solucionario los santos inocentes

19
Solucionario: “Los santos inocentes” www.planetalector.com -1- SOLUCIONARIO “LOS SANTOS INOCENTES” Este título también dispone de solucionario y ficha técnica

Upload: mafer2k

Post on 03-Dec-2015

766 views

Category:

Documents


55 download

DESCRIPTION

Solucionario de la guia

TRANSCRIPT

Page 1: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -1-

SOLUCIONARIO

“LOS SANTOS INOCENTES”

Este título también dispone de solucionario y ficha técnica

Page 2: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -2-

Libro primero

1. Los niños de Belén, en Judea, asesinados por orden de su rey Herodes en un intento de acabar con el anunciado mesías del pueblo de Israel. El título remite a la enorme injusticia de que son víctimas unos seres totalmente carentes de cualquier culpa: los niños menores de dos años en el episodio del Evangelio, los protagonistas de la historia (Paco el Bajo y su familia) en la novela. En ambos casos sufren injustamente los abusos de los poderosos: son inocentes porque se les castiga sin ellos merecerlo. También en ambos casos los personajes son «santos»: en el Evangelio por niños y mártires, en la novela por la humildad y resignación con que los protagonistas encaran su triste destino. 2. Azarías padece algún tipo de discapacidad intelectual que lo convierte en un personaje inocente y candoroso, casi un niño. Es corto de entendederas (repite como un loro un falso dato relativo a su edad desde que se lo dijo un borracho; almacena por desconfianza en el futuro los tapones de las válvulas de los neumáticos; es incapaz de contar más allá del once) y anda todo el día babeando y con una sonrisa bobalicona en la boca (p. 14). Tiene comportamientos propios de la infancia eterna en la que parece vivir: por ejemplo, jugar al emocionante juego de correr el cárabo, que le inspira el placer infantil del miedo; o «aullar y [...] reír» alocadamente (p. 21). Algunas expresiones del narrador abundan en ese sentido: “sonreía tenuemente, como un chiquillo cogido en falta” (p. 21); “no era por mala voluntad, ni por el gusto de mentir, sino por pura niñez” (p. 10). Azarías mantiene una relación privilegiada con los animales, especialmente con las aves: sabe aplacar a los perros soliviantados (p. 11), se comunica con las aves mediante aullidos (con el búho, con el cárabo). Es por ello un personaje que queda adscrito al orden natural, en perfecta simbiosis con el medio en el que vive. Esa naturaleza instintiva y primaria es también la que explica su proximidad afectiva respecto de la Niña Chica, a la que trata con tanta devoción y delicadeza como a la milana. Porque Azarías es tierno y bondadoso hasta conmover. De ahí que sea incapaz de entender la negativa del señorito a enviarlo a por el Mago para curar al búho: «y el Azarías, desconsolado, / pero es la milana, señoritor» (p. 23). Su aspecto exterior es sucio y desaliñado (se orina las manos; no lleva zapatos, los pantalones por las corvas, la bragueta sin botones) y sus deshuesadas encías nos hablan de una edad

Page 3: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -3-

avanzada. Anda todo el día mascullando entre dientes, como sumergido en un mundo propio. De vez en cuando le agarra «la perezosa», algún tipo de afección intestinal que lo sume en un estado de apatía casi letárgica durante el cual se echa en cualquier rincón en posición fetal, «como un cachorro ávido de mamar» (p. 16). Azarías es, en cierta manera, un personaje libre y feliz, que va y viene a su antojo, expresa sus sentimientos sin tapujos (hacia los pájaros, hacia la Niña Chica) y se entrega sin inhibiciones a los juegos que le procuran más placer. El personaje de Azarías pertenece al linaje de la stultitia (estupidez o locura) erasmiana: es decir, es uno de tantos personajes literarios estúpidos, bobos, pero al mismo tiempo (y quizá por ello) libres y felices. 3. Página 19: «... y así un día y otro día, un mes y otro mes, un año y otro año, toda una vida, pero a pesar de ese régimen metódico...». Página 23: «... aunque ya se sentía al Azarías rascando los aseladeros o baldeando el tabuco del Gran Duque y arrastrando la herrada por el patio de guijos, y, de este modo, iban transcurriendo las semanas...». Página 26: «... y así una vez tras otra, una primavera tras otra...». 4. La acometida de un ataque de perezosa (p. 15). La llegada de la primavera, que le permite salir con el búho al encinar (p. 19). La muerte de la milana (p. 22). La fórmula utilizada es «hasta que»: «iban transcurriendo las semanas, hasta que...» (p. 19); «una primavera tras otra, hasta que...» (p. 22). 5. Gran Duque (p. 12). 6. Página 15: «... y, luego, rascaba la gallinaza de los aseladores y, al concluir, pues a regar los geranios» (rasgo oral). Página 17: «... le introducía en la gran jaula de barrotes de madera, que se echaba al hombro, y pin, pianito, se encaminaba hacia el cortijo...» (rasgo popular. Expresión no recogida en el DRAE). Página 20: «... mirando fijamente (...) los chozos redondos de los pastores» (rasgo rural). Página 27: «... y se encontró al búho engurruñido en un rincón» (rasgo rural o dialectal). Página 31: «... y empezó a rascarla insistentemente... los pelos del colodrillo» (laísmo). 7. 7.1. Los diálogos aparecen tipográficamente destacados mediante un salto de línea, aunque se obvian algunas convenciones habituales: el uso sistemático de los verbos de decir seguidos de dos puntos; los guiones introductorios del diálogo.

Page 4: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -4-

Pasajes con verba dicendi: Página 17: «no estuviste cobarde, milana, le decía» Página 18: «... y el Azarías le miraba comer con su sonrisa babeante y musitaba, milana bonita, milana bonita» Página 19: «... y cuando Dacio le preguntaba, ¿qué es lo que te pasa a ti, Azarías?» Página 21: «... y, de repente, resolvía, me voy donde mi hermana» Página 26:«... súbitamente, se asomaba al ventano y hacía, ¡uuuuuh!» Pasajes sin verba dicendi: Página 20: «él, ando con la perezosa, que yo digo» Página 21: «... y el señorito levantaba imperceptiblemente el hombro izquierdo y, vete con Dios, Azarías y él marchaba al otro cortijo, donde su hermana, y ella, la Régula, nada más abrirle el portón, ¿qué se te ha perdido aquí, si puede saberse? y Azarías ¿y los muchachos?» Páginas 27-28: «y el señorito, ¡qué le vamos a hacer, Azarías! está vieja ya, habrá que buscar un pollo nuevo, y el Azarías, desolado, pero es la milana, señorito, y el señorito, los ojos adormilados, ¿y dime tú, que lo mismo da un pájaro que otro? y el Azarías, implorante, ¿autoriza el señorito que dé razón al Mago del Almendral?» 7.2. Ese rasgo confiere a los diálogos viveza y veracidad, pues, al estar ausentes las convenciones mencionadas, desaparece un filtro que provoca siempre un distanciamiento en el lector. Una vez suprimidas, la sensación de proximidad aumenta: el lector tiene casi la impresión de estar asistiendo en directo al enunciado de esas frases. El ritmo se hace también mucho más ágil. 8. VOCABULARIO: Pontificar: ‘exponer opiniones con tono dogmático y suficiente’. Corva: ‘parte de la pierna, opuesta a la rodilla, por donde se dobla y encorva’. Rutar: ‘murmurar, rezongar. Susurrar, zumbar’. Es voz dialectal propia del norte de Castilla. Barda: ‘seto, vallado o tapia que circunda una propiedad. Cubierta de sarmientos, paja, espinos o broza, que se pone, asegurada con tierra o piedras, sobre las tapias de los corrales, huertas y heredades, para su resguardo. Maleza o matojos silvestres’. Tabuco: ‘aposento pequeño. Habitación estrecha’. Implar: ‘llenar, inflar’. Zaguán: ‘espacio cubierto situado dentro de una casa, que sirve de entrada a ella y está inmediato a la puerta de la calle’.

Page 5: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -5-

Trocha: ‘vereda o camino angosto y excusado, o que sirve de atajo para ir a una parte. Camino abierto en la maleza’. Estentóreo: ‘dicho de la voz o del acento: muy fuerte, ruidoso o retumbante’. Túmulo: ‘sepulcro levantado de la tierra. Montecillo artificial con que en algunos pueblos antiguos era costumbre cubrir una sepultura’.

Libro segundo 1. Han pasado allí cinco años (p. 47: «... la vieja casa, la misma que abandonaron cinco años atrás...»). La Raya de lo de Abendújar era la linde del Cortijo, es decir, su límite con otras propiedades. La misión de Paco era la de vigilarla (p. 41, 53). Ahora, en el Cortijo, Régula tendrá que ocuparse de abrir el portón, sacar los pavos, limpiar los corrales... 2. Nos habla del grado de postración en que vivía el campo extremeño todavía en la época de los años sesenta (que es cuando parece transcurrir la novela, como se verá). En ese momento existen todavía muchos adultos analfabetos porque nunca tuvieron la oportunidad de asistir a la escuela y estuvieron siempre ocupados en las tareas del campo. Lo más triste es que la iniciativa para paliar el problema no procede de ninguna institución sino de la caridad de la señora marquesa, y se limita al aprendizaje superficial (tres veranos) de la lectoescritura. Por lo demás, la situación no tiene visos de cambiar de manera significativa, desde el momento en que Nieves, que «no llegó a asistir a la escuela porque por aquel entonces andaban ya en la Raya de lo de Abendújar», tampoco tendrá ahora la ansiada oportunidad de subsanar esa carencia, ya que el señorito la requiere para el servicio doméstico. Así que no se producirá el salto social que Paco y Régula desean para sus hijos. 3. Se trata del personaje de la Niña Chica. El acontecimiento aludido es el bramido nocturno que interrumpe por dos veces (pp. 42 y 44) los avances de Paco. Es un grito trágico y frustrante que arranca a Paco de la esfera del placer y el juego y lo proyecta de bruces contra su cruda realidad: la de una familia miserable que tiene que cargar con el peso de la Niña Chica en unas condiciones materiales deplorables. 4. Remeda las carcajadas del señorito. Lo hace sin duda por vanidad, para darse aires, para impresionar a Nieves con su risa suficiente y sus ínfulas de persona leída. Lo hace, en definitiva, para parecer importante como el señorito. 5. «La muchacha ve crecer la hierba»: es muy espabilada, muy lista (sentir alguien crecer o nacer la hierba: ‘tener gran perspicacia, ser muy advertido’.

Page 6: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -6-

Paco «empezaba a salirse del tiesto»: empezaba a pasarse de la raya, a propasarse, a mostrarse demasiado audaz. 6. Ese pasaje habla de la emigración española de los años sesenta del pasado siglo, cuando muchos habitantes de las áreas rurales, especialmente del sur de España, abandonaron su tierra natal para marcharse a regiones más desarrolladas (tales como Madrid, Cataluña o el País Vasco) o bien al extranjero, a países como Francia o Alemania. El fenómeno es comparable al de la inmigración africana, asiática y sudamericana que está recibiendo España en la actualidad. Las causas de los fenómenos migratorios hay que buscarlas básicamente en las abismales diferencias en el grado de desarrollo de las diferentes regiones del mundo, que lleva a los habitantes de las áreas más desfavorecidas a buscar un futuro mejor en áreas más desarrolladas. La historia nos enseña, por otra parte, que la dirección de los flujos no es constante, puesto que zonas que en otro tiempo fueron emisoras, como España, se han convertido actualmente en receptoras. En ese sentido, zonas de Asia aún emisoras de emigración pero emergentes desde un punto de vista económico (China, India) pueden convertirse en un futuro no muy lejano en áreas receptoras de grandes flujos al estilo de Europa o Estados Unidos. 7. Solecismos: Uso impropio de los verbos pronominales. En ocasiones puede interpretarse como un dativo ético: «ahora la Nieves nos entrará en la escuela»; en otras, su uso es mucho más forzado: «¿por qué no se anda la Charito, madre?» (p. 37); «que no se hablaba la Charito» (p. 40); «los muchachos ya te tienen edad de trabajar» (p. 46); «también te tienes coraje, Paco, en la Casa de Arriba no te para ni Dios» (p. 51). Laísmo: «... tampoco las otras hablan si nosotros no las prestamos la voz» (pp. 40-41). Uso del artículo ante nombres propios: «la Pepa» (p. 51). Formas dialectales: Miaja, forma vulgar de migaja, muy usada en Extremadura (p. 43); Galápago (p. 45) es sustituto frecuente de «tortuga» en zonas de Extremadura; la extraña interjección «ae», repetida por Régula hasta la saciedad como una muletilla que da pie a todas sus frases. Rasgos populares: Uso de apodos: Paco, el Bajo; don Pedro, el Périto; la Niña Chica. Expresiones del tipo: «ve crecer la hierba» (p. 44), «estaría de Dios» (p. 47), «ni Dios» (p. 51), «la ha puesto pingando» (p. 60), «a mandar» (p. 49). 8. Por prescripción del Mago del Almendral, para evitar que el bebé naciera con un antojo, ya que Régula le rogaba constantemente a la Virgen de las Nieves que cesara el calor de la canícula. La relación no

Page 7: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -7-

es evidente: en la sabiduría popular, un antojo es una mancha en la piel que se atribuye a un capricho insatisfecho de la madre. Aquí, la alusión a ese término se justificaría por la devoción de Régula hacia esa virgen y sus ansias de lo que su nombre prometía (la nieve, la llegada del frío): contrariar esas ansias, que ella proyectaba en el nombre de su hija, podía ser causa de un antojo. Paco se avino a la voluntad de Régula por miedo supersticioso a que el feto naciera con alguna malformación, como ya le había sucedido a la Niña Chica. 9. Más que de datos concretos se trata de indicios dispersos pero definitivos cuando se suman: La célula socieconómica donde transcurre la acción: el Cortijo de explotación latifundista, al que están vinculadas en un régimen cuasi feudal un grupo de familias completas. El grado de analfabetismo y subdesarrollo en la España de los 60 se corresponde muy bien con el de esta zona. El término con que se designa a los señores («señorita» y «señorito»). El habla de los personajes, que apunta hacia esa zona (Libro segundo, pregunta 7) La proximidad de Portugal: «... mirando fijamente (...) el Cerro de las Corzas (del otro lado del cual se hallaba Portugal)» (p. 20). El paisaje rocoso y árido, propio de algunas zonas del sur extremeño: «los canchales agazapados como tortugas gigantes» (p. 20); «... al rebaño de canchos [=peñascos] grises desparramados por las primeras estribaciones» (p. 45). La flora y la fauna: alcornoques (p. 45), búhos, grajos; luego aparecerán encinas, águilas, etc. Los topónimos son excesivamente locales y difíciles de identificar (La Raya de lo de Abendújar, el Cerro de las Corzas, El Almendral), aunque hay varias alusiones (una en el libro segundo, p. 38) a un lugar que parece tener mayor entidad (Cordovilla), pues es allí donde vive el médico (p. 133, libro quinto). ¿Pudiera tratarse de Cordovilla de Lácara, en la provincia de Badajoz, al norte de Mérida? 10. Se trata del Concilio Vaticano II, una asamblea general de todos los obispos de la cristiandad, celebrado en Roma entre los años 1962 y 1965 bajo los papados de Juan XXIII y Pablo VI. Este Concilio supuso un «aggiornamento» o puesta al día de la Iglesia católica, pues se propuso adaptar sus formas y contenidos a las necesidades y los problemas del mundo moderno. Entre otras medidas modernizadoras, la liturgia dejó de celebrarse en latín y se publicó un documento sobre la libertad religiosa. El señorito Iván deplora claramente los logros del Concilio, al que califica despectivamente en dos ocasiones («dichoso concilio») y al que acusa de malmeter a los pobres y de inducirlos a ser tratados como a personas. El aperturismo de la Iglesia y su intento de acercarse a los

Page 8: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -8-

fieles le parece seguramente una amenaza al mundo jerárquico sobre el que sustentan sus privilegios de clase. 11. 1962-1965. Al desarrollarse a lo largo de tres años, puede que todavía se estuviera celebrando durante el desarrollo de la novela. 12. Página 51: «... y a la mañana, la Nieves se presentó puntualmente en la Casa de Arriba y al otro día lo mismo, hasta que esto se hizo una costumbre y empezaron a transcurrir insensiblemente los días, y, así que llegó mayo, se presentó un día el Carlos Alberto, el mayor del señorito Iván, a hacer la Comunión...». 13. Los campesinos reaccionan con inmenso alborozo y dan vivas al señorito y a la señora. Esta actitud nos habla del servilismo de los personajes, habida cuenta de que es precisamente la marquesa la responsable de su precariedad económica. De ese pasaje se desprende que los campesinos aceptan sin atisbo de crítica la situación en que viven, y que carecen de cualquier conciencia política que los lleve a reivindicar una mejora en sus condiciones de vida. Esa actitud, aunque desesperanzadora, se explica por la ignorancia en que viven los campesinos, que los incapacita para la formación de una conciencia crítica de la realidad. Por lo demás, ya hemos visto en el Libro segundo, pregunta 2 la falta de voluntad de los poderosos para remediar auténticamente ese problema (la caridad de la marquesa no puede considerarse sino insuficiente). 14. El obispo se limita a tender, como de costumbre, el anillo para que Régula lo bese y a apartar la mano discretamente cuando su fervor le resulta excesivo. No hay duda de que Delibes denuncia aquí la indiferencia de la Iglesia católica para con la situación de los pobres, pues, lejos de cualquier gesto de cercanía hacia ellos, el obispo se sitúa junto a los poderosos (llega con la marquesa «en el coche grande») y se limita a conceder graciosamente el regalo magnánimo de su anillo para que los campesinos se humillen ante él. 15. La primera de esas reacciones es la de don Pedro, el Périto, en la página 50. Allí le afea a Paco su petición con el cínico argumento de que la niña carece de «base» para recibir la comunión. Con ese término debe de referirse a la preparación de la niña, pero si Nieves carece de ella es precisamente porque el statu quo que representan los señoritos no propicia otra cosa. En segundo lugar está la humillación a la que los señoritos someten constantemente a Nieves al escarnecer en público su firme voluntad de recibir la primera comunión. Lo más penoso de todo es que utilizan a la muchacha como mera coartada de sus decadentes veladas burguesas, siempre que la conversación «languidec[e] o se atirant[a]» (p. 61), o para despistar

Page 9: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -9-

la atención cuando doña Purita e Iván se muestran más acaramelados de lo conveniente. 16. La casa de arriba (página 56). 17. Miriam censura aquí los devaneos públicos de doña Purita (a la que mira fijamente) con el señorito Iván. Sus palabras deben entenderse así: si Nieves carece de preparación es porque doña Purita, a quien correspondería esa tarea más propia de mujeres, está ocupada en otros asuntos... 18. En el libro segundo hay un solo punto, el que cierra el capítulo. Lo mismo sucede en los otros libros de la novela, de modo que el número total de puntos sólo suma 6. Libro tercero

1. Es pequeña (su cuerpo no abultaba lo que una liebre), excesivamente delgada y flácida (sus piernecitas se doblaban «como las de una muñeca de trapo»), con la cabeza desarticulada, caída sobre los hombros. 2. El Pilón (página 70). 3. Se orina las manos, se hace todo por los rincones, blasfema, quita los tapones a las ruedas de los coches de sus amigos. Puesto que ya no puede pelarle las pitorras, no tiene ninguna utilidad. El señorito añade que su casa no es un asilo. Se trata de una actitud injusta, pues Azarías ha dado buen servicio al señorito durante toda su vida, tal como se dice en las páginas 14 y 15: le lavaba el coche, cuidaba de los perros, soltaba los pavos, limpiaba los corrales, regaba las plantas, etc. Cuando al señorito le parece que puede prescindir de Azarías, lo pone de patitas en la calle sin ningún tipo de compensación por los servicios prestados. 4. La situación ha mejorado notablemente para ambos colectivos, a pesar de que la sociedad todavía pueda avanzar en ese terreno. Actualmente los trabajadores, también los del campo, gozan en general de un contrato (o cotizan como autónomos) y no se les puede despedir legalmente de un día para otro, mucho menos sin la indemnización correspondiente y sin derecho a una jubilación. En cuanto a los discapacitados, la legislación avanza, aunque tímidamente, en la dirección de una mayor cobertura social por parte del Estado. Si bien es verdad que todavía siguen dependiendo mucho de sus familias, la situación no es comparable con el grado de desprotección descrito en la novela. El lenguaje utilizado por el señorito para referirse a Azarías es también ilustrativo del cambio en las mentalidades: dice que «no tiene nada aquí» (por la frente) (p. 71) y lo tacha de «anormal» (p. 72), expresiones ambas que hoy en día resultarían muy duras y socialmente censurables.

Page 10: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -10-

5. Página 72: «ya lo decía la Régula, inocentes, dos inocentes, eso es lo que son». Página 76: «hasta que los dos (...) se quedaban dormidos (...) sonriendo como dos ángeles». Página 78: «... aparecía el Azarías, (...) con su sonrisa babeante, feliz». La Niña Chica y Azarías son dos de los inocentes aludidos en el título. 6. Es el hermano de Azarías y Régula, ajusticiado por Franco. El episodio remite a la Guerra Civil española y a los fusilamientos de republicanos que se produjeron tras la victoria nacional. Azarías sitúa ese episodio en tiempo de los moros, es decir, durante la llamada Reconquista. 7. No le gusta porque es negro y cree por superstición que las de ese color son aves de mal agüero («¡qué joder, es un pájaro negro y nada bueno puede traer a casa un pájaro negro» [p. 84]). Ese augurio parece anunciar la tragedia final de Azarías, cuya causa inmediata será precisamente la milana. 8. Utiliza el refrán «cría cuervos (y te sacarán los ojos)» porque la milana se escapa. En clave alegórica, la conclusión del refrán se verifica al final de la obra, puesto que será la milana la causa inmediata de los acontecimientos. 9. En virtud de ese pacto, Paco lo llevará cada noche a la sierra para que pueda correr el cárabo, con la condición de que haga sus necesidades en el monte, y no en cualquier rincón del cortijo como acostumbra (precisamente eso es lo que trata de evitar Paco). 10. En un gesto muy emotivo, Azarías deja caer enormes lagrimones y se los seca a manotazos. Se aparta del grupo y se queda solo frente a la milana, cara a cara. La actitud primero indecisa, posteriormente inquieta, del pájaro suspende la atención del lector, especialmente cuando emite el primer graznido, que indica que ha entrado en comunicación con Azarías. La acción está dominada por el «silencio expectante» (p. 88) de la concurrencia, que ha ido acudiendo progresivamente («en éstas, se presentó el Críspulo y, luego, el Rogelio, y la Pepa, y el Facundo, y el Crespo, y toda la tropa» [p. 87]). La escena se resuelve con los arrumacos mutuos entre Azarías y el pájaro y con la emotiva letanía «milana bonita, milana bonita». 11. VOCABULARIO: huero: ‘vano, vacío y sin sustancia’. pitorra: ‘ave limícola del tamaño de una perdiz, de pico largo, recto y delgado, cabeza comprimida y plumaje pardo rojizo con manchas negras en las partes superiores y de color claro finamente listado en las inferiores. Vive con preferencia en terrenos sombríos, se alimenta de orugas y lombrices y su carne es comestible’.

Page 11: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -11-

arriate: ‘era estrecha y dispuesta para tener plantas de adorno junto a las paredes de los jardines y patios’. taciturno: ‘callado, silencioso, que le molesta hablar. Triste, melancólico o apesadumbrado’. escapulario: ‘tira o pedazo de tela con una abertura por donde se mete la cabeza, y que cuelga sobre el pecho y la espalda. Sirve de distintivo a varias órdenes religiosas. Objeto devoto formado por dos pedazos pequeños de tela unidos con dos cintas largas para echarlo al cuello’. ahíto: ‘saciado, harto’. parabién: ‘felicitación’. avieso: ‘torcido, fuera de regla. Malo o mal inclinado’. Libro cuarto

1. En ese pasaje se contrapone el carácter solitario, melancólico y contemplativo de Quirce, que se nos presenta en el monte cuidando de sus ovejas al son de su armónica, frente al más alegre, vital y enérgico de su hermano Rogelio, siempre atareado y moviéndose de un lado a otro. El modelo para ese Quirce es el de los pastores, algo melancólicos, que cuidan sus rebaños al son del caramillo en la poesía bucólica de, por ejemplo, Garcilaso. La rápida pincelada de este párrafo confirma los datos que han ido apareciendo hasta ahora: de Rogelio se nos ha dicho que era «efusivo y locuaz, todo lo contrario que Quirce, cada día más taciturno y zahareño» (p. 74). Es Rogelio, más pendiente de los demás, el que regala a su tío la milana (p. 83), que, significativamente, disgusta a su hermano. También es Rogelio el que, por juego, incita siempre a su tío a contar las mazorcas (p. 75). Ésa es, por cierto, la única ocasión en que vemos sonreír a Quirce, eso sí, «con una sonrisa un poco tirante, un poco forzada», muy distinta de la risa abierta de su hermano Rogelio cuando se escapa la milana (p. 87). 2. Con un perro. En la página 45 se nos dice que Paco tenía la nariz más fina que un pointer. En la 92 se lo compara con un braco. En la 101 sus amigos le decían al señorito Iván que «ni el perro más fino te haría el servicio de este hombre». En la página 104 Paco, impaciente por ir a recoger las piezas cobradas por Iván, «se ponía caliente como un perdiguero». La actitud aludida es la de propinarle un puntapié, como podría hacer un amo con su perro. La comparación se justifica en primer lugar y de manera evidente por el prodigioso olfato de Paco, pero también, en un nivel más profundo, por la fidelidad y el servilismo perrunos del personaje, que están a prueba de los abusos del señorito, su amo. Ejemplos de ese servilismo son, por ejemplo, la entrega con que se dedica a aumentar su

Page 12: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -12-

velocidad con el cargador (quiere complacer al señorito); o el agradecimiento con que recibe la limosna, dada a regañadientes (“que me estás saliendo muy gastoso tú» [p. 107]) por el señorito. Con esta pintura Delibes construye un personaje apto para protagonizar, en calidad de víctima, los extraordinarios abusos del señorito en el próximo capítulo. Sólo un carácter como el de Paco hará verosímiles los extremos a que se llega en ese libro. 3. Siendo todavía un adolescente de trece años le exige a Paco, que lo ha visto crecer a su lado, que lo llame de usted y le dé el tratamiento de señorito Iván. Esa actitud en un personaje tan joven como Iván denuncia el profundo arraigo de los prejuicios de clase en esa sociedad. Nos habla de un mundo profundamente jerarquizado donde el trato que cada cual merece está determinado sobre todo por la posición que ocupa en la jerarquía, al margen de otras consideraciones como la edad (hay que tener en cuenta que Paco debía de ser bastantes años mayor que Iván). 4. Si en el año 43 Iván contaba 13 años, debió de nacer en 1930. Teniendo en cuenta, como se dijo en el Libro segungo, pregunta 10, que la acción transcurre durante (o poco después) de la celebración del Concilio Vaticano II (1962-1965), el señorito debe de tener unos treinta y cinco años. 5. Se trata de una metonimia, que es un tropo o figura de transferencia semántica consistente en la sustitución de un término por otro que guarda con él una relación de contigüidad lógica o material. Relaciones de ese tipo son las que se dan entre la causa y el efecto, la materia y la cosa, el instrumento y quien lo utiliza, etc. En este caso, se designa a la persona que usa el objeto (el cazador) a través del objeto mismo (la escopeta). Lo que significa la expresión es: Iván se codeaba con los mejores cazadores de Madrid. Otros ejemplos: el segundo violín de la orquesta, tener un goya en la pared, el espada (por el torero), etc. 6. Los tacha a todos de maricones («que la palabra esa no se le caía de los labios, qué manía» [p. 97]). El abuso de ese insulto nos habla de un personaje de rasgos marcadamente machistas y homófobos, que censura cualquier comportamiento que le disgusta en un hombre con una acusación de falta de hombría: es maricón el francés porque «no distingue un arrendajo de una perdiz», o el Embajador porque «no corre la mano izquierda» (p. 103) y, en general, lo es cualquier hombre que le disgusta o hace algo que le disgusta. Es decir, el término maricón parece resumir para Iván la esencia de todo lo despreciable. 7. La oración va desde «y, en ocasiones» (p. 103) hasta «en esos casos, Paco el Bajo se ponía caliente como un perdiguero» (p. 104). Estructura básica: se abre con una subordinada adverbial temporal

Page 13: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -13-

introducida por «cuando» y ampliada mediante varias proposiciones copulativas coordinadas con ella; y se cierra con la proposición principal («en esos casos, Paco, el Bajo...»), donde la expresión «en esos casos» recoge todo el contenido de la subordinada anterior. Se puede esquematizar como sigue: cuando... y (cuando)... y (cuando)... y (cuando)... en esos casos, Paco el Bajo se ponía caliente como un perdiguero. Esta frase es rara (aunque hay otras, cf. p. ej. p. 105) en una novela donde predominan claramente las oraciones breves y de sintaxis sencilla, generalmente paratáctica y a menudo coordinativa. 8. Ésa parece una imitación bastante burda y tópica, basada en el uso sistemático del infinitivo (en vez de sus correspondientes formas conjugadas) y de la forma «mí» (por «yo») con que a menudo se quiere reproducir la impericia de los extranjeros al hablar español. Pero la experiencia desmiente esa convención, especialmente en el caso de hablantes de lenguas románicas como el francés, que cuentan con sistemas gramaticales (tanto para el verbo como para el pronombre) bastante similares a los nuestros. Sin duda los franceses pueden errar en el uso de la conjugación, pero desde luego no utilizan sistemáticamente el infinitivo, y mucho menos el pronombre «mí» (sabido es que en francés «yo» se dice «je») como hace aquí René. Esta intervención, pues, desmerece el naturalismo que domina el lenguaje de todos los personajes: quandoque bonus dormitat Homerus. 9. Es falso que en la Extremadura de esa época se haya erradicado el analfabetismo como pretende Iván («esta gente era analfabeta en tiempos, pero ahora vas a ver» [p. 106]), pues los protagonistas no dejan de ser prácticamente analfabetos por el hecho de poder pergeñar su firma; y más lo es que «desde hace años en este país se está haciendo todo lo humanamente posible para redimir a esta gente», como demuestran, por ejemplo, los obstáculos que ha puesto don Pedro a la escolarización de Nieves. Tampoco es cierto eso que dice Iván de que «aquí no hacemos distingos, René, aquí no hay discriminación entre varones y hembras» (p. 109). El personaje de Nieves es una prueba. Iván está mintiendo descaradamente, y a poco avispado que sea René se habrá dado cuenta de que los garabatos penosamente trazados por los personajes no demuestran nada, o más bien demuestran lo contrario que Iván pretende hacerle creer. 10. La casa Grande (p. 106). 11. Tiene el dedo pulgar deformado de trenzar esparto. Una empleitera es la persona que se dedica justamente a esa labor. 12. Intercede a favor de Azarías («después de todo, mamá, ¿qué mal hace aquí?»

Page 14: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -14-

[p. 113]; «yo creo que hace bastantes cosas, mamá, ¿no te parece?» [p. 114]), se deja tomar de la mano y accede a acompañarlo a ver a la milana. Por lo demás, ya hemos visto en el Libro segundo, pregunta 17 cómo intercede también a favor de Nieves ante las burlas de los demás por el asunto de la comunión. 13. La escena sobrecoge profundamente a Miriam: tiene ganas de echarse a llorar («se le ablandaban los ojos” [p. 117]), se espanta, se pone pálida y rígida como una estatua de sal y no puede reprimir una expresión de sorpresa y lástima («¡Dios mío!»). Esta escena enfrenta brutalmente a Miriam a una realidad que, en su inocencia, parece no haber calibrado cabalmente hasta este momento. Ahora por vez primera parece darse cuenta del alcance de la miseria en que viven esas familias. La Niña Chica hubiera sido la Niña Chica en cualquier estrato social, pero en este caso viene a incrementar los sufrimientos de una familia ya de por sí muy desgraciada por causa de las condiciones materiales en las que vive. La Niña Chica es como la gota que hace colmar el vaso; sólo su presencia ha hecho ver a Miriam lo lleno que ya estaba. 14. Todos los fragmentos son pronunciados por el narrador, pero los elementos en cursiva son incursiones en su voz de palabras pronunciadas por otros personajes, es decir, el narador incorpora a su discurso, como si fueran propias y sin advertirnos de ello, palabras y expresiones de los personajes de su novela. Esa técnica se conoce con el nombre de estilo indirecto libre. 15. VOCABULARIO: echar la pata: ‘aventajar’. jactanciosamente: ‘con jactancia’ (jactancia: alabanza propia, desordenada y presuntuosa). dejar de farol: ‘poner en evidencia la falsedad de lo que alguien afirma o pretende’. (La expresión no está recogida en el DRAE, pero es fácil deducir su sentido a partir de una de las acepciones del sustantivo farol: ‘hecho o dicho jactancioso que carece de fundamento’. Se utilizan más a menudo las expresiones «marcarse, tirarse un farol»). ufanarse: ‘engreírse, jactarse, gloriarse’. orondo: ‘lleno de presunción y muy contento de sí mismo’. ojeador: ‘hombre que ojea o espanta con voces la caza’. encono: ‘animadversión, rencor arraigado en el ánimo’. prurito: ‘comezón, picazón’. ostentosamente: ‘con ostentación (jactancia o vanagloria)’. andar al quite: ‘estar al quite, estar preparado para acudir en defensa de alguien’.

Libro quinto

Page 15: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -15-

1. Para esa técnica, usada sobre todo en la caza de palomas torcaces, se necesita una especie de balancín en cuyo extremo se sitúa el palomo que funciona como señuelo, con las patas amarradas. Mediante un cordel se provoca el movimiento vertical del balancín: al tirar de esa cuerda el balancín sube, pero, cuando se deja de tirar, el balancín recupera su posición original, de modo que el palomo pierde el punto de sustentación y aletea como si tuviera intención de posarse, con lo que reclama la atención de las torcaces que pudieran verlo. Según el DRAE, el cimbel es propiamente el cordel que se ata al balancín, pero en la práctica el término se utiliza también para designar el artilugio completo. 2. Lo que sucedía era la muerte de un ser vivo. La valoración de ese hecho y el resto de la respuesta son libres. 3. Le repite constantemente lo viejo que está y le recuerda sus tiempos de gloria («quién te lo iba a decir a ti, con lo que tú eras» [p. 126]). «A Paco, el Bajo, le picaba el puntillo» (p. 126) y reaccionaba en el sentido buscado por Iván, esto es, se esforzaba por parecer el mismo de siempre poniendo a riesgo su propia integridad física, por orgullo (pues no quería parecer viejo ni perder ante los ojos del señorito el prestigio de buen secretario), y porque siempre se esforzaba por agradarle. 4. Su primera reacción, airada y acusadora, es muy ilustrativa: «¡serás maricón, a poco me aplastas!» (p. 128). El primer pensamiento de Iván ha sido para sí mismo, no para su secretario herido y quejoso. Pero horas después, ya en frío, en casa del médico, Iván insiste en culpar a Paco: «y el caso es que todavía estoy de suerte, cayó tal que ahí (...) el maricón no me ha desnucado de milagro» (p. 135). Su disgusto ante la imposibilidad de seguir valiéndose de Paco como secretario: para Iván es más importante su afición que la salud del secretario: «¿quién va a amarrarme el cimbel ahora?» (p. 128); «el maricón de él se ha dado una costalada, ya ves qué oportuno” (p. 130); «No me jodas, Manolo, el 22 tenemos batida en la finca, yo no puedo prescindir de él» (p. 134). Sus presiones diarias («visitaba cada mañana a Paco» [p. 139]) para que intente andar. Esas presiones van desde el hipócrita argumento de que lo hace por el bien de Paco (para evitar que se quede cojo como su abuela, p. 136), hasta las más desfachatadas acusaciones de falta de voluntad («mentira podrida, el hombre es voluntad, Paco, coño, que no quieres entenderlo y, donde no hay voluntad, no hay hombre» [p. 139]). El día 22 se lo lleva finalmente a la batida sin ninguna consideración por su salud.

Page 16: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -16-

Durante la batida presiona a Paco para que se mueva más deprisa: «¿no puedes moverte un poquito más vivo, Paco, coño? pareces una apisonadora, si te descuidas te van a robar hasta los calzones» (p. 144). Tras el segundo accidente reprocha con acritud a Paco su falta de oportunidad: «¿qué te pasa ahora, Paco, coño? ya es mucha mariconería esto, ¿no te parece?». 5. Culpable (pp. 129 y 136). 6. Da a entender su disgusto porque la pieza se haya escapado y pueda, por consiguiente, irse libremente a criar polluelos. 7. Ese comportamiento no es extraño en un personaje tan huraño como Quirce (cf. Libro cuarto, pregunta 1), pero al mismo tiempo supone un cuestionamiento implícito de las jerarquías: Quirce se muestra eficiente, pero, a diferencia de su padre, en ningún caso servil. Su silencio es, en cierto modo, una manera de dar a entender que entre sus obligaciones no se incluye la de ser simpático con sus señores. De ese modo parece estar marcando los límites de su subordinación y dejando claro que él es sólo de orden profesional, no personal; es decir, que él es un trabajador pero no un esclavo o bufón que deba además entretener a su amo. En cierto modo, su silencio también representa una especie de venganza de clase, mínima y perversa: Quirce casi parece gozar con el nerviosismo y los yerros que su silencio y su indiferencia provocan en Iván. La muestra de orgullo consiste en rechazar la propina que le ofrece el señorito. 8. Los olores del campo adheridos a las botas y los bajos de los pantalones del señorito (p. 136). Esa fuerza persuasiva procede de la especial sensibilidad de Paco hacia el mundo de los olores. También, por supuesto, su afición al campo y a la caza. 9. Iván interpreta ese gesto como una insubordinación y la compara con la actitud agradecida y servil de Paco. Le parece una manera de no aceptar las jerarquías: «que se diría que a los jóvenes les molesta aceptar una jerarquía» (p. 148). Iván representa aquí el orden de cosas aún vigente pero ya en proceso de cambio («antes, bueno, hace cuatro días, su mismo padre...»), es decir, una sociedad profundamente clasista e inmovilista, donde no existe la promoción social y en la que nadie cuestiona el lugar que ocupa en ella. Con su actitud rebelde, Quirce encarna la crítica al sistema y «la crisis de autoridad» a la que alude el Ministro al hilo de las reflexiones de Iván. Es la época del desarrollismo, caracterizada por un mayor dinamismo económico que se fundamenta en las divisas de los emigrantes (fenómeno aludido por don Pedro), el turismo y la construcción. Esos cambios tienen su necesario reflejo en las mentalidades: cuando la maquinaria social y

Page 17: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -17-

económica echan a andar tras dos décadas de inmovilismo, la gente parece adquirir seguridad en sí misma y a exigir algunos cambios. De ahí que don Pedro lamente esa voluntad por nivelar las desigualdades sociales: «Ahora todos te quieren ser señoritos, Paco, ya lo sabes, que no es como antes» (p. 50). 10. Estar apañado es una expresión que se utiliza para significar que alguien está en una situación incómoda o complicada. Esa frase suena casi como un reproche o una burla y resulta por tanto profundamente cínica, o cuando menos muy desafortunada. 11. Pretende sin duda acostarse con ella. Su actitud es abusiva porque se basa en la superioridad jerárquica, de género y de edad. Nieves —mujer, adolescente y subordinada— está indefensa ante el acoso del señorito. Se trata de una actitud machista y de abuso de poder. 12. Página 129: morugo: taciturno, huraño, esquivo; mancada: lisiada, lastimada. Página 135: mercarle: comprarle. Página 137: qué hacer no bajar: cómo no va a bajar. Página 138: cachabas (por el correcto «cachavas»): muletas. Página 141: yo me pienso (por el más estándar «yo pienso»). Página 144: me se ha vuelto (por «se me ha vuelto»). 13. VOCABULARIO: Sazón: ‘punto o madurez de las cosas, o estado de perfección en su línea’. Desollar: ‘quitar la piel del cuerpo o de alguno de sus miembros’. Atalaya: ‘eminencia o altura desde donde se descubre mucho espacio de tierra o mar’. Renuente: ‘indócil, remiso. Dificultoso, trabajoso’. Querencia: ‘tendencia o inclinación del toro a preferir un determinado lugar de la plaza donde fijarse. Aquí se refiere al lugar del monte hacia donde tienden las aves’. Angarilla: ‘camilla para transportar a pulso enfermos, heridos o cadáveres’. Ladinamente: ‘de forma astuta, sagaz, taimada’. Reticencia: aquí, ‘reserva, desconfianza’. Cinegético: ‘perteneciente o relativo al arte de la caza’. Vaticinio: ‘predicción, adivinización, pronóstico’. Carrasca: ‘encina, generalmente pequeña, o mata de ella’.

Libro sexto

1. Sus tics nerviosos: se golpea o palpa alternativamente los bolsillos de su chaquetón (pp. 158, 160, 162), se frota las manos (p. 159), mueve nerviosamente la comisura derecha de la boca y se muerde la mejilla por dentro (pp. 157 y 160), es incapaz de controlar su gestualidad facial («hizo unos visajes en cadena tan rápidos y

Page 18: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -18-

pronunciados...» [p. 161]). Da muestras de dejadez y abatimiento («la cabeza humillada, replegados los hombros» [p. 158]; «el chaquetón desabotonado, sin corbata, lívido...» [p. 159]). Pretende disimular («con estudiada prosopopeya» [p. 157]; «trató de sonreír para restar importancia al asunto» [p. 162]) y justifica a su esposa («por embromarme, no te pienses otra cosa» [p. 160]; «entiéndeme, yo no es que desconfíe» [p. 162]). Pero, a pesar de sus esfuerzos, don Pedro el Périto no puede esconder un «gesto de dolor de estómago en los labios» (p. 162), ni puede reprimir su cólera («interrumpió don Pedro, colérico» [ib.]). 2. Don Pedro no cree sus explicaciones, como demuestran las lágrimas que brotan de sus ojos en la página 161. Iván, por su parte, no hace esfuerzo alguno por parecer convincente: sus excusas son cínicas, absurdas y de todo punto inverosímiles. En realidad no pretende ocultar la verdad, sino más bien mantener las apariencias al tiempo que dejarle claro a don Pedro que las cosas no van a cambiar y que ya están bien como están. Para garantizar su impunidad, Iván se ampara en la debilidad de don Pedro (avalada por su llanto), quien sabe no se le va a enfrentar. Sabe muy bien que don Pedro es un pelele, un cornudo consentido. 3. Esos personajes y esas actitudes retratan la moral hipócrita y decadente de una clase que, por un lado, se dice cristiana (sus relaciones con la Iglesia son privilegiadas: recuérdese la escena del obispo) y defiende los valores de la sociedad tradicional que garantiza sus privilegios (el orden, la jerarquía, etc.); mientras que, por otro, conculca con sus actitudes ese ideario y, lejos de censurarlas, se limita a mirar para otro lado. En una palabra: es una clase que defiende una cosa y hace lo contrario. 4. La sangre que escurre por los dedos de Azarías. Los últimos latidos del corazón del pájaro. El llanto del personaje. Por el amor que le tiene Azarías pero, sobre todo, por las consecuencias que va a desencadenar (la venganza de Azarías). 5. Se muestra ausente, pasivo, pero sobre todo sereno, totalmente distinto al Azarías sonriente y juguetón de esa misma mañana. Es la serenidad de la determinación, la del que está seguro de lo que va a hacer y ha decidido que ya no hay vuelta atrás. 6. El título es, en cierto modo, ambiguo. A nivel simbólico, la muerte de la milana constituye también un crimen, porque no sólo representa la muerte del pájaro sino que condensa, como una metáfora, toda la injusticia de la clase dominante. Es un gesto totalmente despiadado y cruel, la gota que hace colmar el vaso del sufrimiento y la opresión. 7. Es una suerte de venganza de clase, por todos los abusos cometidos por el señorito Iván sobre la familia de Paco. Se trata, en cierto modo,

Page 19: Solucionario Los Santos Inocentes

Solucionario: “Los santos inocentes”

www.planetalector.com -19-

de una especie de venganza histórica, la de la clase de los oprimidos (representados aquí por Azarías) sobre la de los opresores (representados por el señorito Iván). 8. VOCABULARIO: arrebolarse: ‘enrojecer, ponerse de color de arrebol (el de las nubes iluminadas por el sol)’. achares: ‘celos, disgusto, pena’. tollo: ‘hoyo en la tierra, o escondite de ramaje, donde se ocultan los cazadores en espera de la caza’. calima: ‘accidente atmosférico que enturbia el aire y suele producirse por vapores de agua’. Es más frecuente la forma calina. barruntar: ‘prever, conjeturar o presentir por alguna señal o indicio’. aciago: ‘infausto, infeliz, desgraciado, de mal agüero’. difidente: ‘que desconfía’. zascandil: ‘hombre despreciable, ligero y enredador. Hombre astuto, engañador, por lo común estafador’. gurruño: ‘cosa arrugada o encogida’.