revista para la educación cristiana...

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  • Revista para la educación cristiana transformadora

    Libro delALUMNO

    MARZO / AGOSTO 2020

    AÑO 28 / VOLUMEN 2

  • ColaboradoresEDITOR GENERALRvdo. Eliezer Álvarez Díaz

    EDITORA EJECUTIVARvda. Geritza Olivella Santana

    DISEÑADORES GRÁFICOSSra. Yolanda BravoSr. Luis Bravo

    CORRECCIÓN DE ESTILOSra. Iris V. Laguna

    ESCRITORES Y ESCRITORASRvdo. Eliezer Álvarez DíazRvdo. Miguel A. Morales CastroDr. Samuel PagánDr. Pablo JiménezRvdo. Benjamín SantanaDr. Justo GonzálezPastora Dámaris E. Esteves CentenoRvda. Geritza Olivella Santana

    La revista El Discípulo es publicada semestralmente por la Iglesia Cristiana (Discípulosde Cristo) en Puerto Rico, con el propósito de contribuir al proceso de educación cristianade sus congregaciones y feligreses. Las lecciones se basan en el International SundaySchool Lessons y han sido utilizadas con el permiso requerido del Committee onUniform Series. Los textos bíblicos utilizados en las lecciones —Reina Valera de 1995 yVersión Popular— tienen los permisos correspondientes de las Sociedades Bíblicas Unidas.

    Impreso en Miami, FL

    Derechos de autor © 2020 Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) en Puerto Rico. Dirijasu correspondencia a las siguientes direcciones:

    Rvdo. Eliezer Alvarez Dí[email protected]

    Rvdo. Miguel A. Morales CastroApartado 4255Bayamón Gardens Station Bayamón, Puerto Rico 00958-4255www.discipulospr.org

    2

  • Índice

    PRESENTACIÓNRvdo. Eliezer Álvarez Díaz

    I. LA JUSTICIA Y LOS PROFETASRvdo. Miguel A. Morales Castro

    PRIMERA UNIDAD: DIOS REQUIERE JUSTICIAmarzo de 2020Dr. Samuel Pagán - AdultosDr. Pablo Jiménez - Juventud

    1. Llamados a responsabilidad (Amós 5.18-24) Juventud: Llamados a cuenta

    2. Una oración por justicia (Habacuc 1.1-4, 12-14)Juventud: Una oración por justicia

    3. Las consecuencias de la injusticia (Habacuc 2.6-14)Juventud: Consecuencias de la injusticia

    4. Líderes corruptos (Miqueas 3.1-2, 9-12; 6.6-8) Juventud: Corrupción en el liderazgo

    5. Liderazgo con justicia (Malaquías 2.1-9; 3.5-6)Juventud: Justicia para todos

    SEGUNDA UNIDAD: DIOS PROMETE UN REINO JUSTOabril de 2020Dr. Samuel Pagán - AdultosDr. Pablo Jiménez - Juventud

    6. El siervo justo (Isaías 42.1-9)Juventud: El siervo justo

    7. La esperanza cristiana (1 Corintios 15.1-8, 12-14, 20-23, 42-45)

    Juventud: ¡Resucitó!8. La justicia prevalecerá (Ester 7.1-10)

    Juventud: La justicia prevalecerá9. El Señor ama la justicia (Isaías 61.8-11; 62.2-4a)

    Juventud: Dios ama la justicia

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    8

    12192127293537454754

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    7375828491

    3

  • TERCERA UNIDAD: LLAMADOS A OBRAR CON JUSTICIAmayo de 2020Dr. Samuel Pagán - AdultosDr. Pablo Jiménez - Juventud

    10. Una visión de restauración (Sofonías 3.14-20)Juventud: ¡Gozo y regocijo!

    11. Un nuevo día se acerca (Zacarías 8.1-8, 11-17)Juventud: Un nuevo día se acerca

    12. Practica la justicia (Jeremías 21.8-14)Juventud: Practica la justicia

    13. Haz lo correcto (Jeremías 22.1-10)Juventud: Haz lo correcto

    14. Vuélvete a Dios (Oseas 11.1-2, 7-10; 12.1-2, 6-14) Juventud: Vuélvete a Dios

    II. LOS ROSTROS DE LA SABIDURÍARvdo. Benjamín Santana

    PRIMERA UNIDAD: LA SABIDURÍA EN LOS PROVERBIOSjunio de 2020Dr. Justo González - AdultosDr. Pablo Jiménez - Juventud

    15. ¡Escucha! (Proverbios 1.1-4, 7-8, 10, 20-22, 32-33)Juventud: ¡Escucha!

    16. En busca de significado (Proverbios 2.1-11)Juventud: En busca de significado

    17. Las recompensas de la sabiduría(Proverbios 8.8-14, 17-21)

    Juventud: Las recompensas de la sabiduría 18. Abraza la sabiduría (Proverbios 9.1-6, 8-10, 13-18)

    Juventud: Abraza la sabiduría

    SEGUNDA UNIDAD: LA SABIDURÍA EN LOS EVANGELIOS julio de 2020Dr. Justo González - AdultosDr. Pablo Jiménez - Juventud

    19. Sabiduría en acción (Mateo 11.7-19)Juventud: Sabiduría en acción

    20. Sabiduría que asombra (Eclesiastés 3.1, 7b; Lucas 2.39-52)

    Juventud: Sabiduría que asombra

    9399101108110117119126128135

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    ÍNDICE4

  • 21. Sabiduría que sorprende y ofende (Marcos 6.1-6)Juventud: Sabiduría que sorprende y ofende

    22. Sabiduría: camino, verdad y vida (Juan 14.1-14)Juventud: Camino, verdad y vida

    TERCERA UNIDAD: LA FE Y LA SABIDURÍA EN SANTIAGO agosto de 2020Dr. Justo González - AdultosDr. Pablo Jiménez - Juventud

    23. ¡Pídela! (Santiago 1.1-11)Juventud: ¡Pídela!

    24. ¡Practícala! (Santiago 1.19-27)Juventud: ¡Practícala!

    25. ¡Vívela! (Santiago 2.14-26)Juventud: ¡Vívela!

    26. ¡Cuidado! (Santiago 3.1-12)Juventud: ¡Cuidado!

    27. Sabiduría de lo alto (Santiago 3.13-18; 5.7-12)Juventud: Sabiduría de lo alto

    III. EDUCACIÓN Y MISIÓN

    LA VIOLENCIA DE GÉNERO:¿URGENCIA O EMERGENCIA?Pastora Dámaris E. Esteves Centeno

    ¡AUXILIO! MI FAMILIA NECESITA AYUDARvda. Geritza Olivella Santana

    IV. NOTAS BIOGRÁFICAS

    202210212221

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    276

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    286

    EL DISCIPULO: ALUMNO 5

  • 6

    «Él provee de sana sabi-duría a los rectos: esescudo para los que

    caminan rectamente. Él es quienguarda las veredas del juicio ypreserva el camino de sus san-tos. Entonces comprenderás quées justicia, juicio y equidad, ytodo buen camino» (Pr 2.7-9).

    Estos versículos del libro deProverbios resumen el resultadoque esperamos obtener al culmi-nar el estudio de las lecciones dela presente edición de la revistaEl Discípulo: obtener sabiduríapara caminar por el buen caminoy obrar con justicia.

    Los temas generales de laslecciones de esta edición son:«La justicia y los profetas» y«Los rostros de la sabiduría».En la sección de «Educación yMisión» contamos con dos artí-culos de fondo que tratan eltema de la familia y la sanaconvivencia en el hogar y lasociedad.

    No necesitamos hacer mu -chos estudios o análisis de larealidad que vivimos, para con-cluir que en nuestra sociedadescasea la justicia. La justiciaverdadera proviene de Dios, seaprende de Él y está en nuestrasmanos buscarla y practicarla. Sieso hacemos, promoveremosuna sociedad que viva en armo-nía y paz, trataremos a nuestroprójimo con dignidad e inspira-remos a quienes nos rodean paraque así lo hagan.

    Las lecciones de adultos delprimer trimestre fueron escritaspor el Dr. Samuel Pagán y las dejuventud por el Dr. PabloJiménez. El tema principal, «Lajusticia y los profetas», se divi-de en tres unidades: «Dios re -quiere justicia», «Dios prometeun reino justo» y «Llamados aobrar con justicia». El Rvdo.Miguel A. Morales Castro, pas-tor general de nuestra iglesia,escribió el artículo de introduc-ción al trimestre.

    En este trimestre tendremosla oportunidad de examinar unaserie de pasajes bíblicos quetratan el tema de la justicia enlos libros proféticos del AntiguoTestamento. Del mismo modo,estudiaremos dos pasajes delNuevo Testamento durante losdomingos que comprenden laSemana Santa.

    La historia del pueblo deIsrael pone de manifiesto quegran parte de la encomiendadada por Dios a los profetasestuvo relacionada con el temade la justicia, demostrando asíque la practica de la justicia esfundamental para disfrutar lavida en comunidad que agradaa Dios. La Palabra de Diosnos invita a practicar la justi-cia hoy, velando por los po -bres, los oprimidos, los niños,las mujeres y los ancianos,quienes representan los secto-res más vulnerables de nuestrasociedad.

    PresentaciónR v d o . E l i e z e r Á l v a r e z D í a z , P h . D .

    E d i t o r G e n e r a l

  • EL DISCIPULO: ALUMNO 7

    Como pueblo de Dios, procu-remos aprender a obrar con jus-ticia y leguemos a las nuevasgeneraciones un presente dignoy un mañana esperanzador.

    Las lecciones de adultos delsegundo trimestre fueron escri-tas por el Dr. Justo González ylas de juventud por el Dr. PabloJiménez. El tema principal es«Los rostros de la sabiduría». ElRvdo. Benjamín Santana escri-bió el artículo de introducción altema. Los temas por unidadson: «La sabiduría en los Pro -verbios», «La sabiduría en losEvangelios» y «La fe y la sabi-duría en Santiago».

    Los pasajes bíblicos de estu-dio para el segundo trimestrenos permitirán explorar el te-ma de la sabiduría en elAntiguo Testamento y el NuevoTesta mento, comenzando conel libro de Proverbios, luegolos Evan gelios y la carta deSantiago.

    La forma en que se estructu-ra la secuencia de estas leccio-nes nos permite apreciar elvalor incalculable de la sabidu-ría para nuestras vidas y perca-tarnos de la profundidad y elalcance de este tema en laPalabra de Dios.

    Mediante el lenguaje poético,las enseñanzas de Jesús y lasexhortaciones pastorales ten-dremos la oportunidad de com-prender el significado de lasabiduría y adquirir más de ella.Si así lo permitimos, no soloobtendremos sabiduría, nos ca -pacitaremos para obrar con jus-ticia y vivir conforme a lavoluntad de Dios.

    La justicia verdadera seaprende en la Palabra de Dios,se enseña en el hogar y se prac-tica en todos los ámbitos de lavida. Los dos artículos de fondoen la sección de «Edu cación yMisión» nos invitan a cuidar denuestras familias y a procurarrelaciones interpersonales satu-radas del amor de Dios y lasabiduría que Él nos da: «Laviolencia de género: ¿urgencia oemergencia?» y «¡Auxilio! Mifamilia necesita ayuda», escri-tos por la pastora Dámaris E.Esteves Centeno y la Rvda.Geritza Olivella Santana, res-pectivamente. Las escritoras,mediante títulos sugestivos, nosinvitan a capacitarnos para cui-dar de uno de los tesoros máspreciados que Dios nos ha con-fiado, la familia.

    Usted podrá encontrar infor-mación adicional y recursos deapoyo para la preparación de laslecciones en nuestra página deInternet: www.eldiscipulo.org.

    Le invito a estudiar la Pa -labra de Dios con el anhelo derecibir la sabiduría de lo altopara vivir conforme a ella enesta tierra, practicando la justi-cia y las buenas obras quemanifiestan el amor de Dios ennuestras vidas. ¡Que así nosayude Dios!

    Como pueblo de Dios, procuremos aprender a

    obrar con justicia y leguemos a las nuevas

    generaciones un presentedigno y un mañana

    esperanzador.

  • LA JUSTICIAY LOS PROFETAS

    R v d o . M i g u e l A . M o r a l e s C a s t r oP a s t o r G e n e r a l

    Muy amados en el Señor,la presente edición dela revista «El Discí -

    pulo» considera dos conceptosque definen la manera en quelos creyentes en Cristo Jesús nosrelacionamos unos con otros ycon nuestro Creador. Son con-ceptos medulares al definir lamanera en que construimos elReino de los Cielos desde la tie-rra, al menos la parte que lecorresponde al ser humano. Laslecciones de la presente edicióntratarán los conceptos justicia ysabiduría, esenciales en la edifi-cación de las familias, la iglesiay la sociedad.

    Contamos con la colabora-ción de extraordinarios recur-sos, como lo son el Dr. SamuelPagán, el Dr. Pablo Jiménez, elRvdo. Benjamín Santana y el Dr.Justo González. Agradecemosprofundamente al Señor la ben-dición de su amistad y el bene-

    ficio de los dones, talentos yconocimientos que con tantagracia nos prodigan. Las leccio-nes del primer trimestre tratanel tema de «La justicia y los pro-fetas».

    Tuve el privilegio y la alegríade pastorear al hermanoAntonio Cruz y a su bella fami-lia en la Iglesia Cristiana(Discípulos de Cristo) en BuenaVista, Bayamón, por veinteaños. Antonio es músico y can-tante de la música sacra, unhombre noble que sirve al Señorde corazón. Temprano en esapastoral, Antonio nos confióuna historia de su juventud. Laprimera vez que fue contratadopara pintar una casa, quien locontrató fue mi padre, el Rvdo.Miguel Ángel Morales. Luego deacordar el precio del trabajo, mipadre le dijo a Antonio: «El pre-cio acordado es muy bajo. Vas aperder dinero. Lo justo es talcantidad. Siempre cobra lojusto». Antonio se dio cuenta deque mi padre le hizo justicia ysiempre lo respetó por ello. Encasa, mi padre nos enseñó a serjustos en todo. Nos decía queDios no se mueve en la injusti-cia. Quien anhele la verdaderabendición de Dios practicará loque es justo. Si hay que esco-ger entre ser listo y ser justo, el

    8

    El fundamento teológico del

    concepto cristiano de la

    justicia se encuentra en el

    carácter de Dios mismo.

  • creyente en Cristo escogerá lajusticia para vivir en la bendi-ción de Dios.

    El fundamento teológico delconcepto cristiano de la justiciase encuentra en el carácter deDios mismo. Dios, por naturale-za, es justo y por ello exige jus-ticia a su pueblo. Dios esperaque los creyentes en Cristo seanjustos en sus negocios. Dios noha de bendecir a quien defraudaal menesteroso por ganar unasmonedas. Dios espera que quie-nes tengan empleados los tratencon justicia y procuren su bie-nestar. Los sistemas de podereconómico que oprimen a lospobres y mantienen una distri-bución injusta de los recursosdisponibles atentan contra losvalores y principios que definenel carácter justo de Dios. Diosnos llama a denunciar y repren-der tales sistemas. Dios nosllama a hacer justicia en todoslos ámbitos de nuestra vida. Encuanto a la justicia, Dios pideque seamos santos, porque Él essanto. Ello comienza en el hogary en nuestras propias vidas. Nose puede ser justo en lo grandecuando no se cultiva la justiciaen las cosas pequeñas de lavida, como hijos de Dios, estodebe ser parte de nuestro carác-ter y nuestra forma de ser.

    Al estudiar los profetasAmós, Miqueas y Habacuc,veremos que ellos expresan laindignación de un Dios que noacepta el culto de quienes vivende espalda a la justicia. En lasreligiones paganas de sus con-tornos los falsos dioses acepta-ban el culto entusiasta de quie-

    nes vivían en iniquidad. El Diosverdadero hace reclamos éticospara alcanzar una vida justa ybuena para todos, especialmen-te para los más vulnerables. Nose puede ser injusto y esperarque el Dios santo, que todo love, acepte nuestra adoración.

    Cuando la totalidad de nues-tra vida es un quehacer justo,santo, agradable a Dios, enton-ces el culto a Dios es aceptable.Una de las conclusiones a la quellegaremos en el estudio deestos tres profetas es que lainjusticia nos hace ritualmenteimpuros ante Dios. Amós le da aentender al pueblo que Diostodo lo sabe y todo lo ve:«Porque yo sé de vuestrasmuchas rebeliones, y de vues-tros grandes pecados; sé queafligís al justo, y recibís cohe-cho, y en los tribunales hacéisperder su causa a los pobres»(Am 5.12); «Y si me ofreciereisvuestros holocaustos y vuestrasofrendas, no los recibiré, nimiraré a las ofrendas de paz devuestros animales engordados.Quita de mí la multitud de tuscantares, pues no escucharé lassalmodias de tus instrumentos.Pero corra el juicio como las

    9EL DISCIPULO: ALUMNO

    Cuando la totalidad de

    nuestra vida es un

    quehacer justo, santo,

    agradable a Dios, entonces

    el culto a Dios es aceptable.

  • aguas, y la justicia como impe-tuoso arroyo» (Am 5.22-24).

    El profeta le ofrece al pueblola solución: «Aborreced el mal, yamad el bien, y estableced lajusticia en juicio; quizá JehováDios de los ejércitos tendrá pie-dad del remanente de José» (Am5.15). De igual manera, Ha -bacuc describe en detalle la con-dición de un pueblo que al apar-tarse del camino de la justiciaabandona la misericordia deDios. A tal pueblo solo le esperala consecuencia lógica de lainjusticia que es el juicio divino.Los que creen que el ámbito delDios vivo solo se limita al san-tuario y que Dios solo ve nues-tra expresión litúrgica en elculto, son idólatras que noconocen al Dios vivo. Los idola-tras creen y sirven a un diosciego, sirven a un ídolo que noconoce lo que ocurre fuera delsantuario. Los ídolos se satisfa-cen con el entusiasmo del cultoy no le importa si las manos dequienes sirven están mancha-das de injusticia. El verdaderoDios pide corazones llenos dejusticia y manos santas queatiendan la necesidad del me -nesteroso. A Dios le interesaque sus hijos obtengan recursoscon justicia y que los usen con

    compasión. A Dios le interesaque eduquemos a nuestros hijosen el ejercicio de la justicia, paraque también sean hijos de Dios.

    Personalmente, en nuestracasa aprendimos a hacer justiciaviendo relaciones justas portodos lados. Había equidad yjusticia en el trato de mis padresentre sí y siempre fueron justoscon sus tres hijos. Vimos la jus-ticia en la integridad con que secompensaba a un mesero, a lapersona que llevaba la compraal carro y en la distribución delos recursos en el hogar. La jus-ticia es una forma de ser queenriquece todas las relaciones,pero de manera particular, alhogar y a la familia.

    El trato justo dignifica aquien lo recibe y enaltece aquien lo ofrece. El trato injustooprime a la víctima y deshonra aquien lo practica. En la justiciase afirma la imagen de Dios ennosotros y se crece en lo quenos humaniza. La justicia pro-vee las bases para una sanaconvivencia. La injusticia frac-ciona a la raza humana y essemilla de muchos otros malessociales como la violencia, lapobreza y las clases sociales quepolarizan a los pueblos.

    Hay quien quiere cambiar almundo, pero no está dispuestoa que Dios trate con su caráctermaltratante. Hay quien quierecambiar la sociedad, pero esincapaz de ser justo con su cón-yuge e hijos. El cultivo de laverdadera justicia comienza enel corazón, en el hogar y en lafamilia. Es fruto del poder delamor de Dios en la vida. Quien

    LA JUST IC IA Y LOS PROFETAS10

    A Dios le interesa que

    eduquemos a nuestros hijos

    en el ejercicio de la justicia,

    para que también sean hijos

    de Dios.

  • no pueda cambiar lo poco,jamás podrá cambiar lo mucho.En el cultivo de la justicia con-tamos con la asistencia delpoder de Dios.

    En el segundo trimestre es -tudiaremos sobre la sabiduría.Hace falta sabiduría para dis-cernir entre el bien y el mal, lasabiduría siempre nos conduceal bien y a la justicia. Hace faltasabiduría para poner la casa enorden. Hace falta sabiduría paralevantar la familia en justicia.Hace falta sabiduría para educara nuestros hijos con los valores

    del Reino de los Cielos. Hacefalta sabiduría para edificar enamor. Las cosas grandes de lavida se encuentran en los cora-zones y son las cosas del cora-zón las que ameritan sabiduríapara ser cultivadas.

    La sabiduría nos lleva a lajusticia y la verdadera justiciaevidencia sabiduría. Esos donesdivinos que enaltecen la convi-vencia humana han sido dise-ñados para ser cultivados en elhogar, en la familia y en la igle-sia. ¡Que así nos ayude elSeñor!

    11EL DISCIPULO: ALUMNO

  • RVR

    Santiago 1.1-111 Santiago, siervo de Dios y delSeñor Jesucristo, a las doce tri-bus que están en la dispersión:Salud.2 Hermanos míos, gozaos pro-fundamente cuando os halléisen diversas pruebas, 3 sabiendo que la prueba devuestra fe produce paciencia. 4 Pero tenga la paciencia suobra completa, para que seáisperfectos y cabales, sin que osfalte cosa alguna.5 Si alguno de vosotros tienefalta de sabiduría, pídala aDios, el cual da a todos abun-dantemente y sin reproche, y leserá dada. 6 Pero pida con fe, no dudandonada, porque el que duda essemejante a la onda del mar,que es arrastrada por el viento yechada de una parte a otra.

    VP

    Santiago 1.1-111 Santiago, siervo de Dios y delSeñor Jesucristo, saluda a lasdoce tribus de Israel esparcidaspor todo el mundo.2 Hermanos míos, ustedes de -ben tenerse por muy dichososcuando se vean sometidos apruebas de toda clase. 3 Pues ya saben que cuando sufe es puesta a prueba, ustedesaprenden a soportar con forta-leza el sufrimiento. 4 Pero procuren que esa fortale-za los lleve a la perfección, a lamadurez plena, sin que les faltenada.5 Si a alguno de ustedes le faltasabiduría, pídasela a Dios, y élse la dará; pues Dios da a todossin limitación y sin hacer repro-che alguno. 6 Pero tiene que pedir con fe,sin dudar nada; porque el que

    TEXTO ÁUREO

    «Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, elcual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada».

    —Santiago 1.5

    Tema: La fe y la sabiduría en Santiago

    23TERCERA UNI DAD 2 DE AGOSTO DE 2020

    LOS ROSTROS DE LA SABIDURÍA

    ¡Pídela!

    223

  • Santiago 1.1-11v. 1: Como se practicaba en el género epistolario enton-

    ces, la carta empieza declarando quién la escribe (a dife-rencia de hoy, cuando la firma es lo último), a lo que sigueel nombre de la persona o personas a quienes se escribe.Después viene una salutación que puede ser corta o larga.Por fin sigue el contenido mismo de la carta.

    El autor que dice escribir la carta es «Santiago». Este esel mismo nombre que en los Evangelios es «Jacobo», en elespañol antiguo «Jacobo» era «Iago». Al darle el título desanto se le empezó a llamar «Sant’Iago» a la postre«Santiago». «Jacobo» era nombre común entre los judíos,por haber sido el nombre de uno de los patriarcas. Entrelos discípulos de Jesús había dos: Santiago (o Jacobo) elmayor y Santiago el menor. Estaba además, Jacobo el her-mano de Jesús, quien al principio no le siguió, pero des-pués llegó a ser uno de los pilares de la iglesia en

    Jerusalén. Este parece ser el «Santiago» a quien se atribuye la epís-tola que estudiaremos durante este mes.

    Los destinatarios son las «doce tribus de la dispersión». Esa

    RVR VP

    224

    7 No piense, pues, quien talhaga, que recibirá cosa algunadel Señor, 8 ya que es persona de dobleánimo e inconstante en todossus caminos.9 El hermano que es de humildecondición, gloríese en su exalta-ción; 10 pero el que es rico, en suhumillación, porque él pasarácomo la flor de la hierba. 11 Cuando sale el sol con calorabrasador, la hierba se seca, suflor se cae y perece su hermosaapariencia. Así también se mar-chitará el rico en todas susempresas.

    duda es como una ola del mar,que el viento lleva de un lado aotro. 7 Quien es así, no crea que va arecibir nada del Señor, 8 porque hoy piensa una cosa ymañana otra, y no es constanteen su conducta.9 El hermano de condición hu -milde debe sentirse orgulloso deser enaltecido por Dios; 10 y el rico de ser humillado.Porque el rico es como la flor dela hierba, que no permanece. 11 Cuando el sol sale y calientacon fuerza, la hierba se seca, suflor se cae y su belleza se pier-de. Así también, el rico desapa-recerá en medio de sus nego-cios.

    Análisis de la Escritura

  • frase era un modo de referirsea la totalidad del pueblo deIsrael. Aquí Santiago no pareceestarse dirigiendo al pueblo deIsrael, sino a la comunidadcristiana en todas partes delmundo. Esto nos recuerda queen Hechos 15.13-29, Jacobo(Santiago) es uno de los prin-cipales personajes que decidenescribirle a todos los creyentesde origen gentil que se encon-traban esparcidos por Siria yCilicia.

    Este versículo termina conuna brevísima salutación:«Saludos».vv. 2-4: Aquí entramos de

    lleno al cuerpo de la carta.Los «hermanos» a quienesSantiago se dirige pueden sersolamente los varones o no,en griego, al igual que en español, el masculino plural puedetener varios sentidos. Por ejemplo, si una persona le pregunta aotra, «¿cuántos hermanos tienes?», la respuesta bien puede ser:«Tengo cinco, dos hermanos y tres hermanas».

    Las «pruebas» en las que los lectores han de gozarse pueden sertentaciones o dificultades, en griego la misma palabra quiere decirambas cosas. Aquí parecen ser dificultades, dolores y otras tribula-ciones. Más adelante, en 1.12, se usará la misma palabra en el sen-tido de tentación. Algunos comentaristas sospechan que hay aquíuna especie de juego de palabras, indicando que las dificultades sontentaciones a la desesperación, la incredulidad y la desobediencia.

    Lo que aquí se sugiere es difícil e inaudito para quien no entien-da el carácter de la fe. No se sugiere sencillamente soportar las difi-cultades y dolores, es decir, resignarse ante lo inevitable. Tal resig-nación puede ser una actitud necesaria ante lo inevitable para nocaer en le desesperación, pero no es a eso que Santiago se refiere.Lo que aquí se aconseja es gozarse en medio de tales pruebas. Nogozarse porque se esté pasando por tales circunstancias –lo cualsería la enfermedad que llamamos masoquismo. Tampoco consisteen pretender que el mal no es real o que no nos duele o que somossuperiores al dolor –lo cual sería un mero estoicismo. Se trata desentir gozo al mismo tiempo que se sufre. Según Santiago, esaspruebas, con todo y ser dolorosas, producen paciencia. La pacien-cia lleva a la perfección.

    225EL DISCIPULO: ALUMNO

    OBJETIVOS

    Los objetivos para la lección dehoy son:

    • Introducir el libro de San -tiago, explicando que incluyemucho de lo que hemos visto en lalarga tradición hebrea sobre lasabiduría.

    • Invitar a la clase a pedirlesabiduría a Dios. Al mismo tiempodejar bien claro que la sabiduríaque estamos pidiendo no es cosafácil, requiere compromiso.

    • Recordarnos que, aunqueDios requiere sabiduría, obedien-cia y buena conducta, nuestroDios es amor, que como dicen losSalmos: «Para siempre es su mise-ricordia» y cuando nos apartamosde los caminos de la sabiduría ydel bien, Dios sigue dispuesto arecibirnos y volvernos al buencamino.

  • LA FE Y LA SABIDURÍA EN SANTIAGO226

    un recién nacido que decimos es perfecto, no porque sea adultomaduro, sino porque es como debería ser en esa etapa de su vida.Esto es de suma importancia, porque de otro modo la supuesta per-fección se vuelve una especie de santurronería que nos lleva a pro-clamarnos mejores que los demás. En realidad, en este camino deperfección somos mu chos los corredores y solamente podemoscorrer si nos ayudamos mutuamente.vv. 5-8: Esto se relaciona con lo que vimos la semana pasada,

    en el sentido de que pedir en nombre de Jesús no es pedir lo quenos parezca, es pedir lo que Jesús quiere que pidamos. En este caso,Santiago les promete sabiduría a quienes la pidan, solamente aquienes la pidan con fe.

    Esto necesita aclaración, no quiere decir que si un estudiante lepide a Dios que le enseñe trigonometría sin tener que estudiarla, Élse la va a enseñar. La «sabiduría» que se trata aquí no es esa clasede conocimiento, es la sabiduría que hemos venido estudiando todoel trimestre. Es saber vivir como Dios manda. Es saber tomar deci-siones correctas. Es saber dar consejos adecuados.

    Cuando Santiago dice que la sabiduría se ha de pedir con fe, estono quiere decir únicamente que hay que creer que Dios puede darla.Quiere decir que estamos dispuestos a recibir esa sabiduría y aseguirla. Como vimos anteriormente, quien no oye la voz de la sabi-duría no oye porque no quiere oír. De igual modo, quien pide sabi-duría, pero no para seguirla, es lo que Santiago llama una persona«de doble ánimo», una persona incapaz de seguir un curso firme, loque hoy llamamos una veleta. La imagen que Santiago usa paradescribirla se refiere a las variaciones del viento, dice que tal per-sona es como las olas, que van donde el viento las manda.vv. 9-11: Aquí encontramos un tema común en los Evangelios,

    que quien se humilla será exaltado y quien se exalta será humilla-do –lo que en las enseñanzas de Jesús repetidamente se expresadiciendo que los primeros serán postreros y los postreros serán pri-meros. Este pasaje es importante porque generalmente pensamosque la fe cristiana debe llevar a todos a humillarse igualmente. Aquí

    Esto de la perfección requie-BOSQUEJO re clarificación. Se trata de una

    DE LA LECCIÓN perfección continua, de una perfección que consiste, no en

    I. Salutación (Stg. 1.1) haberlo alcanzado ya todo, II. El resultado de las Pruebas sino en seguir avanzando

    (vv. 2-4) constantemente hacia el cono III. La sabiduría proviene de cimiento de Dios, hacia lo que

    Dios (vv. 5-8) Dios quiere que seamos. EsIV. El de humilde condición una perfección para el momen-

    y el rico. (vv. 9-11) to en que estamos en medio de nuestro desarrollo, como la de

  • Santiago dice otra cosa. Aquella persona a quien la sociedad humi-lla, que desde el punto de vista de esa sociedad es nadie, que notiene nada, se ha de gloriar en su exaltación. Se ha de gloriar por-que sabe que es hijo o hija del Gran Rey. Lo contrario es cierto dequien se encuentra en el polo opuesto. Aquí Santiago ex presa estoen términos bien concretos. No se trata únicamente de tener unaactitud u otra. Aquí San tiago habla de las riquezas materiales, diceque quien las tiene ha de gloriarse en su humillación. Como vere-mos más adelante en nuestro estudio, esa humillación no se limitaa declararse humilde o a pronunciar palabra de humildad, sino conel modo en que esa persona rica utiliza sus riquezas. Tiene que vercon utilizar esas riquezas solidarizándose con quien no las tiene,haciéndose humilde junto a quien la sociedad declara humilde.

    El pasaje está tan claro que buena parte de la aplicaciónresultará obvia, pero cuando lo examinamos dentro delcontexto de nuestro estudio sobre la sabiduría, observa-mos que el pasaje se divide en tres partes. La primera deellas trata acerca del modo de enfrentarse a las pruebas ysufrimientos. La tercera trata acerca de la necesidad de queel que humille sea exaltado y que quien es exaltado sehumille. El puente entre estos dos temas, al centro delpasaje, es la sabiduría.

    Esto da a entender que para hacer lo que sugiere el principio delpasaje, para gozarse en las pruebas, hace falta sabiduría. E igual-mente da a entender que la misma sabiduría es necesaria si elhumilde ha de ser verdaderamente exaltado y si el exaltado o el ricova a humillarse verdaderamente, uniéndose al humilde. Sin esasabiduría, gozarse en las pruebas no es si no masoquismo.Declararse humilde bien puede no ser más que hipocresía.

    El centro del pasaje viene a ser la sección que se refiere a la sabi-duría y aquí quizás Santiago nos sorprenda invitándonos a pedir-la. Sabemos que unas personas son más inteligentes que otras yque quien carece de inteligencia no la tendrá por el solo hecho depedirla. Lo mismo es cierto del conocimiento. Ya hemos menciona-do el caso del estudiante que le pide a Dios que le enseñe trigono-metría para así no tener que estudiar tanto. Lo más probable es queese estudiante haría mejor pasando el tiempo estudiando en lugarde pedirle a Dios que le ahorre el trabajo.

    Santiago dice que hemos de pedir sabiduría, pero esa sabiduríano es conocimiento ni inteligencia. Es más bien saber cómo vivirdel modo que Dios desea –en otras palabras, cómo vivir sabiamen-te. Promete que quien la pida la recibirá. Este es el primer punto que

    227EL DISCIPULO: ALUMNO

    Aplicación

  • LA FE Y LA SABIDURÍA EN SANTIAGO228

    debemos recalcar al estudiar este pasaje. De ahí el título de esta lec-ción: «¡Pídela!».

    Ciertamente, debemos pedir sabiduría. Santiago nos prometeque si la pedimos la recibiremos. Todo lo que hemos estudiadodurante todo este trimestre, ¡será nuestro!

    La cosa no es tan sencilla, Santiago dice que hay que pedirla confe. Hay que pedirla con esa fe que es por una parte confianza y porotra compromiso. Hay que pedirla esperando que Dios nos la dé.Hay que pedirla comprometiéndonos a seguirla.

    Es ahí que está la dificultad. En las semanas pasadas hemosvisto repetidamente que una de las principales razones por las quequienes la Biblia llama necios o insensatos no oyen el llamado dela sabiduría es que no quieren seguirla. Para seguir el camino de lasabiduría no se puede ser como una veleta o como las olas del mar,que el viento lleva unas veces en una dirección y otras en otra. Alpedir la sabiduría nos estamos comprometiendo a seguirla. De otromodo, Dios sencillamente sabrá que es mejor no dárnosla.

    Partiendo de ese punto en el pasaje en el cual se nos invita apedir la sabiduría, vemos que Santiago nos da dos razones por lasque se nos hace difícil seguir ese camino y que por tanto le cierranel paso a la sabiduría que Dios quiere darnos.

    La primera de esas razones aparece en los versículos 2-4. Noqueremos tener que gozarnos en medio de nuestras pruebas, difi-cultades y dolores. Respecto a tales pruebas, preferiríamos negar-las, tratar de convencernos de que no existen o que en realidad noduelen. O podemos maldecirlas y maldecir a quienes nos las traen.Podemos resignarnos, sufrir calladamente –como comúnmentedecimos, «aguantar». Hasta podemos reaccionar como un maso-quista, quien dice que después de todo esos dolores le gustan. Lasabiduría a la que Santiago se refiere requiere otra cosa. Requiereque, sin negar ni ocultar el sufrimiento y el dolor que tales pruebasproducen, nos gloriemos sabiendo que a fin de cuentas todo está enmanos de Dios y requiere que, sobre la base de esa fe, crezcamosen paciencia. Eso no es fácil, pero es a eso que nos comprometemosal pedir sabiduría.

    En los versículos 9-11, Santiago nos da razones más concretaspor las que no queremos comprometernos con la sabiduría. Sisomos ricos o privilegiados, la sabiduría nos compromete a humi-llarnos, a compartir lo que tenemos, a compartir nuestros privile-gios con quienes no los tienen. Eso no es fácil cuando toda la socie-dad en torno nuestro nos ha dicho repetidamente que nuestro pro-pio valor, como seres humanos, depende de lo que tenemos, decuántas riquezas acumulamos, de cuántas personas nos admiran otienen que seguir nuestros dictados. Exigir que dejemos a un ladoese modo de pensar acerca de nuestra propia valía es un requeri-miento radical. No es asunto de amar a los demás un poquito más

  • ni darles un poquito más de loque tenemos. Es cuestión decolocar ese amor por losdemás a la par del amor pro-pio, de colocar lo que tenemosy lo que somos al servicio delos necesitados, de la justiciay la paz. En una palabra, co -mo Jesús le dijo a Nicodemo,es cuestión de nacer denuevo.

    Algo semejante, aunquequizás no tan difícil, se lesexige a los humildes. Se espe-ra que dejen de aceptar queson humildes, así, sin más,sin acordarse de que son hijose hijas de Dios. Una personahumillada por la sociedadsufre la tentación de aceptaresa humillación para no tenerque enfrentarse a las injusti-cias de esa sociedad. ¡Y ahoraSantiago le dice que ha degloriarse en su exaltación!Esto puede ser muy amena-zante para quien ha sidorepetidamente humillado.

    Pensemos, ¿estamos dis-puestos a aceptar y seguiresta sabiduría que le estamospidiendo a Dios? ¿Somosveletas u hondas llevadas porel viento? ¿O somos rocafirme, sobre la cual se asenta-rá la sabiduría para nuncamás dejarnos? Lo más proba-ble es que seamos ambascosas. Como veletas, no pode-mos esperar que Dios nos désabiduría. Como rocas –o per-sonas que queremos ser rocas– pidamos sabiduría, comprometién-donos a seguirla.

    Mas, ¿qué entonces cuando, incluso tras comprometernos, falla-mos en nuestro intento, nos dejamos llevar por una ráfaga de vien-to inesperada? Tenemos que recordar otro elemento de la sabiduría

    229EL DISCIPULO: ALUMNO

    VOCABULARIOBÍBLICO

    DISPERSIÓN O DIÁSPORA:Era el nombre que se lesdaba a los judíos esparci-dos por todo el mundofuera de Tierra Santa. Sa -bemos que había muchísi-mos judíos en Egipto,donde llegaron a tenerhasta un templo en Roma,donde su número y suinfluencia llegó a ser talque el emperador Claudioles expulsó de la ciudadhacia el oriente, en lasregiones de Mesopotamiay Persia. Aunque frecuen-temente criticados y has -ta despreciados comomedio paganos por losjudíos de Palestina, enrealidad eran una parteimportantísima del judaís-mo. Fueron los judíos dela dispersión quienes tra-dujeron la Biblia delhebreo al griego y quie-nes, con sus ofrendas,contribuían con una can-tidad notable al sosténdel Templo en Jerusalén.Además, muchos de ellosregresaban a Jerusalén ensu ancianidad, para estarallí en el día de la resu-rrección final.

  • LA FE Y LA SABIDURÍA EN SANTIAGO230

    divina que Santiago no recalca, pero que hemos visto repetidamen-te: el Dios que da sabiduría es Dios de gracia y amor, dispuesto aescuchar nuestras palabras de arrepentimiento y a devolvernos alcamino de la sabiduría.

    Dios de amor y de bondad, gracias porque tu misericordiaes para siempre. Reconocemos que la sabiduría que nece-sitamos proviene de ti. Te pedimos que cada día nos dessabiduría. Sabemos que el camino de la sabiduría no esfácil, pero deseamos hacer un compromiso para ser obe-dientes a tu Palabra y vivir conforme a tus enseñanzas.

    Perdónanos por habernos apartado de los caminos de la sabiduríay el bien. Ayúdanos con tu Espíritu Santo para que podamos cum-plir siempre tu voluntad. En el nombre de Jesús. Amén.

    L E C T U R A S D E V O C I O N A L E S P A R AL A P R Ó X I M A S E M A N A

    Lunes Miércoles ViernesLevítico 19.13-18 Lucas 6.20-26 1 Corintios 1.26-31

    Martes Jueves Sábado2 Tesalonicenses 1.3-5, 1 Pedro 3.13-19 Santiago 2.1-711-12

    Oración

  • 231EL DISCIPULO: ALUMNO

    Anotaciones

  • Juventud2 DE AGOSTO DE 2020

    TEXTO BÍBLICO: SANTIAGO 1.1-11

    ¡Pídela!

    232

    Con esta lección comenzamos un ciclo de cinco leccionessobre distintas porciones de la Epístola de Santiago. Este erauno de los hermanos de Jesús (véase Marcos 6.3, donde se lellama «Jacobo»). Santiago dirige su carta a las personas judíasque vivían fuera de Judea, en distintas partes del ImperioRomano, en la «diáspora» o la «dispersión» (v. 1).La carta comienza afirmando que las personas que padecenpersecuciones o «pruebas» por causa de su fe deben sentirsefelices (v. 2). ¿Por qué? Porque cuando la fe es puesta a pruebaproduce «paciencia» (v. 3). Esta es una pobre traducción de lapalabra griega que aparece en este versículo. Una mejor tra-ducción sería perseverancia o la capacidad de enfrentar el sufri-miento, sin ceder ante la opresión que podamos enfrentar. Laperseverancia nos ayuda a madurar en la fe (v. 4). De hecho, lapalabra que el v. 4 traduce como «perfectos» puede ser tradu-cida como «maduros». La idea central del pasaje aparece en el v. 5, que afirma queDios da sabiduría a las personas que la pidan con fe. Claro está,Santiago se refiere a una fe madura y firme, contrastándola conla fe débil de las personas que viven llenas de dudas (v. 6).Santiago compara a la persona dudosa con las olas del mar,movidas de un lado a otro por el viento. Quienes no tienen unafe firme, no pueden recibir sabiduría de parte de Dios (vv. 7-8).La porción termina aprendiendo sobre el peligro de las rique-zas que pronto desaparecen (vv. 9-11).

    Notas Biblicas

  • Hay personas que solamente orancuando tienen problemas. En lugarde hablar con Dios regularmente,solo se dirigen a Dios en momentosde crisis.Recuerdo que una joven un día llegó ami iglesia y pidió hablar conmigo. En eldiálogo pastoral que sostuvimos, me dijoque estaba enfrentando un grave problema matrimonial. Apartir de ese momento comenzó a asistir a la iglesia regular-mente.Unas cuatro semanas después, la iglesia celebró una vigilia. Unade las actividades que llevamos acabo esa noche fue una diná-mica de oración donde las personas necesitadas se sentaban enuna silla y eran rodeadas por cuatro o cinco personas que ora-ban por ellas. Está joven paso al frente, tomó asiento y recibióla oración. Terminada la vigilia, me dijo: «Ya recibí todo lo quenecesitaba». Después de esa noche no volvió más a la iglesia.

    233EL DISCIPULO: ALUMNO

    El p

    unto

    es..

    . La fe es confianza enDios. Para recibir lasbendiciones divinas,es necesario tener unafe sencilla, pero firme.Las personas que care-cen de fe, no puedenrelacionarse con Diosadecuadamente. Del mis -mo modo, las personasque viven llenas de dudas,tampoco pueden teneruna buena relación conDios. Aun más, las personasque solo se acercan a Diosesporádicamente –cuan dotienen problemas– tampocopueden gozar de una buena relación con Dios.¿Qué tipo de creyente eres tú?

    Camino al punto

    1. ILUSTRACIÓN: Esta historia

    des-

    cribe a una persona cuya fe

    era

    inmadura. Comente la hist

    oria

    con el resto del grupo.

    2. ACTIVIDAD - INTRO DUCCIÓ

    N:

    Bus que información adiciona

    l

    sobre la Epístola de Santiag

    o

    en un diccionario bíblico o e

    n

    algún otro libro de materiale

    s

    teológicos. Comparta la

    información con el resto del

    grupo.

    Ilustracion

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