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Revista Latinoamericana de Psicología ISSN: 0120-0534 [email protected] Fundación Universitaria Konrad Lorenz Colombia Mustaca, Alba Elisabeth Demanda de validez ecológica: ¿problema o pseudoproblema? Revista Latinoamericana de Psicología, vol. 24, núm. 3, 1992, pp. 259-274 Fundación Universitaria Konrad Lorenz Bogotá, Colombia Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80524302 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Revista Latinoamericana de Psicología

ISSN: 0120-0534

[email protected]

Fundación Universitaria Konrad Lorenz

Colombia

Mustaca, Alba Elisabeth

Demanda de validez ecológica: ¿problema o pseudoproblema?

Revista Latinoamericana de Psicología, vol. 24, núm. 3, 1992, pp. 259-274

Fundación Universitaria Konrad Lorenz

Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80524302

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REVISTA LA TINOAMERICANA DE PSICOLOGIA1992 VOL 24 - NI. 3 2'9-274

DEMANDA DE VALIDEZ ECOLOGICA:¿PROBLEMA O PSEUDOPROBLEMA?l

ALBA EUSABErn MUSTACA*

Univnsidlld de Buenos Aim

Different kínds oC criticisms have been presented against laboratory ex-periments in psyehology. We can distinguish two different c1asses of aiticisms.The extreme version is in complete opposition to experimentation. The mod-erate versión is abo opposed to laboratory work, and has two different versions:external validity (Campbell y Stanley, 1955), and ecological validity (Brunswik,1955). The two versions consider that experimental results cannot be gener-a1ized to everyday lífe because oC their artificiality. We review the main aiti·cisms and their epistemological, methodologica1, and philosophicalfoundations, We belíeve that the logic of the experiment does not requíreevery day life (ecological) conditions. Research is always artificial in sornesense, and generalization does not have a positíve relationship with ecologicalvalidity. Abo, the evidence has' shown that laboratory research is relevant forthe development on strategies in applied áreas. This implies that the resultsof laboratory experiments are good predictors oC everyday events.

Ke, ioords: research, experimentation, ecological validity, Brunswik, gen-eralization, artificiality.

EL PROBLEMA

La mayoría de los autores coincide en que hay dos respuestasposibles sobre los fines de una investigación en las ciencias fácticas(e.g., Henshel, 1980; Gandolfi, 1990). (1), Obtener información quepueda ser útil para elaborar algunahipótesis (contexto del descubrimiento)y (2), Poner a prueba hipótesis para confirmar teorías (contexto de la

1 La autora ~adece a M.C. Richaud de Minzi, M. del R. Lores Amaes, C. Sacchi,A. Duarte, E. Gandolfi y M.R. Papíni, quienes de una u otra manera contribuyeron a lapreparación del manuscrito.

• Dirección: Alba E. Mustaca, Juan B. Justo, 1414 - Buenos Aires, Argentina.

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confinnación) o para modificar el mundo en forma deliberada e idónea(contexto de aplicabilidad). La forma de lograr esos objetivos es a travésde la observación natural o sistemática, o el cperimento de campo o delaboratorio.

En cualquiera de los casos, toda investigación debe evaluar caracterís-ticas que en principio no son constantes. Son variables, que están conec-tadas entre sí en una relación posiblemente compleja que en generaldesconocemos. Además, estas variables pueden estar relacionadas conotras que escapan a nuestra evaluación, incluso a nuestro mismo conoci-miento.

El proceso de conocimiento, en su tentativa de transformar el caosininteligible en un cosmos comprensible, se produce por sucesivassimplificaciones, descartadas, reemplazadas por otras y así sucesivamen-te. Simplificar significa en muchos casos hacer abstracciones (v.g., mo-delos, analogías, simulación con computadoras, etc.) incluso que noexisten en la realidad, manipular y medir quizá una sola variable manoteniendo constantes las otras, y usar montajes estadísticos para evaluarlos resultados. Si bien toda investigación científica en su sentido másgeneral implica hasta cierto punto un proceso de simplificación, éstose ha llevado hasta sus últimas consecuencias en los experimentos delaboratorio, cuya característica fundamental es el control El supuestofalseamiento de la realidad que se hace en el laboratorio intenta con-trolar' variables, simplificando la compleja realidad para captar relacio-nes significativas entre ellas. Sin embargo, esta característica que hacea su esencia porque asegura un proceso altamente eficiente para laconfirmación de hipótesis o para describir relaciones funcionales entrevariables, es justamente la que fue señalada como su principal debilidad.

Los experimentos de laboratorio fueron objetados durante el sigloXVIll en disciplinas tales como la biología (Smith, 1977) y en psicologíaaún continúan. Se han mencionado principalmente tres objtriones al trabajode laboratorio en psicología: l. son susceptibles de que sus resultadossean "artefactos" experimentales (v.g., Rosenthal y Rosnow, 1969; Silver-man, 1977); 2. traen serios problemas éticos (v.g., Kehnan, 1967) Y 3.imponen severas limitaciones para la generalización de sus hallazgos debidoa la artificialidad (v.g., Babbie, 1975). En este artículo se analiza la terceraobjeción, que alcanzó mayor relevancia cuando Campbell y Stanley (1966)conceptualizaron la validéz externa de un experimento como opuesta avalidéz interna y cuando Brunswik (1955) indicó la necesidad de que losexperimentos tengan volúIez. ecológica (VE).

PRINCIPALES CRITICAS A LA ARTIFICIAUDAD DE LOSEXPERIMENTOS

Una de las primeras objeciones a la artificialidad de los experimentosfue hecha por Bartlett (1932) con referencia al primer estudio experi-

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mental sobre la memoria y el aprendizaje, realizado por Ebbinghaus(1885). Este último estaba interesado en probar la existencia de meca-nismos asociativos en la memoria de un modo objetivo y cuantitativo,por lo cual construyó listas de sílabas de tres letras sin sentido. En unode sus experimentos principales, él mismo leía una de las listas y las

repetía, registrando cuánto tiempo tardaba en aprenderla por completo.Luego dejaba pasar un tiempo determinado y volvía a repetirlas, com-parando el tiempo de reaprendízaje con el que le había demandadoel aprendizaje original. De este modo construyó las primeras relacionescuantitativas entre el recuerdo y algunas variables, tales como el orden,la frecuencia de aparición de las palabras y el modo de presentaciónde las listas. Sus resultados tienen aún vigencia y han sido confirmados.

Bartlett (1932) criticó severamente los'experimentos de Ebbinghaus.Consideró que era imposible librar a los estímulos de sígnifícados yque el esfuerzo para lograrlo creaba una atmósfera de artíficialidad.Además hacer depender la explicación del recuerdo solamente devariaciones del estímulo era ignorar peligrosamente otras condicionesigualmente importantes de la respuesta que pertenece a la actitudsubjetiva y a tendencias de reacción predeterminadas. Más adelanteacotó que" ...el experimento debe considerar el comportamiento diariode un individuo común, además de explicar la respuesta de sus sujetosdentro del laboratorio (Bartlett, 1932, p. 12). Basado en esas ideas,para sus investigaciones usó material significativo, tales como cuentoso dibujos figurativos, realizando un estudio cualitativo del recuerdo.Mostró cómo influían en la memoria factores tales como los motiva-cionales y culturales, iniciando una rica línea de investigaciones en esecampo.

Otras objeciones partieron desde la etología. La psicología compa-rada comprende el estudio de los mecanismos próximos y evolutivosdel comportamiento animal incluyendo al hombre. En sus comienzos,hubo controversias entre la etología y la psicología comparada, quealcanzó su punto culminante entre 1940 y 1950 (Dewsbury, 1978). Lospsicólogos estaban interesados en buscar las causas próximas del com-portamiento. Con una visión evolucionista siendo que todas las especiestienen un filum común, creían que podrían hallarse leyes generales dela conducta que las incluyeran. Por ejemplo, Thorndike (1911), a quiense le atribuye el haber iniciado el estudio experimental de la inteligencia,trabajando con una variedad de especies en "cajas-problemas" y enlaberintos, concluyó que los animales pueden diferir en lo que aprenden,(por diferencias sensoriales, motoras o motivacional es) y en su habilidadpara aprender, pero no en cómo aprenden. Sugirió que las leyes ge-nerales son las mismas para todas las especies y enunció la "Ley delEfecto" que sintetizaba el mecanismo universal del aprendizaje. La

implicación de sus hallazgos impulsó a los investigadores de la épocaa elegir animales con criterios prácticos, por lo cual entre 1938 y 1948predominaron las ratas como sujetO'Sde experimentación (Beach, 1950).

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Los etólogos argumentaron que las conductas naturales de las especiesse perdían por las condiciones de domesticación y crianza de las ratasy por la artificialidad de las condiciones experimentales. Si la conductade los animales estaba determinada por presiones selectivas, sólo seríanentendibles con referencia a la ecología de los animales y sus ancestros.Se implicaba, en la posición más extrema, lano existencia de leyesgenerales, y que la artificialidad de las condiciones de laboratorio nopermitiría explicar el comportamiento complejo de los animales. La

consecuencia fue que la mayoría de los etólogos clásicos se dedicarona realizar estudios de campo con diversas especies, describiendo con.ductas específicas de las especies, supuestamente de origen innato.Actualmente los etólogos y psicólogos se han integrado y existe unaconsiderable unidad de. criterio aunque con ciertas diferencias de én-fasis. Sin embargo, subyacen algunas críticas a los experim.entos delaboratorio (v.g., Petrinovich, 1990; Kroodsma, 1989).

Otras críticas surgieron en las áreas de la Psicología Social y de laPersonalidad (v.g., Bickman y Henchy 1972; Harré Y Secord, 1972).AUport (1961) sugirió una dicotomía entre la Psicología General (no-motética) y de la Personalidad (idiográfica) como si fueran dos disci-plinas separadas con metodologías opuestas. "En algún lugar entre losintersticios de sus leyes nomotéticas, la psicología ha perdido a. lapersona humana que conocemos en la vida cotidiana oo. La acumulaciónde leyes de ningún modo da razón del tipo particular de individualidadque cada ser humano contiene" (Allport, 1961, p. 56S).Respecto delos experimentos afirmó que "la persona, que es un fenómeno únicoy nunca repetido, escapa en todo momento al enfoque científico tra-dicional" (Allport, 1961, p. 21). Con los mismos argumentos, Bemstein(1964) distinguió dos psicologías, como opuestas entre sí, laexperi-mental y la de la personalidad.

Manicas y Secord (1983) desde una perspectiva epistemológica,llegaron a conclusiones semejantes a las de Allport y Bernsteín, Rela-cionaron una "visión estándard de la ciencia" (v.g., Carnap, 1956; Hem-pel, 1965) con los laboratorios de psicología, opuesto de algún modoa una "teoría realista de la ciencia" (v.g., Bhaskar, 1975, 1982; Scriven,1964). "LaS leyes científicas no son sobre eventos o clases de eventos,unidos regular o estocásticamente, sino sobre propiedades causales deestructuras.; Estas estructuras operan en el mundo abierto de todoslos días y pueden hacerlo al mismo tiempo oo. Los actos de la genteson sistemas abiertos en los cuales están involucrados una alta variedadde sistemas y estructuras, fisicas, biológicas, psicológicas y sociológicas ....los laboratorios de psicología no deberían tener la meta de explicarla conducta (acción en el mundo) ... por ser sistemas cercados" (Scriven,1964, p. 405). Distinguiendo entre ciencias que buscan descubrir losmecanismos y las estructuras del mundo y las que aplican este conoci-miento para explicar, predecir y díagnostícar los fenómenos del mundo.

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Para estas últimas, sugirieron utilizar una perspectiva hermenéutica,que interpreta y describe la conducta y la experiencia,

La controversia alcanzó mayor relevancia con los argumentos deCampbell y Stanley (1966) y de Brunswik (1955). Campbell fue unpsicólogo educacional preocupado por la aplicabilidad de los resultadosexperimentales. Con esa idea, llamó validéz interna de un experimentolas condiciones mínimas que requiere un diseño para decidir si lasvariables independientes afectan significativamente a las dependientes.La validez externa "se pregunta sobre la generalidad: éa qué poblaciones,situaciones, variables de tratamiento y de medida puede ser generalizadoese efecto?" (Campbel y Stanley, 1966, p. 5). Sugirió que la validezinterna conspira contra la externa y que mientras la validez interna esla "condición sine qua non, la externa nunca está completamente re-suelta" (Campbell y Stanley, 1966, p. 10). Luego hizo consideracionesmetodológicas sobre cómo aumentar la validez externa en diseñosexperimentales aplicados a la educación. En forma análoga, Chapanis(1977) YRunkel y McGrath (1972) propusieron estudios de campo parala psicología organizacional e industrial.

Brunswik (1903-1955) fué un psicólogo funcionalista que sostuvoque todo hecho psicológico tiene causas tan numerosas que es imposibleaislarlas. Para él, el objetivo de la psicología era investigar solamentela probabilidad de una relación entre el ambiente y el organismo. Conese presupuesto, criticó los diseños sistemáticos clásicos de laboratorio,porque aislaban una o más variables, y medían sus efectos sobre algunasrespuestas, exagerando el efecto de los estímulos próximos y minimi-zando los distales, en busca de leyes generales. "La universalidad delas leyes presupone homogeneidad del universo, por lo tanto poco leimporta dónde, cuándo y sobre todo a qué áreas pertenece un fenó-meno" (Brunswik, 1955, p. 208). Propuso que los únicos diseños ade-cuados eran los probabilísticos. Estos trabajarían con muestrasrepresentativas de poblaciones y situaciones lo más parecido al medionatural. Las variables se separarían sólo en la medida que están sepa-radas en una ecología particular y no "tolera ningún lazo artificial entrelas variables (Brunswik, 1955, p. 210)". De este modo se estableceriancorrelaciones entre variables ecológicas. "Cuando una de ellas es capazde fijar la probabilidad de otras, tiene validez ecológica (VE). Solamentede esa manera se puede establecer la importancia probable de cada unade las variables, porque cada una actúa dentro del contexto de otrasvariables de importancia, y cada una interactúa con todas las otras en la

situación donde uno desea generalizarlas ...Estas investigaciones generaríanun tipo especial de teoría altamentecompleja y descriptiva" (Brunswik,1955,p. 212). Con esta perspectiva inició ínvestígacíones sobre percepción.

En conclusión, la principal objeción hecha a los experimentos delaboratorio es que supuestamente no pueden explicar ni predecir la

conducta en la vida cotidiana. Aún cuando existen diferencias entre los

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autores, a grandes rasgos se pueden distinguir dos posturas. Una ex-trema, que niega el método experimental y propone el estudio-intensivodel caso individual, que es el método clínico, Otra, más mesurada,acepta el método experimental, pero critica la artificialidad. En éstaúltima, a,s~ vez, se .pueden diferenciar dos enfoques. Uno, (v.g., Bruns-wik, 1955), objeta los.diseños de laboratorio y propone utilizar diseñosprobabilísticos análogos a los 'expedmentos de campo, para construiruna teoría descriptiva de la conducta, con VE. El segundo, (v.g., C~p-bell y Stanley, 1966), propone aumentar la validez externa en Measaplicadas con diseños parecidos a los del laboratorio, pero teniendoen cuenta la representatividad de los sujetos y otros aspectos del diseño.Las objeciones que partieron desde la psicología experimental, a pesarde que como se verá más adelante parten de conceptos err6neos, hansido las más' 'fructíferas porque enfatizaron algunas metodologías yperfeccionaron su campo de acción,

EXPERIMENTOS QELABORATORIO VS MEraDO CUNICO

La Polémica Nomotético vs Idiog;ráfico

Windelband (1894), fue posiblemente el primero que indic6 quehabía dos clases de ciencias con metas y métodos diferentes. Las no-motéticas (denomos: leY;thesis: asiento), buscan el descubrimiento deleyes universales, 'explicativas, y estarían representadas por la física, Lasidiográficas (de idios: único y graphein: describir) buscan describirhechos particulares. Rickert (1899) llev6 esa distinci6n a las cienciasculturales y Allport (1961) y Bemstein (1964) a la psicología. SegúnBernstein (1964), la psicología nomotética es atomística, abstracta, ex-perimental, mecanícista, cuantitativa y reduccíonísta; y la idiográfiea esholística, concreta, clínica, dinámica, cualitativa y fenomenol6gica.

Si la dicotomía fuera correcta, la afirmación de que el métodoexperimental no es apto para, explicar la conducta de un organismoparticular, también, lo sena. Sin embargo, "las discusiones acerca de siuna ciencia es idiográfica o nomotética carece de sentido porque supunto de partida es falso" (Musso, 1970, p. 276). En las ciencias fácticasno existen ciencias de lo general dejando de lado el estudio de casósparticulares ni viceversa; son idiográficas y nomotéticas. Musso (1970)advirti6 que la base (le la oposición descansa en fuentes filosóficaserróneasv'referidas a la polémica sobre los universales. Se presuponeque como los científicos usan un método cuantitativo y generalizador,dejan de lado las propiedades cualitativas de los objetos, porque ellasson subjetivas, y su individilillidad. Pero lo cuantitativo no se opone alo' cualitativo sino que lo integra (nombrar y calificar son formas demedici6n) y lo general no se opone a lo individual sino a lo contingente,a lo singular. La ciencia desea informar sobre todas las particularidadesdel objeto, de su conocimiento; lo singular es aquello que por todas

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sus características aparecería como nuevo y desconocido y en ese sentidosería ininteligible. Para que un objeto particular sea objeto de estudio,sólo en algunas características es único, pero en otras, tiene caracterís-ticas comunes a otros particulares. El hombre. de ciencia reduce lamayor cantidad posible de aspectos de lo nuevo a lo conocido y deesa manera va de lo más individual a lo más general. La ciencia partede los casos individuales para explicarlos por medio de leyes generales.Estas tienen un carácter general porque buscan captar las relacionessignificativas que describan o expliquen los hechos. N9 se Conoce hastaahora otra vía más idónea para explicar eventos concretos. Por ejemplo,para explicar la neurosis de ese hombre, se debe recurrir necesariamentea las leyes generales, lo que significa colocar el caso por aproximacionesa clases más generales. "En el lúnite, lo individual es un nudo de leyesgenerales" (Cournot, citado por Fraisse, 1969). Las diferencias indivi-duales' no indican que escapen a la ley general. Puede ocurrir: 1. que lasleyes han sido modificadas por otra u otras, conocidas o no, 2. porqueen el caso' individual no alcanzamos a establecer cuáles son las variablesrelevantes para explicar el fenómeno, ya sea porque es empíricamenteimposible o porque' nos perdemos en otros parámetros de la situaciónque en realidad son espúreos para explicar el problema; o 3. pertenecena las diferencias azarosas producto del indeterminismo (en caso de aceptarla existencia de fluctuaciones en la naturaleza misma de los hechos).

El Problema de la Subjetividad

Se consideró que en el afán de estudiar hechos objetivos, la psico-logía de laboratorio desconoció todo lo que de subjetivo tiene la con-ducta, las variables culturales y más genéricamente, el nicho ecológicoque la afecta. Aquí también hay errores de concepto. La psicología,como toda ciencia, aspira a representar un conjunto de experienciascomunicables y objetivas en el sentido de que sus resultados no debendepender de la subjetividad de los observadores ni de artefactos expe-rimentales. Esto no significa que desconozca ciertas propiedades de laconducta, tales como la subjetividad. La de los observadores se controlapor medio de técnicas especificadas por' el método científico. La delos observados, dependiendo del propósito de un experimento, se laconsidera una variable extraña, como en algunos trabajos de psicofi-siología, una variable independiente, como en los estudios de atribución(v.g., Shachter y Singer, 1962) o en la reacción placebo (v.g., Shapiro,1960, 1971) o como una variable de medida, como en algunos casosde aprendizaje. En los estudios con animales, no es posible tenerla encuenta, aunque algunos autores la infieren a través de estrategias ex-perimentales (v.g., Griffrin, 1986; Weiskrants, 1988).

Otra objeción fue que el observador modifica por su sola presenciala situación en la que se encuentra el sujeto estudiado. Este problemaes general en todas las ciencias. El físico, al igual que el psicólogo, debe

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tener en cuenta que en su conocimiento están influyendo él y susinstrumentos de medida.

EXPERIMENTOS DE lABORATORIO VSEXPERIMENTOS DE CAMPO

La símplíficácíón y la artifícialidad, que han sido clásicamente con-sideradas las formas más adecuadas para comprender la naturaleza deluniverso y establecer leyes generales, fueron una de las principalesobjeciones delos quepropusieron diseños probabilísticos co,mo opues-tos a los sistemáticos (de laboratorío). Sin embargo, en los diseñosprobabilísticos e incluso en el estudio intensivo del caso individualexiste simplificación y artificialidad (v.g., Postman, 1955; Searsy, 1989).El observador siemprecategoriza, mide y relaciona algunas de lasmúltiples variables que tiene un sistema y deja de lado otras, inclusiveP9{ la propia limitación de su sistema perceptual y cognitivo. El inves-tigador siempre se acerca al objeto de conocimiento con alguna con-jetura o hipótesis más, p menos clara, lo que lo lleva a hacer un recortede la compleja realidad que se le presenta (Popper, 1967).

Ahora bien, éun experimento de campo o probabilístico, con aparen-temente mayor VE, garantiza más. que uno de laboratOrio el hallazgo devariables relevantes? En realidad no. Cuándo se invalida un experimento?En los de campo, la presencia de variables que escapan a nuestro controlpuede ser tan grande que las fluctuaciones provocadas en los resultadosseande tal magnitud que no podamos sacar ninguna conclusión. Además,el tratamiento experimental y estadístico podría ser tan costoso que haría

imposible su realización. Por otra parte, igual puede ocurrir que dejemosde lado alguna variable relevante para nuestro propósito.

Los experimentos de laboratorio están en mejores condiciones comopara tener bajo control las variables, pero es más probable que en losde.campo la omisión de una variable relevante determine que el sistemano responda o lo haga en forma anómala. Sin embargo, los experimentosestán sometidos a otros controles, tales como las replicaciones o los"experimentos cruciales". Por ejemplo, Brady (1958) hizo un experi-mento con monos que mostró la inducción de úlceras en los queaprendían a evitar una, descarga presionando una palanca. y no en unsujeto de control acoplado, que recibía descargas al mismo tiempo queel otro, pero que no tenía control sobre las mismas. Estos resultadosno se pudieron replicar y. más adelante se descubrió que los datos delprimer experimento eran consecuencia de una alteración genética de lacepa de animales utilizada, que provocaba úlceras independientementedel tratamiento conductual realizado.

Entonces se plantea el siguiente dilema. Si por temor a eliminar algunavariable relevante en el laboratorio, se realizan experimentos de.campo,se corre el riesgo de que el aumento en las fluctuaciones imposibiliten

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su interpretación. Ambos diseños se pueden invalidar por diferentesrazones, pero al mismo tiempo, ambos presentan ventaias para la inves-tigación dependiendo de sus propósitos y de las características del pro-blema. Por lo cual, parece irrelevante oponerlos entre sí.

Respecto a los diseños probabilísticos, Postman (1955) y Hilgard(1955), consideraron que al enfatizar las correlaciones no podían decirnada acerca de los mecanismos próximos. Si se abandonara la realizaciónde experimentos sistemáticos, la psicología se deberla limitar a describiry predecir fenómenos. Propusieron no abandonar la aproximaciónnomotética, concluyendo que ambos diseños (sistemáticosy probabilísticos)no se oponían sino que se complementaban. Sin embargo, aún con programarelativamente ateórico y destinado a la búsqueda de relaciones funcionalesentre el estímulo y el ambiente, sigue siendo apropiado el control ex¡»rimental en el laboratorio. Un ejemplo concluyente es el programa deinvestigaciones desarrollado por Watson y más adelante por Skinner y susseguidores. Y viceversa, de una teoría se pueden deducir la existencia defenómenos que requieran simplemente observaciones naturales o experi-mentos de campo. Tal es el caso de la astronomía, donde la predicciónde un eclipse confirma una ley universal.

Validez &ológia¡ vs Generalización

Si bien quedó claro que la artificialidad existe en todo tipo deexperimento, los investigadores que abogan por la VE sugieren que amayor VE, mayor generalización. Sin embargo, si bien la psicologíatiene entre sus metas conocer el comportamiento en el medio ambiente,de ello no se deduce que para lograrlo se deban hacer experimentosque remeden o imiten a la vida cotidiana. Algunas evidencias empíricasaclararán el problema.

Los resultados de Ebbinghaus se han repetido en diferentes situa-ciones y especies mostrando su alta generalidad, a pesar de lo artificialde las condiciones experimentales y de que él mismo fue su propiosujeto de experimentación. Cuando Bartlett criticó a Ebbinghaus notuvo en cuenta sus objetivos. Ebbinghaus estaba interesado en losmecanismos básicos de la memoria y tenía una hipótesis general detrabajo: que las leyes de la asociación (variable independiente) influíanen la memoria (variable dependiente). Las listas de sílabas sin sentidoeran los instrumentos más adecuados para su propósito por lo mismoque las objetó Bartlett: estar mínimamente contaminadas por el recuer-do de experiencias previas (asociaciones) que podrían afectar los resul-tados experimentales. Bart1ett, en cambio, estaba interesado en lasinfluencias culturales, motivacionales, etc., sobre la memoria y por ellodebía elegir relatos con contenido semántico. El gran error dé Bartletty de sus seguidores, fue considerar que sus resultados refutaban los deEbbinghaus por un lado, y que explicaban mejor cómo funciona lamemoria en la vida real. De hecho, ambos son enfoques diferentes de

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un mismo problema. Sus resultados se complementan aportando va-liosos datos para explicar la memoria. Al mismo tiempo, tanto unocomo otro sólo pueden predecir tendencias a la hora de tener quehacerlo con sujetos en la vida cotidiana.

Otros casos muestran que la artifíéíalidad es indispensable (Berko-witz y Donnerstein, 1982; Henshel, 1980). En ellos, la demanda de VEcarece de sentido. Henshel (1980) mencionó los experimentos sobrebiofeedback (Black y Cott, 1976) yel aprendizaje del lenguaje en especiesno humanas (v.g., Fouts, Fouts y Bodamer, 1986). Por-ejemplo, Harlowen la década del 50, por un descubrimiento accidental, comenzó aestudiar la afectividad en chimpancés. En uno de sus experimentos, amonos infantes los exponía a madres artificiales. Una era de felpa tibiay la otra, de alambre y proporcionaba leche. Harlow mostró que elanimal pasaba la mayor parte de .su tiempo aferrado a la madre defelpa. De ese resultado infirió que el contacto fisico era un reforzadorprimario, y no uno secundario que se asociaba al alimento por su obviaproximidad con él durante la lactancia. ¿Se puede objetar que esosexperimentos,. por ser artificiales, carecen de generalidad? Si bien elproblema debe resolverse empíricamente, los hallazgos se suponenválidos para extrapolarlos al medio natural. De lo contrario, careceríande interés. Por otra parte, estos ejemplos muestran la debilidad de losexperimentos de campo, ya que hubiera sido imposible lograr un len-guaje artificial en el medio natural de los primates o descubrir laimportancia del contacto físico en la afectividad, por ejemplo. En estesentido, Berkovitz y Donnerstein (1982) distinguieron el realismo mun-dano, que supone VE, porque tienen apariencia superficial con la re-alidad, de realismoexperimenta4 que tiene que ver ton la mejor manerade someter a prueba una teoría o hipótesis.

Se analizará ahora lo planteado por algunos etólogos. En principiolo dicho para Ebbinghaus vale para Thorndike. El también partió dela tradición asocíacionista, y el empleo' de laberintos y cajas-problemasbuscaba ser de características novedosas para el animal. Además, loshallazgos de .Thordnike, al igual que los de Ebbinghaus, se replicarony más recientementeSkinner (1953) mostró que el aprendizaje de ratas,palomas, monos y humanos bajo un programa de intervalo fgo eranfundamentalmente similares. Por ello argumentó que con un alto con-trol experimental es posible eliminar las diferencias ínter-específicas,No es dificil admitir que algunos principios de la conducta sean gene-rales. Si bien es cierto que lo que hacen los animales depende de suestructura orgánica y de su nicho particular, también es verdad quetodos los animales tienen estructuras orgánicas semejantes (células,ADN, etc.), problemas comunes (alimentación, reproducción, lugarpara vivir, etc.), y características ecológicas semejantes (tiempo, espacio,etc.). Por lo cual, no es descabellado hipotetizar que sus conductaspodrían explicarse por los mismos mecanismos. El problema radica enla diferencia entre algunos y todos. Sin embargo, la probable existencia

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de mecanismos intraespecíficos no implica que se prioricen los expe-rimentos de campo, aunque sí la necesidad de trabajar con muchasespecies con diseños semejantes. Por ejemplo, una de nuestras líneasde investigación es probar la hipótesis de divergencia evolutiva en elaprendizaje, que sugiere que los mecanismos del aprendizaje evolucio-naron de tal modo que en vertebrados superiores se agregó uno nuevoal ya existente. Esta hipótesis ha sido sugerida porresultados divergentesentre invertebrados y vertebrados "inferiores" (v.g., abejas, tortugas ypeces) y vertebrados "superiores" (v.g., ratas adultas, monos y humanos)en algunos fenómenos descubiertos en laboratorios y no con experi-mentos de campo (v.g., Bitterman, 1960; 1975, 1986; Papíni, Mustacay Bitterman, 1988). Estos fenómenos serían casi imposibles de descubriren un trabajo de campo; pero si se interpretaran como artefactosexperimentales o como no extrapolables a los animales que viven fueradel laboratorio, no tendrían ningún sentido estudiarlos.

Una vez que se descubre un principio en una situación bien con-trolada y simple, puede validarse en un medio menos .controlado (Hil-gard, 1955), tales como experimentos factoriales, de campo oimplicaciones en áreas aplicadas. Por ejemplo, Petrinovich (1990) conexperimentos de campo cuestionó la hipótesis sobre la existencia delperíodo crítico en el chingolo de corona blanca que anteriormente sehabía sugerido por resultados hallados en experimentos de laboratorio.

La investigación supone un proceso dinámico y complejo. Los di-seños probabilísticos, con alta VE, parecen aptos para encontrar corre-laciones o generalizaciones empíricas. Son importantes porque puedenpredecir con grados de probabilidad relaciones- funcionales. Además,pueden servir para orientar a los investigadores en el hallazgo deposibles relaciones (contexto del descubrimiento), que luego se puedenconfirmar en contextos más controlados. A la vez los diseños sistema-ticos son más adecuados para confirmar teorías y descubrir mecanismospróximos, aunque también son útiles para describir relaciones funcio-nales entre estímulos y respuestas. Sus resultados pueden ser extendidosa medios menos controlados, tales como estudios clínicos o experimen-tos de campo. Estos últimos, a su vez, permitirán medir el peso relativode las relaciones halladas en el laboratorio teniendo en cuenta otrasvariables.

Ciencia Básica vs sus Aplicaciones

Aunque hay alguna controversia (v.g., Manicas y Secord, 1983) seasumirá que la distinción entre ciencias básicas y sus aplicaciones serefiere a los fines de una investigación, pero no a su metodologíaesencial. La ciencia básica o pura tiene por objeto aumentar nuestroconocimiento sobre la naturaleza de las cosas;' las teorías o ·leyes sona Ia vez culminación de un ciclo de investigaciones y una guía para las

posteriores. Las ciencias aplicadas tienen finalidades prácticas, sus teo-

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rías son la base de sistemas de reglas que prescriben el curso de unaacción óptima para transformar el mundo (Bunge, 1985). Todas las

ciencias fácticas tienen un cuerpo de conocimientos básicos y un áreade aplicación;

Según Bunge (1985) la aplicación plantea problemas que sólo laciencia básica puede resolver, aunque requiere un cuerpo de investí-gacíones especiales, que producen teorías tecnológicas. Estas son sus-ta~ivas u operativas. Lasprimeras suministran conocimientos sobre losobjetos en acción y S?n aplicaciones de teorías científicas a situacionesreales (v.g., teoría del aprendizaje). Las segundas proporcionan datossobre la .acción misma y nacen de la investigación, aplicada (v.g., decisiónóptima sobre la aplicación de un conjunto de técnicas de moclificaciónde la conducta en un centro de rehabilitaciónpara drogadictos en unaciudad y tiempo determinadosj. Por otro lado, está el técnico que, adiferencia del investigador, no tiene necesariamente que contrastarteorías, sino que aplica técnicas 'ya probadas (v.g., enfermero, psicólogoclínico o médico). Una teoría puede ser aplicada con éxito si contienealgún elemento relevante para el problema a resolver. Bunge (1985)también advirtió que muchas teorías científicas fundamentales puedenno ser eficaces en el dominio de la acción, al menos rápidamente. Lasteorías tecnológicas se eligen más por su eficiencia en la aplicación(mayor beneficio con menos costo) que por el grado de complejidado nivel de abstracción. Por ésto no conviene pensar en una cienciaexclusivamente instrumental, ya que si la investigación científica seocupara solamente de resolver necesidades inmediatas, es posible queno existiera una ciencia básica desarrollada,

Es posible que en las investigaciones operativas la validez externasea un requisito necesario, ya que deben ser aplicadas correctamentea los fines que se propone. Por ejemplo, en las investigaciones sobrevalidación de tests con contenido cultural o sobre' aplicación de unaestrategiaterapéutica la especificación que reclama Campebell y Stanley(1966) y sus sugerencias parecen muy apropiadas.

Si la psicología, opera como las demás ciencias fácticas, se puedeinferir que los resultados obtenidos en el laboratorio pueden ser ex-trapolados a áreas aplicadas. La abrumadora cantidad de ejemplossugiere que ello es cierto. Sólo para mencionar algunos, gran parte dela terapia cognitiva- comportamental contemporánea se basa en losprincipios de condicionamiento clásico (v. g., Pavlov, 1927) y operante(v. g., Thomdike, 1911; Skinner, 1938), descubiertos en el laboratorio.Su eficacia respecto .de las demás terapias genéricamente llamadasdinámicas (v, g., psicoanálisis, lacanianas, etc.) es ya un hecho casi sincontroversias. (v. g., Yates, 1977). Otros investigadores (v. g., MiUer,1985) documentaron.hechos que mostraron la importancia de los ex-perímentos de laboratorio para la tecnología de la psicología. Se destacael uso de los principios de aprendizaje y de la conducta derivado de

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las investigaciones con animales y humanos para tratamientos talescomo la enuresis (v. g., Mowrer y Mowrer, 1938), la escoliosis (v. g.,Dworkin, 1982), el estrés (v. g., Levine y Ursin, 1980), el tratamientodel dolor (v. g., Roberts y Reinhardt, 1980), la depresión (v. g., Overmier,1986), los problemas sexuales (v. g., Masters y Johnson, 1967) la terapiadel comportamiento (v.g.,Wolpe, 1958), la medicina comportamental (v.g., Pomerleau y Brady, 1979, Miller, 1983)yla prevención de enfermedades(v. g., Miller, 1984).

Igual que las otras ciencias, las implicaciones tecnológicas de unresultado obtenido en el laboratorio, no siempre han sido tenidas encuenta por el investigador básico, pero son tomadas por el tecnológico.Por ejemplo, Schamberg (1984) impresionado por los hallazgos deHarlow (1962) en los monos infantes privados de sus madres, quemostraban un déficit provocado por la falta de contacto fisico con ellas,realizó una investigación con bebés prematuros que por razones desalud debían permanecer en la incubadora. Mostró que los bebés delgrupo experimental al cual una enfermera le acariciaba y manipulaba elcuerpo por períodos de 15 minutos durante 10 días, fuvieron respectode otro grupo sin contacto fisico, un 74% más de peso corporal, estuvieronen el hospital 5 días menos, fueron más activos y en test espeeíñcosmostraron mayor maduración en conductas de habituación, motrices yde regulación. En el mismo sentido, los estudios sobre el lenguaje enchimpancés (v.g., Gardner y Gardner, 1984) mejoró la enseñanza de niñoscon retardo mental y conautismo (v.g.,Ronski, White, Miller y Rumbaugh,1984).

CONCLUSIONES

Esta revisión quizo mostrar en primer lugar que la investigación cien.tífica, en el intento de acceder al conocimiento del universo opera reali-zando sucesivas .símplíñcacíones, que implican hacer un recorte de larealidad y controlar y medir unas ~ variables en un problema deter-minado. El método experimental es el más eficiente para explicar laconducta y no se contrapone con el estudio del caso individual sino queambos son parte de distintos momentos en el proceso de investigación.

La lógica de un experimento no requiere necesariamente que lassituaciones y los sujetos representen las condiciones del mundo real(en el sentido de parecidos fenoménicamente a él) para generalizar susresultados, ni siquiera que los fenómenos provocados en el laboratorioexistan espontáneamente en la naturaleza. Todas las investigacionestienen algún grado de "artiticialidad". La generalización de los resul-tadosexperimentales no tiene correlación positiva con la validez eco.lógica (VE) sino que depende del poder explicativo de una teoría, porun lado, y es un problema que se resuelve empíricamente por el otro.Por lo tanto, no existe oposición entre experimentos de campo o de

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laboratorio, y diseños sistemáticos o probabilísticos. La elección de unou otro depende de los objetivos de una investigación y de otros factores,tales como los recursos económicos ysu factibilidad .. Los resultadosde experimentos realizados en laboratorios de psicología han mostradoser tan aptos como los de' campo para extrapolarlos a áreas aplicadas.Ello implicaría que la aplicación de leyes a casos particulares es seme-jante en ambos tipos de diseños; por lo cual la exigencia de VE carecede sentido. En cambio, la demanda de validez externa parece adecuadaen casos de investigaciones operativas.

En función de este análisis, éla crítica a. la artificialidad de losexperimentos de laboratorio; es un problema o un pseudoproblema?Si fuero ésto último, la demanda de VE e incluso su concepto mismo,son inócuos o pueden ser peligrosos para el desarrollo de la psicologíacomo ciencia? -

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