NODVS XXXIXAbril de 2013

Sujeto del enunciado y sujeto de laenunciacin en el chiste de Cracovia deFreud.

Referencia presentada en el Seminario del Campo Freudiano de Barcelona en enero de 2013.

Eduard Fernndez Guila

Resum

El chiste citado por Freud de los dos judos que van en tren hacia Cracovia en el tercer captulo de su obra Elchiste y su relacin con el inconsciente de 1905 es, desde el punto de vista del enunciado, una contradiccin.Solamente a partir de la enunciacin se abre otro escenario que permite su comprensin y remite a unreconocimiento por parte del Otro que va ms all de la mera dialctica hegeliana.

Paraules clau

Witz, sujeto, enunciado, enunciacin, cdigo, pas de sens.

El trabajo de esta resea es estudiar las diferencias entre el sujeto del enunciado y el sujeto dela enunciacin a partir del chiste citado por Freud en la cuarta parte del tercer captulo de suobra El chiste y su relacin con el inconsciente de 1905. Dice as:

Dos judos se encuentran en un vagn de un ferrocarril de Galitzia. A dnde vas? preguntauno de ellos. A Cracovia, responde el otro. Ves lo mentiroso que eres salta indignado elprimero.-. Si dices que vas a Cracovia, es para hacerme creer que vas a Lemberg. Pero ahoras que de verdad vas a Cracovia. Entonces, para qu mientes?.

Freud incluye este chiste dentro del grupo de chistes escpticos al considerar que surasgo ms destacado es que atenta contra los fundamentos mismos de nuestro conocimiento.Hay una tensin entre la verdad y la falsedad que contradice la supuesta exclusin de ambosconceptos: mintiendo se dice la verdad y se dice la verdad por medio de una mentira. Esto nosremite al tratamiento de la verdad elaborado por Lacan que, como destaca Miller en sucomentario del seminario de Las formaciones del inconsciente, debe ser considerada comoun slido, y no como una superficie, para poder ser mirada desde distintos ngulos en todassus dimensiones. La nica verdad que puede ser tratada como una, es la verdad inspida delsentido comn. Las dems son siempre mltiples, a diferencia del error, que siempre es uno: elde arrastrar lo simblico a lo imaginario, o, como dice Miller, la de llevar la combinatoria de lo

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simblico a la presencia idiota de la imagen.

En todo caso, para poder seguir avanzando en el estudio del Witz propuesto por Freuden relacin al sujeto del enunciado y el de la enunciacin es necesario hacer primero unpequeo recorrido por la lingstica, sobretodo la de Jackobson. En su obra Potica ylingstica los conmutadores, las categoras verbales y el verbo ruso, encontramos suEsquema Comunicacional donde muestra que en todo proceso comunicacional siempreintervienen seis variables: contexto, destinador, mensaje, destinatario, contacto y cdigo.

Simplificando un poco, diremos que un Destinador (o emisor) enva un mensaje a unDestinatario. Para que tal mensaje llegue a su destino, es necesaria la existencia de unContexto que el Destinatario pueda captar, que tal mensaje est codificado en un cdigocomn a ambos y que haya un Contacto a travs del cual el mensaje es enviado y recibido.Podemos situar en el chiste de Freud todos estos elementos.

En esta misma direccin, Jackobson avanza en su investigacin y tras el EsquemaComunicacional elabora un mapa donde define el discurso como el producto de un acto dehabla. En consecuencia, es necesario distinguir en todo discurso dos vertientes diferenciadas:

1- La del enunciado (correspondiente al producto)

2- La de la enunciacin (correspondiente al acto de habla).

En el enunciado el ser hablante se representa en lo que dice mediante los pronombres, loscuales tienen la caracterstica de ser intercambiables. Es decir, que nicamente remiten aalguien si, en el mismo instante de la enunciacin, estn en una relacin existencial con estealguien pero nunca a este alguien en s. Por ejemplo, el Yo remite a quien realiza elenunciado, el t al supuesto destinatario, el l, ella a un tercero o a aquello de lo que seest hablando.

Es esta capacidad de ser intercambiables la que hace que se conozcan tambin comoshifters (embragadores). Permiten la representacin del sujeto en sus dichos e impiden laconfrontacin o el solapamiento con otra persona gramatical. Tal representacin puedehacerse mediante el Yo, el pronombre impersonal se, el nos pero en todo casosolamente representa al sujeto en su enunciado (por eso se llama sujeto del enunciado). Nonos dice nada acerca del sujeto que realiza el acto del habla (el sujeto de la enunciacin). steest enmascarado en su mismo proceso de enunciacin, en su decir, pero no en sus dichos dela misma manera que un informtico no est en el ordenador que fabrica o que arregla sino enel acto mismo de realizar la accin.

As pues, no es un sujeto susceptible de ser entificado sino que se desplaza constantementeen la misma cadena significante. Justo en el instante en el que est, se desvanece (de maneraanloga al Cogito cartesiano). Separado de la verdad de su Deseo a causa del lenguaje,intenta cernir a tal Deseo mediante sus enunciados a pesar de que por estructura esto estcondenado al fracaso. Solamente en sus propias enunciaciones, en sus actos de habla, podrcaptarse en algn momento, de manera instantnea, para caer despus en la alienacinsignificante donde cree ser representado. Es en este sentido que se puede entender laafirmacin de Lacan en la p. 63 del Seminario V: el pensamiento se reduce siempre a convertiral sujeto en aqul que se designa en cuanto a tal en el discurso. He de decirles que a esto seopone otro trmino. Es la oposicin entre lo que llamar el decir del presente y el presente deldecir.

En el seminario V, Las formaciones del inconsciente, Lacan destaca que la satisfaccin

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particular del Witz se producira cuando la intencin del sujeto se realiza en el mensaje. O,como dice literalmente Miller en su comentario de este seminario, la satisfaccin del Witz es,de alguna manera, la simultaneidad entre la realizacin de la intencin del sujeto en el mensajey el alcance del punto A acogiendo la formacin significante.

Es decir, la satisfaccin surgira cuando se produce algo semejante a una superposicin entrela misma enunciacin, la misma intencin en el decir, y la creacin de la cadena significante.sta ya no estara para alienar al sujeto mediante representantes en lo dicho sino que laapertura momentnea del sujeto de la enunciacin comentada anteriormente permaneceraabierta ms all de un mero instante, a lo largo de la creacin de la cadena significante y secerrara una vez terminada esta ltima. As pues, la satisfaccin propia del Witz vendra dadapor una apertura ms prolongada del sujeto de la enunciacin simultnea a la creacin de lacadena significante.

Esta satisfaccin dista mucho de la propuesta por Freud en relacin al Witz. Este ltimoconsidera que el origen de la primera est en la simple homofona, en el puro blablablsignificante inicial en el nio cuando repite los sonidos sin que se haya producido todavaninguna significacin. O sea, un placer derivado, utilizando el vocabulario de Lacan, de unarelacin directa entre el S1 y el (a).

La ltima enseanza de Lacan volver a poner el nfasis en este punto pero en el seminario Vlo que le interesa es estudiar la satisfaccin del Witz a nivel del significante y de la relacin delsujeto con ese Otro como lugar del significante. Una satisfaccin que raramente se cumpleporque la principal caracterstica del sistema significante es la insatisfaccin permanenteresultante de la diferencia entre la demanda y aquello que uno recibe de lo pedido.

Pero hay momentos en que el fracaso estructural entre el mensaje y el Otro (nuncaobtengo lo que demando) es catapultado hacia ein andere Shawtzplatz (hacia otro escenario)donde el Otro entiende ms all de lo dicho en el mensaje.

Volviendo a la temtica del enunciado y de la enunciacin, podramos decir que la nicamanera de evitar el fracaso de lo dicho es justamente con un fracaso en el decir. En el chistede los dos judos que van en tren mencionado anteriormente la satisfaccin se produce porqueuno de ellos interpreta ms all de lo dicho. Hay un reconocimiento por parte del Otro que yano est en el plano de la dialctica hegeliana sino en el registro de reconocer el mensaje deuno ms all de lo enunciado. Lacan lo dice explcitamente en el mismo seminario cuandoafirma que Lo que en el chiste suple, hasta el punto de darnos una forma de felicidad, alfracaso de la comunicacin del deseo por la va del significante se realiza de la manerasiguiente: el Otro aprueba un mensaje como fallido, como fracasado, y en ese fracaso mismoreconoce la dimensin ms all donde se sita su deseo. Es importante que el Otro loreconozca como mensaje fracasado porque sino ya no estamos ante un chiste sino ante unlapsus.

As pues, es en su decir y no en lo dicho donde encontramos un sujeto de la enunciacin quese presenta en relacin a su deseo como verdad entredicha, o mejor dicho, semidicha. Talverdad semidicha la encontramos en el chiste de Freud (y en todos los chistes en general).Apunta a una verdad ms all de lo dicho. Del lado del enunciado, el chiste de los judos en eltren es, como Freud mismo dice, un contrasentido.

Sin embargo, es del lado de la enunciacin que puede ser validado por el Otro como un chiste.La escena cumple los seis requisitos citados por Jackobson pero hay algo que desregulariza dealguna manera al cdigo. Si hay chiste, es porque el Otro valida el mensaje del primero en elcdigo pero permitiendo tambin un paso de sentido (pas de sens) que lo reinscriba de

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nuevo en el cdigo. En palabras de Lacan, el poco de sentido del chiste tiene que ser acogidocomo paso de sentido. O, como dice Miller, no hay mensaje sin intervencin del cdigo perono se puede pasar por el cdigo sin poner en el horizonte el deseo y lo que no se puededecir (Miller, p. 20). De ah que una mquina puede hacer el primer paso pero, de momento,son incapaces de realizar el segundo. Podra entender la respuesta del protagonista cuandodice que va a Cracovia pero no la de su partenaire porque para ella de lo que se trata es de siel mensaje est bien codificado o no lo est. No hay nada que le permita apuntar hacia laenunciacin, hacia el mero decir ms all de lo dicho.

Algo que s puede realizar el compaero de viaje del protagonista del Witz de Freud al estaratento a ese horizonte del deseo y a lo que no se puede decir. En otras palabras, noconfunde, aunque seguramente no sea consciente de ello, el sujeto del enunciado (que le diceque va a Cracovia) y el de la enunciacin. Es decir, realiza una interpretacin brillante de laspalabras de su compaero, porque hace caso omiso de sus enunciados, y apunta directamentea la enunciacin del sujeto. No sabemos qu relacin mantienen ambos sujetos ms all de laescena narrada en el chiste, pero est claro que, como mnimo por parte del receptor delmensaje (o destinatario), la confianza no es una de sus caractersticas. Percibe en el primeroun deseo de engaarlo si bien dice la verdad. Porque no se fija en la verdad del enunciado sinoen la verdad del deseo ltimo de su compaero: el de hacerle creer que va a Lembergdicindole que va a Cracovia.

Bibliografia

FREUD, SIGMUND. [1905]. El chiste y su relacin con lo inconsciente. Obras completas: Sigmund Freud (Vol. II,p. 1093). Barcelona: RBA Coleccionables, 2006.L

JACKOBSON, ROMAN [1932]. Los conmutadores, las categoras verbales y el verbo ruso. En Ensayos delingstica general. Barcelona, Ariel, 1984.

LACAN, JACQUES. El seminario de Jacques Lacan, libro 5 Las formaciones del inconsciente, [1957-1958].Barcelona, Paids, 1994.

MILLER, JACQUES ALAIN (1998). Las formaciones del inconsciente. En El Seminario de lectura del libro V deJacques Lacan. Barcelona: Escuela del Campo Freudiano de Barcelona.

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