revista punto a punto n° 100 para distribución(1).pdf

Upload: alberto-cabrera

Post on 13-Apr-2018

227 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    1/37

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    2/37

    Solictela en los comercios que colaboran con publicidad.Esta revista se edita en la Impresora POLO S. A., con elpermiso del MEC, registro Tomo 10, foja 26. Las opinionesvertidas en sta no reflejan necesariamente las del Editor.

    No titulamos esta editorial, porque cree-mos que no hay ttulo o frase que expliqueel contenido de estos 100 nmeros, todauna vida al servicio de nuestros lectores.

    En este nmero especial intentamos conju-gar el pasado bajo el rtulo haciendomemoria y el presente proyectados haciael futuro.

    All por noviembre de 1996 tmidamentesalamos a la calle con el n 1 pidiendo per-miso para entrar a su casa. Hoy gracias austed, amigo lector y a los innumerablescolaboradores, llegamos al n 100.

    Supimos de crisis, pero nunca perdimos laesperanza de mantenernos en pie. A lolargo de estos 20 aos, perdimos columnis-tas y colaboradores. Unos porque optaron

    por otros caminos y otros porque pasaron amejor vida; pero conquistamos nuevosamigos, identificados con el proyecto dePunto a Punto. A todos nuestro sincero yms profundo reconocimiento y agradeci-miento.

    Hemos evolucionado, en todo lo que nospropusimos, a lo largo de estos 20 aos.

    Hemos cambiado de formato, de intentospara darle color a lo que es hoy una tapa atodo color; de 24 pginas iniciales, a 44pginas en la actualidad; de una revistacultural con espacios sociales, hoy adems

    abarcamos aspectos educativos y polticos,

    reas indispensables en la vida de todasociedad: pero siempre con propuestas. Yno faltaron sugerencias para seguir mejo-rando.

    Hoy, en este nmero 100, ESPECIAL, porcierto, renovamos nuestro compromiso yagradecimiento a todos y muy en especiala nuestro redactor, quien crea y recrea cons-

    tantemente y cuida meticulosamente nues-tra redaccin.

    Intentamos acercarle, en este nmero, unaserie de trabajos, unos publicados, otros nopublicados.

    Con errores y aciertos, avanzamos y llega-mos hasta aqu compartiendo opiniones eideas, pero siempre ayudando a pensar.

    Sepa comprender nuestra emocin. Slodecimos gracias, muchas gracias a nues-tros colaboradores que con sus avisos hansostenido y han ayudado a mejorar al puntode lo que hoy es PUNTO A PUNTO. Gra-cias, mil gracias a quienes han participadocon sus artculos, poemas y muy en espe-cial a nuestro redactor responsable, quecon su esfuerzo, tesn, computadoramediante y sus ideas ha logrado mejorarlanmero a nmero.

    Nos propusimos una meta y creemos

    La figura de Artigas y el mapa de suterritorio provincial, includos en la tapa devarios nmeros, son el reflejo del pensa-

    miento permanente que nos ha guiado.El mantener en vigencia los ideales que sehan perdido de nuestro prcer, es la tareanuestra y de nuestros lectores.

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    3/37

    haberla logrado contra viento y marea;entre idas y vueltas; entre comprensiones eincomprensiones: ayudar a pensar.

    No podemos olvidar a quienes pasaron amejor vida, y que con su pluma supierondar vida a nuestra revista: al gordo Pena,

    que bajo el seudnimo de Marciano nosdeleit con sus cuentos y recetas; a OscarAlberro, hombre de Soriano, comprometi-do polticamente con su medio; a Jos Bas-setti, escritor, apuntando siempre a laactualidad poltica; a Edgar Orcoyen, abo-gado, que nos ilustr sobre temas jurdicosen las relaciones humanas; a Jorge GmezAcosta, poeta que con sus versos colm

    muchas de nuestras pginas; y no puedopasar por alto a la persona que ide nuestrologo, Washington Algar. A todos ellos mirecuerdo y sincero agradecimiento.

    Tambin tuvimos quienes optaron por otrocamino: el maestro e historiador GonzaloAbella, que integr en los inicios el staff decolumnistas; Lucy Torosin, periodista y

    psicloga, que con sus notas nos ayud apensar sobre la niez; Rosa Dutra, perio-dista de Rivera, que tambin hizo sus bue-nos aportes sobre su departamento; MaraHortiguera, que nos ilustr con sus notassobre el por qu de los museos; Jos Mar-tins Pereira, que con sus aportes crticosnos ayud y estimul a seguir adelante;Luis Romn que tambin incursion con

    sus notas ilustrativas; Jorge Pereyra quesupo animar con sus dibujos algunas denuestras tapas. A ellos, tambin, mil gra-cias.

    Y qu decir de los que estn colaborandohoy con Punto a Punto: el poeta y escritorEstanislao Riera, hombre del Cochengo,que con sus poemas y el tan mentado Clo-domiro y su vida en el Rancho, ya en su

    segunda edicin, sacude nuestras concien-cias y gran divulgador de la revista en Par-que del Plata; el Fiscal que en la actualidadest representando los intereses de laNacin y del Pueblo, Dr. Enrique Viana,

    por sus valiosos aportes comprometidoscon la sociedad; a nuestros poetas Caorsi yArasil, que estn siempre ah apoyndonosy colaborando con sus valiosos poemas.Un reconocimiento especial a Mariano y aJuan que gastaron las suelas de sus zapatos

    recorriendo nuestras calles en busca decolaboradores-avisadores, que hoy siguenapuntalando a PUNTO A PUNTO; a JulioMartnez, que en su programa MientrasTenga la Vida nos tiene presente.

    Vaya tambin nuestro agradecimiento aManuel Castelo y a todos aquellos que nosayudan con su crtica a mejorar y nos esti-mulan a seguir adelante. .

    Una mencin especial vaya tambin paraLuis Crdoba que nos ha permitido incur-sionar en su programa Tierra Libredurante el ao pasado; a Ral Sabella, queen su audicin radial en radio Arapey deSalto, entre mate y mate Punto a Puntodivulga y comenta artculos de nuestrarevista. A Carlos Urn, que desde Treinta y

    Tres colabora y nos tiene presente en suprograma radial para jubilados.

    Un recuerdo especial para Carlos Arambu-ru lector y divulgador de la revista en SanJos de Carrasco. Vaya tambin nuestrosincero agradecimiento a EL MUERTOQUE HABLA que nos dio entrada en sudiario digital desde Suecia, a Ricardo dePosta Portea, en Buenos Aires, que publi-c siempre los artculos que le hemos acer-cado.

    Gracias, muchas gracias a todos por ayu-darnos a ser lo que somos, independientes,no atados a ningn partido poltico, slo ala Constitucin y a la ley, en la bsqueda deuna democracia donde el control de la respblica est, no en los partidos polticos,

    sino en el pueblo.Hasta aqu llegamos. En nombre mo,como director, y en nombre de Juan CarlosSierra, redactor responsable, a todosmuchsimas gracias.

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    4/37

    Carta abierta al gobierno nacional.-

    Los abajo firmantes bilogos y bioqumi-cos, egresados de la Facultad de Ciencias, Uni-

    versidad de la Repblica Oriental del Uruguay,expresamos nuestro rotundo rechazo a la insta-lacin de ms plantas de celulosa en territorionacional, exhortando a las autoridades involu-cradas en la toma de decisiones con respecto aeste tema, a anular las aprobaciones dictadashasta el momento.

    Basamos nuestro rechazo no slo en expe-riencias recientes (y no tanto) ocurridas en otros

    pases que tuvieron la desgracia de contar con

    tal industria, sino tambin en el conocimientocientfico actual sobre el tema. Tal experienciaemprica y terica nos permite asegurar que shabr contaminacin con la instalacin de plan-tas de celulosa que ENCE y Botnia quierenemprender en nuestro territorio, no estando deacuerdo con los estudios de impacto ambientalque las empresas interesadas han realizado.

    En paralelo, la demanda de materia prima

    de estas procesadoras, inducir la expansin deforestacin con especies introducidas queamplificarn el efecto negativo sobre el funcio-namiento y biodiversidad de varios ecosiste-mas de nuestro pas, lo que se puede traduciren la prdida de nuestro rico patrimonio.Cabe mencionar adems, aunque resulte evi-dente dado que los seres humanos tambinformamos parte y vivimos en dichos ecosiste-mas- que los daos ocasionados repercutirn en

    la salud y calidad de vida de la poblacin uru-guaya. Pero, como si esto no fuera suficiente,cientos de especies animales y vegetales con

    potenciales usos en medicina, alimentacin,industria limpia, etc., que no han sido anestudiadas o lo han sido muy pobremente, severn afectadas directa e indirectamente.

    Estas empresas cuentan ya con miles dehectreas de monocultivos de Eucaliptus sp. Ysu proyecto es el de generar un pas abastecedorde papel para los pases industrializados.

    Sres. miembros del gobierno, como res-ponsables de la conduccin del pas deben reca-pacitar y abrir los ojos y odos a los compatrio-tas que no estamos de acuerdo con este proyec-

    to de pas, nosotros estamos a favor de un pasproductivo pero en armona con el medioambiente. Uruguay cuenta con un clima, agua ysuelos que permiten otra clase de emprendi-

    mientos ms saludables para el ambiente. Debe-mos pensar en crecer como pas para los intere-ses de nuestra sociedad y no para interesesexternos, sin hipotecar la calidad de vida denuestros hijos.

    Sin ms saludan muy atentamente,

    M. Sc. Daniella Agrati,

    Lic. Karina Antnez,M. Sc. Mara Jos Arezo,

    M. Sc. Federico Battistoni,

    M. Sc. Gisela Beldarrain,

    Dr. Enrique Boccardo,

    Lic. Laura Celano,

    Lic. Rosario Cestau,

    Dr. Guillermo Chalar,

    Prof. Dr. Daniel Conde,

    M. Sc. Beatriz Costa Grriz,

    Dr. Federico Dajas Bailador,

    Lic. Alejandro D'Anatro

    Lic. Ins da Rosa,

    M. Sc. Adriana Errea,

    Lic. Cesar Fagndez,

    Prof. Dr. Annabel Ferreira,

    Lic. Daniel Forni,

    Lic. Paola Gaiero,

    Dr. Oscar Galli,

    M. Sc. Javier Garca Alonso,M. Sc. Julio Csar Gmez

    Fernndez,

    M. Sc. Martn Graa,

    Lic. Enzo Grosso,

    Lic. Sebastin Horta Cuarro,

    M. Sc. Catrla Kruk,

    Dr. Patricia Lagos,

    Lic Juan Jos Lagomarsino,

    Lic. Paula Laporta,

    Dic. Martn Laporta,

    M. Sc. Diego Lercari,

    Lic. Felipe Lezama Huerta,

    M. Sc. Elsa Leoni,

    Lic. Viviana Lima,

    Lic. Bernardo Lindner Larro-sa,

    Dr. Marcelo Loureiro,

    Lic. Juan Pablo LozoyaAzcrate,

    Lic. Ana Martnez,

    Lic. Ana Masciadri,

    Lic. Arianna Masello,

    M. Sc. Mariana Meerhoff,

    Lic. Luciana Mello,

    Lic. Marcos MendizbalSanguinetti,

    Lic. Paula Nicolini,

    Lic. Ral Platero,

    M. Sc. Claudia Piccini,

    Lic. Luisa Pereiro,

    Dr. Laura Rodrguez,

    Lic. Gustavo Saona,

    Lic. Macarena Sarroca,

    Dr. Jos Javier Sawchik

    Monegal,Dr. Javier Sellanes,

    Lic. Beatriz Sosa,

    M. Sc. Diana Szteren Jeziers-ki,

    M. Sc. Leticia Tejera Villar,

    M. Sc. Natalia Venturini,

    Lic. Leticia Vidal Brtola,

    M. Sc. Rodolfo Vgler,

    Lic. Mara Jos Zuluaga,

    Otros egresados:

    Prof. Ing. Agr. Ricardo Cays-sials,

    Aclaracin: Lic. (Licenciado); M. Sc. (Master en Ciencias);Dr. (Doctor).- 28 de marzo de 2010

    h ciendo memori

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    5/37

    Se pregunt alguna vez sobre lo que significaresponsabilidad social? De responsabilidadtodos hablamos frecuentemente, an los irres-

    ponsables. Tambin de responsabilidad social;pero, qu se entiende por ella?

    Cuando se habla de responsabilidad social,todos somos de una manera u otra, responsablessolidariamente. Y al respecto, permtasenoscompartir algunas reflexiones, que para noso-tros son ms preguntas que afirmaciones.

    Pasa slo por el individuo?, slo por la socie-

    dad?, slo por las empresas?, slo por la diri-gencia poltica?

    Es bueno y saludable que la dirigencia polticay empresarial, llame a colaborar a la sociedaden su conjunto cuando los intereses comunesestn en juego, pero nos preguntamos si detrsde esta invocacin de solidaridad, no se escon-de un simple ejercicio retrico?, un canto desirena para deleitar a nuestros odos? o para

    hacernos olvidar de la responsabilidad que lescabe, en primer lugar tanto al Estado como a lasEmpresas?

    Cuando hablamos de "intereses comunes" nonos referimos a desgracias individuales ocolectivas, donde la solidaridad colectiva debe

    primar sobre todas las cosas, sino del diariovivir de nuestra gente.

    Y aqu, la responsabilidad social le cabe al Esta-do, que debe procurar para sus ciudadanossalud, educacin, seguridad, jubilaciones dig-nas, trabajo, distribucin equitativa de bienes yservicios esenciales (agua, luz, saneamiento),que deben ser antepuestos ante cualquier otraobligacin. Y cuando decimos Estado nos refe-rimos al cuerpo poltico gobernante y a las res-

    pectivas Cmaras -llmese dirigencia poltica-porque ella est mandatada por la ciudadana

    para gobernar y es la ciudadana la que debeexigirle que cumpla con esa responsabilidadsocial que tiene. En esto no hay "tristes heren-cias o lamentos de un pasado", sino la responsa-

    bilidad social de tomar las medidas que corres-ponden, administrando bien los bienes del pasy no dilapidando su riqueza.

    Tambin a las empresas del pas les cabe res-ponsabilidad social, creando fuentes de trabajo,

    pagando salarios dignos y distribuyendo mejorel producto de sus riquezas.

    Quizs por aqu tendremos que comenzar atransitar si queremos una Patria que acoja atodos por igual, as fuese tener que "encontraruna aguja en el pajar".

    DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL

    Bajando la fiebre con aspirinasY si ... las aspirinas son buenas ... Y las aspirinetas tambin como deca aquel gracioso reclame quehablaba de cara de fiebre, cara de aspirinetas.Sirven, bajan la fiebre pero la mayora de las veces esconden el verdadero problema, disfrazan larealidad y hacen que uno pierda tiempo en resolver el o los problemas de fondo que son los que pro-vocan ese aumento de temperatura.La violencia est entre nosotros. Tiene un rostro escondido todos los das. Y queremos defendernos,lo que est bien. No es asunto de poner simplemente la otra mejilla, para seguir recibiendo bofeta-das porque si en citas bblicas estamos, los hijos de la luz tienen que ser ms astutos que los hijos delas tinieblas. Y medidas hay que tomar. Lo que me preocupa es que son solamente a la defensiva sin

    pensar que la aspirina est tapando una infeccin demasiado grande que se mezcla en todo el tejidosocial. Porque no solo hay rapias y droga; tambin hay corrupcin en distintos niveles. La rapiaes patrimonio de ciertos sectores marginados, de los cinturones de pobreza marginal. Pero lacorrupcin que hace perder credibilidad en todo un sistema de vida dnde se produce?Y qu necesitamos para atender esta realidad? Vecinos organizndose para la defensa solamente?Atacar la corrupcin buscando leyes de transparencia, mientras se sigue funcionando como plaza

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    6/37

    financiera de blanqueo de capitales como algunos estudios lo plantean?Ataquemos el problema de fondo. Defendmonos, pero sepamos que mientras el 40% de nuestrosnios nacen en condiciones de extrema pobreza, nuestro capital humano como nacin est enfermo.La violencia seguir reproducindose a pesar que bajemos la edad de imputacin. Porque el proble-ma se aprende y no es posible que haya diferencias tan abismales entre los ciudadanos de este passegn el lugar donde le toc nacer. Y que haya delincuencia de guante blanco que no recibe la mismareprobacin, es la misma indignacin que provoca un rapiero violento que reproduce lo mismo

    que ha vivido: pobreza, desintegracin social, falta de afecto. Mientras el otro delincuente se mueveen las altas esferas con gran status.Tal vez sea hora en que sin desdear la aspirina pensemos en las soluciones de fondo, que tenemosque tomar entre todos, porque no habr tortilla de mejorales que nos devuelva la salud, como socie-dad si sigue aumentando la desigualdad social y la impunidad de delitos econmicos muy graves.Punto a Punto n4 de Febrero de 1997 Gladys Curbelo

    El descenso de la calidad de vida de una granmayora de los uruguayos es indiscutible, porms que el gobierno y algunos trasnochados seempeen en sostener lo contrario.

    Mientras la pobreza y la indigencia caminanpor nuestras calles, escuchamos decir al minis-tro de economa, vanaglorindose ante losempresarios, entre abundantes y buenos vinos ychampaa, en la cena anual, que descendi la

    pobreza, baj la indigencia y el reparto de latorta es cada vez mejor, como si estuviramosviviendo en el pas de las maravillas. No sabe-mos si se refiere a las cifras maquilladas o a losvidrios polarizados de su auto que le estnhaciendo mal a la vista, o simplemente miente acara de perro, porque habra que preguntarse sinuestro ministro recorre los suburbios de Mon-tevideo, si logra ver en qu situacin viven nues-tra gente en los asentamientos y la vida de nues-tros jubilados. Bueno sera que alguna vez,dejara su auto y chofer, y se subiera a las lneasde mnibus 155, 100, 102, 103, 106, 110, 125,entre otros, y viera la realidad sin lentes ahuma-dos. Se lo recomendamos tambin a nuestro

    presidente y a todos los polticos, que vivenencerrados y atados a sus poltronas. Doy fe decuanto afirmo.

    En esta nota no nos dedicaremos a descasca-rar las cifras del INE y las que se usan a partirdel PBI, pero que nada tienen que ver con la

    realidad, sino a ayudar a comprender dondeest la pobreza y la indigencia, que nuestroministro de economa y nuestro gobierno noquieren verlas. Los propios economistas de la

    oposicin admiten que el pas vive momentosde bonanza, debido a los precios internaciona-les, pero como todo buen romance, en econo-ma, tiene siempre un revs, advierten sobrenuestro endeudamiento tanto externo comointerno, sobre el excesivo gasto en contratos decargos de confianza, y sobre la necesidad dedevaluar nuestro frente al dlar, que puede pro-vocar en cualquier momento un salto al vaco(Alfi, colorado y Haedo. Blanco). Si bien sabe-mos que en economa no est todo dicho, aun-que los nmeros sean los que estn mandando aquienes dicen gobernarnos, no es de esto quequeremos hablar hoy, aunque importe y tienerelacin con el tema que estamos abordando.

    Segn el mataburro, que tenemos entremanos, por pobreza se en tiende: carencia, esca-sez de lo necesario para el sustento de la vida.Es decir un salario digno, que se asimile a lacanasta bsica, hoy en ms de $40.000, vivien-da digna, salud, educacin y por indigencia,falta de medios para alimentarse, vestirse, nti-mamente relacionada con la pobreza en estado

    peor..Tanto una como otra puede ser estructural,

    mental y de espritu. Nos referiremos, en esta

    LA POBREZA Y LA INDIGENCIA

    el poder quiere un mundo de gente dcil y mediocre;

    el poder detesta a los rebeldes y a los geniospero mucho ms detesta a los genios rebeldes!

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    7/37

    ocasin, slo a la estructural, porque es de staque se refiere nuestro ministro.

    Pero veamos ahora que nos dicen los socilo-gos sobre el concepto pobreza: se trata de un

    fenmeno complejo, como resultante de unadeterminada coyuntura, econmica, social yjurdica, que induce a una desigual asignacinde recursos entre los grupos sociales y la defi-nen como: aquella situacin donde se asocian:el infraconsumo, las precarias condiciones devivienda, alimentacin, salud y educacin. Msclaro, chele agua.

    Por lo tanto la pobreza y la indigencia soninseparables de las estructuras de poder y de las

    desigualdades existentes, es decir est ligada alestilo de desarrollo que se profesa y a las polti-cas neoliberales, que generan: el incremento delempobrecimiento

    Por ms que se quiera ocultar y maquillar lascifras la realidad de los hechos lo desmiente. Elasistencialismo que se presta a las familias noes suficiente para sacarlas de la pobreza en queviven, por el contrario la fomentan, porque la

    pobreza y la indigencia no se eliminan por

    decreto, existen, est ah y claman por solucio-nes.Dnde est el empobrecimiento: en la exis-

    tencia de asentamientos precarios, en aumento,en las casas ruinosas a las cuales recurre nuestragente, en los tugurios, ranchos de latas y cartn,que pululan por doquier.

    Su calidad de vida est ligada al ingreso fami-

    liar y generalmente est formado por un con-junto humano de obreros sin trabajo fijo, reco-lectores de residuos callejeros, vendedoresambulantes, desocupados, jubilados, pensio-nistas y personal de servicio, etc, que recu-rren a una estrategia de sobrevivencia, pidiendolimosna y comida, comiendo menos cuando no

    hay en la casaY qu decir de los 30 mil nios que trabajan,buscando y disputando su alimentacin entrelas aves de rapia.

    Sin un buen relevamiento-diagnstico de larealidad de la extrema pobreza, nunca se llegara elaborar, orientar y evaluar autnticas polti-cas sociales hacia ese sector ms necesitado,que se sigue ignorndolo.

    No somos nosotros quienes advertimos sobre

    este problema. Acaso nuestro Ministro deEconoma, que se caracteriza por su pedantera,ignora la advertencia del Comit de DerechosEconmicos, Sociales y Culturales de la ONU,quien advierte al Uruguay sobre el avance de la

    pobreza y el trabajo infantil en el Uruguay?Acaso Las Naciones Unidas se han vueltocastristas? Pobres de nosotros si seguimosechando culpas afuera y no reconocemos nues-tra realidad! Aprendamos de la nueva Presiden-

    ta de Brasil, Dilma Rousseff que confiesa alasumir su mandato an existe una pobreza quenos avergenza. Confesemos y no desminta-mos con datos camuflados, si queremos trans-formar nuestra realidad. La pobreza y la indi-gencia camina por nuestras calles, que slo lasven quienes no quieren verlas.

    h ciendo memoriciendo memorihaciendo memoria

    Desde la Torre de Babel Polticas Sociales

    Capital Social

    No estamos hablando de Mercado, ni de dlares, ni de comercio internacional. No! Estamoshablando de una red humana, cuyas relaciones se basa en la confianza mutua. Eso es CapitalSocial.

    Son los clubes -no los polticos partidarios-, las Cooperativas, las asociaciones barriales inde-pendientes y las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que no usan ni abusan de la platadulce, ni de los vnculos y son las redes que se conforman para tratar de satisfacer las demandas

    de la gente, no cubiertas por el Estado, ni por el Mercado.Argentina, en este aspecto, tiene el sector civil mejor organizado y relevante de Amrica Lati-

    na, con ms de 70 mil organizaciones sin fines de lucro.

    Nuestro Uruguay tiene lo suyo pero muy dependiente y sujeta a financiacin externa, hoymuy reducida al mnimo exponente, salvando honrosas excepciones de comedores infantiles,

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    8/37

    que se mantienen a pulmn nacional (ciudada-no).

    Los politlogos dicen que las sociedadescon mayor capital social tienen ms posibili-dades de desarrollo, pues su fundamento es lasolidaridad humana, que no empieza ni termi-

    na en dar lo que sobra, sino en la bsqueda desoluciones de fondo a las necesidades insatis-fechas de nuestra gente sin trabajo, sin educa-cin, sin cobertura de salud.

    Los estudios realizados demuestran quecuando la gente se agrupa democrticamentecon voluntad solidaria construye "capitalsocial", una riqueza que no siempre se ve, nose aprecia ni es tangible a los ojos humanos,

    pero es decisiva y es portadora de soluciones,porque es la propia gente que sin depender niesperar del Estado, ni del Mercado, busca sus

    propias soluciones.

    Se trata de las organizaciones no guberna-mentales, las cooperadoras, las mutuales y lasfundaciones sin fines de lucro que trabajan sincesar, contra toda adversidad, e inclusive, ladel Estado y el Mercado, para resolver los

    problemas de sociedad sumergida, o si quiere,

    de los excluidos.De esto hablamos cuando nos referimos a

    Capital Social.

    Ante esas sombras que decapitan la espe-ranza de una sociedad que se vio empobreci-da, sin tener en ello arte ni parte: las insonda-

    bles cifras de la deuda nacional que crece; losremolinos de los corruptos, desvalijando a lasociedad; la incapacidad e incompetencia de

    los polticos en resolver los problemas socia-les; el miedo y la desconfianza de todo y detodos; y la inseguridad del maana, existe unhorizonte diferente tan lejos del Estado desva-necido, como del Mercado hiper expansivo.La posibilidad de una tercera dimensin cvi-ca, en la que desafiando a las sombras de laincertidumbre y de las promesas incumplidasde nuestros mandatados, las leyes de la reci-

    procidad ciudadana, de compromiso mutuo ysolidaridad productiva, que va ms all de laimpotencia del Estado, de la mezquindad delmercado y de nuestros egosmos que nos ator-nilla a la desesperacin.

    Por eso se llama Tercer Sector, porque no

    es estatal ni privado y sin fines de lucro.

    Los politlogos estudiosos del CapitalSocial afirman que las sociedades ricas en eseactivo no monetario, mantienen una posibili-dad de avanzar en el campo poltico y econ-mico, que no tienen las carentes de dicho Capi-

    tal Social.Hay un Uruguay feudal, jerrquico, caudi-llista, abusivo y autoritario que debemos des-terrar definitivamente para dar lugar al otroUruguay que se est gestando, en el que fun-ciona un espacio social dinmico, que antropieza con una izquierda y una derecha quecierran los caminos a la autntica democraciaciudadana.

    Bien deca el francs Alain Tuoraine, pre-guntndose, qu es la democracia: "en situacio-nes de crisis por las que atraviesa latinoam-rica, se asiste a una destruccin de las rela-ciones sociales, de los conflictos y de los movi-mientos sociales, y a su reemplazo a la vez,

    por la defensa de intereses privados y por unarelacin global con el Estado del que se espe-ra todo o al que se rechaza completamente". *

    Es durante esas emergencias, cuando lasfuerzas sociales se descomponen y se liquidael Capital Social, hundindose la sociedad enla apata o encerrndose en intereses inmedia-tos, depositando su capacidad creativa y suconfianza en "un lider".

    La buena salud del Capital Social, por elcontrario, slo se beneficia con la vocacindemocrtica de las sociedades y se consolida atravs de nexos de unin social participativos

    y en red, donde la mira est puesta en el pro-greso social de los ms necesitados e indefen-sos de nuestra sociedad.

    En sntesis, se trata de una poltica de lavida, que se funda en la confianza activa y enla descentralizacin del Estado. Por eso esten nuestras manos decidir el movilizarla eincrementarla o simplemente dilapidarla.

    Revista N 28 de febrero del 2002

    *- CEPAL, hoy nos habla de la desigualdadsocial en Amrica Latina, donde nuestro pasest incluido

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    9/37

    Fui un ser humano casi normal, me civili-zaron y pas a ser obediente. He tratado de noser mal educado, ni desobediente, ni mal ciu-

    dadano. Tampoco quiero armar pleito, portodo lo que me estn haciendo pasar aquellos,que, desde el da que nac ... hasta hoy,gobiernan, gerencian, mandan, administran!etc. este pas.

    Seor Dios que dicen que existes por ah,estoy en un lugar muy chiquitito de la Tierra,y necesito pedirte que me ayudes.

    Como aquello que siempre prometieron,

    ya no espero que se cumpla, no puedo protes-tar para defender y reclamar mis derechos,porque de hacerlo me rotulan como ultra,rebelde, rompe genitales y otros eptetos, o loque es ms grave, me encarcelan como sedi-cioso, es que me dirijo a vos que segn sedice todo lo puedes. Adems deberas tener

    presente que el actual mandams te hizovarios honores junto a otros del equipo que

    comulgan contigo.Por eso creo que a ellos, nuestros gober-nantes, los debes iluminar, se lo merecen.

    No los dejes caer en la tentacin de poseerms bienes de lo que cualquier ciudadanotiene derecho. Yo s que es muy difcil evitarcaer en la tentacin de recibir algn regalito,

    por hacer ciertas cosas, que no dijeron que lasiban a hacer. Tambin puedo confiar en T

    para que su ansiedad de poder tenga fin.Slo creo que T, seor, puedes marcarle elcamino cuando te vayan a invocar en el culto.S que eres omnipotente, omnisciente y a Tino se te escapa nada. Ni siquiera cuando seabren el bolsillo del saco para que les ponganalgo, digamos... sustancioso, y no es precisa-mente un bolo! Adems, en ese momentose cuidan de los dems mortales para que nolo podamos probar.

    Quiero adems Seor, implorarte que leshagas notar, que cnicamente estn infrin-giendo tus preceptos y mandamientos. Sonvanidosos, autocrticos y aplican los manda-tos de aquellos, quienes desde otra parte del

    mundo les dicen cmo gobernarnos, y noshacen creer en sus pensamientos como losnicos y mejores. Slo T no te equivocas,

    sin embargo ellos me quieren hacer creer quetampoco se equivocan. Eso no es bueno ver-dad?.

    Espero que cuando vayan al culto, o cuan-do por placer salgan a pescar en yate, o en lasoledad de la estancia de Anchorena (cuandode jueves a domingos descansan), T leshagas ver el sufrimiento de los nios que tie-nen hambre porque sus padres no tienen tra-

    bajo y les hagas dejar por un ratito noms, suscostosas veladas nocturnas, para que asellos, se animen a recorrer la ciudad, y vean larealidad de los ciudadanos de este lugar.

    Te pido por favor les digas que no se olvi-den de nosotros -apenas podemos tener uncacho de pan para comer!- cuando vayan alsheraton o a acde -o qu s yo- a degustar y

    beber en abundancia para poder decir cosas

    en un idioma tan extrao, que aunque noso-tros no lo podemos descifrar, s lo tenemosque sufrir.

    Que no miren para otro lado cuando nosjuntamos para llamar la atencin y pedir algode justicia y un poquito de sensibilidad paracon los ciudadanos, que equivocados o no,los pusieron en ese lugar.

    No quiero aburrirte pero estoy muy ner-

    vioso porque veo que se me va la nica vidaque tengo en la Tierra y no alcanzo a contarcon lo mnimo que cualquier terrestre tienederecho. T, si es que como dicen todo lo

    puedes comienza a hacer algo por tu lado,que yo lo har por el mo. Mientras tanto, si sesiguen sucediendo las cosas como hasta aho-ra, voy a comenzar a hacerle caso al viejitoArtigas que nos aconsej que nada debemosesperar, sino de nosotros mismos.

    No s si esperar que entre los dos podamoshacer algo. Yo por mi lado, empezar a tenerconciencia de lo que mi abuelo me enserepitiendo: para conocer a juancito ... daleun carguito.

    Pedido para los gobernantes

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    10/37

    No pretenda encontrar, amigo lector, enesta nota un anlisis histrico ni jurdico ni

    poltico del problema descentralizacin.Sobre este aspecto, mucho se ha escrito, se hahablado y se sigue hablando, pero poco ynada se ha avanzado.

    Cuanto ms se escribe y se habla sobre eltema tanto ms se complica y se vuelve con-fusa la cosa. Los juristas con sus libretos enlas interpretaciones difieren en el alcance dealgunos aspectos de la Carta Magna. Los

    tcnicos por su parte, en lugar de allanar loscaminos, la complican, y no digamos de lospolticos, que intereses mediante, poco hacenpara buscar soluciones de fondo... Tcnicos ypolticos hablan de la necesidad de descentra-lizar el pas, los departamentos, los munici-

    pios, pero, faltan las propuestas y acuerdospara seguir adelante. Siguen tejiendo telara-as, donde ellos mismos quedan atrapados

    por sus propios intereses, mezquinos y parti-darios... Seguimos anclados en el viejo cen-tralismo. Somos conscientes que el problemano es fcil, pero, mientras no haya voluntad

    poltica de reformar la legislacin vigente, denada servir que se siga hablando de descen-tralizacin.

    Desde la Torre de Babel nuestra atencinse centrar en la descentralizacin municipalintentando desentraar algunos aspectos

    referentes a la misma, con la sola finalidad deque Ud. amigo vecino, sepa algo ms sobreeste tema, que todava dar mucho quehablar, y no siga navegando en la nebulosa delo que escucha por ah. Y, adems porquenecesita saber qu significa descentralizar y

    por qu importa la descentralizacin munici-pal.

    DNDE ESTAMOS ANCLADOS?...A partir de 1830 hay una tendencia contra-

    ria a la frmula centralista que padece el Uru-guay, que parte del centralismo de nuestraCarta Magna -con un parntesis de la solu-

    cin autonmica de 1918- desembocando enla Constitucin vigente que prev un estado

    unitario con una clara descentralizacin terri-torial.

    La autonoma departamental est garanti-zada por la Constitucin actual, y las posibili-dades en la materia se limitan a una eventualampliacin de la esfera de competencia de losrganos que componen el gobierno departa-mental.

    A nivel local es diferente, ya que la Consti-

    tucin vigente no asegura ningn grado dedescentralizacin. Es decir, nada se dicerespecto a las Juntas Locales, comunes, degestin ampliada, autnomas y electivas,delegaciones de atribuciones y de la reestruc-tura poltico-administrativa de las Intenden-cias. Depende nica y exclusivamente de lavoluntad poltica de los gobernantes departa-mentales, sin perjuicio que por ello requiera

    tambin en algunos casos, la participacindel legislador.

    Cabe sealar, entonces, la necesidad derevisar en su totalidad la obsoleta ley orgni-ca municipal vigente, respecto a la vigencia yconstitucionalidad de muchas de sus disposi-ciones si se quiere avanzar hacia una descen-tralizacin municipal.

    Se tendr adems que revisar el reglamen-

    to de la potestad tributaria de los gobiernosdepartamentales y de la forma de asignarrecursos a los mismos, a los efectos de que laautonoma reconocida en el plano jurdico,sea de hecho en la realidad. Lo que no seraotra cosa que cumplir con las disposicionesconstitucionales vigentes, maniatadas y des-virtuadas por las limitaciones econmico-financieras de los gobiernos departamenta-les.

    Ser necesario, entonces, crear instanciasy mecanismos de coordinacin de activida-des de los gobiernos departamentales entre sy con relacin a las autoridades centrales ynecesariamente se tendr que encarar un

    DESCENTRALIZACIN

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    11/37

    nuevo enfoque en materia de planificacin.

    Y por ltimo, a nivel de cada departamen-to se tendr que estudiar y crear nuevasestructuras poltico-administrativas que per-mitan el desarrollo de unidades territorialeslocales, tanto en zonas urbanas, suburbanas y

    rurales, sin que por ello implique necesaria-mente aumento de la burocracia municipal.

    En sntesis, podemos decir que la descen-tralizacin a nivel local, y estando las cosascomo estn -Constitucin y polticos median-te- no es posible sin voluntad poltica.

    HACIA UN NUEVO PAPEL DE LOSMUNICIPIOS.

    En este estado real de situacin se puedehablar de lo local como fuerza motora de cam-

    bio e impulsora de desarrollo de las potencia-lidades locales? Cmo superar una institu-cionalidad local con superposiciones de rolesy funciones con un marco estructural de cen-tralismo estatal, agravados por la obsolescen-cia de las estructuras estatales a nivel local?...

    La ley orgnica de los Municipios data de

    1935. De las estructuras del Estado es la quemayor inercia ostenta. La funcin municipalslo se limita a la prestacin de servicios defi-nidos desde el siglo pasado como nicos y

    propios y en muchos casos deficientementeprestados a la comunidad.

    Son esas cosas que pasan desapercibidas,pero son las que explican muchas cosas,como la inercia y la burocracia existentes,

    que obstaculizan toda posibilidad de cambio,que Ud. amigo lector, deseara ver en bien dela comunidad.

    Es posible imaginar, en los tiempos verti-ginosos que corren, que todo lo relacionado aldesarrollo socio-econmico de un departa-mento quede excluida y relegada slo al

    poder central? Por cierto que no.

    Todo esto trae aparejado la hipertrofiaburocrtica y estructuras municipales obsole-tas. Hay intentos de racionalizacin y dereformas administrativas, pero lejos estn deser suficientes para que la Comuna tenga realsignificacin e incidencia en su medio.

    Todo est a decir que se impone una rpidareformulacin de sus funciones y cometidos,que correspondan a una nueva estructura y anuevas formas de gestin y funcionamiento,lo que, de ninguna manera, como ya dijimos,deber significar un aumento en la burocraciaactual.

    Casi todas las propuestas que se conocen,por ahora, apuntan slo a formulaciones jur-dicas (legales) respecto a las estructuras, ascomo a su articulacin con el gobierno cen-tral y el sistema poltico, aspectos que pasan

    por una nueva reforma constitucional, comoeleccin de autoridades de los gobiernosdepartamentales y la integracin de las JuntasDepartamentales y Locales y una reforma de

    la orgnica municipal ... un duro hueso deroer.

    En las propuestas de los partidos no hayreferencias significativas, no van ms all delineamientos generales para mejorar los ser-vicios municipales y en cuanto a la posibleampliacin de los niveles de participacin;

    pero apenas se vislumbran algunas tmidasformulaciones.

    Respecto a la flexibilizacin del rgimenelectoral, se plantea la separacin de hojas devotacin en lo nacional y en lo departamentalen tiempos diferentes

    Desligar ambos comicios jerarquiza losmbitos polticos departamentales, eliminan-do el peso decisivo del voto, como sucede enla actualidad.

    Por otra parte, el fortalecimiento de lasJuntas Locales y la creacin de nuevos mbi-tos de descentralizacin, no encuentra apoyo

    poltico, a pesar de ser elementos bsicos queayudaran a robustecer la democracia, lasautonomas y reforzara la participacin ciu-dadana. Todo dice que todava estamos meti-dos en un callejn sin salida, difcil de transi-tar.

    QU ES DESCENTRALIZAR?

    Hasta ahora, en una sntesis apretada,hemos tratado de acercarle los aspectos rela-cionados con la descentralizacin e intentadomostrarle la complejidad del problema. Una

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    12/37

    trama difcil de desarmar y volverla a tejer.

    Pero, qu significa descentralizar?.

    Dejemos a los mataburros que nos desas-nen una vez ms y clarifiquen el concepto queestamos manejando.

    Descentralizar es transferir a organismos

    o corporaciones, parte de la autoridad queantes ejerca el gobierno municipal (tratndo-se de lo que estamos hablando) Transferirsignifica nada ms y nada menos que pasaruna cosa de un lugar a otro, o dicho de otramanera, ceder el derecho que se tiene sobreuna cosa, es decir, en nuestro caso, traspasarel poder de decisiones.

    Ms claro, imposible! Ahora se explica el

    por qu debe revisarse la legislacin vigenteen torno al tema de los municipios y su LeyOrgnica.

    Aqu tropezamos con el primer obstculo:la reforma constitucional y la ley orgnica delos municipios que regula su funcionamiento,y que como vimos, tiene ms de sesenta aos.Para ello tendr que haber voluntad polticade hacerlo (segundo obstculo). Si Ud. escu-

    cha por separado a nuestros polticos en susdeclaraciones o discursos, tienen solucinpara todos los problemas del pas, pero losjunta en el Parlamento y a la hora de decidirlas soluciones se desvanecen como por artede magia o de birlibirloque. Pero suponiendolo mejor, de lograrse esta voluntad poltica,

    por milagro, su instrumentacin (tercer obs-tculo) sera de nunca acabar, pues en estascosas, los polticos, los tecncratas y los bur-cratas son ms papistas que el propio Papa.

    El problema de fondo, como vemos, es latransferencia del poder por un lado, y por otrolado, la autoadministracin de la gente encuya capacidad. los tcnicos y los polticos nocreen. Todo esto implica reformas socio-

    poltico-econmicas de fondo, que debensuperar tambin el formalismo planificador -concepciones marcadamente gubernamenta-les de planificacin- la burocratizacin de los

    planificadores, la asociacin rigurosa entrepropuestas de planificacin y utopas relati-vas al desarrollo deseado y las insufucienciasde diagnsticos, estrategias y proyectos -obstculos para una correcta planificacin-

    que atiendan a las reales necesidades de lagente y no de los burcratas.

    Se trata de postular una planificacin localde nuevo tipo, que sea capaz de recoger lo queverdaderamente importa de lo local, superan-do as las severas restricciones que sufren

    nuestras realidades locales. Para ello debenser esencilmente participativas, es decir, condirecta ingerencia de los implicados, porqueel desarrollo local constituye un mbito privi-legiado para llevar a cabo esfuerzos queredunden en la elevacin de la calidad de vidade las mayoras sociales, y muy especialmen-te de las ms carenciadas.

    Todo esfuerzo descentralizador debe reco-nocer explcitamente que en el mbito locales donde se deben expresar las transferenciasde poder institucional que se persigue.

    Ahora bien, nuestros polticos son cons-cientes que han partidizado tanto a la gente,que juntarla para tomar decisiones, seratanto o peor de lo que pasa en el Parlamento.Pero la cosa no es tan as, cuando de pueblo ynecesidades se trata en orden al bien comn.Siempre hay hombres que estn ms all delos partidos polticos y que saben de "polti-ca", y saben cmo se hace poltica sin partidi-zarla.

    Es hora de terminar con las frases bonitas,con las tecnologas vacas de Pueblo. Es horade la participacin efectiva y real, donde elciudadano incida directamente en las decisio-nes y que sta tenga la posibilidad de contro-lar como se cumple la gestin municipal. Es

    hora de la cogestin!De nada sirve desparramar servicios (Cen-

    tros Comunales) por aqu y por all, mientrasno se avance en la transferencia del poder.Slo se extienden los brazos del centralismo

    burocrtico y poltico del Municipio.

    PRINCIPIOS Y VALORES QUE

    DEBEN SUSTENTAR LADESCENTRALIZACIN.

    La descentralizacin en s misma, no esuna panacea que resuelve todo, como creenalgunos, ni una tcnica que se puede aplicarframente, como uno quiere. No! Requiere

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    13/37

    de principios y valores que la sustenten. Unademocracia dinmica debe producir respues-tas permanentes a una sociedad en cambio, y

    por lo tanto, la poltica estatal deber cumplirante todo una funcin orientadora, organiza-dora e intermediadora. Lo mismo se diga dela poltica y de la autogestin de los munici-

    pios, que requiere, como toda poltica, sus-tentarla en principios y valores fundamenta-les de toda democracia: convivencia, liber-tad, solidaridad y justicia y, vincularlos aconceptos como "desarrollo", "sociedadcivil", "poltica comunal" e "iniciativa priva-da".

    Sin estos valores, la poltica quedara deso-rientada y se atrofiara en un pragmatismo sin

    principios, vaco de contenido.En la bsqueda de soluciones, los enfo-

    ques polticos no pueden perder la dimensinde la relacin hombre-sociedad, enfrascn-dose solamente en el marco de la tradicin dellegalismo y constitucionalismo a partir deuna postura meramente jurdico-estatal, pre-tendiendo fundamentar la poltica y la auto-gestin comunales. Si esto sucediera, no avan-

    zaramos en la descentralizacin. Matara-mos a la criatura antes de nacer.

    POLTICA COMUNAL

    La democracia comunal es la democraciams local, ms cercana al vecino en cuantohace a sus intereses concretos y posible parti-cipacin directa.

    No es el caso de decir, dn de comienza ydnde termina la autogestin. El proceso lodir y no podemos cortarle las manos antes deempezar. Importa s sealar, que la autoges-tin comunal constituye una base importantey un elemento esencial de toda democracia.Se trata de asegurar el libre espacio de losciudadanos en los procesos que descentrali-zan.

    No debe olvidarse que la poltica comunales la "cuna de la democracia", pues es la uni-dad ms pequea donde se responde a losdeseos y a las necesidades de la gente.

    Respecto a la autogestin comunal diga-mos que debera cumplir con una serie defunciones, como, entre otras:- dar lugar al

    ciudadano en el cumplimiento de tareas loca-les;

    - hacer ms efectiva la participacin pol-tica del ciudadano;

    - asegurar el pluralismo de la presenciaciudadana en los distintos niveles, en las ml-

    tiples unidades administrativas comunales, yfundamentalmente en los Centros Comuna-les, terminando con los cargos de confianza;

    - posibilitar la solucin de tareas adminis-trativas de forma localizada cercana al pro-

    blema del vecino;

    - posibilitar y fortalecer la limitacin y elcontrol del poder poltico, necesarios en lademocracia;

    - posibilitar la participacin de los vecinosen la planificacin a partir de sus reales nece-sidades;

    - posibilitar el control del uso de los recur-sos financieros destinados a obras de biencomn.

    Como vemos la descentralizacin se com-prende como un proceso de renovada distri-

    bucin del poder municipal, promoviendouna poltica comunal diferente a la actual y deautogestin.

    Toda experiencia indica que el ciudadanocuando es convocado, es capaz de participaractivamente. Por eso debe ser una meta de lacomuna promover y fortalecer la participa-cin y la aceptacin de responsabilidades por

    parte de la gente porque Poltica sin orienta-cin en valores fundamentales no lograrresolver el problema de la gente, porque es

    poltica disociada de la gente.

    Se tendra que repensar tambin seriamen-te la funcin, cometidos, participacin e inci-dencia de las Comisiones Vecinales deFomento insertas en los barrios, de los Sindi-catos y de las Organizaciones No Guberna-mentales en directa relacin con la comuni-dad.

    Y finalmente, la descentralizacin deberacontar con un marco jurdico normativo-administrativo mnimo e indispensable a losefectos de posibilitar el desencadenamientode un proceso y como proceso, encaminar la

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    14/37

    h ciendo nuestr vidciendo nuestr vidhaciendo nuestra vida

    EL HELECHO Y EL BAMBCompartimos esta nota porque tiene que ver mucho a veces con nuestra propia vida, que slo quie-re saber de xitos inmediatos y no sabe esperar. Se recurre a la quiniela, al 5 de Oro, al tarot, a loshorscopos y algunos tambin recurren a las brujas y lo menos que hacemos es confiar en nosotrosmismos, y a la sabidura de la propia vida.Todos iniciamos un nuevo ao con deseos, anhelos, felicitaciones, pero cuidemos de no reducirloen harapos.

    Ahora leamos el siguiente relato:Un da decid darme por vencidorenunci a

    mi trabajo, a mi relacin, a mi vida. Y fui albosque para hablar con un anciano que decanera muy sabio.

    -Podra darme una buena razn para nodarme por vencido?, le pregunt-

    -Mira a tu alrededor, me respondi, ves elhelecho y el bamb?

    -S, respond.-Cuando sembr las semillas del helecho y

    del bamb, las cuid muy bien. El helecho rpi-damente creci. Su verde brillante cubra elsuelo; pero nada sali de la semilla del bamb.Sin embargo no renunci al bamb.

    En el tercer ao, an nada brot de la semilladel bamb.

    En el cuarto ao, nuevamente nada sali de lasemilla del bamb; pero no renunci al bamb.

    En el quinto ao veo aparecer un pequeobrote de bamb que se asom en la tierra y queen comparacin con el helecho era pequeo einsignificante.

    El sexto ao, el bamb creci ms de 20metros de altura.

    Se pas cinco aos echando races que losostuvieran. Y aquellas races lo hicieron fuertey le dieron lo que necesitaba para sobrevivir.

    experiencia, sujeto a evaluaciones y ajustesposteriores, que habr que implementarlos,porque camino slo se hace al andar. En defi-nitiva, es un problema que nos toca a todosmuy de cerca, porque slo metindonos en el

    proceso de descentralizacin aprenderemos amanejarla. Los procesos sociales no pueden

    planificarse como se planifica la construc-cin de un puente o de una represa.1) RISSO FERRART, Martn, Centralizacin Territorial

    en Uruguay. Evolucin y Situacin actual. CELADU,1989, 158 p. Contiene muchas referencias bibliogrfi-cas sobre el tema.

    CUADERNOS DEL CLAEH. Descentralizacin y Desa-rrollo local. Anlisis, ezperiencias, propuestas, N 45-46, 1988. Hofmesiter, Wilhelm, Subsidiaridad, Descen-tralizacin y Autogestin Municipal en Am. Latina,1997, 35p.

    2) RISSO FERRART, Martn. ibd., pp.79-80.

    3) SNAIDER, Rogelio, Poltica, en Punto a Punto, N17,p.9-11.

    4) SNAIDER, Rogelio, Convivir, en Punto a Punto N 9,p.

    5) SNAIDER, Rogelio, Paz, en Punto a Punto, N 4, p.

    6) SNAIDER, Rogelio, Desarrollo, en Punto a Punto,N 5, p.

    Revista n10 de oct. 1998

    Sabas que todo este tiempo que has estadoluchando, realmente has estado echando ra-ces? le dijo el anciano y continu El bambtiene un propsito diferente al del helecho, sinembargo ambos son necesarios y hacen del

    bosque un lugar hermoso.Nunca te arrepientas de un da de tu vida. Los

    buenos das te dan felicidad; los malos te danexperiencia. Ambos son esenciales para la vida,le dijo el anciano, y continuLa felicidad temantiene dulce. Los intentos te mantienen fuer-

    te. Las penas te mantienen humano. Las cadaste mantienen humilde. El xito te mantienebrillante Si no consigues lo que anhelas, nodesesperes quizs slo ests echando races.

    Las conclusiones para ti, amigo lector, quequizs ests pasando las mil y una.

    Todos estamos tentados a juzgar como es lavida, en funcin de la vida como debera ser, esdecir una vida diferente de la vida conocida,una vida mejor de aquella que conocemos. Se

    trata de un rasgo constitutivo de nuestra huma-nidad, porque lo que impulsa a la humanidad yla mantiene encaminada es trascender, que aveces nada tiene que ver con la articulacin delos proyectos de vida que manejamos en la vidacotidiana ( Zygmunt Bauman).

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    15/37

    sendero educ tivoendero educ tivosendero educativo

    Bajo una serie de artculos hemos abordado eltema EDUCAR PARA LA VIDA, que losentendemos delicados, espinosos y conceptuale ideolgicamente discutidos; pero como hom-

    bre de educacin que fuimos y que seguimossintindola profundamente, queremos compar-tirlos con ustedes, padres, docentes y alumnos.

    Sabemos de aulas de escuelas de campo y deciudades. Estuvimos trabajando en escuelasagrarias y en educacin a distancia. Transita-mos tambin por radio en la formacin de coo-

    perativas agrarias. Tuvimos contacto condocentes y experiencias de las ms diversas.Trabajamos en investigacin y experimenta-cin pedaggica. Y todo nos ha enseado que laeducacin es vlida cuando se educa para lavida. Lo dems es, a decir de Paulo Freire, edu-cacin bancaria o sea embutir conocimientosen la cabeza de los educandos.

    Aclarando conceptosPero ante todo importa aclarar algunos con-

    ceptos, que si los usamos en forma indistinta sevuelven confusos, manidos, como por ejemplo:

    enseanza, erudicin, aprendizaje, educacinque aunque tengan cierta parentela, no signifi-can lo mismo. Una cosa es una cosa y otra cosaes otra cosa, dira un viejo proverbio, chino ocriollo no importa. Lo que importa es su conte-nido, que los iremos desarrollando en el correrde esta reflexin.

    Los trminos antes mencionados, a decir delfilsofo espaol Savater, no son contradictoriosentre s, siempre y cuando no se excluyan, ms

    bien se complementan.Quizs a usted como padre le importe que su

    hijo aprenda y sea un embutido o un robotizadopara que pueda triunfar en su vida. Quizs austed docente le importe que el nio aprenda loque usted ensea para su vida, sin importarle loque har luego de su vida. Quizs a usted seorempresario le importe para su empresa el mejoradiestrado. A nosotros nos importa que el

    nio aprenda a vivir, que sepa enfrentarse a lavida y resolver los problemas con los que trope-zar en su vida. Por ah caminan las diferenciasde los conceptos que estamos manejando.

    Un ejemplo de un viejo maestro puede expli-carlo mejor. Un erudito, que tena todos los

    conocimientos habidos y por haber, resultadode la enseanza bancaria que le dieron las aulas,desde primaria a la universidad, despus de una

    brillante carrera empresarial, a sus 40 aos tro-

    pez con un despido. Su empresa cerr porquelos dividendos ya no le servan. Se cans depresentar sus datos curriculares y de entrevis-tas, pero las puertas las encontr cerradas.Saba de gerencia, de ttulos acadmicos, deorganizacin, de nmeros, pero nada, nada.

    Nunca lo haban educado para la vida, sino slopara triunfar a lo grande Saba eso y nadams que eso. Por su dedicacin a la empresanunca aprendi a ser padre aunque tuvo hijos y

    tampoco esposo porque su esposa era la empre-sa Si la escuela no te ensea aprender aaprender el camino de la vida, de nada sirvenlas enseanzas bancarias que te puedan dar.En que termin el gerente, ya no importa. Gra-

    badas me quedaron estas palabras de este amigoque educaba en una pobre escuelita rural paraque los nios aprendieran a vivir, a querer lavida y sobre todo a saber enfrentar los proble-mas de sus vidas, en un aprendizaje permanen-

    te, porque la vida demanda eso siempre.Educar para la vidaes una tarea humana

    que tiende a humanizar y a personalizar al nio,al joven, al adulto, a todo aquel que pasa por lasaulas. Es decir, se trata de una tarea tendiente adescubrir y desarrollar sus capacidades y poten-cialidades innatas. A esto llamamos educar

    para la vida. Pero, qu queremos decir conesto?

    Que la accin educativa no puede reducirseslo a trminos de aprendizajes mecanicistas,que conducen ms bien a la rutina y a la domes-ticacin del hombre, sino a ayudarlo a lograr,una toma de conciencia de s mismo como suje-to de su propia historia, de su propio destino enrelacin con su sociedad y con su mundo. Endefinitiva, a abrirse camino en la vida.

    Es por ello que educar no es hacer del educan-do una tripa donde se embuten conocimientos

    (enseanza, erudicin) para un mundo yahecho, sino educar para la vida es ayudarlo aque l lo descubra y desde su lugar colabore atransformarlo a su medida. Este tipo de educa-cin debe partir desde las aulas, pero se trata deun aprendizaje que debe continuar fuera de

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    16/37

    ellas y durante toda la vida.Mientras sigamos entendiendo por educacin

    lo que se hace hoy en nuestras aulas, dentro deun sistema y mtodo de instruir, por los cualesse imparten determinados conocimientos, noestaremos educando para la vida.

    Se educa para la vida cuando se tiene en cuen-ta que la vida se desarrolla a travs de una serieininterrumpida de cambios profundos, queobligan al hombre a educarse continuamente(aprendizaje), porque no slo l cambia, sinoque sucede lo mismo con la imagen que l tienedel mundo que lo rodea. Importa, entonces queel hombre, en su continua maduracin, no seaobjeto de manipulaciones, vengan de donde

    provengan (familiar, escolar, social, poltica)

    convirtindose en un simple receptor de unbagaje cultural, sino que tenga condicionespara poder superar estos condicionamientosculturales.

    Promovamos, entonces la discusin, la ini-ciativa crtica y creativa en este campo de laeducacin para bien de todos. Padres, docentes,no tengamos miedo. Rompamos con estossistemas perversos que nos transforman eniguales y sometidos a ellos. El aula tambin

    nos lo permite, aunque el sistema educativo no,porque ningn sistema, por ms bueno que sea,puede abarcar la educacin del hombre, porqueeducar es abrir puertas; es abrir caminos para lavida.

    EDUCAR PARA LA VIDAla educacin es una visin planetaria de

    nuestro mundo(Paulo Freire)O bien para corresponder a las esperanzas

    de nuestro tiempoel educador debe aceptarel riesgo de introducir, en la continuidad de suaccin educativa, la discontinuidad del tiem-

    po(Paulo Freire)Entendemos que se trata de un tema delicado,

    espinoso y diramos conceptual e ideolgica-mente discutible, en un mundo donde manda el

    mercado y es por ello que queremos compartir-los con ustedes, para que sus aportes enriquez-can esta nuestra propuesta,

    No nos sentimos dueos de la verdad, tampo-co somos partidarios del pensamiento nico ymenos an del dogmtico, esa es nuestra mane-

    ra de pensar. Somos libres pensadores y comotal expresamos nuestras ideas, con la nicaintencin de motivar a la reflexin, abrir el deba-te sobre los temas que abordamos, porque comonos dice el socilogo Caruso:

    Nos encontramos ante una gran crisis de losmodelos de sociedad de hacer poltica; se

    hallan en crisis los modos de pensar las nuevassociedades; las nuevas formas de hacer polti-ca y fundamentalmente, las nuevas formas deinterrelacin humana. Se han agotado losmodelos del siglo pasado, pero an no tenemosrespuestas a las nuevas exigencias, y nosotrosagregamos que mucha gente sigue aorandoese pasado, que nos imposibilita construir elfuturo. Y en esto tiene mucho que hacer la edu-cacin.

    Hechas estas precisiones, iniciamos esteresumen ya editado, sobre EDUCAR PARALA VIDA, recordando una frase del gran peda-gogo Dewey, que ningn docente puede desco-nocer, escrita en Mi credo pedaggico:

    la escuela es primariamente, una institu-cin social La educacin es, pues, UN

    PROCESO DE VIDA Gran parte de la edu-cacin fracasa porque olvida este principio

    fundamental de la escuela como forma de vidaen comunidad.(hasta aqu nuestro pedagogo).Siempre y todos hablamos de EDUCACIN,

    pero no siempre distinguimos entre educaciny enseanza; entre educacin y aprendizajemecanicista; entre educacin e instruccin yentre educacin y capacitacin tcnica. Trmi-nos estos que estn emparentados entre s,como dice el filsofo espaol Savater y se com-

    plementan entre s, pero no significan la mismacosa.

    Educar no es solo impartir cultura, historia,arte, matemticas, geografa, idiomas, hbitosy costumbres; no es slo transferir conocimien-tos cientficos, tecnolgicos, computacin,capacitar en un oficio. Claro que todo esto es

    bueno e importante, pero no es todo.Los verbos educary formar, hoy en nuestro

    sistema educativo parecera que no existieran.

    Slo se conoce y se conjuga el verboCAPACITAR, que integra a los educandos a lamasa del consumo empresarial. De ah queeducar es algo ms, porque implica toda lavida de un individuo inserto en su sociedad.

    Y sabe por qu? Muy sencillo la vida sobre-

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    17/37

    pasa toda idea, todo concepto, toda escuela,toda capacitacin tcnica, toda erudicin.

    Educar es ayudar en la tarea permanente deaprender a aprender para transitar el caminode la vida, de ese vivir todos los das, a quererla vida, a saber enfrentar los problemas que lavida nos depara y nos demanda.

    Educar para la vida es una tarea humana quetiende a humanizar y personalizar tanto al niocomo al adolescente y al propio adulto, que vams all de la rutina del aula y su domestica-cin, haciendo del educando una tripa vaca quehay que rellenarla con conocimientos, es decircon nmeros y letras, creando robots y no seres

    pensantes. Y para ello habr que educar envalores ticos y morales, ensear a vivir, a

    pensar, a apoderarse del saber discernir ydecidir, a ser uno mismo como persona, si noqueremos que nuestra escuela siga fracasandocomo seala el pedagogo Dewey.

    Esto implica que el concepto de educacinpara la vidadebe estar en permanente cons-truccin, porque la vida ningn modelo la ago-ta. La educacin slo es posible si camina con lavida del hombre.

    La educacin para la vida siempre incluye y

    nunca excluye, como est pasando en la actua-lidad que va dejando nios, adolescentes y jve-nes por el camino sin posibilidades de futuro ensus vidas.

    De ah nuestra conclusin: la importancia deformarnos cvicamente para que no seamosciudadanos sometidos, sino responsables enla vida poltica, que es parte de nuestra vida yde nuestro futuro.

    Las profundas modificaciones cuantitati-vas de nuestro mundo en expansin cambiaron

    profundamente nuestra imagen del universo.Hoy necesitamos pensar la educacin en unmundo infinito y al mismo tiempo, dentro de ununiverso limitado.(Pierre Furter)

    Educacin o robotizacinUna educacin para nuestro tiempo tropieza

    con una serie de dificultades, que pasan por lamente de aquellos hombres que tienen la res-

    ponsabilidad de pensarla y hacerla ejecutar enel tiempo: por los polticos que se pelean porvotar una ley de educacin; por l o la minis-tro/a de educacin, responsables de hacerlaejecutar; por los directores del Codicen y los

    consejeros empecinados en controlar y por lossabiondos entrometidos, que creen saberlotodo, que luego tratan de interpretarla, acatarlay llevarla a las aulas (docentes) y a quienesfinalmente la sufren (alumnos).

    El asunto no debe ni puede ser as, aunque dehecho lo siga siendo. La educacin es ms com-

    pleja de lo que se piensa y de lo que se puedehacer. No se entiende porque se recurre siemprea leyes para solucionar cualquier problema dela educacin, cuando el problema no pasa slo

    por una ley, sino por una realidad viviente, din-mica y no esttica, que exige respuestas perma-nentes. Lo que se logra con una ley de educa-cin es anclar la educacin en el tiempo, cuandon, se la hace retroceder en el tiempo.

    No se puede desconocer que detrs de una deuna ley de educacin hay muchos intereses enjuego: se juegan el futuro del pas en la diatribadel poder, plasmando a travs de mayoras cir-cunstanciales, la idea de un partido polticosobre el pas que se quiere, en detrimento de laeducacin que se merecen nuestros nios yadolescentes.

    Es por eso que la educacin nunca se adelantaa los tiempos, corre siempre detrs.

    Es necesario pensar que, para educar habraque adelantarse a los tiempos. Anticiparse. Y nosiempre quines son responsables de ella, tie-nen en cuenta las situaciones cambiantes denuestro tiempo ni que el educando sufre conti-nuamente esas transformaciones profundas,que modifican la imagen que tiene de su socie-dad y del mundo que lo rodea. Y aqu estamosinvolucrados todos, padres, docentes, polticos,la sociedad toda. Los padres porque queremos anuestros hijos a imagen y semejanza nuestra;los polticos porque estn atados la sociedadque ellos crearon y la sociedad porque no quiereque se rompa sus estructuras.

    Es hora de que entendamos que nadie debeatribuirse el derecho a decir este es el camino aseguir en educacin porque correr el riesgode equivocarse y es lo que pasa cuando se quie-re anclar la educacin en una Ley, cuando ella,

    de existir, debera ser dinmica, como dinmicaes hoy nuestra sociedad, nuestro mundo y nues-tros hijos sufren esas transformaciones. De qusirve darle semilla a alguien si no tiene tierradonde sembrarla y posibilidad de cultivarla.Primero habr que crear las condiciones nece-

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    18/37

    sarias para que el instrumento entregado d susfrutos.

    Es lamentable que nuestro Estado tenga odospara la globalizacin, para los sistemas econ-micos neoliberales, y sea sordo a los problemassocietales que la educacin requiere. Y es poreso que la educacin responde ms a las exigen-

    cias del sistema econmico que a las necesida-des de la sociedad. No se entiende entonces el

    porqu del apuro en aprobar una ley de educa-cin sin que haya sido lo suficientemente discu-tida por la sociedad. Mucha preocupacin porla aplicacin de una computadora para cadanio - Plan Ceibal -, sin haber instrumentadosu uso pedaggicamente. Importa ms un aulainstrumentada pedaggicamente con cuatro ocinco computadoras, que una computadora

    para cada nio.Entramos en el siglo XXI con graves defi-

    ciencias educativas en el mundo y en nuestropas. Una cuarta parte de los nios del mundono han accedido todava a las aulas y un nmerono despreciable es expulsado de ellas sin posi-

    bilidades de retorno y de repeticiones, comoest pasando en nuestro medio, que no es otracosa que expulsin de las aulas para terminar

    marginados de la sociedad.Seguiremos teniendo los unos y los otros,alejndonos cada vez ms de la igualdad de

    posibilidades. Y no se crea que con una com-putadora para cada nio se lograr romper conla desigualdad existente. Otro es el camino.

    Carol Belamy, directora ejecutiva deUNICEF, en su informe acerca del Estado Mun-dial de la Infancia y la Niez, nos recuerda quela educacin no es slo un instrumento de desa-rrollo y un medio para obtener un empleo (re-duccionismo moderno de la concepcin educa-tiva robotizada) sino y fundamentalmente esun derecho de todas las personas y base paralograr una vida libre, que permita su autode-terminacin, es decir que sea capaz de decidir

    por su propia vida. Aqu no se trata de palabrasbonitas, se trata de una realidad, que sacude loscimientos del sistema al cual estamos someti-dos. Si usted quiere vivir en un asentamiento,andar detrs de la basura, dormir en la calle,tener un trabajo indigno de un ser humano, -ejemplos extremos- que sea porque usted loeligi, porque usted lo decidi libremente y no

    porque esta sociedad determin que as fuera.

    Las exigencias y demandas de los tiemposhacen que esta dimensin de la educacin se

    pierda en la escuela y muchas veces tambin ennuestras familias, que se preocupan ms por unnio robotizado, es decir por un embutido deconocimientos y atrapado por una PC inmersoen la ingeniera de estos sistemas, ms que por

    su personalidad.No quisiera que se nos mal interprete en nues-

    tra concepcin de educacin. Nada es malomientras no se pierda la dimensin humana deleducando en sus interrelaciones familiares ysociales, en el respeto y en la convivencia huma-na, que le permita sentirse y ser un ser humano.

    Abandonar la escuela es marginarse de lasociedad; pero egresar de ella sin estar prepara-

    do para enfrentar la vida es un tremendo despil-farro de tiempo y dinero perdidos.El concepto de una educacin para la vida

    debe estar en permanente construccin, porqueningn modelo lo agota y ningn sistema edu-cativo lo abarca, y menos an una ley, pero laeducacin no debe perder la dimensin de ense-ar a aprender a aprender para que cuando elnio, el adolescente e inclusive el propio adultodeje las aulas sepa cmo enfrentar su vida, de lo

    contrario habr sido tiempo perdido.Un instituto de formacin docente y un

    docente que no tenga esta dimensin de la edu-cacin slo lograrn alumnos robotizados ocuanto ms embutidos de conocimientos odesertores de sus aulas, porque no quieren o no

    pueden ser embutidos.La educacin slo es posible si camina con la

    vida del hombre y al comps de la sociedad y no

    de cualquier sociedad, sino de aquella que cons-cientemente sabremos elegir y no la que ciertospolticos, vendidos a un sistema, nos quierandar. La sociedad somos nosotros y somos noso-tros los que la debemos elegir para vivir. Recor-demos que no es la sociedad poltica la que debeimponernos la sociedad, y menos an la educa-cin que queremos para nuestros hijos. Ellosson nuestros mandatados y se deben a nosotros.

    No basta alargar, ampliar o prolongar, laaccin educativa, para responder a las necesi-dades de una continua maduracin. En este

    sentido sera un grave error entender estanueva pedagoga, como una simple educacin

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    19/37

    permanente, impuesta a un hombre sometido(Pierre Furter)

    Calidad y cantidad en educacinYa nos hemos referido, bajo el tema educa-

    cin o robotizacina la necesidad de educar

    para la vida ante las exigencias de nuestrostiempos modernos que tienden a robotizar anuestros nios embutindoles conocimientos,no siempre necesarios para su vida.

    Esta tendencia a robotizar a nuestros niosconlleva adems la necesidad de atiborrarse decantidad y no de calidad para la vida. Es por elloque nosotros, siguiendo en la lnea de educar

    para la vida, ahora nos referiremos a la necesi-dad de poner nfasis en la calidad de la educa-

    cin.Muchos responsables y ejecutores de la edu-

    cacin tradicional siguen midiendo los efectoseducativos por su alcance. Se analiza la educa-cin considerando las tasas brutas de matrculaen los niveles primarios, secundarios y tercia-rios.

    Esto es slo una parte de la cuestin y all notermina. No se trata de empujar a los nios a una

    ardua competicin en pos de una mejor posi-cin social, sino de saber enfrentar la vida.El proceso educativo podr desarrollar en el

    nio sus capacidades y habilidades en la lecturay escritura, en las nociones bsicas de matem-ticas y de computacin -esta ltima hoy demoda-, pero si no desarrolla las capacidadesque le ayuden a resolver con acierto las diferen-tes situaciones por las que debe atravesar dia-riamente no es educacin de calidad. Es una

    educacin manca, porque se olvida de lo mspreciado: el ser humano.

    Esto tira por tierra aquello de cada cosa a sutiempo, porque las situaciones de diferentendole estn en su camino como los riesgos decruzar una calle, saber alimentarse, relacionar-se con su medio, respetar el medio ambiente,como en materia de drogas, embarazo precoz yno deseado, explotacin sexual, actividadesdelictivas, para nombrar algunas entre tantassituaciones que la vida le ofrece a diario.

    Y cuando se habla de una educacin paranuestro tiempo no puede reducirse a una sim-

    ple imposicin de tal o cual modelo, de un tipode hombre ideal, espejitos vendidos por la TV.

    El hombre es nico e intransferible en su ser,y a ello la educacin debe tender, porque hoy

    parecera que para triunfar en la vida hay quedeshumanizarse. NO! Modelos siempre exis-tieron y como existieron desaparecieron conellos mismos.

    Slo en la medida que la educacin ensee al

    nio a pensar y a reflexionar sobre los hechos,podr elaborar una nocin de su tiempo, quetransformar sus deseos, sus aspiraciones, sussentimientos, a veces difusos, en una actitudracional.

    Una educacin de calidad promover enton-ces aptitudes como la comunicacin, la coope-racin, la adopcin de decisiones, el pensa-miento crtico y creativo para que nuestros

    nios y nuestros adolescentes se preparen paraenfrentar a todos los retos de la vida.Una educacin de calidad deber brindarles

    adems conocimientos para la interrelacinfamiliar y social, conocimiento de sus derechosy el conocimiento del respeto del derecho de losdems. Deber brindarles conocimientos paraque sepan enfrentar todas las situaciones queencuentra en la calle y donde quiera se muevane inclusive saber administrar sus propias finan-

    zas.Con la escuela que tenemos no es posible.

    Una educacin de calidad requiere transformarla escuela que conocemos, en mbitos de creati-vidad, de seguridad y estimulacin para losnios tirando por la ventana la educacin ruti-naria, bancaria. Y esto requiere de maestrosmotivados, que rompan con la rutina de ense-ar, con recursos suficientes y planes de estu-dios adecuados y para ello necesitamos de unEstado que invierta lo que la educacin necesi-ta.

    Vaya propuesta!, pero no hay otro camino desalida para lograrla.

    No es esto acaso lo que usted espera de unaeducacin para sus hijos? De lograr esto, lodems viene slo. Pero no olvide que usted es

    parte de la escuela.

    *- Aprender a Aprender es toda una filoso-fa de vida, propuesta por Edgard Faur en sulibro de referencia, publicado en 1968

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    20/37

    Nos parece importante publicar estas sugerencias de Edgar Morn, ms all de lo que piense laPresidencia, los sindicatos de la educacin y la burro-cracia existente, que se niegan a proble-matizar y cambiar este sistema educativo perverso, que slo le interesa mantener el fracaso esco-

    lar del 60% de nuestros alumnos, en lugar de buscar una salida a la escuela vareliana, que terminecon este fracaso.

    No dudo que es posible, como docente que fui, hoy jubilado, hacer cambios radicales en este siste-ma de educacin, y ms an si tenemos en cuenta las declaraciones del expresidente Mujica quedijo: personalmente consideramos que la enseanza en Uruguay termina siendo una vctimaestructural de una formidable centralizacin burocrtica, que termina siendo paralizante.Nada ms acertadas que estas palabras, pero qu hizo el Poder Ejecutivo para terminar con estaburocracia? Por favor, no nos llamemos a engao!

    La solucin pasa por la Comunidad Educativa, esa que ya se pronunci en el Congreso de Educa-cin Maestro Julio Castro pero que el gobierno y los organismos internacionales (que le impo-nen el sistema a utilizar) nunca quisieron aceptar.

    Nos quedan dos caminos, o abdicamos de cualquier posibilidad de cambio y seremos cmplicesde la desercin escolar de nuestros nios y adolescentes, o tomamos un camino alternativo, favo-reciendo alternativas por fuera del sistema burocrtico y de la inercia poltica.

    Nuestra propuesta va por este ltimo camino ayudando a pensar a la comunidad educativa, aun-que a nosotros nos puedan tratar de sabiondos, de tarados, de utpicos, de no realistas, pero nopodrn decirlo de nuestro especialista Morn.

    sendero educ tivoendero educ tivosendero educativoBASES PARA UNA REFORMA EDUCATIVA

    Enfrentar la incertidumbrelos dioses nos crean muchas sorpresas:loesperado no se cumple, y lo inesperado un diosle abre el camino(Eurpedes)

    la era por venir nos mostrar el caos detrs dela ley (J.A.Wheeler)

    Enfrentar la incertidumbre no es otra cosa que

    aprender a vivir. Quizs quienes estn ladocencia no hayan asimilado que el mayoraporte del conocimiento del siglo XX fue elconocimiento de los lmites del propio conoci-miento. La mayor certidumbre que tenemos esla imposibilidad de eliminar lo incierto, noslo en la accin sino tambin en el conoci-miento. Slo nos queda claro la certeza delnaufragio de las certezas absolutas, como lo

    dice el poeta Salah Stti.Estas derrotas a las cuales nos somete el cono-cimiento es ponernos en condiciones de afron-tar la incertidumbre tanto en la vida personalcomo en la de toda la humanidad. Y aqu con-viene que converjan varias enseanzas, que se

    movilicen varias ciencias y disciplinas paraaprender a enfrentar la incertidumbre, porquela condicin humana est marcada por dosgrandes incertidumbres: la cognitiva y la hist-rica; pero en el conocimiento existen tres tiposde incertidumbre: la cerebral, la psquica y laepistemolgica.

    -la cerebral: el conocimiento no es nunca unreflejo de lo real, sino siempre traduccin yreconstruccin, por lo tanto siempre lleva elriesgo del error.

    -la psquica: el conocimiento de los hechos essiempre tributario de interpretacin,

    -la epistemolgica: se deduce de la crisis de losfundamentos de la certeza en filosofa (a partirde Nietzsche) y luego, en ciencia (a partir deBachelard y de Popper).

    Haber estudiado y pensar no es llegar a unaverdad cierta, es dialogar con la incertidumbre,relacionada con el carcter catico de la histo-ria humana. Esta aventura humana comenzhace 10.000 aos. Desaparecieron los impe-

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    21/37

    rios egipcio, asirio, babilonio, persa, y el roma-no que haba parecido eterno. Tremendasregresiones de las civilizaciones y de las eco-nomas sucedieron a progresos temporarios.La historia est sometida a accidentes, pertur-baciones y tremendas destrucciones masivasde poblaciones y civilizaciones.

    Y en este vaivn llegamos a nuestro siglo XXI,con las mismas o ms incertidumbres que elpasado: fallas de prediccin, fracasos de laprediccin econmica, hundimiento del pro-greso garantizado, la crisis del presente, lacrisis del futuro introdujeron la lombriz de laincertidumbre, que vivimos, a pesar de lasofisticacin matemtica.

    Por ello nos esperan tres caminos:

    -la cabeza bien puesta;

    -la estrategia; y

    -la apuesta.

    La cabeza bien puesta, porque habr queprepararse para nuestro mundo incierto, quesignifica lo contrario de resignarse, caer en unescepticismo generalizado. Es esforzarse parapensar bien, es volvernos capaces de elaborary practicar estrategias, en fin llevar a cabonuestras apuestas de manera consciente.

    La estrategiase opone al programa, aunquepueda tener elementos programados. El pro-grama es la determinacin a priori de unasecuencia de acciones tendientes a lograr unobjetivo. El programa es eficaz en condicionesexternas estables que se pueden determinar;mientras que la estrategia se establece para la

    obtencin de un objetivo, como el programa.La estrategia busca sin cesar juntar informa-ciones y verificarlas, y modifica sus accionesen funcin de las informaciones recogidas y delas casualidades con las que se encuentra en elcamino.

    Toda nuestra enseanza tiende al programa, entanto que la vida nos solicita la estrategia, aun-que toda estrategia lleva consigo misma la

    conciencia de la incertidumbre, que va aenfrentar y por consiguiente implica unaapuesta consciente para no caer en una falsaincertidumbre, que fue siempre la que ence-gueci a generales, a polticos y an a empren-dedores.

    La apuestasignifica integrar la incertidumbreen la fe y en la esperanza. No se limita a losjuegos de azar o empresas peligrosas. Debeestar implicada en los compromisos funda-mentales de nuestras vidas, que conlleva la feincierta y la racionalidad de la autocrtica,nuestra mejor inmunidad contra el error.

    Cada individuo debe ser consciente que suvida es una aventura, porque todo destinohumano implica incertidumbre, camino hacialo desconocido.

    Queda claro la importancia de educar para lavida y no slo para la adquisicin de los cono-cimientos.

    Nuestra propuesta va por ese camino, ayu-dando a pensar a la comunidad educativa.

    no se le ensea al hombre a ser honesto se leensea todo el resto (Pascal)

    Bien deca Juan de Mairena la finalidad denuestra escuela es ensear a repensar el pen-samiento, a des-saber lo sabido y a dudar dela propia duda, nico modo de comenzar acrecer en algo.

    La primera finalidad de la enseanza fue for-mulada por Montaigne, que no siempre setiene en cuenta: vale ms una cabeza bienpuesta, que una repleta.

    Muchos docentes nos dirn los tiempos hancambiado y nosotros les contestamos, perolos valores NO HAN CAMBIADO, lo que hacambiado fue la formacin docente en desme-dro de los valores de la educacin, transfor-mando lo cualitativo en cuantitativo, pues unacabeza bien puesta significa que, mucho msimportante que acumular el saber, es disponersimultneamente: de una aptitud para planteary analizar los problemas, pues la educacindebe favorecer la aptitud natural del pensa-miento para plantear y resolver los problemasy estimular el pleno empleo de la inteligencia.

    Este pleno empleo necesita del libre ejercicio

    de la facultad ms extendida y ms vivaz de lainfancia y de la adolescencia, la curiosidad,que con demasiada frecuencia la instruccinapaga, y que por el contrario habra que esti-mular o despertar cuando se duerme. Eviden-temente esto no puede incluirse en un progra-

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    22/37

    ma, slo puede ser animado por un fervienteeducador.

    El desarrollo de la inteligencia est relaciona-do con la duda, germen de toda actividad crti-ca, que permite repensar el pensamiento, peroimplica la duda sobre la propia duda. El uso de

    la inteligencia es necesario en todos los cam-pos, para convertirse en un buen ser pensante.

    La enseanza de la matemtica comprende elclculo, pero tiene que mostrar la naturalezaintrnsecamente problemtica de la matemti-ca, porque el clculo es un instrumento delrazonamiento. La filosofa tiene que contribuiral desarrollo del espritu problematizador,porque tiene el poder de interrogacin y dereflexin sobre los problemas del conocimien-to y de la condicin humana.

    Organizacin de los conocimientos

    Para el autor de referencia, una cabeza bienpuesta es una cabeza que es apta para organizarlos conocimientos, que implica al mismo tiem-po separacin y unin, anlisis y sntesis. Setrata de un proceso circular, que pasa de la

    unin a la separacin, del anlisis a la sntesis,de la sntesis al anlisis.

    Nuestra enseanza privilegi la separacin endetrimento de la unin, el anlisis a la sntesis,a aislar los objetos de su contexto natural y delconjunto del que forman parte. Por consi-guiente, el desarrollo de la aptitud para contex-tualizar y totalizar los saberes se convierte enun imperativo de la educacin.

    Como todo es causado y causante, ayudado yayudante, mediato e inmediato y como todo semantiene por un vnculo natural e insensibleque relaciona a los ms alejados y a los msdiferentes, considero imposible conocer laspartes sin conocer el todo y conocer el todo sinconocer las partes.

    Todo esto nos lleva a pensar en un nuevo esp-ritu cientfico. Nuestro autor nos dice que la

    segunda revolucin cientfica del siglo XXpuede contribuir hoy a formar una cabeza bienpuesta. Esta revolucin que comenz en variosfrentes en los aos sesenta, opera grandes des-membramientos que llevan a vincular, contex-tualizar y totalizar saberes hasta ahora frag-

    mentarios y compartimentados y que, desde suaparicin, permiten articular de manera fecun-da las disciplinas entre s.

    imperativo

    Nos dice Morn de esta manera las grandesconcentraciones de campos sufren enormes

    atrasos en los que todava reina la reduccin yla compartimentacin. Pero Cosmologa,ciencias de la tierra, ecologa, prehistoria,nueva historia permiten articular entre s dis-ciplinas que hasta ahora estaban desunidas.No olvidemos que la cultura de las humanida-des favorece la aptitud para plantear proble-mas, vincular conocimientos, abrirse a todoslos problemas, para reflexionar, para apren-der las complejidades humanas, para pensarsobre el saber y para integrarlo en la propiavida Una educacin para una cabeza bienpuesta, que ponga fin a la desunin entre lasdos culturas, la volvera apta para responder alos desafos de la globalidad y de la compleji-dad en la vida cotidiana, social, poltica,nacional y mundial. Por lo tanto es necesarioque, de manera imperativa, restauremos lafinalidad de la cabeza bien puesta, en las con-

    diciones de nuestro tiempo y con sus propiosimperativos.

    La condicin humana

    Se trata de algo difcil para digerir, pero sernecesario intentarlo.

    El estudio de la condicin humana no sloprovienen de las percepciones de las ciencias

    humanas, de la reflexin filosfica sino tam-bin de las ciencias naturales renovadas y agru-padas en los campos de la cosmologa y la eco-loga, que nos permiten insertar y situar la con-dicin humana en el cosmos, la tierra, la vida,porque estamos en un minsculo planeta.Somos hijos marginales del cosmos, formadospor partculas, tomos, molculas del mundofsico.

    Conocer al hombre no es recortarlo del univer-so sino ubicarlo en l. El quines somos esinseparable de dnde estamos, de dndevenimos, a dnde vamos. El ser humanopuede reconocer su arraigo y su desarraigo.

    La prehistoria se vuelve cada vez ms ciencia

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    23/37

    fundamental de la hominizacin. Lleva en s elnudo gordiano animalidad/hominizacin. Seismillones de aos nos permite concebir la emer-gencia de la humanidad a partir de la animali-dad, que culmina en un nuevo comienzo: lohumano.

    Todo esto, dice nuestro autor, debe contribuir ala formacin de una conciencia humanista ytica de pertenencia a la especie humana. Todoesto nos enfrenta al carcter doble y complejode lo humano: la humanidad no se reduce a laanimalidad, pero sin animalidad no hay huma-nidad.

    El aporte de las ciencias humanas

    Actualmente son las ciencias humanas son lasque hacen el aporte ms dbil al estudio de lacondicin humana y esto sucede porque estndesunidas, fragmentadas y compartimentadas.Esta situacin oculta la relacin indivi-duo/especie/sociedad, en una palabra el huma-no como tal. Lo propio sucede con la fragmen-tacin de las ciencias biolgicas, que aniquilanocin de hombre. Habra que considerar unaciencia antropo-social, reunida nuevamenteque enfocara la humanidad en su unidad antro-polgica y sus diversidades individuales yculturales. De esta manera la psicologa ten-dra como orientar el destino universal y subje-tivo del ser humano. La sociologa tendracomo orientacin nuestro destino social, laeconoma nuestro destino econmico. La his-toria est sujeta a los accidentes, perturbacio-nes y a veces, a terribles destrucciones en masa

    de poblaciones o civilizaciones, porque noexisten. No existen leyes histricas sino unadialgica catica aleatoria e incierta entredeterminaciones y fuerzas desordenadas y unjuego a menudo rotativo entre lo econmico,lo sociolgico, lo tcnico, lo mitolgico, loimaginario. Ningn progreso es una adquisi-cin para siempre.

    De manera que todas las disciplinas, tanto las

    ciencias naturales como las ciencias humanas,pueden hoy movilizarse para converger en lacondicin humana.

    El aporte de la cultura de las humanidades

    El aporte de la cultura de las humanidades, al

    estudio de la condicin humana es fundamen-tal. En primer lugar el estudio del lenguaje,pues son las palabras las que nos distinguen delser animal.

    En este aporte de la cultura de las humanida-des, en cuanto a la literatura propiamente

    dicho, ponindola al servicio de la lengua,mucho tienen que ver los ensayos de nuestrotiempo, la novela y las pelculas, que nos per-miten ver las relaciones del ser humano con elotro. Tambin la poesa, que es parte de la lite-ratura y que nos introduce en la dimensinpotica. Nos revela que no slo vivimos pro-saicamente (sometidos siempre a la utilidad ya la funcionalidad de las cosas) sino tambinpoticamente la tierra. Y nos comunica por

    medio del poder del lenguaje. Otro aporte es elde la las artes que nos llevan a la dimensinesttica de la existencia y nos ensean a vercon otros ojos nuestro mundo.

    Se trata de mostrar que en toda gran obra, deliteratura, de cine, de poesa, de msica, depintura, de escultura existe un pensamientoprofundo sobre la condicin humana. Y final-mente la Filosofa que debe renovar constante-

    mente su vocacin reflexiva sobre todos losaspectos del saber y de los conocimientos,hara converger la pluralidad de sus enfoquessobre la condicin humana.

    Y al cerrar este captulo, digamos que a pesarde la ausencia de una ciencia del hombre, quecoordine y unifique las ciencias del hombre, laenseanza puede intentar hacer que converjanlas ciencias naturales, las ciencias humanas, lacultura de las humanidades y la filosofa en elestudio de la condicin humana.

    Aprender a vivir

    Ya deca Durkeim, con sobrada razn, elobjeto de la educacin no es darle al alumnocada vez mayor cantidad de conocimiento,sino de constituir en l un estado interior pro-fundo no slo durante la infancia sino para

    toda la vida (L`Evolution pdagogique enFrance, PUF, 1890, p. 38).

    Esto significa que para aprender a vivir no sloes necesario embutir conocimientos, sino tam-bin ayudar a crear transformacin en el alum-no, es decir transformar la informacin en

  • 7/26/2019 Revista Punto a Punto n 100 para distribucin(1).pdf

    24/37

    conocimiento y el conocimiento en sapiencia(sabidura).

    La escuela de vida y la comprensin huma-na

    Acostumbrados hoy a una escuela que slo se

    preocupa por transmitir conocimientos, pareceuna cosa sin razn de ser, lo que tratamos yproponemos; pero slo pretendemos que laescuela se reencuentre consigo misma, es decircon el concepto educar, que es mucho msque transmitir conocimientos. Para ello hayque pensar en la palabra cultura en su senti-do antropolgico, es decir en una cultura queproporciona los conocimientos, valores, sm-

    bolos que orientan y guan las vidas humanas.Hoy se le llama cultura de las humanidades ypara ello habr que recrear Escuelas de la Len-gua, que revela todas sus cualidades y posibili-dades a travs de las obras de escritores y de lospoetas, y permite que el adolescente haga suyasus riquezas y sepa expresarse con los dems;escuelas de cualidad potica de la vida y de laemocin esttica y del asombro; escuelas deldescubrimiento de uno mismo en la que el

    alumno pueda reconocer su vida; escuelas dela complejidad humana, porque la compleji-dad humana forma parte del conocimiento dela condicin humana.

    S que los docentes formados bajo el perodode la dictadura no podrn entender este legua-je, pero los maestros formados anteriormente ycon aos de experiencia de aula, lo compren-dern; pero a ambos los obligar a repensar su

    tiempo y el tiempo que estn viviendo, porquenecesitamos de una escuela diferente.

    Cuando usamos el trmino escuela nos esta-mos refiriendo a todos los niveles donde seimparte educacin.

    La iniciacin en la lucidez

    No usamos palabras por que s. Cuando deci-

    mos la iniciacin en la lucidez es porqueentendemos que es inseparable de una inicia-cin, de la omnipre