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LA NOVELA HISTÓRI CA HISTÓRICA LA NOVELA 1 Lee este fragmento de El capitán Alatriste de Arturo Pérez-Reverte. Arturo Pérez-Reverte La taberna del Turco No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente. Se llamaba Diego Alatriste y Tenorio, y había luchado como soldado de los tercios viejos en las guerras de Flandes. Cuando lo conocí malvivía en Madrid, alquilándose por cuatro maravedíes en trabajos de poco lustre, a menudo en calidad de espadachín por cuenta de otros que no tenían la destreza o los arrestos para solventar sus propias querellas. Ya saben: un marido cornudo por aquí, un pleito o una herencia dudosa por allá, deudas de juego pagadas a medias y algunos etcéteras más. Ahora es fácil criticar eso; pero en aquellos tiempos la capital de las Españas era un lugar donde la vida había que buscársela a salto de mata, en una esquina, entre el brillo de dos aceros. En todo esto Diego Alatriste se desempeñaba con holgura. Tenía mucha destreza a la hora de tirar de espada, y manejaba mejor, con el disimulo de la zurda, esa daga estrecha y larga llamada por algunos vizcaína, con que los reñidores profesionales se ayudaban a menudo. Una de cal y otra de vizcaína, solía decirse. El adversario estaba ocupado largando y parando estocadas con fina esgrima, y de pronto le venía por abajo, a las tripas, una cuchillada corta como un relámpago que no daba tiempo ni a pedir confesión. Sí. Ya he dicho a vuestras mercedes que eran años duros. El capitán Alatriste, por lo tanto, vivía de su espada. Hasta donde yo alcanzo, lo de capitán era más un apodo que un grado efectivo. El mote venía de antiguo: cuando, desempeñándose de soldado en las guerras del rey, tuvo que cruzar una noche con otros veintinueve compañeros y un capitán de verdad cierto río helado, imagínense, viva España y todo eso, con la espada entre los dientes y en camisa para confundirse con la nieve, a fin de sorprender a un destacamento holandés. Que era el enemigo de entonces porque pretendían proclamarse independientes, y si te he visto no me acuerdo. El caso es que al final lo fueron, pero entre tanto los fastidiamos bien. Volviendo al capitán, la idea era sostenerse allí, en la orilla de un río, o un dique, o lo que diablos fuera, hasta que al alba las tropas del rey nuestro señor lanzasen un ataque para reunirse con ellos. Total, que los herejes fueron debidamente acuchillados sin darles tiempo a decir esta boca es mía. Estaban durmiendo como marmotas, y en esas salieron del agua los nuestros con ganas de calentarse y se quitaron el frío enviando herejes al infierno, o a donde vayan los malditos luteranos. Lo malo es que luego vino el alba, y se adentró la mañana, y el otro ataque español no se produjo. Cosas, contaron después, de celos entre maestres de campo y generales. Lo cierto es que los treinta y uno se quedaron allí abandonados a su suerte, entre reniegos, por vidas de y votos a tal, rodeados de holandeses dispuestos a vengar el degüello de sus camaradas. Más perdidos que la Armada Invencible del buen rey don Felipe el Segundo. Fue un día largo y muy duro. Y para que se hagan idea vuestras mercedes, solo dos españoles consiguieron regresar a la otra orilla cuando llegó la noche. Diego Alatriste era uno de ellos, y como durante toda la jornada había mandado la tropa —al capitán de verdad lo dejaron listo de papeles en la primera escaramuza, con dos palmos de acero saliéndole por la espalda—, se le quedó el mote, aunque no llegara a disfrutar ese empleo. Capitán por un día, de una tropa sentenciada a muerte que se fue al carajo vendiendo cara su piel, uno tras otro, con el río a la espalda y blasfemando en buen castellano. Cosas de la guerra y la vorágine. Cosas de España. En fin. Mi padre fue el otro soldado español que regresó aquella noche. Se llamaba Lope Balboa, era guipuzcoano y también era un hombre valiente. Fragmento de El capitán Alatriste (1996) El autor Arturo Pérez-Reverte nació en Cartagena el año 1951. Es licenciado en Periodismo y durante 21 años ha trabajado como reportero de prensa, radio y televisión. Ahora se dedica en exclusiva a la literatura. Es uno de los autores españoles más fructíferos, ya que cuenta con una producción literaria muy amplia. Entre sus obras están El maestro de Flandes (1990), El club Dumas (1993), Territorio comanche (1994), La Reina del Sur (2002), El pintor de batallas (2006), Un día de cólera (2007), Ojos azules (2009), El Asedio (2010), El tango de la Guardia Vieja (2012) y El francotirador paciente (2013). Ha obtenido premios internacionales y sus obras se han traducido a 40 idiomas. En 1996 se publica el primer volumen de la colección Las aventuras del capitán Alatriste que desde el primer momento consiguió un gran éxito. Esta colección está formada por El capitán Alatriste (1996), Limpieza de sangre (1997), El sol de Breda (1998), El oro del rey (2000), El caballero del jubón amarillo (2003), Corsarios de Levante (2006) y El puente de los Asesinos (2011). En 2003, Pérez-Reverte ingresó en la Real Academia Española. piadoso: pietoso maravedíes: antica moneta spagnola espadachín: spadaccino solventar: risolvere querellas: questioni zurda: mancina, sinistra tripas: pancia mote: soprannome herejes: eretici reniegos: imprecazioni blasfemar: bestemmiare Taller de literatura 194 ciento noventa y cuatro © Pearson Italia S.p.A.

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    e E

    spañ

    a.

    En

    fin

    . Mi pad

    re fu

    e el

    otr

    o s

    old

    ado e

    spañ

    ol qu

    e re

    gres

    ó a

    qu

    ella

    noch

    e. S

    e llam

    aba

    Lope

    Bal

    boa,

    era

    gu

    ipu

    zcoan

    o y

    tam

    bié

    n e

    ra u

    n h

    om

    bre

    val

    ien

    te.

    Fra

    gm

    en

    to d

    e E

    l ca

    pit

    án

    Ala

    tris

    te (

    1996)

    El a

    uto

    r

    Art

    uro

    Pére

    z-R

    evert

    e n

    aci

    ó e

    n C

    art

    agen

    a e

    l a

    ño

    19

    51

    . Es

    lice

    nci

    ad

    o e

    n P

    eri

    od

    ism

    o y

    du

    ran

    te

    21

    os

    ha

    tra

    ba

    jad

    o c

    om

    o r

    ep

    ort

    ero

    de p

    ren

    sa,

    rad

    io y

    tele

    vis

    ión

    . A

    hora

    se d

    ed

    ica

    en

    ex

    clu

    siva

    a

    la l

    itera

    tura

    .

    Es

    un

    o d

    e lo

    s a

    uto

    res

    esp

    ole

    s m

    ás

    fru

    ctíf

    eros,

    ya

    qu

    e cu

    enta

    con

    un

    a p

    rodu

    cció

    n lit

    era

    ria

    mu

    y a

    mp

    lia

    . En

    tre

    sus

    obra

    s es

    tán

    El m

    aes

    tro

    de

    Flandes

    (1990),

    El c

    lub D

    um

    as

    (1993),

    Ter

    rito

    rio

    com

    anch

    e (1

    994),

    La

    Rei

    na d

    el S

    ur

    (2002),

    El p

    into

    r de

    bata

    llas

    (2006),

    Un d

    ía

    de

    cóle

    ra (

    2007),

    Ojo

    s azu

    les

    (2009),

    El A

    sedio

    (2010),

    El t

    ango

    de

    la G

    uard

    ia V

    ieja

    (2012)

    y E

    l fra

    nco

    tira

    dor

    paci

    ente

    (2013).

    Ha

    obte

    nid

    o p

    rem

    ios

    inte

    rna

    cion

    ale

    s y s

    us

    obra

    s se

    ha

    n t

    radu

    cido a

    40 idio

    ma

    s.

    En

    1996 s

    e p

    ub

    lica

    el p

    rim

    er v

    olu

    men

    de

    la

    cole

    cció

    n L

    as

    ave

    ntu

    ras

    del

    capit

    án

    Ala

    tris

    te q

    ue

    des

    de

    el p

    rim

    er m

    om

    ento

    con

    sigu

    ió u

    n g

    ran

    éx

    ito. Est

    a

    cole

    cció

    n e

    stá

    form

    ad

    a p

    or

    El ca

    pit

    án

    Ala

    tris

    te (

    1996),

    Lim

    pie

    za d

    e sa

    ngre

    (1997),

    El so

    l de

    Bre

    da (

    1998),

    El oro

    del

    rey

    (2000),

    El ca

    baller

    o d

    el jubón

    am

    ari

    llo

    (2003),

    Cors

    ari

    os

    de

    Lev

    an

    te (

    2006)

    y E

    l puen

    te d

    e lo

    s A

    sesi

    nos

    (2011).

    En

    20

    03

    , P

    ére

    z-R

    evert

    e i

    ngre

    só e

    n l

    a R

    ea

    l A

    cad

    em

    ia

    Esp

    ola

    .

    pia

    do

    so: pie

    toso

    ma

    rave

    díe

    s: a

    nti

    ca m

    oneta

    sp

    agnola

    esp

    ad

    ach

    ín: sp

    adac

    cino

    solv

    en

    tar:

    ris

    olv

    ere

    qu

    ere

    lla

    s: q

    uest

    ioni

    zurd

    a: m

    anci

    na,

    sin

    istr

    a

    trip

    as:

    pan

    cia

    mo

    te: so

    pra

    nnom

    e

    he

    reje

    s: e

    reti

    ci

    ren

    ieg

    os:

    im

    pre

    cazi

    oni

    bla

    sfe

    ma

    r: b

    est

    em

    mia

    re

    Tallerdeliteratura

    194  ciento noventa y cuatro

    © Pearson Italia S.p.A.

  • 4A

    co

    nti

    nu

    aci

    ón

    tie

    ne

    s u

    nas

    frase

    s e

    xtr

    aíd

    as

    de

    l te

    xto

    . M

    arc

    a e

    l si

    gn

    ific

    ad

    o d

    e las

    exp

    resi

    on

    es

    de

    staca

    das.

    1.

    La v

    ida

    habí

    a qu

    e bu

    scár

    sela

    a s

    alt

    o d

    e m

    ata

    .

    Sin

    plan

    ifica

    ción

    ni o

    rden

    . Seg

    únEn

    la n

    atur

    alez

    a.Co

    n pr

    uden

    cia.

    ac

    onte

    ce e

    n ca

    da m

    omen

    to.

    2.

    Que

    era

    el e

    nem

    igo

    de e

    nton

    ces

    porq

    ue p

    rete

    ndía

    n pr

    ocla

    mar

    se in

    depe

    ndie

    ntes

    , y s

    i te h

    e v

    isto

    no m

    e a

    cuerd

    o.

    No

    tene

    r m

    uy b

    uena

    mem

    oria

    . E

    sper

    ar a

    lgo

    de a

    lgui

    en.

    Des

    pedi

    rse

    sin

    inte

    ncio

    nes

    de

    ten

    er n

    ingú

    n co

    ntac

    to.

    3.

    Sin

    darl

    es t

    iem

    po a

    dec

    ir e

    sta b

    oca

    es

    mía

    .

    Sin

    pode

    r ex

    plic

    ar n

    ada.

    Sin

    pod

    er d

    ecir

    nad

    a.

    Sin

    hac

    er c

    aso.

    2Fí

    jate

    en

    el

    con

    ten

    ido

    de

    l te

    xto

    .

    Re

    spo

    nd

    e a

    la

    s p

    reg

    un

    tas.

    1.

    ¿Cuá

    l es

    la c

    ualid

    ad q

    ue m

    ejor

    def

    ine

    a A

    latr

    iste

    ?

    2.

    ¿Dón

    de y

    cóm

    o vi

    ve?

    3.

    ¿En

    qué

    cons

    iste

    su

    trab

    ajo?

    4.

    ¿Por

    qué

    lo ll

    aman

    capit

    án?

    5.

    ¿Con

    tra

    quié

    n lu

    chab

    an A

    latr

    iste

    y s

    us c

    ompa

    ñero

    sel

    día

    que

    le p

    usie

    ron

    el m

    ote

    de c

    apit

    án?

    6.

    ¿Qui

    énes

    fue

    ron

    los

    dos

    únic

    os s

    uper

    vivi

    ente

    sde

    la b

    atal

    la?

    3Fí

    jate

    ah

    ora

    en

    la

    fo

    rma

    de

    l te

    xto

    .

    Ma

    rca

    co

    n u

    na

    X.

    1.

    El f

    ragm

    ento

    cor

    resp

    onde

    a…

    la p

    rese

    ntac

    ión

    del p

    erso

    naje

    pro

    tago

    nist

    a.

    el d

    esar

    rollo

    de

    la h

    isto

    ria.

    el d

    esen

    lace

    de

    los

    acon

    teci

    mie

    ntos

    y f

    inal

    de

    la h

    isto

    ria.

    2.

    La h

    isto

    ria

    está

    nar

    rada

    en p

    rim

    era

    pers

    ona.

    Es

    el p

    ropi

    o ca

    pitá

    n

    Ala

    tris

    te q

    uien

    exp

    lica

    la h

    isto

    ria.

    en t

    erce

    ra p

    erso

    na. E

    l nar

    rado

    r ex

    plic

    a la

    hi

    stor

    ia p

    ero

    no p

    arti

    cipa

    en

    ella

    .

    en t

    erce

    ra p

    erso

    na. E

    l nar

    rado

    r pa

    rtic

    ipa

    en la

    hi

    stor

    ia.

    3.

    ¿En

    qué

    époc

    a cr

    ees

    que

    está

    am

    bien

    tado

    el t

    exto

    ?

    En la

    act

    ualid

    ad.

    En e

    l sig

    lo X

    VII.

    Dur

    ante

    los

    sigl

    os d

    e O

    ro.

    En lo

    s añ

    os 8

    0.

    4.

    ¿Por

    qué

    es

    una

    nove

    la h

    istó

    rica

    ?

    Porq

    ue a

    tra

    vés

    de h

    echo

    s o

    pers

    onaj

    es d

    e fic

    ción

    rec

    rea

    situ

    acio

    nes

    o ép

    ocas

    his

    tóri

    cas.

    Porq

    ue A

    latr

    iste

    es

    un p

    erso

    naje

    de

    la h

    isto

    ria

    de E

    spañ

    a.

    Porq

    ue e

    s un

    a na

    rrac

    ión

    verí

    dica

    que

    tra

    ta

    sobr

    e el

    pas

    ado.

    5La

    no

    ve

    la E

    l ca

    pit

    án

    Ala

    tris

    te e

    stá

    div

    idid

    a e

    n 1

    1 c

    ap

    ítu

    los.

    Se

    gu

    ida

    me

    nte

    tie

    ne

    s u

    n r

    esu

    me

    n d

    e l

    os

    8 p

    rim

    ero

    s. O

    rdé

    nalo

    s e

    in

    ten

    ta p

    on

    er

    en

    cad

    a u

    no

    un

    tít

    ulo

    .

    1.

    Ala

    tris

    te a

    cude

    al l

    ugar

    del

    tra

    bajo

    con

    trat

    ado,

    ahí

    dos

    enm

    asca

    rado

    s le

    exp

    lican

    que

    deb

    en d

    ar u

    nsu

    sto

    a un

    os in

    gles

    es, p

    ero

    no lo

    s de

    be m

    atar

    . El

    frai

    le E

    mili

    o B

    ocan

    egra

    apa

    rece

    y d

    ice

    lo c

    ontr

    ario

    .…

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    2.

    Alat

    riste

    regr

    esa

    al lu

    gar d

    e lo

    suc

    edid

    o y

    ve q

    ue lo

    sin

    gles

    es s

    igue

    n ah

    í, el

    más

    jove

    n te

    ndid

    o en

    el s

    uelo

    . El

    ingl

    és le

    agr

    adec

    e qu

    e le

    s ha

    ya s

    alva

    do la

    vid

    a. A

    latr

    iste

    los

    lleva

    a c

    asa

    de s

    u am

    igo

    Álva

    ro d

    e la

    Mar

    ca, q

    uien

    conf

    irma

    las

    sosp

    echa

    s de

    Ala

    tris

    te: s

    on e

    l mar

    qués

    de

    Buck

    ingh

    am y

    el h

    ijo d

    el re

    y Ja

    cobo

    de

    Ingl

    ater

    ra.

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    3.

    Ala

    tris

    te p

    asa

    la n

    oche

    en

    vela

    por

    si s

    on a

    taca

    dos,

    pero

    por

    sue

    rte

    no o

    curr

    e na

    da. A

    l ata

    rdec

    er e

    n la

    tabe

    rna

    del T

    urco

    , el a

    lgua

    cil S

    alda

    ña ju

    nto

    a ot

    ros

    seis

    hom

    bres

    lleg

    an p

    ara

    lleva

    rse

    dete

    nido

    a A

    latr

    iste

    .Íñ

    igo

    los

    sigu

    e po

    rtan

    do c

    onsi

    go a

    rmas

    de

    su a

    mo.

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    4.

    En la

    Esp

    aña

    del s

    iglo

    XVI

    I, D

    iego

    Ala

    tris

    te, s

    olda

    doal

    ser

    vici

    o de

    su

    maj

    esta

    d, c

    omba

    te e

    n un

    a gu

    erra

    de F

    land

    es d

    onde

    ser

    á ap

    odad

    o ca

    pitá

    n. S

    u am

    igo

    Lope

    Bal

    boa

    le p

    ide

    ante

    s de

    mor

    ir q

    ue c

    uide

    de

    su h

    ijo Íñ

    igo.

    En

    la t

    aber

    na d

    el T

    urco

    , el a

    lgua

    cil

    Mar

    tín

    Sald

    aña

    enca

    rga

    a A

    latr

    iste

    un

    trab

    ajo

    sin

    darl

    e de

    mas

    iado

    s de

    talle

    s.…

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    5.

    Ala

    tris

    te r

    egre

    sa a

    la t

    aber

    na y

    cue

    nta

    el e

    xtra

    ñotr

    abaj

    o a

    sus

    amig

    os. Í

    ñigo

    ve

    a A

    ngél

    ica

    deA

    lqué

    zar

    y se

    ena

    mor

    a de

    ella

    . Su

    carr

    uaje

    se

    deti

    ene

    a ca

    usa

    de u

    na a

    verí

    a. U

    nos

    chic

    os le

    lanz

    anbo

    las

    de b

    arro

    , per

    o Íñ

    igo

    cons

    igue

    que

    se

    mar

    chen

    .…

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    6.

    Es la

    noc

    he e

    n la

    que

    el t

    raba

    jo e

    ncar

    gado

    deb

    ese

    r ej

    ecut

    ado,

    Ala

    tris

    te y

    Mal

    ates

    ta e

    sper

    an a

    los

    ingl

    eses

    . Est

    e úl

    tim

    o hi

    rier

    e al

    ingl

    és m

    ás jo

    ven.

    El m

    ayor

    pid

    e se

    r as

    esin

    ado

    en v

    ez d

    el jo

    ven.

    Ala

    tris

    te s

    ient

    e al

    go e

    xtra

    ño y

    dec

    ide

    deja

    rlos

    viv

    irm

    arch

    ándo

    se d

    el lu

    gar.

    ……

    ……

    …..…

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    7.

    Ala

    tris

    te d

    ecid

    e qu

    edar

    se a

    dor

    mir

    en

    casa

    de

    suam

    igo

    y co

    men

    tan

    todo

    lo s

    uced

    ido.

    De

    habe

    rm

    atad

    o al

    hijo

    del

    rey

    Jaco

    bo e

    n su

    elo

    espa

    ñol

    hubi

    era

    inic

    iado

    la g

    uerr

    a co

    n In

    glat

    erra

    . Íñi

    go v

    a a

    ver

    al p

    rínc

    ipe

    a la

    Pla

    za M

    ayor

    , allí

    se

    encu

    entr

    aco

    n A

    ngél

    ica

    de A

    lqué

    zar.

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    8.

    Lejo

    s de

    la t

    aber

    na, l

    os s

    eis

    hom

    bres

    inte

    rrog

    anal

    cap

    itán

    con

    el f

    in d

    e av

    erig

    uar

    a qu

    ién

    le h

    abía

    cont

    ado

    algo

    sob

    re e

    l tra

    bajo

    enc

    arga

    do. A

    la s

    alid

    ade

    l lug

    ar h

    ubo

    un e

    nfre

    ntam

    ient

    o, p

    ero

    grac

    ias

    ala

    s ar

    mas

    que

    le h

    abía

    llev

    ado

    Íñig

    o, s

    alvó

    la v

    ida.

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    ……

    Taller de literatura

    ciento noventa y cinco 195

    © Pearson Italia S.p.A.

  • 1Le

    e es

    te f

    rag

    men

    to d

    e La

    ave

    ntu

    ra d

    el

    toca

    do

    r d

    e s

    ora

    s d

    e Ed

    uar

    do

    Men

    doz

    a.

    Ed

    ua

    rdo

    Me

    nd

    oza

    –Hab

    ríam

    os

    pre

    feri

    do –

    dijo

    – lle

    gar

    con

    ust

    ed a

    un

    acu

    erd

    o b

    asad

    o e

    n e

    l en

    ten

    dim

    ien

    to m

    utu

    o. Es

    to, p

    or

    des

    gra

    cia,

    no h

    a si

    do p

    osi

    ble

    , (…

    )

    Per

    o v

    ayam

    os

    a lo

    con

    cret

    o: m

    i n

    om

    bre

    , co

    mo u

    sted

    ya

    sab

    e, e

    s Par

    dal

    ot,

    M

    anuel

    Par

    dal

    ot.

    Soy

    dueñ

    o y

    ger

    ente

    de

    un

    a em

    pre

    sa d

    enom

    inad

    a El

    Cac

    o

    Esp

    añol, S

    .L.

    De

    esta

    em

    pre

    sa s

    on

    los

    docu

    men

    tos

    que

    ust

    ed d

    ebe

    sust

    raer.

    C

    om

    o y

    a se

    le

    ha

    dic

    ho, el

    rob

    o e

    s ap

    aren

    te.

    (…)

    En r

    esu

    men

    , u

    n m

    illó

    n y

    la

    po

    sib

    ilid

    ad d

    e h

    acer

    el ve

    rmu

    t en

    nu

    est

    ro y

    ate.

    Es m

    i últ

    ima

    pal

    abra

    .

    –No –

    rep

    liqué

    con

    fir

    mez

    a.

    (…)

    –Vay

    a –d

    ijo e

    l en

    mas

    cara

    do–,

    ¿y

    ahora

    qué

    hac

    emos,

    nen

    a?

    (…)

    Lueg

    o,

    alza

    nd

    o d

    e n

    uev

    o la

    voz,

    adió

    :

    –En c

    uan

    to a

    lo n

    ues

    tro, ¿q

    más

    le p

    ued

    o d

    ecir p

    ara

    hac

    erle

    cam

    bia

    r d

    e id

    ea?

    Nues

    tra

    dec

    epci

    ón e

    s g

    rand

    e. ¡Te

    nía

    mos

    tanta

    s es

    per

    anza

    s p

    ues

    tas

    en u

    sted

    ! N

    o c

    rea

    que

    nos

    ha

    sid

    o fác

    il en

    contr

    arle

    . Ll

    evam

    os

    much

    o t

    iem

    po h

    acie

    nd

    o in

    dag

    acio

    nes

    . H

    emos

    rem

    ovi

    do c

    ielo

    y t

    ierr

    a has

    ta d

    ar c

    on u

    sted

    , en

    quie

    n c

    oncu

    rren

    las

    cara

    cter

    ística

    s m

    ás id

    ónea

    s p

    ara

    este

    tip

    o d

    e tr

    abaj

    o p

    or

    la fam

    a d

    e q

    ue

    goza

    en

    el

    bar

    rio, p

    or

    el m

    od

    o e

    jem

    pla

    r co

    n q

    ue

    está

    lab

    ránd

    ose

    un futu

    ro a

    l fre

    nte

    de

    su

    mag

    nífi

    ca p

    eluq

    uer

    ía, y,

    por

    sup

    ues

    to, p

    or

    las

    pec

    ulia

    rid

    ades

    de

    su p

    asad

    o...

    –¿M

    i p

    asad

    o?

    –excl

    amé.

    –Fue

    ella

    –re

    spon

    dió

    el en

    mas

    cara

    do s

    eñal

    and

    o a

    la

    chic

    a co

    n e

    l ca

    ñón

    de

    la

    pis

    tola

    – q

    uie

    n p

    ensó

    que

    un

    hom

    bre

    con

    sus

    ante

    ced

    ente

    s n

    o d

    esd

    eñar

    ía u

    na

    pro

    posi

    ción

    ...

    Ust

    ed y

    a m

    e en

    tien

    de.

    La m

    iré

    y el

    la m

    e g

    uiñ

    ó e

    l ojo

    . C

    on

    aq

    uel

    lo n

    o h

    abía

    con

    tad

    o y

    o: m

    e te

    nía

    n

    atra

    pad

    o.

    Pues

    si al

    gún

    lec

    tor

    ign

    ora

    tod

    avía

    cuál

    fue

    o h

    a si

    do m

    i tr

    ayec

    tori

    a vi

    tal y

    tal ve

    z se

    a la

    ver

    dad

    era

    nat

    ura

    leza

    de

    mi se

    r, a

    clar

    aré

    que

    en m

    i in

    fan

    cia,

    ad

    ole

    scen

    cia

    y ju

    ven

    tud

    fui lo

    que

    pod

    ríam

    os

    llam

    ar, y

    de

    hec

    ho s

    e lla

    ma,

    un

    fa

    cin

    eroso

    . El

    des

    tin

    o m

    e h

    izo n

    acer

    y c

    rece

    r en

    un

    med

    io d

    on

    de

    no s

    e co

    nce

    día

    al

    tra

    baj

    o h

    on

    rad

    o, la

    cas

    tid

    ad, la

    tem

    pla

    nza

    , la

    inte

    grid

    ad m

    ora

    l, la

    s b

    uen

    as

    man

    eras

    y o

    tras

    cual

    idad

    es e

    nco

    mia

    ble

    s el

    val

    or

    que

    tien

    en, n

    i yo s

    up

    e vé

    rsel

    o p

    or

    mi p

    rop

    ia c

    uen

    ta, n

    i ap

    ren

    dí a

    fin

    girla

    s h

    asta

    que

    fue

    tard

    e. D

    e b

    uen

    a fe

    , co

    nve

    nci

    do d

    e q

    ue

    tal e

    ra e

    l p

    roce

    der

    hab

    itual

    de

    las

    gen

    tes,

    com

    etí i

    nn

    um

    erab

    les

    fech

    orí

    as.

    Lueg

    o, cu

    and

    o

    las

    per

    son

    as e

    nca

    rgad

    as d

    e ve

    lar

    por

    la s

    alva

    guar

    dia

    de

    la v

    irtu

    d, el

    so

    sieg

    o d

    e la

    vi

    da,

    el a

    mp

    aro d

    e la

    s b

    uen

    as c

    ost

    um

    bre

    s y

    la a

    rmonía

    entr

    e lo

    s hom

    bre

    s (la

    bofia

    ) fij

    ó e

    n m

    í su a

    tenci

    ón y

    eje

    rcitó s

    us

    mét

    od

    os

    conm

    igo, si

    end

    o y

    o la

    más

    déb

    il d

    e am

    bas

    par

    tes,

    hub

    e d

    e p

    rest

    ar a

    lgún s

    ervi

    cio a

    la c

    om

    unid

    ad (

    sop

    lón)

    que

    no m

    e g

    ran

    jeó

    la in

    clin

    ació

    n d

    e nad

    ie y

    sí l

    a an

    imad

    vers

    ión

    de

    much

    os.

    Fin

    alm

    ente

    , cu

    and

    o m

    e lle

    gó la

    hora

    de

    com

    par

    ecer

    ante

    la ju

    stic

    ia y

    ren

    dir c

    uen

    tas

    de

    mis

    ac

    ciones

    , cu

    anto

    se

    hub

    iera

    pod

    ido a

    leg

    ar a

    mi f

    avor

    era

    tan e

    nd

    eb

    le y

    su p

    osi

    ble

    in

    cid

    enci

    a en

    el f

    allo

    tan

    esc

    asa,

    que

    mi a

    bog

    ado s

    e lim

    itó a

    envi

    ar a

    l trib

    unal

    una

    post

    al d

    esd

    e M

    enorc

    a. C

    on t

    od

    o, m

    i pro

    pio

    tes

    tim

    onio

    , lo

    bie

    n fund

    amen

    tad

    o

    de

    mis

    exp

    osi

    ciones

    , el

    sin

    cero

    arr

    epen

    tim

    iento

    de

    que

    di m

    ues

    tras

    , el

    tra

    to

    resp

    etuoso

    , in

    cluso

    cord

    ial,

    par

    a co

    n e

    l mag

    istr

    ado, el

    fis

    cal y

    los

    test

    igos,

    y e

    n

    térm

    inos

    gen

    eral

    es lo

    raz

    onab

    le d

    e m

    i com

    port

    amie

    nto

    dura

    nte

    las

    dos

    sem

    anas

    q

    ue

    duró

    la v

    ista

    , d

    ebie

    ron d

    e h

    ace

    r m

    ella

    en e

    l ánim

    o d

    e la

    jud

    icat

    ura

    , p

    orq

    ue

    no

    fui c

    ond

    enad

    o, co

    mo t

    emía

    , a

    pen

    a d

    e p

    risi

    ón, si

    no s

    olo

    a s

    eguir u

    n t

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    © Pearson Italia S.p.A.

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    4.

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    Taller de literatura

    ciento noventa y siete 197

    © Pearson Italia S.p.A.