sybila arredondo la viuda de jose maria arguedas

8/8/2019 Sybila Arredondo La Viuda de Jose Maria Arguedas

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Sybila Arredondo : 100 aos de ArguedasCentenario del nacimiento de Arguedas: opiniones de su esposa Sybila y Hugo Blancopachakuti | Per y Chile | Hoy a las 14:08 | 28 lecturaswww.kaosenlared.net/noticia/sybila-arredondo-100-anos-arguedas

repasando a Arguedas, en su centenariohttp://www.kaosenlared.info/noticia/peru-cien-anos-natalicio-jose-maria-arguedas

podemos encontrar esta joya: Sybila la viuda de Jos Mara Arguedas.

http://www.puntofinal.cl/535/sybila.htmLiberan a Sybila Arredondo luego de 14 aos presa en cana peruana

Despus de pasar 14 aospresa en uno de los penales msterribles y deprimentes de Per,la chilena Sybila Arredondo,quien fue acusada de "altatraicin a la patria" por el

gobierno de Alberto Fujimori,termin ayer la totalidad de sucondena por lo que se orden suinmediata libertad.

Sybila, quien deambul pormuchos aos en el ambienteintelectual de Per, al estarcasada con el escritor Jos MaraArguedas, uno de los literatos de mayor renombre del vecino pas, fue detenidapoco tiempo despus de que su esposo se suicidara, acusada de tener presuntas

relaciones terroristas con el ex jefe de Sendero Luminoso, Abimael Guzmn.

Su madre, la escritora Matilde Ladrn de Guevara, desde el mismo da de sudetencin empredi una maratnica campaa destinada a desnudar los vicios deljuicio en que Sybila fue condenada.

Pese a que la recin liberada, quien es muy querida por las presas de Perdebido a sus innumerables huelgas de hambre para obtener beneficioscarcelarios, nunca pidi el indulto presidencial, su madre en varios librosdenunci las irregularidades del juicio que conden a Sybila a 15 aos de crcelpor jueces que cubrieron sus rostros con pasamontaas.

En un comunicado de prensa, el ministerio de Relaciones Exteriores inform queel cnsul general de Chile en Lima fue notificado la noche del jueves por elInstituto Nacional Penitenciario de Per de la liberacin de Sybila.
http://www.kaosenlared.net/buscar/autor/pachakutihttp://www.kaosenlared.net/noticia/sybila-arredondo-100-anos-arguedashttp://www.kaosenlared.net/noticia/sybila-arredondo-100-anos-arguedashttp://www.kaosenlared.net/noticia/peru-cien-anos-natalicio-jose-maria-arguedashttp://www.kaosenlared.net/noticia/peru-cien-anos-natalicio-jose-maria-arguedashttp://www.kaosenlared.net/noticia/peru-cien-anos-natalicio-jose-maria-arguedashttp://www.puntofinal.cl/535/sybila.htmhttp://www.puntofinal.cl/535/sybila.htmhttp://www.puntofinal.cl/535/sybila.htmhttp://www.kaosenlared.net/noticia/peru-cien-anos-natalicio-jose-maria-arguedashttp://www.kaosenlared.net/noticia/peru-cien-anos-natalicio-jose-maria-arguedashttp://www.kaosenlared.net/noticia/sybila-arredondo-100-anos-arguedashttp://www.kaosenlared.net/buscar/autor/pachakuti


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El documento seala que la Cancillera realiz numerosas gestiones destinadas aconseguir la libertad de la Arredondo, las que finalmente permitieron obtener unadisminucin de la pena y adelantar su salida del recinto penitenciario deChorrillo.

Nov-2002

Carta de M. Carolina Teillier Arredondo al director de la revistaAnthropos

Lima, 11 de enero de 1993

Estimado Seor:

Mediante la presente le envo a usted un respetuoso saludo y, asimismo, unpedido que le ruego tenga en consideracin.

Mi madre, la seora Sybila Arredonde de Arguedas, de 57 aos de edad, nacidaen Santiago de Chile y viuda del escritor peruano Jos Mara Arguedas, seencuentra en prisin, acusada de delitos polticos.

Las dos veces que fue detenida anteriormente fue absuelta, y esta ltimatodava no ha sido llamada a ninguno de los tres juicios que ahora le han sidoabiertos.

El primero de ellos actualizado dos veces por la Corte Suprema de Justicia,instancia superior a sendos tribunales que la declararon inocente la acusa detenencia de explosivos; el segundo, de pertenecer a un organismo de apoyo aSendero Luminoso; y el tercero, de resistencia a la autoridad, entre otros cargos,a propsito del violento traslado de que fue objeto junto con todas las presasdel penal de Canto Grande, en mayo pasado, durante el que murieron varias desus compaeras de prisin.

Desde el da 9 de mayo de 1992 ella se encuentra en la crcel de AltaSeguridad de Santa Mnica Chorrillos. Durante ms de dos meses no se mepermiti ni a nadie verla ni hacerle llegar provisiones, a pesar de que deCanto Grande slo la sacaron con la vestimenta que llevaba puesta.

Ahora, de acuerdo a la nueva legislacin, el rgimen de visitas contempla una"entrevista" nicamente con familiares directos, en un locutorio, slo una vez almes. Para el caso de los menores las visitas slo pueder ser cada tres meses.Sus nietos, sin embargo, ni siquiera la pueden ver as, puesto que no sonconsiderados entre los familiares directos.

Mi madre se encuentra sometida a un rgimen carcelario sumamente duro. Sucelda mide 2,5 x 2 metros y la comparte con tres detenidas. Esta situacin estodava ms torturante ya que no se le permite poseer ningn material de


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recreacin, estudio o trabajo, trtese de libros, lana, lpices, agujas o papeles,por ejemplo.

Todo lo antes informado, sin embargo, se ve minimizado por una accin ya sinnombre: el da 26 de noviembre fue objeto de una brutal golpiza, sin qu ni porqu, junto con las internas de su pabelln. Mi abuela, la escritora chilena MatildeLadrn de Guevara, a quien se le concedi excepcionalmente visita directa porgestiones de su Embajada en Lima, pudo observar los fuertes hematomas quecubran parte del cuerpo de mi madre. Por otro lado, a mse me entreg unareceta mdica indicando que deba comprarle antiinflamatorios y analgsicos.

Esta locura, ordenada y ejecutada por gentes cuyos corazones y mentes hande estar bastante enfermos, amenaza, adems, con hacerse una prcticausual, puesto que no es la primera vez que ocurre.

Por todas estas razones, es que acudo a usted para que, si lo cree conveniente yle fuera posible, enve algn tipo de comunicacin muy breve y sencillaexpresando su preocupacin por la integridad y la vida de la seora SybilaArredondo viuda de Arguedas.

Agradezco infinitamente su inters, y espero su importante colaboracin.

Atentamente,

M. Carolina Tillier Arredondo SALUDO Y AGRADECIMIENTO POR LACONMEMORACIN DEL CENTENARIO DE NACIMIENTO DEL ESCRITOR PERUANOJOS MARA ARGUEDAS (18-01-1911) Por: Sybila de Arguedas

En estos tiempos de dura y dramtica gestacin histrica y parto de lo nuevo,nuestro corazn late ms fuerte cuando hacemos remembranzas de Maritegui yArguedas, mientras luchamos con nosotros mismos por definir en qu empearla vida.

Hoy, en que el despojo de tierras se est realizando subrepticiamente a niveles

continentales (frica, Asia, A. Latina) es bueno encenderles una vela deesperanza en nuestro espritu que tantas veces se ha encendido y apagado, querenace como el ave Fnix, para seguir luchando por lo justo y necesario.

Si nos hemos reunido aqu (me siento presente, al unsono, como cuerda de unaguitarra afinada en la misma nota) es para difundir, como secreto a voces, eloptimismo que ellos, Jos Mara Arguedas, Maritegui, como tambin Vallejo yotros muchsimos soldados desconocidos del pueblo, nos han contagiado yencendido como un dnamo energtico vital; permitindonos asumir con aliento yperseverancia, en la brega junto a los pueblos del mundo, actores de la historiatantas veces luctuosa.

Les agradezco permitirme este saludo, desde lejos, en ocasin de laconmemoracin de este centenario del nacimiento de Jos Mara Arguedas, el 18de enero de 1911, de quien podramos citar aqu multitud de pensamientos que


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nos recuerden cmo quiso ser instrumento de servir al pueblo, de defender alcampesinado, al indio, de todo corazn y pasin.

Expreso aqu, mi esperanza y la certeza de que -junto a los pueblos del mundo-seguiremos escuchando y evocando la trayectoria de los mejores hijos del pueblodel Per -como lo fueron Maritegui, Jos Mara Arguedas o Vallejo- ydescubrindolos y acompandolos en el presente, aunndonos, por ejemplo, enla accin de solicitar la amnista para los presos polticos en las crceles peruanascomo Piedras Gordas, de la Base Naval del Callao, de Cantogrande, de Mujeresde Chorrillos y otras, recordando cmo, de su paso por la prisin poltica, JosMara mastica pacientemente su terrible experiencia, durante unos 18 aos,hasta la aparicin de su obra El Sexto, pronta a ser publicada en francs.

Dos fragmentos de textos del escritor para aprehender su esencia.Primeramente, de No soy un aculturado: son sus palabras en el acto deentrega, en Lima, del premio Inca Garcilaso de la Vega, en octubre de 1968.

Fue leyendo a Maritegui y despus a Lenin que encontr un ordenpermanente en las cosas; la teora socialista no slo dio un cauce a todo elporvenir sino a lo que haba en m de energa, le dio un destino y lo carg aunms de fuerza por el mismo hecho de encauzarlo.

Y para culminar:

est creciendo nuestro pueblo. Si contina alzndose no podr ser detenido.La fuerza del pueblo que crece no es mortal.

Gracias y buenaventura para todos desde esta finis terrae.

Santiago de Chile, Octubre de 2010 HACIA EL CENTENARIO DE JOSMARA ARGUEDAS

... celebraremos el primer centenario del nacimiento de nuestro granescritor JOS MARA ARGUEDAS. Sin embargo, en los ltimos aos, ladesinformacin en torno a su vida y su significado, especialmente entrelos jvenes, lo han presentado como un hombre de todas las clases,restando importancia a su posicin poltica. Buscamos a su viuda, Sra.Sibila Arredondo, que nos enva la siguiente opinin:

El trasfondo y la esencia del problema es que veo que se presenta enalgunos, en unas poderosas corrientes idealistas (por decir lo menos),una actitud no cientfica (por decir lo menos) de escamotear la posicinpoltica del escritor o, en otros casos, de competir por adjudicarle o

atribuirle a JMA ideas no pertinentes, con intencin de apropiarse de suprestigio y engaosamente despojarlo de su posicin junto al pueblo, su


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afinidad con Jos Carlos Maritegui, Lenin, su amor por el indio, elcampesino, su repudio por la feudalidad, el gamonalismo, etc.

Por otra parte, es fcil, sin embargo, recordar momentos de sus obras decreacin (digamos, literarias), o de diversas opiniones vertidas por l enotros trabajos, que muestran y demuestran todo esto, ms despus delproceso vvido de la guerra campesina, guerra civil, etc. Por ejemplo,recuerdo el dilogo casi final de la obra que dice:

-Y ese ruido, presidente?-Qu ruido, Palalo?-No lo siente? Atienda.

Es como si un ro subterrneo empezara su creciente. [...] mi concienciaslo tiene en cuenta lo que mi voluntad le ordena. (Obras Completas,Todas las sangres., T.IV, pg. 456, Ed. Horizonte, 1983).

Estudios cientficos, con buenos anlisis cualitativos (como dira unqumico cmo se dir en filosofa?) ya corresponden a las nuevasgeneraciones, que escarbarn para demostrar una verdad de nuestrosdas que est estampada en sus obras como murales que registran lavida de la poca y sus contingencias. (Sibila Arredondo) Carta de JosMara Arguedas, originalmente escrita en quechua, en noviembre de 1969, pocosdas antes de su muerte, dirigida a Hugo Blanco, el guerrillero cuzqueo,mientras ste era prisionero poltico en la isla de El Frontn.

Hermano Hugo, querido, corazn de piedra y de paloma:

Quiz habrs ledo mi novela Los Ros Profundos. Recuerda, hermano, el msfuerte, recuerda. En ese libro no hablo nicamente de cmo llor lgrimasardientes; con ms lagrimas y con ms arrebato hablo de los pongos, de loscolonos de hacienda, de su escondda e inmensa fuerza, de la rabia que en lasemilla de su corazn arde, fuego que no se apaga. Esos piojosos, diariamente

flagelados, obligados a lamer tierra con sus lenguas, hombres despreciados porlas mismas comunidades, esos, en la novela, invaden la ciudad de Abancay sintemer a la metralla y a las balas, vencindolas. As obligaban al gran predicadorde la ciudad, al cura que los miraba como si fueran pulgas; venciendo balas, lossiervos obligan al cura a que diga misa, a que cante en la iglesia: le imponen a lafuerza. En la novela imagin esta invasin con un presentimiento: los hombresque estudian los tiempos que vendrn, los que entienden de luchas sociales y dela poltica, los que comprendan lo que significa esta sublevacin de la toma de laciudad que he imaginado. Cmo, con cunto ms hirviente sangre se alzaranestos hombres si no persiguieran nicamente la muerte de la madre de la peste,del tifus, sino la de los gamonales, el da que alcancen a vencer el miedo, el

horror que les tienen! Quin ha de conseguir que venzan este terror en siglosformando y alimentado, quin? En algn lugar del mundo est ese hombre quelos ilumine y los salve? Existe o no existe? Carajo, mierda!, diciendo, como t


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lloraba fuego, esperando, a solas. Los crticos de literatura, los muy ilustrados,no pudieron descubrir al principio la atencin final de la novela, la que puse en sumeollo, en el medio mismo de su corriente. Felizmente uno, uno solo, lodescubri y lo proclam, muy claramente.

Y despus hermano? No fuiste t, t mismo quien encabez a esospulguientos indios de hacienda, de los pisoteados el ms pisoteado hombre denuestro pueblo; de los asnos y los perros el ms azotado, el escupido con el mssucio escupitajo? Convirtiendo a esos en el ms valeroso de los valientes, no losfortaleciste, no acercaste su alma? Alzndoles el alma, el alma de piedra y depaloma que tenan, que estaba aguardando en lo ms puro de la semilla delcorazn de esos hombres, no tomaste el Cusco como me dices en tu carta, ydesde la misma puerta de la catedral, clamando y apostrofando en quechua, noespantaste a los gamonales, no hiciste que se escondieran en sus huecos como sifueran pericotes muy enfermos de las tripas? Hiciste correr a esos hijos yprotegidos del antiguo Cristo, del Cristo de plomo. Hermano, querido hermano,como yo, de rostro algo blanco, del ms intenso corazn indio, lgrima, canto,baile, odio.

Yo hermano, slo s bien llorar lgrimas de fuego; pero con ese fuego hepurificado algo la cabeza y el corazn de Lima, la gran ciudad que negaba, queno conoca bien a su padre y a su madre; le abr un poco los ojos, los propiosojos de los hombres de nuestro pueblo, les limpi un poco para que nos veanmejor. Y en los pueblos que llaman extranjeros creo que levant nuestra imagenverdadera, su valer, su muy valer verdadero, creo que lo levant en alto y conluz suficiente para que nos estimen, para que sepan y puedan esperar nuestracompaa y fuerza; para que no se apiaden de nosotros como del ms hurfanode los hurfanos; para que no sientan vergenza de nosotros, nadie.Cartas entre Hugo Blanco y Arguedas:http://www.luchaindigena.com/2009/05/cartas-entre-jose-maria-arguedas-y-hugo-blanco/comment-page-1/
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