restauración de dos paños hispanomusulmanes del monasterio...

Restauración y conservación de tejidos antiguos. Plaza de Herradores Nº 6 semisótano. 28013 Madrid. C.I.F. B-84457134 Tfno 646019703/915423352 www.aletrestauracion.com

Restauración de dos paños hispanomusulmanes del monasterio de San Zoilo. Carrión de los Condes, Palencia.

Paño de loros


ESTADO DE CONSERVACION

Entre las piezas expuestas en la catedral de Ávila en el año 2004, Con motivo de la exposición “Testigos” dentro del ciclo las Edades del Hombre, figuró este extraordinario paño hispanomusulmán procedente del monasterio de San Zoilo sito en Carrión de los Condes. ……………………………. La pieza se acondicionó provisionalmente, y se montó para la ocasión sobre una superficie rígida confeccionada con dos planchas de policarbonato unidas entre sí, atornilladas a un marco de madera y forradas con una sola capa de un tejido mezcla lino y algodón al 50 %. Todo el perímetro del paño se fijó mediante una costura a punto de ojal con puntada larga y apretada con hilo de algodón color beige. El campo central estaba sujeto con líneas de fijación, en sentido urdimbre, de una longitud de 20 cm. y con una separación aproximada entre ellas de 19 cm. ejecutadas con hilo de algodón rojo. Había sido lavado para la ocasión. Cuando llegó a nosotros para proceder a su restauración el estado de conservación era aceptable, La pieza se conserva integra, caso extraordinario considerando su origen y características. Estaba cubierto por una ligera capa de polvo y con pequeñas manchas de gasa, gotas de cera dispersas así como manchas difusas de carácter permanente y origen desconocido. El campo central sufre un acusado desgaste aparentemente por uso, y pequeñas pérdidas de materia en forma de lagunas. Se encontraba deformado y con ligeras arrugas en la zona central. Los daños más importantes aparecen a lo largo de todo el perímetro y están producidos por dos causas diferentes. La primera, en los laterales, provocada por la naturaleza de los orillos que están formados con tres gruesas cordelinas de cáñamo las cuales, desde su confección, provocaron tensiones muy fuertes entre el fino tejido de seda y la fortaleza de las fibras de cáñamo las cuales responden de forma muy diferente ante los agentes medioambientales. Los movimientos de extensión y tracción además del comportamiento desigual entre las dos fibras al lavado encogiendo el cáñamo de forma considerable frente al tejido de seda, provocó un fuerte desgaste y pérdida de materia en los bordes así como una serie de fruncidos con aspecto de abolsamientos en los laterales. Por otro lado, El frágil estado de conservación y la pérdida de materia de los extremos longitudinales, son bebidos, en gran parte, además de lo anteriormente señalado, a la agresividad de los colorantes y los mordientes de la gama oscura, principalmente de los colores pardos. El carácter ácido de los taninos del zumaque y las agallas de roble produjo el deterioro y la ruptura de las fibras de seda teñidas con aquellos colorantes. .


Daños y deformaciones en los orillos

Daños por roce y por el efecto de los taninos de los colorantes


TRATAMIENTO

El tratamiento de restauración se llevó a cabo conforme al criterio de “mínima intervención” y de acuerdo a las pautas marcadas por la dirección técnica del Centro de Conservación y Restauración de la Junta de Castilla y León, los análisis de fibras y colorantes fueron realizados por el laboratorio de dicho centro. Los análisis de ligamentos los realizó la restauradora del IPC de Madrid Doña Pilar Borrego y los trabajos de campo de restauración corrieron a cargo de Mónica Moreno, Arancha Platero y Sarai Fanlo de la empresa Alet Restauración S.L. Como primera medida, antes de intervenir sobre el paño se realizó un completo reportaje fotográfico de la pieza tanto del aspecto general como de detalles. Posteriormente se hizo un estudio completo de la pieza en el que se registraron dimensiones, tipos y categoría de los daños, tipos y categoría de intervenciones anteriores así como cualquier anotación que pudiera ser útil a la hora de la intervención. Se tomaron muestras de fibras para su identificación así como la de los colorantes y para realizar las pruebas de fugacidad y resistencia al los diferentes tipos de tratamiento a fin de determinar el tipo de intervención a practicar. Se comprobó el ph. Una vez obtenidos los resultado del laboratorio, y conocido el ph, las diferentes muestras para las pruebas de lavado y resistencia Se humedecieron con agua desmineralizada y se colocaron entre papeles secantes bajo peso, Pasadas 24 horas se comprobó que no había trazas de fuga de color en ninguna de las fibras. Este proceso se repitió impregnando las fibras en tricloroetileno, esencia de trementina y alcohol (disolventes que se utilizarían puntualmente más adelante para eliminar manchas de cera y de grasa.) Tanto los análisis químicos como los físicos indicaron que podía realizarse una limpieza acuosa sin riesgo para la pieza. La primera intervención, antes de desmontar el tejido consistió en una minuciosa aspiración con boquilla fina y potencia suave de todo el anverso protegiendo el tejido con un bastidor forrado con tul y levantando el polvo incrustado con ayuda de brochas de pelo suave. El paso siguiente consistió en el desmontado del soporte al que estaba cosida, se fue enrollando sobre un tubo de cartón forrado con una malla de algodón a medida que se iba progresando, una vez libre se colocó con el reverso hacia arriba sobre una superficie plana y se procedió a la limpieza del reverso por el mismo sistema empleado en el anverso.

Antes de proceder a la limpieza acuosa se trataron los depósitos de cera, se ablandaron con esencia de trementina y etanol. Los restos se eliminaron colocando por el reverso del tejido una lámina de papel absorbente en contacto con el tejido, y otra lámina de papel absorbente por el anverso y se aplicó calor controlado con la espátula caliente de punta plana, para trasladar la cera al papel absorbente. Las manchas de grasa se eliminaron con alcohol y tricloroetileno, aplicando localmente mediante hisopos y tamponando con láminas de papel secante para retirar la suciedad.

Posteriormente se procedió a la limpieza acuosa colocando la pieza sobre capas de secante y humedeciendo por pulverización toda la superficie del tejido con agua desmineraliza para no producir movimientos bruscos del tejido al mojarse repentinamente de forma puntual


Posteriormente se fue impregnando de agua hasta alcanzar la saturación, se dejó actuar el agua y por medio de tamponación con secantes por el anverso se fié retirando la suciedad hasta que los secantes no mostraron restos de suciedad.

Posteriormente el tejido se colocó sobre la mesa de alineación trazando líneas testigo formando cuadrículas. Utilizando como guías las líneas trazadas con anterioridad, se fue alineando el tejido con ayuda de de agua nebulizada, rectificando las deformaciones que no eran permanentes con el fin de recuperar su alineación y dimensiones originales. A medida que se iba alineando el tejido las zonas corregidas se inmovilizaban con presión bajo cristales. La consolidación se realizó por el reverso con soportes en las zonas que lo requirieron para lo que se eligió un tejido de seda 100% de similar densidad y textura teñido al tono dominante de cada zona. En zonas puntuales fue necesaria la matización del color con crepelina de seda, igualmente teñida para la ocasión.

Colocación de los soportes de consolidación


Las zonas laterales con los orillos necesitaron soportes continuos en forma de bandas para consolidar y proteger los laterales extremadamente frágiles.

En el campo central solo fue necesario consolidar con soportes locales las pequeñas lagunas y las zonas muy frágiles o debilitadas.

Las bandas decorativas de los extremos, debido a su delicado estado de conservación necesitaron un soporte total y de diferentes tonos de acuerdo con los colores predominantes.

La consolidación y fijación de los soportes se realizó a punto de bolonia con hilos de seda organsin de un cabo teñidos al efecto. Las costuras se realizaron sin crear tensiones para permitir el libre movimiento del tejido.


De forma consensuada con la Dirección Técnica se optó por volver a montar el paño fijado

sobre el mismo soporte de exposición con una nueva base formada por una capa de muletón suizo de algodón 100% y cubierto con un tejido de lino lavado tipo “Velazquez” ajustadas al mismo marco de madera.

La pieza se colocó sobre el lino realizando una serie de líneas de fijación en sentido urdimbre para repartir las tensiones de manera uniforme en toda la superficie, Las líneas se realizaron contrapeadas, partiendo desde el centro de la pieza. El sistema de costura, con hilo de algodón granate, fue a punto de bastilla muy flojo dejando los extremos sin rematar. El perímetro se recibió al lino a costura con punto de ojal muy flojo y abierto


Restauración de dos paños hispanomusulmanes del monasterio de San Zoilo. Carrión de los Condes, Palencia.

Paño de águilas


ESTADO DE CONSERVACIÓN El estado de conservación de esta singular pieza, se puede considerar de malo. Sufre deterioros irreversibles fundamentalmente por el uso al que fue destinada, se empleó como sudario y aparentemente fue su primer y último empleo ya que no se observa ningún tipo de remate propio de un tejido de tanta calidad. En su actual estado de conservación han intervenido diversos factores. De entre los que destacan los daños producidos por la exudación del cadáver que ha causado manchas marronáceas y lagunas producidas por el desarrollo de bacterias propias de estos procesos, la formación de diversas colonias de microorganismos de color blanquecino, la degradación de algunas zonas del tejido por envejecimiento y oxidación de las fibras, y numerosas manchas de cera de abeja caídas sobre el tejido probablemente por la iluminación de las repetidas aperturas del sepulcro.

Como consecuencia de lo expuesto arriba, al secarse los productos de la exudación del cadáver, se endureció el tejido, dejando muy quebradizas sus fibras en las zonas que habían estado en contacto con el cuerpo. Estas circunstancias han sido la causa de que, en áreas fácilmente detectables, los hilos de trama, se hayan roto o desaparecido, quedando las urdimbres flotando con un aspecto deshilachado.

El tejido parece haber perdido sus características específicas de flexibilidad y resistencia. Se apreciaban en toda la superficie, zonas muy sucias con manchas oscuras y depósitos de sustancias orgánicas procedentes del cuerpo que envolvía. La parte más afectada se encuentra en la zona central donde se observa la huella dejada por el cuerpo junto a una gran falta de tejido. Esa misma zona destaca por tener el tejido acartonado y quebradizo así mismo, el ángulo superior derecho tiene una gran laguna, y diseminadas por toda la superficie lagunas de menor tamaño, rasgados, deshilachados y rajas por trama y urdimbre.

Toda la superficie del tejido presenta una disminución de su resistencia mecánica y aunque los daños no son de igual intensidad, en toda la superficie de la pieza, las pérdidas de materia provocan una importante disminución de la cohesión entre fibras que se manifiesta en la disminución de la resistencia mecánica del tejido y por tanto en una inestabilidad generalizada del tejido.

Tenía dobleces y arrugas muy pronunciadas y bien marcadas producto de los pliegues de la envoltura del cuerpo durante un periodo largo de tiempo en el que la humedad de la exudación actuó como fijador.


Arrugas y deformaciones

Lagunas, perdida de tramas y urdimbres flotantes


5.

Lagunas


TRATAMIENTO

En líneas generales los criterios y pasos seguidos en la restauración de este segundo paño fueron los mismos que en el anterior aunque la intervención fue más importante. Las actuaciones que se realizaron en este fueron, en cuanto a los pasos previos, los mismos que en el paño de los loros.

El lavado elegido en este caso fue el lavado por inmersión en baño con detergente, se eligió este método por ser el lavado en agua con detergente bactericida y fungicida el más idóneo para eliminar la mayor cantidad de elementos nocivos y un buen sistema para mejorar la elasticidad de las fibras.

Se procedió a la protección de la pieza mediante un encapsulado en tul para inmovilizar el tejido por medio de costuras, traspasando los dos tejidos de tul, a punto de bastilla rodeando las lagunas y aprovechando los rotos y rajas para insertar las puntadas y evitar desplazamientos del tejido en el proceso de lavado. Posteriormente se sumergió en un baño de agua desmineralizada con una solución de detergente neutro al 5 %, se dejó actuar el baño y por tamponación suave de la superficie de la pieza con esponjas naturales, se fue removiendo la suciedad. Por último se aclaró hasta la total eliminación del jabón.

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Preparación para la limpieza

Detalle del encapsulado


El resto del tratamiento así como el montaje de exposición se realizaron con arreglo a las mismas pautas que las seguidas en el paño de los loros.


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Detalles de las dos grandes zonas de lagunas después de la restauración.

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