revista impresión 28: gritos y susurros políticos

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  • 8/3/2019 Revista Impresin 28: gritos y susurros polticos

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    ISSN 1994-0998

    Grit rr

    pltic

  • 8/3/2019 Revista Impresin 28: gritos y susurros polticos

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    0203

    cntenid

    Publicacin de los estudiantes de la Especialidad de Periodismo

    Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicacinde la Pontificia Universidad Catlica del Per

    Ao 12, n 28, noviembre del 2011

    Universitaria 1801,

    Miguel

    a 32 - Per

    511) 626-2000

    11) 626-2805

    ww.pucp.edu.pe

    Palabra

    "No hemos hecho terrorismo, hemos hecho revolucin" 04Activismo & terrorismo? 07"En el Per, la gente ya no es feliz" 08Detengan el bullying! (infografa) 11

    El nuevo oxgeno del periodismo 14

    Indignaos 16

    Nadie sabe para quin trabaja 18

    Balconcillo: el reino del espanto 20

    El ftbol peruano en cuatro 21

    Nowhere man 24

    Platillos voladores y delirios colectivos 27

    Cuando el arte se vende 30

    Mozo deme un mixto! 32

    En la mesa con Pedro Miguel Schiaffino 33

    Educacin que migra 36

    Mas vale tarde que nunca 38

    El hambre de Somalia 39

    Steve Jobs (infografa) 40

    Impresin es, para quienes formamos parte de la Especialidad de Periodismo,un espacio en el que convergen reflexiones sobre diferentes aspectos denuestra sociedad. Aqu no hay temas establecidos, secciones fijas, ni espa-cios rgidos. Lo que persiste, a pesar del transcurso de estos doce aos, es l apasin. Artculos escritos por alumnos de vocacin periodista, interesadosen acercarse a la verdad y en informar clara y desenfadadamente sobre elacontecer nacional e internacional.En noviembre de 1999 se publica el primer nmero de Impresin conla asesora de Juan Gargurevich, primer coordinador de la especialidady actual Decano de nuestra Facultad. En ese entonces, alumnos comoVanessa Antnez, Joaqun Ortiz, Jernimo Pimentel, Marco Sifuentes, KarlaBardales y Jaime Villavicencio hicieron posible el proyecto que hasta ahoraes estacin inevitable para nuestros futuros periodistas. As, desde los ini-cios de la especialidad, Impresin ha sido un espacio entraable en el quesiempre se puede regresar y volver a mirar nuestros pasos.

    Poco tiempo despus, para noviembre del 2003, ya tenamos el nmero12 en nuestras manos; esta vez la asesora caera en manos de AbelardoSnchez-Len, quien asumira tambin la coordinacin de la especialidad.Con Balo la revista toma un nuevo giro, se cambia el diseo e incluso el for-mato de los artculos: ms largos, ms crnicas, ms fotos. Sin embargo, loque nunca ha cambiado es el entusiasmo con el que los alumnos proponenlos temas, decididos a revolucionar el mundo, con esa conviccin que sololos jvenes tienen. Eso es Impresin, una publicacin en la que los alumnosse vuelven periodistas.En este nmero seguimos creyendo y apostando por nuestra revista, bande-ra de lucha en la trinchera universitaria. Los gritos juveniles trascienden elcampus y se mezclan con ciertos susurros de los profesionales de la poltica,que con frecuencia no abordan directamente los principales problemas.

    Vivimos tiempos que anuncian cambios. Y muchos de ellos apuntan a unfuturo bastante mejor.

    Margarita Ramrez JeffersonCoordinadora de la Especialidad de Periodismo

    Colaboradores:Silvia Crespo, Gabriela Patrn, scar Garca Meza, Brbara Salas, Luca mercado, Dan Lerner,Vera Luca Jimnez, Alicia Rojas, Javier Wong, Luisa Garca, Diego Amado Olivas, KarinaMontoya, Jonathan Diez, Julio Rospigliosi, Hans Ruhr, Jess Sifuentes.Coordinadora de la Especialidad de Periodismo: Margarita Ramrez Jefferson.Diseo y diagramacin: Carolina Arredondo / rea de diseo FCAC-PUCPCorreccin: Mara Paz De la CruzImpresin: RyF Publicaciones y Servicios

    Hecho el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per N 2009-04713

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    0405

    TEXTO:sil

    via

    crEspO

    "N he hech terrri,he hech revlcin"

    Llego muy temprano, espero en la puerta hastaque se forme un grupo considerable de visitan-

    tes para que el polica de turno nos haga pasar.

    En Santa Mnica, el penal de mxima seguridadde mujeres en Chorrillos, se encuentra mi prxima

    entrevistada, pero los policas no deben saberlo.

    Soy la visitante nmero 18. Escriben el nmeroen mi antebrazo, colocan el sello del pabelln, el

    B, y el de una imagen ms que no reconozco. Mi

    pequeo bolso, en donde tan slo llevo un lpiz y

    papel, pasa por una minuciosa revisin de rayos X,y luego es inspeccionada an ms por la siguiente

    polica. Despus de esto, me dirijo a una habita-

    cin en la que me esperan para comprobar que nolleve objetos ilcitos o sustancias prohibidas en mi

    cuerpo. Felizmente, salgo airosa de esta revisin.Tan solo me falta pasar por una reja controlada

    por una nueva polica.

    Una vez en el pabelln, pido hablar con la dele-

    gada para solicitar que Elena Iparraguirre, lder

    ENTREVISTA A ELENA IPARRAGUIRRE EN EL PENAL DE CHORRILLOS

    Para ingrear al lugar dnde me dirijo e neceario ir con falda y zapato bajo. sin celulare,

    llave ni objeto metlico, entre otra retriccione como no llevar caaca negra con capu-

    cha. Le anteceden pequea tienda que ofrecen en alquiler falda y andalia, y tambin

    puede guardar tu pertenencia por tan olo un nuevo ol.

    de alto rango en la organizacin terrorista Sende-

    ro Luminoso, me pueda conceder un empo pararealizarle una entrevista. Al parecer est ocupada,

    en una hora me podr atender. Mientras tanto, la

    delegada me cuesona sobre los temas a tratar. Eldilogo uye de manera cordial.

    Llega el momento de la entrevista, estoy nerviosa.

    Elena me recibe en su espacio de estudio, y un gato

    blanco la acompaa. Me dice que no me pudo aten-der antes porque estaba estudiando (dicta clases de

    Historia a sus compaeras). Inicia la conversacincontndome cmo fueron sus primeros das en la

    crcel, habla mucho ms que yo. Parece que la en-trevista ha comenzado.

    Cmo fueron sus primeros das en la crcel?

    Cuando me tomaron presa, me llevaron encapucha-

    da y esposada a la Isla San Lorenzo. Claro que yono saba a dnde me llevaban, de eso me di cuen-

    ta despus. Me meeron a un cuarto oscuro en elque haba una pequea ventana y, por ah, vi el mar.

    Frente a m haba 28 guardias con metralletas. Aho-

    ra que me acuerdo me parece gracioso, pero en esemomento pens: tanta plata van a gastar en m?

    Si estoy sola y no tengo nada. Luego, cerraron lapequea ventana que tena. Estuve encerra-

    da en ese cuarto por todo un ao.

    Qu hizo da tras da durante todo ese

    o?Bueno, lo primero que haca era ubicar-

    me en el empo: deduca, ms o me -nos, qu hora era por los ruidos. Luego,

    caminaba y haca una hora de deporte:

    daba unas 290 vueltas alrededor del pe-queo cuarto en el que estaba. Tercero,

    me paraba en una esquina del cuarto y re-cordaba las citas del marxismo, era la hora

    ideolgica: converr el dolor en fuerza,

    la mujer es la mitad del mundo. Cuar-to, reconoca las tareas polcas

    que debamos hacer, como

    analizar por qu hecado?, qu es lo queva a pasar?, cul va

    a ser la perspecva?

    Quinto, realizaba ope-raciones matem-

    cas para mantener alcerebro gil: sumas,

    restas y mulplica-

    ciones, en mi menteya que no tena lpiz

    ni papel. Sexto, ejer-citaba la palabra pen-

    sando en sinnimos,

    antnimos y recordaba novelas. Aqu fue cuando

    comenc a crear poesa que yo sola recitaba en vozalta, pero siempre me decan guarde silencio!.

    Cree que la crcel la ha cambiado?

    S, la crcel me hizo madurar porque se ene ms

    empo para reexionar. Cuando ests afuera tesientes presionado por el ritmo de la vida codiana;

    en la crcel, como tena mucho empo para pensar,cre un instrumento nuevo para m: la poesa.

    Q la aal o o?Bueno, mis hijos estn en el extranjero y no los veo

    hace mucho empo. Ellos no pueden venir porquesino

    Por qu decidi incorporarse a la guerra?

    Los peruanos como yo, que no queramos ser in-

    diferentes a la pobreza, no podamos ser extraosa las condiciones que se vivan. En ese entonces,

    haba un 70% de pobreza y un 35 % de pobreza ex-trema. Hemos llegado ms all.

    Cree que el Per ha cambiado con respecto a esa

    poca?

    Claro, en la dcada delsesenta haba un gran

    menosprecio almundo andino. Con

    los hechos de la

    dcada del ochen-ta, este mundo se

    ha hecho respe-tar; ahora hay di-

    rigentes campesi-

    nos y el mundo andinoene representantes

    en el Congreso. Ade-ms, ahora existe unidad

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    0607

    Saludos, mundo. Somos Anonymus. Con esta oracin de aperturagrupo de ciberacvistas anuncian en sus videos el futuro blanco deataque cibernco. Lo que comenz como un fenmeno en inteen el 2006, es ahora un colecvo que ha atacado pginas de disngobiernos alrededor del mundo. El Per no est ajeno a estos ataqEn el mes de junio lograron bloquear las pginas de la Ocina Naciode Procesos Electorales (ONPE), el Ministerio de Economa y Finan(MEF), el Instuto Peruano del Deporte (IPD) y, adems, amenazaronrealizar un ataque similar en la pgina de la Superintendencia Naciode Administracin Tributaria (SUNAT).

    Anonymous, como se hace llamar el grupo, salt a la fama en el 2por Operaon Payback(Operacin Venganza). El objevo fue la empAiplex Soware, contratada para cancelar pginas web que distribumsica violando los derechos de autor (copyright). El grupo argumeque, al cancelar las pginas, se atentaba contra el derecho de inforcin. Ese mismo ao brindaron su apoyo a Julian Assange, creadoWikileaks, y declararon que era derecho de las personas conocer la dad. Lograron inhabilitar el sistema de Mastercard, Visa, PayPal y owebs de pago por cancelar las donaciones de los usuarios a Wikileak

    Estos hackers acvistas anuncian que deenden la libre distribucininformacin y que estn en contra del derecho de autor. Pero actmente, este concepto es arcaico. La informacin en red es distribueditada y da origen a nueva informacin. No se sabe quin es el duoriginal debido a las constantes transformaciones que sufren los daLos que deenden el copyrightson las empresas disqueras, entre otque anualmente pierden millones por no vender discos. No deenla propiedad intelectual, sino el lucro que se pueda obtener de las mcancas.

    Aunque la intencin de defender la libre circulacin de datos parnoble, oculta el crimen perpetrado por Anonymous. Este grupo comactos de ciberterrorismo, lo que implica usar la red para poder camiedo a personas, empresas o gobiernos. Esto se genera cuando se ade de forma ilegal a la informacin privada y se amenaza con difundLa informacin privada puede ser datos bsicos como domicilio, tel

    nos, cuentas bancarias y cualquier registro que pudiese poner en pea una persona o empresa si es que se distribuye. El colecvo poseeTerabyte (1000 gigas) de informacin de la Organizacin del Tratadlnco Norte (OTAN). Para demostrarlo, hicieron pblico en redes soles datos de los domicilios de algunos empresarios.Anonymous uliza la bandera del conocimiento libre para cubrir lostos criminales que comete. Es disnto apoyar la libertad de informaque apoyar el ciberterrorismo, bajo la mscara de acvismo tecnolgInternet es un medio para que las personas se expresen y conozcan sobre el mundo, pero cabe recordar que nuestros derechos termdonde comienzan los de los dems. Exijamos ,entonces, el respeto polibertad de expresin; pero tambin el respeto al derecho de la inforcin privada. Hagamos acvismo para que nuestra voz sea escuchpero no caigamos en terrorismo cibernco. n

    Activi&terrri?

    TEXTO:gabriEla

    paTrn

    /cOmpOs

    icin:vEra

    luca

    jimnEz

    ANoNymus:econmica, hay un territorio nico y una lengua queunica la nacin, que es el castellano, pero tambin

    se respetan el quechua, el aymara y dems. El Per

    ha cambiado. Por ejemplo, toda esa base semifeudalque antes exisa, se ha abierto para que se forme una

    sociedad capitalista. En el campo ya no viven de laagricultura.

    Q oa la aal g l Olla -

    ta Humala? Por ejemplo, en el caso de la Ley de Con-

    sulta Previa.

    El gobierno de Humala es un sistema de explotacin.

    En el caso de la Ley de Consulta Previa se ha avanza-do, pero se le oculta al pueblo que son ellos los que

    deben de tener el derecho a la administracin de la

    mina. Por ejemplo, si ellos no quieren que la empresaminera ingrese, se debe respetar esta decisin y se les

    debe dar recursos para que ellos puedan administrarla mina de igual forma. S e deben imponer condicio-

    nes: el 80 % de las ganancias mineras deben de que-

    dar para el desarrollo del pueblo.

    Qu me puede decir con respecto a lo que est su-

    cediendo en el VRAE?

    Lamentablemente, desde el ao 92, despus de lacaptura de Abimael Guzmn, se produjo una divisin:

    una parte quiso ponerle n a la guerra y la otra parte

    no. Haba un serio problema de direccin en un mo-mento en el que, adems, se planteaban serios pro-

    blemas en el mundo y no lo poda resolver ningunode los que qued. Como no se poda resolver, no se

    poda conquistar el poder; pero los del VRAE dijerons vamos a conquistar el poder. No ene sendo la

    guerra ahora porque esta se hace con un objevo po -

    lco, la guerra no es eterna. Hacemos la guerra paravivir en una paz perdurable y construir un mundo en

    el que todos seamos iguales. El cielo no existe, seconstruye en la erra, en benecio de las inmensas

    mayoras que no enen nada, pero que s enen de -

    recho a decidir su desno.

    Quin fue realmente Julio Csar Mezzich? Se dice

    que l iba a ser el sucesor de Guzmn.

    Era un estudiante de Medicina que perteneca a Van-guardia Revolucionaria y se pas a nuestras las en la

    dcada del ochenta. Pero no es cierto lo que se dice,creo que no estuvo mucho empo.

    Por qu en la dcada del ochenta no se opt por

    una lucha con la va electoral?

    La guerra es un horrible monstruo de matanza. En lasdcadas del sesenta y setenta se luch polcamen -

    te, pero el pueblo estaba harto de tanta explotacin.

    Queramos tomar el poder y, como no nos lo querandar, decidimos tomarlo de forma armada. La guerra

    es un medio para los revolucionarios.

    Si ustedes hubieran llegado al poder, habran res-

    ao la llala?

    S, claro, porque nuestros compaeros son de diferen-

    tes culturas. Consideramos que el Per est avanzan-do como Nacin, el hecho mismo de la transforma-

    cin ha servido para construir una Nacin.

    Q la aal o Aal G -

    mn?

    Bueno, mi relacin es bsicamente platnica (risas),

    ya que no lo puedo ver. Primero, me decan que no lopoda ver ya que no era su esposa y no era legal; lue-

    go, me cas y me siguieron negando las visitas que mecorresponden. Nosotros somos mayores y tenemos

    un ideal comn. Como dice Neruda, para que nada

    nos separe, que nada nos una. Es una decisin libre yasumida responsablemente. Claro que me causa me-

    lancola no verlo, quiero verlo; slo me comunico porcartas con l, pero me limito, ya que s que la Marina

    las lee todas.

    Qu les dira a los jvenes que no vivieron en carne

    propia la dcada de los ochenta?

    No hemos hecho terrorismo, hemos hecho revolu-

    cin. Hemos hecho una revolucin con armas, comola hicieron antes otros pases en las dcadas de los

    sesenta y setenta, en las que la mitad del mundo esta-

    ba compuesto por pases socialistas y tenan banderaroja.n

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    0809

    "En el Per, la gente an e feliz"

    T

    EXTO:DiEgO

    Olivas

    /fOTOilusTracin:francO

    rucabaDO T eres el que va a arreglar el wi-, no?. Me

    pregunt, en el acto, apenas le extend la mano.Nunca supe si me estaba jodiendo o si realmentecrey tal cosa. Vesa un buzo, como si lo hubiesecogido justo antes de salir a trotar. Su pareja es-taba all cerca y me acerqu a saludarla. Se veanmuy hogareos. Era un ambiente clido y tranqui-lo. Le cont que el da anterior lo haba visto enla Universidad, en la conferencia con Sanago Pe-draglio y Salomn Lerner. Estuviste? Qu tal?,quiso saber. Lamentablemente, tuve que confe-sarle que no me haban dejado entrar, pues haballegado tarde. Con esa barba pues, quin te va adejar entrar, dijo. Tuve que rerme. Ciertamente,era ms gracioso de lo que sospechaba. Luego dehablar sobre la Universidad e intercambiar algnchascarrillo claro que la gran mayora eran su-yos, yo solamente me rea, arrancamos.

    LA viOLenciA pOLticA

    Empezamos desde la raz. Considerado expertoen temas de terrorismo especialmente en Sen-dero Luminoso (SL), quise saber de su pasado enla Universidad de Huamanga. Cmo conoci alPresidente Gonzalo? Qu tan cercanos eran?,

    pregunt. Se frot el mentn y, tras decir que laUniversidad de Huamanga era su casa de estudiosy estaba orgulloso de ella, respondi: Conoc aAbimael Guzmn en la Universidad. l era profesoren la Facultad de Educacin, llevaba a su cargo uncurso llamado Historia de las Ideas Polcas. Yo erajefe de prcca de Matemcas y, a la vez, alum -no de Ingeniera Rural. Nunca fuimos realmenteamigos. l era mayor que yo; adems, yo militabaen la izquierda y l era conocido por ser del Par-do Comunista. Nunca pens hacerme comunista,jams tuve esa predisposicin a aceptar las cosasque l difunda. l cricaba a los guerrilleros, alChe Guevara lo llamaba pejo. Era obvio que no

    tenamos puntos en comn, al contrario, haba po-lmicas y discusiones entre los que eran de SL y losque ramos de la izquierda, llammosle nueva,no comunista. Es sabido que, por ese entonces,esas eran las polmicas en las universidades: entrelos senderistas y los que estaban con el Movimien-to de Izquierda Revolucionaria y con VanguardiaRevolucionaria, que despus formamos IzquierdaUnida y parcipamos en las elecciones. Ellos con-sideraban que ramos unos electoreros, traidoresy cosas por el eslo.

    Su experiencia como senderlogo parece diver-rle. Habiendo publicado numerosos estudios entorno a esta organizacin terrorista, como La auto-defensa armada del campesinado y Sendero Lumi-noso y FFAA: dos estrategias y un nal, podemosarmar que el tema lo encandila. Me cont queen 1980 fue candidato a una diputacin por Aya-cucho, por la Unin de Vanguardia Revolucionaria(UDVP). En ese ao, empez a estudiar al grupoterrorista. SL empez a matar a todos. Obviamen-te, te dars cuenta de que tuve que salir de Limadisparado, porque si no, me mataban. Y cuandoregres, me di cuenta que ac la izquierda no tena

    claro qu era SL. Consideraban que el camino ha-cia la lucha armada era el indicado, mucha gentede izquierda estaba confundida; as que decid es-pecializarme. Trabaj como Diputado de la Naciny miembro de la Comisin de Defensa y Orden In-terno, y empec a dar conferencias sobre el terro-rismo. Publiqu en La Repblica 212 columnas so-bre SL. Era consultor de las empresas, pues todasqueran inverr en esas zonas y queran ver qupasaba con la violencia. Crea en una posicin mili-tante en la que se poda luchar por la paz. Despusfui miembro de la CVR y all me toc coordinar, conotros miembros, todo lo concerniente a SL. Paraese entonces, ya conoca bastante, cuenta.

    Mucho podran decir que et algo loco. Hay quiene lo relacionan directamente con

    el terrorimo. Otro no pueden evitar traer a colacin u polmica declaracione. Lo

    cierto e que Carlo Tapia e un peronaje ingular. Etudi Ingeniera Agrnoma en la

    Univeridad san Critbal de Huamanga, pero, curioamente, u carrera poltica, que

    inici al unire al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) a lo 22 ao, lo hizo m

    conocido que u profein. Ha participado en eminario y conferencia obre terrorimo

    en divero pae de Amrica Latina y Europa, fue miembro de la Comiin de la Verdad

    y Reconciliacin, fue exidelogo del Partido Nacionalita Peruano y, en la ltima elecci-

    one, particip como aeor de Ollanta Humala en Gana Per. Actualmente, e aeor de

    la Preidencia del Conejo de Minitro (PCM) y afirma que la vida ya no hace feliz a lo

    peruano, pue exite una deigualdad que no condena y que e apoyada por lo medio.

    Agreg que la violencia polca no se redujo so-lamente a ideas. El 29 de diciembre de 1993, SLdinamit su casa en Lima. l no estaba presente.Han muerto muchos amigos mos por SL. Y tam-bin muchos otros asesinados por los malos ele-mentos de las FFAA, sosene.

    viOLenciA urbAnA

    Estbamos solos en su sala. A pesar de habermencionado su premura, Carlos pareca tranquilo,

    sosegado. Cuando pretend pasar del tema de vio-

    lencia polca a su interaccin con la violencia enla ciudad, se mostr un tanto reexivo. El asesor

    de Lerner en la PCM no vacil al escuchar la pa-labra feminicidio. Para l, todo gira en torno a la

    igualdad. Esta problemca es ms recurrente en

    el campo que en la ciudad. Si un da cualquiera,un hombre asesina a su esposa porque le engaa

    con otro campesino, qu sucede? Nada, nadiese entera. Lamentablemente, muchos no enen

    a quin recurrir. Algunos ni siquiera enen DNI,no estn registrados, sosene. En su percepcin,

    esto guarda relacin con nuestra sociedad ma-

    chista y patriarcal, en la que la mujer todava es unobjeto subordinado al poder del varn. Tapia ar-

    ma que aquello sucede en pases como el nuestro,en los que cuanto ms atrasada sea la sociedad,

    ms natural se da la violencia domsca en todas

    sus facetas. Es una parte oscura que la sociedad

    no quiere reconocer, ene que ver con la bsque-da de la libertad, de una sociedad libre en la que

    los hombres no tengan esos miedos, traumas y se-

    cuelas en la formacin de su personalidad que losllevan a hacerle dao a las mujeres. Esto es algo

    que nunca se ha conseguido. Aqu el hombre viveocultando sus temores, creyendo que siempre

    tendr el dominio de la situacin, que puede ha-

    cer lo que le plazca. Eso es parte del atraso. Slose podr superar cuando nuestra sociedad sea

    ms libre a travs de la equidad, repuso.

    Pero, qu podra hacer el gobierno para fomen-

    tar ese pensamiento de libertad e igualdad? Surespuesta fue de lo ms insospechada: Hay que

    meter presos a todos los violenstas. Si le pegan

    a tu mam, por qu no pedir que metan presoal que lo hizo?. Entonces, repregunto, me est

    diciendo que para erradicar la violencia tenemosque meter presos a todos los vicmarios?. Pero

    por supuesto, arma sin vacilar. No me cabe lamenor duda. Te agrada el escenario en el que la

    pobre mujer se acerca a la comisara con el ros-

    tro golpeado y el ojo morado, y el polica le dicebueno, algo habrs hecho para que tu esposo te

    deje as?, agrega. Y yo vuelvo a intervenir: No ledigo que est mal, pero acaso esa es la nica so-

    ENTREVISTA A CARLOS TAPIA, ASESOR DE SALOMN LERNER GHITIS EN LA PCM

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    1111

    lucin?. Jams. Nunca hay una sola solucin. De-

    bemos comenzar por algn lugar y ese es un buenpunto de parda. No te parece?, responde.

    LA viOLenciA y LOs mediOs

    Connuamos hablando de la ciudad, pero ahoranos tornamos ms coyunturales. La desgraciadamuerte del aliancista Walter Oyarce y la galera depersonajes inculpados todava siguen invadiendola prensa. La desaparicin de este joven de 24aos todava es fruto de miedos e indignaciones.Tapia est ms que enterado del asunto y aprove-ch la oportunidad para invitarme a una marcha,encabezada por el presidente Humala, que se rea-lizar el 15 de octubre.

    Ese da habr una marcha de la sociedad peruana,de rechazo a la violencia social. Estos problemas

    suelen responder a diversas y complejas situacio-nes, tanto sociales como individuales. Cuando su-cede algo tan terrible como lo que le ocurri a estechico, se debe actuar y hacer que la sociedad civilse levante. Todo lo que pueda hacer un ministerioo el Gobierno en s mismo nunca ser suciente. Sino hay parcipacin y no se genera una concienciacolecva y nueva de rechazo a estos actos conde-nables, las cosas jams saldrn bien.Su entusiasmo no aque. Al contrario, se mostrms serio y decidido. Hay algo que todos debenentender. T sabes el nombre del chico, del alian-cista asesinado, verdad? De acuerdo, dime, porcasualidad no sabrs tambin el nombre del chicodel Sport Boys que muri apualado por los ba-rristas? La gente no lo sabe porque la prensa no seinteres en l. Y por qu crees que se preocuppor un joven fan de Alianza Lima que se ha ca-do del palco y no lo hizo cuando acuchillaron aeste joven humilde de los barracones del Callao?Porque el primero era alguien en un palco, en sulugarcito en la tribuna norte. Se desat algn es-cndalo por el chico apualado? Se hizo algunamarcha? No. Debemos reexionar. Esto sucedeporque los hechos son recogidos por el periodis-

    mo de acuerdo a sus intereses, sosene.

    Tapia sigui proponiendo ejemplos ajenos al ft-

    bol: Desde febrero a julio de 1992, SL puso 17coches bomba alrededor de Lima. Uno fue el de

    Tarata. Qu hay de los otros 16? Los de Tarata

    fueron vcmas inocentes, pero, carajo, y losmuertos de Puente Piedra? El coche bomba de la

    Comisara? Y los del coche bomba en Villa El Sal-vador? No valen lo mismo. La prensa levant todo

    ese polvo con el incidente de Tarata porque suce-

    di en Miraores. No puede ser que en este pas

    nos jemos en la violencia slo cuando hay muer-

    tos de la clase alta. Otro ejemplo: tras la matanzade los ocho periodistas en Uchuraccay, en 1983,

    todos los 26 de enero, fecha en la que sucedi lamasacre, hay una marcha por los deudos en la

    comunidad. Yo los acompaaba, me pareca una

    responsabilidad comparda e importante. Pero,con el empo, la comunidad empez a recibir a

    los periodistas y a los familiares de los fenecidosde una manera poco respetuosa. Finalmente, un

    ao en el que los acompa, hubo una feria en laque vendan chicharrones, bebida y de todo. In-

    dignado, busqu al presidente de la comunidad

    y le pregunt por qu dejaba que eso suceda. lme llev a una esquina y me dijo: lo que pasa es

    que usted viene porque sabe que esos son susmuertos. Pero en nuestra comunidad tenemos

    135 muertos, nadie viene por ellos, nadie sabe

    quines son.

    Todo esto, segn Carlos, atae a una desigualdadque nos reene y es intensicada por el periodis-

    mo. En el Per, arma, existe esta desigualdad queno solamente se expresa en los niveles de vida,

    sino en cmo est construida la sociedad. Se trata

    de una demostracin de que los medios cumplenuna funcin deformada de su profesin porque

    estn sujetos al rang y a la condicin econmicade la empresa. Se debe construir otro periodismo

    en el que se reexione en torno a este problema.

    Como hincha del Sport Boys, qu nos puede

    decir sobre las barras bravas y el caso Oyarce?,le pregunto. No voy mucho al estadio, pero creo

    que este es un problema que ene que interiori -zarse para resolverse. Las barras bravas son una

    expresin de la ira contenida y de la frustracin de

    la vida de los jvenes; ellos no estn contentos,por ello, beben o se drogan. En el Per, la gente ya

    no es feliz, la vida ya no hace feliz a las personas,se sienten frustradas y esto es parte de un sistema

    que nos lleva a comper permanentemente. Estesistema dice todo vale si te hace feliz, no importa

    lo que pase con el resto, lucha, no seas cojudo. En-tonces, yo me meto marihuana, PBC, entre otrascosas. No enen lmites y eso es producto de una

    enfermedad muy profunda, no slo de nuestrasociedad, sino del mundo. Recuerda lo que est

    pasando en Espaa o en Grecia. La desigualdad

    es muy grande. Es por ello que, para sosegar esecomportamiento y reducir esos actos, debemos

    luchar por una sociedad que goce de igualdad; yeso suceder cuando los medios de comunicacin

    estn al servicio del cambio y no mantengan esadiferencia, naliza.n

    infOgrafa:Oscar

    garca

    mEza

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    1213

    El Etad El puente ms directo entre una dictadura y la ciuda-dana es la prensa. Es el medio para canalizar ideas queestabilicen regmenes que no se sustentan en la vo-luntad popular, sino en el control de sus posibilidadeselectorales y la censura de las posibilidades de accesoa libre informacin. S, hay dictadores que llegan al po-der democrcamente. Hugo Chvez lleg a la presi-dencia en 1998 a travs del sufragio y de un pardopolco llamado Movimiento Quinta Repblica, (ase-sinado y desintegrado en el 2006) por su propio lder.Embriagados de poder e intolerantes a las crcas, nosoportan la independencia de la prensa y hacen todolo posible para maniatarla: leyes que penalizan la libreopinin, multas homricas imposibles de pagar, crcel(muerte, en algunos casos), condiciones de vida extre-mas y, la forma ms injusta, el exilio.

    El hecho que sea una prcca comn en las dictadu-ras no jusca en lo absoluto su accionar. La demo -

    cracia es medio y, a la vez, n: la prensa es uno de lostantos sostenes instucionales que se necesitan paramantener vivo un aparato democrco. Si el poder semezcla con el periodismo, en un hbrido incomprensi-ble, el resultado es inverso: se usa al periodismo comomedio para nes dictatoriales. Pueden ser los perio-distas piezas dentro de una dictadura? Los periodistasson corrupbles y pueden serlo segn sus intereses.Los periodistas, s. El periodismo, no.

    Carlos Menem, entre 1991 y 1995, le vendi armasa Ecuador en el contexto de un conicto armado conPer. Fue un golpe bajo, una suciedad y tambin unescndalo polco que llev a Emir Yoma, excuadode Carlos Menem y quien fuera el organizador de en-vos ilcitos de armas a Ecuador y Croacia, a la crcel.Menem fue denunciado, en principio por la aguerridainvesgacin del periodista Daniel Santoro y luego porel Ministerio Pblico de Argenna, y el caso se enredpor aos en las picas maraas de corrupcin de unPoder Judicial controlado. En sepembre del 2011, elTribunal Oral en lo Penal Econmico 3 absolvi a Me-nem y a los 17 imputados.El periodismo es denuncia, pero no puede actuar solopara ser el ansiado (ingenuo, segn algunos) guardin

    de la democracia. Tambin se dice que el trabajo delperiodista termina con la publicacin. No estoy deacuerdo. La publicacin es el paso nal del trabajo pe-riodsco, pero es el inicio de un ciclo de conictos yefectos sociales que vienen detrs de la invesgacin.Es justamente este po de periodismo el favorito paraser silenciado por las dictaduras. El periodismo duro,necio, que ene un rumbo e ideal, y cuyo nico com -promiso es con la verdad y con la democracia.

    El caso de Menem es interesante porque sac a la luzlas conexiones del gobierno de Crisna Fernndez yCarlos Menem, versiones expandidas del ms duro ycaleta peronismo. Pues en este caso vemos cmo una

    invesgacin periodsca puede ser una piedra en elzapato para un presidente. El caso Watergate es elms famoso por la posterior salida de Richard Nixon.A dictadores y corruptos, el periodismo los enferma ylos fasdia, por lo que la nica solucin es mandarloscallar.

    Alberto Fujimori es nuestro caso estrella para explicarlas nefastas condiciones para el periodismo en una d-cada controlada por Vladimiro Montesinos, que com-pr periodistas y medios como se le dio la gana, sinencontrar mnimas recencias. El caso peruano es pre-ciso para entender que la culpa no es del periodismo,sino de los periodistas. En la dcada fujimorista se ce-rraron medios, se secuestraron periodistas y la libertadde expresin era una gran menra: todo estaba com-prado. Los diarios chichas fueron el boom econmicoy cultural que no permian que la popularidad de elchino disminuyera. La incapacidad de acceder a libre

    informacin es el primer medio para el entram-pamiento de una sociedad.

    Volviendo a Bismarck, solo nosqueda recordar su experienciacomo una enfermedad mal cu-rada: la libertad de expresinsiempre ser amenazada por elpoder que quiera ir ms all desu propia legimidad. Sin em-bargo, es en esas condicionesduras, extremas, clandesnas,en las que se pone a prueba lafortaleza del periodista y susconvicciones. Cada periodis-ta puede tener una convic-cin diferente, dice JanetMalcolm en su magistrallibro El periodista y el ase-sino. S, podemos entrar enel nebuloso campo de losubjevo y nunca termi-nar esta discusin. Pesea no poder llegar a unadenicin universal de loque es la verdad, (y esta

    es el n del periodismo) ylas verdades son hechos,y los hechos son situacio-nes exactas y facbles; lagran diferencia entre laAlemania de Bismarck y lassociedades lanas actualeses que ahora el debate espblico, y eso es posivo.Antes no se deca nada yera un tema ajeno a las re-dacciones. Ahora se discu-te, se piensa y se debate. Almenos, eso es un avance.n

    Conforme pas el empo, Bismarck se convir en elala ms conservadora de Europa. Ampli el sufragio uni-versal para as tener un bolsn de votos ms amplio y seacerc al nacionalismo para lograr la falsa Constucin de1871. Su verdadera intencin era llegar al poder, formar ungran imperio y vencer a los liberales. No quera acercarse a losnacionalistas, pero saba que era la nica manera de implantarun Estado falsamente democrco y opacado por la sombrade su Constucin. Concentr un ncleo militar y polco, unaautoridad central ejecuva y legislava.

    Ya en el poder y con la sensacin de omnipotencia, Bismarcklogr nacionalizar lo que l consideraba el mecanismo socialms propenso a la protesta: la prensa. Su intencin era ponera los medios bajo el control del Estado. La prensa alemana seestanc en la Alemania de Bismarck, mientras que en otrospases europeos ya sonaban las primeras proclamas a la in-dependencia y la libertad de expresin. The Times era unaproclama a la libertad. Howard Russell fue el brillante cronistaencargado de denunciar los excesos de la guerra de la Crimea.La Alemania de Bismarck es recordada por el radical cierre, laestazacin y la represin de diarios, periodistas y todo lo quese considerara opuesto al rgimen.

    Bismarck puso en vigor la ley que permia al gobierno elimi -nar los diarios que atentaban contra el bien comn, acusandoa los periodistas de develar secretos de Estado en perjuiciode la nacin. Pero no era suciente. No solo quiso callar alos periodistas que lo ldaban de autoritario, sino que tam -bin necesit una prensa franelera que elogiara sus polcasde gobierno. As, desn parte del presupuesto del Estado acomprar periodistas y peridicos para que alabaran su ges-n. Nunca se miente ms que en el empo que precedeuna eleccin, durante una guerra y despus de una cacera,dijo Bismarck. Era un hombre que crea en sus palabras, en susacciones y, sobre todo, en la nacin alemana.

    La menra era el comn denominador de la prensa dominadapor Bismarck. Soltaban rumores, medias verdades y omian

    informacin con tal de elogiar la presencia ale-mana en la guerra. Uno de los diarios ms pres-

    giosos de Alemania, Norddeutsche AllgemeineZeitung, solt el rumor de que tropas inglesas in-

    vadan el pas para degollar a sus soldados y beber susangre. Otro de los diarios ms importantes, Die Zeit, tambinbajo el poder de Bismarck, min respecto a un monje fran-cs que le cortaba los dedos a soldados alemanes. Nunca seencontr prueba de la veracidad de ambas historias.

    Pues el rumor, por el misterio que encierra, puede ser msfuerte que la verdad. Fue una tcnica muy usada por Bismarckpara lograr una imagen de un Estado soberano, seguro y libre.Bajo la sombra de la constucin federal, come atentadoscontra la prensa, silenciando y censurando a todo aquel queconsideraba peligroso.Retrocedo hasta Bismarck debido al actual debate pblico so-bre la libertad de expresin y cmo esta se ve afectada poralgunos mandatarios de Amrica Lana. El caso del diario ElUniverso de Ecuador, afectado por una vergonzosa multa de40 millones de dlares impuesta por un Poder Judicial ensu-ciado por la cercana con Rafael Correa, es una versin mo-

    derna de la acin por callar al periodismo: la intolerancia delgobernante debilita a una democracia endeble en s misma.

    La prensa y los periodistas siempre intentan ser silenciadospor su inuencia en la esfera pblica. Algunos consideran queesta inuencia es mnima, que los periodistas son vanidosos,que se creen ms importantes de lo que realmente son. Pue-de que los periodistas lo sean, pero el periodismo no. En cru-do, el periodismo debera ser la mxima expresin de libertaden una sociedad, debera ser el medio de denuncia y el puen-te de los marginados. Qu hizo Hitler con los intelectualesque lo contradecan? No todos sabemos cul fue el uso dela propaganda? Qu sera Cuba sin una prensa controlada?La prensa sigue siendo la misma amenaza, la misma sombraque enloqueca a Bismarck: esa inyeccin de posibilidades denuevas formas de pensamiento.

    Oo von Bismarck es considerado el fundador de la Alemania moderna. Militar y pol-co, fue canciller de Prusia en 1860 y uno de los personajes claves para entender la so-ciedad alemana de nales del siglo XIX. Reformista y pragmco, fue especialista enencontrar pretextos polcos y sociales para lograr el ansiado expansionismo y refor-mimo militar a gran ecala, prioridade que ya preparaban a Alemania, entre otroconictos blicos a lo largo de casi un siglo, para soportar las dos grandes guerras.

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    1415El nev xgen

    del peridi

    a la aventura del pago por nocias, luego de su fraca-

    so en el 2005. Mientras escribo este arculo, conr-mo que estn de oferta: 99 centavos por las primeras

    cuatro semanas de suscripcin digital. La tarifa regu-lar es de US $3.75 cada semana. Dar resultados?

    En toda esta maraa de informacin, de consumi-dores-productores (prosumers), de canales propios

    de nocias como current.com (con ms de 480 milvisitantes nicos), queda lugar para el periodista?

    Hay razones sucientes para pensar que s. De todos

    los casos expuestos anteriormente, si bien los con-sumidores parcipan en la produccin de la nocia,

    no dedican sus vidas a ello. Los ciudadanos estnembelesados por ser ahora tambin protagonistas

    de la nocia. Y con justa razn. Por mucho empo,los medios llevaron el estandarte de lo que era im-

    portante, y no siempre estuvieron en lo correcto.

    En lugar de ver a los usuarios como una amenaza,

    los periodistas podemos aprovechar esta oportuni-dad para incrementar nuestra agenda de contactos.

    En lugar de pensar que los tweets reemplazarn alas nocias, podemos alimentarnos de la informa-

    cin en empo real que provenga del lugar de los

    hechos. Debe el periodista conar ciegamente enlo que recibe por internet? Su trabajo empieza ah:

    debe recabar, curar y corroborar la informacin. Sinembargo, esto le demandar ulizar nuevas herra-

    mientas para adecuarse a las fuentes de informa-

    cin que ahora manejar y, ms que eso, le exigirreplantear su criterio de cobertura y presentacin

    de nocias

    desde LAs AuLAs

    Segn Internet World Stats, Per cuenta con poco

    ms de 9 millones de usuarios de Internet, lo querepresenta el 31% de la poblacin nacional. De esacandad, 7 millones 100 mil personas enen una

    cuenta en Facebook, y poco ms de 250 mil en Twit-

    ter. Ya no es extrao que, por lo menos, una o dosnocias de los diarios, la radio o la televisin tengan

    como fuente a estas redes sociales. En diciembredel 2010, el asalto al Banco Connental en Gamarra

    fue un claro ejemplo de cmo la comunicacin delmedio con el pblico es ahora ms horizontal que

    nunca.

    Cmo est cambiando la docencia universi-

    taria en comunicaciones dentro de este es-cenario? Esther tambin dicta cursos en dos

    instuciones privadas de educacin superiory cuenta que los docentes enen la libertad

    de ulizar G+ o Facebook como herramientade clase. Pero creo que en muchas casas de

    estudios se impone la burocracia, agrega. Al ini-

    ciar el dictado de sus cursos se sorprendi al darsecuenta de que los alumnos no tenan ninguna rela-

    cin con el uso de Internet, ms all de sus cuentas

    en Facebook. El mito de que slo los jvenes son lostecnolgicos ha sido derribado.

    Por su parte, Jos Enrique, quien tambin ensea,

    nos cuenta un poco sobre cmo trabaja en clase:mis alumnos abren blogs, empiezan a escribir y se

    dan a conocer poco a poco por Twier, Facebook yahora Google+. Incluso, una de las calicaciones de

    su curso evala la calidad de informacin compar-

    da por los alumnos y los comentarios a sus compa-eros y a l mismo cada vez que publican algo en

    esas redes. Hasta las notas son publicadas en esaplataforma, lo que permite que comenten si es que

    enen alguna duda o desacuerdo y pueda resolver-

    se antes de la prxima clase, naliza.

    En la PUCP, el curso de Periodismo Mulmedia bus-ca tambin incenvar la adaptacin de las futuras

    promociones a este nuevo espacio. Perder el mie-do a comparr, aprender a enlazar correctamente y

    conocer a la audiencia en internet son caracters-

    cas bsicas de las l ecciones. Diego Peralta, profesorde dicho curso y jefe de Contenidos Mulmedia de

    elcomercio.pe, ha iniciado el proyecto nopaper.pe,que funciona como un agregador de nocias, ins-

    pirado en el modelo de The Hungton Post. Cadasemestre, los alumnos se encargan de darle v ida.

    Comenzar a ver la web y sus servicios como unapuerta al autoaprendizaje podra ser un buen co-

    mienzo para quienes an estamos en las aulas. Ms

    que eso, internet, incluso, se presenta como unavitrina de exposicin para los trabajos que vamos

    realizando durante nuestros estudios. Hay cientosde canales de difusin, pero escasos contenidos ori-

    ginales que incorporen al otro como protagonista.He ah el futuro en nuestras manos.n

    Comienza el da y, ante de ver la notica en la televiin, revio lo feed de Twitter en

    mi mvil. Leo lo tweet que van apareciendo mientra ecucho la radio. Durante la elec-

    ciones, segu los debates presidenciales junto a cientos de otras personas (ms del 80%

    deconocida), y fue m entretenido renegar acompaada. He coordinado entrevita a

    trav de Twitter, y todo mi trabajo univeritario citan fuente que nunca hubiera podido

    encontrar si no fuera por plataformas como LinkedIn, Facebook, SlideShare, Scribd y, ms

    recientemente, Google Plu (G+)1. Qu et paando?

    Cientos de miles de servicios que permitencomparr opiniones, imgenes, videos y otros

    contenidos llegaron a la vida de millones de perso-nas para reemplazar los estcos sios web que slo

    proyectaban la nocia en texto, complementada con

    algunos enlaces. Ahora, rpp.com.pe te permite perso-nalizar su portada para que veas las nocias que te in-

    teresan y elcomercio.pe, junto a otros diarios peruanosde trayectoria, permiten a los lectores opinar a travs

    de sus idendades en Facebook, Twier o Google.

    Luego, vinieron lospure players, trmino de markeng

    que dene a aquellas empresas que gesonan sus ac -vidades solo en internet. Obviamente, los medios son

    tambin empresas, as que aplicaremos este conceptoa aquellos cuya plataforma de origen est en internet.

    Sios como peru.com, enlacenacional.com, lainforma-

    cion.com y hungtonpost.com son ejemplos de estepo de negocio. Hay, por supuesto, diferencias entre

    unos y otros por razones de pblico, entre otros facto-res. De los cuatro, podra decirse que el nico que real-

    mente ha logrado rentabilizarse exitosamente, al puntode valer 315 millones de dlares, es The Hungton Post.

    El cambio de mentalidad es prerrequisito para cual-

    quier intento de adaptacin y, como sabemos, esa esla nica manera de sobrevivir y salir fortalecidos de lacrisis que proviene del cambio," comenta Jos Enrique

    Escard (AKA @jeesxorcismo en Twie) sobre cmoidear un modelo de negocios que permita a los usuarios

    desenvolverse en un sio de informacin online y que, a

    la vez, sea rentable. Publicista de profesin, pero dedi-cado al periodismo, Jos Escard resalta un proyecto en

    Missouri sumamente interesante que integra la nocia,el medio y la audiencia. Sarah Hill conduce el progra-

    ma U_News@42 a travs de KOMU-TV8, una de las

    varias liales econmicamente independientesde la NBC. Hace dos meses, Sarah tuvo la idea de

    prender una laptop y dejar que los televiden-tes vieran el detrs de cmara del nociero

    a travs de los hangouts en G+. Para estar todos claros,los hangouts son una especie de video conferencia que

    permite a mlples usuarios interactuar visualmentecon un interlocutor, pero todos los parcipantes pue-

    den tomar turnos para verse en la pantalla principal. Loque empez como una ocurrencia termin integrndo-

    se a la transmisin del nociero y ahora ms de 31 mil

    personas pueden parcipar gracias a la cuenta de SarahHill en G+. Y cuando decimos parcipar, no hablamos

    de dejar comentarios, sino de co-conducir el nocieroa travs de contenidos generados por usuarios. Para

    entenderlo mejor, anda al pie de la pgina y copia la

    direccin web en tu navegador.3

    periOdismO pArticipAtivO

    No nos alarmemos. Nadie ha dejado de ver televisin oescuchar radio a pesar de todos los cambios que inter-

    net ha causado en nuestros hbitos. Sin embargo, hay

    un soporte que s ha sufrido reveses inimaginables: elperidico. Tal vez, ya que lo primero que internet per-

    mi hacer a las personas fue colocar texto, los diariosy revistas que no quisieron morir como marca se vieron

    obligados a crear idendades virtuales que otorgaran

    otras experiencias a los usuarios. Los medios peruanosque alguna vez vivieron sin problemas de las rotavas,

    ahora tambin atraviesan un proceso de reinvencinconstante.

    Estamos en un momento de experimentacin nece-

    sario ante lo que todava es desconocido. Sin embargo,

    seguimos, a veces, modelos de afuera, convencidos deque el xito del New York Times se replicar aqu, dice

    Esther Vargas (@esthervar-gasc), editora en peru21.pe

    y fundadora de clases-deperiodismo.com. El

    diario neoyorkino

    decidi lanzarsenuevamente

    1Proyecto de Google abierto al pblico recientemente. Se autodescribe como un compartir en la vida real, repensado para la web.

    Puedes aprender cmo usar este servicio aqu: https://www.google.com/intl/en/+/learnmore/index.html2Lase You News at four.3Pgina de U_News en la web de KOMU: http://www.younewstv.com/areas/komu. Tambin ver http://www.younewstv.com/

    TEXTO:karina

    mOnTOya

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    1617

    Pronto, la empresa que haba empezado comoun pasaempo se convir en el tema recurrentede mis conversaciones y, sin darme cuenta, fui in-

    capaz de escribir, o al menos resumir, todo lo quesaba o pens que saba sobre el movimientode los Indignados.Empec la lectura de El avaro y otros textos paraver si as me libraba de mis responsabilidades.Las fbulas de Luis Loayza eran ms cortas de loque recordaba y, por eso, mejores. Una de ellascuenta la historia de tres prisioneros que vivenen una crcel: el primero suea con el campo,anhela labrar la erra y descansar bajo la som -bra de un rbol; el segundo suea con una mujer,hermosa como ninguna, de grandes ojos, cuerposuave y clido; el tercero suea que vive en unacrcel.

    Para Amrica Lana la libertad es un conceptoextranjero. Las explicaciones sobre la indepen-dencia de los pueblos a mediados del siglo XIX

    juscaran la premisa inicial: la libertad comonocin fue un prstamo de los franceses, lleg anosotros como una idea confusa, pero l pararespaldar los diversos esfuerzos militares. No es-tamos acostumbrados a pensar sobre la libertadporque, en primer lugar, se nos fue concedidamediante el ejercicio de la fuerza. Su denicin,desde nuestra experiencia, se construye mejor aparr de la oposicin, la no-libertad. Cundo semaniesta la no-libertad? Qu decisiones des-de el Estado la generan? Las dictaduras son unejemplo evidente de la instucionalizacin de laamenaza y constreimiento de las libertades fun-damentales. El cierre de los medios de comuni-cacin, la disolucin de los organismos de repre-

    Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo

    a ella no me salvo yo

    Jos Ortega y Gasset

    sentacin o la persecucin polca a quienes con -tradicen las decisiones del rgimen son las medi-das que auspician los gobiernos autoritarios paraconsolidarse en el poder. En estas circunstancias,el ciudadano se enfrenta a un enemigo claro querevela su naturaleza autoritaria. Pero, qu suce-de cuando los actos de no-libertad se manies-tan en gobiernos legmamente elegidos? Es unerror asumir que el hombre polcamente libre

    es aquel que puede comportarse de manera nocoaccionada en determinadas dimensiones de suvida. Esta idea reducira la dimensin real del pro-blema, especialmente porque siempre estamossujetos a la presin del Estado. Como esta es unasituacin ineludible, lo que importa es y este esun aporte orteguiano la forma de presin, y siesta nos hace senr libres o no.

    Actualmente, los gobiernos no ejercen con legi-midad el ocio de la democracia. Son elegidosdemocrcamente, pero no basan su ejercicioen los principios de esta relacin. Promueven la judicializacin de la polca, es decir, la elabo-racin de leyes y reformas constucionales queinterrumpen los procesos a favor de la libertadde expresin, del acceso a la informacin y de latransparencia. Parece como si viviramos en unEstado maravilloso y respetuoso de las libertades,pero realmente estamos ante el hallazgo de nue-vos mecanismo de somemiento. Qu opcionestendra un ciudadano promedio frente a la dispa-ridad en el contrapeso de los poderes? An en lacrcel, soamos con permanecer en la crcel?

    En Wall Street, frente a varios jvenes con car-

    teles pintados a mano, Slavoj Zizek cuenta unabroma de la era comunista. Un po es enviadodesde Alemania del Este para trabajar en Siberia.Saba que los censores leeran su correo, as quele dijo a sus amigos: Establezcamos un cdigo. Sirecibes una carta ma escrita con nta azul, lo quedigo es verdad. Si est escrita con nta roja, es

    menra. Un mes despus, sus amigos obenenla primera carta. Todo est en azul. La carta dice:Todo es maravilloso aqu. Las endas estn llenasde buena comida. Los cines ponen buenas pelcu-las occidentales. Los apartamentos son grandes ylujosos. Lo nico que no puedes comprar es ntaroja. Lo que Slavoj Zizek intenta explicar es que,aunque parece que gocemos de las libertades quedeseamos, nos falta la nta roja para expresar, a

    travs de manifestaciones pblicas, las carenciasdel sistema, los quiebres que han vuelto nuestrasituacin insoportable y que movan a millaresde jvenes alrededor del mundo a marchar porlas calles y elevar su voz de protesta. Lo hacenen Chile al pedir las reformas en el sistema edu-cavo, lo hacemos en la PUCP como defensa denuestra autonoma, lo hacen en Colombia, Espa-a, Italia, Nueva York. La pregunta que se planteaes: ser dicil volver a dar sendo a lo comn ensociedades individualizadas?

    Coincido con Carles Feixa en uno de sus prime-ros intentos por caracterizar a nuestra genera-cin, aunque no incluya otros atributos propiosde la juventud lanoamericana. Seramos unnuevo lumpemproletariado de la era posindus-trial, constuido por jvenes hiperinformados,conectados a travs de las redes sociales que, aveces, reaccionan en forma creava y pacca (enforma de comedia) y, otras, en forma ms airaday violenta (en forma de tragedia). Felizmente, noshemos librado del tpico de la abulia (al n!), elocaso de las ideas fecundas, el debilitamiento delos ideales, la subordinacin absoluta de la ac -vidad a la inteligencia, la sensacin de tener la

    inercia hasta los tutanos. Ahora que asumimosel porvenir como nuestro, nos corresponden laslneas de Blasillo en el libro San Manuel Bueno,mrr de Unamuno: No quiere usted dejarmeser yo, salir de la niebla, vivir, vivir, vivir, verme,orme, tocarme, senrme, dolerme, serme. Conque no quiere?n

    Debi er a mediado de octubre que ent la curioidad por entender la proliferacin de

    movimientos juveniles contestatarios. Para ese tiempo, Carles Feixa haba organizado

    la hitoriografa de la juventud en fae con nombre pintoreco como el ndrome de

    Tarzn, el de Peter Pan y el de lo Replicante. Qued facinada por la mencione al cine

    de ciencia ficcin y a la literatura fanttica, y por el bautizo a nuetra generacin con

    toda la poible combinacione de letra del abecedario (generacin Y, Z, R).

    TEXTO:vEra

    luca

    jimnEz/f

    OTO:jEss

    sifuEnTEs

  • 8/3/2019 Revista Impresin 28: gritos y susurros polticos

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    Instuto Nacional de Estadsca e Informca (INEI), lapermanencia laboral implica seguridad econmica, es-tabilidad y connuidad. Segn la Encuesta Nacional deHogares (ENAHO) de 1997, el 72% de la PEA ocupada ha-ba permanecido ms de un ao en su puesto de trabajo.En 1999, solo el 36% haba trabajado en un mismo lugarentre uno y cinco aos.

    La lista sigue. En 1997, la categora empleado repre-sentaba el 27.8% de la PEA ocupada, mientras que losindependientes llegaban a 30.1%. Dos aos despus, laENAHO indica que los empleados aumentaron en 0.7%,y los independientes eran entonces el 35.6%. El ser in-dependiente o no estable signica, en el Per, vivir deun trabajo que no garanza benecios como seguro desalud, bonicacin por horas extras, gracaciones esta-blecidas por ley, depsitos de Compensacin por Tiempode Servicios (CTS) y la posibilidad de iniciar una lnea decarrera. Adems, desincenva el ahorro previsional en elsistema nacional o privado de pensiones.

    sAcAdAs de vueLtAUno de los problemas ms urgentes para atender es lagura del contrato por inicio o incremento de acvidad,sealado en el Arculo 57 de la LPCL. El contenido de estearculo no especica si la acvidad iniciada debe ser ca -licada de temporal o permanente, por lo que bastaraque un empleador diga que se comenzar con una nuevaacvidad producva para contratar empleados. Siguien-do la argumentacin de Elmer Arce, puesto que la Ley ad-mite que estos contratos puedan realizarse en empresasya existentes y no solo en las nuevas, bastara con que elempleador indique que el trabajador realizar una nuevaacvidad, y sera dicil comprobar lo contrario.Tomando en cuenta que hay trabajadores que siguencumpliendo sus responsabilidades laborales, incluso,aos luego de vencidos sus contratos, stos se puedencelebrar en repedas ocasiones, hasta agotar el lmitemximo de renovaciones. Sin scalizacin o queja porparte del empleado al MINTRA, estas renovaciones pue-den ser inagotables.

    La LCPL fue planeada para reducir el desempleo, concen-trndose en las facilidades otorgadas a los empleadorespara crear puestos de trabajo, incluso promueve la trans-ferencia de personas ocupadas en el mbito rural hacia

    otras acvidades de mayor producvidad. Se busc re-ducir la informalidad a travs de diversas modalidadesde contratos temporales, pero se tom en cuenta quela calidad de vida del empleado se vera mermada? O secay en un vaco legal con otros propsitos?

    Es cierto que la tasa de empleo ha disminuidoconsiderablemente desde 1991. En realidad,la PEA ocupada ha aumentado en 15% enlos lmos seis aos. De acuerdo a la En -cuesta Permanente de Empleo del INEI,actualizada en agosto, 4 millones 400mil personas estn ocupadas en LimaMetropolitana, que representan el 92%de la PEA. Visto as, prccamente todos

    tenemos trabajo. Sin embargo, si vamos al detalle, vere-mos que an hay un 39% de subempleados, que el sueldopromedio de las mujeres es de S/. 949 y que un milln800 mil personas trabajan entre 50 y 80 horas semanales.Si algo ya se ha aprendido de la economa global es queuna tasa baja de desempleo no es el factor principal parapromover una cultura laboral saludable y estable. La uto-pa que buscamos es vivir econmicamente de aquelloque nos haga felices. Para quin trabajamos? Para no-sotros mismos, para el Estado, para el empleador o parala economa en conjunto? La pregunta deniva es bajoqu visin queremos fomentar el empleo. Se reconocenlos avances, sin ninguna duda; noobstante, an hoy, ms de un pe-ruano se da con la sorpresa de quesu trabajo, muchas veces, terminaenriqueciendo a la persona equi-vocada.n

    1819

    No mefascinaRipley

    TEXTO:karina

    mOnTOya

    Yo s lo que es, da a da, jugarnos el sueldo para tra-tar de llegar a un nivel remuneravo que nos ayudea enfrentar todas las necesidades del hogar. Esta fuela respuesta de Hugo Visosa, Secretario de Defensadel Sindicato nico de Trabajadores del Grupo Ripley,cuando le pregunt sobre el aumento de sueldo quele reclamaban a su empleador. Hace 14 aos que los

    empleados no vean sus billeteras crecer, mientrasesta poderosa mulnacional abra ms sucursales entodo el Per.

    El SUTRAGRISA, como se denomina legalmente estegremio de trabajadores, decidi emprender una cru-zada -desde el 2008- en contra de las manipulacioneslaborales que ampara nuestra legislacin. A princi-pios de agosto de este ao, Las Begonias, una tranqui-la calle comercial en San Isidro, fue el escenario de unplantn que hizo reaccionar a los direcvos de Ripley.Cien soles de sueldo bsico, comisiones reducidas yausencia de reportes de las horas extra eran algunasde las pobres condiciones que buscaban reverr.

    Vemos que hay mayor voluntad por parte de l a em-presa para llegar a una solucin. Antes no se vea esavoluntad, comenta Hugo das despus de la huelgade 24 horas que organizaron. Ha sido dicil porquesabemos que el dao tambin nos afecta a nosotros.No es nuestra intencin, pero es la nica forma enque la empresa preste atencin a nuestro pliego,agrega. El 9 de sepembre, Arturo Nuez Devescovi,Gerente General de Ripley, rm el acta de acuerdosque daba solucin al Pliego de Reclamos 2011-2013.Un hecho histrico para los sindicatos de empresas

    extranjeras en el pas.

    Bast un da de cobertura periodsca en medios ma-sivos, decenas de videos en YouTube y otros cientosde tweets para que en un mes se resolviera lo que nose pudo resolver en ms de seis meses de negociacio-nes fallidas. Por qu solo las cmaras pueden obligara cumplir lo que el Ministerio de Trabajo y Promocindel Empleo (MINTRA) ya haba dictaminado? Qupermite aquella exibilidad que despoja al emplea -do del ms mnimo benecio laboral? Esta historia seremonta a 1991, una poca de turbulencia e incer-dumbre para el Per, que ha dejado una herencialegislava a la que an nos aferramos patcamente.

    cOntrAtOs indefinidOs vs. cOntrAtOs tem-pOrALes

    Las empresas, usualmente, funcionan a travs de dospos de acvidades: las transitorias y las permanen -tes. En teora, ambas acvidades son complementa -rias, y los contratos de trabajo que se desprendan deellas deberan serlo tambin. Sin embargo, el conte-nido del Decreto Legislavo N 728 (Ley de Fomentodel Empleo) permite interpretar lcitamente que lasacvidades permanentes se vean como la divisin devarias obras pequeas con objetos especcos. Unconcepto termina invadiendo a otro, y se convierte enun sistema que, en lugar de opmizar la gesn de lasempresas, atenta contra los derechos del empleado.

    As lo indica Elmer Arce, abogado experto en temasde legislacin laboral, en un documento de trabajoelaborado en el 2006 sobre este tema: en la prc -ca, los contratos temporales invaden las acvidadespermanentes de las empresas, erosionando la con-tratacin indenida. Asimismo, advierte que la -gura de contratacin temporal se uliza, falsamente,como incenvo a los empresarios para la creacin dems puestos de trabajo. No obstante, el concepto detemporalidad se aplica al contrato y no as a las labo-res propiamente dichas. Sin eufemismos, se terminaestafando al trabajador.Los contratos sujetos a modalidad, como aparecen enel DL N 728, son frmulas legales de las que empresascomo Ripley se serviran para contratar personal enacvidades permanentes sin estar obligadas a otorgarbenecios que les corresponderan si fuesen emplea-dos con contrato indenido. Marco Centeno, Secre -tario General Adjunto del SUTRAGRISA, explica paraImpresin otras consecuencias de esta norma: existeuna desnaturalizacin de contratos; si los trabajadoresquisieran aliarse al sindicato, seran rerados, por lomismo que estn con estos contratos modales.

    Actualmente, la Poblacin Econmicamente Acva(PEA) sobrepasa los 15 millones de peruanos. To-dos ellos, junto con sus empleadores, se rigen bajoel Texto nico Ordenado del DL N728, Ley de Pro -ducvidad y Compabilidad Laboral (LPCL), aprobadoen marzo de 1997, durante el gobierno de Fujimori.Ah es cuando se producen varios cambios. Segn el

    Nadie abe para qintrabaja

    Vivir de un empleo puede convertire en una lucha inufrible para mucho peruano. Qu

    ucede hoy con la leye laborale que han probado er inadecuada para fomentar el trabajo

    digno? Lo trabajadore de Ripley, luego de vario intento de reclamar u derecho, no mue-

    tran la cara de una realidad, mucha vece, ajena a lo m jvene.

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    11/21

    unONunca, en estos lmos

    veinte aos, hubo tanto con-senso: Markarin deba ser

    el entrenador de la seleccinperuana de ftbol. Manuel Bur-

    ga, repudiado por las mayoras fut-boleras, haca su movida ms inteligente. No habamovo para estar en desacuerdo. El lmo entrena-dor haba empezado fracasando y terminado igual:nunca tuvimos esperanza. Si la hubo, desapareci enel hotel Golf Los Inkas.

    Markarin lleg con un mensaje de ilusin y de op-mismo. Lleg en un momento parcular y favorable,en el que el concepto del Per como producto publi-citario naca en los medios, creado para impulsar enteora el sano patriosmo. Se subieron al coche delopmismo Manuel Burga, Arturo Woodman y AlanGarca, expertos en oportunismo: el nuevo EstadioNacional, remozado cual Wembley, tena que alber-gar a la seleccin, a los embajadores de la MarcaPer. Qu habrn pensado los pisqueos, sentadosen sus salas sin paredes y en sus casas que son slofachadas, mientras Garca anunciaba los millones queel Estado inverra en el viejo Jos Daz?

    Lleg la Copa Amrica, esquiva para nosotros desde1975, cuando la ganamos en Caracas a Colombia. Losmedios, generalmente tentados por el espectculo y laexageracin de la realidad, hacan una excepcin. Ha-ba que mantener la cordura y entender, como decaEl Mago, que la Copa era un termmetro y que loimportante seran las Eliminatorias. Cuando, en juliode este ao, vimos a Per en la seminal, cayendo depie despus de un buen torneo; y, luego, goleando a larebelde Venezuela en busca de un digno tercer puesto;pusimos (los hinchas y los periodistas) el termmetroen su debido lugar y liberamos nuestros reprimidosalaridos de esperanza. Estbamos para el Mundial.

    En medio de un clima de entusiasmo, la seleccinarranc la Clasicatoria (Eliminatoria tena una con-notacin muy negava) en casa. Das antes, el a -mante presidente Ollanta Humala sac los chimpu-nes del armario y entren con los muchachos. Todossonrean al comps de las ocurrencias del Coman-dante, incluso Markarin. El nuevo Estadio Nacionalluca reluciente: tribunas llenas, cancha lisa, luces in-tensas. Salan, adems, los cuatro fantscos. Y vayaque lo fueron. Ganamos jugando bien, con una buenadiferencia y sin sobresaltos.

    Nos toc luego Chile, en Sanago, nuestro viejo rival.Recordamos el humillante 0-4 en el 97, con cachita

    el rein del epant

    TEXTO:javiEr

    wOng

    /fOTOilusTracin:v

    Era

    luca

    jimnEz La sensacin de inseguridad que se siente en Lima es

    alarmante. Delitos al paso, asesinatos por robar un celu-

    lar y una constante preocupacin marcan el da a da delos ciudadanos. Balconcillo, un anguo barrio victoriano,

    es un ejemplo de que estamos perdiendo la guerra.

    Todos los domingos se celebra la misa en la iglesia de

    Nuestra Seora de Guadalupe. Bancas anguas, vitra-les de colores y el estrado en medio de un gran crcu-

    lo de feligreses enmarcan la ceremonia. El padre, unhombre viejo de mirada cordial y sonrisa tranquiliza-

    dora, da el sermn en medio de un clima silencioso.

    La concurrencia escucha atenta, salvo el llanto de unpar de nios no se oye ms que la ronca voz del sacer-

    dote. De pronto, las personas se exaltan un poco al orlas palabras del prroco: No caminen de noche por el

    parque de la PIP, hay una pandilla de miserables que le

    roban a cualquier persona. Comienzan las murmura-ciones.

    Balconcillo, barrio perteneciente al distrito de La Victo-

    ria, queda entre las avenidas Mxico y Canad. Sus ca-lles, todas con nombres de piedras preciosas Diaman-

    tes, Rubes, gatas, Topacios, etc., son la remanencia

    de esa Lima angua, en la que los vecinos se conocan ysaludaban uno a otro cuando iban a la bodega. All, en

    el medio de los parques decadentes y las casas desco-loridas, se encuentra el parque PIP, llamado as en ho-

    nor a la ya fenecida Polica de Invesgaciones del Per.

    Una viejita estaba cruzando el parque, la empujarony le robaron la cartera. Miserables, dice un vecino de

    la zona.

    Son cuatro o cinco los jvenes que deambulan por ellugar. Se apoyan sobre el viejo monumento en forma

    de obelisco en el medio del parque. Esa es su zona.

    All estn, merodeando, asomndose al ms mnimodescuido. Se hacen seas, caminan de un lado a otro.

    Se desenenden cuando pasa un sereno o un polica.Son pandillas, ac hay muchas, comenta un vecino.

    En Balconcillo han exisdo, desde siempre, grupos dejvenes violentos. Los enfrentamientos entre pandillas

    se han incrementado estos lmos aos. En la noche,cuando los anguos postes de luz emiten un brillo in-

    suciente, andar por el barrio de las piedras preciosas

    resulta una aventura peligrosa.

    Antes se poda caminar tranquilo por ac, ahora es im-posible, arma un joven que creci toda su vida en el

    olvidado barrio. Todava se pueden ver a nios jugandopor los parques. Corren y se divierten jugando ftbol

    al costado de los cinco pandilleros que han tomado el

    lugar como si fuera su feudo. La ilegalidad se ha legi-mado en el barrio victoriano. La polica no hace nada,

    nunca hace nada, sentencia una vecina que vive a unpar de cuadras.

    Muchas personas llevan dcadas viviendo en el ba-

    rrio. Generaciones enteras han crecido all y son vivos

    tesgos de la lamentable involucin del recinto. Enla dcada del setenta sta era una linda zona, uno po-

    da senrse muy a gusto caminando por los parques yconversando con la gente, recuerda un anguo vecino

    que vive all desde hace 50 aos. Jvenes, que alguna

    vez jugaron a las escondidas o a la rayuela en las pistasy pasajes del lugar, se llenan de nostalgia. Jugbamos

    a no caernos del monumento PIP. El que se caa, per-da, rememora un anguo residente. Ahora, el que se

    cae no solo pierde el juego, sino la billetera.

    La pandilla seguir al costado del monumento sem-

    brando terror y violentando el vecindario. Los vecinosconnuarn temerosos e inseguros, observando a to-

    das partes antes de realizar cualquier accin. La policaoperar con su ya conocida ineciencia, mientras la de-

    lincuencia se convierte en algo nocivamente runario.

    El padre dir, en la tradicional misa de los domingos,exactamente las mismas palabras que uliz hace siete

    das. Todos se persignarn creyndose seguros e inc-lumes en el reino del espanto.n

    2021

    TEXTO:D

    an

    lErnEr

    El ftbl peranen catr tqe

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    2223

    de Salas matador de ilusiones incluida. Recorda-mos tambin los insultos de los hinchas chilenos anuestros jugadores, las silbanas a los himnos. Era unclsico. A los 20 minutos perdamos dos a cero, y ter-minamos 2-4. Los muchachos levantaron, pero per-dimos con juscia. Ahora el clima es disnto: hemosganado y hemos perdido. Markarin trajo esperanzay la esperanza se manene, ms an ahora que losoportunistas son otros.

    dOsOpmismo, esperanza, ilusin. Todo se apoya en unequipo de ftbol, unos muchachos que tratan de me-ter goles y evitan recibirlos. Sin embargo, la alegraemera e inexplicable que el ftbol produce seopa- ca cuando la realidad golpea con crude-

    za. En sepembre se jug un clsi-co en el Estadio Monumental, un

    escenario bastante cuesona-do por su infraestructura

    poco segura para par-dos de alto riesgo. Enuno de los palcos haba

    hinchas de Alianza, entre los cuales se en-contraba Walter Oyarce. Mientras alentabaa su equipo, el grupo de hinchas aliancistas

    sufri el ataque de supuestos hinchas de la U.Delincuentes vesdos de crema cruzaron los pal -cos y mataron a Oyarce.

    Los medios se encargaron de darle toda su coberturaal caso Oyarce. El ftbol vende y la sangre tambin.Los medios, al n y al cabo, enen que ganar dine-ro. En Caretas, sorprendentemente, no dudaron ni unsegundo acerca del valor moral de esta premisa y co-locaron en su revista una foto a todo color del rostrodesgurado de Oyarce moribundo.

    El asesinato de Oyarce, as como la desaparicin deCiro Casllo o la muerte de Stephany Flores en manosde un holands desquiciado, tena que ocupar porta-das. No slo porque el escndalo vende, pues asesina-tos hay todos los das y no todos gozan de coberturastan espectaculares, si no porque, adems, se habatrascendido un lmite: el palco como propiedad priva-da, propiedad, adems, de los ms acomodados. Ascomo lo de Stephany o Ciro, el tema era ms preocu-pante, para la mayora de medios, que la muerte delos tres nios cajamarquinos intoxicados con comidadel PRONAA. En simple: cuando algo trgico le sucedea personas con dinero, es an ms trgico. La trage-dia, como sabe muy bien la prensa, vende. Y mucho.

    El hecho es que la muerte de Oyarce cambi el cli-ma de opmismo desbordado que el ftbol estabaproduciendo con Markarin a la cabeza. Desde elgobierno se plante, en una medida bastante popu-lista y demaggica, que los pardos se jugaran sinpblico. Como prohibir salir a la calle para no serasaltado. El campeonato se suspendi una fecha. La

    seleccin aprovech este cese y arranc desde anteslos entrenamientos para las clasicatorias. La historiaes conocida: triunfo ante Paraguay, derrota en Chile.La verdadera derrota lleg, en realidad, con la muer-te de Oyarce, y esperemos que haya llegado tambincon una leccin: la violencia y el ftbol no enen nadaque hacer juntos.

    tresEl Campeonato Descentralizado, aquella competencia

    a la que por amor propio llamamos PrimeraDivisin del Ftbol Profesional, es bastante

    original. Lo es por muchos movos. Unode ellos es que cambia de formato cada

    verano. Primero, se jugaba el Apertu-ra y el Clausura, y los dos ganadores

    disputaban una nal. Pareca cohe-rente. Luego, se opt por agregardos equipos ms y hacer un nico

    campeonato anual, pero dividido endos partes. La segunda consisra

    en dos liguillas, una compues-ta por los equipos que hayan

    quedado en puesto impar y laotra con los que hayan quedado en ubicacin par. Demanera que quedar segundo o primero era lo mismo.

    Luego, ante el evidente despelote generado por eldesordenado campeonato, se opt por el modeloactual: un solo campeonato de catorce equipos. Lanica salvedad, lo que nos diferencia del resto delmundo, es que el que queda primero no campeonanecesariamente. Lo que sucede es que juega con elsegundo una nal de ida y vuelta. De manera quequedar segundo o primero es lo mismo. S, otra vez.

    Es original tambin porque pareciera ser que los clu-bes que no cumplen con sus obligaciones legales (y,por lo tanto, tampoco con las morales) son los quemejor andan. La U, con sus problemas, siempre con-tra ellos, soportando la avalancha, ene el privilegiode contar con un plantel de lujo para el medio. Buenosjugadores en la mayora de posiciones, con variantesincluidas. Lo cierto es que Pablo Vi juega y cobrade vez en cuando. Igual John Galliquio, o Rainer To-rres. Lo que hace la U, igual que Alianza Lima y SportBoys, entre otros clubes, es ilegal. Ms an los dosprimeros, quienes deben millones de soles al Estadoperuano y cuyos dirigentes, como buenos deudores,deberan estar en la crcel.Sin embargo, nuestro original campeonato premia aesos clubes, permindoles tener planllas numero-sas y surdas, mientras gambetean a las leyes perua-nas. As vemos que Alianza Lima ser posiblementeel campen a n de ao, mientras sus jugadores nopasan por caja, y menos an la SUNAT, que s visitapuntualmente nuestros hogares para cobrar los res-pecvos impuestos.

    Para colmo de informalidades, vemos que equiposcomo el Sporng Cristal han ganado ms puntos enlos pardos que se juegan en las ocinas de la Aso -ciacin Deporva de Ftbol Profesional (ADFP) queen los jugados en el San Marn. A pesar de sus te -rribles actuaciones, el tercer equipo ms grande delpas ha ganado seis valiosos puntos en mesa debidoa los incumplimientos de terceros; como la U o elBoys, que presentaron planllas incompletas antesde los pardos.Nuestro campeonato es muy original, en n, porquees un desastre. Quienes lo organizan posiblementeno vean los pardos y sepan ms de caballos quede ftbol. Algunos constuyen el grupo de los de -lincuentes enternados. Quienes lo juegan son, en sumayora, mediocres. Y quienes lo vemos somos ungrupo de gente opmista, bastante conformista yabsolutamente engaada.

    cuAtrOEn el ftbol no slo son protagonistas los veindsjugadores que disputan el pardo en la cancha; Loson tambin los hinchas, los dirigentes, los entre-nadores y los medios, entre varios otros. La prensaha sido quizs uno de los actores ms inuyentes enel devenir de nuestro magullado ftbol. Tanto en eldeporte como en la polca, en determinados mo-

    mentos surge la pregunta: Son los medios tanpoderosos como pareciera? Pueden sacarpresidentes o entrenadores de sus cargos?

    Es una pregunta inevitable. Evi-dentemente, los medios no

    pueden sacar a un entre-nador ni vacar a un presi-dente. Los buenos perio-distas de invesgacin

    dicen que ellos no acu-san ni sentencian, slosacan a la luz hechos

    que alguien ha queridoocultar y que daan a la socie-dad. El scal ser el que denun-

    cie, el juez quien sentencie.El poder no es absoluto, pero

    tampoco puede ser minimizado.

    Copa Amrica Paraguay 1999. La seleccin de JuanCarlos Oblitas, que haba sido eliminada por diferen-

    cia de goles ante Chile (al parecer, el Ciego nuncapudo digerir la derrota, lo que fue aprovechado por

    la Sociedad Nacional de Minera, Petrleo y Energa),

    jugaba contra Mxico los cuartos de nal. En el pri -mer empo, el Defensores del Chaco, de Asuncin,

    fue tesgo de un triunfo categrico de la blanquirro-ja: 2-0 y tranquilos. Sucesos que preferiramos haber

    olvidado y que son parte de nuestro oscuro legadofutbolero hicieron que el asunto terminara como

    suelen terminar los pardos de Per: perdimos porpenales. A pesar de que la seleccin, con un equipo

    bastante corto, haba hecho una gran eliminatoria yuna buena Copa, la prensa presion por la salida del

    tcnico hasta que Oblitas fue despedido.

    Lo de Autuori es similar: en plena eliminatoria para

    Alemania 2006 y cerca de los puestos de clasica-cin, el Congreso, auspiciado por muchos medios,

    decidi abrir una invesgacin y presion por levan-

    tar el secreto bancario del entrenador brasileo. Sedeca que ganaba cuarenta mil dlares al mes y que

    les pareca un escndalo. Autuori, genuinamente in-dignado, renunci.

    Hoy hay entusiasmo y la prensa parece haber opta-

    do por seguir un camino ms sensato: apoyar a la

    seleccin. Esto no quiere decir, como denuncia alar-mado Philip Buers, que no se cricar al tcnico

    ni a los jugadores. S es necesario y el mensaje pa-rece estar calando que los medios sean cmplices,

    en el buen sendo, del trabajo del equipo. Que los

    dejen entrenar tranquilos, y si los jugadores quierentomar una cerveza un da, que piensen de qu va a

    servir acusarlos, lmarlos y vapulearlos en pblico.La unin del equipo con los hinchas esa que tan-

    to elogian los medios no puede ponerse en riesgocada vez que aparecen incidentes mnimos que la

    prensa exagera.

    Hoy los medios se suman al opmismo generado

    por la seleccin peruana de Markarin. Se sumantambin a las crcas al sistema que permite que

    Oyarce sea arrojado de un palco, y que dos semanas

    despus la U juegue en Sullana y los hinchas entrena la cancha a saludar a sus jugadores. Crican a Julio

    Pacheco, aquel diminuto y maquiavlico personajeque maneja los hilos de una U corrupta y transgre-

    sora, pero no lo invesgan seriamente, y preerenquedarse con los goles del prometedor Andy Polo.

    A pesar de que pareciera que se comienza a seguir

    una lnea responsable deporvamente, la prensa deeste rubro sigue poniendo los ojos donde no necesa-

    riamente est lo que debe verse. Su nueva responsa-bilidad deporva no ha sustuido su ceguera moral.El ftbol que vemos en la tele, que escuchamos en

    la radio y que sufrimos en los estadios necesita quelo invesguen seriamente y que se busquen sus ver-

    daderos problemas estructurales. Para eso, es nece-

    sario incomodarlo: hurgar en los escondites de losdirigentes, penetrar el senmentalismo de los hin-

    chas y buscar lo verdaderamente bueno y malo delos jugadores. Es decir, poner al ftbol peruano en

    cuatro.n

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    2425

    Nwhere an

    Dominique Wolton en Salvemos la comunicacinasume el rol aguaestas de ser real y no realis -ta, y aduce que la comunicacin ene xito conlos gatos, los perros y los ordenadores, pero queentre nosotros fracasa: Con los seres humanos,todo es ms complicado y arriesgado. No estncuando los esperamos, se resisten, a menudo nosdevuelven un aspecto desagradable de nosotrosmismos, disponen de autonoma y nos obligan ala modesa1.

    Esta es una de las partes no publicitadas de la erade la informacin, el lado oscuro de Zuckerberg yde los gadgets. Por eso, el mrito de una pelculacomo Red Sociales poder tomar la instantnea delmomento y mostrarnos el negavo: la idea queuna vez cremos de que las pantallas nos comuni-caran con los dems y no nos aislaran2, senten-ciaba el escritor y cineasta chileno Alberto Fuguet.Un tema del cual l sabe algo, ya que en sus crea-ciones tambin nos muestra cmo es la (falta de)comunicacin, el desarraigo y la desconexin enlas personas, en obras llenas de (adultos que pa-recen) adolescentes que adolecen, solipsistas ci-nlos y gente que piensa mucho y acta poco. En

    Msica campesina, su lma (y lograda) pelcula,Fuguet uliza las imgenes para desenmascarar lapsiquis posmoderna.

    mi nOveLA AutObiOGrficA

    Msica Campesina es tan representava del mun-do fuguetsiano3 que si uno entrara al cine sin sa-ber que es de su factora, lo adivinara en pocosminutos. O podra adjudicrselo a sus innumera-bles discpulos que, con mayor o menor suerte, loimitan y homenajean. Este arculo es una mues-tra (con mayor/menor suerte) de ellos. Las crea-ciones de Fuguet enen la misma virtud, defecto

    o caractersca de Godard en sus lmes: hacenque recordemos quin es el demiurgo detrs delas cmaras.

    Desde el inicio inmista y lleno de silencios con-templavos, con planos de Alejandro Tazo el pro-tagonista, cuya mulella tazo, como el t nadieenende en no-lugares, nos muestran la carac-tersca fuguetsiana de hacer pelculas o librossobre un personaje en parcular, haciendo que larealidad sea slo una construccin por (y a par-r) de l. En el rodaje de Se arrienda se deca queestaban haciendo la pelcula de Gastn; mientrasque en Veldromo el mundo giraba alrededor deAriel.

    Msica Campesina es su lme ms logrado, enbuena parte por la construccin del personaje mrito y-y del guin y de Pablo Cerna querompe, en cierto modo, el molde para mostrarnosa un hroe. Si en los anteriores textos el protago-nista deambulaba sinndose un extra en su pro-pia vida, tratando de no venderse pero no hacien-do mucho para evitarlo o pasando horas detrs deun ordenador, esta vez Tazo, como el t, toma la

    vida por las astas, sabindose perdido, pero ne-gndose a asumir que est perdiendo.

    Alejandro empieza viajando por Estados Unidos,en aquellos lugares donde el countryes el sound-track por antomasia, abandonado por la noviaamericana que tena, pero pronto trata de estaren pie. Busca trabajo, busca un lugar donde que-darse, encuentra amigos, conoce mujeres reden-toras, encuentra una cancin, recuerda un pas, seencuentra. Si la cancin principal de Se arriendadeca te perdiste en un momento, te perdiste enun lugar y no te puedes encontrar4, Tazo cierra

    Lo irnico de lo nuevo y potente medio para comunicarno e

    que no muetran y demuetran lo precaria de nuetra comuni-

    cacin: tener todo lo dipoitivo a la mano no te hace tenerlo

    todo en la palma.

    el crculo al llegar a la otra orilla. Y se sorprende alnotar que era un viaje de vuelta.

    La idea de estar perdido an reverbera, pero aho-ra ene mejor eco. Esto se debe a la mayor co-nexin que siente Fuguet con el mundo. En unaentrevista en Somos revelaba que considera ami-gos csmicos trmino que lo acerca ms a Rhon-da Byrne que a Salinger a las personas con lasque conecta; es decir, gente con la cual siente a-nidad en estca y en la vida en general.

    Cuando le preguntaron a Fuguet sobre cierto pa-

    recido con su obra Missing ms que nada por lamisma sensacin de no saber dnde est paradoel protagonista, el chileno dijo que, dado el pocoempo, que tena para hacer el guin, tuvo querecurrir a su disco duro. All vemos otra caracters-ca fuguetsiana: la honesdad ante todo. Si hayalgo que se le (puede y) debe pedir a todo creadores tener sinceridad y apasionamiento por lo quehace. La encomiable cinelia/cinepaa/cineslisdel chileno salta a la vista, as como su transparen-cia ante el lector o el espectador: Fuguet enecierta ternura que lo hace por momentos entra-able. Noto una especie de fragilidad en el autor,en lo que est escribiendo y, sobre todo, en la re-lacin autor-escritura5, dijo Bolao, quien no fueslo EL ESCRITOR lanoamericano para muchos,sino tambin fue un sesudo crco de la narravaen espaol ms reciente.

    cAncin de tOdO vA mAL6

    Un rasgo de los personajes de Fuguet en sus diver-sos textos es la falta de un lugar sico o mental alcual pertenecer o acudir. Acaso no tener un lugarpuede ser el lugar de una persona, como no te-ner lookes un look? Si bien el tema del desarraigovuelve a estar, por esta vez no se limita a registrar-

    lo (lo hace s, y en estupenda forma), sino que lo-gra anclarlo en un lugar, gracias a un smbolo quepuede parecer balad, pero cobra importancia enel contexto: una cancin popular de tu pas.

    La publicidad fracasa, las depresiones se mul-plican, el desarraigo se acenta; sin embargo, lapublicidad sigue construyendo las infraestructu-ras de recepcin de sus mensajes. Sigue perfec-cionando medios de desplazamiento para seresque no enen ningn sio adonde ir porque noestn cmodos en ninguna parte7, dice Houelle-becq acerca del desarraigo. Esta idea se plasma en

    estos empos por la candad de empo/vida quepasamos en los llamados no-lugares por ejem-plo, aeropuertos, moteles de paso, taxis, sioshechos para ser de paso pero que, muchas veces,se transforman en un hogar ms permanente quenuestra propia casa.

    Tazo pasa buena parte del rodaje en estos parajes.Los primeros planos, con el reejo de los autos yletreros luminosos en su rostro, nos dan una ideadel estrago que causa en l esta (falta de) vida.Senrse sin hogar considerando que ha sido de-jado por su novia y est en un lugar en el cual noconoce a nadie y, an peor, no enende bien elidioma y estar lejos de su pas natal lo sumen enun silencio que lo priva de la palabra, el reductode la comunicacin. Ni siquiera puede hilar razo-namiento: una de sus letanas es me cansa pen-sar en este idioma.

    Pero la idea de regresar a su pas, al cual no que-ra volver herido y mal, lo acoge nuevamente,surgindole su idendad en una forma inusual einesperada, que nos hace recordar los tesmoniosde peruanos en el extranjero, que dicen aorar (ycasi llorar) al ver una Inca Kola o degustar un ce-

    TEXTO:Oscar

    garca

    mEza

    /fOTOilusTracin:vEra

    luca

    jimnEz

  • 8/3/2019 Revista Impresin 28: gritos y susurros polticos

    14/21

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    Dentro, y casi encarcelados por estos cuadros, mereciben los acvistas del Movimiento Raeliano. EsMarco Sevilla, 66 aos, quien est a la cabeza; a l sele ha designado ser el gua de este grupo en el pas.De padre judo y madre catlica, hace 22 aos quedecidi no acudir ms a la sinagoga ni a la iglesia yse uni al Movimiento Raeliano. Su pri mer encuentro

    fue con el libro Diseo Inteligente. Esto es lo que yohe pensado toda mi vida, se dijo en el momento queacab de leerlo.

    Junto a l, est Dago Ojeda, su asistente, de 35 aos.Es el menos hablador de los personajes que me reci-

    ben en el departamento, pero no por eso el menos

    compromedo respecto con la causa. Tambin estErich Rever, relacionista pblico del movimiento, un

    joven de 32 aos, apstata del catolicismo, y el msentusiasta en contestar todas mis dudas sobre esta

    intrincada visin del mundo.En la sala me muestran una Biblia angua en la que

    gura la palabra Elohim. A parr de ese momento co-

    mienza el reportaje y, si decidimos creerles, comienza

    tambin la historia de la especie humana tal y comola conocemos.

    eL encuentrO

    Cuando, en 1973, Claude Vorilhon tuvo su primer

    acercamiento con uno de los Elohim, al sur de Francia,

    el ser humano ya haba llegado a la luna y ya haba pa-sado por la catstrofe del avance cienco de la bom-

    ba atmica. El mundo se dara cuenta ms delante deque el progreso de la ciencia, vista como el desarrollo

    de la humanidad, era tambin el mayor fracaso.

    As como Jess y otros profetas de religiones mono-

    testas tuvieron la oportunidad del encuentro con los

    Elohim, Vorilhon recibi un mensaje para dar a cono-cer la verdad de la creacin: el mensaje era de los ex-

    traterrestres, quienes aseguraban haber diseado lahumanidad. Vorilhon cuenta que el extraterrestre, de

    aproximadamente 1 metro 20, llevaba una escafan-

    dra y una vesmenta verde ajustada al cuerpo, y quedescendi de la parte inferior de la nave en direccin

    Platill vladre deliri clectiv

    El departamento es de Lili Talavera, de 73 aos, y raeliana por lo menos hace 15. Es el

    doceavo piso del Edificio Las Magnolias, en la Residencial San Felipe. Aunque llegar es sen-

    cillo, la ocuridad hace perder la eguridad en lo pao, y no parece deaparecer ante la

    luz naranja tenue que lanzan lo farole. En el interior del departamento, la parede etn

    llena de cuadro barroco con motivo religioo, en un ambiente que parece reflejar la

    peronalidad cultivada de la eora.

    TEXTO:juliO

    rOspigliOsi/fOTO:Erick

    nazariO

    1 Salvemos la comunicacin (2006), pgina 64.2 Un milln de amigos?, de Alberto Fuguet, en la revista Qu pasa, del 5 de Noviembre del 2010: http://www.quepasa.cl/articulo/6_4258_9.html3 Neologismo poco afortunado4 Cancin Encontrar de Andrs Valdivia. Disfrutarla en http://www.youtube.com/watch?v=HRLnzuxCeDI5 Una entrevista indita revela la faceta ms domstica del escritor chileno Roberto Bolao en elcomercio.pe

    http://elcomercio.pe/mundo/456428/noticia-entrevista-inedita-revela-faceta-mas-domestica-escritor-chileno-roberto-bolano6 Ttulo de una cancin de Le Mans7 Aproximaciones al desarraigo de Michel Houellebecq, en http://biblioweb.sindominio.net/pensamiento/desarraigo.html8 Parte de la letra de Every Little thing de The Beatles9 Parte de la letra de la cancin Mal menor de La Costa Brava.

    viche. Fuguet haca la analoga con La or de lacanela, y lo cierto es que la interpretacin de Cer-na quien me confes que no haba cantado antesni en la ducha del tema folclrico chileno es tanemova, que la conexin telrica vuelve a senrseen sus pies. Curioso que para volver a su hogartendr que pasar nuevamente por un no-lugar,como es el aeropuerto.

    When i WALk beside her, peOpLe teLL meim Lucky8

    Otra idea que ota en este lme es el papel de la

    mujer y la reivindicacin de lo lano. En la obrade Fuguet, la mujer es vista como un ser redentor

    que escucha al desvalido y que a los chicos mstontos los vuelve empresarios9. Tazo juega billar

    con un hombre, pero cuando le pide ayuda lo ig-

    nora. Muy disnto a cuando dialoga con la chicaargenna, a quien Alejandro cuenta todas sus pe-

    nurias para recibir su aliento y nimo.

    Pero la escena que mejor ejemplica la forma dever a la mujer por Fuguet y, a la vez, lo conecta-

    dos y solos que estamos en el mundo, es cuan-

    do en una cafetera el protagonista habla con unaamericana. La conversacin no uye por barreras

    idiomcas, pero la intencin de la estadouniden-

    se, tratando de socorrerlo an sin saber por qu,muestra la