secc: otros valor: 62.500,00 € area (cm2): 584,6 ocupac ...€¦ · cod: 132632275 51 nomina...

10
48 48 La sede madrileña de la inmobiliaria Cushman & Wakeeld ha sido remozada para la era poscovid. El País Semanal, 31.05.2020

Upload: others

Post on 07-Jun-2020

4 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Secc: OTROS Valor: 62.500,00 € Area (cm2): 584,6 Ocupac ...€¦ · Cod: 132632275 51 nomina “plantas limpias”, a las que podrán ir volviendo empleados poco a poco y de forma

31/05/20El País -SemanalEspaña

Pr: Semanal (Domingo)Tirada: 221.042Dif: 165.495

Pagina: 48Secc: OTROS Valor: 62.500,00 € Area (cm2): 584,6 Ocupac: 100 % Doc: 1/10 Autor: por Guillermo Abril fotografía de Sofía Num. Lec: 732000

Cod: 132632275

4848

La sede madrileña

de la inmobiliaria

Cushman & Wakefi eld

ha sido remozada

para la era poscovid.

El País Semanal, 31.05.2020

Page 2: Secc: OTROS Valor: 62.500,00 € Area (cm2): 584,6 Ocupac ...€¦ · Cod: 132632275 51 nomina “plantas limpias”, a las que podrán ir volviendo empleados poco a poco y de forma

31/05/20El País -SemanalEspaña

Pr: Semanal (Domingo)Tirada: 221.042Dif: 165.495

Pagina: 49Secc: OTROS Valor: 62.500,00 € Area (cm2): 582,8 Ocupac: 100 % Doc: 2/10 Autor: por Guillermo Abril fotografía de Sofía Num. Lec: 732000

Cod: 132632275

4949

por Guillermo Abrilfotografía de Sofía Moro

R E P O R TA J E

O5.

Y ahora, ¿dónde está la oficina?

Ver vídeo:

www.elpaissemanal.com

Page 3: Secc: OTROS Valor: 62.500,00 € Area (cm2): 584,6 Ocupac ...€¦ · Cod: 132632275 51 nomina “plantas limpias”, a las que podrán ir volviendo empleados poco a poco y de forma

31/05/20El País -SemanalEspaña

Pr: Semanal (Domingo)Tirada: 221.042Dif: 165.495

Pagina: 50Secc: OTROS Valor: 62.500,00 € Area (cm2): 581,9 Ocupac: 100 % Doc: 3/10 Autor: por Guillermo Abril fotografía de Sofía Num. Lec: 732000

Cod: 132632275

50

En la Torre de Cristal, el edifi ciomás

alto de España, que albergaba antes

de la pandemia a cerca de 4.000 ofi -

cinistas, las voces y los pasos rever-

beran en el inmenso vestíbulo. No

hay nadie, salvo un trabajador de

origen latino que limpia los cristales

inmensos y la empleada de seguridad

que pide el DNI, también de origen

extranjero. Ni rastro del aluvión de

trajeados, la fuerza laboral de cuello

blanco, los habituales moradores de

este distrito fi nanciero de las Cuatro

Torres, al norte de Madrid. La multi-

nacional de auditoría y consultoría KPMG, que ocupa cer-

ca de la mitad de las 52 plantas del rascacielos, mandó en

marzo a sus 2.800 empleados a casa. Dos meses después,

están planifi cando el regreso. “El punto crítico es el ascen-

sor”, dice Montse de Osa, responsable del departamento

que se ocupa de la puesta a punto de las ofi cinas en esta

era poscoronavirus. Ya en su momento había atascos. Aho-

ra la capacidad máxima se ha reducido de 21 a 3 personas.

Es jueves 14 de mayo y esta arquitecta de 41 años, cur-

tida en obras de Dragados, ejerce de anfitriona en una

visita al edifi cio. Llevan semanas preparando lo que de-

Será un nuevo mundo de ofi cinas asépticas y distantes, con pegatinas dando órdenes, horarios comprimidos y apps inteligentes rastreando contagios. Ahora que se prepara el regreso a los puestos de trabajo, visitamos la sede de varias empresas, desde una multinacional alojada en un rascacielos hasta unos estudios de animación. Los empleados, desde sus casas, nos cuentan cómo han sobrellevado una vida en remoto.

Page 4: Secc: OTROS Valor: 62.500,00 € Area (cm2): 584,6 Ocupac ...€¦ · Cod: 132632275 51 nomina “plantas limpias”, a las que podrán ir volviendo empleados poco a poco y de forma

31/05/20El País -SemanalEspaña

Pr: Semanal (Domingo)Tirada: 221.042Dif: 165.495

Pagina: 51Secc: OTROS Valor: 62.500,00 € Area (cm2): 583,8 Ocupac: 100 % Doc: 4/10 Autor: por Guillermo Abril fotografía de Sofía Num. Lec: 732000

Cod: 132632275

51

nomina “plantas limpias”, a las que podrán ir volviendo

empleados poco a poco y de forma voluntaria. Han teni-

do un centenar de solicitudes. Los primeros llegarán el

siguiente lunes. Antes recibirán en casa una bolsa con gel

hidroalcohólico, una mascarilla FFP2, guantes e instruc-

ciones de seguridad e higiene. Solo podrán acudir al ras-

cacielos en coche privado o taxi. Tendrán que haber com-

pletado durante días una encuesta sobre su salud. Se les

asignará un puesto en una de las cinco plantas “limpias”.

Y se les indicará una hora exacta de llegada. Un “slot”, lo

denomina De Osa, como los huecos para el despegue de

los aviones. De ese modo creen que podrán salvar el “pun-

to crítico”. Con ayuda de la compañía ThyssenKrupp, se

han recalculado capacidades y traslados de los elevado-

res para evitar tapones y garantizar la separación física.

Unas pegatinas en el suelo señalan el punto donde uno

ha de esperar al ascensor, con el mensaje: “Mantenga la

distancia de seguridad”. En el interior del ascensor, otras

pegatinas con forma de huellas indican dónde colocar-

se. Pero el botón sigue requiriendo la presión del dedo.

El ascensor sale disparado y sus puertas se abren en

el piso 28º, una de las plantas ya acondicionadas, donde

unos operarios retocan más pegatinas en el suelo. Llevan

días en ello. Han colocado centenares. Les quedan otras

tantas. También se han ocupado de la señalética de Renfe.

R E P O R TA J E

Ángel FernándezEn la página anterior, el ejecutivo de KPMG

experto en desarrollo digital, de 41 años, trabaja

en la habitación de su hijo. Dice que echa de

menos la ofi cina, en la planta 28ª de la Torre

de Cristal de Madrid (en la imagen de abajo).

Cristina HebreroEsta directiva de KPMG especializada en gestión del

cambio dice que muchas empresas han descubierto

que no ha caído la productividad con el teletrabajo.

En la imagen, en su casa a las afueras de Madrid.

Page 5: Secc: OTROS Valor: 62.500,00 € Area (cm2): 584,6 Ocupac ...€¦ · Cod: 132632275 51 nomina “plantas limpias”, a las que podrán ir volviendo empleados poco a poco y de forma

31/05/20El País -SemanalEspaña

Pr: Semanal (Domingo)Tirada: 221.042Dif: 165.495

Pagina: 52Secc: OTROS Valor: 60.179,55 € Area (cm2): 557,9 Ocupac: 96,29 % Doc: 5/10 Autor: por Guillermo Abril fotografía de Sofía Num. Lec: 732000

Cod: 132632275

52

“No nos falta trabajo”, aportan con un toque de humor.

A la izquierda, al cruzar las puertas mecánicas, se des-

pliegan las ofi cinas. Recibe una basura, en la que soltar

guantes y mascarillas al fi nal de la jornada, y una gran

pantalla que repite en bucle un vídeo con instrucciones

para la “nueva normalidad”: “¿Sabes cuándo usar la mas-

carilla? (…) Lávate las manos con agua y jabón”. También

sugiere un cambio en el dress code. Tradicionalmente los

auditores venían en traje. Ahora se pide una vestimenta

más informal, lavable en casa, que no requiera pasar por

la tintorería. Tras la pantalla nacen hileras de puestos de

trabajo en un espacio abierto con imponentes vistas de la

zona cero de la pandemia en España. Las pertenencias de

sus anteriores usuarios se han apilado y recogido. Queda

algún pósit solitario. De cada isleta con ocho ordenado-

res, de momento solo habilitarán un sitio. En el hueco

P28S09.1, listo para el regreso, una cartulina da instruc-

ciones al recién llegado: “1. Este puesto te ha sido asigna-

do habiendo sido limpiado y desinfectado. 2. Recuerda

utilizar guantes y mascarilla de acuerdo a las instruccio-

nes recibidas. 3. Recuerda dejar el puesto totalmente re-

cogido, tal y como lo has encontrado a tu llegada”.

Por los ventanales se ve el aeropuerto de Madrid lán-

guido y sin vida. También el interior de los rascacielos

contiguos: nadie. Montse de Osa taconea entre el mo-

biliario y prosigue su explicación. Habrá siempre una

persona de limpieza en cada planta. Los baños serán de

uso individual y se limpiarán cada dos horas. La zona de

fotocopiadora solo podrá ser visitada de uno en uno. El

uso del gel será obligatorio antes y después del contacto

con la máquina de reprografía. Las salas de reuniones han

sido clausuradas. Las zonas de charlas informales ahora

lucen un cartel: “Espacio fuera de servicio”. Queda prohi-

bido comer en otro lugar que no sea el propio puesto de

trabajo, al contrario de lo que se exigía antes por decoro

y respeto. No se podrá circular libremente por el edifi cio

o sentarse en un sitio distinto al asignado, de modo que

sea posible “mapear” el recorrido y los contactos de un

empleado que diera positivo por covid-19. Si existe ese

positivo, se podría llegar a cerrar la planta entera, para

higienizarla, y se abriría otra de refuerzo.

Uno de los problemas más complejos será subir a los

pisos más altos. Como ninguno de los ascensores realiza

el trayecto completo de la planta baja a la 50ª, el piso 35º

funciona como intercambiador. En él, uno se baja del ele-

vador más rápido del país —8 metros por segundo— y se

sube a otro que lo lleva más arriba. “Ahí se arman unos

pitotes...”, recuerda un empleado que trabaja en el tercio

superior. Ahora se ha marcado un circuito en el suelo, una

“yincana”, lo llama De Osa, con fl echas y direcciones en-

tre unos ascensores y otros que hace respetar la distancia

de dos metros. Imposible no imaginarla llena de perso-

nas estresadas y con mascarilla. Por esta planta 35ª pasa

Sabina Domínguez, jefa del servicio de limpieza, con un

desinfectante en la mano y rocía cada botón que hemos

ido tocando. Al fi nal de la jornada, cuenta, repasa todo

con una mezcla de lejía y agua al 50%: “Vamos, que aquí el

bicho no está”. Antes de concluir la visita, Montse de Osa

añade que la idea es volver con un 15% de ocupación e ir

aumentando poco a poco. Aunque puede

que ya nunca se regrese del todo al mo-

delo previo. En su opinión, “la tendencia

es ir hacia espacios más colaborativos”.

“Las formas híbridas temporales”, las

llama Jesús Silva, director general de la

inmobiliaria Cushman & Wakefi eld, cuya

sede en el barrio de Salamanca ha sido ya

remozada para la nueva era. Entre sus no-

vedades se encuentran los baños con se-

R E P O R TA J E

Pepe García QuintanaEste director de servicios corporativos de Indra,

de 44 años, es responsable de los sistemas de la

información de la compañía. Forma parte del equipo

que organizó el “big bang”: mandar a casi 30.000

empleados a trabajar a casa de un día para otro.

“Este puesto te ha sido asignado habiendo

sido limpiado y desinfectado. Recuerda usar

guantes y mascarilla”, reza un cartel a la espera

de que vuelvan los primeros trabajadores

Page 6: Secc: OTROS Valor: 62.500,00 € Area (cm2): 584,6 Ocupac ...€¦ · Cod: 132632275 51 nomina “plantas limpias”, a las que podrán ir volviendo empleados poco a poco y de forma

31/05/20El País -SemanalEspaña

Pr: Semanal (Domingo)Tirada: 221.042Dif: 165.495

Pagina: 53Secc: OTROS Valor: 62.500,00 € Area (cm2): 584,0 Ocupac: 100 % Doc: 6/10 Autor: por Guillermo Abril fotografía de Sofía Num. Lec: 732000

Cod: 132632275

53

Silviano AndreuA sus 58 años, dirige el

negocio de consultoría

de Minsait, fi lial de

tecnologías de la

información de Indra.

Solo ha vuelto una

vez a la ofi cina (en la

imagen de arriba, la

sede de Alcobendas,

Madrid) para coger su

vieja calculadora Casio.

Minsait ha desarrollado

una app para rastrear

contagios en el regreso a

las ofi cinas, una especie

de pasaporte sanitario.

Page 7: Secc: OTROS Valor: 62.500,00 € Area (cm2): 584,6 Ocupac ...€¦ · Cod: 132632275 51 nomina “plantas limpias”, a las que podrán ir volviendo empleados poco a poco y de forma

31/05/20El País -SemanalEspaña

Pr: Semanal (Domingo)Tirada: 221.042Dif: 165.495

Pagina: 54Secc: OTROS Valor: 62.500,00 € Area (cm2): 582,1 Ocupac: 100 % Doc: 7/10 Autor: por Guillermo Abril fotografía de Sofía Num. Lec: 732000

Cod: 132632275

54

máforo, los mantelitos de papel para colocar bajo el tecla-

do (al fi nalizar la jornada se tiran), los circuitos de fl ujos de

entrada y salida, y una señalética mareante en el suelo que

traza un perímetro de dos metros en torno a cada puesto

de trabajo, una especie de burbuja que marca la distancia

del trabajador con sus compañeros e invalida automáti-

camente tres de cada cuatro escritorios. En las ofi cinas,

que visitamos el 8 de mayo, tampoco hay nadie: el 100% ha

podido irse a casa a teletrabajar. El resto del edifi cio aco-

ge bancos de inversión y despachos de abogados, entre

otros. Estos días acuden un centenar de trabajadores de

los 1.400 que solía haber. Lo único que no han dejado de

funcionar son los servidores. ¿Quizá sea este el futuro de

los edifi cios? ¿Inmensos contenedores de procesamiento

de datos? ¿Augura una caída de la demanda de ofi cinas?

¿Un shock en el mercado? “Los edifi cios van a tener un uso

distinto”, esquiva Silva la respuesta. “Se irán adaptando a

las necesidades”, añade María José Cantón, consejera de-

legada de Vyosa, empresa propietaria del bloque, que ya

valora proponer a los inquilinos “espacios pulmón”, que

acompañen las necesidades crecientes o menguantes, se-

gún posibles rebrotes. “Esto va para largo”, dice.

Olga Núñez, secretaria de la fi nanciera Arcano, con

sede en el edifi cio, piensa de forma similar. Se encuentra

en los tornos de salida (ahora contactless) con su pantalla

de ordenador bajo el brazo. Ha venido a recogerla. En un

principio se llevó el portátil a casa. Pero dos meses des-

pués la vista comienza a pagarlo y ya nadie sabe cuánto

se prolongará esta vida en remoto.

Hasta marzo de 2020 España era un país “alérgico al

teletrabajo”, afi rma Arturo Lahera, profesor de Sociología

del Trabajo en la Universidad Complutense de Madrid.

“En nuestra cultura organizativa no estaba bien visto por-

que suponía una pérdida de control”. Solo un 4,8% de las

personas teletrabajaban en 2019, según el INE; por deba-

jo de la media europea (un 5,3%) y lejos de países como

Luxemburgo (11,6%) y Finlandia (14,1%). El confi namien-

to obligado ha hecho saltar las cifras por los aires: cerca

Joan RoigCofundador del estudio de arquitectura

Batlle i Roig, tiene 65 años y ha seguido

yendo al despacho en Esplugues de

Llobregat (Barcelona). En la página de la

derecha, una vista de sus ofi cinas vacías.

Helena SalvadóSocia del estudio Batlle i Roig, de 39 años,

estos días de teletrabajo le han hecho

darse cuenta de que quizá llevaba una vida

“muy a tope”. En la imagen, trabajando

en el salón de su casa, junto a sus hijos.

F O T O G R A F Í A D E C AT E R I N A B A R J A U

Page 8: Secc: OTROS Valor: 62.500,00 € Area (cm2): 584,6 Ocupac ...€¦ · Cod: 132632275 51 nomina “plantas limpias”, a las que podrán ir volviendo empleados poco a poco y de forma

31/05/20El País -SemanalEspaña

Pr: Semanal (Domingo)Tirada: 221.042Dif: 165.495

Pagina: 55Secc: OTROS Valor: 58.900,12 € Area (cm2): 546,0 Ocupac: 94,24 % Doc: 8/10 Autor: por Guillermo Abril fotografía de Sofía Num. Lec: 732000

Cod: 132632275

55

de un 34%, un tercio de la fuerza laboral de España, ha

estado teletrabajando de media a lo largo de marzo y

abril, según el estudio El impulso del teletrabajo durante

el COVID-19, del Instituto Valenciano de Investigaciones

Económicas. “Ha sido un experimento”, dice José María

Peiró, catedrático de Psicología Social de la Universidad

de Valencia y coautor del informe. “Pero lo hemos hecho

de forma improvisada, sobrevenida y poco planifi cada”.

Ha ayudado a mantener el empleo, cierto. Y ha evitado

contagios y facilitado el cuidado de los hijos sin colegio en

una situación extraordinaria. Pero se ha dado el paso sin

las herramientas, ni la formación, ni los espacios adecua-

dos. La situación genera estrés, desestructura el tiempo;

quedan poco claras las funciones, las horas, los objetivos,

el límite del trabajo y el comienzo de la vida privada; abre

brechas entre quienes tienen o no hijos o mayores a car-

go, empleados del hogar, una buena silla, mejor conexión

a Internet, una pantalla grande o simplemente una habi-

tación con vistas y bien ventilada. “El paso siguiente”, con-

cluye, “será ver qué podemos aprender de esta situación”.

Helena Salvadó, una arquitecta de 39 años, socia del

estudio Batlle i Roig, dice que estos días de reclusión for-

zosa le han hecho ver que llevaba una vida “muy a tope”.

“Mis hijos nunca habían pasado tanto tiempo con sus

dos padres a la vez”, cuenta desde el despacho que ha

improvisado en el cuarto de estudio del mayor de ellos.

También cree que las ofi cinas, como los vuelos low cost, se

estaban yendo a “densidades” demasiado elevadas en esa

búsqueda de rentabilidad. “De una persona por cada 10

metros cuadrados se había pasado a una por cada 6”. Cree

que la “nueva normalidad” no será telemática ni presen-

cial, sino una mezcla de ambas. Y que de

algún modo el bagaje de estos días brin-

dará sabiduría para paliar la “emergencia

climática”. Aunque el contacto, opina, es

insustituible: “La gracia de ir a la oficina es

hablar con el equipo y compartir cosas”.

Ella regresó a mediados de mayo por

primera vez a su lugar de trabajo. Coinci-

dió con un puñado de compañeros a los

que llevaba dos meses sin ver en perso-

na. Pero, debido a las videoconferencias,

la sensación fue paradójica: “Era como

si nos hubiéramos visto ayer”. El estudio

Batlle i Roig, en el que trabajan 115 perso-

nas, tiene su sede en un elegante edifi cio

de hormigón proyectado por ellos mis-

mos en la falda de la sierra de Collserola

(Barcelona). Durante este tiempo solo han

estado acudiendo tres personas a la sede,

entre ellas Joan Roig, uno de los fundado-

res, de 65 años, que vive solo, cerca, y ha

aliviado así el peso del confi namiento. “Es mejor que estar

en casa”, dice. Acostumbrado a pasearse entre el equipo

en la era previa, estos días con el estudio en solitario Roig

seguía el baile de las pantallas, guiadas por los empleados

en remoto: “Es mágico. Un despacho en movimiento pero

sin nadie. Me recordaba a las pianolas”.

En el estudio, que ha diseñado sedes de compañías

como Inditex, ya le están dando vueltas al regreso. Será

por turnos, en equipos de unas 30 personas, muy separa-

das entre sí, y con horarios más apretados, hasta la comi-

da. Ya no almorzarán allí, para evitar un foco de contagio.

Tendrán que valorar quién formará los equipos: si uno

de ellos enferma, quizá haya que mandar al resto a casa.

Enric Batlle, el otro socio fundador, explica que el re-

greso será “voluntario” y tendrá en cuenta la situación

personal: si uno tiene aprensión o mayores a cargo, pon-

gamos. Batlle, de 63 años, es un superviviente del coro-

navirus. Pasó por el hospital, UCI incluida, y dice que la

enfermedad le ha dado “otra perspectiva”. Cree que ire-

mos hacia un mundo con menos viajes para citas de dos

horas en otra ciudad, otro país, otro continente. Pero sí

valora que el talento se junte bajo un mismo techo. “Igual

somos antiguos, pero creo que el contacto es importante”.

La pandemia, añade, acelerará tendencias que ya existían,

como el free sitting (asiento libre, en inglés) y los espacios

“saludables” con ventilación y mobiliario naturales.

Una ofi cina vacía produce una extraña sensación de

tiempo suspendido. En la sede de Indra, en Alcobendas

(Madrid), paseando entre modernas mesas blancas, des-

cubrimos un calendario con los días tachados hasta el 8

de marzo, una bolsa de perlitas de chocolate a medias,

R E P O R TA J E

“Igual somos antiguos, pero creo que el

contacto es importante”, dice el arquitecto

Enric Batlle. Opina que la pandemia acelerará

tendencias como las oficinas “saludables”

Page 9: Secc: OTROS Valor: 62.500,00 € Area (cm2): 584,6 Ocupac ...€¦ · Cod: 132632275 51 nomina “plantas limpias”, a las que podrán ir volviendo empleados poco a poco y de forma

31/05/20El País -SemanalEspaña

Pr: Semanal (Domingo)Tirada: 221.042Dif: 165.495

Pagina: 56Secc: OTROS Valor: 59.058,70 € Area (cm2): 547,5 Ocupac: 94,49 % Doc: 9/10 Autor: por Guillermo Abril fotografía de Sofía Num. Lec: 732000

Cod: 132632275

56

una anotación en una agenda: “Gastos Map Barna”, un bi-

llete de avión a Bilbao para el 10 de marzo que quizá na-

die tomó. Pero alguien ha estado girando las hojas de los

calendarios de página que hay sobre algunos escritorios.

La fecha está actualizada. Un misterio. En el pasillo, re-

cortada al contraluz, pasa la mopa María del Amo, la res-

ponsable del equipo de limpieza. “Fue cosecha mía”, dice.

“Era por actualizarlo, que parece que está esto desolado”.

El 11 de marzo, con el estado de alarma a las puertas, la

multinacional española de tecnología y seguridad comen-

zó a mandar empleados a casa. En 48 horas, el 90% de los

30.000 asalariados en el país estaban teletrabajando. El

“big bang”, lo denomina Pepe García Quintana, ingeniero

de 44 años, responsable de los sistemas de la información

de Indra. “Hubo momentos complicados”, dice en una

videoconferencia desde su domicilio, a la que se conecta

con los auriculares de la PlayStation. “Pero no hemos te-

nido ninguna incidencia crítica. Ha sido un éxito”. Repar-

tieron unos 6.000 portátiles a quienes aún no tenían. Y el

cambió fue perceptible enseguida. Las llamadas de fi jo a

fi jo cayeron más de un 50% a nivel mundial entre enero

y marzo. Las videollamadas crecieron un 100%. Parte del

secreto para que el sistema haya aguantado se encuentra

en lo que García Quintana denomina el “gran bicho”: un

centro de procesamiento de datos que ocupa 1.600 me-

tros cuadrados de suelo técnico, cuenta con una capaci-

dad de almacenamiento de unos 20 petabytes y sostiene

hasta 192 millones de sesiones simultáneas.

El regreso, dice el ingeniero, “será un desescalado pro-

gresivo”. Pondrán en marcha una aplicación propia, una

especie de pasaporte sanitario cuyo algoritmo tendrá en

cuenta variables de salud y contactos con humanos, es-

pacios y objetos para prevenir contagios. También te dirá

dónde sentarte al acudir a la ofi cina. De momento, en la

sede de Alcobendas, la recepcionista recibe a los escasos

visitantes tras un bote de gel hidroalcohólico y extiende al

recién llegado un cuestionario con preguntas sobre su sa-

lud en los últimos 14 días: ¿fi ebre?, ¿tos?, ¿dolor muscular?

Nico Matji, productor de cine de 45 años y cofundador

del estudio de animación Lightbox, del que han salido las

películas de Tadeo Jones, dice que echa “muchísimo de

menos la espontaneidad”, cuando de pronto alguien grita-

ba “¡Qué bueno esto!” y se formaba un corrillo alrededor.

“Esa ilusión, esa energía se nota en una película”, añade en

la penumbra del estudio, una planta de 800 metros cuadra-

dos llena de ordenadores. Lo primero que ha preguntado

al llegar ha sido: “¿Cómo vamos de polvo?”. En la estancia

solo se encuentra el informático, que se ha dejado caer

para reponer discos duros y mejorar la velocidad de trans-

ferencia de datos. En una cinta de animación, que avanza

a cinco segundos de metraje por semana, cada milésima

cuenta. Se escucha el sonido acolchado de los ventilado-

res enfriando la granja de render. El estado de alarma les

pilló con la preproducción de Tadeo Jones 3. La maldición

de la momia. Son de los pocos supervivientes de la indus-

tria cultural. “En el sector de la animación”, dice Matji, “lo

podemos capear mejor que nadie”.

Enrique Gato, el creador de Tadeo,

madrileño de 43 años, dirige estos días la

película desde lo que su mujer llama “el

zulo”, un sótano de su chalé en Alcalá de

Henares (Madrid), donde entra su mesa y

su ordenador con doble monitor, sus ins-

trumentos de música, una pantalla para

proyectar películas (y jugar a la videocon-

sola con su hijo), dos premios Goya, otra

Enrique GatoCineasta de 43 años, ha pasado de dirigir la película

Tadeo Jones 3 desde los estudios de animación a hacerlo

desde el sótano de su casa (en la imagen). “Hemos

logrado que funcione”, dice, “pero no es lo mismo”.

Marta SegurolaEs la directora de animación de Tadeo Jones 3. Tiene

43 años, trabaja desde el salón y acuesta tarde a

los niños para aprovechar las mañanas. Abajo, en la

videollamada semanal de supervisores de la película.

“Echo muchísimo de menos la espontaneidad”,

dice Nico Matji, productor de la cinta de

animación Tadeo Jones 3. “Esa ilusión, esa

energía son necesarias en una película”

R E P O R TA J E

Page 10: Secc: OTROS Valor: 62.500,00 € Area (cm2): 584,6 Ocupac ...€¦ · Cod: 132632275 51 nomina “plantas limpias”, a las que podrán ir volviendo empleados poco a poco y de forma

31/05/20El País -SemanalEspaña

Pr: Semanal (Domingo)Tirada: 221.042Dif: 165.495

Pagina: 57Secc: OTROS Valor: 61.456,82 € Area (cm2): 569,7 Ocupac: 98,33 % Doc: 10/10 Autor: por Guillermo Abril fotografía de Sofía Num. Lec: 732000

Cod: 132632275

57

buena cantidad de galardones y un sinfín de muñequitos.

“Mi vida hoy es hacer reuniones en Hangouts”, dice Gato.

Los lunes se reúne con los supervisores de cada departa-

mento. Y casi el resto de la semana lo pasa con citas indi-

viduales. “Hemos conseguido hacerlo funcionar”, explica.

“Pero verse a través de una pantalla no es lo mismo que

estar bajo el mismo techo con un equipo artístico”.

Una mañana se nos permite asistir a una de sus reu-

niones virtuales. Más de 10 caritas aparecen en la pan-

talla. Gato va dando la palabra a cada participante. Ha-

blan en un lenguaje incomprensible de “tools”, “nodos”,

“props” y “rigs”. Una dice: “Necesito texturas para los fa-

ciales”. A otro le aparece el hijo por la espalda. Discuten

sobre el sombrero de Tadeo y fi nalmente alguien pregun-

ta: “¿Se sabe cuándo vamos a volver a la ofi cina?”. Matji,

el productor, contesta: “Como mínimo debería vencer el

estado de alarma, ya habéis visto las recomendaciones de

seguir confi nados. Creo que a fi nales de junio podemos

ir pensando en cómo vamos volviendo”. Matji cree que

la mejor fecha para regresar será septiembre. Aunque,

medio en broma, añade: “Igual tenemos que acabar la pe-

lícula en remoto”. Un compañero confi esa entonces: “Yo

estoy sospechosamente bien en casa”. Gato, el director,

zanja la videoconferencia: “Seguimos dándole caña”. —EPS