sobre el fenómeno del paramilitarismo

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 Sobre el fenómeno del paramilitarismo Los orígenes del paramilitarismo están unidos a las estrategias de lucha contra la insurgencia en el marco del impulso de los principios y fundamentos de la Doctrina de la Seguridad Nacional y los Conflictos de Baja Intensidad. El Estado a tra!"s de sus #uer$as %ilitares y conjuntamente con sectores sociales econ&micos y políticos regionales fueron promotores y agentes dinami$adores de su formaci&n. El fen&meno paramilitar se dio como un proceso de pri!ati$aci&n de ejercicio de la fuer$a la ley y la justicia por sectores afines a los prop&sitos y ra$ones de Estado ante la incapacidad del mismo de operar en conte'tos regionales en el marco de los parámetros institucionales e'istent es. El fen&meno paramilitar se dio como una práctica del (e rrorismo de Estado. En este sentido el Estado y sus #uer$as )rmadas son responsa*les del surgimiento y desarrollo del fen&meno y de los crímenes cometidos por el mismo. El Estado tiene una !erdad +ue confesar a este respecto y no constituye un jue$ imparcial en el ju$gamiento del fen&meno. Las acciones emprendidas por este fen&meno en el campo de la acci&n militar estu!ieron dirigidas *ásicamente contra la po*laci&n y la soc iedad ci!il mediante el ase sin ato sel ect i!o la mas acr e el genocidio la des aparici&n y el des pla$amiento for $ado la e'propiaci&n crímenes en su mayoría de lesa humanidad. El fen&meno fue cooptado por los empresarios y las l&gicas de la industria del narcotráfico y se coloc& a su ser!icio cumpliendo las tareas de protecci&n de $onas de culti!o la*oratorios y dinámicas econ&micas unidas al transporte de insumos y a la comerciali$aci&n de la droga. El paramilitarismo se hi$o instrumento de la confrontaci&n entre el narcotráfico y el Estado cuando estu!o de por medio la e'tradici&n y asumi& la forma de terrorismo. El fenómeno paramilitar es mucho más que un aparato militar Durante casi tres d"cadas el desarrollo de la guerra paramilitar se nutri& de distintas fuentes de financiaci&n +ue le permiti& a este fen&meno consolidar una economía de guerra capa$ de mantener un ej"rcito de apro'imadamente !einte mil hom*res en condici&n de mercenarios +ue con la ayuda de las operaciones encu*iertas de las #uer$as )rmadas le permiti& copar gran parte del territorio nacional y hacerse con un conjunto de recursos incalcula*les generando procesos de acumulaci&n de capital y consolidaci&n de economías locales y regionales +ue reconfiguraron y redefinieron los escenarios sociales y producti!os dando origen a nue!as elites econ&micas y políticas unidas a la e'pansi&n y el desarrollo del paramilitarismo. Esos procesos de acumulaci&n de capital generados en distintas fuentes legales e ilegales fueron fortaleciendo las elites regionales +ue moderni$aron sus economías y transformaron las relaciones producti!as consolidando un modelo de desarrollo regional +ue ha *uscado articularse rápidamente al modelo nacional y por esa !ía al mercado mundial. Durante a,os la economía de guerra paramilitar se le!ant& so*re las prácticas de la contri*uci&n !oluntaria y for$ada el narcotráfico el secu estro la e'to rsi&n el ro*o de com* usti* le la apropi aci&n de recur sos p-*licos espe cial mente de carác ter municipal y departamental la e'propiaci&n de tierra la generaci&n de economías agroindustriales mediadas por el testaferrato entre otros mec ani smos de acu mul aci &n ganaderí a transp ort e apuest as permanent es can tin as prost itu ci& n droguería s tie nda s coop erati!as. ../ +ue comp romet ieron economías regul ares e ilega les indus trias regionales e incluso la prese ncia trans nacional articulada a la e'plotaci&n de recursos estrat"gicos. En las dos -lt ima s d"c adas las econo as campes ina s han sido sin duda las más duramente gol peadas por el proces o de relatifundi$aci&n generado por el paramilitarismo. Los procesos de e'propiaci&n directa e indirecta a los +ue fueron sometidos los pe+ue,os y medianos propietarios afect& sus economías familiares y gener& el fen&meno del despla$amiento masi!o de po*laci&n rural +ue alcan$a ya en desarraigo la considera*le cifra del 012 de la po*laci&n total del país. Ese proceso de concentraci&n de tierra

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Fragmento tomado de:http://www.nodo50.org/ceprid/territorios/la/la8.htm para comparar con texto discontinuo.

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Sobre el fenmeno del paramilitarismo

Los orgenes del paramilitarismo estn unidos a las estrategias de lucha contra la insurgencia en el marco del impulso de los principios y fundamentos de la Doctrina de la Seguridad Nacional y los Conflictos de Baja Intensidad. El Estado, a travs de sus Fuerzas Militares y conjuntamente con sectores sociales, econmicos y polticos regionales, fueron promotores y agentes dinamizadores de su formacin.El fenmeno paramilitar se dio como un proceso de privatizacin de ejercicio de la fuerza, la ley y la justicia por sectores afines a los propsitos y razones de Estado ante la incapacidad del mismo de operar en contextos regionales en el marco de los parmetros institucionales existentes. El fenmeno paramilitar se dio como una prctica del Terrorismo de Estado.En este sentido, el Estado y sus Fuerzas Armadas son responsables del surgimiento y desarrollo del fenmeno y de los crmenes cometidos por el mismo. El Estado tiene una verdad que confesar a este respecto y no constituye un juez imparcial en el juzgamiento del fenmeno.Las acciones emprendidas por este fenmeno en el campo de la accin militar estuvieron dirigidas bsicamente contra la poblacin y la sociedad civil mediante el asesinato selectivo, la masacre, el genocidio, la desaparicin y el desplazamiento forzado, la expropiacin, crmenes en su mayora de lesa humanidad.El fenmeno fue cooptado por los empresarios y las lgicas de la industria del narcotrfico y se coloc a su servicio cumpliendo las tareas de proteccin de zonas de cultivo, laboratorios y dinmicas econmicas unidas al transporte de insumos y a la comercializacin de la droga.El paramilitarismo se hizo instrumento de la confrontacin entre el narcotrfico y el Estado cuando estuvo de por medio la extradicin y asumi la forma de terrorismo.

El fenmeno paramilitar es mucho ms que un aparato militar

Durante casi tres dcadas el desarrollo de la guerra paramilitar se nutri de distintas fuentes de financiacin que le permiti a este fenmeno consolidar una economa de guerra, capaz de mantener un ejrcito de aproximadamente veinte mil hombres, en condicin de mercenarios, que con la ayuda de las operaciones encubiertas de las Fuerzas Armadas, le permiti copar gran parte del territorio nacional y hacerse con un conjunto de recursos incalculables generando procesos de acumulacin de capital y consolidacin de economas locales y regionales que reconfiguraron y redefinieron los escenarios sociales y productivos dando origen a nuevas elites econmicas y polticas unidas a la expansin y el desarrollo del paramilitarismo.Esos procesos de acumulacin de capital, generados en distintas fuentes, legales e ilegales, fueron fortaleciendo las elites regionales que modernizaron sus economas y transformaron las relaciones productivas consolidando un modelo de desarrollo regional que ha buscado articularse rpidamente al modelo nacional y por esa va al mercado mundial.Durante aos la economa de guerra paramilitar se levant sobre las prcticas de la contribucin voluntaria y forzada, el narcotrfico, el secuestro, la extorsin, el robo de combustible, la apropiacin de recursos pblicos, especialmente de carcter municipal y departamental, la expropiacin de tierra, la generacin de economas agroindustriales mediadas por el testaferrato, entre otros mecanismos de acumulacin (ganadera, transporte, apuestas permanentes, cantinas, prostitucin, drogueras, tiendas, cooperativas...) que comprometieron economas regulares e ilegales, industrias regionales e incluso la presencia transnacional articulada a la explotacin de recursos estratgicos.En las dos ltimas dcadas, las economas campesinas han sido sin duda las ms duramente golpeadas por el proceso de relatifundizacin generado por el paramilitarismo. Los procesos de expropiacin directa e indirecta a los que fueron sometidos los pequeos y medianos propietarios, afect sus economas familiares y gener el fenmeno del desplazamiento masivo de poblacin rural que alcanza ya en desarraigo la considerable cifra del 10% de la poblacin total del pas. Ese proceso de concentracin de tierra ha operado como una autntica contrarreforma agraria que ha sido dirigida hacia el fortalecimiento de las economas de agroindustria y a la creacin de las condiciones para el desarrollo de los grandes macroproyectos. Existe una perfecta correlacin entre el mapa que define la presencia paramilitar y los recursos estratgicos sobre los cuales se desarrollarn los macroproyectos. La guerra paramilitar fue en lo esencial una guerra contra el campesinado.En el actual proceso de desmovilizacin y desarme, muy seguramente los recursos entregados por las elites paramilitares para reparar a las vctimas sern nfimos, en general, es necesario tener en consideracin que el poder econmico, alcanzado por el fenmeno paramilitar no se desmoviliza, sino que entra en una etapa de legalizacin que favorece en lo esencial a las elites paramilitares y de narcotrfico y a sus subalternos de confianza, convirtindose regionalmente en un poder determinante no slo en el mbito de lo econmico, sino en los aspectos del control social y poltico.

Fragmento tomado de: http://www.nodo50.org/ceprid/territorios/la/la8.htm