schaeffer jean-marie_fin de la excepción humana_xxx.pdf

Upload: pablo-belzagui

Post on 10-Feb-2018

225 views

Category:

Documents


4 download

TRANSCRIPT

  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    1/164

    Hace ya un siglo y medio se sabe que los humanos son seresvivientes entre otros seres vivientes y que la unidad humanaes la de una especie biolgica que no podemos extraer delconjunto de las formas de vida no humana, que constituyenmucho ms que su "entorno". Sin embargo, a esta comprobacin que ya es indiscutible, las ciencias humanas y sociales oponen la "Tesis de la excepcin hum ana" al afirmar que elhombre constituye una excepcin entre los seres que pueblanla Tierra. Segn esta tesis, el ser humano trasciende en su.misma esencia la realidaddelas otras formasdevida y su propia "naturalidad". As, el filsofo plantea que el hombe seriaun "yo" o un "sujeto" radicalmente autnomo y fundador desu propio ser; el socilogo insiste en que esta trascendenciase ubica en la sociedad, por esencia "anti natural";,el antroplogo, por su parte, afirma que slo la "cultura" -l a creacinde sistemas simblicos- constituye lo propio del hombre.EnElfin de laexcepcinhumana,Jean-Marie Schaeffer seinterroga sobre cmo es posible que, a la luz de los'avancesdela biologa, la neurologa, la etologa o la psicologa, la Tesisde la excepcin hum ana siga gozando de tal crdito entre filsofos e investigadores en el campodelos hechos culturales.Por qu es tan persuasiva la Tesis? Cmo se ha mantenidoimpermeable a los avances de las disciplinas cientficas? Afin de responder estas preguntas, Schaeffer rastrea en el cartesianismo, especficamente en el argumento delcogito,el "principio de inm unizacin epistmica" que ha logrado aislarla delos saberes "externalistas" que la contradicen.A lo largo de su argumentacin el autor dem uestra que laTesis de la excepcin humana es una visin del mundo cuyocosto, frente a su supuesta utilidad, es exorbitante. De estemodo,El fin de laexcepcin humanabusca articular los elementos de una visin integrada de la identidad humana queconjugue las ciencias de la cultura y los otros conocimientosque conciernen al hombre.

    CSBN ra-150-SS7-7ai-2 cto

    ira'-: i

    Efepb.it,fem i5 1 ^ T -\ ^ >

    -- . . ,v-* "J, J* . Jir --t-_, . - '- * *

    i \ t ^S r-f Y ;- ; ^-- tT -

  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    7/164

    - 7 -

    Todas esas montaas, todos esos ros y la misma Tierra,de dnde vienen? preguntaba un monje.Y de d nde viene tu pregunta? dijo el Maestro.

  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    8/164

    - 8 -

    PREFACIOI ESTA OBRAnaci a partir de la comp robacin d e una antinom ia alojada en el mism oI corazn de nuest ra concepc in de l se r hum ano. E l la es r ecur rente en una par te| imp ortante de la f ilosofa, pero tamb in de las ciencias hum anas y sociales, en lamedida en que stas son permeables a las doctr inas f ilosficas, lo que a menudoocurre. Como po r otra parte las convicciones f ilosficas circulan amp liamen te a tra-'' vs de la sociedad, tambin afecta de man era ms general la imagen que nos forjamos de nosot ros mism os. En consecuenc ia , inf luye di rec tamente en nuest ros valores y su jerarqua o, para decir lo con palabras ms sencillas, en la idea que noshacemos de una "buena vida".Por un lado, desde hace por lo menos un siglo y medio, sabemos, ms all de

    toda duda razonable , que los human os son -qu e nosot ros som os- se res vivientesI entre otros seres vivientes (con todo lo que esto implica) y que la unidad de la hu-1 man idad es la de una especie biolgica. Por lo tanto, tambin sabem os que la lle-" gada a la existencia de la hum anid ad se inscribe en la historia de lo viviente en unplaneta de mediana dimensin de "nuestro" sistema solar . Esta historia y su muylarga prehistoria nos han formado, y en principio, y ante todo, somos uno de los' episodios de esta evolucin que no es slo nue stro pasa do, sino tambi n nues tro presente y nuest ro porveni r. Al mismo t iempo, no podr amos separarnos de l con-1 junto complejo e inestable de las formas de vida que coexisten actualm ente sobrela Tierra. Esta vida no humana constituye mucho ms que nuestro "entorno": ella- es constitutiva de nues tro ser , que no es otra cosa que una de sus encarnac ionesf pasajeras.Sin embargo, la concepc in de la hum anida d q ue s i rve de ayuda a una par te] no desdeable de aquellos que se prop one n estudia r al ser hum ano desde una perspectiva f ilosfica o en su dim ensin social y cultural opon e un a negativa categricay radical a esa comprobacin. Ella afirma q ue el homb re constituye u na excepcini entre los seres que puebla n la Tierra, incluso que constituye una excepcin entre losseres -o el ser - a secas. Esta excepcin, nos dice, se debera al hecho d e que , en su; " esencia propiam ente hum ana, el hom bre poseera una dimens in ontolgica emer-j gente, en vir tud de la cual trascendera a la vez la realidad de las otras formas de; " vida y su propia "natu ralidad ". Prop ong o llamar a esta conviccin la tesis de la ex--1 cepcinhumana(en adelan te, la Tesis).

  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    9/164

    14 ELFINDELA EXCEPCIN HUMANAEsta Tesis adopta tres formas mayo res. En su forma m s radical, que es f ilosfica, no slo se niega a f ijar la identidad del hom bre a la vida biolg ica, sino tam -bin a la vida social: en su esencia propiame nte hu man a, el hombre sera un "yo", oun "sujeto", radicalmente autno mo y fundad or de su propio ser . Se habr reconocido aqu el axioma de partida de algun as de las f ilosofas ms impo rtantes del si

    glo xx -entr e otras, la fenomenologa, los neok antismos ( incluso analticos) , la tradicin de la f ilosofa hermenutica y el existencialismo-. La segunda forma de laTesis,particularmen te exten dida e n las ciencias sociales, ubica el lugar de la trascendencia en lo social: el hombre social, se nos dice, es el hombre "no natural"hasta "an ti natural" . La vida "biolgica", pues, no sera otra cosa que el sustrato de'la humanidad y nada tendra que ver con su identidad propia. La tercera forma,que sobre todo se encuentra en las ciencias humanas (si uno est de acuerdo enaceptar qu e las ciencias hum anas se refieren a la cultura ms que a lo social) , sostiene que es la "cultura" ( la creacin de sistemas simblicos) lo que constituye laidentidad propiamente humana del ser humano, y que la trascendencia cultural seopone a la "natu raleza" y a lo "social" a la vez. De ello no slo resulta una actitudpolmica frente a las ciencias de la vida, sino tambin frente a las ciencias sociales.El crdito de que goza esta Tesis tiene motivos para cau sar cierta perplejida d. Cm oes posible que los avances importantes en el conocimiento del ser humano aportados por la biologa, la neurologa, la etologa o la psicologa no hayan sido acog idospor todos los investigadores en ciencias sociales ni por todos los f ilsofos y los investigadores en el campo de los hechos culturales (en el sentido restr ingido del trmino) como algo que volva factible el desarrollo de un mo delo integrad o del estudio de lo human o? Por qu, al contrario, provocaron - y esto du rante todo el sigloxx - tan numerosos rechazos y reacciones segregacionistas? De manera que los trabajos de las ciencias biolgicas y las ciencias sociales no fueron considerados comoel fundamento del imperativo del "Concete a ti mismo "?

    No es seguro que se pued a da r una respuesta sencilla a esta (doble) cuestin, yeste libro no apu nta a enco ntrar una respuesta semejante. En efecto, no me interesotanto en el "por qu?" de la Tesis de la excepcin humana sino ms bien en su"cmo?" y sus consecuencias. Al respecto, en mi opinin, tres puntos deben sersubrayados desde el inicio, para clarificar el desafo del debate.En primer lugar, cualesquiera qu e sean las razones susceptibles de dar cuentade ello, la atraccin ejercida por la Tesis de la excepcin hum ana fue pagad a a unalto precio desde el punto de vista cognitivo. Ella conden a cuantiosos f ilsofos apermanecer empantanados en supuestos que ningn argu mento se r io permi te yadefender, teniendo en cuenta los conocimientos actuales referentes a la hum anida d.

    PREFACIO 15Ya no p ued e caber la menor dud a de que el hom bre es un ser biolgico y social, yno un sujeto autofund ado, a menos qu e se consideren nulos y sin valor los innume rables trabajos convergentes de numerosas generaciones de investigadores en lasdisciplinas ms diversas. Y tampoco tendra qu e caber la menor dud a de que el sersocial y el ser cultural del hombre, lejos de proyectarlo ms all de su ser biolgico,son dime nsiones o aspectos de su ser biolgico para cualquiera q ue reflexione unpoco sobre las condiciones que deberan cumplirse para que la hiptesis inversatuviera sentido. En efecto, existe una depend encia radical de lo social y lo culturalrespecto de lo biolgico, que fue perfectamente resumida por John Searle: "Nopue de hab er oposicin entre la cultura y la biologa, porq ue si la hubiera, la biologa ganara siempre". 1 Y todava la expresin de "relacin de dependencia" queacabo de emp lear corre el riesgo de ind ucir a error , por el hecho de que sugiere laidea de dos realidad es diferentes. Pero es precisamente esa idea la que est en entredicho (y, por otra parte, contra esa idea est dirigido el argumento de Searle).

    En segu ndo lugar, si la Tesis conserva tanto crdito a pesar de su situacin d esesperada c uand o se la juzga des de el punto de vista de los saberes "empricos", noes producto de un simple apego sentimental. La razn decisiva es de orden epistemolgico. En efecto, la Tesis se apoya e n u n principio de inmu nizacin epistmica.Esto le perm ite descalificar la validez de los saberes "externalistas", cualesquieraque sean, por lo menos en el nivel en que pretende situarse. Ahora bien, todas lasdisciplinas que se ocupan de lo viviente y la mayo ra de las ciencias sociales depen den d e un proceder meram ente extem alista, "en tercera persona ", o mixto. Esa es larazn p or la cual, en su forma radical, la Tesis pret end e descalificar no slo las ciencias de la vida, sino tambin las ciencias sociales, incluso cu ando stas sin emb argoreivindican esa misma Tesis para introducir un corte ontolgico entre el hombre"natura l" y el hom bre "social" o "cultural".En tercer lugar, la Tesis extrae igualmente una parte de su fuerza de persuasin de la confusin que con frecuencia n ace de la insistencia en la naturaleza biolgica del ser humano. As, durante mucho tiempo los bilogos (en el sentido amplio del trmino, que por tanto incluye tamb in a los etlogos), preocup ados p or lapertinencia de sus investigaciones en el mbito d e las ciencias sociales y culturales,asumieron para ello la dicotoma f ilosfica entre "naturaleza" y "cultura". De talmodo, se condenaban a una postura reduccionista: el hombre social y cultural erareducido al hom bre "n atural". El olor a azufre polm ico que todav a en la actualidad se desprende de los t rminos "na tura l i smo", "na tura l izac in" , " reducc io-

    1 John Rogers Searle,La redcouvee dei'esprit,Pars, Gallimard, col. NRFEssais", 1995, p. 227[trad. esp.:El redescubrimiento de lamente,Barcelona, Critica, 1 996].

    9

  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    10/164

    - 10 -16 ELFIN DELAEXCEPCIN HUMANAnismo",o,incluso/ 'f sicasmo" testimonia con claridad este estado de cosas. Hayaqu una i rona involuntar ia , puesto que la dicotoma ent re na turaleza y cul turafu .construid a en el-marco de la Tesis.

    - La cuestin que se halla en el centro de esta obra, pue s, no se limita ni a determ inar> lo qu e sostiene la_Tesis de la excepcin hum ana n i a compren der su g ran po der deconviccin a pesar del desconocimiento que se encuentra en su fundamento- setrata tanto de salir de las escisiones perjudiciales que ella instituy como de articularlo s elementos de una visin integrada ele la identida d hu ma na q ue permita a lasciencias de la cultura desarrollarse de com n acu erdo con los otros conocimientosreferentes al ho mbre.

    Para empezar expong o la Tesis de la excepcin huma na. No se trata de una reconst rucc in his tr ica , s ino ms bien de una reconst i tuc in de su " idea l - t ipo"Afianzada en unajnaltura particular - la occidental- , durante siglos se inscriba ene l r ango de las evidenc ias de la cul tura e rudi ta occidenta l, cuand o e l l ^ m a una excepcin cul tura l. De paso, demuest ro cmo la Tesis no pued e s d l T d l L(en trminos cognitivos) sino a costa de una concepcinserelcionis d e ^rentes ram as del saber h um an o: toda filosofa o ciencia h u Z ^ t ^vmdica mientras que, por otra parte, defiende una concepcin l u ^ u ^ Z^ a h T * 0 3 l d 6 a I m e n t e ) C m C n J U n t 0 ^ d ^ e m b o c a e u n c aU e l :En un segun do mo men to, me deteng o en la fuerza persuasiva de la Tesis Estef ue rz a r e si de p r e ci s a me n te e n su e st ra t eg i a s e g r e ga d or a , e s de ci r u v o L t a dde aUt o f r e n t e a I o s s a b e r e s n a t o a a s ^ m p o que a f i

    m que los funda. Pero esta estrategia segregacionista - la estrategia Z e ^

    La Tesis de la excepcin hu ma na no logra llevar a cabo lo que pretende r e a Wp e ro n o s p r op o n e u n a v is i n e x tr em a d am e n te e m p o b r e c i d a T e S n t i d a d t u 'ma na d a C Q n ^ ^ ^ fedela/h^ S e ^ d ^ ^ H d a fuera de la Tesis

    En un cuarto momento, demuestro que esta salida no implica ningn reduccio-iismo, sm o que, por el contrario, permite bosquejar las lneas defi,J ^ ? t

    PREFAa O 17ndole irreductible de los hechos sociales y culturales. Para ello hay que deshacersede los supuestos dualistas, y en primer lugar de la oposicin entre "naturaleza" y"cul tura" . Esta l t ima fa lsea los deba tes y, ms fun damenta lm ente , n os pro hibetoda comprensin del hecho social concebido como fuente de individuacin de losseres hu ma nos . Que el hombre sea u n ser social, lejos de opo nerse a su especificidad biolgica, es precisamente su expresin.La oposicin entre "natu raleza" y " cultura " nos lleva a identif icar el hecho social y el hecho cultural. Pero, como ya lo haban visto los padres d e la antropo logacultural, es indispensable distinguir , por el contrario, entre esos dos tipos de hechos. En efecto, puede haber un hecho social en ausencia de todo hecho cultural:existen muchas especies sociales que no desarrollaron una cultura. Por ello, seraerrneo querer hacer de la cultura el lugar de la excepcionalidad humana. Las culturas son plurales, no slo porque las culturas humanas son diversas, sino tambinporque la humana no es la nica cultura animal.En conclusin, o ms bien como apertura, me interrogo ante todo acerca de lanocin de "conciencia", que, en la perspectiva aqu adoptada, pierde el lugar central que tiene en la teora de la excepcin hum ana. La razn principal de la fuerzade conviccin de la Tesis es el hecho , acepto que tr ivial, de que los seres hu ma nosno son mquinas cognitivas o, para decir lo de otro modo, que no slo hay conocimiento en la vid a. La crtica epistmica de la Tesis en nomb re de un abordaje n aturalista, pues, no puede ser el quid de la cuestin: el abordaje naturalista tambindebe estar en condiciones de comprender la Tesis en su realidad propia, es decir ,haciendo abstraccin de su valor cognitivo en su funcin efectiva de representacincolectiva com partida.

    Este libro no pretend e ser la defensa e ilustracin de una doctr ina. En mi nim oslo tiene el valor de los caminos recorridos a lo largo de un a exploracin q ue espero sea lo menos preconcebida posible. Adoptar una perspectiva justa en el estudio de lo hum ano no es cosa fc. En efecto, a partir del mome nto en q ue remiten acomp ortamiento s hum ano s, los trabajos f ilosficos, como los de las ciencias hum anas y sociales, enfrentan un a dif icultad ign orada p or las ciencias que se ocupan delos "hechos brutos" (Searle) . Hace muy poco, un periodista recordaba que "el problema especf ico en stos mbitos de investigacin es que los objetos de es tudio ( losseres humanos) saben leer". De manera que la misma publicacin de los anlisiscorre el r iesgo de transformar los objetos de estudio. Una descripcin (o una prediccin) verdadera puede as volverse falsa muy sencillamente, porque los objetosde estudio cambiarn sus comportamientos cuando hayan tomado conocimiento dela descripcin (o prediccin) de marras. De all surge esa exigencia tan particularpara los trabajos en el campo humano: "Toda buena teora del comportamiento es-

  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    11/164

    - 11 -18 EL FIN DELAEXCEPCIN HUMANAtablecida en las ciencias sociales debe seguir siendo v lida aun que sea conocida po rlos obje tos de es tudio, en ot ras pa labras , la teora debe sobrevivir a su propiapublicacin".2 Wittgenstein era consciente de esta exigencia para la filosofa, puestoque para l era importan te que d ejara "las cosas en su estado", y que en el mbitoms particular de la f ilosofa del lenguaje "d e ningun a man era [ . .. ] meno scabara"los usos lingsticos efectivos.3El presente ensayo, por supues to, se encuentra bajola competencia del mism o principio . En lo abstracto, la alternativa se enuncia confacilidad: o bien las proposiciones que aqu ha n de expresarse describen ad ecuada mente lo que ocurre con el ser hum ano , en cuyo caso su enunciacin no pu ede inducir reacciones que sean susceptibles d e desmentir las d e manera autorreferencial,o bien su enunciacin ser susceptible de inducir semejante desmentido autorreferencial, en cuyo cas no describen adecuad amente lo que ocurre con el ser hum ano ,sino que implican proposiciones normativa s ocultas. En la prctica, resulta ev identeque las cosas son much o ms co mplicadas. Al lector le corresponde juzga r en qu medida mis anlisis estn o no a la altura de esta exigencia.Aun si suponemos que las pginas que siguen estn de acuerdo con el principiometodolgico que acabo de exponer, de cualquier manera padecen de cierta cantidad de limitaciones importantes que corren el r iesgo de transformarlas en un a empresa improbable.En principio, prcticamente todos los puntos que habr de encarar son objetode innumerables trabajos y discusiones desde hace tiempo. Para hacer una p resentacin adecuada d e las posiciones expuestas, habra sido necesario no slo leer bibliotecas enteras, sino incluso consagrar un vo lumen entero a cada punto encarado.Una solucin alternativa habra sido limitarme a algunos problemas particulares ytratarlos desde una perspectiva detallada. La eleccin que hice, diferente -bos que jar las vas generales de un estudio integrado del hecho hum ano -, me condena m sde una vez a generalizaciones simplif icadoras, a aproximaciones y a argum entaciones parciales (y sin duda truncadas). Espero que estas faltas sean redimidas porcierta coherencia de conjunto de la concepcin global que propo ngo.En segundo lugar, y este punto se desprend e del primero, las reflexiones queaqu se llevan a cabo les deben m ucho -e n realidad casi tod o- a ideas que fueronelaboradas por otros. Por consiguiente, no pretendo una gran originalidad. Cada

    2RichardD.McKelvey y Guy Riddihough, "TheRaraSciences", enProceedings ofthe NationalAcademyof Sciences,vol. 96,nm.19,1999,p.10.549.3Ludwig Wittgenstein,Investigationsphilosophiques,Pars, Gallimard, col. "Tel.",1961,p. 167[trad.esp.:Investigacionesilosficas,Barcelona, Crtica,2008].

    PREFACIO 19vez que m e fue posible, cit las fuentes qu e me resultaron tiles; pero m s all delos prstamos que pu edo adjudicar a autores especf icos, el marco general en el quese inscribe este trabajo -m arco calif icado, a r iesgo de m ltiples malenten didos, de"programa naturalista"- tiene fuentes tan diversas y multiformes que no siempreme fue posible acompaar cada concepcin especf ica con su "inventor" histricoefectivo.Y el l ibro todava pad ece otra limitacin, esta vez de principio. Como toda encuesta cognitiva, la que empren do se enuncia a partir de un conjunto de su puesto sque constituyen su basamento. Este basamento le da su coherencia (por lo menosrelativa), pero al mis mo tiempo, y silenciosamente, constituye su pu nto ciego. Estalimitacin, pues, est en proporcin con la conciencia que yo puedo tener de esepun to ciego. No pu edo m s que supone r -y acep tar- su existencia y retomar por micuenta la famosa ocurrencia de Erving Goffman: "Hay buenas razones para dudardel tipo de anlisis que viene a continuacin. Yo mismo lo hara si no fuera suautor".4 Slo el lector, para no convertirse en el duplicado del autor, sabr caminarhacia adelante y dejar atrs las ideas aqu exp uestas.

    4Erving Goffman,Les cadres del'exprience,Pars, Minuit,1991, p.20 [farad,esp.:Frameanahjsis.Los marcos de laexperiencia,Madrid, Centro de Investigaciones Sociolgicas,2006].

  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    12/164

    - 12 -

    I. LATESIS DE LAEXCEPCIN HUMANAEL HOMBRE COMO SER NO NATURAL

    Al comienzo de La crisis de lasciencias europeasylalfenomenologatrascendental,elgran trabajo ( inconcluso) de los ltimos aos de s u vida, Huss erl cr itica la "red uccin positivista" en el campo de lo que hoy llam amos las ciencias huma nas y sociales.1Por "reduccin positivista" l entiende todo estu dio de lo huma no qu e, en vezde adoptar la senda 1 de l autoesc la recimiento fenomenolgico qu e l mismo practica, se calca sobre el modelo del estudio de los entes no hu man os. Este modelo esel de un abordaje ex ternalista o incluso objetivista, como el qu e ado pta el f sico alestudiar la materia o la energa, el qumico al analizar las uniones moleculares oincluso el bilogo al descifrar la vida veg etal o anima l. Al referirse m s particularmente a estas dos ciencias de lo hum ano que prete nden ser la psicologa y la historia, Husserl sostiene que, a partir del mom ento e n que recurren a este proceder ob jetivista, se condena n a tratar al hombre com o una "co sa", y al mism o tiempo slopueden desconocer su singularidad.Husserl no dej de volver sobre esta singularidad, si no durante toda su obra,a l menos despus de su gi ro t r ascendenta l ,2descr ibindola de diversas m aneras .Aqu, en las pginas d e apertura d eLa crisisd elas ciencias europeasy la fenomenologatrasctndental,l la circunscribe -d e man era clsica, pod ra dec irse- con ayuda d e losconceptos de "libertad" y "razn": "En su comportamiento en relacin con su entorno humano y extrahumano", el hombre "se decide libremente, en la medida en

    1Los anlisispropuestosen estecaptulo constituyeneldesarrollodeun conjuntodeconsideraciones presentadas enformadebosquejo enJean-MarieSchaeffer, "Lathse del'excepton hum aineet lepromthisme de la connaissance", enCommunications,nm.78,2005, p p. 189-209.2Loque se llama l "giro trascendental" est marcado por una reconfiguracin profunda delproyecto mismo de lafenomenologa.Mientras que al comienzo Husserl habaencaradolafenomenologa comounanlisismeramente "descriptivo"de loscontenidosdeconciencia,apartirde 1907aproximadamente va ainternarseenu n proceder fundacionalistaqueapuntabaafijaracapacidadde la conciencia y a asegurarse de sus objetos en una subjetividad trascendental concebida comoorigen absoluto de la constitucin del mun do.Loque Husserl interpreta como una radicalizacindel proceder fenomenolgico de hecho encuentra su origen en el retorno delfilsofoa una problemtica fundamentalmente gnoseolgica, aun cuando la fenomenologa haba nacido como taljustamente gracias ala postergacinde estaproblemtica...21

  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    13/164

    13

    22 ELHN DELAEXCEPCIN HUMANA O LA TESISDELAEXCEPCIN HUMANAque es libre en sus propias posibilidades de dar a s mism o y a su m un ao ambienteuna forma de razn".* Puede explicitarse el argumento de la siguiente manera: elhom bre es el origen y el fundam ento de toda forma de razn ; ahora bien, la raznes el principio autoconsttuyente de su prop ia validez; al mism o tiemp o, es el fundamento trascendental de toda validacin objetal y de toda normatividad objeti-vista; el hombre, pues, es irreductible a toda determinacin "externalista", puestoque,en cuanto ser de razn, constituye el origen de toda validacin, y en particularde toda validacin "objetiva", que no es ms que la forma de razn qu e da al mun doambiente.

    La libertad - la capacidad de determinarse a s mismo- y la razn - la capacidad de sacar de su propio inte r ior los c ri te r ios de lo verd ade ro- no hacen s inonombrar las dos caras de un solo y mismo dato fundador: la esencia propiamentehum ana del hom bre reside en el hecho d e que es constitutivam ente Sujeto -el lugara partir del cual la objetividad como tal resulta cons tituida-. Pero q uien dice Sujetodice conciencia y conciencia-de-s. Si la objetidad se halla en una depend encia radical respecto del Sujeto, es pues p orqu e l es quien la instituye autocons tituyndos esimultneamente como conciencia-de-s y conciencia del mundo. La conciencia-de-s se convierte de este mod o en el fondo ltimo de toda objetidad y de toda asercin de ser. Al mismo tiem po, el proyecto de u na ciencia "natu ral" del Sujeto -po rt an to , de la conciencia- est consagrado al fracaso, porque la instancia que instituye el tr ibunal ante el cual toda ciencia que trate sobre objetidades es validada oinva l idada no puede e l la misma ser planteada como obje t idad, como "rea l idad"entre otras. A partir de lo que tiene de propiamente humano -la razn como modode ser cannico de la conciencia- , el hombre se ubica fuera de las reMidades delmu ndo , puesto que es el sitio en que el mu nd o como tal aparece. *Esta Tesis, o sea, la afirmacin de qu e, en su esencia propiam ente h um ana , elhombre est exento del orden natural -es decir , del orden del mundo tal y como semanifiesta ante nosotros en u n abordaje externalista, "en tercera pe rson a"- y poseeun estatus radicalmente irreductible al de las otras entidades que comp onen el universo tal y como lo conocemos, convierte a Husserl en un defensor de l aTesisde laexcepcinhumana. Ciertamente, la Tesis reviste en l una forma compleja y matizada, indisociable de un pensam iento f ilosfico exigente. Pero no deja de descansaren los mismos presupues tos qu e sus ejemplif icaciones ms ing enuas . Esto se debeal hecho de que la Tesis, por n aturaleza, n o es una doctr ina filosfica. Si la filosofa

    3a t a d H ussea,IM crise des sciences europennes et la phionuhtologietranscendantale,Pars, Ga-llimard, coi Bibliotheque de philosop hie",1989,p .10[trad. esp .La crisis de las cienciaseuropeas ylafenomenologatrascendental,Barcelona, Crtica,1991]. J

    23fue,y en parte sigue siendo , su lugar de elaboracin ms consecuente, es sobre todoporque, durante prcticamente dos milenios, sta fue -aunque a menudo en uninestrecha con la teologa-el discurso po r excelencia a travs del cual nuestra propiacultura erudita reflexion sobre ella misma, el espejo en el cual se reflej con la mayor claridad y profund idad, y por tanto tambin el mod elo ms pregnante a travsdel cual se construy. Para decir lo en otros trminos: la Tesis es ante todo, y porencima.detodas sus formas tcnicas, una im agen de s, cuando no del hom bre occidental, al menos d e su variante erudita. De dnde viene esta f igura? La pregunta , como siempre que se busca un origen, corre el r iesgo de no encontrar jams u na respuesta. Pero entre las fuentes histricas, la reinterpretacin cristiana, y por tanto universalista y humanista, de laidea bblica del pueblo elegido ciertamente desempe un papel capital. Segn elcristianismo, en efecto, el hombre es el elegido de Dios. Esta eleccin lo define en suesencia, porqu e radica en el hecho de q ue, entre todos los seres, es elnicoque fuehecho a Su Imagen, vale decir , que fue creado sobre el patrn de la moda lidad onto-lgica trascendente por excelencia que es el Espritu Divino. En el pensamientocristiano, pues, hay un lazo ntimo entre la tesis de la unicidad de Dios y la de laexcepcin human a: el carcter "n ico" -en el sentido de "exce pcional"- del hom brees el reflejo del carcter "nico " -en el sentido de "que es el nico que respond e asu designacin y forma una unidad"- de Dios. Y esta unicidad del hombre necesariamente fue el estatus de una trascendencia: puesto que el hombre es a imagen deDios y Dios es trascendente en el mundo de las criaturas, aquello por lo cual elhom bre es imagen de Dios es tambin aquello por lo cual l trasciende el mun do delas criaturas.Cules son los rasgos centrales de esta visin del hombre? Si ponemos entreparntesis provisionalmente la cuestin de su evolucin histrica, puede decirseque la Tesis resulta de la conjuncin de cuatro afirmaciones.

    En primer lugar, acabamos de verlo, ella afirma que existe una diferencia de naturaleza entre el hombre y el resto de los seres vivientes. Por lo tanto, postula lo queen trminos tcnicos se puede llamar u narupturanticaen el interior del orden de loviviente. Segn la Tesis, el mundo de los seres vivientes est constituido por dos clases radicalmente d isyuntas , las formas animales de vida de u n lado, el homb re delotro.Hay q ue ponerse de acuerdo sobre la signif icacin precisa de este postulado .Lo que est en juego no es la afirmacin de unapropiedad especfica del ser humano,en virtud de la cual se distinguira de las otras formas de vida. Por ejemplo, sostenerque el hombre se disting ue de los otros seres vivientes por el lenguaje -o lo que esms correcto, por un con junto d e caractersticas, entre las cuales, adems del lenguaje,est la bipedia, el uso indep endiente de las dos manos, la existencia de verdad eras

    http://encima.de/http://encima.de/http://encima.de/
  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    14/164

    24 ELFIN DE LA EXCEPCIN HUMANArepresentaciones visogestuales,4etc.- no equivale a sostener la Tesis de la excepcinhum ana. En efecto,todaespecie se distingue de las otras por p ropieda des especf icas.As, los topos desnudo s del Cuerno d e frica se singularizan de los otros miembros **de la clase de los mamferos por su m odo de vida eusocial5 y de las otras especieseusociales por su estatus de mamfero, porque el resto de las especies eusociales (porejemplo, las hormigas o las termitas) pertenecen a la clase de los insectos. Los toposdesnu dos, pues, son una especie totalmente singular respecto de los otros m amferos y respecto de las otras especies eusociales. En resumen, toda forma de vida esirreductible a cualquier otra forma de vida, y por tanto, hay tantas excepciones comoformas de vida. O, para retom ar la frmula de Robert Foley, la human idad es simplemente "otra especie nica"(notherunique species).6Evidentem ente, no es eso loque afirma la Tesis: lo que sostiene es que la singu laridad d el ser hum ano reside enel hecho de que en su mismo ser es irreductible a la vida animal co mo tal.En estesentido .ella implica un p ostulad o d e rup tura ntica, es decir, la tesis de u na separacin radical entre los seres hum anos y las otras formas de vida.

    En segundo lugar, la Tesis implica, en consecuencia, una interpretacin muyparticular deldualismoortolgico,es decir , de la creencia, ampliam ente exten dida enel mund o, en la existencia de dos plan os de ser , uno llam ado (en Occidente) "mater i a l "y otro llamado (en Occidente) "espir itual". Este dualismo , y m s am pliamen teel pluralismo ontolgico, no es especf ico de la Tesis. Pero sta lo reinterpreta mu yprofundamente . Por un lado, como lo most r Phi l ippe Descola de manera magistral,7 en la mayora de las sociedades el pluralismo ontolgico trae aparejadauna visin ntica no segregacionista. En otras palabras, si no todos, po r lo menos la

    4Para una argumentacin a favor de una caracterizacin plural de la especificidad humanacomparadacon lascaractersticasde nuestros primoscercanos,losprimates, vaseJacques Vauclair"Would Humans without LanguageBeApes?", en Jaan Valsiner (dir.),Advances inChildDevelo-pmeiit within Cultiirally StruchiredEnvironements,vol.7:Aaro Toomela (dir.),Cultural Guidanceinthe Development ofthe HumanMind,Greenwich, Ablex Publishing Corporation,2003,pp .9-26.Esimportante observarque las doscaractersticas especficasque lenumera -la colaboracinentre lasdos m anos en las tareas de m anipulacin y la existencia de representaciones visogestuales (indispensables, por ejemplo, paralaactividad deltejido)-sonconsideradas porl comoindependientesdelafacultad lingstica.5Las especieseusociales estn organizadasen castas conuna reinaque es la nicahembra reproductora,un harn de reproductoresmachos,soldados yobreros. nicamentelareinay losreproductores son frtiles, la inmensa mayora del grupoesestril.Losindividuosdelas especies eusocialesson incapacesdesobrevivirsolos:aqu, la sociedad constituyeunverdadero superorganismo.6Robert Foley,Another UniqueSpecies.Patterns in Human EvohitionaruEcolon,Harlow, Loneman1987,p.xvi. 57Philippe Descola,Par-dela nature etadture,Pars, Gallimard, col. "Bibliothque des sdenceshumaines", 2005.

    - 14 -

    LA TESIS DELAEXCEPCIN HUMANA 25mayora de los seres dependen de varios planos ontolgicos. Por otro lado, por lo qu erespec ta a l se r human o mism o, e l dua l i smo ontolgico que supu estamente lo caracteriza se ve interpretado como u na replicacin de la ruptura ntica, que esta vezatraviesa al propio h omb re. La tesis de la ruptu ra ntica no slo opone d os cam posde lo viviente, el de.lo hum ano y el de la animalidad, sino qu e refuerza esta du alidad e n el interior de la concepcin del prop io hom bre, a travs de m ltiples paresoposic iona les -cuerp o/a lm a, r ac iona l idad/afec tividad, necesidad / l iber tad, na tura leza /cul tura , ins t into/mo ra l idad, e tc . - , todos los cua les de a lgn mod o oponenal hom bre a s mismo . A n ms que la ruptura nticaentre el ser human o y el mun doanimal, es esta ruptura interna al propio ser humano lo que pes sin duda sobre laimagen que nos hacemos de nosotros mismos.

    En tercer lugar, la Tesis implica unaconcepcin gnoseocntrica delser humano,esdecir que afirma que lo que hay de propiamente -y exclusivamente- humano en elhombre es el conocimiento (segn los casos, conocimiento epistmico o conocimiento tico). En la forma teolgica de la Tesis, se dice que slo el hom bre pue deconocer a su creador, porque es el nico ser a su imagen. Aunque para la mayorade los telogos este conocimiento que el hombre tiene de Dios sea inadecuado, nopor ello dejan de sostener la may ora de las veces que es en l don de se concentra lanaturaleza propiamente humana del hombre: el dficit cognitivo no es sino la traduccin gnoseolgica del dficit ntico que separa a la criatura de su creador. Enlas variantes mod ernas de la Tesis, cuya f igura cannica est constituida por el cartesianismo, ese gnoseocentrismo se liberar de los lmites que le asignaba la teologa. Bajo la forma delcogito concebido como fundamento absolutamente cierto, seconstituir a partir de entonces en ncleo central de la argume ntacin d e la rupturantica, como acabamos de verlo en Husserl. IEn cuarto lugar, y tambin aqu la posicin de Husserl es ejemplar, la Tesisplantea que el conocimiento de lo que es propiamente humano en el hombre exigeuna va de acceso y un tipo de conocimiento que se distinguen radicalmente de losmedios cognitivos que nos perm iten conocer a los otros seres vivientes y a la naturaleza inanim ada. A travs de este cuarto aspecto, la Tesis desemboca en u n idea lcognitivo antinaturalista. En ocasiones se f inge creer que este antinaturalismo sereduce a un antibiologismo , pero no hay na da d e eso: las ciencias hum anas y sociales son igua lmente deslegi t imadas a par t i r de l momento en que ad optan una vacognitiva externalista. Por cierto, a men udo las ciencias sociales s definen a s m ismas como antinaturalistas, pero en realidad su antinaturalismo es, por lo general,un sim ple antibiologismo: se trata de un an tinaturalismo que remite a la definicindel objeto y no al modo de acceso cognitivo. En consecuencia, esto no las pone aresguardo del antinaturalismo radical de la Tesis, para el cual el biologismo no es

  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    15/164

    1526 EL FIN DELAEXCEPCIN HUMANA LATESIS DE LA EXCEPCINHUMANA 27sino una de las formas del error "objetivista", otras de las cuales se llaman "psicologa", "sociologa" o "antropologa".

    Los cuatro pilares de la Tesis que acabamos d e distinguir no son indep endien tes entre s . En particular existen lazos estrechos entre el primero y el segun do -latesis de la ruptura ntica y el dualismo ontolgico- as como entre el tercero y elcuarto -el gnoseocentrismo y el antinaturalism o-. Son esos lazos los que habr queexplicitar ahora.

    RUPTURA NTICA Y DUALISMO ONTOLGICOEl postulado de la ruptura ntica presupone una concepcin dualista del ser humano . En consecuencia, uno po dra verse tentado de inferir que es una consecuencia directa del dualismo ontolgico, hasta de la idea "co m n" seg n la cual el serhumano no es solamente corporal, sino que tambin posee una -o varias- alma(s) .Pero esto equivaldra a equivocarse pro fundam ente sobre la postura real de la Tesis.Por lo tanto, es importante ver ms d e cerca cules son los lazos entre estos d oscomponentes de la Tesis.Ante todo hay q ue poners e de acuerdo sobre la signif icacin dada a las expresiones "ruptura ntica" y "dualismo ontolgico". Por "ruptura ntica" entiendo elpostulad o que sostiene que existendos clases deentes,el hombre, por un lad o, y todoel resto, por el otro.* Se trata de un a concepcin segregacionista q ue plante a u nainconmensurabilidad entre el hom bre y los otros seres vivientes. Por "dualism o o ntolgico" entiendo la tesis segn la cual existen do smodalidadesde ser,la realid admaterial, por un lado, y la realidad espir itual, por el otro. 9 Como ya se indic, eldualismo o ntolgico no es ms que un a f igura particular del pluralismo ontolgico.Algunas sociedades, ms que creer en un cue rpo y un alma, aceptan la idea de "alm as "ml t iples , donde cada u na de esas "ent idades" -pero no es seguro que es tetrmino sea realmente con veni ente- tiene un estatus especfico. As, los kalina deGuaya na distinguen v arias almas, una de las cuales permanece ligada a la tierra ypuede adoptar la forma de un cuerpo no hu man o, por ejemplo, un chotacabras; loshuli de Nu eva G uinea distinguen entre tres fuerzas interiores, ningun a de las cualescorresponde exactamente a nuestra n ocin de espr itu, ni se distingue de la "p iel" ( la

    8Vase elGlosario,Ruptura ntica (postulado dela).9Vase elGlosario,Dualismoontolgico.r*Z?lUd lUZ-~ Straonn;aP otire alouse'Pars,Plon,1985,p.52[trad. esp,Ualfareracelosa,Bar-celona,PaidosIbrica,2008].

    nocin que, entre los hulis, reemplaza nuestra nocin de "cuerpo") de la manera enque, entre nosotros, el espr itu se distingue del cuerpo.1 1 Segn Philippe Descola,estos pluralism os ontolgicos siempre seran reductibles a una forma dualista, porel hecho de qu e toda sociedad d istinguira en ltima instancia entre dos mod alidades, la interioridad po r un lado, la fisicalidad por el otro, a condicin de distr ibuirla interioridad entre varias entidades. 1 2Sin embargo, la distincin entre el cuerpo yel alma -por tanto, entre interioridad y f isicalidad- n o siempre es la lnea de fractura principal. As, en algun as sociedades, el modo de ser que define el alma de losvivientes est ms alejado del que define las almas de los difuntos que del que d efine el cuerpo de los vivientes. En otras palabras, los pluralismos ontolgicos construyen afinidades que no necesariamente se superponen a la dicotoma dualista.Por otra parte, es evidente que cuando se abandona el campo de las concepcionescomunes por el de la legitimidad epistmica, el dualismo ontolgico, aunque paranosotros sea una ev idencia, no tiene privilegios de principio sobre el pluralismo nisobre el mon ismo . Habr que recordarlo en el mom ento en q ue nos crucemos con lacuestin de la "n aturalizacin" de la f ilosofa del espr itu y, ms precisamente, conla del lazo entre esta naturalizacin y el reduccionismo fisicalista. 13

    Cul es la relacin lgica entre el principio de ruptura ntica y el dualismoontolgico? Partiend o de las evidencias de nuestras pro pias creencias, podra pensarse que estamos frente a una implicacin recproca. En realidad, se trata de unarelacin de dependencia con sentido nico. No cabe duda de que para poder adherir al postulado de la ruptura ntica haya que ser dualista. En efecto, para que sepued a afirmar que hay un a inconm ensurabilidad ntica entre el hom bre y los otrosseres vivientes, es preciso que previamente se haya admitido la existencia de dosrdenes ontolgicos distintos, de dos modalida des de ser que son irreductibles unaa la otra y susceptibles de ser afectadas cada una a una de las dos clases consideradas inconmensurables. En cambio, es posible ser dualista (o pluralista) sin tenerque suscribir el segregacionismo ntico, por tanto, la Tesis. La razn de esto es qu esostener que existen dos modalidades de ser irreductibles una a la otra no implicaque stas deban distr ibuirse entre dos clases de entes mutu ame nte exclusivos.Y, de hecho, si la mayora de las culturas son dualistas o pluralistas desde elpun to de vista de las mod alidades de ser que plantean , por lo general conceden esadua l idad o plura l idad ontolgica no slo a los human os, s ino tambin a se res nohumanos: a los animales, a las plantas, hasta a "entidades" que forman parte de la

    " Lawrence Goldman,The CultureofCoincidence,Oxford, ClarendonPress, pp.290-300.12Philippe Descola,Par-dela nature etadture, op.cit.,pp.170-175.13Vansepp.164 yss.

  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    16/164

    - l o as EL HN DE LA EXCEPCIN HUM ANAn a t u r a l e z a n o v i v i e n t e ( s e g n n u e s t r a s c a t e g o r a s ) . A s , e n e l b u d i s m o j a p o n s - p o re j e m p l o , e n K u k a i y D o g e n - , s e c o n s i d e r a q u e n o s l o l o s a n i m a l e s y l a s p l a n t a s ,s i n o t a m b i n l o s o b j e t o s " i n a n i m a d o s " p u e d e n a l c a n z a r e l d e s p e r t a r . P a r a s e g u i rc o n . e l c as o j a p o n s , p u e d e r e c o r d a r s e q u e e n e l s i n t o s m o s e e n c u e n t r a l a i d e a ' d eq u e l a s h e r r a m i e n t a s h e c h a s p o r l a m a n o d e l h o m b r e s o n s u s c e p t i b l e s d e p o s e e r u ne sp r i t u . Y e s t o i mpl i c a que se ma nt e n ga c on e l l a s e l t i po de r e l a c i on e s que se t i e n e nc o n s e r e s d o t a d o s d e e s p r i t u . P o r e j e m p l o , d e s h a c e r s e d e e l l a s s i n t o m a r c i e r t a sp r e c a u c i o n e s p o d r a o f e n d e r l a s y p r o v o c a r s u v e n g a n z a . D e a q u p r o v i e n e l a t r a d i c i n d e l o s r i t o s m o r t u o r i o s p a r a o b j e t o s i n a n i m a d o s - p e i n e s , a g u j a s , m u e c a s ,e t c . - , c e l e bra dos e n a l gunos sa n t ua r i os ( s i n t o s t a s o bud i s t a s ) . 1 4

    A s , l o q u e s e l l a m a " a n i m i s m o " , p o r l o m e n o s e n u n a p r i m e r a a p r o x i m a c i n ,n o e s m s q u e u n a g e n e r a l i z a c i n m s o m e n o s e x t e n d i d a d e l d u a l i s m o ( o p l u r a l i s m o ) o n t o l g i c o , g e n e r a l i z a c i n q u e d o t a n o s l o a l m u n d o a n i m a l , s i n o t a m b i na l m u n d o v e g e t a l y a a l g u n o s a s p e c t o s d e l m u n d o i n a n i m a d o - e l m a r , l a s m o n t a a s , l os ob j e t os f a br i c a dos por e l hombre , e t c . - de un a l ma , o m s b i e n de un e qu i v a l e n t e e s t r u c tu r a l d e l o q u e l l a m a m o s " a l m a " . P h i l i p p e D e s c o l a h a o b s e r v a d o q u ee s t o h a c e d e l a n i m i s m o l o c o n t r a r i o d e n u e s t r a p r o p i a o n t o l o g a : m i e n t r a s q u e s e gn l a c onc e pc i n oc c i de n t a l - c a l i f i c a da de "na t u ra l i s t a " por De sc o l a - 1 5 l os h u m a nos c ompa r t e n c on l os a n i ma l e s e l m i smo t i po de r e a l i z a c i n f s i c a ( l a c o rpore i da d)p e r o s e d i s t i n g u e n d e e l l o s p o r l a i n t e r i o r i d a d , p a r a e l a n i m i s m o t o d o s l o s s e r e st i e n e n i n t e r i o r i d a d e s s i m i l ar e s y d i v e r g e n p o r s u s c u e r p o s . 1 6 Se gn De sc o l a , e l pa rn a t u r a l i s m o / a n i m i s m o n o c o r r e s p o n d a p o r o t r a p a r t e a t o d a l a g a m a d e p o s i c i o n e sq u e e l d u a l i s m o c u e r p o / i n t e r i o r i d a d p o s i b i l i t a . M s p r e c i s a m e n t e , l d i s t i n g u ec u a t r o m a n e r a s d e v e r : e l m o n i s m o , s e g n e l c u a l lo s a n i m a l e s y lo s h u m a n o s c o m pa r t e n a l a ve z e l sus t r a t o f s i c o y l a i n t e r i o r i da d ; e l a na l og i smo, se gn e l c ua l l osa n i ma l e s y l os huma nos se d i s t i ngue n a l a ve z e n e l p l a no f s i c o y e n e l p l a no de l ai n t e r i o r i da d ; e l a n i mi smo, se gn e l c ua l d i f i e re n f s i c a me nt e pe ro son a n l ogos e ne l p l a no de l a i n t e r i o r i da d ; y por l t i mo , e l "na t u ra l i smo" , se gn e l c ua l son a n l o gos de sde e l pun t o de v i s t a f s i c o pe ro d i f e re n t e s e n e l p l a no de l a i n t e r i o r i da d . Tod a v a e s t e e s p a c i o d e l o s p o s i b l e s e s t c o n s t r u i d o s l o a p a r t i r d e d o s t r m i n o s ,

    14 Vase Angelika Kretschmer, "Mortuary Rites for Inanimate Objects", enJapanese Journal ofReligiottsStudies,vol.27,nm . 3-4,2000,pp .379-404. Contrariamente a lo que podr a pensars e, estosritos no son supervivencias de tradiciones primitivas, sino que slo se desarrollaron en la poca deEdo (a partir d el siglo xvn).15 Vase p.164para una discusin de la definicin del "naturalismo" en Descola, que va a contracorriente de las definiciones cannicas.16 Vanse de Philippe Descola, "Les cosmologies des Indiens d'Amazonie", enLa Recherche,nm. 292,1996, pp.87y88,yPar-dela tinture etculture,op .ai.,pp . 183-202 y241-275.

    LA TESISDE LA EXCEPCIN HUMAN A 29p o r q u e D e s c o l a p r iv i l e g i a e l d u a l i s m o i n t e r i o r i d a d / f i s i c a l i d a d , c o n s i d e r n d o l o u nun i ve r sa l . Pe ro a pa r t i r de l mome nt o e n que , por e j e mpl o , l a i n t e r i o r i da d se de sdob l a ( c ua ndo se d i s t i ngue e n t re d i f e re n t e s t i pos de a l ma o e n t re a l ma y e sp r i t u ) , e lc a mpo de l a s r e l a c i one s pos i b l e s r e su l t a i gua l me nt e mul t i p l i c a do .E l t r a ba j o de De sc o l a puso de ma ni f i e s t o sobre t odo e l l a z o e s t r e c ho que e x i s t ee n t re e l he c ho de c onc e de r o no un modo de se r dua l (o p l u ra l ) e n e l mundo no huma no y l a c ue s t i n de l a f ron t e ra e n t re na t u ra l e z a y c u l t u ra . En su e s t ud i o de l os. a c h u a r e s d e l a A m a z o n i a , 1 7 m o s t r m s p r e c i s a m e n t e q u e s i l a d i c o to m a e n t r e l ana t u ra l e z a y l a c u l t u ra e n l a c u l t u ra oc c i de n t a l t i e nde a c o i nc i d i r c on l a d i s t i nc i ne n t r e l o h u m a n o y l o n o h u m a n o , e n t r e lo s i n d i o s o c u r r e a l g o m u y d i f e re n t e :

    A d i fe re nci a de l dua l i sm o m s o me n os e s t a nc o que , e n nue s t r a v i s i n de l mund o ,gob i e rna l a d i s t r i buc i n de l os huma nos y l os no huma n os e n dos c a mpo s ra d i c a l me nt e d i s t i n t os , l a s c osmol og a s a ma z n i c a s de sp l i e ga n una e sc a l a de l os se re sdond e l a s d i fe re nc i as e n t re l os hombre s , l a s p l a n t a s y l os a n i ma l e s son de g ra do yno de na t u ra l e z a . Los a c hua re s d e l a Ama z oni a e c ua t o r i a l , po r e j e mpl o , d i c e n q uela mayora de lasplantas y los animales poseen un alma (zoakan) similar a la de loshum a nos , una f a c u l ta d q ue l os ub ic a e n t re la s pe r sona s (aents)e n la me d i da e n queles asegu ra la conciencia reflexiva y la intencional ida d, qu e los hace capaces de expe r i me nt a r e moc i one s y l e s pe rmi t e i n t e rc a mbi a r me nsa j e s t a n t o c on sus pa re scomo con los miemb ros de otras especies, entre los cuales estn los hom bre s. [ . .. ]Lejos de reducirse a lugares prosaicos proveedores de pi tanza, e l bosque y las t ierras desbrozadas de cul tura const i tuyen los teat ros de una sociabi l idad sut i l donde,da t ras da , se acude a engatusar a seres a los que tan slo la diversidad de las apariencias y la fa l ta de lenguaje d ist ingue n de los hombre s. 1 8As e s c omo l a s muj e re s , r e spon sa b l e s d e l os c u l t i vos , se d i r i ge n a l a s p l a n t a s c om o al os n i os , o se a , c onsa ngu ne os , m i e n t ra s que l os hombre s , r e sponsa b l e s de l a c a z a ,t r a t a n a l a s p re s a s c om o a un c ua do , por l o t a n t o , c omo a un pa r i e n t e po l t i c o .C o m o l o o b s e r v a D e s c o l a , " lo q u e n o s o t r o s l l a m a m o s l a n a t u r a l e z a e s a q u e lsu j et o de una r e l a c i n soc i a l ; a l p ro l o nga r e l mu nd o de l a ge n t e de l a c a sa , e s ve r da de ra me nt e dom st i c a ha s t a e n sus r e duc t os m s i na c c e s i b l e s" . 1 9 Significa esto quel os a c hua re s s i t a n l a f ron t e ra e n t re na t u ra l e z a y c u l t u ra e n un l uga r d i f e re n t e a lnue s t ro? O ha y que i r m s l e j os y p re gun t a r se s i , c ua ndo u t i l i z a mos e l pa r na t u ra -

    17Philippe Descola, "Les cosmologies des Indiens d'Amazonie",op .rt,pp . 62-67.18 6M.,p .63. '19 f. ,p.64.

  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    17/164

    - 17 -

    30 ELFIN DELAEXCEPCIN HUMANAleza/cultu ra pa ra leer la manera en que las culturas no occidentales piensan las relaciones entre los humano s y lo real no huma no, no leemos siemp re ya segn nu estras propias categoras y por tanto acomp aamo s nuestras prop ias interrogaciones?Segn Descola, hay que retener la segun da hip tesis: la distincin misma entr naturaleza y cultura es una especif icidad de la cultura occidental. Tendremos ocasinde volver m s adelante a esta cuestin central.20

    En cambio, conviene interrogarse desde aqu acerca de la nocin d e "ontologa"que -segn el uso de Descola y de la mayora de los antroplogos- acabo de emplear para hablar de las categorizaciones no occidentales. Es evidente que no necesariamente toda ontologa y toda metafsica tienen que ver con la Tesis. Aunque lamayora de las metafsicas parecen ligadas a un ideal gnoseocntrico, el proyecto deuna investigacin de los fundamentos ltimos se adapta a marcos diversos que vandesde la Teas de la excepcin humana hasta el reduccionismo fisicalista ms extremo. Del mismo modo, las ontologas propuestas por la f ilosofa occidental vandel pluralismo ms liberal (por ejemplo, las ontologas de las interpretaciones rea-hstas de la teora de los mundos posibles) hasta el monismo ms parsimonioso *Esto no impide qu e se plantee la cuestin de saber si pensar el mu nd o en un marcoontolgico es la nica manera en que s e lo pue de pensar. As, plantear unarealidadpiuridimensional significa necesariamente defender unaontologaplural?^ Me parece que la respuesta a esta pregu nta d epen de del sentido que se d altermino "on tologa". Si se lo entiende en el sentido muy general de una estructuracin de lo real, entonces cualquier asercin que involucre un estado de hecho implicauna ontologa, por lo menos implcita. Aun que se restr inja un po co la signif icacindel terrruno diciendo que slo hay ontologa a partir del m omento en que esta estructuracin comprende un componente vertical, que implica niveles jerrquicos diferentes, toda cultura posee una ontologa: esto es lo que muestra sobre todo el hechode que todas las culturas desarrollan clasificaciones naturales jerarquizadas, clasificaciones que dibujan claramente una ontologa, si no general, por lo menos local. No

    obstante, doy aqu un sentido much o ms restr ictivo a la nocin, partiendo de la hiptesis de que la misma nocin de "on tologa" es una nocin elaborada por el pensamiento filosfico occidental. Parece juicioso, pues , a partir del mo me nto en que se la20Vase elcaptulo iv.

    v J l f n 3 T d e f e n S a e n & 8 k a 7 m u y c o n v i n c e n te de la metafsica y de la ontologa como oro-yecosilosficosque conservaron toda su v alidez y son irreductibles a lasfigurasoostotanTsde lafilosofadealista alemana o de lafilosofaheideggeriana, vase Frd rifNef o S lameaphys lque?,Pars,Gallimard,col."Folio essais, 20ol Por lo dems, este Hb rc S ti Sv conZ S Z y ' X S S Z x y d i s c u s i n d e I a s o ^

    LA TESISDELAEXCEPCIN HUMAN A 31pretende comparar con otros tipos de pensamiento, definirla a partir de ese proyecto.Si se acepta este principio, entonces toda ontologa pu ede ser caracterizada por dosparticularidades principales: pensar lo real a partir de entidades o categorasltimasque se suponen dotadas d e propiedad es internas estables (una naturaleza, una esencia) y que forman el fundamento del mundo fenomnico; plantear una estructuradual de lo real: ser/deven ir , trascendencia/inman encia, esencia/existencia, s er/ap ariencia, etc. En efecto, estas dos particularidades son las que vuelven de la manerams regular en la autoexplicac in d e la ontologa filosfica a travs d e su historia, yson ellas las que aqu tomar como definitorias del proyecto ontolgico como tal.Por lo tanto, la cuestin es la siguiente: acaso el recorte de lo real en entidadesreductibles infine a una clase de entidades ltimas y la distr ibucin de tales entidades segn u na estructura dual son rasgos culturales universales? Tanto en f ilosofacomo en psicologa o en ciencias cognitivas, a menud o se da u na respuesta positivaa esta pregunta.Ylos trabajos de los antroplogo s parecen confirmar esta respuestaestndar. Sin embargo, existen voces discordantes que m erecen ser odas. Ellas nosincitan a encarar la idea de que pens ar el mund o segn categorizaciones on tolgi-cas sin dud anoes un rasgo universal.Observemos primero que la existencia universal de clasif icaciones natu rales nopuede ser vlida como prueba de la ndole universal del proceder ontolgico. Enefecto, lo que define el proyecto ontolgico es realmente la voluntad de dar unadescripcin de los constituyentes ltimosde la realidad. En el marco del proyectoontolgico, ciertamente se adm ite la existencia de o ntologas regionales o especiales (ontologa de los objetos fsicos, ontologa de la sustancia espiritual, etc.), perostas siempre estn subordinadas a la ontologa general. Fundamentalmente, todaontologa f ilosfica pretende ser ontologa general, es decir , una captacin del" todo" por parte de categoras fundadoras. Ahora bien, lo que caracteriza la universalidad de las categorizaciones n aturales es, por el contrario, el hecho (notable)de que ellas coexisten en muchas culturas con tipos de pensamiento global que,ms que ser ontolgicas, son cosmognicas. Las categorizaciones naturales, pues,no son necesar iamente muest ras de ontologa -muest ras de una teor a de l se r - ,puesto que esas culturas no tienen teora del ser en el sentido de una ontologa general. Son por cierto clasificaciones, pero no necesariamente clasifican seres.

    Cuan do un o se plantea la cuestin de la universalidad de la ontologa, es dif cilhacer a un lado a Heidegger. Por cierto, hay muchas maneras diferentes de leer aeste autor, pero en todo caso se puede ver en sus textos una med itacin cond ucidadel interior mismo de la filosofa sobre la ontologizacin concebida como parte constitutiva de la gramtica de nu estra forma de vida. Este sesgo ontologizante, en sudoble dimensin su stantivante y objetivante, sin duda es un o de los rasgos que ms

  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    18/164

    - 18 -

    32 EL FIN DELAEXCEPCIN HUMANAdistingue la cultura occidental de las otras comunidades humanas. Ms que en trminos d e objetos, la mayora de las culturas p iensan lo real en trmino s de procesos,de transformaciones, de interdependencias y de interacciones, y definen el lugar delhom bre en ese real en trminos d e inmersin m s que en trmin os de cara a cara.22Mucho le debemos a nues tro sesgo ontologizante, en particular la r iqueza de las categoras f ilosficas y una p arte no desde able de las ciencias clsicas (es evidenteque esto se complica con la fsica cuntica). Pero en otros campos, manifiestamenteconstituye una desventaja. As, tenemo s mucha s dif icultades en pensar tod o cuantodepende de lo fctico y de lo procesual: la vida (y la muerte), las creencias (a partirdel mom ento en que son irreductibles a su valor referencial, por tanto objetivante, yrequieren ser comp rendidas, por ejemplo, en cuan to textos de acciones o en su funcin mental endotlica), los r ituales,] las religiones, y ms ampliam ente todo cuantodepe nde d e esa presencia comprometida en el mun do qu e Heidegger llama laBefin-dlichkeit.Para decir lo de otro mo do -p ero pe rmaneciend o en el registro de la lenguaa lemana- : no es tamos provis tos para pensar todo lo que dependa de la Stimmung(de la tonalidad) de las cosas ms que d e suBestimmung(de su determinacin), portanto todo lo que traduce nuestraGestimmUw.it,nuestra manera de ser concertada odesconcertada con lo real.23 Tambin las ciencias naturales -y esto con trariamente ala tesis de Heidegger segn la cual la ciencia como tal sera indisociable del proyectometafsico onto logizan te- se topan con realidade s que son reacias a las categoriza-ciones ontolgicas: es lo que ocurre con los hechos estudiados por la fsica cuntica.Aunqu e la inte rpre tac in m isma de ;los hechos cunticos no siem pre sea objeto deun con senso, segn un a de las interpretaciones cannicas, las partculas elementales,en todo caso, no puede n ser interpretadas e n trminos de "ser". As, Heisenberghizo notar q ue los conceptos de la f sica de los quan ta no pu eden aplicarse a un objeto sino a condicin de que n uestro conocim iento de dicho objeto sea incompleta, yesto de manera estatutaria: de aqu provien en las nociones de complem entariedad,de indeterminacin y de leyes estadsticas, que a su juicio prohiben que se establezcauna ontologa de las partculas elementales. 24 Agreguemos que lo que vale para la

    22Vase,por ejemplo,FrancoisJullieny ThierryMarchaisse,Penser dudehors,Pars,Seuil,2000,para una reflexinsobre elcarcter localdelpensamiento ontolgico occidental confrontadocon elpensamiento chino, que es de punta a punta un pensamiento d el proceso. Los trabajos d e YolaineEscande muestran que este pensamiento procesual determina tambin la concepcin china de lasartes,do nde el acento no est puesto en el objeto (el resultado), sino enelhacer.Vase YolaineEscande,Vari enChine.La rsonance intrieurePars,Hermann,2001,sobretodopp .101 yss.23Las lneas queprecedenretoman unareflexin lleva daa caboenJean-MarieSchaeffer, "Objetsesthtques?",enL'Homme,nm. 170,2004,pp.28 y29.24Werner Heisenberg,Lanaturedansla physique contemporaine,Pars,Gallimard,col. Folioessais",2000, pp.154 yss.[trad.esp.:La imagen de la naturaleza en lasicaactual,Barcelona, Ariel,1976].

    LA TESIS DELAEXCEPCIN HUMANA 33fsica cuntica tambin vale, aunque segn otras modalidades.pero de manera sinduda mucho ms ejemplar, para casi la totalidad de los hechos estudiados por lasciencias sociales y huma nas: casi no se prestan a una categorizacin en trminos on-tolgicos que desemboca casi fatalmente en artefactos sustancializantes.Por cierto, sera exagerado decir que la ontologa no es ms qu e otra deno mi-nacin de la famosa excepcin griega, aquella a la cual debemos la filosofa. Por lomenos la India parece haber conocido un pensamiento del mismo tipo, no slo enel hind uism o, sino tambin en el budism o. Pero no es menos cierto que otras culturas (pequeas o grandes, si esta distincin tiene el menor sentido) no pensaron loreal en un marco ontolgico. Por otra parte, es la razn por la cual Heidegger sehaba inte resado en e l pensamiento ext remo-or ienta l (y ms prec isamente en e ltaosmo chino y en el budismo japons).^ Al inscribirse en esta lnea de pensamiento, Francoisjullien mostr de manera convincente que el pensamiento chinoefectivamente se abstiene de toda ontologa. Construy e lo real no como u na coleccin de entidad es (ya sean concretas o abstractas, indiv iduales o colectivas, etc.),sino como u n proceso. Arme Cheng observa igualmente:

    En un pensamiento que privilegia el modelo generativo (cuya forma primera tal vezse encuentra en el culto ancestral) respecto del modelo causal, la lnea de pertinencia,en vez de sepa rar lo trascendente de lo inmanente, pasa entre lo virtual y lo manifiesto. Percibidos como dos aspectos de un a sola y m isma realidad en vaivn permanente, no son generadores de "conceptos disyuntivos", tales como ser/nada, espritu/cuerpo, Dios/m undo , sujeto/objeto, realida d/ apariencia, Bien/Mal,etc.[...] De estoresulta una visin del mundo, no como un conjunto de entidades discretas e independientes, cada una de las cuales constituye ensmisma una esencia, sino como una redcontinua de relaciones entre el todo ylaspartes,sin que uno trascienda lo otro.26

    * Vase Martn Heidegger, "Entretien de la parole entre un Japonais et un qui demand e", enAciienmiementverslapawlePais^albmid, 1981[trad.esp.: Dilogo sobre.el habla entreun japonsyun mquindor",De camino alhabla,Barcelona, Del Serbal,2002].No obstante, cabe preguntarse sieste dialogointerculturalno descansaenunmalentendido,teniendo en cuenta que lo queHeideggeropone a la ontologa(concebidacomo parte activa de lo que l llama lametafsica")es loimpensadode esta nuentras que la concepcin extremo-oriental de lo "real" como proceso se inscribe en unmarco depensamiento m uy diferente(una mezcla de nominalismobud ista y pragmatismo confucia-tusta).Basta con leeraShz Kuki(La structure del'iki,Pars,PUF,2004),presentador de Heideggeren Japn(y a q uien se hace referencia en el "Dilogo"), para percibirlo: la idea misma de un "pensamiento que pensara en contra de los modos de pensamiento endxicos de la "tribu" aqu estausente.Por elcontrario, la teoradel"iki"desarrollada po rKuki slopretende ser una explicitacindeun existente cultural" que revela una "especificidadtnica"(pp.25y19).26ArmeCheng,Histoire de la pensechinoise,Pars,Seuil,1997, pp .39 y 40[trad.esp.:Historia delpensamientochino,Barcelona, B ellaterra,2002].

    http://gestimmuw.it/http://gestimmuw.it/http://gestimmuw.it/
  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    19/164

    - 19 -

    34 ELFIN DELAEXCEPCINHUMANAAl ser lo real un proceso continuo, la distincin -fundamental en toda ontologa-entre lo que es y lo que dev iene, entre lo que perma nece y lo que pasa , deja de serdecisiva.27La categorizacin ontolgica parece igualmen te poco preg nante e n las sociedades amaznicas. Segn Eduardo Viveiros de Castro, la distincin entre cuerpo yalma all no correspon de a una "d iscontinu idad ontolgica": "El cuerpo y el alma,as como la naturaleza y la cultura, no correspon den a sustantiv os, a entidades au-tosubsistentes o regiones ontolgicas, sino ms bien a pronombres o perspectivasfenomenolgicas".28 YArme-Christine Taylor, al hablar de las concepciones de losjbaros de la identidad personal, escribe:

    En trminos analticos, una p ersona o un "s" no es una cosa, una esencia especficaconstruida por una teora explcita o implcita, o, en otros trminos, un conceptoindgena. Ser una persona humana viviente no es un estado definido en cuanto tal-no existe un discurso cannico consagrado a "la persona", y jamsse.dir " sta esnuestra idea de lo que es un hombre o un a mu jer"- [...] ser una persona consiste enun arreglo o un clina de configuraciones relacinales.

    29

    En otras palabras, lo que pensamos como entidades que tienen naturalezas o esencias distintas (cuerpo/alma), o como una sustancia definida por propiedades internas ( la identidad p ersonal) , es considerado p or los indios de la Ama zonia en trm inos re lac ina les o per spec t ivis tas . "Ser un humano" no es una propiedad deesencia de una clase de seres, sino un "marcad or enu nciativo".30 La propiedad re -lacional de "Ego", pues, no marca una propiedad sustancial, sino una posicindesujeto: "Por esta razn, las categoras indgenas de identid ad tienen la mism a variabilidad enorm e de extensin que tienen los pronombres, qu e sirven para indicarcontrastivamente, segn los casos, los parientes inm ediatos d e Ego, su grup o local,todos los hum ano s, e incluso todos los seres dotado s de subjetividad".31

    27VanseFrancois Jullien,Pnces oucration.Une introdiiction a la pense des lettrschinis,Pars,Seuil,1989;Francois Jullien y Thierry Marchaisse,op.cit.Para u n anlisis ms desarrollado de lostrabajos de Jullien, remito a Jean-Marie Schaeffer, "D'un en-deca de la philosophie", enCritique,nm.251/2001, pp.723-739."28Eduardo Viveiros deCastro,"CosmologicalDeixisand A merindian Perspectivism", enJournalofhe Royal Anthropological Institute(N.S.),nm.4,1998,p.481.29Anne-ChristineTaylor, The Soul'sBody andItsStates. An Amazonian Perspectiveon the Natureof BeingHuman", enJournal oflhe Royal AntltropologicalInstitute,vol.2,nm. 2,1996,pp.209 y210.30Eduardo Viveiros deCastro,op.cit,p.476.31Tbid.

    LA TESIS DE LA EXCEPCINHUMANA 35. Sin duda, el perspectivismo de las sociedades amaznicas es una posicin unpoco s ingular . Pero lo es tanto como nuest ra propia propensin a la esca ladaontolgica?32 En efecto, parecera que mu chas culturas privilegian un abordaje generativo sobre el abordaje ontolgico: en general, la cuestin fundamental concierne a "lo que fue generado" ms que a "lo que es". En otros trminos, muchas

    culturas tienen abordajes cosm ognicos y antropog nicos m s que cosmolgicos yantropolgicos. En vez de un real recortado por categorizaciones ontolgicas, allencontramo s constelaciones, inestables o movibles, de dinmicas g enerativas.Com o quiera que sea, as como est extendida la afirmacin d e una pluralidadde modos de realidad, el postulado de la ruptura ntica tambin constituye una excepcin cultural. Al menos q ue yo sepa, ningu na cu ltura aparte de la nuestra construy una oposicin radical de tipo "ruptu ra ntica" entre el hombre y los otros seresvivientes. As, Francois Jullien observa a propsito del pensad or chino Wang Fuzhi:En lo que se refiere a la fe cristiana, as como tambin para la metafsica platnica,el alma es una sustancia radicalmen te diferente de la del cuerpo. Para W ang Fuzhi,empero , fiel en esto a las concepciones chinas ms com unes, la separacin es mu cho meno s tajante. Respecto de los anim ales, el ser constitutivo del ho mbre es infinitamente m s alerta y ms sutil, al igual qu e su capacidad de "funcionam iento" esms amplia, pero no es esencialmente diferente de ellos.33

    De hecho, la inclinacin cultural espontnea parece ser la de una forma u otra decontinuismo con base evolucionista, por lo m enos si se acepta extender este ltimotrmino para incluir en l los mod elos g enerativos. En el continuismo lo real no espensado segn el modelo de lo que persiste, de lo que perdura idntico a s mismo-segn el modelo del ser- , sino segn el modelo del engendramiento y del l inaje,segn el modelo del devenir . Al mismo tiempo, una visin del mundo fundada ene l engend ramiento no pu ede ser esenc ia l i s ta. Estos son punto s en los cua les lasconstrucciones cosmognicas d e la realidad con cuerdan con la biologa de la evolucin, que, como tend remos ocasin de ver, excluye todo esencialismo d e las especieso de las formas de vida.34 De igual modo, como en biologa, el continuismo evolucionista de las cosmogonas a menudo ignora totalmente toda teleologa antropo-centrada. Lvi-Strauss recuerda qu e, en ciertas cosmogonas indias, no son los hom bres los que desc ienden de los animales , s ino que , a la inversa , los animales

    32Vaseel Glosario,Escaladaontolgica.33FrancoisJullien,Procs oucration, op.cit.,p.146.34Vansepp.157 y158.

  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    20/164

    - 20 -

    36 EL EDST DELA EXCEPCIN HUMANAdescienden de los hom bres. As, segn los gu arayos, "la tortuga terrestre desciendedel mono, y el mono, del hombre".35 Este evolucionismo "al revs " incluye hasta elreino vegetal, ya que, siempre segn los guarayos, el tapir y el agut son descendientes de especies vegetales.36Contrariam ente a la tesis de la ruptura ntica, las visiones continu istas, pues,no suponen un dualismo entre naturaleza y cultura. A propsito de este dualismo,Philippe Descola observ que "hay tantas justif icaciones objetivas" para sostener-como lo hacemos nosot ros- que " los humano s forman una com unidad de organismos totalmente distinta de los otros componentes biticos y abiticos del entorno" ,y que por tanto la naturaleza es un "campo autnomo" distinto del hombre, comolas hay para incluir a la huma nida d en un a visin continuista de los seres -como lohacen los achuares, y ms generalmente los indios de la Amazonia, y con ellos lamayor a de las comunidades humanas- . 37 A mi juicio, se puede ir ms lejos: haym s razones que abogan en favor de las concepciones continuistas de las que sepodra n expresar e n favor de la Tesis. En efecto, a meno s qu e se suscriba un relativismo cognitivo universal (y por tanto autorrefutante) segn el cual todas las representaciones seran equivalentes en trminos de validez cogniriva, la nica descripcin coherente y la nica h iptesis explicativa seria referente a la proceden ciay la na tura leza de l se r huma no d isponible en la ac tua l idad es aque l la prop uestapor la biologa de la evolucin. Ahora bien, como veremos, realmente se trata deuna hiptesis continuista, evolucionista y no antropo centrada. Po r cierto, una hip tesis cientfica no tiene el mism o estatus ni la misma funcin q ue una cosmogona(ya sea continuista o discontinuista) . Una cosmogona es un sistema de creenciasque suministra un marco generativo global a la manera en que encaramos el cursode las cosas ms que u na hiptesis d e trabajo pue sta un a y otra vez en m archa. Sufuncin p rincipal, como tendrem os ocasin de ver, es endotlica: nos proporcionauna base representacional estable que nos permite escapar de las disonancias cog-nitivas.38 Esto no impid e qu e en el presente caso la hiptesis cientf ica ms robusta(en el estado actual de nue stros con ocimientos) referente a la procedencia del serhum ano est en consonancia con las cosmogonas con tinuistas ms q ue con.la tesisde la ruptura ntica. Es precisamente esta discordancia entre nuestro saber y nuestras creencias lo que se halla en el origen d eldouble-bindal que nos condena nu estraadhesin a la Tesis.

    35Claude Lvi-Strauss,Lapotiere jalonse, op.cit,p.14.^Ibid.37PhilippeDescola, LescosmologiesdesIndiens d'Amazore",op.cit.,p.67.38Vansepp.276-278.

    LA TESIS DELAEXCEPCIN HUMANA 37La consecuencia ms importante del discontinuismo ntico postulado por laTesis reside en el hecho d e que con el correr del t iemp o ha pro duc ido u na radica-l izac in de l dua l i smo ontolgico. La idea " t radic iona l" de l dua l i smo segn lacua l el se r huma no(pertenecera, conjuntamente a dos rdenes ontolgicoscomplementarios se transform as poco a poco en la idea:segn la cual estara dividido

    entre dos rdenes ontolgicos mutuamente exclusivos. Esto se debe al hecho, yamencionado, de que en el marco de la Tesis el dualismo ontolgico resulta rein-te rpre tado como una ruptura nt ica que pasa a l inte r ior de l propio se r hu man o.En otras palabras, la divisin entre la naturaleza y el hombre se reproduce en elinterior del hombre: l est dividido en s mismo. Esto explica la multiplicacinde los pares op osicionales que se injertaron a lo largo del tiempo en el par "estndar" del dualismo, es decir , la distincin entre el cuerpo y el alma. Todos estospares - la afectividad y la racionalidad, la necesidad y la libertad, la naturaleza yla cultura, el instinto y la moralidad, etc.- comparten las mismas caractersticas.Por un lado, cada uno de los dos polos se define como la negacin del otro. Enconsecuencia, son estructuralmente interdependientes. Veremos as que la insistencia en la corporeida d (por ejemplo, en la fenomenolog a d e Merleau-Ponty ) nose traduce, contrariamente a las apariencias, en una salida del dualismo, sino quees el indicio de un pensamiento que permanece preso en l, en el hecho de que seve l levado por un a voluntad de "espi r i tua l izac in" de l cuerpo. Por ot ro lado, laesenc ia propiamente hu man a de l hombre sup uestamente res ide en uno de los dospolos (el que adopta el lugar del alma), mientras que el otro polo se ve remitido auna determinacin exterior (el sustrato material, el cuerpo animal, la aparienciaemprica, etctera).39El hecho de que a lo largo de la historia haya habido una radicalizacin conjunta de la Tesis y del dualismo ontolgico pu ede parecer extrao a prim era v ista.En efecto, en la medid a en q ue la fuente p rincipal de la Tesis fue el cr istianism o,uno podra esperar las formulaciones ms radicales de ella en ese contexto religioso. Pero lo que se produce es lo contrario: los abogados modernos de la Tesispropusieron variantes muc ho ms radicales que la defendida en el marco teolgico.En resumen, aunque el pensamiento religioso cristiano es el sitio en que la Tesisencontr su pun to de partid a, no es ste el que elabor su concepcin ms exaltada.No es ste un hecho paradjico?

    39Como lo observaTimIngold, "An A nthropologist Looks at Biology",enMan,vol.25,nm.2,190,p.210: Elserhumanonose verepresentadocomouna manifestacin especfica de la animalidad, sino como la manifestacin de una esencia especficamente hum ana sobreimpuesta a unsustrato animal generalizado".

    - 21 -

  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    21/164

    38 EL FIN DELAEXCEPCIN H UMANAEn realidad, no hay en esto la menor paradoja. Es totalmente comprensible queel cristianismo no h aya pr opu esto una formulacin radical de la Tesis. En efecto, ladoctr ina cristiana sita al hom bre a distancia de s u m odelo, y esa d istancia se fundaen el pecado original. As, le impone reconquistar la semejanza perdida, o queequivale a exigir que se vuelva dismil de aquello que en l l leva la huella de la

    cada: el cuerpo, la irracionalidad, el instinto. . . Aho ra bien, en la vida terrenal jams puede liberarse totalmente de esa huella del pecado. Por lo tanto, slo si accede a un modo de ser que trascienda de manera radical la vida terrenal, podradquirir plenamente su propio estatus en el plano divino. Mientras vive su vidahumana, permanece dismil a su propia naturaleza "real" y tanto ms semejante alo que se opone a esa natu raleza "real", a saber, las otras criaturas, no h echas a laimagen de Dios.La radicalizacin d e la Tesis, que es la obra d e los tiempo s mo derno s, resultaprecisamente de la desaparicin de esa clusula d e deseme janza. En efecto, con elRenacimiento, el hombre occidental comienza a interiorizar el modelo divino, aidentif icarse con l: en un movimiento paradjico, hace inmanente la trascendencia. Al mismo tiempo, se plantear l mismo com o origen y fundam ento de su propio estatus de excepcin. Es esta desaparicin d e la idea de u na ex terioridad entreel modelo y la imagen lo que permite comprender por qu, en la variante "laicizada" de la Tesis desarrollada por las Luces, el hombre ha llegado a reivindicarpara s mismo las caractersticas qu e definan al Dios cristian o, y en particular lams fundamental de ellas, la de la autofundacin.En adelante, pues , el hombre m ismo ser el origen y el fundamento de su "ex-cepc iona lidad" . Como e l barn de Mnch hause, q ue para sa l i r de l foso dond ehaba cado tir de su propia cabellera, el hom bre va a fundarse en su propia subje-. t ividad para extraerse del orden de lo viviente. Por lo tanto, se afirmar como"nico" en los dos sentidos d el trmino que haba circunscrito la unicidad de Dios.Por una parte, en cuanto pura conciencia de s, ser "un o" y, por tan to, inmaterial.En este postulado se reconoce la tesis clsica que vea en la unidad del alma elsigno por excelencia de su inmaterialidad: contrariamente a la materia, que es divisible,el alma est en su totalidad en cada un o de los aspectos d e ella misma. Porotra parte, y esto precisamente en vir tud de ese carcter unitario de su espr itu, elhombre ser tambin "nico" en el sentido de "excepcional". Pero mientras quetradicionalmente esta excepcin haba estado justif icada po r la idea de que en suesencia el hombre se remita a la trascendencia divina, en ade lante ser l mismosu propio origen y se crear l mismo como sujeto a travs de un movimiento detrascendentalizacin inmanente.

    LA TESISDELAEXCEPCIN HUMAN A 39GNOSEOCENTRISMOYANTINATURALISMO

    La relacin entre el tercero y el cuarto pilar d e la Tesis, a saber, el gnoseo centrism o,40por un lado, y el antinaturalismo, 41 por el otro, es sin duda la ms determinantean para captar sus postu ras actuales. En efecto, es alrededor del gnoseocentrismodonde se elabor la forma m oderna -y la ms radic al- de la Tesis.En s mismo, e l gnoseocent r i smo no es una idea espec ficamente modern a .Tampoco est ligado intr nsecam ente con la Tesis. Su origen se pierde en la nochede los tiempos y nada indica qu e sea una invencin p ropiam ente f ilosfica ni especficamente occidental. En todo caso ya tiene valor de verdad evidente p ara Platn,que define lo propio del hom bre - lo que lo distingue de los otros seres- por su almaracional. De hecho , la visin gno seocntrica n o dej de ejercer una atraccin casiirresistible sobre el pensamiento filosfico. Es testimonio de ello sobre todo su lazohistrico estrecho con el proyecto metafsico. Ese lazo no corresponde a una necesidad lgica: el proyecto d e desarrollar una teora de los fundam entos ltimos de larealidad no implica que al mismo tiem po se deba situar la "esencia" del homb re enel acto de pensar. Sin embarg o, histricamen te, el proyecto metafsico, por as decirlo,siempre fue acompa ado de la adhesin a una concepcin gnoseocntrica delser huma no, una concepcin q ue ve en la actividad teortica la esencia de un a vidapropiamente humana.Esto no implica que en la versin "m oder na" de la Tesis el gnoseocentrismo searealmente la palanca central. Cundo nace esta versin?En la apertura de este captulo, pudimos verla actuando en Husserl, donde legitima el proyecto de una captacin eidtica de la conciencia humana, captacinque presupone que los estados de conciencia sean absolutamente transparentes a smismos y escapen de toda determinacin externa -sin perjuicio de que esta visinentre en conflicto con la voluntad innegable del mismo Husserl de superar tododualismo de las sustancias y fijar al ser hum ano en "lo sensib le"- . Encontram os elmismo supuesto en Heidegger , cuando s ingular iza a l ente hum ano considerandoque es el nico ente que ex-siste radicalmente en el mu ndo , debido a q ue es ese ente(absolutamente nico) para quien la cuestin de su ser constituye el fondo mismode su enticidad [tantit\ -sin perjuicio, una vez ms, de que esta visin entre enconflicto con una concepcin de lo humano que intenta distinguirse de todo abordaje ideocntrico y deconstruir la variante racionalista del gnoseoc entrism o- Peroen realidad, la legitimacin de la excepcin hum ana por el gnoseoce ntrismo se re-

    40Vase el Glosario,Gnoseocentrismo.41Vase el Glosario,Antinaturalismo.

    - 22 -

  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    22/164

    40 EL FIN DE LA EXCEPCIN HUMANAmon ta a m s all del siglo xx. As, la encontram os ya en el pensamien to rom nticoy en el idealismo hegeliano, que parten de u na distincin fundadora entre la naturaleza y el espr itu, sin perjuicio d e plantear en un s egun do m ome nto la absorcinde la prime ra po r el segundo , con lo cual se hallan en el origen de la tesis, .ampliamente extendida en la ac tua l idad, segn la cua l la "na tura leza" m isma ser a unadeterminaci n del pensam iento (es decir , de la "cultura") . Pero la f ilosofa del espr itu del romanticismo y del idealismo objetivo naci ella misma d e una re-ontologi-zacin de la distincin kantiana entre lo que depende del plano de los fenmenosregidos po r la causalidad (natural) y lo que participa del camp o trascendental d e lalibertad mo ral. Esta distincin se inscribe ya en u na visin g noseocntrica. En Kant,en efecto, la libertad como prerrogativa del hom bre est fundad a en u na d imensingnoseocntrica especf ica, a saber, la razn prctica, que supue stame nte testimoniade manera precisa la ndole "suprasensible" del hombre.

    De hecho, hay que remontarse todava ms atrs: es en Descartes, el "padre"de la f ilosofa moderna, donde se instala la estrategia de fundacin gnoseocntrica de la Tesis. En efecto, ella est en el corazn de la oposicin cartesiana entre laresextensay l arescogitans:si, de todas las criaturas, slo el hom bre es "esp r itu", esporque se define como serpensante.De ah proviene la importancia realmente fundado ra de l gesto cartesiano para las formas mod ernas d e la Tesis. l es quien operams p recisamente la inversin de la relacin entre el dualismo ontolgico y la tesisde la ruptura ntica que distingue la forma moderna de la Tesis de la excepcinhum ana de sus formas premo dernas. En el nacimiento de la Tesis, la ontologa dualista, que formaba parte de un fondo cultural inmem orial, funcionaba com o un d atoevidente, una creencia de trasfondo no interrog ada. En un primer mom ento, la Tesis se injert sobre ese dualismo . De all proce de, en sus formulaciones prem odernas ,la existencia de un a relacin externa entre la tesis del dualismo ontolgico y elpostu lado d e la ruptu ra ntica: la tesis de la rupt ura se sobreaade al dualismo sinque los dos estn ligados en el marco de un argumento nico. 42 En el contexto delmovim iento de inte r iorizac in de l modelo divino t r ascendenta l , los tiempos m odernos operarn una inversin en el orden de las evidencias. Es precisamente elgesto cartesiano que concede el privilegio epistmico a la conciencia autorreflexivasobre cualquier otra mod alidad cognitiva el que realiza esa inversin: en ade lante,el postu lado d e la ruptura ntica adosado a un a definicin gnoseocntrica del hombre va a servir para legitimar el dualis mo ontolgico. En otras palabras, Descartesadosa la ontologa dualista a la demostracin del carcter fundador delcogitoy, por

    42Existen excepciones, entreellas,sanAgustn: en lasConfesiones,ldesarrolla una argumentacin protocartesianaenfavordela inmaterialidad del almay de laexistencia deDios.

    LA TESIS DE LA EXCEPCIN HUMANA 41tanto, del pensamiento, para afirmar la especif icidad radical del ser humano. Enefecto, en vir tud de a dud a sistemtica, todo lo que no dep ende de la inspeccin dela conciencia por s mism a es (provisionalmente) invalid ado y, por tan to, no pu ede1 hacer las veces de axioma de partida. El dualismo ontolgico concebido como afirmacin ontolgica "objetivista", pues , forma p arte a su vez de esos conocim ientosprovis iona lmente inva l idados y ya no pued e servi r de fundamento. En ade lante ,, steslo pue de ser intern o a la mism a conciencia. La inversin, en consecuencia, sedesprende del hecho de que Descartes adopta una concepcin r igurosamente inter-nalista de la verdad, cuyo criterio es la evidencia que se supone pertenece de manera intrnseca a ciertas representaciones del sujeto de conciencia.A menud o se ha dicho q ue al dejar de fundar la verdad prim era sobre una teora externalista -por tanto, una teora que parte de la tesis segn la cual lo que esrepresentado causa s u represen tacin-, la f ilosofa cartesiana rubrica la emancipacin del dualism o filosfico de s u trasfondo teolgico, pue sto qu e en adelante ya noes Dios (en cuanto cau sa externa ltima de toda represen tacin verdica) quien va agarantizar las verda des p rimeras. Y efectivamente, la tesis del dualismo de las sustancias es en adelante un a consecuencia d e la autoapercepcin existencial delcogitoque -por lo menos segn e l orden de l descubr imien to- precede a toda verdad deesencia.43 Para decir lo de otro modo: con Descartes el dualismo de las sustanciasdeja de funcionar como punto de origen de la determinacin de la esencia del serhumano; en adelante puede ser deducido a partir de la evidencia original que es laexperiencia de la autonoma autofundadora del espr itu. Pero esta emancipacindel dualismo respecto de su fund amento teolgico, lejos de corresponder a su debilitamiento, desemboca en su radicalizacin:44 a travs de su procedimiento de auto-fundacin, la conciencia-de-s se prueba a s misma su distincin de esencia contoda he te rode te rminac in "f s ica" , remi t iendo a l mism o t iempo todo cu anto de pende de la corporeidad al estatus de una exterioridad radical, no propiamente humana (puesto que el cuerpo es una mquina). 45

    Esta estrategia "m ode rna" p ara fundar la Tesis de la excepcin huma na reforzla exterioridad entre el hom bre y la "natu raleza". Por cierto, la civilizacin occidental, desde hace lustros y salvo algunas excepciones, en general concibi el pensamiento en oposicin a la naturaleza, a tal pun to qu e la mism a idea que nos hacem os43Vase Maurice Merleau-Ponty,La Nature.NotesduCollge deFrunce,Pars, Seuil, 1994, queobserva que en la perspectiva cartesiana elcogito"es la apercepcin de que el para n osotros formaparte delens",y que"steesunsignoindicativo de que la primera verdadjamspodr borrarse"(p.175).44Vase elcaptulon,pp .92 y93.45Estepuntonosocupar enel captulosiguiente.

    - 23 -

  • 7/22/2019 Schaeffer Jean-Marie_Fin de la excepcin Humana_XXX.pdf

    23/164

    42 EL FINDE LA EXCEPCINHUMANAde esta ltima se construye por sustraccin: ella es lo que queda d el mun do cuandole quitamos -por lo menos con el pensamien to- a aque l que "piensa" ese mundo, osea, el hombre. Parafraseando a Heidegger, tenemos tendencia a pensar todos losestados de hecho en trminos de "entidades" u "objetos" que enfrentan al "sujeto"(humano ). Pero la revolucin cartesiana exacerb esta concepcin especular , no interactiva, del conocimiento: en adelante la esencia propiamente humana del hombre reside en el hecho de que es constitutivamente sujeto d e pensamien to, y que encuanto tal es el lugar a partir d el cual todo cuanto no es l (ni otro sujeto) resultainstituido en exterioridad pura. La "realidad" no hum ana, pue s, est en una dep endencia radical respecto del sujeto: en efecto, ste instituye el "M und o" constituyndose precisamente a s mismo como conciencia-de-s y conciencia del mundo a lavez. Concebido como pensamiento puro, el sujeto humano es al mismo tiempo exterior al mund o y soberano frente a l. Esta reduccin del ser huma no a un sujetocognoscente se amolda a la perfeccin en el paradig ma de la excepcin hu mana : lanica man era en qu e el hom bre est todav a ligado a lo real reside en el hecho deque l lo piensa, y lo hace a partir de un a posicin radicalme nte ex-sistente (parautilizar la terminologa heideggeriana).

    Entre las consecuencias de esta reformulaci n de la Tesis, la ms im porta nte es lasiguiente: cuand o se fusiona con la variante cartesiana d e laTesis,el gnoseocentrismodesemboca infineen un segregacionismo interno al propio conocimiento, y ms precisamente en una p ostura radicalmente antinaturalista. En el captulo siguiente, veremos que elcogito cartesiano pretende inmunizar los resultados de la autoinspec-cin de la conciencia contra toda objecin eventual p