revista sancara no.8 edición especial "la muerte" noviembre 2012

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Noviembre 2012 No. 8 Mensual JARABE PARA EL RESFRIADO CULTURAL Jarabe intelectual ≈ Grageas científicas ≈ Genéricos y Similares Remedios literarios ≈ Las píldoras de cada mes Primeros auxilios EDICIÓN ESPECIAL: LA MUERTE

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Primera edición de la Revista Sancara en la que biólogos, literatos, historiadores, médicos, nutriólogos, entre otros, escriben sobre el tema de la muerte. -Los santos inocentes y los fieles difuntos. -La muerte de las lenguas. (Sociolingüística) -La comida mexicana ha muerto...(Nutrición) -La muerte: maña más mala de la vida. (Filos.) -Vivir mientras se muere a diario. (Medicina)

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Page 1: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

Noviembre

2012

No. 8

Mensual

JARABE PARA EL RESFRIADO CULTURAL

Jarabe intelectual ≈ Grageas científicas ≈ Genéricos y Similares Remedios literarios ≈ Las píldoras de cada mes ≈ Primeros auxilios

EDICIÓN ESPECIAL:

LA MUERTE

Page 2: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

Laura Sofía Rivero Cisneros, Cariño.

Dedicado a Manuel Aguirre Bolaños

N oviembre es un mes que se caracteriza por dejarnos un

sabor a caducidad en los labios. Luego de las festividades

de Día de Muertos nos percatamos de que el año en curso

está ya por concluir. Todo nos parece fugaz y pasajero. Sin embar-

go, en unas cuantas semanas este pensamiento quedará arrumbado

debajo de montones de regalos, villancicos y ponche.

Aún permanece en nuestra memoria el sentimiento de brevedad

aplicable a todas las circunstancias

y bolsillos, objetos y pensamien-

tos, áreas y disciplinas.

El fin y la muerte marcan la pauta

de distintos caminares, a veces

mostrándose abiertamente, otras

ocultándose durante algunos momen-

tos; pero a fin de cuentas todos y cada

uno de los hombres dirigimos nues-

tros pasos hacia un término.

En esta primera edición especial de la Revista Sancara recolecta-

mos, una a una, distintas visiones de la muerte. Podrás encontrar,

estimado lector, las opiniones de: filósofos, biólogos, literatos,

médicos, historiadores y muchos otros más.

Te invitamos a que reflexiones sobre cada una de ellas y conformes

una postura propia, nutrida de los ríos de tinta provenientes de di-

ferentes manos y áreas del conocimiento.

¡Bienvenido seas!

JARABE PARA EL RESFRIADO CULTURAL

Page 3: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

Índice.

Pag. 3 JARABE INTELECTUAL.

Pag. 3 Vida y milagros de los

dichos y frases hechas: No tener

vela en el entierro.

Pag. 3 De mis dioses y los tuyos:

Yum Kimil .

Pag. 4 Tomografía deportiva.

Pag. 5 Los santos inocentes y los

fieles difuntos.

Pag. 10 La muerte en los egip-

cios.

Pag. 12 La muerte:

maña más mala de la vida.

Pag. 19 Barthes y la muerte del

autor.

Pag. 22 La muerte de las lenguas.

Pag. 28 Siéntate a mi lado.

Pag. 31 Médicos de la lengua:

Memorial académico 2012.

Pag. 34 Una invocación a

los muertos

Pag. 36 REMEDIOS LITERARIOS.

Pag. 40 GRAGEAS CIENTÍFICAS.

Pag. 40 La botica.

Pag. 44 La comida mexicana ha

muerto… y su pueblo la quiere se-

guir a la tumba.

Pag. 46 Vivir mientras se muere a

diario.

Pag. 48 GENÉRICOS Y SIMILARES.

Pag. 48 Diálogos de Latón.

Pag. 50 Los innumerables rostros

de la muerte: Entrevista a Óscar

de la Borbolla

Pag. 54 LAS PÍLDORAS DE CADA MES.

Pag. 54 Recomendación de cine.

Pag. 54 Frases de organdí.

Pag. 54 Mesbook.

Pag. 55 Nacidos en octubre.

Pag. 55 Cartelera.

Pag. 56 PRIMEROS AUXILIOS.

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Page 4: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

Vida y milagros

de los dichos y

frases hechas.

Yum Kimil (Señor de la Muerte)

De mis dioses y los

tuyos

Por: CARLOS ALVARADO UGALDE

Estudiante de Etnología en la ENAH

Por: LUIS FELIPE ESTRADA

CARREÓN

Maestría en Lingüística Hispánica en

la FFyL de la UNAM.

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Tomografía deportiva

E n julio del 2009, la muerte puso de luto a los escenarios deportivos cuan-

do Julio César Chávez Carrasco o el junior -como varios lo conocen- puso

fin a la vida de su contendiente, el peleador, Marco Antonio Nazareth apodado

el texano. La escena fue espeluznante. Un aguerrido pugilista golpeaba inmise-

ricorde a su adversario ante las múltiples miradas de quienes presenciaron la

pelea desde sus aparatos de televisión. Después de levantar la mano en señal de

triunfo al hijo de la leyenda, un padre de familia se inquietaba por la salud de su

hijo. Derrame cerebral fue el dictamen médico que extendió el acta de defunción.

Desde esa fecha, hasta estos momentos la muerte se ha hecho presente una y

otra vez en distintos escenarios deportivos. A todos nos impactó la muerte del

futbolista nigeriano, Endurance Idahor quien en marzo del 2010 cayó fulmina-

do en el campo de juego, cuando su equipo iba a realizar un tiro libre. Su muer-

te sigue siendo un enigma, puesto que la cámara de televisión sólo nos muestra

la imagen del deportista desplomado dentro del área del equipo rival. A sus

escasos 25 años de edad el delantero estrella de equipo sudanés Al-Merreikh,

dejó de existir y el video de su muerte le dio la vuelta al mundo. En los últimos

cinco años han muerto 84 futbolistas profesionales, ya sea durante los entrena-

mientos o bien en la realización del partido en plena cancha.

Algunos deportes -de los llamados extremos- tienen un flirteo permanente,

por así decirlo, con la inevitable muerte. Parece que allí radica su expectación,

tanto para quien lo práctica, como para el que lo observa y goza desde una tribu-

na o una pantalla de televisión. Sin embargo, cuando le ocurre el fatal accidente

al intrépido motociclista, saltador, escalador o demás deportistas, la sensación

de desolación y desesperanza invade un ambiente difícilmente descriptible.

El Base Jumping es un deporte que consiste en arrojarse en paracaídas desde

lo alto de algún edificio. Este deporte está prohibido en varios países, puesto

que ponen en riesgo tanto al que lo practica, como a quien lo observa. No obs-

tante que tiene más de 25 años su práctica en el mundo, muchos de sus repre-

sentantes tienen como destino final la cárcel o la muerte. Al parecer éste es el

deporte en el que más vidas se pierden anualmente.

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Por: JOSÉ ANTONIO RIVERO CALVILLO Estudió en la FES Acatlán, IUCE y UCSJ.

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LOS SANTOS INOCENTES Y LOS FIELES DIFUNTOS,

1 y 2 de noviembre.

L a muerte, eterna reflexión que de

continuo ocupa la creación y la

mente de los hombres. Mientras habi-

tamos este espacio, buscamos, desea-

mos y anhelamos que el final de los días

nunca llegue, que se posponga, que no

se lleve a los seres que amamos; sin em-

bargo, ni con todo el horizonte de la

ciencia el humano ha logrado vencer la

batalla frente al destino final e ineludi-

ble de la muerte.

En nuestro país, la conmemoración por los difuntos, consignada

en nuestro calendario litúrgico, se efectúa los días 1 y 2 de noviem-

bre, los cuales, para asombro del mundo, se llenan de festejos, alga-

rabía, colores y tradiciones que realizan una batalla épica contra la

fiebre globalizadora del Halloween, celebración anglosajona que,

poco a poco, los sátrapas del mercado han introducido a nuestro

país. No obstante, la conmemoración por los difuntos, de acuerdo a

la tradición mestiza y nacional, ha logrado el reconocimiento inter-

nacional, al ser convertida en “Patrimonio intangible de la humani-

dad” por la UNESCO, es decir, que la Organización de las Naciones

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Unidas para la Educación, la Ciencia y

la Cultura, considera de vital impor-

tancia conservar, no sólo el patrimonio

material, sino también, las tradiciones

y costumbres, usos sociales y folklore

que caracterizan a una nación. ¡Y vaya

que la tradición mortuoria caracteriza

a los mexicanos!

Muchos visitantes extranjeros han

mirado con particular curiosidad la

manera en que los mexicanos celebra-

mos a la muerte, les asombra que de-

mos a nuestros niños calaveritas o hue-

sos de chocolate y azúcar para que entretengan el paladar, y se rea-

licen canciones y versos satíricos en torno al evento, para muchos

funesto, de la muerte. Sólo el mexicano lo celebra con tal ánimo

festivo y colores.

Celebrar la muerte es una tradición que debemos conservar pues

constituye un reflejo de nuestro mestizaje y del sincretismo religio-

so que le da rostro a nuestra cultura y por ende a nuestro país, cuya

frágil identidad es preciso nutrir. La preparación y montaje de los

“altares de muerto” sin duda, materializa el hecho, de que el mexi-

cano juega y contempla constantemente a la muerte, como bien lo

decía Octavio Paz en El laberinto de la Soledad:

[…] Para el hombre de Nueva York, París o Londres, la muerte es

la palabra que jamás se pronuncia porque quema los labios. El

mexicano en cambio la frecuenta, la burla, la acaricia, duerme

con ella, la festeja, es uno de sus juguetes favoritos y su amor

más permanente. Cierto, en su actitud hay quizá tanto miedo

como en la de otros; mas al menos no se esconde ni la esconde;

la contempla a la cara con impaciencia, desdén o ironía […]

Nuestros altares son un regalo simbólico y un don hacia todos

aquellos que se han adelantado en el camino. A decir del filósofo

francés, Jean Baudrillard, lo simbólico extermina el valor y por

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tanto la separación de los términos, el intercambio simbólico es

un proceso que impone obligaciones simbólicas, es el don, esto es,

la obligación simbólica de dar, recibir y devolver.

La humanidad, de todos los tiempos, manifiesta la necesidad de

dar, recibir y devolver, pero el mexicano en particular, es muy gene-

roso con sus dones. Pese a la difícil situación económica que vive

nuestro país, hacemos un gran esfuerzo por ofrendar a nuestros

muertos lo mejor de nuestras cosechas: dulces, comida, juguetes,

colores, y principalmente nuestro tiempo. La acción de ofrendar,

probablemente no rinda un fruto material, sin embargo, conservar

nuestros valores y tradiciones es de vital importancia, por lo que es

importante enseñar a nuestros hijos que el tiempo pasa y a veces es

muy corto, quizá algún día también nos despedirán y ofrendarán…

algún día tendrán que despedir a sus seres queridos y enseñarán a

sus propios hijos a montar un altar. Esta es la tradición, y con ella

logramos que se perpetúe nuestra raza y nuestra nacionalidad tal

como se ha venido haciendo desde algunos 500 años.

INSTRUCCIONES PARA MONTAR UN ALTAR

Los altares de muerto son de extraordinaria belleza y de gran diver-

sidad. Las tradiciones varían de acuerdo a cada lugar, pueblo o es-

tado. El altar prehispánico incluía los productos de la cosecha, que

se levantan en esta estación para preparar

el invierno, donde todo muere, así como el

copal, agua y los corazones del sacrificio.

La tradición con la llegada de los españoles

fue cambiando y adoptando algunos ele-

mentos de la religión católica, la cual adop-

ta la festividad y a partir de la mezcla de

culturas construye una tradición mestiza

que varía en cada entidad. Por ejemplo,

hay algunos lugares, como la región otomí,

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que construyen su altar en siete niveles, y cada uno representa un

peldaño al cielo. En Yucatán, utilizan flores de la región como cla-

veles rojos y blancos, a diferencia de Puebla donde la flor más utili-

zada es el cempasúchitl. En Guerrero, realizan maquetas represen-

tando los tipos de muerte y la manera en

que murió la persona a quien dedican el

altar, en otros lugares colocan fotograf-

ías, inciensos, veladoras, calaveritas y el

muy tradicional pan de muerto, que po-

demos disfrutar desde los primeros días

de octubre. Es importante confeccionar

los platillos que el difunto disfrutaba en

vida y también es importante colocar una

flor blanca y juguetes para los difuntos niños;

independientemente del gusto de cada familia, existen elementos

que no pueden faltar y que a continuación enlistamos para que se

animen a poner la ofrenda en sus propios altares. La Revista San-

cara les desea una bonita festividad y les recuerda lo importante de

vivir nuestras tradiciones.

ELEMENTOS PARA CONFECCIONAR UN ALTAR:

§ Flores, especialmente de cempasúchitl y la flor roja, también lla-

mada “garra de león. Las flores simbolizan el renacimiento.

§ Veladoras que simbolizan la luz que guía las almas hacia el altar y

que les enseña también el camino por donde deberán regresar.

§ Agua, pues el camino del inframundo es largo y los difuntos tendrán

sed al llegar, además de servir como elemento purificador que atrae

sólo a los buenos espíritus.

§ Calaveras, algunas veces con el nombre del difunto, pueden ser de

azúcar, chocolate o amaranto.

§ Comida, mole, chocolate, arroz, sopes, pozole, frijoles, tortillas, todo

aquello que el difunto disfrutaba en vida.

§ Fruta, la típica de la temporada: naranjas, mandarinas, tejocotes,

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cañas, etc.

§ Papel picado que representa la conexión entre el mundo de los

vivos y los muertos.

§ Sal, elemento purificador que, como el agua, atraerá a los buenos

espíritus.

§ Pan de muerto, elaborado por los artesanos panaderos con las

figuras de huesos que recuerdan la tradición prehispánica.

§ Arco que simboliza la conexión entre el mundo de los vivos y los

muertos y el paso por donde ingresarán, sólo por esta noche, nues-

tros difuntos a disfrutar las dádivas.

§ Música, en algunos lugares suelen dejar algún instrumento mu-

sical que amenice el banquete de los difuntos

§ Retratos, normalmente se colocan los del difunto a quien le de-

dicamos nuestro altar.

Al final, como decía el poeta Amado Nervo, somos:

“arquitectos de nuestro propio destino”

Por: MELISSA MARTÍNEZ LEMUS

Licenciada en Historia por la FES Acatlán y Maestra en Historiografía por la UAM.

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L a muerte siempre tiene un sentido, una tradición y una serie de

elementos distintos y significativos en cada cultura. El concep-

to o visión de muerte es única en cada lugar del mundo y sin duda

una de las culturas en que la muerte resulta más interesante por

abarcar todo un mundo de rituales, creencias y, en general, elemen-

tos increíbles, fue la egipcia. Durante la antigua civilización egipcia

se grabaron en el interior de los sarcófagos, en las paredes y techos

de las tumbas, inscripciones que suman más de mil fórmulas y que

son conocidas como los textos de los sarcófagos, los cuales poste-

riormente fueron reemplazados por ensalmos copiados en papiros

decorados con imágenes a color. Los egipcios llamaban a estos tex-

tos Libro para salir al día pero en Occidente se le denomina El li-

bro de los muertos.

De los escritos plasmados en El libro de

los muertos, el más interesante y contro-

versial es el capítulo 125, que narra el ri-

tual conocido como “El juicio ante Osiris”

durante el cual se comparaba el peso del

corazón del muerto con el de la pluma de

Maat .

El muerto se encontraba frente a Osiris y un tribunal, mientras

el dios Anubis se encargaba de pesar el corazón en una balanza: si

el corazón y la pluma quedan equilibrados, se declaraba

“verdadero” al muerto y podía morar entre las estrellas, pero si el

muerto no lograba superar el juicio era aniquilado por el

“monstruo engullido” que era una bestia entre cocodrilo, león e

hipopótamo.

Además de la literatura funeraria, otro aspecto que resulta im-

pactante es la momificación. Los antiguos egipcios la llevaban a ca-

bo porque creían necesario preservar el cuerpo del fallecido para

asegurar su vida en el más allá.

La muerte en los egipcios

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La momificación como la conocemos actualmente, se realizó

hasta la Dinastía IV, en la que se usó el natrón . Este proceso de

embalsamiento duraba setenta días; primero se extraían las vísce-

ras del cuerpo para desecarlas y depositarlas dentro de recipientes,

después se colocaba cada órgano en vasijas y el corazón se dejaba

dentro del cuerpo, el cual era rellenado con natrón seco y se dejaba

cuarenta días para la deshidratación. Finalmente se lavaba y se re-

llenaba con resina y lino para ser vendado y dar fin a este proceso

mundialmente conocido hasta nuestros días.

Por: JESSICA JAZMÍN GARCÍA VÁZQUEZ

Estudiante de Lengua y Literatura Hispánicas en la UNAM FES Acatlán.

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L a muerte: palabra contundente, severa, escalofriante. ¿Qué

horrores no evoca en nosotros esta abstracción familiar pero

en el fondo desconocida? La muerte: símbolo tolerable de una reali-

dad insoportable, la del fin de nuestra vida, nuestra ineludible con-

dición de finitud. La muerte, hecho irrevocable que nos deja marca-

dos de por vida, cetro invisible que apenas nos roza con su halo de

locura y destrucción. Cuántas justificaciones le hemos inventado

para hacerla llevadera, cuántas religiones para minimizarla, hacerla

inocua, anular su poder y sus efectos. La muerte, nuestra gran ob-

sesión, el miedo mayor, la única verdad en la

que creemos a pesar de no haberla experi-

mentado –todavía- en carne propia.

El cristianismo, la ideología religiosa

predominante en occidente de la cual

nos tocó ser herederos, tomó la idea

platónica de la inmortalidad del alma y

la elevó a principio fundamental, con

tal de tranquilizar a sus creyentes

de que después de todo, si eran

buenos, se salvarían de la muerte. Y esta idea bizarra de la vida des-

pués de la vida (¿puede haber negociación más inútil que la de sal-

var el alma y dejar el cuerpo suponiendo que tales estuvieran sepa-

rados?) se propagó como un virus en el periodo del helenismo y de

ahí se pasó a la ilustración (Descartes, Malebranche, Pascal), y to-

davía en el siglo XIX, Henri Bergson argumentaba apasionadamen-

te a favor de este extraño planteamiento.

Pero hay tratamientos discursivos de la muerte aún más hetero-

doxos e interesantes que aquellos. Los existencialistas, por ejemplo,

asentaban toda su filosofía sobre la precariedad de la vida, la morti-

La muerte:

maña más mala de la vida

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ficación que supone el desamparo frente a nuestra finitud y fragili-

dad humanas. Si tomamos a la muerte como la negación del ser, el

miedo a la muerte sería el equivalente a la muerte de dejar de ser, al

miedo a la nada. El papá de los existencialistas, Soren Kierkegaard,

hablaba de una “angustia de la nada” en su Tratado de la angustia.

Volveremos sobre este punto.

La muerte, el malo pro-

totípico del cuento, suele

jugar también un papel

de mesías, de salvadora,

del hombre. La visión de

la muerte como liberadora

del sufrimiento causado

por la vida fue una postura

sostenida por Nietzche,

Schopenhauer y Cioran,

un conjunto de filósofos desgraciados que lleva-

ron una vida llena de dificultades y dolores espirituales que cristali-

zaron en concepciones del mundo un tanto retorcidas. Les mostraré

unos cuantos ejemplos:

“Exigir la inmortalidad del individuo es querer perpetuar un

error hasta el infinito. En el fondo, toda individualidad es un error

especial, una equivocación, algo que no debiera existir, y el verda-

dero objetivo de la vida es librarnos de él. Prueba de ello que la ma-

yoría de los hombres, por no decir todos, están constituidos de tal

suerte, que no podrían ser felices en ningún mundo donde suelen

verse colocados. Si ese mundo estuviera exento de miseria y de pe-

na, se verían presa del tedio, y en la medida en que pudieran esca-

par de éste, volverían a caer en las miserias, los tormentos, los su-

frimientos. Así, pues, para conducir al hombre a un estado mejor,

no bastaría ponerle en un mundo mejor, sino que sería preciso de

toda necesidad transformarle totalmente, hacer de modo que no

sea lo que es y que llegara a ser lo que no es. Por tanto, necesaria-

mente tiene que dejar de ser lo que es. Esta condición previa la rea-

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liza la muerte, y desde este punto de vista concibiese su necesidad

moral.” Dice Schopenhauer en su libro El amor, las mujeres y la

muerte, singular combinación de palabras en donde se adivina mu-

cho de su personalidad.

Partiendo del argumento de la vida como un error (¿de dios?),

Schopenhauer argumenta que la vida del hombre es absurda, pues

está llena de tanta miseria y de pena que padecimientos tan profu-

sos y recurrentes no pueden ser accidentales, más bien son necesa-

rios e inherentes a la existencia del ser humano. Sin ellos no puede

vivir, se aburriría, se llenaría de tedio. Si a esa desgracia le llaman

vida, no puede ser sino un error ridículo del universo.

En contraste, Friederich Nietzche, primero gran admirador y des-

pués rechazador de la filosofía de Schopenhauer, decía en una tóni-

ca semejante que el consuelo que la idea del suicidio le proporcio-

naba le dispensaba de practicarlo cada que pasaba una mala noche.

Interesante énfasis en el mero pensamiento de la muerte, no en el

hecho como tal. Comparemos lo anterior con lo que dice el mismo

alemán de los bigotes famosos en La Gaia Ciencia:

“El pensamiento de la muerte. Siento una melancólica felicidad al

vivir en medio de esta maraña de callejuelas, de necesidades, de voces:

¡cuánta fruición, impaciencia y apetito, cuánta vida sedienta y embria-

guez de vida sale a la luz en cada instante! Y, sin embargo, ¡qué gran

silencio reinará pronto alrededor de todos esos hombre ruidosos, vivos

y sedientos de vida! ¡Cada uno de ellos lleva tras de sí su sombra, su

oscuro compañero de camino! Es siempre como en el último instante

previo a la partida de un barco de emigrantes: tienen más que decirse

uno a otros que nunca, el tiempo apremia, el océano y su vacío silencio

esperan impacientes detrás de todo ese ruido, tan ávidos, tan seguros

de su botín. Y todos, todos piensan que lo que han tenido hasta ese mo-

mento no es nada, o es poco, y que el futuro cercano lo es todo: ¡y de

ahí esa premura, ese griterío, ese ensordecerse unos a otros y aprove-

charse unos de otros ¡Todos quieren ser los primeros en este futuro, ¡y

sin embargo la muerte y el silencio de los muertos es, de ese futuro, lo

único seguro y lo común a todos¡ ¡Qué raro que esta única seguridad y

comunidad no tenga casi poder alguno sobre las personas, y que de

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nada estén más lejos que de sentirse como la cofradía de la muerte! ¡Me

hace feliz ver que los hombres no quieren en modo alguno pensar el

pensamiento de la muerte! Me gustaría emprender algo que les hiciese

cien veces más digno de ser pensado: el pensamiento de la vida.”

La dialéctica de la vida y la muerte se resuelve en la afirmación de

la vida a partir de la muerte. La muerte hace valiosa a la vida, por-

que les hace a los hombres aprovechar su vida, de ahí la premura y

el sentir que tienen muchas cosas que decir. Tomando las dos frases

de Nietzche juntas, vemos que tanto pensar como no pensar en la

muerte pueden ser salidas positivas, ambas desembocan en la esti-

mación de la vida. La muerte no necesariamente es algo amenazan-

te, sórdido, frío, sino todo lo contrario, la muerte es una patria

común.

Ése es el caso para Cio-

ran, un inmigrante Rumano

que a pesar de que vivió

más tiempo en Francia y

llegó a escribir perfecta-

mente en francés, nunca

dejó de sentirse despatriado

tanto de su tierra como de

la vida, en la que aparentemente nunca se sintió a gusto. Convivió a

tal punto con el sufrimiento y la desilusión que los llegó a interiori-

zar de una manera muy particular, girando en torno a ellos durante

toda su desgraciada vida. En su libro de aforismos Ése maldito yo,

menciona cosas tan dispares entre sí como las siguientes:

1)“morir es probar que sabemos defendernos”

2)“la vida segrega antivida, y esta comedia química, en lugar de in-

citarnos a sonreír, nos consume y trastorna.”

3)“¡Perecer! Esa palabra que amo ante todo y que, curiosamente,

no me sugiere nada irreparable.”

Por un lado, expresa su amor por la muerte en 3, conjugada con

su desprecio, pues decir que ésta no le sugiere nada irreparable es

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tanto como decir que la muerte no le importa, que “no pasa nada.”

Por otro lado, agradece a la muerte el que nos dispense de vivir más

cosas desagradables en 1, pues es una especie de defensa del cuerpo

ante el sufrimiento que gracias a ella, es limitado. Y en 2 expresa

una postura intermedia, pues a la par que se ríe de la vida y la tacha

de comedia química, se lamenta de ella, admitiendo que consume y

trastorna al género humano.

Pero si nos olvidamos de los anteriores filósofos y nos pregunta-

mos en serio si realmente podemos pensar en algo peor que la

muerte, ¿qué se nos ocurre? Pregunta problemática que nos sume

en los pantanos indecidibles de la filosofía. Si regresáramos al plan-

teamiento de nuestro torturado filósofo danés, diríamos que en

efecto, que algo peor que la muerte es el estado de desesperación,

pues “morir quiere decir que todo ha terminado, pero morir la

muerte significa vivir la propia muerte; y vivirla un solo instante, es

vivirla eternamente. Quien desespera no puede morir, nunca la de-

sesperación, gusano inmortal, inextinguible fuego, devora la eterni-

dad del yo, que es su propio soporte.

Y cuando el peligro crece tanto como

la muerte, se hace esperanza; la de-

sesperación es la desesperanza de no

poder incluso morir [...]

El poder sobrellevar esta enferme-

dad espiritual, esta desesperación

angustiosa ¿será acaso más difícil

que el suicidarse, que el querer aca-

bar con todo para acabar con la de-

sesperación? Según Kierkegaard esto

no sería posible, ya que el desespera-

do no es capaz de matarse, su angus-

tia es la angustia de no poder des-

truir a su yo (aunque se mate), de no

poder cambiar de ego por más que se

desee. La muerte no soluciona el proble-

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ma, el problema es pues, la vida, la vida que se queja de la vida. Pe-

ro no se malentienda esto pensando que es únicamente la existen-

cia desgraciada la que se lamenta de sí misma, pues: “..lo que no se

dice de las existencias malogradas es que sólo se pierde aquella a la

cual engañan tanto las alegrías como las penas de la vida..” remata

Kierkegaard con una lucidez casi mística, pues recordemos que el

sufrimiento tiene un valor positivo en la filosofía cristiana. La tras-

cendencia del ser para él está vinculada a la intensidad con la que

se viven las penas o las alegrías.

Las dos son valiosas, nos llevan a

un plano trascendente, el sufri-

miento infinito que somos capaces

de padecer nos exhibe nuestra pro-

pia infinitud, nuestra naturaleza

eterna, y por ende, divina.

Y vaciado el reloj de arena, el reloj

de arena terrestre, y apagados todos

los ruidos del siglo, y terminada

nuestra agitación forzada y estéril,

cuando alrededor tuyo todo sea silencio, como en la eternidad, hombre

o mujer, rico o pobre, subalterno o señor, feliz o desventurado –haya

llevado tu cabeza el brillo de la corona o, perdido entre los humildes,

no hayas tenido más que penas y fatigas de los días; se celebre tu glo-

ria mientras dure el mundo u olvidado, sin nombre, sigas a la muche-

dumbre innúmera anónimamente; haya superado el esplendor que te

envolvió toda descripción humana, o los hombres te hayan herido con

su más duros o envilecedores juicios - quienquiera que hayas sido,

contigo como con cada uno de tus millones de semejantes, la eterni-

dad sólo se interesará por una cosa: si tu vida fue o no desespera-

ción...Y si tu vida no ha sido más que desesperación, ¡qué importa en-

tonces todo lo demás! Victorias o derrotas, para ti todo está perdido; la

eternidad no te ha reconocido como suyo…

De aquí está humana necesidad de la trascendencia, ése último re-

ducto a donde el ser humano se agarra para convencerse de que su

vida no fue en vano, de que hay un dios que le va a apartar su lugar

en un paraíso, o que al menos va a darse cuenta de sus actos; o in-

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Page 19: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

Por: VIOLETA OROZCO BARRERA

Estudiante de Filosofía en la UNAM FES Acatlán.

clusive, yéndonos más allá de la solución teológica, que en sus hijos

está su persona, que en sus obras está su ser, inmortal e imperece-

dero. ¿Es ésta la única solución a la muerte? (que por cierto, no es

más que una solución intelectual). Es claro que aunque la ignore-

mos, la muerte seguirá viva hasta que no se le aniquile. Fuera de

broma, la muerte como hecho fundamental de la existencia del

género humano- a quien supuestamente le pesa más porque es

consciente – no se puede soslayar ni anular, pero no por ello debe

de preocuparnos hasta el delirio. La aceptación de la muerte y el

sufrimiento como condiciones inevitables de la vida es el eje de al-

gunas religiones orientales como el Budismo, en donde esa absurda

e inconexa trama que es la historia de todo ser vivo cobra sentido

en el Samsara, la gran rueda cósmica en donde todo lo que nace,

muere y renace en distintas formas de existencia. Idea parecida a la

de la teoría atómica de la materia, que explica no por que los áto-

mos de nuestro cuerpo se disgreguen y se descompongan dejan de

integrar las moléculas de otro cuerpo material. Después de todo,

acaso sea aquella la verdadera inmortalidad del alma.

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Page 20: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

M i abuelo solía decir que el acto de la lectura significaba enta-

blar una conversación con miles de voces desconocidas. Es

cierto que al leer se van imprimiendo en nuestra mente las palabras

que alguien dispuso de cierta manera; recorremos con los ojos,

renglón a renglón, un entramado de significaciones. Pero ¿quién

nos está relatando dichas proyecciones mentales? Abrimos el libro

en determinada página e iniciamos una conversación… ¿con quién?

La respuesta parece sencilla: hablamos con quien nos escribe.

Parece lógico si pensamos, por ejemplo, en una carta. Yo le escribo

a mi amiga de Tamaulipas y ella sabe que, por medio de las pala-

bras, habla conmigo. Pero ¿qué pasa si esa misma amiga inicia la

lectura de una novela epistolar? Supongamos que recientemente

adquirió Querido Diego, te abraza Quiela. Al leer, ¿habla con Quie-

la, la protagonista, o con Elena Poniatowska, la autora?

Es esencial considerar que la literatura no trata, como dice Alfonso

Reyes, de sucederes reales o históricos, sino de sucederes imagina-

rios. El sujeto que escribe, crea una realidad distinta; una realidad

literaria. Por lo tanto la configuración de una obra implicará, obli-

gadamente, lo que Roland Barthes llama la muerte del autor. Es

decir, la conversación que entablamos al leer literatura no la man-

tenemos con el sujeto-autor del texto. En El corazón delator, escu-

chamos una voz que inicia su propio relato: “Yo no estoy loco”. El

sujeto de esa primera persona no es Edgar Allan Poe, sino un narra-

dor-personaje a quien conoceremos después como el asesino del

anciano con ojo de buitre.

En su artículo, Barthes señala que la figura del autor es una crea-

ción moderna. Es propio de las culturas primigenias el considerar a

Barthes y la

muerte del autor

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Page 21: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

un individuo como intermediario de la palabra, más no como pro-

ductor de ésta. Algo similar podría pasar con otras artes: las gran-

des construcciones de la antigüedad carecen de firma o anotación

en la que se haga público un nombre a quien atribuir la obra. Con-

servamos las pirámides de Egipto, los templos teotihuacanos… pero

“sólo” eso.

Si bien ya hemos dicho hasta el cansancio que la voz con la que

conversamos no es la del autor, faltaría cerrar el hueco que ha que-

dado abierto: ¿a quién le pertenece esa voz?

Al hacerle esta pregunta a mi amigo Juan, él me contestó con to-

da naturalidad: “No hablamos con Edgar Allan Poe, sino con él lo-

co. El loco es la voz que escuchamos”. Cierto es que, al leer narrati-

va, frecuentemente nos encontramos con personajes como lo es

éste. Pero la literatura se conforma también por otros géneros como

el ensayo, el teatro y las derivaciones de la poesía. Debemos tener

muy en claro que los personajes no son personas, los narradores

tampoco, ni lo es la voz lírica. Todos los elementos literarios son un

cúmulo de símbolos que se entretejen para formar la madeja del

texto. Al no tener una existencia anímica,

real y tangible -como sí la tiene mi amigo

Juan-, estos elementos son creados por

medio de una infinitud de conceptos,

vivencias, actitudes, objetos... El texto es

un tejido de citas provenientes de los mil

focos de la cultura, dice Barthes.

Durante ese enfrentamiento entre

nosotros, como lectores, y el texto,

suele ocurrir que tomamos la pos-

tura de médicos ante un enfermo:

lo auscultamos y revisamos desde

la cabeza a los pies, y finalizamos

la inspección firmando una sen-

tencia en forma de receta. Sin em-

bargo, debemos recordar que el

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Page 22: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

texto (más allá de estar enfermo o no, eso no pienso discutirlo) no

nos pide una “cura” ni mucho menos una “solución”. Barthes señala

atinadamente que en la escritura múltiple todo está por desenre-

dar, pero nada por descifrar. Los textos no nos piden encontrar su

sentido real, porque ellos están llenos de diversos sentidos. A la es-

tructura se la puede deshilar en todos sus nudos y todos sus nive-

les, pero no hay un fondo; el espacio de la escritura ha de reco-

rrerse, no atravesarse.

La literatura es un complejo sistema… de problemas. Mi amigo

Juan suele desesperarse cuando hablamos de estas cosas. Le miro

el rostro delineado por dos cejas anguladas y sé perfectamente que

ha comenzado a pensar en lo difícil que resulta mantener una con-

versación conmigo, pero sobretodo, con unos textos en los cuales

no sabe quién le habla desde el fondo de la página.

21

http://revistasancara.wordpress.com/

@RevistaSancara RevistaSancara

Por: LAURA SOFÍA RIVERO CISNEROS

Estudiante de Lengua y Literatura Hispánicas en la UNAM FES Acatlán.

Page 23: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

La muerte...

E n agosto del 2010 el presidente brasileño Lula Da Silva pro-

nunció un discurso con motivo de la postulación para la cam-

paña presidencial de Dilma Rousseff, ahora presidenta de Brasil .

El discurso incendiario de Da Silva que, entre otros asuntos versaba

sobre los prejuicios generalizados de la educación en su país, de-

mostró la postura política del dirigente suramericano no sólo en

cuanto a iniciativas regionales de mercado o relaciones de amistad

con países colindantes; el discurso de Lula puso de manifiesto un

aspecto quizá pocas veces señalado en las esferas oficiales: la domi-

nación lingüística. Era simple, el mandatario brasileño no sabía

hablar inglés y a su contraparte yanqui nadie le exigiría hablar por-

tugués. Que Lula hablase de la necesidad de un presidente de

hablar inglés y no portugués, su lengua nativa, trajo a la superficie

conceptos como subordinación, colonización, dominio e inequidad.

A lo largo de la historia, la dominación lingüística ha trabajado de

la mano de los imperios más poderosos. Cuando en 1492 Antonio

de Nebrija dedicó su Gramática a la Mui alta y assi esclarecida

princesa Doña Isabel, juzgó necesario especificar que: […] siempre

la lengua fue compañera del imperio […] La afirmación de Nebrija,

confrontada con esta época, la nuestra, no parece tan remota.

En las últimas décadas, el constante debate sobre la globalización

ha producido puntos de vista diversos y temas de interés para las

investigaciones sociales. En el seno de las discusiones se ubican, en

primer lugar, las de corte económico-político: políticas de mercado,

de las lenguas.

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Page 24: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

alianzas regionales, áreas comerciales, políticas públicas, legisla-

ción etc., en segundo plano está la discusión socio-cultural: estu-

dios culturales, mass media, migraciones etc. La globalización, vis-

ta así, resulta indiscutiblemente un modelo de interacción entre los

hombres aunque, para efectos de su estudio, esta afirmación parece

que no siempre es tomada en cuenta como primordial; en otras pa-

labras, la idea de que la globalización es un sistema económico y

como tal debe estudiarse en función de su papel en

relación con el mercado, prima sobre la idea de que

la globalización es un sistema complejo de inter-

acciones entre individuos y naciones,

y que en su proceso de transfor-

mación, la cultura, la sociedad

y los imaginarios cambian

constantemente.

Hasta hace algunos años, la

discusión sobre globalización,

en pro y en contra, iba general-

mente fundada en el discurso sobre la eco-

nomía y el mercado. Algunos em- presarios y políti-

cos se inclinan por la idea de que la globalización es la convergencia

de la humanidad hacia un futuro solidario mientras que los críticos

de este proceso lo consideran como el medio por el que todos sere-

mos homogeneizados . Sin embargo, el proceso de la globalización

también ha generado una tendencia de estudio que incide de forma

más directa en la cultura y los fenómenos sociales no siempre teni-

dos en cuenta como “más importantes”.

Si entendemos la globalización como un poder que permea, no

sólo física sino imaginariamente, amplios sectores sociales, enten-

deremos que los agentes que forman parte integral de este poder

son diversos y jerarquizados. Es decir, que la forma de abordar la

temática de la globalización, en primer lugar se ubica en el terreno

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Page 25: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

económico y en segundo en el terreno cul-

tural. Sin embargo, existe desde hace va-

rios años una creciente tendencia al análi-

sis sociológico y cultural de las institucio-

nes de la globalización. Hay quien sostiene

que el siglo XX fue el escenario de conflic-

tos políticos y económicos mientras que el

siglo XXI será el escenario de conflictos

mayoritariamente culturales y estos, serán

de tipo étnico, religioso o lingüístico .

La situación de la globalización actual, requiere del análisis de

todos los factores que influyen en su propia dinámica, ya sea econó-

mica, antropológica o lingüísticamente; el debate concerniente a

está dinámica deberá abordarse desde distintos puntos de vista y

no aisladamente. Es el caso de la situación actual de las lenguas.

En 1992, luego de una serie de análisis estadísticos, el lingüista

estadounidense Michael Krauss hizo una alarmante afirmación

sobre la situación de las lenguas en el mundo: Considero que un

cálculo plausible es que, de mantenerse el ritmo actual de las co-

sas, el siglo próximo verá bien la muerte o el crepúsculo del 90%

de las lenguas de la humanidad.

Si esa afirmación es cierta, debemos considerar la muerte de una

lengua cada dos semanas. A la vista de algunas posiciones globali-

zadoras, la pérdida de una lengua probablemente no constituya un

factor que obstaculice los ideales del sistema actual. Sin embargo, el

ocaso de una lengua significa más que la pérdida de un sistema

morfológico, sintáctico y fonológico; significa, al mismo tiempo, la

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Page 26: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

terrible pérdida de una forma de ver el mundo, de una realidad

diferente, de una historia que nunca se volverá a construir.

Quizá nadie ilustra mejor lo

dicho anteriormente que el

australiano David Maalouf:

Cuando pienso que mi lengua

ya no ha de vivir en los labios

de los hombres, me sobreviene

un escalofrío más hondo que

mi propia muerte, pues en ella

se cifran todas las muertes de

mi estirpe .

La muerte de las lenguas, debiese de

constituir uno de los focos de interés más importantes de la socio-

lingüística, necesitamos saber que es un problema mundial y que

están en juego muchos factores no sólo de índole lingüística, sino

también económica y política; en otras palabras, la muerte de las

lenguas depende en gran parte de los esfuerzos planteados desde la

investigación, pero ejecutados por los gobiernos y las instituciones.

David Crystal lo plantea de la siguiente manera:

El argumento que se oye más comúnmente es el económico:

tener tantas lenguas en el mundo es una pérdida de dinero,

porque los individuos y las empresas tienen que emplear mu-

cho dinero y energía en traducir e interpretar. Si hubiera una

única lengua, prosigue este razonamiento, todos podrían seguir

comprando y vendiendo sin preocuparse de estas barreras. Hay

un elemento cierto en esto: cuesta un montón de dinero mante-

ner la diversidad de las lenguas del mundo, pero la falacia con-

siste en pensar que ese dinero se malgasta.

Numerosos investigadores han llamado la atención sobre las len-

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Page 27: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

guas en peligro de extinción; todos, o casi todos, coinciden en que

es vital la revitalización de las lenguas y que para ello se requiere

del esfuerzo conjunto de amplios ámbitos sociales, económicos,

políticos y lingüísticos. Calvet utilizó, con gran tino, el término glo-

tofagia para referirse a la oposición entre lengua dominada y len-

gua dominante; y señala que el colonialismo adquiere diversas for-

mas, entre ellas, en un nivel ideológico pocas veces señalado, se en-

cuentran las relaciones lingüísticas de poder; asimismo, señala que

las lenguas son dominadas no estrictamente por razones lingüísti-

cas sino por procesos de opresión ligados al imperialismo de las

grandes potencias. Esta situación desigual, en tanto que preferencia

de una lengua (dominante) sobre la otra (dominada), es el germen

de consecuentes problemas sociales, problemas que invariablemen-

te tienen repercusiones sobre nosotros.

Si la tendencia actual en casi todas las áreas sociales es la

“multiculturalidad”, es necesario que replanteemos nuestra postura

con respecto a conceptos como inclusión, interculturalidad e inte-

gración, y que reconsideremos sin ambages las características del

modelo “multicultural” en boga. Visto así,

los principales cuestionamientos serían:

¿El modelo actual verdaderamente inclu-

ye a los pueblos que hablan lenguas origi-

narias? ¿Es del todo cierto que mediante

ese modelo de integración las lenguas

están siendo respetadas a un mismo ni-

vel? Y finalmente ¿Existe un panorama

de enriquecimiento mutuo y de entendi-

miento entre pueblos y por ende entre

lenguas? La respuesta a los anteriores

cuestionamientos nos la dará el estudio

exhaustivo de las relaciones de poder lin-

güístico y el análisis de las relaciones en-

tre pueblos dominados y pueblos domi-

nantes.

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Page 28: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

Si nos reconocemos en la diferencia y si aprendemos a mirarnos

en el espejo del otro, probablemente consigamos llegar a esa utopía

“multicultural” tan llevada y traída por nuestros políticos. Es esta,

la nuestra, una época para reflexionar en torno a lo que se pierde

cuando muere una lengua; se dice que una lengua muere cuando

muere el último de sus hablantes, hay quien va más lejos y sugiere

que en realidad la lengua muere con el penúltimo de sus hablantes

que, incapaz de que alguien le responda, opta por quedarse en si-

lencio.

Evitar la muerte de las lenguas, esa

realidad que no podemos pasar des-

apercibida, requiere del esfuerzo

de todo interesado en la lin-

güística; muy probablemente

veremos la muerte de más len-

guas en los años venideros y

quizás las lenguas dominantes si-

gan devorando a otras que, indefensas,

dejarán de ser una duplicación más del

mundo. En este terrible panorama, en donde unos se

horrorizan ante la idea de aprehender positivamente el mundo aje-

no y de corresponder con el nuestro, donde otros se debaten entre

los beneficios económicos y la preservación de las lenguas, donde la

homogeneización prima sobre la diversidad, debemos enfocar

nuestro esfuerzo para salvar, en el amplio sentido de la palabra, las

lenguas del mundo.

Un desenlace fatal se vislumbra en nuestras lenguas: es el silen-

cio. Ese silencio no es el de las lenguas muertas sino el de nuestra

indiferencia, el miedo funesto que nos calla la voz. ¿Seremos capa-

ces de romperlo?

Por: DANIEL PÉREZ TORRES

Estudiante de la Licenciatura en Enseñanza de Inglés y también de la Licen-

ciatura en Lengua y Literatura Hispánicas en la UNAM FES Acatlán.

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Page 29: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

Siéntate a mi lado

E s la primera vez que nos ponemos festivos, ahora en honor del Día de Muertos. Y en la poesía encontramos una vasta

obra al respecto, ríos de tinta han corrido de las plumas de los poetas acerca de la muerte. Por eso, en esta ocasión he tenido dificultades en elegir el poema, sin embargo, mi abuela solucionó mi conflicto. Me dijo: ¡Ay! Yo que tú escogería ese poema de Acu-ña. Y ese poema de Acuña quedó. Los invito a iniciar su lectura.

Si bien la muerte es un asunto angustiante debido a que nadie ha podido explicarlo, a través de este poema se ofrece una res-puesta a lo que pasa con nosotros al morir, “quienquiera que sea-mos al final”, como escribió Rilke. Ante un cadáver presenta una aguda reflexión acerca de la vida y la muerte desde el punto de vista de la transformación de la materia.

La muerte es un lugar que la ciencia no alcanza a vislumbrar ni explicar; es una ley superior, pues la vida se somete a ella; es una región de iguales porque hace desaparecer "la distinción de esclavos y señores"; y también libera del dolor: el cuerpo, “máquina vital”, obtiene un descanso. El nacimiento y la muerte no son los límites de la existencia, ya que ambos se continúan para siempre como en círculo.

Somos materia pasajera y mutante. La forma del muerto cam-biará y se convertirá en trigo o en mariposa, incluso su cráneo puede ser un florero. Los muertos siguen entre nosotros, los ve-mos en la vida que surgió a partir de su materia descompuesta, las cosas más bonitas del mundo se nutren y crecen de ella.

Sí, la muerte es el fin del camino, extingue el aliento, acaba con las relaciones, con los nombres que se van de la historia sin pena ni gloria; sin embargo, la vida busca modo de aprovecharse y se alimenta de ella con discreción. Estamos afanados en vivir, nuestra forma es materia, así que quizá realmente seamos eter-nos porque cambiaremos continuamente, no moriremos del todo.

Quiero terminar con una invitación a recordar a los poetas muertos a través de la lectura de su obra, de esta manera estarán presentes por siempre. Creo que es adecuado para todos ellos esto que escribió Juan de Dios Peza en el prólogo a las obras de Acuña: “el destino apagó la llama de su vida, pero no logrará ex-tinguir su imperecedera memoria.”

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http://revistasancara.wordpress.com/

@RevistaSancara RevistaSancara

Por: ADRIANA ROSALES PÉREZ

Estudiante de Lengua y Literatura Hispánicas en UNAM FES Acatlán.

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Page 32: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

MEMORIAL ACADÉMICO 2012

Médicos de la lengua

E n la academia como en la medicina, aparecen figuras promiso-

rias y leyendas vivas, consumados maestros y notabilísimos

alumnos: inteligentes y generosos, después de todo. Para unos, el

libro llega a su fin, mientras que para el resto, apenas comienza su

historia.

Por medio de esta columna mensual, quien esto escribe ha dedi-

cado sus mejores fuerzas para compartir con todos ustedes, queri-

dos lectores, la importancia de una benemérita institución, la Aca-

demia Mexicana de la Lengua, a través de sus integrantes, cuya pre-

sencia hace posible que una lengua tan diversa y enriquecedora

−como el español hablado en México− se vea desde distintas pers-

pectivas. (A guisa de homenaje en vida, si así se quiere ver.)

Sin embargo, esta ingente labor no estaría completa si nos olvidá-

ramos de aquellos académicos que adelantaron su camino, dejando

en sus colegas un generoso legado a cuidar, es decir, que su presen-

cia en la Academia suscite más obras y mejores empresas a favor de

la cultura en México.

En la presente entrega de Médicos de la Lengua, rendimos señe-

ro homenaje a aquellos académicos que ya no están con nosotros.

(A todos ellos, ¡muchas gracias!)

Clementina Díaz y de Ovando (Laredo, Texas, E. U., 1916–

México, D. F., 2012): Del 13 de junio de 1985 al 19 de febrero de

2012 fue la octava ocupante de la silla XII y la

segunda mujer en ingresar a la Academia,

después de María del Carmen Millán, a quien

sucedió en la misma. Con Vicente Riva Pala-

cio y la identidad nacional”, su discurso de

ingreso, inició una decorosa trayectoria como

académica de número, donde su pasión por

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Page 33: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

la literatura mexicana del siglo XIX condujo muchas empresas al

interior de la corporación. Bien recibida por Miguel León-Portilla al

momento de su investidura, Díaz y de Ovando devolvió la generosi-

dad de su respuesta al momento que jóvenes colegas como Gonzalo

Celorio y Vicente Quirarte ingresaron en tiempo y forma a la Acade-

mia. Para fortuna suya, ella abrió el sendero por donde varias com-

pañeras de género y de trabajo hoy en día transitan en total liber-

tad: Margit Frenk, Margo Glantz, Julieta Fierro, Concepción Com-

pany, Elsa Cecilia Frost y Ascensión Hernández Triviño. (Y las que

faltan…)

Arturo Azuela (México, D. F.,

1938−2012) Del 25 de septiembre de 1986 al

8 de junio de 2012, segundo ocupante de la

silla XXX, después de Agustín Yáñez. En

“Historia y novela: cinco ejemplos”, a la

sazón, su discurso de ingreso, Azuela se asu-

mió recipiendario de una herencia literaria

plenamente mexicana (hijo y nieto de escritores, a final de cuentas),

que tomó por asalto los terrenos de la novela: desde Los de abajo y

Al filo del agua hasta La sombra del caudillo y Pedro Páramo. De

temple renacentista hasta el final (aparte de narrador, músico y

matemático), encontró gran afinidad temática con futuros cofrades

como Elías Trabulse y Carlos Prieto, de pluma fácil pero sumamen-

te comprometidos con el conocimiento. Además, digno es subrayar

su trabajo al frente del Seminario de Cultura Mexicana, que dirigió

hasta el último día de su vida.

Miguel Capistrán (Córdoba, Ver., 1939−México, D. F., 2012)

Su trayectoria como crítico literario y sesudo investigador en torno

al grupo Contemporáneos, además de una impecable labor en pro

de las letras mexicanas, donde se cuentan innumerables publicacio-

nes propias y colectivas, fue electo académico de número el 27 de

octubre del año pasado y así convertirse en el sexto ocupante de la

silla VI, después de Enrique Cárdenas de la Peña –cronista oficial

de la Academia− y de Edmundo O’Gorman, por decir algunos nom-

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Page 34: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

bres. Al momento de su fallecimiento estaba

en los preparativos para la lectura de su dis-

curso de ingreso, a realizarse el pasado mar-

tes 9 de octubre, en la sala “Manuel M. Pon-

ce” del Palacio de Bellas Artes. Lamentable-

mente, la venera y el diploma que entrega la

corporación en la ceremonia oficial, le fue-

ron conferidas de forma póstuma en la Capilla Alfonsina.

Queda, finalmente, acercarse a las obras de estos académicos hoy

ausentes en persona, pero siempre presentes en esencia; además,

su legado aún está por escribir las mejores páginas, aquellas donde

los investigadores en proceso de formación y los lectores de a pie

(como ustedes y un servidor) digan la siguiente palabra, y susciten

nuevos debates, donde el conocimiento ganará por derecho propio,

por encima de todas las cosas. (Así sea.)

Por: ULISES VELÁZQUEZ GIL

@Cliobabelis

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DESDE LA EDITORIAL

Mayahuel Zárate Guerrero

Page 35: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

Una invocación a

los muertos

M éxico es una inmensa fosa de cadáveres. Las estadísticas son

insuficientes y dejan en una inmensidad anónima los nom-

bres con sus historias, los llantos, las soledades, el dolor. Las tantas

muertes que para los medios son sólo mercancía de la jugosa nota

roja, y que para otros son sólo “daños colaterales”, o seguramente

para otros, simple cuestiones de negocios. La muerte: una mercanc-

ía. También los asesinatos políticos han aumentado y se realizan,

generalmente, contra los pueblos indios, y se mantienen en un cri-

minal silencio, un silencio que duele.

No puedo hacer mucho, no puedo nombrar a los tantos y tantas.

Quizás, sin embargo, pueda invocarlos a través de un nombre, a

través de la poesía. Sabemos que el origen de la poesía es ritual, en

ella también hallamos invocaciones. En el 2006, con la muerte de

Alexis Benhumea le escribí un poema, ya con el tiempo sé que ese

poema invoca también, otras muertes, por ejemplo, las de los nahu-

as asesinados de Santa María Ostula:

FLOR Y MUERTE

Soy pobre y no tengo siquiera una flor para tu muerte, sin embargo, compañero, mi palabra será la flor como la de los lagos antiguos y de sus antiguos poetas, palabra que se angustia de tiempo, tristeza, flor y canto, flor y llanto, flor y grito,

flor y muerte que perfora lágrima a muerte contra tu asesino. Es así que hoy sólo tengo la palabra, tu esperanza ardiendo, tu coraje, tu vida, y tu muerte, y es que, compañero, me reconocí en tu muerte porque -¿sabes?- fue también la mía.

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Page 36: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

También, quizás si nombro a Sali Grace, activista estadounidense

asesinada en Oaxaca, en el 2008, a quien conocí, por cierto, cuando

participábamos en una brigada de solidaridad con los pobladores

de San Isidro Aloapam, y quien recuerdo cómo jugaba con las niñas

zapotecas y se dejaba peinar por ellas mientras reían juntas, mien-

tras contaban no sé qué tantas tonadas; quizás si la nombro, con

este poema que le escribí, también exprese una porción del dolor de

quienes ya no escucharan la voz, la sonrisa, de quienes esperaban

nuevamente encontrarse y reencontrarse en otras ocasiones que ya

no serán:

ME LLEGARON NOTICIAS DE TU MUERTE Hoy me llegaron noticias de tu muerte y no las creo. Sin embargo el día silencio a silencio se vuelve a mi cara y el aire poco a poco se confunde como un vuelo de pájaros que retoñan de tristeza. Me doy cuenta entonces que es verdad: que tu cabello, revuelto de sierra, es el acantilado en que el vértigo de la muerte desbarranca sus dedos; que tu sonrisa alborozada de luna estalla de ausencia como mil libélulas enloquecidas hacia las sombras casi cielo del ocaso. Me doy cuenta que es verdad: las horas y el día palabra a palabra palidecen, y te descubro sin fin con tus pasos detenidos; con un baile que enmudece; con la plática interrumpida en tus labios; con mi silencio vivo sin el tuyo. Me llegaron noticias, noticias tuyas de tu muerte…

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Page 37: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

Lectores (si tengo alguno) de manera distinta a la acostumbrada

escribí este texto, con los nombres de dos de mis tantos muertos, y

con poemas porque quizás, entre otras cosas, el poema, es una in-

vocación de instantes, una invocación a nuestros muertos, un invo-

carnos a nosotros mismos.

Por: ALEJANDRO MARTÍNEZ LIRA

Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas, y profesor de esta licenciatura

en la UNAM FES Acatlán.

Remedios literarios. Medicina homeopática.

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Calavera de elecciones

Por: JOSÉ ANTONIO RIVERO CALVILLO Estudió en la FES Acatlán, IUCE y UCSJ.

Page 38: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

Óbito

Por: SANTA CASSANDRA AGUILERA HERNÁNDEZ Estudiante de Lengua y Literatura Hispánicas en la UNAM FES Acatlán.

Petit morte

Por: ROBERTO REIS Estudiante de Lengua y Literatura Hispánicas en la UNAM FES Acatlán.

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Page 39: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

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Por: PAUL ENRIQUE ESTRADA SANTOS GAONA, LUPUS PARTER

Estudiante de lengua y Literatura Hispánicas en la UNAM, FES Acatlán.

Calavera literaria

Page 40: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

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DESDE LA EDITORIAL

Norma Aguilera

Por: LUIS DANIEL PIÑA RAMÍREZ Estudiante de lengua y Literatura

Hispánicas en la UNAM, FES Acatlán.

El escape de Chabelo

Page 41: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

Grageas científicas. Aglomerados de conocimiento.

La botica:

H ablando en términos sumamente

generales, puede afirmarse que las

plantas son seres vivos porque nacen, cre-

cen, se alimentan, se reproducen y mue-

ren. Hay gran cantidad de trabajos que

abordan los primeros cuatro puntos, pero

no es muy común que se hable del último

de ellos: la muerte. Es paradójico que

existan temas “tabú” relacionados con la

muerte, mientras nuestra sociedad cele-

bra con entusiasmo las festividades del

primero y dos de noviembre. Los amantes de las plantas evitarán, a

toda costa, incidir en el tópico que abordamos en este artículo. A

partir de este planteamiento particular nos surge la pregunta:

¿Tendrá esto que ver con las fuertes tendencias al apego que pre-

senta la humanidad en general? En la presente edición no me en-

cargaré de esbozar conjeturas o posibles respuestas, pero los invito

a reflexionar concienzudamente, mientras me doy a la tarea de pro-

porcionar un panorama general acerca de algunos factores que cau-

san la muerte de las plantas:

»FALTA DE AGUA: todo el mundo sabe que pueden ser letales los

periodos de tiempo demasiado prolongados en los que no haya

aporte de agua para una planta. De manera sencilla puede decirse

que esto se debe a que el agua es aprovechada por la planta para su

proceso de obtención de energía (fotosíntesis), aparte de que la uti-

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Page 42: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

liza para mantener en equilibrio sus funciones celulares

(homeostasis), y también depende de ella para conservar firmes sus

estructuras (turgencia). Las raíces son las encargadas de tomar el

agua del sustrato, por lo que un exceso de sequedad por mucho

tiempo implicará daños en las raíces, provocando mayores daños

en la planta (Internet 1).

»EXCESO DE AGUA: Es un gran problema que la gente riegue sus

plantas de más, pues a pesar de que es básica para la vida de la

planta “todo en exceso es malo”. En este caso, demasiada agua y

humedad en el sustrato propicia el desarrollo desmesurado de mi-

croorganismos como hongos o bacterias que pueden llegar a infec-

tar a las plantas, principalmente

a las raíces, que son dañadas

rápidamente, sufriendo putre-

facción. De esta manera, paradó-

jicamente, la superabundancia

de agua provoca la deshidrata-

ción de la planta, pues como el

párrafo anterior se dijo: las raí-

ces son las encargadas de captar

agua para la planta (Audesirk, et al., 2004).

»CONCENTRACIÓN ELEVADA DE SALES: Esto sucede cuando se abona

en demasía los cultivos o al llevar repentinamente a zonas costeras

ejemplares no aclimatados. El daño planteado en este caso es en

esencia una deshidratación. Las células tienen cierta cantidad de

contenido sólido y agua dentro de ellas, los cuales necesitan estar en

una determinada proporción con el contenido sólido y agua del exte-

rior de la célula para poder introducir H2O. Se necesita que dentro

de la célula haya más contenido sólido o de sales que en el exterior,

para que de esta manera, la tendencia del agua sea pasar de un me-

dio menos concentrado a uno más concentrado en sales, y menos

de uno más concentrado en agua a otro menos concentrado en ella.

Pero si el sustrato en el que se encuentra la planta tiene una alta

concentración de sales, la cual rebasa la de las células vegetales, el

41

Page 43: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

H2O no podrá penetrar en ellas, ya que la proporción necesaria an-

tes mencionada no se cumple. Al mantenerse estas condiciones por

periodos relativamente largos, la planta termina por secarse. Las

plantas que viven en zonas donde el agua que reciben es muy sala-

da, están adaptadas a estas condiciones, por lo cual viven sin pro-

blemas ahí (Audesirk, et al., 2004).

»FALTA DE NUTRIENTES: Cuando a un sistema altamente efectivo

no se le proporcionan los elementos

que requiere para funcionar óptima-

mente, por más eficiente que éste sea,

tenderá a sucumbir ante la carencia de

materia prima. Esto es lo que sucede a

las plantas que no reciben un correcto

aporte de los nutrientes que necesitan,

pues no basta con CO2 y H2O para te-

nerlas en buenas condiciones. Además

necesitan de elementos químicos en

ciertas cantidades para poder sintetizar las moléculas que forman

su estructura, propiciar su correcto metabolismo, producir sus flo-

res, aromas y frutos; por lo que si se trata de cultivar en un suelo

demasiado pobre, los resultados serán generalmente bastante ma-

los (FAO, 2002).

»FALTA DE LUZ: La estrella alrededor de la que se traslada la Tie-

rra, en la distancia precisa a la que nos encontramos de ella, con los

filtros atmosféricos y electromagnéticos que nos protegen de su ex-

cesiva fuerza, es la que ha suministrado de energía a nuestro plane-

ta desde hace millones de años. Gracias a ella y adaptándose a su

luz evolucionaron los seres fotosintéticos, que son los productores

primarios en cualquier cadena alimenticia. La energía luminosa del

Sol es transformada en energía química por las plantas, presenta-

ción en la que es transmitida y aprovechada por los consumidores

de ellas. Si no hay sol, la vida tampoco existe, por lo que las plantas

que no reciben suficiente irradiación no pueden llevar a cabo ni el

primer paso de la fotosíntesis, por lo que si esta condición se man-

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Page 44: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

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tiene, tienden a morir. Tomando en cuenta esta explicación se en-

tiende la razón por la cual en las selvas, donde hay tanta competen-

cia por captar algo de luz solar, existen vegetales que alcanzan altu-

ras descomunales, u otros que escalan a éstos, e incluso sabemos de

aquellos que germinan en las alturas sobre otros árboles. Lo que

pretenden es recibir la cantidad de luz que necesitan para iniciar su

metabolismo (Audesirk, et al., 2004).

De manera muy sintética estas son algunas causas principales

por las que llega al final la vida de las plantas. Existen otras más, y

las expuestas podrían ser tratadas más a fondo, pero los conceptos

que necesitan desarrollarse tomarían ediciones completas en ser

explicados de manera básica, por lo cual dejo a su voluntad ahon-

dar en el estudio de lo que más les haya interesado. Espero se haya

disfrutado este artículo especial, pues en siguientes entregas conti-

nuaré con el tema que me atañe: las orquídeas.

Por: MANUEL AGUIRRE BOLAÑOS Estudiante de Biología UNAM FES Iztacala.

Page 45: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

La comida mexicana ha

muerto ...y su pueblo la quiere seguir a la tumba.

P areciera que la muerte se ha salido de los altares y camina en-

tre nosotros; en periódicos, movimientos políticos y hasta en

conversaciones de borrachos nos topamos con los más de 60 mil

muertos de la lucha contra el narco. Pero existen muchos más cadá-

veres a los que pocos se han dignado a ver. Durante los últimos seis

años el número de padecimientos por Diabetes Mellitus ha llegado

a medio millón. Y este es sólo un grupo de las muchas víctimas de

una mala alimentación. Datos como estos dibujan un panorama

muy lúgubre para todos los glotones mexicanos. Las razones de esta

situación pueden parecer

obvias, sin embargo la po-

blación parece no compren-

der la magnitud de la ame-

naza que, pacientemente, se

han creado con el excesivo

consumo de coca-cola y

Burger King cómodamente recostados en su sillón, mientras dis-

frutan de la “maravillosa” oferta televisiva del país.

Padecimientos como la diabetes, la hipertensión o la insuficiencia

renal se encuentran íntimamente ligados a la alimentación, y son

enfermedades que afectan gravemente al estilo de vida de una per-

sona. El tratamiento y monitoreo de estas enfermedades representa

un alto costo para los servicios de salud y para el paciente, de ma-

nera que mientras más crece la barriga más adelgaza la cartera. En

la mayoría de los casos el enfermo es atendido hasta que las com-

plicaciones son demasiado graves. Partes amputadas e infartos son

algunas de las motivaciones que llevan a alguien a buscar ayuda. El

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Page 46: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

Por: JULIO URIEGA SILVA

Estudiante de Nutrición en la Escuela

de Dietética y Nutrición ISSTE

pronóstico de estos pacientes (con poco dinero y menos

salud) no es muy alentador.

Junto con la salud, el talento culinario del

mexicano se ha convertido en una espe-

cie en peligro de extinción. La ali-

mentación representa un punto

esencial para nosotros. La rica variedad gas-

tronómica, base de las primeras civilizacio-

nes, y que ha evolucionado con nuestra tru-

culenta historia, es mundialmente reconoci-

da como un rasgo cultural más característico

que cualquier otro arte. Los valores y tradiciones de este pueblo

multicolor se reafirman continuamente en torno a la mesa familiar,

en la cotidianidad y principalmente en los numerosos festejos im-

perdonables. Sin embargo durante los últimos años la globalización

y el estilo de vida acelerado han modificado la alimentación del

mexicano, tanto en el contenido como en la manera en que esta se

desarrolla. No sólo las calles de las ciudades están impregnadas con

el aroma a comida chatarra, sino que incluso las poblaciones margi-

nales, donde los servicios básicos siguen siendo una fantasía, la in-

evitable Coca-Cola forma parte de la canasta básica.

México está cambiando y cada vez se parece más a su querido

vecino del norte. Incluso podríamos superarlo pronto como el país

numero uno… en obesidad.

45

Page 47: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

C ada vez que se piensa en la muerte, los humanos experimentan

una sensación de incertidumbre, de desconfianza y sobre todo,

de miedo. Las ideas que han girado en torno a la muerte a lo largo

de la historia han cambiado de una manera impresionante, desde la

idea de que morir es el más grande honor y la única forma de real-

mente alcanzar la libertad, hasta esos pensamientos modernos en

los que la muerte no solo es mala, sino que debe ser evitada a toda

costa.

A partir de la idea de que el final de la vida es un lugar al que na-

die quiere llegar, se han desarrollado innumerables métodos para

prolongar la vida e incontables avances en el área médica. Aquellas

personas que hemos decidido dedicar nuestra vida a proteger la sa-

lud y preservar la vida humana, necesitamos entender la vida y la

muerte de una manera diferente a la que lo

hacen todos los individuos.

Respirar, sentir dolor, movernos volun-

taria e involuntariamente son indicadores

de que estamos vivos, sin embargo, como

estudiante de medicina, creo firmemente

que respirar no significa estar vivo, sino

que, los indicadores antes mencionados

solo nos dan la oportunidad de tener una

vida, de experimentar, de sentir, explorar y

conocer cosas que no podemos explicar y que tal vez no debería-

mos. De acuerdo a esto, morir no significa simplemente perder la

capacidad de respirar o dejar de sentir un pulso arterial, sino que va

más allá y puede ser mucho, mucho peor.

Existen parámetros para determinar cuando una persona está

Vivir mientras se

muere a diario

46

Page 48: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

biológicamente muerta, entre

ellos, la ausencia de respuesta y

recepción a estímulos, ausencia

de movimientos respiratorios,

pupilas fijas y dilatadas, perdida

de reflejos osteotendinosos y elec-

troencefalograma plano. Sin em-

bargo, morir puede ser diferente

para todos, porque lo que nos da

vida no son las millones de reac-

ciones químicas y potenciales

eléctricos que llevamos a cabo sin

darnos cuenta, lo que nos da vida

es aquello que nos da un propósi-

to y es por esto que en realidad no

sabemos cuántas de las personas

que respiran están verdadera-

mente vivas, cuantas tienen un

propósito y cuántas murieron hace tiempo y es exactamente este el

tipo de muerte que cada médico debería intentar evitar.

Este noviembre recordemos que la muerte no es la última parte

de la vida, sino la primera, tengamos presente que desde el momen-

to en que nacemos, comenzamos a morir. Justo ahora, mientras

lees este texto, date cuenta de que tus células mueren, que millones

de ellas ya han muerto y que cada segundo te acerca más a la muer-

te. Date cuenta de ello y vive, vive sabiendo que mueres, busca un

propósito y cuando llegue el noviembre en que te han de recordar,

te recordaran no porque estés muerto, sino porque aprovechaste la

oportunidad que tu cuerpo te dio de vivir.

Por: JOSÉ EDUARDO TORRES RANGEL

Estudiante de la Licenciatura en Médico cirujano en la Facultad Mexicana de

Medicina de la Universidad La Salle.

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Page 49: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

Genéricos y Similares Lo mismo pero más barato.

Diálogos de Latón.

y 48

Page 50: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

49

Por: JOSÉ ANTONIO RIVERO CALVILLO Estudió en la FES Acatlán, IUCE y UCSJ.

Page 51: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

50

Revista Sancara: Desde el punto

de vista filosófico, ¿qué es la

muerte?

Óscar de la Borbolla: Hay una

visión siempre respecto de la muerte.

Creo que el primero que la menciona

es Platón, de manera central y define

la muerte en el diálogo el Fedon co-

mo “la separación del alma y el cuer-

po”. Otro autor para quien la muerte

es muy importante, dando un brinco-

te desde el pasado hasta el presente, es Heidegger en El ser y el

tiempo. Justamente la característica fundamental del hombre es:

“que es un ser para la muerte.” Si no tuviéramos ese plazo de ven-

cimiento no haríamos nada, es nuestra última referencia. Para

Heidegger incluso la muerte es la que le da todo el sentido a la vi-

da como el acorde final de una sinfonía. Él menciona esta imagen:

“toda la sinfonía musical se prepara para ese gran momento”.

RS: ¿Existe una relación entre la literatura y la muerte?

OB: Pues están permanentemente mezcladas. Como la literatura

de alguna forma se parece a la vida y en la vida aparece sexo, apa-

rece traición, aparecen muertos, aparece todo; a fuerzas está pre-

sente hasta en la obras más inocentes el asunto de la muerte y hay

unas obras clavadas específicamente en ese tema. Creo que es uno

de los temas más interesantes. Lo que hace que una obra adquiera

tensión es justamente el conflicto de muerte que se presenta en los

personajes. Entonces está todo el tiempo, no se podría prescindir

de la muerte como no se puede prescindir del amor sin que la

Los innumerables rostros de la muerte:

Entrevista a Óscar de la Borbolla

Page 52: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

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atmósfera literaria se note artificial, se vuelva falsa, se vuelva in-

creíble.

RS: Al ser la muerte algo inherente al ser humano, ¿es in-

herente a todas las creaciones humanas?

OB: Yo creo que sí; es más, hay un filósofo que es Eduardo Nicol,

que dice en La metafísica la expresión que según él es el rasgo más

importante de la filosofía el hecho de que expresamos. Dice textual-

mente: “expresamos, porque sabemos que tenemos que morir”. To-

das las cosas que hacemos, las hacemos porque no tenemos tiempo

indefinido. Cuando suponemos que tenemos un tiempo indefinido

lo dejamos para después, cada acción es porque sabemos que se nos

va la vida y si no nos apuramos no lo logramos, entonces, en toda

acción humana está consciente la presencia de muerte.

RS: ¿Usted cómo se imagina una vida sin la muerte?

A mí me gustaría imaginarme una vida sin la muerte porque “sí le

entraría a ese domingo eterno” en el que me encantaría por lo me-

nos, como dice Jaime Sabines, “morirme siquiera una semana.”

No creo en vidas más allá, ni creo en reencarnaciones, ni creo en

nada; creo que la vida, simplemente es esta organización muy com-

plicada del cerebro que permite la autoconciencia. Esto es lo que

me da mi identidad y si se rompe esa armonía se desaparece la con-

ciencia, entonces es una inmersión absoluta en la nada, es de veras

disolvernos.

RS: Hablando de poetas... ¿qué poemas relativos a la

muerte le resultan sugerentes?

OB: ¡Uy!, la poesía está cargadísima con

asuntos de la muerte. Pues mira, está bue-

na parte de la obra de Quevedo, que incluso

tiene unos poemas que se llaman Los poe-

mas metafísicos en que la muerte está co-

mo centro. está pues nada menos que La

muerte de Gorostiza, está La muerte al

Page 53: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

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mayor Sabines de Sabines, están Los nocturnos de Villaurrutia,

hay infinidad de cosas. Creo que los poemas que a mí más me gus-

tan tienen que ver con el asunto de la muerte: “morir es olvidar ser

olvidado, ocultarse un instante estarse quieto, cruzar el aire de

una orilla a nado y estar en todas

partes en secreto”, ese es un frag-

mento de un soneto de Sabines, es

el tema, no solamente uno, es el te-

ma de la poesía. Yo creo que los

poemas amorosos, los poemas auto-

rreferenciales que hablan de la pro-

pia poesía... que hacen una poética

con el poema son divertidos, son ingeniosos... los poemas épicos…

pero los poemas que de veras sacuden son los que tratan la muer-

te.

RS: Y en esa visión ajena que tienen las personas sobre la

muerte, ¿ha encontrado alguna diferencia a lo largo del

tiempo?

OB: La muerte para los religiosos es una especie de puerta de can-

tina que uno traspone y dice “ya llegue, prémieme o castígueme”,

la idea es que se continúe, y para muchos cada vez lo noto con

más frecuencia ya no es esta frontera que simplemente separa

dos etapas; una que es un valle de lagrimas y la otra que es la de

“de veras”. Ya muchos están convenciéndose de que no hay más

allá y sí he notado a lo largo de todo este tiempo, ya van como

treinta años de profe, que sí... cada vez la presencia de la visión

religiosa, que hace que la conciencia de muerte se neutralice, está

menos presente en los jóvenes, son generaciones “cada vez más

ateas” por llamarlo de alguna manera, mas escépticas.

He notado un desplazamiento del Halloween por el Día de muer-

tos. El Halloween se está imponiendo entonces, convive todo; el

Niño Dios ha sido reemplazado por Santa Claus y ahora los altares

son sustituidos por las calabazas que ni nos vienen ni nos van. Hay

algunos lugares en los que se celebra de forma espléndida la muer-

Page 54: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

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te y además creo que con una gran sabi-

duría. Miren, la vida es este asunto que

nos ocupa, siempre traemos en la vida

algo entre manos, siempre estamos en

un afán, en un deseo, persiguiendo algo;

siempre estamos ocupados en la vida, y

lo que nos provoca la vivencia de muerte

es una preocupación, nos vacía de sentido lo que antes parecía ob-

vio, y en esta preocupación... una de dos: o se angustia y se tira uno

a la desesperación o le encuentra realmente el sentido a la vida, y

creo que quien mejor lo expresó fue este poeta Hoelderlin en un

fragmento de su obra que se llama Empédocles, en voz de Sócrates

dice: “quien ha pensado lo más profundo, ama lo mas vivido”; ese

pensar lo más profundo justamente es el pensamiento de la muerte

que rebota hacia la vida, y por eso es que a mí me parece de gran

sabiduría el asunto mexicano de los muertos que son: los ausentes

presentes, los que ya no están pero que tenemos presentes y el

asunto de la muerte que es la presencia ausente porque la muerte

siempre está a la mano. Esto que parece un juego de palabras es

todo un bonito matiz que da un filosofo que se llama Landsberg que

nos dice: “la muerte es la presencia ausente y el muerto es el ausen-

te presente”. Creo que en México lo hemos resuelto muy bien por-

que en lugar de lanzarnos a la desesperación, pareciera que hemos

leído a Hoelderlin y entonces nos lanzamos hacia lo mas vívido y el

día de muertos hacemos una gran fiesta, un gran desmadre, lo cual

es indicio de una bonita sabiduría.

RS: Y ya para finalizar, ¿sintetizaría la muerte en alguna

frase?

En una frase propia que viene en un monólogo mío que se llama El

monólogo de la muerte la muerte dice… “que acaso no se han dado

cuenta de que el verdadero dios, soy yo, soy omnipresente, soy om-

nisapiente, porque sé lo único importante que hay que saber, el mo-

mento en el que estar bien con ustedes, solo su vanidad les impide

ver lo obvio, no hay ningún sentido más que llegar a mí”.

Page 55: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

Mesbook

Gabriel García Márquez

Frases de organdí

“La única cosa que me duele de morir, es que no sea de amor”

Recomendación de Cine

Las píldoras de cada mes. Para evitar implantaciones de ocio en el útero de la conciencia.

54

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El placer y el orden.

Cartelera Cartelera Cartelera Cartelera

2° George Bernard Shaw 2° Juan Zorrilla San Martín 3° Henri Matisse 6° Agustín Lara 6° Guillaume Apollinaire 10° Arthur Rimbaud 13° Camille Pissarro 14° Gottfried Leibniz

Muertos en noviembre

6/11/12 Auditorio del Programa de Investigación, FES Acatlán, 10:00 am.

Presentación de la Edición Especial de la Revista Sancara

Hasta el 18/11/12 Museo Tamayo Sala 1, $19 pesos.

Exposición: Tamayo Trayectos

Hasta el 20/01/13 MUNAL. Sala de exposiciones temporales. Domingos entrada libre.

Teatro: Lady Hamlet

Del 11/10/12 al 2/12/12 Teatro Orientación. Jueves y viernes 20:00 horas, sábados 19:00 horas / Domingos 18:00 horas. Localida-des: $150.00

19° Georg Wilhelm Friedrich Hegel 14° Ramón Menéndez Pidal

15° Johannes Kepler 18°Aquiles Serdán 19°Franz Schubert

20° León Tolstoi 22° Josefina Vicens Tabasco

Música de cámara.

10/11/12 Sala Carlos Chávez. 18:00 a 20:00 hrs. Textos poéticos de Sor Juana Inés de la Cruz, Fray Juan de la Anunciación y Pedro Manuel de Gama. Descuentos para estudian-tes.

Música de Cámara Proyecto AREA.

11/11/12 MUNAL. Francisco Ladrón de Guevara, violín. 12:00 hrs. Duración aproximada 90 mi-nutos. Salón de Recepciones, Ta-cuba No. 8, Centro Histórico. (Metros Bellas Artes y Allende). Entrada libre

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Page 57: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

Colabora con nosotros. Si deseas participar en nuestras secciones: Jarabe intelectual y Grageas científicas, comprueba la eficacia de tu medicamento con su respectivo

aparato crítico y referencias.

Los Remedios literarios son nuestro tratamiento que recibe más pro-puestas por lo que deberás esperar el dictamen del consejo editorial.

Escríbenos a: [email protected] y manda tu colabora-ción, pregunta, sugiere o anúnciate.

Fecha límite de recepción de colaboraciones para la publicación de

diciembre: 28 de noviembre del 2012.

Primeros auxilios.

El resfriado cultural, estimado lector, es un padecimiento cuyos síntomas inconfundibles pueden delatarlo con facilidad. En ocasiones el catarro común se alivia con pequeñas dosis de lectura, pero en otras se agrava

tanto hasta convertirse en neumonía o en enfermedades crónicas. El desa-rrollo de esta patología depende del cuidado que le des a tu salud intelec-

tual. Te agradecemos infinitamente que hayas optado por emplear este delicioso jarabe hecho de investigación, esfuerzo y creatividad. Puede

ocurrir también, que tú tengas la cura para el padecimiento de otros pa-cientes lectores y es por esto que te invitamos a unir tus esfuerzos a los

nuestros. Nuestro jarabe no necesita receta médica.

@RevistaSancara

www.facebook.com/RevistaSancara

http://revistasancara.wordpress.com/

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Page 58: Revista Sancara No.8 Edición Especial "La Muerte" Noviembre 2012

Adriana Rosales Pérez Alejandro Martínez Lira

Azael Ruiz Contreras Carlos Alvarado Ugalde

Daniel Pérez Torres Eduardo Antonio Leyva Meneses

Enrique Paul Estrada Santos Gaona Fernando Álvarez

Héctor Vargas Salazar (Varsal) Isabel Rivera Santos

José Antonio Rivero Calvillo José Eduardo Torres Rangel

Julio Uriega Silva Juan de Dios Romero Hernández

Luis Daniel Piña Ramírez Luis Felipe Estrada Carreón

Manuel Aguirre Bolaños Melissa Martínez Lemus

Oscar Manuel Carbajal Nova Santa Cassandra Aguilera Hernández

Sergio Mendoza Ulises Velázquez Gil

Violeta Orozco Barrera

Dirección y diseño.

Laura Sofía Rivero Cisneros “Cariño”

Consejo editorial.

Jessica Jazmín García Vázquez Mayahuel Zárate Guerrero

Norma Aguilera

Colaboradores.

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Ana María Cisneros García Claudia Cambronne Karina Rodríguez

Nydia Aguirre Bolaños Roberto Berdeja García

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Agradecimientos.