revista fichas de investigación económica y social - n° 7 (oct. 1965)

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' tn*JFzn ltCt'a1 • , .. , •• ¡., ... ci. de investigación económica y social año 2 número 7 octubre de 1965 el peronismo: ¿fue revolución o farsa? ara la historia del eron1smo

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En Abril de 1964, bajo la coordinación de uno de los intelectuales marxistas argentinos mas lucidos de la década del 60, Milcíades Peña, se edita la revista Fichas de Investigación Económica y Social. En dicha publicación mensual escribían ademas de Milcíades Peña (usando varios seudonimos como Gustavo Polit, Victor Testa o Alfredo Parera Dennis), Jorge Schvarzer, Tulio Halperín Donghi, Luis Franco entre otros. La revista tenia una profunda densidad conceptual y rigurosidad científica sobre los temas que trataba los artículos.Fichas no era una publicación sociológica, sino mas bien, de análisis histórico económico sobre procesos políticos, como el peronismo, el maoismo, el nasserismo, la situación obrera en la Argentina o el papel y estructura de la burguesía nacional. El signo de la revista era de una nueva izquierda que no adhería a ningún partido política, criticaba y polemizaba varias veces con intelectuales de la época como Gino Germani o Jorge Abelardo Ramos (especialmente con este ultimo con respecto al peronismo).Milcíades Peña se suicida en 1966, a los 32 años y en el pico de su producción intelectual, dejando una gran obra por detrás, pero también, mucho trabajo inconcluso. Fichas se edita 2 números mas, pero luego terminado cerrando. Su principal impulsor ya no estaba y en 1966 gobernaba Ongania.

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Page 1: Revista Fichas de investigación económica y social - N° 7 (oct. 1965)

' tn*JFzn ltCt'a1 • , .. , •• ¡., ... ci.

de investigación

económica y social año 2 número 7 octubre de 1965

el peronismo: ¿fue revolución o farsa?

ara la historia del • eron1smo

Page 2: Revista Fichas de investigación económica y social - N° 7 (oct. 1965)

N UESTRA TAPA

• Eva Duart e de Perón y Juan Domingo Perón, año 1945.

• Titulares de la primera pá­gina del diario. Democracia - "la auténtica voz del pero­nismo--, set iembre 1, 1955.

• l'tfanife s t a ción peronl s ta, octubre 17, 1964.

• ERtnncarniento de la econo­mía argentina en la década peronis ta. La prooucción por habitnn•te alcanzó a 3.428 en 1946 y reprtl-.entaba 3.548 en 1954. El fndice del volu­men ff~ico de la producción lndu<>tria l por habitante es­taba en 1951 prácticamente al mismo nivel que t>n 1946. FuentM: Banco Cent ra l de la Repúhlica Argentina para la producción por habitante, y Confederación General Econó­mica, " Jnforme Económico., (año 1955) para la produc­ción indus trial por habitante.

\'OL. Il. N\) 7 - Oct. de 1965

Alfredo Parera Dennis 3

Lui.-; Franco 47

Félix J. Weil 48

Marros Knplán 61

Juan Domingo Perón Miguel Miranda 22

Sir Wilfred Eady 27

Reginald Leeper 40 Roberto Are~. ) otros 42

EDITOR IU~SPO::\SAHLE

J UN'f A OE EOITORES

DIRECTOR

ARTE

VIS'l'R.I BUCION KIOSCOS CAPITAL,

NUMEROS ATRASADOS E D:TF.RIOR

IHSTRJBUCIO!'J EXTERIOR

fichas de investigación económica y social

ARTI Cl' LO S

Apuntes para una Hbtoria del Peronismo

iii. El Gobierno del "Como Sí'' : 19t6 - 1955

A Propósito de Eva Perón

La Argentina en Visperas del Peronismo

La Integración Latinoamericana

y las Grandes Potencias

u. ~laterra y la ALALC

DO CU MENTO S

Document~ para la Ribtoria del Peroni..,mo i. La Camp.aña Electoral 19i5 - 46 ii. Perón e Inglaterra iii. Perón y Es tados Unidos iv. Perón ) la Economía Argentina

Editorial Data (s.e.c.p.a.)

Oaniel llorado Garcia, Manul.'l L6pez: Blanco, Alrredo Parera Dl!llnis, Gustnvo Polit, Daniel Speroni, Víctor Testa

Manuel López Blanco

E ro esto Rollé

Pedro Sirera - Corricntl'.s 1551, CapiU.I.

J . S. Cas.iUa de C'orreo 37, Sucur .. l 81 B.

A. Peña LHJo - Sarmiento 1122, p. 2". Capital

I' UIIl.ICADA BI~IESTitAI.lolt:NTt: POR l:lliTOIUAL DATA S.!t.C P.A ~ CAPITAl. F'EDERAL ARC.E~"TlNA. !\lARCA RF.GIS­TilAPA. REGISTRO Dt; t.A PROPlEDAD ll"T.&LECTUAL EN TILUI.ITJ!. TODOS LOS DERECHOS RESt:RVADOS.- DIREC· CJO!oo' I'HSTAL: J S. ('.AIULLA DE rORREO l\~ • SIJCUR."AL Si B. - I'RF.CIO: ARGE~"TINA t IZO; &XTERIOR, Ul!' 1;

Sl'SCRTPCIOS: l ARO (S NU!IIEJtOS! : ABCENTIN.A.. ' 000; E.'tTERIOR, UtS. t.

Page 3: Revista Fichas de investigación económica y social - N° 7 (oct. 1965)

fichas de investigación

económica y social

es independiente de tuda organi.~:ación polí­tica y no ¡;romuen ninguna posición o ten­dencia tetírica en particular. Su propósito es brindar un 'ehículo de e\: presión para que puedan publicar ~us trabajos Jo,- inv~tiga­

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Naturaleza del Socialismo Chino

MONTHLY REVIEW

SELECCIONES EN CASTELLANO

Ch. Bettelheim

Agosto 1965

Año 2

24 $ 60.-

el ejemplar

REVIST A MEN SU AL DE INVES TIGA CION POLITICA INTERN AC I ON AL

ED ITOR IA L PER S PECTIV A S

Av. Pte. ROQUE SAENZ PEÑA 760 • s•. Piso - Of. 531 • BUENOS AIRES - ARGENTINA

Alfredo Parcra Dennis

Apuntes para una Historia del Peronismo "

3. El Gobierno del "Como Sí": 1946- 55

Ln Argcontina e;¡ el pai10 del "como sí". Durante muchos años lució como ~i fuera un país moderno en continuo avance, pero en realidad era un pais atrasado que ibn quedando cada vez mús atrasado respecto a las

naciones !nduHriale~. Luego, desde 1940 hasta 1955, pareció como si la poblnci6n toda se tornase cada vez más próspera, pero Pn l"l'nlidad el país se descapitalizaba velozmente día tras dla, y mientras se iba quedando sin medios dt' producción se ntiborraba de heladeras, de telas y de piz7..erlas. Pl·e<'i~nmcnte el peroni!llllo fue en todo y por todo el gobierno del "como sí". Un gobierno con3ervador que nparecía como si fuera revolu<'ionario; una politica de e:Jtuncamiento que hacia como si fuera a industrializa¡ ni pals: una polilica de e~encial sumisión al capitAl extr11njeto que se present.aba eomo si fuera a independizar· a la ~acl<m; y nsl hasta el Infinito.

e 0;\10 re~ultatlo de los suceso;; de octubre, Pcróu había ¡.:ido repuesto en el poder. pero

el p-obierno militar "e do obligado a convocar a elecciones para comienzo::; de 1946. La Uruón Democrática se integró con lo~ aparatos polí­ticos tradicionales, es deJ:it·, lO$ existentes en el país ante:> del 4 de ju~io de 1943. Tras ella se alinearon el gobiernp norteamericano, las clases dominante~ argentina~ en masa, la clase media acomodada y reducidos núcleos obreros de larga tradición gremial y relativamente alto ruvel de ingresos. Los tipos sociales caracterís­ticos de la Uni6n Democ1·ática eran el gran em­pre~ario, el profesional universitario, el estu­dhmte. La. candidatura de Perón llevó tras de sí un conglomerado formado por la burocracia sindical respaldada dt>.sde la Secretaría de Tra­bajo y Previsión, por militares y por polítkos de tercera o cuar·ta categoría desprendidos de los partidos h·adicionnles. Respaldando a Perón estuderon el ejército, la policía, la iglesia y, lltRt b1r.t 1wt l.au~f , lo~ intereses britárucos. El peronillmo halló su clientela electoral en la cla­se obrera y en lns masas trabajadoras urbanas y rurales, entre la "gente pobre" en general. La probal..dlidad de que un votante fuera pe­roni!'bt. estaba en relación inversa al nivel de

• lA r rlmtra P .. rt~ 41f' Pfta hahajn flJP publicad& t"O .. J 0.~ a dP FICHA!: hoJo> '"" tl1ulno 4• ••¡,;1 Gobi<rru> Directo dt' loo Eot.o.nderoe 7 oJ lnop...,.li>nn lnallo: lt3~-l9U" y '"El Gobierno ll<>napan~ d• l<>t I'Mtall' '""' y .. hnr-laliomo lnal• : junl<> JP4$-Itc~··. Alll H e.x»o•~• lu c1a"s pri"•¡_raJat para cumpftnde-r el su.rg:imiento 4ft) per"'nt$tnO: el ('('lft1ml ~rtt.Ar.lto :t<•'hr~ la ~nomia a11rentina; la .,1..,.h·~ OA't~AJI'!•tH&Da. pat-. dftplaur a lnalat~a ~ metJ"ó. •olí dor.inaete: l• at"-•óa ''" tu ei&MS iliricenta ~teéntlna.:s eo probtiU.-.,t«W y PM'IOC"t .. m<:rlC'anus: ft ancimifl'tto indwrtrial 7 la J)rcletui._,..l( a de tra~ rural•: la pro~~~ridad generada por la tr'IJ('I'T& mt.rcl18l la. 49,.1~l ra del m()vimie"ntn obr~ ~ia 194.2 y la -.ta•t.e!A"' •l•l'<al la ... <> ~· JAU

3

sus ingre11os y a la altura y seguridad de su estatus. Los tipos sociales caracteristicos del peronismo eran el dirigente gremial, el militar retirado, el transfugn. 1

El mayor pe:-;o de la campaña electoral ~ ronista e.<~tnvo a cargo del Partido Laborista, organización fundada en noviembre de 1945, en una convención a. lu que asistieron 2.000 del&o gados. La mayor parte de IOi> dirigentes sindi­cales del pafs ingre:;aron a este partido, cuya dirección era compartida por Luis Gay. diri­gente de los trabajadores telefónicos, y Cipria­no Reyt>~-s. clil'igente de loR tmbajadores de la carne y principalü;imo protagonista del 17 de octubre. (Para un juicio sobre lo que significó el gobierno peronista para la clase obrera ar­gentina conviene retet1er estos tres nombres: Partido Laborista, Lui!'l Gay, Cipriano Reyes).

Junto al Partido Laborista, levantó la candi­datunt de Perón una ",Junta Renovadora de la Unión Cívica Raciical" en la cunl se aglomera­ron los políticos radicales, que supieron preveer de qué lado estaba el camino más corto para llegar al poder. Los arquetipos de este nuclea­miento eran viejos políticos corrompidos como Hortensio Quijano o diputados radicales alguna vez subsidiados por las compañías extranjeras de electricidad .

Prácticamente toda la. prensa diaria del país apoyaba a la Unión Democrática. Perón solo disponía de un diario, y éste :-;e imprimía en

1 Dire el rllcrlonari• : •"TraMfuaa. P.-nona Que buJe de uaa parte a tttra. } Jc. l'~a qu• p ... dr un part.idu a otro".

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los talleres del nucnos Ain~ Flcro.ld, ór:gnno de In colcctiviclnd comercial británic,a en Rueno:> Aires con 1111Uencia de la emlmjndn británica. 2

I..n' oft•nsivn norteamericana cont rn Peron nrrc<'iubn cada semana. pero los cnpiU11istas in­glt•sc~ no lo llbandonaban.

" ... el presente régimen ar~cnti no no es JllU"· lamcnturlo -<leda :.~t vocero-- pcru hay re­gimencs similnre~ en varias naciones sudame­ricnnus con 1~ cuale:. E:-tados Unido. mantiene cordinles rclnciones•·.a Y poco despu~ agre­gnlm:

"Perón tiene un fuerte prestigio entre lo obreros, por supuesto la va.•da mayoría en ~uaJ. quier pnfs; es concebible que en In clecctones rl'tornc al gobierno como un líder democrotico. J<jmJlero cuanto hagan )O;'; argentinos nlrededor de 81111 nsuntos internos es cuc.stiím clo ellos )' no nuestra. Sin embargo, muchos exlmnjer~ persisten en intervenir de una :formn u otra en Jos flSuntos argentinos. :Mistcr Bradcn, que fue hasta hare poco embajador de los J<:stud?s U~i­dos en la Argentina y es ahora secretario :uus­tente de Estado encnrgado de nsuntos latino­americanos está voh•iendo plenamente a la po­liticn intc~·encionista. No es propósito de este periódico (Svufh Amef'Ül(m Journ4l) defe~der o ntncnr al presente régimen de la Argentina. La JlOlítica argentina roncierne al pueblo ar· gcntino y, n menos que y hasta que el \'iole los derechos de otras nacione~, es un problema ar­gentino solamente. Esta ha sido siempre la poHUcn británica.

"lle de los primeros días de In República, ~n exi tido lazos muy 1!: trechos cnlrc In Argentina y Gran Bretaña, y nunca lnglntcrra trató de dominnr In política nrgc-ntinn".4 Después ~e es­tu fr.mcn mnnifc.~tnción de apoyo :11 gobterno militar v u Pcrón difícilmente ent aceptable la mm1ifCJ tación ~~~ la misma fuente hritánicn de que '' l'ersonns mal informadas podr!a? .dar cr&'lito a 1.1!1 notkias de que intt•rc~cs lmlnntcos cstlm intl'l·viniendo en In política interna ele la Arg{'nlina. Hay una crt?encin fut>rtcmtlnte ~x­tendida en el hembferio occidental de t¡ue m­tercscs británico:.; están apoyando uct ivamcnh' la campaña pre idcncinl del Coronel Perón". ·

Ciertamente Jo,; bam¡uetes que el emb:tjndor • • • ingle brindaba al gobierno m1htar en momen-tos en que toda la burgue..qfn argentina Jo con­den:•bn al o trncismo l'Unfir:maban, má;; bien qul' desmentían, esa "t•reencin ''.

a V .ro .... """"Jada , •• rol=IVld"<l IFor ..... '"' 1 •• n .. '"""" •poyw,nm •tllv•mM\l• la n.tuUdatun rl•l rou n•l :Ptr6n .. .. -n Tariu N• 4 • 11 A o, <llrlfonlorr lt« 1 """· 12 •

.. 4, • St>•l~ ............... JM""''l. U( .. lO 4, ltll , nctuln~ ~. IDn. fllbr.ro p, 1841 I!Gb"' d - ü lt !Ahorro ol lol:ierao Far,.I­I'<T n • .,... u.mbiCJ> Tlul n"er •u Th fl nlr"'- edltrd liJ' Amdl ToyllbH fl"' ddn Oxfonl Udwnl~ - · Ulll 7 C()rfbQ llolfo A•-«•• /'.toq ...., llru-'• 11-1 S•nl• ., 1111..-A-.iun Kunomle AU&lrw. Atrtumft 1116.

Ficl1a$, Octubrt 1915

Ln cnmpal\n electoral peronista tuvo un mar­cado cnróctcr "anliyanqui", y su slogun biLsico fue "Brndcn o Pcr6n". Se habló tnmhi~n con­tra "la oligarquía" ~ "el capital' '. pero en ge­neral lu t·am¡mnu fu~ reR¡Ictuos.t del orden so­cial imperante. l'l•·ón complucin t•n reñnlar que ~u apoyo pa O\ c.nln no ólo de la clase obre­ra sino también de las colunmns del orden: ejército, polida, igl~Riu . l.n crónica de su d_is­curso en el mlUn mnuguml de 1 campaña d1ce nsi · ")lús adelante el orador CJ pr su deseo de ·,. er ni pueblo unido con el eJ rcito ~ las fuerzns del orden, e hizo el elogio de la in titu­ción polidnl para agregar: la igle in nrg ntma es siempre benemérita, porque hoy como i m­pre está con su pueblo".• Para 11uplir In nu n· cia ele consigna~ nnticapitnlistns u nn\.iimp rla­listns se dio a lus ma.cms slogan':! "u ni ioli¡,rár­quicm~". acudiéndo::;e n la consuhldu martingala del odio al cajetilla y al pituco. Se dijo "Alpar­gatas si, libros no!''.

En \'erdad los profesionales de los lihros Y la polftica, ~periment~os ~ mini~ros Y di­putados, reclures de uru\el'Stdades e mtelectua· les de nota, demostr.1ron que pollticamente no \'alfan el ¡u~cio de una alpargata. Daban por sentado que el pueblo trabajador. iba n votar a \iejos figurones como Jos candtdatos de la Unión Democrática, comprometidos en todo el desprestigio del régimen anterior al 4 ~e junio ..,. ahora impregnados en el agua. bautismal de ia embajada nort.enmerjcan u. El lema de la campaña dEmtoerática. era. "batir al nuz!pere>­nismo". A los peones agrar•os, que por pr1mera vez en la historia del pai<~ hablan recibido una serie de elementales mejoras econ6micns Y so­dates, n lo arrendatario~> a quiene....; Pctón pro­mella darle In tierra en propiedad. e les ofre­cía como <'andidatos los terratenientes ele la. ~o­ciedrul Ru11LI Arbrentina. que er-~n "progrests­t.'ls'' semín reciente de..~ubrimicnto dd P:~rti~o C:omunis1a. "Por la libertad y la dclll\l("rac•a contra el ntUi>~mo", proelnmabn la lluil'in Dc­mocnitica. ¡ Pero, qué senlido tenían para los trabajudore~ la liberta d y la democracia v~·e.•­da;; por los candl!latol\ de las or1,"ll.niuc1one." patronales? El peroni!lntO les r:e\!Or.inbn que .eso significaba la Ji rtad de rnoru~e democrntiCB­mente de hnmLn•, ' 'como ante!l de Pcrón". Por otrn part~ et·a fako de rnn llamar ·:Jl!lci" al peronismo. El nazi~mo es la guerra Cl\'ll dt; la pettllefia burguesía dirigida por el gran capital contra la clase obrera. P~rón ~te ;,po~ a ha en la clai!C ourera contra el gran capital y la pequeña burgu~:11ía. Esto crn lo esen~ial, .Y :no ee modi!t· ca porquP los método .. totahtarl • del peroms­mo fut•run un intento de culear los mi•todos

• TIRZIS. •

El principal argumento de su campai'la lo dio el peronism<> en diciembre ce 1945. Desde los

' l.a p.,..... lk AL •• nm.- 1&. u u

Htstori4 del Pertmümw

balcones de la Casa de Gobiern<>. y dejando bien claro que tras todo eso est.'lba Pcrón, el gobier­no anunci6 a In cla.~te obrera un decreto que impluntnhn el sueldo anual complementario y Ja.c¡ VII<'Jtcinne.q pagas. Desde lnt>go, el decreto no ~o~e uplir.aba a lo~ :ft·n·ocarriJe..:; ingieRe~. pero mulle reparó en ello, sul\'o las emprcs..'lS intere­sada!!. gra una nue,·a e importante mejorn con­cedida a Jos trabajadore.c:. ¡Demagogia!, grita­ron los oradores de b Unión Democrática mien­trru su sostenedores de ]fU! orgnniznclones pa­tronales declaraban un cierre gcnernl del co­mercio y la industria que fue :fácilmente que· brado por el Gobierno. En una asamblea mon~ truo de todas las entidades pnt.ronnles (Unión J tulust.daJ. Soeicdnd Rural, etc.), "la.~ fuerza t con6mlcns resolvieron desconocer el reciente clet reto sobre aguinaldos y :;ueldo!!" -nnuncin­bnn t'Oll alborozo lo!'l grande. c'lial'ios. En nombre ele toda In lmrgucsín nrgentinn. habló un director de innumerables sndetlades anóni­mas y dijo: "El carácter ell•ctornllsta del de­creto es el aspecto más importante que debemo.~ considerar }' que asigna u nuestra resoluci6n una enorme t:ra8cendencin, porque con medidas de pretendido carácter social y de indudable traseendencia económica 9e nos Ueva, aun contra nuestra voluntad, al terreno político. No pode­mos pues rehuir la lucha en este terreno del que hernus querido estar alejudo;:.

''t\o podemos, colocado~ en este trance, per· mnnceer indiferente..~. No Re juega en este caso Ja preeminencia. en el gohierrnt o la conqubta del mismo. por uno u otro de m~ros pnrtidos tradicionales. Se juega algo mús que una cue!t­ti6n partidaria: :-;e repite nqul In lucha que ha tenido para bien de la humanidad, su definición victol'iosa en Euro¡>a, y que está librando en el pafs una. batalla decish n; In democracia con­tra el «•Ullitnri mo, el respecto a la dignidad de la perl'onn humana y 14US derechos e~encialcs, cont ra la nb. orcion del individuo y de !!U~ bie­nes por el Estado". r I.'l dignidad humana exi­gla lJU(• Jos obreros no tuvie:;en vacn.ciones pa­gas. Darle!\ un sueldo anual complementario era ya la barbarie totalitaria. Tal era la filoso­fin de la burguesía argentina. Los legiRta!', <¡uc no faltaban en la Unión DemO<'ráticn., de­mostraron abundantemente que el decreto !'obre aguinaldo y vacadone.~ era nnticon!ftitucional. Los obrero~ no dejaron ele ad\·ertir que la Unión Democrotica -t~in exduir ni Partido Comunis­ta- se oponfar1 a las nwjorns que Perón lea conr,ed!a.

•::stados Unid~ interviene contra Perón El argumento de mAs gro.qor que utilizó la

Uni6n Democrátic-a fuP lanZAdo dfM ante.c; de las elecdones y era de un carácter completa-

S

mente distinto. No fue dado a conocer desde la Gasa de Gobierno de la Argentina, sino des­dt.> la Cn a manca, en Washington. Se trataba de un I .. ibro Azul, en donde el Depttrtnmento de !~atado norteamericano acusaba ul gobierno militar, y a Perón, de RCI' unn bundn de cilpíus alemanes.

1-:1 .vcw }'ork Timl'.s editorializó que e! libro "demuestrn por encima de toda duda razonable que los gobic:>rno~ argentinos de Castillo y de Farrel-Perón, fueron socios activos del Eje du­rante la guerra; que solo las deficiencias de arnmmentos les vedaron entrar en ella; que el gobierno Fnrrel-Perón hn seguido firmemente In Hnen nnzifncista y en fin, que hoy intenta perpetuar en este hemisferio el tipo de Estado nazi. con el cual sus jefe::-. esperan voh·er a dcsnfi:u· algún día a las democrncins".A h'l New l'ork llctald Tribune aseguró que "el problema argentino ha llegado n tal punto do peligro pa­rn cJ mundo, que exige unn 1\CCión efectiva". r el Christi4n Scicncc Monitor advirtió qu~J "Lo. lideres politicos de la Argentina. deben reconocer la posibilidad do que se le retire al gobierno nrgentino el reconocimiento diplomá­tico, no solo por Washington. sino por otraa capitales americanas, ~i gana Perón. Solnmente un c.:tmhlo básico del gobierno argentino. podría evitnr el aislamiento de la Argentina de la so­dednd mundial''. Waller Lippman escribió cg.. peciulmente para La Pre111~a ue Huenos Aires que "Lo~ norteamericanos tenfnrno~ y tenemos todo derecho de tratnt· al gobierno nrgentino como un gobierno inamistoso". 11 Y el corresponsal en Buenos Aires del l\'ew York ll1!1·ald Trilnt'lle escribió: ''Loe; cargos contra Per6n infligirán un smio golpe n sus proyectos pre~idenciales. Se cree que el documento hace imposible la rctl:'nch'm de la pre.~idencin por parte de Perón, ya llegu~ u ella por la fuerza o por las. eleccio­nes. l!:s de In mayor significación el hecho de que Perón nunca será aceptado como presidente de In Argentina por Estados Unidos. sin con· siderarse el medio por que haya llegado ni poder". 1° Con agudo sentido polltico el Depar­mmento de E~tado, la Unión Democrática y la pren"a que !a apoyaba, dieron amplia publicidad al documento Y exclamaban radiantes ¿"Han \'isto? Norteam~rica demuestra que Per6n es nazi. ¿ C6mo \'a n votar por los nazis el pueblo argentino"? Para confirmar In imposibilidad. el dirigente comunista Rodolfo Ghioldi declara­ha a los diario¡.; e:dranjero .. <; que "Per6n en el gobierno será siempre una amenaza 1 errible par:1 In paz tlt! e~te continente". 11 Coincidente. mente, el .V( 11' York 'Pim~>s afit·mnba: ''Nue~tro gobierno no tiene motivo¡; para trntar de derro-

8 lA ,...., ,.. Jlo, A•. rollrd'O u. l0t6. 1 l.e 1~ &. Ao. febnro u •• ,.._ ID Cnho. Jlo. Al. 101bnro U. lt" 11 l.a p..._ S.. Ao. f.ttrwo ti, I"C

Page 5: Revista Fichas de investigación económica y social - N° 7 (oct. 1965)

6 ------ Fichas, Octubre 1965 ------car a Perón poniendo clandestinamente armas en manos de sus enemigos. Hay medios má.s francos para obtenerlo, entre ellos el retiro del reconocimiento en el caso de que se apodere del poder. Es de esperar que el pueblo argentino encuentre la forma de impedir que llegue al poder". 12 Ese mismo día, un vocero tradicional de las clases dominantes argentinas adornaba el tope de su primera página con el siguiente titular a cuatro columnas: "El tan mentado 'imperialismo yanqui' parece no hallar eco en los Estados Unidos"."

Ante el Libro Azul norteamericano, Londres comentó: "Después de todas las medidas adop-­tadas para asegurar elecciones reales, deja ató­nito ve¡· t-manttdu de Washington esta extrava­gante denuncia de presentes y pasados gobiernos argentinos y de uno de los actuales candidatos presidenciales. Aún más curiosos en el docu­mento norteamericano son los cargos sumamen­te graves contra uno de los candidatos presiden­ciales, cargos que necesitan sólidas pruebas antes de que se les pueda dar crédito. La de­nuncia, en esa forma y en estos momentos, solo puede ser descripta como una tentativa de in­tervención en la política argentina, y debe ser deplorada. 14

Las eleccione11 se realizaron el 24 de febrero de 1946. La campaña electoral -abundante en agrusiones iísic..<tq por ambas partes-- cul­minó por el lado peronista con un acto en el que Perón derrochó ~u mejor talento de dema­gogo.

"En nuestra patria ~omen~ diciendo-- no se debate un problema entre c:libt>L ht•b u c:tiran!n. entre Ro•a;; Y Urquizn, entre c:democtaci~t• y ctotalitatkmo~. Lo que en el fondo dl'l drama argentino se debate es simplcmentt>, un partido de campeonato entre la justici~ soc!~l y In inj~s.ticia soeial''. ¿ Qui~nes apoyaban a la UmGn Democrultca? Ln Unión Industrial, la Bolsa de Co'!lerc!o, la Sociedad Rural, que quieren "derogar la legsslac1ón del trabajo e impedir cuanto significará una m~j?r~ para la dn~e tmb:sjadora". "Dl;&de que a nú ln1c1ativa se creó In St>netnrla de TrabaJo y Previsión, -ag~·eg6-- no he estado preocupado por otra cosa que mejorar las condiciones de vidn y de trabajo de la p<>blaci6n asalariada. Lo medida de la eficacia de la Secr!'tnría de Trabajo y Previ~ión noa la da tanto la adh~si6n obrera c-omo el odio patronal. Si el organismo hub1ese 1esultado inocuo, les t.eudrla sin cuidado su ex:ist.ent!ia y haeta es posible que muchos insospechados fervores democráticos tuviesen un tono máa bajo. Y es bien seguro que muchGI hombres que hu¡¡ta ayer no ocultaron sus aimpatfas hacl1 las dictaduras extranje­ras, o que sirvieron a otros gobiernos de !acto en la Argentina, no habrían adoptado hoy heroicas y espec­tacnlares posiciones pseudodemocrátiea8. Si el milagro de la transformación se ha producido, ha sido s~illa­mente porque la Sl!<'retarla de Trabajo ha dejado de repre~entar un roto cerrado ~olo dis!rutable por la plutocracia y por la burguesla. Se acabaron las negati­YU de los patrones a concurrir a los tram.i~s conéilia­torioa promovidos por loe obreros; se terminaron las infracciones ain unción a laa leyea del trabajo; ae puso

12 Nn.o Yorlo Ti•u. rf'i>roro 1, 194f. 13 C.. N .. ci6r~, (ebroro 1, 1046.

1' s .... tA ...... ~ .. J ... Noal. ftbre .... u. lt41.

fin a la amistosa mediación de polit:ieos, de grandes señores y de poderosos industriales para lograr que la razón del obrero ful!!e atropellcda. La Secretaria de Trabajo hizo justida estricta, y si en muehas ocasiones ae inclinó hacia lo:s tral>ajadore~, lo hizo porque era la parto más débil en los conflictos. Esta pc>sici6n espiritual de la autoridad es lo que no han tolerado lOfl elementos desplazados de la hegemonía que venían ejer­ciendo, y elta es la cla"e de &u op<>siclón al organismo creado. A eso es a lo •tlll' llnman demngogta. Que el empleador burle al empleado, representa para ellos labor constructiva de los principios demo~rñticos; pero que el Estado haga justicia a los obreros con!tituye pura anarqula". "De cada 3S habitan~s rurate~ ~ontinuó diciendo Per6n- solo uno es propietario. Ved si anda· mos muy lejos cuando decimos que debe facilitarse el acceso a la propiednd rurnl. Debe evitarae la inju&ticia que representa el que 36 personas deban ir descalzas, descami.sa<las, sin t!'cho y ain pnn, pat'll que un tclechu­guino» venga a tueir la galerita y el ba!ltón por la calle Florida, y aún ~fl ~it>nl.i\ con derecho a insultar a los agentes del 01·dcn porque conservan el orden que el, en su inconciencia, trata dc nlternr con sus eilbntinae contt·n lo~ d!'~cllmi:;ndo~;". ''Ln .\rg-entlna necesita la a.portaci6n de esta sangre juvenil de la ciMe obrera. Esta sangre nueva la aporta nuestro movimiento· esta sangre hará salir de las urna.s el día 24 de e~~ mes uta nueva Argt>ntina que anhelamos". Y terminó con un violento alegato antiya.nqui: "denuncio nl pueblo de mi patria que el sei\or !haden es •1 inspirador, creador, organizador y jt!e verdadero de la Unión Demoerática. El señor Braden quiere implantar en nue:.tro pala un gobierno propio, un gobierno títere y para ello ba co­menzado por a!egural'8c el cor.cuno de todos los qui.a­lings disponibles. Si pGr u~ de~ígnio ffltal del destino, triunfaran las fuerus re~rresivaa de la opo,.iclón, o~ ruza:las, alentada~ y dirigidas rol' Braden, ~erá una rea­lidad terrible para los t:raLajadores ar~Minos la situa­ción de angustia, mberia }" oprobio qae e meneionado ex embajador pretfndi6 imponer sin érito al pueblo cubano. En conrccuenc:iR, sepan quienes ~o:en el 24 de febrero por la fórmula del c:o:"lh:her~lo oligáquicomu­nbta que con e!'e acto entregan a~ndllamente au 'oto al señor Braden. La di.yunti'l"a en esta hora ~cen­dental rll esta: O l:lrndfn " P('tón. p,,r e~o, el go: Sepn el pueblo Yotar". JG

Era un lenguaje directo, que llegaba a las masas trabajadoras.

La Unión Democrática coronó su actuaci6n con un acto que inició el literato Ricardo Rojas, quien comenzó leyendo un trozo de los Evange. líos y explicó la lucha eleeto:ral en estos tér. minos:

"Se trato, eondudadanos, de nuestro destino propio como nación, !POrque ha lltgndo el momento de justüi· car al Geneul! San Martjn e~111ndo t>n tBl2 vino del mar pa1-a emanciparno~ como nadón". ts El llder co­munista R.odol:fo Ghioldi pronostic6: "Referido & ténni­nos electorales, la candidatura facista está irremedia­blemente derTOt&da". Se mostró a cont.inuación seria­mente preocupado por la amenar;a del imperialismo ... argentino: ''TenemO'I tambi~n profanda preocupa­ción internacional. Como no tfnerla, si e.seueha:mos decir que el -4- de janio ha de expendir.,e por toda Sud­américa! La orient&ción y la tecnica son lu de Hitler, y se basan en la idea de la deaap.ric:ioo de los estados nacionales dentro de un estado contlnent.al". Y termin6 a.si: "Hoy, aquf, e!'ta.mos e~ribiendo el epitafio elec­toral del !ad~o aburi¡en. Ea el triunfo de la unidad argentina, por sobre las clasea y laa tendeneias, J al

15 C4noaol Juan Pft6n, cltJ<•no .. ot ~ d. J>,...lllmael<la ele .., uad•datna, •1 12 ae , .. >80 <le IIU •• DSCDN ¡.,,.¡., ~. 1i48 •• 48 7 u.

U U N.u:ido. '1' C.. P- Bo. A._ re~>nto 1•. lt~a.

Hu;toria del Pt:roni3 m o

que concurrió con t-esoluclÓin nuestra heróiea clase obrera". 11 1 Quién hubiera dicho que 98 años antes se habla escrito el Manifiesto Comunista!

El candidato presiden~ial de la Unión Democrática resumió su programa en pocas palabras: "Be de ser 1ntes que nada -y quiero expresarlo con la senciUez de las decisiones irrevocables- el presidente de la Constitución Nacional". "Creo -ñadi6-- que no exis­te una aola persona honrada que no desee la felicidad de sus semejantes. Tolos aspiramos a que haya sobre la tierra una mayor justicia SGcial. Pero aliento la convicción de qJe ipara obtenerla hay que multiplicar las fuent.es de producción". Sllll palabru finales tuvie­ron este rico contenido: "El 24 de este mes vamos a confirmar en las urnas nuestra serena voluntad de ser libres. Al dfn siguiente de la victoria y antes de re­iniciar 1M fatigosas 1..'\rea• que nos aguardan, he de saludarlos con palabras inspiradas en las de un gran argentino: Sois los dignos herederos de las glorias antiguas. Descansad un instante a la sombra protecto­ra de la bandera de la patria". 18

"Justificar al General San Martín" "Cons­titución Nacional", "voluntad de ser' libres" "Unidad Argentina por sobre las clases". EÍ diario tradicional de las clases dominantes ex­picitó con toda clln-idad la política que esas frases encubrian: "Con anterioridad al gobier­no surgido del movimiento militar de 1943 se habla establecido la armonía entre el capit~ y el trabajo. En la actualidad el panorama ha cambiado. El gobierno intervino ordenando el alza de las retribuciones, aveces con carácter retroacti,·o. Al restablecerse la normalidad constitucional con el triunfo de la democracia, habrá nec:e~;idad, según ya !'e ha dicho, de emprender una obra ~restauración". 111

Las elecciones del 24 <Je febrero fueron irre­prochables, 1M primeras 8in fraude en la his­toria del paí~. A.c;f Jo atestiguan las declaracio­nes de la l'"nión Democrática aparecidas en los diarios del 25 de febrero, día en que la gran prensa proclamaba por anticipado el triunfo de la Unión Democrática. Pero al terminar el escrutinio Perón era Presidente, electo por sig­nifiea.tiva mayorfa de votos. Solo tres personas lo habfan previsto. y tenfan motivos para ale­grarse : el embajador inglés, el corresponsal del TimR:t de Londres y el Nuncio papal. 20 "Las elecciones argentinas -eomentó con satisfac­ción fl vocero del capitán británico-- constitu­yen la mayor denota diplomática que ha sufri­do Estados l'nidos en los últimos tiempos y le ha sido infligida por Jos electores arge~ti­no-;" .:!•

Junto con la P1·esidencia de la República, Pe­rón obtu\ o cu;:.;i do..¡ tercios de la Cámara de Di­putados, todo." los puestos del Senado e:'<cepto doq, toda~ las gobernaciones de provincia y mayoría en todas las legislaturas provincial~

11 l<i..-. 11 Jd .... 1 t L• ....... ~ fte. Aa.. f"'>rno 1. UU. 2f iH• D,.n<l l:elly, _. rit. 1'· 111, n s .. 111 ,.,.......,..,., J ... ~ ürD 1a. u•a.

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exeepto la de Corrientes. La maquinaria esta­ta~ había quedado en manos de dirigentes gre.. m1ales, tránsfugas del partido radical y milita­res. _Perón era coronel. Los gobernadores peromsta.s de Buenos Aires, Córdoba, Tucumán y 1\Iendoza, eran coroneles tnmbién. Los go­bernadores peronistas de Corrientes y de Entre Ríos eran generales. l'erón e Inglaterra sientan las bases de 20 años de estancamiento argentino

Perón asumió el cargo de Pre..qfdente de la República a mediados de 1946. Las existencias de oro Y divisas totalizaban 1.425 millones de <iólares. ~: De~de 1940 el comercio exterior arro­j~b~ un saldo crecientemente favorable. Se VlVJa en estado de plena ocupación de in­flación Y de prosperidad. Crecía el 'mercado interno para todos los productos y en el mer· cado mundial se obtenfan elevadfsimos precios por las exportaciones agropecuarias. Pero en el f_ond? de todo esto yacfa un aguda descapita-11Zacl6n de la economia argentina. El sistema de transportes cr:t anticuado y estaba agotado. La producción de energía no satisfacia las necesidades ni el previsible aumento de la demanda. La agricultura trabajaba con nn ntilaje anticuado que agravaba su tradicional insuficiencia en punto a mecanjzación. La in­dustria había llegado desde 1943 al lúnite máximo en la plena utilización de su-; equipos:.• y los incrementos en la producción se logra­ban en base a un desgaste intensísimo y al agotamiento de Jos equipos -que no se reem­plazaba y ni siquiera se reparaba adecuadamen­te-- y al empleo de cantidades siempre cre­cientes de (}breros, (entre 1937 y 1949 su nú­mero aumentó en 96 %) lo que elevaba Jos costos y reducfa la productividad.

A diferencia de lo ocurrido al termino de la primera guerra mundial, cuando el gran pro­blema de la industria argentina residia en asegurarse una protección contra la competen­cia de las mercancías metropolitanas, en 1946 la esencia de una política industrialista con­sistia en asegurar las divisas necesarias pa­ra la modernización y expansión de la indus­ti·U\ y de todo el aparato productivo del país­contrarrestando las previsibles maniobras de las metrópolis destinadas a saquear las reser­vas acumuladas durante la guerra. En 1955 todos estos problemas continuában en pie y la Argentina segufa siendo un pais atrasado y semicolottial. y por añadidura estancado. El "Informe Económico" publicado en el último

22 lla11to !Autnl d~ la R<'l>\lblluAramllna. Al~ AnMol 1947

p. 46. Ec!uovallan a 6.700 mlllon• de -· S..IOO.. d., b l alaiUjl <Omerclal a~onllna len mUionot~ <!- d.S.

1""'"): lt40: 107, 1141: tU; UU: 615; 19ü: J~S: 11.,, 4U: JNS• 4St: 1148: .,O. Ver URitflfl NatW...•. E __ .., Skntq o/ l.atl•

A .. lri<'. "" p. 221 • U Banco C...tnl, ..,...,..,.,.. A"-' lUI. p , a •

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año del gobierno peronista por la peronísima CGK expresaba, entre adulaciones y eufemis­mos. la realidad de una economla dependiente y en progresivo deterioro. 24

El peroni~mo no modificó la estructura tra­dicional ele! país, es decir lus relaciones de propiedad y la distribución del poder preexis­tentes.

En 1946 fue nacionalizado el Banco Central según los lineamientos del Plan Pinedo de 1940. ::. Pero la política del Banco Central nacionalizado continuó sin·iendo al tradicional conglomerado de intereses extranjeros y nacio­nnle.i que controlan la economía argentina. :e

El Banco de Crédito Industrial actuaba en el mismo sentido, y a.ño trás año destinaba más del 50 '% de sus préstamos a apoyar unas 400 grandes empresas -vinculadlU! casi todlU! al ca¡)ltal exrtnnjero. AdemáR, In nncionnliza­ción del Banco Central permitió modificar su carta orgánica en forma tal que desde entonces la mnyor pllrte del re:>paldo metálico del peso argentino reside en el Banco de Inglaterra. ~ Se creó el Instituto Argentino para la Pro­moción del Intercambio (IAPI), inspirado también en los principios del Plan Pinedo, y en la experiencia de la .Junta Reguladora de Grunos. con In misión de "¡;oshmer lo~ precios de los productos agrfcolas. oponiendo al com­prador único y tntstificado en pool la fuerza del vendedor único. zs

Las ganancias obtenidas por el IAPI en el mercado mundial durante el trienio dornclo 1946-HI48 sirvieron para subven<'ionar las ex­portnciones ele carne a Gran Bretai'ia, para sub\•encionar a las emprc~ frigorificas y nzucnreras. para sub~idiar el consumo y man. tener precios político;¡ en diver.'las inclu~trias . Luego, al comenzar el de.qcen~o de lo;~ precios agropecuarios en el mercado mundial, el IAPI comenzó n apuntalar el mercado interno -Y la renta agraria- comprando las co~í'chaA a per­dida, como Jo había hecho la Junta de Granos bajo los gobiernos conservadores, es decir, aprovechnndo la coyuntura no para debilitar a la burguesía. terrateniente sino para fortalecer­la. En fin, el IAPI fue uno de los más im­portante!\ creadores de inflación y el más importante dilapidador de divisas. :t

14 Ve Cont..S..Uiclo ~eral Ecoo6.-lu. do la a~ubli<a A._.. u .... trtJ-• E....,6.,;.,., ca... Aa. lt65) p . t1 n , t ot, lit , u1. liB. Vn tamblfn ''La E'I'Olud6o r..~ ... trial AracnUu" ft FieJIIM N• 1, abril IVG4

16 Ver DSCDN, <!ldtmbre 6, lt46. JI v.,. "SI,DI(ica•lo del Baneo C•t>lral aniAIII v d•u•"' da •~ DA•

olouli1Acl6n" .., f"kAu N• 4 pq. U ' .._ 1 Do. Ao, dlcl•cbN 1814) .

17 DSCDN, •« .. ID t.a p 11. l .. t p . ITtT U Dlonl,.., radial 4~ p,..idrnw cW co,...jo Superior del Partido

Pe:n>olota, - f.o ¡..·~ ... Be.. Aa • .,..,.to 4, ltU ., OSCSN di<iaa· ¡,,. 17 7 JI, U4t

Fklws, Octubre 1965 --~

En 1947 el gobierno peronista nacionalizó los ferrocarriles britanicos en condiciones de-­sastrosas para el país, subordinando los inter~ ses y necesidades de la economía nacional a las con;eniencias de la decadente metrópoli. El peronismo pro~tituyó así una vieja uspiraei6n nacional, pero su propaganda convirtió la na­cionalización de los ferrocarriles en sfmbolo de . . . la independencia económica . ..,

El contenido y el estilo de la politica ec-onó­mica peronista ~e sintetizó en Jo." llamados Planes Quinquenales. Estos "planes" consis­tían, en e~encia. en una recopilnción ue pro~ cctos inconexos, reunidos con fines de propngandn má>~ que de cte .. arrollo económico, y cuyo pnnto de partida era la propiedad pri\'ada capitalis.­ta, y la es tructura de cla:;es que frena el de­sarrollo del pais.

Las bondades de In llamada planificación pe­ronista pueden juzgarse por sus requltados.

Ha.<~tn 1955 el producto por hnbi~nte per­manece estancado al nivel de 1948 )" otro tan­to ocurre con el volumen de la producción industrial pcr cápilll, y eon la ncumulaci6n de capital ¡>or habitante. 11

Ocaso de Gran Bretaña e ingr~o de la Argentina en el .'i:-tema panamericano

Perón llegó al gobierno como enemigo de Estados Uniclo:1. Pero en 1946 la situación in­ternacional del país no era lu misma que en 1943. El imperialismo inglc3 habhl sufrido un debilitamiento general en todo el mundo. y también en la Argentina. Cada ve?. ~taba me­nos en condiciones de satisfacer las necesida­des financieras ,. comerciales del capitalismo argentino, que como Pincdo lo habfa previsto en 1940 nece:~itaba de Estados Unid05, y tanto mas cunudo mayor era él pe~o de la industria.

En 1947, en Río de Janeiro. el peronismo abandona In ,·iejn tradición diplomática nacio­nal )' firma un tratado por el cual la Argentina se comprometftt a acatar 1as decisiones pouticas, incluida In declaración de guerra.. emanadas de un superestado panamericano controlado por Estados Unid~.~~ Frente al ~istema paname­ricano controlado por Estados Unidos la poli· tica tradicional de las anglófilas cla!!es domi· nantel'l argentinas, puesta en practica p Jr lo:.. gobiernos conservadores tanto . como por loe gobiernos radica!es, habfa o;:;cJ!ado entre el aislamiento y el rechazo activ-o. Con el gobier-

2!1 v..,. .Jin'llltf'oM <lol IAPI. C~f...-.t T • nia4• 1• 1• CGI!: T So>­dodad Rural AtT•ntlu , lnj-. •••,. la ,....m .. ..n.sn "'"" e...-tn•• ! Bo. M . lt04) p ... 68.

ao V .... "Orllr'"'" y .-oll&dot ·~ lo. r>lld....,.¡....n5n d• ¡.,. f .. rro<arrlleo" eo ,..,, .. N• & (die!..,.¡,. l~!ll) 1'•11: lll.

at OonCelerael6a (;•M•al Ea>Jló!Olb ele lo ~l>llco. A,.nlloa. o& c.t. p. 12. CJ:PAL, El o....,.,..;z.. l:c..,dalco ¿, 1• "'•"''.;,., ... 1, ""·u.

3S Vw •1 tuto ••1 Tnudo de &\e 4e laoel,.. on DSCHl), Ju~>b tR. !Kt.

JiLStoria del Peronúmo

no peronista se inaugura una política que os­cila -~egun las po¡;ibilidade.'l ofrecidas por la situación internacional y por lo!l déficits de la economia argentina- entre el acatamiento ple­no de las exigencias norteamericanas y las maniobras dilatorias tendientes a retrasar la hora de cumplir los compromisos maa gravo­Ao~, y a conservar algún margen de maniobra dentro de la situación de dependencia.

Existía conciencia hecha de que, aun cuando la Argentina formaba oficialmente parte del sistema panamericano. en estn participación habfa mucho de convencional. Con todo, fue lJajo el gobierno de Perón que la Argentina dio los pasos más largos y más decisivos para someter::e al sistema panamericano. Ahora bien: "No hay compatihilidtul po,;ible entre el panamericaniRmo oficial y loA intereses vi­tales ele la Nación A rgenti nn." :u

Mientras ingresaba a reguf'ladiente.'l en el sis­tema panamericano, el gobierno peroniAta sus­cribin con Inglaterra convenios biJuterales que descapitalizaban crecientemente al pats y per­judi<.'aban la competencia norteamericana en el mercado argentino.

En tnnto duraron Lru; reservas de oro y d6-larel\ y se mantuvieron Jos buenos precios para las exportaciones argentinas, fue posible pres­cindir de Estados Unidos. :Mas, ya en 1950, agotados Jos dólares, el gobierno suscribe con el Export lruport Bank de Washington un empré:Jtito de 125 miltone.•:¡ de dólares, el pri­mer empréstHo que -.olicitaba la Argentina desput'ís de mb de 1 O año~.

J.as condicione5 explicit:1s del empréstito eran más onerosa¡¡ que J.. de los VIeJOS em­présHtos. Las condiciones no expre.'l:t~ eran \'arias: entre otra'l, 8ignificaron c.:dmir del impuc11t~ a la..c¡ ,·enta~. con carácter retroactivo. a 'íns compañia.'! petroleras norteamericanas operante." en la Argentina. Con todo, la gue­rra de Corea trajo, e:-;e mismo año de 1950, unn mejorfa. en la bulanza de pagos 'Y en la situación económica; se aflojó la urgencia de dólnres v las relacione!! con los Rstados Unidos continu~ron fnas. Pero dt>~~de 1952 el valor de las exportaciones desciende, y los términos del intercambio se deterioran incesantemente; el mercado interno Ae contrae, dil!minuye la pro­ducción industrial. aumentan las quiebras y ~e insinúa la desocupacitin ohrera. Un economista vinculado al gobierno declara que el país nece­sita capital e.'tlran!ero por valor de 4 a 5 mil millones de pe...--os (~;iuma !'luperior al in~treso nHcional en 1 952}. 1 ho Ee!otwmist informa.: "Existen indicios de otro cambio en la polf­tica económica de Perón -un creciente recono-

aa Marit> A!lladoo, P•• """ , .. ,,.,.,_,., l>oc.r.tcte-..1 (editorial d• •u- Bo ..... ll!U) IP.... 7D

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cimiento de la urgente necesidad de nue\·ac¡ in­\·ersione~ extranjera~. Hay razone~ para su­poner una relación entre esto y la calurosa recepción que ha recibido en Buenos Aires la victoria de Eisenhower. Del propio Perón pro­viene la manifestación de que la victoria repu­blicana puede marcar un nuevo capitulo en las relaciones argentinO-norteamericanas. Pa­rece que Perón está aprovechando la elección para colocar sobre bases má.'! amistosas laa relaciones con los Estados Unidos." a.

Poco después de la misión Eisenhower, que inspeccionó la América Latina en 1953, Perón e...C!Cribia: "Hace poeos dtas. un americano ilus­tre. el doctor Milton Eisenhower, llegaba a nuestro país en representación de su herma­no, el presidente de los Estados Unidos. Su misión era, simplemente, de acercamiento amis­toso. El gran pafs del Norte tomaba In ini­cia ti va para estrechar relacione::~ con sus her­manos del Sur y suavizar asperezas. La ~lec­ción del enviado, su~ palabras y actitudes demuestran el acierto de !'U elección y el talento del que Jo eligió. Fue un amigo sin­cero y leal. El gobierno y el pueblo arJ!'entino lo recibieron y lo aga11ajaron como imponían su representación, sus cualidades y calidades. El doctor 1\lilton Eisenhower tuvo la virtud de disiparlo todo. Una nueva era se inicia en la amistad de nuestros gobiernos, de nuestros paises y de nuestros pueblos." so

En 1953 se sanciona una Ley de Inversiones Extranjeras que asegura trato excepcional­mente favorable al capital internacional. Se obtiene un emprés tito nortamericano de 60 millones de dólares para conl"truir una planta sidcrtirgica, se entrega al capital internndonal la indust ria a.ut~motriz y :-:e confía a In Stan­dard Oil de California. el desarrollo de la producción petrolera, es tancada como toda la H'onomíH nrgenlina.

Apog-eo del bonapartismo Pero mientras In evolucion molecular de la

e¡;tru<.'tura económica erosionaba lo!'! fundamen­to'! del alegre carnaval denominado "revolu-

- ción nacional", el peronismo se afianzaba ·en el poder y crecía su apo~·o de masas. Entre 1945 y 1951 la población aumentó un 14 por ciento, el producto per cápitn en 11 por ciento y los medios de pago en 127 por ciento. Pero Jos \'OtOR peronistas aumentaron aún en mayol' medida que el circulante. Pasaron de 1.400.000, en febrero de 1946, n 4.700.000 en noviembre de 1 951; la ventaja peronista sobre la oposi-

U TM l':<oeornlat lnttill~en"" Unl\, 1':<-k Rotfll111 o/ A••­""" 1>0vi<ombn 4, 1152.

85 o-,........,;., Be. A.t. Julio so, lf~,.

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ción creció de 260.000 votos en 1946 a 2.300.000 en 1951.

Hasta J 919, la cla"c obrera fahrH ~iguió re­cibiendo mejoras, aumentando su participa. ción en la renta nacional -a expensas, bien entendido, no de la hurgue~fa industrial sino de los sectores de ingreqos fijos, de la pequeña burguesla rentista y ele los chacareros y Jos obreros ru:·ales. ao

El proletariado y el ejército continuaron apoyando firmemente al peronismo, y sobre esa sólida base el gobierno pudo construir --.'lin chocar contra la ma.yoría del pueblo y ante BU indiferencia--, un aparato semi-toUIIi­tario de captación y de represión. Todas las fuerzas poHticas que lo apoyaron quedan bajo el control personal de Perón. La prensa y la radio son monopolios del gobierno; se liquida la prensa opositora, toleránrlose sólo un diario trudicional de la burgue~ia argentina. !.a Sa­cirín, que hace prodigios de equilibrio para conciliar su aparición con las criticas veladas al gobierno. La oposición -de izquierda, cen­tro y derecha- e.~ perseguida en toda~ las formas; se suprimen una tras otra las liber­tades democráticas y se crea un.'l formidable legislación represiva que permite encarcelar a cualquiera por cualquier motivo que el go­bierno invoque y también sin ningún motivo.*'

Desde 1951 rige el "Estado de Guerrn Tn­terno", que da carácter legal a la suspensión de todM 1M garantfas constitucionale.q, Se mo­difica la ley electoral, reduciendo a un mfnimo la representación parlamentaria de la oposi­ción." Las fuerzas represivas reciben conti­nuos privilegios y mejoras.

Apena!'~ asume la pre.qidencia, Per6n otorga al Ejército aumentos de sueldos por 70 millo­nes de pesos. (Esta suma alcanzaba para com­prar todM las usinas eléctricas, o para comprar los frigoríficos, o para construir 400.000 vi­viendas, o para servir cómodamente un em­préstito de 2.000 millones, suficiente para cons­truir dos grandes repre~::as aptas para sntisfa. cc.r tocla la demanda de energfa eléctrica.)S• El 50 % del presupue.'lto nacional se destina a gnstos militares y policiales. Todo este proceso se inicia en 1946 y culmina en 1951, rigiendo desde entonces sin variantes hasta junio de 1955.

Y eso no es todo. La. propaganda totaliUiria todo lo envuelve y lo estrangula. Al lado de eada árbol plantado en cualquier plaza, junto a todo baño público recién pintado, una car­telera gigante, recuerda que ''Perón cumple".

IC N8<'iot>eo t1Dida, CE:P.U. E...U. E~ d. A- Lo·

tlct&. '"'· p. lJ. 11 Ver DSCDN, aa..to U. 1160; -.mllre ; y l. 1110; jQclo 18,

1161: ~bnt u y JO. ltiJ.. 18 DSCDN, Julio 1 7 8, 1151. at DSCDN, oeta!JN U. 194$. Dl.ao. •en.

_________ ...:.Fichas, Octubre 1965

El rostro de Perón es el obligado primer pJa. no, plano medio y plano alejado de todo no­ticioso cinematográfico. Minuto a minuto, loe locutores deportivos martillan el éter recor­dando que "Perón apoya al deporte". Y cuan­do Jos locutores terminan, el campeón de box,. o el de automo,·ilismo o el forward más go.. leador, se acercan fatigados al micrófono pa.­ra dedicar a Perón sus triunfo.s, sus récords o sus goles. Además, los e!!colares aprenden a leer en libros que llevan textos eminentemente pedagógicos, como "Viva Pe.rón. Perón es un buen gobernante. 1\fanda y ordena con firme­za. i Viva el líder! ¡Viva la bandera argenti­na. El lidcr m1:- ama a todo:{. ¡ "\'ivn el lidcr ¡ i Viva la bandera argentina! ¡Viva el general Perón!" ~o

Para congestionar el cerebro de las masas. se crea una impostura "idcolóp-ica." sincrétlca Y desprovista de sentido, llamada Doctrina Na­cional o Justicialismo, compuesta con toda cla­se de remiendos tomista!!, musolinia.nos o fa­langistas. y otros igualmente r eaccionarios Jlí!ro in prosapia nls~una. curon:mdo t•l todo una monumental apoteo!lis al lugar eomún. Su nota más caracteril'ltica es una pretendida ter­cera posición internacional. equidistante del comunismo y el capitalismo. que bien enten­dido no impide que en torlas las cuestiones escucialt•s entre el imJterinli mo y la URSS o China y la re\·oluci6n mundial, la posición adoptada por el gobierno argentino sea de so­lidaridad con el imperialismo. (La Argentina fue la primera nación que en la U)f votó por­que se declarase agresora a China Comunista; la Argentina. no movió un dedo en favor de Guatemala invndidn por los mercenarios de la Unitcd Fruit Company, y se apre..:mró a re· conocer al gobierno cipayo de Castillo Arn:as­Foster Dullcs, etc.) El ,·erbalismD absurdo de la propaganda totalitaria. la supereherfa "ideo­lógica" del justicialismo y el culto sabiamente orqueslarlo rle Per0n, el L1.dcr, el ConductO'r, crean en el país "una atmósfera irritante de violación mental." u

A fin de aumentar el caudal electoral ]X'TO·

nistn se otorga el voto a la mujer, mas para compensar esta progresivn medida. democrática se perpetúa la enseñanza religiosa y todas las variantes del pensamiento re:lcciona.rio son colo­C.'ldns ni frente de la. vida cultural. Se elimina en la escuela primaria la. coeducación de los sexos. y en las univer~idade~ M! de.::tru~·en los Jnborntorios de psicologla experimental, '·enta­josamente austituido3 por Santo TomAs.

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o.. a...u. l'arl• 11161) .,, 155.

Historia del Pcronismc

Se acentúa la estalización del movimiento obrero

Paralelamente, a través de la CGT y con la colaboración del aparato policial, Perón acentúa y refuerza la estatización del movi­miento obrero y la transformación de la buro­cracia sindical en un estrato relativamente privilegiado de funcionarios estatales. En no­vietnbre de 1946, de Jos noventa y nueve in­tegrantes del Con.~jo General de la CGT, por lo menos 13 tienen algún puesto gubernamen­~1, ocupan una banca en el Congreso o pro­v~enen de Rindicalo~ que estan subsidiados o du·ectamente intervenidos })<lr el Estado. Sin embargo, esta "ituación permite que estén al frente de la CGT un Luis Gay, organizador del gremio telefónico y dirigente del Partido La­borista, quien lle considera un aliado servicial pero no un títere de Perón, un colaborador pero no un empleado del Estado peronista. En C?nsecuencia. un dia de enero de 1947, el pre­sidente de la Repúblic.'\ llama a los dirigentes de la CGT a la Casa de Gobierno y les ordena que Luis Gay sea destituido. LB orden es aca­tada. Gay es destituido y reemplazado por un Aurelio Hernández, ex comunista carente de toda representath•idad, quien a su tumo queda despedido y es reemplazado por un José Es­pejo, sujeto sin ninguna experiencia sindical previa pero destacado personaje en la corte de mandader~ de Eva Perón.

Mediante ~uce!'ivaq intervenciones la CGT liquida todos lo;; intentos de los trabajadores peronistas ele manejar sus sindicatos por su cuenta, independientemente de la Preqidencia de la Nación. A mediados de 1916 es interve­nida la Unión Ourcra Metalúrgica; en enero de 1947, la Federnción de lo;; Telefónicos; luego la Federnclón Bag_caria, después In Fe­deración Gráfica Bonaercn!le, rná~ tarde la FOTIA, la Unión Ferroviaria.. . Uno de los fo<·o de n1.1yor re!li"tencia contra la completa estatización -doblemente significativo por tra­tarse de un foco intensamente peronista- es la Federación Obrera de la Carne. caracteri­zada por una netilud militante contra la. pa­t ronal. En 1950, la. CGT trata de dividirla for­mando una ".Tunta lntersindical de la. Carne" 9ue no logro. a:filia.dol'l. En con._~ueneia. la CGT mterviene a la. Federación de la Carne. . . pese a que la Federación no está afiliada a la CGT.

Una coru;1itución peronista En 194!) se refot·ma la Constitución Nacional

a fin de dar fundnmcnto institucional a las ne~ ce~idade" del poder peronista, entre otras la reelección de Perón. Cada artículo de esta Cons­titución contiene su propia antitesis. En la fra-e general la proclamación de un derecho en el

• • comenta~o su anulación, en la práctica su desmenttdo. As[, por ejemplo, "El Estado no

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reconoce libertad para atentar contra la liber­tad", norma que se entiende "sin perjuicio del derecho. de expresión del pensamiento", qu& está, a su vez, "sometido únicamente a los pre­ceptos de la ley" -que lo hacen imposible. Se ~eeo_noce el "Derecho al Trabajo", pero eso no 1mp1de que las empresas despidan obreros en mMa. La constitución peronista no reconoce el derecho de huelga. pues "darlo seria como poner e~ los reglamentos militares el derecho d~ rebehón armada", según el informante pero­ms~ ante la as~mblea constitu~·ente. Otro con­venCional peronast.a agregó: "Como dirigente obrero debo exponer por qué razón la causa peroníana no quiere el derecho de huelga. Si d~seamos ~ue en el futuro esta nación sea so­ca~lmente Justa, deben estar de acuerdo con­migo los señores convencionales en que no po.. demos, después de enunciar ese propósito, ha­blar a renglón seguido del derecho de huelga que trae la anarqufa y que significaría dudar de que en adelante el pais será ~ocialmente justo." Provenientes de un alto dirigente de la CGT, estas palabras comunican con suma tx:ansparencia el eRtilo de la constitución pero­DISta Y la naturaleza de los dirigentea ce­getistas.

Por otra parte, la constitución de 1949 toma de la Constitución mexicana de 1917 el famoso articulo por el cual "los minerales, las caídaa de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón Y de gas Y las demás fuentes naturales de energía, con excepción de las vegetales son propiedades imprescriptibles e inalienabl~s de la n~ción". Teódcamente, esto significa, según el miembro informante peronista, la creación del monopolio estatal sobre el petróleo, ya que se convierte a los yacimientos petroleros en bienes públicos que no pueaen ser concedidos a particulares para su explotación. En la prác­tica, el gobierno peronista no hace el menor caso de este precepto constitucional y confía a los trusts petroleros internacionales el d• arrollo de la industria petrolera argentina .• , b• El bonapartismo semitotalitario ) la clase obrera . E~ se~itotalitaris!llo peronista, la paulatina

ltqu1dac10n de las libertades democrática~. ac­tuaba no sólo c~ntra 1~ oposición burguesa Y pro norte:uner•c.nna smo también, aunque de modo mu~ho mas suti1 y eficaz, contra las ~asal{ trabaJ~d~rus . ~ue eran la buse del pero.. msm~. La ltquuJ¡¡cJon del Partido Laborista ~o~stltuye una manife'-'tación drnmática de e.o;tc ultimo aspecto fiel régimen peronista.

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Ficltas, Octu.brc 1 !165 --------------------------~

En marzo de 1946, apena." ganadas la~ elee­eione:l, Perón anuncia su intención de disolver al Partido Laborista e intt>grarlo en un "Par­tido Unico de la Revolución". De inmediato, los dirigentes laboristas ~e oponen, encabezados por Cipriano Rt>yes. Perón re:-bte por uno:- me­~es, pero poco despuiis de asumir el poder or­dena por radio la di~olución del Partido Labo­rista y de la Junta Reno\'adora de la UCR, y su fusión en el "Partido Unico" -que a poco andar 11asnria a llamat,:e, simplemente. Parti­do Peronista.

Pero el Partido Laborista detenta una am­plia mayoría dentro de los bloques parlamen· tario11 peronistas. Reyes decide resistir. Con­voca a una convención del partido, a la cua.l asisten prácticamente los mismos dell'gado5 que lo habían fundado un año antes, y allí ~e re­suelve desafiar a Perón. Perón responde con represión y soborno ~· uno a uno todo.'! Jos diri­gente!! luboristM capitulan. Sólo 12 parlamen­tarios laboriRt.'\s permanecen junto a Reyes. Gay, presidente del partido, lo abandona tam­bién -lo cual no impide que al poco tiempo Perón lo elimine de la CGT y de su propio siudicnto. Dc.-.dc mediado~ de 19·16, Reyes sufre por lo menos seis atentados y para Las elecciones de 194R el gobierno retira la per~ neria al Partido lAborista, eliminándolo for­malmente de In e~cena política. Por fin. a mediados de 1M8, Perón liquida definitiva­mente al héroe del 17 de octubre, anunciando al país el descubrimiento de un supuesto com­plot entre Reyes y otros dirigentes laboristas, destinado a. . . asesinar a Perón y a Eva Perón. La CGT declara el correspondiente paro de 24 horas, las ma~as trabajadoras ~on con­vocada." a la Pla1..a de l\1ayo, donde Perón se compara a Snndino y denuncia a Reyes como agente del imperialismo norteamericano. Las masas ovacionan n Perón y celebran alegre­mente la de.~trncción del primer intento de or­ganización politica autónoma del nuevo prole­tariado argentino. Bajo el peronismo, dentro del peronismo, no habla lugar para un partido obrero peronista, es decir, para dirigentes obre­ros de ideología burguesa, colaborador~ del Estado pero respaldados, ante todo, en las organizaciones sindicale!l. El peronismo solo tenia lugar para. dirigentes obreros convertidos en funcionarios del Estado.

El bonapartiqmo peronista tendía al totalita­rismo, pero no llt-gnba a ~crlo. Era un semi­totalitarismo. Perón centralizó íuet1emente el poder en sus manos, eliminó a los competido­res políticos, Jo¡; sometió a un control severo y los n•dujo a una mfnima expre~ión mediante el ur;o intensivo del aparato represi\'O. Pero no los eliminó completamente ile la el'cena polí­tica. La vida política fue encerrada bajo una espécie de campana ne•1m:itica, puesta bajo

lla\·e mediante el control policial, y ~us ma­nife:.l<ieione;; fueron dehilitaclns y ahogarlas con mavor o menor intensidad. La opo~ición e:>tuvo controlada y sojuzJ,rnda por IM órsranos del poder e.~t~tal, pero exi,tió, ~in embargo, Y pudo actu:u·. Al Indo del e tado peronista, al lado del grupo que detentaba el monopolio del poder y de la admini!ltrnción, existían los elementos de una :>ociedad legal. Pe.~e a sus intentos en tal ~cntido, el peronismo estuvo inmen:;amente leJOS de :llcanzar la estructura totalitaria, (!Ue hace cl e!~apurccer la opo~ición entre el Estado ) la sociedad y realiza el ideal de un gobierno que no t'l>noce ninguna limita­ción. Bajo un régimen totnliturio. la adminis­tración del Est~do ~<e convierte en una Mucursal del partido único. y a t ruvt!!l de sus ramifica­ciones el partido penetra en la sociedad hasta :-~us n(lcl<'os m1i~ perift-rko::~ y meno~ impor­tantes. Bajo el bonapnrti11mo peronista, en cam­bio, el cenlro de gravedad del poder continuó siendo el aparato e!ltata l. Y.:ste aparato hacia sentir pesadamente su autoridad sobre toda la población, pero, a dif.-rencia de lo que ocurre en un régimen totalitario, IH población no fue re­gimentada políticamente y t<omctida autorita­riamente a una dil\ciplina polltiea. El bona­partismo peronista intentó algunos p&l>O:i en e.<>ta dirección. pero e~tuvo muy lejos de en­cuadrar al pa{,o en un molde totalitario.

Y todo e~o lo ltace el pemni'lmo iu perder en ningún momento en c.uácter de gobierno bonaparti4a, que apoya en la cla~e ohrerc1. y en las iuenns del orden para imponeBe a la burgue.~Ía \ resic:t ir ll Jos f<:~tados r nidO:i. Todo~ lo11 J<~ de Ma' o y li de Octubre ~(>C]a­rado este día fiesta nacional- se paralizan por completo tudas JM ncti\ i«lad~:: en torio el país y la:; mac:n on conv udas y conducidos a la Plaza de :\Inyo a dctore<tr n Perón y tlnr m ue­ras n Jo, partidos opo~itore:~, demo~tranllo a."í a la burguesía ar~ntina y n Washington que las mnll.l están con Perlin. :\lá.<~ aún, despné!'J de HJ.tG, el bonapartismo pcroni~ta produce su fruto rnás pintoresco con el encumbramiento de Eva Duarte de Perón.

El bonaparti"imo con faldas Arti~ta de radioteatro ) cine, poeo cotizada

y muy de !'egundo plano. Yinculndn a militares de alta R"rndn~ión, en 19 la Eva Duarte !'e ga­naba la vicia como podía, con ~u CSCllso arte, su mucha belle7a y ~u dcsbonla.nte audacia. En 1947, ern 7a primeaa dama de Ja nación. "Abanderada de Jos humildeq" , !!11' biene." per­:.onal6 -entre jo}M. moc.lelo 1• ri.-inos. ac­ciones y depc'•"itos en h:.ncos e.'\trnnjcro..."-­sumaoon cuantiosos millones de peso~. y se Ja recibía en In.'> C(•rtes y gobierno~; ele Europa -sin excluir a 1a corte pnnal. que llenó de con­decoraciones y bcndic.Jones a e.:,ia moderna

Historia. del Ptt'm!ism.o

)1agdalenn. En 1952, cuando mur10, el pa(:-~ se paralizó durante una semana y se a~otaron las flores. Impresionantes multitudes desfila­ron ante su ntaud llorando sinceramente, y las Fuerza::~ Armadas le rindieron honores ex­cepcionales. Se con,truia un b<igantesco mo­numento a su memoria, y hasta el 16 de se­tiembre de 1955, todo!l los días a las 20.25, una voz recordaba por toda:: las radioemisora.<; del país que a esa hora "Em Perón entró en la inmortalidad". En las escuela." los niños abren el libro de lectura y leen: "Evita. E\·ita ama a los nenes. Los nene- y las nenas aman a E\·a. ¡ Vh·a Evita! ¡ Yiva! ¡ \'ivu !"

La explicación de esta increible parabola humana . e halla en los barrios prolewriog rle la República., en las necesidade!l, ansiedades y fantasías de la gente pobre, de las mujeres trabajadorus. el 11ector más oprimido de su clase, de los Rectore:-~ hunúllados hora tras hora en su contacto con las cl!\l'les superiores (sirvientas, portea·as y porteros de casas de departamentos ... ) . Eva Duarte se apoya en la clase obrera, especialmente en las mujeres trabajadoras. Perón delegó en elln In dirección de In política sindical, y toda concesión que re­cibia la C'lac:e obrera era "otorgada por Perón gracias a In buena voluntad de Evita". Descon­tando salarios a todo!'! los trabajadores, impo­niendo contribuciones forzosas a toda la burgue­~ía. edificó una Fundación que llevaba su nombrt!, dc..;;dc donde distribuía caridad a Jos cuatro puntos cardinale:;, ganando el corazón de los "desamparados''. Jnmá.~ nadie babia es­peculado mlís simplemente !iobre la l'impleza de las mnsns.

Sin la proietarización de grande~ masas pro­\'eniente, dPI interior, -.in la extinción del em­puje combatiente del proletariado y el progresi­vo anquilo. amiento de I'US organizaciones, que eulmina hacia 1942, el peronismo no hubiera sido posible. Menos aún E\•ita. Recién después de hahea· ... ido abandonadas y defraudadas mil veces por sus direcciones socialistas y stalinis­taR, tan ~oJo entonces estuvieron las masas tra.­bajadorns argentinM, en particular sus sectores ma~ oprimido!!, maduras para idealizar a e!lta "abanderada de los humildes'' que vestia mo­delos de Cristián Dior y lucia la orden fran­qui!lta dt- IMhel la Católica.

Perfeccionando su al'tucia innata. su azorosa vida personal le h:1bfa enseñado a Evita a ma­nejar a los hombres. Hizo y de.,qhizo ministros y dirigentrs c::indicnles, diputados r gobernado­res. y también generales. Su oratoria histérica se e.xaltaba vociferando contra. la oligarquía, contra 1011 ricos, en fn\·or de Jos de.~heredados. En los mitine.~ y en su despacho, donde traba­jaba incesantemente lmsta el amanecer, \'estía trajes de mode~ta empleada: en las recepciones lucia mod ~03 madc in Paris y joyas millona-

J!J

rías. La huJ'KUesía argentina odiaba intensa­mente u c~tn plebeya ndvenediza que Re encum­braba ele:-poi ricnntlo contm ella, )' ofreciéndola al odio de la chu . .;ma. ¿Qué podían hacer las damas aristocráticas para obligar a sus :-it·vien­ta:- a l,--ttna·dnr lns distancias . .;i la porlerosn es­posa del Presidente predicaba con el ejemplo que era ¡1ntriútico in..:ultar a los 11atronc;; 7 Un periodi~hl francés que Yisitó la Argentina en 1951 ha dejado un testimonio extremadamente fiel de la ruhia impotente que alimentaba la burguesía argentina contra Evit.'l. esa mujer­zuela, esa hija de una dueñn de prostíbulo, e~m ... · ~ Pero gvita rc:1liz6 plenamente su vendetta. Actriz fracasada, hizo de la .sociedad argentina su escenario triunfal, y murió cre­yendo que su eomecliu. personal era la hi~toria ar~entina. Re!ienlilla sodnl, explotada prime­ro, despreciada Juego por la burguesia, se dio el lujo de abofetearla en la. cara. Las da­mas oligárquica!! la bO;\'cotenron, negándose a concurrir a laii velmlu~ de gala donde Eva Duarte se pre~entnha. l~\'a I>taarte envió la~ invitaciones a Jos burócmta~ ::~indicales. La in­telectualidad . e mofaba de ella. E\'a Dunrte -que no sabía construir correctamente una frase en castellant)- e.~crihió un libro que Rir­vió de texto obligatorio para In enseñanza del lenguaje. Y lo profc~ore,:; tuvieron ouP. apli­car~e a In impo 1 le tarea de dar l'onferencias l'!Obrc el contenido de un libro carente de todo contenido. Con ,ous familiares y favorito!'~. Evi­ta com;:truyó una burguesía burocrática ,. oc­potista, surgida de la nada y enrit¡uecida fabu­losamente en un tlem!lO fnhulo.samente corto con toda clase rlc negodadns ~· especulaciones. I..a hurgucsia argentina y su pequeña burgue­sía agotaron lo más exquisito <le su ingenio en chisme." y chistr.s pornogrfificn:;. acerca de· Eva Duarlc. Tenían razón para odiarla, pue.<~to que Evita era la encarnación monstruo~a de la de­bilidad de las clase!! clominnnte., frente a una pandilla de m·cntureros rcl'lpaldado.~ e idolatra­dos por IM ma~as trnha.iador:t~. y die11tro~ para explotar en !ill beneficio In~ mecanismos de poder· de In Rocieclad capitalista.

Rl ala pl<•beya del h•mapurti~mo, enrarnada en E\'itJl, no tardó en irritar ni ala tradicional, repre~entacln pot· el Ejército. IJos genera)e.-;, vinculados u las ctn~es dominantes por origen familiar o identiricndón p'licolúgica, no podían sufrir pash·amcnte que "esa mujer" tu\'iera más influencia en las co~as del P.i'taclo que to­da>< la.; jerarquías cuarteleras. Ya en 1948 el ejército reclamó que Evita abandonara :::.u acti­vidad poHtica, y durante ,·arins !'lemnnal'l Evita restringió sus apariciones en público. Luego, en febrero de 19·19, al intentar Evita \;sitar Campo de Mnyo, fue rechazada sin contempla-

cz Tibor Mmde, ob, ril. p. liB.

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clones por la guardia. Y aunque poco después, al cabo de diver~s forcejeo.:;, Perón y Eva Pe­rón fueron agasajados por la guarnición de Campo de Mayo en un banquete formal, el an­tagonismo básico permaneció en pie. Cuando en 1951 la CGT proclamó para las elecciones de ese año la fórmula presidencial "Perón­Eva P erón", las colla~ rebalsaron la medida, y el Ejército se cuadró para poner las cosas en su lugar. Evita debió renuncwr a ser vicepre­i'identa de la ~ación, y al año siguiente moría. La;; fuerza.; armadas le rindieron honores e.'\­cepcionaJe,.., guardaron luto y me>ntaron guar­dia junto a su ataúd. Alguno' de los marino:; que sufrieron semejante •·afrenta", <'almaron su odio tres años mfls tarde, ametrallando en la Plaza de )layu al pueblo tmbajador en quien Evita se había respaldado.

La CGT contra la clase obrera

Después del fracaso electoral, la Unión De­mocrática se desintegró, y la oposición más poderosa quedó con,..tituttla por la UCR, en tanto que las primerM semillas del golpe de estado antiperonista germinaban dificultosa­mente en las fuerzas armadas ya desde 1946. En todns las elecciones posteriores a 1946, el peronismo tapó con votos a la oposición, y la persecución a que t!,o;ttt fue <:ometida no interesó a la mayoría de la población. Sin embargo, aunque el peronismo siguió obteniendo amplias rnayorias, aunque la oposición no ganara te­treno, exbte desde 1949 una corriente molecu­lar de de peroniznción que afecta inclu~o n la clase obrera, principnl respaldo del peronismo. A partir ele e.<>e afio -con pa.<:ajer:t interrup­ción en 1950-, se inicia el descenso en los precios de las exportaciones, las regerva~ de divisas se ngotnn, y solo se mantiene el equi­librio de la balanza comercial merced a una f1nnci~cnnu política tle importacioncll que priva ni paí-: de Jo~ metlio~ de Jlrodut'clón más nece­~arioll. Tcrn>inu entonce'l el período de super­h-annm•ias, que el t·apit.tlismo argentino di..¡fru­ta desde 1!'140. Comienza el ciclo opuesto. El gobiet no pet·milc inrcauntb aumento!\ de pre­cio:;. p"ro intent·1 congelar lo:; <~alnrios. Lenta­mente In pm·ticipación dl la cla<:e obrera en la renta nudonul diRminuye, el salar io re."l.l ~e contrae y lo~ ohrrros pal¡•nn una di¡¡minución en su nivel fh' vida. ~~ Los ohreros van experi­menttmdo. aunque tardnu en tomAr conciencia de ello. que su enemigo en la<~ fábricas no es $Olo la patronal, sino la pt upia CGT. EJ com­plejo contenido rlel proceso de desperonizneión surge entre otra~ c~as del complejo carácter

41 c-t~ n GCJ•«aa Jr....,..6mka 4e la Rtp5!1l><ll Arwtatb:a. ol>. 1 p Ul 1 a ladl<e d-t.. d<l d-oo ""' d 11hd de '\'Ha dct la daso lrabojaclon Jo c""all<n~ la e<~ntroccl611 dol q¡hft"" r .. tctt do la T a• rnlnorht .. dr tnclU·><ntarl.._ En JtSt l!rl'• W· ftTiomo "" mh tito lO al ,.,¡.,...,. c!• ltU lk:ft .,. 121,

F'idtas, Oct ttbre 1965 ------------------------- --4

que el peronismo tiene ante los ojos obreros. Para los obreros, en el centro del peronismo se halla Perón, las mejoras que otorgó, su dema­gogia antiyanqui y anticapitalista. Alrededor de Perón está la CGT, la. Secretaría de Traba­jo, con sus burocracias auxiliadas por la Poli­cia Federal, y rentadas por el Estado, que aplastan a lo3 obreros dondequiera que é:.---tos se disponen a. enfrentar, por su cuenta, a la burgue~ía. El proletariado deteMta a la buro­cracia de la CGT y lucha contra ella todos los día!! (al menos en esa forma primitiva de lu­cha que es el desprecio y la indiferencia), y sus lucha~ etonúmicas, :';(' conviet1en en movimien­to,; que tienden n colocar.~e ul murgen de Ja CGT. En esto, choques la confianza del pro­letariado en el gobiemo vn af¡ojando, pero aún cree en Perón. Y este aprovecha la situación para u.pa.recer como el fiel amigo de Jos obr&­ros, que siempre está con ellos. Ante cualquier movimiento huelguístico de enver gadura, P&­rón, luego de dest ruir al movimiento y aplastar a su dirección, hace alguna concesión económi­ca y hasta voltea a algún cabeza de turco ce­getista particularmente de ... pre--tigiado } odia­do por los obreros.

El peronbmo intenta adccuane a las necesidades del eapitali-mo argentino y de &-tados Unidos

Pero la despctonización de la clase obrera, su creciente antagonismo con In CGT, no tienen nada que \'er con (?) antipcronismo y el odio a la CGT que alimenta la burgucs[a. E:;ta conti­núa firme en su nntiperoni~mo, como en 1945, pt>ro sus métodos de l'omhate vnríun, ) pasa a combinar la Jlreparnción permanente del golpe de e:,tado con una pc•litirn envol~ente, orienta­da a blof)uear al gooiemo. y copar desde aden­tro su conducción económica. El empeoramien­to de In situuci6n económica requiere un f rente único de tocio los sectores eapitaJi~taq con el gobierno. par a poner en vereda a la clase obre­ra. y por ello, en 1953, Pincelo diri11e unn carta públic:t nl gobierno planteando ln urtrencia de unn conciliación entre peronismo y opo..;ición para !;81\•nr la econom[n del pa!R ~s decir. las g<.manci:ls del ropi1nl- y prc..qervnr el or­den, evitandt) las luchas soda le· y creando un clima atracth·o para los invH~ores e.¡tranje­r'Os. En el mi<:mo año -::e crea la Confederación General Econ~mica. podero;;o organismo gre­mial lJUe agrupa "' todn In lJurgue.oo;í:• argentina y de inmediato obtiene una participación indi­recta ¡:ero efic.tz en el gobierno. 41 Al reorga-

u ""C•t• uco•«n ,.., la <X::J: ~ ...... ;Jet~ n n "'M'IA nh•nda lmporUntes f~ll<km.. ,_. • :&l.hat. L> ,_. b•'ll •• el B:ort. ~lo fllet oln ckca ou '1aehnltnt<> uich••~ m. c;u ~ ID .. !»~""" rw«ltn Jo ho h,.,,... .te ..,. m J 'l "'t~l.., <!ti .-.r­~· (en la CCI 1 tir>ra,...'> r <> <OI>ot&ah, tOTqwe - l'fll•

Historia del Peroniamo

nizarse el elenco ministerial, se organiza on gabinete íntimo de Perón, en el cual se halla el Ministro de Asuntos Económicos Gomes Mo­rales, que "ha presidido muchas modificacio­ne.<~, discretas pero firmes, en la anterior po­lítica del régimen de aplacar a cualquier costo al movimiento obrero. A través de él. la nueva federación patronal, oficialmente apoyada, se halla repre: entada en el gabinete intimo; la otrora todopoderosa CGT no lo está".

Hacia la misma época, un destacado capita­lista y dirigente empresario argentino declaró ante una asamblea. del gran cnpital latino­americano asociado al capital norteamericano: "una profunda transformación se está. operan­do en nuestro pafs. Se reconoce a la empresa privada y se confía en el hombre de empresa. Los bienes que alguna vez fueron nacionaliza­dos se están devolviendo unos tras otros a las entidades privadas. Se nos invita a participar en la dirección de las organizaciones estatales. Y todo ello con absoluta libertad de opinión y total independencia política. Sin embargo, és­tos son sólo los primeros pasos. Piensa nuestro gobierno aflojar paulatinamente los resortes burocráticos y dar a las actividades privadas no solamente el rol de su propia exi!!tencia, sino, además -y de eso ya tenemos signos in­equlvocoa-, hacer de..'llparecer :~u intervención en nuestras actividade!". •~

Cuando el gobierno peronista entra en su último año de vida es notorio que "La influen­cia de la CGE está crecienrlo. Un reciente de­creto le asegura un ingreso anual de 140 mi­llones de pesos. La CGE será involucrada en las actividades gubernativas, según manifesta. eión textual del Presidente de la República''. •• Entretanto, la prensa económica internacional informa: "Los norteamericanos están ganando en favor, y las recientes misiones económicas han sido cordialmente recibidas", 41 pues "se admite que para aceitar los engranajes más resentidos de su economfa el pafs necesita 200 millones de dólares onuales durante un período de varios años". •~ Una misión enviada por la CGE a Estados Unidos recomienda a su retor­no diversas franquicias cambiarías para los in­versores norteamericanos, y el gobierno las po­ne en práctica rápidamente. La misma misión recomienda una politica petrolera sumamente

Wlor -la .,. ~IICTO. l>omb,. ,. firmas cru• •tabaa mu,. ~ de comula'&r eoa la tulclda poiiUca ..., •-tra do aqu~ ,. awo al­_... •u• -~ lula Yftldo a colaborar d«ldldam•uk <OD el ..,..lUDo do la IWYo!ud6n Ubertadora. Coa aqudloo J>eU<t.- orle!· aaleo, D«<...., cabe.l 4etbl6.., ent-. la CGE .., •fon6 ..,. 7 otra ,.. •• ..,liAr_,.,..._ roa.'-,. n <Onkner w marut .. «&c~c­- mú palmarfaa de la d-rbll&d6n o!ltlal. Cwns>ll6. a ou modo. aoa fuocl6n cabal". Z.. Nañ6n. lobrwo lt. Uh.

45 Dedarad6n del 4elccaclo ara: .. u..,, Gll1llen.o Kratt.. La Ar· a:eau,.. .,. la VIl Reuo16n Plenaria del eo.-Jo l nl«annerkaoo de Oonu'""' JO ProductldD Uláloo. ltGU, p . IU.

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liberal en sus concesiones a las compañias pe­troler:4.:> int madonales. •~ Además, la CGE propone ~ue se deJe a cargo del capital privado -·c:dranJe•·o- el desan·ollo de la producción de energía eléctrica. &O (Las necesidades de di­\•isas son cuantiosas, pero la posibilidad de ~cumularL1s mediante lus exportaciones se ale­Jan cn~a vez más. En 1954 caen Jos precios de ca"• .toda.-. las exportaciones del país. La exportactón de cereales duplica en volumen a la del año anterior, pero su valor es apenas mayor; el volumen de In exportación de carne ct·ece 1 o.~¡,. pero su valor se reduce 2 r, ) .

A comienzos de 1954, en ocasión de renovarse los convenios colectivos de trabajo, los salarios son aumentados imperceptiblemente en tanto que se legaliza el aumento irrestri~to de los precios. Por primera vez desde su aparición e~ 1943, Perón no anuncia aumentos de sala­r~os, declarándose neutral durante las negocia­c~ones entre 1~ CGT y la CGE. Sus órdenes, Sin embargo, 1mponen moderación a la CGT y 1~ aceptación de la mayor parte de las exigen­Cias patronales, aunque no todas. Para presio­nar a la patronal algunos sindicatos declaran paros parciales, pero pese a sus inmensos re­cursos la CGT no apoya a las huelgas, sabo­teándol~s de hecho. Cuando la clase obrera -espectalrnenw el gremio metalúrgico-- reali­za por su cuent."l algunos paros efectivos la CGT aetúa....de rompehuelgas. '

Paralelamertte, a partir de 1951 l'e inicia una fuerte ofensiva patronal sobre la clase obrera para aument~r .la .intensidad del trabajo y re~ tablccer la chsctphna en las fábricas, disminu­yendo la:' prerrogativas sindicales. Las empre­sas conuenznn a desconocer sistemáticamente las leyes que protegen al obrero, y el Estado se muestra cada vez más inclinado a dictami­n~r en favor de lu patronal en todos los con­flictos colectivos o individuales con los obreros. De tal modo el peronismo, que habfa surgido en 1 !H5 apoyándose en la c:.ll'e obrera contra la bu!·gucsía nacional y el impcrinlismo norte­amencano, diez añot-~ después tendía acelcrndn.­ll?enle a adecuarse u las necesidnucs y exigen­cias de sus enemigos.

Raíces internacionales y nacional~ de un golpe de e.·tado antiperoni:sta

Pero no tanto ni tan raoidamente como lo querían Washington y In burguesía. Per6n ha­~ia hec~o sus~nciale.'l concelliones al imperia­h.smo, dtplomáhc:ts y económicas. La penetra­Ción norteamericana avanzaba de tal modo que

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1 _6 ____ --------------------------=-Fichas, Octubre 196.'i

en septiembre de 1955 en lo que a dependencia re~pecto a Estndos Unidos se refiere, la Ar­~ent ina :-e parecía mucho más al resto de Amér ica Latinn que a la Argent ina de 1940. El imper ia lismo inglés se había debilitado, y su pe.<>o e.-.pecífico en el país no era compa­rable a l de la preguerra. Inglaterra seguía ocupando un sitio e~tratégico en el comer­cio ext~rior argentino, pero su capacidad como invergor de capital era muy infer ior a las necesidad~ del capitalismo argentino. Y, sin embargo, aunque meno~ intenso el contras­te, todavía eran cor rectos en 1955 los tonos con que un vocero norteamericano describfa en 1942 la situación de América Latina: " La posición económica de l<~stados Unidos e~ más fuerte en la parte nor te del continente y se debilittL a mcdidn que avanzn hacia el sur hasta que alcam.a su punt.o más d6bil en la Argen­t ina, donde en tiempo.;¡ nor mnle11 Estados Uni­dos vende mucho más de lo que compra. No e.q mera coincidencia que ltL Argentina sea el punto más frágil y rruí~ pcligrooo en toda la política la tint't. -nericnnu de Est.ndos Un idos, in­cluyendo la defensn hemisíérica".51 E s que aún no están dadas la~ condicione!! económicas para que la Argentina "encaje" plenamente como semicolonia norteamericana. La industr ia ha crecido mucho, y con ella la influencia del ca­pital norteamericano. Pero la estructura eco­nómica a rgentina ~igue siendo predominante­mente agropecuar ia: el 97 ~ de los valores exportado." corre=-ponde a productos a~arios natural~~ (granos por ejemplo) o con t rans­formaciones industriales simple:- (carne, cue­ros, etc.). E«ns expor tacione3 son fundamen­talmente com¡>etit ivaH l'On In producción ..;imi­lar norteamericana, y la competencia lejos de disminuir se ha acrecentado. Si antes de la guerra se limitabu a !l4 carne y la lana >' tenía lugar solo dentro clel mercado estadounidense, ahor;t Re ha extendido a lo~ cereales y su esce­uario es el mct•cudo mundial, con consecuencias dP'!nst rORa!! pnra !u Argentiml. DeRde 1045-46 Y.;stnclos Unidos es el primer exportadol' mun­dial de trigo y harina, a limentando Ru s expor­taciones en l!J52 ocho veces con r<'l'lpecto a la Jlreguerra. Sus exce.lentes nlmacena.dos - más de 27 millones de toncluduc:t- por simple ac­ción de presencia deprim<'n lo;- precios en el mercado mundial. De modo que aun esforzan­do ·e para complacer a \.Vnshington el gobierno peronistn no podía dejar de señalar ---<:nando se enteraba del propósito norteamericano de colocnr sus e.'Cccden tes en merc!\dos tradicio­nalmente argentinos- que "Frente a e~te gra­' e JH'Ohlema cabe repetir que e:-: una per tur­bación creada exclusi\·amente por la \.'oluntad de Jos Estados Unido:'!. l .ofl excedentes que 5e

G 1 Whh<', ob. r ll p ~DO

acumulan son e l resultado de una politica de subsidios en e$Cala jarruí.s a p 1 i e a da por ningún país a su pro d u e ció n agropecua­ria. Por lo demás, resulta inadmisible que en los Estados Unidos no se comprenda el daño tremendo que causa la destrucción de los mercados intemacionates normales. par­ticularmente en paises como el nuestro, que tienen en las exportaciones de productos agro­pecuar io!'> mi.<\ del 90 por ciento de sus in­gresos en divisas". u Por otra par te. el comer­cio exterior a rgentino se or ienta principalmen­te hacia Inglaterra. En la década 19-15-5-1 la Argentina exporta a Gran Bretaña y la zona de la libra por valor de 16.200 millone5 de pcsoH, e imporUL de5de alli 8.085 millone~. A los EHtados U nitlo::; expot'ia 7.1 00 millones. impor­tando 12.700; como la lihnt es inconnrtible, el saldo favorable con Gran Urel.l\ña. no sirve para cubrir el déf icit con los E~t.ados Unidos, de modo que har que reducir drásticamente las compras en Norteamérics1.

Estas eondiciones, propias de la es tructu ra económica, constitu:,.·en un serio obstáculo para el avance norteamericano. E l apoyo popular con que contaba el peronb mo agregaba una dificultad adicional y particularmente irritan­te, pue.q sumado a las caracterislicas de la economta argentina, y al r e:l})aldo hritánic:o, concedía a Perón una amplia posibilidad de maniobrar, perturband<• continuada mente el viejo deseo monrofsta de tener un apéndice continental r .{gidnmcnte obediente d8$de el Río Grande hasta el C..a.bo de HorMs. Resulta ex­plicable entonce: que la prense norteamerica­na fuera proíesionnlmen1~ antiperonista y que el Depnrtnmcnto de E~tndo, p Jr mucha.« con­cesiones que outude...;;e de Perón, estuvierc1 siempl'e bien dispne.~to hacia cualquier movi­miento burgués capaz de acabar con Perón . Washington no ignoraba que por su natu raleza necesnriumente antipopular, por su inevitable carencia de t•espaldo de maAAs, cualquier go­bierno burgués antiper onista ~ría infinita­mente más débil que el peronismo para nego­ciar con los Estaclos Unido '!. Sin duda, los intereses ímperínJi~tas no podla en 1955 con­ceder;:;e el lujo de intervenir en la Argentina al e=-tilo Br<Hlen, ni podían amHlr a lgunos cuantos banclidos p.u·u que repitiesen. en el Río de la Pinta la "opernci6n Guatemala'•. 1\'las ello no iu\·aJidal'a. Ja necesidad que sentfa Nortcamérica de desembarazarse de Per ón. Y aunque Wac:hingu:m ded::..ra...;e una )' otra vu que no intervenfa en la pollt iea argent ina.. la no inten·cnción -ya b dij o Tayllerand- es un concepto dificil : signi:fl<!a, aproximada­mente, lo mismo qce intervención. Todos lo3 antiperonista~ burgu~e.: co·noeian perfecta-

Hi11toria del Pcroni.~mo:__ __________________ ___ ------- - 17

mente que contaban con la tácita aprobación norteamericana, y ::i tenían al~na duda les ba~tuba leer In pr(lnsn de ese origen.

gu junio de 1951, C:.~stillo Armas y sus ban­dolero~ ocupan Guatemala. En agosto, tras una campaña de e.o;cándalo bien orquestada, lo:-; generales brasileños suicidan a Getulio Varg.'l!', quien molesta al capital brasileño­americano con proyecto:; de "alario mínimo, introducidos "como cr iminal fermento de agi­tación en el seno de la masa trabajadora" -según declara el Comandante en Jefe · de las Fuerzas Armada!\ bra.'lileñas.113 Wash­ington extendió do11 reconocimientos diplomá~ tícos ~· sendas "ayudas" económicas. Más de un antiperonistn pensó, en Buenos Aires, que había llegado el momento de merecer el tercero.

Ciertamente, los aspirantes a rgentinos a Cuslillo Armas sabían que no sólo en Wash­ington encontrarían apoyo. Si eran eficientes, lns cl:tRell dominantes ar~ntinR'I en masa los apoyada, harta como e:"~tabn -como lo es­tuvo siempre, de.<~de 1941- de Perón y del peronismo, de la CGT y de F.\'ita, \'ÍVa o muer­ta, de )a dictadura que no le permitía. jaquear eficazmente al gobierno, del bonapartismo que sobresaltaba sus nervios y ~aqueaba su bolsa. Indudablemente, Perón senUa su vocación de garantizar el orden capitalista. "Yo estoy he­cho en la disciplina. Hace treinta y cinco años que ej et·cito \' hago ejercitar la disciplina." Pero In fuerza del orden burgués e~tá en la hurgnesia. Pcrón se ~ahía, por lo tanto, repre­:;entante de la burguesía, y gobernaba en tal sentido. Pero ,¡¡ era algo, era gracia!! a haber roto y n romper dia riamente la fuer'Za política de la hur~e<>-fa. Pero. ni prote~er su fuerza material, engendraba de nuevo su fuerza poli­t ice. La tarea del peronismo consistía. enton­ces, en mantent>r viva In causa, pero suprimir el efecto alli donde aquella ¡;e manifestara. Pero e;~to no era posible ~in una pequeña confusión íle causu y e ft•cto, pues al influir el uno sobre ¡¡~ otr a y viceversa, ambos pier den sus carac-1er isticas distintivas. Luego, Perón se recono­cía frente a la burguesía como el representan­te de las masas trabajadoras, llamado a hacer felices dentro del orden capitali!tta n las clases infer iores del pueblo. Esto e:. propio del bona­partismo. y en el con::~tante ir y venir de iz­quierda a derecha y viceversa. la acumulación del capitul ~ resiente. Bien entendido. desde 1919, y particularmente a partir de 1952, la ~ituac ión económica obliga al ~obierno pero­nistn a marchar continuadamente hacia la de­recha, desandando el camino iniciado en 1944. l\la:-: el pcroni:'lmo no marchaba ·en e.~te !'en­tido con In celer idad requerida por la e\'olu-

ción -es decir, por el eiltancamiento- del ca­pitalismo argentino. 6 ' Desde el punto de vista ele la evolución capitalista del pais habia, pues, sobrada~ razone~ para que las clases dominan­tes en su conjunto contemplaran como una ne­sidad el derrocamiento de Perón. Per!lpectiva e:;ta que, ndemil~. presentaua la ventaja para la burguesía, los industriales en especial, de eliminar una fuente de fricción con los Esta­dos Unidos y facilitar los acuerdo::~ con la nue­va metrópoli, que si a Pcrón le prestaba equis millone:-; ele dólares era seguro que a un go­bierno má.q manejable le suministrar ía equis por dos.

Por lo demá.q, desde 1944 el bonapartismo peronista había diseminado e infectado pro. fundas e irreparables heridas politicas y socia­les en el ~<eno de las cla~es dominantes y de amplios sectores de la clase media. Por com­pleta que fuera la conversión del peronismo a una politica económica ortodoxamente con­servadora, libreempresista ~· antiobrera, densos núcleos de las clases dominantes habrían de consen•ar intacta una pu::~ión politica anti­peronista que sólo podr ía satisfacerse con el derrocamiento de P erón.

Una cosa era, 11in embar~o. la aspiración de las cla:-:es dominantes de deshacer:>e de Perón -coincidente, por lo demfl;;, con Ja;; aspira­ciones de Norteamérica y del capital finan­ciero internacional- y otra ~u capacidad para reali?.ar ~emejante tarea, pues el peroni=-mo había debilitado considerublemente a los apa­ratos políticos opositare~. T..a !'uprema e:-:pe­ranza de la opos ición residía en las Fuerzas Armada>~. Pero la mn~·or parte ele los oficiale.'\ de las tres armas, bien cebados, colmados de privile~ios y seguidos de cerca por la policía, eran fiele-: n Perón -al mt>no;; mientras no hubiera una fuerza política que lo amena7A\t'a :-:eriamenle. C"on todo, In opogición no se ha­llaba enteramente cle~amparada. Trabajaban parn ella el progresivo deterioro de la estruc­tura ('conúmica y la torpeza del aparato tota­litario que golpeaba. e irritaba cie~amente a izquierda y derecha, empantanado en la char­ca de su corr upción y de In creciente decaden­cia personal de Perón. P ronto el antiperonis­mo golpista encontrarla un eficac[simo instru­mento político, surgido inesperadamente del ala derecha del bonapar tismo.

u " Una forma m Cl\l., .r cvblnno puode a:rudu a <lotmn la lnnaclón, .. lmpodlr ol.ra rueda de aulllQI._ de ulari<M mando M

er..,~ lu pr6xlmao d-...clu "' pro de un r•tah!eriminto ele loo anterlolW nlnln del plano .-l. p....., • dif•cll Que o! coblen>o vaya lo au!ld nlftftmte le.loo ......., pa.-. adopta. mo.ll lu ...,.,...¡.,.. enando Dttru • el """"""to. Slo ...,be~ no bar d udA de crue <1 lfOblomo .. , .. harlmdo srrand.,. efuenoo para lm¡>odlf '1~ la al­~16n U~• a ... p unto, tratando cM lo!mar 1111 <amblo en la octllUd d .. loo obr..,... b&cla lu emp,..,..." , Tbe ~onoaúst lot.W• c:011oo Unll. O•orkTI• F.-i<J n wk• o/ , \,gntl¡,., .!unlo tli"..l,

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1_8 ____________________ ~------------------------------~F~~~·~ha~3~·~0~ctubre 1965

La iglesia católica ingresa ni frente antiperoni.sta

A fine.'! de 1954, como raro en cielo ~ereno, cae sobre el pnl~ una ináudita declaración de Perón: el clero católico ~tá combatiendo al gobierno, el clero intenta formar un partido demócrata criMI iano para destruir al peronis­mo, el clero e~ enemigo de In revolución pt?ro­

nista. Efectivamente, el matrimonio de conve­niencias entre Perón y In Iglesia católica :-e había roto. Fiel al componente reaccionario de su naturaleza, el peronismo había concedido privilegios nunca vistos a la Iglesia v a sus organizacionc~ colulerale.": enseñan?.a ~ligioga en las escuela.-.. Servicios que la Igle,;in pagó cumplidamente en 19·16, apoyando la. candida­tura de Perón mediante una pastoral y diver­sas declaraciones de sus obispos. Y en ocasio­nes como la de setiembre de 1948 cuando, anunciado por Perón el supuesto complot de Reyes para asesinarlo, lo... obispos fingieron creer en la realidad del complot y ordenaron que el día 26 ~e eJe,·aran en todas las iglesias del país plegarias para agradecer la salvación de las vidas de Perón y Evita. Pero la Iglesia, t.rinchera final de todas las clases dominantes, no podia tolerar para siempre Jos aspectos ple­beyos del bonaparticrmo y, menos que nada, "la agudización artificial de la lucha de cla!res" Y de ''la de.~onfianza de los desposeído~ en Ja hnena fe de los demái~" -..."'egún reza el mani­fiesto de fundación del Partido Demócrata Cri~tiano argentino. M Además, Eva. Perón, con su inneR"able aptitud para abochornar a Jos altos dignntnrio;:; de toda.~ IM corporaciones, supo también t·ómo humillar a la altn jer:uquia eclesiástica. Sutilmente, como en la ocn11ión en que se fotogrnffa junlo al cardenal prima­do luciendo audaz \·estido (le noche, o cuando, en febrero de 1951, desairan ostensiblemente --ella y Perón- al Legado Papal q_ue 11~ para el Congreso Eucarístico. Las invocacio­nes peronista!l a la "Santa Evita" tañinn dolo­rosamente en Jo¡:¡ oidos de lo'! sacerclotc."~ ,. de sus feligresas oligárquicas. Para colmo,~ las respetables familias burgue.....as que em·inba.n sus niños y adole~centes a colegio.'! religiosos para- ponerlos a cubierto de la propaganda pc­ronista que l'le impart!a en las el'cuelas comu­neg, se sublevaron junto con los virluoMs va­rones en<~ot.nnados cuando el j(obierno ~men­zó a arrear a los alumnos !=ecundarios d(•ntro de una orgnniznei6n e~tatnl donde <;e lc.11 en­señaba el culto pagano del deporte y de la ndmiración por Perón. Ln Curia se decidió n cavar la fosa del perani~mo, y aún no había dado el primer piqnetazo cuando ya tenía tras de si a toda la bu~ut>sln ar~entinR, y a Washington, conscientes de haber hallado el

gran instrumento político necesario para aca­bar con Perón. Cuando éste Mlió públicamente a la batana, una cálida corriente de .:;impatia. hacia la lgle .. ia circuló por los ambiente-< opo­sitores, y casi de inmediato qued6 constitufda una nueva Unión Democrática, aglutinada no ya en torno a Braden sino a la Curia, y en la cual no faltaba ni siquiera el Partido Co­munista. Cuandc> el gobiernu detuvo a los cu­rns má." recalcitrante~. que de~de los púlpitos llamaban a. la insurrección, el radicalismo ~e apre: .. uró a d('clat·ar su ".!iolidnridad con los católicos pet·seguidos", mientras el Partido Co­munista llamaba a "luchar unido:; por Ja li­bertad de Jog curas democráticos". El clero dc._<:uf.ó una violenta ofensiva contra el gobier ­no, que ha1Jó cálida acogida en la prensa norte­nmericnna, indignada al comprobar una vez máli que "oposición es algo que P erón se n iega a permitir", g0%osa al recordar qu~ "la Argen­tina es 80 por ciento católica, y quizá Perón esta vez ha ido dema.siado lejos." ~

Perón re.:;pondió con una ser ie de medidas democráticas progre:dvas: anulación de la en­señanza religiosa, supresión de los pririlegios impositivos de la Iglesia. ley· de divorcio, con­vocatoria de una Asamblea Constituyente para reformar Ja Con;;titución, a fin de separar la Iglesia del Estado. l.o<; parlamentario~ radica­les votaron en contra de todo e~to. El Partido Comunista explicó: "Es innegable q_ue Jn re­forma de la Constitución al objeto de plantear la separación de la Jg)e<~ia del Estado e.o; unn cortina de humo: se quiere que el pueblo ol­' ide In entrega del petróleo, de la siderurgia, de la metalurgi¡t: que ol\.'ide )a c:..re4fa, que olvide la política de guerra r la Jfne:a reaccio­nada."~.,

Entretanto, la Iglesia pro;;igu ió :<U ofeMiYa al frente de toda. la opo,ición, org-cinizando hucl~ns univer,itarias, campañas de \'Olantes y rumore.;.;. tumultos callejeros y células ter ro­ri~<ta;; . M Lo,;; templos se transformaron en co­mités políticos, los p rocesioneg reHgiosas en ardiente5 munit'estaciones antip-eronistas. Las C.'tlle." céntrica;; de Buenos Aire~ re,·ivfan Jos din~ de 1945. Seuorns o:o~rbiamente ,-estidas . alían enardecida~ de las mi <:a.:'~ de once para enfrentar vnlero<~amente a la policía. y para corl'ur el grito de guer ra de la muy crist iana oposición: "Perón, Perón ¡MUERA!".

Poco a p ('O se iba eonfigurando el clima del golpe de E~tado. ~anife'<tatión tras mani-

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Historia del Per01lismo

fest:ación, Jos curas y la oposición creaban un ambiente de guerra civil con el claro propó­sito de incitar una salida cuartelera que de­rrOCM:e a Perón para salvar las instituciones. E l gobierno confiaba en In fidelidad del Ejér­cito, en la Policía y en la clase obrera. Pero en ningún momento se intentó movilizar al proletariado. Al contrario, la CGT colaboraba con la CGE reclamando mayor disciplina y rendimiento en las fábricas. Por otra parte, el peronitimo, si bien conducía una intensa campaña anticlerical, no mencionaba en nin­gún momento la vinculación entre la Iglesia y el golpe de Estado en marcha. En vísperas de un putch dirigido en primer término con­tra ella, la clase obrera estaba completamente huérfana de dirección y atada de pie.-; y ma­nos por In CGT, cuya consigna capital -obe­diente a las órdenes estatales-- era como siempre: "De casa ni trabajo y del trabajo a casa."

El 12 de jonio una gigantesca manifesta­ción unida de toda la opo:;ición antiperonista, recorrió lns calles céntricas de Buenos Aires enarbolando la bandera de el Vaticano. El gobierno contesta con un paro general de la t;GT, que se realizó el 14 de junio al e:<tilo burocrático, simplemente arreando las maRas a la calle para demostrar que Perón tenía res­paldo popular La consigna de la CGT seguía siendo: "Orden. Del trabajo a casa y de casa al trabajo." El 16 de junio, al mediodia, Jos empleado!~ que iban de su trabajo a su casa o vice\·ersa, quedaron cla\'ados en el trayecto por los aviones de la aviación naval que bom­bardeaban la Casa de Gobierno y la Plaza de Mayo con el objeto de asel'linar a Perón ;.· aterrori7..ar a las ma!>ns. La C'GT declara la huelga general y ordena a lo!< obrero!! que ~oncurrnn u ln Plaza de ::\layo. A la<~ 15.~0 y a las 17, nuevamente la aviación naval bom. bardea In Casa de Gobierno, la Plaza de Mayo y la CGT, masacrando u lns ~<~M alli con­centradas. A las 18, el Ejército, que permane­ció fiel n Perón. dominnbn las bases rebeldes y los a\·ione.q habían huido al Uruguay. Perón seguia ~iendo dueño del poder. Pero. entre­tanto, hc.b1a p::.sado algo nuevo en Buenos Ai­res. Al propalarse a l mediodía la noticia del estallido del putch -mientras las terra1.as de los barrio~ re~idencü.tlc.~ Ke erizaban de aplau­~o~ para. los aviadorei'\-. algunos núcleos obre­ros. en !lu mayoría activista~ sindicale.<~, se mo­viliun hacia el centro de la ciudad. P iden armas, asaltan algunas armerías para procu­rárselas y forman barricadas en las avenidas de acceso por donde podrian llegar tropas re­beldes.

El carácter del putch del 16 de junio queda indicado por sus propósitos: evitar la ~epara­c: i6n de In Iglesia y el Estado, anular la ley

de divorcio y, sobre todo, destruir la CGT. La ferocidad puesta en el ametrallamiento y bombardeo inútiles de las concentraciones de trabajadores dc.<~armados fue un anuncio, me­ridianamente claro, de los métodos democrá­ticos con que se pensaba liquidar al peronismo. Desde Juego, los autores del golpe "en manera alguna alientan sentimientos hostiles hacia los Estados Unidos, país al que admiran y con cuya lucha en favdr de la democracia se solidarizan" -oegún declararon en Montevideo al diario La Prensa, de Lima, tres dius des.- ¡ pués del putch. Militarmente, el golpe fue ven­cido por el Ejército, pero la movilización de algunos núcleo:i de la clase obrera ejerció una cierta influencia.

El Ejércil{) sostiene a Perón como la soga al ahorcado

Como lo declaró el ministro de Ejército: "Ha de reconocerse que nada pudo ser más feliz para. la suerte de las instituciones que la pos­tura asumidn por el Ejército. Nuestros cono­Cimiento:. profesionales nos permiten deducir el caos que reinaria ahora en el país si hubié­ramos seguido otro camino. Y fácil les será meditar sobre las consecuencias gravfsimaa de In guerra civil con el de.qconcepto internacional v la tragedia de luchas sangrientas entre hijos del solar patrio común." 1

'

Despqés del 16 de junio, una revista del gran capital financiero y del Ejército norte­americano informó así: "El humo se di11ipa. Perón queda, pero no está sólo. El Ejército salvó al dictador, ahora puede dictarle a él.'' 110

En Londres ~e observó: "Cualesquiera sean los 11ucesos que el futuro depare, es el Ejército quien tiene In llave del mismo". et

En efecto, el putch destruyó el equilibrio bonapartista preexist~nte, fortaleciendo al ala derecha encamada por el Ejército ~n detri­mento de la CGT. El 16 de junio dejó al Ejército en posición de árbitro capaz de deci­dir la suerte del gohierno. Y obligó a Pct•ón a aflojar los resortes de la dictadura, facilitan­do el juego de la opogición y permitiéndole jaquear públicamente al peronismo. A partir de junio, por primera vez desde 1948, toda la prensa e.'lcrita y oral pudo informar sobre la oposición, y los partidos opositores pudieron hacer uso de In radio. Asimismo, se po~terga­ron por seis meses las elecciones para la Asam­blea Constituyente que hnbria de separar la Iglesia del Estado, lo cuAl con~tituía un im­portante triunfo de la oposición que, envalen­tonada, aumenta su presión sobre el gobierno

6V r ... 1\'•ri<Stt. lb. A• julio tt. t•$6.

60 U.S. ,\' .- .t Werld R~ Jullo t. lt$6.

11' no. l:coa<'lftlat fot..tlitr.....,., Unlt. O..rtmao E_.., B ..

~- lf{ Arp ... cf .... Junlu IN6. "'- t.

Page 12: Revista Fichas de investigación económica y social - N° 7 (oct. 1965)

20

pidiendo la renuncia de Perón. Paralelamente, en In misma ml'dida en que la oposición ob­teníu el disfrute de alguna.~ libertades demo-­cráticas. los obrero::: prc. .. enciab:m una creciente re.c;tricción de ::us libcrlncle:; en lns fábricas, donde la patronal intensificaba su ofensiva en torno a los :-alariol4, a las condiciones de lnbor y a l.L autoridad sindical en el :,itio de trabajo.

La experiencia del 16 de junio demostró que la clm;e ohrera apoyaba a Perón y que en su :<eno existian núdeo~ clii;puestos a em­puñar las armas contra el golpe ele E'~tndo.

Pero evidenció, también. que el peronic;rno no tenia dispo,ición alguna n apelar a In movilint­ción de las mallas. y que trataba de coartar, más que de e;,timular, Ja prolifernción de aque­llos núcleo;;. Perón a::;ent:nba :~u estrategia en el Ejércilo "leal", y eguía re~en·ando a la cla"e nbl'Pra el pnpel dt• l"'I'o bullicioso.

Inútilmente intentó el gobierno peroni~ta

detcnet· In rnarchn ascendente del golpe con ofetias de liberallz:¡r su aparato ~emi-totalita­rio y de faciliu1r alguna participación oposito-­ra en el poder. En \'ano desacon:;ejaron el gol­pe algunos estrategos de la alta clase domi­nant~. como Federico Pinedo, que preferían bloqucnr ni gobierno y de>~embarnznrse de Pe­rón por vía dt.> negociación, sin conmociones militare.q. El cerco militar se hacía cada dfa mál' estrecho y el creciente poderío de la opo-­Rición se palpaba en el aire y era hecho más vi~ible por reiterada!\ ncciones de comando contra las fuc rZils policiales. Para forzar una Ralicla Perón acudió, entonce;;, a la farsa, que era el anna suprema de e~te inconducente con­ductor.

El 31 de ago·to, Per6n ofrece <:u renuncia a la CGT; In CC'f la rechaza .r convoca a Jo;¡ lrabajnclores a 1.1 Plnzn ele .Mnvo. Muchas horas ngunrda h, multitud hasta q·ue, por fin. npancc Perón ununciando que r etlrn .::u re­nuncia, que e<:tá dispuesto a 11er implacable con In oligarquía y a matnr cinco op~itore:; por cacla peroni:>tn que cui~a. Todo:\ los per o-­nistas, rlice, tienen In obligación de IT'ata r a los enemi~o" del gobierno nllí donde éstoil le­vanten In cabeza.

Semejante oraloria era sumamente eficaz para exarcebnr el odio rle lo.s antiperoni~bl!!

y templar !'U deci~ión de jugarse In \'ida para terminar con el r~gimen. Pero Aólo lograba desorientar a la!l masas pcronh;tal'l, acostum­brada~ durante d iez año., a mnrchar a legre­mente "del trabaJo a casa y de ca:;:n al tra· hajo" luesro de CJ cuchar en la Plaza de ) lavo toda clnfle de arengas mcendiariaN y fanfarro­nadas nntioligárquica~. El :n de agosto ~· de~­pu'é5, como ::;iempre, las c~a.' no pa"aron de lo~ dbcurso¡;, Ln primern preocup:~ción del gobierno peronistn era consCr\'ar el orden. Y así cavaha lo~ ultimo:: t ramos de su propia

Fichas, Octuñre 1905

fosa. Pues a esa altura de los acontt."'<=imientos el putch sólo podía ser detenido mediante unn \'igoro~a modlización de las muc;a., t.-abajado­I'H!', aplícnndo metodo revolucionarios que im­plicaban de_de el armament 1 del proletariado hasta impartir a Jo;;; soldndo::~ y suboficiales In orden de de,.obedecer a sus superiore.". Re­chal.ando ha:;ta el pensamiento de semejante política, Perón se ataba de pie.:: y mano~ a la fracción " leal'' del l~jército -que ¡¡oJo e.'ltaba dispuesta a apoynrlo en In medida en que hu­bie:-e peligro de que ;:u defección dejase en manos proletarias la defensa armada del go­hierno pe ron ista.

El régimen peroni .. ta se des\ anece ~in combate y sin honor

El 16 de setiembre se :-uble\·aron la flo1a de mar, la principal base aeronaval y nlgunas guarnicione~ milit.ar¿s del interior. En In Ca­pital el vobierno controlaba totalmente la si­tuacion a-1í como en el resto del pals, donde In mayor parte del ejército era "leal", ul igual que el grue.-.o de In aviación y todas lns fuerzas pollciale.~. El único éxito importante de la "Re­\'olución Libertadora.'' fue la captura del go­biet·no en In Provincia de Córdoba, con la ac­t iva colaboración armada de la pequeña bur­guesía, la burgue.iu y el clero locales.

Desde el primer momento el vobierno pro­clamó por radio cada cinco minutO:i que "la~

fuerzas leales dominan 1ot:~lmente la ~itu:tción e..'<cepto en Jo~ reducidos fooo~ rebelde~. que ~erán inc..""<orablerr:cnte aplastndo;;" ,

Durante do;o d[as el gobierno nnunció la re­conquista rle Córdoba y el inminentt• apla:~ta­

miento de lo5 re3trultes focos rebeldcc:. En t·uanto a In amcnnz.a dP la flota, afirmó que

cantata con suficiente adación pa.m hundir cuanto ohjdo fiot:u;e sobre t>!l Rlo de la Plata. Bien entendido. estos camunkados los lelan Jo­cuture~ an•;ntn:o'. P.:rón no ~ hacía pre,;ente. ni tnmpt<'O la CGT, que recién dió .;:e~ales de \'ida do:; d ías de:pué5 del e..;tallido df] puích, para pedir n Jos obrer01> que guardaran la ma­yor calma. Poco ante~ del lG de setiembre, la CGT habíu hecho como si e:'ltuvieru. dispuesta H fm·mm· milicias nhreraR. Pero ahou pedia. orden ,. tranquilidad, i~dicando a Jo~ c•brero!' la obligación de confar E· e] Ejército "Jeal" . Mn~ la lealtad del ejénito ~e t!nfriabn a me­dida qut• se alejaba el peHsr•·o de que el go. ltier no acudiese a la movilizac ón armada dd ¡lro etariado, .r a medida Q e ~nedaha deimi­th·amente claro c¡ue el afenlirtotlo general don .Juan Domingo rer •Ín no era el 1 ipo de caudillo c:t.¡)az de poner;:;e ni ú·ente de :m'- hombre,; e imanta.rlc• CCin el ejemplo de "U co:-aje peno­na!. Generales i u-o<~¡~ehah!e~ t•mpeUJron a rn­bar.se a lo!'! rebelde,., \' fmalmer: te el 1une5 J 9 a lll:i 13 se anunció al país la renunda de Pe-

Hi.~toria drl Pcronismn

r6n, que ~ed.a e porler al ejército en In per:tonn de unn Junta de genern]e~ que de inmediato con7e~aron m armisticio e iniciaron las ne­goc•acwncs, es decir. lo." clctalles de In capi­tulación,. ante la. m111·ina y Jos generaleR suble­v~d.o:<. Sm embargo, h~s fuct·zas ''leales" eran militarmente más poderosas que las insurrec­ta:::, controlaban la capital y contaban con la impatía total y netiva de In cla~e obrera v el

pueblo. tmba.i.ndor. Militarmente, Jos reheides t\0 habHin amquilado, ni siquiera debilitado a los '':ieales". Habían derrotmto su lcnltt~d. '

Poco después del 16 de junio, la CGT había rc-uEJito que en caso de ser derribado Perón re.::ponderi:l con la huelga gener:d. Sin embar­go, producida la. r<'nuncia de Per6n, lejos de decretar In huelga general, In CGT pidió a to-­dos los obreros del país que guardaran In

m:•~·o~ calma ~l obedecieran las ilrclenes del F:Jerc•t?. En momento~ en que la reacción an­tlpero!ltsta ~e adu~ñaba del Jlllí~. lo::~ dirigente.; peroms~.-. <le la CGT recomendaban "de ea!!n al trabaJo ~· del trabajo a ca~a" y, por añadi­dura, .con el ma~·or ~rden. Aflí cayó el régimen peromsm, o meJor dtcho, asf ~~e desvaneció c;in combate y .::in honor. Perón declaró en el ~ilio que e!l sus mano;; estaban lo!! nrsenale>~ y que ~o ~u1so dar armas n los obrero: que las pedían mststentemente, pnro e,·itar una matan7.a.u En verdad, no f ne la matanza Jo que Perón trató de evitar, "ino el denumbe del orden hurgué'\ que podría. haber ac:.rreado el armamento del proletariado. La cobardía personal del líder e-tu\ o periedamente ncorcle con las nC<.'esida­des del orden ~cinl del cual era set·,·iclor.

El día que Jos jt'fe~ de la Re\'olución Liber­tadora "e hicieron cnrgo del gnhiemo, toda la pequeña bur~esía ncomodncla y la burguesía en pleno se volcaron a la Pinza de Ma\'O. Ni un ~~lo trabajador perturbaba la elegante uni­formtdad de gente distinguida, engabnada con b.anderas ur uguayas, norteamericana!\, del Va­tlcano. Y t.nmbién argentinas. Se grit:lhn "¡ Li­bertr,d !", "¡ ,.h·a la ) Jarina !", "¡Viva la Ar­g_entinn f?atólica !", \' nuevamente "¡Libertad!". '\ioces db · ntas r e. onaban en las barriadas obreras. •·¡_No hay trabajo sin Perón 1"; tal ero 1:1 constgna que recorría los suburbio!!.

N~cleo~ de obr ero'! y contados elementog del PartJdo Peroni,.ta ü1tentaron aquí y allá levan. tnr::;e en .n~mns -re,·óh·eres r piedras-, pero fu~n !actlmente neutraliz.ado:; por los tanques

& L/ F. la. ;»cr ~<id.-~ oct~he 3. ltS6.

21

de~ ej~rcito. y In infantería de m.arina,tl3 La Cal(]a Jnglonosa del régimen peronist.'\ dio lu­gar, pue!'(, 11 gérmenl!~ de una insurrección o~rera. Die~ niio:; de educación política pcro­msta ~· el ejemplo de In dirección peronista ~e encargaron de que esos gérmenes no prospe­rasen.

¡, "Re,·ofución Peronista"'!

El 1 ü de julio de 1 !l[i5, do~ meses ¡antes del der:t!mbe, Perón irrudi6 al país una e>.:traña noticta : "I..n rc\'olución peronista ha termina­do". I~n realidad no hnQía existido nunca, snl\'o e.n t•l. mce:.;ante parlotcnCteJa prnp:lgand!l tnta­bull'la, El 15 de ~etiernbre de 1955 como el 3 el': ju!lio de 1943, la República Argentina .segu,tn ruendo un país ntrnl'ado y semicoloninl, dom111ado por una burguesía terrateniente e in­rl.ulltl'i:~l tr~stifica1ln entre sí ~· con el capital fmanctero tnternacional. con la tt·a:<cendental ,·ari.ant~ d~ q.ue la vieja metrópoli británica h.abta d1sm1 nmclu ~u part icipacicSn y N ortenmé­rlca aumentado la suya. Y, a diferencia de lo que ocurría en l!H3, el país e~taba iniciando un nuevo ciclo de endeudamiento masivo al capitn 1 financiero internacional.

~indicnliz~eión mn>~ivn e integral del pr olc­tartado falml y de los trabajadores aMlnr iados en general. Democratiznción de la;; relaciones obrero-pa~ronnle~ en lo,¡ ~itios de trabajo y en las tt:atat1vas ante el Estado. Treinta y tres por Ctento de aumento en la pnrticipación de los asalariados en el ingreso nacional. A eso se redujo toda In "revolución pcronic;ta". FIN

6J "l:n .AYdlaB<Oh F .u ZOll&. llatla ~ 18 .., .. _ tlu-

• arma. qu., .., efrtuabLn oobrt1 loo ._.1001 intlhdpllnadoo.

Junttt a la eta,ei,m A v~aueda dtt Pen'O('arril R~ .n f'l pu~W

Put<Yrr()(Mb y en lu &Vt'l\lthill PAvón ., C:allrla, t'n C'".er!i"'• /#IJ, Na.•

,¡.¡ "· ...Uomb"" 24. 1m. "Diotfmu tropa. n~~t.odlan la ....,. de EnHoada ., Derloo. -La

aotmibd poll•lal, por ordn~ RJM1'1<>r. 1>a atloptado num.....,... ..,.,.

didu el• llf'Srll-rid.Ad. r~rinrlpA.tmrntt'l C'n 1•• pobladon" ,,Jo F.nMnada

F Derloo, para trat.ar d• nprimlr eon tntl'lria -lbJ .. al...-atlon•

dft nnl-n. :;: .. han rl""l"''ha<lo fut...,.• do rabalk'rl-. infant<Tia 7

aaM!I qao. ta C'OOperv.Jóa CIOA llaa tropu dtl b manafiT'ia, onaparon

todOoS 1uo hon,.. cslra~l... ll .,..,., .. de -..o". l.e Nftft6..

oetlemt.,... IG, 19~5.

"lto.arlo.- El ...,.vid<> de natrullak> d., loe baJTioe oxtremoo .. u

• <aflrO ,¡~ rondln... ,¡.¡ t:jér<IIO que han ~Pa.lo p .. !donM •n

edinr.Joo puw.- ., f'll lut'lllts altuadca .., altb .. traWalrc.. Uno

re<!<>nida .. ~una. pul' loe barrlao obr..... prrm!U., -;orobar ,.¡

vudo ratanu • loa avlonos cléiJ>IIÑ d.t toc!U• de t1uoda.. a tan bajo

altura que •tnP"nvtlnn 1M pequei'la~ C'a....,. .t::n el c:h•lflUC' ftaiatrade

an•r on !tan M&rlln ll T .... d< Febl't'l'o al trat&r d., avanu.r IIDa

manlr.,.la<'l6n df'OOl'flJdo Ju a•h...-tOJKIA$. ., Mita la c!M<U"Ka flu~

muri""'D ,,... bombns )' haJ' .,.,...., h.-rtcloa". Lo Nadbo. ... tietnbr. ZP lf•w:

Lo 1 ibrer ía que está al dfa en CINE - ARTE - POUTICA •

la di~tribuirfora de la Revista Fichas en la Capital. ll TER A TU R A es

l i b re r í a E L L O R R A 1 N S de Pedro SIRERA

Corrientes 1 551 T.E. 46-4942

Page 13: Revista Fichas de investigación económica y social - N° 7 (oct. 1965)

Juan Dami.ngo Perón, Miguel Miranda,

Sir Wilfred Eady y otros

Documentos para la Historia del Peronismo

Desnuda intervenc10n norteamericana en la política ugentina. Colaboración entre el P~trtid¡¡ Comun ista Y la

diplomacia norteamericana. Ob.,cquiosa deferencia de Per6n ante Inglaterra. Progresivo dcter1oro de . la eco­

nomía argentina. Semit.otalitarismo. Farsa revoluciona ria. E!>tos y otros aspectos de lu d~ada peromsta T!Ull

conocidos y/o insuficientemente recordados, emergen con claridad del presente muestreo de información, realizado

en base a discurso• de Per ón y de sus colabor adores, a edi torialeo de la -prensa n11eional Y exb:anjet a, a doc:ument.os

oficiales y n otras !uentes <¡ue el lector ballarti indicadas al pie de cada :trnnseripeión.

1. La Campaña Electoral 1945 - 1946

1.1. Perón Apela a "la Sangre Ju,·enil de la Clase Obrera"

Porque la verdad verdadera es ésta: en n uestra

patria no ~e d~!bnte un problema entre "llb~rtad" o "t..irania", entre Ro~aa y Urquiza ¡ tntre "d"mn··ra.cia"

y "totalitari mo''. Lo que en el fondo del dramu !lrgen· tmo se debate es. simplemente, un partido de campeo­nato entre la "ju,tioa S()(ial'' y la "injusticia aocial".

El contubernio a que han llegado, es sencJllamentl'

repugnante y representa la mayor traición qne se ha podido cometer contra las masas proletaria~. Loa par­

tid05 Comunista y Socialista, que hipócritamcnte se

presentan como obnri.~s. pero que están ~irviendo

los int6T~ capit.alistas, no tienen 10conveniente en ha­cer la propaganda elector al con el dinero entregado

por la entidad p at ronal. 1 Y todavía se sorp renden de que los trabajadores de las provincias del Norte, quP

viven una Nristencia miserable y esclavizaq,., en bene· ficio de un capitalíl!tllo a.beorbente que cuenta con el

apoyo de los partidos, que f recuentemente dil"icen los mi11mos patrono~. U&ando de una palabra que a ellos les gustn mucho, podriamo11 decir que son los verdaderos

representantu del contlnuismo; pero del continubmo en ln política de eaclavitud y miseria de los trabaJadores.

Quiero dejnr de lado todo lo negativo, lo interesado,

lo mcz.quino, para dirigirme a los hombrea de buena

voluntad que a(ln no bsn comprendido la esenciB de la

revolu ·ión social, .;uyas serem1s páRlna:; se están escri­biendo en el libro de la historia aiJtLntlna, y decirll!fl·

"llt·t·manos. co11 pensamiento criollo, sentimiento crio. llo y valor criollo, estamos abriendo el surco Y aem· brando la semilla de una pa'l" a liLre, que no a dmita

regateos de ru so':>erania., y de urH du.dauan"~ librts t¡U•! no ,.ólo lo ~an po11ticamente, aíno que tampo(o

vhan e~clavizadM (•Or PI patrono. Siguenos; tu causa

es nuesh:a (a usa¡ nueotro objetivo ae can.Eunde con tu

propia. aspiudón, pue.; s.ólo qu(rcmos quo nuestla pa­tria !ca socialmente JllSta. y J)Olíticamente sobl.':rana•·.

So¡;, pues, muc:ho más demócrata que mis advcna­

rios. pon¡ue yo bu$03 una democrncia real, mientra,., que ellos defienden una. aparienoa de democ:-rad a , la

íot'm& externa de~ la democracia. Yo preten do que u n mejor standard de. vida po11ga a los tt'8"bajadores, aun

a los más mo~to!\ a cubierto de las ooa.edOI\es eapi· talilltas; y ellos quicn n q:Je la. mi~ a del proletariado

y !!U desamparo eat&tal les pel'lXIita.n continuar su& viejB.;S mai:as de compre o -de usurpación de las libre­

t!ls de enrolamiento-. POT lo demá.•, es. lamentable que

a mi, que he propulsado y :fa.cllitado Ja VtJelt a. a la.

normalidad, q ue me h.e situado en po~ic: .cm de ciudada11o r i\·i) para afrontar la. 1~ po!i~:ca y que h e despr&­ciado ocasiones qu~ ¡e me Telll~ a la mano :para lle-

Docume1ttos del Pe1·onismo

gar al poder !'in proct>so electoral, se me imputen pro­

pósitotl anticonstitucionales, pres~tes o !utl!J'O$. Y es todavía D'.Á.!! lam~tablc que esas a.cu$3ciones sean h&­

cbas JlOt' quienes, a trtulo de demócratas, no saben a

qué arbi'trio acudir o a qué militar o marino volver los

ojos para evitar unas elecciones en que se saben derro­tados. Se !aben derrotadO!l, no porque vaya a haber

fraude, sino porque no lo va a haber o, mejor dicho, porque ya no tienen elto!\ a ~u disposici ' n todos los el&­

mentos que antes usaban ¡ara ganar fraudulentamente los comicioa. Vienen reclamando desde hace tiempo

elecdonee limpias, pero cuando llegan a cllns ~e asustan

del prO<:cdimiento democrático.

En defmitiva: la Argtntina no puedo c~toncnrse en

el ritmo somno:iento a que la condenaron cuantos sc Jamaron a vivir a sus co¡;tillas; la Argentina ha de

recobrar el puleo !irme de una juventud sana y de una sangre limpio. La .4 rgc lttitw. necrlrita la apqrtaci&lt d~ esta faJigre juvenil de lu. clase obrera.

Ahora yo prc¡runto: ¿para qué quiere el señor Bra­

den contar en la Argentina con un gobierno adicto y

ob~uente! ¿Es acaso porque pretende repetir en

nuestro pals su fraeasada intentona de Cuba, en donde como es pób.Uco y notono, quiso herir de muerte la

industria. azucar era y llegó incluso a amenazar y a coa.ccionar la pr ensa libr e que lo denunciaba?

Si por un designio !at .. :\1 del destino, triunfaran las

fuerzas regrnivas de la oposición, organizadas, alen­tadas y cLrigida.s por Spruille Braden, aeri. una reali­

dad terrible para los trabajadores argentinos la sitlla­ción de angustia, misel"i a y oprobio que el mencionado

ex embajador p retendió imponer sin éxito al pueblo cu bano.

E n con,~uencia, sepan quienes vottn el 24 por la fórmula del contubernio oligárquicooomunista que con

ese acto entregan sencillamente su voto al señor Bra­den. La disyuntiva en esta hora t-rascendental ea ésta:

O B:ra.den o Perón. Por eso, glosando la inmortal frase de Roque Sáenz Peña, digo: "Sepa el pueblo votar".

Mas aún, denllll.lio al pueblo de mi patria, que el señ~r Bradcn es el inspirador, creador, organizador y

jefe verda.<le~·o de la Unión Democrática (Pcr6n., fe­l>rero J!t, tiU6 L).

1.2. El Parlido Comunista Convoca a la Inter­,.-eneión Ex tranjera para Impedir que el Peronismo llegue al Gobierno

En ei!W momento estamos librando con retraso nues­tt'O batalla C()ontra. el Jnscismo, y su variante nacional,

el ~ror.i~mo. Por eso, las próximas elecciones, aún

en el ca.so de que &e realicen con ciertas rarantfas, no !!&1n el:!Ccioncs ordinar ias, comunes, sino una batalla dedsi-rn de la gran lucha patri6tica que sostiene el

puebJo ar~n~no para librar su país de los garras del nal'.ifa.uismo.

Estrunos frente al /ét.-cismo, no lo olvidemos en nin­

glÍn r:10lJien1o. Tenemos que combatir a un enemigo adldo, 'IW~brtro, A.dll il e1t intrigtUt y pro'V'oeaciones

ée toda es'pt!<Íe, capa:!: de 106 prooedimilmtos más aví&­so~ y md• crit•ritWZles para conseguir sus objetivos.

29

Los peronistas se dan cuenta de que el movimiento de la Unión Democrática cr~e continuamente en nú­

mero y combativ1dad, y se va transformando en un

movimiento arrollador. Se dan cuenta de que, li laa

fuerzas democráticas dispusitran de las garantlas ne­cesarias, tJ·iun!arlan en forma oplast.ante en las próxi­

mas elecciones. Por eso, los nnzi-pe-ronistas hiUl Jan1.ado y lanzan la de•·afiante consigna de: "reviR-nttl qrtinr 'l'e­

llicnte, Pc•6•t eerú vrcltider~te", y esta otra: "triunfare-­

moR e" lae dC"ccio>t<l caiga q11ien CGiga. 11 cucete lo lfiU

c11cste". ¿Cuál 1.':; el sienificndo de tales consignas! El de preparar el clima necesario para que lo¡¡ fascistas puedan imponcl'le por la /tta;:u contra lo voluntad del pueblo.

Creo que se puede a.firmar que ~¡ el pe.ronil!lllo ~e

atreviera a de$4tar la guerra civil, no contará en el pla­no internacional con el apoyo con que contó Franco,

cuando Ja des .. ncadenó en España. Es otra lpoca. Aún

en el ca;;o problemá.Uco de que los peronistas consiguie­ran triunfar, las Naciones Unidas y su organil!lllo de Seguridad Mundial contra la agresión, 110 pi"TT''I.iti'l'án

que se consolide en nuestro pa[s una cabecera di! puent.

del nazi-fascismo que pbdrla convertirse en un f oco de

guerras de a¡Nsión en \¡ continente, y pondrla en p&­

ligro la estabilidad de la pa.z en el mundo (V. Co®vilk&, di.ci®tbr4 19.45 11).

1.3. Estados Unidos Interviene Contra Perón

La semana pa>ada., el Departamento de Estado publi·

có un sensacional Libr o Azul de 131 páginas, acusando nl Gobierno Argentino y a su hombre fuerte, el coronel

J. D. Perón, de instaurar un régimen nazi-fascista, de levantar la industria alemana en la Argentina, y de

complotar para el deJTUmbamiento de gobiernos demo­cráticos en otras naciones sudamericanas. Esta bomba

diplomática estalla en víspt!ras de las elecciones argen­

tinas, previst.u!; para el 24 de Febrero, en las que Pe­rón es el principal candidato a la presidencia.

En JUll.Ío de 1943, Perón y otros oficiales pro-Eje efe.

rnbaron el gobierno del presidente Castillo. Rápida­mente instalaron un régimen según el modelo nui,

negociaron lo obtención de armas con Alemania y des­plegaron uno red de espionaje en Sudamé1·icn. Cubierto

por dos presidentes Uterea, -incluyendo el actual, E. J. Farrell-, Por6n manejó los resortes del gobierno, con­

tentándose con aparecer como ministro de Guerra '!

Vi~pesidcntc. Hasta hacerse clara la inevitabilidad de

la derrota alemana, los peronistas no trataron de disi­

mular su polltlca pro germana. Recién en mano de 1945 declararon la guerra al J apón, en la esperanza de

encontrarse entre los vencedor~.

Dirigido a la~ 19 restante~ Repúblicas americ~nas,

el sensacional Libro Azul del Departamento dP Estado decln:ro que los p~ados argentinos todavía con~tltuyen

una amenaza a la paz mundial. Aparentemente so des­

vfa de la J)rá.ctica diplomática -al opinar sobre las con­diciones Internas de una nari6n amiga-, apartándose

de la política de no interferencia postulada por Sumner Welles. La nueva actitud es el resultado de los e&tuerzoe

de Spruille Braden, ex embajador norteamericano en la

Page 14: Revista Fichas de investigación económica y social - N° 7 (oct. 1965)

ATI[entina, y actual Secretario de Estado Adjunto. ~~ Scc.-rP.tario Byrnes declaró que tanto H como el Pre•I­dtmte Truman a]lOyab:m tal polítka. En la Argentina, la única n:plica de l'erón al Libro Azul la constituyó la acUYción de que Bradcn, como Embajador, babia incu­rrido en es-ponaje y e:o.torsion ( LIFE:, febr.ro 19.+6 ) . El l'i>stl·o familia.,· de~ fmlt"i.<mw rrapa,rect en la campa1/a 7Jrlsidc1•rial argentina.

La campaña prc<idtmcial en lt1 Argentina. se ha caracterizado por el mi!llllO tipo de marcha!', desór­denes terro1·ismo poliM.al y dema~CQI!'ia que r~ultaron . - . tráJricamenlc famililtrl'S al mundo en las doa ultimas décadn~. en que primero Mussolini y lueao Hitler subieron al pod<·r. Los fanáticos peronistas d-eni­gran den1ocraeia y capitalismo en términos que provie­nen !lirectamente de Goeblela en !liuromberg. Tal eomo tos nazis, los peroniatas inculcan o los obreros siOI!'&U!\ nnticapitnliatas, al ti<>mpo .te qua dcpl'nden de Jos g:-an­des grupos alemanes ~ de 1111rlo de eml're:oa1 argentinas para su apoyo ítnaneicro.

Apnrentem.,nte. el prorc>sito de Perón f"!l ahora eonao­lidar, a través de una. elocc.~ón supuC!lllamente legal, el po•ler que ) 11 ha detentndo en la "clique" de eoronele5. Refirié-ndD.In ni régimen que Pert'>n ha podido erear con ayudu del pt·~identfl Fanell, el Libr() Azul del Pc·par­tamento de Estado declara:

"Ellos buscan instituir un estndo fucista tn (ll He­nilsre:rio occidental, abiert.;unente anti demoerátlco Y autoritario en au itlcoloma báskA y en aos métodos. S1guiendo nctitud(!S .Je la Falnnge nalli-fa!ri&ta, 5Upri­mieron Ja11 hbcl·tn•lt•~< indl vi duales, liquidnron la a it ati­tuciones ,¡ moerálica .. , 7 ptrsiguieron a ~uR oponentes am procedimientos t1•rrons.tns; crearon una maquinaria propagnn<lisl ica e.<~tatal para la dí~ minncldn ele lu lflea.­l~ nnzí-fasclsta•, establecieron una organiu~ión ! i::di­Clll "corporativa~, d rwndie.'lte del ~hiuno y ado¡;ta.ron un programa de eJCtlnnsi6n militar y na.val :fnC'Ya de toda. proporei6n con los r,.._¡uerlmien.tos M la ~uridaJ d~>l pafs. Disolvieron c:l Con~:Te.SO Nocional , pro!crlbceron todos los partidos polítil'N!, y re-í ·tieron eon éxito 12LS prl'.slones para. conPeltlJir elc>eciones general e.• • •• "

El IJbro Azul npl't'Sil que t>l na7oismo eTa U1l pclig:o todavia prC!'entc en la .AT:rntina:

" ••• los ole manes han eonstruldo un dupliendo e:Jm­pleto & In estru~tura e.:x>n6mica de r;uerra que t.!'n.an rn Alemania. Hoy poseen rn la Argentina la oYgnnim­clón econ6mi('o-indu~tri&l, C"omercial y agrfrola que net't'­aitan Jlllr& obtener uu b~e de l"''!CCn....UUcd6n de J'C)cler agresivo aleman en el r~>riodo en quP la madre plltria até ocupada. Las industrias .• • 1.'1\ las que el dou.rrollo de armamentos del !uturo puede tl'ner loJ:'llr, Y J·nde puedan crearse prototipo!. existian en la .Argentlr:a Y estlin contr<>ladas por alcm~ane•". (l,lFE, f t hr•'l'f' ttS, 19-'6 8)_

1.4. La Diplomacia ~orteamerieana Sufre un tra.<>pl~

Los Est.nd()<: UnldlS aeaban de eutrir un agudo 1ra..~i~ d!plomit.leo antA! ltt5 elooclonea en la Argentino. La.s mismas !oeron, básica.m nte, la lucha entre Juan Per6n, el joven d1ctador emergeat.e, y Spruille llradtn. n110tro

Fichas, Octubre 1965 --Secretado de Estado Adjunto. O, por lo m<'nos, eeo es lo que Perón trató ce incull:ar en el c-lt·doradD. Las eleccione.. ofroccn esta alternativa: l'erón o lJraden --deeía Peron mismo ignorando a su oponente nominal, Tamborlni. Y, en C$t& cuestión, parece hnber vencido.

Es JUalo que Pcroo haya ganado, porque Bratl(·n ~. por mucho, el mejor. Pero, debió de todos modo~ un norleAJnenc:ano haber int~rvenido en las Plecciones ar­gentlnaa? Esta C::a una pN.'gunta poco fj.cil de cont6tar, pero muy importante ~n cuanto crea int.erro¡rant.c.a sobre el canícter que podrj. tener l a ~lltica e.tt.erior nort .. amem~ar.a en otras partes del mundo.

Parll Bradcn la pre¡run.ta ea simple; eat.á or¡'Ullo110 de haber hecho lo qlle hi2.o. Un funcionario n• rtl"al114-ricano ha sido redondarwnte repudiado J'C)r loe argen­tino!\; nu4\stro a,pec:to nac:ional deooria cob"lirse de un. delicado tono de ru'-or Pero d rostro de Spruille lira­den no hJ'l a•lquiaido mf.. o n:~·101 rubor qutl de ordinario; ha perdido una batalla. lllll'O eo!l!ia. eu ganar la (luerra.

c.,m0 Embajadcr or la Ar~ntina, "1 año ra"!lldo, dcnunc- (> al gobier-ao ante el eoal tstlll·a acr •ditado, como un "rég,men fa11c+ .. ta". Mó.,. aun, a.elaró que !011 EE. UU. pre!erlan tr 1lnr ~on d· tno.-radas antes q·1e con d ictador~. sin trner en c-ncnta las imprelicm.- contra­ria>< que nuestt-u exp~itha polltka. dt< tic:mpo d~ ~r~~erra pudiern orig-:nar. Brndcn se la comprometido "a nra­dic.u dd Nue\.e> !:llun<l[) hnHa d úlUmo vestigJo re!Da­n nt.e de ideolol:ia nactonalsociali•ta.".

(:on,o r~>~ullado apartnte de t'lles palabras, nces~ra ¡>()lítico de Butona Vedndad corre scrioa peligros. Una g11<n Conieren ia PaiUlmericrma $f' ,¡. hia. realizar en e11tos moruent<.>s en R.io, rero a caa...«a c:!e que Braden !e niE.J-'1\ a di,..,otir un trata-la ~''m Per )n, llqU 6:la. no puede n:uniut>, Paro m.~.:cilc:~ l a.tin<oamc:rccar.~. la entera m&· qutn9r la dll diplomacia panam ·ricana. -Lan cuidadosa­mente con'triJ da n lo 1a!'Sru de lo~ u' tl~o.s S;j 8liO'!t­está e ordenada a ol<fdan;., l a.-ta q11o Braden o Per6n sean l'L'tno\•idt•$ de f 15 piH!•lo!. L~ Pt)lítica dt B 1c!'Ht ~·aindad.

Otiginnda eólo 1~ año.s atrás, la rvlitic:a le buena \"ecindl!d íuo un intt•n1o parn esfnm:t.l' medio lñglo de ''in.tet'TUlci<)n'' rorteametÍC&l'.!l ~ lc•S ~ untos. de Ut!no­amfltxa.. En la. prá..iJca. .. a 'l LJevn no-lntaTereión sig. nifi~ó tnejoru tiempos par.l l'ellueiio~ dictsdorea del corto de Tru¡ ·o y ·11a vi a n1is dJm para algunaa cm¡:n~ dt• EE.l.Jl.". •1 ~ opHan al <;\Ir de la frontera, at d('jar de tener eferto la ''lliplomad& del d6lar".

F..!!lo cau..-<i mucho agrad[) t'lii.H lo• la.tinoamt>ricar.oa, a 'JUie.'\e$ tamlMn gust6 la pTeocuradóc qu~ Cordel! Hull y Sumner Welh t()!naron en un11"!e a ellos en la coMtnJcción de 1a m~~quir::a:-ia eons~lth-a. d.e la Unión Pan mel'i('l\1'&. PJr no<'Tl! af.o~. desde la Co:nfuoe!X'ia rle M<>ntevidn de 193:!. es1e acclentc disp011it:ivo !oe aiu•tt\nd.,~ bula el P'-nto de romrt'tuir '\ln pa•to d~ ~Jl' 'dad colectiva er.tre !:l nacio~ca, co!Dpl'omruda.s a deil!fl<l ~rse m11tua.rn('nte en caao de coa •tlliar Bll.'J:11~:'t>n. Seis t'mBn8ll después del atat;¡ue de P arl Ila:-bcur, en la ConiE!nnl'i!l de Rfo ~ 1!U2, la mnqnira.rl -Y la pulh'ca tet,Ja Je Bu n.1 Vcd:~•larl- fue run11l a pru ha por 1 r1mera. vll7.. Por eupvsto que los EE. üU. t.:ataban de le>~r una dee.arae!Óll c:!o guerra unár.ime

Vocu mettto& del Peronismo

La Argentina ~iempre ha sido nueetro rival por el liderazgo . n América Latina. Desconfiada de la doc­trina \lonn:-e en su tiempo, e ha con,t.ituido en nu.eelro mayor antal:'onista. en los duelos diplomáticos. En la conferencia de Rio, lo~ argentinos fueron mb hábiles r¡ue Somner, a penuadirlo de log;rar la doclaración de gul.'rra. a camb1o de una frase que les posibilitó la neu­tralidad durante la mayor pa.rte de la guerra.

Desde el punto de vista miht.ar ello no fua un desaatre -t.al como el cartógrafo Richard Edca Harri110n expre­sara: "la Argentina ea una da¡a apuntada al corazón de la Antara<ia". Pero la avanzada alemana allá era una '"lrgúenu, y de alguna !orma se di.'' perta ron tos vle­jor lnatirtos tnami.to.<a" de Cordel! Hull, el que, a dife­rencia d., Swmner \\'elles, d!!l!Caba unn ruptura.

Cuando Puón y sus coroneles ton1aron el poder en Junto de 19-&J, Hull ignor6 un princ1pio cardinal de la Buena \' ecindad, )' detuvo el reconocimiento por un tiem­po. Despu~ lo concedió, {M!ro denunciando al r~men por acoger na:r.is; )' ue<¿o amcll8%Ó a la Argeut.ina con ..anci<•nes «onómi~a.. Pero Jos britántcos, cuya influen­cia. económica en Ar¡:cntina es mucho mayor que la nut-atra, t~o las impondrían Como muchas otras actitu­des de BuU, e.ta no pasó drl plano vorbal.

Bajo Edward Stcttinius, el drama argentino cobró dimensión mundial. En la Conferencia de Ciudad de M~xico, en Abril le 1946, donde las otras 20 república& adopla:ron 1u papel hemia:!oiorlco para tn gran demo.tra­Ción dt> San FranciM~, toda. querian que la Argentina 1e plcp:ra a eDoa. Argentina lo det<eaba, y parecia li&t.a para llenar el requi~ito de ingreso d~lnrando la guerra. Pero, J'C)r medio de habiles arertura.., Jos EE. UU. roci· biero:n claras !ndicu1onu de que la declaraci6n arg n­t.ínn eeria auperfieiat , y que encubrirla, antes que dete­ner, la a:ruda y ap'>yo dados a Alemanía.. Eata fue, aí es que al::una v~ lit' prPvntó, la oportun·dad del De­pa rt.amento de E!'tado paTa toma:r ml'didas cont.ra la Argentina. Pero Rockefe.llcr y St.ettinius tt-mieron una tnnnpa: La ArJ:'CZ tma MtJ[a inclinnrse en la Confe­rcr t u. de }1t•xiC(), Jt-ehtl';\1" la guNra nominnlmente, Y obt.<.,¡¡er el ingre...oo en la UN con apoyo británico o aún rufo Sia do esto rie,~I!O , obtuvieron de Roosevclt unn de ~u• t'llt11111ls drt~rminndonct: In aprobación de la íórmola ton la qu~ mis luego fue admitida la Ar¡en­;mn en 1& UN. lal ve~: fC persu .dieron de que el regm en de Pnón ~e reformarla.

Ptrón l's. Brru1Cil Ha ta ahar.l d • lntervencit~nismo" de Bradeon no le ha

cnu!tlldo a .;¡ problemA!, todo lo contrario. En Cuba, fue inteTn!llc:oni~ta !Í~mpre que las prádicas corruptas se conSideren normal!'"; r.endo:o, ha librndo por lo ml'nos 11 111 eubar o -el Dr. Grau- de la diabólica teor1a del im~rtallamo yanki O b1en puede eer que la interven­ci6n cJcU\sn aoo una <Uesti6n de oportunidad, como en el ca~o Sc-adta. St u asf, la touerte de Bradpn ha eomen­z:.ad[) a pali~er.

Pn5r. JuCl a.nmentando llU dkta.dura con métodos carla "u mu r•reeidoe a lo~ de 1\lU!o!!Oiini. El presupuesto

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militar de 1945 f'ue Incrementado a casi tres vect>s de lo que era en 1!1~:!, lo cual $l&'llilico que más de la mitad del presupuesto total fue dedicado a prepal"&tivos mili­tares, para a.larma de Chile y Uruguay. Cientos de presos políticos llenaban las cárceles, en las que inge­niosas torturu, tomadas de la Gef<tapo, eran aplieadaa. Braden rt•accion6 ante todo eeto en su manera simple, no m.aquiav.Yica, temperamental, y dia¡ram6 la batalla.. En su pnmera y muy cordial- entrmsta eon Perón ("Es encantador" deeia Bra.den) pidi6 libertad de pren­sa suficiente como para que la.s noticias enviadas de Buenos Aires a Nueva York pudieran >Oer retran!>llliti­das de vuelta y publicadas en los diarios ar¡:entinos. Luego dP ello, aguijoneó a Perór> bukando la libertad de loa pTCI;OII politiCOI'. En la tercera entrevi&ta, Per6n lo amenaz6 con el al\esinato.

Desde entonces hubo guerra abierta. A diferencia de Hull, Braden no limitó sua ataques a las act1vidadea g-erman6ftlas de Perón; hablaba del Fascismo en gme­rnl expresando que lo "extirparla de raiz''. Tales apreciaciones le pna.ron el apodo de "domador de coro­neles". tu masas anLiperonist.M lo ovacionaban en restaunntes, en cines, en~u call~. lo que lo afirmaba en so creencia de que 1 argentinos, por debajo del aspecto ('Xterior de su gobi rno, eran gentes sensatas 7 ca balea. "La vM de la libertad se hace oír en e~~ta tierra" --deeia- "y yo no creo que nadie pueda apagarla. He de oirla desde Wuhíngton con la misma elarida.d con que In oigo en Buenoa Aire• Sabré que ee la voz de los ~ntinos ... "

Parn entonces, Braden ha.bla 111do llamado a ocup111r el car¡o de Sl'cretario de Estado AdjUJ"Ito. Su voz tam­Lién habla sido oída en nuestro pal!. Pero en Washing­ton fue ~n cierta forma contenido, al ser el Comité de Reotacionee Exteriores del Senado bastante menos cntu­sl•bta dt so polltica que lo que habta sido lo prensa liberal. En efecto, el Comité deluvo su nombramiento por tres pemanns, ul cabo de In~ cuales le dieron una con!uencia 11obre uni•lad panamericana y no inter­vención.

Lo que alarmaba a los senadores no ero. ta.nto el anU­pcronismo de Braden, sino el hecho de que éste habla comt?tido un error diplomático. Habíase previsto para Ot'!nbrtl último una reunión d!' las 21 república~ en R!o, cuyo propósito era convertir el Acta de Chapultepec -en .Méjico, en tiempo de gu~ ra- en un pacto per­manente de seguridad colectiva hemi!\!érica. Braden. no det~eando firmar un pacto semejante con Per6n, per­suadíó ni Departamento de &tado de que pospusiera la reunión, lo que fue hecho aprelluradamente y sin con­aullar a las demb nncionea. Un orítico calificó la aeción ''casi un acto de pánico".

Bradl•n tenia entom~e!'l que probaT que estabn ac:er· tallo acerca de Perón. Pu110 un equipo a trahajar fo· riosamente con documentos tomados en las ruinas del Tercer Reich. El Libro Ar.ul, basado en dichos docu­mentos, da amplia evillt>nl'ia de la certeza de Braden en lo re!erente a la duplicidad de Per6n durante la guerra; su régimen perM'gula ona polltica de positiva aruda al enemigo, rom¡>iendo asi solemne" promesas

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efectuadas en Río y en ottas conferencias. Prueba que la Argentina nunca debió ser admitida en In UN.

Sin embargo Rraden parece haberse equivocado hacia P~n en por lo mene>s dos aspecto!;. Uno de ellos es quu Perón se ha apartado bt"UliCIIm<>nte de la norma 1ascista ~ por lo menos ha confundido a Braden- al celebrar elecciones limpias y lil>res !uera de toda cues­tión. El otro aspecto es que Perón es mucho más apN:>ciado ~n la Al'gentina qu" lo que Braden o la prensa de los EE.UU. estaban dispuestos a admitir en el otoño pasado. Sus reformas económicas, no muy distintas de las de la primera época del "l'ew D~l", le nscguraron una enorme masa adicta :rural y urbana. Pcr6n advirti6 una vt-2 a Braden que sus discuraos le estaban enemistando con el p11eblo argentino, pero Braden oía vi'•as cuando su persona aparecía en los noticiosos de cine. Al mendonarlo. Per6n replicó !IOn­riendo. "Debe recordar que los argcntinos tienen dos cara!!". De torlo11 modos, la publicación del Libl'o A2ul de Braden en v!speu.s de los comicios tuvo el mismo efecto que el que habrfa tenido el gobierno británico de haber elegido una ocasi6n pancida para advertir al pueblo de Lousiana contra Huey Long.

Artítudes y palabras ¿Significó el Libro A~:ul intervención 1 Hay vecoa en

que la intervención es el deber de Jos estados civili­zadas. Si Perón es tan malo como sostiene Braden, entonces nuestra intervenci6n no f ue suficiente. "Teddy" Roo:;evelt, el padre y abuelo de exitosas intervenciones, solia decir. " Hablar suavemente, pero llevando un ¡-rnn palo... El método de Braden, rol como el de Hull, ae define más bien eomo "hablar muy fuerte sin llevar palos." Las sancicmes militares contra Argentina eatiín fuera de la cuest.ion aunque m&s no sea por su condición de miembro de la UN. Las unciones económicas son igualmente impo>'ible Fin apoyo br itánico, y los britá­nicos han sido hasta ahora. basronte tolerant~;s con Pcrón. Todo ello deja a Braden una única arma para luchar: palabrall. Pero la disaepancia entre las pala­bras norteamericanas y SO! actitudes es uno de los hñbitos má..'! notorios y pe:ligro;;oa de los EE.UU. Como decía hace poco un taxista de Buenos Aires "-¡Oh! Los EE.UU. hablan demasiado y hacen muy poco ... "

Si Bnden hubiera e:;tado en los zapa.tos de Nelson Rocket'eller en la Conferencia de ~léxico, podrla ha­berse librado del problema argentino por medjo de una acción preci~a. A ho:ra., tal como están las cosas, nada puede hacerse; ~ ladrido de Braden es necesariamente más impresionaut.e que sus dientes. A pesar del ruido de Perón, la Arrntina no par ece ahora la peor ame­naza a la. paz mundial, como tampoco ya lo es el fa~cis­mo. Cuando Cordell Bull !!OUa descargar sus iras contra Argentina, mientras mostraba una tolerante indiferencia hacia Trujillo y otros dictadQres, surgió una única frnse entre diplomáticos latinoamericanos: "Democracia es gour del favor de Cordell Hull".

Este no ha silio e' ea~o de Spr uillc Braden. Su objeto ·es el que e10tá más ~róxim.o, y no uno equiTOCado. No está solamente extendiendo sus eefu.enos de la ¡uerra;

Ficl.mJ, Octubre 1985

cil e,¡ un simple norteamericano extrovertidQ en contra de c:unl<tuiera de la~ formas del totalitarismo. Si Tru­jillo puede molestat se por algo de lo dicho en el Libro .\.2.ul, ello está bien para Braden. No teme sentar precedentes, ~· q .Ü:<iera ver su politica antidicta.torial genetaliza~ no ::;ólo en Latinoamérica, sino en todo el mundo. Conoce al comunismo como un gran peligro po­tencial para el continenta rol como Parón lo EJI ahora. Advicrt~ sin duda el hecho de que los comunistas, vio· ler•tamente contrario:; a Perón en un pr1ncipio, han ya comenzado a esbo7.ar un cambio de línea; una misión soviética ha salido pan Buenos Aires )' los comunistas de otros paises atacan al Libro Azul como '"imperialismo yanqui."

Si la i ntervenci6n es una cuestión puramente de opor­tunidad, Spruille Brad~n ha f'raeasado en evaluarla; las recepc"onts y los a.plau~os del púbhco lo han confundido. Per o ~¡ la int.ervenci6n es un asunto de principios, él pic>n!!a. quo el tiempo lo da.ró la ru6n. De ahi el porqué do su permanencia en funciones, y la. causa de que no firmará un tratado eon Per6n. Segtln sostiene "Obramos en base a principios".

¿Una salida? Como resultado de todo ésto, la diplomacia nortea­

mericana está en Ulla posición muy emooru.osa. Aún si Br aden consigue expulsar a la Argentina. de la UN todavia no podrá saca.rla del Hemisferio. La posición moral de Braden está. irremediab1cmente ligada al h~ cho geográfico. Pero la moral que ha !'llrgido del expe­rimento ~ográfico puede resulta.r la solución de1initiva de nu:!stro dilema.

Uruguay, qu!' originalmente babia propuesto un pae­to de seguridad. colectiva para el hemi<~fmo, an~ dt' la Primera GLLeaa., :recientemente ~.a producido otra idea.: quo todos los 11'un•03 inb:oTOos de toda América son de incumbencia de todos. Cuando una "violación de los derechos humanos" es objeto do atención, podría tener Ju~ar una aeci6n colectiva si sulicientes Estados -no necesa:riamente 1odos- la ap-robaran. La pro~i­eión tarreta (así llamada por el Yini.tro de Rela.cionee Exknores urugua~·o) seria un franco 11<lelanto hacia la subordin ación de la soberanía a la ley Internacional. Si hubiera tenido efecto ahora, la. solución del problema Araentino seria, ~lno más :faci.l, más clara. El puente mfis pacífico entre la c:obcTa.nfa. absoluta y una comuni­dad mundial es la int.ervell.ción colectiva. Como ya se ha dado antee. las tend.elleias de la !ilosoifa. legal paname­ricana son un mod~lo avan:r;ado para el mundo.

Ha.!lta que rusta o alguna. otra. aolnción afortunada, aparez~a, nuestras reiB<it~nes (on la Argentina har6n que la so lid a ri d a.d hemis:féri.ca ~a. ura i:ronia. Pc.-ro la culpa no es por cierto toda e~ Braden, y !!l'ría desast.roso si el SecreH.ño Byroes camtiara ahora. ele po:~ición rr,¡specto de él o d~ su politlea. Ya. se bao re­lti~trado demasiados :dgzags en nue«tra linea. en Latino .a.rn~rica, y tenemos pocos diplomá.ti= que, como Bra­d~, I!C atreven a COIIltter enoru de pr incipio, si ea ctre actuar en ba~e a principie;~ consütuye un error. (CIPB. 1JUJ1".::o 19-46).

Documentos d.el Peronismo

2. Perón e Inglaterra

2.1. "Somos tan Amigeki de Gran Bretaña como Siempre"

Dulara.ciont~ dd J'¡·e•iclrnfe de la Repr¡hlirc~ con res­pecto a l111J l'cUc•riaciollcB: De esta nc¡rociación en gene­ral sm¡:cn do'! grandes satis[accione•: que hemos lle­gado a un acuerdo y que he1mos comprobado que somos t.nn amigos d11 Gtan Bretaña como siempre.

Las exprt>iones del PTI'sidente de la R<>púhlica fueron acompañudas con afectuosas palmadas a Sir Wilíred F:ady, que étite retribuyó sonriente con palabras que traduc!an ~u compla<-encia. (PN"6u, IIOVinnbre 16, 1§.4G~)

2.2. " Lo Hemos Logrado" El mmisLro del Tesoro Mr. H. Dalton acaiJa de reci­

bir un lutonico telegrama de Sir W. Endy, jefe de la misión bribínica en Buenos Aires diciendo: "Lo hemos IO!!"rado''. El ministro expr<'~Ó gran satisfacción ante la feliz; termit ación de las negociaciones (Thc S~w York r;.,,' /(l •kmln-r 17, 19-'6 •¡.

2.3. "Representaría Ingratitud no Reconocer Cuánto hizo Gran Bretaña por la Argen· tina··

Me ditijo a t.odo::; los ciudad:tno:; de mi patria. a cuan· tos l ar. e amado años y años por ver nuestra liberación eeon•>mica, y les d1~: "HemD:' llegado 11 unn!t acuerdos que poncm ltkmino a las negociaciones enlublndas con la mi~ón que Su Ma.je~tnd bdtánicn ha tenido a bien enviaruos c:orno prueba de e~pecial amistad y con!tidera­eión, para que discutiésemos en nuestra propia casa y bajo nue-ho pa "lt'llór, lo~ puntos básicos que en lo su­cesivo regulatan las relaciones comerciales r financieras entre el Reino Unido y ln Rcpúb1ica Arg(>ntina. En estos acue1'dos e!ltán las baS(!S que ~ostendrán lnt!'gramente la recupera.ci6n de nuestra cronomla.

Los acnerdrs suscriptos ofrecen todavía un interés más <!efinid4 ~· más balaLrilei1o para la Nación Argentina. La~ <aract!'ri-ticas d11 la formación del p11ís a partir de su indepc·ntlencia hirieron preciso que capitales ex­tranjem:!l lm¡>ulenseon el de:n\rrollo y el progreso de nues­U() pueblo y de !'US actividatlt>s industrinle~. En este aspecto rcpr~o>tntar.ía ingrat1tud de nue,tra parte no -re:onoxor euárto hiciE"ron otras naciones en 1'1 :oentido expuesto, y de 011 modo muy F!'ñalado la Gran Bretaña, tuyo e,p!:rl\u t.Jllprrondcdot· tantos beneficios ha reporta­do a In tivili:zación Vayn, pues, 11 clln en c~h· neto In expr~,;ifn de nuestro réconocimlento, porque al arrieSj!"ar sa dmen' !''l con::;truccióa de pandes l·edes ferroviarias m la. .\r¡!cntina conttiluy6 ce manera extraordinaria a. que nt:.est:ro país sea lo que hoy es.

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En el mensaje al Honorable Congreso de la Nación, (Uando pr"sté juramento al alto cargo con que mi pue­blo me ha inve.st1do, destaqué, con étúasis, que el gober­nante argentino sabe hacer honor a la firma puesta al pie de un tratado convenido con otro pueblo, también soberano, que merece, como nosotros mismos merecemos, el mayor respeto a la libertad de ~us decisiones. Esa norma inflexible de nueslra conducta internacional ex­plica la!! aparentes dificultades y demoras de las ncgo­dacíones con la misión de S. M. Británica. Somos un pueblo que medita hondamente antes de decidir, porque constituimo! una nación que Juego cumple escrupulosa­mente los compromisos pactados. No aco~tumbrnmos a denunciar nue' lroR acuerdos intcrnacionale!!, porque re­Oejamos en ello~ la saltad y el pundonor de cumplir la palubra empeñada. n esta moneda de~eamos ser pa· gados siempre. Con ta moneda llegaremos a ~er poli. ticamente lihres y económicamente soberanos. ( Per6n, setiembre 18, 1946 7).

2.4. "Mi Corazón Siempre ha Estado con In­glaterra y en mi Trayectoria Jo he Demos· trado Muchas Vece::;"

Mientras el general Pe ron y el embajador británico pasaban al dcspa<'ho ~eguido~ por el canciller y otroa ministros, J•todújo:<e en el salón de Invierno una cordial eF-cena entre el Jefe de la mision británica y d Presi­dente del Bunco Cenh·al de la R!'pública At·gcntinu, que habla presidtdo, a~imismo, la comisión argentina de no­¡:oeiadorcs.

Abrazáronse delante de los demás miembros de am­bas comisiones, de los funcionarios, jefes y oficiales y legi~ladore!'. y periodistas Mist<'ntes, diciendo con visible emoción Sir Wil!rid en su Idioma:

"Con satisfaccion pro!unda la misión británica par­ticipó en la firma del acuerdo. No es un acuerdo finan­ciNo y comercial Jo que hemos firmado; es un pacto d& amistad. Y (!!1 mñs, es un nuevo ,ello sobre un pacto muy antiguo de amistad.

"Yo dije E'l domingo en la ca~a del señor Miranda -añadió-: Estamos satisfechos porque el Sr. Miranda e.stá también satisfecho, porque si él no hubiera estado ~atisfecho, nosotros tampoco lo hubiésemos ~tado.

"El Sr. Miranda ha empleado dos palabra!! en los llltimos día~: Conforme, señor¡ contE>nto, s~ñor. Yo tnm· bién las repito: Conforme, ~cñor; contento, ~t•ñor."

Las dos palabras ¡;eñaladas hablan sido pronunciadas por el jefe de 111 mi!'ión británica en nuestro Idioma, provocando generale!l aplau~os.

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El Sr . .Mi1·anda expreJ<6 por su parte: "Tengo la ~atisfacción de r•oder anunciar que me ha sido fácilmente posible poder entenderme con estos ca­balleros. El Gobierno ha podido llevar a la práctica el plan de nacionnliz.ar Jos !errocarrile:>, re-petando y te­ni~ndo siempre presente lo que ha hecho el capital bri­tánico en nueetro país y reconociendo al capital los derechos que le pertenecen. No be hecho más que seguir las instrucciones del presidente de la República -des­tacó- y si alguna vez le habré pa.recido a Sir W lfrid algo duro, le ruego que me disculpe, porque no hacía más que respetar 1811 órdenes que tenía. Mi eora~ón siempre ha estado con Inglaterra, y en mi trayectoria lo he demostrado muchas vec"es. l.o mi~mo que dijo Sir Wilfrid Eady, si él no hubiera eatado conforme, yo tam­poco lo hubiese estado". (Miranda, Süiembre 18. 19-16 S)

2.5. La Misión Británica ha Tenido un Exito Completo

La mi~ión británicn ha tenido un é.-cito completo. As! lo reconocen los círculos finoncicros de la City y así lo juzgan loll terceros paí~ea. El desbloqueo de divisas se reducirá a 20 millones en cuatro anos; pasado este término se reanudarán las M¡"ocioclones sobre el saldo, el que no ha de aumentar, ]>orqutt Jos pagos que Gran Bretaila deba hacer sobre Jos nuevos créditos a nuestro favor, se harán en libras esterlinas de libre disposici6n. El interés que reconoce Gran Bretaña sobre su deuda será solamente del '>la por ciento anual.

En materia de !errocarrlle~. las compañias británicas resuelven de un ~lo golpe todos sus problemas. Se les ~pta el ofrecimiento de transformarse en compañía argentina, de la que aerá participe el gobierno nacional con 500 millones de peso!! para reno,· ación de l'll8teriales, y podrán ser a~cioniatns los particulares; se les prolon­gan indefinidamente los exenciones de impuctotos de la ley 5315, las que de11de el principio tu\'ieron en materia aduanera, y las ! ranquic:las para el servicio de sus obligacionea financiera~; se les asegura un dividendo mínimo del 4 por ciento anual y un beneficio global mí­nimo de SO millones de pesos por año, y se fija el límite de las ulilidadu en el 6 por cit'llto.

En cuanto a lns carnes - a,.unto en el cual las posi­ciones de los contratantes han variado, pues ahora ea Gran B-relaña la interesada en asegurarse su provi­sión- aquella nación obtiene el p rivilegio de Uevat'se la mayor parte del saldo exportable --(>) 87 por ciento el primer año y el '79 por ciento el segundo--, y en euanto a los precios, !16lo ae compt·omete a pag8-r un 45 por cienlo más que en 1939, lo cual de ninguna manera es una con~esión, porque lo~ habitantes de este pals sufrimos un recargo mayor.

Todo esto demuestra el br illante éxito obtenido por la. misión británica. Pero de ahí no debe c:onchrirse, necesariamente, que los tonvenlo~ !ean, en general, per­judiciales para la Arf,'l.'ntma.

Gran Bretaila e saca una. s::rnn preocupación al man­tener bloqueadas la ma\or pu.rtc de las dhisu del Banco Central de la :\nd6n At gen tina y r. ·1~t.ro :pels se ]icrjudi~ ol no polcr di~pon r de ellas, a pesar de formar pnrte de la gnrantía de r uc:¡;ra moneda y de

Fichas, OctLtbt·e 1965 ~----

¡¡erno:> muy nt><·esnrias para re;poner máquinas y ma.­teriale!! e->encialell para la producción; pero el antece­dente de lo formación de esa deuda : la. batalla de lnglatcua contra los d!!spot.ismos que ee haLlan apo­derado de la mayor parte del mundo y el beneficio m­dudable que hemos redbido de la resistencia al "eje" dictatorial y de su ulterior d.;rrota, jw;tifica.n que el asunto ;;e sacara del plano mtrcant.il para. tratarlo en uno más elevado. Con todo, la. conc:e~ión 111"gentin& es grande y mucho lo que sacrifica el pais. Como las ne­gociacion~~ se reabrirán dentro de cuatro años, es de esperar que entonce:~ :;e apresure, razonablemente, el proceso de! desbloqueo.

En cuanto a los ferrocarriles, Gran Bt etaña, sí el plan tiene éxito, habrá salvado sus ca.pitale:s, au11Que en vez de expre::;arlos en libras e~l¡,rli11ns deba denominar-­los en J>C'SOS nacionales argentinos; por su parte, el gobierno de nuestro país se da la satisfacción ds anun­ciar su nacionalización. si bien a costa de volver al sis­tema de los fenocarriles a-arantidos, que demandó grandes sacrificios al t.!soro n acional La ventaja eventual que podemos obtener consi•t& en oviter la quiebra de ese fundamenta.! sistema de tr&nsportes, pu.es el paJs sería. el principal pPr judicado por la ruina de aquellas empresa!<. Si se lu hubiera tratedo, no con favor o complacencia, aino con equidad, Gran Bretaña no habría. presentado la alternativa de deja rlas caer o aseg-.:~rarles una buena utilidad. Es este un asunto que deberá manejarse con mucho tino, para que la ca rga no resulte muy pesada para el pueblo argentino. como contribuyente o como u._q¡ario de los !ervicios.

En cuanto a la,¡ carnu, es equitativo que et pa[s que fue nue.<'tro único comprador cuando todos o cuí todos los demás las rechaubar., S" BSCir.Jre el privileg1o tem­porario de principal adquirente, a prcdos razonables; si bien sobre este últ.ioo punto nad& puede decirse, pues sólo ~e ha e-stnb' eciJo, c:omo ya dijimos, que por lo menos e'tcederñn en 45 por ciento a los de 1933, año de crisis de precios parn la prod.ucelón argentina.

No es po~ihle dar j uicio;S de.fin1 LIYO!, porque tampo­co Jos tonvenios resuelven las cuestiones de:fmltiva­mente y han de prO!'eguir las negoeiaciones sobre los distintos puntos, en general, concertados sólo en p rin­cipio. Satisface lll c:ontinuación de lu buenas e im­porttm tes r olaeione11 entre los dos Jl ai~s y queda la esperanz:~J, en cuanto a los puntos relacionados con el intercambio y las divisas, de q_uc dentro de c:u&tro años la República Argentina p ueda obtener mejoree términos. (La Prensa, si'tiembre 19, HltG D)

2.6. La Argentina se ha Portado Estupendamente

Cu.'ltro títulos pñncipales, cuyos términos hU! col­mado de satist'aeción a ambas partes cuntrata.ntes.. "Estamos satisfecltos, ha d'cho Sir Wí11r.d Eady, porqu~ el 5eñor ~tirando e5t:í. ten bi?"ll satirle!'l ·>; ])Ol'­

que ai él no hubiera. estado "Bt·~!ecl1o nOo'NnE tmr.­

poco lo hubiése:nos utsdo''. E>ta. pruión de to­cante aliniJad ~l'ir:t::~&t, lu'I'O su ~':)!ita er. cl tab1e­teo con que el se1 cr }.[tranda. pegunta a. a Sir Witf:id: u¿ Contc¡¡to scn-:»r? ;. Cot 'onc1e ~eñC>:-':' Aub1s expre-

Docu .. mentos del Perm1i.<mto

sionea no pasarán a la historia por su factura, pero lo harán, en cambio, a titulo de resumen de una situación.

La transigencia del señor Miranda ha facilitado al gobierno britan.ico aer aplaudido por órganos perio­distioos de la. irreductible po,ición del ''Daily Mail". La reducción desde el 2% e;;, que exigía el señor Miranda en c:onccpto de interes por las libras blo.. queadas, ha.sta el '>la % que ofrecía Sir Wilfrid, da a aquel órgano la oportunidad de fe"icitar al gobierno: "a raí.% de haber hecho un buen negocio". La Argen­tina, agTega, "te ha portado estupendamente con un país al que reconoce como su mejor cliente".

Este y otros comentarios similares trnducen un he­cho cierto. La Argentina, luego de haber mantenido sus libras inactivas durante seis años en las arcas del Banco de Inglaurrn, &in obtener por ellas ningún intew, las recupera ahora. en condiciones muy espe­cia.les, aceptando el interéa del l,ia o/,, mientras el misn\o acuerdo fija al capital británico invertido en los fe· rrocarriles un minimo del 4 '7c y un máximo del 6 o/o.

La rectJperaci6n de esas libras, por otra parte, sólo puede realiza rse en moneda, a razón de cinco millones por ano durante un cuab·ienio; lo detrUÍS sólo p uede obtenerse p ara adquirir títulos en Gran Bre­taña.

En cuanto afecta al precio de las carnes se está un poco lejos de las a!tnnac:iones del señor Picazo Elordy, expre.-.ados en el bunquetc de la C&mara de Comel"cio Británica., oenrrido & lines de agosto. Expresó ahí, en tono amab'emente conciliador, que los amigos de Gran Bretaña deblan c:ontemplar "nuestra perplejidad" ante el hecho de que ellos pegaban el kilogramo de carne a razón de oche11ta centavos, en tanto que otros eompradoru lo hadan a precios oscilantes entre uno ochenta. y dos d•ez- ))1ás lejos aún, porque la propor­ción es mayor, se está de las afinnaciones del presiden­te, cu&ndo, al ma.nif est.ar que las mercaderías de orig11n br itánico ,e ragaban en 1& Argentina con un recargo medio del setenta y cinco por ciento con respecto al c:omienzo de la guerra, tanto que la carne solamente habta r.ubido un 20 o/o , dijo que " harta triplicar el precio actual". El convenio conclu1do solamente prevé un aumento del 45 <;'. con re~pecto a los precios conve­nidos en 1983, gue ya eran sumamente bajos. Por algo en tiemp011 del doctor Roca se i:Oneedió a Londres todo lo que e.xi gió.

El precio medio de la tonelada de carne argentina (exporU.dfl. casi en un 98% a Gran Bretaña) ha au­mentado de acuerdo a lo que establece el Anuario del Com&l't'io Exterior, <te~de trescientos veinticinco pesos en 19:13 hasta. guinientcla en 19S9, novecientos cinco en 1943 l' mil vdnt1cinc:o en el primer semestre del año ac-tual. E!<tO& son "valores de plaza", es decir, •llo' -midJm er ene«rc~to qut ha experimnltado ,¡ ~<J en ta A.rgentimt .. Apreciadas en porcenta­je, las cifras in:luidas querrían decir que en el con­junto de carnes y delivados entre lo~ años 1938 -i!Il

qu~ tuvo 1\:pr el primer at11erdo global- y 1946, el aumen1o en 61 rrocio de la carne ha sido superior al 200 '('.,. Pero l~s •·valore.! de piaD" a que ~<e rdiere -el Anaar.o de Comercio Exterior no son los que paga

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Gran Bretaña, porque ella se guia al hacerlo por "convenios especiale:;". Y los precios de 1933 ya habían sido rlevados en la quinta ratificación de los convenios de entonces en un 35 <:"'<. De donde se deduce que el aumento del 45 e;;, que prevé el convenio reciente no representa >ino un aumento del 10 r.- sobre los precios actualmente vigentes.

Por ello, "Fínanc1al T1mes" asegura que, "el trato es mucho menos malo de lo que podría temerse. La carne, agrega, nos co~tará más, pero aún así la canti­dad e~tá por debajo de otra.'l adquisiciont>ll en otr as regiones".

La Argentina ha realizado últimamcnw y e,tá aún en vias de intensificarlo~. diversos convenios con países que, a estar a las afilmaciones del ::'llmist.ro de Agri­cultura, pagan de 2•2 a S ve<·es el precio que paga Gran Bretaña, y esos acuerdos po<lrían repre~entnr ex­portaciones muy superiores al 17 o al 22 '"'<. del saldo argentino que e~<le convenio deja en libertad a l a Argentina para destinar a otros pais~.

Si el c.onvenio concluido por el señor Miranda otor­ga a Gran Drclaño tales posibilidades de absorción de Ías carnes argentinns, bien se ha podido preguntar a Sir Wi!lrid sin temor a la respuesta: ¿confonne señor? ¿contento señor! (Qr~· actit'mbrr 26, 19.1,610).

2.7. Preguntas Sobre la Nacionalización de los Ferrocarriles que el Gobierno Peronista Prefirió no Contestar •

PROYECTO DE RESOLUCION La. Honorable Cám(lru <lll Dip •tado• de la S ación

II&SUF.L VE;

Invitar a los señore, ministro!\ de Rclacion~ Exte­riores. de Hacienda y de Ohras Pública~ a concurrir a la sesión dl'l día . . rlll 1!147, pura que. en relación a los convenios nngloargenlino5 de 17 de septiembre de 1916 v 13 de febrero de 19-17, ~e sirvan informar:

19- Motivos por los cuaJe~ Pn el convenio del 17 de septiembre de 1916 !le adoptó el principio de la socie­dad mixta pnt·a las empresas ferroviarias. Si ello res­pondió a una decisión definitiva del srohierno argen­tino.

20-Motivos por los cuales en el convenio del 13 de febrero de 1947 se decide la compxn d~: los ferroca­rriles.

39- Si la declaración d('! pre~idcnte del Instituto Argentino de Promoción del Intercambio de que 1!18

constituirla una. sociedad mixta con todos los ferroca­rriles, incluso con los del E•tado, responde a una d~ terminación del Poder Ejecutivo.

49- Si la iniciativa para alterar los términos del convenio del 17 de septiembre de 1946 partió de la delt>gación inglesa o del gobierno argentino.

59- Influencia que han t~nido en la modificación del convenio del 17 de septiembre de 19·16 las protestas norteamericanas que consideraban que el c:onvenio an­gloargentino violaba lo~ acuerdos angloyanc¡uis.

69- Si el embajador norteamericano realiz.ó alguna gestión oficial u oficiosa ante el gobierno argentino.

• Sob,... •t• punto •fue &&mblfn "Orf•.., .. ., ~altadoe d~ fa Naeio•allwa<l6n do t .. Fe.....,.arrll•" tm Fí.t:lwu, diciembre 1'"­DAI'. Z6 • 40.

Page 17: Revista Fichas de investigación económica y social - N° 7 (oct. 1965)

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79- Si las criticas nof'Uemerkanas al coovenio del

17 de llt'PLit~mtJre de 1046 te debían, ent.re otras cosas:

a) A que este convenio, al pro¡.ender a aJe&'uTal' al Reino Unido que nueatraa libras bloqueadas fueran utih:zadas en d áre11 esterlina, no ~ ajuataba al acu rdo an~loyanqui que oblipba a que los aaldoa en litJns estc:r!inas disponibles pudieran r.tr utilizados libremente para tnnsac­ciones en cualq1.lirr area monetaria sin dh!cri­minadón, o ~~~:a que los pali!Cll aereedorcl! -<&SO

de At gentins- pudieran comprar en cualquier parte, a in depender Je la industria británica;

b) A qce el tonven!o mantenía en el país la ínfiuenda prepondcrantQ dd capital brlt.anico, contranantlo el espit1tu rlc la XI rtcomenda­ci6n d~> la Rt>unlon dt Rio de Janeuo de 1942, trndicnte a asl•¡.¡urar E"n lbcroamérica. el predo­minio del ~aplllll n(•rtcam~ricano.

110- Si la t'nnforrmdad da ln¡:lat<"rra ¡ara modificar l'l connnio d(·l 17 de wptí(mbre dr 19olti se debe, entre otras co1111 11:

11) PMihilldad de utilitnr tl prfcio de la ~enta en inversiones económica. y políticamente máa úti­les para t>l lmpnlo Britanlco;

b) l'osibilldad de , ·uhc:r a Invertir parte de los ea­pitales Ln una futura sociedad mixta de trans­porte;

t') Su ('On'l'eni4'nda de no permitir que las libras bloque~~das aalgan dd ltrea uterltna..

99- JntN'\er.dón q e hAn tcni,Io el ministro de Obrll8 Púb ica~. Dinc:d6n de Ferroenrrile• 7 .. \dminis­tración de Fenocnr:-.les del e:~tado e-n las ne¡:()('iaeio­nes del ac:u rdo d 1 lS <!f' Cobre:ro de 1947.

10 - afoii\OS por los CUOI Cll el CO!Henio d<!.o 13 de febrero de 194 7 por el <¡ce M! sd•¡uleren los ferrocarri­les aparece firmn·l ~ e.xclus¡vamer.te por el presiden~e d 1 IAPI, aln r: 11 t:t nn intcrvel'lc· <In de leJa mini;rtro~ de Ha::irndn y de Ohrns l'uhlle:~t, limitándo!!e el ministro de 1t lodones :Exl.(:r't rlll! a tnviar una nc.ta, al emba­jador hr,tnnico pcr la que ~ acepta el con'l'enio.

11.- Si t>A rl)sibll· IIC'J t:lT que en l:.a)u condiciol'e• el ronvenio del 1:1 dt• ftbrero ú• 1947 qLle lit. ·1nsid(ra dt-rlllitlvo ~in in tt•¡-ven<'ión dtl Contrre;;o. arel. a ma­yor ¡ool'tc de lu clúu:ulaa del ron,•t>m<> clc-1 l 'i' de sep­tiembre ol · l!llf. q·•e :!lnnnn cua " nunislro! del Poder t<;jccutivo y !!Uh.llerico ad t<'rl'ri-ndut,, del Congreoro.

12. -Si el cr.~:.rdo del 13 de- f~brero sn hizo subs­(')'iblr PO" el l \Pl para (111 r¡uede ralifíc&cc. .:on la sola nprol cl6n .tel ir.-ct.orlo de en l~tituc 6r., elu­dit'ndo la Interven ·ión del Con¡rff"...O t'n la fi-cu•ión del ¡•recio ) d• m~$ comJ,oonts.

1 - Hatut qu~ mportc ~1 JAPI, C\l;¡o capital inicial eslli e n LUndo pe- ~" OCl'll 000 puede s~>g•Jir compr<>­m tlf'ndo lo r ndcs y el trt!dlto ar~entlncc, sin inter­vt:nc ón dt>l Corgt'('fo

14. -l\loti''OI!I p<>::· los ~nales r.e d(!dd16 ;rogar pe:-o:s 2.482.500 000 por lu empresa!! !crroviarill! Q ~e ;;egún reeonot'i6 el pno.a:d ntc cel IAPl, bas.ántiMe en un in­fomle de 1111s 115eJOre3, val<!n menos .de 1.(·1)~.000.000

tlc pesos.

Ficluu, Octubr·e 1966 -------15.- De qué manera se f inanciara la c:ompra de los

ferroc:arrilea brit.ánit os. 1ti.- En caso de recurrir se a tu libras bloqutadaa,

qu~ rnedidas tomará el Poder Ejecutivo pera evitar que !i¡ra drc:ulando la moneda emitida c:on el reapalclo d.e dichas libras.

H.- En virtud de qu6 atribucionea legales el IAPJ se considera con facultades para dispooer por ai y s1n iotcrvcnd6n del Congnso:

a} Que lu l..'lK'rltura dt~ hans!erentia de los ínmu .. Llet s.ea rea iuda ain necesidad de certificado& preTIO! y !>in contener rderencia específica a los tltulus de las rror iedades a transferine (artJt•ulo 101;

b) Que en tales (·ondidone!l, el Regi tT<• de la Pro(lledud de la Cap t.'\1 l<'~dcral y los re ristl'os de lua pt"Ovinciaa tt·n¡;ar, obligac:1on de inscribir las trun. fl'ren~Ja!l ain necesidad de certificados ni de ning1ma otn e)Cigt>r.cia (articulo 10).

18.- Si "1 IAl'L IIC consid~·ra con facultad para eximir el ptc-clo (¡Ue delwon percibir las emprEUS bri­tánicas de todo i mpuesto, contribución, sellado y tasas (art~culo 11).

19.-Si la eltíusula. 10 del convtnio del 13 de febrero de L~47 autorizc» la t.nlnsfenncia de IOB inmuebles sin certificador. prerioa en virtud d'l que mucl1os de los inmuebles poseídos por las empMII!U can~en de tituloa o Jos tienen CO:"' d I icífll óas.

::o.- ~limero >' carg" que de~ m pena el ~non al eon n b de $ 1.000 mensual re.!pt'-:to a loa cuales el golueu o hn aclquiri b loa obliga.::iones del artícu­lo U del tonvcr.io del 1~ de :ldirero <W 1947.

21.- MotiVO$ p Dt los cual ~ ene CCtn,enio ~e firma can er~w reln >DCh,!l :d 10 Ut• j uho di! 1H6.

22.- Motivos pc.r los cual u n o H eatnb'ec¡\i plaso para 1¡ue IIIS «;u. pru:ts brit.4nicn~ ratifiquen el con­venio.

23.- ~{othos p •r los <'Wile.s loe dlas ma.rtu y miér­C(>l~s 10 \' 11 ~e Sl'pllembr•• de 19, 6, se consideraban prácúumcnle fra~a&lldas lu n~c>CJadona!; y por q_!;;(1 fue- pof iOle qu lc•s dia:r. afil, tdo y d·Jmini!O l4 y 15 de S("pticmbrc de 194.6, H lleg&t'11 a acu.erdo.

2-l.- A culOilto dCtiC"end·enn a~ ar,·iones y oblir;a­donu ft~rt ov¡ari11.s are>:·n nas en la. Bola a de Londres runnd., se trun tnilió la nut!el .- do Las di!i(11ltndes en la. nEgodación (n at'le!l, miEr('ole", j¡;(,11el y viernes, lO. ll, 1~ y 18 de z;epticmb re do 1!'146).

%5.- A cuánto L"<el)dieron eua mi11mas acelones y ob.il(acicn~ :!erro11iB r1 a> &rtíll!nt.nn~. t>l da lunes 16 ce "<:])tieml•te ? schiigulent ..... cuan e1 llego a Londrlla la rot..:o a c!e que ae f¡~aría E') con,en'o

!6.-Se es pos 'e detcrn !1111:- d :a nhre d~ las persona~ qcc dlr ... w o in lirc<·tarnente e bendiciarc:m u• aorar.d es t;uma! n :1 l aa oadla~ ·or:u prc-d!lddas cm t.l \1i.lor de e&:~r, acciones :r o' ligacior e:;, ya fe'\ po; tr.tt•lio da la fom¡•ra dbtocta o Jcr;an i!o nl al:z.a. o l:aja.

A.rtnro r·~diri.. - G•frrid é•l ~ln::o.. - R~ r:4T /:1 Búbf• . - Si!tCIM Fe.nter.Gu. - Lull! R. Ua11 J\c.¡¡. - A11tonit~ S J!lr111l - Ermlio Ral'1Jft: rmt. - A /Jrcd• f) Cnlet~.ll• o, - 11"'111 () trll¡ • . - ,\' n• R· j e.

Dorumentlls de~ Pe,.onísmo

PROYEC1'0 DE RESOLUCION

Le~ H<morable Cámara dtJ Di¡mtt&doa dA: l.o. Na.ciótt

RES tTEL ''E :

Solicitar del Poder Ejecutivo 11e sirva informar por escrito. en rElación al acuerdo firmado ¡>Qr el Instituto Argentino de Promoci6n del Intercambio con las em­presaa f erroviarias de propiedad britAnica el 13 dt" febrero de 194 7:

19- Contt·nido do los e~ ludios realizados por las d 1attntaa repartlcíones del Ministerio de Obras Pú­l>lleas y Banco Central para determinar el valor de Jos íerrc~uiles particulares.

29- Criterio de valuación adoptado para aceptar co­mo precio de los !erroc&rrilea 1:!.482.500.000 pe:;O:;.

39- Cuenta eapital de loa distintos ferrocarriles al dia 10 de j ulio de Ul·1U, indicando la evolución eufrida ano pot ano en t i decenio 1937- 19~6.

49- Extenc,i6n tle la reJ fetroviaria en uso de las . distintas compaillas al dl11 19 de julio de t94G.

60 - Valor de la11 acciones y obligacione.; ferrovia­rias de las distintas compañlas en el mercado de Londres deado el año 1937 a la fecha.

60 - Val~r y motivos por los cualea se excluye la e<impra (articulo :lO) :

o) lnmueblra que aon motivo de juicios de expro-

1 iact6n de crc.lditos resultante~ de dicbos juicios; b) Titulos .,. "atores depositadoe como garanHa de

lat coneesionea o conducta de empleados; e) Lu bíenu de las tompreaas airuadas fuera del

territori~ arcentino; d) Loa lntuescs que tienen las empresas en la

CompañiA d., Muelles y Depósitos Las Catalinas Limitada )' la Compalila A~ntina de Tierras e Indll!tria1 Limitada. Deben\ indirRne si estos bienes figuran en La cu~nta capital.

'19-lrnporte sdeu lado por los ferrocarriles a la Caja do Jubilecíonca, e importe adeudado al personal en concepto de agu.inaldo, de los que deberá hacer.~e

eargo el fO'I'l ie no argcn Uno conforme a las obliga.­dones asumidas por el convenio.

89- :\tonto r••l cd qne •e favorecen las cmpre­saa brlt.J.nlcas ll l hacerse c11rgo el gob!('rno (arttcu­lo 70, inciso a) d!!l pago do los juicios iniciados o a iniciaTie contra di<'hns empresa por la Nación, pro­\':inclas, municiralldades o por entidadt>s nacionales, provinciales o municipales, por actividades de dicl1as empresas hasta e SO de julio de 1946.

9Q -'Mento en quo te be-nefit'ian las empresas bri­tánicas al reconC<éreelea (articulo (9) :

11) El dert'<'ilo a quedarse con todo el dinero e!ec-1h-o, va 'ores y créditos resultantes de la ex­pl otaci6n }¡asta el 30 de junio de 1946;

b) roda suma de dinero u otros bienes que resul­ter: de j uicios I niciado~ o a lnlciarl!e cuando eorre!'p ondan a la explotación huta el 30 de junio;

o) Importe quo let adeude el gobierno argentino. 10 - l\Cothos por Jos cuales las empre•as no se ha­

rlin o r l!l) de deudas re&ultantcl de actos anteriore..

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al 19 de julio de 1046 (pregunta 8), y en cambio se lea rl!(;onoc:e el derecho a percibir los ('réditos del mismo periodo (pregunta 9).

11.-Monto en quo ao bt-ncfician las empresas bri­t:ínicaa al estabh!Ctrse qun (articulo U):

a) Percibirán el importe del prP.cio libre de toda especie de impuesto, sellado, rontribución o ta­sa, nacionales, provinciales o municipales;

b) El gubicrno toma a au cllrgo todas la! erop­<'iones que puedan oc:nsionaTIIQ por la realiu.­ci6n de la compra, y en partit'Ular, todos los gastos do escrituras, escribanos, sellos, conta­dores y demás expcrtoa que pudieran ser nece­aarioa a amluut partes.

12.- A cuánto ascenderá el beneficio que obtendrán las empresas, al !acllitarles el gobierno --11in cargo--, locales, muebles y útilet pa1·a la oficina que deberán dejar en el país con la finalidad de dar cumplimien­to n las ohligacioncs del convenio (artkul., 13).

13.-I mporte y condlcionea do loa contratos de su­ministro de materiales, combustible, loc:cmotoras, ma­terial rodante y otro~ artlculos. cuya compra haya tido ordenada par la, empresas brit.ánlus y que de­ben ser pagadas por t'l gobierno argentino por no haber aido entregadoa antes del 19 de julio de 19(6 (articulo 79, indao e).

_ 14.-Motivos por Jo}'/cuales debemos pagar a. las empresas una importante suma en concepto de la ad­ministra<'ión ejercida desde el 10 de julio de 1946, al la exploU1t'ión de los terrocarriJe, 11e realiu desde esa !echa ¡>Qr cuenta del gobierno argentino (artícu­lo 89, inciso d).

16.- Importe que será nt't'esario Invertir en 101!1 próximos cinco alios pnra moderniur los ferrocarrilca de modo que puedan prestar un aervicio eficiente.

IG.-Situadón de hoeho y de derech., que tienen las ~:mpre~as ferroviarias en las compaillas subsidia­rias que ee adquieren.

,1 rt11ro 1-'rnmli:i. O•rcr Lópr:: Srrrot. -Albfrfo M . Cnrww't, - Ricarcln E. Arcíoa. - Rirnnlo nalhrn. - Srrvf"t'in M. Gnlt•«fl· r1i. - Sidn"ll Nicolás Rubino. - Mari.o 7.inny. - rl11wdro IJI!rtini. - Guillermo Martíntz GtUrrcro.

2.8. "El Act un) Com enio de Carne~ Dará Pér­diduF. ni IAPI . . . Pero los Argentinos no Olvidamos lo que De~mos a Inglaterra"

El presidente dt'l Banco Central inició su discurso, que fue muy aplaudid.,, agradecit>ndo la invitari6n de la Cámara de Comercio Britanica, y dcspuéa de ex­presar que es tu primera vez que 11(' le brindaba la oportunidad de hablnr aobre el comerclo entre la Argentina y Gran Bretaña, dijo :

Habl6 a continuación de la importancia que ha te.. nido en nuestro vrogreso el capital, la t&-nie& y el comPrcio ingl~s y del agradecimiPnto del pueblo ar­~ntino. manifeaU1ndo:

"I.a actuación de nuestru pnls en las guerras del 14 y la que acaba de: terminar, ha sido amplia en favor de ustedes y ''llestros uliniloa.

Page 18: Revista Fichas de investigación económica y social - N° 7 (oct. 1965)

32

"De lo ocurrido en la guerra del 14 no hablaré;

pasó mucho tiempo y ya es historia. Me :referiré a

nuestra actuación en la última contienda. " Nue$tra actitud fue de amplia colaboración y ayu­

da para que ganaseis la guerra. "Os hemos entregado toda nuestra producción a

menos del costo. Para que nuestro sistema productivo

no se entorpeciera, hemos quemado cereales por valor

de dos mil doscientos millones de p~. Ht'lllos con­

sumido todos nuestros transportes, tanto :ferroviarios

como automotores. Hemos utilizado nuestra pequeña

flota mercante para vuestro se"icio. No hemos repa­

rado en sacrifieil>l> para que nue!<t ras municiones de

boca, tan importantes en la gurrra como los ca~ones,

no os faltaran, pues para llevar el ganado a los fri­

goríficos hemos pagado ha:sta 1.:!00 pesos por cada

nl!umátJco de camión, o sea que entre~tábamos el va­

lor de cinco novillo¡¡ de exportación por cada goma;

hemos dcsgustado nuestros puertos hasta el agota­

miento, y ahora sufrimos las consecuencias de ello,

teniendo que ~oportar un injusto aumento del 25 por

ciento de lo, fletes.

"Debeis aaber que, para que sea productiva la

crianza d<'l ganado, hemos tenido que ayudar con di­

ferencias de cambios y otros arbitrios a los ~ranaderos,

y que a pesar de ello el convenio actual de carnes

dará ptnlida:; al lrutituto Argentino de Promoci6n del

Intercambio. Asimi:smo, es conveniente que se aepa. que

el lr an!lporte por ferrocarril del ¡anado sigue go­

zando de una tarífa preferencial, lo que paso a de­

mostrar. "¿Por qué no pus1mos ninguna condici6n a nuestra

ayuda a vuestra causa? "En prim<>r lu~ar, como lo he dicho ya, porque los

argentinos no olvidamos jamá~ lo que deberno::- a In­

glaterra, y, en segundo lugar, porque jan1ás la Argen­

tina quisu l'n t<u 1 ene.fido, sacar ventaja de e.-tas oca­

sione:~. Aun ¡ue la compar~.ción no ;;ea oport.unn, me

cnb~ J'C<'ordnr las palnbras del gobernante argent.ino

r¡ue proclnmó: "La vietm in no da d('rechos". Esta, nues­

tra nurvn Argentina, lo mismo que el ~bt>rnante a

que acabo de aludir, os d ce: "La oportunidad no da

du·ech¡; •, y así lo hemos hecho.

"Pero ahora la guer1a ha terminado, y cada pals

debo ri!('St ructurar su eeonomfa, teniendo en cuenta

1:1 realidad d11l momento histórico que el murnlo está

viviendo. I.a Ar~ntina no puede str una exrepci6n;

yo conozco loll sentimientos del pueblo ingl~, y estoy

~t>guro qut> comprende que, asi como nosotros pagamos

por las t'ol!a• qtlf In~'aten11 no!l envia lo que ellas

valen, ui dch!> rt't'ibiJ· el pueblo a~nüno por sus

carnes lo que ella,; valtn: no m á .. , ])('ro tampo~o me­nos de lo c¡ue ella;; valen." (Miranda., abril 26, J947 ll)

2.9. Cuando es Fa\ or able Para la Argentina "la Oportunidad no da Derechos'·

"Las instru~done< qu~ rectbl dt>l Exemo. señor pre­

sidente de la .Kación fueron de qne las negociaciones

dl'bínn 8<'r <"<IIHiuddns cn base n la igualdad de tm­

lamient.o, pero sin olvioiar la tesis ar¡-entina de que

la oportunidad no da derecho;;.

Ficha$, Octubre 1965 ----------------------

" También la primera dama argentina, la Sra. María

Eva DuaTte de Perón, se interes6 para que. dentro

dé lo factible, se Ue¡ara a un acuerdo equitativo, te­niendo en cuenta. la situa.ción porque atraviesa en estos

criticos momen tos del mundo la valerosa y es!on ada

l na:laterra. "Creemos haber cumplido con tu directivas r eci­

bidlls y después de 10 semanas de continuas delibera­

ciones, las que no siempre guardaron las .formas

protocolares por la vehemencia de los hombrea que

:fonnan las delegaciones, puesta en defensa de loe ln­

te~s que se les habian confiado, nos sentimos fe­

lices de haber llegado a !!tite acuerdo. " Hemos accc<hdo a la rebaja del precio que pcdia­

mos por el malz, aun sabil:lldo que somos los (micos

que estamos en condiciones de exporta:r, y procedimos

a..i teniendo en cuenta las instruccionta :recibidas de

"que la oportunidad no da d(:reeho.s". " He dtcho ant-eriormente que nos sentfamos .felices de

haber Legado a este acuerdo, pe1·o con lu .franque2:a que

no'4 earact('riza, debemos declarar que no estamos sa ­

tisfechos del resulbldo obtenido. " Los m$n. 02 millone. que recibimos eomo compen­

sación por el mayor cos~ de la c8fne, no alcanzan a

cubrir el 40 por dento del mayor costo del transporte

.de los novilloa de exyo:rtación." (.\fir4ltda, fobr•ro 18,

19-U 12.)

2.10. "Las Autoridades Argentinas no Tomaron Represalias a Pesar de Haberlo Podido Haeer"

''La mcd. da que debimos adoptar CC)Il respecto a la.

libra signi:!ic.aba un !u~rte golpe para la Ar¡entina.

debido a. que t'lla im¡¡licaba. cerrar uno de Jos cauces

norn1ales del comercio exterior argentino. Aun an­

tes de In galrra, la Argentina utilluba el sobrante

d<> las libra~ que obtenia en su intercambio con Gran

Bretaña, para adquirir en Est.ado1 Unidos m en:ade-­

:rfa ~ que elln necesitalla y que nosotros no podlamOf'

suministrar. Mientras Ja lib:ra pudo eonverti:rse en dó­

lan::<. ! a Argent;na podia compra:r lib:reme:n.te en Es­

t ados Un . &~ y w lo h izo. Nuestra medida colocó

a la Argent.ina en un serio aprieto. No :fue culpa nues­

tru, y det>O -re•onocer que .as autor idades argentinas

no nos h tcico,ron objeto de recri.min&ciones, como tanv rcx.'O tonHnon represalias, a pesar de haberlo podido

hrtccr. l'\o olvidemos quc entre ar;rosto y comi~• de

diciembre, ('1' ,do arribó l11 mi::i5n Bailleiu, nuestros

a baneeimicntcs de alimentos ar gentinos jamis se vieron

interrumpidos "Recono~ que h obo momento::; en que :pens~ que

~1 ~or Miranda podna "~stallar'' y rthu<:aTSf' a con­

eedemos p~rm~o de cxporble· .Sn. Oe'!C'a.ba. que ~e apre­

snaJa. el arr.bo de nuestra misión par& eom-enir, en­

t re otras eosu11, c:uánto ce.rbón y :¡>etTóleo habrfa de

~'Oneeguir y cu.á.nto d~r[arr.u :pagar nO"'tro;¡ pOr laa

~aTnu. Cuando ocurr:ic:rOll demoras en Lo'1d.!"('l!', las

co~a., :;e • . ph ea:roo aqw y por fin llegó el momento

en que fu i inforllUldo de que el s.:ñor Mil-anda, en

,·e¡·<JJU'l hab1a "e~tallado" ;y ~<: r:eñuSilba a darnos per­

tnibo~ & expor ación para 1\0'I'iem 1r&. Esto oeu:rrió

l') año pasado. Fu! a \'er al ~eñor :Miranda, y me re-

Documcutos del Peronisnw

cibió inmediatamente. Le presenté una lista de bu­

ques que debían arribar en noviembre, y le expliqué

nuestra necesidad de permisos de exportación para

que nuestros alimentos pudiesen ser cargados en los

mismos. El señor Miranda no "estalló". En aquellos

tiempos ae nos permitia aún, a él y a mí, fumar,

eosa que ya no ocUJ"re. Bueno, yo no había terminado

aún mi primer cigarrillo, cuando ya había salido de

la oficina. del señor Miranda con mi lista de buques

y cargas, endosada por el señor Miranda, con la

bienvenida palabra castellana "conforme", palabra que

espero con tanto anhelo en todas mis negociaciones,

y que, a veces, pare<"e hacerse esperar tanto. Pero al

íinal de cuentas siempre ha lle¡ado." (Regi11ald Lee­

p~r, julio U4.S tS.)

2.11. "Cuando Dos Buenos Amigos se P recisan Siempre Encuentran la Forma de Ayudarse"

Oficialmente se informó sobre las tramitaciones con

Gran Bretaña. Tal como se habla anunciado, el mi­

nistro de · ecooomla reunió anoche a los periodistas

pa ra darles infonnaciones aeerca del trámite de las

a ctuales negociaciones comerciales con la delegación

británica, y sobre el cumplimiento, por parte de nues­

tro pafs, del convenio "Andes".

Acompañaban en esta oeasi6n al doctor Ares, el

doctor Eusebio CILlllpos, subsecretario de economía, y

el señor Julio M. Juncosa Seré, director general de

e.ste ministerio. "Si hubiéramos hecho llegar a los ganaderos exae­

tamente el precio pagado por el Reino Unido, con

toda seguridad se hubiera debilitado la capacidad

productora de nuestro campo en forma tal que las

exportaciones se hubieran visto sensiblemente redu­

cidas. '·Parn eviblrlo hemo~ afrontado erogaeione!\ de gran

magnitud qoe significaron para el pals un fuerte sa­

crificto fmnncjero. Entiendo n('Ce!'ario destacar a ti­t ulo ilustrativo 1 os principales conceptos:

"Jo- E 1 precio di' las hacienda& en pie equivalente

al que por la carne abona Gran Bretaña ha debido

aer supen1do en cifras apreciables con el fin de apro­

ximarlo a los precios que paga el consumo interno.

A ún cuando no se lo logró totalmente, el quebranto

exp erimentado en este rubro significó para el pais

un desembolso de 18.000.000 de pesos.

,, 30- Es conocido que nuestro gobierno debió sub­

sidiar el trasporte ferroviario por cuanto ~us ingre­

&os resultaron notoriamente inferiores a los gastos

de ex:plotaeion. La parte proporcional que correspon­

dería al trasporte de vacunos eon destino al Reino

Urrido por los mC!norea fletes pa~dos ascendi6 apro­

ximadamente a 65.000.000 de pesos.

"4°- Las empr~u frigor1.fiea.R han presentado

eu~nbls, que actualmente examinan nuestros or6('anis­

'nl05 compct~ntes, que documentan los quebrantos ex­

perimentados durante el periodo que l!e con~idera, y

que repre&rttan una cifra superior a los 240.000.000

de peso~ a la que ha.brin que adicionar el quebranto

p:re.:mrible harta. la terminación dE>l convenio "Andes"

8!1

(31 de marzo), de cerea de 45.000.000 de pesos. De­

bemos :recordar que nuelStro gobierno ha facilitado ya

a dichas empresas sea en concepto de pagos a cuenta

o de anticipos financieros prácticamente 145.000.000

de pesos.

" Si al total de rubros deficitarios originados por

el cumplimiento del 79 contrato y del convenio "An­

des" se deducen los créditos globales -E 2.000.000, y

parte proporcional correspondiente a las carnes de las

Jl 10.000.000 previstas respectivamente en dichas ee­tipulaciones- puédese expresar que el quebranto neto

experiJnentado representa una cífra superior a los

300.000.000 de pesos.

" En consecue:n.cia nos consideramos eoo tftulos I!U·

!icientes para afirmar que el precio previsto en el

convenio "Andes" (precios del 79 contrato más 27 pOr

ciento) de peniques 7 5/16 por Lbra de carne del

tipo congelado B o sea pesos 0,9075 por kilogramo,

ha resultado notoriamente insuficiente para compen­

sar el esfuer:r.o nacional que exigió au producción.

"Reiteradamente nuestros productores, a travéa de

sus instituciones representativas, señalaron ¡¡ue Jos

precios abonados por el Reino Unido eran pnsidera­

blemente inferiores a los que se obtenfan en el pro­

pio mPrcado interno y a las ventas de carne efectua­

das a otros países.

"A pesar de que estaa operaciones • más remune­

rativas permitían al productor obtener precios máa

en consonancia con sus costos y que las mismas bene­

ficiaban al pals con u.n importante ingreso de dólares,

nuestro gobierno adoptó la polftica de limitarlas e:n.

forma tal que en el último año sólo N!presentaron el

20 por ciento de lo exportado al Reino Unido.

" Sigo creyendo, tal como acertadamente expresó el

distinguido embajador inglés en ocasión reciente, que

"cuando dos buenos amigos Be prt-t'itan, siempre nt•

CIUntran la fonna. de avttdarse". (R. Ares. mini8tro

de Econo1t~!a, marzo 191,9 H,)

2.12. "El Gobierno Argentino se Compromete" ... "El Gobierno Británico Afirma su Disposición"

¿Cuáles ~on las enunciaciones fundamentales del

tratado? A los ingleses interesaba el problema de las

carnes. ¿Y qué ocurre en el tratado? Todo lo reJa..

cionado eon carnes está detallado en forma precisa.

minuciosa. Hay ocho artículos, del 69 al 13, y un

anexo, sin tener en cuenta las planillas, que ae refie-­

ren al problema de las carnes. Los ingleses snb!an

que necesitaban asegurar la posici6n argentina en ese

problema. Las otras exportaciones argentina!!, que

interesaban a nuestro país, no tienen detalle nin~Nno;

contra los ocho artículos referentes a carnes apnrece

un solo articulo, el 59, reda.ctado, como lo vamos a

ver en seguida, en una forma ambigua en cuanto no

obliga a Inglaterra absolutamente a nada.

No obstante eso, podrin decirse que, dentro del to­

tal de las exportaciones que hará el país, se han de-

• Se l"efí~re a lu ~xportadunea de carne a otroe pat•as QUe

Gran Bn> .. ña.

Page 19: Revista Fichas de investigación económica y social - N° 7 (oct. 1965)

3.~ Fichas, Octubre 1965 ~-----------------------------------------------tenido más en el problema de las carnes p orque sig­nifica el mayor valor. Pero no es as!, señor pre5i­dente; dentro del tratado las exportaciones de carne reprl'!<entan -tG.900.000 libraa esterlinas, y las otras exportaciones representan 82.100.000; sin embargo, lo que esLá detallado en materia de exportaciones, es lo que a los ingleset~ lea interesa eomprar. lo referente a la carne.

Sr. Min~tro d~ Fina.n::cw. - Pua lo mismo eon las importaciones.

Sr. F,·,mdizi. - Lo mismo puede decirse en reJa,.

ción al problema de los combustibles. Pero hasta en el detalle del tratado h ay cosas que

molestan, en ese sentido, a la sensibilidad argentina. Inglaten-a. no reconoce en ninguna. parte que el su­ministro de carne tenga importancia para ella. En cambio queda reeonocido, p or los negociadores argen­tinos, el deseo del país do importar pet.r6leo y c:arb6n, de acuerdo con el articulo 16, inciso a). Los ingle5es han querido hac:!'rnos confesar que nosotros necesita­mos combustib!e lfquido y carbón.

Sr. ViBC'a. - 1 I'ero -vean qué novedad! Sr. Fro ndi:i. - Ellos no confiesan que tienen n&­

cesidad de la carne.

;.Cuál es el alean~ del compromiso que adquiere el país por este tratado'! Ad,·iértaae bien y no se pierda do vista Jo que interesa a Inglaterra y a la Argentina. En materia da carnes, que interesa al g()­biemo inglés, el gobierno ar¡'entino ~ compromm a vender y el Reino Unido se compromete a com­prar; es decir, la Argentina, por el articulo 6° del convenio, contrae la obllgaeión de vender came. El mismo compromi!'O, siempre en cuanto 11 came, aparece en los artículos ~. 89 y 10, en que &e dice: "El gobierno del Reino t:nido se compromete a com­prar a la República Ar¡entina, y el gobierno .argen­tino ae compromete a vender al gobierno del Reino Undo .... ".

Era de esperar que ai sobre Jo que interesa a Jo.s ingleses se establecía una afirmación categórica, lo mismo se estableciera en reJacf6n a Jo que Interesa a la República Argentina. Pero no es asi. Re!er~nte a las otras exportaciones. agropecuarias, que nos inte­resan fundamentalmente a los argentinos, en el. con­venio so establece - articulo 59, inciso a.)-: "El go­bierno del Reino Unido conviene, sujeto a 1m acuerdo sobre precio y ca lidad, en .adquirir, o en conceder ~ das las fncilidadE>s necesarias para la importaci6n ... ,_ Es decir, n o se esta]))oce que !le debe a.ceptar detEr­minada cantidad minima o múima. Esto nos obli­gará, en cierta medida, a reserva~: nuestros productos sin ae¡ruridad de q116 loa ingleses nos compren en definitiva.

La verdad ea que la posibilidad de las COll'lpra s in­glesas de esos saldos npertables ~ lit:ada a 1& importación de los a:t!c:uloa industriales C)11e interesa. a los ingleses. Ea~ro que deapuée nos expliquen los señores ministros por qué condo las cosas intel'e&lm a los ingletleS hemoa asumido la obllgaelón d.e Tende:r y ellos do comprar, mientras que, t.."'ltá.ndoseo de ex-

portaciones quo no lea interesan tanto como la carne, todo está sometido a det.erminadas condiciones y su­jeto a un acuerdo sobre prt'(io y calidad. As[ lo es­tablece el artieulo 69, inciso a), del tratado.

2.13. Carne Barata Para el Consumidor Británico

Como quedará demostrado en el debate de esta noche por otros señores diputados de eate sector, el precio de la carne en realid11d está por debajo del costo de producci6n. No hay que olvidar que los costos de producei6n de este producto en n uea.tro paú no 1!011

de los rruí.s altos, sino, qui.zii, de Jos más bajos que existan en el mundo. Por el convenio nos comprom&­temos a entregar nuestra carne a 97,53& libras es­terlinas por tonelada larga de 1.016,04'7 kilogramos, como precio promedio, lo que si¡ni:!iea, más o menos, $ 1,30 el kilo, qu e deben cubfir el co11to del ganado hasta el fJ·igorí!ico, el coalx> del proceso do industria­lizaci6n y las utllldades consiguientes. A~más, hay un hecho evidente: el precio que noa

pagan los ingleses por lae carnes es -muy inferior al precio que se paga. en nuestro consumo interno, o sea ~toe los ing)esea ae llevari\n la mejor carne a precio• muy inferiores a los que paga cualquier consumidor argentino en cualqu ier punto del territerlo nacional. Este es un hecho concreto e ilevantable c¡ue tendrán qlJe explicar los señores representantes del Poder Eje­cutivo -en función, precisamente, de la necesidad de aumentar el consumo de carne en muchas zonas del país. Se ha dicho por los señores ministros que el :Reino Unido nos p aga por la carne uno de los precioe más altos que se paran en el mundo. Espero las ci­fras ; pero la~ que poaeo --obtenidas de revistas e~ pecialiudas- no eon!in:na n de ninguna manera lo que los representante~ del Poder EjecutiTO aa.ban de n­poner.

Según esas cifras, más o menos, Jos ingleses nos pagan. Ja mitad de Jo que pa¡:an a. sus propios pro­d~:~c1orea. La comparación, sobre la base de un eáleu­Jo del valor del d6Jar, da difer~ncias substan~iales, no sólo en relación a las cüras qu e se pagan a los p roduetores ingleses, sino a las que se paga en Ca­nadá, Estado$ Unido;,, etcét.ero. Sle han publicado al re!!pecto en las revista a espcciall:~:adas cuadros m u :y minuci<>sos, en donde esta situación se e-videncia cou. toda elaridad. De Muerdo con los datos publicados por uno de loa. organlamoa técrli~os de las Naciones Unidas, repr oducido'! en una revista a rgentina, toman­do eomo base t l p41s0 vivo, resulta. como precio: para Argentina l5,7; para Canadá. 36,2; para Dinamar­a 2'7,1; para. Irlanda 37,8; para. Reino Unido 41,2; y para Eo:tados Unidos 61,9.

Sr. <f<l Cetml. - Ya TI! el t!éñor ministro: ésta na ID. rcfercnda - hoclla ahora con númcr- que :yo h ice en ~1 :m0t11ento oportuno.

Sr. Vi<><"«. - Son revistas espedaliudas, contrarias a l gobierno argentino.

s ... F-ro7diri. - lee refiero a revistas especializa.. das ingle!&!! y de otganiz.ae:onu interna cionales.

Sr. R@e114l. - De!!ea.ria preguntar a.1 señor dipu-

Documentos del Peronismo --------------------- 35

tado por Corrientes cuál era la razón que medió para que, habiendo prometido el seflor presidente de la Re­pública a los ganaderos, en una ent.reviata que man­tuvo <.'On ellos, que no l<e venderta un solo kilogramo por menos de $ 1 ,50, los precros no se ajustaran a la promesa efectuada.

Sr. Día:t de Vivar. - Celebro que el señor diputado por la Capital me dé oportunidad para proclamar dnde mi banca, d~ la manera más solemne, que este gobierno de la revolución nacional se ha hecho eco de las prcocupadones del presidente Perón, el úniw que se puso en contacto directo con los productores del agro argentino. Sepa usted, señor diputado, que el prl?('iO medio quo se estableció en el convenio anglo­arf,'f'ntino fue suficientemente avalado por todos Jos productores argentinos, en prolongadas entrevistas que &uvieron con los miembros del Consejo Económico, es­pecialmente con el ministro doctor Ares.

s ... Zavoút. Orti::. ¿Cómo puede decir eso el se-ftor diputado, cuando hay presentaciones de interesa­dos que Jo desmienten?

"Tiene Responsabilidad o no el Banco de Inglaterra'? Podría Quebrar a lo "1 . ' , .~ e)or ....

De acuerdo al convenio, todos los pagos se liqui­darán en libra~ esterlinas, es decir, que seguimos ""'pJetamrmte atados en ese upecto al área de la uterlina.

En el conven io no toe contemplan algunas otras cu~tion c:!!, eomo la dt>l interés que pneden producir a favor d,.J pa(~ Jos uldoa favor ables que existan en la llarr.ada cuenta C.

ST • .u¡, 'tiro d11 Fittanza•. - ~ormalmente no debe existir ealdo porque las compras deben equivaler a las v~ntas.

Sr. E'nmdi%1. - Normalmente no debe existir sal­do, pero el minj~tro de Hacienda ha dicho que nos­otros exportaremos más de lo que ellos nos pueden vender.

Sr. Froruihí. - Además, nqui están jugando a los &Tandcs prevlsore~. E l saldo puede ser a favor de Inglaterra o a Javor de la Argentina. Si existe saldo, que deven.rue un i ntl'rjls,

Pero, ¿qué ocurrió? Sobre la cuenta A se estable­efó un intcrlis del 1-:a '~. Cuando se firm6 el Acuerdo Andes, C<Jnf orme rtl cual los ingleses nos adelantaban lOO.COO.OCO de libra!\ esterlina!! -en reahdad no babia tal adl'lanto, s ¡no un juego de contabilidad, porque teniamos ba.,tantea librap en el baneo ingl~. se fttableció tamblén que e:se saldo devengarla un inte­rés df') 1 2 \.c. En realidad, dlos nos pagaban y llos C<>hra han el ~ 'it dt intm.;s, que, desde luego, ao tiene mucha relación con los intereses que nos cobraban los inlt'l·•ses ruanilo existía una- impor tanw deuda p j bJic-n u terna, ni tampoco con Jos in­tereseE df'l ;1 ~: que la Ar.I!'Entina reconocia a los ca­

i't'rrovia"'.los, d• acuerdo al convenio de 1946, a que me reft>ñ recih!.

f::;:;c a~p ~<> del prob'ema de la!' libras tiene una

importancia fundamental dentro de la economía ar­gentina. Recordaba hace un momento que, de acuerdo al artículo 20, se manda a brir una cuenta C y se declara que continuarán abiertas las cuentas A y B. El artículo 21 del convenio establece que para las cuentas A y B continuarán rigiendo las garantfas existente¡¡ y que sus saldos pueden ser utili:z:ados de ronformidad el artículo ·19, inciso e) del Acuerdo Andes, o stoa pa1a cualquier cla!!e de pag<Js en el área de la libra estel'lina que entiendo que desde ese momento Jlaman territorios espeeüicados. En cuanto a los ~aldos de la cuenta A, t'Ontinuaron ton la misma condición. Pero lo que interesa, señor presidente, e.." que se mnntiene la inconvertibilidnd ¡Jara todo:¡ los snldo~ antel'iores, y naturalmente se mantiene la in­convertibilidad si es que existen saldos a favor del pais a pesur de que se desea bnccr un convenio de compensación.

El nrtleulo 22 establece que el Banco Central com­pr ará sin restricción y venderá en la medida de sus disponibilidades las libras estt>rlinns a los tipo" de cambio del articulo 23. Establece una posibilidad de pagar en libras esterlinas en otros paises, exclusiva­mente 11na posibilidad, y que depende no s6lo de la conformidad angloargentina sino también de la auto--.__ ridad monetaria del pa ts interesado.

El artículo 23 dice que los tipos de cambio serán f ijados por el Banco Central, pero tomando como be­

se el tipo que cotice el Banco de Inglaterra para el dólar, o 6ca que no~ atamo~ directamente a la coti­ución del Banco de ln~laterra y en relación a la cotización que hare e~e banco sobre el dólar.

Decía, ~eñor presidente, que el problema de man­tener la inconv¡,rtihílida<.l de los Faldos en libras es­terlinas afecta a la econom!a del país. I.a verdad es que, según publicaciones económicas que se realiun en Inglaterra y en la República, d Reino Unido, en convenios rt-11lizados con otros paises, ha aceptado realizar pngus "" dólares.

Según una publit:ución, rt>aulta que Inglaterra prevé el pago en dólares a. Egipto y a la India; lo prevé también a Bélgica y Sui:r.a; pero, en relación a la Argentina, a In "poderosa Argentina", no se prevé, señor minüotro, una sola libra de converUbilidad.

La verdad ell que la mayor parte del respaldo mo­netario argentino, en este momento en que se habla de soberanía e in<.lepE'ndencia t'('onómica, figura en una cuenta del Banco de I nglatena, o sea, que no está en el Banco Centre.! argentino ni tiene la posibilidad do Eer convertido. Vale dt>cir, que la ~oberanfa argen­tina e~ !<Oberanía, pero poca, porque dt>p¡,ndcmos de la cuenta que fi~ura en el Banco de Inglaterra.

Sr. Ministro di!< Hatít!nda. - ¡Pero tiene responsa.. bilidad o no el Banco de Inglaterra? Podrla quebrar a lo mejor ...

Sr, Fro11di::i. - ~o haga bromas el señor ministro, ~;obre un asunto tan importante.

Sr. Dt!ll('pimtt. - Lo" naríonalistas que I!Btán con ustedes, los llamarían cipayos.

Page 20: Revista Fichas de investigación económica y social - N° 7 (oct. 1965)

96

2.15. "Atados del Cuello a los Intereses Ingleses"

Sr. Miniswo da Hacienda. - No podemos aceptar la.

t«>ria del señor diputado Frondizt porque la. libra con

garantía oro, ti('ne el mismo valor en Umninos de oro

que el que tenia cuando exportábamos nuestros pro­

ductos antes de disponerse su inconvertibilidad.

Sr. Frondizi. - No es así. El señor ministro de Fi­

nanzas reconoce que desde un punto de vista estricto

no puede equipararse.

Sr. Mini.tro di' Hacienda.. - Eso en cuanto al área

del d6lar, pero no en cuanto al área de la libra.

Sr. Frcmdizi. - Es lo que estoy diciendo: que este

convenio nos ata del cuello a los intereses de los in·

gleses, y nosotros neCil!!itamos oro o divisas para com­

prar en cualquier irea.

El articulo 2G merece una consideración espc!cialísi­

ma, porque en eate aspecto, como en algunos otros, no

sólo se ha mantenido la tesis económica del régimen

que está vituperando tanto el Poder Ejecutivo, sino

que se la agrava. La ¡arantfa oro de los saldos de

libras esterlinas existe, como lo afirmaba días pasados,

desde mucho antes de la revolución de 1943.

Pero el articulo 2G -del convenio, en realidad, es de

una confusión imprel'ionante. En la. !!e!Uón anterior

me ocupé de la redacción de algunos mensajes por

parte de los ministros del Poder Ejecutivo, y es de

toda evidencia que ese artículo ha sido redactado deli­

hradamente en la forma en que lo está para que no

se sepa qué es lo que quiere decir. Voy a tener que

leerlo eon algún detenimiento en cuanto afecta a. loa

problemas del respaldo monetario y del comei'Cio u­

terior. ¿Qué signüica este articulo? En primer lugar ni si­

quiera ~e obtiene por el articulo 26 la ~rarant!a de su

valor en oro para. los ~aldos de libras que queden en

el exterior. Es curioso: hace un momento el señor mi­

nistro de Hacienda decfa que no iba a haber !0.8ldos y

que por eso no se habfa hablado de intereses.

Dice el artículo 26: "Una ¡¡-arantfa. de revaluaci6n,

en términos a ser convenidos entre el Banco de Ingl&­

terra y el Banco Central da la República At"~tentina.

se aplicará a Jos saldos que se encontrarán al haber de

las cuentas C del Banco Central de la Rep~blica Ar-­

gentina y a la posición neta a térmlno en libras del

Banco Central de la República Argentina."

¿Por qué motivo los negociadores argoentinos no han

obtenido por lo menos la ratificación de que la libra

tuviera In garantfa en oro de su valor?

La verdad es que la delegación aryentina sosten1a.,

wmo corresponde, la convertibilidad de la libra, Y s{

no, la garantfn en oro; y el tipo de garant[a que se b&

aceptado no tiene evidentemente la mi!<ma validez que

la garantta oro.

2.16. Tratándose de Petróleo Británico no Inte­resa el Monopolio Estat~J del Comercio Exterior

Se establE'I'e .,n el tratado que la importaci6n del

petróleo se hará por Yacimientos Petrollferos FL"Cales

Ficha$, Octubre l9f!5

y por empresas particulares, sin fijar cuál es la. cuota

que importará la entidad fi!<eal y cuil la que importa­

rán las empresas particulares. No::;otros mantenemos el

decidido t'riterio de que aun cuando las empresas no

estin nacionalizadas y no existe monopolto estatal de

petróleo, todas las importaciones <lel pc!trólco eD la Ar­

genlina deben hacerse por Ya.cimientos Petrolffer011

Fiscales..

Pero lo que realmeDte con!unde en la po1!tica del

Poder Ejecutivo en materia de comercio exterio-r es el

di!'tlnto criterio que ha adoptado en cuanto al monopo­

lio de determinadas importae1ones y exportaciones.

CuAndo el mercado internacional permitió exportar los

productos agropecuarios argentinos a precios supc!rio­

res de los que se pagaban a los productorl!ll locales, el

Poder Ejecutivo implantó entonces el monopolio esta·

tal de estas exportaciones. ¿Qué ocurría'! En ese mo­

mento se trataba de apoderarse de la diferencia de

precio entre Jo que se pagaba a los produ.ctores arg'enti­

nOII y lo que se cobraba en el mereado internacional.

En ese asp~to, el monopolio estatal que defiende el

Poder Ejecutivo se aplicó rigurosamente. Y ahora. que

la polftica del monopolio estatal en materia de impor ­

taciÓn do pcrnlleo hubiera quitado las utilidades extra­

ordinarias que obtienen las empresas :petroleras en el

p&l"', ya no se aplica Cl'e criterio y se admite que la

importación se :realice por intermedio de lu empresas

particulares. (Frcr'lldizi, llQQflto 1 9!,9 14).

2.17. E l Pet.róleo Briiárúeo Fundamento de la

Independencia Eeonómiea Argentina Sr. Lel~>l'r. - La. impo:rt.ancia del mercado británico

para las carnes argentinas no Jequiere puntuaHzarae,

pero no debe perderse de vjsta el iDteréa de que a cortstituyo la pla:za de mayo:r poder ab!lot bente para

este tipo de alimento de.•de mu<''hos años atrás, y que

el eKc:ed.:nte de nuestra. producción, en relación con el

consumo interno, ae colocn nllS en buena parte, pero

no en las condiciones decididamente satisfactorias que

hubfentn sido dt de;;ea.r.

Interesa, ademá.s, aeñalar que el convenio mantiene

abierto el me~ado británico a. los producto!' arg'entinos,

tanto sea a las earnes como a Jn prodo<'tos agrlcolas..

Esto constituye parte de la polltka que el gobierno

está siguiendo para. fomPntar la producción agropecua­

ria al facilitar so &lXeso a los mercaclos exteriores.

Uno de los beneficios indodablemente más importan­

tes de este CC>ilv-enlo, com~iste en q~re las nece!'!idadu

del pais en materta de comlHlstil> es han quedado práe­

tleamente eubiertas por:- las eati:pulacionea del mismo.

E!óto tiene vital mportancia. en n~omentos que de otra

manera hubíern sido necuario adquiril:·lo:s pagándolos

en dólares.

Señor:- presidente: el tratado asegura rara la ¡:rande

Ar¡rentina qu.e queremos todos los hombre! que hemos

abraz~do la causa de ]a revClluci6n nacional, que quere­

mvs .o3 hombres que seguimos a nueroo conductor, el

president:.a de la Yadón, general Perón. todo el com­

bustible que neeesib. para que produzcan con energía

so• industrias, p na que -w-que11 todo• los mares loa

Documentos del Peronismo

barco¡; argentinos y para que se haga realidad de una

buena vez el anhelo de todo at·~entino bien nacido de

VÍ\'1r en un pais de verdad, políticamente soberano y

económ1camenle libre. (¡Muy bint! ¡Muy bien! Ap/au.­

IWit. l- ario~ tr11orct¡ dfput4dos rodea.1t 71 ftliátarr al

t>radQr).

2.18. Competencia Británica Para Fomentar la Industria Argentina

Teniendo en cuenta que el balance de pagos anglo­

argentino es suhslancialmente favorable u nuestro pa[s,

el gobierno brtt.;inico planteó la necel'idad de que Ja

Argentina aumentara sus compras en ese mercado; y,

~on tal motivo, se convino que en igualdad de condi­

~lones, l~'niendo en cuenta <'altdad, prE'cio y plazo de

entrega, <>1 gobinno arg<>nhno darta preferencia a las

firmas del Reino Unido al efcetunr ndquisieiones de

materialeo, equipos o contratación de servicios por

cuenta de repat ticione:; oficiales. Además, nos compro­

metimos a conceder pcl'misos de cambio hasta

10.000.000 de libras esterlinas para artículos de impor­

'&aci6n rel<tringída, y a conceder a las mercaderia bri­

tánicas el traW.miento de nación más :favorecida en

materia de control de enmb1o.

Ea importante, señor presidente, el volumen que el

pal!l recibirá en maquinarias, materias primas y ele­

mentos de transporte, para mantener activa su econo­

mla. Asimismo se contemplan las importaciones de ar­

tlculos de consumo que al hacer más abundantes los

abastecimientos del mercado interno, redundarán en

una mejor satisfacción de las necesidades de la pobla­

~lón y, por ende, en un mejoramiento del nivel de vida.

.Ello se ha hecho, señor presidente, sin abandonar y

refirmando la polit:iea del gobiuno nacional, de fo­

mentar el desarrollo industrial, para lo que no es un

Gbetáculo una sana competencia que permita mejorar

J.. tt'cniea indus· rial, m perjudtcar por ello las bases

para el dPearrollo de )as otra!! industrias. ( Lt!loir,

agosto 1 !/.1¡911 ).

2.19. "La Prenc;a .. (Familia Gainza Paz) Apoya 1a Política Per onista Ante Inglaterra

El precio de las carnes será el de 96 libras esterlinas

))(Ir tonelada métrica, equivalente, al cambio de 13.53

)K'aos por libra esterlina, a casi 1 peso 30 eenta vos por

'kilogramo, promo:dlo, canli1lad muy inferior a la do 2

JK'SOS 14 ccntaVO:l que se ~~t.imaba rteee$aría, en las úl­

timas conversaciones habidas ~n el Consejo Económico

Nacional, para. satisfacer al ganadero y al frigorlfico

en sus dos ramas de capital y trabajo.

Que el pr<'cio es bajo resulta, no solamente de la

apr eciación de lo• productores y elabora.dorl!ll argenti-

1101, sino también de la <omparac16n con Jos que Ingla­

terra. paga. a otros prove<>dorcs y de la. ci·rcunstancia de

el gobierno brit:lnico quería asegurar~e un sumi-

11iltro anual de 600.000 toneladas, mientras que ~1 ar­

tlno sólo le promete l'ntregarle lo má!l que tlueda.

juzgar por la3 noticias publicada~ el martes último,

precio de las enrnc;s se n;visatá anualmente.

LR imporl 'lncia de las <':ln1idadell de combustibles que

· nnu:dmente Gl"an Brl't.aña -toneladas

37

5.700.000 de petróleo y derivados y 1.600.000 l.oneladas

de carbón de piedra- es lo que puede dar la clave del

bajo precio aceptado por las camu. Eso lo hun admiti­

do los funcionarios argentinos en las convenacionea

del martes con los periodistas.

La República Arg.:ntina -y esto ya va por nuestra

cuenta- necesita esos combustibles para mover sus

trenes y para el fundonamit>nto de todo lo que demanda

energ1a eléctrica o el empleo del petróleo y .sus deriva­

dos, Y no dispone de dólares o de otras divisas d~.> acep­

taci6n mundial para adquirit·los en las cantldade$ que

hacen falta. La exportación de carnes le da los medios

de comprar en el úrea de la libra esterlina, pero no

fuera de ella, porque esa moneda ha dejado do ser

convertible en dólares y otras monedas "duras". Es

evidente, entonces, que la posición económica de la Re­

pública Argentina se ha debilitado, debido u que au

fondo de oro y divi;as ya no es, ni cuantitativa ni eua­

li~tivamente, lo que era haee tres anos. Por eso ins!s­

timo!l en la conveniencia de recuperar los mercad011

pe1·didos en la zona del dólar y otras monedas de libre

convertibilidad.

La adquisición por Gran Bretaña de aceite de lino,

cereales Y forrajes aliviará la eon~testión económica

--si as1 puede hablarse-- resultante de la acumulactón

de esos productos. En cierto modo, empieza su liquida-cJón. _

Nosotros no creemos que hubiera sido fácil obtener

mejores condiciones en este nuevo convenio con Gr&n

Bretaña, debido a la situación en que se encuentra la

República Argentina. Pero consideramos indispensable

el examen dc!lapasionado do las causas determinantes

ie esa situación, entre las cuales, si hay algunas ajenas

a la gesti6n de los dil·ectores de la economía argentina

en lO!! últimos años, como la inconvertlbllldad de la

lihra esterlina. hay otras aue son atribtriblcA a en·oru

... e e::.os fwtcionarios que declan -todos lo recorua•

mos- que a. m~.>nos que el mundo hubiera resuelto no

comer, teníamos en las carnes y cereales la mejor mo­

neda del mundo. Nunca pudimos explicarnos que se

hablara en esos términos, porque la opinión pública

nacional e•tá suficientemente informada del papel que

representamos en el mundo como proveedores de articu­

las alimentieios y materias primas. Una pequeña parte

de la población del mundo aumenta su ración de carne

con la de procedencia argentina; pero aun e!la pequei\a

parte de los habitantes del globo se alimenta princi­

palmente con otros artículos, en su mayor proporción

obtenidos en el propio territorio. En cuanto a los ~

real rs, nuestra posidón como exportadorE>s e~ todavla

de menor importancia, y de año en año se reduce más.

1 Cómo suponer que podlatnos dictarle la ley al mundo!

Somos, sin duda, un país de gran porvenir; pero ellO

no nos pon<> a cubierto de errores y de SU!! inevitables

con!'IC< uencias. El convenio con Gran Bretaña es pme­

ba de la necesidad de una pol!ticn de moderación, por­

que no somo!'! o, por lo menos, no et!tnmos tan fuertes

económicamente como se suponía.

J.o que se sabe del convenio y las declarat'lones de

los funcionat·ios argE'ntinos, indican que se ha decidido

Page 21: Revista Fichas de investigación económica y social - N° 7 (oct. 1965)

38 F'ichas, Octubre 1965

------------------~ . slgunas pr áctiéas "intervencionistas" que no revlBn r . ._ · lo dieron bueJ' resultado 4!n materia de lmpor-~tones,

cual es sati•tactorio. También lo es que no se mter~ pa el intercambio con Gran Bretaña, pais con el cual siempre terminamos por entendemos. ~ que se haya asegurado el aba~tecimiento de combustibles. P ero no van a quedar satisfechos todos los sector~s ~e la ~~no­mla. nacional interesados en estas negoeulclones .

EL CONl'ENIO CON GRAN BRF:TA/QA.- \f~ña-_,_ . las n'""OciacioneB para la. revleión na 11e reanuuuran '• _

del convenio comercial su;~eripto con Gran Bretana el ano próximo pasado.

d . . 'll'mo hasta ahora el (LC'Iterdo no ha Dell e JUniO u 1 • • dado los frutos qu" st esperaban r•<<nl.do 6& lo fu-nw.

La. cuestión senalada como más grave es el precio de In carne, s.obre el cual cada una de las pa~s man­tiene una posic .ón explicable dentro de_ los m~e:C~ contrapuestos en juego. A jt<icio dd gobu•mo br&tanlco d precio actu.al ccmstitníría un but"n ~~~r pc$e 11

• la. dtn·alori:zación t1e la Libra., pero la. opull~ argnrttr;a entiende, a. nuestro parecer con toda l6gu:a. ti razon, quP. 8i d pl'tY61co trttmini6t.rado por Gran Bretail:,.;: oumetrta.do en 1m 1,0 por ci.ntto a. rafz de t8(1. ref

t · la& cotizacio11es a.sig11ada.a 4 ""rstro.s carnes 11WM arUI, j O TCÍO'I!G¿ d('b~ria?~ ta.mbútn arwm~La.rse en ormcz pr 11<' • Ea impoaible admitir como bueno para el P~o_<Weto ar­gentino un precio !ijado conforme ~ una ~JV1S8 poste­riormente desvalori~:ada, y no admitir_ lo ~msmo cua~do • trata de pagar los combustibles bntámcos. Lal> ! I1C-

6 f •·- 1 s do contratantes tua.e1ones de la moneda a ec.-.. a 0 . 1 Y nin"'uno de ellos ha de pretender que el por rgua , ., . ~~ otro cargue exclusivamente con sus consecuencias .

O E l TAPI ~Se Confiesa : " los Precios que el 2'2

· País Obt uvo por las Carnes nodo Al~n~aban a Cubrir los Costos de Pr uwon

e ya se señalara en la parte corre~pondiente de la ;:;oria del año 1!l4.0, lo!! preeio;' que ~~ pais ~b­tema por las carnes vendida!\ al Remo u _mdo -pnn-. d no a canzaban a cubnr lo~ costos c1pal compra or- dM' it de de producción, originando ~sí u~ c~n~nuo te

la explotación de la industna frtgorifl< a . . Fue, pues, necesario que el E&tado a.c~~era en ayu­

da de c'a importante industria, f~c•htán~ole -por intermedio del IAPI- los fondos requeridO!'\ para cubrir tales quebrantos.

Durante 1950 el institu to debió continuar con dicho régimen, alcnn~:ando los pagos la suma le $ 131).000.00~-

Cabe señalar el importante papel que desempenó e"ta a}•uda financiera, al facultar a la;; emp_re"flB i~dustríalizador&!! de carnes para continuar trabaJru;do y poder hacer frente a. lo~ m!lyor~ gnsto:o que a.a mejoras sociales a su p~rsonal provoenTon.

Finalmente, la suspen~ión de los ert\liarques -de car-1 Re' no Unido ocasionó un:. paulatina. acu-nes para e l _, s de 1 doo de carnes refrigeradas en las .,..mara mua t 1 reó düícultad··~ las empresa~. lo qul' nue'\'amen e etl e

financieras. Una ..-ez más dehió acudir el lAPl en su auxilio, otor¡.:ándoles adelantos de huta el 80 por

ciE.-nto del valor de esas carnes, abonándose en eae concepto hasta fines del año unos $ 88.200.000. •

El - 1960 foe un período de gTandea a lternativas ano . en la comerculli~d6n de laa carneb a rgc.nt tnas pro-vocadas por :factores de muy variada lnd.ole. S1n em­ba

0 cabe afirmar que el !actor preponderante :fne

la ~n~rrupción de ]0!1 embarques al Reino Unido en el me~ de j ulio.

Dada la mportan<ia del tópico y pese ~ lo mucho que ,;obre d punto se ha debatido Y escrJto, resulta. del caso el<poner en esta memorin objetivamen te _los di,·er!IO!I be< hos qu , llevaren a dicha int~rrupCJón. única t:n la :1 rdactones anglo&rgentinas.

Lo!'! embarques de carnes refrigeradas y conserva­das para "1 Reino l.,; nido - mercado que normalmente ~orbe el !:15 por <tento de ' as expottaciones-- se

:eolir.aron en ~umplimiento del oonvenio firma do ~1 28 <!e junio de 1949, que expiraba el 30 de ¡un•o de 1950.

El precio concerta do era de .:1! 97.536 por tonelada Jar~a. como promedio de todos lo" tipO!> de earne

· p~ a que nuestro pais.. compnmdidos en el converuo. . T~lamó oportuna men te el ajuste previ~ en el convenio al producirse la devaluación de la libra, en agosto del año anterior , se continuó embarca-ndo normalmente bastn fines de junio de 1950 al pr ecio convenido, de­jándose expresa mención de que se trataba de u.n precio suj~:to a -reajuste po-<terior.

Fue asf que el volumen de los embarques registra­dos con destino :U Reino Unido en el lapso comrrcn-

1 l o d enero T el 30 de ur.1o de 1950 dido ent.n e • - • . e .. _ • 1 re<ñl!trado el ano a.ntHtor. a.,., fue algo !1\tpertor a .,. . . . 1 cll P- .. uria pe"" a lo~ per)ud1~1a e!< sena ar que o ~ t:VU • dectos de In grave sequía de fin es de 1~•49 y los pn-meros meses de 1960.

t ' d de a""'entinas estat-·an d !~puestaa - no Las au CJrt a • ., · · nes '-" t t la. v:i:rt.Ulll paralitaeión de Jas negoclaCIO o., an e d b · 1 '<m1as comPreiales-- a col'll-inuaJ. embarcan o a¡o as mi . di

. . m..,...__ando as1 &•1 de:,~ de evitD.r todo p er-con CJOne,., ""~· l . d o 'd · glés v qu resoloc on e n j •Jic-io al consum1 or m - · . • . .. a licar nin guna. medida que pudiese stg~flcar pre~¡on s~brc el ¡zobierno británico. Baate men.:HJDIU q\le los

d período a'canuron a. embarques ~fectua os en ae - . la so 2'Ju.519 tonflada.~. o ~ u n aumento ~bre tgu.a. P _ •~ , _._1 &S por eiento ~11n (•ml.argo, ante del ano an~.enor ""' - t n arte de las a1ltoridad~ pertmen es la n~t&va por ,... ' ó vi del Reino Un:do de acep tar una factlJrac• n pro -

. 1

_.. la ba•e de í !) 7 53¡; por t onelada larga, s1onn svure ~ ' b d 21 s" rrocl.ujo una il'terrupcli)n de ~s em nrq,ues. de j ulio de 1950

Al enheni arse las. au tor idades del Ministerio de 1 1& "U!Pen!'ion de Economía con lo& proh emas out' d ._ Se! adopta ,.on di-embarques al Reino U11 i o <rea"". -

venas medidas,. unas tran sitor ia.JI Y o• ros pe,:m::e~ " f' de mantener el norma.! d• •arroll t e;; , a •n . ......r sobre los

ln.Ju4r;a. .,.,.nad~ra. n acional. Para JUX.,- - 1 'J - . r • b -ta • e na ar 1 doa que c~n eJias se obtu"Jercn, a." · rcsu.to ~ · · u-- el 1 hed w rle (1 :t -<ontro todu 1&-"' l'n!Vl!\lOn -~ • -"rillll a fin de ano vol1lm(n de esrrc>~ro en l a~ earoaru ~ ¡ al no era ¡;cnsiblcmente euperior al (11l" se t.en a

Documentos del Per·onismo

t iempo •le ~uspender los embarques, pese a no ha. bert<e di•minuido t'l ritmo de faena en ningún mo­:mento del nivel normal para la ~poca y la oferta. Pot otra parte, Jos precios del ganado en pie han seguido una tendencia continuadamente a~cendente.

~;ntre las medidas de emergencia transit.orias adop. tadas pu~t' señ~c~hu·se la autorización para "redes· tinar" CBI'nes de mejor talidad a la elaboro.ción de corncd bcd, compensando n las empresas la diferen­cin ('ntrc los teSJ>l'Ctivos valore:;; comerciales. Gracias a ella se han podido incr(,mentar, en la medida en qut> se hizo, las exporta.ciones de carnes <'<lnservadas a los Estados Unido,, p1·oductoras de dólaro:~. También ae a utorizó al IAPJ, con t>l objeto de facilitar la evo­lurión financiera normal de ln_s empresas frigorlficas, a proceder a adelantat• hastn t>l 80 por ciento del valor de lns carnes depositadas en cámara~ frias. P~t o, Hún más importantes quo las anteriores, 110n

aquellas medidas que configuran ya una politicn de. fmitiva, como lo e~ la ampliación y la bú!I({Ueda de nuevos mercados externos, que antes no ¡>odian aten. derse poT los compromisO!\ adquiridos con el Reino Umdo, cuyvs resultado¡, rcl'ién podrán apreciarse en todo su alcance en los años venidero& 19.

2.21. "Reciprocidad y Trato Justo" El 23 de abril do 1951, después de laboriosas nego­

ciaciones, se firmó C'l protocolo que habla de regir por el t~rnúno de un ano las relaciones comerciales entre la RPpública Argentina y Gran Bretaña, dentro de Ja estructura del convenio del }Q de junio de 104.9, modificado en alguna!\ de su& parte.". No obstante ha­ber venddo el 22 de abril de 1952, hasta t>l 31 de diciembre último no se pudo firmar un nuevo proto­colo, que también Hcne la duraci6n de un año. Es in­dudat..:e que la part.e más importante de t>ste nuevo eom·enio u el aumento de los precios de las carnes a enviar a Gran Bretaña. En efecto, se e~tabll'ct>n 181 Ubraa esterlinas pot tonelada larga (la. tonelada larga «¡uivale a unos 1.016 lci.ogramos) de medins reses de arnr> vacuna de calidad "chilled" embarcarla enfriada, contra U6 libras del convt·'lio antt'rior, es decir, una ctiferencta en más de 35 libras, que representa el 23,8 por ciento; par a el mismo tipo de carne, pero eong<:Jada, el precio ha pa~ado de 126 libras a 161, o &l'll un aumento también de 35 libras, que equivale al 27,7 por ciento. El pr ecio de las medi11s reses de carne vactma consrelada tipo ''B" tiene un aumento de as hbras l'Sterlínas por tonelada larga (27,9 por ~iento ) y el de 1 as t eses congeladas de cordero de

y segunda calidad una düerencia en más de Jil,ra.s esterlinas por tonelada larga (13.8 por

eJcnto). Pnra los diferentes tipos de carnes envasa­Jo, aumento« ~n de algunos chelines por cajón

p roducto remitido. El nuevCI protocolo, lo mismo que lo~ antet-iorcs,

de larga:~ y labor'osas pero cordiales nego­y que corno dijo el cancíller ar~entino reune

~•u-.tctetíatiens de. recipr()cidad y tr·ato ju~t.o", permi­refi rmat· lo:; ln~:os de amistad y fomentar las rela-

3!1

done~ economtcas que tradicionalmente unen a la Argt>ntina y Gran Bretaña. Su e:;t rido cumplimiento incidit·á favotablemente en la t•conomla de ambos pai­ses y !<Obre todo en el nuestro, si el Estado 'e limita a las funciones que le son propias y devuelve a las íuerza~ vivas la tnren de atender lo9 diversos pr occ· sos dt' producción y comercialización que el convenio sigo fi<'a, dejando a~imismo que a ellas vaya la totali· dad de los precios que se obtengan, tal como en reali­dad corresponde, no permitiendo qut• pat·te de ello~ tengan otro dcHtino, aun dentro del rl!gimen de cambio im:perante en nuestro país 2<1.

2.22 ... El Gobierno Argentino ha Estado Pagan­do Centenares de ::\!iliones de Pesos a las Empresas Frigoríficas"

DF:L AUII!ENTO DEL AGRO OCUPOSE EL MJ. NlSTRO HOGA.V. - El ministro de Agricultura de la Argentina, señor Carlos R ogan, manifestó hoy a un grupo de hombres de negocios británicos que el prc· sidente Perón está empeñado en una vasta expansi6n de la pr oducción agrícola argentina.

El ministro argentino expuso anoche que su pals confia que en un periodo de cuatro a cinco años podri atender a las demandas de carne on el mercado in­terno y contar con un excedent~ exportable de e~W> producto tan granda como en tiempos de preguerra por medio de las mcdtda&- sob1·e precios adoptadas por el gobierno dol general Per ón.

''Todos deberían saber ahora que el gobierno argen­tino ha estado pagando centenares de millones de peS()S a las emp-resas frigorificas para cubrir sus pérdidas, debidas, entre otras razone.;, a la diferencia entre el precio mínimo pagado compulsoriamcnte por las em­presas a los productores y el precio pagado por el !llinisterio de la Alimentación en lo>~ países que hacían las compras en grueso" 21.

2.23. "La Nación" Celebra el Cltimo Convenio Peronjsta con Gran Bretaña

Acaba de suscribirse con G1·nn Bretm1a un nuevo con· venio comercial y de pagos con efecto retroactivo a l 1 Q de julio de 1054 y destinado a rel!'ir dos años, a p11rtir· de eRa f«>t>hn, «'~ decir, hasta ol 30 de junio de 1956. Con el convenio firmado culminan las negocia­ciones iniciadas en Londres ~.,n mayo de 1954 y con­tinuadas en Buenos Aires desde julio de 11!54, con miras a renovar el acuerdo suscripto el 30 de junio de 1949 y que venció en igual fecha del año último. En la memoria del Banco Central de la República Argentina se consigna al respecto que, no obstante hallarse vencido el convenio, "durante la segunda mi­tad del año 105-1 continuó desarrollándose activamente el intercambio comercinl con el !Wino Unido".

A diferencia de los demás <"onvenios suscripto~< ante­riorl'llPnte, en fste no se fijan los precios de las carnes que comprarn Gran Bretaña. Ellos serán determinadO!! en cuda caso por lo~ comprad<JTe-s (comerciantes britá­nico!'!) y los vendedoreR (entidades argentinas encarga­das de efectuar la comercializa<"ión). dado que el Reino Unido ha vuelto al comPrcio libre y privado. Las única s

Page 22: Revista Fichas de investigación económica y social - N° 7 (oct. 1965)

40

disposicione~ expresas del acuerdo respecto del comer­

cio de carnes consisten en el compromiso del gobierno

argentino de facilitar su exportación al Reino Unido

-hasta el máximo de sus posibilidades- de todos los

tipos de carnes y en la promesa del gobierno británico

de permitir durante el término del convenio las im­

portaciones desde la República Argentina, de acuerdo

con el sistema de permisos de importación vigente, sin

restricciones en cuanto a cantidad de carne en reses

y menudencias, con excepción de reses porcinas, siempre

que haya sido completada la entrega de carne com­

prometida según el intercambio de notas del 8 de ff'­

brero de 1964.

El convenio suscripto habrá seguramente de facilitar

3. Perón y Estados Unidos

3.1. Las Dificultades Tradicionales

Di/ic'UltCJ.<Ies pa.ra restablecer el comt'rcio cmr lot Es­

tadoa Un.idoa.- Las relaciones comerciales con los Esta­

dos Unidos &iempre han sido d1fíciles porque ese país

de la AmClrica del Norte tiene muchísimos articules

que interesan al consumidor argentino y nue<>tra Repú­

blica, en general, solamente pedria enviarle productos

que alli ta1nbi~n tte obtienen. Eso no seria obstáculo, en un régimen de lihre cambio, si la producción agraria.

argentina. fuese, como lo ha ~ido durante medio siglo,

más barata que la nortenm.eTirana; ])<'ro ninguno de

los paises es libn:cambH!ta. Los produetore:o rura es

do lo!! Estados Uni•los sh.-mpre tuviron en el Congreso

de Wáshington representación suficiente como para di­

fH•ul:ar la compétencia de los ¡n-oductos ar~nt..nos l·

en cuanto n la Argentina, su sistema aduanero en los

últimos cincuenta años ha Rido proteccionista, y a

las altas t11~a,; de la vieja tarifa de aval io5, se Fumarot.

adklonales y recargos en los aforos. Con el "control"

de cambio~< y las desvaiOtlzaciones moncl.a.riaa lo!' ob!l­

táculos para. traer mercaderías de cualquier pa.is dcl

mundo fueron h aciéndose más fuertes.

Sin embal1!1>. ninguno de los dos paises llev&ba s·1

proteccionismo hasta privarse de lo que necesitaba. A

no110tros nos haclan falta automóviles, camiones, trat'·

tort'.s, combustible~, máquinas para la' mismas indu~­

trin!l que nuestrn legislación y nuestro~ gobiernos p.-o­

tcglnn, y t.aml• én pa.ra. ellu, matt"rias primas y

productos ~emielaborados; ademál! rrroductos químicos

e inf,nidnd de artículos de uso coniomte.

I"-"' E :.ados t nidos nPCesi•nban completar, con la

arg('ntina, la p ropia producción de S('milla de lino, cue­

ros y lana; también pr<;ciaaban aumentar y nb$ratar el

consumo de Nrrne; pero en este último renglón fueron

intransigt>ntes. Declarttron que las carnes enfriadas

y congeladas argentinas eran portadoras del virus de

F'iclta.rt, Octubre 1965

el desarrollo del intercambio eomercial entre la Re­

pública Argentina y el Reino Unido, pai.c; ~te que

ha contribuido podero$amente a la expansión de nues­

tra economla, con el aporte de bienes de capital -­

bre todo en lo>~ momentos más dificiles de nuestra

vida. in!<litucional, con una fe absoluta en el p orvenir

del país- y me<hante la compra de nue.-<tros produc­

tos, que encontraron fiempre buena. acogida en el

mercado británico. Ambos pueblos, vinculados por una

tradición de amistad que se ha puesto de manifiesto

en diversas oportunidades. continuarán a si realizand~

transattiones mercantiles interesantes y de recíproclllt

ventajas, requisito indispensable para mantener rcla­

ciones come-rcia]c¡a p erdural>'e'l :!2.

la fiebre aftosa -peligro que Gran Bretaña no teme-"

y sólo permitieron la entrada de carne en,·asada, ar­

t iculo que en un principio tenía escasa sij!'llificaci6n en

la. es.tadlstiea, pero que cada ve:~: asume mayor Impor­

tancia. En síntesis, a pesar doe las dificultades elt])resadas~

existía un comercio importante con los E stados Unidos,

y tantll, que la!< procedencias de esa república tenlan

el primer lugar en nuestrus impo:rtanciones; en ('am­

bio, Gran Bretaña, Bélgica. HoJanda y a veces Francia

e Italia, sup~raban a Jos E tndos l!nido,. como com·

p radores de vrodu<:to~:; arE:entino3. En consecuencia, la.

cuenta del eotnercio argent nonorteamericano lll'rOjaba

un import.!llltc déiicit en ('()ntra de la Argentina, que

nuestro pajs saldaba medial'!te la eonvnsión en dólnres.

ck u hora e~!:.erlir.a:;, ÍJru::eos iranccscs. belgas Y

suizo,;, ~uldeiJ!!, lires, et<:~t<'ra, oH,•nidos en el aupe­

r·ávit ¡Jel intercambio con o•ros pntf!eS.

Eiabl .mo" da los. ti mpos untcrioru a la última Gran

Glleua, p ues SI durante e~n conOugraeión t:l comercio

ton los Es:.udos t!nidOIS arrojó !>nido fa vorablc para

la Argentina, que tUYO como nun~a oro y dól&rt:>, ésos

:fueron años de excepc·lón, " n los que el nombrado

pa!s nos compraba de todo. para PUS nect.aidadca mili­

tares y las de sus aliados Pero termina( a la ~rra.

y de~pués de lOIS t'rimeTOR 18 ó 20 me~~a de In pos­

~erra, los .Estados Unido" ~·olvieron a estar en la

situación :Ulterior rea.p~to de la pn.duceJ?n arg<ontina;

es decir, su intcris Sil 1·educía a poco~ renglones: ~1 lino.

en primer t.,rmino. lo;; C:t.:N'Os. las ,anas g-rue'-'ll', la

ca.rno erwnsada y los ~bproduct.o~ de Ja c~rne, el q!K'­

brncho. etcétcTa. Sus compra.s en nuestro pais dismi­

nuye:ron, mi<-t• r;n q re lu atgcn~.na\, en llq'1e1 a r epú­

blieo, especialrrumte las oficiales, e.umentnron mu<'hisi­

mo. Súbitaruer.k se rn.ro de la abundandl\ a la p nu:ria

dE de> t\r6. .,. se eml·ar~on importantes cantidades de

oro con él«'~tino a Nue"a York.

Doc·umento.11 del Puo11i.•m¿o

Pa:·a los particulares y aun para el mhmo gobierno

argentino, se hacía cada vez más difícil comprar en

los E.c;tados Unido~; pero quedaba todavía un recurso:

«'Onvertlr en dourres los Mldos en libras esterlinas.

Pronto se cenó tnmuién esa pue1·La, porque Gran Bl'il­

taña decretó la inconvertiuilidad de su moneda. En­

tonce~ las autoridades financiera,¡ de nue.~tro país se

quedaron pTiicticamente sin dóla1·es pero tuvieron una

t>xplicación para darlt al país: la culpa era de Gran

Bretaña.

A todo esto, las t>x-portaciones argentinas a los Es­

tados tinidos disminuian mas de lo que habría suce­

dido en un régimen de libc:rtnd de comercio, porque las

operaciones del In«tituto Argentino de Promoción del

lntercambjo hallaban en aquel país fuerte resistencia.

El mencionado organismo pudo anuncia¡· hace tres

años que en la venta del lino habla hecho una utilidad

de 700 miJJoncs de pesos y que l'n lo sucesivo sería

vendedot· de aceite de lino y no de semilla de lino; la

re•puesta fue el fom,.nto de cultivo de e'a oleasrinosa

•n los Estado~ Unidos, hast."\ sobrepasar las necesidades

del consumo interno y el abarrotamiento de los depó­

lltos d ·1 J.A.P I con aceite de lino.

Tnmhi~n hubo dificultades parn la t>xportación de

rueros, carnes enva~adas y ~ubproductos ele la gana­

dería , en unos casos porque el orgrulismo vendedor ar­

genLlno peclfa precio,¡ que los intc·resado~ estirnal¡a.n

•xagcr:tdo>. Y eu otros porqtJe se re~ervabn comi~iones

que nr t.!nían justif cnción. En lo. último me~e'l, se

han reconoctdo all!'llnos de esos errores -impllcita­

DU!nt<' 1e:<de 1 uego, al reetificar pr<X'i!dimiento!<, y no

explícítamente--, y por eso se notn nhom más a<'tivi­

clnd en lar, eJ<portnc:>ioncs; )><'ro todnvín hay mucho que

a1 dar 1 ara E;ncarrilar las transacriones.

F.n Wa!'hington el aecretario auxiliar de F.:stado, ~e­

fiar Edwarcl Millcr, ha dl'Ciarndo quo ln Argentina

tiene en los F.,tados l'nido~ una deuda de 140 millo­

ne:~ de clólarP,., más o menos; pero c¡uc impre~1onó favo­

rablemente <1'n el D<'pllrtamrnto de E•tado <'1 he<.'ho de

que. desde hace var·oi me.~. In Argentina está pa­

&'lindoln en onlPn <'ronolÓJ\'iC'O, con t>l 30 por ciento de

IUS in¡p-es<>" rn dólare1. Agregó que gi aumentan las

rompras de productos argentinos, tal como él Jo espera,

esa. deuda :pod rá se.r cancelada en tres aiiof!. Se trata,

como e~ no~orio, de O])('ra<'ione~ de 1mportarión realiza­

das por particulare-s argentinos que obtuvieron aquí

permif<Os de importación y de cambio y que pagaron

en ~~M argentino'! lo que se lt>S exigió; pero los

pagos en dóla:res no !!e hicieron en los Estados Unidos.

~Cuánto importan hoy esos 140 millones de dólares

en pe~os argentinos Según la cotización del llamado

mPrcado libre del Banco de la Nación, Alrededor de

1.260 millones de ]le!!Os; pero a. ese tipo pesos 9,02

por dólar- r.o f'.e consigue aquí la divisa norteameri­

cana.. Se a.rgumenb¡·r¡\ q11e pagat•emos la deuda con

carne (,D\'asado, cae-ros y lana, a un tipo más favora.­

ble. En ede easo los productot-cs recibirán menos de lo

ju,.to.

La ejecut'ión dE'! t'Onvenio con Gran Bretaña no

lla dado los l'OIIult:tdos que se esperaban y los importa­

dore,; art"en1ino:¡ no consif!uen flícilmenle cambio en

41

libras esterlinas para las operaciones previstas. Esto

hoce pensar en ~í hoy la Argentina tiene lns disponi­

bilidades en mo1,eda inyle5a que le permitirían comprer

en los Estados Unidos lo mucho que de allí precisa, en

el supue~to. por ahora jlusorio, ele que Gran Bretaña

consintiera en pagarnos con libras convertibles.

Jo;n síntesis, las t-elaeione:; comerciales con lo~ Esta­

dos Unidos, que siempt•e han sido dificiles, pueden

ofrecer perspectivas de un pequeño y gradual mejora­

miento; pero pa·ra llegar a la situación que conven­

dría a nuestro pais que por fuerza necesita hacer

adquisiciones importantes en aquel mercado, hay mu­

chos obsmculos que vencer y alguno,-¡ puntos de vi ata

que rectificar. ("La Prensa", diciembre 23, 1 9·19 2•¡

3.2. Todos los Caminos Conducen al Empréstito ...

EL MONTO DE LA DEl'DA PENDIENTE CON

EE.UU. El cronista p·rcgunt6 cuál era el monto de

la deuda con los Estados Unido~ y si alcanzaba, como

~e decía en el exterior, a unos 108.000.000 de dólAres.

I-:xplicó <-1 ministro de Finanzas que la deuda total

alcanzó a un máximo de 170.000.000 elólares. Desde el

9 dr mayo de 19-t9, en que se illi<'ió el plan de amorti­

zad6n, se pagaron 82.000.000 de dólares. De ellos 40

millones de dólares fueron can~elado!l con di· poníbili­

dadcs dd pals que loR bancoi locales tenían en sus

cuentas en los Estados Unido:~, y el resto de 42.000.000

de dólares l!e pa~earon, tal como ge anunció oportuna­

mente, con el 20 por ciento de nuestras expot·tacione!'l

al área del dóla1·, aumentado posteriormente al 30 por

dento. Añadió a guJsa de aclaración que en realidad

"no se trata de unn deuela sino de Lrun,¡ferenrias pen­

dientes nor dificultades monetarias". ("La Pren~a",

IIHIJIO 5, 1!150 !1,)

WASHINGTON, 9 (Al').- El Depa1·tamento de E~­

tado expr'" o qut> "anotnha con !<ati~facción" la ded­

:sión argentina de permitir a las firmas norteamerica­

na,; que retiren del paí~ algunos de sus beneficios.

Lue~o de prolongadas nt-gociacionPs el y.obierno at·gcn­

tino convino ayer en autorizar n 18!1 firmas norte­

ame¡·lcana~ a que remitan fuera de In Argentina has­

ta e1 6 po1· ciento anul\l del capital re~strado. Con

este acuerdo se pone término a la congelación de trans­

fet·encias de fondos, que habia estado en vigencia

desde octubre de 1951.

Funcionarios del Departamento de Estado estimaron

que la Al'll:entina permitirá a las firmas norteameri­

canas ret1rar entre 4.200.000 y 6.000.000 de dólares

que han acumulado desde 1951. ("La Naci6t~", Betitm.

bre 10, 19H.) !!s.

3.3 .•.. Y el Empréstito se Pidió por Primera Vez en Diez Años

PROYECTO DE RESOLUCION. La Honorable Cá­

mara de Diputados de la Nación

RF..SUEL\T.:

Que el Poder f:jecutivo, por el mini•tcrio que dis­

ponga, infot'!Tie ~obre lo• siguiPntes puntos:

l.-Cómo explii!a que después de haber sostenido

Page 23: Revista Fichas de investigación económica y social - N° 7 (oct. 1965)

1.2 -------que la deuda externa ea lt!!iva a la soh<-rania y gra­

vosa a la economla mtro!onal y cxprt>.:;ado que, en

J!l46, era el 11rimor punto del piOA'r&m& Jt- gohr··mo

"liquidar la deutla extorna que cu aquel momento

significaba la erogación clloria de 2.000.000 dA pesos"

(diS('\11'80 del se.ií01· prcsidl•nte en el banquete de ca­maradcrla de hu .fueTUJS a¡·madas de la Naü~n. el 5

de julio de 1049) haya gestionado de lr•- Estados UDi­

<los do América do5 crétlitos: uno, por 12a.OOO.OOO de

dólnn'S para el pago rll.' ohligacion~ ... cmm.or-cinles atra­

sadas, cvntraídas durante la actual administración y

otro, por 75.000.000 de igual moueda, para In compra

do mnquinanlls, lo que hacu un total rle :!00.000.0.00

de dólareg. 2.-Cómo explica la afrrmación de haberse logrado

una plena recupcraei6n e<"onómica y qu" "de país

deudor nos hcmos vuclto país an~dor" (\er ,.¡ dis­

curso ritado) cuando ahora resultaría que e-tamos

debit>ndo o por deber al extranjero n•uis que fn nin-

Fichas, Oclttbre 1965 ----guna. !"poca anterior, puesto qoe al 31 de diciembre

de 1930, 1040, 19-13 y l!HG, los saldo~ dt> la d<"uda

c.xterna fu.er<>n, respectivamente, de S 1.135 000.000,

$ 1.102.200.000, $ 891.900.000 y $ 116.600.000 moneda

nadoru.;, ~~ún laa eorre!roodientes memorial! del

Oep»rl.'llr ento de Haciendl\, mient.ra11 que, en lo11 oc­

tuale: momento!', danJo por rontra{da la d\'uda rle

200.000.000 de dúlnrcs, so odeu..Iarb al e.:rtranjetv

1.804.000.000 de pl~ moneda nadonol, tomnndo d

dólar a S 9,02, tjpo do eambio del mHcado libre Y

S l.21G.OOO.OOO, si I!C toma el dólar ol Upo básico ven­

dedor de $ G,O.•. Deu•la ('Xtcri'Ul a In que deh.- agrc­

ganw el saldo pendi(lllte del «mpri&Lito Rocn-Runci­

man que, al :ll de dlciemlm! rlu 19.t9, cu·n de 4.205.560

libras esterlinas y los ser·vldos finaneil'ros de capi­

tales extranjeros invCrtidos en el pala, cuyo mento

11e l't'rvirá asimismo Informar.

MigtiiL A7tgel Zavala Ortiz ( DSCDN julio 1 9fJ() ~G.)

4. Perón y la Economía Argentina

...

4.1. "Yo s-oy el R~,..pon~ble d~ Todo Jo que ~e Hace"

"Señoru: l<'r.a largo que yo enumerara todas las

numerosas faces que e Jl'l ob\ema e-.-onóm1eo argentino

pre~onta en su int.egralidad. Seda, por otra parte,

inútil que yo hiciese una CXi.'I!'I'SÍs analitica ele cuanto

estamos reaJi¡ando; pero hay una c:oaa que quiero ex­

plicarles en pocas palab1as, para que ustE-des abarquen

el ¡JTOblema. en &n tA>t.nlidad. Podrla h&blarle! horas

y horas, port¡ue todo lo que se hace, esté bien o esté

mal, aoy )"O quien lo hace. Yo no E:ntrego mi res·

ponanb!lldad a nadie; yo cargo con dla, porqu• soy

quien (ljccuta l.e~ aseguro que nadie ejecuta en mi

lugar. Si algunn vez hay que colgar al prcslrlente de

In Rcpdbll<":l por haber hecho mal lA8 C'O!IIIII, cst.uf­

colgndo con jiUt e: a. porque soy yo t-1 ~pon able de

t.odo lo que se hn n mi ~obierno." ( T'rro~t, JU!I.) z:

4.2. Año 1947. "Sumos l'no de lo-; Tre!ó! Unicos Paí es del Mundo que .-on Acreed ore:>''

debo cntonC<; JK nNr di! una .Argentina q·;~

~ .. - deudn exterior, p In ha t'ancclodo, p1u1antlo

de pala actecdor (uno de 103 tn-a \in reo:; pabu del

mundtJ que son oen:~ores); que no pnga sino cobra

~rvicios; que dispone de un;1 re!'Cl"Va d<> oro que eobre­

pasa en mud10 las 1.000 t.oneladas; q\.e so :reserva

de rt'PI· !do de oro pasa de lOO por cier.t.o de IU cir­

c:nlae ón !iduciar•• · • . " . (P~rJ~, 19~7-) :z~

t.3. Año 1953. "Entre Hl l6 y 1 9!8 la Situación Económi~a era Terrible. ~o Quisiera Tener que Voh·er a Pasar por esos Años"

LO QUE T1 ;SIAII10S r.N 1944\: ''Cüando noeotros

enfn!ntam,_ el problema eeot6cnko, la ros11 era tc­

rribl~. bravs. c~ a.nd ) me hice cargo del gohierno, me

preg-¡mt6 : ¿Cuánu1 plata habrá~ Tentamos t.res mil

milloms e."l !c-a gFtadcs Unidos y tua mil mlllon<'S

t.loquro&s en Jnglaternt, ~· &:MaUlo~ &els mil qulnien­

to:s ~rullor.u. J.[e (·I'•J:'Unl:il, entorce;¡ n61 Et:l. el pro­

blerr.n. El probla."ltll eon,islía en c¡uc lA!:'liamos que

"ha~.r plata' ', porque la ¡ ro<locd m ar¡!enlina, en

~m époc:., mis o m.tr.os en ¡,'TB:1 dn hnwa, sólo Jlega­

b6 a dil-2: n il milloul'<! ~<' 111!&1~ . Pero citi.:O mil mtllo­

n4's de~ pei!IOs jban ni •Jetllrl<lr todos lo;; a.iíos, en dis­

lin'tas íormas vis:il~es e imis.iblcs. \ . rosoboo nos

Documc.12tos riel Pemnismo

encootráhamo!l con todos ~s problemns, y no tl.'níamos

un centavo y deblarnos rt>alizar todo e~o. Hoy, con

gran aatis:facclón y aleg-ria, put'do decir Q\IC t()do

eso se &o!ucionó. Pero no les puedo d-ecir las pr&­

ocupll('ionc, que tuve. No I!Ui~iera volver a ¡Ulsar

trea aiios como en 1946, 1917 ó 19-18." (l',.,-6n, 1953.) ~!1

4.4. "El Probl~ma de las Divic;a-; es Fictit'io"

"Lo!! problemas de divi 'll', agitados politit'nmente,

son totalmente ficticios. Dicen que C'l pC$0 vale poco,

pero a mi qué me import .• que valga poco el p;. <O con

re!ación al dólar o la libra enerllna si acá yo no

compro ni vendo DAda en t-1 orden internacional en

pe¡:oos. Todo lo vendo y lo compTo en dólar-es y en

libras ht.erlinas. "El pei<O sirve al mercado interno. Para compraT

en el mercado intPrnaeional tampo.'O empleamo nos­

otros ni libraa ni dólares; cmpleamo~ trigo y carne,

que es una moneda que no <;e dl'llvalori7.a en todos

loa tiempos." (Pt»·ó.,, 1949.) "''

4.5. Año 1919. "1\o Hace Falta Exportar" "Diel'n que la produt'ción argentina no ha aumen­

tado. Yo voy a eont.est.ar a esto que lo qut! nl!t'esitamos

no~ohos e; una ~•momia equilibrncla. Los grandt'S raf­

ES no llegan a In independencia ('(onó:nica consumien­

do el 20 por ef('llto de Hl JH oducci6n y e.xport.nndo el

80. Llcgnn con lo invet'l!o, e! d ... ·rr, consumiendo el

90 y <Xportando el 10 f'Ot ciento do la mi11ma.

"PnT111o los argeraLinos debe hact:nH'nus carne qu., lo

mi-mo vale un puo que nos paga un 1111ntiagut'i\o que

el que n(}f'. pagu un londinense, un francés, un ita!Jano

o cualquier habitante de otra parte del mundo con

una \'tmta.ja: que no aa.tamos ~nbordinndos a In I'<'Ono­

m !a t•.xLr1tnjera." (l'nMl, Jflt,O.) :u

.&.6. Año 19;)0. "Es d~ lmportanci~ Primordial Aumentar lns Saldo.s Exportables"

E..o; ir1dudahl" IJUe el pníR Be ha mostrado rapaz de

afrontar c<rn r-elatiYa eomoolidad la plTdida t<'mporaria

del p rincipal tom¡•radot, Rt!illo Unido, lo que putde ser

explit'nd .. por el numEnto dd cons..rmo Interno provO<'a.­

do tnnlu poi' el ma:,;(>r podl!r adquisitivo de su pobla­

ción como por el creciml••·1lo demográfico del pais.

Este fenómeno, aunque halogi.Jeño en sus rP.!lultado~

pa.rtic1.1lares, plantrl\ d~ inmediato otro problema de

mucha Importancia para la econornla dPl pala, pues

demu('ost.m que Jll'!e u todo l'l notable deAArrollo de

la ganadería en los últimos aiios, é<t(' no ha mante­

nido pa 'o COl' la ampliscio'l de la demanda tntal La

apansibn mfn.ma nlcesatia para reeolver el problema

aunciado del>e nr enfocada de inmediato y en forma

lnugya.l, pot la gran importancia de Cl'te tubro en las

expor-.ndon~ t radicfons les a rgart.inu.

Fina1m.oote, ·repíticndo lo que ya ae señalara el

•lkl antnior, el pal!! necesita en la etapa de evalu-

en que 11(! c.ntucntta @U economla, un aprecia­

volumen de divisa5, Por ahora, )' en t>l futuro

lllliRooiato, la. Te~ponlJabilidlld de la producción de di·

>nl>llll -eapeci.almcntc de aquellas provllnientes de los

plineipa! .. , Jli'O\(,I!<IOT\'~ de Menes de produe-

ción- r·ecaera en ~u práctica totalidad sobre la ex­

portación de productos agropocua:rios. J:o:s, pues, pre­

O<'Upad6n rrimonlíal de las autoridades en materia

económica. y a ello tiende el conjunto de las medidas

que se vienen adoptando, fomentar el aum~nto de los

~Idos <'XJIOI'lable!<, sin perjudicar Jas ncresidade!l de)

consurno interno. (1,1PI, ,\tcmon'o, 1050.) B2

4.7. Año 1949. ''La Arg~ntina puede Vivir sin Máquinas Pero el Mundo no Puede Vi\ir sin Carne"

Claro que me van a hablar de las divi&as y de que

todavía nosotros no producimos muchos de los mate­

riales que necesitamos, y que, l.'ntonces estnm()s ligados

a. la economla internacional por ese sector que dl'be·

mos satisfacer t'on nuestra demanda. Yo les iré, C!n

t'onwt." •ión a eso, que me digan cuál e~ el pais, ex­ceptuando uno o dos en el mundo, que no tiene ese

renómeno a re.~olver por delnnlt>. Lo que nosotros ne­

cesitamos, afortunadamente, son máouinas, aunque :;in

las máquinas podemos seguir viviendo. Los que no

pued"n S('glrir víviPndo son los que necesitan tri¡¡o y

c&l'ne. ( Pt ·611, 19,11.} as

4.8. Año 195..t.. "Inglaterra Puede Vivir sin Carne Pero la Argentina no Puede Vivir t~in Petróleo"

"En re ladón con t>l problema del JX!t.r6leo, clesco

dejar bien l'Stablecido ante \'uestra Honorabilidad: ,

"Que el país tiene que r·csolver su problellUl enrrgO-.

tiro, si no quiet'l' v<·r. ('n cualquier momento, expuestas

sus índustTia, a la paralización casi total )' por cir­

cunstancias extrañas a la vv\untad del trabajo na­

cional.

"Que el dMidt d~ petróleo ar¡:entino ha aiclo un

permanente !actor m:,¿ath·o en la negocinri6n de nues­

tras ('ames, ya que Gran Bretaña. con todo derecho,

solo nos vendía pC'tróloo segun su propia necesidad de

t'a.rne. T.o~ negocilttlor· .. R britúnieo!l siempre han anhido

que el puelolo inglés --como cualquirr otro puehlo-­

puede ,i,·ir sin come . •. ¡pero que ningt'in p.,'liS puede

desarrollarse sin pctr6leo!" (/'•'rÓR, 1!15! • '"

•l.9. Año 1953. "No deb~mos Nada a Nadie. Estamos Juntando Oro"

"Han pasado cinco añOI". Ya no exportamos !<ÍIIo nns

insignificancia de capitales al exterior. Y tod011 los

dlas nos rebajan un poco mh. Casi han deMparecido

loa servicios fínaneiei"'$. No debemos nada a nadie.

Ahora eatamo:. juntando oro." ( Ptrán 1953.) · ~

4.10. Año 1955. "La Inversión de Capital Extranjero es el Unlco Recurso Viable"

En el prlt!;(!]lte dos son las ruentes que pueden pro­

veer al pals de los mediM necesarios para la movilizn­

r16n de su riquez~~ energética: las exportaciones y el

trabajo de la industria nadonal. La primera para

nuestro Cllso está sujeta a la evolución natural y a

las eventunlidades Jlropias de la produ('('i6n agraria,

en el orden interno, y caidaa de precios, en el orden

Page 24: Revista Fichas de investigación económica y social - N° 7 (oct. 1965)

Picha.,, Octubre 1965 -----------------------------

internacional. La ~egundn, recién &e eneuentrn en los comienzos de sus 1 enli7.nl'Íone~ sisrnifícativns. Ellas no pueden, por consiguiente, aportar la ::olución inmediata al problema.

Queda un terc<'r recurso como t1nico ~;able en las actual<'s cir<'·.m~Ulnlias. Se trata de la. inversión de capitales extranjero-<. ( Puór1, 19~5.) :e

.f.ll. Año 1948. "A !\osotros no nos Hacen Falta Capitales"

"A nosotros rtO noll ha<' en falta ca pita le~. sino má­quina' qut.- crt>en t.rabu,io: capital tenemo:<. nosotros: Antes que dar p1e!c:aentia al ca}litlll que \:lene aqm a nlzarfC c:on el santo y In limosna, prefiero dársela. a Jos capitales ar¡:cnlinos que produ<'en ncá, que redi­tú~tn y ;¡e quE>clan ('O l'l pnis." (l'cr1ín, 1 O !,R.) ~7

4.12. Año Hl5!3. ''1\ecesitamos 100 J\1illones de Dólares Para la Siderugía. 200 1\fillones Para. el Petróleo y •. . "

En hL Argt<nlina ncaba ele poncrae en vigor una nueva e importante ley. Aprobada en el mes de a~osto último tiene como finalil!ad at.rner c11pitales privados . .. al pnís y e~tablece que toda nueva invers1on que se haga al amparo de esa lt'y debe ser autorizada ~r decreto, discutléndoS<' ~a en estos momentos ~anos de esos d<'Cretns entre el gobierno aTgcntino Y Ílt'l'!lU comerciales extranjeras, por un monto de inversiones de ct.-ntenares de millones ele dólareo:;.

La ley permita a IM fir-ma" que irrvi<>rtan dine~o. en la ATgentina. sacar del pals, por concepto de bene.fictOs, hasta el 8 por t-i·•nto :\n ull.l del capital invcrt.ído: des­pués de diez años el tapital orig¡nal podrá "(!T re­patriado a un promedio del die:r. al veinte por ciento anual.

Algunas con,pañías norteamericana" y europeas. ya están Jea !izando negociaciones con la A rgentma, mten­tra.-; otra:\ pemumect>n a lu expectativa, estudiando el desan olio de los ac<•nl<'canlientos bajo la. nueva ley.

"Visión" ha ndbido mncltns con~ul~as solicitando iníormnción dctt~.1 1ad& ni respecto, asl como de lns pers­pectivas que la nueva ley ofre<'e a l11s inversiones p ri­vadas en la. Arlt'!nlina. rara respondet· a. esas consultas y dar 11 los l1ombre~ de nep;oeios una información seria sobre la medida adop tada por In Argentina para afron­tar un problema que es común a la mayoría de los pa.i!ll!.~ latinoamcricanoo, "Visi6n'' llOlicitó una entre­vista al pr~sident.e Perón. L a solicitud fue hecha oon el entend1mit-nto de que la actitud Y la manera de pensar de lo!L hombres nue ~ndrán la decisión sobre las cuestiones que a.lJLrca. In ley, es tan Importante para los homhr"" de negocio:s como la. ley en si misma.

¡.;1 presid ·nte Per6n e •nct:dió la. entrevi~ta.; dnr~nt~ ella. le acr. .n¡Hmarol el ministro de Asuntos Eoonomt­cos. doctt-r AHrcdo Gomez Morales, '!' otros altos íun­cJonarios d 1 gobierno. con el objc1o de que a.t orta­ran inforwaci6n 1•redsa cada ~ que se toea;;t-n •~ de su espcdaluiatl.

,\demás c1c la inc!.ultria del 7> ,,.;¡.;¡¡, JQ'Ité ·•'ras i"!l­tlustria8 dn a dt'sa-rrrllnr Iu Araemi~a ~o11 w -coc.pET•T­

cton <ld ca pi.~,¡ • tr o 1jn-o ~

Gómez Mornle!;: Tcnemo10 en ese sentido una guia que es nut>stro 2<? P.an de Gobierno, e~ d ~u.nl ~ de­termina cuáles aon las ind'lstrl:n de mteres nac1onal que al Gobiemo le int<~resa de:;arrol!ar. Para ~er m~s pre~ho, en ord~n de ptiorid~<des ci taremos al ~e~o­leo. . . En :-egundo tt"•·mino. la induatria siderurg¡ca que está haatnnte avanzada; r.o es mucho todavía lo que pro·lucimos de htCrTO, peto ¡o11ra akanur el abas­tecim:ento de unas 500.000 toneladus hemos heeho gran­des co:-ast.ruedones eh ilcs y e~t;unos n punto d!! adqui­rir una planta de latninathín ele 400.000 ton~ladas con todo, ]a!; invt>r!'iOn('S qne faltan hnc<·r .soe1 muy impor­tantu y con In colal··oraeiÓl de c-a¡litnl privado po­dríamo, a ctivar la ejccudón. J.a qulmica pesada es CJtt·o sedO'!' don<IL• d capital privado nacional Y E>JC­tranjero se hn11 mostrado int.ert>snd.os ~· e:risten pro­puestAs muy in t>l e~nnte:.< que l'~ta.rno:~ estudianuo . :u Cl'los momentos. En lo que l1t.' r•efit'l'c a In 1abrlcatton de C'lt!tnentos IHll'll tran!lpot l t>, las pcrspccttvas se están mateodalizanclo ton In i n~L!IIaciún ('n el país d~ fnbri­c~s; hcnws iniciado la flihricadón ti<' llantas Y ejes Y e .. -tamos ahora estudiando ltL ~'On~lluccil,n en el pais de motores diesel tanto parn material ferroviario como para autoruolorc... Para nosotros, el pr.oblcma. ~. de aeeleramiento. Dentro de nuht ra' prop1ru1 po;nb!lida­des vamO"'\ eumpliendo mH~tt'O>o planes con la participa-­ción de capital ex~ranjero, ín.,isto, podremOli adelantar su ejccucicm.

;C 1ti ttill.t cup'tnlc11 t~O t'i (lltrar a la Argel' tina ~n

1<'~ pr<>cÍ• "' ~rt.! o cu:co a in•? Gómt'Z ~101·ales: El pl«n aiderúrgico rece:•itaría unos

den mii~Nle~ de dólares l•.tra a(e!Nar 1!11 de!!arrollo, adem:i.s de 131\ inv .. r~ illnt'< hechot~ por no30trOS. El petróleo, uno& ciento ot'l enttl :'1 do~d(·nto~ millones de dólaH.•s. (Gó• u: M•>ra.ll'.t~, 195J.F"

4.13. Año 1953. "No Tenemos Problemas. Estam~ en un Estado de Florecimiento Extraordinario"

Lo:~ yanquiR deei:m hace einto oño:c<: "Estos locos duran scis me""'' y se funden". Hoy dteen que el Estado más Oarecicnte d6 la E:<OMrnÍfl <'n toda Amériea es el de la Re¡)úlllka .ll1.¡renLina.. En momentos d1ficiles de la humanidad, tua.ndo ot.ro~ !'<! ~~hLO comiendo los botines, nosotros e:~tamos en un er.t.ado de flor edmiento extra-

ordinario. No tenemos problemas Quiero lle\:ar a los señores

111 prím.cr planteo d(l la. ~ ituaei6n aC"tual. No tenemo, problema ee.ono>mico, porque todo:< han si~o Yll re:~uel­tos. No:;otxo~ hUGo• pro~eo:tado la. ceonomta de la Na­ción para cincueut.n llii?S ; ro l lemos pensado solamente para este momento. EAA manl."ucra que chorreaba agu~ para afuera, y hoy e•ln d agua pa-a adent~'O. está cat'a vez más gnu:!fa. M ~rmt~ lo QU':! h<'m~ tdo ase­guund<>, 1 >demrs afilmsr que la Fit!Ulción d.e flore­cm 1en1o e;: e nóm :!.:> O'! "~te mo:t ent.l Setll. meJOr calla día que pase. 1/e manern <tCl 1.0 t.en,..nos ninguna in.­q uicl.ud '> p cdur:os dATno5 el lujl) Cf' aumentar !os

5ne:dD~ y hacn n.utbu otra.• cosas, porque tenemo:o •·~ me-aic.,; p !tlll hac~ r1as. r.n uto también trabajamos

Doc-umentos del Peroni8mo 45 ---------------------------------------inteligentemente, resolviendo las situaciones. (Per6n, 1953 ). :¡{/

4.14. Año 19S5. ' ·La Economía Argentina se Halla Descapitalizada y no Está a la Altura de la Técnica Moderna"

Es perentorio para la cconomin argentina estimular su capitalización, aumentando la productividad para colocar nuestra e:5lructunl económica a la altura de la tkcniea moderna. ( Per6n, 1955.) ~u

4.15. Los Plane:. Quinc¡uenales que no Eran Planes ni Eran Quinc¡uenales

SOBRE CIERTOS ASPECTOS IMPORTANTES DEL LLAMADO PLAN QUIXQUESAL. -Desde un comiellzo debie1 a ~er evidente que el conjunto de los proyectos puede denominarse "plan" únicamente en eJ sontido de que constituyen lo que el gobierno podrla de:;ear realizar en distintos aspectos en el cul'So de Jos p.róximos afto~. pero no en el sentido que usualmente se da a esa pah•bra, es de('ir, planenmiento o planifica­ción de proyectos ya sen pnra el eonj unto de la econe>­mia o de la vida político-social del país, o bien siquiera dentro de Jos {li3tintoa renglones de tal plan. Ello pue­de decirse aun de aquellas partes en que se citan ~ifra..'< conCTetas. F.n nin¡uno de los proyectos se men­cionan lu bases dd cálculo de los costos Clltimados, de man .. ra que re;~ulta imposible precisar si las cantida­des involucradas ~u est.iman en cifras demasiado eleva­da!, razonables o muy baja~. Dado que los proyectos preveen gastos por valor de unos m$n. 6.663 millones durante los próxunos cinco años, un error siquiera del 10 por ciento tendría, naluralmente, gran impor­tancia.

.Además, de las grandes nuevas estaciones hidxoeléc­tricas -y t:o~o pocas pueden considerar~e bajo este asfl('Cto-- solo ana, la de E~raba, ya en construcción, se p royecta terminar durante la vigencia del plan (en 1948), mientras que la otra estaci6n en construcción, El Cadillal, no se terminará ni para 1951. Ot.ra gran estacion, la de lluelche5, cuya. ereeci6n se iniciará en 1947, tampoco se habrá términado y lo mismo eabe dt.-cir de la. de Salto Grand<', que con un tanto de opti­mismo ae tiene proyectado comenzar en 1960. Y aun de las 26 nuevas estaciones a instalarse durante el periodo .de vigencia del plan, cuyo impacto es de me­nor tmport.aneia, sólo seis se habrán terminado al cumplrrse los cinco años.

Y si todo ello es cierto de aquellos aspectos del '"plan" que verdaderamente parecen haberse estudiado -si bien en el plan para nada se citan estos indispen­sables eJtudios previos, ni l'iquiera la posible cantidad de electric :dad que cada estación producirá- la im­previ~,ón se hace mtí~ aparente en otros proyectos. Así, por ejemplo, !'e pre.:.um.e un aumento en el valor agre­pdo por la lnduatria a la materia prima, se mencio­nan cifras sobre el aumento de la producción de deter­minaJo~ productos, pero no ae proporcionan los cálculos en que se basan las c-ifra" ni ~ hace referencia. a las poalbl lidadea de nnta para lo11 mismos. :Ni 11iquiera se hace una estimación del p08ible monto de los gastos

necesarios para establecer o aumentar la producción, ni tampoco de los costos o precios probables ni de laa necesidades en divisas extranjeras. A nuestro parecer, es de gran ~ignifícaclón que en la reproducción de los cálculos, que supuestamente se han hecho a través de un "análisis minucioso", se haya tomado como año base el de 1943, aiiadiéndose cnt.re paréntesis "año del eual se ha partido por aer el último del que se poseen datos discriminados" (pag. 267). Vejamos librado al CTiterio del lector el opinar sobre qué t·alor pa.eP.~"n ts­ner los datos cstadí.ticos dt1 19-43 para -un programa tan ambicioso cuya. a.proba.ci6n ae busc¡¡ en el último tri­m.estrc de 1946.

Por otro ltvlo, la cuc~Jtion de la.IJ divisas e:rtra.njcr~U destompeñal'6. un papel importante. Muchas de las com­p¡·as a hacerse tanto parn el desarrollo como para la satisfacción de lns necc~idades de las tres armns y la ejecución de obras públicas, particularmente las de electrificación, y por último las adquisicíones oficiales y pdvadas de maquinarias, se tendrá que hacer en el exte1·ior. Como Tesultado de nuestra compra de la Unión Telefónica y el rescate de prácticamente la totalidad de nuestra deuda en el extranjero, nuestras tenencias de oro y divisas extranjeraa a s<'i4'nden a solamente m$n. 6.126.7 millones, al 23 de octubre. De esta canti­dad, 2.000 millones representan las libras bloqueadas y otras divisas con~ladas y tolo -4.000 miUon.ca 11 di1.·~ sa.s de libre di.~¡xmibilidad. (Naturalmente que la ilega.. lidad de emitir billetes contra libras esterlinas bloquea­das, que tan duramente censuró el Excmo. Señor Pr&­sidente a las anteriore11 autoridades del Banco Central,. no fue incurrida por éstas l!ino por el nuevo Banco Cen­tral nacionali:t.ado que ha 11ído el re~Spon:;able de tal enormidad).

No se ha calculado, o por lo menos publicado, el mon­to o m~>dida en que se requerirán diY'isas extranjeras para el cumplimiento dPI programa, hecho muy lamen­table pues el "plan" se podría tornar con más seriedad si tales estimaciones huhiera.n sido hechas o dadas a conocer.

Ambos factores, las enormes cantidades involucradas y el drenaje de nuestros recursolS en divi8118 extranj&­ras, apart.e de tener una influencia adversa sobre el futuro desarrollo de nuestras industrins, expone al mis.­mo tiempo a nuestra moneda a graves peligros. (Ec. Survey. 1946.41)

4.16. Balance de los Planes Quinquenales a Enero de 1955. Según la Revista Peronista, "De Frente"

Desde hace años, los esfuerzos que ae vienen reali­zando para la solución del gravo problemA de la encrgia eléctrica en nuestro pals se elltán estrellando contra un muro de impavidez y desver~üenza. Es la muralla le­vantada ante todo reclamo privado y oficial por las compañías concesionarias, que eontinúnn prestando sus precarios ser\·icioa con los mi11.mos elementos con que lo hacían hace veinte año:¡, pero multiplicando en igual proporción las fabulo~as ganancias. ~uchas de las obras comprendidas en el Primero Y

Segundo Plan Quinquenal dt.-1 gobierno han quedad<>

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,

frustradas en su primer impulso, precisamente JlOT la falta de la fuerza energética que esas compañiaa se empeñan en nepr al pa!s.

En esta serie de notas, DE FRENTE ha venido in­sistiendo aobre las vtas le«ttimas que deben encarrilar las soluciones: Primero, la compenetración unánime de una auténtica poli ti. ea encrg6tica de sentido nacional; y segundo ~n lo particular- , la rcaet.uahzación del plan hidroeléctrico de 1946-47, que babri& evitado la -crisis presente y que, aún ahora, está en condiciones

N OTAS

Piclms, Octubre 1965

de remediar el mal consumado con su archivo inex­plicable.

Denunciibamos, en una nota anterior (ver DE FREN­TE NQ 76), al resumir los proeerumíentos con los euales se saboteó la solución bidroelfctriea, que de esa manera "se daba tiempo a que la crisis ene~ica que ya pa­decía el pa!s, adquinera los caracteres catastróficos cW presente". (D• Frtnt~. 1955 U ) .

1. J . o. P~r6n. dlloeu- en •1 aow d• proclamad6n de '" ca•utldatura, ttl>.,..., 11, 1946. R•produMdo en OSCDN, jonio &, 19~6. 2. v, C<>doviUa. C•"'• Q&our 1011 ftH<-ioMt4. "La Comltlón Nacional d• l'ro!>llPnla y Eduuca41' &ntlclplL con •te> foUeto el capitulo 3•

d~l maflnltlro iato>l"l'll~ pr.....,tado por el ca.,.rad& Codollllla " I&Contc<ftlcla Sacloaal dcl P . C. rou11•d& el !Z tl tt 7 25 de dldembft' ele 11146 en •ta caplt.al, 'T Qu6 .. d&n\ ¡,.~...,ene. - el libro QQ" 70. ., .., •• ..,tt ... ,. lrapKnta 11 Qll~ edi t a .AnUO coa el úl&lo de Batlr ol Nui~ro• ,.,..., ,..,. abrir -•• r-e dr L~ 11 Protrt«<>' -

3. l.af,, febrero 26, IU'f

~ - Lif'· manw 11146. r>. J . D Perón, dladlhl<l, l.o Naci6n. aovaem'lor• 1(, ltU G. Tlo.e /\"""' l"ori: 7..,.. .. n·f'rod Jeldo por f.o. N.OJrt, .:oYltinbu lT, I U6. 7 , J . O. Peróa, Jl•curw, u Noá6oo. utkml>re 18, ltU S. M11Juel Miranda, <4111<ur.o. r_. N8CiJn. t.t'-bre 11, 1946. 8. lA Pl"nM. oo.Jho!'l a l. ~l.,..l>re 11, lUf.

10. Q•l. -l~mhrt 2~. l~H . 11. 1\tilruel Miranda, •ll•<'""'· l.o -"•<;,,., at•a il !..'>, lttT. 12. lifllru~l Mi.,.nda, dJu•....,· lA Nrwi6~. ffll re ro 13. IU~ 13. llisearto del emt•¡a~•>r briUni<O ..., • Ar.:•;thla. R~ nal<4 ~r. t.ilio !7, 1~ Jt.os>ro<u do ., DSCDS, ut:oo&o 2 •• 25, U, lUt u . llobcrto Ar.,., <!l'IC<lul<>. r •• ¡·..,.-- marst• tl. lll49. 1&. DiKurso del oliputaoo F r<>ndl&l en .,...Ión do d!..e•tl""' .,¡ com."" lo on111o artn>ntino d"' ltU, "" DSCON, a~ 2-4. %6, U , lt4t. 16. Di .. uno dtl <la puta<!<> Leloar, mll"f!lbro iafornoant.a ü l bloque PfiT<IaliU.. al clc\a!ii'M e l •• ~vc d o a "''b an>•ataao de un. En DSCO.S,

11(<. to z•. 26. t,, 1 ~···· 17. lA Prt""'• edlt.orlal , .iuftlo t , JUt. 1 ~ Lo f'rr,.H, t"C.lttmi-.1, mAr-1n t. UlfO. J9. IAI'I, Mt·tuon• Ant•l. IUO 20. (,,. N••<Í,j>o. edltotlatl, ~brt 2G, lfl l. JI . C"arh,. lloll&.,, di'""""· l.c. Nori6 •, !~brno U, 19116. U l.a. N•rlrln. «<lt<>tio.l , obrll '· tt55. 23 ¡,., l'r~••· cdltooial, oii<I~MI.Jrt' U, UUll. %4 f,l> f'r'"'oa mR)O 5. J9ft0. 2G '·• Noco"fm, rtltmbr• 1(\, lt64 2G DSCDN. MI<> 11, 19&0. 27. J . D. Peróo, cllacYuO paunu.,dsdo rn MVIeml>re ~. lt4' Ro¡oi'OIIY<lóo on toll'to ~l'nóa '-al;la a too ua\oJ&d.x. d.el eat111>0' pcrr 1&

s .. ~ .... t&rla d• lnformoclon.. d~ la J'to"ldocl& dct • Nac.i6D. lh. Aa.. lll~. 2.c1. J. D. P•r6n. clcl? dt e<>nl•r..,elaa oob,.. ...,aonola. ocosto 1.1!4"1. 211. :¡, D. Pu6o. C-.l•aid• Polóli<A. claa .. 4l<t&dlLI o. la lilK<ltla Superior Pcrotuo1a ('PLW••onc:ta •• la Na.c;ó~>, S,b& .. ret&rla de l n-

tormacloa ... S.. Ao., 10~1 .

ao. 1<1,..... quo t7. "31 . ldna. :d. lAPI. M-~. lt6t U . ldtm c¡tlt 17. 34 J. D. Porón, Ntt .. ait al Coa....,_ .....,... l, llle4. a& ldem qu• U :s. .r. D. Ptr<on. 3{-je al ~·~o I'MMJ:\aado el COllnllÍ<> ..,a la Col>lpa!Ua C•-at->mla Arn U<>a da P..Uclleo. ta DSCON, caayo 11,

181>6, p 111 ll7. J . O. Pn6n. cllo<.uno. Jor.lo U. ltl'J. 'SI. l'üU.., r.t'Tfnnhe 17, ltU. "311. ld""' qr&ct tt. 40. ldem Q\1" 8(, U . 1:.--.,...ie S•nq. n "'le"Obro a, t .. ~. :t. n, ,.,.....,.., .,_.., 11, Jtn.

Luis Franco

A propósito de Eva Perón *

¡Aventurera de ¡-ran estilo? ¿Mujer del pueblo orgánicamente indentificada con sus dolores y sus sueños de reivindicac10n • Evita fue algo inédito: una singular combinación de madamo Pompadour y Luisa Michcl.

e UALQUIERA convendrá con nosotros en que para enjuiciar con un mínimum de equili­

brio }' lucidez la figura y la obra de Eva Perón es necehario pre:'Cindir del fanatismo peronista. Pero no menos sino más indispensable es poner­se a saludable distancia del odio fervoroso, teo­lógico, con que toda la burguesía grande y parte de la chica anatematizaron a nuestro primer lí­der con pollera. Quien intervenga, pues, en el pleito con serenidad y criterio modernos puede llegar a conclusiones m~s fehacientes:

11') A diferencia de Perón, y aunque advene­diza como él, Evita logró identüicarse parcial­mente con las clases desposeídas y obró a ratos como una mujer del pueblo. No es extraño, pues, que despertara, mucho más que él, una entraña­ble y caliente simpat1a en los oprimidos y explo­tados.

29) Apenas cabe dudar que la aparición de un cuantioso proletariado femenino en nuestro país no fue ajena a la carrera política de Eva Perón, como igualmente que su acción y su ora­toria semianalfabeta no .fueron ajenas a la con­quista del voto por las mujeres argentinas, paso no despreciable en el camino hacia su liberación futura.

39) Tampoco es cuestionable que en la tirria que la burguesía profesó a. Eva obrara subcons­cientemente el arcaico prejuicio masculino --del

47

que aun participan muchas mujeres- que sigue viendo con velludo e hirsuto desagrado la com­petencia de IH mujer en cualquiera de los terre­nos de que la ha tenido histól'icamente e_'{cluida.

49) De que Eva terminó representando el ala izquierda del peroni~mo, lo dicen su decisiva gravitación en la C.G.T. y en las clases trabaja­doras en general -especialmente en el sector más desfavorecido: el de faldas- y el odio apostólico con que la magnificaron las castas privilegiadas, empezando por la burocracia sa­blista.

59) Pese a la. opinión de ciertos marxistas de. vuelo gallináceo, el peronismo no fue una revo­lución, sino una aventura oportunista. y refor­mista. Perón, como Ulises, pudo prolongar diez años su permanencia sobre las inquietas aguas gncias a que logró usar como remos simétricos al proletariado y al ejército, proeza equilibrista de durabilidad dificil. Cunndo el odio pacifico de la burguesia al proletariado se volvió épico, Eva Perón polarizó en su persona la alarma y la inquina del f!ector má!'\ heroicamente desocu­pado de las casta!'\ parasitarias: el ejército.

69) Evita, que 1Jeg6 a ser una especie de Pro­videncia con polleras de la Rue de la Pai:r, ante la cual se humillaron como perros castrados, ministros, generale~. médicos, obispo~. financis.­tas e intelectuales y el propio marido, cumplió

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Félix J. Weil

la Argentina en vísperas del Peronismo

Durante la S<!gundn Guerra ~lundial, la A1:gentina perman ecia gobernada por una elite e::~laneicdl aliada de Inglate­rra. El soborno a que ..e a<fo~iauan los dirigentes políticos. la heterogeneidad y falta de per:'lpectivas de la. clase media y la debilidad de la nndcnte cla:se obrer¡¡ iavoree!an la pet-maneneia de esta situación. Pero ya en esos años se podi11 prever que Ju ~ondiriones en que se producía el crecimiento industlial llevarían al país a ubicarse en la

órbita de lo~ Estados Unidos.

T ODAVfA hace alguno" años, yo habria des-cripto a la Argentina como un "espéci­

men puro" de pals deudor asentado sobre las exportaciones ugnn·ias. Hoy, 1a. Argentina pue­de ser denominada con mayor corrección como una nación $emicolonial. ''Colonial'' se llama­ría un país politicamente dominado por una potencia extranjera, cuyos capitali:;tas explo­tan a los nativos ~· a In riqueza natural del suelo. El status semicolonial, por su parte, in­cluye la participación en aquella explota.eión de un estrato ele\'ltdo de familias nativas, co­met·ciantes .v terratenientes. Csualmente, con­duce a la independencia politica, cualquiera sea el significado de ésta.

Bastante irónicamente, la Argentina fue una nación "independiente" hasta. 1825, fecha en que el capital bdtánico irrumpió en ella.

Tan pronto como la. nueva República inde­pendiente pareció suficientemente consolidada, el capital británico fue llamado a abrir el país al comercio moderno. Fueron establecidos los fundamentos de la simbiosis histórica del capital británico y la oligarquía doméstica de ricos hacendados, de~cendientes de los conquis­tadores españole.". La "independencia" política había sido conquistada. Pero, económicamente, la independencia significó tan l:'<>lo que el capital inglé.." -junto a algun~ otro:;.- pasó n !>er el verdadero poder, di;)imulado detrás de una ''capa protectora'' de viejas familias.

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Lo que hemos estado pre.'\enriando durante las últimas décadas, e~ el intenlo de grupos nativos de encaminar al país por la >=:enda de la autodeternúnación en materia económica.

La estratí ficación ::;ociRl de Ja At·gentina puede describirse en pocas palabras. La carac­teristica más descollante e.~ una pequeña y rica clase alta, po.-,eedora de una influencia total­mente de~propot·cionada n )'U tamaño relativo. Los estanciero;;, unos pocos miles de viejaR familia.~ terrateniente..;. constituyen esta clase alta. Ellos mandan sobre las masas de obre­ros pobre:~ e ignorante!!, sobre arrend;;Ltarios rurale~. y también sobre una pequeña pero rápidamente creciente clase media, compuesta de chacarcros, algunos obr eros calificado::;, arte­sanos, empleados, industt·lale" y profesionales. El campo ha sido la fuente tradicional de r iqueza en la At·gentina, y a él está asociada su conformación económico-social.

ACERC.~ DF.f. AUl'OP- J'¡.¡ix J . "'~;l "'" c'w,anb> l ooo ailot ••l•t• y \l~ln\a c!lnc:b r ele 1m~ 4• laa ""'~"""' rlrmu c•,....a'L;\M >t><•nn'ft en lo. A....,r.Hna. Ertr.. Ul~ T Ul4 ¡wrtd'tdtl al • ln.l>l d<' ooJÜ,._ .. Q~• ,,._,.,¡, " Federi"" Pir.ftO> En tal nLr\::b!t- t«at:u el 1 wyer:~· • Ja pri.:a•ra t~T d• inr:.P..JC!ItD t. be J.r< t :lll T ayAij a (1Taa.!'1h;ar lA Di­t'\.'lXI"'t·\ C'hntnl fmpaai ...... ., ~" l)l'1PJI~iRno. ll'Oiw-rna­nor.tal .. <...,.'loo en lo. IY!on.oo i;xn. 1:n 1944, radico lo

('1\ .Ditab l~nl t ~ T ~ ('t.o •• JlQII:a')lt!!' '"~..¡~Jt.r1t.t d~ la IIC<.ié:.Ua_~ ,t.._ ··au 'T.I!.a .n Ut rttJf'l tJtc.la:!o T1~r. Ar-gc:r, (Vof

R't_.. cr~. J<l-. n.., c~"7""'"· N....- v~Tkl , al "'"1 ~r-rt•~ i•• o1n.cu.. I'J • ~ltlt ,., 1"'11.bbr.

Vío"pel-aR dl'l Peronismo

Por supuesto que existen en la ciudad masas que no pertenecen a la clase donúnante ni a la de los asalariado::; indu!!triales. Pero no por ello se componen de comerciantes, industriales, profesionales, etc., que en los países industria­lizados conforman la clase media. La clase media argentina e!'ltá formada por un amorfo conglomerado de artesanos independientes, mer­caderes, propietarios de tiendas. empleados, in­termediarios de exportación-importación, em­pleados públicos, y un elevado número de beneficiarios del sistema de patronato político, que viven de salarios y estipendios de todo tipo. Al no haber existido industria en gran escala hasta el movimiento ascendente que se produjo poco después de su creación, en la década del 30, no había lugar tampoco para una clase mcdiu industrial. La única existente era la 1·esultante de una economía colonial aco­plada a la polftica de explotación. Era amorfa políticamente, y resultaba objeto fácil del ma­nipuleo de las maquinarias políticas al servicio de los intereses pa r1icula1·e." de grupos espe­cificos.

El Gato y el Ratón

Conservadores y radicales están divididos en c!lesti?nes fundamentales. En este aspecto, la srtuac1ón no es muy distinta a la que se pre­senta en los Estados Unidos, donde tanto entre demócratas como entre republicanos ha:r "new­dealers" y "anti-new-dealers". Tambié~ en la Argentina existe una minoría conservadora partidaria de las Na<.'iones Unidas y de la industrialización, mientra;; que la mayoría -represen~'lndo los intereses agrarios-- es neutralistn. Algunos de ellos son nacionalistas Y. a_ntibl'it.ánicos, otros, probritánicos; pero di­VIdidos como están en todas estas cuestiones, la mayoría posee el rasgo común de una anti­patía hada los Estados Unidos. Los radicales también están fraccionados por cuestiones de industrialización y de pol!tica exterior.

La tradicional r esistencia argentina a coope­rar con lo.!! Estados Unidos tiene, por supuesto, mucho que ver con el hecho de que este país es su pt·incipal compelidor en lo relativo a exportacioneR de carne y cerales. Otro factor e.<> que, en la vieja lucha por la América del Sud, la. Argentina pe.rt.eneció a la esfera de i~fluencia británica, del mismo modo que Bra­SJ] pet1enece ahora a la de los Estados Unidos. La. diplomacia y el capital británicos han ins­tigado Y respaldado, muchas veces hasta aho­ra, la actitud negativa de la Al·gentina hacia los Estados Unido~.

Sentimientos Anti~xtranjeros

Xo debe subestimal'$e el hecho de que los nathos -argentinos ven en la guerra una opor-

tunidad para librar!le de lo que ellos consi­deran el "estrangulamiento británico" de su vida económica. El coronel Perón, subsecreta­rio de Guerra durante el ré¡rimen de Ramirez, expuso la mentalidad nacionalista en una en­tre,·ista con un corre:-1pon~al del ''Mercurio'' (Ghíle) : "Los podero~o~ intereses económicos extranjeros en la Argentina han estado acos­tumbrados a dominarnos. El capital foráneo se equivoca si cree poder dominar al espíritu nacionalista argentino. . . No somos anticapi- ¡ talistas, pero no permitiremos que el capital nos domine. . . N o toleraremo!'l imposiciones en el orden internacional, y mucho menos en el orden nacional".

La política británica de "manos afuera" pa­rece ominosa a los preocupados argentinos, pues parecería predecir que los Estados Uni­dos podrían surgir de la guerra como los dueños de los ferrocarriles y de otras inver­siones británicas. Después de todo, las inversio­nes británicas en el extranjero constituyen su garantía de devolución de ciertos tipos de ayu­~· Si sus destructores obsoletos fueran nego­ciados por bases en las Indias Occidentales, podría existir la posibilidad concreta de que I!lglaterra pasara sus inversiones en la Argen­tina a los EE.UU., como "una buena y valiosa consideración hacia la ayuda norteamericana durante la guerra". Para el buen nacionalista argentino, tal "evacuación" ofrece un sombrío pa!l~r~ma. Si bien se lamenta de la propiedad br1tamca de los ferrocarriles, subterráneos, tran:·ías, ómnibus y otras grandes empresas. moriría de ver al "imperialismo inglés" suce­dido por el "imperialismo yanqui". En una ~lec~ión entre d.os males, preferirá siempre el mgles que le chsgusta, al norteamericano de quien desconfía. '

Las Revoluciones no se Originan en la Indignación Pública

. La política argentina ha estado siempre aso, Ciada al soborno. Lo que induce al argentino a optar por la política como carrera, no es sólo el prestigio comúnmente asociado a la ~unción pública, sino también los previlegios mherentes a ella. A través de la misma se logran adquirir "fueros" -previlegios dene­gados al común de la gente- al extremo de que Ritúan al funcionario por l'lobre el resto de las personas, del mismo modo que el anti­guo sistema hindú de castas ubicaba al bra­hamin por encima de los "intocables".

El funcionario experimenta la deliciosa sen­sación de tener simplemente que exhibir su credencial de oro, para poner a sus pies a policías y servidores público!'~. La "chapa blan­ca" de su coche le da vía libre en el tránsito, cuyas reglas puede infringir con impunidad.

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._!ío ______ _______________________ Fichas, Octubre 19G5

El político, exudnnte de ostentación, se imbuye de ~u propia importancia al punto de auto­reverenciar:-;e. Desde la libertad de no acatar las pequeñas restricciones que sujetan al ciu­dadano común, hay ¡;óJo un corto trecho hasta la aceptación de gratificaciones por pequeños favores realiz.'ldos, y a la aceptación de so-­bornos por otros favores mayores.

Existen, sin embargo, politicos que -o bien acaudalados por derecho propio, o bien ejecu­tivos de grandes empreMs- actúan en politica para consolidar ciertos intereses especiales, a los que defienden con aptitud, excepto en L'ls manifestaciones públicas, donde sólo se habla del interés público.

El viejo juego de los polfticos difjere del actual en que ahora pueden despreocuparse en materia de corrupción. Jt~n el curso de un man­dato se puede acumular tanta información incriminatoria sobre les funcionarios anterio­res, que prácticamente nadie osar[a plantear cargos. ante el temor de que el alcance de una investigación pudiera extenderse demasiado. Ocasionalmente, cae algún "novicio", que care­ce de la. información defensiva adecuada, y que termina en la cárcel o en el suicirlio.

El soborno es algo natural. La adminis­tración de Irigoyen fue notoriamente conocida como la más corrompida de la historia argen­tina, pero su titula.r no cayó por ello. El Go­bierno de Alvear ganó una reputación de "honesto" ya que durante su oficio no se regis­traron c.scándalo~ "jugoM~". aunque en rea­lidad no fue más honesto que el de los con­sei-vadores.

I..a diferencia entre un Gobierno argentino "honesto" y otro "corrompido", es sólo de grado. En la administración corrompida, uno puede ofrecer sobot·no a un ministro u otro alto funcionario sin mayor cautela. La admi­nistración honesta necesita, en cambio, de mé­todos más sutiles: relación con fammares de funcionarios, etc., ayudando mucho las "con­tribuciones a) partido" o "con propósitos cari­tativo~".

De ordinario, el poHtico tipo -sea. minis­tro. o. presidente- antes de adoptar cualquier de.c1~1on, se pregunta: "¿qué hay en ello para m1? , y procede correspondientemente. Pero si un presidente es honesto, sus corrompidos consejeros tendrán que realizar duros esfuer­zos para convencerlo de la "necesidad l" con­veniencia pública" de otorgar, por ejemplo, una concestón de fen·ocarril~. Y deberán dar mnc~as vueltas, ya que no pueden admitir que ~us mteres~ privados est:J.n en juego. Todo esto es tcdtoso, y, en última instancia, caro. La honradez de Jrigoyen lo hacía a éste tan lento y cauteloso en seguir las recomendacio­nes de su~ consejero::;, que la maquinaria gu­bernamental casi se detu,·o. "Cuesta dinero

manejar a lo~ doctrinarios del gobierno lim­pio", -aseguraba. un ejecutiYo de los ferro­carriles- "a la larga, el político corrupto es mejor para el país porque hace las cosas, aun­que a veces no las correctas, mientras que los honestos nunca hacen nada''.

La Re\·olución de 19 t3

La Re,·oluci6n del 4 de Julio de 1943 fue similar a la del 30 en casi todos sus detalles. Ambas fueron llevadas a cabo -con éxito-­por un genet·al al fr ente de algunos miles de hombres, y contra el Presidente "legal". Tam­bién ambas duraron unal\ pocas horas, y muy poca sangre corl'i6 en ellas; en ninguna hubo seria resbtencia. Pero la de 1943 se diferen­ció en que estuvo dirigida contl·a un viejo conservador de la misma estirpe que los gene­rales, y en que, siendo aquél poco popular, no hubo que esforzarse para. revestir a la revuel­ta de un caráctet· popular.

Aparentemente la revuelta fue provocada pol· el pedido de Castillo de la renuncia del general Ramirez, entonces Ministro de Guerra, Y. en cierta forma, hasta fue tolerada por el presjdente, de!'de el momento en que éste se abstuvo de tomar medidas para impedirla.

En los meses pre\'Ío.'l a la revolución, los terratenientes ~ habían vuelto muy descon­fiados hacia Robustiano Patrón Costas, Yiejo consen-ador, por entonces pre;,idente del Se­nado y heredero aparente de Castillo. Temían que pudiera traicionarlos, volviéndose hacia los intereses industriales, y entrar en juego con los Estados Unidos, del mi~mo modo en que hasta entonces había. jugado con Ingla­tet-:~·a. Patrón Costa<~, \·iejo conservador, posee en Salta las mayore.'l plantaciones del Norte argentino. 1 A contimw.dón de una reunión de gabinete conYocada par a discutir medidas de control sobre el creciente co;.¡to de la vida el ministro de Agricullurn de Castillo decretó' un a\lmento de cinco centavos en el precio del azúcar (rt•gulado por el Gobierno). Esto sig­nificó para lo>~ bolsillo~ ne PatJ·ón Costas un beneficio anual exlra de 2,3 millone~, lo que parecía confirmar las "ospechas de la aristo­cracia.

Pero el desplazamiento de Patrón Costas hu­biera significado probablemente una división casi fat~.t ent re los con~rvadores. quienes ra se encontraba11 debilitados por el altercado con :\loreno (Gobernador de Buenos .A.ire.:t), que renunció cuando Ca...,ti1lo lo abandonó al con­siderar como su "suce.~or" a Patród Costas. Ta! div~ión también podía tener el de:'lastroso resultado de hacer que radicale>! y j':()cialistas se nuclearan alrrdedor de un candidato común.

1 1'~> J>Ot' lv~•'V t~.lu a e-a, •l& Ull 8T&.D f~tl..atr.al tUU­

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Víspe1·as del Peronismo

La traición de Patrón Costas por un lado, y el posible triunfo del candidato de la oposi­ción por el otro, enfrentó a los estancieros con un dilema que no dejaba otra solución que la abolición de la democracia, o más bien, de lo que quedaba de ella en el régimen de Cas­tillo. Para los terratenientes y jerarcas de la industria, esto ya se advertía con claridad; las prerrogativas de la aristocracia estaban amenzadas por la persistencia de la democra­cia. Los nuevos cientos de miles de votos que la industrialización había hecho migrar desde las áreas rurales hacia la ciudad, se dibujaban como una amenaza creciente. Los intereses industriales enfretaban el pelig-ro de conflic­tos obreros producidos por la desigual evo­lucion de salarios y costo de la vida, además de hecho de que, hasta entonces, sólo gracias al estado de sitio se había impedido que los movimientos sindicales alcanzaran mayor es­cala.

Una idea adicional entre los estancieros -quizás la decisiva- fue la creciente con­vicción de que la industrialización no podía ser ya detenida, y que el pa[s se hallaba en el irreversible camino hacia aquélla. Todos los indicios indicaban que el único modo en que eJJos podrían mantener su posición, bajo tales circunstancias, era la dictadura ~in tapujos. Así podrían controlar la industrialización, y obtener lo mejor de una mala situación.

Resumiendo : la r evolución mUiw /u e pen­sada con el objeto de controlar los peligros de los nacientes intereses de una industrializa­

en pleno auge. De ningún modo fue cau­por el deseo de modificar la política

, ... v 1"".; , o por indignación ante la corrupción.

Políticos son Todos Iguales

La creencia del ciudadano común de que almente no hay diferencia entre las con­

duccí,om~s conservadora y radical, es una ver­desnuda. Los radicales prominentes per­

ten,ecem a la misma " intelligentsia" que los COilse:rv~Ldores ; y son, como éstos, general­)Dente tan ricos y "socialmente" destacados, o,

menos, tan deseosos de llegar a serlo. A lftc~es provienen de familias terratenientes,

ingresan en ellas; siempre luchan por ,,, .. ;,. una e;;tancia y, de esta. manera, "va­

:30cialmente. Alvear era un rico terrate­.. ..,,,¡,t;, y también lo es el actual líder radical,

doctor Honorio Pueyrredón, tal como lo son Duc~hos otros dirigentes radicales. lrigoyen fue

excepción, ya que siempre fue y perma­pero t<lmbién a él le t>arecía

ser ganadero, aunque fuera. en ueña escala.

Desde la ventajosa po~ición de director de as grandes empresas. y a pesar d(> que

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nunca actué en política ni me adherí a un partido, he podido reunir suficiente informa­ción original de corrupción entre dirigentes de círculos radicales y conservadores, en can­tidad suficiente para llenar más páginas que las de este libro.

También me ha enseñado la experiencia de cómo las grandes empresas, especialmente las foráneas, entraban por lo común en el juego, o eran "inducidas" a participar. Desde el mo­mento en que ningún ejecutivo haría peligrar s~ futuro enfrentándose con un político pro­mmente, las compañía¡:¡ contribuyen liberalmen­te a las campañas de ambos grupos, sin pre­ocuparse demasiado acerca de Ri tales fondos realmente llegan a las arcas partidadas.

La Idea Argentina de Democracia

La idea de la democracia que las masas argentinas han tenido hasta el presente no es muy adecuada para despertar su entusiasmo.

Pocos países en el mundo poseen -en teo­ria- tantas garantías de eleeciones limpias y honestas ;omo la Argentina. Sin embargo, en pocos pa.tses se practica el fraude electoral más abierta y desvergonzadamente que en la Argentina, cualquiera sea el grupo político que detente el poder.

Como resultado de todo ésto, la democracia se ha transformado en una parodia burlesca. Hay un viejo chbt.c argentino que, tarde o temprano, los extranjeros residentes están con­denados a conocer, y que ilustra claramente la situación: Hablando de la eficiencin con que se realizan los recuentos de votos en su país, un nortenmeric::mo sostenía que, cerra­do un comicio a las 18 horas, ya antes de me­dianoche se conocía el nombre del presidente electo. "Aquí -replicaba un argentin~ ese nombre se conoce desde tres meses antes de. las elecciones ... "

Puede así comprenderse cómo toda esta du­plicidad ha destruido los sentimientos natura­les de respecto por los derechos civiles, y por­que un grupo de políticos puede imponerse a otro por medio de una revuelta militar, sin que la gente tenga conciencia de los sucesos o bien, conociéndolos, no tenga interés en p~ venir los.

Nivel de Vida de los Obreros Industriales

La ocupación industrial -eomparando cifras absolutas- ha aumentado do!! veces más en los ocho años siguientes a 1935, que en los veinte que sucedieron al censo de 1914. La inmigración ha incidido sólo en muy pequeña. medida, pu~s hacia 1930 había sido muy difi­cultada, y luego detenida completamente. La

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52 Fichas, Oct11bre 1965 ~--------------------------------------~

gran mayoría de los nuevos obreros industria­les provino de las áreas rurales del país. En comparación con las condiciones de vida y de trabajo en el campo, son preferibles las ocu­paciones indu:>triales, y los peones rurales se desplazan hacia la industria. La mano dE' obra industrial es barata; el obrero argentino no ha conseguido un nivel de vida decente. Su jornada de trabajo -legalmente de ocho ho­ras- se respeta relativamente en la Capital Federal, y poco o nada en el interior.

En abril de 1943, el Departamento Nacio­nal de Trabajo envió al Ministerio del Inte.­rior un informe en el que llamaba su atención hacia el hecho de que "en general. la situación del obrero argentino se ha deteriorado, a pe­sar del auge industrial. En tanto se logran diariamente descomunales ganancias, la mayo­ría de la población se ve forzada a reducir su nivel de vida; y la distancia entre éste y los salarios aumenla continuamente".

Nivel de Vida del Trabajador Rural

Por más desfavorables que puedan parecer las condiciones del obrero industrial, la situa­ción del personal dedicado a tareas rurales es infinitamente peor. A pesar de que no hay estudios equivalentes a l del Departamento Na~ cional del Trabajo, es de común conocimiento que el nivel de vida del colono medio es indes­criptiblemente bajo. Aún existiendo pocas ci­fras actualizadas disponibles, ellas no ~ultan necesarias para dar idea de la situación del colono. Este, prácticamente, no tiene parti~ cipación en el negocio de Jas carnes, lucrativa. actividad que requiere capitales fuera de su alcance. Con el bajo precio actual de los cer~ le$, debido al problema de embarques, el colo­no supera. apenas ~1 Hmite de la miseria. gracias al programa gubernamental de finan­ciación de cosechas, el cual de algún modo impide la paralización de la producción.

Más que las estadísticas, nos habla la r ea­lidad del abandono masivo del campo por los colonos, alimentando en exceso a la industria con mano de obra barata.

Los bajos niveles de vida son así manteni­dos por el aislamiento en que permanecen las estancias y su distancia de los pueblos; por la carencia de buenos caminos y la falta de vehiculos baratos. Todo esto hace que los via­je:'! a la "civill.-.nción" sean dificultosos, si no imposibles. Estas circunstancias no invitan al hombre de campo a casarse, ni mucho menos a constituir una familia.

Cnrl C. Taylot· cita dos ejemplos típicos : En una e."tancia ganadera de 50.000 acres, donde en l!H3 e...:io:tf:m 13.511 vacunos, 17.711 lanal"es, y unos 50:> equinos, poseía una fuerza de trabajo permanente de 72 personas, inclu­yendo a todos, dé~de el udministrador o ma-

yordomo, hasta el peón de quince años que hacía las veces de mandadero. Había 35 peo­nes; 12 especialista~ (carpinteros, herreros, etc.) y 4 puesteros. Solamente trece de los setenta v dos eran casados. Esta estancia se encuenb.:a a trece kilómetros de la estancia más próxima, y a 32 kilómetros del pueblo más cercano.

La más vivida impre¡;ión que obtenemos de todas estas cifras, es que, en 1914, las condi­ciones generales de la vida rural, y especial­mente la de las grandes estancias, mantenían al personal en estado de soltería forzosa; y que en los 23 afios subsiguientes han empeo­rado notoriamente. Nada se ha hecho para mejorar la situación, a. pesar del importante papel que, en teor ía, juega la familia en un país cristiano, y no obRtante los innumerables pt·oyectos de colonización rural remitidos al Congreso Nacional y a las Legislaturas pro­v inciales.

La :Migración, ~ueva Fuente de Mano de Obra

Nos referimos a la migración, constantemen­te en aumento, de las áreas rurales a las zonas urbanas, con la correspondiente disminuición de la población campe::>ina. hecho muy lamen­tado por polfticos y economistas argentinos.

Podemos comprender ahora porque, a pesar do haber ce:;ado por completo la inmigración desde Ja guen-a, las cifrás de empleo indus­trial muestran un crecimiento permanente. Las condiciones del campo proporcionan una fuen­te inagotable de obrero~ potenciales, sobre los que la industria ejerce una magnética atrac­ción. La industria en desarrollo, con sus sala­rios relativamente estables, y su incipiente seguridad social, induce a cosecheros, peones rurales y pequeño>~ colono:i, a preferir el em­pleo industrial, a las bajisimas condiciones de vida y de trabaj o en la chacra o la estancia. El campo e.~ ahora. muy poco atractivo para el pequeño chacare•·o ante la caída de las ex~ portaciones de cereales debido n la. falta de bodegas. La Junta Nacional de Gr anos es el único comprador, y paga precios minimos, que a:penas cubnm lo!'! costos de reproducción de las explotaciones en gran e;.cala, y dejan des­amparados a Jog pequeños productores.

Controles Sobre el Sindicali,mo. En un pafs con una. industria en crecimiento,

podría -esper.ar;:e un mo\·imiento sindiealisla en ascenso.

Pero este ascenso de ningún modo ha guar­dado 1-elación con la ocupación industrial P~ tencialmente. cxi<~Ua la p sibilidad de una sin­dica.lizaci6n rápida, JJ•:ro el constante flujo de obreros <le~;de el campo puso freno a esa

Vísperas del Peroni.'lmo -----tendencia, l'lumado ni hecho de que Jos emplea­dores no contnbnn solamente con ese obstácu­lo "natural". Cuando Castillo decretó el E'Stado de sitio (que . e mantuvo casi permanentemen­te). no fue implantado con exclusividad por las !·azones oficiales de política exterior que ~ ~1eron. La medida también cumplía el pro­poSJto de controlar la e:-inclicalización, en mo­mentos de crecimiento industrial y de autoa.. firmación del gremialismo.

Fuerza Numérica de loo Sindicatos.

Habiendo en 1939 688.658 obreros indus­t~·ial.es, 201.082 de ellos estaban organizados smd1calmente, lo que da una relación del 29%.

Las cifras reales son probablemente meno­res •. por las siguientes razones: En sus publi­caCiones, el Depal'tamento Nacional del Trabajo a~lara ba qu.e no poseía medios de poder veri­ficar las c1fras dadas por Jos sindicatos, ya que su investigaci(ín. era el ¡·esultado de un censo voluntario. No existiendo una ley fede­ral qu~ autorizara los censos compulsivos -gremiales- lo:; s indicatos no estaban obli­gados ~ re:;ponder. Todo lo que el Departamen­t~ podta hacer, era amenazar a las organiza.. e10nes "reacias" a cooperar en el censo "voluntario" con represalias administrativas ta­Jes como la nep-acic)n de sus servicios. T~nía q.ue . aceptar como válidas las cifra:; que Jos Sindicatos encontraban convenientes para di­vulgar. :rodo esto hace pensar que los núme­ro~ pubhca?os habr~an resultado más exiguos de _h~ber sJdo reumdos con mayor rigor es-taéhsttco.t ·

.Es inter~sante advertir cómo el cambio de e~1ma polrt~co. en el Gobierno de Castillo afee~ tó al. movimiento sindical. El D. N. de T. men~wna que en 1935 se efectuaron 5.672 reumones gremiales, a las que asistieron 1.03.4.7~2 afilia~os. Pero. después que las or­~~~zactones mas extremistas cambiaron sus tacb~s por una mayot colaboración con los orgamsm.os gubernamentales, la agitación obre­ra mo~tro una marcada declinación en los años postertores. En 19-11 se registraron solamen-

3.776 actos, con una asistencia de 210.500 Y agrega.: "Puede añadirse a las ra­

zones expue.~1as (como factor de la declina­........ ,), la proclamación del estado de sitio."

53 ----------------~

La Tierra dE'I Estanciero.

. La caracterí~tica más notable de la Argen­tu:a rural está dada por su gran estableci­~t?nto, .la es~ancia, y. csp~cialmente, por el va:s.to latifu.n?JO. Estas propiedades no siempre estan adm1mstradas por sus dueños o por los .may~rc.lomos de éstos. Muchos por falta d~ mteres, Y. muchos po.rque carecen del ca­pital necesar10 para Jos Implementos. semillas Y mano de obra. prefieren dejar su tierra a aparc~:os o a a~·rendatarios. Prevalece la ex­plotacton mecamzada en gran e"cala, extensi­va, per? ello no significa que las grandes explotaciOn.es, y mucho meno:; los aparceros, ar~end~tar10s y chacareros, posean toda la ma­qumarla que emplean. Muchos no pueden afrontar 1~ inv~rsión de capital, y otros pr~ fleren ~o mvcrtirlo, por lo que gran parte de los cultivos se efectúan con maquinaria alqui­lada por d[a a empresas que se ocupan de ello.

Salvo algunas excepciones, son muy escasos los chacareros que poseen la tierra que culti~ van. ~e han promulgado leyes que ayudan al p~queno chacarero a comprar tierra. Pero n~nguno de estos esporádicos intentos ha te­md~ resultados positivos: Jos grandes terra­tementes se oponen al cambio.

En. Ingl~terra se originó una tendencia al fracctonrum~nto de latifundios mediante una. alta gravactón impositiva. Nada de ésto ocu­rre ~~ 1~ Argentina, donde los impuestos in~ mobiharios son bajos, y ni siquiera hasta hace doce años, e..xi:~tían impuestos a los réditos y ah?ra que existen, presentan las tasas más ~aJas del mundo. También son bajísimos los 1mpue:.tos a la herencia, cuyo pago puede evi­ú_lr:>e transformando las propiedades en s~ c1edades por acciones. Y, finalmente, la mano de obra agraria es muy barata.

Pero el hecho de que una proporción tan alta -62,1 ~ó- de las explotaciones rurales n.o sean. trabajadas por sus dueños no cons­tl.tt~ye,. sm embargo, la característica más sig­mflcatJva de la economía agraria argentina.

Más esclarecedor es el vuelco hacia la ga­nadería! y el continuo incremento de la con~ centrac1ón de la propiedad. ~ ascendencia de la ganadería sobre la

agncultura es, como sostiene Macdonald un fenómeno de origen reciente. Como resuÍtado de la guerra, es posible que no dure. En el pre;;ente, en la provincia de Buenos Aires el area de pasturas excede con amplitud a la

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de Jos cultivos; en algunas zonas, la relación llega a ser 80120. De modo que aún en las partes más intensamente cultivadas del pais, la ganadería es la actividad dominante.

La facilidad con que grandes áreas pueden ser operadas como estancias ganaderas. . . la pequeña fuerza de trabajo requerida, en con­junción con la mayor estabilidad de los ingre­sos provenientes de aquéllas, en comparación con los de las tareas agr[colas, explican la posición predominante de la ganader ía en la actividad económica del campo.

El Latifundio, un Mal Social.

La concentración de la propiedad de la tierra en manos de unos pocos es un fenóme­no tan importante, que merece un análisis minucioso.

Las fuentes estadísticas usan varios térmi­nos para clasificar la tenencia de la tierra, debiendo aquellos ser diferenciados. Las es­tadísticas agrarias en escala nacional -el Tercer Censo Nacional de 1914 y el Censo AgTopecuario de 1937- se refieren a las "ex­plotaciones". Una explotación es una unidad trabajada por el "productor", quien puede po­seerla en todo o en parte, o no poseerla, como en el caso del colono (arrendatario o aparce­ro).

Las otfclnas catastrales provinciales hablan de "propiedades", sin especificar número de dueños o si las mi:;mas for man parte de un "holdi~g' '. Tampoeo registra el uso acor~n:do a dichas propiedade:;. Por- otro lado, clasifica la tierra por ''propietarios", sobre la ba~ ~e la extensión de tierra poseída en la provmcra, ya sea en una unidad, o como parcelas múl­tiples.

Examinemos un ca,.;o tipico. La Corpora­ción W posee 35.000 hectáreas de tier ra en la Provincia de Buenos Aires, compuestas po~ va­rias ~<propiedades rurales". Podemos olvi.dar­nos de todas ella8, excepto de una cualqu1era, ya que lo que es válido para una d~. ellas! ta~~ bién lo será para las demás. Esta proptedad cubre 11.000 hectáreas, y está. parcialmenl;e arrendada de la siguiente for ma : 1.000 hectá­reas al vecino X -quien por su parte posee 3.000 hectáeeas más; t ns lotes de 200, 300 Y 400 hectáreas, a tr es arrenJatarios A, B y C, y otras 200 hectáreas: al aparcero D. Las restantes 8.900 ht:etáteH!$ más do~ lotes de 100 Y 200 hectáreas respectivamente, alquilados a sus dueños Y ¡.: Z, forman la unidad conocida como la estancia de la Corporación W, por ella ope­rada.

Según las diferentes e~tadi'<tiea~. los ~egis­tros de la tierra im·oJucrada aparecen ast:

El registro de "propiedades" menciona. a W con 11.000 hectiircns, a X con 3.000, a Y con

Fichas, Octubre 1965

1.000 y a Z con 200 hectáreas. Pero para el Cen· so .Agropecuario, hay seis "explotaciones": Las estaucias de W (10.100 hectáreas}, y de X (4.000 hectáreas); y las cuatro chacras de A, B, C y D, con 200, 300, 400 y 200 hectáreas. respectivamente. Todas eJJas entran en el "área total bajo explotación a¡'raria". Est~ complicado ejemplo muestra lo difícil

que resulta obtener un panorama real del peso socio-económico de la estancia y del latifundio~ .A todo esto se debe agregar el agravante de la escasez de cifras. En 1914, el sentimiento de complacencia y seguridad de los terratenientes permitió la publicación de detalles de grandes propiedades. Pero en 1937, amenazados por la sombra. de cambios sociales, la posibilidad de logl'ar información se tornó problemátic~. Y de tal forma, que en el Censo Agmpecuano encontr amos enormes propiedades clasificadas en la única categoria de "más de 625 hectá­reas" haciéndose así imposible determinar el número de latifundios.

Los r egistros catastrales que describen las "propiedades individuales" y los "propietarios". no son fácilmente accesibles, y además eareeen de una clasificación por extensión de las pro­piedades, la cual hecha en escala nacional, sig­nificaria un t rabajo descomunal por su ex~n­sión y por las resistencias que se encontra:1an a cada paso de su realización. Pero aún s1 .se dispusiem de detalles exactos sobr e las propte­dades de más de 625 hectáreas, el significa_do del latifundio quedaría disimulado por la prac­tica del censo de tomar el criterio de 'admi­nistración.. en lugar de "propiedad". Las es­tadística..- ~eferentes a "explotaciones" apun­tan hachL el hecho de que en la exclusión de chacareros potenciales y en la liJ'!l!tación de l.os colones existen ·:es la concent ra.c1on de .P~Ople­dad es un faclot• m~~ ,·ita! que la admirustra­eión en sí.

E l latifundio típico es una propiedad de ~­tensión considerable, poseida por ~~a úmca persona. Alejandro E. Bunge lo caltfJcab~ co­mo latifundio "geográfico", para <leferenc~arlo del latifundio "social", compuesto de propleda-des esparcidas. .

Sin embargo, lns grandes explotaCiones, constituidas por propiedades de dif~rentes per­sonas, pero admiristradas en co_nJun~, tam­bién pueden ser consideradas Jatifund•o~.

La propia existencia del latifundio ~pide la formación de una cJa!'e media. eampe.;;ma., po­seedora de tier ra, y debilita la posición de los colonos. Lo~ latifundios "geográfico" Y "so­cial" basados en Ja propiedad, son por ese mo­tivo 'más duraderos ~- per nici?S03 ~ue •. los_ d~l tipo "admini~trativo". El l~hfundlo . S?cml . con sus propiedade. .. desperd1gada1; y dtstmula­das, es probablemen•.e el más peligro!!o, po1· ser el menos evidente

l'íspc1as del Po o u mo

Las con.'lccucncJns sociales del latifundio, son sin duda casi ln rnismns, ya sea estando cons­tituido por un ' "cxplotnción", o por una cade­na de propi dudes, o bien si su poseedor es un único indi\'icluo, o si es é.'lte más su:> familiares y allegado~. Bajo cualquier forma en que se pre~enten, son pcrjuidiciales para el interés pú­blico. Donde existen diferentes propietarios sin relación entre :;í, y sus parcelas son adminis­tr~ulas independientemente, los arrendatarios y cosecheros están protegidos contra la falta de opción que significa el latifundista, quien. al ser la única alternnth·a para el colono, se cons­tituye prácticamente en señor feudal.

Para el aparcero pobre o el pequeño arren­datario, resulta indistinto si el latifundio que -cubre t~da la región es técnicamente una "ex­plotación" de varias personas, o si es una "pro­piednd" de dueño único. Como decía Coleridge, "Tierra, tierra por doquier, pero ni un palmo para cultivar".

La Concentración Sigue Aumentando.

En 1942, una mayor e>.-tensión de tierra era poseída en total por un menor número de lati­f undistas que en 1921. Mientras que en este a.ño, 317 latifundi1;tas poseian el 18,49 % de la superficie de la Provincia de Buenos Aires, en 1941 ~ólo 300 tenían el 19,41 ~'c. Podemos pre­sumir que lo que sucedió en la provincia más rica, t~mbién se aplica a las demás, y las es­tadísticas de Entre Ríos parecen confirmar el hecho. Para limitar el incremento de latifun­dios, con todos sus males sociales, las provin­cias de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos tuvie­ron que recurrir a impuestos adicionales sobre

grandes posesiones, además de otras me­idas. El aumento de latifundios de la Provincia

de Buenos Aires fue, entre 1914 y 1942, del 6,4 fó de su superficie. El hecho significativo

en que solamente 300 personas -físicas e ideales- controlan la quinta parte de la pro­un:J<~ rnRyor y más rica o importante del país.

Y, aunque no luLr cifras que lo prueben, es de conocimiento que el resto de la tierra

el país es poseída por un número igualmen­pequeño de personas.

Podemos eiltimar que no más de 3.500 per­controlan casi la mitad de la provincia

Buenos Aire..~. Ello explica porque la influen­del estancier o es tan tremenda.

A pe.~u de que "la mayor parte de la rica argentina está aún ocupada por las

gr:anctes e...«tancias", Yerdad evidente, todavía pueden leer eosa.~ como "con el gradual frac­

~euma.m•·em:o de la.~ grandes posesiones, el nú­de pequeños propietarios independientes

en aumen1o" y "existen fuerzas conducen­a la disminución del número de grandes

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propiedades. El cambio se está produciendo lentamente ... Ha habido una tendencia hacia la reducción de la extenilión de las grandes ex­plotaciones". Tales afirmaciones no parecen habet· sido confirmadas por los hechos.

Roberto Campolieti, un ingeniero agrónomo, escribía en un libro dedicado a problemas téc­nicos del agro: "Ellos (los estancieros) no quieren hacer nada que contribuya al progreso agrícola. Lo primero que debe hacerse es rei· vindicar el tenitorio argentino de aquéllos en cuyas manos ha caído".

La Despoblación de Ja Pampa Argentina.

El latifundio continuará floreciendo. No pue­de ser detenido o siquiera retardado simple­mente con un nuevo t ipo de impuestos. Los nue­vos impuestos establecidos no sólo no alcanzan a cumplir con los fines proclamados, sino que pueden tener el efecto opuesto de estimular la tendencia hacia la posesión de propiedades a través de sociedades anónimas.

De significar aquéllos (los impuestos) con­tribuciones tan elevadas que bagan conveniente la evasión impositiva, la misma puede lograrse transformando en compañías separadas distin­tas estancias pertenecientes a los mismos inte­reses, obviando así las nuevas sobreimpresiones creadas. En lugar de tener acciones de una so­ciedad que po~ee cinco estancias, un individuo puede poseer acciones de cinco sociedade.~ que poseen cada una una sola estancia, cuya exten­sión es mantenida por debajo de la extensión mínima que grave al nuevo impuesto. Para ello, el único requisito es montar directorios ficticios para cada una de las sociedades, pu­diendo la persona que posee todas las acciones vivir en el extranjero, o constituir un "holding'' extranjero. Desde el momento en que el sistema de anonimato hace imposible la localización de acciones, la ley impositiva queda evadida. Y para asegurar doblemente la inaplicabilidad de tal ley -y de otras- el abogado cauto puede aconsejar al cliente extranjero adquirir sus acciones por medio de una sociedad argentina (con su correspondiente directorio ficticio) actuando como un 'holding". Este perfeccio­namiento es invulnerable hasta al impuesto a los réditos ...

Continúa en la Argentina le despoblación de la pampa. El latifundio cau:"~a y ncelera este proceso; fuerza a los peones rurales a despla­zarse a la ciudad, con lo que proporciona sin proponérselo, mano de obra potencial a la in­dustria, contribuyendo, en parte, al crecimien­to de ésta última. La industria, a su vez, al emplear a un número ince;;antemente en au­mento de trabajadores (lroveniente;; del inte­rior, ayuda a crear las fuerzas que, en última instancia, pueden llegar a abolir el latifundio. Porque la industria ;;ólo podrá lograr su des-

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arrollo con un gran mercado interno, o -~a con un número mucho mayor de campesino~.

Jndnsl rialización.

En pocos pal:;es como en la Argentina de hoy, existe un predominio tan grande de capi­tal foraneo en los campos de la Jruinufnctura, comercio, transportes, ele. Al menos en par te. esta ~itunción es causa de la relativa debilidad de la clase media argentina. En virtud de ia tendencia de los capit.1li~tas extranjeros de uti­lizar connncionale.s suyo como ejecutivos y em­pleados, la~ oportunidade.~ de llegar a tales po­~iciones de cln.~c medin i'On mur limitada:- para los argentinos. El ejecutivo o empleado extran­jero, aún en el cuso en que por razonet-~ ¡mic­ticas ha:va adquirido In ciudadanía argentina, se intcn•-.a hai.JituHimentc demasiado poco por la política local como para llcs,rar siquiera. a votm. De (•Kla manern, el surgimiento ele nna clase media politicumente influyente, que po­dría naturalmente habcr::e e.-,perado como con­~ecuencia del ct·ecimicnto industrial, no ~ ha materializado.

El Papel d~l Capital Foráneo. Los ferrocarrile..:; cumplen un papd capital

dentro de la econom la industrial argentina. Alrededor de Ja.; tre;; cuartas partes de sus lineas i'On poseídas y operada exclusivamente por compañ[ns extranjeras; br itánicas todas, a excepción de una, que e<~ francesa.

Argentina murehn n la cabeza en la produc­ción y exportación de enrnes. I..a mayor parte de su. envío~ tienen como de.-.tinatario a Ingla­terra, pero clo" tercios de su producción son consunndo,.. internamente. Y toda~ Jo~ frigorí­ficos, a excc[lción de algunas plauta<; pequeñas, pertenecen n intereses extranjeros, principal­mente bl'itánicol\ y norteamericano.;. Son muy familiares los nombres Anglo, Swift, Smith­field, Armour, Wil~on.

Pero aquí no acaban lo.,¡ intere~e.; foráne:os. En casi todn IH!'I esferas se encu~:;ntran hombres extra nacionales que constituyen lugares comu­nes. Las fábdcas de cubiertas Ron Good-vear, Dunlop, Firestone, MleheJín. Entre IRA plan­las químit<.~s ~e descubre a Dupont y a Impe­rial Chemicals.

Ln energln eJéctricn también está en manos extranjeras. La mnyor parte de lns cent.r .. les per tenet•.e al tru t belga Sofina o a la :firma. ítalo-suiza Brown Boveri, o a inlereses nortea­mericanos, tules como 1.1 Electric Bond nnd Share Co. y la Soulh American Utilitfes Co.

Lns dos plantas de ormodo de rur..omotore" e..'Cistent pNieneccn a General .Motors y F ord. respectivamente. Las cnmpnñías de ómnibus Y tranvía.-. son b{l::icamente ingle.:>as, ruientrru: que los norteamcr lcancs pn een la compañ~as de teléfonos ~· las mayore.~ fábricaa de cemento.

Fichas, Octubre 1965

La Fore:~lal Company -británica- controla ea~i todas las plantas productoras de tanino.

En muchos otros campos ~e encuentran co­nocidos hombres e.xtranjeros. Una lista de sub­!! idiaria~ y .-.ucur~Je;¡ de grupos indu:-triales foninco5 que operan en la Argentina, tiene todo el aspecto de una planilla de nsi~tenciu a una reunión mundial de una Cámara Internacional de Comercio e industria, Exi~en unas poc.'ls actividades donde preva­

lece al capital nativo: molinos harinero;;, te.x­lile", azúcar , zapato , papel, vidrio y cerveza. de las que e~casea inform:tción exacta.

Los inven;ores extranjero:; han gozado ~iem­pre de unll t>tl\'idiahle posición en la Argt:'ntina. Hao:ta ln lilt imn guerra, y en gran medida de:;­pués de ella, e:~tnbnn aco~tumbrados a ganancias dellmesura.dns, e¡ u e invnt iablemente 8C envia­ban al cxtenor. J<:mn muy comuneA dividendos unu.des del •10 y 50 5i • mientms que ha~ta Hf):2 no huhía impuesto a lo,; r~ditos.

El Capital Foráneo se Vueh e Nath·o. En mucho~ cuso~. exblen razone;¡ para du­

dar del carácter genuino del llamado capital nativo. A lo largo de lo ~ últimos treinta años, la opinión p6blica se ha vuelto cada vez más. nacionalista, lo cual puede explicar la tendencia creciente del capital a convcrtir~c en "nativo". Lo~ viejo.~ grupos extranjeros -principalmente los británicos- e-tableeidos en la Argentina, usualmente operan como ~ucursales de empre­sas or $1'anizndas y domiciliadas en el exterior, cuyO>' directorio se reúnen en "la casa cen­tral", mientr.u que el ' 'diredorjo local". cons­tituido principalmente por "iigurn!l" de la so­cietlad, u¡mrere l'QIDO a cargo de la sucurs-al. Lo:. miemht os de estos "directorios locales". <lel mi:;mo m ocle~ que )()~ taltmlo e~ ale.-. nativos alquilados para proteger los intcre."~ cm¡u·esa­rio.,, ~irveu de ofkinles de t!nlace con lo::; pode­re,- públicos.

fJn lo~ buenos ~· \'Íejos tiempo~ anteriores n la ptin:era RUerra. mundial, los promotore~ de in\·er11ione~ foránea.., podi~Ln contar ocaqíonal­mente con sus embajadores como agentes de ,·enia y protectores, en forma extruoficíal, Y aún oficialmente cuando se trataba de grnntles intere;;e.~, · mo 110r ejemplo lod ferrocarrile:: británko". Estn modn.lidnd result:tba adecun­dn, al e.--tar lo~ capitnlit.ta.-: :foráneod razona­blcn:entc eguros de que, en un caso de emer­gencia. tendrían el re..;¡mldo de l o~ buque:~ de grtcrra de sus paí::>-e , les que !\Crian enviados "para protl'ger In.· :i nvcrsion~s de 'iuda.-. pobres }.' huérfanos''. L.'"l diplomada no s61o iba a la mga del dólar -o mejor, de la esterlina-. ino que también :fndlituba su entrada. El go­

biE'r no ingle-. ten1a roncha claridad al re~pecto: Sir t:dwnrd Grey en rcl!puestn n miembros de lo~ Comunes que lo acusaban de laxitud (julio

l'is¡¡cra d 1 1

10 de HH l). 1 ~xplicó clnrnml.!nte: "Nuestro deber, en e 1 c¡tlcr pnrtc del globo donde vaya de buena fe 1 t'AJIItnl hritánico, e..- darle nue.c:­tro máxim npo o; J•oclemos y debemos trat:1r de convencer n 1 s gobiernoil im·olucrado:; que resulto de mutuo intoré..'> otorgar conce:--iones de ferrocarriles ( u ot rns) a firmas británicas, que la explotarán a precios razonables y de la mejor mnnern po~ible".

El cambio rlel panorama internacionnl con­virtió e te procedimiento en obsoleto. Lo" in­versare~ e.xtmnjercs CClmenz.tlron a pr •ferh· mé­todo-: más sutiles e indirectos, tales, por dem­plo, como disfrazar a In-" em¡n~ as mediante su orgunizaci1in de acuerdo con In ley nrgentinn.

Dado que la for ma que prC\'alecc para Jn.q corporncioncs l"cnles en In Argcnl tna es ln de lu Socíedud A uonimo, ~oe.uernltne.nte ¡)()r uccio­nes al portudor, In ideutjtlad 1le los accionistall es ocuiUlhle con fncíll Jad. 1 >ircchJI'es y funcio­narios pueden :;cr de In mejor extracción na­ti\'a, y el nombre de una ('OIUpañíu puede con­tener la11 palabra!' "Argentina" o "Nacional", pero a=-1 y lodo puede e~wr controlada desde el exterior, y su~ dividendo!' eU\·iados al extran­jero. I~n realidad, el proJ)io nombre "Nacio­nal" o "Argentina" ugie~. en la denomina­ción de una empre n, ~u cnutrol por mano~ foránea~.

'Car:neler i ticns de In Empre"a Foránea. El concepto de "empresa forlinea" requiere

clarificacic"m. "Ln Argentina e:~ 1m ejemplo no­table de In dificultad que e""isle pnrn rlistin­guir entre empr a.c; ~- capitales extrnnjerO!\ y nocionales, csp dnlmentc en el campo de la mnnufnctura". 'f,¡J e!; la conclusión a que arri. bn un estutlio rcnli~ndo ¡mr el Departamento de Comercjo ele los Estndoil Unidus.

Eu lo relati\'o a impue4os <'Orpomtivo~. o de otro li¡)(), .) :L e.'itntlbtica:\ de propiedad o de comercio, un11 ('mpre&t organi?..ncla seg1in las lcye3 a1gentinas e: una empre~ nacionnl, aun­que la pos~ión de u capital -o parte domi­nante del mi~mo-- pueda e~tur localizada en manos C.'Ctranjera<~. Pero !'IÍ e tiene en cuenta el fenómeno sociológico de la dominación ex­tranjera, no es sufieienw un criterio tan fOI·­ma.J. Oe!lde e~tc punto de \"i:1tu, podt'fa decirse que, hnce ni~'"Uno~ año-, el comercio de e."tpor­tación de grnnoii cstnha ca~i completamente bajo control loc:d, ya que las tre..:; grandes empresas que mruteJaban el 00 ""e de las ope­racione ... eran grup¡}s "nacionales". En reali­dad, era. el caphal holnnd~s. belga, francés y de otros paises, el que preferla aparecer dbi­mulado bajo Ja bandera nacional.

Sociológica )' Económicamente. una compañía sigue ~iendo f~trnnjera hasta qne su:~ dueño~ Y ejecutivo~ se asimilen completamente al me­dio argentino. ?\lientra~ hablen la lengua ma-

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terna en tri! ellos: mientras In usen en su co­rrespondencia comerciul: en tanto prefieran para ~us empleos n alguno de "lo suyos"; en tanto . e sientan miembro de la ''colonia" in­glesa o frnnccsa, como si e tuvieran en India o en China; mlt:'ntrn pertenezcan al "golf club" inglés, ni club de remo nortet:mericano, o n la h•l in Prote tnntc alcmnnn, o envíen a . us niilo11 n cu lru ingl Sl\.'1 o francesa-; en la Argcnlinn: mi ntrn ientnn una afinidad "es­piritual" hncl1 su p: (s de origen; mientra!; suceda todo e to, us empr ns pueden -eon buena mzón- c.r tvdnvln eonsidc.rndas parte Integrante de In mnlln "" dominación extrun­JC.rn, aunque ellos personnlmcnte puedan nd­quí~i 1' la ciuclndania m·gentina, JlOt' adopción o por nacimiento.

Inversiones NntivnM y Extranjeras.

Puede com~idcrarse que la mayor pnrte de la industria argenlinn es lodnvia de propiedad foránen. Aún fnltnndu c>viclencia e:~tadíRlica, unn abrumadora ma) orín de las grandes cm­pre:-:aR y, probablemente, la mayoría de lall empreRal'l industriales, sun en gcne•·nl, de pro­piedad extranjera.

Deher[an puntualizar~e aquí )a,- pl'incipale..; diferencias existentes entre la<; inversiones bri­tátlica" y las nortenmcricanns. La:: empresn:~ de ambos paf~cs están orgfmiznda~ en la forma anteriormente d~cripta. o sea, con ,.us directo­rio reuniéndose en la ''casa central", de la cunl emanan los dividendos. en tanto los nego­cio,- . on llevado n <·abo en la Argentina a trn­,.é.~ de una sucursal o una empresa :~ubsidirtria. Sin emb:u·go, lns compañins británica!! e..;tñn formadas para opemt· exclu;;h·amcnte en la At·genlina (como es t!l en o, por ejemplo, de Argeutinc Centml Railways Ltcd.) : las empre­~a~ norteamet•it:nnas, t>n cnmhiu, actúan prin­cipalmente en los l':.F..U.U., siendo sus fábricas en la Argentina "sitlelines", incidentales.

El británico que de:-~n invertir en lu Argen­tina, puede optar por comprar, en el mercado de valores <le Londrc~. papeles de diferentell emprc!lus britLinicas que operan en la Argen­tina con exclusividad. Un nortenmericano di­fícilmente encontrnt"in algo similar en la Bolsa de Xue,·a York; un inversor en lu General :\fotors ~>erl\ un inversor en la Argentinu sin siquiera saberlo. yn que G)J posee una planta en el pal.s. L:1s inversiones norteamericanas en In Argentina son "inversiones invisible.~ ... no regi. tradas en la Botqa; el inver:;or general no tiene nada que \'er con ellas .•• no es el hom­bre de la calle quien ha uhicndo su capital en inversiones industriales, sino la~ grande:. cm-

te . .. presas nor amer•cana • De lo anterior se !les¡Jrende que el monto de

las inversione.!l brit{micns puede ser calculado aproximadamente, . umnndo los valores nomi-

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nales de los papeles emitidos po1• las empresa~ cosa que no puede hacerse en el caso de las inversiones norteamericanas.

No ee han rl'alizado en la Argentina estima­ciones oficiale." acerca del volumen de las in­ver,;ione.:; foráneas. Tal inve:;tigación podría ser efectuada con éxito por un org:mi ... mo esta­mi o por nnn comisión del Congre.'lO provista de poderes especiales. Unicarne:nte así se po­drían obtener datos ve:rldico"' -demasiado verídicos, quitá1-1, para In tranquilidad de los intere-.e." im olucrados. En efecto, Jo .. re..., u Ita­dos serian politicnmente cxplo ivos, y es signi­ficativo que la:- autoridades tlel Censo de 1935 y po::>teriorcs, Re abstu\•ieran lle hacer tales averiguaciont>s.

La Prominente Posición Jnglest. Los l>ritánicos detentan lu mayor parte de ]as

inversiones for~inras, alrededor del 60 ~<. La proporción sería todavía ma:'<·or si se aplicara el criterio de influencia o control, en lugar del de la simple propiedad.

El predominio inglés e~ notable no solamente en las estadfslica. de inversión, sino también en los valores "normale.-." (antes de 1940) de importación y exportación.

Gran Bretaña nbsorl>ía de un cuarto a más de un tercio de las e.:'tp<lrtnciones argentinas, :>uministrando a l\U vez la quinta parte de las importaciones. Era indudablemente el mejor cliente de la Argentina. Ello, junto a la mag­nitud relati\ a de su~ invcrsione", demue:-tra la influencia -también llamada "e.strnn~ulamien­to''- que Gran Bretaña posee sobre la econo­mía argentina. Ln situación eR probablemente comparable con In de In India moderna: las familia~ rica:- ~ntrnn en comlnnadón con los inversore.~ ingles s. quiene~ Mn considerados por los pobres como "explotadores imperialis­ta!\", de Jo,. IJUC qui~iernn ver libre el pais (la diferencia consiste en que no t'Xiste cerca de las fronter as argentinas, un ejército japonés ansioso de ocupar lo (Jue los insrle<;e'! tengan que dejar) .

La actitud hritMtiC:l hacia lA Argen1lna está descripta por la lumcntable histor ia en la que un hipotético inglés dice u un hipofético nor­ttamericano: "Podr1ln tal vez quitarnos el Ca­nadá, pero a la Argentina, jamás".

Con inversiones foráneas de proporciones desme.~urndas: con la dominación extranjera de importaciones y extlotiacione.s; con má-< de la mitad de la industria (ciertamente ca3i todas las grandes plantas) controladas desde el exte­rior; con técnico y a<1minbtradore~ de habla extranjera e:mplendos en tantas fábrica.c:: con mejores sueldo pagado-. u extranjero-:: que a nativo-:: por iguales trabaJos; y con les mejore. cargos trndlc.ion.ahuent e rc-.ervadn:; a personas de extracción foránea, con todo ésto, es fácil

Fichas, Octubre 1965

comprender por qué "el argentino-medio consi­dera cxpoliatorio al capital foráneo", por qué la juventud argentina se Riente frustrada. y por qué el "eutimiento nncionahstn, esp~cinlmente el antibritánico y antirnnqui, cobm vuelo.

Prosperidad n través d~ la industrialización. La indu:5trializacl6n, en pleno crecimiento cO­

mo comecucncia de In guerra, trajo prosperi­dad n la Argentina, a pesnr de In cli!!minución en el volumen total del comercio exterior.

El mututino "Argt!ntini14cher Tageblatt" de Bueno:- Aires, (¡ue es el periódico en lengua no ca--tellann de mayor tirnje en Latinoamérica y ),:C destaca tanto por su e::~pfritu democrático de más dt 61) aiios como tumbién por ~er uno de los pocos que informaba cotidianamente sobre cut.stiont!s económic;.~ cor.signnda:- por una au­tol'idad responsable. expresa lo t~iguiente en su nota editorial "Economfa argentina en 1942": t: n año de prosperidad ha finalizado. 1942 fué un año de auge especialmente para la ciudad de Buenos Aires. E!:ítructuralmente, la Argentina tiene la particularidau de que gran parte de la renta nacional, obtenida en el interior del pafs, se con,;ume en la Capital Federal. Pero la Ca­pital mLma protluce grandes cantidades de bie­nes, en particular indu triAies . . . Los benefi­cios de la industria alcanzaron. en algunos casos del 50 al 80 5'o del capiutl. Un signo externo. re1lejo de prosperidad. es el incremento de la construcción ele lujo de todo tipo; puede decirse sin e.xnger:tción que en ningún lugar del mun­do ~e <.-onstruycn uctu;tlmentc• en~~ de departa­mento;; y tienda" de venta/\ nl público tlln lujo­sa,; como en Buenos Aires, r que la dE:'manda por tales biene · ..,¡gue creciendo ... El destino eco­nómico de la Argentina, según dice un bien co­nocido n::c:iomn, depende del de.sen\'olviminto de su comercio exterior, y más especlficamente, de sus exportaciones. Pero el volumen de las ex­portuciones fue de 5 millones de toneladas en lo~ primeros once mese ... de 1942, contra 11,8 millones de toneladas en iguales meses de 1939, sin mt>ncionar si<Juiera a la~ cifras superiore:': a los 17 millones de toneladas de 1937. En este último año. ul valor de la.-: C.'Cportaciones fue de 2. t 66 millones de pesos; dü1minuyó a 14 18 mi­Uone.:: en 1939, y aumentó a 1.625 millones en 1942. . • La.-. ra:tone.'> parn el aumento de lo!l \·aJore.~ ce exporLaclé)n en lOS dog últimO'\ año:;, fueron el alza del precio de la carne y el incre­mento de la:i exportaciones indu.::triale.-.. Re­... , llt:t de impoJ·ta.nci:t para la explicación del fenómeno, el hecho de que hasta 1939 la;~ ma­~·ore~ cifra~ de e:q nación incluían lo ingre­:-os pro' enientes de la ven tu. de cer .des. E--ta ultima ~obrepa~ó los 16 millone.q de toneladas en 19:t7 Llegó a C'nsi 10.5 millones de tonelada;~ en 1939, \ no alcanzó a 8 millone'~ de tonela­das en 1942. Fuera de la producción ganadera y de la mineria, que también a r rojó excelentes

l't!1'011i.Bmo

benef1c la VIda económica de la Argentina ha sido mulada por el degarrollo de las in-du trln manufacture1·as. Casi toda.q las fá. bricas con uficlente provisión de materias pri­ma,. tr lJ jan a plena capacidad y en mejores condiclon -debe admitirse ahora-. que Ja.q pre,·lstn un a no atrá~. La situación de In in­du,tria del hierro y del acero era bastante di­fícil. " ... Sin embargo, nún esta industri t tna­tó de con!leguir materia~ pdmn hasta donde 1 fue po:.ible a pe..'lar de que los precio d rt ft u Jos esenciales, tal como el nlnmbr d Jl\~n. U·

bieron husta diez 'ece . cst num nto no Cuc lo suficientemente cle,ndo corno ¡mtn cau~nr un detrimento en lnK ' ni • 1 ' en cz de mate­das primns no lmplcll un grun Incremento de producción en e 1 todn ln11 ulms rumas de la inriLlRt l'in ( t!XC(')Jlo, JHH' tHIJillc>~lo, al! u ellas pro­\'Cnientcs tlcl l'nucho). l'Uyos productos se co­locaban Pn el mercmlo a precios aún tolerables. Mientras el nivel de precio:~ en la Argentina de 1941 parcchL todavía demasiado elevado para garantizar grandes c..xportacione:~ de bien~ in­dustriale~ u pnísc.s vecinos, é~tos mismo~ se conviritieron en importnnte~ compradores du­rante 1942".

Unión Aduanera del Sud.

Re,ultan de umo inte1-és Jo,. punto:; de vi~da . obre los esfuerzos de la Argentina para crear el Bloque del (Cono) Sud que fueron emitidos por el importe periódico "Soutb American Jour­nnl" de Londres, que e. nmpliamcnte represen­tativo de Jo,. intere:'les británicos en Sudamé­ricn. Un articulo aparecido en "Hnrper's Ma­gazine" en lllnrzo de 1944. bajo el título de "Algunos prohlemnH reales ele Sudamérica", y firmados por el nt·gentino Ricardo Setero, pre­" iene que la 1111ic'in adunnm·a ha de ser estable­cida por In Argentina ''como nn foco de oposi­ción a lo:~ F.::,tndoK Unidos ... " El ",Tournal" se apre~:~uró a salir en defensa de In Argentina. En su número tlcl 18 de marzo de 1944, expre­t>aba: "La cooperación entre la Argentina y el Bra"il se ha vi!'lto re~entidn desde Pearl Haruour. Sin embnrgo, e;{ improbable que el pre.-;ente enfriamiento sobrevivirá el fin de la guerra. Despué::~ de todo, la mayor parte deJ comercio del Rra~il con Sudamérica incluyó, y probablemente incluirá. el intercambio con la Argentina. Económicamente. e.-.tas dos grandes república ... :oe complementan. El propio presi­dente Vargus se refirió a la promoción de una unión aduanera interamericana o sudamerica­na. . . Los nctividucle." regionale.q que ahora siguen deber án er interpretadas en términos económico:;. Decir que In Argentina está pro­moviendo una union nduanera como un foco de opo ición t1 Jo E~tndos Unidos y a las na­ciones del hemisferio que ~n sux amiga:; es.

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c•·ccmo., tlllll inte1pretm·ión injustificable de los hechos".

Aquf t~n~mo unn indicación de los sentí­mi ntos de los hwersorcs británicos en Suda­mcrac, . Comprendiendo In inevitahilidad de ]as tend nci 1 nnclonnli tn susceptil)le~ dt> inte­rrUillJiir la donnnnciun británica, los anglosajo­n np. 1 t:nt mente nludnrian con beneplácito un llloqu del Sud dominado por la Argentina. J· to, l~ un Jl rnn, les gnrantiznría una me­JOr pos¡ca6n compctlth a para sus propios bienes rm11aufnctu•·mlo itllpottndos por l'l Bloque y un mnyor· mnrgcn de seguridad p:1ra sus inversio­IIC.'I, JMlr lo nwnos hu~ta tanto (]Ue sU:i aliados, lo "estanciero~". gobiernen en la Argentina. De otra numera, llegará el tiempo en que sus mercaderias serán desplazadas por los bienes de una producción en maRa americana dentro del estrerho campo que aún dejan libre las in­dustrias de tipo local.

La Gran Opor tunidad de lOA Estados Unidos.

La inclusl.rializnrión e.,;tá destinada a con­vertir~e en la Argentina en una política esta­blecida. ¿Qué podrán hacer los Estados Unido.", en consecuencia. para acelerar este desarrollo y vencer los !'t'ntimiento,.. antinorteamericano:­oe lo:-; argentinos?

El problemu de In participación estadouni­dense en el de.--arrollo futuro de la economía argentina puede rcsumh·sc en lo siguiente: Si el cnpital nortenmeric.-mo nyuda a la industria­lización y a elevar el nivel de vida de la pobla­ción. la Argentinu sert\ cnpaz de importar gran­des cantidades de los Estado~ Unidos. De hecho, este último pa(s podrá exportar mucho:~ de lo::. bienes que actualmente produce de manera ma. siva y que probablemente continuará fahrican­do más barato y mejor que cualquier otro país. Sin embargo. en el momento presente, como consecuencia riel NICH~o poder adquisitivo de las masas argentinas, los m·tírulo~ de exportación norteamericanoH no tienen cabida en el merca­do local.

La Argentina, por <lhora. está tratando de independizarse de las importaciones. Esto re­sulta inevitable. El problema He plantea así: ¿Quién desarrollará los recurso11 existentes? El capital nacional por sí solo no puede hacerlo. aun en forma lenta, pue.'l no cuenta con suficien­te per:;onal especializado ni con la maquinaria necesaria. Y hasta bmto pueda adie11trarse un equipo de expertos nativos, 1-~e deberá emplear buena parte de la ma(Juinaria importada bajo la supervisión de expertos foráneo;~. Cierta­ment~. e;~ta opinión no significa una brillante oportunidad para un rápido beneficio de los capitale~ invertido:':. Se requieren inversiones a largo pinzo para fomentar una industria dh·er-

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sificada. La Argentina daría la bienvenida al capital norteamericano siempre que no esté so­metido a condiciones anticuadas.

El vuelco económico :trgenlino de una polí­tica netamente agrari:t a otra de corte indu1'.­trial, otorga a los J<;¡.:tados Unidos la oportuni­dad única de reemplazar a Gran Bretaña des­puél' de la guerra. El Reino Unido tendrá que

A Propósito de Eva Perón

una función catártica. de la que debemos estar trémulamente agradecidos: evidenció que la res­petabilidad de lol'l p-ra.nde~ bonete¡; de la. clase gangrelmda -de la lgleHÜI, el ejército, la políti­ca, las finanzas- era pompa de jabón.

7'·') El pecado menos redimible de Evita fue su imitación servil de la oligarq_uía en E~l1S ba­rrocos despliegues de pompa. Pero es indudable que si en gva obraba el resentimiento fue mucho mayor el de las varonns de la plutocracia frente a su triunfante r ival, ya que ellas creen de or i­gen ~acro el derecho de desplegar en las narices de los de'-pose[do:- e~ cinismo suntuario so~te­nido por las renta;~ que sus padres o maridos sacan de las espaldas proletarias y de la tierra de todos.

8") ¿Era Evita una aventurera de gran estilo.

liTERATURA V SOCIEDAD REVISTA TRIMESTRAL

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Aparece e11 Octuare cen 100 llátinas

SUIPACHA 927 LOCAL 18

Fichas, Octubre 1965

enfrentar muchas ot rm~ preocupacionel', inclu­~·endo demanda;; de ~u Imperio.

Si lo!'l Estados Unido~ se rlan cuenta de cómo ttprovechnr adecuadamente e.3ta oportuni­dad histórica. ~· de reemplazar la "explotaeión" británica por la ''asisteJJcia" norteamericana, exbtirá la llrobabilidud del comienzo ele una ami:stad duradera. FIN.

(Vic•u,• de ¡¡Úg. -'1)

típica de una épocn de aguda descomposición y tran:;ición, guiarla ~ólo pot· una vanidad y una ambición "in lustre? ¡,Era una muje1· del pue­blo, orgánicamente identificada con sus dolore~. su servidumbre y su;; suei1os de reivindicación? Sin duda fue algo virginalmente inédito: una emocionante combinación de Madama Pompa­dour y Lui~a :Michel.

9") S61o el :-;emian:tlfabeti~mo político y sin­dical de nuestras masa~. •m falta, no digamos ya de una conciencia. y una voluntad revolucio­narias -indi~pen,;ables hoy- sino de un claro sentido de cla<:e y de una. experiencia insurrec­cional (debido en gran parte a la miopía servil de los partido~ i'edicentcs obreros) puede expli­car el que una mujercita ve;;tida por Dior, Patou y los joyeros suizos haya podido servir de aban­derada de nue .. tro proletariado. FIN.

LIBROS DE TODO EL MUNDO

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Marcos Koplán

La Integración Latinoamericana y las Grandes Potencias

2. Inglaterra y la ALALC

f;n la primera pune de est.! trabajo se ha examinado como en poco más de si~rlo y medio Gran Bretaña pasa, de super potencia. con supremacía mundial aparenwmente inexpugnable, a país de segtJOda o tercera ca­tegoría. ~o le han sido escatimados ninguno de los avatares de la decadencia; y &e ha visto reducida en el mejor de Jos casos a conservar precariamente algunos restos del pasado esplendor, y a rcaju~tarl!le en lo po~ible a las exigencias c.le un mundo en rápido e inexorable cambio. En esta segunda parte se examinará cómo se ha reflejado e•t.e procc~ en la política británica !rente a Latinoamérica y a sus tentativas de integración re,ional.

Gran Bretaña y Latinoamérica.

A)fEDIDA que Gran Bretaña va asentando

las bases de !!U hegemonía. económica, di­plomática, naval y militar, y sobre todo,

desde que se va delineando y acelerando su re­volución indush'ial, se torna cada vez más sis­temática y acuciante ~u presencia en América Latina. La agre;-,ión armada -legalizada o pi­rática-, el comercio y el contrabando, la trata de negros, In diplomacia manifiesta y los agen­tes secretos de Gran Bretaña cumplen un papel decisivo en la erosión y desmoronamiento del Imperio Espm1ol en Amét'ica. Varias motiva­ciones confluyen para determinar e intensificar esta acción.

La ofensiva secular que Gran Bretaña desa­n·olla sobre América Latina es, ante todo, parte de su lucha por la hegemonía mundial, en des­medro de España, Portugal, Holanda y Fran­cia. Por otra parte, desde el úllimo cuarto del siglo xvm, a medida que la Revolución Indus­trial incrementa su ritmo y su envergadura, Gran Bretaña nece:;ita cada vez más mercados para su producción, alimentos baratos para nutrir una población en aumento y reducir los salarios reales de !'IU proletariado, y zonas de coloni?.ación donde ubicar lo~ excedentes huma­nos de su expansión demogrúfica. La pérdida de sus colonias norteamericanas, el cierre de camino!; para su expansión en Europa por ac-

61

ción napoleónica, intensifican más aún el interés británico por el dominio de América Latina. Gran Bretaña estimula la rebelión emancipa­dora de esa región. como maniobra contra Es­paña y Francia dentro de una estrategia de hege­monía mundial; y también como medio de im­pedir que, !;Ojuzgada España por los ejércitos napoleónicos, Franela pudiera. ocupar sus colo­nias en perjuicio de los intereses británicos, a la vez que difundiendo en aquéllas el temible espíritu de la Revolución Francesa.

Fracasados sus intentos de ocupación directa. Gran Bretaña favorece un separatismo que se preocupará. de explotar frucluo.<~amente. Con­tribuye asimismo a fomentar la fragmentación de América Latina en repúblicas formalmente independientes pero incapaces por sí solas de obtener una emancipación en todos los planos y un desarrollo integral y autónomo. Aunque de modo mág ~util y disimulado que Estados Unidos, Gran Bretaña hace ~u parte en el fra­caso del Congreso bolivariano de Panamá (1826). ''En el ~iglo XIX -escribe Fran~ois Pe­rroux- las repúblicas de América del Sur hi­cieron propaganda a proyectos de federación, y tuvieron esos sueños en voz alta, frecuentes a la \"ez en la tentación del Imperio y en el ideal de las asociaciones cooperativas y libres. A Inglaterra no le gu~taban semejantes desig­nios, aun balbucientes, y lo menos que puede

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6.2

decirse es que no Jos estimuló de ninguna mane­ra". 1 Por su parte, ::;e ha señalado "la decisi­va influencia británica en la segregación del Uruguay. Presionando alternativamente sobre el Imperio (del Brasil) y la República (Argen­tina), sea para lanzarlo" n la guerra cnando el uno o la otra amenazaban fortalecerse. o para negociar la paz cuando se resistían al empeque­ñecimiento, Inglaterra logró arrebatar a la Ar­gentina el entero dom inio del Plata, y al Brasil su extensión hacia la línea del Paraná, que era el sueño de sus primeros patriotas; y crear en­tre ambos Estados grandes uno más pequeño, que sirviera no de cojinete sino de eterna man­zana de cliscot•dia para azuzar sus r ivalidades y debilitarlos con guerra~ incesantes". ~

La Paz de Viena, y las crisis económicas de 1815 y 1816 contribuyen a que se acumulen en Gran Bretaña capitales considerables que bus­can inversión en zonas Lodavía. no saturadas. Gran Bretaña siente todavía, por un resabio de mentalidad mercantilista, fuerte codicia por los legendario~ recuri!o~ metalíferos de América, para cuya explotación s~ multiplican nuevas so­ciedades en Londres. Durante e:>a.s primeras décadni! del siglo XIX. Gran Bretaña explora sis­temáticamente América Latina para determinar qué actividades lucrativaR asignar a cada una de las zonas que la componen, en qué momento, Y con qué prerrequisito~ y caracteristicas. Ex­pediciones cientffica,¡, inquisitivos viajeros v comerciantes. agente.-. financieros y diplomáti­cos, ¡;e movilizan durante muchoR años para huscar información netallada, vinculaciones . ' opo~tumdade.~ mercantill'S e jnversoras, despla-zamientos de competidores. La revolución de los transpot1es producida durante la primera mitad riel ~iglo XIX, permite acercar cada vez más Gran Bretaña y América Latina, despla­zar excedente::; humanos de la primera hacia Ja s<>gunda, y :;obre todo incrementar el tráfico en ambas direccione.~. Gran Bretaña acciona exitosamente p~~ra que ~e produzcan los reajus­tes de la estructur·a económico-social, tééni~a y política de América Latina que permitan ubi­carla en el e!'lquema de divi~ión internacional del trabajo que prefiJaron y usufructuarán La.a grandes potencias ( •) .

En su~ relacior~es económicas con América Latina, e) capital británico intercambia mate­ria:'\ prima" contra manufacturas. ]nyjerte en <>?.ras públicas (ferrocarriles, puertos. irriga.­Clon), y en '~Orvicios público~ (electricidad. gas, !'lanidad). q~e permiten extraer y transportar las p~oducctOne!'l coloniale:! hacia la metrópoli. ademns de ser rentables en sí mi1'mas. El capi-

1 /¡114 CtM#!Wifr~'IIJ reM}6c-.. F o):v\j. d4 CIJII .. rra. ..F..e:>nlllni.:a. lJé.. &lro.n,...,.,. Alrft, ltH., p. U4.

2 J11lio h-uwLD. 1-af'• ..,,,;., r..ooo ÓWitCo lJnt..inoo ..,. o1 P. e 0 ¡,. P141to, &hit rl&l 11r 1.-t 1 "t>'l& do B •u• A !reo, l.9i14, p. 54:'

8 IUc:ant O:"tft. Jli_.t.,ri• 1-.rt·~ íra·4'4 ¿, lo Ar~li'tn .. t'J!J.. IUO, Tc.JDo [t, Q,¡oltulo 1•. E<l;torlal Jtall!:.t. Bo•IUI Aires. 1!1!515.

FicluuJ, Octubre 1965 ----~-~

tal británico se invierte asimismo en activida­des agropecuariM, fore!ltale!l, mineras y de co­lonización; en consorcios bancarios, financieros y mercantiles. Gran Bretaña adquiere un con­tralor predominante del comercio exterior en muchos paises latinoamer icanos. La realiza­ción de todas esta~ actividade::; y el contralor de tan poderosos resorte:; estimula al mismo tiempo la demanda de productos manufactu­rados y de empréstitos provenientes de la me­trópoli. Por su carácter de exportadora de productos manufacturados, y por el atraso téc­nico general que va sufriendo, Gran Bretaña no desarrolla, y por el contrado hostiliza, indus­trias competith·as en América Latina, partici­pando solamente en aquéllas complementarias de inversiones primarias de viejo tipo (frigo­rificoR, petr6Jeo1 talleres ferroviarios). ~

A partit· de la primera postguerra de 1918 y siguientes, Gran BrE'taña va sufriendo serias derrotas en lo lucha internacional por el mer­cado latinoamericano, infligidas por la crecien­te agresividad comercial de EE.UU., Alemania, rtalia .Ir' Japón. Evidencia su incapacidad de adaptar5e a la~ e~peciale~ condiciones creadas por la crisis de postguerra, y a las peculi-ares estructuras r problemas de América Latina, sobre todo en Jo r e1a.tivo a tipos de producción, ~ompo:-;ición ae Ja oferta y la demanda, eficien­cia comercial y facilidades crediticia~. Al mi~mo tiempo, sus inversione,- ~e estancan y retroce­den, tanto en lo relativo a monto como a lu­cratividad. Las inversione.s britúnicas, en efec­to, han de:;cendido de 4.983.000.000 dólares en L91 3, y 5.003.000.000 en 1939, a 2.600 millones en 1950. En 1913 obtuvieron un 4,7 íá de inte­rés sobre el capital im·ertido, y sólo el 7 ?ó de la inversión total no produjo beneficios; contra 1,6 ·" 62~" re::-peclivnmente para 1939. G

Esta caída en el volumen y lucratividad de las inversiones britñnka!l está relacionada con el estancamiento general de su economia, !'!U pro­ductividad y Hu expansión imperial, qut" más arr iba analicé; con las vicisitude::~ de la economfa latinoamericana entre nmbas guerras mundia­les, y su secuela de trastornos sociales y polí­ticos, moras y re~tricciones a la remi::;ión de interese:; y benefic)os; y con el predominio de las inversiones británicas en servicios públicos. empréstitos y otras actividades de lucratividad menguante. A elle> ~e agrega, a partir de la Segunda Guerra Mundial, el rápido y general fortalecimiento del poderio y de la influencia de Estados Unidos.

1 Alrllf• Oullnn, l:~ala~•~ tw.t.W . .J.~ tt-.o.. Edlt.ot"ial ~ 8- Al-. H.U, C..&>i\do 1~.

& Ctr. Pa.ul P. ()1ao r r C A4J """ lllckmu.., 1::.-.-... 1> tn­Y.v...~a.: l..ath-~;a,.c. F'o11d.<l b \A.Jt.¡,a-n.. tt"óa} ... C"to. Me"X ca­.3"J.enoa AIT•. 1 tU: W F~~~ti•~-a y- .E. HamtL-ln. Dc1Gr9t n. la -1rt.bita. l..c.r,,.~ "Mt:11<o--13•erx. Aire.. Ftmc!o U Cu tura Econ4miC"&, l~U.

Con ltltd6n del Retroceso y E~hm:n de U('lH' lm

_ Cr 111 Bretaña llega a ocupar en lo último:; nno 1 tercer lugar entre Jns nndoncs que co­merc n con Latinoamél'iCJt, muy detrás de EE.l l'. Y n la zaga de Alemnnln Occidental.

En 1956/58, Gran Uretm n recibe de Latino­amét icn un 7,8 'i tle su lmporl..ncione:;. y le envía un 4,5 '7c de sus xpot'Utcione. . Recípro­camenw, Latinoamlirlcn J cclbc de Gran Bretá­ña un 5 e~ ele su lm}lorltclone, \' le em•ía un S,G i< de sus CXJIOI tnclone~. L~!-i relaciones comerciales ml\8 lnt<!tlll.IS de Gran Bretaña con Latinoam(•l'icn 1«>11 lns operante11 con Argentina Y Yener.ucln, I'Ct o • nt• u.so en lo que Argentina respe<'tn, lns ex portactoncs británicas han cai­tl~ de liO.I millones de libras en IV61 a 46,9 mlllmw.1 t•n 1!162 y a 25 millones en 1963 · la p:rrlicipucion británica en las importaciones' a1·. ge11tina~ hun bajado del V,5 '1 en 1961 a 8 7é ~~~ 1 nG:J, .. v a 7,5 ':'r· en 1964, año en que esas unpnrt actone~ vuelven en general a subir. En HH>!l, lln 11.2 ·~, de las inversiones privadas di­rccllt!il de Gran Bretai'ia en el exterior va a lAttinonmér.icn. y de esa zona extrae un 5 % de sus g •unnctns extm-metropolit.anas (en ambos casos. excluidos los rubroli "petróleo" y "segu­ro~"). J ... t casi totalidad de la ayuda oficial brll.ftnlcn 11 pafse~ subdesarrollados en años recient .h.1 ido al Commonwealth. Aunque la:> lm· 1 tone 1u·ivncla~ británicas en Latinoa­médcn cr 'C n •·ñpidnmente desde 1958, siguen !'epres. ntando menos de la cuarta parte de sus lll\'Crstonc Jll'ivndas fuera del Commonwealtb Y ~ólo G • de todas sus inYersiones en el ex~ t~r10r. lL1 nm) or parle de la inversión privada d1rcctn de origen bl'itñnico va al Bra<sil (50 % en 195~!), Y en mudto menor medida a la Ar­gentiun ) 11 M~'Cico: '!-" a industrias manufac­turadas (85', e11 195!1)."

De~<le hncc Yn. \'m·ioH años se presencia una reactt vuclón 41cl tntcrés y la iniciativa de Gran Bretmin en Jns po::¡ibilidades económicas, actua­les )' fulUI'flll, du Latinoamél'ica¡ y un cambio en !os llnenlllicnlo~ tt·ndicionales de su actitud h.acta _la zonn. _IWo e~tá determinado por va­l'las t••rcunstnnct:t~. 1

Los mfltl lúcido~ Rectores británicos de la gran CJHprcsa y dt>l E!-itado toman conciencia del ritmo ncclerndo y de la gravedad de la de-

G Vatoo <<>nunld<M <1> Nt lit> d~l Cornil<! ok Pnlltíc« bacia ¡,.. l'at.o .. S~bd.......,lladoo, de la Fed..,.ad6n Hrl"-nica de lndu,triaa subr~ ~lacluna rt'Or.:6mlt'U rntre- Grao Bretaña ., LatitH.arntriea: 7 -.n di$C"ul1fo dd Enral'l. .... do df' N<-2'odos •n Ar•r>ntina T &. !Wt<TI: Tito llt1t1ktro ot Che 11••,. 1'1•"'- 20l!f62 p 2~3 2!1/• 2 .,:, p . 382, %0 10 G~. p, RV. • • · • ••· •

1 J:J ""'lmlm qu~ ha.,., •' •1 emblo de ....,.ld6n brilini<"a 1oa1a

~n e.urnta, eobre to-do, la.t t;lpltn~ fuf'otn : •l infotmt' citado en Ja oot& prH.-.itoAtil!': 1u ODinion.._ d~ Str Geourae Rolton, Pr~id~Pnte dcl 8ank of l.on~on and South Amuica ' Oporlttroldlldu P"na .,¡ ram~d<> <Ot& f.alorooat~t<'rko, m Tlo~ u.,;.,,, .. , jallo 31 de 1963 p. 1(:8; diaruno d'"l tnbmo e-n &. (:ámara Bril&ni" dt" Comtn::io- d; San Pablo, Tlu H.n..w •• , 10 do aaoow de 1163, p. 226; además. utrao totoo citad .. rnb abajQ oobre el lll.iamo t<>m&.

~ ~dencia ingJe¡;a en el mundo y en Latinoam­nca, Y de .la necesidad ele reaccionar antes q~ sea demas1ado tarde. Comprenden a la vez qQ esa reacción debe ~r veloz y realista, y de~ e toma1· en cuenta Importantes modifieacion e que se vienen desarrollnndo en el plano inte~il n~cio~al. Como lo evidencian la e>.:perienc~­hJstórlCa, el propio dchilitnmicnto de Gran Br <t

taña y el ascenso he?e.n~ónico de EE.UU., q: cad~~~do ya ~oda po~1b1hdad de mantener una PO:>ICton domuwnte n simplemente comoetiti"\>. en la economíu y b política mundiales, ;obre l ~ base .exclusiva o _PrÍl.l•Ordial de la capacidad f¡~ nanc1ern de la Ctty mgle;;a. El poder dehe ~~" busca?o en ca?1bio a través de la aptitud il\ dust¡·¡aJ, espectalmente 'li se pretende estrech· ' 1 1 · <tr azos con e mmenso bloque de países en des· rrollo, el acercamiento con los cuales es indi:· pensable para reactivar la economía británi~ • Y restituirle un papel importante en el comerci 11

mundial. o

No ~on éstos los únicos cambios importantE! a considerar. En ~os últimos a?os parece vo¡~ verse a la normahdad econótruca, después de más de dos _décadas de prosperidad emergente para los patses avanzados de las finanzas d guer~a. de _la reconstrucción postbélica, de nuf1: vas In\'ersiones de capital y del costo de ~ Gu~r~·~ Fría. Esto significa, por una parte, lt~ po~1b1hdad d~ una recesión general y la consi_ ~UJente ~eceRtdad de que Gran Rretaña se rea. J~~te a. tiempo: y (XII' la otra, un eventual de, b.IIItam1ento de la Europa continental. La ten. ~tón entn: ~~.UU. y la URSS tendería a rela_, Jar:;e, pernut_1enclo cierto acercamiento entrl:! ambas ~~tenctaf'., a lo que contribuiría tambiél\ la reacc10n de la segunda frente a su conflict{ con China comunista. Este relajamiento de 1·> t~n~ión reduciría también la importancia estr~ teg1ca de Europ~l Occidentul, afectada asimism<l por la .eventuahdatl del fin de la prosperidaq postbéhca. G:an Bretaña se ve excluida det Mercado Co~mn ~uropeo por la inh'ansigenci~t fra~1cesa, e mduc1cla as! a alejarse de la partl! occtde;tlal ~el continente. Todo lleva a. Gral\ Bre~ana a tn:tponer::~e un replanteo de su diplo. m~cta mundtal ~ "unu penosa revisión de su~ metodo:; comerctales y financieros" a busca}' "un nuevo espíritu de empre.<ia", y' a concen. trarse ~n nuevos mercados. Ello la lle\'aria a reap;<?'omar::;e al Commonwealth, al bloqu~ sov1ct1co, a EE.UU. ~· a Latinoamérica, para establecer con todo~ eiJo¡.; relaciones comercia. les, financieras ~· cuHut·ales má~ e:-;trechas.

Sir George Bolton, Presidente del Banco dt: Lond.res y Améri~a del Sud, reconoce que "la!> relaciones comerc•alcs y financiet·as entre la.'\ naciones industriales del Hemi-.ferio Norte y las Xaciones en desarrollo de América Latina son peores hoy <¡ue en cualquier otro momento

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del siglo"; y que las sucesivas crisis de pagos de las repúblicas latinoamericanas son all·ibui­ble~. por lo meno~ en parte, al fracaso de las naciones nordatlánticas para hacer ajustes sig­nificativos en sus políticas financieras r comer­ciales que tomen en cuenta las condiciones rá­pidamente cambiantes de Latinoamérica". El mismo Bollon agrega en otra oportunidad que lo!l gobiernos de Europa y de Estados Unidos deberían "adoptar una actitud más benevolen­te hacia los varios experimentos políticos in­tentados por los países de Latinoamérica, y

abstenerse de asumir que sus propias formas de gobierno y sus politicas hacia ese gran sub­continente, son de inspiración divina".

Por añadidura, tal como lo reconoció el prin­cipe británico Felipe de Edinburgo después de una gira por diez países de Sudamérica 8,

carece ya ele validez el concepto de que aquélla es productora de materias primas e importado­ra de productos manufacturado:;. Se convierte rápidamente en un continente industrializado, y lo que necesita no son artículos manufactu­rados. s;uo ias maquinarias o conocimientos pa­ra :ms propias industrias de productos. centr a­les de energía, refinerías. transportes, comuni­caciones y otraR • • 21 error más grave que per.o;ona alguna .,uede cometer es suponer que

Fichas, Octubre 1965

las condiciones :,;:.hticas. industriales y comer­ciales, so1 ••ecesariamente comparables en to­dos los paíseo; ;.:udamericanos. Agre~ó que es "natural" que cada nación d~ee administrar sus propios servicios públicos, tarde o tempra­no, y sienta desconfianza hacia. negocios de propiedad totalmente e"'tranjera.

Los recursos que Latinoamérica requiere pa­ra industrializarse deben provenir ante todo de sus ingresos de exportación, no sólo de produc­tos primarios como hasta ahora, sino también de los manufacturados. Ese desarrollo dará además nueva demanda de producción indus­trial pesada de origen británica. Por ello, se afirma la necesidad de abrir los mercados de Gran Breta1ia a las exportaciones lat-inoame­ricana~ para mejorar las posibilidades comer­ciales de aquélla. en la zona. "Las repúblicas latinoamerieanas -ha dt!clarado Sir George Bolton- pueden volverse mercados eminente­mente satisfactodos para Jos productos de la industria pesada británica, siempre que aquélla:> puedan comerciar con nosotros en iguales tér­mino¡;, es decir, agregando las manufactura>~ a sus exportaciones. Ello significaría que eli­minemos nue;tras tarifas protectoras. lo que

Tres Obras de Rodolfo Puiggros

Integración de América latina Factores ldeológ icos y Políticos

Historia Crítica de los Partidos Políticos tomo 1 - Pueblo y Oligarquía

tomo 2 - El Yrigoyenismo

JORGE ALVAREZ- EDITOR

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lntJ·ulluciria una "brisa fría" pua alguna.~ t·a­mns. de la industria británica; pero si hemos con. ulcrado esta posibilidad en conexión con el Men·ado Común Europeo, debería ser también un:1 ~ipótesis lógica para un objetivo final aún mas •mportante".

At'titudes Práctica~ de ]a Nueva Postura.

E~ht nueva postura se refleja, no sólo en Jos

lineamit'ntos teóricos expuestos, sino también en actitudes prácticas.

Así, el 10 y 11 de marzo de 1964, se l'eali­Ul en Londres una reunión convocada por "The Jli¡;panic and Luso Brasilian Councils", con la roope1 ación de "The Western Hemisphe­I'C ¡.;xports Council", para analizar las pers­pc•c!lva.• que ofrece actualmente Latinoamérica ni mcremento del comercio y las inversiones i~glcsa~. A dicha reunión fue invitado espe­ctalmente el Dr. Felipe Herrera, presidente dc.l Hanco 1 nteramericano de Desarrollo. El rmamo ~ostuvo en. su exposición que los países tndu!ltnales. especmlmente europeos. están ínte­r~ mios ~n detener la caída de los precios de las c~port~ctones latinoamericanas, pues la capa­culnd Importadora de América Latina depende fundamentalmente de su comercio de exporta­CIÓn, de manera que el mejoramiento de éste llerivuria de inmediato en un aumento de su cnpncidad de importar los bienes de capital de que deberá pro,·eerse en los mercados de Jos 11nis~s industrializados. En lo referente a in­versiones e~ Amér_ic~ L~tina, destacó que el proc~o. ~e m~us~nal~~ae1ón y de integración no sa~n1f1ca dtsDUnuc1on de las necesidades de importación, sino que, por el contrario obli­gru·{l a una ampliación de aquélla así' como de las oportunidades para la inversión privada cxtcmu. Destacó asimismo el papel que ce­l'll'Sponderá al capital extranjero como elemen­to fundamen.tal para la aceleración de dicho Jli"'OCCSO de Industrialización e integración o.

Lo~ pro~ulsores de la nueva estrategia bri­tl\nicJI hac1a Latinoamérica han reaccionado también c~ntra la general y profunda ignoran­cia que ex1ste en Inglaterra, respecto de aqué­lla zonn, Y en todos los niveles sociales in­c.lu o en. el plano académico. En las univer-ldnde~ msdesas apenas se enseña castellano

) sm1 mu~· escasos los estudios sobre tema~ lntlnunmencanos, Jo cual "tiene algo que ver con h1s pob~e.'l realizaciones de Gran Br&tJlña

n us relac10nes económicas con América La­Uun, uunque es claro que en ello operan tam­bl ·n ot•·ns fuerzas". Para enfrentar este e.<>ta­d de co"as. el "University Grants Committee" t nt Independiente que administra los fondo~ 1 lgmulo!l por el gobierno británico a la edu-

1 "'" Y, llut'lloe Aireo, 11 de marw <l• 1964, 11• u.

cación superior, creó un comité para "exami­nar el desarrollo de los estudio:> unjversitarios :;obre América Latina y considerar y aconsejar propueslu:; para futuros desanollos". Dicho comité publicó un informe, según el cual el est .... do de los estudio:; latinoamericanos en las umversidndes británicas "fracasa totalmente en refle.ar la im~o~·tancia. l'COnómic~, pol!tica y e 1ltural de Amel'lca Latma. RefleJa en <'ambio falta de interés y una Ignorancia generaliza­d,a ~cerca de esta .gran zona en Gran Bretaña". J"l mforme ¡·ecom1enda, entre otras cosa¡¡ como parl~ de un plan decena! (1965-1975,, lo -,i¡ruien­te: mcreme.ntar la enseñanza del castellano y

del portugues y un aumento marcado de t'studios latinoamericanos en las universidades· crear centros universitarios de estudios latin~ameri­cnnos, uno de los cuales debería realizar cur­sos jntensivos para empresarios en idiomas castellano y portugués y sobre conocimientos bá~icos de la realidad latinoamericana; insti­ttu~. cursos de post-graduados referentes a la regwn; crear 45 nuevos puestos de emteñanza e .i.nvestigación en las 5 univer:oidades que se ehJ~n. como ~entros básicos para. el estudio de Amer1ca Latma, y otros 30 en otras universi­dades. que v~yan a~pliando su interés por los estud1os latmoamencanos; asignar más fon­do~ para yiajes de intelectuales británicos y latmoamencanos; y asistencia financiera a l~s universidades para que aumenten las sec­CIOnes de sus bibliotecas dedicadas a temas latinoamericanos 111,

En diciembre de 1964 se anuncia en Lon­d~es q.ue la "United Kingdom Air Transport L1.cens1ng Board" autorizó a la "British United A1r~vays a operar un servicio aéreo entre aquella cap1~ Y la costa oriental de Sud América y

Santiago de Chile; :>ervicio que tuvo a su car­go Y aba~do':ó la empresa británica B.O.A.C. La autor1zac1ón ha sido concedida por 15 años, período mayor del usual. La solicitud fue respaldada por 392 compañías británicas que se hun C?fl.lP1'omelido a dar su apoy~ a_l nueYo serv1c1o en todas las formas po­~~ bies 11 •

. Se crean el "British National Export Coun­cll"~ con u.n Comité para las Exportaciones ~1!moamencan1_1s. La "Canning House", el .. '" ~s~ern He.mlsphere Export Council" y el

Br1t1sh. 1 m¡~llute of Management" organizan dos sem1nanos, uno sobre Latinoamérica y el otro sobre Ar~entina. Firmas como Ja British Oxygen orgaruz.an sem~narios especiales sobre el r_nerc~d? Jatmoamer1cano, destinados a su eqUipo dmgente.

(Co11tinuar·á en el pr6.cimo uútnero}

u!~. Thc Uc•i<~t• .... """'" 30 d~ lVSG, p. 123, V~i<h• 11 tebnro

11 TI<• Jlcvi.,.. , . .• 11 <k> dicicmbr• de 1964, p. 399.

Page 35: Revista Fichas de investigación económica y social - N° 7 (oct. 1965)

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Fotografía publicada por la revista LIFE en febrero de 1964. El texto acusa a Perón de ser a¡'tnte nazi.

lance de pero • ,smo El peronismo y la Vida Argentin~ por Juan Carlos RuhinL tein • Documentos para la Historia del peroni mo, por Juan Domingo Perón. Eva Perón y otros • Pregunta~ y Respuestas sobre el peronismo, por Milciades Peña • El Mito de la Revolución '"Prohritñnira'' de 1955~ por Alfredo Parera Dennis • Peroni mo y ru eri mo, por Jorge aga~t ume • La Economía Post-peroni tn., por Víctor Te ta • Tales son algunos de Jos trabajos que publicará FICHA: en su próxima entre­ga, prosiguiendo con el temn: ''Diez años de peronismo, diez años de antiperonismo. \'einte años de eHt.ancamiento" • Aparece en la segunda quincena de noviembre.