Isabel Prez Fernndez (N 103)Semitica de la Comunicacin de Masas

En su texto Semntica del objeto Roland Barthes intenta desentraar los

mecanismos de significacin del objeto dentro de nuestra cultura actual (lo que l

denomina cultura tcnica); para ello utilizar la semitica o semiologa apoyndose

en otra disciplina, la lingstica.

De tal modo encontramos dos definiciones interesantes:

SEMITICA: Disciplina semiolgica que estudiara de qu manera los

hombres dan sentido a las cosas (Lneas 15-17)

LINGSTICA: Ciencia que estudia de qu manera los hombres dan sentido

a los sonidos articulados (Lneas 18-19)

Barthes relacionar estas dos disciplinas para disertar sobre los significados del

objeto ya que existe una relacin consustancial entre ellas; todo lo que genera

significacin est mezclado con el lenguaje (Lnea 25) y jams hay objetos

significantes en estado puro (Linea 26).

Para Barthes el objeto, como cosa que est en el mundo y que existe, tiene siempre

varios significados:

Un significado denotativo comnmente aceptado por todos los miembros de

una comunidad de hablantes y que se recoge en los diccionarios.

dos significados connotativos: uno basado en lo que l llama connotaciones

existenciales y otro en las connotaciones tecnolgicas:

1. Segn las connotaciones existenciales el objeto se nos presenta como

cosa, como algo inanimado, inerte e inhumano, que se obstina en existir y

que resulta absurdo para el hombre porque tiene el sentido de un no-

sentido. Los tratamientos literarios (La nusea de Sartre), estticos (el

teatro de Ionesco) o los puramente descriptivos del objeto (Nouveau

Roman) son exclusivos del hombre como ser subjetivo que se pregunta por

su existencia y la de todas las cosas que le rodean, huda del objeto hacia

lo infinitamente subjetivo (Lnea 65-66).

2. Segn las connotaciones tecnolgicas un objeto sera aquello que es

fabricado, estandarizado, normalizado... Es decir materia finita que el

mismo hombre ha elaborado como elemento de consumo de la sociedad.

huda a lo infinitamente social (Lnea 80)

Barthes parte de esta connotacin tecnolgica para aseverar que el objeto es

una cosa que sirve para alguna cosa (Lnea 82-83), algo que nos recuerda a la

definicin clsica de signo (Ali quid stat pro aliquo), y que acta como mediador del

hombre en su interaccin con el mundo a travs de su propiedad transitiva. La

transitividad del objeto le viene dada cuando el hombre lo utiliza para algo, cuando

le permite estar en el mundo de una manera activa (Lnea 87); es decir, el objeto es

absorbido en una finalidad de uso o funcin( Lneas 83-84) que lo dota de sentido

desde el momento mismo de su produccin y consumo por parte de la sociedad.-

ejemplo de las paenulas-.

Esto explica que no pueda existir un objeto para nada (como el caso que propone

de los bibelots) porque siempre hay un sentido que desborda el uso del objeto.

(Lneas 96-98)

Es por eso que, aunque vivamos o percibamos los objetos como instrumentos puros

en realidad no son tan puros pues, no slo sirven para algo, sino que suponen

sentido.

En el texto La cocina del sentido el mismo autor nos aclara que los procesos

de significacin nos ayudan a clasificar los signos, nos permite poder someter a un

principio de clasificacin una masa de hechos en apariencia anrquicos (Lneas 25-

27, Barthes, La cocina del sentido). Dichos procesos unidos a las diversas

connotaciones morales, econmicas, sociales, histricas y psicolgicas del hecho u

objeto conforman el sentido. Este sentido viene determinado precisamente por su

funcin o utilidad. As concluye el prrafo diciendo que no hay ningn objeto que

escape al sentido, pues, aunque careciera de utilidad (y por tanto, de sentido

aparente) seguira estando semantizado, seguira significando algo:

...los platos en que comemos tambin tienen un sentido y, cuando no lo tienen, cuando

fingen no tenerlo, pues bien, entonces terminan precisamente teniendo el sentido de no tener

ningn sentido.

Barthes argumenta este aspecto algo ms cuando nos dice que si quisiramos

encontrar algn objeto desprovisto de sentido habra que imaginar objetos

improvisados dentro de un contexto absolutamente asocial y que (salvo, en un

contexto no-lingstico donde no hubiese procesos de abstraccin de la realidad) la

funcin de un objeto se convierte siempre en el signo de esa misma funcin.(Lnea

137).

Desde esta perspectiva los objetos no slo tienen la significacin o sentido que

nosotros les damos sino que se significan siempre a s mismos.(Lnea 139)

Una vez expuesta la idea de que un objeto es siempre un signo que, a su vez, siempre

significa algo, Barthes intenta allanar el terreno para poder desentraar el verdadero

sentido de cada signo.

En primer lugar ubica el signo entre dos coordenadas: una profunda que

denominsimblica y otra ms extensa que llam de clasificacin o taxonmica.

En relacin a la coordenada simblica expone que todo objeto remite a un significado

pues tiene una profundidad metafrica: todo objeto es el significante de por lo

menos un significado (Lnea 159) mientras que la coordenada taxonmica estara

conformada por los criterios de clasificacin de los objetos que la sociedad nos

sugiere o impone.

Sin embargo, una de las limitaciones que Barthes encuentra para el estudio del

objeto como signo es el obstculo de la evidencia. Para poder observar el objeto

habra entonces que objetivarlo, distanciarse de l despojndolo de toda la

subjetividad implcita en l como signo, algo que, como seres sociales, no podemos

hacer pues tambin nosotros formamos parte del sistema semntico y simblico del

signo. Como solucin propone el estudio de representaciones de la realidad no-

naturales, las proporcionadas por la publicidad, el teatro y el cine en las cuales se

ofrece una versin de los objetos espectacular, enftica e intencional.

Despus, y siguiendo el modelo dilico de Saussure, en el objeto podran

aislarse por una parte sus significantes y por otra sus significados.

Dentro de los significantes del objeto, y siguiendo un orden de complejidad,

encontraramos:

Significantes en estado puramente simblico : entre los que se encuentran

aquellos significantes que remiten a un slo significado (tal es el caso de los

grandes signos antropolgicos como la cruz o la media luna) y tambin todas

aquellas relaciones desplazadas segn las cuales la significacin se produce

por un proceso metonmico en el que el sentido se desplaza de uno de los

atributos del objeto al signo del objeto mismo, siendo adems ste perceptible

muy claramente. (Naranja = frescura) Esto querra decir que el objeto estara

ah- en el mundo- no para significar en tanto que objeto, sino para albergar

precisamente esa cualidad o atributo que lo significan como tal. La cualidad

del objeto pasa a ser el signo mismo y no el objeto en s.

Significantes aadidos a una coleccin de objetos : aqu Barthes sigue la

definicin que Saussure le dio al valor del signo y argumenta que, dentro de

los sintagmas (o fragmentos extensos de signos) los signos se relacionan y

conexionan a travs de relaciones de parataxis. Vemos como la relacin que

propone Barthes es estructural pues viene a decirnos que, muchas veces, los

signos no significan porque se refieran a una realidad sino por las relaciones

que mantienen entre ellos.

En cuanto a los significados del objeto, el autor explica que depende no tanto del

emisor (quien nos propone el signo o el signo en s) como del receptor que valora ese

objeto. Dado que interpretar las cosas es un proceso inconsciente que se realiza

siempre a travs de un sistema de convenciones y que stas varan en cada cultura,

vemos cmo se confirma una vez ms la idea de que todo objeto es polismico.

Adems, y coincidiendo con la idea de pertinencia comunicativa de Peirce,

encontramos cmo nosotros, como lectores de signos, podemos elegir un solo sentido

/significado del objeto, generalmente el que ms utilizamos (lo que Peirce llamaba el

ground) pero el objeto ofrece fcilmente muchas lecturas de sentido (Lnea 307)

y es posible que, donde nosotros slo vemos o tenemos en cuenta un sentido, los

dems interpreten multitud de significados aadidos que vienen determinados por las

distintas circunstancias sociales, econmicas, histricas, culturales de cada uno... en

definitiva, por cada proceso de socializacin e interiorizacin del mundo y el

lenguaje, que en cada individuo es nico y diferente.

Pues bien, lo que nuestro autor nos quiere decir es que, incluso siendo cada uno de

nosotros diferente y nico y nuestra percepcin de las cosas individual y nunca

coincidente, an as la naturaleza del objeto permanece como signo que significa.

...un objeto no significante desprovisto a priori de sentido - funciona por lo

menos como signo de lo insignificante, se significa como insignificante (Lneas 327-

329) Es decir, aunque tomramos un objeto que nuevo para nosotros, desconociendo

su nombre, su forma, su utilidad o funcin... siempre lo podemos llamar eso o

aquello que no sabemos lo que es y lo estaramos clasificando igualmente dentro de

una de las categoras sintagmticas de significado. En nuestra sociedad no hay

objetos que no terminen por proporcionar un sentido y reintegrar el gran cdigo de

los objetos en medio del cual vivimos.(Lneas 337-339)

RECAPITULANDO:

Barthes nos presenta el objeto como un til funcional (que sirve para algo o

para nada, pero sirve) que funciona como mediador entre el hombre y el mundo

pues le permite al primero modificar al segundo (y segn el cual atribuimos a los

objetos su significado ms denotativo e inmediato: telfono = hablar; naranja =

comida). Esta funcin de los objetos sustenta siempre un sentido, algo que no es un

proceso de accin sino de equivalencias (Lnea 349) y que intransitiviza al objeto

ya que lo desactiva como instrumento til. El sentido le asigna al objeto un lugar

establecido dentro del imaginario humano (telfono = comunicacin, bienestar social,

amigos, una cita; naranja = vitamina C, zumo, fresquito, verano).

En el proceso de significacin del objeto habra entonces una pugna entre la

actividad que le confiere su utilidad o funcin y la inactividad de su significacin o

sentido. Barthes introduce aqu un tercer elemento que ser clave para comprender

los mecanismos de significacin: el movimiento retorno.

El objeto, segn Barthes, pasa de ser signo (sentido) a ser funcin (utilidad) en

una especie de movimiento retorno. Peirce ya deca que nada es un signo a no ser

que sea interpretado como tal, pero Barthes dice que hay objetos que juegan al no-

mensaje, objetos cuyo signo puede interpretarse como una utilidad o funcin que no

responde a la realidad, en contraposicin con otro tipo de objetos cuyo signo es

franco y s tienen una correlacin con el mundo. (Caso de las seales del cdigo

vial).

Para explicar estos objetos que juegan al no-mensaje, Barthes expone el caso

de las prendas de vestir que, por imperativos estticos, han perdido su funcin

primigenia. Por ejemplo, un impermeable de vanguardia que no est compuesto de

tela impermeable (aunque tenga capucha, cremallera, tacto plstico, brillo... y todas

las cosas que lo identifican como impermeable) ser un impermeable para nosotros y

as habremos de preguntar por l en las tiendas pero su utilidad, su funcin ltima que

es proteger de la lluvia, habr cambiado por otra ms esttica como es ir a la moda.

Esto ocurre, segn Barthes, porque el objeto parece siempre funcional en el

momento mismo en que lo leemos como un signo (Lneas 345-346). De ah que

luego exponga que el sentido es siempre un producto de la cultura que, en nuestra

sociedad, es incesantemente naturalizado, reconvertido en naturaleza por la

palabra que nos hace creer en una situacin puramente transitiva del objeto (Lneas

353-355).

Las palabras, muchas veces, nos engaan pues naturalizan los signos que

percibimos (y a los que siempre dotamos de significado) hacindonos darle al signo

un sentido, y por tanto una funcin, diferente a la que le corresponde al objeto y que

puede no ser la suya. Si le damos a una persona del SXIX una cinta cassette y le

decimos que es msica seguramente se la ponga en un odo o pretenda extraer

algn sonido de ella como si fuese un instrumento musical. Nosotros

conceptualizamos la msica (entre otros muchos significados) como una onda sonora

que est registrada en un soporte electromagntico a la que llamamos cassette o

cinta pero para este sujeto anacrnico, que no ha imaginado nunca que el sonido se

pudiera registrar, la msica es otra cosa y le estaramos confundiendo al utilizar el

mismo significante fontico (msica) para un objeto cuya funcin (y por tanto

significado ltimo) desconoce.

De tal forma Barthes concluye explicando que la funcin de los objetos es la

que crea al signo en tanto que signo, pero ste, en el proceso de dotacin de sentido al

objeto (movimiento retorno) no recrea la misma funcin, sino el espectculo de una

funcin. Parece como si el significado que le atribuimos a las cosas perdiera, en el

proceso de significacin, parte de su esencia, de su funcin verdadera. Es posible que

entre la funcin real de las cosas y la idea que nosotros tenemos de ellas haya una

ineludible prdida de sentido que nos obliga a trabajar constantemente con un

reflejo de la realidad de los objetos y no con la realidad en s misma.

Finalmente, Barthes expone en su ltimo prrafo cmo esta prdida de sentido

influye en nuestra visin del mundo: Creo que precisamente esta conversin de la

cultura en pseudonaturaleza es lo que puede definir la ideologa de nuestra

sociedad. (Lneas359-361) donde se puede adivinar cmo el autor ve en el sentido

connotativo de las cosas cierta disfuncin que, muchas veces, constrie o interfiere en

los procesos comunicativos. De hecho, en su otro texto La cocina del sentido

expone como tarea de la semiologa el estudio de las operaciones psico-lingsticas

mediante las cuales un mensaje cualquiera se impregna de un segundo sentido

difuso, en general ideolgico, al que se denomina sentido connotativo.(Lnea 63)

Para concluir, podramos decir que, tanto en Semntica del objeto como en

La cocina del sentido, Barthes reflexiona sobre la significacin o los procesos de

significacin, en s mismos como acto especficamente humano que condicionan y

mediatizan la comunicacin entre las personas y la manera de percibir, explicar y

vivir el mundo que nos rodea.

ISABEL PREZ FERNNDEZ (N 103)

Semitica de la Comunicacin de Masas

ANLISIS DE LOS TEXTOS:

SEMNTICA DEL OBJETOY

LA COCINA DEL SENTIDO

ROLAND BARTHES

Isabel Prez Fernndez (N 103)Semitica de la Comunicacin de MasasEn cuanto a los significados del objeto, el autor explica que depende no tanto del emisor (quien nos propone el signo o el signo en s) como del receptor que valora ese objeto. Dado que interpretar las cosas es un proceso inconsciente que se realiza siempre a travs de un sistema de convenciones y que stas varan en cada cultura, vemos cmo se confirma una vez ms la idea de que todo objeto es polismico. Adems, y coincidiendo con la idea de pertinencia comunicativa de Peirce, encontramos cmo nosotros, como lectores de signos, podemos elegir un solo sentido /significado del objeto, generalmente el que ms utilizamos (lo que Peirce llamaba el ground) pero el objeto ofrece fcilmente muchas lecturas de sentido (Lnea 307) y es posible que, donde nosotros slo vemos o tenemos en cuenta un sentido, los dems interpreten multitud de significados aadidos que vienen determinados por las distintas circunstancias sociales, econmicas, histricas, culturales de cada uno... en definitiva, por cada proceso de socializacin e interiorizacin del mundo y el lenguaje, que en cada individuo es nico y diferente. ISABEL PREZ FERNNDEZ (N 103)SEMNTICA DEL OBJETOY

LA COCINA DEL SENTIDOROLAND BARTHES