selección de textosmb5 -...
TRANSCRIPT
Las figuras
DIRK SNAUWAERT
El desarrollo de la obra de Marcel Broodthaers fue discontinuo, paralelo a
los cambios en el arte de los 1960 y 1970. Sin embargo, aunque las imágenes
de Broodthaers a menudo fluctuaban en relación con las tendencias y modas
cambiantes, funcionando como un comentario de ellas, había varios temas
recurrentes, uno de los cuales era la letra o el número: pintado, escrito, impreso.
Como poeta, Broodthaers había tratado estos materiales en la construcción
de un texto. Al seguir siendo poeta a lo largo de toda su carrera artística, siguió
ocupado con las letras y los números: escritos o impresos, positivos o negativos.
Usada por primera vez a fines de 1966, la designación “Fig. 1, 2, 3…”
persistió hasta las últimas obras. Broodthaers usó esta designación en sus
grandes montajes (por ejemplo, Théorie des Figures), en sus libros (Charles
Baudelaire. Je hais le mouvement qui déplace les lignes), en proyecciones de
diapositivas, películas y dibujos.
Al rastrear los orígenes de Broodthaers como artista, llegamos a las obras
con cascarones de huevo, conchas de mejillón, y frascos con fotos, pero en ellas
evitaba usar los objetos como símbolos codificados, es decir, como elementos
con significados fijos. Despojados de sus funciones cotidianas, recibían un
nuevo significado dentro de un contexto artístico. Sin embargo, para evitar que
fueran vistos con cierta perspectiva estética (la del readymade de Duchamp),
respetó sus cualidades específicas. Broodthaers seleccionaba cuidadosamente
sus objetos en base a sus características como marcos, moldes y vacíos. Al
presentarlos únicamente en confrontación de unos con otros, construía una
relación discursiva sin recurrir a las palabras.
Obviamente la manera de trabajar de Broodthaers y sus frecuentes
referencias conducen a Magritte, quien también yuxtaponía objetos cotidianos
reconocibles inmediatamente unos con otros, obteniendo así situaciones nuevas
y desconocidas, y socavando el significado convencional de cada objeto. En
“Las palabras y las imágenes”1, Magritte escribió: “Las figuras vagas tienen un
significado tan necesario y perfecto como las precisas”. Bajo este enunciado
está el dibujo de una figura indefinible junto a la de un cubo. En las otras
proposiciones de “Las palabras y las imágenes”, Magritte usó los términos objeto,
imagen, forma, palabra y nombre, junto con el término figura. Al parecer la última
puede considerarse una síntesis de todas las otras. Esto nos permite definir la
palabra figura como “ilustración”, “imagen” o “gestalt”.
Aunque por lo general Broodthaers usaba palabras con diversos y
ambiguos significados, su uso de figura puede dilucidarse de la siguiente
manera: se aplica a la etapa de observación donde las cosas están a punto de
ser nombradas, cuando el objeto está a punto de conectarse con un concepto.
Figura implica entonces ver, observar, pero aún no explicar. A diferencia del
símbolo, que se reconoce y se define dentro de un discurso, la figura está
abierta y sin construir. En este sentido corresponde con la obra de arte, que
también es abierta y ambigua, y opera evadiendo las definiciones. Figura no
puede reducirse a un único significado. La figura tiende hacia lo real, mientras
que el símbolo se origina a través de un signo visual. Figura implica enfatizar la
experiencia desestructurada del objeto. La inscripción de Broodthaers, “Fig.”,
indica la ubicación de un objeto entre la observación y la traducción a imagen.
Broodthaers usaba la inscripción “Fig.” a la manera de un sistema didáctico
con fines pedagógicos, sistema originado en enciclopedias y diccionarios, donde
es usada como el vínculo entre un símbolo (a menudo geométrico) y una palabra,
o entre una ilustración y el pie de la misma: fig. 1 trata de esto, fig. 2 de aquello,
y demás. En el caso de Broodthaers, la imagen u objeto no está vinculado por
ningún pie a la indicación “fig.” Alternaba los números 0, 1, 2, 21 o las letras A y
B, pero nunca de una manera sistemática y claramente legible.
1René Magritte, “Les mots et les images”, La Révolution Surréaliste, no. 12, diciembre de 1929, p. 32.
En el museo Mönchengladbach se puede ver una caja de cartón, un reloj,
un espejo, una pipa, también una máscara y una bomba de humo, y uno o
dos objetos más que en este momento no recuerdo, acompañados por la
expresión: Fig. 1 ó Fig. 2 ó Fig. 0, pintada en la superficie de exhibición
abajo o al lado de cada objeto. Si hemos de creerle a la inscripción,
entonces el objeto adquiere un carácter ilustrativo que hace referencia a
una especie de novela sobre la sociedad. Estos objetos, el espejo y la pipa,
sujetos a un sistema de numeración idéntico (o la caja de cartón o el reloj o
la silla), se vuelven elementos intercambiables en el escenario de un teatro.
Su destino está arruinado. Aquí obtengo el deseado encuentro entre
diferentes funciones. Una doble tarea y una superficie legible –madera,
vidrio, metal, tela–, articularlas moral y materialmente. Jamás hubiera
obtenido esa clase de complejidad con objetos tecnológicos, cuya
especificidad condena a la mente a la monomanía: arte minimalista, robot,
computadora.
Los números 1, 2, 0 aparecen figurativamente. Y las abreviaturas
Fig., pobres en significado2.
Esta declaración, el único comentario programático de Broodthaers sobre
su uso de la inscripción “Fig.”, se refiere a la Théorie des Figures, un conjunto de
objetos exhibidos en el Museo Mönchengladbach en 1971. Théorie des Figures
es un ejemplo central de una serie de obras que incluye las instalaciones Pipe et
Formes Académiques (1969-1970), Ma Collection (1971), Section des Figures
(1972), Fig. A, Fig. 2 (1972), y la película Le Poisson (1971), el libro Charles
Baudelaire. Je hais le mouvement qui déplace les lignes (1973), y la sala
Figures-Figuren en la exposición Eloge du Sujet (1975). El conjunto Théorie des
Figures representa a la “Section Cinéma” (originalmente instalada en un sótano
en Düsseldorf en 1970) del Musée d’Art Moderne, Département des Aigles. Allí
servía de decoración de un cuarto, pintado de negro, en el que las películas de
2Marcel Broodthaers, “Diez mil francos de recompensa”, p. 43.
Broodthaers se proyectaban sobre una pantalla también cubierta de
inscripciones “Fig.” aplicadas con plantilla en intervalos regulares.
En el que posiblemente sea el ejemplo más antiguo, el dibujo Brusquement,
1966-1967, Broodthaers combinó las inscripciones “Fig.” con un cuadro azul y
uno rojo, alternando los símbolos escritos “Fig. 1” y “Fig. 0” con los cuadros,
marcados “Fig. 1” y “Fig. 2” respectivamente. Después de una pausa, siguen las
Figs. 1 a 6. En la placa Pipe et Formes Académiques, las Figs. 1 a 10 aparecen
bajo formas estereométricas y la pipa, igual que en Ma Collection, donde las
Figs. 1 a 24 son colocadas bajo las fotografías de los catálogos. No fue sino
hasta Théorie des Figures que Broodthaers empezó a usar “Fig. 12”, y poco
después “Fig. 21” y “Fig. A”. El sistema de referencia gradualmente se va
volviendo más complejo, del intercambio de 1 y 0 a la combinación de 12 y 21, y
la introducción de otro sistema de signos con la letra A. La relación de oposición
0/1 da paso a la enumeración de diferentes significados.
Suzanne Langer afirma que hay un principio fundamental en la base de la
razón humana: la capacidad de simbolización.
El símbolo se entiende en su doble significado: por un lado como se usa en
las matemáticas y la lógica. Ahí, los símbolos se distinguen de los hechos.
Las construcciones matemáticas son construcciones simbólicas; sólo
tienen significado dentro del sistema matemático de números. El uso de
símbolos está basado en una convención. Por otro lado, en el sentido
psicológico y filosófico, el símbolo indica la imaginación humana donde el
significado-estructura producido mediante la reflexión sobre un primer
hecho se transfiere a un segundo hecho, el símbolo. Este proceso se basa
en la analogía3.
El uso variable de los números con relación a los símbolos en diccionarios y
enciclopedias se basa en este proceso de analogía.
3Suzanne Langer, Philosophy in a New Key, Harvard University Press, 1942, Cambridge, Massachussets, p. 24.
Pipe et Formes Académiques tomaba una postura de oposición radical ante
este método reduccionista contrastando las figuras geométricas con un símbolo
de un campo diferente: la pipa de Magritte.
La idea de que la estructura del mundo se puede entender mediante una
reducción a estructuras geométricas es una postura que, en el siglo XIX, tuvo
cierta difusión. Las inscripciones “Fig.” parecen salidas directo de los manuales
de dibujo del siglo XIX de los métodos de Riz-Paquot, Guillaume, Darches o
Malaval4. Los manuales (también ilustrados con dibujos e inscripciones “Fig.”)
enseñaban una manera de dibujar basada en líneas rectas para inculcar un
lenguaje de signos para uso diario: tanto para diseño industrial como para fines
estéticos.
Alrededor de 1968, llegó a Europa una oleada de arte minimalista
norteamericano. Broodthaers definió su postura contra este movimiento en obras
como Il n’y a pas de structures primaires (1968). Varios artistas minimalistas
usaban simples formas geométricas (¿formes académiques?), que acomodaban
en secuencias seriales o modulares. Al final de la declaración antes citada,
Broodthaers hace una conexión graciosa y provocadora entre el arte minimalista
y las formas de inteligencia artificial del robot y la computadora. El “pensamiento”
de una computadora digital sólo permite las relaciones mutuas entre el 0 y el 1
(mientras que Broodthaers abandona el 0 y 1 después de Brusquement y
cambia a 0, 1, 2, 12, 21, A). Los datos fácticos son reducidos a combinaciones
numéricas que, en serie, pueden variar infinitamente. El arte minimalista parecía
haberse reducido a modelos formales, regidos sólo por una lógica interna.
Broodthaers fue más allá del principio de una relación meramente formal y
binaria presentando sus inscripciones “Fig.” en relación a objetos o imágenes
reales. Sus combinaciones de números hacen referencia a una complejidad en
los patrones de pensamiento, un ataque frontal al principio binario (0, 1) que
introduce la simplicidad y la estabilidad a un ámbito tan complejo como la
estructura de la representación humana.
4Ver Molly Nesbit, “Ready-Made Originals: The Duchamp Model”, October, no. 37, verano de 1986, p. 163.
Según Broodthaers, la inestabilidad de su uso de la abreviatura “Fig.”
incomoda al espectador5. Y es precisamente el significado de la palabra figura lo
que da paso a una descripción del enfoque de Broodthaers de los objetos.
Como se explica anteriormente, figura indica la distancia entre el momento
de ver y la transformación en símbolo. Así, en el conjunto Théorie des Figures,
los objetos siguen definidos por su función, textura y forma, y al mismo tiempo
se vuelven objetos discursivos en el contexto establecido por las inscripciones.
En la medida en que se vuelven legibles, parecen perder sus cualidades de
objeto. La repetición de las mismas inscripciones altera las normas de lectura.
(En por lo menos dos casos, “Fig. 0” se usa para identificar lo que obviamente es
una referencia clave de la serie de inscripciones discursivas. Así, en Ma
Collection, 1971, aplica a una fotografía de Stéphane Mallarmé. Y en Section
des Figures, 1972, “Fig. 0” identifica al único objeto de la exposición que no
representa a un águila: un paisaje anónimo con un castillo. Broodthaers le
asignó al cuadro una leyenda tomada de uno de sus primeros poemas, “O,
mélancolie, aigre château des aigles”).
El libro Charles Baudelaire. Je hais le mouvement qui déplace les lignes es
una de las obras más herméticas de Broodthaers. En la primera página, el
poema de Baudelaire “La Beauté” aparece con uno de sus versos, “Je hais le
mouvement qui déplace les lignes” (“Odio el movimiento que desplaza las
líneas”), impreso en rojo. La página está inscrita “Fig. 1”. En la parte inferior de
las siguientes páginas donde uno esperaría un pie, aparece la siguiente palabra
en la secuencia del verso. En cambio, el campo de la página, donde uno
esperaría una imagen o texto, contiene una serie de inscripciones “Fig.” en
intervalos regulares. “La beauté” aparece otra vez completo en la última página,
esta vez con “les étoiles”, impreso en rojo, en vez de “toutes les choses” en el
penúltimo verso6. Esta página está inscrita “Fig. 2”.
5Ver Marcel Broodthaers, “La figura 0”, texto leído a propósito de la proyección de la película La clef de l’horloge, en el Museo Mönchengladbach en 1971.6La última estrofa del verso dice: “Car j’ai, pour fasciner des dociles amants,/ Des purs miroirs qui font toutes choses plus belles:/ Mes yeux, mes larges yeux aux clartés éternelles!” (“Porque tengo, para fascinar a esos dóciles amantes/ Puros espejos que
Quizá la mejor recapitulación de las conclusiones de Broodthaers con
respecto a su teoría de las figuras sean dos declaraciones posteriores. En el
reverso de dos números recortados de cartón, un 0 inscrito con “Fig. 0”, “Fig. 1”
y “Fig. A”; y un 1 con forma de chimenea humeante, escribió: “Una teoría de las
figuras sólo serviría para dar la imagen de una teoría. ¿Pero la Fig. como una
teoría de la imagen?” (1973-1974). Y en un texto usado como portada de una
revista en 1972, escribió:
Visión
según la cual una teoría artística funcionará para el producto artístico de la
misma forma en que el producto artístico en sí funciona como anuncio del
sistema bajo el que fue producido. No habrá más espacio que esta visión
según la cual, etc. …
Aprobado por
Marcel Broodthaers7
vuelven todas las cosas [“las estrellas” en la versión de Broodthaers] más bellas:/ ¡Mis ojos, mis grandes ojos de claridades eternas!”).7Marcel Broodthaers, Interfunktionen, no. 11, otoño de 1972, Colonia, portada.