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[SELECCIÓN DE TEXTOS DE HERNAN CASCIARI] Breve selección de textos del periodista Hernán Casciari. 2014 Textos para leer en voz alta Elizabeth

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Hernan casciari

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SELECCIN DE tEXTOS DE HERNAN CASCIARI

2014Textos para leer en voz altaElizabeth

[SELECCIN DE tEXTOS DE HERNAN CASCIARI]Breve seleccin de textos del periodista Hernn Casciari.

EL MOVIL DE HANSEL Y GRETELAnoche le contaba a la Nina un cuento infantil muy famoso, el Hansel y Gretel de los hermanos Grimm. En el momento ms tenebroso de la aventura los nios descubren que unos pjaros se han comido las estratgicas bolitas de pan, un sistema muy simple que los hermanitos haban ideado para regresar a casa. Hansel y Gretel se descubren solos en el bosque, perdidos, y comienza a anochecer. Mi hija me dice, justo en ese punto de clmax narrativo: "No importa. Que lo llamen al pap por el mvil".Yo entonces pens, por primera vez, que mi hija no tiene una nocin de la vida ajena a la telefona inalmbrica. Y al mismo tiempo descubr qu espantosa resultara la literatura toda ella, en general si el telfono mvil hubiera existido siempre, como cree mi hija de cuatro aos. Cuntos clsicos habran perdido su nudo dramtico, cuntas tramas hubieran muerto antes de nacer, y sobre todo qu fcil se habran solucionado los intrngulis ms clebres de las grandes historias de ficcin.Piense el lector, ahora mismo, en una historia clsica, en cualquiera que se le ocurra. Desde la Odisea hasta Pinocho, pasando por El viejo y el mar, Macbeth, El hombre de la esquina rosada o La familia de Pascual Duarte. No importa si el argumento es elevado o popular, no importa la poca ni la geografa. Piense el lector, ahora mismo, en una historia clsica que conozca al dedillo, con introduccin, con nudo y con desenlace. Ya est? Muy bien. Ahora ponga un telfono mvil en el bolsillo del protagonista. No un viejo aparato negro empotrado en una pared, sino un telfono como los que existen hoy: con cobertura, con conexin a correo electrnico y chat, con saldo para enviar mensajes de texto y con la posibilidad de realizar llamadas internacionales cuatribanda.Qu pasa con la historia elegida? Funciona la trama como una seda, ahora que los personajes pueden llamarse desde cualquier sitio, ahora que tienen la opcin de chatear, generar videoconferencias y enviarse mensajes de texto? Verdad que no funciona un carajo? La Nina, sin darse cuenta, me abri anoche la puerta a una teora espeluznante: la telefona inalmbrica va a hacer aicos las nuevas historias que narremos, las convertir en ancdotas tecnolgicas de calidad menor. Con un telfono en las manos, por ejemplo, Penlope ya no espera con incertidumbre a que el guerrero Ulises regrese del combate. Con un mvil en la canasta, Caperucita alerta a la abuela a tiempo y la llegada del leador no es necesaria. Con telefonito, el Coronel s tiene quin le escriba algn mensaje, aunque fuese spam.Y Tom Sawyer no se pierde en el Mississippi, gracias al servicio de localizacin de personas de Telefnica. Y el chanchito de la casa de madera le avisa a su hermano que el lobo est yendo para all. Y Gepetto recibe una alerta de la escuela, avisando que Pinocho no lleg por la maana. Un enorme porcentaje de las historias escritas (o cantadas, o representadas) en los veinte siglos que anteceden al actual, han tenido como principal fuente de conflicto la distancia, el desencuentro y la incomunicacin. Han podido existir gracias a la ausencia de telefona mvil.Ninguna historia de amor, por ejemplo, habra sido trgica o complicada, si los amantes esquivos hubieran tenido un telfono en el bolsillo de la camisa. La historia romntica por excelencia (Romeo y Julieta, de Shakespeare) basa toda su tensin dramtica final en una incomunicacin fortuita: la amante finge un suicidio, el enamorado la cree muerta y se mata, y entonces ella, al despertar, se suicida de verdad. (Perdn por el espoiler.)Si Julieta hubiese tenido telfono mvil, le habra escrito un mensajito de texto a Romeo en el captulo seis:M HGO LA MUERTA,PERO NO STOY MUERTA.NO T PRCUPES NIHGAS IDIOTCES. BSO.Y todo el grandsimo problemn dramtico de los captulos siguientes se habra evaporado. Las ltimas cuarenta pginas de la obra no tendran gollete, no se hubieran escrito nunca, si en la Verona del siglo catorce hubiera existido la promocin "Banda ancha mvil" de Movistar.Muchas obras importantes, adems, habran tenido que cambiar su nombre por otros ms adecuados. La tecnologa, por ejemplo, habra desterrado por completo la soledad en Aracataca y entonces la novela de Garca Mrquez se llamara Cien aos sin conexin: narrara las aventuras de una familia en donde todos tienen el mismo nick (buendia23, a.buendia, aureliano_goodmornig) pero a nadie le funciona el messenger.La famosa novela de James M. Cain El cartero llama dos veces escrita en 1934 y llevada ms tarde al cine, se llamara El gmail me duplica los correos entrantes y versara sobre un marido cornudo que descubre (leyendo el historial de chat de su esposa) el romance de la joven adltera con un forastero de malvivir.Samuel Beckett habra tenido que cambiar el nombre de su famosa tragicomedia en dos actos por un ttulo ms acorde a los avances tcnicos. Por ejemplo, Godot tiene el telfono apagado o est fuera del rea de cobertura, la historia de dos hombres que esperan, en un pramo, la llegada de un tercero que no aparece nunca o que se qued sin saldo.En la obra El jotapeg de Dorian Grey, Oscar Wilde contara la historia de un joven que se mantiene siempre lozano y sin arrugas, en virtud a un pacto con Adobe Photoshop, mientras que en la carpeta Images de su telfono una foto de su rostro se pixela sin remedio, paulatinamente, hasta perder definicin.La bruja del clsico Blancanieves no consultara todas las noches al espejo sobre "quin es la mujer ms bella del mundo", porque el coste por llamada del orculo sera de 1,90 la conexin y 0,60 el minuto; se contentara con preguntarlo una o dos veces al mes. Y al final se cansara.Tambin nosotros nos cansaramos, nos aburriramos, con estas historias de solucin automtica. Todas las intrigas, los secretos y los destiempos de la literatura (los grandes obstculos que siempre generaron las grandes tramas) fracasaran en la era de la telefona mvil y del wifi. Todo ese maravilloso cine romntico en el que, al final, el muchacho corre como loco por la ciudad, a contra reloj, porque su amada est a punto de tomar un avin, se soluciona hoy con un SMS de cuatro lneas. Ya no hay ese apuro cursi, ese remordimiento, aquella explicacin que nunca llega; no hay que detener a los aviones ni cruzar los mares. No hay que dejar bolitas de pan en el bosque para recordar el camino de regreso a casa.La telefona inalmbrica vino a decirme anoche la Nina, sin querer nos va a entorpecer las historias que contemos de ahora en adelante. Las har ms tristes, menos sosegadas, mucho ms predecibles.Y me pregunto, no estar acaso ocurriendo lo mismo con la vida real, no estaremos privndonos de aventuras novelescas por culpa de la conexin permanente? Alguno de nosotros, alguna vez, correr desesperado al aeropuerto para decirle a la mujer que ama que no suba a ese avin, que la vida es aqu y ahora?No. Le enviaremos un mensaje de texto lastimoso, un mensaje breve desde el sof. Cuatro lneas con maysculas. Quiz le haremos una llamada perdida, y cruzaremos los dedos para que ella, la mujer amada, no tenga su telefonito en modo vibrador. Para qu hacer el esfuerzo de vivir al borde de la aventura, si algo siempre nos va a interrumpir la incertidumbre? Una llamada a tiempo, un mensaje binario, una alarma. Nuestro cielo ya est infectado de seales y secretos: cuidado que el duque est yendo all para matarte, ojo que la manzana est envenenada, no vuelvo esta noche a casa porque he bebido, si le das un beso a la muchacha se despierta y te ama. Pap, ven a buscarnos que unos pjaros se han comido las migas de pan. Nuestras tramas estn perdiendo el brillo las escritas, las vividas, incluso las imaginadas porque nos hemos convertido en hroes perezosos.

Hernn Casciarimartes 7 de octubre, 2008La verdadera edad de los pasesUna lectora sagaz me dice en el comentario 227 del artculo llamado Espaa, dec alpiste, que Argentina no es mejor ni peor que Espaa, slo ms joven. Me gust esa teora y entonces invent un truco para descubrir la edad de los pases basndome en el sistema perro. Desde chicos nos explicaron que para saber si un perro es joven o viejo haba que multiplicar su edad biolgica por 7. Con los pases, entonces, hay que dividir su edad por 14 para saber su correspondencia humana.Confuso? En este artculo pongo algunos ejemplos reveladores.Argentina naci en 1816. Tiene ciento ochenta y nueve aos. Si lo dividimos por 14, Argentina tiene trece aos y cuatro meses. O sea, est en la edad del pavo. Argentina es rebelde, es pajera, no tiene memoria, contesta sin pensar y est llena de acn. Por eso le dicen el granero del mundo.Casi todos los pases de Amrica Latina tienen la misma edad y, como pasa siempre en esos casos, hay pandillas. La pandilla del Mercosur son cuatro adolescentes que tienen un conjunto de rock. Ensayan en un garage: hacen mucho ruido y jams sacaron un disco. Venezuela, que ya tiene tetitas, est a punto de unirse para hacer los coros. En realidad quiere coger con Brasil, que tiene catorce y la poronga grande. Son chicos; un da van a crecer.Mxico tambin es adolescente, pero con ascendente indio. Por eso se re poco y no fuma inofensivo porro como el resto de sus amiguitos. Fuma peyote y se junta con Estados Unidos, que es un retrasado mental de 17 que se dedica a matar a chicos hambrientos de seis aitos en otros continentes.En el otro extremo, por ejemplo, est la China milenaria: si dividimos sus 1.200 aos entre 14, nos da una seora de ochenta y cinco, conservadora, con olor a pis de gato, que se la pasa comiendo arroz porque no tiene para comprarse la dentadura postiza. Tiene un nieto de ocho, Taiwn, que le hace la vida imposible. Est divorciada hace rato de Japn, que es un viejo cascarrabias al que todava se le para la chota. Japn se junt con Filipinas, que es jovencita, es boluda y siempre est dispuesta a cualquier aberracin a cambio de dinero.Despus estn los pases que acaban de cumplir la mayora de edad y salen a pasear en el BMW del padre. Por ejemplo Australia y Canad. Estos son tpicos pases que crecieron al amparo pap Inglaterra y de mam Francia, con una educacin estricta y concheta, y ahora se hacen los locos. Australia es una pendeja de 18 aos y dos meses que hace topless y coge con Sudfrica; Canad es un chico gay emancipado que en cualquier momento adopta al beb Groenlandia y forman una de estas familias alternativas que estn de moda.Francia es una separada de 36 aos, ms puta que las gallinas, pero muy respetada en el mbito profesional. Es amante espordica de Alemania, un camionero rico que est casado con Austria. Austria sabe que es cornuda, pero no le importa. Francia tiene un hijo, Mnaco, que tiene seis aos y va camino de ser puto o bailarn, o las dos cosas.Italia es viuda desde hace mucho tiempo. Vive cuidando a San Marino y a Vaticano, dos hijos catlicos idnticos a los mellizos de los Flanders. Italia estuvo casada en segundas nupcias con Alemania (duraron poco: tuvieron a Suiza) pero ahora no quiere saber nada con los hombres. A Italia le gustara ser una mujer como Blgica, abogada, independiente, que usa pantaln y habla de t a t de poltica con los hombres. (Blgica tambin fantasea a veces con saber preparar spaghettis.)Espaa es la mujer ms linda de Europa (posiblemente Francia le haga sombra, pero pierde en espontaneidad por usar tanto perfume). Espaa anda mucho en tetas y va casi siempre borracha. Generalmente se deja coger por Inglaterra y despus hace la denuncia. Espaa tiene hijos por todas partes (casi todos de trece aos) que viven lejos. Los quiere mucho, pero le molesta que los hijos, cuando tienen hambre, pasen alguna temporada en su casa y le abran la heladera.Otro que tiene hijos desperdigados es Inglaterra. Gran Bretaa sale en barco a la noche, se culea pendejas y a los nueve meses aparece una isla nueva en alguna parte del mundo. Pero no se desentiende: en general las islas vivien con la madre, pero Inglaterra les da de comer. Escocia e Irlanda, los hermanos de Inglaterra que viven en el piso de arriba, se pasan la vida borrachos, y ni siquiera saben jugar al ftbol. Son la vergenza de la familia.Suecia y Noruega son dos lesbianas de 39, casi 40, que estn buenas de cuerpo a pesar de la edad y no le dan bola a nadie. Cogen y laburan: son licenciadas en algo. A veces hacen tro con Holanda (cuando necesitan porro), y a veces le histeriquean a Finlandia, que es un tipo de 30 aos medio andrgino que vive solo en un tico sin amueblar, y se la pasa hablando por el mvil con Corea.Corea (la del sur) vive pendiente de su hermana esquizoide. Son mellizas, pero la del norte tom lquido amnitico cuando sali del tero y qued estpida. Se pas la infancia usando pistolas y ahora, que vive sola, es capaz de cualquier cosa. Estados Unidos, el retrasadito de 17, la vigila mucho, no por miedo, sino porque quiere sus pistolas.Israel es un intelectual de sesenta y dos aos que tuvo una vida de mierda. Hace unos aos, el camionero Alemania (que iba por la ruta mientras Austria le chupaba la pija) no vio que pasaba Israel y se lo llev por delante. Desde ese da, Israel se puso como loco. Ahora, en vez de leer libros, se la pasa en la terraza tirndole cascotes a Palestina, que es una chica que est lavando la ropa en la casa de al lado.Irn e Irak eran dos primos de 16 que robaban motos y vendan los repuestos, hasta que un da le robaron un respuesto a la motoneta de Estados Unidos, y se les acab el negocio. Ahora se estn comiendo los mocos.El mundo estaba bien as, es decir, como estaba. Hasta que un da Rusia se junt (sin casarse) con la Perestroika y tuvieron docena y media de hijos. Todos raros, algunos moglicos, otros esquizofrnicos. Hace una semana, y gracias a un despelote con tiros y muertos, los habitantes serios del mundo descubrimos que hay un pas que se llama Kabardino-Balkaria. Un pas con bandera, presidente, himno, flora, fauna, y hasta gente! A m me da un poco de miedo que nos aparezcan pases de corta edad, as, de repente. Que nos enteremos de costado, y que incluso tengamos que poner cara de que ya sabamos, para no quedar como ignorantes. Por qu siguen naciendo pases nuevos me pregunto yo si los que hay todava no funcionan?

Hernn Casciarilunes 24 de octubre, 2005Los espaoles son de Marte, los argentinos de VenusNosotros somos profundos y ellos son bsicos? O ellos son prcticos y nosotros vuelteros? Las diferencias entre argentinos y espaoles se resumen en cuatro temas esenciales: las artes, el ftbol, el tiempo y el sexo. En este estudio de campo, ofrecemos un pantallazo general de dos razas que se han pasado la vida intentando (sin suerte) entender el mundo.Las Artes: Dilogo en una librera argentinaLIBRERO. Te puedo ayudar?CLIENTE. Busco algo de Camilo Jos Cela, qu me podras recomendar?LIBRERO. A ver, a ver, si nunca lo leste yo te dira que empieces de abajo, con Pascual Duarte o Pabelln de Reposo.CLIENTE. No, no, Pascual Duarte lo le en la escuela y me pareci muy lineal. Estoy buscando algo ms experimental, no s, ms de la ltima poca.LIBRERO. Entonces llevte Mazurca para dos muertos, que lo vas a pasar brbaro.CLIENTE. Es novela?LIBRERO. S, vos buscabas otra cosa?CLIENTE. Me dijeron que tambin es muy buen ensayista.LIBRERO. De lo mejor en lengua castellana. Por qu entonces no llevs la recopilacin de artculos periodsticos de El Mundo? Es para cagarse de risa, es un tipo muy cnico, muy impresionante.CLIENTE. Dale, me llevo la novela y los ensayos. Despus cualquier cosa vengo y busco ms.Las Artes: Dilogo en una librera espaolaLIBRERO. Diga usted.CLIENTE. Tiene algo de Camilo Jos Cela?LIBRERO. S, hombre. Nos acaba de llegar la biografa no autorizada que ha escrito su sirvienta, que lo pone a parir.CLIENTE. Y es buena?LIBRERO. El libro no lo he ledo, pero esta seora aparece en los programas de la tarde y dice cosas terribles de Cela, as que el libro ha de ser cojonudo.CLIENTE. Y la sirvienta est a favor o en contra de la segunda esposa?LIBRERO. En contra, claro! Si es una guarra que se ha casado con l slo por la pasta... Fjate si le va el dinero, que ahora ella est a punto de editar una biografa no autorizada sobre la vida de la sirvienta, que parece que va a ser best-seller.CLIENTE. Entonces me llevo el que ha escrito la sirvienta, y me reservas el que ha escrito la segunda esposa, que tambin tiene su morbo...LIBRERO. Vale. Y de Cela mismo va a querer algo?CLIENTE. No, yo creo que con estos dos ya me hago una idea. No se puede esperar nada de un escritor que se ha casado con semejante guarra.El Ftbol: Dos hinchas argentinos en la tribunaUNO . El ocho de ellos se parece al Pulga Merino.OTRO. El que jugaba en All Boys?UNO . No, se era el Pulguita. Yo digo el padre, que jug en San Lorenzo en el 74.OTRO. Cierto. Pero ste se desmarca mejor y triangula ms.UNO . Arranca de estper y despus se convierte en nueve mentiroso. Es hbil.OTRO. Habra que verlo en una defensa de tres, o en un cuatro-cuatro-dos.UNO . S, porque va bien por derecha pero cuando desborda el cinco de ellos, se ralentiza un poco.OTRO. Es que los pibes de ahora son ms de esconder el cuerpo.UNO . Cunto falta?OTRO. Veinte minutos. Habra que que abrir un poco la diagonal.UNO . No entiendo por qu se empecinan en la marca hombre.El Ftbol: Dos hinchas espaoles en la tribunaUNO . Mira, mira... Ha saltado al campo el Ronaldinho!OTRO. Ostia! Siempre se re ese to.UNO . Venga, preprate que all viene la ola.AMBOS. Oooooolaaaaaaaa!El Tiempo: Una sobremesa familiar argentinaPADRE. Llueve?HIJA . No; es mam que est regando las plantas.PADRE. Ah.El Tiempo: Una sobremesa familiar espaolaPADRE. Llueve?HIJA . No, pero ha dicho el hombre del tiempo que maana se prevn chubascos en el cantbrico, nordeste de Castilla, Navarra, La Rioja, norte de Aragn, centro de Catalunya y sur de la Comunidad Valenciana. PADRE. Me cagen la mar! Habr que salir con paraguas...HIJA. Va a ser que s, porque los chubascos sern localmente moderados y ocasionalmente con tormentas, aunque me ha dicho la seora de abajo que irn remitiendo a lo largo del da. PADRE. Pero entonces qu es eso que se oye, si no es lluvia?HIJO. Es la mama, que est regando las plantas.PADRE. Dile que entre, que ya se ven los intervalos nubosos.El Sexo: Una pareja argentina en la camaELLA. Tengo la libido un poco alta. EL. Ests siendo subliminal? ELLA. No, en serio. Debo estar somatizando.EL. No seas hipocondraco.ELLA. Qu! Me ests analizando?EL. Nada que ver, persecuta...ELLA. Masoca de mierda, cuando vos ests depre yo te banco.EL . Ahora no me sicopatis.ELLA. Por qu te pons a la defensiva?EL. No, boluda, pero me paranoiquis.ELLA. Porque la vas de histeriquito.EL. Ves? Ya te entr la neura.El Sexo: Una pareja espaola en la camaELLA. Follamos, Manuel?EL . Mejor maana, Pili.ELLA. Vale.

Hernn Casciarimartes 14 de junio, 2005

Un estudio indica que los estudios indican boludecesAhora que los universitarios y los expertos dicen cosas que sabe todo el mundo, pero con aire acadmico, me atrevo a presentar mi reciente estudio. Adems, como los diarios compran estas idioteces (porque son baratsimas) y nos bombardean con titulares que empiezan diciendo "un reciente estudio revela que", capaz que hasta compran el mo y la gente empieza a considerarme un experto en algo.Yo vena soportando esta moda de "los estudios" sin calentarme mucho, pero el otro da apareci uno que me sac de las casillas. "Segn un estudio del Conicet", le en Clarn, "la costa argentina mide 2.000 kilmetros ms de lo que indicaba el estudio del ao pasado". Este dato, que algunos exitistas salieron a festejar al Obelisco, no habla bien de la costa argentina. Yo creo que habla mal de los estudios y de los expertos. Dos mil kilmetros de costa no es un error menor! Es un error del dimetro de Japn. Lo que indica que si los universitarios y expertos del Conicet hubiera hecho el estudio en Japn, no habran visto nada. Y lo que es peor, Clarn nos lo habra informado.

Es verdad que la gente se equivoca tanto como los estudiosos, e incluso hasta el refranero popular tiene sus contradicciones, pero convivimos con ello y la prensa no se dedica a controlar los errores humanos (sera estpido). Pero el tema no acaba aqu. Los estudios que ms me enervan son los que afirman cosas que ya estaban en los tangos desde que el mundo es mundo. Pongamos ejemplos.

Alfredo Lepera escribi Soledad en 1934; en la primera estrofa pone: Pero no hay nadie y ella no viene,es un fantasma que crea mi ilusin.Y que al desvanecerse va dejando su visin,cenizas en mi corazn.Era necesario, entonces, que en una universidad de Washington hayan llegado, en 2005, a la conclusin de que la soledad causa problemas al corazn? No escuchan tangos en las universidades? Qu hacen en las Universidades adems de afirmar, sealar e indicar boludeces? Cunto falta para que arriben a otras verdades similares?

Como si esto fuera poco, un grupo de expertos de una universidad de Chicago descubrieron otra idiotez increble: Un estudio afirma que a los mentirosos les crece la nariz. Si seguimos en el camino de racionalizarlo todo, no faltar mucho para que veamos titulares que reafirmen todo tipo de leyenda popular.

La pregunta que deberamos estar hacindonos es: cmo llegan estas estupideces a los diarios? Yo tengo dos teoras. En la primera son los propios estudiosos los que facilitan la informacin. Por ejemplo, suena el telfono en la redaccin de Clarn:Clarn, digam.Hola, mire. Estoy en segundo ao de sociologa, en la universidad de Yale, en Estados Unidos, y acabo de escribir un "expertos dicen" muy bonito. Lo podran publicar?De qu es?Es sobre los feos.A favor o en contra?A favor. Dice que los feos tienen menos posibilidad de conseguir cargos directivos. Y que cuando consiguen, cobran menos que los putos, pero un poco ms que los rengos.Bueno, mandlo. Pero no te prometo nada porque hoy hubo un terremoto en Indonesia y estamos enloquecidos de laburo.Si quiere le preparo un "estudio revela" sobre lo que les pasa a los feos en los terremotos.Eso me interesa ms, a qu hora lo podras tener?No s, tendra que hacer un par de llamadas y cambiar algunos datos... En una hora le parece?Listo, quedamos as. Y ponle porcentajes, que el lector siempre lo agradece.Hace tres o cuatro aos, con el auge de los mviles, un estudio nos alertaba que los telefonitos irradiaban algo que provocaba el cncer. As que tuvo que salir otro estudio a afirmar lo contrario. Dnde ocurri este segundo estudio? En una Universidad de Finlandia, la cuna de los mviles. No va a faltar mucho para que la Universidad de Bogot afirme tambin, segn sus propios intereses, que los productos colombianos son buensimos.

Esta forma de intermediacin me cierra bastante, aunque tampoco descarto que sea la propia prensa la que, escasa de informacin real que brindar a sus lectores, hostigue a las universidades para que genere estudios, como vemos en esta segunda dramatizacin. Suena el telfono en la Universidad de Princetown:Princetown digam.Hola, mire. Estoy cerrando la portada del diario El Pas, y me queda un hueco de dos por cuatro. Ustedes no tendran a mano algn "expertos dicen", o un "estudio revela" no muy largo?Haber llamado ms temprano... A esta hora ya no nos queda nada. Ya lo s, pero es una urgencia.Lo que pasa es que al medioda vienen los del portal de Terra y se nos llevan todo.Y usted no me podra preparar uno ahora, as a mano alzada?Sabe qu pasa? Tenemos a dos alumnos con pulmona, y otro engripado. De los nueve becarios que inventan los estudios, tres nos dejan colgados siempre por enfermedad. Y yo no doy a basto.Haga un esfuerzo, hombre, que necesito algo urgente.A ver... Djeme pensar. (pausa) Mire, qu le parece este? "Un estudio revela que los universitarios sufren un 35% ms enfermedades que los albailes".Me encanta! En cunto tiempo lo puede tener listo?Djeme que lo contraste con mi cuado, que es constructor, y se lo mando por mail.Gracias! Lo espero.Por lo tanto, tampoco debera sorprendernos que, con el correr del tiempo, la gente acte segn digan los estudios, y stos se conviertan en realidad, cosa que actualmente slo pasa con las encuestas presidenciales. Pero el da que los expertos utilicen este sistema para sus intereses personales, pueden pasar cosas horrendas.

En mi poca, la gente iba a la universidad a estudiar o a tirar piedras. Y los expertos eran gente vieja que inventaba la penicilina o descubra la soriasis. Qu nos ha pasado? Por qu hemos llegado a este punto de mediocridad en donde todos, incluso yo en este momento, nos sentimos capacitados para generar un estudio? Fin de mi estudio.

Hernn Casciarilunes 6 de junio, 2005

Memorias de un ex-rugbierCuando cumpl ocho aos, Roberto Casciari me lo puso bien claro: "O toms la Comunin o vas a Rugby", me dijo, "pero no te quiero los fines de semana durmiendo hasta las doce". Para la Comunin haba que hacer un curso los sbados a las 10. Para ir a rugby, tambin. Las dos cosas eran con pantaln corto y no haba que usar el cerebro, por lo que me cost decidir. Hoy hubiera optado por ser catlico, pero en la infancia uno siempre se equivoca: eleg ser rugbier.Me acuerdo que llegu al Club Mercedes medio dormido, un da espantoso de sol radiante. Me llevaba mi pap de la mano, no por cario sino por temor a que me escapara corriendo.El profesor de rugby era amigo de Roberto (mi padre es amigo de toda la gente que transpira por placer). Se llamaba Carlos Lpez Escriva, llevaba un silbato colgado al cuello, una camiseta con las rayas horizontales y en la cara un gesto de militar destituido.Ac te traigo el paquete dijo Roberto, como si yo fuera 10 gramos de cocana. A ver si te sirve.El profesor de rugby me mir la espalda, me arque los hombros, me palp los tobillos y me clav los ojos. Cmo te llams?Yo parpade cuatro veces. En esa poca se me haba dado por putear a la gente en clave morse, para que nadie se diera cuenta. La clave morse era inventada por m: tres parpadeos cortos era 'la puta' y uno largo 'que te recontra mil pari'.Se llama Hernn y est dormido dijo Roberto Casciari Cmo lo ves?El entrenador me sopes de arriba a abajo:Tiene cuerpo de pivote sentenci.Por falta de experiencia en deportes y en zoologa, imagin que pivote era un animal patagnico. "Debe ser una especie de foca gorda que come algas", deduje. Por lo tanto, la frase "tiene cuerpo de pivote" me son ofensiva, y parpade ocho veces con muchsima rabia.Roberto se fue y Lpez Escriva me present al grupo. Eran veinte o treinta chicos, casi todos con cuerpo de pivote. Siempre me result horrible llegar a un lugar donde todos se conocen entre s. Por suerte haba algunos nuevos, y el entrenador nos explic las reglas del rugby.En esa poca (yo pensaba en esto en lugar de prestar atencin al reglamento) en casa haba una guerra secreta entre mis padres, y yo era el botn. Todas las actividades extraescolares a las que me mandaba Chichita, para mi pap eran cosa de putos. Entonces l intentaba equlibrarme las hormonas mandndome a prcticas que fuesen cosa de machos. Por parte de padre yo ya iba a voley, a basquet y a ftbol. Mientras que por parte de madre iba a dibujo, a dactilografa y a piano. Hasta ese sbado mis padres iban tres a tres. Rugby o la Comunin, entonces, debe haber sido una especie de desempate por penales: por eso me hicieron elegir a m. Esos eran, ms o menos, mis pensamientos, cuando de repente alguien me puso en las manos una pelota ovalada y son un silbato. Entonces quince chicos de mi edad, pero mucho ms enojados que yo, se me abalanzaron corriendo para matarme. Y yo no tuve otra opcin ms que salir disparando.Corr como un loco, no me acuerdo para dnde ni cunto. Algunos me queran hacer la traba mortal, otros se haban encaprichado en empujarme con el hombro y morderme. Yo los parpadeaba y corra. En un momento me dejaron de perseguir. El entrenador, entonces, se acerc con una sonrisa enorme y me dijo:Impresionante, Casciari. Pero cuando llegs ac, pon la pelota en el pasto. Sin no es vlido."No es vlido el qu?", pens "El susto?"Los dems chicos, los mismos que me haban querido violar un minuto antes, ahora me aplaudan y me palmeaban. A ver, vamos de nuevo dijo Lpez Escriva; yo tembl. Me pusieron ms lejos y me dieron la pelota otra vez. Como es lgico, me asust mil veces ms que antes y sal cortando campo. Esquiv dientes y uas, botinazos y puos, insultos y envidias, hasta que dejaron de perseguirme. Otra vez me aplaudan y me decan cosas lindas. Cada vez que yo me asustaba, eran seis puntos para mi equipo. (Es el da de hoy que no entiendo el sistema.) Al final de aquella primera prctica el entrenador me dijo que yo era un crack, que haba nacido para ese deporte, y me llev a casa en auto. A la semana siguiente pas lo mismo. Pelota y susto, carrera y puntos. Me decan El Gordito Veloz y me invitaban con cocacola en los entretiempos. Pero yo, la verdad, no disfrutaba las mieles de la gloria porque tena miedo de morirme de un sncope o de una patada.Esa fue la primera vez que me pas, pero desde entonces me ocurri toda la vida: las cosas que mejor hago son las que me asustan y las que no entiendo. En las actividades donde realmente disfruto soy bastante mediocre, nunca un crack, nunca nadie me regala cocacolas por hacer lo que me gusta.Fui seis sbados seguidos a rugby, hasta que una maana un chico de apellido Moavro me parti el brazo izquierdo. No fue durante los entrenamientos, porque adems me arrebat el reloj y la billetera. Fue a la salida del club, en lo que se podra llamar un robo con linchamiento. Pero yo dije en casa que haba sido "en el segundo tiempo de un match muy trabado". Utilic la fractura sea para convencer a mi pap de que no quera ir ms a rugby porque era un deporte brusco de reglas ambiguas. Mi mam estuvo de acuerdo. Me la van a matar a la criatura dijo con sabidura.Los primeros das que estuve con el yeso no pude ir a ningn lado. Ni a piano, ni a dactilografa, ni a dibujo ni a los otros tres deportes. Me la pas rascndome el higo con la mano derecha, mirando Patolandia y mojando pan lactal en la leche con Nesquick. Una tarde preciosa que lloviznaba, aburrido de cargar con el yeso, me puse a escribir por primera vez. Descubr que escribir era muy parecido a parpadear: podas decir lo que se te ocurriera, tambin cosas que no eran ciertas o insultos, sin que nadie se diera cuenta de nada. No me sala mal escribir, incluso hubiera sido bastante bueno contando cuentos. Pero entonces vino mi mam, me dijo que para ser catlico no me hacan falta todos los brazos, y me mand a hacer la Comunin.

Hernn Casciarijueves 7 de octubre, 2004Literatura infantilA los doce aos yo pensaba en la muerte con lejana y por placer. Y pensaba en los ros nocturnos que tenan un nombre con consonantes dobles. Haba un perro en mi casa, y yo quera que l me hablara y me contara una historia de su vida anterior a m. Tambin quera encerrarme a oscuras con una manzana y ver cunto tardaba en morirme de hambre. Lo cierto es que estaba a punto de escribir un cuento, pero todava no saba qu decir.Levantaba los cigarrillos que la gente grande tiraba en la vereda y me los fumaba. Tocaba La Morenita va a la Acequia en un acorden. Me gustaba oler el papel de la Coleccin Robin Hood. Me pareca que la saga de Sherlock Holmes era la mejor literatura del mundo, y que Sir Arthur Conan Doyle era el mejor escritor del mundo. Cuando despus le El Mundo Perdido me dije que, si adems de escribir cuentos de detectives, este Conan Doyle era capaz de escribir semejante novela de dinosaurios, se poda morir tranquilo que nadie iba a ser nunca mejor que l. Yo no saba que Conan Doyle ya estaba muerto. Ni siquiera saba que Sir no era ni por las tapas su primer nombre. Hasta que lleg Mark Twain, por supuesto. Ah Sir ya empez a ser, no digo literatura menor, pero s algo bastante pasatista (tambin me decepcion un poco que Sherlock empezara a usar pistola). Mark Twain era otra cosa. Un monstruo enorme, un viejo loco que saba mejor que ningn adulto con qu cosas fantasea un chico de doce aos. Yo quera fingirme muerto para ver cul era la reaccin de mi familia. Mil veces haba soado con eso. O con ir a una isla desierta junto a un mejor amigo y fumar en pipa, y comer lo que se cayera de los rboles. Navegar en una balsa de madera con un negro loco. Encontrar un montn de plata robada y ser el hroe del pueblo. Conversar toda la noche de cosas graciosas o de temas de miedo con unos viejos barbudos recin llegados del mar. Odiar la escuela tanto como querer aprender todo de golpe, pero de otra forma. Y hasta quemar los libros de la escuela. Siempre fui ms parecido al Caio que al Nacho.La primera vez que un libro me puso la piel de gallina fue cuando llegu a la parte del monlogo final de Huck; era un prrafo largo que, de tanto releer, ya me saba de memoria. Lo repeta mil veces a oscuras en mi cama, con el fanatismo de una oracin cristiana. Aqulla fue mi primera forma de religin: Mira, Tom yo pona una voz que ahora no me acuerdo no quiero saber nada con todo ese dinero... As como estn las cosas, todo me parece servido en bandeja, a la vida buena la tengo al alcance de la mano, y me resulta la mar de fastidioso no tener que preocuparme por nada. Adems debo usar esos estpidos zapatos, e ir a la iglesia los domingos, y la viuda no me deja silbar, ni fumarme mi pipa en paz, y para maldecir a gusto tengo que esconderme en el establo... Hagamos una cosa, Tom; qudate t con la pasta, y me tiras unos duros cada vez que sople el viento..., que no vale nada, Tom, lo que no nos cueste un poco conseguir.A los doce aos yo no vea la hora de encontrarme con alguien que hablara as. Yo no saba que eso no era una jerga gloriosa de libertad, sino la resaca de las malas traducciones espaolas. Pero en las conversaciones corrientes yo deca la mar, y tambin deca pasta, y de noche soaba con el ruido del Mississippi, y envidiaba la suerte de los chicos que tenan a la vuelta de su casa un ro con tantas consonantes (mi ro Lujn slo tena cinco letras), y con tantos esclavos nocturnos escapando de los campos de algodn.Salgari y Verne, en cambio, me parecan espamentosos: demasiadas armas de fuego, demasiados aparatos raros para tratar de divertirme. Lo que al Tigre de la Malasia le costaba una semana de andar por el desierto a caballo matando gente con su cuchillo de filo triple, el detective de Baker Street lo resolva mirando el barro en los zapatos del que uno menos se esperaba fuese el asesino de la millonaria. Lo que a Philleas Fogg le resultaba fsicamente tan cansador y violento, tan engorroso y descriptivo, Tom y Huck lo solucionaban en un tris (misteriosa slaba que quera decir periquete), simplemente maullando en cdigo desde el bosque para que nadie supiera que se trataba de una conversacin secreta entre ellos. Ah!, me fascinaban las historias en donde las personas deban ingenirselas con poco para lograr felicidades breves: nada de artilugios ni de globos aerostticos para dar la vuelta al mundo en tiempo rcord; sos eran medios mecnicos para dar con fines pretensiosos. En las historias de mis libros deba haber personas normales que descubrieran la verdad casualmente, y que esa verdad los llevara a la consumacin de la dicha. Porque en realidad, pensaba yo, "no vale nada, Tom, lo que no cueste un poco conseguir". Pero tampoco vala mucho conseguir nada dramticamente, sin un poco de buen humor y de azaroso desinters. Me decepcion mucho la historia aqulla en que Sherlock y Watson debieron usar armas de fuego para resolver uno de sus casos. Me parecieron, ambos, tan falsos como la segunda poca de Tom y Jerry (cuando usaban moito y eran amigos; cuando ya no los dibujaba el dibujante de siempre sino un tipo que trazaba lneas ms modernas). Holmes, el viejo astuto que poda entrever la vida entera de la vctima slo husmeando con su lupa un pedazo de ua en la oscuridad de la morgue, no tena por qu empuar una browning, por ms perfecta que fuese la ingeniera de su mecanismo, ni por ms peligroso que pareciera su adversario. Arthur Conan, que me perdone, en esa historia se haba vendido al capitalismo. No haba sido ese mismo Doyle quien le haba hecho decir a Sherlock en una hermosa historia corta de unos aos antes que "el mejor arma que tiene un hombre es pensar cinco minutos ms, all donde los dems suponen que ya no hay nada que pensar"? Que usaran pistolas, estiletes y dagas persas los mamarrachos que inventaba Salgari. Yo saba que haba chicos que se devoraban esos libros. Pero esos chicos no iban a ser mis amigos, ni habran sido nunca amigos de Huck. Era como si Tom Sawyer hubiera querido resolver el asunto de la cerca de la ta Polly tomando por rehenes a sus compaeros y amenazndolos de muerte si no acababan de pintar antes de que cayera el juez. Era como si Laura Ingalls, en lugar de esperar a que Almanso apareciera mgicamente en su vida, se hubiera casado con el menor de los Olsen para heredar alguna vez el minimercado. Sherlock Holmes, el hombre ms avispado de todo Londres, el que dejaba pagando a los gorilas del Scotland Yard, el que no tema entrar de noche a los suburbios de Witchappell, usando una pistola..., habrse visto! Yo creo que ah dej de leer la saga. Y empec a engaar a Doyle con el padre Brown de Chesterton, y con el Hrcules Poirot de Aghata Christie (la vieja Marple tanto no me gustaba). Yo creo que por ese tiempo fue que una noche, en la pieza de arriba de mi casa en Mercedes, le tambin El Gato Negro y Los Crmenes de la Re Morgue, pensando que segua leyendo libros de misterio corrientes, sin darme mucha cuenta que esa vez s, silenciosamente, estaba ocurrindome literatura. Los principios de los cuentos de Poe no tenan nada que ver con todo lo ledo hasta entonces. Si hasta all las historias empezaban directamente, incluso hasta con una raya de dilogo y un planteo lineal, Edgar acababa de descubrirme otra manera de envolverme: diciendo la verdad desde el principio, escribiendo cosas como "bueno, est bien, para empezar debo decir que estoy loco y que voy a matar a ese viejo sin ningn motivo". Y en el segundo prrafo yo empezaba a darme cuenta que la locura no consista en la levedad de escaparse de la casa por la noche con un mejor amigo y asustarse con los sonidos secretos de los animales de las islas desiertas de Nueva Orlans sino, por ejemplo, emparedar a tu esposa en una columna del stano y esperar a que llegue la polica a preguntarte cosas inquietantes. O saber, de golpe, que muchas veces hay misterios que traspasan la lgica cartesiana de Holmes (e incluso la futurologa de Verne) y que slo se pueden explicar desde los parmetros de la insana, del deliro y de la enajenacin mental. Un loco te explica con su fra coherencia por qu comienza a sentir los latidos del corazn de un muerto, y uno no puede ms que aceptar que un muerto, enterrado a dos metros bajo el parquet de la pieza de su verdugo, puede muy bien empezar a hacer saltar los postigos de las ventanas con su sola presencia. Muy bien poda ser. Era imposible pero era probable, o no me pasaba algo parecido cuando le falsificaba la firma del boletn a mi mam, de regreso a casa despus de la escuela? No almorzaba yo tambin mirando nada ms que el plato, invadido por la extraa sombra de la culpa, aunque la sombra fuese invisible o slo visible para m? No se me pasaba por la cabeza que la regente ya haba llamado a casa por la maana y que ya toda mi familia estaba enterada del fraude, y que nadie deca nada solamente para gozar un poco ms con mi sufrimiento? No se me atoraban las albndigas en la garganta como si quisiera llorar por una cachetada que nadie me haba dado todava? El miedo real, el liso y llano, el que nada tena que ver con las cosas de este mundo, empezaba a invadirme por obra y gracia de Poe. Y despus nada me hara conciliar el sueo por la noche, durante muchas noches; pero tampoco podra dejar de leer otra de sus historias, y despus otra, y despus otra hasta que una tarde me vera obligado a arrancar la primera hoja en blanco del cuaderno de matemticas y yo tambin tendra que echar luz sobre mis miedos y mis sueos para que alguien los leyera. La semilla haba sido plantada en esos aos; comenzaba a caer la lluvia sobre las grietas de la tierra.

El tipo aburrido de la mesa del fondoEn las fiestas de casamiento yo soy el que se queda solo, sentado a un costado de la mesa, mientras los dems bailan fingiendo que son un trencito. Yo soy se porque en la vida hay roles que debemos cumplir. Alguien debe ser el borracho que da vergenza ajena, y alguien tiene que ser la yegua omnipresente con el vestido rojo, y alguien tiene que ser el novio, y alguien tiene que ser la bisabuela que fuma, y alguien tiene que ser un primo que vino desde Boston especialmente a la boda. Yo soy el aburrido de la mesa del fondo. Y no me quejo.En realidad s me quejo, pero no en ese momento, sino cuando me llega la invitacin, unas semanas antes. En general mi vida es tranquila, previsible y cmoda. Tambin solitaria. La llegada de una invitacin indeclinable a lo que sea funciona en mi cabeza como si me echaran encima una bolsa de mierda. Me tambalea cualquier invitacin. Pero las que tienen que ver con una fiesta, y de casamiento, me desmoronan.Hay personas que tenemos una enorme dependencia del futuro inmediato, que vivimos gracias a la certeza de que ocurrirn pequeas maravillas en poco tiempo. Por ejemplo: yo s que en menos de once meses hay un Mundial, y muchas veces me levanto de la cama slo por eso. O porque mi hija en cualquier momento conversar conmigo. Son detalles luminosos. Tener que ir a una fiesta de casamiento dentro de dos semanas me predispone en sentido contrario. Me amarga la vida, la llena de tormenta.No me preocupa la idea de conseguir un traje, ni de tener que hacer un regalo. Ni siquiera pienso en eso porque ya alguien lo har por m. Me agobia saber que tendr que estar all esas cuatro horas. Es nicamente eso: la sensacin de pnico que me produce ver tan de cerca al ser humano convertido en trencito.Intentar ser claro: las tres deformaciones humanas que ms miedo me dan en todo el mundo son los borrachos que te agarran, la gente grande que te cuenta chistes y los parientes lejanos.Las fiestas de casamiento son un lugar en el que, por alguna razn misteriosa, se juntan estos tpicos nefastos. Incluso tengo un to segundo que, l solito, cumple los tres roles malficos de ser borracho, sospecharse gracioso y llevar mi ADN, todo al mismo tiempo. Despus de das de masticar la impotencia de tener que ir, cuando finalmente llego a la fiesta toda mi angustia se desvanece. Como dije, funciono a base de futuros felices. Y una vez que estoy ah, con un traje horrible, con una sonrisa falsa, descubro que al da siguiente todo habr pasado y volver a mi vida de serenidad. Eso me alivia mucho, y desarrollo mi rol con cierta dignidad apresurada.Mi rol en los casamientos, como dije al principio, es convertirme inmediatamente en el aburrido de la fiesta. Esto consiste, principalmente, en no rerle los chistes a nadie, en no emborracharme, en no participar en las conversaciones masculinas que giran en torno a cogerse una prima de la novia, y en no bailar ni a punta de pistola. Tambin consiste en mirar con los prpados entrecerrados los ritos que ocurren a cada hora: el vals, la liga, la torta, el ramo, el saca la mano antonio, el cuado gracioso y la invitacin a tomar merca de un tipo que en la vida diurna te pareca respetable. Yo nada. Impertrrito. Mi funcin consiste en fingir que no estoy all.Como todo el mundo sabe, cada rol tiene un antagonista. Por ejemplo: la seorita que ocupa el rol "yegua omnipresente con vestido rojo", que por lo general es una separada joven que, mires para donde mires, la ves bailando; tiene su antagonista en el tipo grande que cumple el rol de "baboso con corbata en la cabeza que se sospecha inmortal" y que est siempre con un vaso de wisky porque asegura que le ha pagado al mozo para que le sirva del bueno.Por tanto, y al igual que en la dramaturgia clsica, hay roles pasivos y roles activos. La yegua de rojo y yo somos pasivos: estamos ah para ser vistos y que los dems no intuyan que falta algo. Los roles activos, en cambio, estn en las fiestas para ser sentidos y padecidos. El baboso es un antagonista activo y debe molestar a la yegua. Est escrito. Su consigna secreta, su tarjetita del TEG, dice: "Ocup seis pases de Asia o cogte a la de rojo en un ligustro". Y el baboso con corbata en la cabeza va hacia donde lo manda el instinto natural.Yo tambin tengo un antagonista activo, y lo digo con pesar. Se trata de la simpaticona medio borracha que quiere sacar a bailar al aburrido. sa es su consigna en la fiesta. Sacarme a bailar; a toda costa.Las chicas que cumplen el rol de "simpaticonas" no tienen ganas de bailar conmigo, ni de bailar a secas: ellas lo que quieren es convertirse en la que logr un imposible a base de simpata. La simpaticona quiere demostrarle al mundo que yo no bail con la yegua, ni con la novia, ni con nadie ms que con ella. Y usar todas sus armas, que en general son siempre las tetas y su premeditado vaivn, para conseguirlo. No habr excusa vlida, no habr argumento lgico, no habr nada que la detenga durante toda la reputsima noche. La chica que quiere sacarte a bailar es capaz de sacrificar su orgullo, es capaz de malgastar cuatro horas de su vida diciendo la palabra "dale", con tal de hacerte la vida imposible.Debo decir, con cierta vanidad, que hasta el da de hoy ninguna simpaticona lo ha logrado. Y conste que en ocasiones simpaticona y yegua conviven dentro de un mismo cuerpo fsico. Pero mi voluntad en los casamientos es de hierro; es lo que tengo. Nunca he bailado. Nunca he sonreido. Slo he fumado como un escuerzo, he bebido cocacola y he mirado el reloj hasta que alguien me ha dicho la frase redentora: "Voy para el centro, si quers te acerco".Otro antagonista directo de mi rol es el "denso al que todo el mundo le escapa". Este papel infame suelen desarrollarlo mucho los cuados, los funcionarios administrativos y los maridos cornudos. Son tipos normales hasta que promedia la cena, pero se conoce que el vino tinto los desquicia. Una vez que el tipo descubre que nadie ms le re los chistes, y que por donde l pasa se hace un hueco, ve en el fondo del saln a la nica presa sentada. Soy yo. Entonces viene, se invita, y empieza.El denso generalmente est erecto. Me cuenta chistes sexuales, me saca un cigarro del paquete, me pega palmadas amistosas. Yo aprieto los dientes y miro la hora, porque s que falta poco para que la simpaticona vuelva a intentar llevarme al baile. Es lo que llamo, en trminos cientficos, "simplificacin de antagonistas". Cuando llega la simpaticona y yo le digo que no por ensima vez, el denso erecto borracho le enfoca las tetas vaivn, le dice groseras de albail en hora punta y me la espanta. Una vez que la simpaticona se ha ido, miro al baboso como si furamos amigos de toda la vida y pronuncio la frase salvadora: "Esa mina est con vos, viste cmo te miraba?", y entonces l tambin se va a buscarla, y as los dos antagonistas naturales me dejan por fin solo, con mi sufrimiento ancestral. S muchsimos trucos como se.Y tambin hay muchos otros roles. Y todo el mundo tiene su antagonista pasivo o activo. Y podra seguir hasta que me caiga desmayado de dolor. Pero yo creo que, en el fondo, no elegimos estos papeles secundarios, sino que nos vienen de fbrica. Incluso el rol "novio" y el rol "novia" forman parte de un staff de personajes involuntarios. Incluso el rol "discjokey". Todos. Estn all, riendo, y ya son casi las cinco de la maana... Siguen haciendo el trencito, beben, gritan, sospechan que se divierten. Cientos de personas oyendo una msica que jams pondran en su propio tocadisco, bailando de una manera que no tiene gollete, brindando por cosas que no son la verdad. Todos ellos, y yo tambin, estamos all componiendo la coreografa del caos. Tenemos un mandato y lo cumplimos. A la yegua le ha tocado sacar a pasear un lomo, al consuegro le ha sido dada un chaleco enorme con reloj de oro, a los nios los han vestido idnticos y les han dicho troten alrededor de las mesas pegando alaridos, a una gorda le han dicho que llore porque no ha conseguido el ramo, a un morocho le han dicho vos pon el toque tnico, a un tarado le han propuesto que no lleve traje sino vaqueros para demostrar algo... Y a m me dijeron and a ese casamiento que necesitamos un aburrido; and, sentate al fondo y pens con resignacin en quines somos y por qu vivimos. Y no me quejo, porque alguien tiene que hacerlo: la vida sera un disparate si todos, absolutamente todos, fingiramos al mismo tiempo que somos un trencito de imbciles bailando la conga; si nadie se quedara quieto en la oscuridad, con gesto incrdulo, sintiendo fascinacin por la condicin humana.

Hernn Casciariviernes 23 de septiembre, 2005

CanelonesA las bromas telefnicas las llambamos cachadas y eran tan antiguas como el telfono. Haba una gran variedad de mtodos, pero casi todos tenan como objeto molestar a un interlocutor desprevenido; sacarlo de las casillas, desubicarlo. Con el Chiri nos convertimos en expertos cuando promedibamos el secundario. ramos magos al telfono. Pero entonces ocurri una desventura que nos oblig a abandonar el profesionalismo. Una historia que an hoy nos recuerda que llevamos la maldad dentro del cuerpo.Empezamos, como todo el mundo, siendo nios. Cuando los telfonos eran negros, a disco y del Estado. Las primeras cachadas infantiles siempre tienen como vctima a personas que se apellidan Gallo (nadie sabe por qu, pero es as). En la gua telefnica de Mercedes haba nueve y los llambamos a todos, uno por uno.Hola, con lo de Gallo?S decan del otro lado.Est Remigio?Ac no vive ningn Remigio.Disculpe, entonces me equivoqu de gallinero y cortbamos, muertos de la risa.Existan docenas de estas bromas bsicas, y siempre nos las copibamos de hermanos mayores o primos que ya se dedicaban a otras ms elaboradas. Como se comprende, las primeras incursiones en el oficio buscaban slo la propia risa: una carcajada limpia que no causaba grandes molestias a la vctima. Ah, ojal nos hubisemos quedado en ese punto muerto de la infancia, donde no existen la maldad y la culpa. Pero no: debamos avanzar, y avanzamos. En los pueblos chicos siempre circulan rumores, informaciones y datos sobre la existencia de vecinos propicios a las cachadas. Vecinos a los que llambamos chinches. Se trataba de una clase de seor mayor que, ante una broma telefnica, desataba toda la fuerza de su ira y era incapaz de colgar el telfono. Alrededor de los diez o doce aos, nos lleg una informacin de primera mano: haba que llamar al seor Toledo y decir la palabra clave.Hola, hablo con lo de Toledo?S.Est "cornetita"?sa era la contrasea para que el seor Toledo, que tena la voz aguda y estridente, comenzara a insultarnos con frases llenas de palabras groseras, resoplidos desopilantes y desenfrenados neologismos. Nos ponamos el Chiri y yo en el mismo auricular e imaginbamos a Toledo en su casa, en calzoncillos, con los cachetes de color borravino y sacando humo por las orejas. Cuando, a los diez minutos, su diatriba perda la fuerza y sus pulmones el aire, slo era necesario decir "pero no se enoje, cornetita" para que todo comenzara otra vez. Era el desidertum.Pero el nio crece, y con l madura tambin la ambicin, la estructura dramtica y an dormida gana forma la maldad. Con el Chiri no tardamos en aburrirnos de invisibles Gallos y Toledos, que slo eran voces incorpreas detrs de un cable, y nos pasamos al nivel de las cachadas en tres dimensiones, que tenan como vctimas a sujetos presenciales.A las siete de la tarde, el pelado de enfrente comenzaba a cerrar su negocio para volver a casa, sin haber vendido nada en cinco horas de aburrimiento. Nosotros podamos verlo, resignado, desde la ventana del comedor. Cuando el pelado bajaba la persiana pesadsima del local, justo antes de poner el candado, lo llambamos por telfono. El pobre hombre, que no quera perder una venta, se desesperaba y abra otra vez la persiana, corra hasta el fondo del negocio y, al quinto o sexto timbre, deca jadeante:Alfombras Pontoni, buenas tardes.Colgbamos.Al rato lo veamos otra vez, humillado y vencido, cerrar la persiana gigante; le costaba el doble. Su vida era una mierda, se le notaba en los ojos y en la curvatura de la espalda. Entonces el pelado escuchaba otra vez el telfono dentro del local. "Si el que ha llamado antes llama ahora, quiere una alfombra con urgencia", pensaba el comerciante, y otra vez le bombeaba el corazn, y otra vez levantaba la persiana, otra vez corra hasta el fondo, y otra vez deca alfombras Pontoni, buenas tardes, con un hilo de voz.Colgbamos. Colgbamos siempre.Un da repetimos el truco tantas veces, pero tantas, que al ensimo llamado falso el pelado no tuvo ms remedio que decir alfombras Pontoni, buenas noches. Hubiramos seguido as hasta el final de los tiempos, pero un ao despus nos dimos las narices contra el futuro. Al primer llamado, el pelado Pontoni sac del bolsillo un mamotreto con antena y dijo "hola". Se haba comprado un inalmbrico.La llegada de la tecnologa, antes que amilanarnos, propici nuevos mtodos de trabajo. Cuando en casa tuvimos el segundo telfono (uno con cable, otro no) con el Chiri inventamos la telefonocomedia, que era una forma de cachada a dos voces con receptor pasivo. Consista en llamar a cualquier nmero y hacer creer a la vctima que estaba interrumpiendo una charla privada.VICTIMA: Hola?CHIRI (voz de mujer): ...claro, pero eso es lo que te gusta.VICTIMA: Diga?HERNAN (voz masculina): Lo que me gusta es chuparte el culo.CHIRI: Mmmm, no me digas as que me se ponen las tetas duras.VICTIMA: Quin es?HERNAN: Yo lo que tengo dura es la poronga, (etctera).El objetivo de este reto dramtico era lograr que el interlocutor dejara de decir "hola" y se concentrara en nuestra charla obscena, como si se sintiera escondido debajo de una cama de hotel. Cuanto mejores eran nuestras tramas, ms tardaba la vctima en aburrirse y colgar. Fue, supongo, un gran ejercicio literario que nos servira en el futuro para mantener a los lectores atrapados en la ficcin de un relato. Una tarde, despus de diez minutos de telefonocomedia, una de nuestras vctimas comenz a jadear, y nos dio asco.Con diecisis aos, o diecisiete, ya podamos considerarnos profesionales del radioteatro. Habamos ganado en pericia escnica, en impronta y, sobre todo, en naturalidad de reflejos. El Chiri y yo faltbamos a las clases vespertinas de gimnasia y nos encerrbamos en casa con dos o tres telfonos, un grabadorcito Sanyo y algunos elementos para generar sonidos de lluvia, de trfico, de incendio, de ventisca. Tambin tenamos a mano claras de huevo, por si era necesario cambiar los matices de la voz.No nos haca falta hablar entre nosotros: nos comunicbamos con gestos y miradas, como locutores de radio detrs del vidrio. Hacamos magia. ramos capaces de mandar a un desconocido a la Municipalidad a buscar un impuesto inexistente, seducir a la secretaria de un mdico hasta enamorarla, hacer sonar la sirena de los bomberos en el momento que se nos ocurriera y convencer al kiosquero de la 19 y 30 que estaba saliendo en directo para una radio de Lujn. Nos creamos dioses, y quizs por eso tocamos fondo en el cenit de nuestra gloria.Promediaba el ao ochenta y ocho. Lo recuerdo porque ya usbamos relojes digitales para cronometrar nuestras hazaas. Era de noche y mis padres no estaban en casa. Haca horas que, con el Chiri, jugbamos un juego apasionante: hacer durar a la vctima en el telfono a cualquier precio. Cuando te converts en un profesional de la cachada volvs a lo bsico, a lo simple. El mecanismo del juego era llamar a cualquier nmero y sacar una conversacin de la nada. El reloj corra desde el "hola" y hasta el "clic" de cierre.Esa noche Chiri llevaba una performance ideal: haba logrado una conversacin de 17m 12s con una seora, dicindole que hablaba desde la tintorera. Tuvieron una charla graciossima sobre el planchado en seco y acabaron cantando "Nostalgias" a do. Chiri la pase por donde quiso, con guios magistrales y toques de genialidad. Era imposible que yo pudiera superar esa maniobra. Tir los dados. Me sali el 24612. Marqu el nmero. Chiri tena el cronmetro en la mano y me miraba cancherito. Cuando la voz de una vieja dijo "hola" comenz a correr el segundero.Yo haba desarrollado una tcnica, una marca de la casa, que slo usaba en momentos clave. Era un sistema muy arriesgado que consista en poner una voz masculina estndar, atnica, pausada, y provocar que la vctima adivinase mi identidad. Aquella noche, en la que sera la ltima cachada de mi vida, utilic este mtodo.Quin habla? pregunt la vieja despus de mi "hola".Lo que faltaba dije Ya ni de mi voz te acords?Eso era un pen cuatro rey. La apertura clsica. Generaba del otro lado sensacin de familiaridad. Siempre hay un sobrino que ha crecido y le ha cambiado la voz, o un ahijado; siempre. No s dijo la vieja. Con quin quiere hablar?Con vos, boludona!Jugada arriesgadsima. Yo estaba sacando la reina al medio del tablero. Muy poca gente del entorno de una vieja le dice "boludona". Pero si quera superar el tiempo de Chiri, tena que actuar como un kamikaze. Funcion:Daniel! dijo ella, en ese tono intermedio entre la interrogacin y la exclamacin. El tono se llama "deseo".La entonacin del nombre propio me dio un milln de pistas. Daniel no era un sobrino, ni un ahijado, porque el grito de la vieja haba sido estremecedor. No poda ser ms que un hijo. Posiblemente, nico. Y ese mismo dato me llevaba a otra cosa: el hijo viva lejos y no era muy dado a llamar a su madre. Me tir de cabeza:Claro, mam! Quin va a ser?Dani, Danielito! solloz la vieja, mientras Chiri, en silencio, se sacaba de la cabeza un imaginario sombrero, rendido ante mi jugada. Ahora, el tiempo corra de mi parte. Me fui a caminar con el inalmbrico, para que Chiri no intentara hacerme rer con gestos. l se qued escuchando desde el fijo. En cinco minutos supe que Daniel viva en el sur ("y hace fro ah?", pregunt la vieja en pleno septiembre) y tambin que la relacin entre ellos no haba sido, en los ltimos aos, muy afectuosa.Pap hubiera querido que estuvieses en su entierro.No es fcil, mam. Hay heridas abiertas, la vida no es tan simple.Supe que Daniel tena una esposa, la Negra, y dos hijos. El ms chico, Carlitos, no conoca a su abuela. Supe tambin que la ciudad en la que viva Daniel era Comodoro Rivadavia, y que trabajaba en una fbrica de televisores. A los doce minutos de charla, cuando ya todo estaba encaminado para superar el rcord del Chiri, la vieja empez a sospechar algo, comenz a hacer preguntas ambiguas, y deb improvisar.Pero cmo es que te escucho tan cerquita, nene? quiso saber ella, y entonces no tuve opciones.Mam dije, sorprendido por mi crueldad. Estoy ac, en la Terminal. Del otro lado escuch un silencio, y despus un llanto contenido. Me di vuelta buscando los ojos de Chiri, que me miraba plido. No sonrea. Yo sent, por dentro, la pulsin de la maldad. La sent por primera vez en la vida. Estaba en el estmago, en el pito y en el cerebro al mismo tiempo, como una santsima trinidad diablica. Con un gesto, le pregunt a Chiri qu tiempo llevaba. 16 minutos.No llores, viejita dije.Habas venido ya otras veces a Mercedes? me pregunt con la voz rota A veces sueo que vens, de noche, y que no pass por casa...No. No, no... Es la primera vez que vengo, te lo juro. Pero no quera aparecer as, de golpe. Por eso te llam.Hijo! grit ella, desgarrada Colg y apurate, ven, ven!Casi 17 minutos, haca falta algo ms. Cuando supe lo que iba a decir, mi puo izquierdo se cerr. Ahora creo que la maldad ya me haba invadido. Creo que no era yo el que hablaba. Eso que no sabemos qu es, eso que nos hace humanos y horribles, ahora estaba enquistado en m y yo era su marioneta.Tengo que hacer un par de cositas antes, y despus voy a casa dije. Escuchme, mam. Me hacs canelones? Estoy muerto de hambre.Claro, Dani.Siempre extrao tus canelones.Apurate, yo ahora te hago.Un beso.Chau, nene. Estoy toda temblando, apurte.Y la mujer colg.Lo mir a Chiri, que tena la vista en el suelo. No me miraba, supongo que no poda verme a la cara. Ni siquiera se acord de parar el cronmetro, as que tampoco supimos quin gan. Estuvimos un rato largo en los sillones, sin decirnos nada. Media hora ms tarde entendimos que en alguna parte de Mercedes haba una casa, que en esa casa haba una mesa, y que en esa mesa ya humeaba un plato caliente. Nuestra adolescencia, supimos entonces, durara hasta que se enfriaran los canelones de Daniel.jueves 19 de abril, 2

De mujeres y de fobiasLa noche anterior a cumplir 25 aos supe, de un modo fatal, que estaba a punto de dejar para siempre la juventud, y entonces le ped a Chiri un favor muy grande. "Es posible que en breve tenga que cambiar de opinin sobre muchas cosas", le dije, "por eso necesito dejar constancia de esta poca". Lo que le ped era tan absurdo que no pudo negarse: yo necesitaba que l me hiciera tres entrevistas de doscientas pginas cada una, la primera a los veinticinco, otra a los cincuenta, y la ltima a los setenta y cinco aos.Nadie me conoce mejor que vos le dije, y adems no tens plata para hacerme un regalo como la gente.Mi amigo acept con gusto al principio, pero tambin es verdad que a la segunda noche de reportaje le empez a resultar todo muy insoportable. Sobre todo yo, que soy un entrevistado muy disperso y evasivo. En total fueron cuatro madrugadas enteras, de seis horas cada una, que se convirtieron despus en un libro muy gordo del que slo existen dos ejemplares. Uno lo tengo aqu, en Barcelona, y el otro est en casa de mi amigo.Esta largusima charla ocurri del 16 al 19 de marzo de 1996, y volver a ocurrir, si hay suerte, en las mismas fechas de los aos 2021 y 2046, completando de este modo la triloga Juventud, Madurez y Senectud.Ahora han pasado ya doce aos de ese primer libro y quiero recuperar para las pginas de Orsai un fragmento del captulo nueve, exactamente donde hablamos de mujeres y de fobias.La charla que sigue es una desgrabacin textual que ocurri durante la tercera noche de entrevista. Recorramos a pie la avenida Cuarenta con un grabador a pilas en una mano y una botella de Criadores en la otra. Mercedes era, todava, un sitio seguro para dos borrachos nocturnos sin rumbo fijo. Ya no lo es, segn me cuentan. Nosotros tampoco somos los mismos. Aquella noche ramos solteros, todava no tenamos hijos que cuidar de madrugada, ni esposas a la que dar explicaciones sobre nuestros alientos.Caminbamos, despreocupados, por los ltimos recovecos de una adolescencia tarda.CHIRI Por qu, de entre todas las mujeres que ves, te gustan siempre las que estn atrs de un mostrador? Por qu te gustan las mujeres que van por la calle con un yeso? Por qu te gustan las chicas que van as noms, con cualquier ropa? Por qu nots belleza en eso, y no en la belleza top model, que muchas veces ni te calienta?HERNAN Es necesario que las chicas que me gustan a m, en algn momento de su vida, hayan atendido la rotisera del padre un sbado a la noche, que no se hayan rebelado a esa obligacin, y que incluso al atender lo hagan luego con simpata. Las chicas que me gustan a m tienen que haber pasado por la experiencia de que el padre, o el abuelo, les hayan pedido que atiendan el negocio familiar un sbado a la noche, y que ellas hayan pensado en la familia, antes que en ir al baile.CHIRI Y las enyesadas? Por qu te gustan las enyesadas?HERNAN Ojo, no me gustan todas las chicas enyesadas que andan por la calle, sino las que van con un yeso y parece que no. Esas, me gustan. Son minas a las que no les importa andar por la calle mostrando que ayer se tropezaron y se cayeron. Eso habla muy bien de ellas.CHIRI Una vez me dijiste una frase clebre. Una definicin perfecta sobre el tipo de mujer que te gusta. Me parece, adems, la nica definicin exacta. HERNAN Qu te dije?CHIRI Me dijiste: "Yo me enamoro para siempre de una mujer de la que, despus de cuatro meses de haberla conocido, descubro que sabe tocar la guitarra".HERNAN Y es la puta verdad. Eso es mucho mejor que tetas grandes. Eso es belleza. Sabs qu hay en una chica que despus de un tiempo agarra una guitarra y se pone a tocar? Mucho ms que eso. Eso hay. Hay la posibilidad de no aburrirte de ella nunca. La posibilidad de que alimente la relacin con misterios no revelados. Y penss: "Si despus de cuatro meses no me haba dicho que tocaba un instrumento, la cantidad de otras cosas que habr para descubrir!" La cantidad de Italparks con fichas gratis que va a haber. Y el otro extremo es la Cicciolina, porque lo primero que les muestra a los hombres es el pezn. Con esas mujeres est todo mal.CHIRI Es una cosa sabida que te sents mucho ms cmodo relacionndote con mujeres que con hombres. Pero por qu cres que cuando te gusta una mujer, siempre te va a gustar una que se siente mucho ms cmoda con hombres que con mujeres?HERNAN Eso es espectacular! Es algo que siempre haba sabido, pero nunca se me haba ocurrido un buen juego de palabras con esa desgracia. Eso que dijiste recin es realmente espectacular. Incluso odiara que terminara siendo lo ms inteligente de este libro.CHIRI Lo ms probable.HERNAN Pero es verdad: si algo no me gusta de una mujer, es que tenga tpicos de mujeres, y esos tpicos los adquieren cuando estn todas juntas. A las mujeres que hacen mucho pijama party cuando son chicas, y muchas cenas de mujeres solas cuando son ms grandes, se les atrofia la cabeza. No me gustan lo que piensan del mundo las mujeres juntas, ni lo que pretenden pensar sobre el amor.Por eso siempre te gustan las otras. Y te enters al toque que les encanta estar con hombres... Te enters, por lo general, demasiado rpido, sin que ellas te lo digan. Y ah es donde decs: "Puta madre, salgan todos ustedes de ese placard!" A las otras las descubrs por completo a los siete minutos. Lo primero que te dicen es que estudian guitarra. Y ya no te dejan nada ms por conocer.CHIRI Esta clase de mujer de la que hablamos, es la que en tu Catlogo Definitivo de Mujeres denomins Belleza Parcial, no? O son Rara Avis?HERNAN S, es verdad, son bellezas parciales. No son Rara Avis, que es el punto mximo al que puede llegar una mujer... stas de las que hablamos son bellezas parciales.CHIRI Porque las Rara Avis son todo esto, pero no desde ninguna entrelnea, en ellas todo es obvio. Incluso es obvia la personalidad, que es serena, es agradable...HERNAN No. La personalidad de una Rara Avis es arrolladora (y eso a veces no es ni sereno ni agradable). En ellas prima la personalidad sobre cualquier otra cosa. Es muy claro lo que dice el Catlogo sobre las Rara Avis...CHIRI Qu dice?HERNAN Que "la especie Rara Avis no centra su potencial de arrolladora belleza de cuerpo y espritu en los parmetros con que se suelen medir estas dotes". Y no siempre la Rara Avis va a ser la mujer que ms te guste. Porque muchas veces, de la mujer que ms te gusta, lo que ms te gusta es moldearle la personalidad. Por eso nos gustan las bellezas parciales. Porque hay una mana muy Toto les hros, la pelcula belga: armarte la mina ideal, como hizo el personaje. Agarr a una mujer parecida a la que amaba y la molde para que fuera idntica. Ah lo que tens es una belleza parcial mejorada, llevada sutilmente a que complemente tu personalidad. Y en ese caso, la mujer ideal es la que se sabe adaptar a eso para siempre.CHIRI Te parece?HERNAN S, es la nica posibilidad de ideal particular. Una Rara Avis (el ideal general, el Ideal con maysculas), nunca va a ser tu ideal propio. La Rara Avis es mejor, pero hay que bancarse esa inquebrantabilidad.CHIRI Ac disiento con vos, porque yo s que a vos te gusta la mujer apasionada. Y una mujer adaptable no es nunca una mujer apasionada. Porque lo cierto es que a vos te encantara que esa rotisera que le est haciendo el aguante al padre un sbado a la noche, y que est atendiendo con tanta simpata a la gente, sea una ajedrecista que juega torneos nacionales.HERNAN S, eso es verdad. Me muero de amor si la rotisera es ajedrecista.CHIRI Y saber que est ganando torneos, que se pone mucho las pilas, que estudia, y que va a seminarios... Y que los sbados a la noche le hace el aguante al padre en la rotisera...HERNAN En ese caso yo, aunque est sin laburo, ahorro toda la semana para comprarle medio pollo con papafritas los sbados. Como pollo una vez a la semana con tal de verla, de admirarla. Es un problemn, porque despus nunca le digo nada. Ese es el otro asunto, que me taro. Una mujer as es algo demasiado bueno. Una chica que no te dice nada de lo que hace, y tens que enterarte por el Clarn, porque aparece en la pgina que escribe Najdorf...CHIRI ...Y que en ningn momento, en la rotisera, te est diciendo "uy, la concha, dentro de un rato tengo que encerrarme a estudiar ajedrez". Sino que te atiende con buena onda, modosita...HERNAN Ves? Eso es una Rara Avis...CHIRI Por qu nos gusta la misma clase de mujer?HERNAN Supongo que porque empezamos a descubrir la esttica a la vez, haciendo las mismas cosas. El gusto por la mujer es una cuestin absolutamente cultural. Y los dos hicimos lo mismo desde que tenamos ocho aos. Fuimos descubriendo el arte a la vez, sacndole los velos a los pizarrones al mismo tiempo. Y si tens los mismos gustos estticos, y las mismas lneas argumentales, y los mismos miedos y fobias, despus te gustan las mismas minas.CHIRI Cul es tu gran miedo? Tens un gran miedo?HERNAN Antes del ltimo cumpleaos de mi abuela Chola (y no digo esto para parecer Chuck Norris) yo no tena mi miedo. As como todos los pases tienen su flor nacional, as como la Argentina tiene al ceibo, yo no tena mi miedo nacional.CHIRI Me quers decir que no le tenas miedo a nada?HERNAN Le tena miedo a cosas puntuales que me pasaran: que un tipo con cadenas me corriera por la calle veintisiete. El miedo formaba parte del presente. Tena miedos eventuales, cuando me hacen buu! y yo estoy muy drogado me cago hasta las patas. Lo que no tena hasta entonces eran fobias. A eso iba. Y a m siempre me pareci que era muy raro que no tuviera una fobia, porque la gente que conozco s tiene. Vos tens miedos de ese tipo, todos tienen. Bueno, yo no tena un miedo, y cuando empezaban a hacer esas preguntas, en los asados, yo no contestaba. Y todos se pensaban que no contestaba para hacerme el valiente. Y empec a contestar cualquier cosa para que nadie pensara que me quera hacer el valiente.CHIRI Y qu contestabas?HERNAN Contestaba la muerte, qu s yo, cualquier boludez. La muerte, agarrarte el dedo con una reposera, andar en auto con Claudio Becerra... Hasta que el 14 de noviembre del ao pasado, durante el cumpleaos de mi abuela, me pasa algo lo suficientemente traumtico para que desde ese momento, y para el resto de mi vida, pueda tener mi miedo nacional y pueda contestar con una verdad el tipo de pregunta "a qu le tens miedo".CHIRI Y a qu?HERNAN A provocar una fatalidad irremediable y quedar vivo. Fue as: en el cumpleaos de mi abuela, que se haba hecho en la quinta, estaba Rebeca, la hija chiquita de mi hermana. Despus de comer le ped el auto a mi viejo para ir al diario, mir por el espejo retrovisor, no vi a nadie y sal marcha atrs. No hice ni dos metros cuando sent el golpe seco. Pens enseguida en mi sobrina. El golpe era igual. Recorr el permetro de la quinta y no vi ms que pasto. Y adems todos se levantaron de la mesa gritando: la agarr, la agarr!No me baj del auto, lo que hice fue apoyar la frente contra el volante. Y yo te regalo esos cinco segundos hasta que los dems vieron que era un tronco. Te los regalo para siempre, te los dejo en una canastita, a la noche, a nombre tuyo, y me voy para siempre del pas. A ese nivel te regalo esos cinco segundos. No los quiero tener ms.Ya pasaron cuatro meses de eso, y todava a veces me despierto asustado, despus de la duermevela, con la imagen del golpe, esos cinco segundos interminables. No me haba pasado nunca, eran cosas que pasaban en las pelculas, eso de que un tipo ande despertndose a los saltos como un pelotudo.CHIRI Sigamos con el tema, pero salindonos de la ptica. En la ltima Navidad que pasaste en La Plata, estabas cenando en un patio. Oste, afuera, un tiro al aire. Y supiste en ese momento que sera para vos. Es decir: esperaste tranquilo el ardor en el cuero cabelludo. Por qu pensaste que era para vos esa bala? De verdad esperabas el balazo?HERNAN S, creo que me pasa eso porque tengo un pensamiento muy absorbido, muy contaminado por la estadstica, en este tipo de temas. Exageradamente contaminado por la probabilidad. Hay dos chistes que siempre me gustaron mucho, uno del Chavo, el otro de Umberto Eco. Al Chavo le dice don Barriga que tenga cuidado en la calle, porque los autos atropellan un nio todos los das. Y el Chavo le responde "es que ese nio ha de ser menso". Y lo que dice Eco es as: "Hay dos hombres sentados a una mesa, uno est comindose dos pollos, y el otro se est muriendo de hambre; para las estadsticas cada hombre est comiendo un pollo".Y la estadstica est encarnada en m. Ya el slo hecho de or un balazo al aire en Nochebuena y saberme sin la proteccin de un techo, me involucra directamente. Estamos hablando de mi muerte instantnea. Ese puede ser me hace esperar el balazo; la probabilidad me da esperanza.CHIRI Y eso te pasa con todas las desgracias probables?HERNAN No, slo con los accidentes naturales. Cuando se trata de un accidente natural, siempre puedo ser yo la vctima; cuando en las fatalidades hay una voluntad personal colectiva, en cambio, nunca voy a ser yo la vctima. Quiero decir: tanto como esper el balazo en nochebuena, supe siempre que no iba a hacer el servicio militar.Es como el temor que les tengo a los locos y a los borrachos, a esa gente a la que no le pods explicar nada. A esa bala que ya sali disparada para siempre, y que ya tiene, antes de caer, su destino marcado, no se le puede explicar nada. En cambio, del servicio militar yo me poda esconder todos los aos, y de ltima, si me encontraban, si la polica me llevaba esposado a Zapala, escriba una carta a un diario, utilizaba todo el batalln sofista, armaba un quilombo, una polmica nacional, y zafaba. La inteligencia prctica vendra en mi ayuda. Con un tiro al aire no. Para m la fatalidad del Regimiento nunca fue una fatalidad, no te pods resignar nunca a ser un soldado, o un empleado del Correo, a esas desgracias que tienen que ver con tu sentido comn.CHIRI Te podras acostumbrar a una cadena perpetua?HERNAN Siempre pens que tengo una capacidad de adaptacin gasolera. Que, si me dan tiempo, le puedo encontrar el lado bueno a cualquier cosa. Pero me tienen que dejar pensar un rato, hasta que mi esencia optimista d con la clave. Pero estoy convencido de que en algn momento de la falta de libertad, digo: Bueno... Esta es mi crcel, toda la vida va a ser as, el 17.672 es un tipo simptico, cuenta ancdotas divertidas...CHIRI ...aqul asesino musculoso rompe el culo que es una maravilla...HERNAN Exacto. Y te voy a decir algo bastante grave. Si la vida va a ser eso, si la cadena perpetua viene sin las dos horitas de hotel por semana por buena conducta, y est todo mal y ya no hay ms mujeres en el mundo, creo que tambin me podra adaptar a que me rompan el culo.CHIRI S. Lamentablemente.HERNAN Lamentablemente o no. Yo no tendra el prejuicio de decir "oh, me van a romper el culo todo el tiempo"; no voy a llorar por eso toda la vida. Adems, quin te dice que no me guste... Pero si es todo lo que hay! No hay ms nada que eso. Si a vos te dicen que la nica posibilidad que te queda en tu carrera potica es el soneto, la crcel del soneto, no tens por qu perder el tiempo manifestando a favor del verso libre. Hay que tratar de hacer el mejor soneto del mundo, pasarse las noches intentando buenos sonetos. Sonetos que, con la experiencia que da la prctica y la pasin, puedan leerse de corrido y parezcan verso libre.

viernes 30 de noviembre, 2007

TetasTengo infinidad de recuerdos infantiles alrededor del tema. Elijo uno al azar. Una vez, en un recreo, alguien not que yo tena tetas. Y otro, que estaba en el mismo grupo, dijo: "Tens suerte, Gordo, pods tocar una teta cuando quieras". Me lo dijo de verdad, no era un chiste. Esa maana yo tena siete aos y estaba enamorado de Paola Soto. A la noche me mir al espejo y me pregunt cmo era posible tener ms tetas que el amor de mi vida. No me pareci bueno experimentar el romanticismo en desventaja.Aunque hubiera podido, jams utilic el sobrepeso como arma arrojadiza. Ni el panzazo al adversario distrado, ni arrojarme encima del enemigo y asfixiarlo. Con el tiempo, en cambio, me convert en comediante. Desarroll la irona y la autocrtica. Me rea de m mismo con enorme esfuerzo y logr ser un gran observador del defecto ajeno. Encontraba fallos en todo el mundo. En todos menos en Paola Soto, que era perfecta.Paola Soto no tena tetas, pero tampoco le hacan falta. Tena algo mucho ms sutil: tena, para mi gusto, la mejor risa de la escuela. Su felicidad obraba con el mismo retraso que el trueno y el relmpago. En la tormenta, primero aparece el destello y un rato despus llega el estruendo. En la risa de Paola Soto, primero le suban los colores a la cara, de un rojo ntimo, y despus le explotaba la boca de alegra.Yo no poda sostener la vista cuando ella se rea, en grupo de tres o cuatro, con sus amigas del recreo. Adems, tena la virtud de rerse poco, y nunca porque s; no regalaba esa magia a cualquiera. Yo no la poda hacer rer, estaba minusvlido de sus dientes. No la poda hacer rer porque vena mal acostumbrado desde la cuna. En casa y en el barrio diverta a todos con cualquier morisqueta de nene gordo. Hasta los cinco aos provocar la risa ajena era tan sencillo como bajarse medio tarro de dulce de leche. La infancia en general es fcil para el comediante; los padres son crticos muy parciales y cualquier idiotez es bien recibida. Yo era Jerry Lewis en el hogar, y tambin en el jardn de infantes. Pero entonces empec la escuela primaria y todo cambi. Apareci Paola Soto, me top con el amor despiadado, con el dolor de panza. Me top con la dificultad de su risa.A Paola Soto mis morisquetas no le hacan ninguna gracia. Existe un documento fotogrfico, que alguna vez mostr en Orsai por otras razones, y que ahora me sirve para que ustedes le pongan rostro a la que ella era entonces, y tambin al que yo era:

Yo poda ponerme bizco en su presencia, imitar el sonido de un barco que zarpa o dar vueltas de carnero sin manos. Con cualquiera de mis rutinas lograba desmayar de risa a mis compaeros de primer grado, pero Paola se mantena impasible y lejana, como en la foto. La seorita Norma tampoco se rea de mis idioteces, pero yo no estaba enamorado de la seorita Norma y me importaba muy poco su indiferencia de magisterio. Solamente me importaba Paola Soto.Cuando acab el ao, mis padres y los de ella (que eran amigos) nos cambiaron de colegio. Paola y yo, de golpe, nos vimos en escuela desconocida y con compaeros nuevos. Slo a ella conoca yo en ese mundo de delantales blancos, y ella a nadie ms que a m. En ese otro mundo de la Escuela Normal, los primeros recreos fueron los mejores de mi vida. Paola, sin amigas, solamente se acercaba a m para conversar. Fueron semanas intensas, en las que a veces lograba sacarle una media sonrisa con palabras, con frases muy esforzadas. Eran muecas brevsimas y enseguida ella volva a ensimismarse. De todos modos, esas milsimas de segundo con dientes blancos funcionaban en m como un fogonazo de luz. Entend, por primera vez, que deba trabajar mejor los argumentos. Entend tambin que lo mo no era el humor gestual. Supe que, para hacer rer a Paola Soto, haba que esforzarse. Solamente seis recreos me llev saber que aquel sera el nico esfuerzo que estaba dispuesto a hacer en la vida. Si me hubiera enamorado de otra, de la Colorada Giacoy por ejemplo, o de Pablo Santoro, hoy no sera humorista.Tambin ayud que desde los siete aos tuve tetas. Porque esa es la otra parte del cuento: cuando cambiamos de escuela, los chicos nuevos descubrieron algo que los antiguos no haban sabido ver. Tens suerte, Gordo, pods tocar una teta cuando quieras me dijo Bugarn un da, y los dems asintieron con mezcla de respeto y asombro.(Juan Jos Bugarn fue el Rodrigo de Triana de mis tetas. El primero que las vio, el que dio la voz de alerta.)Igual que los reos de las tres carabelas, mis nuevos compaeros, los que ms tarde iban a ser mis amigos, se desesperaban por ver una teta, por tocarla, por acariciar la suavidad tersa de una carne humana acabada en pezn. Y yo estaba ah, turgente, en el tercer banco de las posibilidades de todos. Disponible, amistoso, unisex. Entonces supe que lo mo sera la risa afilada o sera el escarnio. No haba opciones. Tena que ser gracioso, punzante, certero, o tena que dejarme manosear en los baos hasta el final de la secundaria.La decisin era trascendente, porque de ninguno de los dos caminos se puede regresar jams. Por eso la primera vez que Diego Caprio me hizo una propuesta de canje fue, posiblemente, el momento ms importante de mi infancia. No lo supe entonces: lo s ahora.Si me dejs que te toque una teta me dijo, te doy este snguche.No era una amenaza, y eso hablaba bien de Diego Caprio. Tampoco era un ofrecimiento menor, y eso hablaba bien de m. No me propona una trompada ni un chicle. Me ofreca un snguche enorme a las diez de la maana. De algn modo confuso, la propuesta me halag. Mis tetas, aunque anacrnicas, valan un snguche precioso, un ejemplar nico: el sol de la maana haca brillar la costra del pebete, y por los bordes se escapaban dos fetas de jamn mucho ms grandes que los panes. Tiene una sola mordida dijo Diego Caprio.Tambin eran mis primeros das en segundo grado, y en un colegio nuevo. Era, casi, la primera vez que alguien me daba conversacin en el recreo a excepcin de Paola Soto. Te la toco por arriba de la remera, dale dijo Diego Caprio.Paola Soto pasaba por la galera en ese momento; caminaba sola, como siempre, concentrada en sus cosas, un poco flotando. Quizs escuch la propuesta indecente que me haca Diego Caprio. Y quizs por eso ahora se detena y finga sentarse, o atarse los cordones, para escuchar mejor.Cuento hasta tres y te la suelto insisti Diego Caprio.Desarrollar la comicidad es importante cuando tens tetas, y tambin cuando ests enamorado. El humor no es una eleccin, ni siquiera es una llamada, ni una seal; tampoco un talento. Cuando tens tetas, el humor es sobrevivir.Si me tras almndigas le dije me pods agarrar el pito.No fue un gran chiste, es cierto, pero a esa edad la palabra almndigas funciona; no s bien por qu. Diego Caprio sonri y se olvid del canje. Sonri y me convid la mitad del snguche sin pedirme nada a cambio. Al da siguiente volvera al ataque, pero yo entonces sabra cmo distraerlo con la palabra bayonesa, con la palabra muuelo. Con nuevos argumentos eficaces.Pero eso no es lo ms importante de este recuerdo. Tambin pas algo que yo no esperaba. Cuando dije almndigas y dije pito, en ese retruque infantil tan bsico, Paola Soto baj la vista, se puso colorada de vergenza y despus ri, con la boca enorme, iluminando el patio.Fue la primera vez que la hice rer a carcajadas.Si no hubiera ocurrido aquello, posiblemente hoy sera un escritor serio. O un travesti serio. Si no deca lo correcto, si no sacaba un chiste de alguna parte, a los dos minutos alguien me estara manoseando en un bao y ahora, ante ustedes, tendra que estar contando esa humillacin. Tuve suerte. O quizs hayan sido reflejos. No tengo idea. Pero si en todo lo que escribo melodramas incluidos, no puedo dejar de meter un chiste pavo, es porque durante media dcada quise hacer rer a Paola Soto.Despus me fui a caminar por la galera con Diego Caprio, y con mi medio snguche gratis, pero segu mirando a Paola Soto un rato, un rato largo. A veces la miro, y ya pasaron treinta aos. Escribir esta historia es volver a mirarla de reojo. Ella sigue ah sentada, al costado de la galera, roja de vergenza. Por suerte, no para de rerse.

mircoles 18 de febrero, 2009

La culpa la tiene Dustin HoffmanS. Yo escriba poesa en mi adolescencia. Sonetos y verso libre. Escriba muchsimos poemas de diversa ndole, y los esconda con habilidad para que mi pap no me pensara poco hombre. Siempre tuve mucho cuidado de que Roberto Casciari no sospechara, por eso hice rugby, bsquet, tenis, voley y cualquier cosa con pelota, durante sacrificados aos.Pero igual, entre los torneos provinciales y los viajes a otros clubes bonaerenses, yo segua escribiendo poesa. Y tambin miraba novelas en la tele: Rosa de Lejos, Los Ricos Tambin Lloran, Herencia de Amor, Un Mundo de Veinte Asientos e incluso ya ms para este lado Caf Con Aroma de Mujer.En mi casa haba que cuidarse mucho de lo que veas, porque la ficcin tambin era sntoma incontrastable de ser redondamente puto. En la tele, para ser hombre, haba que ver ftbol, frmula uno, bsquet, tenis y turismo carretera. Mi mam y mi hermana tenan derecho a las artes menores, pero no yo.Una tarde de domingo, sin embargo, mi pap me descubri en un descuido tan grande, que desde entonces dej de escribir versos y la vergenza me dura hasta hoy. Jugaban Boca-Rcing, en directo por TyC Sport. Yo ya no era tan chico, ni siquiera viva en Mercedes. Pero me gustaba ir los fines de semana a ver el ftbol. El partido empezaba a las 18:10. Mi pap tena un campeonato de tenis en La Liga y llegara muy sobre el partido. Invit a mi mejor amigo el Chiri a ver el clsico a casa, pero antes nos alquilamos "La Muerte de un Viajante"; la de Dustin Hoffman.Hicimos las cuentas, y decidimos que la peli acabara antes de que empezara el superclsico (y sobre todo antes de que llegara Roberto, que no deba vernos mirando cosas de mujeres). No tenamos en cuenta que la cinta era una versin para televisin, y duraba 130 minutos. Ay, qu error!El partido empez puntual, y nosotros todava estbamos en la escena en donde Willy Loman, ya viudo, hace el monlogo final frente a la tumba de su esposa. Para peor, Roberto Casciari vena a cien por hora en el auto, porque el Turco Garca haba metido un gol en el minuto cuatro. Vena enloquecido, escuchndolo por radio a las puteadas (odia llegar tarde al ftbol), y deseoso de poder verlo junto a su hijo, su nico vstago varn, su orgullo.Cuando mi pap lleg a casa y entr al comedor, dando por hecho que nos encontrara al Chiri y a m con dos cervezas en la mano, con cara de camioneros, mirando el partido a los gritos, encontr a dos pelotudos ya grandes llorando a moco tendido, en la semi penumbra, posiblemente abrazados, con los ojos en compota porque haba muerto Linda Loman (Kate Reid, espectacular), y envueltos en una msica tristsima, compuesta por Alex North, que invada con ritmo amariconado toda la casa.Se qued seco Casciari, estaqueado abajo del marco de la puerta. No s qu pens. Nunca se lo pregunt. Creo que desde entonces nunca ms hablamos, mi padre y yo. Le tembl un poco el labio, el de abajo:Qu haaacen? dijo casi para s, alargando la "a" como un lamento, como si le estuviesen dando una pualada en el medio del rbol genealgico. Nosotros, el Chiri y yo, llenos de vergenza, pusimos rapidito TyC Sport y nos quedamos chito, con el clima asfixiante de Arthur Miller todava retumbndonos en la cabeza y aplastndonos de tristeza el corazn, con las lgrimas que no podan dejar de brotar, viendo de repente en la tele a gente que se llamaba Borelli, Ortega Snchez o Rben Paz, corriendo como locos atrs de una pelotita.(Cuando escribo este recuerdo, les juro, me tiemblan las manos y un sudor ominoso me recorre el cogote.)Todos los aos de haber escondido las poesas, de haber puesto cara de hombre frente al dolor, de haber ido a rugby los sbados por la maana a que me pegaran patadas en la cabeza sin motivos, de haber tomado vino tinto y haber aprendido chistes verdes para repetir delante de Roberto, todo ese esfuerzo, Dios mo!, lo acababa de tirar a la basura, as, como una rosa deshecha por el viento... As, como una hoja reseca por el sol. As, como se arroja de costado un papel viejo... Esa tarde de domingo, aciaga e inicitica, dej de escribir poesa para siempre.

martes 18 de mayo, 2004Acordate de olvidarte Tengo la teora de que la carcaza de la cabeza tiene un espacio limitado, y que cada vez que memorizs una informacin, otra informacin ya antigua se cae, se pierde, se muere. Pero escogemos lo que borramos, o eliminamos al azar? Elegir lo que vamos a olvidar es lo que diferencia a los humanos de los primates y de las cajeras del Carrefour.Por ejemplo conocs a alguien y te dice: "Hola, me llamo Carlos". Como sabs que durante toda la conversacin vas a tener que recordar ese nombre para no quedar como un desubicado, lo memorizs: "carlos, carlos, carlos...". A continuacin, con el objeto de dejar espacio y que la cadena de caracteres "carlos" te entre cmoda en el cerebro, das de baja otro recuerdo al azar, por ejemplo la marca del segundo auto que tuvo tu pap. Amiocho, Amioch, Amio, Ami, A... Plop!.Hasta ah vamos bien. Pero qu pasa cuando quers memorizar una imagen pesada, un culito inolvidable que va por la calle, por ejemplo? Ocurre que tens que borrar algo tambin de mayor valor, ms o menos de 100k. Yo, por ejemplo, cuando veo un culo recordable, elimino automticamente de la cabeza a dos o tres compaeros de la primaria, que los tengo ah guardados al pedo. Ojo! No slo hay que olvidarse los apodos, sino de todo: la cara, la voz, el apellido... (Un apellido espaol pesa 32bytes; un apellido ruso, 4k.)Si ayer, mircoles 26, tuviste un da movido y hoy te quers acordar del da enterito, lo mejor es que borres algn pasaje tonto de los aos ochenta. Recomiendo eliminar algn da de invierno, que casi nunca pasaba nada. Cuidado, no elijas 1982 o 1986 porque haba Mundial, y capaz que te olvids de algn partido importante.Otro buen consejo es zipear, sobre todo en la poca de estudiante. Cuando sos adolescente, empezs a ver a las primeras chicas en pelotas, tens alucinaciones interesantes con cido, tus amigos tienen caras graciosas; es decir: casi todo lo que te pasa est bueno. Por eso cuesta tanto estudiarse de memoria los nombres de los ros de Argentina. En esas pocas te conviene usar la mnemotecnia.zip o directamente el machete.rar (y despus del examen eliminar los archivos