taylor - la superación de la epistemología-proc

Upload: drcadmus

Post on 02-Mar-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    1/26

    A v^fvnevxSoc

    e- ei ^ Lo

    * 5 ,

    -e Kt U ^o evly Ua^cAje-. ^ l' ^

    ^ /1 rv-> J-> j (J -^ r e p r c ^ U ^ o - n

    ^ O S f c

    pr> t/O.

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    2/26

    Ca p t u l o 1

    LA SUPERACIN DE LA EPISTEMOLOGA

    ten a , dc/\cnono'i ,- i n to

    La epistemologa, en otros tiempos el orgullo de la filosofa mo

    derna, parece estar enferma hoy en da. Hace cincuenta aos, du

    rante el apogeo del^empirismo lgiccj un movimiento importante

    no slo en la filosofa sino tambir^inmensamente influyente en laciencia social' daba la impresin de que el autntico centro de la

    filosofa era la teora del conocimiento. sta se entenda com o la

    principal contribucin de la filosofa a la cultura cientfica: la

    ciencia avanzaba y acumulaba conocimiento y la reflexin filosfi

    ca se ocupaba de la validez de las pretensiones de conocimiento.

    Lq-preeminenci?de la epistemologa explica un fenmeno como el

    de Karl Popper, que basndose en su reputacin como terico del

    conocimiento cientfico, pudo obtener audiencia para sus inmode

    radas opiniones sobre destacados filsofos de la tradicin, que estaban bien alejadas de la verdad.1Estc^evoca^un fenmeno parale

    lo en las artes, donde las opiniones polticas de un gran artista o

    escritor, son escuchadas con mayor atencin y respeto de lo que

    aconseja su propio valorjntrinseco?

    Por supuesto, esto slo era cierto en el mundo anglosajn. En

    el continente la fuerza de la tradicin epistemolgica se encontra

    ba en un completen-reflujo7Heidegger y Merleau-Ponty ya ejercan

    una amplia influencia. Sera demasiado simple afirmar que ac

    tualmente esta actitud escptica se ha trasladado al mundo de ha

    bla inglesa. Ms bien, se podra decir que la epistemologa est

    ahora sometida a un^escrutinio crtic^ms intenso en ambas cul

    turas. En Francia, la generacin de losestructuralistas?y postes-

    tructuralistas, de ser algo, fue incluso ms ajena a este estilo de

    pensamiento de lo que lo haba sido Merleau-Ponty. En Inglaterra

    y Norteamrica, los argumentos de ambas generaciones de pensa

    dores continentales han empezado a tener impacto. La publica

    cin en 1979 del influyente La filosofa y el espejo de la naturalezaj

    1. Karl Popper, Logik der Forschung (Viena/1935): The Open Society and Its

    *Enemies (Princeton. 1950) [trad, cast.: La sociedad abierta y sus enemigos,Barcelo

    n a , Paids, 1993], .'

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    3/26

    20 ARGUMENTOS FILOSFICOS

    de Richard Rorty ayud tanto a cristalizar como a acelerar una

    tenden cia de rechazo a la totalidad del proyecto epistemolgico.

    En algunos crculos se ha convertido en una nuevqortodoxit?elconsiderar todo e^Iprovect? desde Descartes, pasando por Locke y

    Kant y proseguido p or varias corrientes de los siglos xix y xx, co

    mo un error. Sin embargo, cada ve z est menos claro qu significa

    exactam ente superar la epistem ologa o repudiar todo el proyecto.

    Esto es, qu es lo que se est tratando de negar?

    El libro de Rorty parece ofrecer una respuesta clara y plausible.

    En el corazn d la vieja ep istem ologa hallamos e]proyecto /un- .

    d c i on a lP Desde el punto de vista de este proyecto, las ciencias po

    sitivas necesitaban una disciplina rigurosa que pudiera controlar

    la^credencialesPde todas las pretensiones de verdad. De modo que

    una supuesta ciencia ser vlida slo si sus hallazgos supranoste

    testQ-de lo contrarile apoyar en arena-. Slo la epistemologa

    pu ee aclarar qu^convierte las pretensiones de conocim iento en

    vlidas y en qu grados de valid ez ltima pueden aspirar a descan

    sar. (N aturalmente , se pod ra sugerir una respuesta ms pesimista

    y escptica a esta lt im a cuestin. La epis te mologa no era necesa

    riam ente una empresa ra ciona lista. Es ms, sus ltimos grandes

    defensor es eran y son em piristas.)

    En la prctica, los defensores de la epistem ologa tom an su ejem

    plo de lo que identifican como las ciencias con xito de su poca,

    desde la infatuacin de Descartes con la matemtica a la contempo

    rnea moda de la reduccin a la fsica. Si bien el verdadero funda

    mento de la ciencia no se supone en s mismo dependiente de ciencia

    em prica alguna -evidentem ente para evitar una circularidad que sa

    crific ara su carcter fundacional-. Se considera que los argumentos!

    sobre la fuente de todo con ocim iento vlido no son empricos. '

    De acuerdo con esta descripcin, queda claro qu significa su

    perar la epistemologa: abandonar el fundacionalismo. Desde este

    punto de vista, Quine figurara entre los preeminentes lderes deeste nuevo giro filosfico, va que propone naturalizar la episte

    m olo ga , es decir, privarla de su con dicin a prioriy considerarla

    co m o una ciencia entre otras, com o una de las muchas especiali

    dades interactivas de nuestra imagen del mundo.'' Y as parece

    considerarlo Rorty, a pesar de que con algunas reservas.234

    2. Richard Ro m . Philosophy and the M in or o f Naum (Princeton, 1979) pg. 132

    tirad, cast.: La filoso fa y el espejo de la na turaleza, Madrid , Ctedra, 1989],

    3. W.V. Ouiiie, Epistemology Naturalized, en Ontological Relativity and Other

    Essays (Nueva York, 1969) Pgs. 69-90.

    4. Rorty, Philosophy, pgs. 173 y sigs.

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    4/26

    LA SUPERACIN DE LA EPISTEMOLOGA 21

    Pero hay una concepcin ms amplia de la tradicin epistemo

    lgica, en cuyo marco ste ltimo sera ms bien un juicio grotesco. Se trata de la interpretacin que centra su atencin no tanto en

    el fundacionalismo sino en la idea del conocimiento que lo hizo

    posible. Si tuviera que resumir esta idea en una nica frmula, s

    ta sera la siguiente: el conocimiento ha de considerarse como la

    correcta representacin de una realidad.independiente. En su for

    ma o rig i i i i irv e y ^ ^ h o c n u ^ to como la imagen interna de una

    reahdadexterna.5 - -

    La razn por la que algunos pensadores prefieren centrarse en

    esta interpretacin y no meramente en las ambiciones fundaciona-

    listas que, en ltimo trmino (como Quine ha mostrado) son sepa

    rables de la epistemologa, es que esta se halla conectada a nocio-

    nes_muy influyentes y a menudo incompletamente formuladas sobre

    la ciencia y sobre la naturaleza d la capacidad de accin humana. Y,

    a travs de ellas, conecta cor ciertas ideas morales y espirituales cen

    trales de la edad moderna. Y si la aspiracin es desafiar la primaca

    de la epistemologa, desafiar tambin estas ideas, entonces hay que

    indagar en este enfoque ms amplio -o ms profundo- y no simplemente mostrar lo vano de la empresa fundacionalista.

    Me gustara trazar alguna de estas conexiones. Una de ellas es

    evidente y, de hecho, es doble: la que se da entre la concepcin re

    presen Laci^naLy la nueva .ciencia. iOficanictsla. del sigETxvn. Por un

    lacio, Ta mecanizacin de la imagen del mundo socav la compren

    sin previamente dominante "def conocimiento y, por tanto, pavi

    ment el camino para la concepcin moderna' De acuerdo con

    Aristteles la concepcin tradicional ms importante, cuando llegamos a conocer algo, la mente_{nous) se torna una con el objeto

    de pensamiento.6 Esto no significa, por supuesto, que materia l

    mente lleguen a ser la misma cosa, sino, en todo caso, que la men-

    5, Vase la declaracin de Descartes en su carta a Gib ieu f del 19 de enero de

    1642 en la que se declara assur que je puis avoir aucune connaissance de ce qui

    est hors de moi, que par lentremise des idees que ja i eu en moi . La idea de que la

    tradicin epistemolgica moderna est dominada por esta fcinnajtexalendgjJia re-

    presentacin fue indaggda.pat Martin Heidegger en su Die Zeit des Weltbildes(The~ge of th e World Picture, 1938), en Holzwege (Frankfurt, 1952, 1972), pgs. 69-

    104; y su evolucin desde esta primera perspectiva fue brillantemente descrita por

    MichaelEeucault en los captulos iniciales de su Les Mots et les choses (Pars, 1966)

    Itrad. cast.: Las palabras y las cosas, Barcelona, Planeta:De Ag ostin i, 985], de la

    que existe traduccin al ingls: The Order of Things (Nueva York, 1970).

    6. Vase, por ejemplo, Aristteles, c anima 3.430a20, tambin 431 a l , 431 b20-

    23 Itrad. cast.: Acerca del alma, Barcelona. Planeta-De Agostini, 1995],

    Wo ,' -.

    yi Y L t '

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    5/26

    22 ARGUMENTOS FILOSFICOS

    te y el objeto estn informados por el mismo eidos.7Se trataba de

    una concepcin bastante distinta a la del modelo representational

    Si bien algunas de las afirmaciones de Aristteles pueden ser inter

    pretadas desde la perspectiva de ste ltimo, la inclinacin bsica

    del modelo aristotlico puede ser descrita mucho mejor en trmi

    nos de participacin: al ser informada por el mismo eidos, la men- j

    te participa en el ser del objeto conocido y no slo lo representa. -

    Ahora bien, esta teora depende totalmente de la filosofa de las

    formas y, una vez que ya no explicamos el modo en que las cosas

    son en trminos de especies que las informan, esta concepcin del

    conocimiento es insostenible y se convierte rpidamente casi en

    [ininteligible. Hoy en da tenemos grandes dificultades para enten-iderla y por ello la concepcin representational se nos puede pre

    sentar como la nica alternativa disponible.

    sta sera la conexin negativa entre el mecanicismo y la mo

    derna epistemologa. La positiva se impone tan pronto como in

    tentamos explicar mecanicsticamente nuestra propia capacidad

    de conocer. Su elave bvimen te es la percepcin de que, si la con

    sideramos como un proceso ms en el universo mecanicista, he

    mos de interpretar que implica -como componente esencial- la re

    cepcin pasiva yie impresiones del mundo externo. As pues, elconocimientp_depende de una cierta relacin entre lo que est

    ah afuera y ciertos estados internos, causados en nosotros por

    esta realidad externa/Esta interpretacin, vlida para Locke, es

    ^aplicable tambin a losms recientes modelos de inteligencia arti

    ficial de pensmito^onstituye uno de los motivos principales/

    dTTradlcin epistemolgica.

    La interpretacin epistemolgica consiste en una comprensin

    del conocimiento que encaja bien con la moderna ciencia mecani

    cista. ste es uno de sus grandes valores y ciertamente contribuyea la actual moda de modelos de la mente basados en la computa

    dora. Pero esto no es todo lo que esta interpretacin persigue. De

    hecho, est fuertemente sobredeterminada, ya que el punto de vis

    ta representational tambin se vio fortalecdcTplos nuevos idea-

    les delu _c ien cia "Tas"nevas_ concepciones de la excelencia del

    pensar, que surgieron afmTsmqjLiernpo.

    ~ Esta conexin le central en la filoso fa cartesiana, una de cu

    yas ideas rectoras fue que la ciencia -el verdadero conocim iento-

    no consiste simplemente en la congruencia entre las ideas de la

    mente y la realidad externa. Si el objeto de mis meditaciones coin-

    7. Ibd., 3.430a9, 431b32.

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    6/26

    LA SUPERACIN DE LA EPISTEMOLOGA 23

    . cide-con los eventos reales en el mundo, esto no me proporciona

    c o n o c i m i e n t o la congruencia tieTqeTlegar a travs de

    un mtodo fiable generando as una confianza bien fundada. Laciencia exige certeza y sta slo puede estar basada en aquella in

    negable claridad denominada por Descartes vidence. Toda cien

    cia es un conocimiento cierto y evidente, reza la primera frase de

    la segunda regla de Reglas para la direccin del entendimiento.

    De modo que la certeza es algo que la mente debe generar por

    s misma. Se requiere un giro reflexivo, en el que, en lugar de con

    fiar simplemente en las opiniones recibidas a travs de la educa

    cin, hay que examinar su fundamentacin, la cual, en ltimo

    trmino, se encuentra en la propia mente. Por supuesto, el tema

    del sabio alejndose de la mera opinion comn y haciendo un

    examen ms riguroso que le ha de conducir a la ciencia es muy

    viejo, se remonta, por lo menos, a Scrates y a Platn. Lo que es

    nuevo en Descartes es la naturaleza reflexiva de este giro: quien

    busca la ciencia no se enctientra encaminado desde la cambiante

    e incierta opinin hacia el orden de lo inmvil, como en Platn,

    antes bien, se dirige hacia adentro, hacia los contenidos de su

    propia mente Jtos cuaTesHebe "ser cuidadosamente distinguidostanto de la realidad externa como de sus ilusorias localizaciones

    en el cuerpo). De modo que, entonces, la cuestin de la correc

    cin de la ciencia, esto es, la cuestin de la certeza, puede plante

    arse -la cuestin de la correspondencia de una idea con la reali

    dad, que Descartes formula y despus soluciona por medio de la

    suposicin del malin gnie*y la posterior prueba de su negacin,

    el verdadero Dios.

    El supuesto que subyace a la totalidad de esta operacin es que

    lia certeza es algo que podemos "generar porTrnsoTroslmismos aLor-

    demarijo rfcam erite nuestros pensamientos -de acuerdo con co-

    rixidns clasjLdistintas-. Est confianza es, en cierto sentido,

    independiente del resultado positivo de la argumentacin cartesia

    na en torno a la existencia del verdadero Dios, garanta de nuestra

    ciencia. En tanto que nuestro conocimiento sea entendido repre-

    sentacionalmente, el mismo hecho de la claridad reflexiva est

    obligado a mejorar nuestra posicin epistmica. Aunque no pudi

    ramos probar que el malin gnieno existe, Descartes todava estara en mejor posicin que el resto de nosotros -mentes no reflexi

    vas-, porque habra medido el grado de incerteza que se cierne

    * Trmino de la filosofa cartesiana que se traduce al castellano como genio

    ma ligno. [N . del r.].

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    7/26

    24 ARGUMENTOS FILOSFICOS

    sobre nuestras creencias acerca del mundo y habra aislado clara

    mente nuestra innegable creencia en nosotros mismos.

    De este modo, Descartes est en el origen de la moderna nocin

    -que ha ejercido una poderosa influenc ia en nuestra cultura- de

    _queja certeza.es hija.de la.claridad reflex iva o del examen de nues

    tras propias ideas haciendo abstraccin de lo que representan o

    comoYflYnbcTo que tienen aquellos que comparten su confianza en

    el poder del razonamiento para probar tesis fuertes acerca de la

    realidad externa. Locke y Hume siguen en la misma senda, a pesar

    de que Hume va tan lejos en la direccin del escepticismo como

    ningn otro moderno ha ido. Pero, con todo, es cierto para Humeque nos purgamos de nuestra falsa confianza en nuestras dema

    siado precipitadas extrapolaciones centrando la atencin en su

    origen, en nuestas ideas. Y es ah donde nos damos cuenta, por

    ejemplo, de que nuestras creencias en torno a la causalidad no es

    tn basadas ms que en la conjuncin constante, de que el yo no

    es ms que un haz de impresiones, etc.

    Este giro reflexivo, que se conform primero en el mbito de

    las!3eas /way o f ideas]de los siglos x v i iy xvm est indisoluble

    mente onec todojdajrm dem represen Laciopa! y sepodra decir que presupone esta interpretacin del conocimiento.

    Si Platn y Aristteles tuvieran razn, el camino hacia la certeza no

    podra estar en el interior -ms an la misma nocin de certeza se

    ra distinta: estara definida en trminos de los tipos de ser y no a

    travs del orden de nuestros pensamientos-, Pero, en mi opinin,j

    hay tambin una conexin motivacional en otra direccin; el ideal;,

    de una certeza autodada es un poderoso incentivo para interpretari

    nuestro conocimiento de modo tal que nuestro pensamiento acerca!

    de lo real pueda ser distinguido de sus objetos y examinado por s!

    mismo. Y este incentivo ha sobrevivido al original mbito de las

    ideas. Incluso en una poca en la que ya no queremos hablar de i

    ideas lockeanas o de sense data,en la que el punto de vista repre-

    sentacionalisla es reinterpretado en trminos de representaciones

    lingsticas o de estados corporales (y quiz no se trate de genuinas

    alternativas), hay todava una fuerte tendencia a distinguir y a tra

    zar un mapa ae tas operaciones fo rm ales de nuestro pensamiento>

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    8/26

    LA SUPERACIN DE LA EPISTEMOLOGA 25

    El ltimo es un excelente ejem plo de lo que he de no m inad o s o

    bredeterminacin de la interpretacin epis tem ol gic a. La plaus ibi-

    lidad de la computadora com o un m ode lo del pen sam iento pro vien een parte del hecho de que es una m qu ina y, po r co ns igu ien te, una

    prueba viva de que el materialismo pu ede a co ger e xp licacion es en

    trminos de realizaciones inteligentes; y en pa rte p roc ed e tam bin

    de la muy difundida fe en que nuestras realizaciones inteligentes

    han de ser en ltima instancia entendidas en trm ino s d e o p er a d o ^

    nes formales. Se ha dicho.que la com pu tad ora es.un m o to r sintc--

    tico^_y_en tom o a esta idea hay una fuerte co ntr overs ia. L os c rtic os

    ms perspicuos contra el desbocado entu siasm o ha cia el m od elo

    computacional, com o por e jemplo Hu bert D re vfu s ^ sealan incan

    sablemente cun inverosmil es entender algunas de nuestras realizaciones inteligentes en trmino s de un clcu lo form al, inclu idas

    nuestras ms comunes acciones cotidianas, tales c om o nu estro 1

    abrirnos camino por habitaciones, calles y jard ines o nu estro reco-\

    ger y manipular los objetos que usamos. P ero las m ay ore s d ificu lta- '

    des encontradas por las simu laciones com pu tacio na les en este rea

    no parecen haber socavado el entusiasmo de los defen sores del m o

    delo. Es como si se hubiera recibido alguna revelacin a p r i o r i se-)

    gn lrcTtdo ebe~serTiech o p or rftedio de. clcu los form ale s.

    Ahora bTeTme perm ito af irm ar que tal revelac in tiene su orige n

    en las profundidades de nuestra cultura m od ern a y del m o d elo ep is

    temolgico a ella anclado, y que su fuerza se basa n o s lo en su a fi

    nidad con la ciencia mecanicista sino tam bin a su a f inida d co n el;

    poderoso ideal de certeza au torreflexiva y a utoda da.

    Hay que en tend er este ideT~~; orno serriejan te a un id ea l m o ra l.

    El poder d este ideal puede apreciarse en el siguiente pasaje de

    >>Las meditaciones cartesianas (1929) , pasa je s ign i f ica t ivo porque

    Husserl ya haba roto con algunas de las tesis pr inc ipa les de la tr a

    dicin epistemolgica. jEn la prim era m ed itaci n se pre gu n ta si la/

    desesperanza de las actuales dif icultades f i losf icas no emerge' ,

    del hecho de haber abandon ado el origina l nfasis ca rtes ian o en laj

    autorresponsaj2li4adL) ~89

    '^'

    8. Danie l Dennett acu e l t rmino m oto r sem n t ico para d esc r ib ir la co m

    putadora , en Three Kinds o f Intent iona l Psych olog y , en R.A . Hea ley , co m p. , R e -

    ducium, Time and Reality (Camb ridge, Inglaterra, 19811. Pe ro, po r supuesto, m ere

    ce esta descripcin slo porque su func ionam iento coin cide , ante to do , con cierta s

    operac iones formales, que se ent ienden com o interpre tadas d e un m od o d ete rm i

    nado. Vase este debate en Sem antic En gine s de John H auge land , int rod uc cin a

    un volumen editado por l mism o. Mind Design (Cam br idge . Massach uset ts , 1981).

    9. H.L. Dreyfus, What Computers Can't Do. 2 : ed. (N u eva V or i ; , 1979).

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    9/26

    26 ARGUMENTOS FILOSFICOS

    j No debiera pertenecer ms bien al sentido fundamental de la

    j genuina filosofa la exigencia, presuntamente exagerada, de una fi-

    i losofa dirigida a la extrema supresin concebible de prejuicios, una'

    ; filosofa que se configura con efectiva autonoma a partir de evi-I dencias ltimas producidas por ella misma y, en consecuencia, ab-

    ; solutamente autorresponsable?10

    El ideal dejiutorresponsabilidad es fundacional en la cultura

    moderna; no slo surge de nuestralmagen del desarrollo de la

    ciencia moderna por medio del herosmo de los grandes cientfi

    cos, que se opusieron a la opinin de su poca partiendo de su

    propia certeza autorresponsable -Coprnico, Galileo (que vacil

    un poco frente al Santo Oficio, pero, quin puede culparle porello?), Darwin, Freud-, sino que est tambin estrechamente co

    nectado con el moderno ideal.de libertad como autonoma, como

    sugiere el fragmento de Husserl. Ser libre en el sentido moderno

    del trmino es ser autorresponsable, apoyarse en el propio juicio,

    hallar el propio propsito en s mismo.

    De modo que la tradicin epistem olgica est entrelazada con

    juna cierta nocin de libertad y con la dignidad, ligada a nosotros

    ten virtud de aqulla. La feqnTdel conocimiento extrae parte de su

    fuerza de esLa conexin, ^^recprocamente, el ideal delibertad hasacado su Tuerza desta conexin que se intensifica con la inter

    pretacin del conocimiento aparentemente favorecida por la cien

    cia moderna. Desde este punto de vista, es decisivo que esta no

    cin de libertad haya sido interpretada de forma que implica

    , algunas tesis clave acerca de la naturaleza del agente humano, que

    podemos llamar creencias anjrojxijgicas. Si stas son o no son de

    hecho inseparables de la moderna aspiracin a la autonoma, es

    una cuestin abierta y muy importante a la que volver ms ade

    lante. Pero las tres nociones de las que me quiero ocupar aqu es-

    tn estrechamente conectadas histricamente con la interpreta

    cin epistemolgica.

    * La primera es la imagen del sujeto com o idealmente desvincu

    lado [disengaged],esto es, como libre y racional hasta el punto de

    distinguirse totalme.nLejde los. mundos naturaLy-social, de modo

    que su identidad ya no puede ser definida en trminos de lo que,

    fuera de s mismo, descansa en estos mundos. La segunda, que se

    sigue de sta, es una concepcin puntual del yo, idealmente pre-

    10. Edmund Husserl, Cartesianische Meditationen (La Haya, 1950) pg. 47, 2

    [trad. cast.: Meditaciones cartesianas,Madrid, Tecnos, 1986],

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    10/26

    LA SUPERACIN DE LA EPISTEMOLOGA 27

    parado, en tanto que libre y racional, para tratar instrumental-

    mente_estos mundos -e incluso algunos rasgos de su mismo ca

    rcter-, com o materia susceptible de cambio y reorganizacin en

    vistas a una mejora que permita asegurar su bienestar y el de los

    dems. La tercera es la consecuencia social de las dos primeras:

    una inJeijjretacin^ atom ism de la sociedad com o constituida o,

    en ltim a instancia, explioaTlp bn tfi s Hp propsitns-Lndd^

    _duales.

    r' Originalmente la primera nocin se manifiesta en el dualismo

    clsico,donde el sujeto se aleja incluso de su propio cuerpo, Tqe'

    es capaz de observar como un objeto, pero pervive ms all de lamuerte del dualismo en la exigencia contempornea de una cien-

    cia neutral y objetivadora de la vida y de la accin humanas. La se

    gunda, se manifiesta en los ideaFesHiTgEIenio y de refrm a del yo

    que tuvieron un lugar tan importante en el siglo xvn y de los que

    ILocke desarrolla una influyente versin11y pervive hoy en da en la

    tremenda fuerza que la razn instrumental y los modelos de la in

    geniera tienen en nuestra^poltica social,medicina, psiquiatra,

    poltica, etc. La tercera nocin se va perfilando en las teoras del

    contrato social del siglo xvn, pero sobrevive no slo en sus suceso-

    ras contemporneas sino tambin en muchos supuestos del libera

    lismo contemporneo y de la ciencia social dominante.

    No necesitamos continuar desgranando estas ideas para ver

    que la tradicin epistemolgica est conectada a algunas de las

    ms importantes ideas morales y espirituales de nuestra civiliza

    cin -y tambin a algunas de las ms controvertidas y cuestiona

    bles-. Desafiarlas significa tarde o temprano atacar la fuerza de

    esta tradicin que mantiene con ellas una compleja relacin de

    mutuo apoyo. Superar o criticar estas ideas supone luchar a brazo

    partido con la epistemoFogiaTY esW ^n 'erelic iTe tenderla en tr ~(;

    j minos de lo que he identificado como su enfoque amplio, la entera

    interpretacin representacional del conocimientofy no slo como

    la fe en el fundacionalismo.'j ~~

    Cuando atendemos a las crticas clsicas a la epistemologa,

    encontramos que, por lo gerteflrdeKecK, han estado.

    " tonocon esta interpretacin de lo cientfico y lo moral. En su conoci

    do ataque a esta tradicin, en la introduccin a la Fenomenologa

    11. Vase el penetrante anlisis de James Tully, Governing Conduct, en Cons-

    cience and Casuistry in Early Modern Europe,Edmund Leites, (comp.) (Cambridge,

    Inglaterra, 1988).

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    11/26

    28 ARGUMENTOS FILOSOFICOS

    del espritu, Hegel habla de el temor a errar que se revela co- |

    mo tem or a la verdad 7****12? v contina mostrando cm o esta posi-

    cin est conectada a una cierta aspiracin a la individualidad y 1

    separabilidad, que rechazara lo que l entiende como la verdad de la identidad objeto-sujeto. Es tambin sabido que Hei-/

    degger entiende el surgimiento de la perspectiva epistemolgica

    moderna como una etapa en el desarrollo de una actitud de do- s

    minio del mundo que culmina en la .Sidad tecno lgica con

    tempornea,., Merleau-Ponty traza ms explcitamente los nexos

    polticos y clanfcla'hocin alternativa de libertad que emerge

    de la crtica al empirism o y al inte lectualismo.13Menos evidentes

    son las consecuencias morales de la devastadora crtica a la epis

    temologa del ltimo Wittgenstein, dado que era muy reacio a ex-

    plicitar este tipo de cosas. Pero sus seguidores han mostrado una

    cierta afinidad con la crtica a la desvinculacin, a la razn ins-

    trumental y al atomismo,... ..........

    Es prudentedecir que todos estos crticos estuvieron muy mo

    tivados por una cierta aversin hacia las consecuencias morales y

    espirituales de la epistemologa y por una fuerte afinidad con al-

    gunriliturnativa. Efectivamente, la conexin entre lo cientfico y

    lo moral se torna ms evidente en su obra que en la de los princi

    pales defensores del punto de vista epistemolgico. Pero una im

    portante caracterstica de todas estas crticas es que establecen

    una nueva concepcin moral al derrocar la concepcin moderna

    del conocimiento. No se limitan simplemente a registrar sus dis

    crepancias con respecto a las creencias antropolgicas asociadas a

    esta concepcin, sino que muestran que los fundamentos de tales

    creencias son dbiles, puesto que estn basadas en una interpreta

    cin insostenible del conocimiento.

    Los cuatro hombres mencionados, a quienes considero los msimportantes crticos de la epistemologa y los autores de las for

    mas de crtica ms influyentes, ofrecen nuevas interpretaciones

    del conocimiento. Ms an y a pesar de sus grandes diferencias,

    los cuatro comparten una forma bsica de argumentacin, que tie

    ne sus orgenes en Kant y que se podra denominar argumenta

    cin desde condiciones trascendentales.

    12. G.W.F. Hegel, The Ph enomenology o f Spirit, traduccin de A.V. Miller (Ox- j

    ford, 1977) pg. 47, [trad, cast.: Fenomenologa del espritu, Madrid, FCE, 1981],13. Maurice Merleau-Ponty, La Phnom nologie de la perception (Pars, 1945) ,

    parte tercera, captulo 3 [trad, cast.: Fenomenologa de la percepcin, Barcelona,

    Planeta-De Agostini, 1985],

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    12/26

    LA SUPERACIN DE LA EPISTEMOLOGA 29

    Con ello quiero decir ms o menos lo siguiente. Sostenemos la

    inadecuacin de la interpretacin epistemolgica y la necesidad de

    una nueva concepcin, desde lo que mostramos que son lasxondi-

    ciones indispensables para que, en primer lugar, se d algo seme.-,

    jante a la experiencia o la conciencia del mundo. La mera cuestin

    de cmo caracterizar esta realidad, cuyas condiciones estamos de

    finiendo, puede ser ya un problema en s misma. Kant se refiere a

    ello simplemente como experiencia; pero Heidegger, con su pre

    ocupacin para ir ms all de las formulaciones subjetivistas, aca

    ba por hablar de claro del bosque {Lichtung^.All donde la ex-

    presin kantiana se centra en la mefl&rtlel sujeto y en las

    condiciones de tener lo que podemos denominar experiencia, laformulacin heideggeriana nos sita en otro aspecto del mismo fe

    nmeno, el_hecho de que todo puede

    la luz. Lo cual exige que haya un ser ante el cual aparecer,para el

    cual ser un objeto; se necesita, en cierto sentido, un conocedor. Pe

    ro la formulacin de la Lichtungcentra nuestra atencin en el he- /j

    cho (que se,supone que llegaremos a percibir como sorprendente) 1

    de que-el com plejo conocedor-conocido es ce una sola pleza/y nos ^

    hace dejar ele considerar al cWfcdorromtj-garanti'zad eh trminos de sujeto, para despus examinar qu es lo que hace posible

    tener algn conocimiento o experiencia del mundo.14

    En este extremadamente importante cambio en el centro de gra

    vedad de lo que hay que tomar como punto de partida, encontra

    mos una cierta continuidad entre Kant y Heidegger, Wittgenstein o j

    Merleau-Ponty. Todos ellos parten de la intuicin de que este fen: j

    meno central de la experiencia, o del .claro del bosQue no resultet T- f

    [eligible bajo la~ iYIerprefacin epistemolgica , ni en su variantej

    eTipir i stf fm Tn -1a racionalista. Es ta i n t e r p re taci n ofrece una ex

    plicacin de las etapas del conocedor cjFansiste, en ltima ins

    tancia, en una incoherente amalgama de dos rasgosa^estos esta

    dos (las ideas) estn autodelimitados, en el sentido de que pueden auf1

    ser cuidadosamente identificados y "descritos haciendo abstraccin (

    del mundo exterior (esto naturalmente es esencial'a todo el im-

    puiso racionalista del someter a prueba las bases del conocim iento);

    yfB) sin embargo, las ideas apuntan hacia y representan objetos del

    14. Creo que es en trminos de esta nocin de claro del bosque que debe ser in

    terpretada la lamosa invocacin de Heidegger de la pregunta leibniziana: Warum

    ist berhaupt Seiendes und nicht vielmehr Nichts? (Por qu es en general el eme

    y no ms bien la nada?). Einfhrung in die Metaphysik (Tubinga, 1966), pg. 1: An

    Introduction Io Metaphysics (New Haven, 1959) [trad, cast.: Introduccin a la meta-

    fsica,Barcelona, Gedisa, 1992].

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    13/26

    30 ARGUMENTOS FILOSFICOS

    mundo externo. La incoherencia de esta combinacin puede per

    manecer oculta a nuestros ojos, dada la existencia de cosas que pa

    recen tener el rasgo a), tales como determinadas sensaciones e incluso de estados que parecen combinar a) y b), como, por ejemplo,

    las ilusiones estables. Pero lo que emerge claramente de toda la ar

    gumentacin de los dos ltimos siglos es la condicin de que los es-

    tadosjde nosotros mismos que tienen b) no puedrfsatisfacer a).

    Esto empez a resultar evidente con el empirismo clsico y su in

    cierta vacilacin entre dos definiciones de idea o impresin: en>

    una, se trata simplemente de un contenido de la mente, un cua-'

    siobjeto, y que est en lugar una descripcin-objeto; en la otra, tie

    ne que ser una pretensin acerca de cmo estn las cosas y podra!

    ser slo reproducida en una oracin-que. "

    La caracterstica b) es lo que ms tarde se conoci, en la tradi

    cin de Brentano-Husserl, como intencionalidad: nuestras ideas

    son esencialmente deo acema.deJgoTiqniay otra manera de ca

    racterizar la condicin central de la experiencia o del claro del

    bosque. Lo que Kant, denomina condiciones trascendentales son

    condiciones Je'intencionalidad y las lneas de argumentacin que

    provienen chKant pueden ser vistas como explorando en qu de

    ben consistir aqullas.15

    A la luz de tales condiciones, KanLya haba mostrado-que la

    comprensin atomista del conocimiento de Hume era insosteni

    ble; si nuestros estados han de "Contar como experiencia de una

    realidad objetiva, deben estar unidos conjuntamente para formar

    un todo coherente o estar vinculados entre s por reglas. Aunque

    mucho de esto ltimo pueda ser discutido, la incoherencia de la

    imagen humeana, que situaba la base del conocimiento en la re

    cepcin de datos crudos, atmicos y no interpretados, qued brillantemente demostrada. Cmo lo consigui Kant? De hecho, es

    tableci una forma de argumentacin que, desde entonces, ha sido

    usada por sus sucesores y que puede ser considerada como una

    suerte de apelacin a la intuicin. En el caso concreto de la refut

    is. Hasta cierto punto, esta pregunta se convierte en inevitable en la era mo

    derna. Mientras las interpretaciones platnicas o aristotlicas eran dominantes, la

    pregunta no poda surgir. El propio universo estaba informado por ideas, hasta

    cierto punto autorreveladoras. El claro del bosque, por utilizar el trmino de

    Heidegger, estaba basado en la naturaleza de los seres conocidos. Cuando esta res

    puesta deja de ser estar disponible, la pregunta Cuales son las bases de la inten

    cionalidad? est lista para ser respondida. Se necesita una insensibilidad, que ha

    sido extensamente generada y legitimada por la tradicin epistemolgica, para evi

    tar que aparezca.

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    14/26

    LA SUPERACIN DE LA EPISTEMOLOGA 31

    cin de Hume (que, en mi opinin, es el tema principal de la de

    duccin trascendental, segn la primera edicin de la Crtica de la

    razn pura),Kant nos hace tomar conciencia, en primer lugar, deque no tendramos lo que reconocemos como experiencia a menos

    ( que sta sea construibie como de un objeto ( entiendo que aqu se

    f "sugiere un tipo de proto-tesis de la intencionalidad) y, segundo, de

    que su ser-experiencia de un objeto supone que nuestras repre

    sentaciones en cierto modo se relacian entre s. Sfri esto, afir

    ma Kant entonces existira la posibilidad de que un torrente de

    fenmenos-invadiera nuestra alma, sin que jams surgiera de este

    *hecho experiencia alguna. Nuestras percepciones no pertenece

    ran tampoco a ninguna experiencia, por lo que careceran de objeto y no seran ms que un ciego juego de representaciones, es de

    cir, seran menos que un sueo.16

    Considero que este tipo de apelacin a la intuicin se entiende

    mejor como una llamada a lo que quiero denominar nuestro co

    nocimiento de agente. Como sujetos electivamente vinculados

    [engaged] en las actividades de llegar a percibir y a conocer el

    mundo, somos capaces de identificar ciertas condiciones sin las

    que nuestra actividad caera en la incoherencia. La labor filos fica

    consiste en definir los temas adecuadamente. Y una vez hecho es

    to, como brillantemente hace Kant en relacin con el empirismo

    humeano, nos encontramos que slo hay una respuesta racional:

    simplemente no podramos tener experiencia alguna del mundo si

    tuviramos que empezar con un torbellino de datos no interpreta-,

    dos. En efecto, ni siquiera habra data, porque incluso esta m

    nima descripcin depende de nuestro distinguir entre lo que nos

    es dado de alguna fuente objetiva y lo que meramente nos damos a \

    nosotros m ismos.17Ahora bien, los cuatro autores que menciono llevan este argu

    mento ms lejos e indagan las condiciones de intencionalidad que

    requieren una ruptura ms fundametal con la tradicin epistemo-

    lgica/En concreto, lo llevan lo suficientemente lejos como para

    socavar las creencias antropolgicas que antes he descrito: el suje

    to desvinculado, el yo puntual y el atomismo.

    Los argumentos de Heidegger y de Merleau-Ponty acabaron

    con el p rimer punto de vista^ Por ejemplo, Heidegger muestra

    -particularmente en su clebre anlisis del ser en el mundo - que

    16. Immanuel Kant, Critique o f Pure Reason, Al 11, Al 12 [trad, cast.: Critica de

    la razn pura, Barcelona, Orbis, 1984],

    17. Trato esta forma de argumentacin ms extensamente en el captulo 2.

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    15/26

    32

    . . , . . ~ -

    ARGUMENTOS FILOSFICOS

    la condicin de nuestro formar representaciones desvinculadas de

    la realidad es que debemos estar ya implicados en hacer frente a

    nuestro mundo, en tener'que ver con las cosas que hay en l, a lu

    char con ellas.18La descripcin desvinculada es una posibilidad es

    pecial, slo realizable de forma intermitente, de un ser (Dasein)

    que siempre est en el mundo de otra manera, como agente___

    comprometido en la realizacin de unaicierta fo rm a je v3& Esto

    es lo que somos inmediata y regularmente (zunchst und zumeist).

    ! La gran contribucin de Heidegger, igual que la de Kant, con

    siste en haber abordado el tema adecuadamente. Y una vez reali- ^

    izada esta tarea, podemos negar la imagen que emerge. Incluso en ^

    nuestra postura terica hacia el mundo, somos agentes; tambin alinformarnos acerca del mundo y formular imgenes desinteresa

    das tenemos que luchar con l, experimentar, situarnos para ob

    servar, controlar condiciones. Pero en todo ello, que forma la base

    indispensable de la teora, estamos implicados como agentes en

    frentndonos a las cosas. Est claro que no podramos formar re- |

    presentaciones desinteresadas de otro mo3o7 )

    Pero una vez introducida esta idea, queda totalmente socavada la

    posicin epistemolgica. Evidentemente el fundacionalismo desa

    parece, puesto que nuestras representaciones de las cosas -los tipos

    de objetos que logramos ver como un todo, las entidades duraderas-

    estn basadas en la forma en que nosmelacionamos con ellas. Tales

    relaciones estn, en buena medida, inarticuladas jy el proyecto de

    formularlas totalmente es esencialmentenTCtrETente, porque cual-,

    quier proyecto de articulacin descansa en un trasfondo [back- \

    ground]u horizonte de compromiso no explcito con el mundo. __

    Pero el argumento va ms all. El fundacionalismo queda mi

    nado porque no se puede continuar cavando por debajo de nuestras representaciones para dejar al descubierto nuevas representa

    ciones bsicas. Lo que descubrimos y que subyace a nuestras r

    representaciones del mundo -el tipo de cosas que formulamos, por

    ejemplo, en frases declarativas- ya no es representacin, sino una

    ciertajcaptacin del mundo que tenemos en tanto m e a g p n te s en

    luLo cual muestra que toda la interpretacin epistemolgica del

    conocimiento es errnea. Ya que ste no slo consiste en imgenes

    internas de una realidad externa, sino que se basa en algo bastan

    te distinto. Y en esta fundacin, el movimiento esencial de la in

    terpretacin epistemolgica -distingu ir estados del sujeto (nues- 1

    18. Heidegger, Sein und Zeit,primera parte, captulos 2 y 3A [trad, cast.: El ser

    y el tiempo,Barcelona, Gedisa, 1993].

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    16/26

    LA SUPERACIN DE LA EPISTEMOLOGA 33

    tras id ea s ) de rasgos del mundo exter ior- no puede ser efectua

    do. Si bien podemos trazar una lnea neta entre mi imagende un

    objeto y tal objeto, no podemos hacerlo entre mi relacin s o nel '

    objeto y el_objeto. Tiene sentido que~s ns pida que centremos |nuestra atencin en lo que creemos acerca de algo, por ejemplo, |

    una pelota de ftbol, incluso en ausencia de tal cosa; pero cuando

    la centramos en jugar a ftbol, la peticin correspondiente sera

    absurda. Las acciones implicadas en el juego nojpuedemsejixeali-:

    zadas sin el objeto; incluyen el objeto. Si Jo eliminamos, tendrcT

    mos algo totalmente distinto -gente imitando un jueguen iin esce

    nario, quiz-, La idea de que nuestra comprensin del mundo est

    basada en nuestras relaciones con l equivale a la tesis de que tal

    comprensin no est, en ltima instancia, basada totalmente en

    representaciones, esto es en imgenes identificables con indepen- '*19

    dencia de lo que figuran.h

    Las reflexiones deTIe idegger nos colocan totalmente fuera de la

    interpretacin epistemolgica. Nuestras reflexiones en torno a lasj ~

    condiciones de inteimionalidad muestran que stas incluyen nes- j

    Tro~serrTmn3iata y regularmente agentes en el mundo. Pero es-

    T tambijmresTrayelircon^^^ ideal pudie

    ra TeTTa" total falta decqm pjpm iso , puesto que sto se muestraimposible y sera destructivo intentarlo: no podemos convertir el

    trasfondo a partir del cual pensamos, en un objeto para nosotros. .

    La tarea deHaTazndia ce ser concebida'de forma distinta: articu-

    lar el trasfondo,..desvelando lo que implica. Y as puede abrirse

    Tava para separarnos de alterar parte de lo que lo ha'

    constituido -puede, incluso, darse el caso de que esta alteracin sej

    torne irresistibleppero siempre en medio de nuestra incuestionada1

    confianza en todo lo dems."-)

    As tn o la nocin de agente, que se sostena en el ideal de ladesvinculacin, se ha mostrado imposible, a la nocin del yo pun-

    ~tual le ha ocurrido lo mismo. Tanto Heidegger como Merleau-

    19. Por supuesto, un defensor del modelo de accin humana basado en las

    computadoras discutira esta afirmacin e intentara explicar nuestra hbil actua

    cin en el campo de ftbol en trminos de una computacin de bitsde input infor-

    macional, los cuales tienen el mismo papel que las representaciones en la teora

    clsica. Pero, de hecho, esLo sera desafiar las bases de nuestra comprensin al re

    lacionarnos con las cosas. Es lo mismo que afirmar que este orden de fundamenta-

    cin es puramente aparente, como las cosas parecen en la experiencia, mientrasque el orden real es el inverso: la diestra actuacin se basa en un cmputo sobre re

    presentaciones explcitas -aunque a un nivel inconsciente-. Por supuesto, esto no

    puede excluirse por medio de un argumento a priori, pero su inverosimilitud ha

    quedado sobradamente mostrada en Dreyfus, What Computers Can't Do.

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    17/26

    34 ARGUMENTOS FILOSFICOS

    l Ol u o C ^

    -u h

    Ponty muestran de qu modo la inevitabilidad del sustrato implica

    comprender la profundidad del agente, y lo hacen, en direcciones

    complementarias, por medio de una investigacin acerca de las

    condiciones de intencionalidad. Heidegger muestra cmo el mundodel Daseines definido por los propsitos relacionados de un deter

    minado modo de vida compartido con otros. Merleau-Ponty mues

    tra cmo nuestra capacidad en tanto que agenfs^estaT'sencialmen-

    te encarnada y cmo el cuerpo vivido es el lugar de las direcciones

    de accin y de deseo, que nunca podemos captar o controlar total

    mente por decisin personal.

    Esta crtica cuestiona tambin la tercera creencia antropolgi

    ca, sealada ms arriba, el atomismo. Acabo de decir que la no

    cin heideggeriana del modcTdevida del Dasein es esencialmente

    el de una colectividad. Una caracterstica general de las crticas

    paradigmticas es que rechazan duramente esta tercera creencia y,

    por contra, muestran la prioridad de la sociedad comp locus,j.le la

    identidad individuafr Y este punto es destacado mediante de una

    ihgaoh'ltcerca e papel del lenguaje. La nueva teora del len

    guaje que surge al final delsiglo xvm, especialmente en la obra de

    Herder y de Humboldt, n o j lo da una nueva explicacin de cmo

    eTlnguaje e s e s e nc i a lgara e 1pensamiento humano, sino tambin

    sita la capacidad de hablar.no .en .el individuo, sino pr imordia l

    ment e n la~~C0munidad de habla.20 Lo cual trastoca el punto de

    vista de laY0rrftepfincipl'de la tradicin epistemolgica. Y los

    argumentos en esta lnea han formado parte de la refutacin del

    atomismo que se ha desarrollado a travs de un derrocamiento de.

    la moderna epistemologa estndar.

    ! Ejemplos importantes de argumentos de este tipo son los de'

    Hegel -en el primer captulo de la Fenonomenologa del espritu-

    puando ataca la actitud que define como certeza sensible yimuestra el carcter indispensable y holstico del lenguaje; o las fa-

    imosas demostraciones de inutilidad de las definiciones ostensi

    vas, en las que se hace evidente el papel jugado por el lenguaje en

    lia identificacin del objeto y la imposibilidad de un lenguaje pura

    mente privado.21 Ambos son, en mi opinin, excelentes ejemplos

    \V 20. Trato este tema ms extensamente en Language and Human Nature y

    \\ Theories of Meaning, ambas en mi Human Agency and Language: Philosophical

    Papers,vol.l (Cambridge, Inglaterra, 1985).21. Vase mi debate en Th e Opening Arguments of the Phenomenology, en

    Alasdair Mac-Intyre, (comp.), Hegel: A Collection o f Critica l Essays (Notre Dame,

    1976); Ludwig Wittgenstein, Philosophical Investigations (Oxford, 1953), 28 y

    sigs., 258 y sigs. [trad, cast.: Investigaciones filosficas,Barcelona, Crtica, 1988].

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    18/26

    LA SUPERACIN DE LA EPISTEMOLOGA 35

    de argumenlaciones que indagan en las condiciones de intendo/

    nalidad y muestran sus conclusiones como ineludibles.

    Es evidente que estos argumentos nos ofrecen una idea bastante distinta de la superacin de la dpistemolgda qela que no's'pro-

    porciona la mera renuncia al Fundacionalismo y podemos medir

    Todo el abismo que les separa al comparar cualquiera de los cuatro!

    -Heidegger o quiz Merleau-Ponty- con el Quine de la Epistemo-i

    logia naturalizada. Est claro que los elementos_esenciales. de jai

    interpretacin epistemolgica Kan perm anec ido arraigados en

    Quine y, por tanto, defmodo no sorprendente..tambin jas cjeen-

    cas antropolgicas centralesjde la tradicin. La falta de compro

    miso emergef&n sii gusto por los paisajes desrticos, el yo pun-

    ! tual en su conductismo y el atomismo en su particu lar marca de;

    conservadurismo poltico. Es ante diferencias de esta magnitud^

    : cuando se plantea la cuestin: qu significa superar la epistemo-j

    ; logia? " j

    Ha ido surgiendo un retrato de lo que debera significar -un

    retrato tendencioso, lo admito, puesto que acoge la definicin

    ms amplia o ms profunda de la tarea: superar las creencias an-t ropolgicas distorsionadas a travs de una crtica y corre c c i n

    de la interpretacin del conocimiento a ellas entretejida y que

    tanto ha hecho para darles un inmerecido crd ito-. D icho de otro

    modo: a travs de la clarificacin de las condiciones de intencio-

    nalidadTTIegmos a unajmejor comprensin 3 lo que~snios eos.

    mcfagFihqs conocedores -y, por consiguiente, como seres lings-

    'ticos- y, asiTnosTormamos una idea de algunas de las cuestiones 'i

    antropolgicas cruciales que sostienen nuestras creencias mora-

    les y espirituales.

    A pesar de su ruptura radical con la tradicin, este tipo de filo

    sofa todava estara en una relacin de continuidad con ella en un

    aspecto: pervive en su seno la exigencia de autoclaridad acerca de

    nuestra riafurTeza como agentes conocedores, al adoptar una me-

    jo r y ms crticamente defendible Id de lo aue.,est.Q_supone. En

    rugar de buscar"una imposible justificacin fundacional d e f cono

    cimiento o de esperar lograr una total claridad reflexiva sobre las

    bases de nuestras creencias, se entiende esta autocomprensin c o c ino conciencia de los lmites v de las condiciones de nuestro cono-22

    22. Vase Quine, From a Logical Po int o f View,pg. 4 (Nueva York,1955) [trad,

    cast.: Desde un punto de vista lgico, Barcelona, Orbis, 1985]; Word and Object

    (Cambridge, Massachusetts, 1960).

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    19/26

    36 ARGUMENTOS FILOSFICOS

    cimiento, una conciencia que nos ayudara a superar las ilusiones

    ""de desvincLlacin y de individualidad atmica que constantemen

    te estn siendo generadas por una sociedad fundada en la movilidad y en la razn instrumental. ' - " ------' "

    TodcTelltrpoHr entenderse en trminos de un ampliar el pro

    yecto de la razn moderna, o incluso de razn autorresponsable

    i a travs de darle un nuevo significado. As concibi Husserl el pro-

    ! yecto crtico en sus ltimas grandes conferencias er f torno a la

    crisis de las ciencias europeas, impartidas en Viena en 193'57~

    Husserl nos imagina uchandcTiTra realizar una tarea fundamen

    tal, la del europischen Geist (Espritu europeo), cuyo objetivo es lograr una total claridad reflexiva. Deberamos vernos como

    funcionarios-filsofos (Funktionre der neuzeitlichen philosop

    hischen Menschheit), La fundacin originaria (Urstiftung)de la

    tradicin europea apunta hacia una fundacin final (Endstiftung)

    y slo en la ltima se revela plenamente la primera:

    Solamente en la fundacin final se revela esto, slo a partir deella puede manifestarse la orientacin unitaria de todas las filosof

    as y filsofos, y slo a partir de ella puede lograrse una claridad acuya luz resultan comprensibles los pensadores como jams ellosmismos hubieran podido comprenderse.23

    La esperanza de Husserl suena aqu ridiculamente exagerada,

    lo cual puede tener que ver con su fracaso en llevar hasta el final

    su crtica al fundacionalismo. La exageracin ha contribuido de

    forma destacada al descrdito de la tarea, como he subrayado. Pe

    ro si expurgamos la formulacin de la bsqueda de una fundacin final, donde la absoluta apodicticidad se habra conseguido

    finalmente, y nos concentramos simplemente en_lo_que ganajama-

    zn aH legar a entender lo que hay.de jlusorio.en .el moderno pro-

    ...YS..epistemolgico y en la articulacin de las intuiciones sobre

    nosotros que provienen de_ste, entonces la pretensin de haber

    llevado el moderno proyecto de razn un poco ms all y de haber

    entendido a nuestros antepasados 4&(mcdeJ o que sexnfeHieren

    a s mismos7hTesTfa tan increble. '* "Ts bien conocido el tipo de reflexin que esta direccin implica.

    Implica, primero, concebir la razn de forma distinta, de manera

    23. Husser!, Die Krisis der europischen Wissenschaften und die transzendentalen

    Phnomenologie (flamburgo, 1977), sec. 15, pgs. 78-80 [trad, cast.: Crisis de la

    ciencia europeay la fenomenolog a trascendental,Barcelona, Grijalbo, 1991 ].

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    20/26

    37LA SUPERACION DE LA EPISTEMOLOGAISrwfo. -vL/O

    Ps

    que incluya -al lado de las formas familiares de la Ilustracin- una

    nueva seccin,; cuya excelencia consiste en nuestro ser capaces de

    articular claramente el ststral^ de nuestras vidas., Para ello pode

    mos usar la palabra desocultacin, siguiendo a teidegger. Y stava acompaada de una concepcin del razonamiento crtico, de

    importancia especial para el pensamiento moral/que se centra en

    la naturaleza de las transiciones en nuestro pensamiento, del cual

    la crtica inmanente es slo el ejemplo mejor conocido.24

    En el mbito del pensamiento moral, de esta crtica emerge un

    rechazo de las morales basadas simplemente en la razn instru

    mental, como el utilitarismo, y tambin una ciarta-distanria crti

    ca de las morales basadas en unajnocin de yo puntual, tom o en

    las diversas derivaciones de Kant. La crtica de MichaeTSandel a

    John Rawls, realizada en nombre de una teora del agente menos

    delgada, es umexcelente ejemplo de ello.2526En la teora social, el I

    resultado es el rechazo de las teoras atomistas y de las_que no (

    pueden acoger significado mhrsOhjtivo.28Be modo que a ciencia j

    social es considerada com o ms cercana a la histor iografa de un j

    cierto tipo. En poltica, el impulso antiatomista de la crtica la '

    convierte en hostil a ciertas formas de conservadurismo contem

    porneo y tambin a doctrinas radicales de libertad no situada.27

    Creo que li3i~dfertliHmdhdmat7IJe n j ^ n

    fasis en la libertad situada y en las races de nuestra identidad en

    la comunidad, por una parte, y la tradicin de humanismo cvico,

    por otra, como testimonia la obra de un buen nmero de escrito-

    res, de Humboldt a Arendt.28

    En este punto podra parecer que todo debera simplemente

    deslizarse hacia una serie de conclusiones antropolgicas con

    un cierto matiz poltico-moral. Pero, de hecho, hay una fuerte

    oposicin en torno a ello, no slo por parte de quienes deseandefender la tradicin epistemolgica, lo cual sera comprensible,

    sino por aquellos que se consideran a s mismos sus crticos.

    24. O frezco una caracterizacin ms completa de este tema en el captulo 3.

    25. Sandel, Liberalism and the Limits o f Justice (Cambridge, Inglaterra, 1982).

    26. Vase mi Interpretation and the Sciences of Man, Philosophy and the Hu -

    man Sciences: Philosophical Papers, vol. 2 (Cambridge, Inglaterra, 1985).

    27. Vase mi Hegel and Modern Society (Cambridge, Inglaterra, 1979), capi

    tulo 3.

    28. Hannah Arendt, The Human Condition (Chicago, 1958) [trad, cast.: La con-dicin humana, Barcelona, Paids, 1996]. Trato algunas cuestiones relacionadas

    con esta comprensin de la poltica y la sociedad moderna en Legitimation Cri

    sis?, en mi Philosophy and the Human Sciences.

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    21/26

    38 ARGUMENTOS FILOSFICOS

    Entre estos ltimos hay un grupo de pensadores que se han de

    finido a s mismos a partir de una determinada lectura de

    Nietzsche. En mi opinin, el ms importante de ellos es Fou- 4P

    cauIt.Mantenindonos en los temas de este captulo, quiz po-

    "demos llegar ms directamente a la base de su disentimiento si

    atendemos a la perspectiva moral o espiritual que desean defen

    der. En el caso de Foucault esto qued relativamente claro al fi

    nal de su vida, cuando rechaz el concepto de yo puntual, un yo

    que poda adoptar una actidTffsTFmbhtal Haca su_vida y ca-

    Sfyrcter -esto es lo que, de hecho, surge de las prcticas y verda

    des de la sociedad disciplinaria que pint con colores tan re

    pulsivos (fueserTcuales fuesen las protestas de neutralidad que

    acompaaban la pintura). Pero tampoco poda aceptar la nocin

    rival de un yo profundo o autntico, que surge de las tradiciones

    crticas denHngeTyTdle^otro modo, de Fleidegger o de Merleau- V

    Pony, que le parecan otra prisin. Rechaz ambas nociones en j

    favor de la idea nietzscheana del yo como potencialmente aulo-

    producido, el yo com o obra de arte , una 'concepcin central de

    la esttica de la existencia .29 J

    Algo anlogo, pero a un nivel mucho ms frvolo, parece ani

    mar a algunos de los pensadores(postestructuralistas, como Derrida] por ejemplo. Paradjicamente, todo el discurso del fin de la

    subjetividad considera que uno de los mayores atractivos de este

    tipo de posicin es que no pone obstculos para' que la subjetivi

    dad realice sus propias transformaciones, invente significado -e li

    mina trabas tales cmo una correcta interpretacin o un irrefuta- ^

    ble significado de la vida o del texto. La autoconstruccin es u

    nuevamente primaria.

    Las iifeasxle Nietzsche en torno al modo en que el lenguaje or

    dena nuestro mundo y en torno a la teora como un tipo de violen-ciax han sido cruciales para todos los puntos de vista de esta suer-

    te. Ofrece, as, una alternativa a aquella crtica a la epistemologa

    -al tipo que he estado describiendo-, que al ser desarrollada nos

    hace descubrir algo ms profundo y vlido acerca de nosotros mis-i

    mos. En cambio, ataca la aspiracin a la verdad, tal como habi

    tualmente es entendida. Todos los rdenes epistemolgicos son

    impuestos y la interpretacin epistemolgica no es ms que uno

    de estos rdenes. No hay ninguna apelacin a la correccin lti-

    29. Vase la entrevista publicada como apndice en la segunda edicin de H.L.

    Dreyfus y Paul Rabinow, Michael Foucault: Beyond Structuralism and Hermeneutics

    (Chicago, 1983).

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    22/26

    LA SUPERACIN DE LA EPISTEMOLOGA 39

    ma, no tanto porque se haya mostrado inadecuada por medio una

    indagacin de las condiciones de intencionalidad, sino porque ta

    les pretensiones son artificiales, confunden-an-acto-de poder con

    una revelacin de la v e r d a d . La Urstiftungde Husserl aparece aho

    ra con un aire bastante diferente y siniestro. ^

    Esta crtica a la epistemologa es claramente la ms compatiblej

    con la actitud espiritual de la autoconstruccin, puesto que consH t

    i dera de modo radical la voG ntadjpom o primaria. En cambio, la

    'crtica a travs de las condiciones de intencionahdaTpTetedS

    mostrarnos ms de lo que de-hecho-somos -mostrarnos, por as

    decirlo, algo de nuestra profunda o autntica naturaleza como

    vos-. De modo, que los que escogen el camino de Nietzsche sonnaturalmente muy reluctantes a entender la crtica como una ga-

    nancia en razn; prefieren negar que la razn tenga algo que ver

    con nuestras elecciones de lo que somas? " ----------------

    Pero esto no es lo mismo que decir que entienden el final de la

    epistemologa como una ruptura radical. Del mismo modo que la

    crtica por medio de condjc ione-sde-in tencionai i dad representa

    una suerte de continuidad-a-travs-de-transformacin en la tradi

    cin de la razn_autocrtica, el rechazo nietzscheano representa^

    una cotmuidad-a-travs-de-transformacin de otra faceta de la:

    identidad moderna^-]a primaca de la volnnaH-M.a cual desempe

    un rol importante en el surgimiento de la ciencia moderna y dej

    punto de vista epigiemfgicq a ella asociado; en cierto sentido,

    una antropolog_yolmMrisl^con sus races en una teologa vo-

    luntarista, prepantrorrehtefreno durante siglos papa Ja revolucin

    del siglo_xvii, notoriamente en forma demmrinahsms. Entre los

    modernosTu punto central de divisin e ^ T f^ e S e p i ensa ace rc

    de la primaca de la voluntad. sta es una de las cuestiones en juej-|go entre estas dos concepciones de lo que quiere decir superar 1;

    (tradicin epistemolgica.

    A pesar de que esta oposicin sea quizs la ms dramtica en

    tre los crticos de la epistemologa, est lejos de agotar el campo.

    Por ejemplo,[IJa'berinas, Aa sostenido una postura que no equiva

    le a ninguna de ras-dos. En contra de los neonietzscheanos, de

    fiende fuertemente la tradicin de la razn crtica, pero tiene sus

    propias razones para recelar de la desocultacin heideggeriana y,

    en cambio, quiere sostener una concepcin formal de la razn y,\por consiguiente, una tica procedimental, aunque purgada de los p

    errores monolgicos d sus tempranas variantes. Habermas ha \

    aprovechado con fuerza la crtica a la epistemologa de los cuatro "

    autores antes mencionados, pero teme por el destinode una tica

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    23/26

    40 ARGUMENTOS FILOSFICOS

    crtica y verdaderamente universal si tenemos que seguir con

    aquella crtica.30 _

    Cmo valorar este tipo de debate? Cmo decidir acerca de |

    qu significa verdaderamente la superacin de la epistemologa? j

    No pretendo resolver el problema aqu, tan slo decir algo acerciT

    de cmo debera ser resuelto y, para definirlo mejor, quiero volver

    a la disputa ms dramtica, la que se da entre los neonietzschea-

    nos y los defensores de la razn crtica. '

    Me~parece que, sea quien fuere quien tenga razn, el debate tie

    ne que librarse en el terreno de los ltimos. La posicin nietzsche-

    ana se confirma o se destruye junto a una cierta interpretacin del

    conocimiento: a relativa a los diversos regmenes de verdad enltimo trmino impuestos, por usar la expresin de Foucaultj Se~

    supone que esta interpretacin tiene que mostrarse por s misma

    superior a la que emerge_de la indagacin de las condiciones de in

    tencionalidad; Realmente es as?

    Naturalmente, la concepcin nietzscheana ha proporcionado

    importantes intuiciones: no hay interpretacin inocente, siempre

    se excluye algo; y lo que es ms, en todo lenguaje algunos interlo

    cutores siempre tienen una ventaja relativa frente a otros.31Signi

    fica esto que no podemos hablar de ganancia epistmica, al pasarde una interpretacin a otra? La afirmacin de que existe una tal

    ganancia caracteriza a quienes indagan las condiciones de inten

    cionalidad. Esta afirmacin no se confirma o se destruye junto a

    una concepcin ingenua o anglica de las interpretaciones filos

    ficas como totalmente desligadas del poder. Dnde est el argm"

    mento que muestra la verdad de la mayor radicalidad de la afir

    macin nietzscheana y la insostenibilidad de la tesis de la razn

    crtica?

    Lamento decir que se oyen muy pocos argumentos serios en

    este campo. Los neonietzscheanos parecen pensar que estn exi

    midos de ello porque suponen que ya es evidente, o tambin, que

    no deben implicarse so pena de ver su posicin comprometida.

    Derrida y sus seguidores perteneceran a la primera categora.

    Aqu, el peso principal del argumento descansa en una imagen to-

    30. Comento los motivos y limitaciones de este tipo de tica proccdimenta! en

    mi Language and Society, en A. Honnelh and H. Joas, (comps.), CommunicativeAction (Cambridge, Inglaterra, 1991) y en Justice after Virtue, en M. Benedikt y

    R. Berger, (comps.) Kritische Methode und Zukunft der Anthropologie (Viena, 1985),

    pgs. 23-48.

    31. William Connolly expres estos puntos en un debate que sostuvimos en tor

    no a Foucault. Vase su Taylor, Foucault and Otherness, Foucault,captulo 2.

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    24/26

    LA SUPERACIN DE LA EPISTEMOLOGA 41

    talmente caricaturizada de la posicin alternativa, a la que se le

    atribuye una creencia en una suerte de claridad enteramente au-

    ttransparexite,. cosa que hara enrojecer incluso a Hegel. La reichrica desplegada tiene el efecto de oscurecer la'posibilidad de la

    existencia de una tercera alternativa frente a las otras dos, bas

    tante estrafalarias. De continuar con ello, el punto de vista derri-

    diano parece ganar, aparece como el menos loco, aunque por los

    pelos. -

    Otros tratan de argumentar, en nombre dejloucaulL-afirman-

    do que ste(no poda entrar en la argumentacin relativa a las in

    terpretaciones del conocimiento sin^abandonar su posicin

    nietzscheana, segn la cual no hay nada ue argumentaracerca

    de ellas. Cierto, pero entonces la cuestin de si es o nposible

    argumentar, exige alguna suerte de apoyo. Algo puede segura

    mente ser dicho acerca de esto y, de hecho, se ha dicho bastante,

    por parte de Nietzsche y tambin algo por Foucault -por ejem

    plo, al hablar de los regnfenes de verdad; la cuestin es si se

    trata de algo penetrante o si conlleva una buena dosis de resbala

    dizas evasivas.

    D icha con brevedad, las razones para no argumentar son uni-

    formemente malas. Y, de hecho, Foucault hizo, en una ocasin, un

    intento serio de compromiso con la indagacin de las condiciones

    de intencionalidad: en la ltima parte (captulo 9) de luis palabras

    y las cosas, donde habla acerca de la invencin del hombre y del

    doble empricamente-trascendental. Naturalmente esto era an

    tes de la ltima fase, ms centralmente nietzscheana, pero puede

    entenderse como preparando el terreno para sta, como muestran

    Dreyfus y Rabinow.

    En este caso, los argumentos me parecen basados mucho msen la crtica heideggeriana y merleau-pontyana de Kant que en el

    desafo a esta crtica. Y de la validez de estos argumentos se segui

    ra que nada coherente se puede decir acerca de las condiciones de

    intencionalidad. Me resulta tambin difcil ver cmo esto podra

    fracasar al competir con el punto de vista nietzscheano. En Las pa-

    labras y las cosas,Foucault se refugia en una especie de esiructu-

    ralismo, que tambin pretende evitar la cuestin. Poco despus lo

    abandona y no sabemos hacia dnde el argumento pretende con

    ducirnos. Sin embargo, en general entre los neonietzscheanos rei

    na una cierta atmsfera en la que se percibe esta cuestin como ya

    resuelta. Lyotard nos exhorta a dejar de tomar en serio las meta-32

    32. Dreyfus y Rabinow, Foucault,captulo 2.

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    25/26

    42 ARGUMENTOS FILOSFICOS

    narrativas, pero para ello aduce un argumento que parece apoyar

    se en una caricatura.33

    Si estoy en lo cierto, la cuestin est lejos de estar resuelta. Y

  • 7/26/2019 Taylor - La Superacin de La Epistemologa-proc

    26/26

    Ca p t u l o 2

    LA VALIDEZ DE LOS ARGUM ENTOS TRASCENDENTALES

    Cundo y por qu son vlidos los argumentos trascendentales?

    Esta pregunta resume (aunque algo tendenciosamente) el tema del

    que voy a ocuparme. Con la expresin argumento trascendental

    me refiero a un determinado modo de argumentacin que nos lle

    ga de Kant y cuya primera y paradigmtica instancia puede en

    contrarse en la Analtica trascendental, pero que ha adquirido

    diversas formas entre nuestros contemporneos.

    Los argumentos que deseo denominar trascendentales em

    piezan con la afirmacin de que algn rasgo de nuestra experien

    cia es indudable y que est ms all de cualquier objecin, para

    luego avanzar hacia una conclusin ms fuerte, relativa a la natu

    raleza del sujeto o a la posicin del sujeto en el mundo. Realizan

    este paso por medio de un argumento regresivo, con el propsitode que la conclusin sea ms fuerte si el hecho indudable acerca

    de la experiencia es posible (y al serlo, debe ser posible).

    As, en la deduccin trascendental Kant parte de la idea de que

    debemos ser capaces de distinguir dentro de la experiencia entre

    un orden objetivo de cosas y un orden meramente subjetivo, ya

    que de lo contrario la experiencia que tendramos no sera experi

    mentada como siendo dealgo; sera una experiencia sin un objeto,

    lo cual hay que considerar imposible. Si verdaderamente no hu

    biera nada en este sentido, no tendramos el mnimo necesario deconciencia y de captacin de lo que ocurre como para que lo que

    pasa en nosotros constituya experiencia.

    Entiendo que ste es-uno de los puntos de partida identificables

    en los argumentos reunidos en la deduccin trascendental en am

    bas ediciones de la primera Crtica. Desde este punto, Kant se

    mueve rpidamente hacia la necesidad de algn tipo de unidad co

    herente de representaciones que convierta la experiencia en una

    condicin necesaria de su ser-experiencia de un objeto. Podramosf

    considerar esto como un primer paso en un argumento trascen-1dental, una regresin desde un incuestionable rasgo de experien- j

    cia hacia una tesis ms fuerte como la condicin de su posibilidad, j

    0 tambin podramos entender la necesidad de una unidad cohe- \