sentidos que motivan el consumo de alimentos en circuitos...
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Sentidos que motivan el consumo de alimentos en circuitos de
comercialización solidarios Manuel Manzoni - [email protected] - INTA - Argentina
Mariana Moricz - [email protected] - INTA - Argentina
Luis Mosse - [email protected] - INTA - Argentina
Dariela Carlini - [email protected] - INTA - Argentina
Erica Avila Echeveste - [email protected] - INTA - Argentina
Resumen En los últimos años se desarrollaron distintas estrategias de comercialización alternativas,
tendientes a fortalecer los vínculos directos entre productores y consumidores y promover
circuitos cortos de comercialización. El presente trabajo se enmarca en las investigaciones
sobre las modalidades alternativas de comercialización apropiadas para la agricultura
familiar. Se entiende que la dimensión del consumo en dichas tramas comerciales ha sido
insuficientemente estudiada y resulta fundamental para comprender la dinámica de estos
entramados comerciales. Específicamente, en la ponencia se presentan los resultados de
un relevamiento de consumidores de comercializadoras solidarias, ferias de la economía
social y grupos de consumo organizado en distintas ciudades de Argentina. Mediante la
indagación sobre los motivos que animan el consumo de alimentos en estos espacios, se
pretende aportar elementos para la elaboración de perfiles de consumidores de la
economía social. El instrumento de relevamiento consistió en un formulario virtual
suministrado a clientes habituales de los espacios de comercialización mencionados,
durante setiembre y octubre de 2017.
Palabras claves: circuitos cortos de comercialización - consumo - agricultura familiar
Introducción
Problema de investigación y marco conceptual
El sistema agroalimentario global, y el argentino en particular, muestra una tendencia
general hacia la centralización de la producción (Martínez Dougnac, 2007) y distribución
de alimentos y a la concentración del valor generado por los eslabones comerciales
(Ablin, 2012), y, desde hace no más de 20 años, por el sector financiero (Schumann,
2014). La concentración en la comercialización de alimentos modifica las prácticas de
producción y consumo (Oviedo y Rodríguez, 2017). Entre los múltiples efectos, se
produce un desacople entre productores/as y consumidores/as, mediados por una larga
cadena de intermediarios industriales y comerciales, con gran poder de apropiación del
valor en todo el circuito (CESO 2015; Perret, 2017).
En el desacople entre productores y consumidores, habitualmente muchos actores
plantean la dificultad de que se establezca un precio justo. Por el lado de la oferta, las
grandes escalas de producción, habitualmente asociadas a las cadenas largas de
comercialización pueden llegar a establecer precios de productos más bajos que los que
permiten la reproducción de las producciones de escala familiar. En esa ventaja, suele ser
determinante el control de formas de distribución y logística. Así se produce un desfasaje
evidente entre las posibilidades económicas de la población que demanda alimentos
baratos y las posibilidades de ofrecer una retribución al trabajo de las producciones
familiares.
En contraposición a las cadenas largas de comercialización, en los últimos años se han
desarrollado experiencias de relocalización o territorialización de los sistemas (Craviotti
& Marechal, 2017). Estas diversas experiencias comparten el objetivo de fortalecer los
vínculos entre productores y consumidores mediante la promoción de circuitos cortos de
comercialización. Ferias y mercados de la agricultura familiar; comercializadoras
solidarias y grupos de consumo y redes de comercio justo, son algunas de las formas que
adoptan los circuitos cortos de comercialización (Caracciolo, 2012). El surgimiento de
estas experiencias suscitó trabajos orientados a su identificación y a lograr una idea
precisa sobre su grado de expansión (Alcoba y Dumrauf; 2011; Citaddini et al, 2010)
Se trata de recuperar la autodeterminación y la soberanía ciudadana sobre la producción,
distribución y consumo de alimentos, convertidos en mercancías. Desde una perspectiva
cercana, el consumo responsable es aquel donde el consumidor tiene en cuenta las
consecuencias públicas de su consumo privado e intenta usar su poder de compra para
lograr el cambio social (Webster, 1975; Dueñas Ocampo et. al, 2014; De Nicola et al.
2017). Según Dueñas Ocampo et al. (2014), se han derivado estudios en diversas líneas,
como los estudios sobre la decisión de compra del consumidor, las malas decisiones y el
comportamiento autodestructivo de los compradores, las resistencias y las respuestas de
los consumidores a la publicidad en el acto de compra desde el punto de vista ético, los
actos de boicot comercial, las acciones colectivas que desde las corporaciones se han
implementado para la creación de espacios y oportunidades para el consumo ético o la
moralidad implícita en el consumo y su relación intrínseca con la sostenibilidad como
proyecto colectivo e individual.
En relación a las características de los consumidores de los mercados de circuitos cortos,
Augusto de Haro señala que el rol que se les otorga en estas estrategias de consumo
directo trascienden una mera preferencia de consumo, para ser una expresión de valores
sobre la sustentabilidad ambiental o las relaciones socioeconómicas que se desean
establecer en la comunidad, el tipo de desarrollo que se desea para el territorio y sus
comunidades (De Haro, 2010). En este sentido, destaca que en estos circuitos cortos de
comercialización pueden concurrir diferentes tipos de consumidores, y sugieren las
categorías de politizados, de lo alternativo, y de los no politizados. Los consumidores no
politizados que serían la mayoría (De Haro, 2014).
Pero ¿qué posibilidades de ampliarse tienen estas formas de consumo minoritarias?, y
¿cómo se integran estas formas de consumo con otras más masivas y menos selectivas o
selectivas en función de otros criterios (practicidad, precio, marca, etc.)? Según Perret
(2017) y CESO (2014) para llegar a un consumo masivo, se precisan unos cuantos años
de trabajo sostenido. Otra clave para este interrogante, según Fernández Miranda (2017),
tiene que ver con la comunicación y a través de ella informar e interpelar a distintos
grupos sociales, revalorizar culturalmente los procesos y las identidades colectivas, y
construir vínculos con la ciudadanía. Asimismo, la cuestión de la formación de precios
en estos circuitos, se torna crucial a la hora de masificar este consumo. Otras limitaciones
señaladas por Craviotti y Maréchal (2017), para ampliar la concurrencia de los
consumidores a canales alternativos, están ligadas al tiempo y la organización familiar
necesarios para concurrir a espacios de venta, dado que estos canales no ofrecen horarios
continuos.
Si bien se busca eliminar intermediarios, la economía social se encuentra aún en una
posición subordinada frente a los grandes formadores de precio del sistema
agroalimentario. Un estudio realizado en la ciudad de Rosario sobre ocho tipos de canales
cortos de comercialización concluye que los mismos no son una tendencia social
dominante, ni que en el corto plazo podrían reemplazar a los actuales canales de
comercialización del modelo industrializado, sin embargo rescatan que ha habido una
proliferación variada y mantenimiento a través del tiempo, que demuestran la persistencia
de otras prácticas y una repolitización en torno a la alimentación (De Nicola et al., 2017).
Desde las organizaciones y movimientos sociales, plantean la importancia de construir
alianzas entre productores familiares y organizaciones que excedan los intercambios
económicos puntuales, para construir acuerdos políticos que le den sostenibilidad y
alcance a las experiencias de soberanía alimentaria. Los consumidores son entendidos
desde esta perspectiva, como sujetos activos constructores de “otra economía” (Jurado,
2018).
Metodología
Desde la red de investigadores del Proyecto “Mercados y Estrategias Comerciales”, se
acompañan experiencias de comercialización alternativas en distintos puntos del país.
Una problemática común planteada es la falta de información sobre los consumidores y
los motivos por los cuales éstos se deciden a resolver parte de su consumo cotidiano a
través de estos canales. Para responder eso, se aplicó una encuesta voluntaria on-line,
enviada por las organizaciones a sus consumidores. El instrumento de relevamiento
consistió en un formulario virtual suministrado a clientes habituales de los espacios de
comercialización mencionados, durante setiembre y octubre de 2017. Esta información
nos permitió trazar resultados generales, a profundizar en futuras indagaciones.
En total se realizaron 166 encuestas a consumidores de redes de comercio, ferias y
espacios de consumo del AMBA, Miramar, Concordia, Aluminé, Junín de los Andes y
San Martín de los Andes. Las dimensiones de la encuesta fueron: 1) nivel socioeconómico
(edad, género, nivel educativo, lugar de residencia, composición familiar, ocupación,
ingresos; 2) características del consumo en este canal y en relación al consumo en general
(gasto promedio, tipo de productos, frecuencia, porcentaje de compras en relación al
consumo total); 3) motivaciones y percepciones (por qué consume en estos canales, cuál
es la percepción de calidad y precios). Para analizar la información se utilizaron
estadísticos descriptivos básicos, como distribución de frecuencias y tablas, y técnicas
cualitativas como la utilización de escalas de valores. Antes de presentar los resultados,
incluimos una breve reseña de los 5 casos relevados.
Descripcion de las mercados de circuitos cortos mediante los que se contacto a los
entrevistados
Red de Comercio Justo Piri-Hue (Concordia, Entre Ríos): La Red de Comercio Justo
“PIRI-HUÉ” es una iniciativa que funciona desde hace dos años en la ciudad de
Concordia, Entre Ríos. La experiencia busca vincular de manera directa a productores y
productoras de alimentos de la economía social con los consumidores locales y se
organiza a traves de asambleas quincenales en las que participan productores/as y
facilitadores de la red.
Se ofrecen productos de la región a un precio justo, que se pueden encargar a traves de
una tienda virtual accediendo al sitio de internet de la red. La tienda permanece habilitada
para realizar compras durante una semana y luego se cierra para procesar los pedidos. Los
terceros jueves de cada mes quienes hayan realizado un pedido pueden retirarlo por la
Facultad de Ciencias de la Alimentación de la UNER. Además, durante la entrega hay
feria de productores por lo que se pueden adquirir otros productos y dialogar con quienes
producen lo que se consume. La red está conformada por más de 30 emprendimientos
productivos cooperativos, asociativos y familiares que ofrecen frutas y verduras de
productores en transición a la agroecología, quesos, huevos, panificados, pescados, cortes
de cordero y cerdo, hamburguesas y milanesas vegetarianas, pastas caseras, dulces, vinos,
licores, miel, harinas y azucar agroecológica, pastas caseras, yerba etc
Red de consumo Sureste (Mar del Plata y Miramar, Buenos Aires): La Red Sureste es una
asociación civil integrada por técnicos y profesionales que promueven y acompañan el
desarrollo de la producción agroecológica, la pequeña agricultura familiar y comunitaria,
la economía social y solidaria, el comercio justo y la soberanía alimentaria.
Los alimentos que se ofrecen desde la Red son elaborados por productores familiares y
de emprendimientos asociativos, utilizando pautas de producción agroecológica o en
transición a la agroecología. Se realizan planificaciones acerca de las futuras compras a
realizar, teniendo en cuenta la estacionalidad y disponibilidad de los alimentos y los de
mayor demanda entre los consumidores. Participan activamente unas 60 familias
consumidoras, mayoritariamente de la ciudad de Mar del Plata y Miramar. Además de las
compras se llevan a cabo talleres de educación de los consumidores donde se promueven
los objetivos de la Red.
Red de consumidores (San Martín de los Andes, Junín de los Andes y Aluminé, provincia
de Neuquén): desde 2016, se fomenta la organización de compras conjuntas entre
consumidores de estas localidades, cuyos objetivos son: integrar circuitos socio-
económicos que fortalezcan la soberanía alimentaria; ejercer el consumo de una forma
más selectiva e informada; recuperar la dimensión política en el acto de consumir;
aprender-haciendo formas de consumo conjuntas; atemperar el efecto de la inflación en
la compra de alimentos. Para ello se identificaron organizaciones y familias productoras,
se establecieron los contactos y se realizaron las compras de harina integral de trigo
(Golondrinas, Chubut), miel (San Martín de los Andes, Neuquén), arroz (San Javier,
Santa Fe), vinos (San Rafael, Mendoza), conservas y aromáticas (San Carlos, Mendoza)
y yerba (Ruiz de Montoya, Misiones), entre otros productos. Participan entre 10 y 20
personas, con una coordinación rotativa comunicándose principalmente a través del
correo electrónico.
Caracoles y Hormigas (Villa Martelli, Buenos Aires): es una comercialzadora solidaria
de productos, especialmente alimentos, de la economía social, popular y solidaria.
Realizan el trabajo de la intermediación bajo criterios explícitos: en relación a los
productores, trabajan con movimientos campesinos, fábricas recuperadas,
emprendimientos autogestivos y familiar. Se busca la definición consensuada con los
productores del precio, intentando respetar los costos de producción reales de los
productos. En cuanto a la distribución, comercializan mediante criterios de precio justo,
explicitando los diferentes componentes que conforman el precio, dentro del cual se
respetan los costos de producción de los productores. La identifiación con movimientos
campesinos y fabricas recuperadas está en el origen de la organización, así como la
voluntad de constituirse como emprendimiento de trabajo autogestionado. Toman
pedidos por internet y distribuyen los pedidos a domicilio en días y horarios predefinidos
según la zona. Alcanzan todos los barrios de la capital federal y otros partidos del Área
Metropolitana de Buenos Aires.
Paseo de la Economía Popular Martín Oso Cisneros (Ciudad Autónoma de Buenos Aires)
surge del seno de una organización territorial nacida en los años ‘90 en el barrio de La
Boca, esta experiencia se inicia para trabajar el acceso a la alimentación de sectores
trabajadores y humildes. Surge primero como un paseo mensual de compras, en el año
2014, y luego se enfocó a la comercialización de alimentos, siendo una de las
problemáticas más sentidas de sus integrantes. Funciona como feria todas las semanas,
donde son parte la Unión de Trabajadores de la Tierra (organización de quinteros
familiares del cinturón platense), productores familiares de Florencio Varela, y un
almacén popular de productos cooperativos gestionado por la organización. A su vez,
promueven la organización de vecinos para realizar “compras colectivas” quincenales,
funcionando como comercializadora solidaria. Frente a las políticas de restricción de
ingresos, en la actualidad se encuentran profundizando el trabajo para el abastecimiento
popular de alimentos en la Red de Almacenes “El Plumerillo”, un desafío que comparten
con otras organizaciones territoriales.
Resultados En este apartado se muestran los resultados del relevamiento. En primer lugar, se
presentan los datos que permiten dar cuenta del perfil sociodemográfico de los
consumidores. En segundo lugar, se muestra información relativa al tipo de vínculo que
los consumidores tienen con los espacios de comercialización. En tercer lugar, se
describen las respuestas sobre los sentidos que expresan los consumidores en su vínculo
con las experiencias comerciales de circuito corto.
Perfil sociodemográfico de los consumidores en mercados de circuitos cortos
El perfil sociodemográfico incluye información relativa a edad, sexo, formación e
ingresos de los consumidores de redes de comercio, ferias y espacios de consumo
relevados. En los cuadros siguientes se sintetiza información relativa a dichas variables.
Cuadro n°1 - Distribución de los consumidores por edad agrupada y sexo según provincia
Sexo
H M T
Edad agrup.
18 a 29 4 11 15
30 a 39 9 53 63
40 a 49 15 27 42
50 a 59 8 20 28
Más de 60 3 14 17
Total 39 125 165
Fuente: elaboración propia
La distribución por edad de los consumidores entrevistados muestra una mayor
concentración de casos en las franjas de 30 a 39 y de 40 a 49, siendo el promedio de 42
años, y el caso más asiduo el de personas de 32 años. Se trata primordialmente de
consumidores de edad intermedia. En relación al sexo de los entrevistados, se observa
una amplia mayoría de mujeres, en razón de dos tercios del total. Esto marcaría el carácter
femenino del trabajo que implica el abastecimiento del núcleo familiar. Ambas
características son comunes a todas las provincias, es decir, no se observan diferencias
regionales significativas.
Tres indicadores usualmente utilizados para caracterizar el lugar que las personas ocupan
en la estructura de clases de la sociedad, son la categoría ocupacional, el nivel de ingresos,
el grado de educación formal alcanzada. En los siguientes gráficos se pueden observar
dichos atributos en el principal sostén del hogar de los entrevistados.
Gráfico nº 1 - Categoría ocupacional del principal sostén del hogar de los entrevistados (nº: 127)
Fuente: elaboración propia
La mayor proporción del principal sostén en los hogares de las personas entrevistadas son
asalariados, seguidos por trabajadores por cuenta propia. Cabe destacar la baja cantidad
de jubilados y amas de casa, como un segmento de la población que no ha sido alcanzado
por estas propuestas, lo que estaría señalando una particularidad respecto a los
consumidores en mercados hegemónicos, donde las amas de casa están más
representadas. En cuanto al nivel educativo, puede observarse en el gráfico nº 2, un
elevado nivel de formación de los entrevistados.
0
10
20
30
40
50
60
70
80
Gráfico nº 2: Nivel educativo alcanzado por el principal sostén del hogar (nº:124)
Fuente: elaboración propia
La proporción de personas con estudios universitarios completos es la mas amplia,
seguida por aquellos que tienen universitario incompleto. Se destaca que no hay, entre los
entrevistados, personas con secundario incompleto, cuestion que cabría analizar en
detalle, ya que podría indicar un cierto carácter excluyente para determinada población.
Por último, cabe relevar el nivel de ingresos de las personas entrevistadas, mediante la
información representada en el siguiente gráfico.
Gráfico nº 3: Distribución de los consumidores según rango de ingresos (n:160)
Fuente: elaboración propia
La mayor proporción de los entrevistados declararon que sus hogares perciben ingresos
por montos que van entre 860 y 1430 dólares, seguido por aquellos que perciben ingresos
0
10
20
30
40
50
60
70
Secundariaincompleta
Secundariacompleta
Terciariaincompleta
Terciariacompleta
Universitariaincompleta
Universitariacompleta
6%
15%
26%
21%
18%
10%
4%
0% 5% 10% 15% 20% 25% 30%
Hasta 460 usd
Más de 460 a 860 usd
Mas de 860 a 1430 usd
Más de 1430 a 2010 usd
Más de 2010 a 2590 usd
Más de 2590 a 3730 usd
Mas de 3730 usd
que van entre los 1430 y 2010 USD y los que se encuentran en el rango siguiente, 2010 a
2590 USD. Son pocos los hogares que se encuentran en los extesmos de la distribución.
Visto esto, es factible señalar que los consumidores de los espacios de comercialización
alternativos que se relevaron poseen ingresos medios. Se observan pocos casos en ambos
extremos de la escala adoptada, lo que afirma el perfil de clase media de los
consumidores.
Hábitos de consumo en las comercializadoras, ferias y grupos de consumo.
En este apartado se analiza el tipo de consumo que realizan los actores en las redes de
comercio, ferias y grupos de consumo y el vínculo que mantienen con los mercados de
circuito corto en los que compran. Para ello se observarán las respuestas relativas a cómo
accedieron a los canales de venta, los productos adquiridos, la frecuencia en que conrurren
y el gasto promedio. El siguiente gráfico ilustra el medio por el cual los consumidores
conocieron a las diferentes comercializadoras.
Gráfico nº 4: Distribución (%) medio por el que conocieron los mercados de circuito corto (n: 166)
Fuente: elaboración propia
La mayor parte (más del 90%) de las personas encuestadas conoció la experiencia a traves
redes personales. En primer lugar a través del comentario de personas conocidas,
denominado habitualmente como “de boca a boca”. En segundo lugar, se encuentra el
grupo conformado por aquellos que se acercaron a través de las redes sociales. El resto
se vinculó mediante diversas formas, como puede ser los materiales impresos o spots de
radio.
Seguidamente, se preguntó sobre el tiempo en que las personas se mantienen vinculadas
a estos canales (Gráfico nº 5), como una forma de construir información relativa al grado
de fidelidad de los consumidores de los mercados analizados.
65%
26%
9%
En forma directa por conocidos/amigos Redes sociales/internet Otros
Gráfico nº 5: Distribución de los consumidores por años vinculados a los mercados de circuito corto.
Fuente: elaboración propia
Cabe señalar que de las experiencias a través de las cuales se suministraron las encuestas
a los consumidores, una sola tiene una trayectoria de más de cinco años (Caracoles y
Hormigas, creada en 2009). Dicho esto, prácticamente todos los entrevistados conocen
los mercados alternativos con los que vinculan hace más de un año, y la mayor parte de
ellos entre dos y tres años.
La permanencia del vínculo entre consumidores y los mercados alternativos analizados
se traduce en un elevado grado de fidelidad. Casi el 70% (67,5%) de los consumidores
encuestados declaró comprar habitualmente en la misma comercializadora o feria. Esto
refuerza el carácter personal de la relación con estos espacios (Grafico nº 4).
Grafico nº 6: Distribución (%) de la recurrencia de los consumidores a los mismos mercados de circuito
corto (n:165).
Fuente: elaboración propia
0 10 20 30 40 50 60 70
Menos de uno
Uno
De dos a tres
De tres a cinco
De cinco a diez
67,5
9,0
18,7
4,8
Sí No A veces Otra
En relación a los hábitos de consumo en estos espacios, un primer acercamiento requiere
indagar sobre la magnitud y composición de las compras que realizan los consumidores.
Los gráficos 7 y 8 sintetizan información al respecto.
Gráfico nº 7: Distribución de los gastos promedio en USD en los mercados analizados (n:159)
Fuente: elaboración propia.
En cuanto a los gastos promedio que realizan en los mercados alternativos, la mitad de
los entrevistados señaló gastar entre 12 y 30 dólares, mientras que una proporción
considerable (35%) gasta entre 30 y 60 dólares (Gráfico nº 6). Ambos rangos contienen
la casi totalidad de los casos, siendo el gasto promedio de 40 U$S. Para complementar la
información se indagó sobre la frecuencia con que realizan dicho gasto, es decir, cúantas
veces van a comprar en los mercados analizados.
Gráfico 8: Distribución de la frecuencia de compra en los mercados de circuito corto (n:165)
Fuente: elaboración propia
La mitad de los entrevistados realiza compras a través de las comercializadoras, ferias y
grupos de consumo una vez al mes. En segundo lugar, el 20% lo hace cada dos o tres
meses, mientras que poco más del 15 % de los entrevistados asiste cada quince días. Sólo
un 6% respondió que asiste a los mercados alternativos una vez a la semana.
0
10
20
30
40
50
60
Hasta 12 12,10 a 30 30,10 a 60 60,10 a 90 Mas de 90, 10
Una vez por semana
6%Cada quince
días16%
Una vez por mes50%
Cada dos o tres meses
20%
Otros8%
Gráfico nº 9: Proporcion de compra en los mercados analizados sobre el abastecimiento total
La mayor proporción declara comprar menos del 30% de sus alimentos en los mercados
alternativos; incluso un 30% adquiere menos del 10% (gráfico nº 7). Sólo un diez por
ciento declara comprar más de la mitad de los alimentos que consume en las
comercializadoras, ferias y grupos de consumo.
Por último, cabe observar algunas características de la oferta de productos adquiridos por
los consumidores. En el siguiente cuadro se observa la frecuencia de los alimentos
adquiridos en las comercializadoras, ferias y redes de consumo.
Gráfico nº 10: Cantidad de consumidores según alimentos adquiridos en los mercados de
circuito corto.
Fuente: elaboración propia
Al observar los productos más comprados por los consumidores, se destacan las verduras,
seguidos por los panificados y yerba, y en cuarto lugar los fideos. Cabe señalar que este
dato puede tener el sesgo de la oferta de las distintas experiencias analizadas. Así, por
0,0
5,0
10,0
15,0
20,0
25,0
30,0
35,0
40,0
45,0
Entre el 10 y el30%
Entre el 30 y el50%
Más del 50% Menos del 10%
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80
100
120
ejemplo, el pescado sólo se ofrece en dos de los mercados alternativos analizados,
mientras la yerba forma parte de la oferta de todas las comercializadoras.
Para completar la aproximación sobre el perfil de los consumidores, se plantearon
preguntas que buscaron indagar la cuestión de las percepciones que tienen los
consumidores sobre los mercados alternativos y los sentidos que movilizan en la compra.
Sentidos movilizados en la compra de alimentos en mercados de circuitos cortos
Para analizar la cuestión de las representaciones movilizadas por los consumidores se
realizaron preguntas relativas a la satisfacción sobre los productos que adquieren
habitualmente en esos mercados alternativos y, por otro lado, preguntas referidas a porque
asisten a ese tipo de mercados. Se indagó sobre la satisfacción de los consumidores
respecto a las distintas características de los alimentos que adquieren a través de ferias,
comercializadoras y grupos de consumo: precio, calidad y accesibilidad.
Gráficos 11, 12 y 13. Percepción sobre precio, calidad y accesibilidad en mercados de circuito corto
En relación a las características de los productos y la forma en que acceden a ellos, la
información presentada indica que en relación al precio y la calidad, la mayor cantidad
de respuestas se concentra en las dos categorías positivas, mientras que en relación a la
accesibilidad, una considerable proporción de respuestas tiene la categoria intermedia,
“medianamente cómodo”. La accesibilidad sería relativamente la mayor desventaja
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10
20
30
40
50
Muycaro
Caro Ni caroni barato
Barato Muybarato
Precio
0
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50
Muy Alta Alta Media Baja MuyBaja
Calidad
05
101520253035
Accesibilidad
notada por los consumidores en los mercados alternativos, lo cual si bien no afecta
directamente al producto, condiciona el acceso a los mismos. En el siguiente gráfico se
expresa el grado de satisfacción general de los consumidores en los espacios analizados.
Gráfico nº 14. Percepción satisfacción de los consumidores sobre los mercados de circuito corto
Fuente: elaboración propia
La mayor parte de los entrevistados declaró haber satisfecho sus expectativas a la hora de
adquirir alimentos en los mercados alternativos. Ahora bien, el porcentaje de aquellos que
declararon satisfacer relativamente sus expectativas, el 17%, no es desdeñable, teniendo
en cuenta que por el tipo de compromiso que tienen con las experiencias analizadas, puede
haber un sesgo por parte de los consumidores para contestar de forma positivas. En el
mismo sentido cabe observar que en el gráfico nº 9, una proporción similar declaró que
la calidad de los productos era mediana o menos. Se trata de identificar aspectos que
puedan mejorar las condiciones de venta en los mercados alternativos.
Por último, cabe analizar los sentidos que movilizan los consumidores para representarse
el acto de consumir en los mercados de circuito corto. Se señaló, junto con distintos
acuores que existen diferentes tipos de consumidores, politizados, alternativos y no
politizados (de Haro, 2014), y que para las experiencias de mercados alternativos como
las que se analizaron aquí, las primeras dos categorías serían mayoritarias. Para contrastar
estas ideas se agruparon las respuestas abiertas referidas a los motivos por los que
consumen en tales espacios en las siguientes categorías: política, salud y calidad.
1%
17%
82%
No Relativamente Si
Gráfico nº 14. Percepción satisfacción de los consumidores sobre los mercados de circuito corto
Las respuestas se dividen según fueron el único valor atribuido a los productos o bien la
respuesta incluye otros valores. Como puede observarse, los motivos políticos priman
entre los argumentos dados, seguidos por los relacionados con la calidad de los productos
y por último el carácter saludable de los mismos.
Conclusión. Síntesis de la información presentada y reflexiones finales Con respecto al perfil socioeconomico de las personas consumidoras de las
comercializadoras, redes y grupos de consumo y ferias, predominan mujeres de edad
intermedia (30-40) y avanzada (41-60), con estudios universitarios, de ocupaciones
asalariadas permanentes y cuentapropistas, con ingresos de clase media. Estos datos
coinciden en gran medida con otros estudios (Caracciolo Basco, 2013).
Las personas consumidoras se vinculan a estos canales principalmente por contactos con
otras personas y en menor medida por redes sociales y hay un cierto grado de fidelidad
de los consumidores, ya que la mayor parte mantiene sus compras desde hace uno a tres
años. Esto coincide con los datos recabado por otros estudios (Alcoba et al. 2011) que
señalan la importancia de las redes personales como forma de difusión de los canales
cortos. Cabe preguntarse sobre el impacto que tendría una estrategia de comunicación
orientada a atraer consumidores ajenos a las redes interpersonales más inmediatas.
De la información relevada puede deducirse que los consumidores tienen una relación
continua con las redes de comercio, ferias y grupos de consumo, con un elevado grado de
fidelidad respecto al canal de comercialización. Ello podría profundizarse con un análisis
0
20
40
60
80
100
120
P=Político CA=Calidad SA=Salud
Mixta Única
longitudinal y/o de cohorte, de forma tal de observar si dichas caracteristicas se mantienen
o no a lo largo de tiempo.
En relación a la magnitud del gasto realizado en los mercados de cicuito corto, más de la
mitad de las personas encuestadas gasta hasta $500 en una compra y casi el 35% hasta
$1000, en una frecuencia predominantemente mensual. Otro dato significativo es que aun
en estos casos donde las personas consumidoras muestran fidelidad y mantienen el
vínculo con estos canales cortos de comercialización, solo se abastecen allí de menos del
30% de sus alimentos. Esto revelaría el carácter esporádico del consumo en los mercados
de circuito corto estudiados. Si se considera que la mayor cantidad de personas gasta entre
12 y 30 dólares, es posible sostener que el gasto que realizan las personas entrevistadas
en estos mercados es secundario o complementario.
Cabe preguntarse si los limites al consumo en los espacios analizados se debe a cuestiones
relativas a la diversidad de su oferta o bien a las características (precio, calidad,
accesibilidad) de los productos que se ofrecen.
En relación a los alimentos adquiridos en los mercados de circuito corto, la información
permite realizar algunas observaciones. En primer lugar, es interesante observar que se
trata de productos de consumo cotidiano, que forman parte de la canasta básica. Esto
puede ser un indicador de que los consumidores perciben a las ferias, comercializadoras
y grupos de consumo como medio para abastecerse de alimentos de consumo masivo, y
no sólo de productos complementarios o specialities. Esto último es señalado en la
literatura como una característica, y en parte una limitación, de los mercados alternativos.
En segundo lugar cabe señalar el impacto que tiene la distribución de verdura fresca,
enmarcada quizás en el crecimiento de la venta de bolsones del productor al consumidor.
Por último, se destaca la importancia de los alimentos producidos y/o elaborados
localmente, como ser los panificados, el pescado y las verduras frescas.
Se observó que la accesibilidad sería relativamente la mayor desventaja notada por los
consumidores en los mercados de circuitos cortos. Este fenómeno puede estar relacionado
con el hecho de que la forma de adquirir productos a través de las comercializadoras,
ferias y grupos de consumo demandan en el consumidor un mayor esfuerzo de
organización de los tiempos.
Por último, se analizaron las representaciones asociadas al acto de consumir en mercados
de circuito corto. Es posible visualizar tres motivos que animan el consumo: un sentido
político; representaciones vinculadas a la salud y otras a la calidad de los productos. El
sentido político se refiere o bien a una vinculación directa con las organizaciones que
llevan a cabo la experiencia, o más en general, a un apoyo a prácticas que tienden hacia
la equidad social. El segundo sentido se refiere a aquellos aspectos vinculados a la salud
atribuidos a los productos comercializados, ya sea por su carácter artesanal y/o
agroecológico, y valorados en contraposición al carácter industrializado de los productos
distribuidos por los puntos de venta hegemónicos. Por último, la calidad de los productos
se expresa como la posibilidad de acceder a alimentos únicos que no se encuentran en
otros puntos de venta.Se corrobora entonces la observación relativa al carácter
principalmente politizado de los consumidores de las ferias, comercializadoras y grupos
de consumo.
Conocer los motivos que los consumidores atribuyen al consumo en los mercados
alternativos puede ser un aporte para pensar las estrategias más adecuadas para expandir
o consolidar este tipo de iniciativas. Este estudio buscó aportar elementos empíricos para
caracterizar a los consumidores de los circuitos cortos de comercialización. Un estudio
posterior podría indagar de qué formas poder ampliar la demanda.
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