EL SANTO ROSARIO

LA MISERICORDIA

Nos ponemos de pie para iniciar con el rezo del Santo Rosario.

TODOS: Por la señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MONICIÓN INICIAL: En 1999 llegaba el año litúrgico de Dios Padre, San Juan Pablo II nos invitaba a todos a emprender una peregrinación interior hacia la casa del Padre celestial, rico en misericordia; un camino de conversión en la caridad, en la solidaridad con los más pobres y en el diálogo con los hermanos.

Ofrecemos este rosario por todas las intenciones del Santo Padre, por Monseñor Salvador, por nuestra familia espiritual y por todos nosotros aquí reunidos.

Rezamos juntos el CREDO

PADRE NUESTRO, 3 AVE MARIAS, GLORIA

El primer coro lo harán las dos primeras filas, el segundo coro las restantes.

PRIMERA MEDITACIÓN: DIOS RICO EN MISERICORDIA

“… El hijo le dijo: ´Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo, pero el padre dijo a sus siervos: ´Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un

anillo en su mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba

perdido y ha sido hallado.´ Y comenzaron la fiesta” (Lc 15,21-24)

En la parábola del hijo pródigo, Dios amor se manifiesta concretamente en su ¡inagotable misericordia! en su relación con su criatura humana, no permanece ni lejano ni indiferente ante el drama humano, sino que se conmueve ante toda necesidad de misericordia. Por la misericordia, Dios se hace prójimo ¡el más próximo! de todo hombre que sufre y padece las más terribles consecuencias del pecado. Es amor siempre dispuesto a aliviar y a perdonar, siempre dispuesto a ir al encuentro con el hijo prodigo.

Cantamos en el N° …….:……………………………

EL SANTO ROSARIO

SEGUNDA MEDITACIÓN: JESUCRISTO, EL GRAN "SIGNO" DE LA MISERICORDIA DEL PADRE

El Señor Jesús es, pues, el gran "Signo" que el Padre nos ha dado, Signo de su amor misericordioso que no se detiene ante el pecado del hombre, Signo que elevado en una cruz y mostrado a todos los hombres de todos los tiempos busca atraerlos nuevamente hacia el Padre con la fuerza de su amor. Así, Dios mismo nos invita a todos a la reconciliación, y dispone absolutamente todo para que el hombre pueda acceder a este Don. Sin embargo, a cada uno le toca, desde el recto ejercicio de su propia libertad, dar el paso decidido para acoger aquella invitación, y es que “Dios no quita nada y lo da todo”.

TERCERA MEDITACIÓN: EMPRENDER EL CAMINO HACIA EL PADRE

Ante tanta misericordia mostrada por el Padre, que no se reservó a su propio Hijo sino que "le entregó en la cruz por todos nosotros", podemos preguntarnos: ¿Qué más pudo haber hecho el Padre por nosotros? ¿Qué más? ¿Y qué haré yo para corresponder a tanta bondad y a tanto amor?... El tiempo es propicio para emprender con renovado ardor nuestra peregrinación hacia la casa del Padre, quien con los brazos abiertos nos espera en el Sacramento de la Confesión y en la Eucaristía para colmar nuestros anhelos más profundos de amor y plenitud.

CUARTA MEDITACIÓN: FRUTOS DE CONVERSIÓN

“Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis"” (Mt 25, 40)

El encuentro con Dios, la conciencia de la comunión con Jesucristo y con los hermanos, que es, a su vez, fruto de la conversión, lleva a servir al prójimo en todas sus necesidades, tanto materiales como espirituales, para que en cada hombre resplandezca el rostro de Cristo. La acción caritativa del cristiano, cuando permanece fiel al mandato y al ejemplo de Jesús, se convierte en anuncio y testimonio de Cristo, que da su vida, sana el corazón del hombre, cura las heridas causadas por el odio y el pecado, y dona a todos alegría y paz».

Cantamos en el N° …….:……………………………

EL SANTO ROSARIO

QUINTO MISTERIO: MARÍA MADRE DE MISERICORDIA

"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo y su misericordia

llega a sus fieles de generación en generación…". (Lc. 1, 46-50)

María es "Madre de la misericordia" porque es la madre de Jesús, con humildad reconoce las maravillas que el Señor ha obrado a través suyo y que serán causa de alegría y devoción para todas las generaciones. Ella nos precede en la fe y nos da ejemplo de haber construido su existencia sobre la roca firme de la fe, creyó lo que el Señor le reveló, guardó y meditó en su corazón inmaculado la Palabra de Dios y buscó siempre ponerla por obra.

MONICIÓN FINAL: Agradecidos por este momento de oración, rezamos juntos la Salve.

TODOS: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo Amén.

EL SANTO ROSARIO