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Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales ISSN: 0186-0348 [email protected] Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora México Taylor Hansen, Lauwrence Douglas El proyecto para la colonización de la región de Colnett, Baja California, con inmigrantes extranjeros durante el porfiriato Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales, núm. 69, septiembre-diciembre, 2007, pp. 37-60 Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora Distrito Federal, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=319127424003 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Secuencia. Revista de historia y ciencias

sociales

ISSN: 0186-0348

[email protected]

Instituto de Investigaciones Dr. José María

Luis Mora

México

Taylor Hansen, Lauwrence Douglas

El proyecto para la colonización de la región de Colnett, Baja California, con inmigrantes extranjeros

durante el porfiriato

Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales, núm. 69, septiembre-diciembre, 2007, pp. 37-60

Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora

Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=319127424003

Cómo citar el artículo

Número completo

Más información del artículo

Página de la revista en redalyc.org

Sistema de Información Científica

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Lau.rence Douglas Taylor Ha12Se12

Investigador del Departamento de Estudios Culturales de El Colegio de la Frontera Norte. Esdoctor en Historia por el Colegio de México (1990). Sus áreas de interés en la invesrigación tratan

acerca de la hisroria de la región fronreriza entre México y Estados Unidos, así como de las relacio­nes culturales rransfronterizas.

Resumen

Se analizan las actividades de la Compañía parala Colonizaci ón de Colnetr, empresa dependien­te de la Internarional Company ofMex:ico(Com­pañía Internacional de México), que fue estable­cida con el propósito específico de colonizar e!área del cabo Colnerr en Baja California. Se exa­minan, en particular, los resultados de sus es-

fuerzas, así como las razones de! fracaso del pro­yecro. También se analiza el caso de un grupoparricular de colonos que tuvieron más suerteque otros -Harry Johnson, de origen noruego,y su familia-, así como sus contribuciones aldesarrollo de la región .

Palabras clave:Baja California, colonización , Colnett, Colnert Colonization Company, Harry Johnson.

Fecha de recepción:febrerode 2006

Fecha de aceptación:noviembrede 2006

The Project for the Colonization of theRegion of Colnett, Baja California, with

Foreign Immigrants during the Porfiriato

Lawrence Douglas Taylor Hansen

Rescarcher at che Departmenr of Culcural Studies ar El Colegio de la Frontera Norte. Ph. D. inHisrory from El Colegio de México (1990). Areas of interese in research include che history of theborder region bcrween Mexico and the Unired States as well as rransborder cultural relarions.

Abstraer

This research analyzes rhe acriviries of che Com­pany for che Colonization of Colnerr , a firmowned by rhe Internarional Company of Me­xico, esrablished for che specific purpose of colo­nizing che area of Cape Colnett in naja Cali­fornia. Particular ernphasis is plaeed on che

results of its eíforts as well as the reasons forche failure of the projeer. Ir also analyzes checase of a particular group of chese sertlers whowere luckier rhan rnosr -Harry )ohnson, ofNorwegian descent, and his family- as well asrheir conrributions ro rhe region's developmenr.

Key words:Baja California, colonizacion, Colnett, Colnett Colonizarion Cornpany, Harry )ohnson.

Final subrnission:February 2006

Acceptance:November 2006

El proyecto para la colonización de la regiónde Colnett, Baja California, con inmigrantes

extranjeros durante el porfiriato!

Lawrence Douglas Taylor Hansen

En general, respecto a las actividadesde las compañías colonizadoras en

. la península de Baja California, loshistoriadores han afirmado que los esfuer­zos para arraer a colonos a la región fra­casaron principalmente debido al carácterespeculativo de estas empresas, así como asu incumplimiento de las obligaciones es­tipuladas en los contratos de deslinde ycolonización que firmaron con el gobiernomexicano.

Aunque esta observación tiene muchavalidez en rérminos generales, tamhiénhay que señalar que la historia de los es­fuerzos colonizadores de estas empresas enla península es bastante compleja, por loque merece ser estudiada con más detallecon el fin de tener una evaluación másprecisa y balanceada en torno al tema. Enrealidad, las compañías colonizadoras ope­raban bajo condiciones y circunstanciasmuy difíciles, que en muchos casos no de­pendían de ellas . Si bien los resultadosde sus actividades distaban considerable­mente de lo que tanto ellas como e! go­bierno mexicano habían fijado como me­tas, no todos sus esfuerzos fracasaron.

El presente trabajo consiste en un aná­lisis del caso de un proyecto colonizador

1 En la actualidad, el área en cuestión se conocecomo el cabo Colonet o punta CoJonet.

en particular, el que fue llevado a cabo porla Colnerr Colonization Company (Com­pañía para la Colonización de Colnett),empresa dependiente de la InternarionalCompany of Mexico (Compañía Interna­cional de México),que fue establecida paracolonizar el área del cabo Colncrr en BajaCalifornia. Se consideran las circunstan­cias que condujeron al establecimiento deesta compañía, sus esfuerzospara colonizarla región en cuestión, así como los resulta­dos del proyecto y las razones de su colap­so en general. También se examinan loslogros de un gmpo de colonos en particu­lar -Harry Johnson, de origen noruego,y su familia-, que constituyeron una ex­cepción notable a la historia general de lacolonia y que tuvieron un impacto pro­fundo y duradero sobre el desarrollo pos­terior de la entidad.

LA pOLfTlCA COLONIZADORA PORFIRIANA

Para comprender cabalmente las circuns­tancias por las cuales surgió la coloniaintregrada por inmigrantes extranjeros enla región del cabo Colnett, es precisoanalizar la política de! gobierno del pre­sidente Porfirio Díaz con respecto a lainmigración y al desarrollo económico delpaís.

Secuencia [39] núm. 69, septiembre-diciembre 2007

D urante la primera m itad del sig loXJX en México, la elite go bername criolla,part icularmente bajo la influencia de escri­tores como J osé María Luis Mora (1794­1850), mantuvo que la inm ig ración ex­tran je ra ofrecía la m ejor opci ón parapromover e! desarrollo del país. Desde fi­nales de! virreinato, cuando el viajero ale­mán Alejand ro van Humboldt había es­crito su Ensayo político sobre el reino de laNueva Espaila -el primer análisis geog rá­fico detallado del país- , se aseguraba queen México existían cant idades enormes derecursos naturales que podrían ser explo­tados por manos hábiles y labor iosas parael beneficio de la nación en general. Dadoque en México se carecía de brazos paratrabajar, se razonaba que había que traerlosde fuera. Para Mora y otros libe rales, Es­tados Unidos, e! mayor país receptor deinmigrantes en aquel tiempo, podría servircorno un modelo de desarrollo para Méxi­co. Con e! fin de incrementar y renovar lapoblación mexicana, que era mayorm ent eindígena, se consideraba que era necesariopromover la inmigración extran jera, prefe­rentem ente de los países europeos ."

Años después de la derrota del país enla g uerr a con Estados U nidos (1 84 6­1848), el tema de la inmigración se volvióespecialmente importante como una posi­ble solución para la colonización de los te­rritorios inmensos y escasamente pobladosdel norte del país. Existía la posib ilidad deque el gobierno de Estados Unidos inten­tara apod erarse -por medio de la comprao la fuerza- de ot ras partes de esta reg iónyel pobl ami ento de México podría servirpara impedi r tales am biciones. Sin em­bargo, aunque el gobierno mexicano qu e-

2 Mora, Obras, 1986 , r. IV, pp. 116-12 3, YH ale,Liberalismo, 1999, pp . 193-297.

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ría estimular la inm igración extranjera, nocreía conveniente qu e los csrad unidensesfueran considerados corno colonos, sobretodo en las áreas fronterizas del norre.:'

La Con sti tuci ón de 1857, que fue laculm inación de! movim iento de la refor­ma liberal en México, incluía varias provi­siones diseñadas para atraer a los extran­jeros como inversionistas e inmigrantespotenc iales. Se garantizaba, en el artículo11 de la misma, la libertad para viajar tan­ro a nacionales corno a extranjeros, por lotanto se acabó con el anr iguo requer i­miento de las llam adas "cartas de segu­ridad", como cédula personal o de iden­tidad . Se otorgaba, a través del artículo30 , la ciudadan ía a aquellos extranjerosque adquirieran bienes raíces o inmueblesen México. También les garant izaba a losextranjeros en general los mismos derechosde que disfrutaban los mexicanos, inclu­yendo la libertad de cultos."

Para elporfir iato (1877-19 ] 1) todavíaseguían vigentes las antiguas ideas libe­rales que da taban de la época de Mora entorno a lo que se requería para que el paísprog resara. El problema del desarrollo, se­g ún justo Sierra, uno de los estadistas másdestacados del porfiriato , "sólo podía co­rregirse con grandes cantidades de hierroministrado en forma de ferrocarriles y gran­des dosis de sangre fuert e, min istrada enforma de inmig raci ón"." Al ig ua l g ueen el caso de los ideólogos liberales del

3 Fuller, M()L~JJlent, 1969, pp. 137-1 59, Y Lam­berr, "AII-Mexico", 1973, p. 170.

4 Dublán y Lozano, Legislacion, 189(,-19 10, r.VlII, p. 95. y Zarco, Historia , 1956. pp . 699-794 ,1348- 1349, 1359.

5 Cit ado en H ale, Transf ormaaon, 1991 , p. 386.Véase tamb ién Gonz ález, Extranjeros, 199.~ -1 994, t .

11 , pp. 59-71.

LAWRENCE DOUGLAS TAYLOR HANSEN

periodo antes de la reforma, se considerabaque el problema de la escasez de habitan­tes era particularmente grave en las zonaslimítrofes del norte de México, en donde,a inicios del porfiriato, aún podían hallarseáreas muy poco pobladas. Por lo tanto, elgobierno de Díaz decidió dar un nuevoimpulso a la rarea de promover la inmi­gración y el poblamiento del país. La "co­lornanía", como el historiador GermánCarrera ha denominado esta política, llegóa su máximo desarrollo durante este pe­riodo ."

En general, durante el porfiriato, se pen­saba que los inmigrantes deberían prove­nir de Europa. Algunas personas, especial­mente entre los conservadores, aseverabanque los inmigrantes de origen latino, comolos franceses, españoles e iralianos, podíanser los más indicados. Argumentaban queno sólo eran más adaptables a la cultura ya las condiciones en México, sino tambiénpodían servir como un contrapeso a la in­fluencia estadunidense, sobre todo en lasregiones fronterizas del narre. Sin embar­go, al mismo tiempo también existíanpropuestas para traer colonos de otras re­giones de Europa, como Bélgica, Alema­nia, Suiza, el imperio austro-húngaro, Ru­sia, así como de los países de Escandinavia.El gobierno también esperaba estimularla inmigración, mediante la repatriación,de una parte de los miles de mexicanosque residían en Estados Unidos.?

Algunas de las personas que abogabanen favor de la inmigración extranjera aMéxico argumentaban que era más irnpor-

(,Carrera, "Colonomanía" , ] 957 , p . 609, y Gon­zález, Presidentes , ]966, t . 11, p. 37.

7 González, "Hombre", 1956, p. 140; González,Colonización,1960, p. 29, YExtranjeros , 1993-1994 ,t.]J, pp. 129, 151-163, 189-196.

tante estimular la inmigración de personasque podrían trabajar en las áreas rurales enlugar de en las ciudades," Uno de los másdestacados promotores de esta idea fue elingeniero Roberto Gayol y Soto (1857­1936). En 1906, Gayol publicó el estudiotitulado Dosproblemas de vital importanciapara México: la colonización y eldesarrollo dela ürigación, en el cual opinaba que el go­bierno debía intentar reclutar granjerosde regiones como el narre de Italia, Espa­ña , Polonia y Sudáfrica. Se pensaba quelos inmigrantes extranjeros podrían traeral país algunas de las herramientas y ma­quinaria agrícola más modernas, así comoenseñar a los campesinos mexicanos técni­cas de cultivo cientfficas.?

A pesar de estas preferencias por partedel gobierno porfiriano hacia los inmigran­tes potenciales, los cambios en las rela­ciones entre México y Estados Unidos du ­rante este periodo, así como con respectoa la actitud del gobierno mexicano hacialos grupos religiosos no católicos, crearonposibilidades para que las áreas del nortedel país fueran pobladas con inmigrantesextranjeros de una gran variedad de nacio­nalidades, incluso de Estados Unidos.

Para la década de 1880, las antiguaspropuestas para extender el territorio deEstados Unidos más hacia el sur habíansido reemplazadas en gran parte por otrapolítica que tenía como objetivo el pro­mover la penetración económica estaduni­dense en México. Con el propósito de

H De hecho, la gran mayoría de los inmigramesextranjeros a México, durante las últimas dos décadasdel porfiriato, se asentó en lasciudades. Mejía, Polttk«,1979, p. 244, y GonzáJez, Extranjeras, 1993-1994, t.11, p. 201.

9 González, "Hombre", 1956, p. 146; González,Colonización, 1960 , p . 29, e Historia, 1990, p. 16:3.

LA COLONIZACiÓN DE LA REGiÓN DE COLNETT, BAJA CALIFORNIA 41

atraer a México cap ita l para la const ruc­ció n de ferrocarriles, establecer nu evosmercados para los productos de México y,en general, acelerar el desarrollo del país,el gobierno de Díaz proporcionó a los in­versionistas extranjeros - principalmenteestad unid enses- generosos subsid ios yconcesiones. Como parte de est a polít ica,D íaz tam bién permitió que los estaduni­denses y otros extranjeros compraran terre­nos en los estados del norte y el ter ritoriode Baja California. 10

En México, durante el porfiriaro, tam­bién hubo cierto relajami ento en cuanto ala relig ión . El gobierno de Díaz t rat ó dem itigar, lo mejor que pudo, los efectosde las Leyes de Reforma contra la Igl esiacatólica. También permitió que los misio­neros de las Igl esias protestantes ope raranlibremente en México y les prometió quela libert ad religiosa sería respetada. Esteclima de creciente tolerancia ayudó paraque los líderes de los grupos de rn igra ntesde otras religiones - por ejemplo, en el casode los mormones y los grupos protestan­tes- sintieran menos preocupación por es­tablecerse en un país en que la gran mayo­ría de los habitantes era cat ólica.l '

LaSecretaría de Fomento del gobiernodel presidente Manuel González, bajo ladirección del ministro Carlos Pachec o,opinaba que sería mucho más barato y efi­cieme si la colonización y el deslinde deterrenos fueran llevados a cabo por la ini­ciat iva privada. En general , según Pache­ca, las colonias fundadas por empresas par­ti culares eran mucho m ás prósperas yexicosas que las establecidas por el gobier-

10 Callaban, American, 1932, pp . 331, 409-4l 7,501-505 .

11 Schmitr, "American", 1983, pp . 88-93, YBas­tian, Disidentes, 1989 , pp . 25-32, 184 .

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no. El papel de este , argumentaba Pache­co, deb ería ser lim itado a especificar o de­signar los terrenos disponibles para la co­lonización , los cuales tendrían que serdeslindados y fraccionados ames de ven­derlos a los colonos. Pacheco op inaba queesta tarea podría ser encargada a compa­ñías parti culares.' ?

El gobierno creía que era convenienteque las compañías deslindadoras fueran ala vez colonizadoras; como recompensapor el trabajo de deslinde, la compañíaparticular podría quedarse con un terciode los terrenos desl indados. El go biernoconsideraba que esta provisión era nece­saria para garantizar el compromiso de laempresa en la valori zación de la tierra yen la obtención de colonos. Como Pachecolo expresó, esa táctica era la más adecuadapara aquellos casos en que "el territorio esextenso y el erario pobre".13 Como en elcaso de otros pa íses, el gobie rno tambiénpodría facilitar el traslado a México de losinmigrantes pobres alsuministrarles los me­dios para dejar su país -oferra qu e el go­bierno mexicano nun ca ejerció en la prác­t ica- y otorgarles franquicias especiales,como exenciones de impuestos y de serviciomilitar, tierras e inst rument os de labranzaa plazo, entre ot ras propuestas de este gé­nero. !? Estas ideas y consideraciones fue­ron incorporadas a la Ley de Coloni zacióndel 15 de diciembre de 1883, que fue lamás amplia de las disposicion es legalessobre el tema hasta aquel ent onces y queestableció las pautas para las leyes subse­cuentes sobre bald íos de 1894 y 1902.15

12 Pacheeo y Sánchez, Conmnersia, 199 7, pp. 71-73.13 !bid., pp. 74-83.l. !bid., pp. 72, 82 ." "Ley para la colonización y el deslinde de re­

rrenos baldíos en la república mexicana, México, 15

LAWRENCE DOUGLAS TAYLOR HANS EN

Los factores delineados anteriormentecrearon condiciones favorablesque estimu­laron la migración a México -y particular­mente a la península de Baja California-,de personas que no sólo eran católicas o deculturas que compartían característicassemejantes a la mexicana, sino de una va­riedad de países extranjeros. El gobiernode Díaz consideraba que los inmigrantesque llegaban a Norteamérica desde Euro­pa durante este periodo, de los cuales va­rios eran de origen campesino, encajabanbien con el tipo de inmigrante, tanto porla cuestión de procedencia u origen comopor la de oficio o profesión, que se conside­raba más adecuado para los propósitos dela colonización en el norte del país.

LA COMPAÑÍA INTERNACIONALy LA FUNDACIÓN DE LA COLONIA COLNETT

La colonia Colnett fue establecida comoparte de los proyectos de colonización lle­vados a cabo por la empresa InternationalCompany ofMexico (Compañía Interna­cional de México) .

La Compañía Internacional fue organi­zada a consecuencia de la llamada Conce­sión H üller de 1883. En este año, el mis­mo año en que el gobierno de Gonzálezaprobó la Ley de Colonización, el gobiernofederal otorgó a TelésforoGarcía, empresa­rio de origen español, y a otros tres socios,un contrato para deslindar las tierras deBaja California al norte del paralelo 29° .Poco después, García traspasó la tercera

de diciembre de 1883", en ibid , pp. 111-119, YMe­jía, Política, 1979, pp. 257-269. Las anteriores leyessobre baldíos son las que decretaron los liberales bajoBeniro Juérez en 18()3 y la del gobierno de SebasriánLerdo de Tejada en 1875.

parte de su contrato a Luis Hüller, empre­sario alemán naturalizado como mexicano,quien tenía muchos contactos e influenciascon las autoridades en la capital. En 1881,se había convertido en socio del estad u­nidense George Harnilton Sisson, un abo­gado de Michigan, para el desarrollo devarias concesiones para la explotaciónde mineraJesl guano en las islasdel golfo deCalifornia. 1

En julio de 1884, Hüller logró que sucontrato se convirtiera en una concesiónpara deslindar y colonizar los terrenos bal­díos desocupados. Poco después compróa la compañía de Adolfo Büller la conce­sión para explotar los terrenos comprendi­dos entre los paralelos 28° y 29°. De estamanera, Hüller y Sissons adquirieron losderechospara la explotación de todos los te­rrenos del Distrito Norte de Baja Califor­nia, entre los paralelos 29° y 32°32', queno se encontraban en manos particulares.También adquirieron los derechos para laexplotación de los recursos de la isla eleCedros, ubicada en el océano Pacífico unpoco al norte del paralelo 28°, así comopara explotar los recursos minerales y lapesca a lo largo del litoral peninsular. 17

La Compañía Internacional fue organi­zada en marzo de 1885 por el estadu­nidense George Hamilron Sisson, un abo­gado de Michigan, y por Hüller, juntocon algunos empresarios mexicanos. Laoficina matriz de la compañía se ubicabaen Hartford, Connecricur, y la tesorería enNueva York, con sucursales en San Fran­cisco, San Diego, Londres, Hamburgo yMéxico. Edgar T. Welles , dirigente de la

16 Kea rney, "American", 1944, pp . 63, 65, YMartínez, Historia, 1991, pp . 461-462.

17 Louer Californian, 12 de enero de 188H, yNordhoff, Peninsular, 1888, pp. 86-87.

LA COLONIZACiÓN DE LA REGiÓN DE COLNETT, BAJA CALIFORNIA 43

Gacling Gun Company y de varios bancosen Estados Unidos, se convirtió en presi­dente de la empresa. Sisson fue designadovicepresident e y gerent e general, mientrasque Hüller fue nombrado director residen­te en México. La compañía contaba con uncap ital inicial de 1 000 000 de dólares qu e,por medio de un acta especial de la legis­latura de Estados U nidos, fue elevado pos­teriormente a 20 000 000 de d ólares.!"

las posibilidades de prom over la colo­nización de terrenos en Baja Cal iforniaparecían favorables para los especuladoresen bienes raíce s debido al gran aug e dedesarrollo que ocurrió en la regi ón de SanDi ego después de la terminación , en no­viembre de 1885, del tramo del ferrocarrilque enlazaba a aquella ciudad con la líneatrans continenral en San Bernardino yBarsrow, El boom en el mercado de los bie­nes raíces del sur de California condujo auna fiebre de especulación que animabaa aquellos empresarios que tam bién ten íaninterés en la planificación y el desarrollo depueblos al sur de la fronrera.i ?

Aunque el artíc ulo XXVI del contratode colonización prohibía la transferencia delos derechos concedidos por el gobierno acompañías dependientes, la Compañía In­ternacion al formó varias organi zacionesde este tipo para promover y admi nis tra rlas act ividades de colonización en ciertasregiones.?" U na de estas compañías sucur­sales fue la Colnert Colonizarion Company(Com pañ ía para la Colonización de Col­nerr), cuyo director era el señor R . O . But-

i x Bancroír, History; 1889 , L 11, 1'1'.734-735 , YK carn ey, "American" , 1944, 1'1'.63- 66.

19 Dum ke , Boom, 1944 , pp . 17- 27 , 136- 142 .21)Sanchez, Tnab, 1889, p. XXIV; Inrernat ional

Co mpany of Mexi co Contraer, artículo XXVI, en Kear­ney, "Am erican", 1944, PI', 16 9-1 70 .,

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terfield , quien tenía sus oficinas en la calleO de! centro de San D iego. Butterfieldplaneaba establecer una colonia próspera ypo blada en la regi ón de la puma Colnetten Baja California." Para aq uellos inmi ­grantes potenciales que qui sieran ser agri­cultores, Butrerfield anunciaba en los pe­riódicos de San D iego y de otras ciudadesque la com pa ñía t en ía cas i 50 00 0 ha(100 000 acres) de terrenos di sponiblesen los valles y mesetas de d icha reg ión .Los terrenos se vendían en tr es precios-diez, q uince y 20 d ólares po r media ha(un acre)- según la ubi cación y condicióndel suelo. Cada un o de los lotes medíaaproximadame nte 50 ha (lOO acres); noobstante, se asegurab a a los interesadosque se podrían comprar varios a la vez se­gún la necesidad y capaci dad para pagarde cada comprador. Con el tiempo, But­terfield creía qu e la colon ia establecidacerca de la costa podría convertirse en unaciudad más o menos gra nde, con escuelas,hospitales, iglesias, erc étera.F

La pers ona que se empeñó en dirigirla organización de la colonia Colnett nofue el señor Burrerfield, sino su esposa, laseñora Rosalind O . Butterfield, qu ien hizovarios intentos de persuadi r a los colonosext ranjeros para qu e se asentaran en la re-

21 El exp lorador ing lés G eorge Vancouver d ioeste nombre al lugar en honor a Otro navega nte de lamarin a ing lesa, James Colnert , En 17') .'> , a Colnett,como capi t án del barco R a rrler , lo co m isio n ó elgo bierno de Gran Bretaña a buscar pue rtos de refug iopara los balleneros ing leses a lo largo dc' la cosca ame­ricana del Pací fico. W ilbur, VmtCrnll,",., 19 55, c. 11, p .203 .

22 "Co lne rc: The G em of Lower C ali forni a! ",anuncio comercial de la Colnetr Coloni zation Corn­p any, San Dieg o, California, en San D iego H isroricalSocieryArchives (en adela nt e 5DH5A), Verti cal Sub jectFile, Baja California; fol. 1, documento sin foliación .

LAWRENCE DOUGLAS TAYLOR HANSEN

gión. Compró, por ejemplo, semillas yarados para repartirlos entre aquellos colo­nos que desearan trabajar como agricul­tores. También fungía como enlace entrela colonia de Colnett y la oficina de la em­presa en San Diego. Cabe mencionar quela señora Butrerfield dirigió su campañapublicitaria particularmente a los colonosde origen escandinavo, sobre todo los no­ruegos y suecos.P

la señora Butterfield afirmaba que losterrenos del valle podrían ser cultivadospor medio del agua proveniente del ríoSan Rafael, mientras que los que estabanubicadosen lasmesetas no requerían de rie­go. Opinaba que los terrenos del vallede San Rafael servían para una variedad decultivos, como la alfalfa, la cebada, el trigo,el maíz, la papa, así como para varios tiposde nueces y frutas, como la almendra, lanuez , el olivo, la uva, el albaricoque, eldurazno, la pera y la ciruela. Asimismo,señalaba que en las colinas de la sierra deSan Pedro Mártir se podría encontrar unavariedad de árboles (como el pino, el cedroy el roble) para la construcción de edifi­cios y muebles.i"

Es posible que los precios relativamen­te bajos de los terrenos de Baja California,en comparación con los de California y

23 R. O. Butterfield a la Secretaría de Ha cienda,11 de junio de 1892, en Arch ivo General de la Na­ción (en adelante AGN), fondo Aduanas marÍrimas yfronterizas, en Instituto de Investigaciones Históricas­Universidad Autónoma de Baja California (en ade­lante flH,UABC), caja 19, exp. 40, y Loue- Celifomian,12 de abril de 1888, 14de febrero de 1889, 30de oc­tubre de 1890, 15 de enero de 1891.

24 R. O . Butterfield a la Secretaría de Hacienda,11 de junio de 1892, en AGN, fondo Aduanas rnarf­timas y fronter izas, en flAH-UABC, caja 19, exp. 40 , yLouer Califwnían, 12 de abril de 1888, 14 de febrerode 1889,30 de octubre de 1890 , 15 de enero de 1891.

otras de las regiones más pobladas de Es­tados Unidos, hayan influido en la deci­sión de varias personas de aceptar la aferrapara inmigrar a la península. Otro factorimportante, sin duda, fue la campaña pu­blicitaria lanzada por la Compañía parala Colonización de Colnett, que, al igualque las demás compañías colonizadoras ylos periodistas que reportaban sobre susactividades para losperiódicos y revistasenel extranjero, describía a las áreas designa­das para la colonización como un paraísoterrenal. En uno de estos folletos publici­tarios, por ejemplo, se aseveraba que la"fertilidad, el clima favorable y el bellopaisaje de estas tierras peninsulares soncomparables a las del estado de Californiayen algunos casos son superiores";"

En 1886, los primeros colonos llegarona la región en cuestión. En el transcurso deaquel año, alrededor de 20 familias de dis­tintas nacionalidades (estadunidenses, sue­cos, noruegos y alemanes) se establecieronen terrenos ubicados en las áreasdel arroyoSan Telmo, el ArroyoSecoy la mesa de Col­nett. En vista de que el agua cerca de laCOSta no era muy profunda, los colonos sevieron obligados a trasladarse, junto consus pertenencias, en lanchas o balsas im­provisadas para llegar a la playa.f"

Inicialmente los colonos habitaban es­tructuras rudimentarias construidas deadobe y troncos de madera. Con la ayudade algunas vacas y caballos que habíantraído consigo, se pusieron inmediatamen ­te a la tarea de desmonte, es decir, de dcsa-

" lmemational, 1888, pp . 3-4.26 Entre las familias escandinavas estaban las de

Ailes, Ne1son]oliffe, Eliofsony Hockstrom. Reminis­cencias de la colonia Colne tr por Nora Ailes , esposade John Ailes, uno de los primeros colonos, en San­ford, \Vhm, 1968 , p . 5.

LA COLONIZACiÓN DE LA REGiÓN DE COLNETT, BAJA CALIFORNIA 45

rraigar el matorral y el cacto que crecía enaquella zona para poder sembrar grano yheno para forraje . También se pusieron acavar pozos para contar con agua potable.Los colonos pronto descubrieron que po­drían cultivar el trigo y la cebada con lastécnicas de dry cultiuation, o sin el uso delriego, que comúnmente se utilizaba en lasregiones del oeste de Estados Unidos.Aunque el agua de los pozos tenía un altogrado de alcalinidad, se podía utilizar paralos propósitos de riego y para el ganado.Necesitaban, sin embargo, agua adicionalpara poder cultivar la alfalfa,así como paratener jardines de verduras y árboles fru­tales. Los colonos que habían compradoterrenos en las mese ras y valles cerca delocéano eran menos afortunados en estesentido que aquellos que se habían asen­rada en los valles de la sierra."

Ladieta de los colonos consistía básica­mente en el trigo y la leche de las vacas.Para obtener proteína, comían los huevosde las gallinas y patos que guardaban enlos gallineros construidos al lado de lascasas. De vez en cuando, también podíancazar ciertos animales (ciervos, codornices,conejos, etc.) que abundaban en la sierra.I"

Como resultado de las primeras doscosechas, que fueron abundantes, los colo­nos pudieron exportar a San Diego el exce­dente de grano (trigo y cebada) y forraje.Utilizaron una parte de las ganancias paracomprar madera, y con esta construir suscasas de acuerdo con el estilo victorianode moda en los pueblos y ciudades esradu­nidenses de la época. i?

Durante la primavera de 1888 se me­joró el lugar de desembarco en la bahía

27 ¡bid., pp. 5-6.2R ¡bid., p . 6.29 Reminiscencias de Nora Ailes, en ibid., p. 5.

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de Colnett con la construcción de un mue­lle. Posteriormente, una grúa flotante, ja­lada por el vapor Pacheco desde el puertode San Diego hasta la punta Colnett, fuecolocada aliado del muelle.'? Estos mejo­ramientos en las facilidades para el desem­barco en la bahía de Colnett eran impor­tantes porque, para la época en cuestión,era mucho más rápido y cómodo viajar enbarco que por los medios de transporteterrestres. Los viajes en diligencias y ca­rretas podrían tardarse varios días, segúnlas condiciones en que se encontraran lasbrechas que conectaban a las poblacionesque contaban con este tipo de servicio."!

Varios buques de vapor, como el New­born, el Alejandro, el Carlos Pacheco y elManuel Dublán, hadan escalas en Colnetty San Quintín como parte de su recorridopor la costa occidental de la península, yaprovechaban para dejar costales de semi ­llas y otras provisiones en el muelle de labahía de Colnerr. Posteriormente, otro bar­co, el Grime, hada una escalamás o menosregular en Colnett para traer provisionesy llevar productos de las granjas para ven­der en San Diego. La Compañía Inter­nacional también planeaba construir unferrocarril para conectar la región en quese ubicaba la colonia con Sonora y Cali­fornia. 32

.;o LouerCalifornian, 12 y 19 de abril , 20 de juniode 1888, y Kearney, "American", 1944, p. 91. Sobrelas condiciones de transporte en el narre de Baja Cali­fornia en aqu el periodo, véaseel San Diego Union, 21 dejulio de 1887, así como "Overland Route ro LowerCalifornia", San Diego Union, 1 de octubre de 1887.

; 1 San Diego Ünion; 1 de octubre de 1887; Piñera,Orígenes , 1991, p. 92, y Pacheco y Sánchez, Contra­v~na , 1997,1'1" 258,276.

; 2 Entrevista con Aida Meling narré Smith yMary Saldaña, llevada a cabo por Ruth Varney Heldy Dorathy Horran, 12 de agosto de 1994, en Oral

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El más exitoso de los colonos de Col­nett fue Harry Johnson,33 y aunque nacióen Copenhague, Dinamarca, creció en Te­xas. Se convirtió en agricultor próspero,llegó a tener terrenos de trigo muy exten­sos, así como varias manadas de ganado.Eligió casarse con una viuda joven, EllaPrather Christman, quien tenía ya un hijo(Ulysses Rialto) y una hija (Exah Caldo­nia). En 1888, sin embargo, se le diagnos­ticó problemas de pulmón. Los méd icos leaconsejaron mudarse a California, donde elclima era mejor para su salud. l"

En el otoño de aquel año, Johnson rea­lizó una visita a San Diego con el propósi­to de buscaralgunos terrenos en California.Desanimado por los elevados precios de lapropiedad rural de aquel estado, entró entrato con la compañía de Butterworth parala adquisición de terrenos más baratos enBaja California. Entonces opró por comprarunas 800 ha (2 000 acres) en un lugarllamado San Antonio del Mar, unos 20 kmal norte de la bahía de Colnert."

Cuando Johnson llegó a Colnett, la co­lonia contaba con un total de 84 personas.Como algunas familias se encontraban ha-

Hisrory Program (en adelante SDHSA), p. 2. Véaserambién San Diego Union, 21 de julio de 1887 ; Kear­ncy,"American", 1944, p. 90, n. 52, y Hcld , Mef/lIJries,1995 , p. 12.

33 Es muy probable que el apellido verdadero deJohnson haya sido Jenssen, ya que su padre en Dina­marca se llamaba Je nss Christian J enss en . Es posibleque johnson, al llegar a Estados Unidos, haya adop­tado el apellido inglés Johnson para integrarse másfácjJmente a la comunidad angloestadunidense . Dehecho, esta práct ica era común entre los inmig rantesextranjeros a Estados Unidos y Canadá.

,4 Sanford, \flhere, 1968, pp. 27-28.35 Aida Meling Barré Srnith y Mary Salda ña,

entrevista cirada, pp. 1-2, Y He ld, Memories, 1995,pp. 8-10.

ciendo preparativos para abandonar el si­tia, Johnson les pudo comprar algunas re­ses,cierta cantidad de trigo, así como otrosmateriales de utilidad para el estableci­miento de él y su familia. Levantó unacasa de adobe y sembró varios árboles deeucalipto alrededor del edificio con el ob­jetivo de protegerlo de los vientos y tam­bién para proporcionar sombra durantelos calurosos meses de verano. Para au­mentar el tamaño de su propiedad adqui­rió los terrenos que habían pertenecido alas familias Eliofson y Hockstrom. Su es­posa e hijos se reunieron con él en Colnetten la primavera de 1889.36

Con el tiempo, el rancho de Johnsonprosperó.'>? En abril de 1891, en uno desus viajes de regreso de San Diego,]ohn­son trajo consigo, a bordo del Dublán,una trilladora de vapor. Con el apoyo deesta innovación mecánica, logró aumentarel tamaño de su cosecha anual de trigo.El siguiente año (1892), al terminar el pe­riodo de la cosecha, exportó la mayor par­te, aproximadamente 750 costales, a SanDiego y otros lugares en la costa de lasCalifornias. Con el dinero obtenido delas ventas, ]ohnson adquirió una cantidadconsiderable de madera aserrada en SanDiego. El material, llevado en barco hastacabo Colnett, lo utilizó para rransformarla antigua casa de adobe en un edificiomucho más grande de diez cuarros. Unaporción de la madera que sobraba se uti­lizó para construir un establo, taller y otrosedificios."

16 Hcld, Memories, 1995, pp. 10-11.\7 Aunque entonces la propiedad de Johnson en

realidad era una gran ja de rrigo, las propiedades ru­rales de la región se conocían como "ranchos".

\R Louer Caiifornian, 16 de abril, 4 y 24 de juniode 1891 , 15 de julio y 2 de septiembre de 1892 , 50-

LA COLONIZACiÓN DE LA REGiÓN DE COLNETI, BAJA CALIFORNIA 47

Entre tanto, la Compañía Internacionalhabía experimentado varios problemaseconómicos, en gran parte debido a lamala administración de Sisson. En gene­ral, sus esfuerzos para atraer a suficientescolonos a Baja California habían fracasado.Para el verano de 1888, durante la visitadel presidente de la compañía Edgar We­lles a California, el número de demandascontra la empresa por prácticas fraudulen­tas se había incrementado a tal grado quela junta de directores decidió vender susacciones a un grupo de inversionistas in­gleses de Londres. Los miembros de estegrupo ya habían invert ido 3 500 000 dó­lares en las minas de la zona de Real delCastillo y también tenían interés, al igualque la Compañía Internacional, en el pro­yecto para la construcción de un ferrocarrilpeninsular. El 11 de mayo de 1889 laCompañía Internacional cedió todas suspropiedades al grupo de accionistas ingle­ses. Aquel mismo mes, sir Edward Jen­kinson, el principal inversionista, anuncióla formación de la Mexican Land and Ca­lonization Company (Compañía Mexicanade Terrenos y Colonización), también co­nocida pO!;JUlarmente como la "compañíainglesa".39

Durante el verano de 1889, tuvo augela región minera de El Álamo. Fue de talmagnitud que algunos de los representan­tes de la Mexican Land and ColonizationCompany - el mayor Buchanan Scorr,agente de la compañía en Ensenada, eljuez George Purerbaugh de San Diego y

bre la construcción de la casa y demás inmuebles du­rante las erapas sucesivas de su historia, véase INAH ,

Catálogo, s. a., pp. 259-263.39 San Diego Union, 9 de ocrubre de 1888; Kear­

ney, "American", 1944, pp. 88-89, YYaeger, "Mexi­can", 1994, pp. 44-62.

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el empresario Elisha Spurr Babcock (tam­bién de San Diego)- intentaron conseguirpermiso de los gobiernos de México y Es­tados Unidos para la construcción de unferrocarril y así conectar a San Diego conla zona de los yacimientos auríferos. De­bido a la importancia económica de ElAlama, se escogió como la estación ter­minal de la proyectada vía en lugar deEnsenada."?

En el otoño de 1890, un grupo de in­versionistas pertenecientes a la mismaempresa, encabezado por A. P. Allsopp,compró a la compañía matriz 162 000 ha(400000 acres) en el extenso valle ubicadoalrededor de la bahía de San Quintín, amás de 190 km hacia el sur de Ensenada.Esta bahía, que protegía de los vientos, sehabía utilizado como escala para el trans­porte marítimo a lo largo de la costa occi­dental de la península desde principios dela década de 1860. El propósito principalde la junta directiva de la nueva empresa,la Lower California Development Corn­pany (Compañía para el Desarrollo de BajaCalifornia), consistía en promover la colo­nización del valle de San Quinrín."

Poco a poco llegaron a asentarse en laregión pequeñas partidas de inmigrantesbritánicos, estadunidenses y mexicanos.Se sembraron cultivos de diversos t ipos,se construyó un muelle y, gradualmente,empezó a surgir el núcleo de un pequeñopoblado.

Para 1891, la Lower California, bajoAllsopp como director general, había dise-

10 San Diego Union, 2 de julio de 1889.41 Como parte del contrato de coloni zación, la

compañía acordó establecer 1 000 colonos en la zonadurante el transcurso de los siguientes diez afias, esdecir, entre 1891 y 1899. Yaeger, "Mex ican", 1994,p.6l.

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ñado los planes para transformar el valleen un gran centro para el cultivo de granosy cereales. Se inició la construcción de unapresa yobras de riego . También se edificóun molino harinero en las afueras del pue­blo para procesar el grano para su expor­tación a otras regiones.F

Allsopp hizo esfuerzos para reducir elaislamiento de la colonia. Consiguió per­miso del gobierno mexicano para inaugu­rar un servicio de correo y pasajeros pormedio de vapores que hacían viajes de SanQuintín a San Diego, con una escala enEnsenada. Con la inauguración de este ser­vicio, el puerto de San Quintín quedabaconectado con varias comunidades a lo lar­go de la costa del Pacífico desde Mazatlánhasta California. La compañía también eradueña de un hotel de tercera clase en En­senada, así como de algunas minas en laregión de San Quintín. Allsopp guardabala espetanza de que estos negocios adicio­nales pudieran ayudar a mantener a lacompañía más o menos viable económica­mente hasta que llegara un mayor númerode colonos."

Allsopp confiaba en que la termina­ción exitosa del proyecto ferroviario podríagarantizar la llegada de un grupo conside­rable de colonos a las áreas del cabo Col­nett y San Quintín. Con este propósito,

42 Lower Californian, 23 de octubre de 1890, ySan Diego Union,4 de mayo de 1891.

43 Autorización concedida a la goleta estaduni­dense Berwick para el transporte de mercancía de ca­botaje a Colnett, isla de Cedros, La Paz (Baja Cali­fornia) y Mazatlán (Sinaloa), 2 de diciembre de 1891,en AGN, fondo Aduanas marítimas y fronterizas, enIlH-UABC, caja 27, exp, 21, y entrevista con la señoritaElena Martínez Davidson, llevada a cabo por Mar­guerite Reeves, 4 de junio de 1981 , eo SDHSA-OH P,

doc. SDHS-CH , p. 5.

fundó la Peninsular Railway and Telc­graph Company (Compañía Peninsularde Ferrocarriles y Telégrafos) como depen­dencia del consorcio inglés. Para entonces ,se había modificado la ruta originalmenteplaneada. Se contemplaba que esta se ex­tendería desde San Diego hasta el valle deTrinidad en la sierra de San Pedro Mártiry de allí se conectaría con Colnett y SanQuintín en la costa. Otro ramal sería cons­truido desde el valle de Trinidad hastaYuma, Arizona.r"

Durante la segunda quincena de mayode 1891 , F. A. Holdsworth, el nuevo di­rector general de la lower California De­velopment Company, anunció que el bar­co Fulwell había zarpado de Gran Bretañacon un cargamento de dos locomotoras,diez vagones y 1 000 toneladas de carbón.En junio, bajo la dirección del ingenieroR. A. Graham, se inició el rrabajo de me­dición y nivelación de la contemplada rutadel ferrocarril entre San Quintín y Colnetten la costa hasta el valle de Trinidad; almismo tiempo, Otro grupo de hombrestrabajaba con el mismo propósito sobreel tramo proyectado entre este punto ySan Diego. la construcción continuó es­porádicamente entre junio de 1891 y juliodel año siguiente (1892), cuando cesóde­bido a problemas de financiamiento, asícomo a la falta de garantías por parte delgobierno mexicano de que permitiría quela compañía manejara la l ínea una vezque estuviera terminada." Únicamente

41 San Diego Su», 20 de julio de 1891, YSanDiegoUnion, 22 de febrero y 20 de marzo de 1891.

," lJYu <!Y Califomian, 31 de jul io, 14,21 y 28 deagosto, 4 de diciembre de 1891, 29 de enero , 1')de febrero, 11 de marzo, 8 de abril, 13, 18 y 20 demayo de 1892, y San Diego Union, 11 y 22 de junio,14 y 20 de julio , 28 de octubre de 1891. Parece que

LA COLONIZACiÓN DE LA REGiÓN DE COLNETI, BAJA CALIFORNIA 49

se logró construir un pequeño tramo de27 km entre el puerto de San Quintín yun lugar llamado Las Escobas en el vallede San Ramón. La cancelación definitivadel proyecto ferroviario frenó en~ran parteel proyecto colonizador inglés. 6

Aunque la empresa continuó con susesfuerzos para fomentar la colonización ,existían otros factoresque rambién condu­jeron al colapso de sus proyectos, tanto enla región de San Quintín como en la deColnett. Para 1889, el auge de bienes raí­ces en San Diego y California, que habíacontribuido en cierta forma al desarrollode Ensenada y del Distrito Norte en losaños anteriores, se había terminado. Estotuvo un impacto adverso sobre muchosnegocios y empresas que operaban en lapenínsula, entre ellos la Compañía Inter­nacional. Aunque los colonos de Colnettpudieron ganar cierto dinero con la ventade los granos que culrivaban para las mi­na'>, la recesióneconómica de 1890 a 1893en Estados Unidos, junto con una serie defuertes sequías en la península entre 1892y 1896, desanimó a muchos de ellos. Losmétodos de drycultivation no eran adecua­dos durante tales periodos de sequía cuan­do se secaban los acuíferosy pozos. De he­cho, la falta de agua pluvial fue tan graveque se tuvo que importar cierta cantidadde trigo desde Canadá por mar. A estas

el gobierrlu conside raba poco factible la construcción ,debido a las dificultades, de una línea ferroviaria paraconeerar la península con Sonora y el resto de México.En tales circunstancias, op inaba que el tramo proyec­tado entre las dos Californias y Arizona podría propi­ciar la anexión de la pe nínsula a Estados Unidos. Pa­

checo y Sánchez, Controversia, 1997, pp. 269-279.46 Entre 1898 y 1904, la compañía intentó resu­

citar el proyecto sin éxito . Louer Californian,8 de ju­lio de 1892; Wheelock, "Sad", 1968, p. 162, YKirch­ner, Baja, 1988, pp. 42-49, 56-57 .

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dificultades se les sumó la decisión porparte del gobierno mexicano de imponernuevas restricciones a la importación demaquinaria agrícola y artículos domésti­cos. Esta acciónprovocó una represaliaporparte del gobierno estadunidense, que co­menzó a gravar la carne y el grano proce­dentes tanto de Baja California como delresto de México."?

A consecuencia de estas condicionesadversas,varios de los colonos -entre elloslas familias escandinavas Hocksrrorn,Peterson, Eliofsony Anderson- decidieronregresar a sus países de origen o dedicarsea otras actividades en la región. En 1894,la Compañía Mexicana de Terrenos y Co­lonización intentó atraer de nuevo a colo­nos noruegos, supuestamente debido aque el gobierno le prohibía rraer colonosestadunidenses; pero el plan, al igual queen el caso de la Compañía para la Colo­nización de Colnett, tuvo poco éxito.?"Para mediados de la década de 1890, elproyecto para establecer una colonia prós­pera y estable, integrada por inmigrantesextranjeros, se había terminado.

EL DESARROLLO DE LOS PLACERES

DE ORO DE SOCORRO

A pesar del fracaso en general del proyectocolonizador Colnett, hubo un grupo decolonosque tuvo considerable éxito en susesfuerzos para establecerse en la región.Este fue el caso de la mencionada familiaJohnson.

47 Kearney, "American", 1944, p. 110; Sanford,

\f1htre, 1968, 1'1'.7,9, y Tischendorf, Greai, 1961 ,p. ]0 2.

48 LouerCelifornien, 17 de marzo de IH94,YMa­son, "Ensenadas", 1986, 1'1'.6-11.

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Sin em bargo, la prosperidad de J oh n­son y su famil ia no se debió exclus iva­me nte a sus actividades agrícolas, sino másbien a otro ramo de la econom ía peninsu­lar de aq uella época: la m in ería. H acia fi­nales de la década de 1880, la mi ner ía enel D istrito N or te com enzó a desplazar ala ag ricul tura en términos de importanciaen gran parte debido al de scubrimientode un rico yacim ient o aurífero en el va­lle de Sant a Clara (zona de El Álamo), a100 km al sureste de Ensenada.

Con las p rimeras noticias en torno aldescubrimiento de oro en este sit io, queempezaron a circular en San Diego y enotrOSlug ares a finales de febrero de 1889,se hizo una comparación entre la supuestariqueza que podría ser encontrada en estelugar y la famosa fiebre del oro en Califor­nia cuat ro décadas antes.?? Aproximada­mente 5 000 personas participaron en elm ovimiento durante las cinco seman asque duró y el oro sacado del sitio tenía unvalor total de unos 20 000 d ólares.?"

La fiebre del oro en Santa Clara con­venció a H arry J ohnson de que exis t íanposibilidad es de encont rar oro en la sierra

49 En realidad, el pr imer descubrimiento de oroen la reg ión de Sanra Cla ra fue el de Basilio Pad i­llo en d iciembre de 1888. N o obstante, fue hasra fe­b rero de 1889, cuando un gam bus ino cstadunidcnse,llam ado Luman H . Gaskill , se enteró de la not icia yla comparti ó con otras personas. Informe sobre el des­cubrimient o de oro en el m ineral de Santa Cla ra, enAGN , fnndo Gobern ación , vol. 889 , exp . 12, vol. 26,exp. 8, en 1IJI-UAllC, caja 28, exp, 11; LarAnge/esTime,7 de marzo de 1889, y San Diego Union, 27 de febreroy 15 de ma rzo de ] 889 .

' oLarAnge/es Times, 7, 8 Y13 de marzo de 1889;Mining and Scimtific Press, vol. 68, núm . 1], ] 6 dem ar zo de 1889 , p . 18]; San Diego Union, 3 y 6de marzo de 1889; Lingenfelrer, Rnsb, 1967 , p . 58 , YSrephens, Ca/d, ]889, p. 49.

de San Pedro Márti r. Había ap rendi doalgo sobre las técn icas de la m inería mien­t ras trabajaba en un aserradero en el con­dad o de Mendocino, California, de 1865a 1870 . No sólo tenía un interés personalen la minería, sino que tam bién conside­raba que ya era tiempo de div ersificar susact ividades."1

Después de un recorrido por la sierra,Johnson encontró un lugar favorable paralavar el oro ubicado en la parre inferior delcañón de Socorro. Las muestras de oro qu eobt uvo del sitio, que llam ó R ich Canyon(la Barranca D orada), indicaban , despuésde ser ensayado s en la Narional Ciry, qu ese podría trabajar con cierra ganancia , de­pendiendo del precio del mineral.V Noobstante, para poder lavar las grandes can­tidades de tierra y grava de la manera máseficient e, necesitaba contar con un sumi­nistro de agua mucho más grande que elproporcionado por el pequeño arroyo quepasaba por el Iugar,

En 1889, Johnson inició sus operacio­nes con la construcción de una presa enuno de los sitios más altos del cañón men ­cionado, para que esta se llenara de ag uadurante elperiodo de las lluvi as de invier­no. La mayoría de los t rabajadores de lamina eran indio s kiliwa que habitaban laregión cercana. El siguient e año ( 890),con la ayuda de Thomas Peterson , un ve­cino de la región que se había convertidoen su socio, J ohnson y su equipo de eraba­jadores excavaron una zanja para conectarla m ina con las aguas mananti ales de Con­cepció n, a una dis tancia de 16 km.B Sub-

, . Sanford , Whl1"t, 1968, pp . U- 13." El oro val ía do ce d ólares la onza en aq uel

t iempo.' 3 Extracto del per iód ico Los A"ga/esEoening. Ex­

press, J5 de junio de 1895, en Chaput, Mason y Zá ra-

LA COLONIZACiÓN DE LA REGiÓN DE COLNETI, BAJA CALIFORNIA 51

secuentemente, la obra se extendió hastauna zona más alta de la sierra, en el vallede San Rafael, donde existían otros ma­nantiales. Aunque el costo total de la obrafue de más de 35 000 dólares, Johnsoo yPeterson recuperaron el dinero del oro quesacaron de los placeres a lo largo del añode 1895.54

Cuando se agotaron los manantialesubicados en las partes más altas de la sierra(los de San Rafael), Johnson supervisó laconstrucción de dos cisternas enormes,que medían aproximadamente siete me­tros de largo por tres de profundidad .Cada noche se llenaban con el agua prove­niente de los manantiales. Al día siguien­te, el agua almacenada era conducida , pormedio de las esclusas, al sitio donde lostrabajadores lavaban el rnineral .P?

Peterson siguió como socio de J ohnsonen la mina durante algunos años. Sin em­bargo, después de adquirir algunos rerre­nos cerca de la misión de Santo Domingo,se vio obligado a dedicar prácticamentetodos sus esfuerzos al desarrollo de su nue­va propiedad. En 1899, Ulysses GraneWaldrip (Liss), originario del estado deWashington, quien se había casado conJosephine (Iosie), la segunda hija de John­son,56compró la parte de la mina que ha-

te, Modest, 1992, p. 121. En un principio, había tresinversionisras involucrados en el desarrollo de la mina.Sin embargo, el tercer socio, Frank Garrett, vendiósu parte poco después de haberse iniciado las operacio­nes. I-Jeld, Memoré, 1995, p . 16.

54 San Diego Union, 2 de julio de 1896; South­worrh, Territorio , 1899, p . 74; Nelson, Louer, 1966,p. 20, YSanford, Wbere, 1968, pp. 32-33,36-37.

55 Sanford, Wbere, 1968, p. 43.5ó Como ya se indicó, Ella Prarher ya tenía otra

hija mayor llamada Exah Caldonia de su primer ma­trimonio con John Christman de Texas, quien había

52

bía pertenecido a Peterson. Aunque Wal­dril' trabajó con Johnson durante algúntiempo, no le gustaba este tipo de minería,es decir, tener que lavar grandes cantida­des de tierra para encontrar únicamentealgunos pequeños fragmentos de oro. Pre­firió la minería de pozo o de profundidad;por lo tanto, él y su esposa se mudaron aSan Fernando, donde consiguió empleoen las minas de cobre y plata de aquellu­gar. Aunque regresó en una ocasión paratrabajar en la mina de Socorro , nunca seacostumbró a este tipo de minería. Final­mente, en 1905, vendió su parte a John­son y regresó a San Fernando.5 7

Para 1897, la mina de Socorro se habíaconvertido en una empresa próspera. Consus ganancias, Johnson construyó una casade adobe cerca de los placeres, una herreríay un establo para los caballos y carretas.También adquirió uno de los llamadoswater monitors, que consistía en una man­guera con su aparato de bombeo, para faci­litar el desprendimiento de la grava de lasformaciones de roca y, de esta manera,eliminar el trabajo con los picos. Tambiénadquirió algunas carretas y recuas de mu­las para transportar víveres y otros mate­riales a Ensenada y San Quintío.5H

Las operaciones de la mina pronto lle­garon a ocupar casi la totalidad del tiempode Johoson. Al seguir buscando nuevos ymás ricos yacimientos, amplió gradual-

sido asesinado por una banda de forajidos procedentesde Luisiana. )ohnson adoptó a los hijos de Ella Prathercomo suyos. Exah Caldonia acompañó a la fam ilia aBaja California, yen mayo de 1897 se casó con Billie)olliff, de la familia de este apellido mencionada ante­riormente .lbid., pp. 13-22,33.

57 lbid., p. 45.58 Southworth, TIJI'1'ito";o, 1899, p. 7·j, y Sanford,

Wb<1'f!, 1968, pp . 33,36-38,44-45.

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mente su zona de operac iones. La mina leproporcionó una cant idad considerab le dedinero, lo que lo convirt ió en uno de lospropietarios más prósperos de la reg ión;también fue la base de sus d iversas activi ­dades económicas . En 1905, su esposa yotros miembros de su familia llegaron avivir con él en la casa que había construidoen las cercanías de la mina. Johnson dejóel cuidado del rancho en San Antonio delMar a su hijo Alfred . Ad em ás de conti­nuar con el cultivo de trigo y la ganadería,Alfred J ohnson d iversificó la producció ndel rancho todavía m ás al expe rimentarcon la cría de ovejas . La producción decarne y otros alimentos en el rancho deSan Anton io también sirvió para surt ir lam in a de algunos d e los p rod uc tos quenecesitaba.59

A p esar del alto rendim iento d e lamina de Socorro, el trabajo involucradoen su explotación , como ya se indicó, erabast ante pesado y ted ioso. Para 190 9 ,Johnson tenía 65 años y ya quería descan­sar de tan to trabajo físico; po r lo tanto,acordó vender la m ina a un conso rcio in­glés.Cio N o obstante, un poco antes de queeste pudiera efecruar el segundo pago, unainundación repent ina provocó la destruc­ción de las esclusas y la dispersión de lamayor pa rte de l mineral. D esanimados,los inversionistas ingleses decidieron aban­donar la empresa. Se deshizo el traro conJ ohnson, quien, con mucho empeño y pa­ciencia, reconstruyó las obras de la mina yreinició las operaciones. Para él, la empresa

S9 Sanforel,Whtre, 1968 , pp. 33 , 36-38. Para unadescr ipción de la mina durante es(e period o, véaseNorth, Csmp, 1977 , p. 267.

6<, Es posible q ue esta compa ñía de inversionistasingleses haya sido la Compañía Mexicana de Terrenosy Colonización.

había sido bastante lucrativa, ya que, hasraese mom ento, había sacado m ás de 250 000dólares en oro del sirio.?'

En la p rimave ra de 191 0 , Liss YJ osie,que hab ían regresado de San Fernando ,compraron el rancho de San J osé, cerca dela m ina de Socorro, a Carmen Manríquez,qui en había heredado la propi edad de Ga­bri el Arce , el d ueño original. El nu evoranch o floreció, ya qu e Liss, al igual q ueen el caso de la propi edad familiar ubicad aen San Antonio del Mar manejada por AI­fred, también pudo vender a la mina can­t idades considerab les de g rano, forraje yganado. Con el tiem po , esta nueva adqui­sición se convert iría en el últim o balua rtede las actividades agrícolas y mineras de lafam ilia J ohnson.62

LA REVUELTA MAGONISTA

y LA DECADENCIA DE LA EMPRESA

J OH NSON

Durante la revuelta encabezada po r R i­cardo Flores Magón y el Part ido LiberalMexicano, de enero a junio de 1911, laproducción de la m ina de Socorro fue in­terrumpid a debido a las actividades delg rupo insurrecto dirigido por Emili o G ue­rrero, que operaba en la zona entre El Ála­mo y San Quintín. Los rebeldes tratabande presionar a los trabajadores kiliwa paraque se incorpo raran a sus filas, y au nqueno querían un irse a la revuelta, teníanmi edo de quedarse a trabajar en Socorro.Por ende, optaron po r refugia rse en la sie­rra con sus fam ilias hasta que terminaranlas hosrilidades .f?

(;, Sanford, Whtre, 1968 , pp . 51-5 2.6 2 lbid. , pp. 41 -42 .(03 tu«, p. 59.

LACOLONIZACiÓN DE LA REGiÓN DE C OLNElT, BAJA CALIFORNIA 53

Sin el apoyo de los indígenas y preocu­pados por un ataque inminente contra lamina, Harry ]ohnson, su esposa y otrosmiembros de su familia decidieron aban­donar sus viviendas en la sierra (el ranchode San José y la mina) y dirigirse a Ense-

. nada. Al mismo tiempo, la guarnición fe­deral de Ensenada se vio obligada a pro­porcionar una escolta de unos 20 hombrespara que Alfred ]ohnson y su familia pu­dieran salir del rancho de San Antonio delMar y también refugiarse en el puerro.v"Poco después de llegar a Ensenada, John­son y Alfred partieron en vapor rumbo aSan Diego para tratar negocios. Durantesu estancia allí, Harry Johnson se enfermóde pulmonía y falleció el 25 de agosto enel sanitario Agnew. Mientras estaba au­sente, los rebeldes quemaron la casa yotros edificios del rancho de San ]osé.65

La muerte de Harry ]ohnson, el jefepatriarcal de la familia, fue el golpe deci­sivo que condujo al colapso de la empresaminera de Socorro y la dispersión de la fa­milia y sus intereses. Debido a que los ro­bos y desmanes de los insurrectos habíanprovocado la decadencia de la agriculturaen la zona, Alfred Johnson decidió venderel rancho de San Antonio del Mar y mu­darse a Hemet, California, donde compróotra propiedad para comenzar de nuevo.Andrew, otro de los hijos de Johnson, quede joven había trabajado conduciendo lascarretas cargadas con abastos entre lospuertos costeros y la mina de Socorro, se

()4 Íñigo Carrón, presidente muni cipal de Ense­nada, a la Secretaría de Gobernación, 23 de junio de1911, en AGN, fundo Revolución, caja 1, carpera 1, enJIH- UABC, caja 1, exp , 2.

(,5 San Diego Unzon, 26 de agosto de 1911, y San­ford, \\í'here, 1968, pp. 59-60,72-73 .

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trasladó a Calexico, California, donde esta­bleció su propio negocio de flete.66

Liss Waldrip y su esposa]osie, al haberdecidido establecerse en Arroyo Seco, unode los sitios de la colonia original de Col­nett, entregaron el rancho de San José aElla Prather, la viuda de johuson. Mien­tras que Liss prefería regresar a trabajaren las minas de San Fernando, ]osie, encambio, quería quedarse en Arroyo Seco,ya que existía una escuela donde podríaeducar a sus hijos. Después de algún tiem­po, se divorciaron y]osie se casó con San­tiago Arce. Entre tanto, la señora]ohnsoncomenzó, a pesar de las dificultades, a re­construir el rancho de San José. No obs­tante, aunque Andrew ]ohnson y otrosmiembros de la familia ayudaron con eltrabajo y la administración del rancho,nunca volvió a ser tan ptóspero como an­tes de la revolución.P?

La familia]ohnson no intentó reanu­dar las operaciones en la mina de Socorrodebido a las dificultades que tal empresaimplicaba. Por un lado, en 1912, el go­bierno mexicano aprobó ciertas enmiendasa la legislación minera que prohibían eldesvío del agua de una cuenca montañesaa otra. Por el otro, la familia, a partir delos problemas que tenía para seguir conel rrabajo del rancho San José y sus otraspropiedades, carecía de capital suficientepara continuar invirtiendo en la mina.?"

Después del periodo revolucionario, elrancho de San José quedó como el único

(,6 Íñigo Carrón a la Secreraría de Gobernación, 23de junio de 1911 , en AfiN, fondo Revolución, caja 1,carpeta 1 , en JIH-UABC, caja 1, exp. 2, y Sanford, \Fhe­re, 1968, p. 49.

67 Sanford, \\í'IJeI~, 1968, pp. 81-82, y Hcld, Me­mories, 1995, p. 30.

(,H Sanford, \\í'here, 1968, p . 83.

LAWRENCE DOUGLA8 TAYLOR HAN8EN

vestigio de la colonia original establecidaen Colnett. En el caso de los colonos deorigen escandinavo, su fragmentación ydispersión como grupo se debió al matri­monio de sus descendientes, en muchoscasos con los miembros de otros gruposétnicos. También a la decisión de variosde los hijos de no continuar trabajandoen el campo como sus padres, o de mudar­se a otras regiones en busca de oportunida­des. Hubo casosen que los hijos se casaroncon mexicanos, como el del segundo ma­trimonio de Josephine Johnson con San­tiago Arce. Tales matrimonios, sin embar­go, no eran bien vistos por los demásmiembros de este grupo étnico.69

Ella Prather dirigió el rancho de SanJosé hasta su fallecimiento en 1924. Des­pués de su muerte, su tercera hija, AlbertaJohnson Meling (Berrie), junto con su es­poso Salvadore Meling (Salve), de origennoruego, administraron el rancho que, deentonces en adelante, también se conocíacomo el rancho Meling. Durante variasdécadas fue un lugar casi totalmente auto­suficiente en la provisión de sus necesi­dades básicas. Debido a su ubicación sobreuna ruta principal que atravesaba la sierrapeninsular, se convirtió en una posada paraturistas, científicos y alpinistas en el ca­mino rumbo al monte Picacho.?" Tambiénservía como una especie de centro vacacio­nal que, aun cuando no contaba con lascomodidades y conveniencias de los ho­teles de las grandes ciudades de México ydel extranjero, permitía al visitante pasarun rato en un ambiente tranquilo y sin

69 Aida Meling Barré Srnirh y Mary Saldaña,entrevista citada , pp. 14-15, YSanford, Where, 1968,pp. 87-88.

7 0 Clyde, Picacho, 1975, pp . 22-23,74, YRobin­son, Camjú"g, 1983, pp . 13,44,57.

prisas. En la década de 1940, Aida, la hijamayor de Salve Meling, modernizó lasinstalaciones al agregar a la propiedad unaalberca y un salón para descansar, conuna pequeña biblioteca, mesa de billaresy un lugar para jugar naipes. 71

Al fallecer Aida Meling en agosto de1998, el futuro del rancho se volvió algoinseguro. Sus tres hijos en Estados Unidos(Sonia Hughes de Santa Mónica , DuaneBarré de Vista, California, y Philip Srnirhde Bend, Oregon), se encargaron del cui­dado y la administración de la propiedad .Desde noviembre de 1998 hasta julio de2000, cuando Duane Barré asumió el car­go del rancho, permaneció cerrado. Sinembargo, para finales de 2002, enfrentadacon la quiebra inminente del negocio, Ba­rré optó por vender la propiedad. Actual ­mcnte, el Meling Guest Ranch es admi­nistrado por el señor David Lang y socios,cuya oficina se encuentra en Ensenada.":'

Del rancho original de Johnson en SanAntonio del Mar solamente queda un pozode agua con cisterna. La colonia origi­nal de Colnett (punta Coloner), cercade lacosta, se conoce hoy en día como EjidoMéxico. Constituye una pequeña comu­nidad agrícola que cuenta con una tienda,escuela, hospital y demás servicios."

7 1 Aida Meling Barré Srnith y Mary Saldaña,ent revista citada, p. 18; Sanford, Where, 1968, pp.94-101,112-113, Y Held, Me1Jlo,-je.¡, 1995, 1'.4.

72 San Diego Union-Tribnne, 25 y 26 dc agosto dc1998, 18 de abril de 1999, 29 de diciembre de 2002.Para daros sobre el rancho Meling hoy en día, véase"Rancho Meling", «http .óww w.melingguest ranchocom».

7 J El hospital fue fundado por Andrew Bradk·y,electr icista jubilado de Los Ángeles, quien llegó aColnetc en 1950. San Diego Union, 3 ele febrero de1964; Gerhard y Gulick, Louer, 1964, p. 107, YSan­furd, Where, 1968, p . 115.

LA COLONIZACiÓN DE LA REGiÓN DE COLNETT, BAJA CALIFORNIA 55

En los años recientes, la zona de puntaColoner se ha convertido en un foco dedesarrollo en el estado a partir de un pro­yecto para construir un "rnegapuerto" enesta zona. Dicho proyecto también abarcala construcción de un ferrocarril para faci­litar el transporte de cargamento desde elpuerto hasta Estados Unidos. El valor dela propiedad en la zona se ha incrementa­do como consecuencia de los planes parala provisión de los elementos de infraes­tructura requeridos para el funcionamien­to del puerto, así como de viviendas, ser­vicios, etc .?" El proyecto Colonet y el augede desarrollo que se ha logrado indicanque, de alguna forma, los sueños de loscolonizadores del siglo XIX se están cum­pliendo finalmente .

CONCLUSION ES

La historia de la empresa colonizadoraen la región de Colnett, Baja California, esparecida, en cuanto a sus aspectos gene­rales, a las que se intentaron llevar a caboen otras zonas de la península durante elporfiriato. Llegaron pocos colonos y, enmenos de una década, la mayoría salió dela región o se dedicó a otras actividades. Laproyectada colonia en la punta Colnerrnunca llegó a convertirse en la ciudad gran­de y próspera que Butterfield, el direc-

74 Diane Lindquist, "Property Frenzy in Baja C~­

lifornia", TheSan DiegoUmon-Tribune, 24 de abril de2006, p. A-l; Diane Lindquisr, "Mexican Pon Dela ­yed" , Tbe San Diego Union-Tribune, 17 de juni o de2006, pp, C-l y C-S, y Elizaberh Vargas, "PuntaColonet: de bahía a megapuerro", El Vigía, Ensenada ,Baja California, 9 de octubre de 2006, «hrrp.z/www,elvig ia.net> .

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tor de la compañía colonizadora encargadadel proyecto, se había fijado como metade largo plazo.

La razón del fracaso del proyecto nopuede ser atribuida únicamente a la faltade apoyo o empeño por parte de la com­pañía, ni a sus ambiciones algo extrava­gantes en cuanto a las posibilidades parael desarrollo de la península. Lascondicio­nes que los colonos de la región de Colnettenfrentaban no eran diferentes de las quetuvieron que superar los agricultores pio­neros de muchas zonas de Estados Unidosy Canadá. Además, como se ha visto, losdirigentes de la Compañía para la Coloni­zación de Colnerr , sobre todo la señoraButterfield, se empeñaron en fomentar lainmigración a la zona, así como en pro­porcionar a los colonos algunos abastos yherramientas para que pudieran, con tra­bajo y tenacidad, establecerse firmementeen la nueva tierra. En realidad hubo variasrazones para el fracaso de la empresa deColnett. Por un lado, la terminación de laconstrucción del ferrocarril transpenin­sular sin duda hubiera facilitado la coloni­zación de las áreas designadas para talpropósito. Por el otro, los inversionistasdispuestos a respaldar este proyecto necesi­taban tener cierta seguridad de que ha­bría suficiente demanda una vez que es­tuviera terminada la línea para justificarsus altos costos. No obstante, ni la mineríani los logros en la colonización en el Dis­trito Norte eran de suficiente magnitudpara asegurar su confianza al respecto. Laúnica ruta de transporte para las coloniascontinuó siendo la del mar, que las dejóalgo aisladas y que perjudicaba sus opor­tunidades para el desarrollo. Además deeste obstáculo, la serie de problemas eco­nómicos y de tipo natural que hubo entre1889 y 1896 también contribuyó a desa-

LAWRENCE DOUGLAS TAYLOR HANSEN

nimar a la mayoría de los colonos, moti­vándolos a abandonar la zona o dedicarsea otro oficio.

Algunos de los colonos fueron más exi­tosos, como fue el caso de Harry Johnsony su família . LosJohnson no sólo lograronestablecerse como buenos agricultores,sino que también incursionaron con igualéxito, o incluso más, en el ramo de la mi­nería . De esta manera pudieron diversifi­car sus actividades en la zona y ampliarsus relaciones comerciales con los demáspobladores, así les proporcionaban unabase económica mucho más firme. Aun­que la revuelta magonista y la muerte deHarry J ohnson terminaron con la prospe­ridad de la familia, esta continuó desem­peñando un papel norable en la regiónhasra finales del siglo xx.

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LA COLONIZACiÓN DE LA REGiÓN DE COLNETI, BAJA CALIFORNIA 59

AN ort e

• Ensenada

Océano Pacífico

REGIÓN D E COLNETI

Sierra

• Rancho Meling

• Rancho Hamilron

• Colnerr (Colonel)

Sierra

Elaboración: Juan Manuel Ávalos Gonz.ilez, a part ir de una fotografía sareliral de Goog le Earrh, Europa Technolog ies, 2006.