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salud pública y medio ambiente 18 salud pública y medio ambiente JESÚS MANUEL CRESPO MARTÍN1 JAVIER MARCOS MARTÍNEZ2 1 Veterinario de Salud Pública; miembro de la Sociedad Micológica Extremeña. 2 Biólogo, Bioquímico y Máster en Agrotecnología; miembro de varias sociedades micológicas españolas BADAJOZVETERINARIA

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salud públicay medio ambiente

JESÚS MANUEL CRESPO MARTÍN1JAVIER MARCOS MARTÍNEZ21 Veterinario de Salud Pública; miembro de la Sociedad

Micológica Extremeña.2 Biólogo, Bioquímico y Máster en Agrotecnología; miembro de

varias sociedades micológicas españolas

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Primeras intoxicaciones por setas del otoño de 2021

NÚMERO 21. SEPTIEMBRE 2021

Imágenes cedidas por los autores del artículo. Jesús Manuel Crespo Mar-tín y Javier Marcos Martínez (R. pulchrotinctus de Enrique Arconada; C. molybdites. de Isaac Cenizo y C.molybdites de José Antonio Galiana ).

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El otoño de 2021 comenzó con lluvias generosas y ge-neralizadas por toda la Pe-

nínsula Ibérica que hacían pre-sagiar una prometedora campa-ña micológica con abundancia de setas en nuestros campos, un hecho que sí se produjo en algu-nas zonas de nuestra geografía. A esta situación meteorológica se unían las ganas de salir al cam-po tras un año de confinamien-tos, restricciones, grupos burbuja o cierres perimetrales. Así, des-de mediados de septiembre y to-do octubre se pudieron observar grandes aglomeraciones de gen-te en los bosques de media Es-paña. Muchas de estas personas salieron al campo a buscar setas sin apenas tener conocimientos micológicos y en ocasiones ni si-quiera ecológicos. Esta situación ocasionó que en algunos lugares se provocasen ciertos problemas ambientales, tales como circular o aparcar vehículos en lugares no permitidos, dispersión de basu-ras en plena naturaleza e inclu-so grandes acumulaciones de re-siduos en lugares concretos, ade-más de setas pisoteadas, levan-tadas o rotas en los montes. Por si fuera poco, no podía faltar que se produjesen algunas intoxica-ciones relacionadas con un con-sumo sin las debidas garantías, la mayoría de ellas coincidiendo con los fines de semana o días festivos.

A fecha de 1 de noviembre de 2021 ya se tenía constancia de al menos una decena de episodios de intoxicaciones repartidos por toda la geografía española. Posi-blemente no sea más que la pun-ta del iceberg ya que muchos ca-sos no tienen repercusión mediá-

tica y los más leves ni siquiera pa-san por un centro sanitario. La información de estas intoxicacio-nes se ha conocido a través de co-municaciones personales, boleti-nes epidemiológicos o incluso por artículos aparecidos en la prensa regional.

Se pretende con este artículo con-cienciar ante el riesgo de intoxi-cación por el consumo de setas silvestres recordando a todos los aficionados que antes de consu-mir una seta se debe conocer a la perfección la especie que lle-vamos a la cocina. No hay más secretos, tan sólo resulta efectiva una correcta identificación de ca-da ejemplar, uno a uno. No hay que basarse nunca en falsos di-chos populares, creencias o mi-tos, ya que faltos de rigor y vera-cidad pueden dar lugar a un des-enlace fatal. En caso de duda es necesario consultar previamente con algún experto que tenga los conocimientos suficientes y que pueda asesorar al consumidor inexperto; o sino dejar el ejem-plar en su medio natural cum-

pliendo su función ecológica, ya que “más vale dejar una seta en la vida, que la vida por una se-ta”, un dicho que en cambio sí que tiene sentido.

Síndrome gastrointestinal por consumo de Rubroboletus pulchrotinctus.Una de las primeras intoxicaciones de la que se ha tenido conocimiento ocurrió un par de días an-tes de la llegada del otoño propiamente dicho. El día 20 de septiembre dos miembros de una fami-lia residentes en Madrid consumieron por error un único ejemplar joven de Rubroboletus (Boletus) pulchrotinctus, una especie considerada tóxica, poco conocida pero abundante en algunos enci-nares básicos tras las primeras lluvias postesti-vales.

El recolector era un aficionado a la micología co-nocedor de varias especies comestibles. Se habría encontrado esta especie en un bosque de encinas y quejigos de la provincia de Guadalajara a unos 1100 metros de altitud. Presuntamente el hom-bre decidió llevarse un par de ejemplares de R. pulchrotinctus sanos y de pequeño tamaño, ya que observó que muchos de ellos estaban mordidos por los corzos, para su posterior estudio en casa. Conviene recordar aquí el dicho completamente falso de que las setas mordisqueadas por los ani-males no son venenosas.

En su domicilio tras intentar identificarlos me-

Rubroboletus pulchrotinctus.

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diante el uso de guías micológi-cas llego a la conclusión equivo-cada de que se trataba de una es-pecie comestible de un “boleto de mantequilla” que nunca ha-bía consumido. Lo identificó co-mo Boletus pseudoregius, ahora renombrado como Butyriboletus fuscoroseus, y decidió junto con su pareja probar esta especie pa-ra ver si era tan buen comestible como su pariente más cercano, el Boletus, ahora Butyriboletus re-gius, conocido vulgarmente como el “boleto real”. Las principales diferencias entre estas especies son que el pulchrotinctus presen-ta el pie decorado con un retícu-lo rosa rojizo y nunca amarillo, la carne azulea ligeramente al corte pero no presenta los tonos rojizos hacia la base que sí tiene el fusco-roseus.

Afortunadamente solo consu-mieron para probar un único ejemplar pequeño y la intoxica-ción fue bastante leve. El espéci-men fue partido en pequeños tro-zos y cocinado a la plancha du-rante 3 o 4 minutos, únicamen-te con un poquito de aceite y sal, para su consumo durante la cena, en la que no hubo ingesta de alco-hol. Los primeros síntomas apa-recieron unas seis horas después de la ingesta, con un cuadro gas-trointestinal leve caracterizado por malestar general y vómitos, sin sufrir ni dolores abdominales ni diarrea. Durante esa madru-gada se tomaron cuatro capsulas de carbón activado por precau-ción, descansaron y los síntomas desaparecieron por completo a la mañana siguiente. Esta prácti-ca de automedicación entraña un gran riesgo ya que con otras es-pecies de larga latencia las conse-cuencias podrían ser muy graves.

Intoxicación por Boletus tóxicos, en un restaurante y en el entorno familiar.El día 28 de septiembre de 2021 una mujer de 44 años consumió en un restaurante de Miranda de Ebro unas judías verdes con Boletus y de segundo plato rape en salsa, también con Boletus. Al poco tiempo, nada más salir de la puerta del restauran-te, ya comenzó a sentir sensación de repleción, de “encontrarse hinchada y con gases”, pero se tras-ladó a su domicilio. Al paso de unas horas la sen-

sación de pesadez fue mayor y aparecieron ya marcados sínto-mas gastrointestinales caracteri-zados por fuertes vómitos, dia-rreas y malestar general. Preocu-pada acudió al servicio de urgen-cias hospitalarias de de Miranda. Dado su estado y con los datos de las analíticas que indicaban sig-nos de anemia, permaneció in-

Rubroboletus Satanas.

Chlorophyllum molybdites.

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gresada en observación durante cuatro días hasta su recuperación, aunque al ser dada de alta había perdido 5 kg de peso.

Se desconoce la especie concreta causante de es-ta intoxicación, pero dado los síntomas probable-mente se tratara de alguna especie tóxica de Bole-tus en sentido amplio, de los géneros Rubroboletuso Imperator, que presentan toxinas no termolábi-les, por lo cual no desaparecen tras la cocción. Pro-vocan intoxicaciones gastrointestinales caracteri-zadas por dolores abdominales, náuseas y vómi-

tos, que en casos graves pueden requerir el ingreso hospitalario para realizar un lavado gástrico y un tratamiento de soporte.

Algo similar a lo anterior le ocu-rrió a primeros de octubre a seis miembros de una misma fami-lia residentes en la provincia de Huesca. Sufrieron problemas gastrointestinales por el consu-mo de alguna especie tóxica de

Boletus en sentido amplio. Entre las 6 y 8 horas posteriores a la in-gesta aparecieron los primeros síntomas, entre los que destaca-ron vómitos, diarreas y dolor ab-dominal, por lo que requirieron asistencia sanitaria. Con toda se-guridad confundieron alguna es-pecie de boleto pensando que se trataba de alguna de las especies comestibles cuando en realidad podría ser alguna especie tóxica de los ya citados géneros Rubro-boletus o Imperator.

Síndrome gastroentérico por parasol de las láminas verdes.A finales del mes de septiembre un hombre vecino de Badajoz re-colectó varios ejemplares del pa-rasol de láminas verdes (Chloro-phyllum molybdites) que crecían en una zona herbosa de una rotonda en Isla Canela, donde estaba pa-sando unos días en esa parte de la costa onubense. El hombre y su mujer consumieron varios ejem-plares de la molybdites y transcu-rridas unas horas de su ingesta comenzaron con un cuadro gas-trointestinal de carácter leve, con vómitos y diarrea, que no requi-rió ingreso hospitalario y del que se recuperaron en un par de días.

Presuntamente el hombre con-fundió el parasol de láminas ver-des (C. molybdites) con el parasol, tortullo o gallipierna (Macrolepiota procera) que había recolectado en otras ocasiones y había consumi-do sin problemas, a pesar de las advertencias de su mujer que le indicaba que los veía diferentes a los parasoles que habían cogido otras veces.

El parasol de láminas verdes es una especie exótica originaria de Norteamérica con un comporta-miento invasor que hace que en la actualidad ya se encuentre distri-

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Esporada verde de Chlorophyllum molybdites.

Macrolepiota procera

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buida por todos los continentes a los que ha llegado introducidas sus esporas en la tierra de plantas exóticas tropicales o materiales de jardinería. En España es muy frecuente en las Islas Canarias y está en plena expansión por to-da la región mediterránea de la Península Ibérica. Es una espe-cie saprófita que fructifica gene-ralmente en grandes corros en zonas con elevada humedad du-rante épocas cálidas con elevadas temperaturas sobre todo durante el verano y principios de otoño. Es habitual encontrarla en zonas urbanas, zonas litorales cercanas al mar y campos de cultivo. En España todavía es poco conoci-da y no aparece en la mayoría de guías divulgativas. La primera ci-ta para Extremadura correspon-de al año 2018 y hace referencia a unos ejemplares recolectados por miembros de la Sociedad Micoló-gica Extremeña en el Parque del Guadiana en Mérida.

En España hasta ahora solamen-te se conocían intoxicaciones en Mataró y en las Islas Canarias, pero es probable que en nuestro país los próximos años aumen-ten en gran medida el número de procesos provocados por esta especie, que al igual que ya ocu-rre en EE.UU. donde es la seta a la que se atribuyen el mayor nú-mero de casos, debido sobre to-do a su parecido con especies co-mestibles del género Macrolepio-ta, como por ejemplo la Macro-lepiota procera, que es una de las setas más consumidas en Extre-madura y el emblema de su socie-dad micológica. Todo ello a pesar de ser una especie fácil de identi-ficar debido a sus láminas verdo-sas en la madurez a causa del co-lor de su esporada. Otras impor-tantes diferencias son que el pa-rasol de láminas verdes presenta

el pie liso sin las escamas en zigzag que tiene la procera y que su carne, de olor agradable que recuerda a las magdalenas, adquiere tonos ocre rojizos al corte.

Intoxicación por consumo del falsos parasoles (Chlorophyllum brunneum).Durante el Puente del Pilar de primeros de oc-tubre, un matrimonio de 57 años de edad cada uno de los miembros de la pareja, recibieron de un conocido la recolecta de varios ejemplares de

falso parasol (Chlorophyllum brun-neum) que había recogido en las proximidades de la localidad ca-cereña de Zarza La Mayor. Se los había encontrado en una zona muy nitrogenada, rica en estiér-col y materia orgánica, bajo un pino piñonero que creía aislado en una zona de pastoreo de ove-jas. La mayoría de estos ejempla-res fueron consumidos por la pa-

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Chlorophyllum brunneum.

Chlorophyllum brunneum.

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reja durante la cena, siendo pre-parados poco hechos con un po-quito de ajos, aceite de oliva y sal. Otros cuatro o cinco ejemplares se los regalaron a su vez a los pa-dres de la mujer, de unos 70 años de edad, que los consumieron bien hechos en una cena diferen-te y mezclados con carne.

Los dos miembros de la pareja de 57 años comenzaron a sufrir los primeros síntomas a las tres ho-ras tras la ingestión. Presentaron abundantes vómitos, acompaña-dos de diarreas y fuerte sudora-ción, por lo que requirieron el in-greso en el hospital de Coria. Al día siguiente tras un lavado gás-trico, la administración de car-bón activo y un tratamiento de sueroterapia para evitar la des-hidratación, fueron dados de al-ta totalmente recuperados. En cambio, la pareja de 70 años no requirió ingreso hospitalario ya que solamente el padre tuvo algo de diarrea leve durante un par de días.

La intoxicación se debió a que la pareja confundió el falso para-sol (C. brunneum) con el parasol o gallipierna (Macrolepiota pro-cera) que habían consumido en otras muchas ocasiones sin pro-blemas, ya que es una de sus seta preferidas y que recolectan habi-tualmente. Las principales dife-rencias entre estas dos especies son que el falso parasol presenta una escama en forma de estrella en el centro del sombrero bastan-te característica, el pie liso no ce-breado o atigrado con escamas en zigzag distintivo de la procera, y sobre todo, que la carne enroje-ce fuertemente al corte por un fe-nómeno de oxidación al contacto con el aire.

Esta especie también está rela-cionada con otra intoxicación

que se produjo en septiembre en la comarca barcelonesa del Bagés cuando una señora de 84 años de edad la confundió con la Macro-lepiota procera y de la que no han trascendido más datos del proce-so, posiblemente por tratarse de algún cuadro leve que no requirió tratamiento hospitalario.

La gravedad del cuadro tóxico producido por esta especie de-pende mucho de la cantidad in-gerida, además de la hipótesis de que cada ejemplar podría tener cantidades muy distintas del tó-xico, el cual no se conoce con cer-teza, aunque podría tratarse de una proteína de alto peso mo-lecular que además contendría componentes termolábiles por lo que se vería afectado por el proce-so de cocinado. También influye el estado de salud previo del con-sumidor y de la predisposición personal de cada individuo a su-frir este proceso gastroentérico.

Otras intoxicaciones repartidas por España.A finales del mes septiembre dos miembros de una familia resi-dentes en la provincia de Teruel se intoxicaron al consumir, con-juntamente con el recolector, una mezcla de distintas especies de setas entre las que había alguna que no conocían bien. Los prime-ros síntomas aparecieron 5 horas posteriores a la ingesta cursando el proceso con fuertes vómitos y diarreas. Requirieron asistencia hospitalaria de la que evolucio-naron favorablemente según apa-rece recogido en el boletín epide-miológico de Aragón. Se descono-ce la especie o especies causantes de esta intoxicación.

El 16 de octubre aparecía publica-da en la prensa regional salman-tina que un hombre de 70 años de

edad permanecía ingresado en la Unidad de Cui-dados Intensivos del Hospital de Salamanca. Ha-bía acudido a urgencias al encontrarse mal tras el consumo de setas venenosas que por error había identificado como comestibles. No ha transcendi-do la evolución del hombre ni la posible especie causante, aunque probablemente dada la grave-dad al encontrarse en la UCI, se trate de una in-toxicación faloidiana producida por alguna espe-cie de Amanita potencialmente mortal como po-dría ser la cicuta verde (Amanita phalloides) o algu-na especie de pequeñas lepiotas (Lepiota spp.) que contienen el mismo tóxico que la anterior.

El boletín epidemiológico semanal de Aragón re-cogía entre la información epidemiológica rele-vante que durante la semana del 18 al 24 de oc-tubre se había producido un brote de intoxicación alimentaria por setas en la provincia de Huesca. En el mismo se vieron afectados 4 personas entre 5 expuestos. Desarrollaron problemas gastroin-testinales con vómitos y diarreas que requirieron asistencia sanitaria, tras el consumo de alguna se-ta tóxica sin precisar cuál habría sido la especie o especies causantes del brote.

Otra presunta intoxicación se produjo en la Co-munidad de Madrid, concretamente el día 20 de octubre se produce el ingreso de dos personas en el hospital de San Sebastián de los Reyes tras en-contrarse indispuestos tras el consumo de setas. Entre las muestras que llevaron al hospital y que pudieron ser observadas por miembros de la So-ciedad Micológica de Madrid, se apreciaron restos de algunos Russulales y de un posible Entoloma, quizá se tratase del rhodopolium, pero al tratarse de un único ejemplar y que estaba destrozado, no se pudo verificar la especie, aunque seguramen-te éste habría podido ser el causante de la intoxi-cación. Las dos personas evolucionaron favorable-mente y fueron dadas de alta.

Intoxicaciones voluntarias.Además de estas intoxicaciones accidentales por el consumo de setas se encuentran las volunta-rias con fines estupefacientes provocadas por es-pecies alucinógenas empleadas como droga. Estas intoxicaciones solamente transcienden cuando el “viaje” no da el resultado esperado con conse-cuencias que en ocasiones pueden resultar de gra-vedad. Tal es el caso de la intervención llevada a cabo por la Policía Local de Vigo durante la ma-

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drugada del primer fin de semana de septiembre, cuando recibieron un aviso desde un hotel de la ciudad debido a los gritos que se escuchaban en el interior de una de las habitaciones, cuyos hués-pedes, una pareja joven de 20 y 21 años, no res-pondían a las llamadas. Los agentes desplazados escucharon tras la puerta de la habitación fuertes golpes, conversaciones sin sentido y la voz de una mujer que pedía auxilio. Tras lograr acceder al in-terior con la llave maestra facilitada por la recep-ción, los policías locales se encontraron a la chica en el suelo, dando vueltas y golpeándose contra los muebles, mientras que en la cama completa-mente abstraído, inmóvil, se encontraba el joven. Los facultativos sanitarios que atendieron a los chicos aseguraron que estaban bajo los efectos de alguna sustancia alucinógena y fueron derivados para su ingreso al hospital Álvaro Cunqueiro de la localidad. Con toda probabilidad se trataba de un cuadro producido tras el consumo de algún tipo de seta del grupo de los Psilocybes, cuya ingestión produce este tipo de efectos.

Tan sólo un mes después, la Policía Nacional dete-nía en Avilés (Asturias) a dos personas, un hom-bre y una mujer, que formaban parte de una ca-dena dedicada a la distribución de drogas por la región y a las que le fueron intervenidas distintas cantidades de setas alucinógenas entre otras sus-tancias estupefacientes.

No se podía cerrar este artículo sin advertir que en el caso de sospechar de una posible intoxica-ción tras el consumo de setas silvestres es nece-sario acudir urgentemente al centro de salud o al hospital más cercano. También está disponible el teléfono del servicio de información toxicológica, 915620420, en que se puede recibir atención por personal especializado las 24 horas del día, todos los días del año.

No hay que olvidar el dicho popular que dice que “todas las setas son comestibles, pero algunas só-lo se pueden comer una única vez en la vida”. Por ello se debe aplicar la regla de las 3 “S”: Sea Siem-pre Sensato.

Para más información:En el Colegio Oficial de Veterinarios de Badajoz, se podrá consultar la bibliografía completa corres-pondiente a este artículo para todos aquellos inte-resados.

Macrolepiota procera

Amanita phalloides y Lepiota sp

Entoloma rhodopolium.