independiente de las condiciones sociales y econmicas, adquiriendo un carcter determinista12. Lo cual tambin gener un cambio en el vocabulario poltico, al destruir el contexto de las ideas alternativas o contrarias al industrialismo que comenzaron a ser consideradas como utpicas e incomprensibles13. Lo anterior se ha reflejado en la excesiva importancia dada al estudio de las tecnologas avanzadas e industriales, reforzado por cierta tradicin histrica de inspiracin tanto marxista como liberal que ha hecho nfasis en el hecho de que la transferencia de tecnologa hacia el Tercer Mundo destruy las fuerzas productivas locales. Sin embargo otras evidencias indican que el avance de la mecanizacin y el desplazamiento del artesanado crearon nuevos estilos productivos y una reconfiguracin de lo nuevo y lo viejo, tal como lo revelaron varios estudios en las dcadas de 1970 y 80 que cuestionaron la visin predominante sobre la Revolucin Industrial en Gran Bretaa y los Estados Unidos, al rescatar alternativas

productivas ms flexibles, especializadas y de menor escala14.12 13 14

Salomon (1984), pp. 115, 117, 127, 141, 143. Sabel y Zeitlin (1985), p. 143. Berg (1987). Sabel y Zeitlin (1985, 1997).

12

Enfoque que debe considerarse en Amrica Latina y en Mxico, en donde existen economas con sectores de productividad diversa coexistiendo nuevos y viejos procesos15.

De esa manera, est abierta la agenda para estudiar formas productivas y cambios tecnolgicos que no significaron innovacin sino recombinacin de recursos, tecnologas y mano de obra todo lo cual acompa desde mediados del siglo XIX la modernizacin de la industria, transportes y el aprendizaje de la ingeniera en Mxico.

III

En seis captulos se analizan fenmenos como la combinacin de las inversiones extranjeras con los factores y el contexto local, el aprendizaje de la ingeniera en los ferrocarriles y la industria, las calificaciones tcnicas de la mano de obra, la fabricacin de bienes de capital entre otros. El primer captulo trata sobre las relaciones - poco visibles entre el estudio histrico de la industria y tecnologa en Mxico lo cual es parte de un continuo desinters por estudiar el impacto del sectorUn ejemplo refinado es el magnfico libro de Tirthankar Roy, Traditional Industry in the Economy of Colonial India, en donde estudia cmo las industrias tradicionales de la India lograron modernizarse y ser parte del proceso de industrializacin despus de 1947. Roy (1999).15

13

productor de maquinaria sobre el crecimiento y sus innovaciones tecnolgicas. As el debate sobre tecnologa e industrializacin se ha enmarcado dentro de la historia econmica, preocupada ms bien de fenmenos institucionales y de crecimiento utilizando hiptesis extradas de la teora convencional y de un extremado positivismo. Tampoco se consideran explicaciones a partir de modelos de cambio comparativos de largo plazo. En general la historia de la industria y de otras actividades mecanizadas en Mxico, ha profundizado poco o casi nada en los aspectos tecnolgicos y an menos en las dimensiones cientficas y en las relaciones con la educacin tcnica y universitaria. En el captulo dos se analiza el ciclo de inversiones y los cambios productivos y tecnolgicos ocurridos desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la dcada de 1920. Las inversiones extranjeras crearon nuevos sectores como ferrocarriles, energa elctrica,

yacimientos mineros, fundiciones y refineras de productos bsicos en una sociedad que desde 1910 entr en un ciclo de deterioro por la Revolucin. En ese sentido se destacan los lmites que encontr el cambio tecnolgico por la inestabilidad poltica pero tambin por los mecanimos de recuperacin dados tras la Revolucin, y por las caractersticas de la actividad productiva y de la mano de obra mexicana.

14

Las relaciones entre la formacin de ingenieros y los ciclos de inversion e introduccin de nuevas tecnologas para el transporte y la produccin entre el decenio de 1860 y 1930 se tratan en el captulo tres. Ello se dio en un panorama en donde Mxico al no desarrollar industrias de equipos, mquinas y herramienta durante las ltimas dcadas del siglo XIX, hizo que los ferrocarriles, minera y petrleo se basaran en la maquinaria y habilidades extranjeras sin impactar ampliamente sobre la educacin tecnolgica, por lo que el ciclo de crecimiento de los ferrocarriles hasta 1910 fue una oportunidad perdida para la formacin de ingenieros. Las condiciones para el trnsito hacia profesiones tcnicas ligadas con la economa empezara a darse desde la dcada de 1930, cuando el ferrocarril ya no era predominante ni como medio de transporte, ni polo tecnolgico, tarea que asumira la industria y las obras pblicas. En los captulos cuatro y cinco se analizan los aprendizajes tecnolgicos de la mano de obra mexicana que estuvieron

caracterizados por su empirismo y la profunda alteracin dada por la Revolucin en las jerarquas, movilidad y habilidades. Ello se vincula a una caracterstica central de las tecnologas tradas por los ciclos de inversin abiertos en la dcada de 1880: operar e impactar como red a lo largo y ancho del territorio. As las actividades mineras fueron parte de un proceso productivo coordinado en donde los ferrocarriles

15

permitan la movilidad mediante equipos y operaciones por miles de kilmetros de vas, imponiendo nuevas y diversificadas necesidades de mano de obra calificada. En el capitulo seis se analizan varios problemas que debieron enfrentarse para estabilizar el pas una vez terminado el ciclo de inestabilidad de la Revolucin. La recuperacin habra de esperar algunas dcadas para iniciar un nuevo ciclo de inversiones privadas, que desde la dcada de 1940 estaran acompaadas de inversiones estatales. Para la recuperacin, los ferrocarriles y la industria debieron emplear la capacidad instalada antes de 1910 y una mano de obra alterada en sus capacidades productivas, jerarquas y localizacin por fenmenos no econmicos. Otro aspecto fueron las decisiones vinculadas a la economa poltica de la estabilizacin y pacificacin del pas. La poltica subordin la tecnologa, y de no menor importancia fue la continuidad cultural con el antiguo rgimen de algunos caudillos intelectuales que vieron a la industria como contraria a lo que se consideraba como autnticamente nacional. Ello cambiara con la estabilizacin poltica y la llegada de una nueva generacin de dirigentes desde la dcada de 1940 con la significativa entrada de civiles al gobierno, lo que permitira en la dcada de 1950 desarrollar un conjunto de fenmenos que en las dcadas siguientes le daran dinamismo al crecimiento industrial y econmico del pas.

16

IV

Este estudio fue posible de realizar gracias a la invitacin del Dr. Juan Jos Saldaa al Programa de Estancia de Postdoctorado 20022003 de CONACYT y la Facultad de Filosofa y Letras de la UNAM (Proyecto 34115-H). Ello permiti profundizar sobre un ncleo de investigaciones desarrolladas para la maestra y doctorado en estudios latinoamericanos en la Facultad de Filosofa y Letras de la UNAM entre 1991 y 1996, y que contaron con el apoyo entre de la Secretara de Relaciones Exteriores de Mxico a travs de su Direccin General de Asuntos Culturales, de la Direccin General de Asuntos del Personal Acadmico de la UNAM y del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM con el proyecto "Ciencia y tecnologa en Mxico. Estudio interdisciplinario de tres etapas de su desarrollo", dirigido por la Dra. Mara Luisa Rodrguez-Sala. Esos estudios se preocuparon de la transferencia de tecnologa en el sector ferroviario, en donde tambin fue fundamental mi participacin en el proyecto "Los Ferrocarriles Nacionales de Mxico y su desarrollo tecnolgico, 1908-1985" apoyado por Ferrocarriles Nacionales de Mxico entre 1995 y 1997 y dirigido por Emma Yanes.

17

Otra fuente de ideas provino de mi participacin en el proyecto Regulacin de las telecomunicaciones en Amrica Latina:

experiencias histricas y problemas contemporneos, que entre 1998 y 2000 fue financiado por la Fundacin William and Flora Hewlett en el Centro de Investigacin y Docencia Econmicas (CIDE) y dirigido por Arturo Grunstein. Ms tarde el estudio se ampli a la industria manufacturera y recientemente mi participacin como investigador principal en el Centro de Estudios Histricos de El Colegio de Mxico en el proyecto de Historia del Instituto Mexicano del Petrleo (19651998) ha permitido trabajar en los desarrollos cientficos y

tecnolgicos de la explotacin petrolera e industria petroqumica en tiempos ms recientes. De lo anterior se publicaron algunos trabajos en El Trimestre Econmico, en un captulo del libro de Sandra Kuntz y Paolo Riguzzi Ferrocarriles y vida econmica en Mxico 1850-1950. Del surgimiento tardo al decaimiento precoz en 1996. Ello permiti avanzar hacia el tema de los modelos tecnolgicos de industrializacin, tratado en dos ponencias en el Centro de Estudios Econmicos de la Empresa y el Desarrollo (CEEED) de la Universidad de Buenos Aires en julio de 1999 y en las Segundas Jornadas de Historia Econmica de la Asociacin Uruguaya de Historia Econmica, en Montevideo, Uruguay, en julio de 1999. Un primer esbozo del tema se expuso en la conferencia

18

Combinaciones

y

modelos

tecnolgicos

en

el

pasado

del

subdesarrollo latinoamericano: Algunas reflexiones sobre el problema de la maquinaria y la industrializacin en Mxico y Chile a partir de una lectura de List, Marx y Schumpeter, dictada en el Centro de Estudios Econmicos de El Colegio de Mxico, en noviembre de 2000. Parte de esa lnea de anlisis sirvi para organizar dos simposios para el XXIst International Congress of History of Science. International Union of History and Philosophy of Science (Ciudad de Mxico, 8-14 de Julio del 2001). Productos de esta lnea sobre los modelos dieron origen a un documento de trabajo de la Universidad de Buenos Aires y un artculo en Economies et Societs16. Tambin los problemas sobre la mano de obra formaron parte de esas preocupaciones, en ponencias presentadas a la 34th Annual Conference of the Southwest Council of Latin America Studies (Santa Fe, Nuevo Mxico, USA, 21-24 de marzo de 2001) y en 1997 en el Taller de Estudios sobre el Zapatismo de la Direccin de Estudios Histricos del INAH y que ms tarde dieron origen a publicaciones en Mexican Studies, y en un libro del INAH coordinado por la Mtra. Laura Espejel. Esa lnea de anlisis se sostiene en publicaciones del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, en Historias [Revista de la Direccin de Estudios Histricos del Instituto Nacional de Antropologa e

16

Guajardo (1996, 1998B, 2000A, 2001).

19

Historia] y Mexican Studies/Estudios Mexicanos17. Finalmente debo agradecer el apoyo del CEIICH y la asistencia de Fabiola Rojas, estudiante de relaciones internacionales de la Facultad de Ciencias Polticas y Sociales de la UNAM, quien en forma eficaz ayud a hacer realidad texto, ndices y bibliografa.

Ciudad Universitaria, Octubre de 2003

Captulo 1 INDUSTRIA Y TECNOLOGA EN MXICO: UNA RELACIN POCO VISIBLE

Gran parte del debate sobre tecnologa e industria se encuentra contenido en la historia de la industrializacin, y en el caso de Mxico ste se ha enmarcado dentro de la historia econmica, que poco se ha preocupado por el cambio tecnolgico y ms bien ha puesto atencin a fenmenos institucionales y de las condiciones para el crecimiento utilizando para ello hiptesis extradas de la teora econmica convencional, caracterizado cada vez ms por un miope positivismo, como tampoco se consideran explicaciones a partir de modelos de17

Guajardo (1996-97, 1998A, 1999, 2000B).

20

cambio comparativos de largo plazo. De esa manera la historia de la industria y de otras actividades mecanizadas en Mxico, poco o casi nada ha profundizado en los aspectos tecnolgicos, en las dimensiones cientficas y en las relaciones con la educacin tcnica y universitaria. Por ello en las siguientes secciones analizaremos ese problema a la luz de una revisin de la bibliografa sobre historia de la industria, en donde es posible ubicar el tema tecnolgico.

Un ausente importante: el sector productor de maquinaria

En el estudio histrico de la industria y tecnologa en Mxico se detecta un continuo desinters por estudiar el impacto del sector productor de maquinaria sobre el crecimiento y sus innovaciones tecnolgicas, lo cual forma parte de un descuido ms general en los pases latinoamericanos. A este respecto en 1963 Nathan Rosenberg, sealaba el poco inters que haba en los pases subdesarrollados por estudiar el impacto del sector productor de maquinaria sobre el crecimiento, sus innovaciones tecnolgicas como tambin los ahorros de capital y de eficiencia asociados18. Dicho descuido se ha mantenido y en la dcada de 1990, Arnold Bauer indicaba que para ese entonces no se haban explorado propuestas para la investigacin histrica como las hechas por Albert O. Hirschman sobre los eslabonamientos18

Rosenberg (1976), p. 146.

21

entre sectores productivos como base para la industrializacin19. Ello a pesar de que varios trabajos han sealado que desde el siglo XIX la especializacin exportadora de productos bsicos no fue incompatible con la creacin de una base de industrias de ingeniera, abrindose caminos para la industrializacin de acuerdo al tipo de infraestructura que exigan las actividades exportadoras20. Sin embargo este tipo de problemas no ha sido muy explorado desde el anlisis histrico tanto en Mxico como en Amrica Latina. En una reciente revisin de publicaciones de historia econmica de Amrica Latina en el siglo XX, qued de manifiesto la evidente la falta de inters por el papel de la tecnologa y de los factores externos de la industrializacin, lo cual se ve agravado por la divisin existente entre los historiadores que se identifican con las metodologas cuantitativas a fin de entender la dinmica de los mercados y el crecimiento econmico, y otros que recurren a las teoras de sistema mundial y a las dimensiones culturales para explicar el subdesarrollo y la dependencia econmica de la regin 21. Esa divisin ha conducido a debates un tanto estriles en donde un sector se empea en considerar a los datos cuantitativos como superiores a los cualitativos, dando como resultado a juicio de Alan Knight, que la investigacin se19 20 21

Bauer (1996). Furtado (1987), pp. 64, 127. Sobre los orgenes vase Lewis (1991). Triner (2003), p. 235. Haber (1997), pp. 364-366. Haber (1999), pp. 310-314.

22

encierre en una prisin positivista. A lo cual debe agregarse una observacin hecha por John Coatsworth, en el sentido de que en general los historiadores mexicanos no han mostrado mucho inters por los modelos propuestos por las escuelas de la dependencia, del sistema mundial, o por los tericos estadounidenses y britnicos interesados en modelos de cambio comparativos de largo plazo. Razn por la cual predomina la tendencia historiogrfica a

concentrarse en un personaje o en una institucin22. Lo anterior a pesar de que desde la dcada de 1960 el tema tecnolgico empez a ser importante en agenda de la academia y de la poltica, ya que se hicieron manifiestos los problemas del crecimiento industrial y del incremento de la produccin petrolera por la falta de capacidades tecnolgicas para su explotacin e

industrializacin23. Ejemplo de ello es que en 1967 se llev a cabo la reunin de presidentes latinoamericanos en Punta del Este, Uruguay, en donde se hizo un diagnstico sobre los graves problemas del atraso cientfico y tecnolgico de la regin. En Mxico ello condujo a la organizacin de la Primera reunin sobre ciencia y tecnologa en el desarrollo nacional, en Oaxtepec, Morelos, dndose los pasos para crear en 1970, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologa (CONACYT).2223

Aos

en

los

cuales

el

crecimiento

industrial

Knight (2002) 2, pp. 152-156. Coatsworth (1990), p. 18. Mallon (1991) 3, p. 254. Mandelbaum (1950). Teichert (1961).

23

experimentaba un menor ritmo, al agotarse el patrn de desarrollo seguido por la economa mexicana desde la dcada de 1940, orientado a la produccin de bienes de consumo e incremento de su dependencia de la importacin de bienes de capital sin aumentar en forma paralela las exportaciones industriales24. Adems la falta de dominio tecnolgico y de gestin, obligaba a aceptar el financiamiento de forma tal que se perda autonoma nacional, todo lo cual llev en 1972 a promulgar la ley sobre el registro de la transferencia de tecnologa y el uso y explotacin de patentes y marcas25. Dichos fenmenos impactaron en el anlisis econmico,

sociolgico pero en menor medida en el histrico. Esto adems se mantuvo a pesar de que desde la dcada de 1980 el estudio de la ciencia y de la tecnologa adquiri gran impulso a travs del trabajo de la Sociedad Mexicana de Historia de las Ciencias y de la Tecnologa que habra de culminar con la celebracin en Mxico en el ao 2001 del XXIst International Congress of History of Science. En todo caso la historia de la ciencia y de la tecnologa ha concentrando su atencin en el perodo colonial, en la actividad minera y escasamente en la produccin de bienes metalrgicos industriales o de tecnologa avanzada, prefiriendo tratar la institucionalizacin de ciertas ramasInstituto Nacional de la Investigacin Cientfica (1970), pp. 9-10. Wionczek, Bueno y Navarrete (1988), pp. 41-43. Secretara de Patrimonio y Fomento Industrial (1979), vol. 1, pp. 17-21.24 25

Wionczek, Bueno y Navarrete (1988), pp. 52-54.

24

cientficas26, sin entrar a debate con la historia econmica. A su vez aproximaciones como la "arqueologa industrial" se concentran ms bien en el registro material y museogrfico27. En tanto que la historia de empresas se ha preocupado por analizar los cambios de la firma, aunque predomina una preocupacin por el rendimiento econmico, las instituciones, derechos de propiedad, el tipo y origen de las inversiones28. Pero en la dcada de 1980, tambin hubo un fenmeno que desincentiv el estudio de la tecnologa en la historia industrial dado por el impacto intelectual que tuvieron las polticas econmicas liberales de apertura, debido a que el inters por los procesos tecnolgicos se releg junto con el modelo de industrializacin seguido desde dcadas atrs. Tambin predomin una visin derogatoria en donde la industrializacin por sustitucin de importaciones (ISI) fue el prisma para evaluar la nueva estrategia econmica, basada en la integracin a los mercados internacionales y la menor intervencin del Estado29; se cre una leyenda negra que no distingui entre los avances tecnolgicos26

y

los

problemas

macroeconmicos

que

debieron

Sobre el movimiento historiogrfico surgido desde 1982 en torno a la creacin de la Sociedad Latinoamericana de Historia de la Ciencia y la Tecnologa, vase Saldaa (1989, 1996).27

La arqueologa industrial se preocupa de la identificacin, registro y preservacin de mquinas y estructuras de la Revolucin Industrial, especialmente desarrollada en Gran Bretaa. A este respecto vase Buchanan (1972), Minchinton (1983). Para el caso argentino en el artculo de Zaida Lobato (1988) y para Mxico la contribucin de Malpica (1996).28 29

Marichal (1997). Marichal y Cerutti (1997). Beatty (2001). Maurer y Sharma (2001).

Peres Nez (1993), p. 37. North (1995), p. 130. Sobre la leyenda vase Edwards (1995).

25

enfrentarse desde 1940, adems de debilitarse el dilogo que debera haberse dado entre las ciencias sociales. Una revisin de las ideas y de la bibliografa al respecto, nos permitir en las siguientes secciones avanzar hacia la caracterizacin del marco de las ideas. Una industria en bsqueda de una historia de la tecnologa

La historia de la industria y de otras actividades de mecanizadas en Mxico se ha ido desarrollando en las ltimas dcadas trazando un panorama general sobre su gnesis, trayectoria, empresas y

rendimientos que ha ido planteando demandas pro informacin y marcos de anlisis. Un primer aspecto que debi superar fue la falta de estadsticas histricas, razn por la cual muchos estudios se detenan en 1910 por la Revolucin o bien empezaban en 1940 por la disponibilidad de estadsticas confiables, especialmente para los anlisis de cuentas nacionales. Autores como Morris Singer y otros iniciaron sus estudios sobre la industria desde 1939, ya que consideraban que haba sido un ao importante para la historia econmica mexicana al indicar el ms rpido y sostenido crecimiento econmico y el inicio de una mejor disponibilidad de estadsticas30. Fue desde 1965 cuando El Colegio de Mxico puso a disposicin de los investigadores estadsticas

30

Singer (1969), p. 11.

26

histricas entre 1876 y 1911, que permitieron investigar el pasado econmico con ms claridad31. Un segundo aspecto fue la importancia de los problemas sociales y econmicos no resueltos por la Revolucin y acentuados desde 1940 por la industrializacin y nuevas orientaciones del Estado mexicano. Mxico, desde esos aos empez a experimentar altas tasas de crecimiento industrial, urbanizacin y migracin interna y externa que volcaron a los analistas sobre el proceso inmediato. En tercer lugar, la importancia de la Revolucin como gnesis y "ao cero" del rgimen poltico hicieron que, tal como afirma Stephen Haber, los investigadores consideraran todo el crecimiento industrial del Porfiriato (1876-1911) destruido por la Revolucin: "La idea de que el crecimiento econmico moderno pudiera haberse iniciado durante la dictadura de Porfirio Daz y de que las instituciones de ese perodo pudieran haber sobrevivido a la Revolucin de 1910 pareca sencillamente imposible"32. Pero desde mediados de la dcada del setenta apareci un cuerpo de trabajos que revis la Revolucin mexicana, paralelo al quiebre del "milagro mexicano", acentuado por la crisis de la deuda de 1982. Ello hara que el estudio de la industrializacin se ligara al revisionismo acadmico de

31 32

Colegio de Mxico (1965). Haber (1993), p. 651.

27

la Revolucin mexicana y al quiebre de los consensos sobre la legitimidad del rgimen poltico33. La tasa de crecimiento de la produccin industrial desde 1940, el papel preponderante del Estado en dicho proceso y la las tareas pendientes de la Revolucin, fueron el estmulo para las preocupaciones de varios estudiosos, especialmente estadounidenses, a quienes se preocuparon por los tempranos indicios de una industria en el siglo XIX, en un pas cuya poblacin era predominantemente indgena y agraria. En 1959 Robert Potash en su estudio sobre el Banco de Avo, analiz los esfuerzos hechos desde la dcada de 1820 para darle apoyo estatal a las actividades industriales, mostrando no slo el temprano despliegue del Estado en la economa mexicana, sino tambin la importancia de la industria textil del algodn desde la dcada de 183034. Potash destacara un sector clave a lo largo del siglo XIX: la industria textil del algodn surgida de los esfuerzos de fomento que hicieron los gobiernos conservadores. Jan Bazant entre 1962 y 1964 analiz la productividad y caractersticas de la industria de Puebla desde principios hasta mediados del siglo XIX35. A ello se sumara en 1965 el trabajo de Fernando Rosenzweig, quien seal la existencia de un importante

33 34 35

Florescano (1993), pp. 75-77. Potash (1959). Bazant (1962, 1964).

28

proceso de industrializacin y de una planta productiva anterior a 191036. La posibilidad de un proceso ms remoto a 1929 fue sugerida por el trabajo pionero de Sanford Mosk en 1950, quien mostr la existencia de un sector de empresarios industriales antiguos, que en el decenio de 1940 debatan su insercin dentro de los planes de industrializacin impulsados por el Estado mexicano. Mosk utiliz series estadsticas que se iniciaban en 1890 compiladas por el Banco de Mxico y Nacional Financiera, soporte que le permiti, en parte, a James Wilkie en 1967 medir el cambio social y econmico introducido por la Revolucin rompiendo la cronologa al estudiar de lleno el perodo revolucionario37. Esto hara que en 1970 Clark W. Reynolds, sealara que el efecto de la Revolucin sobre la produccin industrial no haba sido tan devastador como se supona. En particular, anot que la industria haba sido el sector que ms rpido se haba recuperado de la Revolucin: la tasa de crecimiento de la produccin agrcola haba bajado

considerablemente durante el perodo 1910-40, en tanto que la tasa industrial despus de una declinacin desde 1910 a 1925 subi rpidamente y excedi los niveles anteriores a la Revolucin entre 1925 y 1940. En el largo plazo, la industria creci y su produccin per cpita super a todos los otros sectores de actividad entre 1925 y 1965. El36 37

Rosenzweig (1965). Mosk (1950). Wilkie (1987).

29

rpido crecimiento industrial desde 1940 se debi al uso intensivo de la capacidad productiva instalada en las dcadas anteriores, sino a una planta existente antes de 193038. Keremitsis en 1973, traz un panorama completo sobre del sector textil algodonero a lo largo del siglo XIX y hasta la dcada de 1920. Mostr la existencia de un sector completo de actividad fabril antes de la Revolucin que y de de fue un importante de receptor de de medidas y

proteccionistas transformador

fomento,

acumulacin

capitales

especuladores

y prestamistas

en empresarios

industriales, como tambin de capacidad instalada hasta su expansin y modernizacin en la dcada de 197039. De esa manera para 1973 estaba en gran medida, dilucidada la existencia de una industria anterior a la Revolucin de 1910. No obstante, la visibilidad del cuerpo de estudios de Potash, Bazant, Rosenzweig y Keremitsis todava para la dcada de 1980 era poco visible, a juicio de Haber porque La revolucin de 1910, se pensaba, segua siendo un parteaguas en la historia de Mxico40.

38 39 40

Reynolds (1970), p. 163. Keremitsis (1973). Haber (1993), p. 652.

30

Una explicacin general a partir de la gran industria

Sin embargo, el encadenamiento cronolgico se rompera desde mediados de la dcada del setenta cuando apareci un cuerpo de trabajos que reforzaron la tesis de que no se haban dado rupturas tan radicales con la Revolucin. Aguilar Camn plante que tras el cultivo a la imagen de los caudillos de la Revolucin, se ocultaba la derrota del bando campesino y, por tanto, de las bases sociales mayoritarias de dicho conflicto41. En ese ambiente, Enrique Crdenas examinara la experiencia industrial durante la Depresin de 192942, comprobando la existencia de una importante industria sobreviviente a la Revolucin de 1910. Adems entre 1932 y 1940 la produccin industrial represent el 17% del PIB, demostrando que hubo una capacidad de recuperacin ms rpida que el resto de los sectores econmicos y que en Mxico la ISI estaba en movimiento mucho antes de 192943. A su vez, Stephen Haber desde 1985 explor la capacidad instalada que hizo posible el rpido crecimiento desde la dcada de 1940, analizando la informacin de archivos e informes de grandes firmas mexicanas, reconstruyendo una estadstica industrial no disponible entre 1890 y 1940. Constat41 42 43

Aguilar Camn (1979). Crdenas (1987). Crdenas (1988), pp. 261, 272.

31

que la planta existente en 1940 haba sido montada entre 1890 y 1909 en sectores como la industria de la cerveza, cemento, acero, papel, textiles, jabn y vidrio. A su juicio, fue durante el Porfiriato y no en el decenio de 1940 cuando el gobierno mexicano empez a seguir una poltica de ISI, porque se transform la manufactura desde una produccin en talleres artesanales y en pequea escala hacia la produccin en grandes fbricas integradas verticalmente. Desde 1890 los inversionistas mexicanos frente a un mercado interno en

crecimiento y a una economa de exportacin en expansin, aplicaron un ambicioso programa de industrializacin con tecnologa importada y proteccin gubernamental. Se levant una planta industrial de acero, cemento, papel, vidrio, dinamita, jabn, cerveza, cigarros y textiles que acorralaron a los artesanos y expulsaron a muchos productos importados del mercado nacional, mediante inversiones en un mercado de capital impersonal en vez de apoyarse en redes de parentesco44. En la tabla 1:1 hemos reunido los casos ms significativos del libro de Haber, firmas que se caracterizaron por su gran tamao y control del mercado.

44

Haber (1992A), pp. 237-239. Haber (1993), pp. 657-658.

32

Tabla 1:1 Algunas empresas estudiadas por Haber de acuerdo al porcentaje de participacin en la produccin de cada sector, hacia 1910Sector de actividad ACERO Ca. Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey PAPEL Ca. de las Fbricas de Papel de San Rafael y Anexas VIDRIO Vidriera Monterrey EXPLOSIVOS Ca. Nacional Mexicana de Dinamita y Explosivos CIGARRILLOS El Buen Tono-Cigarrera Moderna Tabacalera Mexicana CERVEZA Cervecera Cuauhtmoc TEXTILES CIDOSA CIVSA Ca. Industrial de Atlixco San Antonio Abad Industrial Manufacturera Industrial de Guadalajara CEMENTO Cementos Hidalgo Cementos Cruz Azul Cementos Tolteca Ao de fundacin 1900 1890 1909 1901 Estado Nuevo Len Mxico Nuevo Len % de la produccin nacional 95% del acero 100% papel peridico Monopolio en la produccin de botellas de cerveza 100% de la dinamita y explosivos 50% de los cigarrillos 12% de los cigarrillos 28% de la cerveza Veracruz Veracruz Puebla Distrito Federal Jalisco 1906 13.5% textiles algodn 6% " " " 5% " " " 4% " " " 3% " " 2% " " Estas tres firmas controlaban el 100% de la produccin nacional de cemento

1890 1889

1907 1909

Fuente: Haber (1992A), pp. 69-79.

33

Como se aprecia, la produccin de bienes intermedios tena grados de control muy alto sobre la produccin nacional, concentrada en los estados del Centro, Golfo y Norte del pas siguiendo una estrategia de uso intensivo del capital. Para ello se integraron verticalmente a fin de obtener sus insumos y horizontalmente para incrementar el tamao y dominar el mercado, sin hacerlo hacia

adelante, hacia la comercializacin -para controlar la distribucin- ni tampoco hacia atrs, hacia la produccin de maquinaria y productos de ingeniera. A juicio de Haber ello se ignor por el alto grado de riesgo inherente a la produccin de artculos especializados, que no estaban dirigidos al consumo cuyo mercado no era ni amplio ni seguro45.

Regiones y empresas

El estudio de Haber, si bien estableci la estructura de la industria moderna que control buena parte de la produccin industrial hasta la primera mitad del siglo XX, no se plante un anlisis de sectores marginales ni regionales. Ello fue tarea de otros estudios regionales sobre Monterrey, Puebla y Veracruz en donde autores como Mario Cerutti, Menno Vellinga, Guillermo Beato, Domenico Sindico y Aurora Gmez Galvarriato arrojaron resultados sobre las dimensiones regionales de la industrializacin. Varios trabajos daran muestra de la regin fronteriza con los Estados Unidos, especialmente significativo de los orgenes del grupo empresarial de Monterrey y de la industria en dicha ciudad, surgidos desde la dcada de 1880 por los intercambios comerciales con Estados Unidos y una legislacin estatal favorable a la inversin productiva46. Hacia 1897-99 la produccin de bienes metalrgicos de Monterrey equivala al 23% de la fabricacin total del pas en ese rubro47.

La produccin siderrgica mexicana surgi por los efectos de la insercin del pas en la economa internacional. Desde 1903 Fundidora45 46 47

Haber (1992A), pp. 237-239. Vellinga (1979). Cerutti (1979), p. 47.

34

de Monterrey inici la fabricacin de rieles, estructuras metlicas y accesorios para abastecer tanto a los ferrocarriles, obras pblicas e industrias siendo fundamental el estmulo de las vas frreas 48. Marco en el cual Alexander Saragoza estudi la burguesa regiomontana, fijando la dcada de 1890 como el inicio del proceso de industrializacin en el noreste de Mxico, tesis tambin sugerida en 1983 Beato y Sindico para sealar que entre los aos de 1890 a 1902 se ubic la primera fase de arranque de la industria regiomontana, por importantes complejos como Fundidora de Monterrey y fbricas metalrgicas anexas, industria altamente concentrada en dicha ciudad con pocos efectos de dispersin regional49.El panorama trazado era de una industria dominada por la produccin de bienes de consumo, gran concentracin de la propiedad y reducida a unos pocos centros urbanos, en donde la produccin de bienes intermedios y de capital sera marginal por la estructura de la produccin. Sera ms bien desde la historia de la tecnologa desde donde se indicaron nuevas pistas, porque el estudio de Haber si bien estableci la estructura de la industria moderna no se plante un anlisis de sus relaciones con la tecnologa y la ingeniera. En 1980 Ramn Snchez Flores seal los intentos fracasados de instalar en el pas la fabricacin de maquinaria textil despus de la independencia. Para mediados de la dcada de 1840 en la rama metalrgica haba pequeas ferreras con escaso desarrollo que enfrentaban altos costos de produccin, por el gran gasto en lea y en carbn importado por la guerra con Estados Unidos en 1848. Con la llegada del ferrocarril se marcara la introduccin masiva de maquinaria al pas: en 1857 arrib a Veracruz el equipo y herramientas para el Ferrocarril Mexicano "las primeras mquinas y herramientas de este tipo que se usaban en Mxico". Pero tambin constat que los intentos para montar una industria de fundicin fracasaron a lo largo del siglo XIX y que las condiciones de inestabilidad del pas hicieron que slo fuera hasta 1880 cuando realmente aparecieran fbricas productoras de bienes metlicos50. Un caso sobre las dificultades de la industria de fundicin fueron analizados por Leticia Gamboa, a travs del caso de la fundicin de Panzacola en Tlaxcala, creada en 1838 y que con hierro importado fabricaba municiones para el ejrcito y desde 1860 elabor refacciones para maquinaria textil y agrcola en la regin de Puebla-Tlaxcala. Entr al siglo XX como fundicin de hierro y no de acero con una produccin no especializada y de reclusin regional51. Fue a principios del siglo XX cuando apareci la produccin de acero, fenmeno estudiado por Aurora Gmez a travs de la trayectoria de la Fundidora de Monterrey desde 1903. Comprob que dicha siderrgica para 1910 operaba en forma eficiente de acuerdo a niveles internacionales con capacidad suficiente para cubrir buena parte del mercado mexicano e incluso exportar. Pero Mxico, si bien tuvo acero antes que cualquier pas latinoamericano,

48 49 50 51

Cerutti (1992), pp. 189-191. Saragoza (1978). Beato y Sindico (1983), p. 500. Snchez Flores 1980, pp. 283, 299, 349. Gamboa Ojeda (1994), pp. 5, 18, 24-27.

35

tuvo un escaso desarrollo de la produccin de bienes metlicos y de capital, como en el caso de mquinas-herramienta y de equipo ferroviario52. A este respecto Jess Alvarado y Alejandro Encina indicaron que fue con los efectos de la Segunda Guerra Mundial y desde 1950, cuando se dieron los primeros intentos de una industria de tornos, fresadoras, cepillos y sierras para metales, sujeta a inestabilidades en su existencia y dbil dentro del panorama industrial del pas. Tambin Emma Yanes (1991) al estudiar la construccin de dos locomotoras de vapor en la dcada de 1940, comprob lo tardo y escaso de una produccin de equipos en los momentos en que el vapor estaba obsoleto por el cambio tecnolgico introducido por el motor diesel. A su vez, Guajardo reconstruy series de produccin de bienes de capital ferroviarios entre 1890 y 1950, cuyos resultados mostraron que fue llevada a cabo en los talleres de las compaas ferroviarias, siendo enormemente afectada por la Revolucin a partir de 1913 y que no dio origen a un sector de firmas industriales, fenmeno dado desde 1950 cuando el Estado cre una firma especializada para la produccin de carros de ferrocarril53.

Pero el problema no terminaba ah, ya que estaba el abundante y difuso panorama de las industrias pequeas y de la artesana, tema que empez a marcarse a travs de estudios regionales y en fases histricas anteriores a las estudiadas por Haber. Keremitsis indic que la mayora de la produccin de las grandes empresas textiles estaba constituida por hilo, cuyo mercado hasta fines del siglo XIX fue la artesana encargada del tejido y confeccin. La industria que surgi desde 1890 no encontraba sus antecedentes ni en la manufactura artesanal ni en el obraje colonial. Autores como Mio, Thomson, Salvucci, Illades y Prez54, se preocuparon de las ciudades de Puebla y de Mxico. Thomson indic la paradoja de que en Mxico, si bien desde el siglo XVI tuvo una temprana y abundante precocidad manufacturera ello no deriv en un desarrollo industrial en el siglo XIX. Para Thomson el problema fue la actitud especulativa del capital mercantil desde 1850 que con sus prcticas, valores y expectativas de ganancias, le otorg52 53

Gmez Galvarriato (1990, 1997). Guajardo (1996, 1998B). Alvarado y Encina (1989).Yanes (1991). Guajardo (1996, 1998B)

54

Keremitsis (1973). Thomson (1985, 1991). Mio Grijalva (1993), Salvucci (1987, 1992). Illades (1996). Prez Toledo(1996).

36

mayor importancia al sector externo que a la industria 55. Esto cre tempranamente una unidad productiva que sobrevivira hasta la primera mitad del siglo XIX: el obraje. El obraje surgi como una manufactura de tejidos de lana desde fines del siglo XVI cuya vida se prolongara hasta la dcada de 1840. Para Richard Salvucci si bien era una fbrica en sentido formal, se diferenciaba porque el sistema fabril se basaba en aumentar la productividad mediante cambios tcnicos y/o de organizacin, lo cual no ocurri con los obrajes durante el perodo colonial porque utilizaba formas semiesclavistas de trabajo para intensificar la productividad. Tampoco desplaz ni elimin a los artesanos como competidores o a los pequeos productores, porque aumentaron los pequeos fabricantes tanto en su produccin como en su nmero desde fines del siglo XIX56. Aspecto confirmado por otros autores con respecto al sector artesanal. Las economas de escala del obraje se basaban en su baja tasa de salarios y en un mercado de trabajo forzado para producir telas de lana, en un medio en donde escaseaba la mano de obra. Se desenvolva en un mercado compartimentado regionalmente, con altos costos de transporte y gran atraso agrario, lo que impidi la creacin de grandes mercados para grandes unidades fabriles mecanizadas. Factor tambin

5556

Thomson (1991), pp. 255, 301. Salvucci (1992), pp. 97-99.

37

sealado

por

Thomson

como

obstculo

para

la

mecanizacin

productiva57. La falta de mercados amplios, infraestructura, atraso agrario y trabajo forzado fabril impidieron la creacin de las condiciones para una transicin protoindustrial hacia una mecanizacin posterior. El obraje para 1840 desapareci por la competencia de la importacin de textiles de algodn y de las grandes fbricas textiles que se instalaron en Puebla y Veracruz. La conclusin de Salvucci fue que si bien se instalaron las grandes fbricas desde 1830 stas fueron bloqueadas por la falta de un mercado interno fuerte, siendo el antecedente de las grandes fbricas instaladas en la dcada de 1890 que fueron estudiadas por Haber. De esa manera la transicin a la fbrica mecanizada fue ms lenta en Mxico que en los pases industrializados, ya que hacia 1877 eran muy pocas las unidades centralizadas: en el Distrito Federal en promedio haba 17 trabajadores por unidad, que aunque era ms grande que un taller artesanal no alcanzaba el nivel de fbrica58.

El avance hacia el estudio de mercados y tecnologa

57 58

Thomson (1991), p. 300. Haber (1993), pp. 661-662.

38

En la dcada de 1990 la historiografa de la industrializacin mexicana avanz hacia el estudio de las relaciones entre sectores. Haber, avanz hacia el anlisis comparado en la productividad y financiamiento de la industria textil del algodn en Estados Unidos, Mxico y Brasil. Determin que en Mxico la falta de desarrollo de un sistema bancario hizo que la industria textil fuera financiada hasta 1930 por las mismas redes de comerciantes y financistas que la haban establecido cien aos atrs. Las condiciones para esa conducta fueron el pequeo tamao de la economa per cpita, desigual distribucin, as como pequeos y concentrados grupos de riqueza, reforzado a lo largo del siglo XIX y primeras dcadas del XX por la inestabilidad poltica, falta de garantas de los derechos de propiedad y reglas claras del marco regulador59. Esto ltimo lo hizo abordar en 1992 los obstculos que se interpusieron para una industrializacin autosostenida, al establecer que en una primera fase entre 1830 y 1880, los obstculos a la industrializacin fueron externos a las firmas: inseguridad de los derechos de propiedad, bajo crecimiento del ingreso per cpita resultante de los efectos de una agricultura precapitalista con bajos rendimientos y tamao reducido del mercado nacional. Un segundo momento fue entre 1880 y 1910, en donde los obstculos a la industrializacin fueron internos a las firmas: falta de capacidad para hacer economas de escala, altos costos de capital fijo y baja59

Haber (1991), pp. 564, 566, 567.

39

productividad del trabajo. En la fase final de 1910 a 1930 se dieron restricciones tanto internas como externas producto de la Revolucin mexicana y de la incertidumbre posterior a 191760. En 1997 Haber se preocup del anlisis de la tasa de ganancia en la industria del algodn en Mxico61, y otro aporte lo hizo en 1998 con Armando Razo al hacer un anlisis institucional con datos de actividad macroeconmica, comprobando que la inversin y el crecimiento industrial durante y despus de la Revolucin se vieron menos afectados por la inestabilidad poltica. Las expectativas de los inversionistas y la productividad en la industria manufacturera fueron ms sensibles a la alteracin de los factores y mercados durante los aos de mayor violencia (1914-17), que en el perodo anterior y posterior, en donde los efectos tuvieron un menor impacto en la confianza de los inversionistas para invertir en nuevas plantas y equipo, en la estructura industrial y en el crecimiento de la productividad. No encontraron evidencia cuantitativa sobre el poder destructivo

generalizado de la economa que la historiografa tradicional le atribuy a la Revolucin62. Enrique Crdenas, llev a cabo un anlisis macroeconmico de largo plazo durante el siglo XIX, considerando solamente los factores

6061 62

Haber (1992B). Haber (1997). Haber y Razo (1998).

40

que entraban en la economa del mercado monetario, opuesto a la economa de subsistencia, indicando especialmente los

eslabonamientos entre el sector exportador y el resto de la economa. Destac que la recuperacin econmica despus de la Independencia se dio en la dcada de 1840 con la industria textil algodonera, estableciendo que hubo una primera fase de crecimiento industrial que respondi a la expansin de la demanda monetaria en 1840 y a la poltica comercial que protega a las firmas locales de la importacin, rea en donde los gobiernos fueron exitosos. Sin embargo, las restricciones de transporte segmentaban y empequeecan los

mercados y el motor central de la economa lo ocupaba la minera y no la industria, por lo que la reactivacin del sector minero desde la dcada de 1870 explica buena parte del mejoramiento de la disponibilidad de circulante y fortaleza de los mercados internos. Mas, con la cada persistente del valor de la plata desde el decenio de 1870 y la depreciacin de la moneda mexicana se encarecieron los bienes importados y se dio impulso desde 1890 a una sustitucin de importaciones por grandes firmas que abastecan el mercado nacional, desplazndose al taller artesanal, llegando la sustitucin de

importaciones a contribuir por sobre el 30% del crecimiento industrial. Por primera vez, el sector industrial comenz a jugar un importante papel en la economa y ser la mquina que despus de 1930 gui el

41

crecimiento econmico a travs del proceso de sustitucin de importaciones63. Una obra que se apart de esa lnea fue la de Daniel Toledo y Francisco Zapata, quienes abordaron las relaciones entre el estado y las polticas de industrializacin en Mxico desde un enfoque sociolgico e histrico, reconstruyeron cmo se fue conformando el sector siderrgico en manos del Estado. Los autores plantearon que ms que las consideraciones tcnicas, los proyectos de nuevas industrias desde la dcada de 1940 se dieron relacionados a los grados de poder poltico y econmico de los grupos que se conformaban dentro del estado mexicano, los cuales le dieron una lgica y sentido muy particular a las polticas de desarrollo64. En dicho panorama se encontraba contenido el tema tecnolgico. Desde 1996 reconstruimos la produccin de bienes de capital ferroviarios, considerando las variables polticas y culturales de su gestacin y limitado alcance, avanzando hacia el anlisis de la mano de obra y la Revolucin, en donde a diferencia de lo afirmado por Womack, Haber y Haber-Razo en el sentido de que la destruccin del capital fsico en la Revolucin fue relativo, por no haber capacidades destructivas suficientes en Mxico como para arrasar fbricas e infraestructuras. Sin embargo, el impacto ms significativo fue la6364

Crdenas (1995). Toledo y Zapata (1999), vol. 1.

42

destruccin y dispersin de las escasas habilidades calificadas de la mano de obra, como tambin del micro-hardware productivo

(herramientas, insumos y maquinaria)65.

***

El panorama sobre tecnologa e industria quedara perfilado por una trayectoria iniciada con firmas textiles de gran tamao desde 1830, que desde 1890 seran relevadas por un nuevo grupo de inversionistas que sobrevivieron hasta la dcada de 1940, hasta que el Estado logr movilizar recursos mediante nuevas fuentes e instituciones. La revolucin iniciada en 1910 retras el desarrollo de un sector metalrgico, a pesar de que el pas posea una produccin propia de acero que no poda integrar a la produccin industrial, en particular de bienes de capital.65

Guajardo (1996-97, 1998A, 1999, 2000B).

43

Captulo 2 INVERSIONES, CAMBIOS PRODUCTIVOS Y TECNOLGICOS EN UN MARCO DE INESTABILIDAD Y RECUPERACIN El ciclo de inversiones y los cambios productivos y tecnolgicos ocurridos desde la segunda mitad del siglo XIX crearon nuevos sectores como ferrocarriles, energa elctrica, yacimientos mineros, fundiciones y refineras de productos bsicos en una sociedad que para 1910 entr en un ciclo de deterioro por la Revolucin. Dicho ciclo encontr lmites para el cambio tecnolgico no slo por la

inestabilidad poltica y los mecanimos de recuperacin dados tras la Revolucin, sino tambin por las caractersticas de la actividad productiva y de la mano de obra mexicana.

Inversiones, mercado interno y Revolucin

44

Desde el ltimo cuarto del siglo XIX la economa mexicana experiment un cambio notable por la reactivacin del crecimiento del sector minero, que cre un ambiente ms prspero, facilit el acceso a fuentes de financiamiento pblico y privado, en tanto que el vnculo fiscal ayud a la construccin de vas frreas. Esto permiti un auge exportador que realiment el proceso de crecimiento del mercado y la expansin productiva. Las inversiones extranjeras crearon un nuevo sector productivo equipado con ferrocarriles, plantas elctricas,

yacimientos mineros, fundiciones y refineras de productos bsicos. Sera bajo el rgimen de Porfirio Daz entre 1876 y 1911, cuando se establecieron mnimas condiciones de estabilidad, derechos de

propiedad y garantas a la inversin externa, lo cual le permiti a Mxico ubicarse dentro de los pases receptores de inversiones extranjeras directas en Amrica Latina. Ferrocarriles y fundiciones mineras se desplegaron en el contexto de una agricultura

mayoritariamente de subsistencia, llevada a cabo por pueblos y comunidades, y en donde la hacienda deba compartir

conflictivamente los recursos, mostrando una baja productividad por la inadecuada rotacin de cultivos, falta de mejora en las semillas y uso de fertilizantes, adems de no atraer inversin extranjera. Por ello la produccin de trigo no logr cubrir las necesidades internas, a

45

pesar de que para 1900 de las 8,111 haciendas en produccin a lo largo del territorio el 41.9% estaba dedicada a la produccin de granos66. Esa combinacin de modernizacin tecnolgica y sectores de baja productividad fue el marco de fondo de la Revolucin, conflicto que para una tradicin historiogrfica fue altamente destructivo de los medios de produccin especialmente en minas y haciendas. Sin embargo para Reynolds (1970) el producto interno bruto de Mxico entre 1910 y 1925 mostr un incremento neto de 2.5% anual, por el comportamiento exitoso de los grandes enclaves mineros y petroleros que al quedar aislados de los efectos ms serios de la Revolucin, crecieron a una tasa de 5.6% anual. En particular fueron los aos entre 1913 y 1916 los ms graves del conflicto, en especial fue 1915 el punto ms bajo y no toda la dcada revolucionaria67. Esto le permiti concluir a Womack (1978) que los grados de destruccin en la Revolucin no haban sido tan desastrosos ni tan generales, como tampoco la crisis fue lo suficientemente profunda como para fracturar el sistema econmico imperante68. Razn por la cual el pas en 1922 logr

66

Crdenas (1995), pp. 264, 268. Nickel (1988), pp. 130, 131. Reynolds (1970), pp. 27-28. Womack (1978), pp. 3-8.

67 68

46

recuperar el PIB total, siendo mayor que el de 1910 y en el ao de 1925 la agricultura super el nivel que tena al iniciarse la Revolucin69. Para Haber, "La mayor parte de la planta manufacturera qued intacta despus de la lucha. Los barones industriales de Mxico no abandonaron el pas de manera permanente, creando un vaco que sera llenado por una burguesa nacional; se quedaron en su sitio" 70. Para los ferrocarriles los aos posteriores a 1910 fueron de un ascenso en el trfico hasta mediados de 1914, ao en que cay el trfico de carga de Ferrocarriles Nacionales de Mxico (FNM), compaa que controlaba alrededor del 60% de las lneas frreas mexicanas. En el ao social de 1910-1911 FNM lleg a 6.7 millones de toneladas, bajando a 3.3 millones de toneladas en 1914, siendo afectado por la cada en los productos mineros y manufacturados aunque en menor medida por los ganaderos y agrcolas71.

Las expectativas de los inversionistas y la productividad en la industria manufacturera fueron ms sensibles a la alteracin de los factores y mercados durante los aos de mayor violencia (1914-1917),69

Con esto nos referimos a las cifras del PIB total, que llevado a pesos de 1970 tuvo un valor de 47 mil millones en 1910 y en 1921 alcanz a 50.6 mil millones; siendo especialmente significativo el crecimiento del sector petrolero que pas de una cifra de 19 millones en 1910 a 1,007 millones en 1921. INEGI-INAH (1990), vol. 1, p. 319.7071

Haber (1992A), p. 157. Para evidencias regionales vase Cerutti (1987). Calculado con FNM.IN, Informes entre el 30 de junio de 1909 y el 30 de junio de 1925.

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que en el perodo anterior y posterior, en donde los efectos tuvieron un menor impacto en la confianza de los inversionistas para invertir en nuevas plantas y equipo, en la estructura industrial y en el crecimiento de la productividad. Lo que les permiti afirmar a Haber y Razo (1998) que no haba evidencia cuantitativa para afirmar que hubo un poder destructivo generalizado de la economa a diferencia de lo que la historiografa tradicional le atribuy a la Revolucin72. Afirmacin que, en cierta medida, se confirma en otras guerras civiles del siglo XX, que indican la existencia de mecanismos rpidos de recuperacin de acuerdo a la capacidad de los actores econmicos para ajustarse al ambiente del conflicto, como tambin a la mayor o menor

vulnerabilidad de ciertos sectores de actividad73. Pero para Knight el efecto adverso de la Revolucin sobre la economa todava es difcil de medir estadsticamente, y ello no logra invalidar el fenmeno de fondo de ser una revolucin agraria74 y popular, en donde los dirigentes revolucionarios derivaban su fuerza del control que ejercan sobre los recursos de sus regiones independientes unas de otras75. Otra critica es que se utilizan datos estadsticos parciales, los cuales se consideran superiores para darle soporte aHaber y Razo (1998), pp. 99-143. Un interesante estudio sobre guerras civiles ocurridas a partir de 1960 en frica indica que en conflictos de mayor duracin los actores econmicos logran estabilizarse a dicho entorno y recuperarse mucho ms rpido que en conflictos de corta duracin. Al respecto vase Collier (1999), pp. 168-183. 74 Knight (1991), pp. 73-104. Knight (1994), pp. 393-444.72 73 75

Katz (1998), vol. 1, pp. 440, 443.

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afirmaciones rotundas que toman como vlida y total la versin de las clases altas mexicanas sobre s mismas. Por ello para Roderic Ai Camp, este tipo de enfoques ms bien estn orientados a desacreditar la mitologa y la versin populista tradicional sobre el campo y los orgenes de la Revolucin mexicana76, ignorando el porqu la Revolucin se dio a partir de un sector productivo incapaz de competir en el mercado internacional, sin cultivos de exportacin en reas de densa poblacin indgena, a diferencia de lo ocurrido con el caf en Guatemala y El Salvador77. A este respecto la afirmacin de la baja destructividad de la Revolucin ignora la especificidad mexicana de una turbulencia social notable y mayor que la de cualquier otro pas latinoamericano y del Tercer Mundo en el siglo XIX, slo comparable con China. David Kowalewski (1991) al estudiar el comportamiento de la violencia de carcter revolucionario de 34 pases del Tercer Mundo entre 1821 y 1985, estableci que Mxico hasta bien entrado el siglo XX ocup el primer lugar en violencia revolucionaria con 49.1% del perodo, superando a China con 44.2%78. Vista as, la Revolucin fue una sntesis de violencias que venan dndose desde el siglo XIX, que alter los factores productivos y las tecnologas instaladas hasta ese momento,76 7778

Camp (1996-1997), pp.189-191. Roseberry (1995). Topik (1994).

Kowalewski (1991), p. 95.

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como tambin la movilizacin de las fuerzas campesinas tuvo un impacto significativo en el cambio social y en la proletarizacin del mundo rural por introducir una movilidad extraeconmica79. Situacin que por lo dems parece ser estructural de Mxico, ya que en tiempos recientes es notable la conflictividad social asociada a inversiones en infraestructura: se calcula que entre 1991 y 2003 no menos de 22 obras mayores como aeropuertos, autopistas, presas, ciclovas, ferrocarriles de cercanas, desarrollos tursticos, centros comerciales, una red de tren elevado, parques de diversiones, redes de agua, libramientos y pasos a desnivel por un total de 4,000 millones de dlares en 13 estados del pas, fueron cancelados por la oposicin de campesinos y sectores populares urbanos80, cifra que puede superar los daos de la Revolucin. Si fenmenos de este tipo se ignoran para el tiempo presente es difcil visualizar el pasado. En consecuencia, debe considerarse que en Mxico haba una turbulencia de fondo que el rgimen de Porfirio Daz no logr borrar al mantenerse la clsica confrontacin mexicana, es decir, la latente conflictividad rural por la expansin de la agricultura comercial sobre las tierras de los pueblos81. La apropiacin popular y militar de ferrocarriles, fbricas e ingenios conllev deterioros y cambios de largo plazo; para

Aguirre (1990), pp. 183-240. Truenan protestas 22 obras, Reforma, Ciudad de Mxico, 8 de Septiembre de 2003. 81 Knight (1992), pp. 109-112.79 80

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los ferrocarriles el dao fue integral en el trfico, organizacin de las empresas, composicin del personal, obligaciones financieras

internacionales y en el papel del sector pblico. Aunque hubo lmites para la destruccin, ya que Collier (1999), seala que las guerras civiles en economas caracterizadas por bajos ingresos, se llevan a cabo con tecnologas convencionales de baja destructividad que afectan ms a los mercados internos que los conflictos internacionales, porque se suelen extender por todo el territorio, afectando los derechos de propiedad y debilitando el aparato estatal82. En Mxico cada bando en lucha preserv una base regional de recursos econmicos para involucrarse en un conflicto de escalas cada vez ms nacionales, siendo vitales el ganado, las fbricas, los pozos petroleros y los ferrocarriles. Ello se manifest tras el derrocamiento del gobierno de Francisco I. Madero, en febrero de 1913, cuando se dio paso a un conflicto armado de mayores escalas por la intensificacin de los ataques a las lneas frreas e interrupcin efectiva de algunos procesos productivos. Entre los aos de 1914 a 1916 el trfico ferrocarrilero se restringi a circuitos locales o regionales lo que afect las dimensiones del mercado interno. La situacin fue provocada por una combinacin de ataques e intervencin de los jefes militares locales, quienes ocuparon oficinas, alteraron las jerarquas

administrativas y operaron los trenes de acuerdo a sus prioridades; la82

Kuntz y Riguzzi (1996), pp. 289-364. Collier (1999), pp. 168-169.

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distancia media recorrida por la carga de FNM baj en alrededor de un tercio: de 360.3 kilmetros registrados en el ao social de 1910-1911 para el ejercicio entre 1913-1914 se cay a 234.1 kms.83. Durante 1915 se dio la fase ms dura de la lucha entre la Convencin y Carranza, extendindose los combates por el norte y la meseta central, junto con interrumpirse el trfico con el puerto de Veracruz lo que impidi obtener insumos y canalizar productos hacia el mercado. Durante 1914 y 1915 las industrias del acero y del cemento no operaron, en tanto que el 40% de las fbricas de telas de algodn fueron clausuradas as como las de papel, cerveza y vidrio trabajaron en forma limitada84. No obstante, siguieron operando el equipo y la infraestructura de algunas haciendas, los enclaves petroleros funcionaron eficientemente, pero se alteraron en forma considerable los circuitos de intercambio as como la productividad, el aprendizaje tecnolgico y la calificacin obrera85, lo cual repercuti sobre la posterior recuperacin. Pero la Revolucin fortaleci el papel intervencionista del Estado federal Hitos importantes fueron la incautacin en 1914 de los ferrocarriles, la intervencin en la comercializacin del henequn en 1915 entre otros, aunque no se logr gravar a la actividad exportadora ms importante como era el petrleo, que permaneci aislada y present un alto grado

83 8485

FNM.IN, 6 informe al 30 de junio de 1914, pp. 7, 12, 39.

Haber (1992A), p. 173. Guajardo (1998A).

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de amenaza internacional por parte de Estados Unidos, pais que incursion militarmente en territorio mexicano en 1914 y 1916, y que desde 1919 elabor una hiptesis de guerra con Mxico, lo que reflej las presiones de las compaas petroleras y propietarios afectados por la Revolucin y la Constitucin de 191786. En ese sentido acabar con las inercias y estructuras

institucionales dominantes slo fue posible mediante una alta dosis de violencia. La pacificacin del pais debi negociarse no slo al interior sino con los inversionistas extranjeros, estadounidenses en su mayora, afectados por la Revolucin y tambin por las modificaciones introducidas a los derechos de la propiedad del subsuelo por la Constitucin de 1917. Esto puso al rgimen revolucionario en confrontacin con los propietarios extranjeros del petrleo, minera y ferrocarriles, obligando a una posterior y ms rpida consolidacin de los gobiernos de Obregn y Calles entre 1921 y 1928. Tambin debieron establecerse vnculos con el empresariado industrial

mexicano, que a diferencia de terratenientes, plantadores y rancheros, no se vieron tan afectados por la Revolucin, aunque s lo fueron sus redes de comercializacin y mercados por lo que la pacificacin y control estatal eran necesarios para recuperarlos. En 1917 se cre la Secretara de Industria, Comercio y Trabajo, que apoy la celebracin en ese mismo ao del Primer Congreso86

Guajardo (2000C).

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Nacional de Industriales para el desarrollo del sector, que al ao siguiente llevara a la creacin de la Confederacin de Cmaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (CONCAMIN)87. Pero los industriales desconfiaron de la situacin dejada por la Revolucin y en particular de la Constitucin de 1917, por lo que estaban renuentes a invertir88. En las dcadas siguientes la desconfianza sera resuelta con las definiciones econmicas y polticas bsicas del rgimen, en particular durante el gobierno de Lzaro Crdenas (1934-1940) con el reparto agrario y las expropiaciones de los ferrocarriles y el petrleo. Ms tarde con las polticas de fomento surgira un nuevo grupo de industriales, tal como lo llam Sanford Mosk89, que desde fines de la dcada de 1940 apoyara las polticas de ISI y que desde el decenio de 1950 dara origen al llamado desarrollo estabilizador, con polticas econmicas que favorecieron al sector privado, tasas de crecimiento entre 6 a 7% y tipo de cambio fijo90.

Sal y piedras: los lmites para la difusin tecnolgica

Todo lo anterior se tradujo en una limitada difusin del cambio tecnolgico fuera de los sectores y firmas modernas. A este respecto,87 88 89 90

Crdenas Garca (1986), pp. 26,27, 40, 41. Story (1990), p. 18. Crdenas Garca (1986), p. 40. Mosk (1950). Reynolds (1996), p. 665.

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debe sealarse que a principios de la dcada de 1930 Frank Tannenbaum al estudiar los datos sobre 3,611 pueblos rurales representativos de todos los estados y territorios, que contenan el 17% de la poblacin del pas, estableci que dichos pueblos ms grandes que el promedio, eran sumamente pobres en equipamiento porque el 93.1% no tena acceso al ferrocarril, el 96.5% no tena acceso a tractores, el 95.8% a los telgrafos, el 98.9% sin ingeniero, el 97.8% sin mdico, el 90.1% sin hojalatero y el 54.3% no dispona de arados de acero91. El panorama de Tannenbaum, indica lo relativo de los anlisis de Haber y Womack, ya que los niveles de deterioro y de atraso de Mxico eran bastante agudos antes de la Revolucin y despus. De hecho desde el decenio de 1880 la vinculacin de los ferrocarriles con las haciendas y la ampliacin de los mercados no impact en una inversin masiva en tecnologa, sino en la intensificacin de la explotacin de la mano de obra rural e incluso, como en Yucatn durante el Porfiriato, en su combinacin con una agricultura de exportacin basada en formas de trabajo semiesclavistas92. Otro tanto ocurri con la agricultura comercial del centro del pas, en donde la disponibilidad de vas frreas consolid la viabilidad econmica de la hacienda y amplific sus mercados mediante una arcaica matriz productiva. En la produccin azucarera de Morelos hasta 1912 la91 92

Wilkie (1987), p. 249, Cuadro IX-3, p. 250. Semo (1988), pp. 99-101. Leal y Huacuja Rountree (1982), p. 74. Wells (1992).

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modernizacin del transporte caero por ferrocarriles y las lneas angostas, coexisti con el transporte tradicional de carros y mulas93. Tambin en la produccin de cereales del Bajo, la ampliacin de los cultivos se llev a cabo con una mezcla de nuevas tierras, obras de irrigacin limitadas, aplicacin de mecanizacin en ciertas lneas de productos rentables y amplificacin de la fuerza animal sin desplazar el uso de arcaicos instrumentos de labranza94. En su conjunto, el medio agrario antes de la Revolucin presentaba lmites para que tecnologas como la del ferrocarril crearan un mercado territorial disperso, capaz de orientar la difusin tecnolgica95. Lo anterior se reflej en el relativo empleo del ferrocarril para transportar productos agrcolas, rubro que se mantuvo relativamente estancado frente al aumento de los minerales entre 1893 a 190796. Adems para 1907 el 85% la piedra mineral, el 95% del carbn y coque, el 95% de los materiales de construccin y el 100% de la sal tenan como destino el mercado interno, es decir, circulaban en la economa que no era exportadora, artculos de muy bajo valor unitario de nula o escasa complejidad tecnolgica al contrario de los metales elaborados que en un 70% se iban a la exportacin97. Tambin el escaso desarrollo93 94 95 96 97

Crespo (1988), Vol. 1, pp. 392-399. Miller (1995), pp. 102, 103, 119. Schmidt (1973), pp. 261, 281-282. Kuntz (1995B), Cuadro 2, pp. 48-49. Kuntz (1995B), Cuadro 6, p. 63.

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de una agricultura comercial (no tropical) durante el Porfiriato hizo que los cereales fueran marginales, tanto a la circulacin para exportacin como a la destinada al mercado interno98, situacin que se mantuvo hasta entrado el siglo XX. Ejemplo de ello fue el trfico de FNM durante el trienio de 1928 a 1930, en donde los productos agrcolas ocuparon entre el 23.5% al 27.1% de la carga total, siendo el maz el artculo con mayor tonelaje; pero si se considera no la cantidad absoluta transportada sino la relativa con relacin a lo cosechado, aparece que el maz embarcado por tren equivali en 1928 al 15% del cosechado, en 1929 al 19% y en 1930 al 27%. Por el contrario, el trigo en ese trienio alcanz el 68%, 63% y 67% de lo cosechado, a pesar que para 1930 de las 14.6 millones de hectreas de tierras de labor el 21.03% era ocupado por el maz y slo el 3.36% por el trigo99. As, fenmenos de circulacin verdaderamente nacionales se dieron tardamente: recin en 1954 se pudieron enviar 20 furgones con mil toneladas de trigo desde Ciudad Obregn, Sonora a Mrida, Yucatn, cubriendo una ruta de 4,000 kilmetros100. Un material que ejemplifica el desarrollo tecnolgico de Mxico antes de 1940 fue el acero producido en el pas, que no era apto para la industria e infraestructura. Para 1912 los rieles que compraba FNM a la98 99

Topik (1994).

Calculado a partir de: INEGI/INAH (1990), Tomo 1, p. 374. Ferrocarriles Nacionales de Mxico (1932), pp. 17-18.100

"El convoy triguero", Ferronales, Tomo XXIII, no. 6, 1954, pp.2-4.

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compaa Fundidora de Monterrey se utilizaban predominantemente para reparar lneas secundarias, en tanto que los rieles importados de mejor calidad, se empleaban para las vas troncales nuevas. Los perfiles de Fundidora no se empleaban en estructuras que deban soportar grandes esfuerzos mecnicos: en 1916 los FNM para reparar puentes daados compraron en Monterrey slo algunas partes de las estructuras y no el total, porque los ingenieros estimaron que el acero

regiomontano era menos resistente que el importado101. Este factor de la calidad tcnica explica que dicha siderrgica slo cubra un muy escaso rango de aceros, por lo que se debi mantener la importacin de aceros de alta resistencia y que no se comprara en Mxico el 100% de los rieles. En un estudio de principios de la dcada de 1940, se determin que las 10 fbricas mexicanas productoras de maquinarias y herramientas agrcolas slo podan fabricar arados muy sencillos de hierro fundido, aptos para tierras suaves, en tanto que para los suelos duros se deban importar las piezas de acero resistentes a un mayor desgaste, porque el acero producido por Fundidora de Monterrey, La Consolidada y Altos Hornos de Mxico era de una calidad y cantidad muy limitada como para fabricar bienes de capital. Por ejemplo, las barras y perfiles de fabricacin nacional para un mismo tipo y tamao presentaban tenan variaciones notables en sus medidas, lo cual dificultaba seriamente el diseo y la fabricacin de maquinarias y101

FNM, 4 informe al 30 de junio de 1912, p. 21. FNM, 8 informe al 30 de junio de 1916, p. 23.

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herramientas. Incluso para fabricar coas, machetes y palas se importaba el acero y se laminaba localmente porque las siderrgicas mexicanas no lo podan suministrar102. Finalmente la madera. A pesar de que Mxico contaba con abundantes recursos forestales, su madera no era apta para ser empleada en bienes y estructuras que deban ser sometidas a grandes esfuerzos, como durmientes y herramientas. En 1882 la lnea en construccin del Ferrocarril Central entre San Luis Potos y Tampico cruzaba por bosques que podan proporcionarle durmientes, pero por la falta de mquinas para aserrar resultaba ms barato y expedito importar madera desde Estados Unidos103. Esto fue un obstculo para la fabricacin de herramientas agrcolas a principios de la dcada de 1940 porque se requeran maderas secas capaces de resistir torsin, tensin, impresin y esfuerzos constantes. Pero no se podan encontrar en el mercado mexicano maderas adecuadas porque no haba hornos secadores ni se dominaba la tcnica para fabricar partes de madera para herramientas104. Hecho paradjico el de la economa mexicana: abundante en maderas y poseedor del primer alto horno en la regin latinoamericana, sus materiales hasta 1950 no servan para darle soporte a un proceso102 103

Gleason (1943), pp. 32, 34-39.

Informe del Inspector Francisco Villar sobre el ferrocarril de San Luis Potos a Tampico, 31 de julio de 1882. AGN.SCOP, exp. 10/3173-1, f. 16-17.104

Gleason (1943), p. 40.

59

de industrializacin. En ese sentido tanto la revolucin en el plano poltico y social, como la circulacin de sal y piedras en el plano material manifestaron los estmulos y lmites.

Las capacidades productivas de la mano de obra

La

actividad

ms

compleja

y

sofisticada

impuesta

por

ferrocarriles, plantas elctricas, yacimientos mineros, fundiciones y refineras de productos bsicos, impact en el cambio de las habilidades y en los conocimientos industriales de la mano de obra mexicana. En las economas desarrolladas el aumento en los niveles de educacin permiti incorporar el progreso tcnico creciente, basado cada vez ms en el saber cientfico. En Japn y los Estados Unidos, los aos de educacin de la poblacin crecieron diez veces entre 1820 y 1992105, lo cual se asoci al incremento del capital fsico: en Estados Unidos el inventario de maquinaria y equipo para 1992 era 5,400 veces mayor que el de 1820106. Pero en Mxico y Amrica Latina la situacin fue distinta, porque el aumento de la inversin se dio con bajos niveles educativos, a pesar de que hacia 1914 la regin era el segundo destino de inversiones internacionales despus de los llamados nuevos pases105 106

Maddison (1997), pp. 46-47. Maddison (1997), p. 43.

60

occidentales (Estados Unidos, Canad, Australia, Nueva Zelanda), al ser receptora del 19% del total invertido en el extranjero por las 12 economas internacionales ms importantes del mundo107. Buena parte de esas inversiones se localizaron en ferrocarriles, uno de los ms importantes estmulos para la industrializacin ya que a partir de los decenios de 1830-40 el desarrollo en la produccin de bienes de capital se debi a la revolucin de los transportes abierta por el ferrocarril108. Sin embargo el impacto laboral de las inversiones extranjeras ha recibido escasa atencin ya que como sealbamos ms atrs la preocupacin se ha dado ms sobre el crecimiento109, o bien a su contribucin en la formacin del sindicalismo nacional110, e inicio de la cultura obrera111. As para Ebergenyi (1986) el estudio de los ferrocarrileros se ha dado dentro de la teora de la clase obrera dentro de la particular relacin entre el Estado y los trabajadores a travs de la compaa de FNM112. En ese sentido los estudios histricos sobre los ferrocarrileros se han inscrito en el marco de la compaa de FNM; Alzati se preocup por el proceso de nacionalizacin de dicha compaa, Alonso lo hizo sobre el movimiento laboral de 1958-59 en donde seMaddison (1997), cuadro 3.3, p. 92. Grupo constituido por Gran Bretaa, Francia, Alemania, Estados Unidos, Blgica, Pases Bajos, Suiza, Japn, Rusia, Portugal y Suecia. 108 Rosenberg (1976), p. 145.107 109

Parlee (1981). Coatsworth (1984). Riguzzi (1994, 1995). Kuntz (1995A). Alzati (1946). Alonso (1972). Leal y Woldenberg (1980). Shabot (1982). Ebergenyi (1986). Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos (1993). Hernndez Crdoba (1996). Ebergenyi (1989-1990), pp. 179-180.

110111

112

61

muestra la relacin conflictiva de los trabajadores ferrocarrileros con la empresa y con el Estado mexicano. Shabot al estudiar los orgenes del sindicalismo ferrocarrilero destac la relacin con la compaa y los gobiernos de Porfirio Daz y Madero. Parlee y Kuntz se preocuparon de las polticas laborales y del impacto econmico durante el gobierno porfiriano en las compaas del Nacional y Central, que en 1908 se fusionaron en los FNM, en tanto que Yanes se preocup de los cambios tecnolgicos y laborales al interior de los Nacionales en la dcada de los cuarenta. Pero existen otros interesantes fenmenos sobre cmo funcion la economa mexicana y especialmente cmo se combinaron tecnologa importada con mano de obra local. Debe considerarse que las capacidades productivas de la mano de obra mexicana encuentran, todava, sus races en una cultura rural y preindustrial aspecto sealado en 1900 por el agrnomo alemn Karl Kaerger, al evaluar las capacidades laborales tiles para el capital extranjero: Encuentra (el inversionista extranjero) en Mxico mano de obra barata, grandes cantidades de agua, de riquezas minerales, buenas comunicaciones ferrocarrileras y, algo que a mi modo de ver posee una gran importancia, una poblacin por naturaleza extraordinariamente hbil para los trabajos industriales, tal como se confirma por los

62

numerosos

artculos

pequeos,

confeccionados

domsticamente con mucha destreza y que son ofrecidos en venta por los indgenas en todos los lugares de Mxico113. Kaerger destacaba las capacidades productivas, pero esas capacidades no eran industriales, sino indgenas y coloniales las cuales no eran fciles de acoplar a un rgimen de trabajo, tecnologa y perspectivas capitalistas de produccin. Esto llev a que los

empresarios europeos y estadounidenses implementaran una poltica de exclusin y/o segregacin de los mexicanos de las actividades ms calificadas y mejor remuneradas.

En 1824 los administradores de la compaa minera de Real del Monte en Pachuca, Hidalgo, trajeron operarios europeos para manejar las bombas de las minas, porque desconfiaban de la capacidad del trabajador mexicano y eran reacios a que ocuparan la mayora de los puestos que requeran conocimientos y habilidad mecnica114. Esto se acentu con las inversiones estadounidenses desde las dcadas de 1880-90, caracterizadas por una fuerte mecanizacin de grandes plantas e infraestructuras en la minera y ferrocarriles. Las compaas mineras solucionaron la escasez de mano de obra calificada mediante113 114

Kaerger (1986), p. 261. Randall (1986), pp. 143-144.

63

fuertes

inversiones

en

bienes

de

capital

que

aumentaron

la

productividad del trabajador minero. La productividad fsica pas de 17,819 kg. de mineral per cpita en 1897 a casi 48,000 en 1907, con un incremento anual del 10%115. Pero la baja productividad del trabajador mexicano tena su origen no slo en la falta de educacin y calificacin tcnica, sino tambin en los niveles de satisfaccin, incompatibles con una concepcin capitalista del trabajo, que se resuman en quejas de los administradores y empresarios norteamericanos: tendencia a regresar a casa con ocasin de la siembra y la cosecha, falta de iniciativa y de espritu de ahorro, ausencia durante la celebracin de infinidad de das festivos, mana por trabajar slo los das de la semana suficientes para satisfacer sus elementales necesidades e insaciable deseo de alcohol116.

Estaba

disminuido

fsicamente

por

una

alimentacin

tradicionalmente deficitaria por una agricultura de subsistencia, que hasta 1910 cubri estrechamente las demandas alimenticias de la poblacin, sin dejar un excedente para exportacin. Parte de la explicacin es que faltaron estmulos para programas de colonizacin y de tierras nuevas, que deberan haber creado una agricultura comercial eficiente. En cambio para 1907 cerca de 49 millones de hectreas de115116

Gmez (1982), p. 63. Bernstein (1965).

64

tierras haban sido transferidas a particulares y compaas, pero la gran mayora de las tierras tiles ya estaban ocupadas por haciendas y pueblos en los estados ms poblados de la regin del Centro, razn por la cual no se afect masivamente la produccin de subsistencia117. Ello hizo que el trabajador estuviera ajeno a la producti