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Revista Crisana Digital – Agosto de 2015 “YA ESTÁN BLANCOS PARA LA SIEGA...” Nº 24 “YA ESTÁN BLANCOS PARA LA SIEGA...” RENOVACIÓN

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Revista Cristiana Digital

– Agosto de 2015

“YA ESTÁN BLANCOS PARA LA SIEGA...”

Nº 24

“YA ESTÁN BLANCOS PARA LA SIEGA...”

RENOVACIÓN

Renovación nº 242

R E N O V A C I Ó NNº 24 – Agosto - 2015

COLABORAN EN ESTA EDICIÓN:

Jorge Alberto Montejo

Rafael Narbona

Carlos Beorlegui

José Manuel Glez. Campa

Antonio Cruz

Isabel Pavón

Manuel de León

Juan A. Monroy

Adrián González

Ana Mª Medina

Alfonso Ropero Berzosa

Plutarco Bonilla

Juan Larios

Ignacio Simal

Héctor B. Olea Cordero

Charo Rodríguez

Renato Lings

–––––––––––El editor no se identifica necesariamente

con todo lo que los colaboradoresexponen en esta edición.

SumarioResponsable de la edición: Emilio LospitaoWeb de la revista: http://revistarenovacion.esCorrespondencia: [email protected]

Editorial ..............................................................................3Opinión: Sobre orientación y..., J. A. Montejo.....................4FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA:

¿Podemos vivir sin Dios?, Rafael Narbona ....................8Sobre Espinoza, Jorge Alberto Montejo.......................12La ciencia actual abre... (y #2), Carlos Beorlegui .........18

CIENCIA Y RELIGIÓN:Más allá del síntoma de..., José M. González Campa ..24¿Por qué las plantas buscan la luz?, Antonio Cruz .......26

SOCIOLOGÍA Y CRISTIANISMO:Mito, mitraísmo y cristianismo, Isabel Pavón ..............29¿Qué lleva a una persona a entrar en...? RIES .............32Juan Manuel Sánchez Gordillo: ¿koinonía...? ..............36¡Por fin vacaciones!, Miguel de Olaiz. .........................37Familia monoparental..................................................38Definición de la familia ................................................39

HISTORIA Y LITERATURA:Hurgando en la historia, Manuel d León......................40Sara J. Hale, Feministas Siempre (Facebook) ...............42Mark Twain, Juan A. Monroy .......................................44Susurro literario: Ventanas verdes, Adrián González...46Mirar para contarlo: El hombre..., Ana Mª Medina.....47Reseña literaria: Apocalipticismo..., Eliseo Vila ...........50

ESPIRITUALIDAD:Nacer de nuevo, Alfonso Ropero Berzosa ....................52Robin Hood, Julián Mellado.........................................62Cuando Jesús pasa... #6-, Plutarco Bonilla...................63Con cariño, pero con hartazgo, Juan Larios .................64Jesús dejó muchas cosas en el tintero, Ignacio Simal..67El hombre fue creado primero..., Héctor B. Olea ........70Cosas de casa: El modelo de la iglesia..., E.L................74Poesía: No sé quién eres, Charo Rodríguez .................79Diccionario Bíblico Crítico: ¿Costilla...?, Renato Lings .79

MISCELÁNEASMaravillas de la Naturaleza ........................................80•Humor ........................................................................81•Nuestro rincón galáctico: Asteroides..........................82•Diversidad natural: Pez de sangre caliente .................84•Día Internacional de los zurdos ..................................85•

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Através de Facebook nuestro amigo –ycolaborador esporádico de estarevista– Alfonso Ropero Berzosa nos

informaba de la ponencia que iba a exponer el22 de julio en Mexico DF con el título “Elpapel del libro dentro de la iglesia”. Quienes leleemos conocemos su constante empeño en quelos cristianos lean, y lean buenos libros ademásde la Biblia.

Los libros no solo son buenos amigos, sino losque nos abren las ventanas del intelecto, que eslo mismo que decir que nos hacen más libres,porque nos presentan la realidad desde todaslas perspectivas posibles. Y, sobre todo, a loscristianos, no ayudan a ser auténticamentehumildes. Sí, digo bien, humildes. Hoy tengodudas de dónde salió esa idea de que los“protestantes somos el pueblo del libro”. Heleído (¡en los libros!) que esa frase se atribuyeal antiguo pueblo de Israel a partir de la épocade Esdras y Nehemías. El Islam también loreclama.

Pues bien, resulta que el “cristianismo” comoreligión, con sus teologías, sus liturgias,normas morales, etc., no es tan original comovenimos creyendo, por no hablar del desarrolloteológico por el que tuvo que pasar – por esola teología es una displina abierta, sujeta arevisiones.

Cinco siglos antes que Jesús, el filósofo paganoSexto enseñaba: “Lo que desees que tu prójimosea contigo, lo mismo debes ser tú con tuprójimo”; y Pitágoras, que además dematemático era filósofo y taumaturgo, decíaque “aunque uno fuere maltratado, no debíadefenderse”. El estoico Epicteto, en el primersiglo, escribe: “Esta es la manera de actuar delfilósofo; ser azotado como un asno y amar aquienes le azotan, ser padre y hermano de todala humanidad”.

Celso (siglo II dC), el filósofo griego máscrítico con el que se topó el cristianismo,ridiculizaba a los cristianos precisamenteporque estos atribuían a Jesús una singularidadno vista nunca antes (que hoy el creyente sigueconfesando), pero sus críticas se dirigían a las

similitudes que existían entre los mitos de lasreligiones mistéricas y lo que los cristianosenseñaban acerca de Jesús (un dios hombre quemoría y resucitaba para no morir jamás). Aménde otras similitudes redentoristas, escatológicasy ultramundanas (cielo e infierno). Los Padresde la Iglesia, conscientes de estas similitudes,lo achaban al Diablo, es decir, las aceptaban.El Diablo –decían– había plagiado varios siglosantes, mediante los misterios del Mitra persa(Osiris egipcio, Dioniso griego, Atis sirio...eran sus homólogos míticos), el verdadero yúnico misterio de Dios en Cristo.

Mucho del pensamiento platónico está insertoen el pensamiento cristiano; tanto queClemente de Alejandría opinaba que losevangelios eran “platonismo perfeccionado”, yJustino Mártir decía que Heráclito, Sócrates yotros filósofos griegos eran cristianosanteriores a Cristo. Los iniciados en losmisterios (de Mitra, Osiris, Dioniso...) pasabanpor una experiencia semejante a la“conversión” cristiana, con los mismos ritos(bautismo y participación de una comidasagrada consistente en pan y vino) y vestidurasblancas como signo de purificación; a partir deahí, estos iniciados se consideraban personas“renacidas” y se esforzaban por seguir un estilode vida según las altas exigencias morales delos filósofos. Es decir, el término “pagano” noes necesariamente sinónimo de mundano(como no lo es hoy).

Fue el filósofo alejandrino Orígenes, discípulode Clemente de Alenjadría, quien hizo unadefensa de las verdades cristianas frente a lascríticas de Celso (Contra Celso). Una defensadesde la razón y el conocimiento. Es decir,razones teológicas e intelectuales. Por cierto,ya Celso tuvo que contender con los cristianos“literalistas”, que leían los primeros capítulosdel Génesis de forma literal. Con razón a Celsole daba la risa.

El empeño de Ropero es de primera magnitud:o leemos y nos ilustramos, o no podremosdialogar con la cultura de nuestro tiempo;porque la evangelización, hoy, pasa por eldiálogo, sin el proselitismo del pasado. R

editorial

UNA CURA DEHUMILDAD

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OPINIÓN

El pasado mes de mayo más de mediomundo se sorprendió ante los resultadosdel referéndum que se celebró en la Repú-

blica de Irlanda al aprobar mayoritariamente elmatrimonio homosexual por votación popular. El“sí” de las urnas se impuso sobre el “no” por uncontundente 62,1 % a favor de la ley contra un37,9 % en contra de la mencionada ley que apro-baba así, por ley, el derecho del colectivo LGTB(lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) a lalegalización de sus relaciones afectivas y sexua-les.

El hecho en sí no debería de sorprender aaquellos que luchan y defienden las libertades ci-viles y sociales en los países democráticos. Loque causa estupor es el hecho de que Irlanda esun país mayoritariamente católico y la primeranación que somete a referéndum el matrimoniohomosexual. Y sorprende aún más cuando en lamisma Irlanda hasta 1993 ser homosexual estabapenalizado incluso con la prisión. El “si” triunfómayoritariamente tanto en las ciudades más rele-vantes del país como en las zonas rurales, lo cualpone de manifiesto, sin duda de ningún tipo, laconcienciación de la sociedad irlandesa ante elproblema de la orientación y diferenciación se-xual. Este triunfo supone la reivindicación de losderechos y libertades de los ciudadanos ante elproblema, todavía no asumido por los sectores re-ligiosos más retrógrados y ultraconservadores dela sociedad que todavía son, por desgracia, ma-yoría. Pero, se imponen nuevas realidades en losnuevos tiempos que vivimos. El ejemplo de Ir-landa es tan solo el escaparate de una realidad so-cial que ciertos estamentos sociales y religiososdecimonónicos no quieren ver.

De manera más reciente aún hemos sabidoque el Tribunal Supremo de los EE.UU. declaróel pasado 26 de junio de este año que todos losEstados de la unión tienen obligación de conce-der licencias de matrimonio a parejas del mismosexo bajo la Décimocuarta Enmienda a la Cons-

titución de los Estados Unidos. Antes de la pro-clamación de esta nueva legislación en treinta ysiete Estados y en la capital federal ya estaba re-conocido el matrimonio igualitario. El país másdesarrollado del mundo se suma de esta maneraa la proclamación de las libertades civiles queantes ya habían desarrollado otros países, entreellos el nuestro, España.

Efectivamente, en nuestro país, España, comosabemos, la ley del matrimonio homosexual fueaprobada sin referéndum en junio de 2005. ElCongreso de los Diputados, en sesión parlamen-taria, aprobó definitivamente la modificacion delCódigo Civil que permitía contraer matrimonio apersonas del mismo sexo, otorgándoles los mis-mos derechos que los matrimonios heterosexua-les.

El texto que daba vía libre a los derechos delos homosexuales a regularizar ante la ley sus re-laciones recibió el apoyo mayoritario de la Cá-mara, salvando así el veto que el Partido Popularhabía interpuesto. Fue, sin duda, un gran logropara la reivindicación de las libertades y derechosen nuestro país. El mérito hay que atribuírselo alos sectores más progresistas del país con el Par-tido Socialista a la cabeza, presidido por el Pre-sidente Rodríguez Zapatero, el propulsor de quetal derecho fuera alcanzado.

Uno de los principales artífices de la lucha yreivindicación del colectivo LGTB en España fueel abogado y activista del PSOE Pedro Zerolo,concejal del Ayto. de Madrid y fallecido recien-temente tras larga y penosa enfermedad.

España se convertía así en el cuarto país delmundo, tras Holanda, Bélgica y Canadá, en apro-bar parlamentariamente la ley del matrimonioentre personas del mismo género. En el debateprevio a la votación el Presidente Rodríguez Za-patero destacó “la necesidad de construir unpaís más decente porque una sociedad decente es

Jorge Alberto Montejo*

ÁGORA SOCIOLÓGICA

*Licenciado en Pedagogía y Filosofía y CC de la Educación. Psicopedagogo.

SOBRE ORIENTACIÓN Y DIFERENCIACIÓN SEXUAL

Opinión

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la que no humilla a sus miembros”, añadiendoque la victoria de la reivindicación homosexual“nos hace mejores a todos” y que la reforma delCódigo Civil “ahorra sufrimiento inútil de sereshumanos” (Diario El País. 30 Jun. 2005).

Que en los países democráticos más avanza-dos del mundo se está imponiendo la necesidadde aceptar como un hecho irreversible la orien-tación y diferenciación sexual en la sociedad noadmite ya dudas de ningún tipo. Y esto, a mi jui-cio, por varias razones. La primera es la acepta-ción de una realidad evidente que por más que setrate de ocultar mueve el sentimiento de un co-lectivo de personas, el colectivo LGTB, que nohan elegido por capricho su sexualidad: esta levino impuesta por la naturaleza humana, indis-tintamente de las causas condicionantes quehayan podido influir en la orientación sexual. Ensegundo lugar, que este colectivo, como cual-quier otro, tiene los mismos derechos y las mis-mas libertades que el resto de ciudadanos por elmero hecho de serlo de un país democrático. Co-artar esas libertades por razones de sexo u otracausa va en contra del derecho constitucional porel que apostamos en su día los ciudadanos. Y entercer lugar, por un simple ejercicio de moralidad-pese a los “moralistas” de turno agazapados enel seno de distintas comunidades religiosas- quepresupone que el colectivo LGTB, como cual-quier otro colectivo, requiere del mismo trata-miento moral que el resto de ciudadanos.

No es intención de este artículo analizar aestas alturas sobre las causas que inducen a queeste colectivo de personas (por cierto, bastanteminoritario a nivel mundial) que integran el co-lectivo LGTB, tanto a nivel biológico, como ge-nético, hormonal o simplemente conductual, sedecanten por una orientación sexual diferente ala relación que podríamos calificar de “natural”,que es la heterosexual. Eso ya lo hice en un artí-culo anterior. Lo que pretendo analizar aquí yahora es otra cuestión que atañe a la situaciónmoral de aquellos que argumentando con plante-amientos ideológicos de fuerte componente reli-gioso radical, se oponen, de manera homófoba enmuchos casos a que el colectivo LGTB disfrutede los mismos derechos, no ya constitucionales,como decía antes, sino incluso religiosos, por elsimple hecho de manifestar su diferenciación se-xual y de ninguna de las maneras asumible poreste otro colectivo que es el eclesial, aduciendopara ello la “inmoralidad” del comportamientosexual que no se encuadre exclusivamente en laheterosexualidad. Para ello proclaman a los cua-tro vientos, por medio de conferencias, simpo-sios, o simplemente prédicas desde el púlpito deestas comunidades religiosas, de manera más o

menos solapada, las “graves consecuencias” quepodría acarrear la aceptación de personas de se-xualidad diferente.

Clamoroso ha sido el fracaso de la asociaciónintegrada por miembros pertenecientes al grupoex-gay denominado Exodus Internacional quefundado en 1976 acabó disolviéndose en juniodel 2013 pidiendo públicamente perdón por eldaño ocasionado al colectivo homosexual a lolargo de casi cuarenta años. Este grupo, de granauge en los años 70 en EE.UU y otros países des-arrollados, integrado por ministros religiosos per-tenecientes al mundo interconfesional de carácterconservador “creía” que una “terapia reparativa”podía ser beneficiosa, aun en contra de la opiniónmédica y psiquiátrica de aquellos años. Tras vo-tación unánime esta asociación terminó por di-solverse reconociendo su estrepitoso fracaso ydejando tras de sí ingente grupo de personas detendencia homosexual que se sintieron engaña-dos por su “terapia reparadora”, conduciendo in-cluso a algunos de ellos al suicidio, como alparecer reconoció Alan Chambers, el últimopresidente de la asociación. En fin..., el mal yaestaba hecho, si bien ¡más vale tarde que nunca!Sin embargo, no podemos dejar de exclamar:¡Cuánta incomprensión! ¡Cuánta deshumaniza-ción! ¡Y pensar que en el evangelio de Jesús deNazaret no hay ni una sola referencia a la con-dición de la homosexualidad!

Pero lo que más llama la atención es el hechode que para justificar los argumentos “moralis-tas”de estos grupos religiosos se intente dar unaire de “cientificidad” a los comportamientos se-xuales diferentes, tachándolos de “enfermizos”,cuando la comunidad médico-científica interna-cional, avalada por la Organización Mundial dela Salud (OMS) y los colectivos psiquiátricos ypsicológicos más competentes y relevantes delmundo democrático, agrupados en sus respecti-vos Colegios y Asociaciones profesionales (conEE.UU. a la cabeza), han descatalogado comoenfermedad la orientación homosexual desdehace ya más de treinta años. ¿Desconocen estoscolectivos religiosos este hecho o manipulan ide-ológicamente y tergiversan la realidad de los mis-mos ocultándolos de manera interesada? Puedeque ambas cosas.

El verdadero problema que tienen estos co-lectivos religiosos (no todos ellos, por supuesto;afortunadamente existen excepciones) es queestán originando, quizá sin saberlo, una escisiónen el seno de sus propias comunidades. Y, encualquier caso, supone un acto discriminatoriocontra todos aquellos que como consecuencia desu orientación y diferenciación sexual tienen

Opinión

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comportamientos distintos a la heterosexualidad,lo cual llevaría implícito –y esto es lo más grave–la marginación de un grupo de personas que porsu condición sexual se ven alejadas o, en algunoscasos, expulsadas de un entorno que lejos de ma-nifestar el amor cristiano que tanto preconizan,exteriorizan su aversión y rechazo a la personapor su condición sexual diferente. Esta situaciónes la que ha originado la aparición de comunida-des cristianas integradas por el colectivo LGTBen distintos lugares del mundo. Y tienen el legí-timo derecho de hacerlo cuando se ven humilla-das y marginadas por el resto de comunidadesque las aísla y las condena al repudio, al rechazoy al ostracismo moral.

De lo que quizá no se percaten algunas comu-nidades eclesiales de marcado cariz homófobo esque dicha actitud es contraria al derecho consti-tucional que establece en el Título I, Capítulo II-Sobre derechos y Libertades y Art. 14 de nuestraConstitución que “Los españoles son igualesante la ley, sin que pueda prevalecer discrimina-ción alguna por razón de nacimiento, raza, sexo,religión, opinión o cualquier otra condición o cir-cunstancia personal o social” (Constitución es-pañola. 1978).

Pionero fue el Parlamento catalán al promul-gar en octubre del pasado año 2014 una de lasleyes más avanzadas a nivel internacional: la Leycontra la homofobia. Esta Ley, ciertamente, hasentado precedente en lo referente a materia dederechos sexuales e igualdad de oportunidades.La mencionada Ley fue aprobada por amplia ma-yoría y tiene como finalidad expresa combatir lahomofobia, tan extendida en distintos sectores so-ciales, especialmente el religioso. Es de esperarque otras comunidades autónomas del país tam-bién opten por lo mismo contribuyendo así a lareivindicación de un colectivo que debe ser tra-tado en igualdad de derechos que el resto de co-lectivos sociales.

Por más que le demos vueltas al complejoasunto de la orientación y diferenciación sexualno acertamos, en verdad, a comprender la actitudhomófoba y de rechazo por parte de ciertos sec-tores religiosos integristas y radicales hacia laspersonas del colectivo LGTB. Hablan, algunosde ellos, de amor y misericordia (y lo hacen ennombre de Dios, al parecer), pero por otra partese olvidan de la justicia. Y lo que reclama el co-lectivo LGTB es precisamente justicia y no pala-bras huecas y vacías. Como bien decía elrecordado y querido por todos aquellos amantesde las libertades humanas (indistintamente de susideas políticas), Pedro Zerolo, concejal en Ma-drid por el Partido Socialista, al que ya me referí

antes, la música suena bien, pero ahora hay queacompasarla con la letra. Lo fácil es hablar de mi-sericordia y amor, pero lo verdaderamente impor-tante es dar ejemplo con las acciones. Y si sequiere que las comunidades religiosas sean creí-bles deberían empezar por hacer acto de contri-ción y empezar a ver la orientación ydiferenciación sexual como lo que es: una va-riante diferencial del comportamiento sexual hu-mano que merece respeto, consideración ycomprensión y no tan solo buenas palabras y me-jores intenciones. Y no solamente esto, sino tam-bién plena aceptación.

La pregunta que se hacen muchos –y entreellos el propio colectivo LGTB– es si realmentealgún día las distintas comunidades eclesiales es-tarían dispuestas a no marginarle y considerarleun grupo de personas de pleno derecho en la co-munidad religiosa, tratándolas con normalidad yno viéndolas con lástima o desconsideración porsu condición sexual. El logro alcanzado en el ám-bito social y jurídico necesita ser trasladado alámbito de lo religioso. Esto sería lo ideal. Pero,no nos equivoquemos: la situación del colectivoLGTB no lo tiene nada fácil. Curiosamente es enel ámbito de la comunidad católica donde existeen los últimos tiempos un mayor clima de tole-rancia y comprensión hacia este colectivo. Laspalabras del papa Francisco sobre no juzgar alos homosexuales sentaron un precedente cierta-mente sorprendente dentro del tradicional conser-vadurismo eclesial católico. Pero, claro, se nosantoja insuficiente. Bien es cierto, como dice eldicho “las cosas de palacio van despacio” y quese requiere una precisa adecuación a la nueva si-tuación social que plantea el colectivo LGTB.Todo tiene su tiempo, como se dice en el libro delEclesiastés de la Biblia.

Con todo, no cabe demasiado optimismo paraque el mundo religioso, en sus distintas variantes,vaya a hacer muchas concesiones. La realidad ac-tual es bien distinta. Reproches, indiferencia, des-precio, estigmatización más o menos solapada,etc., son algunos de los comportamientos que ob-servamos por parte del colectivo religioso. Y todoesto en ocasiones alimentado por sus líderes, loscuales, por cierto, parece que no quieren, nosaben o no aciertan a darse cuenta que la sociedadestá cambiando en lo que a esto y otras cosas serefiere, para bien, en aras de la reivindicación delos derechos humanos, los cuales se ven avala-dos, amparados y protegidos en muchas socieda-des democráticas por el Código civil, al igual quesucede con otros colectivos marginales, como esel caso, por ejemplo, de los refugiados y extran-jeros. La escisión producida entre los derechossociales y la marginación a la que se ve sujeto el

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colectivo LGTB u otros colectivos marginales esya una realidad por más que determinados secto-res eclesiales fundamentalistas e integristas noquieran admitirlo y es aquí donde podrían estosúltimos tener serios problemas. Y me explico.

Si el Código civil ampara y protege –como asíes en España y otros países del entorno democrá-tico– al colectivo LGTB promulgando inclusouna Ley de matrimonio homosexual, ¿no habríaentonces transgresión de dicha Ley si cualquierentidad religiosa les negara ese derecho? Por loque tengo entendido actualmente no se contem-pla tal posibilidad, pero..., ¿sería improbable queesto pudiera llegar a ser así? ¿Qué harían enton-ces, si se contemplara esta posibilidad, las comu-nidades religiosas? ¿Se negarían aun yendocontra el derecho establecido por Ley? Cierta-mente que la imposición no sería la solución. Nose puede ni se debe imponer por decreto algo tanserio y con tantas connotaciones morales comoes la aceptación del matrimonio gay a las distin-tas comunidades religiosas. Por otra parte, lasdistintas comunidades religiosas estarían en suderecho de negar tal posibilidad en función desus postulados o creencias sobre este asunto. Lacuestión está en el ”despertar” por parte de estascomunidades a una nueva realidad social com-pleja como es la que protagoniza ese colectivominoritario, el colectivo LGTB, pero que de-manda los mismos derechos que los demás ciu-dadanos y los demás colectivos.

Pero la situación es compleja –especialmentepara el colectivo religioso– ya que nos encontra-mos aquí con aquel célebre tópico de “con laiglesia hemos topado”, que casi podríamos sus-tituir con aquel otro de “con la Biblia hemos to-pado”, especialmente dentro del mundoevangélico/protestante más retrógrado y radical.En efecto, con la literalidad de la Biblia nos to-pamos, que no con el mensaje global y esencialdel Maestro de Nazaret, Jesús, en cuyo Evange-lio no encontramos ninguna palabra de reproche,juicio, y menos aún, condenación, contra las per-sonas en función de su orientación y diferencia-ción sexual y social. ¿Por qué, pues,posteriormente, las iglesias levantaron –y conti-núan levantando– anatemas contra la homose-xualidad y los homosexuales? Pues, lisa yllanamente, por prejuicios sociales y moralescontra un colectivo que se consideraba –dentrode la sociedad judía, tan farisaica y legalista enmuchos aspectos– como depravado. Esta es, sen-cillamente, la explicación más lógica y coherentedel asunto. Pero, el colectivo LGTB no es ni másni menos depravado que el colectivo mayoritariode heterosexuales en función de la moralidad decada uno. Conductas depravadas las puede

haber –y las hay– tanto dentro de la homosexua-lidad como en la heterosexualidad. La moralidady el comportamiento ético no va ligado a la con-dición sexual de la persona (sea esta homosexualo heterosexual). Este es, a mi juicio, el graveerror del radicalismo religioso, venga de dondevenga. La moralidad no se mide ni se evalúa porel sexo o la condición sexual de cada uno, sinopor su valor ético como persona, sea varón ohembra, o se sienta mujer u hombre. ¿Tantocuesta entender esto a determinados colectivosreligiosos? ¿O es que puede más la cerrazón ide-ológica que anula el simple sentido común? Enfin..., no sabemos a ciencia cierta.

La verdadera clave de la compleja realidadque estamos analizando creo que solo se podríaresolver por la separación de la cuestión religiosay la sexualidad de los individuos. El problema delas religiones, de manera casi generalizada, esque ligan la cuestión sexual a la moralidad, locual supone una visión, cuando menos, muy ses-gada, de una realidad evidente: la sexualidad delos individuos en función de su orientación e in-clinación sexual. La cuestión ético-moral perte-nece a la esfera de los comportamientos humanosadquiridos en función de sus creencias, ideolo-gías, hábitos, tradiciones, entorno cultural, etc.Lamentablemente, se ha confundido, en mi cri-terio, la sexualidad de los individuos con la mo-ralidad, cuando no necesariamente ambosconceptos están ligados. Mientras no se com-prenda esto el problema será irresoluble, en es-pecial para los sectores religiosos más radicalese integristas. No cabe, por lo tanto, como ya co-mentaba anteriormente, ser muy optimistas alrespecto. El homo religiosus parece tener tam-bién una tendencia muy definida y esta, por des-gracia, suele estar marcada por la intolerancia eintransigencia hacia todo aquello que “cree” queviola o transgrede sus principios, los cuales con-sidera intocables e inmutables.

Muchos, encuadrados dentro del mundo reli-gioso, no han entendido, como bien decía el teó-logo ecuménico José Mª Vigil, queespiritualidad y religión son conceptos distintos,que mientras el primero tiene estrecha vincula-ción con la totalidad de la persona –indistinta-mente de su condición u orientación sexual–, elsegundo, el concepto religioso, se rige por un es-tricto legalismo, caduco y desacompasado atodas luces en la nueva era posmoderna en la quenos encontramos actualmente. No entender estoes lo que origina las diversas escisiones y sepa-raciones ideológicas en las que el mundo actualestá inmerso. R

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¿Sentimos nostalgia de Dios, o nos hemosacostumbrado a su ausencia? ¿Podemos

vivir sin el horizonte de un «reino de los fines»que anticipe la justicia sobrenatural? ¿Se ha ter-minado la posibilidad de una imagen delmundo como totalidad moral? En un tiempo decrisis política y económica, ¿podemos subsistirsin la expectativa de un más allá? ¿Puede la femejorar las relaciones entre los individuos y lospueblos, restaurando un sentido de comunidadque casi ha desaparecido en la sociedad occi-dental, impregnada de individualismo? ¿Vivi-mos en un tiempo sin valores? ¿Pueden laciencia o el arte sustituir a la religión comofuente de sentido? Chesterton ironizaba sobrelas consecuencias del ateísmo: «Lo malo deque los hombres hayan dejado de creer en Diosno es que ya no crean en nada, sino que estándispuestos a creer en cualquier cosa». Algunosestudios indican que la infelicidad es un malendémico en Europa y Estados Unidos, tal vezporque se atribuye demasiada importancia a losasuntos personales, menospreciando –o poster-gando– el bien común. Sin embargo, no eramenos desdichado el ser humano bajo la som-bra de Dios. «Dios –escribe Nietzsche– se con-vierte en la fórmula de todas las calumniasrelacionadas con el “aquí y ahora”, en el pre-texto de todas las mentiras vinculadas con el“más allá”». No hay que vivir para la eternidad,sino para el instante: «La vida buena es aquellaque consigue existir para el instante, sin refe-rencia al pasado ni al futuro, sin condena ni se-lección, en un estado de absoluta ligereza, ycon la cabal convicción de que no hay, portanto, diferencia alguna entre el instante y laeternidad».

La edad de la nada es un ambicioso, prolijo yminucioso ensayo que examina los cientotreinta años transcurridos desde que Nietzsche

anunciara la muerte de Dios. Peter Watson se-ñala que infinidad de individuos no dedican niun minuto de su tiempo a meditar sobre losgrandes interrogantes de la existencia: «Son, encierto sentido, las personas más laicas del mo-mento, y quizá también las más felices», puesviven en la pura inmediatez, sin preocuparsepor cuestiones abstractas y de dudosa utilidad.Lo cierto es que preguntarse por el significadode la existencia constituye un privilegio. Losgrupos humanos que se enfrentan a grandesproblemas para sobrevivir tienen otras priori-dades. Los que no luchan contra esa clase depenalidades y no encuentran argumentos parala fe, han concebido diferentes alternativas. Porejemplo, Harold Bloom, el famoso crítico lite-rario, amaba la literatura hasta el extremo deafirmar: «Para mí, Shakespeare es Dios». Enlos países donde perdura un fuerte sentido na-cional, la Constitución o la bandera pueden ad-quirir el rango de «religión civil». Los derechoshumanos desempeñan un papel parecido paralos que batallan por un mundo sin violencia niabusos. Las metas inmanentes sustituyen a lasmetas trascendentes, llenando de sentido mu-chas vidas. Ciertas formas de pensamiento –li-beralismo, socialdemocracia, altermundismo,feminismo, animalismo– desempeñan un papelparecido, pero sin el carácter dañino de las ide-ologías, que justifican la inmolación individualen nombre de un paraíso terrenal. Nazismo ycomunismo son las expresiones más nítidas deltotalitarismo, y tan solo unos pocos se atrevena defender sus consignas. El conservadurismoy el reformismo carecen de brillo heroico, perorepresentan una manera de encarar los proble-mas mediante el diálogo y no con el exterminiodel adversario.

La teología ha intentando salvar la idea deDios, cambiando sus atributos. Después de

Epifanías y días de algodón

Filosofía y Teología

http://rafaelnarbona.es/?p=11209

¿PODEMOS VIVIR SIN DIOS?Rafael Narbona*

*Escritor y crítico literario

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Auschwitz, Arthur A. Cohen, Hans Jonas yMelissa Raphael han coincidido en que Diosno puede ser definido como providente, inmu-table, omnisciente y todopoderoso. Cohenopina que Dios es un misterio. No ejerce unacausalidad directa sobre los asuntos humanos,pero invita a la búsqueda y al progreso moral.Hans Jonas sostiene que Dios sufre y deviene.Es una realidad cambiante, que aprende y seenriquece con la experiencia. Dios no puso fina Auschwitz porque no pudo. Es «un absolutofrágil y vulnerable», de acuerdo con las pala-bras de Slavoj Žižek, el filósofo de moda. Nodebemos pedirle ayuda, sino ofrecérsela. Me-lissa Raphael cree que los campos de extermi-nio son incompatibles con la omnipotenciadivina. Dios no es Padre, sino Madre. Es «unser solícito, doliente y amoroso», que «sostieneen secreto el mundo con sus cuidados». Me ex-traña que Watson no cite a Jürgen Moltmann,el teólogo protestante que en 1972 publicó ElDios crucificado, un libro de extraordinariovigor y originalidad. En un intento de sintetizarel contenido de su obra, Moltmann expresó suvisión del Dios crucificado en una conferenciapronunciada en 1976: «Dios no está muerto.Pero la muerte está en Dios. Él sufre en nos-otros; sufre con nosotros. El dolor está en Dios.Dios no condena y no condenará. Pero la con-denación está en Dios. Por eso podemos decir:de una manera que queda oculta en la cruz, estáDios en camino de llegar a ser “todo en todaslas cosas” y nosotros “vivimos, nos movemosy estamos en Él”. Cuando Dios culmine su his-toria (1 Cor. 15, 28), su dolor quedará transfor-mado en dicha. Y también el nuestro».

Watson estima que la idea de Dios debería serdesplazada por ideas «manejables, modestas yrazonables». Al inicio de su estudio, cita unafrase de Thomas Nagel que expresa un verda-dero cambio de paradigma: «¡No se trata tansolo de que no crea en Dios y de que, como eslógico, albergue la esperanza de que no exista!Es que no quiero que haya Dios; no quiero queel universo tenga ese carácter, como esperosaber mostrar». Un Dios todopoderoso, provi-dente y omnisciente es un tirano cósmico, queaniquila la libertad humana y el placer por lascosas sencillas, pues –aunque reconozca la po-sibilidad de elegir entre el bien y el mal– haimpuesto un final a la historia, con un juicioque contempla penas terribles e irredimibles.En la eternidad, el tiempo ya no fluye y no pue-

den esperarse cambios ni una posible salva-ción. En cambio, Hans Jonas afirma que en laeternidad la vida no se interrumpe. La eterni-dad no es una imagen inmóvil del tiempo, sinouna secuencia dinámica. Claro que esta inter-pretación no es una verdad revelada, sino la es-peculación de un filósofo judío reacio aortodoxias.

Nagel opina que el sentido o, más exactamente,el sentimiento de plenitud sólo puede hallarseen los objetos particulares. Su «completitud nocompetitiva» se «revela transparente paratodos los aspectos del yo». Eso explica «porqué la experiencia de algo enormemente bellotiende a producir una unificación del yo, ya queel objeto nos involucra de manera inmediata ytotal, haciéndolo además de un modo capaz deestablecer distinciones entre puntos de vistairrelevantes». George Levine sostiene que laexperiencia religiosa puede suplirse por la ex-periencia estética. Sólo hay que prestar una«profunda atención a los detalles de estemundo». Poetas, filósofos, músicos y pintoreshablan de «momentos beatíficos» (Proust),«destellos de valor espiritual» (Ibsen), «peque-ños placeres» (Kandinski), «instantes de infi-nitas consecuencias» (Shaw), «epifanías»(Joyce) o «breves instantes de jubilosa afirma-ción» (Yeats). Eugenio Montale escribe: «Nosoy / más que el destello de un faro». VirginiaWoolf emplean otra imagen: «días de algo-dón». George Santayana entiende que la dichacristaliza en «episódicos y radiantes brotes degozo consumado que dan sentido a las cosas».Joyce recomienda «vivir apegados a los he-chos». Todas estas opiniones nacen de una«apología de la inmanencia» que reivindicanuestra dimensión irracional. Jonathan Learentiende que el ser humano está «incompleto»,si excluye lo ilógico e irracional en su interpre-tación y experiencia de la vida.

Relativizar la razón es una forma de negar laexistencia de una estructura en el universo y unnúcleo en el ser humano, al que solemos llamar«esencia». Tal vez ni siquiera deberíamos ha-blar de personalidad o sentido, pues cada indi-viduo es un conjunto de tendencias que reflejanuna identidad cambiante y plural. Y, en cuantoal sentido, puede afirmarse que es un concepto,«una categoría del entendimiento», por utilizarla expresión de Kant, sin el cual no podríamosordenar nuestras percepciones, transformarlas

Filosofía y Teología

Renovación nº 2410

en proposiciones y englobarlas en una teoría.El hombre y el universo son realidades discon-tinuas, fragmentarias, pero la voluntad de do-minio –científico y político– ignora este hecho,ya que constituye un grave obstáculo en su pro-pósito de controlar la naturaleza y someter alser humano a un ordenamiento jurídico y so-cial. No hay un cosmos, sino fenómenos queconvertimos en relato. Narrar es poetizar, perotambién ordenar, imprimir forma, clarificar, ex-plicar. No obstante, ninguna narración puedecrear la ilusión de una «totalidad», salvo queincurramos en un uso fraudulento del lenguaje.Según Wittgenstein, el silencio es más éticoque el discurso florido cuando se plantea la po-sibilidad de un más allá. Nuestra ambición in-telectual debe ser más modesta: «No todospodemos ser artistas, pero todos podemos apo-yarnos en el enfoque artístico», escribe Watson.El infinito está fuera de nuestro alcance. Quizásólo es una ficción matemática que se ha ex-tendido al mundo físico. Es mejor que busque-mos la «perfección finita», capaz de suscitaruna plenitud emocional. Un paisaje de mon-taña, la infinidad del mar o un poema puedenproporcionarnos esa plenitud transitoria. El co-nocimiento científico también puede despertaralgo semejante, pero los intereses económicoshan contaminado su despliegue, restando be-lleza a sus hallazgos. Pese a ello, muchos ex-perimentan gratificación estética al corroboraruna hipótesis no evidente por sí misma. Dichode otro modo: un teorema no es un simple actode intelección, sino una función creativa, casilúdica. Desgraciadamente, es un privilegio mi-noritario, pues exige un ejercicio de abstrac-ción, deducción y comprensión. El ser humanonecesita algo más concreto, algo que produzcaun impacto más intenso en los sentidos. Watsonreivindica la fenomenología, particularmente«la fenomenología lírica» de Jean-Paul Sartre,que constituye una superación de «la náusea»derivada de un existencialismo sin una pers-pectiva poética. El objeto que nos derrota consu gratuidad puede convertirse en fuente deplacer, si nuestra mirada advierte su dimensiónestética. El «desencantamiento del mundo»(Max Weber) pude revertirse y producir unnuevo «encantamiento», pero sin alusiones aun ficticio más allá.

Richard Rorty piensa que los conceptos delpensamiento religioso son inútiles en el mundoactual. La humanidad no necesita redimirse de

un imaginario pecado y no hay nada sagrado.Todo puede ser objeto de especulación e irri-sión. El fundamentalismo religioso nunca seadaptará a vivir en sociedades libres, abiertasy plurales. La moral no se fundamenta en undecálogo, sino en la experiencia histórica y enla peculiaridad biológica de la especie humana.El ecumenismo no es una conquista religiosa,sino una exigencia de la razón. La razón no selimita a alumbrar normas. También explora suslímites y libera sus intuiciones, engendrandoformas de belleza. Un poema no es un adorno,sino un acontecimiento que mejora el mundo.Seamus Heaney entiende el poema como laproducción objetiva de un bien moral. Rilkecree que el poeta salva al mundo al asignarnombres y adjetivos a las cosas, rescatando vi-vencias que se perderían sin la intervención dellenguaje. Watson asegura que «el acto de cantarel mundo es –literalmente– una de las formasde conservar su encantamiento». Elizabeth Bis-hop recrea en unos versos memorables ese «en-cantamiento» que se produce sin la mediaciónde ninguna deidad. Durante un viaje en autobúspor la costa de Nueva Escocia surgió ese «mi-lagro estético», con la fuerza necesaria paratransfundir lo accidental en un prodigioso y ju-biloso instante: «Un alce ha salido / del bosqueimpenetrable / y se planta ahí, amenazador / enmedio de la carretera». La aparición supuso«una epifanía colectiva». La mirada salvaje eindomeñable del alce resultaba «tan imponentecomo una catedral». Watson describe la escenacomo un ejemplo de «encantamiento sublimey laico». Se trata de una experiencia valiosa ensí misma, no el eco de una teofanía que profe-tiza un más allá. La observación del mundo es«liberadora», según Watson, e implica «tintesde heroicidad». Prometeo ya no necesita robarel fuego a los dioses, pues no hay dioses a losque arrebatar preciados dones. El infinito estáen la mirada del hombre y sólo exige unamente despierta.

Watson se muestra irónico con la renovacióndel sentimiento religioso planteado por PaulRicoeur, Emmanuel Lévinas, Jacques Derriday Julia Kristeva. La opacidad de su prosa y ladensidad de su sintaxis –«que, francamente, ledeja a uno pasmado»– no sólo no ayudan acomprender a Dios, «un misterio innombra-ble», sino que añaden más confusión, provo-cando una mezcla de perplejidad y enojo. Creoque es una forma muy elegante de denunciar la

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charlatanería de la filosofía académica. Laedad de la nada es un ensayo deslumbrante,pero su tesis principal sólo redunda en la me-tafísica del artista de Nietzsche, mitigando sufondo trágico con una fenomenología amable.Dios ha muerto y no resucitará. El sentido delmundo es el mundo en sí mismo, con sus ins-tantes de belleza. La poesía nos enseña a con-templar la realidad y nos descubre elasombroso don de estar vivos. Puede ser, peroWatson deja un hilo suelto. ¿Qué sucede conel dolor de los inocentes? ¿Auschwitz es la úl-tima palabra para los que murieron asesinadosen los crematorios? Imre Kertész apreció be-lleza en Buchenwald, pero fue una vivenciapuntual que no pudo borrar el horror de la de-portación. Watson no ignora el sufrimiento delos deportados a los campos de exterminio,pero no formula ningún argumento esperanza-dor. La sociedad occidental contempla la rea-lidad desde su opulencia, sin reparar en que lamayor parte de la humanidad malvive, sopor-tando guerras, hambrunas y catástrofes natura-les. La exaltación del instante es un pobreconsuelo para los que soportan en sus propiascarnes las formas más abyectas de injusticia.Alfred Rosenberg, ministro del Reich para losterritorios ocupados del Este y autor de El mitodel siglo XX (1930), escribió un memorándumen la prisión de Núremberg, cumpliendo órde-nes de los aliados. Con un pie en la horca, rei-teró su escepticismo religioso: «La existenciadel hombre sólo se perpetua en sus hijos o ensus obras». Imagino que esa convicción le hizosubir al patíbulo con una amarga sensación dederrota, pues el Reich de los mil años apenashabía superado la década. Su malestar interiorno me inquieta, pero sí me atormenta que susvíctimas expiraran con sentimientos parecidos,profundamente abatidas y sin la perspectiva deuna reparación. No puedo evitar pensar en unareflexión de Joseph Ratzinger, cuando era unprofesor de teología dogmática en la Universi-dad de Tubinga: «Dios se ha acercado tanto anosotros que hemos podido matarlo». Sumuerte en la Cruz y, siglos más tarde, en el ta-ller de la filosofía (Feuerbach, Marx, Nietzs-che, Freud), no ha logrado borrarlo de nuestropensamiento. «El hombre –prosigue Ratzin-ger– no sólo vive del pan de lo factible, comohombre, y en lo más propio de su ser humano,vive de la palabra, del amor, del sentido. Elsentido es el pan de que se alimenta el hombreen lo más íntimo de su ser» (Introducción al

cristianismo, 1968). Si prescindimos del sen-tido, el mundo deviene en juego, pirueta, no-nada y, en el mejor de los casos, suaveinsignificancia, por no decir claramente quecorre el riesgo de rebajarse a simple absurdo yarbitrario azar. Pienso que la plenitud efímeradel instante no aplaca el anhelo de sentido. Dehecho, apenas puede ofrecer resistencia al ni-hilismo. En un mundo completamente secula-rizado, la muerte se perfila como un absoluto.Así lo entendió Yukio Mishima, que –según sumadre– sólo conoció la felicidad perfecta el díaen que se abrió el vientre con un «tato» o es-pada corta. EnEl aciago demiurgo (1969), es-cribe Emil Cioran: «El suicidio es unarealización brusca, una liberación fulgurante:es el nirvana por la violencia». Yo no adviertonada liberador en el suicidio. De hecho, el ni-hilismo no es la realización de un óptimomoral, sino el reconocimiento de una dolorosalimitación o la expresión de una enfermedadmental.

Imagino que Watson conoce la ingeniosa res-puesta de Borges, cuando le preguntaron sobrela fe: «Todo es posible, hasta Dios. Fíjese queni siquiera estamos seguros de que Dios noexista». La edad de la nada es un magníficoensayo, pero la angustia del hombre ante lamuerte sortea sus casi mil páginas sin hallaruna salida. El instante no es un consuelo, sinola trágica evidencia de nuestras pérdidas. Unbreve momento de plenitud no puede mitigarla catástrofe que significa la extinción total.Muere la carne y, con ella, miles de vivenciasirrepetibles, que enriquecieron el universo. Be-ethoven murió en 1827. Sus sinfonías, obertu-ras, cuartetos y sonatas perduran, pero, ¿hastacuándo? La extinción de las especies es una leyevolutiva. La adaptación al entorno es una es-trategia provisional y precaria, no un estadopermanente. Es altamente improbable que elhombre logre transformar el universo para ga-rantizar su supervivencia. Si nada sostiene larealidad, todo se perderá «como lágrimas en lalluvia», de acuerdo con Roy, el androide de úl-tima generación o Nexus 6 de Blade Runner(Ridley Scott, 1982). ¿Quién no se ha conmo-vido al oír sus palabras de despedida en unaazotea, mientras sostiene una paloma blanca?Todos sabemos que –antes o después– nos en-frentaremos a la misma situación y sólo unospocos se atreverán a repetir el famoso verso deJorge Guillén: «El mundo está bien hecho». R

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INTRODUCCIÓN

Hablar de Baruch Spinoza (1632-1677) eshacerlo de una de las máximas figuras delpensamiento racionalista, junto a Descartesy Leibniz. Pese a no haber sido reconocidoen vida su inmenso talento –salvo por Leib-niz, el cual pronto descubrió la innata capa-cidad creativa a nivel dialéctico delpensador neerlandés–, es indudable que elpensamiento de Spinoza supuso todo un

acontecimiento para el mundo de laalta filosofía.

Este ensayo que ahora ini-ciamos pretender ahondaren la actitud pensante delgran filósofo nacido enAmsterdam (Holanda),cuyos orígenes hay quebuscarlos en una familia se-fardí de ascendencia, al pare-cer, portuguesa. Spinoza heredó

el cartesianismo no sin reservaspero con el apasionamiento de un filó-

sofo que buscaba, por encima de todo, el en-tendimiento de las cosas al servicio de larazón. En realidad Spinoza fue, a mi pare-cer, más racionalista en la forma que en elfondo, como veremos. Recorreremos pues

aspectos esenciales del pensar del filósofode origen sefardí y analizaremos aspectospuntuales de su trayectoria y discurrir filo-sófico. Introducirse en el arte de filosofar noes exclusivo de los filósofos propiamentedichos o de aquellos que hacen del ejerciciode la filosofía su quehacer profesional.Como diría el entrañable Gustavo Bueno,catedrático emérito de Filosofía de la Uni-versidad de Oviedo, todos somos, o pode-mos ser, algo filósofos. Tan solo es cuestiónde pensar y proponérselo. Iniciamos pues elcamino de investigación de la insigne figurade un hombre, de un filósofo talentoso, po-siblemente como pocos ha habido en elnoble quehacer del pensamiento humano.No nos debe extrañar pues que Baruch Spi-noza se encuentre no solo en el olimpo delracionalismo sino también de la filosofía engeneral como una de las máximas figurasdel mundo que el pensamiento ha dado.

SU TRAYECTORIA Y PENSAMIENTOFILOSÓFICO

A pesar de haber sido educado en la ortodo-xia judía, Spinoza siempre fue crítico contales enseñanzas, pese a ser estas relativa-mente tolerantes, contrariamente a la intran-sigencia calvinista. Gran estudioso desde

Filosofía y Teología

Jorge Alberto Montejo*

*Licenciado en Pedagogía y Filosofía y C.C. de la Educación. Psicopedagogo.

LA DIALÉCTICA DE SPINOZA # 1

Hay que pensar en la reforma del entendimiento conobjeto de hacerlo apto para la comprensión de las

cosas con objeto de poder alcanzar el gran propósito.

Baruch Spinoza. Tratado de la Reforma del Entendimiento (1677).

Baruch SpinozaWikipedia

Renovación nº 24 13

muy joven del sistema cartesiano y de lasmatemáticas, se sintió también influenciadopor el protestantismo más liberal neerlan-dés, como fue su relación con el grupo me-nonita. Al abandonar la comunidad judíapublica su Apología para justificarse de suabdicación de la sinagoga, preludio de loque sería su primer gran estudio sobre elTractatus theologico-politicus.

Sería en 1660 cuando redacta su exposiciónde la filosofía cartesiana que tanto le habíaimpresionado, Principia philosophiae car-tesianae, y poco después los Cogitata me-taphysica. Ambas exposiciones fueronpublicadas en 1663, primeramente en edi-ción latina y un años después, en 1664, enedición holandesa. Sostuvo durante muchosaños relación postal con la alta intelectuali-dad europea de entonces. Unos años des-pués, en 1675 finaliza su obra cumbre, laEthica, que había comenzado unos cincoaños antes. En Voorbug, ciudad cercana aLa Haya, establece relación con grupos li-berales de pensamiento. Desde 1670 hastasu muerte en 1677 le ofrecen la cátedra deFilosofía de la Universidad de Heidelberg,pero Spinoza no la acepta debido a que sibien se le otorgó libertad para filosofar, noobstante se le imponía “no perturbar la reli-gión establecida”. Fue a raíz de su muerteque sus amigos editaron todas las obras in-éditas del autor, tanto en latín como en ho-landés.

La influencia de Descartes en el pensa-miento de Spinoza es bien evidente, si bienhay algunas matizaciones importantes quehacer. En efecto, si para Descartes existentres sustancias esenciales, el pensamiento,la extensión y Dios, en Spinoza se resumenen una sola sustancia: sustancia divina in-finita. A esto habría que añadirle la cuestiónde la identificación que en ocasiones haceel filósofo holandés al relacionar a la sus-tancia divina con la Naturaleza. En realidad,ambos términos, Dios y Naturaleza, sonequivalentes (Deus sive Natura). Todos losobjetos físicos existentes son una extensiónde esa sustancia divina que configura elmundo en que habitamos. Del mismomodo, las ideas son modos que configuranel atributo del pensamiento. Da la sensa-

ción, leyendo a Spinoza, quepretende simplificar el sis-tema cartesiano y, en mi cri-terio, creo que lo consigue, almenos en parte. Se puede co-nocer el mundo gracias al en-tendimiento ya que este esuna parte esencial del pensa-miento.

El problema de la libertad yel libre arbitrio

Spinoza encuentra, enefecto, problemas para inten-tar explicar el sentido de la li-bertad humana desde elmecanicismo y el determi-nismo. Él era mecanicista, aligual que Descartes, peroeste salva el problema al ha-blar de las tres sustancias enla que solamente una, la ex-tensión, se ve afectada por elmecanicismo. El mecani-cismo como argumento filo-sófico propone que el mundofísico se rige por leyes inmu-tables por las que todos losentes –incluido el ser hu-mano– se ve sujeto a talesleyes. El determinismo vienea establecer que todo el Uni-verso carece de libertad.Todo está sujeto a las inmutables leyes dela física y nada se escapa de ellas. La liber-tad humana, por lo tanto, se ve así condicio-nada por ese determinismo. No cabe, pues,libre arbitrio, libre elección. Sin embargo,Spinoza deja un resquicio a la libertad deelección cuando considera que la libertadconsiste en aceptar aquello que ya está pre-determinado. Por lo tanto –y aquí está laclave– la libertad no depende de la voluntadsino del entendimiento y la razón. Para elfilósofo de Amsterdam no cabe hablar delibre albedrío puesto que el hombre se vepredeterminado por leyes universales e in-mutables. El ser humano solo puede alcan-zar la libertad por medio del pensamiento ydel entendimiento. No hay otro camino paraSpinoza. En todo caso propone que si la re-ligión es sumisión (como en efecto lo es),

Filosofía y Teología

“Es cierto, porotra parte,

que el hom-bre tiene libertad de

movimiento y elec-ción, pero esta siem-

pre se verásupeditada a algo en

concreto, a una idea opensamiento preesta-blecido. Simplementeel acto de elegir el ca-

mino del bien o delmal –como acto voli-

tivo, se entiende– estásupeditado a la con-

cepción que tengamosdel bien y del mal”

Renovación nº 2414

ser libre implica regirse por la razón. No veotra alternativa al fenómeno de lo religioso,el cual implica, como decíamos, sumisiónincondicional que excluye todo proceso ra-cional e inteligible.

Haciendo un alto en el camino de investiga-ción sobre el pensamiento dialéctico de Spi-noza, podemos deducir que, en verdad, noparece que fuera muy descaminado en loque respecta al hecho religioso como expre-sión de sometimiento y sumisión incondi-cional a un determinado credo o ideologíareligiosa del signo que sea y que se escapadel marco de la religión natural con la quemás se identificaba Spinoza. Esto es másque evidente. Ahora bien, cualquier credo

religioso va a condicionar,para bien o para mal, el de-venir de la libertad humana.De esto creo que no existeduda ninguna. El homo reli-giosus, con frecuencia ensi-mismado en su credo, nocontempla –porque se sienteincapaz de contemplarla– lalibertad de pensamiento. Sumundo se circunscribe a suscreencias religiosas (quepueden ser buenas, por otraparte), las cuales van a me-diatizar, inequívocamente, suconducta y comportamiento.La razón y el entendimiento,en ocasiones, brillan por suausencia. Y así se convierte,fácilmente, en instrumentodel credo al que incondicio-nalmente sirve. Ausente larazón y el entendimiento, seausenta también el senti-miento de libertad. No ibaseguramente muy descami-nado el gran filósofo holan-dés.

Pero, incluso me atrevería adecir más sobre el libre albe-drío que condiciona el deve-nir de la persona. Es ciertoque, como bien argumentabaSpinoza, el libre albedríopleno es inexistente. Al

menos eso parece. Si todo en este mundoestá sometido a las leyes inmutables de lafísica, entonces el devenir del ser humanotambién lo está. Algunos argumentarán encontra de esta idea diciendo que el ser hu-mano no tiene por qué estar sujeto a lasleyes de la física. Pero esto, en mi criterio,no es cierto, al menos totalmente. La liber-tad del ser humano siempre se verá condi-cionada por algo, para bien o para mal. Estoparece no admitir duda. Es cierto, por otraparte, que el hombre tiene libertad de mo-vimiento y elección, pero esta siempre severá supeditada a algo en concreto, a unaidea o pensamiento preestablecido. Simple-mente el acto de elegir el camino del bien odel mal –como acto volitivo, se entiende–está supeditado a la concepción que tenga-mos del bien y del mal. Esto es así, inequí-vocamente. Por lo tanto, el camino a elegirse ve condicionado por la percepción, apre-hensión y captación que tengamos sobre elcamino elegido. Esto no tiene nada que ver,por supuesto, con lo que en teología se de-nomina la predestinación. En absoluto.

La predestinación teológica (defendida yapor san Agustín en el siglo IV-V y siglosdespués por Calvino, el reformador francés,si bien con significativas diferencias entreambos) viene a decir que el destino últimode la criatura humana está ya preestablecidopor Dios puesto que Él conoce, en su om-nisciencia, todo lo concerniente al mundo ysus criaturas. Esta concepción teológica lle-vada hasta sus últimas consecuencias pre-senta a Dios mismo como un juezcaprichoso que salva a unos, los elegidospor designio divino, y condena a otros, tam-bién por decreto divino, en una especie dejuego con la criatura por Él creada, a ima-gen y semejanza suya, como dice el relatobíblico del Génesis, absolviendo así a unosy condenando a otros. Los argumentos queesgrime la predestinación están estrecha-mente vinculados con la cuestión ético-moral de la criatura humana. La concepcióndel libre arbitrio no tiene cabida en esta ar-gumentación puesto que ya todo está deci-dido por el Ser supremo “a priori”. Estoimplica, en verdad, un cierto determinismode carácter moral que predetermina loscomportamientos de las criaturas. Es decir,

Filosofía y Teología

“Lo más curiosoy significativode la exquisita

argumentación deSpinoza sobre los gé-neros del conoci-miento es que através del acceso aeste nivel superior quedenomina, como decí-amos, ciencia intui-tiva, se puede captarla esencia formal deciertos atributos decarácter divino quenos capacita para ac-ceder al conocimientoadecuado de la esen-cia de las cosas”

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que aquellas que obren de manera recta yen aras del bien son las que llevan el sellode identidad de la salvación. Por contra,aquellas otras que se caracterizan por unavida depravada y al servicio del mal, son,en la concepción teológica de la predestina-ción, almas condenadas. No parece existirla voluntad humana en su posible deseo decambiar. Haga lo que haga la criatura hu-mana, su suerte está echada.

La argumentación sobre la predestinacióncobró un cierto auge no solo dentro del cris-tianismo, sino también en el judaísmo y,más tardíamente, en el islam. El plantea-miento dialéctico de Spinoza, como veía-mos antes, implica que la libertad aceptaaquello que ya viene predeterminado. Estaapreciación parece bastante lógica y cohe-rente. Si vivimos en un mundo sujeto a lasleyes físicas otorgadas por un ente superiorentonces es razonable pensar que tenemoslibertad dentro de los márgenes establecidospor esas leyes físicas pero no más allá de lasmismas. Esto es perfectamente asumiblepor el entendimiento, cosa que tan acerta-damente analizó Spinoza. Lo cual no quieredecir que lleve el sello indeleble de la cer-teza absoluta. Certezas absolutas en elmundo de lo metafísico no existen. Tan solopodemos hablar de especulación o elucu-bración. Y esto por las características delpropio mundo metafísico al moverse dentrode lo intangible.

Sobre los niveles del conocimiento omodos de percepción

No parece ser cuestionable que existen di-versos niveles en lo referente al conoci-miento y la percepción. En efecto, estoparece bastante claro, incluso para los pro-fanos en la materia. En su Tratado de la Re-forma del Entendimiento, Spinoza trazaunas pautas magistrales, en mi opinión y re-flexión sobre su estudio, que vienen a cla-rificar cómo, ciertamente, el conocimientoque poseemos de las cosas es clasificable enfunción de la percepción que se tenga de lasmismas. Pasando por diversos estadíos elconocimiento accede de lo más superficiala lo más profundo del pensamiento. El úl-timo eslabón del constructo del conoci-

miento lo forma la sustancia, la esenciamisma del conocimiento de las cosas, elcual, en el parecer de Spinoza, carece deposible error.

Llama poderosamente la atención el plan-teamiento que hace el filósofo holandés alhablar de los géneros de conocimiento y surelación con lo que él denomina universa-les,que vienen a ser algo así como las no-ciones que tenemos de las cosas inferidaspor la percepción de las mismas. El caso esque, en efecto, percibimos muchas cosas através de los sentidos, pero las percibimosde manera distinta según cada cosa. Estoparece no admitir duda de ningún tipo. Siresulta claro que percibimos muchas cosas

y establecemos nociones universales, comobien afirmaba Spinoza, entonces lo hace-mos partiendo de las cosas singulares. Esdecir, no podemos acceder a un nivel de co-nocimiento superior y de más calado si nopartimos de un conocimiento superficial ysingular de las cosas. Es algo así como unaescala ascendente que va de lo más simpley singular a lo más complejo y profundo. Esmás, la capacidad de entendimiento quepropone el gran filósofo holandés se funda-menta en la percepción de lo que él deno-mina “conocimiento por experiencia vaga”a partir de signos que actúan como catali-zadores del entendimiento profundo de lascosas (Proposición XL).

Su planteamiento dialéctico sobre los tresgéneros del conocimiento pone de mani-fiesto la extraordinaria lucidez e intuición

Filosofía y Teología

“En su Tratado de la Reforma del En-tendimiento, Spinoza traza unas

pautas magistrales, en mi opinión yreflexión sobre su estudio, que vienen aclarificar cómo, ciertamente, el conoci-

miento que poseemos de las cosas es cla-sificable en función de la percepción que

se tenga de las mismas”

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de gran pensador que fue Spinoza. Los dosprimeros géneros a los que hace alusión elfilósofo son los más simples y nos permitentener una percepción más sencilla de lascosas que nos rodean. Al primero lo deno-mina “opinión” o “imaginación”. El se-gundo es la “razón”. En el tercero de losgéneros –y ya en un nivel más elevado– seencuentra lo que él denominaba la “cienciaintuitiva” (Proposiciones 38,39 y 40, consus Corolarios). Lo más curioso y signifi-cativo de la exquisita argumentación deSpinoza sobre los géneros del conocimientoes que a través del acceso a este nivel supe-rior que denomina, como decíamos, cienciaintuitiva, se puede captar la esencia formalde ciertos atributos de carácter divino quenos capacita para acceder al conocimientoadecuado de la esencia de las cosas. Intere-sante y concluyente es la Proposición XLIdonde dice que el conocimiento pertene-ciente al primer género es la única causa defalsedad, mientras que las del segundo y ter-

cer género, esto es, la razón y la ciencia in-tuitiva, respectivamente, sonnecesariamente verdaderas y esto porque,como bien añade en la Proposición XLII, elconocimiento del segundo y tercer géneronos permite distinguir lo verdadero de lofalso. Es decir, que la razón, con su pode-rosa argumentación, bien empleada y en-

cauzada, así como la ciencia intuitiva, nospermiten establecer diferencias entre lo quees verdad y lo que es falso per se. Para de-mostrar esto el genio de Spinoza recurre ala evidencia: quien sabe distinguir entre loverdadero y lo falso debe tener una ideabastante clara y precisa de lo que es verda-dero y de lo que es falso; es decir, debesaber discernir entre lo que es verdad y loque no lo es. Y esto solo se consigue pormedio de la razón y la ciencia intuitiva.

Sobre la ontología y el concepto de substancia

Cuando estudiamos y analizamos las ideasdel gran pensador holandés no deja de sor-prendernos su poderosa capacidad de intui-ción.

Reconozco que para aquellos que no estánsintonizados con el quehacer filosófico,ciertos conceptos, definiciones o ideas, lespudieran resultar engorrosos. No obstante,cuando procuramos simplificar lo más po-sible las ideas y el pensamiento dialécticodel pensador en cuestión, entonces todo unmundo nuevo se abre ante nosotros. Es porello que procuraré simplificar lo más posi-ble algunos conceptos que empleamos en elmundo de la filosofía pedagógica y asípoder entenderlo con más claridad y preci-sión. Esto que digo, aplicado a un pensadorde élite como fue Spinoza, es fundamental.Acercar el pensamiento filosófico al queha-cer profano se convierte así en una aventuramaravillosa y máxime cuando se trata detoda una figura excepcional como fue elgran pensador holandés.

Dicho esto nos adentramos ahora en la con-cepción ontológica de Spinoza, la cual,dicho sea de paso, es de una profundidad yoriginalidad como nunca antes se había con-cebido en el mundo de la alta Filosofía.

Para iniciar con conocimiento de causa esteapartado es necesario deslindar ciertos con-ceptos que maneja el filósofo holandés. Enprimer lugar hay que conocer qué es lo queSpinoza quería dar a entender cuando ha-blaba de causa finita o causa de sí. Porcausa finita o causa de sí Spinoza entiende

Filosofía y Teología

“Por causa finita o causa de sí Spi-noza entiende aquello cuya esenciaimplica la existencia, o bien, aquello

cuya naturaleza solo se puede concebircomo existente. La definición de finitaviene dada en función de aquella cosa quepuede ser limitada por otra de la mismanaturaleza. El ejemplo que pone Spinozaen su definición es la finitud de un cuerpoporque podemos concebir siempre otromayor”

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aquello cuya esencia implica la existencia,o bien, aquello cuya naturaleza solo sepuede concebir como existente. La defini-ción de finita viene dada en función deaquella cosa que puede ser limitada por otrade la misma naturaleza. El ejemplo quepone Spinoza en su definición es la finitudde un cuerpo porque podemos concebirsiempre otro mayor. Lo mismo sucede en elmundo del pensamiento: un pensamientopuede ser limitado por otro pensamientomayor.

Sobre la substancia cabe decir que Spinozala concebía como aquello que es “en sí” y“por sí”; es decir, aquello cuyo concepto noprecisa del concepto de otra cosa, a diferen-cia de la causa finita. Por atributo concebíael pensador holandés como aquello que elentendimiento percibe de una substanciacomo formando parte de la esencia de lamisma. Y sobre Dios, sobre la concepcióndivina que tenía Spinoza, decir que lo en-tendía como un Ser absolutamente superiore infinito constituido por una serie de infi-nitos atributos en los que cada uno de ellosvenía a expresar y ratificar una esenciaeterna e infinita.

Desde la ortodoxia religiosa judeocristianamás recalcitrante las ideas de Spinoza nocuadraban nada bien con las ideas religiosaspoco o nada evolutivas de la época. Algu-nos de sus escritos y reflexiones fueron ta-chados, incluso por algunos teólogos, deplanteamientos de carácter ateísta, lo cuales una falacia en toda regla. Presuponer esoes no entender ni interpretar correctamenteel pensamiento dialéctico de Spinoza o ha-cerlo de manera burda, superficial y pocoprofunda. Tan solo desde una tosca concep-ción filosófica y teológica se puede decirsemejante cosa. Únicamente desde el dog-matismo religioso se puede argumentar deesa manera. El grado de exquisitez del filó-sofo holandés no está, ciertamente, al al-cance de argumentos poco sólidos ymalintencionados como fueron los prove-nientes del mundo del judeocristianismo, unmundo imbuido de intolerancia y desconsi-deración hacia todo aquello que se escapabade los parámetros de la religión institucio-nalizada desde el poder político y eclesial

de la época. Una lástima ya que eso impo-sibilitó en buena medida que la dialécticadel genial pensador fuera más conocida ydivulgada durante bastante tiempo. A decirverdad la teología de carácter dogmáticonunca se concilió bien con la filosofía.Mientras que la primera se ha caracterizadopor planteamientos apodícticos e incuestio-nables, pero, paradójicamente, en muchoscasos, nada demostrables de manera empí-rica, la filosofía, en cambio, se mueve en elámbito de lo especulativo e indagador. Spi-noza fue un filósofo de alta escuela quenunca sintonizó bien con la religión institu-cionalizada, ni la judía en la que creció, nila cristiana que lo rechazó en buena medida

por sus planteamientos antidogmáticos yeso no era bien visto en aquellos tiempos.Spinoza fue, por encima de todo, un libre-pensador, un hombre de intensa intuición yrazonamiento profundo.

En el siguiente capítulo seguiremos ahon-dando en el profundo pensamiento de Spi-noza y otras de sus bien razonadasargumentaciones sobre la vida y su sentir,lo cual nos permitirá poder tener una visiónmás clara y fidedigna del gran filósofo na-cido en Amsterdam. (Continuará). R

Filosofía y Teología

“Sobre la substancia cabe decir queSpinoza la concebía como aquelloque es “en sí” y “por sí”; es decir,

aquello cuyo concepto no precisa del con-cepto de otra cosa, a diferencia de la

causa finita. Por atributo concebía el pen-sador holandés como aquello que el en-tendimiento percibe de una substancia

como formando parte de la esencia de lamisma”

Renovación nº 2418

La materia

Si concretamos esto en el ámbito de la físicaatómica, advertimos que, frente a la tendenciaa pensar que la realidad subatómica está com-puesta por un conjunto diferente de partículasque interactúan entre sí, moviéndose en elvacío, se está pasando a entender la realidadcomo un fondo unitario y global que se expresay concentra, debido precisamente a la interven-ción del observador humano consciente, enpartículas elementales, como colapsos de su-perposición de ondas, expresiones de la reali-dad última de lo que hay.

Eso es lo que hace que se entienda el ser deestos corpúsculos tanto como ondas que comopartículas, y no seamos capaces de determinarsu velocidad y posición al mismo tiempo,según el principio de indeterminación de Hei-senberg[22]. En definitiva, como indica D.Bohm, más que mirar un átomo como onda ocomo partícula, “tal vez sería mejor conside-rarlo como una nube escasamente definida,como una fórmula particular que depende de latotalidad de su entorno, incluyendo en él el ins-trumento que lo observa.

Por consiguiente, ya no se puede mantener pormás tiempo la división entre el observador y loobservado (como está implícito en la concep-ción atomista, que considera cada uno de elloscomo agregados separados de átomos). Másbien ambos, observador y observado, son as-pectos emergentes e interpenetrados de una re-alidad total, la cual es indivisible y noanalizable”[23].

Dentro de esa totalidad que es el universo, noshallamos los humanos, síntesis de materia ymente, o más bien, de materia consciente,siendo la mente el modo específico y diferentede expresarse la única realidad global en loscuerpos humanos, aunque no sepamos todavíaexplicar cómo se produce todo esto, si es quealguna vez llegaremos a saberlo. La realidad,en todos sus aspectos (físico, biológico, psico-lógico, social,…), no hay que entenderla comouna realidad atomística, sino como una “totali-dad no dividida en movimiento fluyente”[24].

Materia y universo: el big bang

Estos interrogantes sobre la materia y el ser deluniverso físico se entremezclan con las que seadvierten en las investigaciones de los cosmó-logos sobre la historia y el origen del universo.

Filosofía y Teología

Imagen proporcionada por el telescopio Hubble del es-pacio lejano, cuando el universo era más caliente y másconcentrado de acuerdo con la teoría del Big Bang.Fuente: NASA.

La ciencia actual abre nuevos interrogantes metafísicos

Por Carlos

Beorlegui*

TENDENCIAS21.NET

y # 2

[22] Cfr. LINDKEY, David, Incertidumbre. Einstein, Hei-senberg, Bohr y la lucha por la esencia de la ciencia, Bar-celona, Ariel, 2008. [23] BOHM, D., o.c., p. 30. [24] Ibídem, p. 32.

Renovación nº 24 19

Tanto en la cosmovisión heliocéntrica como enla geocéntrica a partir de Copérnico y Galileo,el universo se entendía como una estructurabien ordenada, conformada por el continuomovimiento de los astros, entrelazados porunas leyes estables, resultado de la acción cre-adora de Dios.

A pesar de que la concepción del universocambió radicalmente con la teoría de la relati-vidad de Einstein, el universo era visto comoalgo eterno y estable en sí mismo, como con-secuencia de un maravilloso orden racional,obra de una divinidad, no personal, que lo go-bierna todo. Pero esta concepción clásica, la te-oría del estado estacionario, saltaría en milpedazos, aunque no sin resistencia, años des-pués, siendo sustituida por la idea de que eluniverso está en permanente expansión: la te-oría del Big Bang[25].

El momento clave lo constituyó el descubri-miento por el físico Hubble del desplazamientohacia el rojo de la luz que recibimos de las es-trellas (espectrografía). Los científicos vieronen ello la prueba de que el universo se halla enexpansión, debido a una fuerza que va alejandoprogresivamente a unas estrellas de otras, agrandes velocidades. Todo provendría de unagran explosión (Big Bang, según denomina-ción de Fred Hoyle, 1949), como propusieronen trabajos pioneros G. Gamow y el sacerdotebelga G. Lemaître. Al principio, esta teoríacostó ser aceptada (sobre todo por Einstein yF. Hoyle), pero cuando se realizó su compro-bación empírica con el descubrimiento de laradiación de fondo, por R. Wilson y A. Pen-zias, radiación fósil que provendría de esa pri-mera y radical explosión, se impusomayoritariamente sobre la tesis del universoestacional.

Estas evidencias suponían la emergencia denuevos interrogantes y problemas sin resolver.La cuestión fundamental era por qué de unagran explosión iba a surgir el actual orden y es-tructura del universo. ¿Por qué hay estructuraen el universo, la que tiene en concreto, y dedónde surge?[26]. No nos encontramos ante ununiverso uniforme, sino ante un complejo sis-tema de planetas, estrellas y galaxias. Explicaresto dependía de saber entender la naturaleza

de ese momento singular del Big Bang, y de lasfases posteriores de su expansión[27].

Los científicos fueron poco a poco advirtiendoque si la fuerza expansiva de la primera explo-sión hubiera sido más fuerte, no se habrían po-dido formar las concentraciones de materia quedieron origen a los diversos cuerpos celestres;y si hubiera sido más débil, el universo se hu-biera colapsado muy pronto, y desaparecido.Pero todo apunta a un cierto ajuste fino que  hapermitido la conformación del universo tal ycomo lo conocemos, con la existencia de lavida inteligente, al menos en nuestro planeta.Es la expresión del Principio Antrópico[28].

Estado inflacionario

Este panorama se ha ido completando, a la vezque complicando, con la propuesta de AlanGuth y Andrei Linde, entre otros, del estado in-flacionario[29]. Esta teoría defiende que en losprimeros instantes posteriores al Big Bang, eluniverso tuvo una fase de rápida expansión,para a continuación ralentizarse y permitir deese modo la composición y estructura actualdel universo.

Las características de nuestro universo habríansido, por tanto, precedidas por unos instantesen los que la temperatura y la velocidad de ex-pansión fueron muy superiores a las que po-seyó posteriormente, enfriándose yralentizándose para que la materia se pudierair cuajando y formando las galaxias, estrellasy planetas.

Esta teoría da por hecho que existe en el uni-verso una fuerza repulsiva, contraria a la degravedad, que explicaría la fuerza con la queel universo se está expandiendo desde el prin-cipio. El objeto de la misma era conseguir unateoría unificada que hiciera concordar las apor-taciones de la teoría de la relatividad sobre elmacrocosmos con las de la mecánica cuánticasobre el microcosmos.

Filosofía y Teología

[25] Cfr. LUMINET, Jean-Pierre, La invención del BigBang. En búsqueda del origen del universo, Barcelona,RBA, 2012; OSTRIKER, J.P./MITTON, S., o.c., cap. 3º. [26] Cfr. OSTRIKER, J. P./MITTON, S., o.c., cap. 5º.

[27] Cfr. WEINBERG, Steven, Los tres primeros minutosdel universo, Madrid, Alianza, 2009(2ª: 2013).[28] Cfr. BARROW, J.D./TIPLER, F.J., The AnthropicCosmological Principle, Oxford, Clarendon Press, 1986;GALE, G., “El principio antrópico”, Investigación yCiencia, 1982, nº 65, 93-103; ALONSO, J.M., Introduc-ción al principio antrópico, Madrid, Encuentro, 1989;BEORLEGUI, C., La singularidad de la especie humana.De la hominización a la humanización, Bilbao, Univer-sidad de Deusto, 2011, pp. 250-259.   [29] Cfr. OSTRIKER, J.P./MITTON, S., o.c., pp. 167 yss.; GARDNER, J., El universo inteligente, o.c., cap. 6º.

Renovación nº 2420

Estos planteamientos, presentados por A. Guthen 1981, y completados más tarde por A.Linde, han recibido, en marzo de 2014, unaprueba experimental (la huella de ondas gravi-tatorias generadas por las vibraciones proce-dentes de ese momento inicial de crecimientoacelerado) recogida por un equipo de investi-gadores del microscopio de microondasBICEP2 de la Antártida. Es verdad que al pocotiempo de ello, estos resultados han sido pues-tos en cuestión, con lo que se necesitarán nue-vas y más rigurosas comprobacionesposteriores para ver en qué medida se trata deuna teoría consistente y demostrada.

La teoría inflacionista del origen del universopresenta una explicación tanto de la homoge-neidad del universo como del por qué posee sudensidad concreta. De ahí que, a pesar de ha-llarse dos partes cualquiera del universo distan-ciadas en extremos opuestos, esta teoríaexplicaría su homogeneidad, debido a que pro-vienen, desde el primer momento originario,del mismo punto de partida. Igualmente, expli-caría el enigma que supone la densidad denuestro universo, dotado de un ajuste fino quepermitió la formación de estrellas y planetas, yen uno de éstos, la emergencia de vida inteli-gente.    

Quedaba todavía la cuestión de saber si el uni-verso se estará expandiendo para siempre, ollegará un momento en el que no tendrá yafuerza expansiva y se irá contrayendo, hasta al-canzar una situación similar a la inicial, deno-minada Big Crunch, gran implosión. Aunqueése no sería, según algunos, su momento final,sino tan sólo el fin de una fase o ciclo, dentrode una serie sucesiva, e interminable, de fasesde expansión y encogimiento, separados pordos momentos de singularidad (el inicio y elfinal), como defiende la teoría del universo os-cilante de S. Hawking[30].

Ahora bien, esta propuesta, aunque pueda serfactible en el ámbito de la matemática, no de-muestra que exista en la realidad; más bien, lasevidencias empíricas de otros aspectos del uni-verso llevan a la conclusión de que este modelode universo oscilante parece no ser posible. Setrata, por tanto, como ocurre con otras propues-

tas cosmológicas que vamos a ver, de una es-peculación posible, pero sin pruebas suficientesde tipo teórico y empírico para demostrar quenuestro universo responde a ese modelo. Peroeso, como es evidente, no es prueba de su fal-sedad. 

Supercuerdas y multiversos

Pero los avances en física y cosmología hanmostrado un rostro más complejo todavía denuestro universo. Las aplicaciones de la físicacuántica al origen y naturaleza del universo, hallevado a la aparición de la denominada teoríade cuerdas, o de supercuerdas, y a la hipótesisde los multiversos[31].

Todas las teorías cosmológicas anteriores, ladel estado estacionario, la del modelo cosmo-lógico estándar del big bang, o la del universooscilante, coinciden en el supuesto de que sóloexiste este universo en el que vivimos. Es la de-nominada teoría cosmológica estándar. Encambio, la hipótesis de los universos múltiples,o multiversos, parte de la hipótesis de que nues-tro universo es uno más de los muchos existen-tes, y sin que exista relación entre ellos.

A la hora de justificar el origen de estos multi-versos, sus defensores se dividen en posturas oplanteamientos diversos. La corrección que A.Linde hizo a la teoría inflacionista de A. Guth,consistió en considerar que la inflación y el BigBang no ocurrieron sólo una vez, sino que elproceso se mantiene, es eterno (de ahí la deno-minación de inflación eterna), componiendoun número infinito de universos desconectadosentre sí, como una sucesión de innumerablesburbujas estelares, que constituyen cada una deellas un universo autónomo, coincidiendo enello con la teoría de cuerdas y de supercuerdas[32]. 

La cuestión que no resuelven ninguna de las te-orías cosmológicas es cómo, qué o quién ori-ginó el universo; qué y por qué habríaexplotado, así como la razón de esa primeraaceleración y desaceleración posterior. Ya se-ñalamos en su momento que la cosmología,como ciencia, se limita a estudiar la naturalezay funcionamiento del universo. Las preguntas

Filosofía y Teología

[30] Cfr. HAWKING, S., La historia del tiempo. Del BigBang a los agujeros negros, Barcelona, Crítica, 1988; Id.,El universo en una cáscara de nuez, Barcelona, Crítica,2002; Id., La teoría del todo. El origen y el destino deluniverso, Barcelona, Mondadori, 2007.

[31] Cfr. SUSSKIND, Leonard, El paisaje cósmico. Teo-ría de cuerdas y el mito del diseño inteligente, Barcelona,Crítica, 2007; KAKU, Michio, Hiperespacio, Barcelona,Crítica, 1996/2014; KRAUSS, L. M., Un universo de lanada, Barcelona, Pasado y Presente, 2013.  [32] Cfr. GARDNER, J., o.c., pp. 140-141.

Renovación nº 24 21

sobre el origen del mismo, así como sobre unposible creador, son cuestiones que han perte-necido a la metafísica y la teología. Pero algu-nos cosmólogos, en una no correcta mezcla deplanos, pretenden aportar soluciones a estascuestiones desde el plano de la ciencia cosmo-lógica. Es lo que algunos han denominado me-tafísica experimental[33], un auténticooxímoron.

Tal es el caso, por ejemplo, de L. M. Krauss[34],quien sostiene que nuestro universo (así comolos otros multiversos posibles) procede de lanada, con lo que se habría superado la referen-cia a lo que desde Aristóteles, seguido por lateología cristiana desde Tomás de Aquino, seentendía por Dios, como motor inmóvil ycausa primera de todo lo que existe.

El problema está en que esa nada no es tantouna nada metafísica, sino lo que los físicos de-nominan el vacío cuántico, que tendría la ca-pacidad intrínseca de ir generandoespontáneamente las partículas elementales dela materia, responsables con su progresivacomplejidad de la formación de las diferentescuerpos celestes del universo. Por tanto, comoindica J. Monserrat, se parte de la hipótesis deque existe una metarrealidad[35], que seríaeterna y autosuficiente, pero sin poder precisarsu naturaleza (ontología) ni su funcionamiento,y que daría origen a nuestro universo y al restode los otros muchos que propone esta hipóte-sis.

El modo como se pretende explicar y justificaresa ontología de la metarrealidad, de la queproceden los múltiples universos, es a travésde la teoría de cuerdas o de supercuerdas. Estateoría parte de ese fondo de metarrealidad, quenos hace ver que vivimos en un cosmos o mul-titud de universos que no se presentan comouna acumulación de galaxias inconexas, sinocomo un todo unitario que se nos muestracomo un orden implicado, en palabras deDavid Bohm[36].

Todo lo que hay habría surgido de ese fondo

único de metarrealidad, el vacío cuántico, quese iría expresando en las diversas propiedadesque la mecánica cuántica advierte en los com-portamientos de las partículas elementales, yque incluso explicarían la emergencia y carac-terísticas de la mente humana[37]. El origen deestas partículas elementales y los nuevos uni-versos se explicarían como fluctuaciones deondas producidos en ese vacío cuántico.

Por tanto, esa fluctuación de energía fontanales la que explicaría la emergencia de la materiaen forma de cuerdas, elementos más básicos yelementales que las partículas tradicionales dela estructura del átomo. La teoría de supercuer-das nos propone un universo conformado nopor las cuatro dimensiones que la teoría de larelatividad advierte en el nuestro, sino por mu-chas más, hasta diez o más.

En definitiva, según estos planteamientos, po-drían existir infinitos universos, surgidos es-pontáneamente, de los cuales algunos sehallarían también en proceso de desapariciónpor colapso. De tal forma que, según algunosteóricos, la dinámica que se daría entre estosmúltiples universos en su lucha por sobrevivir,se podría asemejar al proceso de selección na-tural que propone el darwinismo, dentro delmundo de la vida.

En cambio, otros cosmólogos, como Susskind,uno de los padres de la teoría de cuerdas, en-tiende que ese símil darwininsta no responde ala realidad de los multiversos, en la medida enque no se produce la competencia por la vidaentre ellos, al no darse una situación de escasezde recursos para su existencia[38].

Como decimos, los (casi) infinitos universosposibles tendrían diversas leyes y característi-cas, y sólo el nuestro tendría los rasgos nece-sarios para que pudiera emerger la vida, hastahacerse inteligente. De este modo se evita launicidad de nuestro universo y, con ello, la sig-nificatividad del PA. De hecho, R. Penroseacusa, tanto a la teoría inflacionista como a lade cuerdas, de estar motivadas estas propuestasdesde el único fin de evitar aceptar el PA y las

Filosofía y Teología

[33] Cfr. BOJOWALD, Martín, Antes del big bang. Unahistoria completa del universo, Barcelona, RandomHouse Mondadori, 2010, p. 15. [34] Cfr. KRAUSS, L. M., o.c. [35] Cfr. MONSERRAT, J., Hacia el Nuevo Concilio. Elparadigma de la modernidad en la era de la ciencia, Ma-drid, Edic. San Pablo, 2010, p. 244. [36] Cfr. BOHM, David, La totalidad y el orden impli-cado, Barcelona, Kairós, 1988 (6ª: 2008).

[37] Es la propuesta de D. BOHM, o.c., cap. 7. Cfr.MONSERRAT, J., “El problema del soporte física de lasensibilidad-conciencia”, en RODRÍGUEZ VALLS, Fco.(ed.), La inteligencia en la naturaleza. Del relojero ciegoal ajuste fino del universo, Madrid, Biblioteca Nueva,2012, pp. 101-118.  [38] Cfr. SUSSKIND, L., o.c., ver págs. Donde hace estacrítica.

Renovación nº 2422

evidencias de la teoría cosmológica estándar.

De hecho, no ve que la teoría inflacionistaposea superioridad estética, como dicen algu-nos, sobre la tesis de que el Big Bang fue ajus-tado de tal forma que permitiera la emergenciade la vida inteligente[39]. Como puede verse,uno de los elementos de discusión que está defondo en todas estas investigaciones cosmoló-gicas es la aceptación o no del PA.

El Principio Antrópico 

En la actualidad, el PA está presente en todaslas discusiones cosmológicas, dándose una am-plia disparidad de concepciones y de propues-tas explicativas. De entrada, hay que distinguirentre la versión débil (mera constatación a pos-teriori de la existencia de la vida, en función delas características de nuestro universo), lafuerte (defender que el mundo está hecho paraque pueda existir la vida), y el denominado porWheeler principio antrópico participativo[40]

(las propiedades cuánticas del universo habríanorientado, de atrás hacia adelante, la presenciade vidas conscientes, en la línea del principiode indeterminación de Heisenberg). Pero, enrealidad, sólo la primera versión se sitúa en elterreno científico, por más que la tesis partici-pativa de Wheeler pretende estarlo también,aunque resulta my difícil demostrar su pro-puesta.

La verdad es que muchos de los cosmólogosconsideran que la aceptación del PA supone in-evitablemente, creemos que de forma inco-rrecta, aceptar la presencia del misterio y elfracaso en definitiva del saber científico,puesto que sería tanto como admitir una barreraque prohibiría seguir investigando la realidad.Por eso que, ante el desafío del PA, la actitudde muchos de los científicos se divide entre ne-garlo o tratar de explicarlo no desde una meta-física teísta, sino en clave científica; es decir,tratando de explicarlo desde la propia natura-leza interna del universo. Esa es la postura quesigue L. Susskind, y otros muchos, desde la te-oría de cuerdas.

Si se acepta que existen una infinidad de uni-versos, con diversidad de leyes internas, encontinuo proceso de nacimiento y desaparición,

no resulta incoherente ni difícil de admitir quenuestro mundo, con sus condiciones antrópicas(un universo bioamigable, como dice J. Gard-ner)[41], sea uno entre otros tantos que, si-guiendo las leyes de la probabilidad, le hatocado ser como es, permitiendo la aparición yexistencia en su seno de seres vivos inteligen-tes, algo que no ocurre en el resto de universos,o en la mayoría de ellos (afirmaciones que sonhipótesis difíciles de comprobar, si no imposi-ble). En definitiva, no habría que sacar del PAninguna conclusión de tipo metafísico o reli-gioso, sino tan sólo una mera constatación aposteriori de la forma de ser de nuestro uni-verso, que lo distingue del resto de universostan diferentes.

La centralidad de la discusión sobre el PA enla ciencia actual se debe, en opinión de Gard-ner, a dos descubrimientos centrales: el primerose refiere al hecho de que el valor de la densi-dad de la energía oscura es diminuto, aunqueno absolutamente cero (aparente casualidad); yel segundo, a la conclusión de que la teoría M(pretendida candidata a conseguir la síntesisentre la teoría de la relatividad y la teoría cuán-tica[42] permite hacer razonable la teoría decuerdas (en sus múltiples versiones) y la tesisde los multiversos, cada uno de ellos con dife-rentes propiedades que el modelo estándar.

A partir de los esfuerzos por explicar esosavances, se ha hecho evidente la plausibilidaddel PA, presentándolo tanto en su versión débil(Hawking y Hogan), como en la línea de losmúltiples mundos, propuesta por Everett y se-guida por Susskind, Linde, Weinberg y Vilen-kin, desde la teoría de cuerdas, considerandoque la magnitud de la denominada constantecosmológica varía según cada universo. Segúnestos planteamientos, que surja entre tantosuniversos uno que sea bioamigable, es cuestiónde tiempo y de aleatoriedad. 

Para Gardner, la condición antrópica del uni-verso no es un fin en sí mismo, sino que estáorientada a reproducir la propia inteligencia hu-mana en la inteligencia artificial (AI), capaz desuplir y de superar a la propia inteligencia hu-mana, capacidad que está llegando a una fasecrítica, la singularidad que pronostica RayKurzweil[43].

Filosofía y Teología

[39] Cfr. PENROSE, Roger, El camino a la realidad. Unaguía completa de las leyes del universo, Madrid, Debate,2006, cap. 27 (creo que está citado ya); GARDNER, J.,o.c., p. 140. [40] Cfr. sobre las tesis de Wheeler, ALONSO, J. M., In-troducción al principio antrópico, o.c., pp. 555 y ss.

[41] Cfr. GARDNER, James, El universo inteligente. Unaauténtica revolución: la inteligencia propia del cosmos,o.c., pp. 233 y ss. [42] Cfr. HAWKING, S. (con L. MLODINOW), El grandiseño, Barcelona, Crítica, 2010.  [43] Cfr. KURZWEIL, Ray, Cómo crear una mente. Elsecreto del pensamiento humano, Berlín, Lola Books,2013.

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Esta fase de singularidad se orientará, segúnKurzweil y Gardner, hacia la colonización deotros planetas y del universo entero, e inclusollegará a producir y crear otros universos se-mejantes al actual (universos bebés).

De este modo, la tendencia bioamigable, en ex-presión de Gardner, de nuestro universo no esun fin en sí, meta en la que parece quedarse elPA, sino una mera etapa hacia el objetivo cen-tral del universo: llegar a producir una inteli-gencia capaz de dominar el universo y dereproducirlo en otros muchos similares. Estainteresante hipótesis, como las de otras muchasteorías cosmológicas, posee una cierta fascina-ción, pero resulta muy difícil de aceptar por susescasas bases empíricas. Tendremos ocasión devolver sobre ella en las conclusiones finales. 

Conclusión

En este artículo hemos planteado la cuestiónde fondo: la relación de la ciencia con la filo-sofía y la metafísica. En un primer artículo noshemos centrado en los resultados del conoci-miento científico del universo y de la materia.Este análisis lo completaremos con otro artí-culo en que abarcaremos también las cienciasde la vida y del hombre. Pero podemos perfilaraquí algunas conclusiones provisorias.

El objetivo de fondo de estas páginas ha sidoplantearse en qué medida las preguntas quesiempre se ha hecho la metafísica, y la teolo-gía, sobre nuestro universo, su origen y consis-tencia, la centralidad del hombre dentro de él,el futuro del mismo, la razonabilidad de la feen un Dios creador y providente, y otras mu-chas, están siendo en la actualidad puestas encuestión, y obligadas a replantearse y redefi-nirse, por efecto de los extraordinarios avancesde las ciencias más punteras de la actualidad,como son la cosmología, la biología, la astro-biología, las neurociencias y la IA, entre otras.Ya hemos indicado también que esta proble-mática tiene varios ámbitos de reflexión, porlo que tenemos que proceder por pasos, paraque las cuestiones no se mezclen y nos impidanllegar a conclusiones razonables.

La investigación científica tiene sus propiasleyes a la hora de considerar consistente y ver-dadera una afirmación científica. Por tanto, te-nemos que dejar en manos de los científicos ladeterminación de la naturaleza científica y laverdad o no de las diversas teorías que homospresentado aquí. El problema está en que de-terminadas teorías cosmológicas que hoy díase proponen, no sólo no han sido todavía con-

trastadas con la realidad, sino que se parte delconvencimiento de que quizás nunca podránser comprobadas experimentalmente, como loreconocen sus propios defensores[44].

De esta forma, parecen poner en cuestión nadamenos que su condición de tesis científicas. Esverdad que la ciencia tiene una dimensión teó-rica intrínseca e inevitable. Pero, para que unateoría sea considerada científica, tiene quepoder ser falsada, contrastada con la realidad.De ahí que, si la naturaleza de estas teorías (su-percuerdas, multiuniversos) se presenta, de en-trada, como tesis no comprobablesempíricamente, es lógico que surjan las dudassobre su condición de hipótesis científicas; porlo que tendrán que ser consideradas como hi-pótesis metafísicas, con la especificidad, con-sistencia y legitimidad propias de la metafísica.Son, pues, los propios científicos los que tienenque dirimir la cuestión sobre la naturaleza cien-tífica o no de las tesis de los multiversos y lassupercuerdas. 

Todas las tesis cosmológicas que pretenden de-ducir de ellas conclusiones anti-teístas, sebasan en la hipótesis de un mundo autosufi-ciente que no necesita apelar a un principio di-vino trascendente. Pero esa tesis no escientífica, sino metafísica. La ciencia no puedepasar de decirnos cómo funciona el universo,y no es competente a la hora de considerar sies o no contingente o necesario.

Las tesis de L. M. Kraus y de todos los quequieren demostrarnos con argumentos científi-cos la autosuficiencia del universo para crearsey regenerarse a sí mismo de la nada, son de na-turaleza metafísica, no científica. Es legítimodefender estas posturas, pero tiene que hacerseen su nivel, el metafísico, y no el científico. Portanto, tiene que discutirse con argumentos me-tafísicos, no científicos. R

____________Artículo elaborado por Carlos Beorlegui, Profesorde Antropología en la Universidad de Deusto, Bil-bao, y colaborador de Tendencias21 de las Religio-nes.

http://www.tendencias21.net/La-ciencia-actual-abre-nue-vos-interrogantes-metafisicos_a39621.html

Filosofía y Teología

[44] Cfr. KAKU, M., Hiperespacio, o.c., p. 10.

Renovación nº 2424

Para la ilustracion y explicacion de esteartículo tomamos como ejemplo para-digmatico la enfermedad de Job. Reali-

zaremos diversas consideraciones y reflexionessobre diferentes textos del libro del famoso pa-triarca.

Es necesario establecer una relacion entre Job2:10 e Isaías 45:6-7. En la cita de Job nos en-contramos con un sentido profundísimo, y nohabitual, de lo que supone la actuacion sobe-rana de Dios en el devenir y en las circunstan-cias existenciales de los seres humanos. En eltexto al que aludimos, el patriarca da una con-testacion, sorprendente y extraordinaria, a supropia esposa, que no entiende como siendo sumarido un creyente fiel e íntegro, Dios permiteque este padeciendo una enfermedad tan la-mentable. Job argumenta de la siguiente ma-nera: “Como suele hablar cualquiera de lasmujeres fatuas, has hablado. ¿Que? ¿Recibire-mos de Dios el bien, y el mal no lo recibire-mos?” Y la Escritura anade: “En todo esto nopeco Job con sus labios”. Por otra parte en Isa-

ías 45:6-7 encontramos aspectos de la Revela-cion, en relacion con la esencia y el caracter deDios, coincidentes con el pensamiento de Job:“Para que se sepa desde el nacimiento del sol,y hasta que se pone, que no hay mas que yo;Yo Jehova, y ninguno mas que yo, que formola luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creola adversidad (Hebreo= el mal). Yo Jehova soyel que hago todo esto”.

Es evidente que tanto en Job como en Isaías seintroduce una dimension teologica que va masalla de las consideraciones reduccionistas, que,estableciendo departamentos estancos, ubicana Dios en relacion exclusiva con el bien y al dia-blo con el mal. El concepto de la soberanía deDios trasciende los opuestos de las contradic-ciones y los contrarios de la bipolaridad. Diosesta mas alla del bien y del mal, y por otro ladoningun acontecer humano, existencial o patolo-gico, se escapa de su voluntad y control sobe-rano. Esta realidad teologica se ensena, tam-bien, en pasajes como Amos 3:6 y Eclesiastes7:14. En el primer texto, el profeta de Tecoa sepregunta: “¿Habra algun mal en la ciudad, elcual Jehova no haya hecho?” El gran investiga-dor del devenir existencial, Salomon, afirmaba:“En tiempo de prosperidad disfruta, en tiempode adversidad reflexiona: Dios ha creado losdos contrarios para que el hombre pueda ave-riguar su fortuna” (traduccion de L. AlonsoSchokel).

Resulta evidente que el sentido ultimo de la en-fermedad, desde el punto de vista bíblico, nopuede explicarse de manera satisfactoria si no

José Manuel Glez. Campa*

* Licenciado en Medicina y Cirugía. Especialista en Psiquiatría Comunitaria. Psicoterapeuta. Especialista enalcoholismo y toxicomanías. Conferenciante de temas científicos, paracientíficos y teológicos, a nivel nacional einternacional. Teólogo y escritor evangélico.

Más allá del síntoma de la enfermedad

Ciencia y Religión

Renovación nº 24 25

es sumergiendose en la problematica del bieny del mal. Las soluciones filosoficas y teologicasque desde el punto de vista secular y cristianose han venido aportando resultan obviamentepoco convincentes para explicarnos el sentidoontologico del bien y del mal. Si Dios es sobe-rano tenemos que entender que ningun as-pecto de la realidad (ni siquiera la enfermedad)puede sustraerse al ejercicio y al control de susoberanía. Por consiguiente se fuerza extraor-dinariamente el sentido teologico de la sobera-nía de Dios cuando pretende realizarse unainterpretacion dicotomizante entre la realidadsoberana de Dios y el desarrollo del mal en elmundo.

La concepcion que Job (2:10) esboza en cuantoa la relacion de Dios con el bien y con el malnos parece la correcta y la unica que puede serasumida desde un punto de vista teologico conun sentido esclarecedor y trascendente. En esteaspecto me parece conveniente recordar laconcepcion que sobre la soberanía de Dios ela-boro el gran psiquiatra suizo C.G. Yung en suComentario al libro de Job. En esta obra hablade una doble dimension de Dios, en el sentidode el Dios fascinum (el Dios del bien y de la bon-dad suprema), y el Dios tremendum (el Dios deljuicio y de la utilizacion de la adversidad parala realizacion final de sus propositos soberanos).

En Job 5:17-18 nos encontramos con unaplena confirmacion de la argumentacion quevenimos hilvanando: “He aquí, bienaventu-rado es el hombre a quien Dios castiga; portanto, no menosprecies la correccion del Todo-poderoso. Porque el es quien hace la llaga, y ella vendara; El hiere, y sus manos curan”. Eltermino “castiga” corresponde a una palabrahebrea que significa aviso, amonestacion, re-presion, escarmiento y castigo saludable. Estetermino es traducido por la version Reina Va-lera Actualizada como “disciplina”.

A la luz de todo lo expuesto se podría esbozarel siguiente pensamiento: “Si Job acepta eldolor como escarmiento, el dolor producirasalvacion, si lo rechaza se volvera castigopuro”. Pero el verbo YKH- “castigar” tienesentido forense; Elifaz viene a decir a Job: Tudolor es un argumento de Dios. Fray Luis deLeon, respecto de la actuacion de Dios que serevela en el texto, comenta: “(Dios) hara venir

el bien tras el castigo”. El mismo sentido delpadecimiento y la enfermedad encontramos en2a de Corintios 12:7-9, donde el apostol Pablohabla de su propia conciencia en relacion consus padecimientos: “Y para que la grandeza delas revelaciones no me exaltase desmedida-mente, me fue dado un aguijon (griego= dolorpunzante) en mi carne, un mensajero (griego=angel, enviado) de Satanas que me abofetee,para que no me enaltezca sobremanera; res-pecto a lo cual tres veces he rogado al Senorque lo quite de mí. Y me ha dicho: BASTATEMI GRACIA; porque mi poder se perfeccionaen la debilidad, (griego= cansancio).

Por otra parte en Job 1:5-11 y 2:5-9 se utilizael verbo brk-”blasfemar”, que tiene el sentidode “saludar para despedirse”, “desentenderse”y “maldecir”. Pero en realidad el sentido literaldel hebreo sería el de “bendecir” como un ter-mino que se utiliza a manera de eufemismopara decir lo contrario. Por consiguiente la fi-nalidad de la enfermedad no debe servir paraseparar al hombre de Dios, sino para volver aÉl.

En el capítulo 4:12-21 de Job, Elifaz viene adecir que para entender los misterios profun-dos de la vida es necesario “OIR LA VOZDEL INCONSCIENTE”. Y en el capítulo 5,el mismo Elifaz sigue argumentando que larazon de la angustia de Job no esta en Dios,sino en el (el hombre): Job 5:6-7. “Porque laafliccion no sale del polvo, ni la molestia brotade la tierra. Pero como las chispas se levantanpara volar por el aire, así el hombre nace parala afliccion. (“es el hombre quien la afliccionengendra” B de J)”. La angustia (la afliccion) laengendra el hombre y Dios la utiliza para cas-tigarle (disciplinarle): Job 5:17-18 se “deses-pera” por su afliccion (3:26) y desea la muerte(3:21) y aun la no existencia (3:3-19) y Elifaz ledice que debe sentirse feliz por la misma causa,ya que su sufrimiento debe conducirle a “su re-alizacion” (5:17-18). En definitiva, el mensajede Elifaz para Job es que tu enfermedad y tudolor es un argumento de Dios que utiliza laadversidad al servicio de tu realizacion inma-nente y transcendente. R

Ciencia y Religión

Renovación nº 2426

No recuerdo cuántas veces hemos re-alizado la práctica del fototropismovegetal en los distintos laboratorios

de ciencias naturales donde he dado clases alo largo de mi carrera docente. Uno de los tó-picos habituales es el de definir las plantascomo organismos que, a diferencia de los ani-males, permanecen siempre inmóviles y nopueden cambiar de ubicación para encontraralimento o huir de los depredadores. No obs-tante, por medio de esta experiencia prácticase pretendía mostrar a los adolescentes que,en realidad, las plantas son capaces de reali-zar determinados movimientos que les per-miten absorber agua y nutrientes así comomejorar su exposición a la luz. El crecimientode los vegetales en respuesta a los rayos sola-res -conocido como fototropismo o heliotro-pismo- puede estudiarse fácilmente ya que losbrotes aéreos suelen orientarse hacia la luz,mientras que las raíces lo hacen en direcciónopuesta. Primero, enterrábamos las semillas

de algunas legumbres, como las judías, en pe-queñas macetas de plástico. Cada alumno re-gaba la suya y la colocaba junto a la ventanadel laboratorio para que le diera convenien-temente la luz solar y pudiera germinar. Al-gunos días más tarde, cuando ya despuntabael tallito verde, se trasladaban a una habita-ción que siempre permanecía a oscuras. Lastinieblas de dicho habitáculo sólo se inte-rrumpían de día por unos delgados haces deluz, originados a propósito mediante minús-culos agujeros practicados en las ventanas. Elresultado era casi siempre espectacular. Losjóvenes estudiantes se sorprendían al obser-var aquellos largos tallos blanquecinos, per-fectamente curvados en la dirección de la luzque, aunque se le diera media vuelta al tiesto,volvían tozudos a retorcerse para lograr quelas pocas hojas tuvieran su escasa ración lu-mínica. Era la comprobación experimentalde que las plantas buscan la luz y se orientanhacia ella, estén donde estén. Después, nos

*Dr. en Biología, Dr. en Teología, Profesor y Escritor. Entre sus principales obras: “La ciencia, ¿encuentra a Dios?”;“Sociología: una desmitificación”; “Bioética cristiana: una propuesta para el tercer milenio”; “Parábolas de Jesús enel mundo postmoderno”; “El cristiano en la aldea global”; “Darwin no mató a Dios”, “Postmodernidad”

PROTESTANTE DIGITAL Antonio Cruz Suárez*

Las fuerzas de la naturaleza no puedenexplicar el origen del fototropismo ni de

las propias plantas.

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¿Por qué las plantas buscan la luz?

Renovación nº 24 27

planteábamos la cuestión fundamental, quedesde los días de Darwin ha venido llamandola atención de los botánicos,[1] ¿cómo consi-guen semejante proeza ya que carecen deojos? O, acaso, no es así. Siempre es conve-niente repasar bien las definiciones. ¿Qué esun ojo, sino un receptor de luz capaz detransmitir dicho estímulo a otras células?Visto así, se podría decir que los vegetales tie-nen también “ojos”, aunque sean muy rudi-mentarios. Cuando yo era estudiante debiología en la universidad de Barcelona, a fi-nales de los 70, usábamos un famoso tratadode botánica, escrito y adaptado sucesiva-mente por toda una lista de científicos ale-manes, encabezada por el Dr. EduardStrasburger. En aquella época, este textosobre morfología y fisiología de los vegetalesera de lo mejor que se había traducido a lalengua de Cervantes, pero aún se desconocíala respuesta al enigma fototrópico. En elapartado que se refiere al movimiento de lasplantas producido por la luz, su autor co-menta el experimento de iluminar con unapequeña intensidad de 30 lux, un minúsculotallito de avena, durante tan sólo cuatro se-gundos y cómo dicho estímulo es capaz degenerar una respuesta que hace que el tallose incline completamente, 24 horas después,hacia la breve fuente lumínica. Después, con-fiesa que: “todo esto muestra ya que los mo-vimientos de orientación fototrópica debenser procesos muy complicados”.[2] Pues bien,cuarenta años más tarde, todavía no lo sabe-mos todo sobre tales mecanismos vegetales.En realidad, lo que presentan muchas célulasde las plantas verdes, y también ciertas bac-terias, son unas proteínas sensibles a la luz,llamadas fitocromos, que son capaces decambiar de aspecto. Al parecer, cuando unade tales moléculas recibe un haz de luz, ex-perimenta un cambio en su estructura tridi-mensional que, a su vez, provoca toda unacascada de reacciones en cadena en las célu-las que terminarán por mover el tallo o lahoja hacia la fuente luminosa. Los fitocromosson máquinas moleculares que activan a

otras sofisticadas máquinas moleculares delinterior celular. De manera que un ligerocambio de tan sólo unas pocas unidades deangstrom (un metro tiene diez mil millonesde angstroms) en la forma de estas minúscu-las proteínas vegetales, se amplifica especta-cularmente dentro de las células vegetales, envarios órdenes de magnitud, hasta mover lahoja o el tallo en la dirección iluminada. Sepodría generalizar diciendo que tales fitocro-mos son como los “ojos moleculares” de lasplantas que, al ser excitados por los fotonesde la luz, aprietan el interruptor molecularadecuado para poner en marcha toda la fac-toría bioquímica de la célula que la orientaráfinalmente hacia la fuente energética. Almenos, esto es lo que se desprende de un ar-tículo publicado el año pasado en la revistacientífica Nature.[3] ¿Cómo se pudo originartan refinado mecanismo molecular? ¿Qué te-oría es capaz de explicarlo mejor, la selecciónnatural no guiada o el diseño inteligente? Elartículo de Nature no dice nada acerca de laevolución de tales estructuras. Sólo se indicaque los aminoácidos del núcleo sensible a laluz, en la molécula del fitocromo, están “evo-lutivamente conservados” en toda la familiade los fitocromos. Lo cual significa que nohan evolucionado, que han estado ahí ya enlas primeras bacterias fotosensibles y en lascélulas vegetales desde el principio de lostiempos, sin cambiar en nada. Luego, la evo-lución no habría contribuido de maneralenta y gradual para su formación. Los fito-cromos, como el resto de las proteínas, estáncompuestos por centenares de aminoácidosdispuestos de manera precisa. Cuando la luzlos cambia de posición y se transforman enotras proteínas diferentes, tiene que haberotras máquinas moleculares especialmentediseñadas para ello que sean capaces de re-conocer dicho cambio y actuar en conse-cuencia, pues de lo contrario todo esteproceso se paralizaría. Para que las plantasconsigan beneficiarse de la luz, todas estas es-tructuras moleculares deben cooperar deforma coordinada. ¿Cómo han aparecidoesas otras máquinas que saben lo que hay

Ciencia y Religión

1 Charles Darwin, Los movimientos y hábitos de las plantas tre-padoras, La Catarata, 2009. 2 Eduard Strasburger y otros, Tratado de Botánica,Marín, Barcelona, 1974, p. 336.

3 “Signal amplification and transduction in phytochrome photo-sensors”, Nature, 08/05/2014, www.nature.com/arti-cles/nature13310.

Renovación nº 2428

que hacer en el momento oportuno? Esto nopuede ser el resultado de un proceso ciego ysin dirección como el que propone el darwi-nismo sino, más bien, de un diseño que co-noce bien hacia adónde se dirige, queorganiza los medios adecuados así como loscomponentes necesarios para conseguir esefin que se persigue. A Darwin se le ha criti-cado mucho, sobre todo por parte de los ul-tradarwinistas materialistas, por serdemasiado teleológico en sus razonamientossobre el movimiento de las plantas. Segúnmanifiesta el gran naturalista inglés en sus es-critos, tanto los vegetales como los animalesrealizarían acciones orientadas a conseguirmetas o fines concretos. Pensando de estamanera, Darwin partía desde una posiciónteleológica, asumiendo que todo tiende haciauna finalidad precisa, para buscar posterior-mente las explicaciones naturales de cadacaso. Y aunque, como es sabido, llegó a laconclusión polémica de que la selección na-tural era la causa de todo, este método teleo-lógico le dio buen resultado en susinvestigaciones particulares precisamenteporque estaba en lo cierto. Todos los seresvivos de este planeta evidencian propósito yes menester hacer una abstracción mentalimportante para evitar dicha conclusión. Lasflores abren sus pétalos en primavera con laintención de invitar a los insectos polinizado-res a diseminar el polen y poder así reprodu-cirse. Los zarcillos de la vid crecen, seretuercen y orientan buscando soporte enotras plantas con la intención de lograr lamáxima exposición posible de las hojas a losrayos solares. Algunas semillas presentan es-tructuras a modo de paracaídas que les per-miten flotar en el aire con la intención dediseminarse lo más lejos posible y perpetuarla especie. Se podrían poner muchos ejem-plos más de esta intencionalidad latente quecaracteriza a los organismos. No obstante, lamayor parte de los artículos científicos queaparecen en las revistas especializadas asu-men que tal órgano o función biológica haevolucionado mediante selección naturalpara, inmediatamente después, pasar a des-cribir detalladamente el funcionamiento dedicha estructura o mecanismo fisiológico. No

se explica cómo se originó por primera vezsino cómo funciona en la actualidad. Sin em-bargo, no es lo mismo una cosa que la otra.Descifrar cómo se regulan las distintas molé-culas, a nivel bioquímico, implicadas en el fo-totropismo y la forma en que se integranpara coordinar los cambios de luz, siguesiendo un reto para la ciencia que, probable-mente, algún día se logrará entender porcompleto. Pero, cuando esto se consiga, no sehabrá demostrado cómo tan complejo meca-nismo hubiera podido originarse por las solasleyes de la naturaleza. Entender cómo fun-ciona, no es comprender cómo surgió porprimera vez. La impresión que uno tiene alleer tales trabajos de investigación, como estedel fototropismo vegetal, es que un diseñoprevio de ingeniería subyace detrás de todoel mecanismo biológico. En un breve párrafodel artículo aparecen términos que lo sugie-ren como: señales, receptores, mecanismos,transportistas, reguladores, factores regula-dos, integración de diversos factores, coordi-nación, movilización y reorientación. Podríaparecer que está hablando el ingeniero deuna fábrica de automóviles. Es evidente quelas plantas responden de forma dinámica alos estímulos procedentes del medio am-biente. Emplean adecuadamente fuerzas na-turales como la luz o la gravedad paraprosperar y sobrevivir. Pero las fuerzas de lanaturaleza no pueden explicar el origen delfototropismo ni de las propias plantas. Lasfuerzas son necesarias, aunque no suficientes.La única fuerza capaz de crear sistemas fun-cionales con este nivel de complejidad es lainteligencia. Sin embargo, las cuatro fuerzasfundamentales de la naturaleza son incapacesde generar inteligencia. ¿Por qué, pues, lasplantas buscan la luz? Porque fueron diseña-das por una mente inteligente. También losseres humanos deberíamos imitar a los vege-tales y escudriñar diligentemente aquella otraenergía espiritual capaz de iluminar nuestravida. Como dijo Jesús de Nazaret: “Yo soy laluz del mundo; el que me sigue, no andará entinieblas, sino que tendrá la luz de la vida (Jn.8:12). R

Ciencia y Religión

Renovación nº 24 29

REFERENTE AL MITO

Tanto si nos confesamos ateos o creyentes,debemos admitir que en todas las socieda-des y civilizaciones han existido y existen losmitos sagrados presentados, no como cuen-tos, fábulas o leyendas, sino como historiasverdaderas. Son de tan difícil interpretacióncomo lo son las sociedades humanas y suscomplejidades. Según Joseph Campbell, elmito tiene cuatro funciones. La mística, quenos muestra lo maravilloso que es el uni-verso. La cosmológica, que hace que el mis-terio se haga patente. La sociológica, quefundamenta y valida un cierto orden social.Y la pedagógica, que enseña a vivir bajo cual-quier circunstancia. Los humanos intentanentender el mundo a través de los mitos. Sila sociedad es patriarcal, engendrará mitospatriarcales y si es matrilocal, diosas femeni-nas. Pueden distinguirse, además, otros tiposde mitos y sus funciones. Mitos cosmogóni-cos, que intentan explicar la creación delmundo. Teogónicos, que nos relatan el origende los dioses. Antropogénicos, nos hablan dela aparición del ser humano. Etiológicos, in-tentan explicar el origen del ser humano y lascosas. Morales, que exponen una explicacióndel bien y el mal. Fundacionales, cuentancomo se crearon las ciudades mediante la vo-luntad de los dioses. Escatológicos, hablandel fin del mundo. "En el mito todo puede su-ceder; parecería que la sucesión de los acon-tecimientos no está subordinada a ninguna

regla lógica o decontinuidad, todosujeto puede tenercualquier predi-cado, toda relaciónconcebida es posi-ble" (1) Los prime-ros etnólogos enreflexión con elmito concluyeronque lo inexplicable tendía siempre a conver-tirse en inexplicado. Cada uno de los mitostiene sus ritos particulares. Pueden cele-brarse fiestas y ceremonias de purificación,de sangre, funerarios, iniciación, exorcismos,consagración, conmemoración, acción degracias y expiación. Suelen estar presididospor sacerdotes devotos del mito y tienen suspropios ritos de iniciación.

MITRAÍSMO Y CRISTIANISMO

Según Franz Cumont, en su estudio publicadoa comienzos del siglo XX, el origen del mitra-ísmo (2) es persa. Al carecer de textos escri-tos, para recomponer este culto es necesarioechar mano de la iconografía, pinturas e ins-cripciones. El mitraísmo y el cristianismo tie-nen características muy similares. Es posibleque de entre los cultos mistéricos sea el deMitra el más afamado. Era un dios popular.

Sociología y Cristianismo

Isabel Pavón*

*Escritora y parte de la Junta de ADECE (Alianza de Escritores y Comunicadores Evangélicos).

PROTESTANTE DIGITAL

MITO, MITRAÍSMO Y CRISTIANISMO

Mithras / Maia C (Flickr -CC BY-NC-ND 2.0)

(1) Lévi-Strauss. Curso Diana Rocco Tedesco. El Mito enla antropología estructuralista de Levi-Strauss. (2) Misterios de Mitra

El mitraísmo y el cristianismo tienen características muy similares. Es posible que deentre los cultos mistéricos sea el de Mitra el más afamado.

Renovación nº 2430

Su nombre védico está rela-cionado con el término"amigo, alianza". Fue acep-tado por los romanos desdeel año 62 a.C. hasta el sigloIV. Se le considera el cristopagano aunque no se tie-nen referencias de que tu-viera que sufrir pasión confines salvíficos. De Jesús po-demos decir que fue undios igualmente para elpueblo. Se hizo popular ensus tres años de predicacio-nes y milagros. Las dos cre-encias existían en el mismoespacio sociocultural (3). Seadoraba tanto a Mitracomo a Jesús y se cree quede no haber existido el cris-tianismo, hoy día seríamos

mitraistas. Competían por acercar a las per-sonas a sus creencias, principalmente entreel ejército (incluidos altos cargos), altos per-sonajes del estado como Cómmodo que sehace iniciar en sus misterios, comerciantes ymarinos (4). Se cree que el propio Pablo fuea Corinto por tener puerto de mar. Los mari-nos eran un buen gremio para evangelizarles.A. Dieterich, en Eine Mithrasliturgie, encon-traba en la literatura paulina estrechos para-lelos mitraicos.(5) Ambas creencias están deacuerdo en que la muerte no es el final de lavida. Las dos eran secretas. En el mitraísmoactuaban como cofradías ocultas. Mitra yJesús eran varones jóvenes. Dios Padre cris-tiano y Mitra eran padres del ser humano yde la naturaleza. A los devotos de Mitra se lesentregaba el gorro frigio, la vara y el aniño,muy parecido al báculo, la mitra y el anillo delos obispos cristianos. Tanto Mitra comoJesús nacen de manera milagrosa. El primeroen una cueva, de una piedra, posiblementecon forma de huevo, el segundo se recuestaen un pesebre, nace de una joven sin que in-tervenga varón. Los dos aparecen en lugarespobres e insignificantes. En el nacimiento de

ambos algo poderoso ocurre. En el de Jesúsun ángel le anuncia lo sucedido a unos pas-tores del lugar. Con Mitra, una luz potenteatrajo a unos pastores cercanos. En la le-yenda de los dos nacimientos aparecen ani-males. A Mitra le trae un mensaje un cuervo.A Jesús una paloma en el momento de subautismo. En las dos creencias se celebra unágape sentados en torno a una mesa y se ter-mina con la celebración del pan y del vino. Enla festividad pagana del 25 de diciembre, aJesús y Mitra se les da como fecha de naci-miento. El 6 de enero ambas creencias coin-ciden con la llegada de unos magos a dondeestaba el niño. El domingo, dedicado a Dios,es también una fecha del calendario semanalmitraico. Es el cristianismo el que se hacedueño de estas fiestas que ya existían y esta-ban arraigadas en la sociedad. Además de lacelebración de la Santa Cena, Jesús compartecon Mitra algunos títulos: el Buen Pastor, elCamino, la Verdad y la Luz, el Redentor, el Sal-vador y el Mesías entre otros. Las dos religio-nes exigen honestidad y pureza. Las doscreencias son las más importantes del impe-rio Romano. Estaban enfocadas principal-mente para el pueblo, lejos del poder, por esotuvieron tanto éxito. No obstante, entre ellasse encontraban personas con renombre. Ensus comienzos, ambas creencias se transmi-tían de manera oral y ejecutaban un ritual deiniciado a iniciado. El cristianismo salió victo-rioso, venció al mitraismo aunque se cree queestá muy influenciado por las prácticas deeste. Al mitraísmo la leyenda popular le aña-dió el nacimiento de Mitra de una virgen, lamuerte y su resurrección como la de Jesús.Otros datos también relacionan a Jesús y aeste dios. Por añadir algo más, los actos decelebración de sacrificios se hacían por partede los creyentes en Mitra en el Monte Olimpoy entre los israelitas se acostumbraba a cele-brar cultos en la cima de los montes. Coincideen que se sacrificaban animales y le daban ala sangre de estos una importancia milagrosa.Estas dos religiones también tienen sus dife-rencias. El mitraísmo aparece antes que elcristianismo. Compitió con el cristianismohasta el siglo IV. En la India se conocía a estedios y se le asociaba al sol. Constantino asi-miló a Mitra con el Sol Invictus, adorado porlos ejércitos romanos. El culto a Mitra está

Mithras born from therock (petra genetrix), fromthe Mithraeum underSanto Stefano Rotondo inRome, from 180 until 192AD, National Museum ofRome, Baths of Diocletian/ Carole Raddato (Flickr -CC BY-SA 2.0)

Sociología y Cristianismo

(3) Del curso Mito, religión y poder. Una perspectivadesde las teorías de género. Diana Rocco Tedesco. (4) Del curso Mito, religión y poder. Una perspectivadesde las teorías de género. Diana Rocco Tedesco. (5) Pág. 518 libro Cristianismo Primitivo y Religiones Mis-téricas. Catedra. Celia Martínz Maza y Jaime Alvar

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asociado al zodíaco con siete planetas astra-les: Sol, Júpiter, Marte, Neptuno, Saturno,Mercurio y Venus. En el mitraísmo existía unritual de iniciación para los devotos por gra-dos de corax, cryphius, miles, leo, perses, he-liodromus y el último, el de identificación conel mismísimo Mitra, era pater. Esta era unareligión exclusivamente para hombres. Elcristianismo admite a las mujeres pero lasaleja de manipular lo sagrado, todo esto con-trario al mensaje de Jesús que las admitíajunto a él sin diferencias. En el mitraísmo, elbautismo se hacía en un taurobolio, un san-tuario-cueva sobre la que se sacrificaba untoro en el enrejado de la parte superior. Lasangre que caía sobre los adeptos los bauti-zaba. Después se comía el toro en comuni-dad. Era un culto a la fertilidad asociado altoro. De su sangre nacerían las plantas y losanimales para alimento del ser humano. Enel cristianismo, el bautismo de agua permiteingresar en la comunidad de fieles. La inmer-sión era completa. Roma parece haber man-tenido el culto a Mitra hasta el año 394 apesar de existir una ley desde el 391 en laque se prohibía dar culto a cualquier religiónno cristiana (6). La religión mitraista tenía susinicios en el induísmo, el mazdeísmo, plato-nicismo, el estoicismo y el pitagorismo. Si-guen la astronomía y conservan intactos susmisterios. Eruditos como Franz-Valéry-MarieCumont, Sigmund Freud o Carl Gustav Jung,por citar algunos, fueron seducidos por eldios persa (Los amigos de Mithra) (7). Poco apoco el cristianismo se fue apropiando de lasexpresiones linguísticas de su entorno. Entrelos vocablos de uso común se encuentra eltérmino misterio y sus derivados. Aparecenen el Nuevo Testamento en veintisiete oca-siones, en la Carta a los Corintios, en la ma-nera habitual de los textos paganos. Pablo,utiliza este lenguaje por haber estado en con-tacto con las comunidades paganas de AsiaMenor. Los rituales cristianos eran similaresa la de los paganos. Muchos de sus templosfueron construidos sobre templos dedicadosa Mitra. Desde Génesis, el primer libro queaparece en la Biblia, hasta la primera carta deJuan aparece la mención a los dioses.

CONCLUSIÓN

Descubrir al dios Mitra me ha resultado inte-resante pues le desconocía. Me han asom-brado las similitudes con el cristianismo, conla figura de Jesús a quien sí conozco desde miniñez. A él sigo. Él es la luz que me guía y aun-que se ha convertido en una religión de va-rones y la mujer ha sido relegada al ámbitoprivado, algo tan lejos de las enseñanzas deJesús, es mi decisión seguirle y proclamar suevangelio pues esta discriminación no partede él sino de la mala voluntad del ser hu-mano. R

BIBLIOGRAFÍA: –Apuntes del curso Mito, religión y poder.Impartido por Diana Rocco Tedesco. –Cristianismo Primitivo y Religiones Mistéri-cas. Editorial Catedra. Escrito por JaimeAlvar, José María Blázquez. Santiago Fer-nándes Ardanaz, Guadalupe López Montea-gudo. Arminda Lozado, Clelia MartínezMaza, Antonio Piñero. –Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Mitra –Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Mitra%C3%ADsmo –Wikipedia:http://es.wikipedia.org/wiki/Mito

head of mithras / Holly Hayes (Flickr - CC BY-NC 2.0)

Sociología y Cristianismo

(6) Cristianismo Primitivo y Religiones Mistéricas. Edito-rial Catedra. Escrito por Jaime Alvar, página 511. (7) http://lam.mitra.free.fr/

Renovación nº 2432

El portal católico Aleteia*, en su páginaespecial sobre sectas y nueva religiosi-dad, que coordina la Red Iberoameri-

cana de Estudio de las Sectas (RIES), hacomenzado a recuperar trabajos del psicólogoargentino José María Baamonde, uno de losmiembros fundadores de la RIES, que fallecióen 2006. Reproducimos a continuación el pri-mero de ellos sobre las causas de entrada enlas sectas.

Son muchísimas las razones por las que unapersona puede ingresar a una secta o NMR(nuevo movimiento religioso). Algunos investi-gadores sostienen que la idea de una adhesiónlibre tiene una validez relativa a raíz del prose-litismo engañoso, a pesar de existir, como ve-remos más adelante, ciertos factores deespecial predisposición que facilitan la conse-cuente captación. De todas maneras, podemoshablar de ciertas líneas orientadoras, para es-tablecer la interrelación de los diversos ele-mentos visibles, por las que una personaingresa a uno de estos movimientos.

Angustia individual

En la actualidad podemos observar que las co-municaciones están quebradas y no sólo a

nivel social, sino a nivel familiar, lo cual es másgrave. Las consultas orientativas llevadas acabo con cientos de familias que tenían a unintegrante de la misma dentro de una secta,nos han mostrado que en la práctica, ningunade ellas tenía un diálogo profundo, íntimo y en-riquecedor.

Una de las vetas más ricas del ser humano esla posibilidad de transmitir a otro, nuestra exis-tencia más íntima, nuestra interioridad.Cuando esto no se posibilita ni aún dentro dela familia, es como que nuestra personalidadadolece, y en un aspecto muy importante.

Muchas veces estos movimientos, especial-mente en los contactos iniciales con los que co-mienza la captación, se aprovechan de laangustia provocada por esa falta de comunica-ción. En más de una oportunidad, cuando pre-guntemos a un integrante de estos grupos sinació en dicho culto, nos responderá que no,que pertenecía a otro y luego cambió. Y al re-querirle la razón de tal cambio, nos responde-rán con frases como "...yo pertenecía a laIglesia Católica, pero cuando iba a misa asícomo entraba, salía. No conocía a nadie, ninadie me conocía a mí. Era una anónima. Undía una amiga me invitó a un 'templo' y, apenas

Sociología y Cristianismo

¿Qué lleva a una persona aentrar en una secta?FUENTE ORIGINAL: aleteia Para esta edición: Boletín difital Info–RIES nº 372

RIES

* http://www.aleteia.org/es

Renovación nº 24 33

entré, me rodearon cinco o seis personas y mepreguntaron cómo me llamaba, qué hacía, sitenía algún problema... Sentí que se interesa-ban por mí. Me sentía persona".

No solo este hipotético hombre o mujer, saledel anonimato y se siente persona, sino quehasta puede ser un ejemplo para todo unmarco social de referencia. Y esto lo podemosobservar en las plazas, cuando los pentecosta-les presentan un testimonio, cualquiera sea elcarácter de éste, es seguido de un aplauso, deun reconocimiento, de un salir del anonimato.Todo esto provoca un efecto psicológico muyfuerte y muchas veces, es el primer paso parauna vinculación sectaria.

Este factor es incluso resaltado en las conclu-siones de la IVº Conferencia General del Epis-copado Latinoamericano reunida en la ciudadde Santo Domingo, hablando de "la pérdida deidentidad" (cf. SD 149).

A la angustia provocada por la falta de comu-nicación e identidad, hay que sumarle la natu-ralmente provocada por situaciones límite,tales como la enfermedad, el dolor y lamuerte. Por ello, movimientos que en la cap-tación tratan de canalizar el alto montante deangustia, privilegian su acción proselitista enlo que podríamos llamar centros de dolor, esdecir cárceles, hospitales y barrios marginales.

Angustia social

La angustia individual se encuentra relacio-nada con una angustia de tipo social, a la quetambién hace referencia el documento men-cionado precedentemente.

Es decir, la angustia de una sociedad que apa-rentemente lo tiene todo, pero en realidad notiene nada, ni siquiera un sentido para la vida.Una sociedad que ha puesto por años sus es-peranzas en los avances de la ciencia y la téc-nica como mesías salvadores..., hasta que esamisma ciencia pasó a convertirse, con elavance nuclear, en una bestia apocalíptica.

El temor consecuente a una ciencia que pa-rece no responder a ninguna moral, más quela de la conveniencia política o económica de

unos pocos, provocó sus consecuencias. Entreotras, el descenso del índice de natalidad enlos países desarrollados. Muchos piensan queello se debió a que los matrimonios deseabanvivir más cómodos y sin compromisos, via-jar, etc., y si bien esos argumentos han in-fluido, una de las razones también esgrimidaera: "¿Para qué vamos a traer hijos al mundo,si éste mañana no va a estar?".

Este no saber qué va a pasar mañana, este nosaber si vamos a estar, este no terminar deacostumbrarse al continuo cambio al que estásometida la sociedad, provoca angustia y ge-nera, como contrapartida, que la gente se afe-rre precisamente a lo inmutable, a lo que nocambia, a lo trascendente, a lo misterioso yoculto, surgiendo así un tercer elemento quees muy importante al momento de la adhesióna una secta o NMR: el pensamiento mágico.

Pensamiento o conciencia de tipo mágica

Se registran en la sociedad en general, un im-portante aumento de conciencia mágica. Enmayor o menor medida, casi toda la sociedadtiene algún elemento o responde a ciertos he-chos con un carácter mágico.

Esto lo podemos ver en todos lados, con tansolo agudizar un poco nuestra mirada. Lovemos en los adolescentes que al sacarse unboleto capicúa creen que ese día van a ser co-ronados por la suerte; lo vemos en la cinta co-lorada, atada en derredor de la muñeca, paracontrarrestar la envidia; en el niño que caminapor la vereda, tratando de no pisar las rayitasde las baldosas, porque le traería mala suerte;en el adulto que se coloca una corbata de uncolor específico para pedir trabajo o aumentode sueldo; en la señora que, religiosamente,lee su horóscopo de cada día; en ciertas ora-ciones que se publican en los clasificados de

Sociología y Cristianismo

Renovación nº 2434

los periódicos; o en el espejo del taxista dondeencontramos la cinta colorada, el San Caye-tano, la ristra de ajo, el rosario y los cuernitos,todos ellos muy ecuménicamente agrupados.

También podemos observar estas actitudes enlo religioso, cuando se lleva la medallita, la es-tampita o el rosario no como un sacramental,sino como un amuleto; o en aquellos quetoman las Sagradas Escrituras como un librooracular, abriendo la Biblia en cualquier lado yal azar, tomando la lectura de un versículo des-contextuado, como un mensaje personal deDios para ese día.

Decimos que el pensamiento o conciencia detipo mágico es un elemento clave para la ad-hesión de una persona a una secta o NMR por-que, como se hiciera referenciaanteriormente, todos estos movimientos em-plean en la captación una promesa de tipo má-gica.

En razón de ello, el fomentar este tipo de acti-tudes no haría más que provocar un efecto depermeabilización o acostumbramiento que, afin de cuentas no hace otra cosa que facilitarla captación sectaria. Es decir, si nos acostum-bramos a pensar mágicamente, más fácil-mente vamos a responder a un estímulo quesea mágicamente ofertado.

Aquí es donde no sólo el gusto por lo nove-doso, sino la necesidad de respuestas y solu-ciones rápidas = mágicas, especialmentefrente a estos elementos tan humanos y acu-ciantes como son la enfermedad, el dolor y lamuerte antes mencionados, son aprovechadospor no pocos movimientos de característicassectarias.

Muchos son los grupos que frente a estos pro-blemas, no dudan en asegurar que todos ellosserán resueltos con la sola adhesión al grupo.Especialmente aquellos movimientos quehacen de la sanación, prácticamente su únicodiscurso; como así también aquellos categori-zados como psicoterapéuticos, de rehabilita-ción personal, o del desarrollo del potencialhumano.

Distanciamiento de la Iglesia

Otra razón no menos importante e íntima-mente relacionada con las anteriores es, sinlugar a dudas, la falta de formación en la pro-pia fe, y el consecuente distanciamiento de laIglesia. El mismo documento de Santo Do-mingo lo expresa con estas palabras: "El dis-tanciamiento de la Iglesia de sectores -ya seanpopulares o pudientes- que buscan nuevos ca-nales de expresión religiosa, en los que no sedebe descartar una evasión de los compromi-sos de la fe...".

Todos hemos escuchado a veces con sorpresay otras con tristeza, anécdotas de muchos ca-tólicos que por una desilusión con un sacer-dote, religiosa o laico comprometido, y noteniendo una buena formación para discernirentre la Santa y la Meretriz, como expresabanlos Padres de la Iglesia, se alejaron de la Fe. Sibien algunas de estas anécdotas son, doloro-samente ciertas, muchas otras tienen el gustode aquellos folklóricos clichés que desde elmedioevo, y con leves diferencias, sacan a re-lucir algunos de estos grupos que tienen porun deporte atacar a la Iglesia, como bien lo hi-cieran notar los obispos reunidos en la III Con-ferencia General del EpiscopadoLatinoamericano, efectuada en Puebla: "Mu-chas sectas han sido, clara y pertinazmente, nosólo anticatólicas, sino también injustas al juz-gar a la Iglesia y han tratado de minar a susmiembros menos formados" (DP. n. 80).

El hombre es un ser religioso por naturaleza, yregistra como una pulsión hacia lo trascen-dente, la misma que le hiciera expresar alObispo de Hipona "¡Mi corazón estará siempreinquieto, hasta que no repose en Ti!". Esta pul-sión se satisface canalizándose en la verdaderaFe, de lo contrario, y en razón de ese hambre

“El hombre es un ser religioso por na-turaleza, y registra como una pulsiónhacia lo trascendente, la misma que

le hiciera expresar al Obispo de Hipona"¡Mi corazón estará siempre inquieto,hasta que no repose en Ti!"

Sociología y Cristianismo

Renovación nº 24 35

de Dios, puede también caricaturizarse a tra-vés de tantos y tantos nuevos movimientosque, explotando el gusto por lo novedoso y losimplista, abren incansablemente un variadoabanico de ofertas, como remedio para unaexperiencia negativa en la Iglesia Católica.Estas experiencias negativas en particular y laadhesión de católicos a estos movimientos seencuentran en algunos, casos, favorecidastambién por concretas limitaciones pastoralespor parte de la Iglesia Católica.

Factores de especial incidencia

Al hablar de factores de especial incidencia opredisposición para la captación por parte deun NMR de características sectarias, entramosen un terreno sinuoso. Para algunos investiga-dores existe una especie de personalidad pre-mórbida, mientras que para otros no, aunquesí se ha logrado un acuerdo alrededor de doselementos que han sido manifestados, porambos bloques, como una constante:

Alto montante de angustia

1. Síndrome de ausencia paterna

Ahora bien, ¿quién en algún momento de suvida no ha registrado un alto montante de an-gustia, especialmente en la adolescencia? ¿Yquién no ha padecido el síndrome de ausenciapaterna, en lo que hace a la función paterna,aunque hubiera tenido un padre real?

La respuesta a ambas preguntas es que todosen algún momento de su vida han registradoestos dos elementos, lo que genera en conse-cuencia un axioma sostenido por algunos in-vestigadores y que consiste en que todapersona es pasible de una captación si es abor-dada en el momento o circunstancia justa, porel influenciador justo, y por la técnica justa.

A continuación consignaremos tan sólo algu-nos de los factores de especial incidencia opredisposición, que facilitan las tareas prose-litistas de los nuevos movimientos religiosos,y que se suman a los mencionados al co-mienzo del presente artículo. Cabe destacar,empero, que estas características no son ex-cluyentes, pues aun siendo factores de espe-

cial predisposición, no son imprescindiblespara una captación y posterior ingreso.

2. Insatisfacción general en la vida.

3. Baja tolerancia a la frustración.

4. Descontento con la sociedad y sus normas.

5. Temores para enfrentar un mundo que sepresenta como caótico.

6. Ausencia de propósito interno.

7. Ausencia de un adecuado autocontrol.

8. Necesidad de seguridad, progreso, autova-loración y poder.

9. Cierta susceptibilidad a los estados detrance.

10. Hallarse en estado de crisis, insatisfaccióno inestabilidad a nivel de estudios, profesional,laboral, emocional, social, afectivo, etc.

11. Inquietudes o especial interés por lo des-conocido, esotérico y misterioso.

12. Inmadurez e identidad no consolidada.

13. Tendencias a la personalidad dependiente.

14. Conflicto paterno o matrimonial perma-nente.

15. Sistema familiar moderadamente disfun-cional.

16. Síndrome de ausencia paterna.

17. Carencia de guía, dirección, control y lími-tes paternos.

18. Carencia de una atención y afectos positi-vos e incondicionales.

19. Creer que uno no va a ser captado. R

Sociología y Cristianismo

Renovación nº 2436

En los comicios municipales de este 24de mayo Juan Manuel Sánchez Gordilloha vencido por décima consecutiva en

la localidad de Marinaleda, un pueblo en elsur de España, algo que ocurre por primeravez en la historia electoral del país. Adminis-tra la localidad que hace realidad el sueño an-ticapitalista desde 1979.

Sánchez Gordillo, dirigente nacional de laCandidatura Unitaria de Trabajadores (CUT),ganó este domingo por mayoría absoluta conel 72,54% de los votos, informa ABC. Parapoder participar, el alcalde había renunciadodurante la pasada legislatura al escaño queostentaba en el Parlamento andaluz, ya quela ley declara los dos cargos incompatibles.

¿Qué es lo que mantiene al político en elpoder durante tantos años? La población deeste "oasis comunista", tal y como lo deno-minó en 2009 el diario 'The New York Times'llevando a la localidad ubicada en el corazónde Andalucía a la fama internacional, es deunos 2.700 habitantes sin ningún desemple-ado. La mayoría trabaja 35 horas a la semanaen una cooperativa agrícola. El sueldo está en

torno a los 1.200 euros y la suma es la mismapara todos los vecinos, independientementede qué puesto ocupen en la sociedad.

La localidad cuenta con una guardería infan-til, un instituto de secundaria, un parque na-tural, un servicio de asistencia a domiciliopara personas mayores, una piscina y consul-torios médicos, entre otros servicios. La vi-vienda en Marinaleda no se vende: lalocalidad proporciona una casa a cambio de400 días de trabajo y una renta de 15 eurosmensuales y solo puede transferirse entre fa-miliares.

Todas las decisiones claves para la vida delpueblo se resuelven en asambleas. Todos loscargos son elegibles y revocables por la asam-blea general del pueblo. El lema del escudode la localidad reza: 'Una utopía hacia la paz'.

http://vegamediapress.es/index.html

VMPress.Martes, 26 de mayo de 2015

JUAN MANUEL SÁNCHEZGORDILLO

El alcalde comunista de Marinaleda gana por décima vezlas elecciones en un pueblo sin paro y en el que todoscobran 1.200 euros al mes.

¿La

koinonía

cristiana

fuera

de la

Iglesia,

y dirigida

por un

ateo?

Sociología y Cristianismo

Renovación nº 24 37

Ya es una buena oportunidad elpoder disfrutar de un descanso con-tinuado, principalmente cuando se

ha trabajado o estudiado con responsabi-lidad; la mayoría de la información que eneste periodo estival nos llega está relacio-nada con viajes, con visitas culturales, odescanso en casas rurales posiblementerecordando tiempos de vivencias más cer-canas a la naturaleza.

Buscar en la Biblia justificación para nues-tros descansos vacacionales es algo cues-tionable, es fácil que encontremos lecturasrelacionadas con “retiros” unas veces parahacer ayuno, otras para orar o para vivir enpleno desierto ajustándose a las costum-bres de los lugareños. Muchas personasargumentan que se llevan libros para apro-vechar esos momentos de soledad, aun-que en la práctica no se encuentrenmuchos.

Si recurrimos a los más sabios consejos deSalomón, es fácil que recordemos aquelque afirma “hay tiempo para todo” o“todo tiene su tiempo” incluso podemospensar que tenía en cuenta ese tiempo dedescanso en cualquier época del año quetodos necesitamos.

Los niños, entre los que se encuentran

nuestros hijos, nietos, sobrinos, etc. des-cansan en los centros educacionales y cap-tan que sus mayores viven más tiempo conellos, que comparten sus risas y en algunamedida sus preocupaciones, que se hacenlecturas conjuntas de cuentos o se narranhistorias de vivencias familiares que lesllama mucho la atención, cuando se leeesa parte bíblica en que Jesús acepta yeduca a partir de la presencia de niños ensu entorno, si lo hacemos con libros pro-pios llenos de ilustraciones –Jesús acom-pañado de niños a los que acoge en susbrazos– se sentirán felices como uno deellos, relacionarán a Jesús con la personaque les cuida.

La Biblia nos dice que amemos siempre,con esa predilección a los más pequeños,si en nuestro descanso compartimos ense-ñanzas de compañerismo y respeto, ya es-tamos sacando provecho a nuestrasvacaciones estivales, nuestro tiempo ya estiempo para otros aunque sean los nues-tros y serán vacaciones que acumulan re-cuerdos entrañables que algunas vecesnos recuerdan esas fotografías que seguardan con tanto cariño.

¡FELICES VACACIONES!

¡Por fin vacaciones!Sociología y Cristianismo

…y la Biblia, ¿Qué dice?Por Miguel de Olaiz

Renovación nº 2438

En la sociedadc o n t e m p o rá -

nea, las familiasmonoparentales son

un modelo cada vez másfrecuente, tanto a partir de un divor-cio, como ante el deseo de tenerhijos, aún no teniendo pareja.

Pero..., ¿qué es la familia monopa-rental? Entérate en este artículo.

Como habrás notado, los modelos defamilia en la sociedad contemporá-nea están cambiando. Tal es así, quela estructura familiar tradicional vacediendo paso a una diversidad detipos de familia, entre los que, la fa-milia monoparental, es uno de losque más ha crecido en los últimostiempos.

Ya sea como producto de un divorcioo como una elección de vida, ante ladecisión de tener hijos sin formar pa-reja, las familias monoparentales sonuna realidad, que presenta su pro-blemática particular.

Pero... ¿qué es exactamente una fa-milia monoparental?

Una familia monoparental no es nimás ni menos que una familia for-

mada por un sólo padre o cabeza defamilia. Con más frecuencia se tratade madres que han quedado solas alcuidado de sus hijos tras un divorcio.Sin embargo, también hay padres ental situación.

En otros casos, las familias monopa-rentales se constituyen a partir de unhombre o mujer, que no desea sacri-ficar su deseo de paternidad o ma-ternidad, por el hecho de no haberformado una pareja. En tal caso, acu-den a la adopción o a las técnicas defertilización asistida.

Sin duda, no es lo mismo quien cons-tituye una familia monoparentalcomo proyecto de vida, que quien enuna segunda instancia, acaba a la ca-beza de una familia monoparental,como consecuencia de los avataresde la vida, tales como el divorcio, laviudez o la ruptura de pareja.

En cualquier caso, las familias mono-parentales representan una realidaddiferente a las familias tradicionales.¿Qué opinas de estos nuevos mode-los de familia?, ¿es la tuya una fami-lia monoparental? R

http://www.innatia.com/s/c-organizacion-familiar/a-que-es-la-familia-monoparental.html

¿Qué es la familia

monoparental?

Sociología y Cristianismo

Renovación nº 24 39

CONCEPTO DE FAMILIA

La familia es un grupo social que varía segúnla sociedad en la cual se encuentra pero va aser un reproductor fundamental de los valoresde una sociedad determinada.

La familia es un núcleo compuesto por perso-nas unidas por parentesco o relaciones deafecto. Cada sociedad va a tener un tipo de or-ganización familiar pero algo muy importantees que, en la familia, las personas que confor-man ese grupo van a tener relaciones de pa-rentesco y afectivas.

Además en este grupo familiar se transmitenlos valores de la sociedad en la que se vive ypor lo tanto es reproductora del sistema socialhegemónico de una época y sociedad deter-minada.

LA FAMILIA COMO GRUPO SOCIAL

En suma, sí se puede definir a la familia comoun grupo social que está unido por relacionesde parentesco, tanto por vía sanguínea comopor relaciones afectivas. Estos grupos familia-res reproducen formas, valores sociales y cul-turales que están instalados en una sociedad.

En la sociedad occidental la familia ha venidocambiando en función de los cambios socialesy hoy en día tiene diversas formas, a diferenciade la versión de familia clásica que se desarro-lló a lo largo del siglo XIX y XX.

Los cambios en el mundo del trabajo y la mer-cantilización de la vida cotidiana así como loscambios legales y sociales en torno a la diver-sidad sexual ha modificado y diversificado elconcepto de familia en cuanto a sus formas.

LA FAMILIA MODERNA

En la actualidad, las familias reales distanmucho del concepto tradicional de comienzode siglo XX. Según esta concepción, la familiadebía estar encabezada por:

Un padre, encargado de establecer las•normas del hogar y de conseguir el sus-tento; Una madre, abocada a la crianza de los•hijos y a la administración y cuidado delhogar; Hijos, quienes debían ser educados bajo•las normas morales y éticas de la época.

El surgimiento del feminismo, la apertura delmercado laboral y los logros conseguidos gra-cias a la lucha por la igualdad legal, hicieronque el rol de las mujeres cambie sustancial-mente. Hoy en día es muy normal que cum-plan el rol de cabeza de familia, que antesocupaba exclusivamente el hombre.

Por otra parte, el acceso al divorcio y, más re-cientemente, la legalización del matrimonioentre personas del mismo sexo en algunos pa-íses, dieron lugar a un importante cambio enla composición de este grupo social. Las fa-milias monoparentales, las familias ensam-bladas y las familias homoparentales cada vezvan tomando mayor importancia social. R

http://www.innatia.com/s/c-organizacion-familiar/a-definicion-de-familia.html

DEFINICIÓN

DE FAMILIA

Foto:http://www.menudospeques.net

Sociología y Cristianismo

Renovación nº 2440

La biografía de Josep Pijoán se asemeja a la deun hombre del renacimiento, abierto a todoel saber y con una peripecia humana román-

tica. José o Josep Pijoán i Soteras (Barcelona, Es-paña; 1880 - Lausana, Suiza; 1963) fue arquitecto,historiador, historiador del arte y poeta español enlengua catalana. Su biografía nos informa que es-tudió en Barcelona arquitectura hasta graduarse.Perteneció a la tercera generación de los educadosen la Institución Libre de Enseñanza con la peda-gogía krausista, los nacidos entre 1880 y 1890. Am-plió estudios en Roma. Llegó a dominar el inglés,el francés, el alemán, el italiano y las lenguas clási-cas. Volvió a Barcelona y actuó como miembro dela Junta de Museos que fundó el Museo de dichaciudad. Organizó la Biblioteca Nacional de Cata-luña en Barcelona y, con la fundación de diversasinstituciones, como el Instituto de Estudios Cata-lanes, del que fue primer secretario, y otras activi-dades, impulsó notablemente el desarrollo culturalde Cataluña. Fue enviado al Museo Británico por elgobierno español para estudiar sus manuscritos.Volvió a Roma para fundar y ser secretario, en fun-ciones de director, de la Escuela Española en Roma

de Arqueología e Historia desde elmismo año de su constitución en 1911,hasta 1913, año en que marchó a Ca-nadá. José Pijoán fue profesor univer-sitario durante largos años encentros docentes de ese país, yluego, en Estados Unidos, enseñó enel Pomona College y, entre 1936 y1940, hasta pasada la Guerra Civil, enla Universidad de Chicago, con un pa-réntesis en 1930, cuando fue reque-rido por la Sociedad de Naciones enGinebra para establecer un nexo

entre sus enseñanzas y el ideal de la institución. Allíconoció su mujer, Geneviève Bugnion, de la quetuvo una hija, Irène Pijoán (1953-2004), que fue ar-tista; Pijoán se casó dos veces y en Estados Unidosfrecuentó la Sociedad de los Amigos y se convirtióal cuaquerismo. Pasó la última época de su vida enSuiza.

Es autor de una Historia del Arte en tres volúmenesy de una Historia del Mundo en cinco. Fue codirec-

tor y redactor, junto con Manuel Bartolomé Cos-sío, de la Summa Artis. Historia general del Arte,que prosiguió solo después de la muerte de su co-laborador hasta el tomo XVI de la cincuentena deque consta la que es, sin duda, la más extensa his-toria del arte publicada en español. Analiza en esostomos el arte de los pueblos aborígenes, el asiáticooccidental, el egipcio, el griego, etrusco, romano,helenístico, el prehistórico europeo, el arte cris-tiano primitivo, el bizantino, el prerrománico y ro-mánico, el precolombino, mexicano y maya, elgótico e islámico y el renacentista y barroco euro-peos. Empezó a publicarse en 1931. Pijoán impulsóla carrera en Estados Unidos del muralista mexi-cano José Clemente Orozco. Publicó además poe-sías en lengua catalana (Lo cançoner, Vilanova yGeltrú: J. Oliva, 1905) y estudios (Mi don FranciscoGiner (1906-1910), San José de Costa Rica, 1927, Elmeu don Juan Maragall), sobre Francisco Giner delos Ríos y sobre Joan Maragall; con este último in-tercambió un nutrido epistolario.

El currículum aún se alarga más pues ha colabo-rado en Anuari de l'Institut d'Estudis Catalans y Luz[Publicacions Periòdiques] de Barcelona, en La Lec-tura, de Madrid, en L'Arte de Roma, en BurlingtonMagazine y The Nineteenth Century and After deLondres. Ha sido profesor auxiliar de Historia de laArquitectura en la Universidad de Barcelona ymiembro de la Hispanic Society, del Instituto Im-perial Germánico de Arqueología, del Royal Cana-dian Institute y del Instituto de Estudios Catalanesy fue activo conferenciante. Escribió también PI-JOAN, Josep. Los cuáqueros ¿Qué es la Sociedad delos Amigos? Josep Pla, conocedor de la vida de Pi-joán, tituló uno de sus libros Vida i miracles deJosep Pijoan: El quàquer. La guerra civil.

La peripecia sentimental de Pijoán está relacionadacon la dama con cuyo retrato Xènius quiso iniciaruna «Galería de Catalanes Famosos», Teresa Mes-tre. De elegancia melancólica, túnica griega y ma-durez sensual, Teresa protagonizó una convulsahistoria de amor con Josep Pijoan que le llevó aabandonar a su marido y a sus tres hijos. Desde en-tonces Pijoán será el historiador de arte joven yerudito, que se enfrenta al establisment cultural,

HURGANDO EN LA HISTORIA...PROTAGONISTAS DEL PROTESTANTISMO ESPAÑOL

Manuel de León de la VegaHistoriador y escritor

Historia y Literatura

Pijoán visto por Ramón Casas

1.10 José Pijoán i Soteras, un cuáquero de la burguesía catalana.

Renovación nº 24 41

político y burgués de Barcelona, llegando a ser mástarde el “apóstata”. Una sociedad de refinadasfiestas, donde Teresa aparecía como una diosa he-lénica, casada con Jaume Baladía que vivía del pe-queño emporio textil formado por Ramona Solera principios del siglo XX en Mataró. Era una épocafulgurante en que Barcelona se alzó al nivel de lasgrandes capitales del mundo y brilló como nunca,con una intensidad especial. Un siglo donde Barce-lona era la ciudad de glamur y fiestas que la revo-lución y la guerra convirtieron en un recuerdo.

Teresa tuvo tres hijos con su marido, pero la rela-ción con la tía Ramona, jefa de la familia, era pé-sima. Ello dio lugar a que la bella mujer se fugaracon el joven y brillante erudito noucentista JosepPijoán, hombre de confianza de la Mancomunitatque fue uno de los principales impulsores de la Bi-blioteca de Catalunya. El escándalo fue considera-ble en la Barcelona de los años diez. Los amantesse trasladaron primero a Suiza y después a EstadosUnidos, donde se convirtieron a la fe cuáquera ytuvieron dos hijos. De la segunda esposa que tuvoPijoán, Geneviève Bugnion, tuvieron una niña quese llamó Irene.

Lejos de Catalunya, Josep Pijoán coordinó durantela Guerra Civil un comité de ayuda norteamericanaa los republicanos españoles y dirigió la monumen-tal enciclopedia 'Summa Artis', una referencia in-ternacional en su género que incorporó los nuevosconocimientos, sobre todo en arte antiguo, de laépoca. Josep Pla le dedicó un libro a partir de va-rios encuentros que mantuvieron en los años cin-cuenta en Suiza. Teresa perdió el contacto con sushijos catalanes ya que la tía Ramona escondió la

correspondencia que enviaba a su marido e hijos. En una carta de Fernando de los Ríos Urruti a Glo-ria Giner de los Ríos García, se dan algunos datosde su personalidad: “Aquí está Pijoán: inmediata-mente de llegar vino a buscarme, muy cariñoso ytan fantástico como siempre: en su casa de Po-mona he pasado día y medio con su familia; allídormí; tiene dos hijos, la niña de la edad y estaturade la nuestra; ¡cómo me acordaba de mi hija de mialma!; es monísima la criatura, dulce, muy mesu-rada; el chico, inteligente, simpático y decidido; lamujer es suiza, ginebrina, mujer de talento, muysencilla, y sufriendo los embates del torbellino dePijoán. Éste, con su talento y poesía indudable, suingenuidad y saber, sigue siendo el que era, atrac-tivo y muy difícil por las indiscreciones que comete;a eso se debe que no tenga posición académica yesté en un Colegio no de segundo sino de tercerorden. Anteayer fuimos los dos con el Sr. Del Amoa visitar una fundación de éste para la formaciónde sacerdotes y estando viéndola, como nos acom-pañasen tres jóvenes que iban a ser sacerdotes oacababan de ser ordenados y un profesor, les dijodelante de los siete: «ya saben Vds., cumplancon su tradición: humildad, obediencia...pero no castidad». ¡Imagínate como sequedarían! Era la primera vez que nosveían, nos acompañaba un ancianoprofesor sacerdote y el propio Sr. DelAmo, que si bien es muy liberal es uncreyente practicante, ayer me decía:«¡es un hombre de valer, pero hayque tenerlo a distancia; ya vio Vd. loque hizo ayer!». Yo lo siento mucho por-que tiene positivo mérito.

Inmaculada Socias ha estudiado la relación de Pi-joán con el magnate y filántropo Archer MiltonHuntington (1870-1955) a través de la correspon-dencia. Un historiador del arte como Pijoán unidoal coleccionista americano más importante delmundo hispano y fundador de la Hispanic Societyof America. Esta autora destaca la importancia deJosep Pijoán i Soteras, quien a lo largo de 40 añosestableció una fecunda relación con Huntington,siendo consejero de su colección y agente de arte.R

Historia y Literatura

Fgs. 13 y 14. Josep Pijoan a sus 74 años con su segunda esposa Genèvive y suhija Irene, de diez meses. Hispanic Society of America.

Archer Milton Huntington

Renovación nº 2442

Sarah J. Hale fue una mujer luchadora,inteligente y valiente que defendiótoda su vida la necesidad de educar a

hombres y mujeres por igual.

Según ella, si las mujeres eran las responsa-bles de transmitir valores y creencias

en el hogar y, por tanto, sermaestras, aunque fuera en

el ámbito privado, antesellas mismas deberían

formarse también. Di-rigió varias revistasen las que intentó mi-tigar la falta de for-mación femenina

incluyendo contenidospedagógicos para muje-

res y defendió la necesidadde crear centros de educación

femeninos. En los Estados Unidosse la conoce por haber propiciado la nacio-nalización del día de Acción de Gracias, festi-vidad que solamente se celebraba enalgunos estados. En todo el mundo, muchosniños cantan su bonito poema infantil, Maryhad a little lamb.

Los padres de Sarah, a diferencia de muchaspersonas en aquellos tiempos, creían en laigualdad de oportunidades educativas parahombres y mujeres. Pero la inexistencia deescuelas para niñas, obligó a su madre a con-vertirse en la profesora de Sarah, ayudadapor su hijo mayor, Horatio. Además de la

educación recibida en casa, Sarah fue una es-tudiante autodidacta hasta que, convertidaen una jovencita de dieciocho años, empezóa trabajar de maestra, algo también extrañoy poco habitual. Sarah mantuvo su trabajohasta 1813, cuando se convirtió en una mujercasada.

En 1811, la joven había conocido a un abo-gado llamado David Hale con el que termina-ría casándose el 23 de octubre de 1813 y conel que tendría cinco hijos. David era tambiéndefensor de la educación de las mujeres porlo que no dudó en seguir formando a su es-posa y en leer con ella los periódicos para en-tender los acontecimientos del momento.No sólo eso, sino que también la animó a es-cribir en publicaciones locales. Sarah vivíafeliz con su nueva vida hasta que el destinole jugó una mala pasada. En 1822, estandoembarazada de su quinto hijo, David Hale fa-llecía dejándola sola y viuda a los 34 años.

Sarah necesitaba ganar dinero y la única ma-nera que creyó factible fue seguir escri-biendo. No sólo continuó publicando enalguna revista, a veces bajo pseudónimo de"Cornelia", sino que consiguió publicar en1823 su primer libro de poemas, The Geniusof Oblivion, con bastante éxito. Cuatro añosdespués se publicaba su primera novelaNorthwood; a Tale of New England, que fuerecibida muy positivamente y se convirtió enla primera novela americana escrita por unamujer.

SARAH JOSEPHA HALE

Editora, escritora, feminista, activista en favor de los pobres ylos desfavorecidos.

FeministasSiempre

FACEBOOK

(1788-1879)

Historia y Literatura

Renovación nº 24 43

Su fama empezó a crecer hasta el punto derecibir una oferta de trabajo que no podía re-chazar, ser editora de una revista femeninaen Boston. Tras dejar a sus hijos a cargo defamiliares y amigos, excepto al más pequeñoque fue con ella, Sarah se embarcó en sunueva aventura.

Ladies' Magazine and Literary Gazette no erala primera revista que se creaba para un pú-blico femenino, pero sí pretendía conseguirmás éxito de ventas que todas las anteriores.Era la primera revista para mujeres editadapor una mujer. Sarah planteó la nueva publi-cación como una manera de enseñar a lasmujeres lo que no habían podido aprenderpor no haber asistido a la escuela.

En 1836 asumió un nuevo reto, editar Godey'sLady's Book siguiendo una línea editorial a laanterior. Esta revista se convirtió en una delas publicaciones periódicas más influyentesdel siglo XIX en los Estados Unidos.

Además de trabajar como editora, Sarahtuvo una vida pública muy ajetreada comoactivista y defensora de los derechos de losesclavos y de los más necesitados. Nuncadejó de reivindicar los derechos de las muje-res a una educación digna y equiparable a lade los hombres. Cuando en 1865 se creaba elcolegio Vassar para chicas, ella lo aplaudió ensu revista y defendió su importancia.

Entre sus reivindicaciones, Sarah decidió tra-bajar en favor de la nacionalización del día deAcción de Gracias, una celebración que teníalugar en algunos estados americanos perono en todos. Uno de ellos era New England,donde nació y creció. Además de escribir edi-toriales en distintas publicaciones, llegó a en-viar cartas a cinco presidentesnorteamericanos. Fue Abraham Lincolnquien en 1863 dio respuesta a sus peticionesnacionalizando una de las festividades másconocidas y celebradas por los estadouni-denses.

Sarah Hale tuvo una vida longeva que apro-vechó al máximo. Continuó editando la Go-dey's Lady's Book hasta 1877 y escribiendo ungran número de poemas. Uno de ellos fue elfamoso Mary had a Little Lamb que fue con-vertido en canción por Lowell Mason, la pri-mera grabada en un fonógrafo.

El 30 de abril de 1879, a la edad de noventaaños, Sarah J. Hale fallecía en Philadelphia,Pennsylvania. R

Fuente: Feministas Siempre (Facebook)

“No hayinfluenciatan fuertecomo la deuna madre”

(Sara J. Hale)

Historia y Literatura

Renovación nº 2444

El verdadero nombre de Mark Twainera Samuel Langhorne Clemens.Nació el 30 de noviembre de 1835 en

la ciudad de Florida, estado de Missouri, ymurió en Redding, Connecticut, el 21 deabril de 1910.

La familia se trasladó a Hannibal, a orillasdel río Mississippi, cuando Mark tenía 4años. Allí creció y cursó las primeras letras,aunque no llegó muy lejos. Era uno de losque creían que a nada conducen los estu-dios si nunca sabemos nada.

Sus novelas contienen abundantes tro-zos autobiográficos, porque toda su vidafue una aventura. De mayor trabajó comotipógrafo, piloto fluvial, buscador de oro enminas arruinadas, soldado en la guerra, pe-riodista, hasta que después de su matrimo-nio en 1870 con Olivia Langdon decidiódedicarse plenamente a escribir libros. Susnovelas humorísticas y satíricas hicieron vi-brar nuevas notas en la literatura ameri-cana.

La primera novela que publicó MarkTwain fue LA RANA SALTARINA en 1865. Lahistoria de un minero propietario de unavaca tuerta que guardaba entre sus ropasuna rana que ganaba saltando a cualquierotra rana. Los primeros pobladores delOeste sintieron como cosa propia el humo-rismo del escritor, todo vivacidad y color. Elitaliano Luigi Bettinelli escribió que “desde

aquel momento Mark Twain quedó atado asu fórmula y nunca logró librarse de ella: lade un hombre que divertía al público, in-cluso cuando no se lo proponía”.

LA VIDA DE TOM SAWYER

Mark Twain está considerado como elmás universal de los narradores norteame-ricanos. Twain sobresalió por su deliciosohumor y por su ingenio, por su sátira impla-cable y por inolvidables creaciones de figu-ras adolescentes, como Tom Sawyer, quees su propio retrato.

A lo largo de sus 65 años en la tierraTwain escribió muchos y buenos libros. LaUniversidad de Oxford publicó en 1933 26volúmenes de sus Obras Completas. Fuetan buen escritor como mal financiero. Envarias etapas de su vida se declaró arrui-nado como consecuencia de inversioneserradas. Artículos de viajes enviados a pe-riódicos de Estados Unidos y sus muchasconferencias le proporcionaron el dinerosuficiente para pagar a sus acreedores.Según Samuel Geist, una conferencia hu-morística pronunciada en Nueva York al re-gresar de uno de sus viajes a Europa “leconvirtió en el más divertido conferen-ciante de la nación”. Por entonces ya sedecía de él que era el héroe fabuloso de lacultura norteamericana.

Una mayoría de sus biógrafos consideraque las novelas más célebres de Mark

Los intelectualesy la religiónJuan A. Monroy*

* Periodista y Pastor Evangélico.

Historia y Literatura

MARK TWAIN: LA VIDA DE TOM SAWYERNOTAS BIOGRÁFICAS

Renovación nº 24 45

Twain son VIDA EN EL MISSISSIPPI (1883),HUCKLEBERRY FIN (1884) y TOM SAWYER(1876). Las tres están basadas en recuerdosde infancia y adolescencia. Las dos últimasnarran las peripecias de dos jóvenes en unmundo complejo, duro, divertido y sinies-tro a la vez. En opinión de José MartínezCachero, con estas novelas Twain “devol-vió la espontaneidad a la prosa de su gene-ración. Su lenguaje riquísimo, salpicado dedialectísmos, claro, vivaz y lleno de humor,permite a cada uno de los personajes ha-blar con voz propia con enorme eficacia có-mica y expresiva”.

Los últimos años del escritor, no exen-tos de penalidades, fueron recompensadoscon galardones literarios. Tres grandes Uni-versidades, Yale, Missouri y Oxford le otor-garon títulos Honoris Causa entre 1901 y1907.

Se ha escrito que Mark Twain era ateo.Yo no lo creo. Cierto que fue engendradopor un padre agnóstico. Pero fue educadopor una madre de profundas creencias cal-vinistas que lo llevaba todos los domingoscon ella a la Iglesia. El niño creció en la Es-cuela Dominical, aprendiendo la Biblia y fa-miliarizándose con las oraciones. De laIglesia no guardó buenos recuerdos. ELLIBRO DE MARK TWAIN, que forma partede LA BIBLIA DEL ATEO, publicada por laEditorial Barral el año 2008, sólo recoge lospensamientos negativos del escritor refe-ridos a Dios y a la religión. Se trata de unaselección muy parcial, que ignora otras ma-nifestaciones suyas en sentido contrario.Aquí aparece un Mark Twain anticlerical enel sentido protestante, pero no ateo. Susmalos recuerdos de la Iglesia calvinista lehacen decir: “La Iglesia siempre intentaque los demás se reformen. No sería malaidea que se reformara ella un poco, paradar ejemplo”. Más adelante: “Un hombrees aceptado en la Iglesia por lo que cree yes expulsado por lo que sabe”. Y algo en loque millones de cristianos estamos deacuerdo: “Si Jesucristo estuviera aquíahora, hay una cosa que no sería: cris-tiano”.

Su hija Clara, en MY FATHER, MARK

TWAIN, asegura que la tragedia familiarque le tocó padecer le alejó de Dios. Unade sus hermanas murió cuando él teníacuatro años. Un hermano de diez añosmurió cuando el escritor tenía apenas siete.Al cumplir 11 años sufrió el fallecimiento desu padre. Hubo de soportar además lamuerte de su hija predilecta, la locura deotra, la invalidez impotente que acabó conla vida de su esposa.

Es en sus últimos años, movido por unased de pureza y de fe, cuando escribe ellibro que más incide en lo religioso. Unabiografía de Juana de Arco (1895). Aquí seplantea el destino del hombre en la tierra yel destino de la Humanidad. Esta obra notiene equivalente en la literatura ameri-cana. Aquí el autor encarna a fondo lasfuentes de la debilidad, los conflictos inte-riores, la búsqueda de lo eterno en lo he-roico. Antonio R. Rubio Plo preguntadónde obtuvo Juana de Arco sus habilida-des de estrategia y su valor en el combate.“No –responde- en el ambiente de la aldeade Domrémy. Hay detrás un milagro, en elque cree el escritor, y en el que se combi-nan la pureza y la llamada divina”.

Twain iluminó nuestros años jóvenescon libros como AVENTURAS DE HUCKLE-BERRY FIN y AVENTURAS DE TOM SAW-YER.

José Antonio Gurpegui señala que en elcurso de una conferencia dada en Japón en1955, William Faulkner afirmó que Twain“es el padre de la literatura norteameri-cana… el primer escritor verdaderamentenorteamericano, y todos nosotros somossus herederos”. Ernest Hemingway, otroautor influenciado por la escritura de MarkTwain, emitió este juicio en LAS VERDESCOLINAS DE ÁFRICA (1935): “Toda la litera-tura norteamericana viene de un libro deMark Twain titulado HUCKLEBERRY FIN…El resto es un simple engaño. Pero es elmejor libro que tenemos. Toda la literaturanorteamericana empieza con él. No habíanada antes. No hay nada tan bueno des-pués”. R

Historia y Literatura

Renovación nº 2446

Mi percepción de las cosassiempre tuvo un color grisá-ceo, tirando a oscuro. Las

casas, las calles, los comercios, la ropa...todo me parecía exento del color sufi-ciente como para atraerme. La vida pare-cía teñirse de forma irremisible de unatonalidad neutra, sin vida. La belleza seescondía lejos de lo que percibía, ocultatras cordilleras nevadas de pelusas comolas que pueblan la parte superior de losarmarios, donde el hogar casi nunca llegaa ser.

Todo cambió aquella mañana fresca demarzo, mientras intentaba pasar des-apercibido entre la maraña de viandantesque inundaban la calle donde vivo. No sépor qué, pero mi mirada se perdió tras lasuya, verde y ausente. El cabello, su cabe-llo, apelmazado y lacio, envolvía su ca-beza de forma que no permitía ver conclaridad el rostro blanquecino, de palidezenfermiza. Era pelirrojo, tan vivo comolas alas de una mariposa, tan brillanteque destacaba del mundo y capaz detransformar lo gris en arco iris. No reparóen mí, lo cual debo admitir que no me en-tristeció. Y es que hay cosas que se dis-frutan más desde la admiración y elsecreto, donde la realidad no permite

destrozar los sueños ni las palabras de-rrocar una imagen idílica. Sus pasos fue-ron mis pasos, sus labios dueños de mispalabras, sus ojos mi ventana al mundo.Una ventana desde la que se percibíanmultitud de colores distintos, teñidos porel verde y el rojo anaranjado de sus pupi-las y su pelo.

Cada mañana, a partir de entonces, ba-jaba a la calle con la pretensión de aso-marme por el tragaluz de su mirada,escondido tras el anonimato, vestido deadmiración, ataviado con los sueños dequien no espera más que soñar.

Su andar, intermitente y vacilante, la lle-vaba cada día a ningún sitio, en busca dealguien como yo, inocente, vulnerable, in-cluso apetitoso. Un amor imposible ysiempre efímero. Por esa razón la admi-raba desde la distancia.

Podría asomarme durante una eternidada través de la ventana de sus ojos, perojamás abrirla sin ser devorado.

Porque tras sus bisagras me encontraríacon el muerto andante en quien se habíaconvertido antes de conocerla. R

Adrián González

Susurro [email protected]

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Ventanas verdesBombi Charmer

Renovación nº 24 47

Toda la honestidad de mi padre cabeahora en una pequeña tablilla de ma-dera en la que aparece su nombre. Me

pregunto cómo el espíritu de un hombre comoél, incapaz de estar sentado más de diez mi-nutos seguidos, le alcanza para arreglarse enunos centímetros de espacio. Él, tan alto,siempre chocando con la cabeza en los techosbajos de las casas, delgado como la vara debambú que adornaba la mesa de su escritorio.Mi padre vive en la hornacina de madera rojaen la que la familia acostumbraba a venerar alresto de nuestros muertos, en una sala anexaal salón y oculta por unas puertas correderas.El culto a los difuntos sigue siendo aquí, enPekín, algo que atender en clandestinidad. Elgobierno comunista no quiere tener nada quever con supersticiones de tiempos imperiales.Mi único consuelo cuando me marcho a tra-bajar por las mañanas, es que no está solo.Ante el pequeño altar rojo, ofrezco ofrendasde arroz, incienso y dinero falso a mi abuelaChen, a la tía Li y a mi padre. De ellos sólo que-dan ya las inscripciones de sus nombres y unosretratos serios y algo desvaídos. Hoy atiendocon especial atención la limpieza del altar yquemo más incienso de lo habitual. Cumploescrupulosamente con las numerosas inclina-ciones arrodillada sobre el cojín de seda colorguinda y jade que la abuela bordó, dejo que elolor intenso de la mirra me lleve hasta ellosuna última vez. Porque yo, Mei Ling, soy la úl-tima descendiente de la familia, a mí me co-rresponde atenderles y hacer confortable suvida más allá del río azul, el Yang-tse. La valen-tía de mis padres, permitiendo que su niña vi-viera a pesar de la política del único hijo, meha puesto delante de este altar en lugar de unhijo mayor, como sería lo esperado. Esta sole-dad me llevó a ser una niña aislada en el aulade mi colegio, la única chica de las clases depiano, una de las pocas jóvenes de la facultad

de periodismo. Hace unas semanas, descubrídonde estaban las otras. Las niñas que no ju-garon conmigo en el patio, ni me tiraron de latrenza en la escuela. No las habían dejadoexistir. A los padres a los que no les alcanzó lasangre fría de asesinarlas en el vientre, lasabandonaron en orfanatos estatales. Y allí lasencontré. Atadas a sillas de bambú, fajadascon toallas y mantas empapadas en orina y ol-vido. Me hice pasar por voluntaria porque unamujer, que trabajaba en uno de estos lugares,me había advertido de la situación en la queestaban las niñas. Me habló de las habitacio-nes de la muerte, donde abandonan a las pe-queñas que estaban enfermas para quemurieran... Solas, en la oscuridad, sin el abrazode nadie. Transformándose en fantasmas sinnombre.

Todo el material de la cámara oculta está me-tido ahora en una bolsa de la compra. En unashoras saldré de esta casa para entregársela alos corresponsales británicos de Channel Four.Después deberé salir del país y convertirme yomisma también en un fantasma. El nombre dela familia quedará extinguido de estas tierrasy de nosotros sólo quedará esta casa vacía.

Miro la pequeña capilla de cantos dorados, in-tentando memorizar todos los detalles, de-jando que los caracteres escritos al estilo dehierba se graben en mi cuerpo. La tía Li, queera una mujer amable y de risa dispuesta, vi-virá para siempre en mi boca; el nombre de laabuela Chen, fuerte y observadora, aparecerátejido entre las venas de mis muñecas, soste-niéndome siempre. Pero mi padre, de corazónsincero y generoso, vivirá enroscado como undragón sobre mi pecho. Hoy siento que elnombre de Mei Ling aparecerá grabado ma-ñana en una de las tablillas. Quizás en elhueco vacío de la tablilla de mi padre quequeda oculta tras la foto que durante años, ha

Mirar para contarloAna Mª Medina*

* Enfermera vocacional y licenciada en Humanidades. En búsqueda de una vida con sentido.

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El hombre del tanque

Renovación nº 2448

recibido también ofrendas. La foto del hombredel tanque. La que hizo famosa la resistenciaestudiantil en la plaza de Tiananmén en las re-vueltas de 1989. Muchas veces le pregunté porqué esa foto estaba colocada allí, y él sola-mente sonreía. Una vez, tras pensárselomucho, me dijo: –Es el lugar que le corres-ponde.

Yo acostumbraba a celebrar con mi padre laceremonia nocturna desde que era niña. Vigi-lando los movimientos de sus manos, la quie-tud de su rostro de ojos cerrados, surespiración entrecortada por los largos años defumador. Mi vida había discurrido enfrente dela pequeña pagoda roja. Un día, hace un parde años, mi padre, aún arrodillado en el cojínguinda y jade, me anunció: –tu tío Gang se meapereció ayer en sueños. Falta poco para quecruce el río Azul. Parpadeé varias veces hastalograr que sus palabras llegaran al cerebro ycontesté: –¿El tío Gang?

–Sí, tu tío. Vino a mí con su pantalón negro, lacamisa blanca, y una bolsa de la compra en sumano, junto a la chaqueta. Como vestía la úl-tima vez que le vi –dijo señalando a la foto delhombre del tanque.

Entonces, inspirando profundamente, mipadre comenzó a relatar la extraordinaria his-toria que había quedado encerrada por tantosaños entre la hornacina de madera.

–En 1989 -me dijo- yo formaba parte de unode los comités estudiantiles que se manifesta-ban desde Abril en la Gran Avenida de la PazEterna, en la gran plaza de Tiannanmén. Segúnpasaba el tiempo, a los grupos estudiantes seunieron también trabajadores e intelectualescríticos al Partido Comunista. La represión y lacorrupción del gobierno, junto con los apuroseconómicos que pasábamos en las casas, ha-bían hecho la situación cada vez más intolera-ble. Todo comenzó en los funerales de HuYaobang. Sabes que fue el único del partidoque intentó traer algo de aire fresco a sus filas,el único que trató de rehabilitar a los persegui-dos de la revolución cultural. Se lo hicieronpagar muy caro. Incluso entonces, ya muerto,quisieron negarle el homenaje de unos fune-rales públicos. El pueblo inició su propio lutosobre la ira que ese gobierno tiránico le provo-caba. Yo quería unirme al desfile fúnebre. Mihermano Gang, que en ese entonces trabajabaen dos sitios para mantenernos y mandarme

a mí a la universidad, dijo sentado a la cabe-cera de la mesa:

–Chao, será peligroso. No consentirán que nin-guna voz sea escuchada. Como hermanomayor te ordeno que no vayas. La vida es paranosotros demasiado dura. No añadas más su-frimiento a nuestra madre.

Yo asentí mientras inclinaba la cabeza y seguísorbiendo los fideos de arroz que madre pre-paraba para desayunar. El calor del caldo meayudó a tragar la mentira y después, me lancéa la calle y al funeral.

Lo que allí sucedió fue algo indescriptible paramí, Mei Ling. Personas que denunciaban la co-rrupción y hablaban sin tapujos de lo que pen-saban. Me pareció estar viviendo en otro lugar,con las puertas correderas abiertas a los pa-tios, con aire circulando en todas direcciones.En ese momento la luz de Pekín se hizo más lu-minosa. Luego nos organizamos y cada día,desde Abril, marchábamos a la Plaza con nue-vas comandas. Empezamos muy pocos, peroel número aumentaba cada día.

Tu tío sabía perfectamente que cada mañana,a pesar de llevar el uniforme y la cesta de co-mida, no iba a la facultad de medicina. Sólo memiraba a los ojos sin pestañear durante unossegundos y me decía las palabras de Confun-cio: –“No pretendas apagar con juego un in-cendio, ni remediar con agua una inundación”.Luego se marchaba para sobrevivir las 16h detrabajo que le esperaban en las oficinas de dosbancos. Vestido con el único traje que tenía,heredado de mi tío. Siempre llevaba la cha-queta en la mano para evitar que el sudor loempapara y así madre no la tuviera que lavary planchar cada noche.

Pero sí, queríamos fuego, queríamos inundaresa plaza y limpiar los esfuerzos de esa policíabrutal que progresivamente, fue deteniendo ytorturando a los cabecillas. El partido Comu-nista comenzó a preocuparse de veras, contro-laban a los periodistas internacionales y lesconfiscaban sin miramientos los carretes y cá-maras. La imagen idílica de nuestro país estabaen juego. Pero la plaza se hacía cada vez máspequeña ante esa muchedumbre que se ex-pandía lentamente hasta las puertas de la Ciu-dad Prohibida.

En casa, durante la cena, en silencio, la abuela,tu tía y yo nos mirábamos asustados. Percibía-mos la violencia futura y su golpe incontenible.

Historia y Literatura

Renovación nº 24 49

Gang abrió las puertas de la habitación-altar ydoblegó las plegarias, mañana y noche. Perono me dijo nada. Él seguía marchando cadamañana y volviendo por la noche como si vi-viera en las calles de otro país, sin límites.

Sin embargo, llegó el día en que los tanques yel ejército se enfrentó a nosotros. Fue una ma-sacre. Yo estuve allí. Dijeron que murieron 800civiles. Es mentira, fueron miles. Esa nochevolvimos a casa con la ropa empapada en san-gre y el sonido de los disparos grabados en loshuesos.. Al regresar a casa, mi madre se tapóla boca para acallar los gritos.La tía Li la tomóen brazos y la llevó a su habitación para evitarque su llanto alertara a los vecinos. Había ore-jas al servicio del partido en todas partes. Mihermano me tomó del brazo y me llevó albaño. Allí me desvistió y me introdujo en elagua caliente, sin abrir la boca. Curando misheridas. Su silencio me había envuelto comouna manta suave, para dejar que los sollozosllegaran a la garganta y estallaran sin freno.En esa plaza perdí a mis grandes amigos de lainfancia, mentes que habrían abierto nuevossenderos, corazones que habían nacido parasoñar. Tu tío escuchó mi llanto y mis pregun-tas acerca de los amigos que había perdido enel tumulto. Me prometió salir a buscarlos y medejó solo. Estuvo fuera toda la noche.

El Gang que volvió a la mañana siguiente, nose parecía en nada a mi hermano alto y fuerte.La camisa blanca parecía flojearle por todoslados y su mirada parecía incapaz de quedarfija en ningún punto. Yo le había esperado enel comedor. Contemplé como se arrodillabaante el altar y encendía dos varillas de inciensocon manos temblorosas. Luego se giró haciamí y dijo simplemente: –Vístete y ven con-migo. A mi regreso llevaba el traje negro quellevaba todas las mañanas como si ese díafuera también a trabajar. Recogió la bolsa conla comida que la tía Li y madre había prepa-rado esa mañana y se inclinó ante ellas. Sali-mos a la calle. La turba nos arrastróprácticamente hasta la plaza, y mi hermanome agarró de la mano como si fuéramos toda-vía niños. Alcanzamos el comienzo de esamasa de gente que avanzaba y no se rendía,un día más. Contemplando como una fila detanques oruga avanzaba directamente hacianosotros. Entonces nos detuvimos, el miedode la noche pasada seguía viva en nosotros.Pero no tu tío. Intenté detenerle. Él, ajeno alos gritos angustiados de la gente, continuó

andando lentamente contemplando el avancede los carros, hasta que estos pararon a unosdos metros suyos, con la bolsa de comida enuna mano y la chaqueta en la otra. Agitó elbrazo derecho balanceando la bolsa, en ungesto claro que ordenaba su retirada. Como sifuera un emperador fugado de la Ciudad Pro-hibida cuya palabra fuera ley. La multitud en-mudeció. Yo traté de salir del enjambre parallegar hasta él, pero muchas manos me rete-nían. El tanque se movió intentando esqui-varle, pero él se movió con él para ponerse denuevo en frente, con las piernas juntas, imper-turbable. Escaló entonces sobre las ruedaspara llegar a la escotilla. Buscó un conductopor el que hablar y dijo:

–Marchaos de mi ciudad, no sigáis asesinandoa nuestra gente.

Luego bajó y continuó parado, al frente de esatemible hilera. La multitud se apiñaba junto amí a pesar de los codazos y patadas que lan-zaba para llegar hasta tu tío y sacarle de allí.Alguien lo logró antes que yo. Un hombremontado en bicicleta le rodeó diciéndole algoque no alcancé a oir en medio de tantas per-sonas llenas de miedo y movimiento. Otrosdos hombres llegaron al poco, le tomaron deambos brazos y se lo llevaron. Policía encu-bierta, dijeron luego mis compañeros de la re-sistencia. Esa fue la última vez que ví a tu tío,Mei Ling. Su imagen pequeña y ordinaria, pa-rado y firme frente a esas máquinas impara-bles, llegó hasta el último confín de la tierracomo signo de lo que un solo hombre puedelograr. Ahora nosotros sólo tenemos esta fo-tografía y el recuerdo de su nombre, que debeser olvidado y encerrado en esta capilla.

Al terminar la historia, mi padre me besó lafrente y me dejó sola, frente a la pagoda roja.En silencio. Pensando en lo que mi tío Gangfue capaz de hacer. Como estoy hoy. En estaocasión, alargo la mano y tomo las tablillas demadera con los nombres de mis antepasados,de la tía Li, de mi abuela y de mi padre. Eso eslo que soy. Eso, y una fotografía del hombredel tanque.

Otras caras, estas más pequeñas, de niñas, meobservan también desde la capilla roja. Perosus ojos serán mostrados por fin. Los de todasellas, ni una menos. R

Historia y Literatura

Renovación nº 2450

El término utilizadocomo título del pre-sente libro “apocalipti-

cismo”, puede confundir apersonas poco versadas enla materia, llevándolas acreer que se trata de otrocomentario al texto bíblicode la Revelación de SanJuan: El Apocalipsis.

Sin embargo, no es éste elcontenido ni propósito delexcelente trabajo de investi-gación que sus páginas ofre-cen. El Dr. Zaldivar, adoptaen su enfoque un ángulomuy distinto al tradicional.Asumiendo que el “apoca-lipticismo”, o idea del fin delmundo, ha dejado de ser untema escatológico circuns-crito al debate en círculos

religiosos para convertirse en algo de interés ge-neral, y aún más, en un lucrativo negocio, su ob-jetivo con esta obra es:

Aportar explicaciones coherentes a la fasci-•nación irresistible que la idea de el fin delmundo ha ejercido históricamente sobre el serhumano a todos los niveles.

Denunciar la explotación y abusos cometidos•bajo su amparo por la industria de la comunica-ción masiva, –periodística, editorial, televisiva,cinematográfica,etc.– tanto a nivel generalcomo también en círculos religiosos.

Demostrar que parte de las predicciones des-•critas en el Apocalipsis de San Juan, no sonacontecimientos futuros, sino realidades pre-sentes que están sucediendo ya en el mundo.

Presentar desde una posición teológica evan-•gélica contemporánea, propuestas para des-arrollar una escatología Latinoamericanapropia, libre de ingerencias foráneas.

El tema es delicado y polémico en todas sus ver-tientes, con hondas ramificaciones a todos losniveles, y es justo decir que exponerlo abierta-mente y analizarlo con propiedad, como hace elautor, es temerario y denota una enorme valen-tía. Pero el Dr. Raúl Záldivar, es un teólogo joven,emprendedor y dinámico; claro exponente de

una nueva generación de eruditos evangélicoslatinoamericanos que no se intimidan ante losnuevos desafíos del pensamiento cristiano con-temporáneo, que no se ruborizan cuando haynecesidad de reconocer errores pasados o de-nunciar abusos presentes; y que no se arruganni retroceden a la hora de plantear propuestasfieles a la Palabra, pero novedosas y ajustadasa las necesidades de los tiempos. Y esto es pre-cisamente lo que hace en la presente obra,donde analiza a fondo el tema del fin del mundodesde una perspectiva cristiana y equilibrada,utilizando el método crítico. Divide la obra encuatro partes:

LA OBRA:En la primera, que titula El Apocalipsis: fascina-ción y negocio, describe la seducción innata quelos seres humanos sienten por el tema del findel mundo, que les atrae por un lado como unimán y les espanta por el otro, provocando enellos duda e inquietud: el efecto paradójico deApocalipsis. Explica que como seres creados aimagen y semejanza de Dios, no somos tabularasa, nacemos con un ADN moral, un chip im-plantado por el Creador, en el que entre otrasconvicciones establecidas está la de que nuestroplaneta tendrá un final. Y este chip se activacada vez que somos expuestos al tema, creandoa la vez temor y duda.

Ese temor innato a los eventos del porvenir esel que ha dado pie al desarrollo de teologías“protectoras”, como la dispensacionalista, afir-mando, entre muchas otras cosas, que los ver-daderos creyentes no pasarán por la grantribulación ni padecerán las calamidades que seavecinan a nuestro planeta.

Y ha sido también aprovechado a lo largo de lahistoria por una serie de charlatanes, religiososy seculares, que han fabricado profecías, omejor dicho, vaticinios ridículos acerca del findel mundo en provecho propio. En este particu-lar, denuncia abiertamente los abusos cometi-dos por algunos autores evangélicos, como HalLindsey, que en los años setenta predijo abier-tamente en fin del mundo para la década de los80’ en su famoso best seller La Agonía del Pla-neta Tierra; o la famosa serie novelesca de La-Haye y Jenkins, Dejados Atrás, que pese atratarse de simple ficción, en la práctica y du-

Reseña literariaPRESENTANDO NOVEDADES DE CLIE:

«APOCALIPTICISMO: Creencia, duda, fascinación y temor al fin del mundo»Por Raúl Zaldivar

Historia y Literatura

Renovación nº 24 51

rante años, fue la obra de referencia fundamen-tal en escatología para miles de creyentes sen-cillos y de buena fe en Latinoamérica. Tampocopasa por alto la explotación del tema por elmundo secular, tanto en lo que refiere a pro-ducción literaria como por parte de Hollywood,que ha creado para ello un genero cinemato-gráfico específico denominado propiamenteapocalíptico, netamente diferenciado de laciencia ficción, con numerosas e importantesproducciones, algunas de las cuales relaciona ycomenta.

En la segunda parte, que denomina Los caba-llos del Apocalipsis ya cabalgan, sostiene, dis-crepando de las tesis dispensacionalistas queafirman que las calamidades descritas en la Re-velación de San Juan son predicciones para elfuturo y que los siniestros ‘Caballos del Apoca-lipsis’ todavía están por venir. Por el contrario,sostiene que los jinetes que cabalgan esos ca-ballos llevan ya tiempo pisando este planeta, yel tronar de sus cascos se escucha constante-mente y muy bien:

El jinete del caballo blanco, un espíritu de men-tira que aparta a muchos de la verdad y la sanadoctrina; siempre ha estado presente, pero úl-timamente el ruido que produce su galope,plasmado en modas innovadoras y ‘olas’ nove-dosas que hacen surfear a la Iglesia, es ensor-decedor. El jinete del caballo rojo, que simbolizalas guerras, no pasadas ni futuras, sino a la in-dustria armamentista actual, el terrorismo, elodio y toda suerte de violencia en la que esta-mos viviendo. El jinete del caballo negro, queacarrea el flagelo del hambre, la pobreza y a laindigencia, a causa de una injusta repartición dela riqueza, y que conduce a muchos al deses-pero. Y, finalmente, el jinete del caballo rojo,que trae pestilencia y muerte, cuyos cascos seoyen con potencia ensordecedora y en unmundo dominado por las drogas, el fraude, laextorsión, el soborno, donde los valores mora-les han caído a tal nivel que un teléfono celulartiene más valor que la vida de una persona.

La tercera parte analiza la actitud de la Iglesiafrente a los acontecimientos actuales y futu-ros. Denuncia con valentía muchos plantea-mientos erróneos asumidos por las iglesiasevangélicas en Latinoamérica, como el de cen-trar su predicación en la escatología y no pre-parar debidamente a sus líderes, que suben alpúlpito gritando «No sé homilética, no sé her-menéutica, pero una cosa sé: que era ciego yahora veo» y son aclamados por sus fieles conun atronador ¡Amén!. Proclama, en contrapar-tida, la necesidad de prepararse a concienciapara defender la fe, con pasión, sí, pero a la vezcon base académica y una actitud de compro-

miso con el Reino de Dios aquí y ahora; aguar-dando la parusía del Señor con ilusión y espe-ranza, pero dejándonos de devaneosescatológicos y de centrar nuestra predicaciónen predicciones apocalípticas, porque “el día yla hora, nadie lo sabe”.

Finalmente, plantea sus propuestas para des-arrollar una verdadera escatología evangélicalatinoamericana actual, libre de ingerencias ex-ternas. Se pregunta: El fin del mundo: ¿desas-tre y maldición o esperanza y bendición? Surespuesta es que el Apocalipsis no es sinónimode desastre, y por tanto, la forma correcta deentenderlo es como la revelación mediante lacual Dios da a conocer el plan de restauraciónde la imagen de la criatura humana y de la na-turaleza, un escrito que debemos relacionar conun nuevo amanecer para el mundo, una espe-ranza gloriosa por la cual Jesucristo murió ennuestro lugar.

Conclusión, un libro excelente, redactado en unestilo periodístico que hace agradable y amenasu lectura, aunque sin renunciar un ápice alrigor académico propio del nivel de su autor,pues cada afirmación importante en el texto vadebidamente documentada en su correspon-diente nota al pie. Una denuncia valiente deabusos cometidos y a la vez una propuestaequilibrada de una nueva escatología Latinoa-mericana propia. El lector podrá estar o no deacuerdo con las tesis del autor, pero la lecturade este libro no le dejará indiferente.

EL AUTOR:Raúl Zaldívar es Licenciado en ciencias jurídicasy sociales por la Universidad de Honduras; licen-ciado en teología por el Seminario Teológico deHonduras y doctor en derecho cum laude por laUniversidad de Barcelona. Ha sido profesor dederecho internacional en la Universidad Nacio-nal Autónoma de Honduras y actualmente esprofesor de teología sistemática del SeminarioTeológico de Honduras, del cual fue Rectorentre 1992-1997.

Ha ejercido como pastor en la Iglesia de Santi-dad en Tegucigalpa; presidente de Juventudpara Cristo en Honduras; y secretario ejecutivode la Asociación Latinoamericana de Institucio-nes de Educación Teológica.

Ha escrito y publicado numerosas obras de te-ología y exégesis, ejercido de comunicador, con-ferenciante y evangelista a nivel mundialdurante más de veinte años, y es fundador y ejeprincipal de diversos programas radiofónicos.R

Historia y Literatura

Renovación nº 2452

Me gustaría presentar en este artí-culo un tema que está en mi cora-zón desde hace muchos años como

una herida abierta que me lleva a no descan-sar, sino a buscar más y mejor al Sanador porexcelencia, y creo que puede ser de muchabendición también para los lectores. Tiene quever con la nueva vida a la que somos llamadoscomo cristianos y que consiste básicamente enun proceso de transformación a semejanza deCristo.

Esto tiene implicaciones personales para cadauno de nosotros, pero también para nuestrascomunidades de fe. En la práctica tiene muchoque ver con el futuro de la Iglesia y su misiónen nuestra sociedad, cada vez más seculari-zada, es decir, más ajena a la fe cristiana, y queaugura una progresiva desertización de nues-tras iglesias

Por eso tenemos que comenzar a preguntar-nos por la esencia de nuestra fe y su relevanciaen nuestra vida y en la de los que nos rodean.No se trata de ir en busca de ideas novedosaso tras portentos maravillosos. Se trata de pre-guntarse sobre lo que define esencialmente aun cristiano. De volver al principio para enten-der nuestro fin, nuestra finalidad en este siglo.

Los tiempos de reforma, renovación y aviva-miento de la Iglesia nunca han comenzado con

signos y maravillas portentosos sino con unaexperiencia espiritual: la experiencia del nuevonacimiento. Fue así con Martín Lutero, JakobSpenner, John Wesley, George Whitefield, Da-niel Rowlands, y tantos otros, cuya experienciade salvación por gracia, de renovación espiri-tual, los convirtió sin proponérselo en fuentesde renovación y avivamiento espiritual que lle-gan hasta nuestros días.

Mucho me temo que hoy día en las iglesias, lospastores se ocupan con otros temas que tie-nen que ver con la ética cristiana, con el testi-monio, el crecimiento de las iglesias, y dejan aun lado, dando por supuesta, por conocida,una vieja doctrina o enseñanza que arranca delmismo Jesús. En otra época fue muy comúnpredicar y escribir sobre el nuevo nacimiento,su naturaleza, alcance y significado, pero no esel caso en nuestro tiempo.

George Whitefield hizo del nuevo nacimientosu tema principal de predicación (pero téngaseen cuenta que era mayormente un predicadoritinerante, con una audiencia casi siemprenueva). En una ocasión, una mujer de su con-gregación, le preguntó: ¿Por qué predica Ud.tanto sobre el tema de que hay que nacer denuevo?” A lo que Whitefield respondió: “Por-que, mi estimada señora, es necesario nacerde nuevo”.

NACER DE NUEVO: Una vieja doctrina para una nueva iglesia

“El cristianismo no es nada menos, ni puede ser nada más, que una relación con Cristo”.W. H. Griffith Thomas1

Alfonso Ropero*

* Director Editorial de CLIE. Doctor en Filosofía (2005) en la Saint Alcuin House, College, Seminary, University, OxfordTerm (Inglaterra); Máster en Teología por el CEIBI (Centro de Investigaciones Bíblicas) de Santa Cruz de Tenerife(España); y graduado por la Welwyn School of Evangelis (Herts, Inglaterra). Es profesor de Historia de la Filosofía enel mencionado Centro de Investigaciones Bíblicas (CEIBI); Durante casi veinte años ejerció el pastorado hasta sudedicación completa a la investigación teológica y a la escritura.1 W. H. Griffith Thomas, Christianity is Christ, p. 8. Longmans, Green, Londres 1909, 2ª ed.

Espiritualidad

Renovación nº 24 53

Estos hombres, de quienes proceden todos losevangélicos actuales, no sólo predicaban elnuevo nacimiento al pueblo, del que sospe-chaban que era sólo cristiano de nombre, sinotambién a los pastores y sobre todo, a los can-didatos del ministerio de la predicación. Nadatemían más que a un predicador no regene-rado. ¿Cómo va a salvar a otros quien no essalvo él mismo? Aunque Dios puede utilizar aun ministro indigno para realizar su obra, nohay que tentar a Dios. Es una de las primeraslecciones de Dios para su pueblo.

Si alguien quería ser admitido en la comuniónde la iglesia, no se le preguntaba sobre elcredo que confesaba, ni muchos menos sobresus expectativas de realización personal. Erasometido a una auténtica investigación espiri-tual y práctica, pues entendían que el nuevonacimiento no era sólo un concepto en lamente, sino una realidad experimentada en lavida, que producía resultados:

1. ¿Está seguro de la fe, el perdón y la pre-sencia del Espíritu en usted? 2. ¿Se ha acrecentado su simpatía con otraspersonas?2

3. ¿Está creciendo su comprensión espiritualde la verdad y de la santidad? 4. ¿Es su conciencia más sensible al pecado? 5. ¿Qué lección espiritual ha aprendidodesde la última reunión? 6. ¿Está el amor de Dios profundizando den-tro de usted? 7. ¿Está usted más preocupado por la salva-ción de sus semejantes?8. ¿Ha crecido en usted más claramente su

herencia en Cristo?

Estos padres fundadores, por llamarlos de al-guna manera, del protestantismo evangélicoestaban realmente interesados en Dios y en lavida de Dios en el creyente. Ninguno de ellosse dejó llevar por otras metas o tentacionescomo el poder o el dinero. Ante todo busca-ban el reino de Dios y su extensión en elmundo. Laboraron por un mundo nuevo y unanueva iglesia desde el hombre nuevo creadoen Cristo Jesús.

Y esto por un motivo muy sen-cillo, que resume magnífica-mente Paul Tillich3:

“El cristianismo es el men-saje de la nueva creación,del Nuevo Ser, de la nuevarealidad, que ha aparecidocon el advenimiento deJesús, el cual, por esta razóny precisamente por ella, esllamado el Cristo. PorqueCristo, el Mesías, el escogidoy ungido es el que nosaporta el nuevo estado decosas”.

Por su misma naturaleza, quetiene que ver con la experien-cia y con el individuo, aunqueuna y otro tengan connotacio-nes comunitarias, la nuevavida, el nuevo nacimiento, no es una propie-dad que se transmite de padres a hijos, ni deuna generación a otra, sino que cada cualtiene que hacerla realidad por sí mismo en suvida y a su tiempo, corre el peligro de ser de-jada a un lado, arrinconada, como una facetamás de la fe cristiana, cuando la realidad delnuevo ser es el todo y la suma del cristianismo.Si falta ella, todo los demás sobra. No hayética, ni moral, ni ningún tipo de relación conDios que valga la pena o sea importante, si nopasa por la experiencia del nuevo nacimiento,sostenido como una realidad transformante yunificativa. Ninguna religión, ni siquiera lasiglesias cristianas, tienen importancia si nomanifestan la realidad de nuevo ser, que cam-bia vidas y nos une espiritualmente a Dios.

La nueva creación tiene que constituir nuestroanhelo y nuestra pasión infinita. La fuerza delcristianismo no reside en sus templos ni en susinstituciones, sino en la realidad del nuevo sercreado en Cristo Jesús para la renovación delmundo. Esto lo expresa con claridad y fuerzael apóstol Pablo cuando dice:

“Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión esnada, ni la incircuncisión, sino la nueva cre-ación” (Gal. 6,15).

2 Curiosa pregunta en este contexto. Habrá que pensaren Flp. 4,5: “Vuestra gentileza sea conocida de todoslos hombres”.

3 Paul Tillich, El nuevo ser, p. 24. Ariel, Barcelona 1973.

Espiritualidad

“No porque po-damos decirle,el cristianismo,

nuestras iglesias,nuestra ética, nuestroshombres, es mejor. No,

sino porque ha ocu-rrido una creación,

que va más allá de serotra religión, y nos

pide que participemosen ella”

Renovación nº 2454

¿Qué es la nueva creación? San Pablo contestadiciéndonos, primero, lo que no es. No es cir-cuncisión, ni incircuncisión. Para Pablo y paraaquellos a quienes iba dirigida su carta, estosignificaba algo muy concreto. Significaba queser judío o ser pagano carece de toda impor-tancia respecto a la nueva creación.

¿Qué significa para nosotros eso de circunci-sión o incircuncisión? También para nosotrospuede significar algo muy concreto, pero almismo tiempo, muy universal. Significa queninguna religión como tal engendra el NuevoSer. La circuncisión es el rito religioso obser-

vado por los judíos, y que aquí comprendetodos los ritos con los que los hombres inten-tan agradar a Dios, expiar sus faltas y adquirirconfianza. Pues bien, ninguno de ellos vale enrelación a la nueva creación.

La incircuncisión define a los gentiles inmersosen un mar de dioses y de diferentes cultos.Hoy bien podrían estar representados por lossecularistas, los que no quieren tener nadaque ver con la religión ni con las iglesias, aun-que, por otra parte, les guste hablar de espiri-tualidad, y de espiritualismo ateo. Tambiénincluye a los materialistas históricos, al comu-nismo científico ateo, que, paradójicamente,exigía una fe inquebrantable en sus profecíassobre una sociedad sin clases y una devocióntotal por parte de sus seguidores. Tampocoestas religiones seculares y espiritualidades sinDios tienen importancia en relación al nuevoser.

No porque podamos decirle, el cristianismo,nuestras iglesias, nuestra ética, nuestros hom-bres, es mejor. No, sino porque ha ocurridouna creación, que va más allá de ser otra reli-gión, y nos pide que participemos en ella.

A capitalistas y comunistas; a humanistas y aidealistas; a secularistas y a espiritualistas, po-demos decirles: “No presumáis de no tenerritos ni mitos, de estar libres de supersticiones,de ser perfectamente incircuncisos en todoslos sentidos. En primer lugar, también vosotrostenéis vuestros ritos y vuestros mitos, vuestrapropia circuncisión, a la que incluso concedéissuma importancia. Pero, aunque estuvieraisenteramente libres de ritos y mitos, ningunarazón podríais invocar para destacar vuestraincircuncisión. Porque no sirve para nada. Nopenséis que queremos convertiros para queasí paséis de vuestro estado secular a un es-tado religioso, que queremos haceros religio-sos y miembros de una religión muy superior,la cristiana, y en ella de una confesión muy im-portante, la nuestra por supuesto. Esto no ser-virá para nada. Nosotros sólo queremoscomunicaros una experiencia que hemos te-nido y que es esta: en todos los lugares delmundo y en todos los momentos del tiempo,en nosotros mismos existe una nueva crea-ción, habitualmente oculta, pero a veces ma-nifiesta, y realmente manifiesta en Jesús,aquel a quien llamaron el Cristo”4.

Si es tan importante la doctrina de la nuevacreación, ¿por qué no es un tema central ydestacado en nuestras iglesias? Sencillamente,porque en el afán de ganar nuevos miembrosy crecer en número a devaluado el conceptode “nacer de nuevo” a una mera “decisión porCristo”, tomada en alguna campaña de evan-gelización. De manera que hay tantos nacidosde nuevo como manos alzadas en algún mo-mento de emoción. Por cierto, ser cristiano“nacido de nuevo” se puso de moda durantela presidencia de Jimmy Carter, el primer can-didato a la presidencia, que proclamó ser “na-cido de nuevo”. Desde entonces, todos lospresidente USA, Regan, Bush, Clinton, tienenmuy en cuenta el voto evangélico, muy des-preciado anteriormente, como elemento de lasubcultura norteamericana. 4 P. Tillich, ob. cit., pp. 27-28.

Espiritualidad

“ Si es tan importante la doctrina dela nueva creación, ¿por qué no es untema central y destacado en nues-

tras iglesias? Sencillamente, porque en elafán de ganar nuevos miembros y creceren número a devaluado el concepto de“nacer de nuevo” a una mera “decisiónpor Cristo”, tomada en alguna campañade evangelización”

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Para entender correctamente la doctrina de la“nueva creación”, hay que acudir al Evangeliode Juan y la conversación entre Nicodemo yJesús (Jn 3,1-13). Nicodemo acude a Jesúsmovido por las señales milagrosas que Jesúshabía realizado (v. 1). Poco antes de este en-cuentro, el evangelista aclara que “cuandoJesús estaba en Jerusalén durante la fiesta dela Pascua, muchos creyeron en su nombre alver las señales que hacía. Pero Jesús, por suparte, no se confiaba a ellos, porque conocíaa todos, y no tenía necesidad de que nadie lediera testimonio del hombre, pues El sabía loque había en el hombre” (Jn, 2, 23-25). Las se-ñales que Jesús hace pueden despertar a lapersona e interesarle. Pueden engendrar cu-riosidad, pero no engendran la entrega, en lafe. No hacen ver el Reino de Dios presente enJesús.

Por eso, Jesús, bruscamente interrumpe a Ni-codemo y le suelta a bocajarro: “¡Tienes quenacer de nuevo!”

En griego, “nacer de nuevo”, tiene el mismosignificado que “nacer de lo alto”, “de arriba”.Nicodemo se queda atónito, y pegado a las pa-labras literales de Jesús, no sabe, no com-prende qué es lo que Jesús quiere decirle coneso de nacer de nuevo de lo alto. Algunos hanquerido ver aquí la enseñanza de la reencar-nación predicada por Jesús. Eso es lo pasa porir a Jesús con nuestros moldes de pensa-miento y no dejarnos enseñar por Él.

Jesús le aclara el significado de sus palabrashaciendo referencia al milagro de nacer delagua y del Espíritu. No voy a entrar en debateen cuanto al significado de la palabra “agua”,que para muchos es una referencia al bau-tismo (el equivalente a la circuncisión cris-tiana).El sentido inmediato nos indica ciertamente elagua del bautismo, pero no entendida comocausa del nuevo nacimiento, sino en relacióncon el Espíritu. Juan el Bautista había bauti-zado en agua, con un bautismo de arrepenti-miento, pero eso había traído pocos cambiosen las personas que a él acudían. Por eso lesespeta con esa fiereza de apóstol del desierto:“¿Quién os enseñó a huir de la ira que vendrá?Por tanto, dad frutos dignos de arrepenti-

miento” (Mt 3, 7-8). El bautismo de Juan eraun bautismo de preparación, el arreglo debodas del novio que iba a venir (Jn 3,29). Lefaltaba el Espíritu, porque el Espíritu sólo Diospuede darlo. Eso lo sabía bien Juan, sin sentircelos por Jesús:

“Yo a la verdad os bautizo con agua paraarrepentimiento, pero el que viene detrás demí es más poderoso que yo, a quien no soydigno de quitarle las sandalias; El os bauti-zará con el Espíritu Santo y con fuego” (Mt3,11).

Nadie es señor del Espíritu, por-que el Espíritu es de Dios y esDios. Así como “no hay hombreque tenga potestad sobre el es-píritu para retener el espíritu”(Ecl 8,8), y así evitar la muerte,no hay nadie que sea Señor delEspíritu, cuyo signo material es elviento, que tanto en hebreocomo en griego hacer referenciaal espíritu del hombre, a sualiento de vida, como al Espíritude Dios.

El Espíritu es libre y poderosocomo el viento. “El viento sopladonde quiere, y oyes su voz, perono sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que nacedel Espíritu”. Percibimos la direc-ción del viento, y así hablamosdel viento del Norte o el vientodel Sur, pero no conocemos nicontrolamos la causa a partir dela cual el viento se mueve enesta u otra dirección.

El viento sigue una dirección, unrumbo, el Espíritu tiene un pro-yecto, que se manifesta desdelos días de la creación bajo laforma de una paloma que alete-aba sobre el caos (Gn 1,2). Añotras año, él renueva la faz de latierra y coloca en movimiento lanaturaleza a través de la secuen-cia de las estaciones (Sl 104,30;147,18).

Espiritualidad

“ Es decir, que laelección no es

un misteriopara que nos rompa-

mos la cabeza tra-tando de averiguar sipertenecemos al nú-mero de los salvos o

no; o que predica-mos tan persuasiva-

mente que, sinquererlo, sea salvo

alguno de los que noestaban en la lista de

los elegidos. La pre-destinación es una

descripción del obrarde Dios guiado por el

amor gratuito queobedece a un propó-

sito: que la imagende su Hijo sea for-

mada en los creen”

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El Espíritu de Dios inspiró a los profetas de an-taño y de la experiencia de estos creció la es-peranza de que el Espíritu de Dios guiaría alMesías en la realización del proyecto de Dios(Is 11,1-9) y descendería sobre todo el pueblode Dios (Ez 36,27; 39,29; Is 32,15; 44,3). Lagran promesa del Espíritu se manifiesta de mu-chas formas en los profetas del exilio: la visiónde los huesos secos, resucitados por la fuerzadel Espíritu de Dios (Ez 37,1-14); el derrama-miento del Espíritu de Dios sobre todo la na-ción (Jl 3,1-5); la visión del Mesías-Siervo queserá ungido por el Espíritu para establecer elderecho en la tierra y anunciar la Buena Nuevaa los pobres (Is 42,1; 44,1-3; 61,1-3). Los pro-fetas de Israel vislumbraron un futuro en quela gente renacería por la obra y gracia del Es-píritu, que en Ezequiel está asociada con el la-vamiento de agua:

“Esparciré sobre vosotros agua limpia, y que-daréis limpios; de todas vuestras inmundiciasy de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os

daré también un corazón nuevo, y pondré unespíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaréde vuestra carne el corazón de piedra, y osdaré un corazón de carne. Y pondré dentrode vosotros mi Espíritu, y haré que andéis enmis estatutos, y guardéis mis ordenanzas, ylas pongáis por obra” (Ez 36,25-27; cf Is32,15-20).

Con su enseñanza sobre nacer de lo alto delagua y del Espíritu, Jesús demuestra su cono-cimiento profundo de las Escrituras, que vamás allá de la exégesis, que como maestropodía tener, porque él es consciente que es elfin, el telos, la meta de la Ley, el cumplimientode las profecías.

Pero no vamos a seguir más en esta línea, por-

que lo que ahora nos interesa es mostrar la na-turaleza y resultado del nuevo nacimiento, yaclarar que es distinto a la “conversión”, quesolemos usar como sinónimo. La conversiónno lo dice todo respecto al reino de Dios o lapersona de Jesús. De hecho, Juan no usaránunca el término conversión, “por conside-rarlo muy imperfecto para significar la aper-tura a Cristo”5. Conversión tiene que ver conun cambio que se produce en la acción de unapersona6; renacimiento o nuevo nacimiento,tiene que ver una transformación de la per-sona en su totalidad. Nuevo nacimiento hablade un nuevo ser, de una nueva vida, de unnuevo corazón y mente para Dios.

Es posible, bajo el efecto de la conversión,cambiar de hábitos, comenzar a asistir a la igle-sia, leer la Biblia, orar, evitar un lenguaje y con-ducta inmoral y, sin embargo, no experimentaren su totalidad el nuevo ser al que nos remiteJesús, llevando una vida de doble fidelidad: fi-

delidad a uno mismo durante la semana encuestiones personales y profesiones, fidelidada Cristo durante el culto religioso un día a lasemana.

Pero, aparte de esto, que es una crítica que nome gusta, porque presenta culpable a una per-sona que no ha recibido más instrucción y sim-plemente hace lo que ve hacer a los demás. Son los mismos pastores, líderes y maestros,los que carecen de una visión completa delnuevo nacimiento conforme a la enseñanzadel Nuevo Testamento. Tampoco ellos son cul-pables. Han sido educados en un Evangelio5 Secundino Castro, El Evangelio de Juan. Comprensiónexegético-existencial, p. 92. Desclée de Brouwer, Bilbao2001.6 Véase A. Ropero, “Conversión”, en Gran DiccionarioEnciclopédico de la Biblia. CLIE, Barcelona 2013.

Espiritualidad

“ Esta confesión de Pablo no es una expresión de suespiritualidad propia, es una declaración de fe queafecta a los creyentes, no como un ideal para santos

y místicos, sino para todos y cada uno de los que hanpuesto su fe en Cristo desde el más pequeño al másgrande”

Renovación nº 24 57

que consiste básicamente en el anuncio yoferta de la salvación del alma en base a la feen Cristo, por pura gracia, no por obras. Y pa-rece que no hay vida más allá de esta expe-riencia de perdón y aceptación por parte deDios. De modo que el tiempo que sigue a laconversión, que suele ser toda una vida, se de-dica a la enseñanza de la Biblia con fines deeducar y reafirmar a los creyentes en la fe re-cibida; de darles pautas de conducta conve-nientes a su profesión de fe; de instruirles enel testimonio y el evangelismo personal, demodo que puedan compartir con eficacia su fea otros. Esto está muy bien, y conviene ha-cerlo, pero no es sino la parte externa de la fecristiana, común a otros grupos religiosos y se-culares.

Así vienen las dudas, el cansancio, la experien-cia de sentirse quemado, el sentido frustrantede haber tocado techo, repitiendo una y otravez las mismas cosas, como si todo el cristia-nismo fuera solamente eso.

Pero, tened ánimo, el nuevo nacimiento es elcomienzo, el inicio, la promesa de algo mayory más grande. Nacer de nuevo está relacio-nado con una nueva creación, que va más alláde los aspectos formales de seguimiento ex-terno de Jesús en obediencia a su palabra ycumplimiento de los mandamientos. El nuevonacimiento remite al Nuevo Ser que es Jesúsy que quiere ser en nosotros. Y esto es lo queno siempre captamos, nuestra falta y nuestrapenitencia. Pagamos el precio de hambre ysed espirituales porque no hemos compren-dido el alcance, la altura, la profundidad, la an-chura, y el límite sin límite del Nuevo Ser.

“¡Ensancha mis límites!”, clama el creyenteal Señor (1 Cro 4,9-10), y el Padre res-ponde: “Los he ensanchado ya y los se-guiré ensanchando: en mi Hijo y miEspíritu dentro de ti”.

Entonces podremos decir con el salmista:“Me sacó a lugar espacioso; me libró, por-que me amaba” (Sal 18,19).

No hay duda que el Padre nos ama y nos hadado todo en su Hijo.

El nuevo ser es Cristo en nos-otros. “Cristo en vosotros , la es-peranza de gloria” (Col 1,27).Esto tiene un componente muypersonal, muy íntimo, que va másallá de la virtud de creer que Dioscumplirá sus promesas y recom-pensará nuestra espera. Pode-mos comprender su significadoen toda su extensión, mirándoloa la luz de Gal 2,20: “Con Cristoestoy juntamente crucificado, yya no vivo yo, mas vive Cristo enmí; y lo que ahora vivo en lacarne, lo vivo en la fe del Hijo deDios, el cual me amó y se entregóa sí mismo por mí”.

Esta confesión de Pablo no es unaexpresión de su espiritualidadpropia, es una declaración de feque afecta a los creyentes, nocomo un ideal para santos y mís-ticos, sino para todos y cada unode los que han puesto su fe enCristo desde el más pequeño almás grande. Si leemos un pocomás adelante, en 4,29, podemosver que la experiencia que él vivequiere extenderla a toda la igle-sia:

“Hijitos míos, por quienesvuelvo a sufrir dolores de parto,hasta que Cristo sea formadoen vosotros”.

Los gálatas no eran precisamentecristianos superespirituales,Pablo comienza su carta repro-chándoles que “tan pronto os hayáis alejadodel que os llamó por la gracia de Cristo, paraseguir un evangelio diferente” (1,6). Pero espor ellos por quienes sufre hasta que Cristosea formado en sus vidas. Y sufre porque con-sidera que la vida conformada a imagen deCristo es parte del Evangelio que predica, y sifalta esta, entonces el Evangelio se convierteen otro evangelio.

Pablo, que es un místico y un gran teólogo, en

Espiritualidad

“En un principioDios creó al

hombre-mujera su imagen y seme-janza para tener co-

munión con él. Elpecado rompió

aquella relación, ysiguió rompiéndolaa lo largo de los si-

glos. Dios envió a suHijo como segundoAdán (1 Cor 15,45),

cabeza de una nuevahumanidad y hálito

de vida, mediante elquien se iba a res-

taurar la imagencaída del hombre,

imagen restauradaque no es otra quela del mismo Dios

hecho carne enCristo”

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su carta más densa, a losRomanos, escribe unos delos capítulos más densosdel Nuevo Testamento,cuya exégesis ha hecho co-rrer ríos de tinta. En losversículos 28 al 30 del capí-tulo 8, utiliza varios térmi-nos que han hecho historiaen teología: Predestina-ción, elección, llama-miento, justificación. Sonlos grandes temas del cal-vinismo, convertidos en to-rres fuertes o caballos debatalla en el tablero deljuego teológico.

Lo que me preocupa esque nos detengamos en losconceptos y no vayamos enla dirección que nos indi-can. En la mente de Pablo,la predestinación es el planconcebido por Dios, y soloconocido en todas sus par-tes por Él, para redimir a lahumanidad y llevarla a sumeta. Dice literalmente: “Alos que antes conoció, tam-bién los predestinó paraque fuesen hechos confor-mes a la imagen de su Hijo,para que él sea el primogé-nito entre muchos herma-

nos” (v. 29).

Es decir, que la elección no es un misterio paraque nos rompamos la cabeza tratando de ave-riguar si pertenecemos al número de los salvoso no; o que predicamos tan persuasivamenteque, sin quererlo, sea salvo alguno de los queno estaban en la lista de los elegidos. La pre-destinación es una descripción del obrar deDios guiado por el amor gratuito que obedecea un propósito: que la imagen de su Hijo seaformada en los creen. En un principio Dios creó al hombre-mujer asu imagen y semejanza para tener comunióncon él. El pecado rompió aquella relación, y si-guió rompiéndola a lo largo de los siglos. Diosenvió a su Hijo como segundo Adán (1 Cor

15,45), cabeza de una nueva humanidad y há-lito de vida, mediante quien se iba a restaurarla imagen caída del hombre, imagen restau-rada que no es otra que la del mismo Dioshecho carne en Cristo. Como dicen los teólo-gos greco-ortodoxos: Dios se hizo hombre paraque el hombre llegue a ser Dios, es decir, a par-ticipar de la naturaleza divina, como dice 2 Pd1,4. Con eso se cumple el plan o propósito deDios de la humanidad, y comienzan los tiem-pos escatológicos que un día culminarán conla presencia visible de Cristo, cuando todos se-remos transformados a su imagen perfecta, yDios será todo en todos, sin mediaciones deningún tipo (1 Cor 15,28).

Cristo es el Hombre nuevo por excelencia, laimagen visible del Dios invisible (Col 1,15), quemediante la fe, convierte en realidad la crea-ción de un nombre nuevo plasmado a su ima-gen y semejanza. Nuestro modo de ser y estaren el mundo, de comprender la realidad, todonuestro pensar y actuar debe cambiar a partirde ese fundamento: Cristo en nosotros hastaque lleguemos “a la condición de un hombremaduro, a la medida de la estatura de la ple-nitud de Cristo” (Ef 4,13).

Porque el llamamiento es tan supremo, que in-volucra a toda la creación, que mediante Cristoes renovada, de tal “modo que si alguno estáen Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pa-saron; he aquí, son hechas nuevas” (2 Cor5,17).

Del primer Adán recibimos una herencia depecado y muerte, incorporados al segundoAdán recibimos una herencia de salvación yvida eterna.

Esta incorporación a Cristo se tipifica en el bau-tismo como un morir y un renacer en Cristo,de modo que el poder de vida de la Resurrec-ción se hace presente en nosotros.

Dios toma al hombre creyente, le purifica y lemoldea conforme a la figura de su Amado Hijo.

Esta es una verdad que nos debería llenar deprofunda alegría y de una pasión infinita paraque sea una realidad vital en nosotros. El cris-

Espiritualidad

“Como dicen los te-ólogos greco-orto-doxos: Dios se hizo

hombre para que elhombre llegue a serDios, es decir, a partici-par de la naturaleza di-vino, como dice 2 Pd 1,4.Con eso se cumple elplan o propósito de Diosde la humanidad, y co-mienzan los tiempos es-catológicos que un díaculminarán con la pre-sencia visible de Cristo,cuando todos seremostransformados a su ima-gen perfecta, y Dios serátodo en todos, sin me-diaciones de ningún tipo(1 Cor 15,28).”

Renovación nº 24 59

tianismo no proclama sólo el perdón del pe-cado y salvación del alma, anuncia una nuevacreación que encuentra su plenitud en Cristo.Él es la revelación del hombre nuevo, “creadosegún Dios en la justicia y en la santidad ver-dadera” (Ef 4,26). Esto significa que Cristo noes sólo nuestro modelo a imitar, es nuestravida a vivir. Y porque Él vive, nosotros vivimos(Jn 14,19). Como bien escribe Rick Warren, “lasemejanza a Cristo no es producida por mediode la imitación sino por la inhabitación. Deja-mos que Cristo viva su vida a través de nos-otros”7.

Adán, el primer hombre, era figura del quehabía de venir (Rom 5, 14), es decir, Cristonuestro Señor. Cristo, el nuevo Adán, en lamisma revelación del misterio del Padre y desu amor, manifiesta plenamente al propiohombre y le descubre la sublimidad de su vo-cación”. Él, que es imagen de Dios invisible (Col1, 15), es también el hombre perfecto, que hadevuelto a la descendencia de Adán la seme-janza divina, deformada por el primer pecado.En él la naturaleza humana asumida, no absor-bida, ha sido elevada también en nosotros adignidad sin igual.

Entonces, ¿cómo es posible que veamos tantacarnalidad y tanto pecado incluso en los llama-dos hijos de Dios, renacidos de lo alto y bauti-zados por el Espíritu?

El apóstol Pablo tiene una palabra especialpara describir nuestra incorporación a Cristo,tomada de la agricultura, muy similar a la ima-gen de Jesús de su Padre como el Labrador.Dice Pablo, hablando de los gentiles incorpo-rados en el Israel espiritual, que es la Iglesia,la cual es el cuerpo de Cristo, que somos injer-tados en el viejo olivo, para ser participe de larica savia de la raíz del olivo (Ro 11,17). Somos,existimos, con relación a Cristo, y Cristo existepara nosotros sólo en la medida en que esta-mos injertos en Él. La técnica del injerto con-siste en introducir la punta de una rama entrela ranura abierta en el muñón de otro árbol.Lo ata, lo venda, y la rama así injertada sigueviviendo su propia vida en aquel cuerpo ex-

traño a ella. Este fenómeno es tan singular queayuda a Pablo a explicar el misterio de Cristo,aunque por la naturaleza del caso cambia ra-dicalmente las leyes de la arbicultura. ¿Porqué? Porque el agricultor siempre injerta re-nuevos sanos y fecundos en árboles silvestresy estériles. Sin embargo, en el caso del cre-yente, sucede al revés, por lo que no hay queextremar las comparaciones. Aquí el injerto, lahumanidad caída, es lo viejo y salvaje, injer-tado en el tronco divino. Y el árbol sano da supropia vida y su perfección a la rama silvestre.Todo el misterio de vida cristiana está aquí. Laherida de muerte de Cristo es nuestra salva-ción. Cuando mediante la fe nos unimos a él,no importa nuestra estado de pecado, elpoder de su Resurrección pasa a nosotros porel Espíritu, de tal manera que llega a ser unocon Él (1 Cor 6,17: El que se une al Señor, unespíritu es con él). “Para que se opere en nos-otros esta unión, el Espíritu de Dios debe lle-varnos a todos a confesarnos, a reconocernosculpables, cuando nosotros nos creíamos jus-tos, y a condenarnos como verdugos de Dios.Sin esta herida, consentida, tolerada, deseaday amada, no prenderá el injerto. Nos expone-mos entonces a caer en la trampa de algunosde esos modelos de Cristo que llevan al ate-ísmo”8.

Hay otra imagen que puede aclararnos unpoco más la cuestión. Cuando en el año 1967el doctor Christian Barnard realizó el primertransplante de corazón humano todos los pe-riódicos del mundo recogieron la mentira ytodos abrimos la boca como si estuviésemoscontemplando el mayor truco de prestidigita-ción. Quitar el corazón de una persona y po-nerle otro, y que viva. Más o menos, estamisma imagen aparece en la Escritura:

“Quitaré de su carne el corazón de piedra y lesdaré un corazón de carne” (Ez 11,19). “Os daréun corazón nuevo y pondré un espíritu nuevodentro de vosotros; quitaré de vuestra carneel corazón de piedra y os daré un corazón decarne” (Ez 36,6).

7 R. Warren, Vida con propósito, cap. 22

8 Bernard Bro, Jesucristo o nada, p. 120. Narcea Edicio-nes, Madrid 1978.

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Pero sabemos que no es sólo una operacióndifícil, complicada, por parte del cirujano, sinoque el éxito también depende mucho del pa-ciente, y de que su organismo lo rechace o no.Los primeros médicos que realizaron esta ope-ración se quedaron asombrados al observarcómo el organismo entero, desde el cerebrohasta las menores células, no cesan de lucharcon la astucia más asombrosa para rechazar elcorazón nuevo, tratado como un extraño peli-groso, que sin embargo era imprescindiblepara mantener la vida del organismo. Es uncombate a muerte donde el cuerpo hace todolo impensable para deshacerse de su salvador,el corazón extraño. Entonces se conoció mejorque el rechazo no sólo es dirigido a nivel cen-tral del organismo, sino que automáticamentese pone en funcionamiento a nivel de cada cé-lula y cada célula es capaz de movilizarse pararechazar al extranjero.

Lo mismo ocurre con el pecador ante el Hijode Dios Salvador. El viejo hombre habituado alpecado y la ignorancia de Dios se rebela ylucha contra el intruso, el nuevo hombre cre-ado en Cristo Jesús para extirpar todas las cé-lulas cancerígenas del pecado, paradesintoxicarle de sus hábitos pecaminosos yllevarle a su plena realización como persona,a imagen y semejanza de Cristo. Por eso dicePablo que hay que despojarse del viejo hom-bre, y vestirse del nuevo hombre, “el cual, enla semejanza de Dios, ha sido creado en la jus-ticia y santidad de la verdad” (Ef. 4:22, 24).

El nuevo corazón, el nuevo nacimiento es unaobra del Espíritu de Dios, no depende de nos-otros, pero sí exige de nuestra parte neutrali-zar el rechazo uniéndonos estrechamente aCristo, hasta llegar a ser uno con él, alimentán-donos de su savia como los sarmientos de lavid (Jn 15,5). Pero el conflicto no desapareceautomáticamente. La fe no es el abandono detodo esfuerzo de nuestra parte, sino la con-fianza en “aquel que es poderoso para hacertodo mucho más abundantemente de lo quepedimos o entendemos, según el poder queobra en nosotros” (Ef 3,20).

La unión con Cristo es real y verdadera; no sen-

sible y material, sino mística y espiritual. Unióndel Espíritu de Cristo con nuestro espíritu. Ver-dadera comunión: In-existencia espiritual en laexistencia personal de Cristo”9. En esta uniónno somos absorbidos, ni anulados, si disminui-dos. Todo lo contrario. Su Espíritu nos dignificay nos plenifica. Descubrimos que en Él somosmás y mejor nosotros mismos.

Repito, el conflicto está ahí, expresado en tér-minos de un combate de la carne contra el Es-píritu, y del Espíritu contra la carne, “pueséstos se oponen el uno al otro, de manera queno podéis hacer lo que deseáis”. De ahí lo im-perioso de andar por el Espíritu, resistiendo eldeseo de la carne (Gal 5,16), de tal modo queel nuevo ser creado en Cristo Jesús pueda cre-cer y fructificar.

Estamos aquí ante una de las paradojas mássencillas y más grandiosas del cristianismo. Loque ha nacido tiene que hacérsele nacer. El Es-píritu de Cristo tiene que intervenir constante-mente en el avivamiento de ese nuevo ser, quesomos nosotros mismos configurados enCristo, y que no puede ser abandonado cre-yendo que todo va bien. No basta con cambiarde corazón si todas las células de nuestro viejohombre —nuestra herencia, nuestra memoria,nuestros hábitos, nuestros anhelos pasados—rechazan ese corazón nuevo. Por nosotros mis-mos nos exponemos siempre a quedarnos enuna identificación abstracta, en el terreno delas ideas o de la voluntad: voy a tratar de ase-mejarme a Cristo en su bondad. Necesitamosuna acción continuada, permanente, de unapresencia, de un educador, de un abogado, deun guía, de un apoyo para que el injertoprenda en nosotros y el corazón se haga nues-tro verdaderamente. Necesitamos del Espíritu;del Cristo que está en la puerta deseando en-trar en nosotros; del Padre que nos ama en elHijo.

Cuando el injerto ha prendido, sólo hay quetemer una cosa estorbar a su crecimiento. (Re-cordemos las advertencias sobre apagar y con-tristar el Espíritu). Hay que temer todo lo que

9 José M. Solé, Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios, p. 479.Editorial Claret, Barcelona 1975.

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podría retrasarnos o impedirnos vivir correc-tamente según el ritmo, según la existencia,según la ley y el amor del Otro. Llegará enton-ces el momento en el que el injerto no puededeshacerse, en el que pasamos de un planoabstracto a uno concreto y personal, en el queya no hay nada que temer, ya nada puedeapartarnos de Cristo y en el que las mismas di-ficultades y hasta las preguntas y los asombrossólo pueden reforzar esos lazos que nos unena Él. Ese momento en el que el Otro se hacetan presente y tan real que ni siquiera hay queelegirlo, porque se le prefiere a todo, ese mo-mento en que el Otro se ha hecho la medidade nuestra existencia y en que, en verdadpuede uno atreverse a decir: Hágase tu volun-tad y no la mía”10.

En verdad, todo está todavía en la raíz en laque somos injertados, pero como decía hace200 años el predicador bautista Samuel E.Pierce, “los brotes, las flores y los frutos van aaparecer a su debido tiempo, no ya por elpoder humano o esfuerzo natural. No, elmismo Espíritu que ha inspirado al alma conuna nueva vida espiritual, e implantado en re-generación todos los principios de santidad,toda gracia y toda simiente de piedad y espiri-tualidad, tiene que continuar alentando espi-ritualmente dentro y sobre la personarenovada, y pulir su obra, pues de lo contrariono habrá crecimiento ni abundantes frutos desantidad… El creyente que tiene visitas de Diosen Espíritu es transformado y asimilado a Él enuna conformidad a Cristo, que demuestra queha nacido de nuevo, que participa de la natu-raleza divina y un día va a ser conformado ple-namente a Cristo, cuando le vea como Él es”11.

Durante siglos se ha creído, siguiendo a Lutero,que la Iglesia cae o se mantiene en relación ala justificación por la fe; modernamente, el ca-rismatismo viene a decir que la Iglesia cae o semantiene al bautismo del Espíritu Santo y susdones, pero yo me atrevo a sugerir, siguiendoa san Pablo, que la Iglesia cae o se mantieneen relación a Cristo, a su configuración en

todos y cada uno de nosotros. Ese debería sernuestro dolor y nuestra alegría; nuestra misióny nuestra infinita pasión.

RecapitulandoComo pastores o responsables de enseñanza ydirección en la iglesia: Hagamos como talestodo lo que esté en nuestra mano para quenuestro pueblo tome conciencia de su su-premo llamamiento a ser semejante a Cristo,a vivir y disfrutar de la experiencia de su trans-formación en Cristo. Mostrar los elementosdel “viejo hombre” que impiden el nacimientodel “nuevo hombre” en toda su plenitud. Ejer-cer una teología pastoral y espiritual que bus-que la edificación del pueblo en Cristo, en suvida y en el poder de su resurrección.

Como creyentes individuales ante Dios: Demosejemplo con nuestra vida y nuestra conductade lo que significa esa conformidad a Cristo.Para ello tenemos que ser los primeros en em-prender esa senda de discipulado y semejanzaa Cristo, intentando por todos los medios deahondar y crecer en ella. Esta es la senda quenos lleva a la bendición y al descanso de nues-tra alma en Cristo como nuestro tesoro másprecioso. Cuanto más sea Él en nosotros, másseremos nosotros mismos en Él, y compren-deremos el dicho de que Dios es lo más propiode nosotros mismos, o como dijo Agustín:“Dios es Aquél que me es más íntimo que yomismo” (Confesiones, cap. VI). RAlfonso RoperoWashington 28-5-2015

Recomendación bibliográfica:Johann Arndt, Cristianismo auténtico. CLIE, Barce-lona 2014.Kenneth Boa, Conformados a su imagen. Un acer-camiento bíblico y práctico para formación espiri-tual. Vida, Miami 2006.Dietrich von Hildebrand, Nuestra transformaciónen Cristo. Sobre la actitud fundamental del cris-tiano. Ediciones Encuentro, Madrid 1996.Albert N. Martin, Unión con Cristo. Pub. Faro deGracia, México 2008.Albert Nolan, Jesús, hoy. Una espiritualidad de li-bertad radical. Sal Terrae, 2007, 5ª ed.

10 D. Bro, ob. cit., p. 124.11 Samuel E. Pierce, El Evangelio del Espíritu, p. 66. CLIE,Barcelona 1984. Orginal 1805.

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Era el personaje favorito de mi infancia(junto a Tintin, por supuesto). Tenía nueveaños cuando leí la historia que escribió

Walter Scott en una versión para niños. Quedéfascinado, maravillado e impactado. Aquellospersonajes, Robin, Little John, el fraile Tuc, LadyMarianne, el malvado sherif de Nottingham , elpérfido rey Juan, y el gran Ricardo Corazón deLeón, poblaron mis sueños, mis ilusiones y crecícon ellos. Ya sé que los historiadores discuten siRobin Hood existió o no. Para mí siempre supeque existió pues lo ví en aquella película del año1938 protagonizada por el inolvidable Errol Flynny Olivia de Havilland (¡qué lady Marianne!).

Muchos pensaréis a qué viene esto. Dejadmeque me explique.

Cuando sale a relucir la historia de Robin de losbosques se suele decir: “Ah, sí, el ladrón que ro-baba a los ricos para dárselo a los pobres”. ¡Puesno! Me enfado un poco. Robin Hood no es esoprecisamente. Debemos conocer la historia.

Es una historia de justicia y libertad. El Rey Ri-cardo estaba preso en Austria. Legalmente suhermano Juan se hizo regente, en su lugar, perosu ambición era enriquecerse. (no hablamos dela Historia de Inglaterra, sino de la historia de lanovela) Así que cargaba a sus subditos, pobresde solemnidad, de impuestos imposibles con te-rribles castigos a quien no satisfacía al fisco. Teníaa su servicio el temible sheriff de Nottinghamquien extorsionada, expropiaba, y torturaba pordoquier. El Rey era legal, pero no ejercía su fun-ción legitimamente. Y surgió nuestro héroe.

Robin atacaba a los ricos potentados aliados delrey Juan, que sostenían al despreciable sheriff,para devolver al pueblo lo que esa falsa autori-dad les había robado. Porque para Robin sí exis-tía una autoridad legítima: Ricardo Corazón deLeón.

El buen rey que servía a su pueblo y no buscabaoprimirlos como su hermano. Y además, Robinse enamora de Lady Marianne que pertenecía ala corte del rey Juan. ¡ Para qué más!

Al final aparece el rey Ricardo Corazón de Leóndesvelando quien era el verdadero ladrón y opre-sor (el rey Juan y sus secuaces), reconociendoquién era el auténtico representante de la decen-cia, mi, perdón, nuestro Robin Hood.

A mis nueve años aprendí que lo legal y lo legí-timo no eran sinónimos. Aprendí que había tira-nos que opremían a los más débiles. (las tortasque habré recibido en el cole y en el instituto porcreerme un Robin Hood enfrentándome a los ti-ranitos de turno). Caí en la cuenta que la autori-dad era criticable si no cumplía con su deber yademás que era legítimo resistirse a ella.

Ví cómo el sherif de Nottingham estaba al servi-cio del poder y no del pueblo, porque las leyeshabían sido redactada para favorecer al rico, alpoderoso y al opresor.

¿Y cuáles son los héroes de nuestros jóvenes?¿qué valores reciben? ¿con qué sueñan?

Todavía hoy, a mis 53 años, sigo soñando con lajusticia, me indigno frente a los tiranos de todaclase, (aunque hayan sido elegidos democrática-mente). Aquellos valores que descubrí en losbosques de Sherwood, nunca me han abando-nado. Hasta aprendí que había que darlo todopor mi Lady Mariamme.

Hoy escribo estas palabras, con lágrimas en losojos. Tengo a mi lado, el viejo libro infantil (quehe conservado), aquel que me abrió los ojos ysobre todo abrió mi corazón. ¡Hasta siempreRobin! R

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Julián Mellado

ROBIN HOOD

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Estas historias, en las que los personajes cen-trales son, aparte de Jesús, dos mujeres, pare-cen, desde cierta perspectiva, “antihistorias”.

Veamos.En la primera –la de la mujer con derra-

mes de sangre–, una mujer se atreve a tocar su-brepticiamente el manto de Jesús. No queríaque nadie la viera y se aprovecha de que lamultitud se apretuja alrededor del Maestro ga-lileo (v. 24). Y así, a espaldas de este, logra apro-ximarse calladamente y hacer realidad susintenciones. Al instante queda curada de sumal.

También al instante, Jesús se da cuenta deque “poder [“un poder curativo”, traduce LaPalabra] había salido de él” (v. 30). Pero nosabe quién fue la persona que se benefició deese poder. Por ello se ve obligado a preguntar.Los discípulos tampoco saben, pues había sidoun toque hecho con cautela... y miedo. Másbien le dicen a Jesús que la pregunta no tienemucho sentido, pues cómo se le ocurre pregun-tar quién lo ha tocado cuando él mismo ve “quela gente” lo “oprime por todos lados” (v. 31).

A la postre, la propia mujer, “temblandode miedo” y “sabiendo lo que había pasado”(pues ella, mujer, y en estado de impureza ri-tual por su enfermedad, se había atrevido atocar a un hombre... y rabino), se sobrepone almiedo y, de rodillas ante Jesús, le confiesa quefue ella la de tremendo atrevimiento.

Y Jesús, que no sabía, ahora sabe... y pro-nuncia las palabras que ratificaban la sanidad.

En la segunda historia la situación es dife-rente.

Jesús está fuera del territorio de Israel. Haido a tierra de gentiles. La mujer de este relatono llega a Jesús en busca de un beneficio per-sonal directo. Es una intercesora. Quiere el biende su hija. Pero ni ella ni su hija eran judías... yJesús había venido “a lo suyo” (Juan 1.11) o,como él mismo dijo: “Dios me ha enviado sola-mente a las ovejas perdidas del pueblo de Is-rael” (Mateo 15.24). Es más, después de sufrirla oposición de los propios discípulos (v. 22),Jesús rechaza en un primer momento a lamujer con duras palabras: “No está bien quitar-les el pan a los hijos y dárselo a los perros” (v.26). ¡Ha usado la imagen del perro para refe-rirse a ella!

Parecía que nada podía hacerse. Ella nopertenecía a esas “ovejas perdidas”, pues eragriega, de origen sirofenicio (Marcos 7.26).Pero ella no se arredra. Sin negar lo que Jesúsacaba de decirle, se atrevió a replicarle:“...hasta los perros comen de las migajas quecaen de la mesa de sus amos” (Mateo 15.27).

Y entonces se produce una transforma-ción, no en la mujer, sino ¡en el propio Jesús!Maravillado por la fe y el atrevimiento de aque-lla extranjera, Jesús accede y le concede su pe-tición.

Cuando Jesús pasa, algo pasa. A veces...en el propio Jesús. R

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CUANDO JESÚS PASA, ALGO PASA

Plutarco Bonilla*

* Plutarco Bonilla A. fue profesor de la Universidad de Costa Rica y consultor de traducciones de Sociedades BíblicasUnidas (Región de las Américas). Jubilado, vive en Costa Rica.

#6

6. La mujer que padecía derrames de sangre (Marcos 5.25-34). La mujer sirofenicia(Mateo 15.21-28)

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Siempre me ha llamado la atención el epi-sodio que narra el libro de los Hechos delos Apóstoles referente a la visita del

apóstol Pedro a Cornelio. No es fácil llegar acaptar en su totalidad la fuerza de ese texto,pues, lo queramos o no, desde aquí, desdenuestra cultura, esta cultura occidental, y a dosmil años de distancia temporal, se hace difícilentender lo que debió suponer aquella acciónpara el Apóstol; principalmente porque el pesode la obediencia a la Ley, durante tantos siglos,había configurado su vida en todos los aspec-tos.

Para Pedro, como para cualquier otro judíopiadoso de su tiempo, el contacto con gentiles,y peor aún con un centurión romano, era algoque no debía producirse bajo ningún concepto;mucho menos entrar en la casa de cualquierade ellos. Hasta tal punto esto era así, que el ad-jetivo que usa para describir aquella visita es“abominable”, según unas traducciones; “ilí-cito”, según otras. En cualquier caso, se tratade dejar claro que era algo totalmente inade-cuado.

Bien, todos sabemos cómo termina aquelencuentro. Quiero destacar la frase que Pedrodirige a aquellos gentiles: “Dios me ha mos-trado que a ningún hombre debo llamar im-puro o inmundo”. Es una afirmación que,independientemente del contexto, nos ponesobre aviso para que tomemos las “cosas de lohumano” con mucho respeto, pues en demasia-das ocasiones perdemos de vista que lo verda-deramente importante es la persona. No haypersonas puras ni impuras o inmundas. Haypersonas; y todas, sean como sean y hagan lavida que hagan, nos guste o no, ontológica-mente llevan en su ser la dignidad que Dios les

ha dado al hacerlas a su imagen y semejanza.Por tanto, y en este sentido, ya para empezar,deberíamos desechar esa manía de categorizara los demás en función de su cultura, religión,condición sexual, o lo que sea.

No voy a referirme directamente a la homo-sexualidad humana, ni siquiera a la sexualidad;aunque sí diré que tanto la una como la otra sonrealidades lo suficientemente complejas comopara hablar de ellas, como solemos hacer porregla general, a la ligera; o como para zanjarestos temas en base a lo que dice un texto, pormuy sagrado que lo entendamos y casi siempresacado de contexto. En concreto, y en lo que ala homosexualidad se refiere, esto es precisa-mente lo que ocurre, categorizamos a las per-sonas y zanjamos el tema con una “condena”fundamentada en una hermenéutica, la mayoríade las veces inadecuada y fuera de contexto.Queramos aceptarlo o no, seguimos haciendode todo ello un enorme tabú. Debe ser que pen-samos que es mejor así para no complicarnosla vida, aunque ello suponga causar sufrimien-tos gratuitos a otros. La falta de sensibilidad ycaridad cristiana en estos casos es patente,entre otras cosas.

Como acabo de decir, no voy a hablar di-rectamente de la homosexualidad. Principal-mente quiero llamar la atención, al menos,acerca de la urgencia y necesidad de entender,vivir y presentar el evangelio de forma que seacomprendido y aceptado por una sociedad tancompleja y diversa como lo es la nuestra. Sehace necesario revisar muchas cuestiones, es-pecialmente aquellas que se refieren a la moraly a la ética, la teología, la cristología, etc.; y,por supuesto, la sexualidad humana en sus di-versas expresiones. Es necesario fomentar la

CON CARIÑO, PERO CON HARTAZGO

Juan Larios*

* Presbítero de la IERE

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Nota editorial: El presente artículo fue publicado originariamente en larevista digital LA LUZ, de la IERE, Iglesia a la que interpela el autor.

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creación de espacios de diálogo entre la culturay la fe; buscar formas de entendimiento y acep-tar que ni la una ni la otra tienen todas las res-puestas. Una Iglesia como la nuestra, deberíatener en cuenta todo ello y no mirar hacia otrolado cuando surgen estas realidades o cerrar eltema apelando al socorrido “es lo que mandanlos cánones”, o, “es lo mejor para la iglesia”.Pues bien, cuando de personas se trata, tanto louno como lo otro, deben pasar a un segundolugar. No es bueno impedir esta reflexión, ymucho menos cuando precisamente se nos in-vita a abordar estas cuestiones desde diversosorganismos de la Comunión. Pero parece serque también nosotros, fieles a nuestra culturaactual y a nuestros intereses, preferimos evitareste tipo de encuentros para no tener que in-cluirlos en la pastoral; cosa que muy probable-mente pondría a la institución en una situaciónincómoda.

Y para iniciar este camino hemos de dejarde entender la vida cristiana y el propio evan-gelio preferentemente como “tópicos” válidospara justificar nuestros particulares compromi-sos y creencias. De ello depende, y dependeráen el futuro, si es que hay de eso, que seamoscapaces o no de descubrir y aceptar también,adecuadamente, realidades como las que acabode citar, entre otras, así como ser capaces deentretejernos en la urdimbre social de los pró-ximos años y ser levadura de valores humanos.

Obviamente, y desde el punto de vista de lafe cristiana, el evangelio ha de ser la norma su-prema de conducta. Esto quiere decir, sin lugara dudas, y en primer lugar, que hemos de acep-tar el evangelio como norma de vida; y aceptarel evangelio lleva consigo la adhesión al pro-yecto de Jesús. En base a esto, y en segundolugar, hemos pues de tener claro que el evan-gelio como tal no es ni un tópico, ni un textoescrito caído directamente del cielo, sino unaforma de vida fundamentada en una Buena No-ticia, y esa buena noticia nos habla de un de-terminado proyecto, el proyecto de Jesús deNazaret. Podemos decir también, sin temor aequívocos, que el Evangelio es Jesús mismo,por tanto aceptar y vivir el evangelio es aceptara una Persona concreta y vivir como esa per-sona vivió. Esto, y dicho sea de paso también,nos aleja definitivamente de ese erróneo y re-currente pensamiento que nos incluye en las“religiones del libro”. El cristianismo no es en

si mismo una religión, y mucho menos una re-ligión de ningún libro, el cristianismo, bien en-tendido, y como acabo de decir, es elseguimiento y la aceptación de una personaconcreta, sus enseñanzas y sus acciones, Jesúsde Nazaret, y que busca y anhela la utopía re-alizable de su reinado; comenzando aquí, ennuestro suelo, en nuestra historia.

En tercer lugar, estas enseñanzas y accionesde Jesús las encontramos en los Evangelios; ydado que estos textos no surgieron de la nochea la mañana, sino que fueron el resultado de unlargo y complejo proceso, y fueron escritosdentro de un marco cultural concreto, no tene-mos más remedio, para poder acercarnos y en-tender adecuadamente su mensaje, que teneren cuenta ese marco social y cultural de sutiempo. Los evangelistas vivieron en un deter-minado momento de la historia y escribieron,como no podía ser de otra manera, condiciona-dos por su cultura, donde hubieron de transmi-tir el mensaje de liberación a todos aquellosque abrazaron y aceptaron dicho mensaje paracontinuar la obra iniciada por el Maestro deNazaret.

Esto quiere decir, entre otras cosas, que losEvangelios no han sido escritos solo para la“salvación espiritual” del hombre, como pen-samos y predicamos muchas veces; pues esasalvación incumbe y afecta a toda la realidadhumana, es decir, es una “salvación integral”de lo humano. De ahí que el mensaje evangé-lico abarque toda la esfera existencial del indi-viduo, y en esto, como no puede ser de otraforma, también entra la cultura. Por tanto, siprescindimos del marco sociocultural, no po-dremos hacer jamás una lectura correcta de susenseñanzas ni tampoco hacerlo realidad ade-cuadamente en nuestros días.

No se trata, tampoco, de repetir, de lamisma manera, lo que ocurrió hace tantos años,sino de captar la realidad del mensaje y encar-narla en nuestra vida. Por supuesto, esto no estarea fácil. Por tanto, separar evangelio y cul-tura es cometer un gravísimo error, pues no sepuede vivir la fe si no es de forma inculturada.Esto mismo ocurre ya con la misma encarna-ción, es decir, cuando el logos de Dios se en-carna en la historia, lo hace en un determinadomomento de la misma, y tiene que hacerlo, ylo hace, con todas las consecuencias.

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Ni que decir tiene que el resto de los escri-tos del NT están sujetos a esta misma condi-ción. Han necesitado de la mediación culturalen todos los tiempos para ser entendidos y vi-vidos. Creer y vivir lo contrario es, sencilla-mente, un engaño en el mejor de los casos; enel peor, seguir dando validez a determinadasformas socioculturales que hoy pueden darlugar a tremendas aberraciones. En este sentido, es coherente afirmar que elmensaje de salvación está en continuo diálogocon el hombre y su cultura. Ello no significaque dicho mensaje vaya a perder su identidad,ni mucho menos. No puede ser de otra manera,a no ser que queramos convertirlo en algo in-aceptable y hacer de nuestra vida de creyentesuna pura farsa esquizofrénica. Por tanto el diá-logo entre la fe y la cultura es indispensable, apesar de su complejidad. No podemos hacerque vivan de espaldas la una a la otra.

Por otro lado, la Iglesia tiene que tener claroque esa misma cultura donde ella se desarrollano es uniforme, sino diversa. Ya no solamenteporque existen otras culturas diferentes a nues-tra cultura occidental y en las que también ellaestá presente, y a las cuales, por regla generaly desgraciadamente, intenta occidentalizar;sino también porque dentro de cada culturaexisten las que desde la antropología culturalson llamadas “subculturas”, una de las cualeses, precisamente, la cultura de la marginación,que ha dado lugar a lo que se ha llamado el“cuarto mundo”. Pues bien, no debemos olvi-dar que Jesús de Nazaret no fue extranjero enese mundo, sino que fue ciudadano de primeraclase. Y cuando hablo de cultura de la margi-nación me refiero, como todos saben, a aque-llos múltiples procesos por los cuales sonmarginados y rechazados determinados gruposhumanos o colectivos, en función de su dife-renciación o por la fuerza de los intereses dealgún grupo minoritario que ejerce el poder, loque les condena, por regla general, a una situa-ción de privación de derechos y satisfacción denecesidades secundarias.

El evangelio no es excluyente, sino todo locontrario; y la Iglesia, por tanto, y en principio,no debería practicar la exclusión con ningúngrupo humano; no está para eso, sino para todolo contrario, pues lleva en su corazón y en susmanos un mensaje de transformación como no

hay otro y que hay que encarnar en lo coti-diano. La Iglesia debe ser el hogar de todos yno un coto privado de creencias y leyes discri-minatorias. Por tanto ese evangelio hay que en-carnarlo en las situaciones reales que vivimosy donarlo a las personas de hoy, cada una consus realidades particulares. Es por ello quehemos de huir de una hermenéutica literalistadel texto, pues esto carece de todo sentidocomún. No estoy descubriendo ni proponiendonada nuevo, pues esto ha quedado ya grabadoen la propia tradición.

Nuestra hermenéutica, la hermenéutica denuestra Iglesia debería ser la hermenéutica dela Gracia y de la Luz y no la de las costumbresy oscuridades. No hay temas tabú, y muchomenos los relacionados con la sexualidad hu-mana. No son temas adiafóricos, es decir, depoca importancia; lo son de mucha y urgente,pues involucran una muy profunda dimensión,puesto que en ellos está también incluida la jus-ticia. Está claro que nos posicionemos a unlado o al otro, causaremos sufrimiento; luegotodos necesitamos una palabra de apoyo, deafirmación, de consuelo y de amor. No es éticani justa la neutralidad, y mucho menos la ne-gación. Jesús no hace acepción de personas nise niega al encuentro, es por ello que debería-mos tomar en serio este asunto. Dios no nostrata en función de lo que somos o hacemos,nos trata en función del amor infinito que nostiene.

Nuestra realidad no es la de hace quinientosaños, mucho menos la de hace tres mil. Nuestramanera de entender y de vivir, nuestra manerade conocer, de pensar, nuestro conocimiento dela realidad; todo ha cambiado. Ya sabemos quela tierra no es plana y que el Sol no gira a sualrededor. También sabemos que la mujer esigual al hombre y tiene los mismos derechos.También sabemos que a ninguna persona debe-mos tratarla como mercancía ni esclavizarla.También sabemos que el amor es la únicafuerza capaz de transformar la vida y llevarla aplenitud. No somos dueños de nada y muchomenos del futuro de nuestros hermanos y her-manas, sean de la cultura y condición que sean.No tenemos, por tanto, derecho a llamar a nin-guna persona impura y mucho menos in-munda.R

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Cuando recordamos el pasado solemoshacer una criba para subrayar lo bueno,y soslayar o esconder los momentos os-

curos por los que hemos pasado. Es decir,cuando hablamos del pasado solemos ideali-zarlo. Cosa que nunca ocurre en el registro bí-blico. En los textos bíblicos, sea cual fuere elgénero literario, se narra el pasado con todasu crudeza. No oculta ni lo bueno ni lo malo.De tal manera que no somos exhortados a re-petirlo. Y ello porque es imposible, porque latradición bíblica es dinámica y si acaso lo pu-diéramos repetir, experimentaríamos tambiénsu lado oscuro y por otra parte, los cristianosy cristianas llegaríamos a ser una anacronismohistórico.

Los textos bíblicos no nos muestran historiasy narraciones normativas, sino criterios de dis-cernimiento que nos permiten responder a lasnuevas circunstancias que la iglesia y las per-sonas que la conforman experimentan. La Bi-blia, como conjunto de textos, no respondena todas nuestras preguntas, ni prevén los nue-vos contextos sobre los que los cristianos ycristianas deben llevar a cabo su misión ydonde deben desarrollar creativamente, a tra-vés del Espíritu de Jesús, respuestas adecua-das, reitero, a las nuevas circunstancias. Elsiglo I no es igual, ni parecido al siglo XXI.

Dando un paso más. Ni siquiera Jesús respon-dió a todas las preguntas que a lo largo de ladilatada historia del pueblo de Dios, éste se iba

a formular a la luz de su particular e irrepetiblecontexto sociocultural. De ahí que haya titu-lado esta reflexión “Jesús se dejó muchascosas en el tintero”. Y no es algo que yo mehaya inventado, sino algo que el mismo Jesúsdijo de una forma explícita: “Aún tengo mu-chas cosas que deciros, pero ahora no las po-déis sobrellevar” (S.Juan 16:12 RVR1960).

Ahora bien, lo que hasta aquí he dicho no nosdebe conducir a la frustración y al desánimo.Pues el mismo Jesús nos dijo que no nos deja-ría huérfanos, sino que su compañía se exten-dería hasta el final de los tiempos tal y comolos conocemos. De ahí que dijera a sus discí-pulos: “os conviene que yo me vaya” (Jn.16:7a). ¿Cómo es eso? Sencillamente, sólo así,Jesús podría enviar a los suyos “el Espíritu deverdad”. Ese espíritu les guiaría a toda verdada lo largo de los tiempos. Ese decir, a respon-der creativamente a las nuevas circunstancias,y a los nuevos retos que ellos vivirían a lo largode la historia hasta aquí, y más allá de aquí. Elobjetivo es, sin duda, dar testimonio de Jesús,igual que Él lo dio del Padre que le había en-viado: “Pero cuando venga el Consolador, aquien yo os enviaré del Padre, el Espíritu deverdad, el cual procede del Padre, él dará tes-timonio acerca de mí. Y vosotros daréis testi-monio también, porque habéis estadoconmigo desde el principio” (S.Juan 15:26-27RVR1960).

La Biblia, como dijera el erudito evangélico

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Espiritualidad

Jesús se dejó muchas cosas en el tinteroIgnacio Simal*LUPA PROTESTANTE

Ignacio Simal es pastor de la Església Evangèlica de Catalunya - Iglesia Evangélica Española en la EsglésiaEvangèlica Betel (Orient,28; Hospitalet, Barcelona), y en la Església Evangèlica Sant Pau (Aragó, 51-Barcelona). Es Presidente de la asociación Ateneo Teológico. Fundó Lupa Protestante en el año 2005.Hasta el mes de julio del año 2012 fue su director. Presidente de la Mesa de la Església Evangèlica de Ca-talunya , y Director de Comunicación de la Iglesia Evangélica Española (IEE). Es miembro de la Asocia-ción de Teólogos y Teólogas Juan XXIII, y del Fòrum Català de Teologia i Alliberament. También dirigela revista de la IEE, "Cristianismo Protestante" (www.protestante.eu).

Walter Brueggemann, es una tradición diná-mica que está siempre en movimiento haciauna nueva verdad. Y ese hecho es verificablesi analizáramos la historia del pueblo de Dios.Entonces. ¿qué es lo que nos permite transitarconfiadamente por la caminos nuevos que elsiglo XXI nos muestra? Sin duda responderéque el Pentecostés, la venida del Espíritu Santosobre el pueblo de Dios da inicio a una nuevamanera de caminar evangelizadoramente através de la historia. Lo que fue útil y vincu-lante ayer, no tiene por qué serlo ser hoy.

A modo de ejemplo os narraré algo de lo acon-tecido durante la primera época de la era cris-tiana, así como algunos acontecimientos de lahistoria eclesial más reciente. Para ello cami-naremos de la “antigua” verdad a la “nueva”verdad revelada por el Espíritu que guía a supueblo en toda circunstancia a toda verdad,manifestando así de una forma más perfectasu carácter.

El primer gran problema que aconteció en laprimera iglesia es el acceso de los paganos -nojudíos- a la fe cristiana. Es claro que ello ori-ginó un grave conflicto entre los cristianos quepermanecían en la antigua verdad y entre losque defendían la nueva. Para unos estaba másque claro que para entrar en la esfera de la fecristiana había que atravesar en primer lugarel umbral del judaísmo. Es más, Jesús de Na-zaret en ningún momento había planteado esaproblemática. Obviamente silencio fue la res-puesta de Jesús a una inexistente pregunta.Jesús se dejó muchas cosas en el tintero.

Los otros, los defensores de la “nueva” verdad,se remitieron al Espíritu para justificar la ver-dad no revelada con anterioridad. Esa fue laexperiencia narrada en el libro de los Hechos(10) sobre el caso acontecido en casa del pa-gano Cornelio. El judío Pedro se abre a una no-vedad: entrar en una casa de paganos (Jesúsni había hablado al respecto) debido a una ex-periencia del Espíritu: “Y les dijo: Vosotros sa-béis cuán abominable es para un varón judíojuntarse o acercarse a un extranjero; pero a míme ha mostrado Dios que a ningún hombrellame común o inmundo; por lo cual, al ser lla-mado, vine sin replicar” (Hechos 10:28-29).

La segunda novedad-verdad que tienen que

recibir es lo que acontece en las gentes paga-nas a las que habla del Evangelio: “Mientrasaún hablaba Pedro estas palabras, el EspírituSanto cayó sobre todos los que oían el dis-curso. Y los fieles de la circuncisión que habíanvenido con Pedro se quedaron atónitos de quetambién sobre los gentiles se derramase eldon del Espíritu Santo” (Hechos 10:44-45RVR1960). A partir de ahí una novedad ex-traña a la experiencia de los discípulos mien-tras estaban-vivían con Jesús viene a ellos. Deahí que quedaran todos atónitos. El Espíritu lesguió a una verdad, reitero, extraña para ellos.Jesús se dejó muchas cosas en el tintero.

El mismo apóstol Pablo, hebreo de hebreos,fue introducido por el Espíritu de Jesús a unanueva verdad también desconocida para suscontemporáneos. Verdad que cambiara elcurso de la historia de la primera cristiandad.El apóstol escribió al respecto: “Mas os hagosaber, hermanos, que el evangelio anunciadopor mí, no es según hombre; pues yo ni lo re-cibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino porrevelación de Jesucristo” (Gálatas 1:11-12). Ellema de su ministerio, y del Evangelio que pre-dicaba era: “Ya no hay judío ni griego; no hayesclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porquetodos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gá-latas 3:28). Un lema inconcebible durante elministerio de Jesús. El Espíritu guió a la iglesiaa una verdad escandalosa para los defensoresde la antigua verdad. Jesús se dejó muchascosas en el tintero.

Y dando un gran salto en la historia podríamosafirmar verdades que la mayoría de los cristia-nos y cristianas confiesan en el siglo XXI quenos habla de la guía constante del Espíritu y ladinámica que genera en su pueblo. Pondréunos ejemplos, narrados en forma breve, alrespecto.

Hablemos primero del divorcio. En un primermomento el divorcio entre los hebreos erapermitido por diferentes causas pero exclusi-vamente a iniciativa del varón. Al pasar elEvangelio a los paganos, el divorcio tambiénpudo ser iniciado por la mujer (una verdaddesconocida para el judaísmo del tiempo deJesús). Las causas de divorcio eran muy limita-das, de tal manera que de facto, era algo im-pensable entre los cristianos hasta el siglo XX.

Renovación nº 2468

Espiritualidad

Se permitía el divorcio pero no contraer nue-vas nupcias. Si lo hacían se veían abocados ala excomunión. Hoy la iglesia, excepto ciertosgrupos evangélicos y la ICR, han discernido lalibertad que tienen los individuos divorciadosa rehacer de nuevo su vida. Pero la letra deltexto bíblico apunta en otra dirección. El espí-ritu guía a su pueblo a nuevas verdades que li-beran a los seres humanos para el reino deDios.

Otro tema sería el de la esclavitud. La iglesia yla letra de la Escritura legitimaban la existenciade esa institución deshumanizante que fue laesclavitud. Sin embargo, y en medio de frago-rosas batallas entre los defensores de la anti-gua verdad y la nueva, el Espíritu guió a supueblo a la verdad abolicionista. También po-dríamos hablar de las mujeres en el entornode la familia, y de la iglesia, y hemos compro-bado como la gracia de Dios a través del Espí-ritu ha guiado a su pueblo a reconocer unanueva posición de la mujer tanto en el matri-monio como en el entorno eclesial, no sin ar-dorosas batallas entre los defensores de loantiguo y lo nuevo. Batallas que llegan hastanuestros días.

Hoy, como sabéis, la gran discusión se centraen la inclusión de los homosexuales en la co-munidad de fe… Y en ello se nos muestra queDios sigue trabajando entre su pueblo condu-ciéndolo a nuevas verdades que expresan lagracia, el amor y la misericordia divinas.

¿A dónde quiero llegar con todo lo dicho?Frente a personas que piensan que todo nosfue dado de una vez y para siempre, que la tra-dición bíblica es inamovible y no dinámica, oque consideran que el texto bíblico y las tradi-ciones eclesiales fueron grabadas en piedra,nosotros el día de Pentecostés, celebramos lavenida del Espíritu sobre el pueblo de Dios, detal manera que las verdades de las que Jesúsde Nazaret dijo que sus primeros discípulos nopodrían sobrellevar nos son reveladas a travésdel discernimiento del Espíritu. Esta es unaverdad tremendamente consoladora. De talmanera que como reza el eslogan de una igle-sia hermana, donde Dios ha puesto una coma,nosotros no ponemos un punto, porque Diossigue hablando a su pueblo hoy. Jesús se dejómuchas cosas en el tintero.

¿Qué se requiere de nosotros? Se re-quiere estar abiertos al movimientodel Espíritu, y a los tiempos que noshan tocado en suerte vivir. Se re-quiere que no consideremos los tex-tos bíblicos y las tradiciones comoalgo estático, inamovible haciendocaso omiso a la dirección del Espírituguiando a su pueblo a discernimien-tos que tal vez nos dejen, como aaquellos primeros cristianos, atóni-tos, pero que nos introducen a pro-fundizar en el caráctermisericordioso y fiel de Dios paranuestro mundo. Se requiere humil-dad para reconocer que sólo cono-cemos en parte, y que caminamos,guiados por el Espíritu, a nuevascotas de libertad y de verdad evan-gélica hasta la consumación de laplena libertad de los hijos e hijas deDios.

Finalizo reiterando lo que dije al ini-cio de nuestra reflexión: Los textosbíblicos no nos muestran historias ynarraciones normativas, sino crite-rios de discernimiento que nos per-miten responder a las nuevascircunstancias que la iglesia y laspersonas que la conforman experi-mentan. La Biblia, como conjunto detextos, no responde a todas nuestraspreguntas, ni prevén los nuevos con-textos sobre los que los cristianos ycristianas deben llevar a cabo su mi-sión y donde deben desarrollar cre-ativamente, a través del Espíritu deJesús, respuestas adecuadas a lasnuevas circunstancias. El siglo I no esigual, ni parecido al siglo XXI. Por ello requierede nuestra parte un esfuerzo de discerni-miento a través de la experiencia del Espíritu.

Sí, Jesús se dejó muchas cosas en el tintero,por ello nos envió el Espíritu para que nosguiara a toda verdad en toda circunstancia, entodo momento histórico. Y lo sigue haciendo,no lo dudéis. Ello da lugar a la esperanza.Amén. R

Renovación nº 24 69

Espiritualidad

“El primer gran

problema que

aconteció en

la primera iglesia es

el acceso de los

paganos -no judíos- a

la fe cristiana. Es

claro que ello originó

un grave conflicto

entre los cristianos

que permanecían en

la antigua verdad y

entre los que

defendían la nueva.

Para unos estaba

más que claro que

para entrar en la

esfera de la fe

cristiana había que

atravesar en primer

lugar el umbral del

judaísmo

Renovación nº 2470

En el mundo occidental donde el cristianismoes la religión dominante, es muy conocida laidea de que la existencia feliz del ser humano

comenzó a tornarse complicada y problemática apartir de un momento muy específico. Cuando lamujer cedió a la propuesta de la serpiente, en aquelfamoso encuentro en el huerto de Edén, según se leeen Génesis 3.1-22.

El relato de Génesis 3 ha recibido en la historia dis-tintas lecturas. Dos de ellas tienen una presencia no-table en la Biblia misma. Una ve a la mujer comola culpable del pecado, y por lo tanto demanda quela mujer tenga un bajo perfil, que sea pasiva y estésujeta al varón en todo, no sea que ocurra de nuevolo que pasó en Edén; es decir, que “cayó en trans-gresión” y arrastró consigo al varón. Esta es la lec-tura que encontramos en 1 Timoteo 2.11-15.

La otra lectura la observamos en Romanos 5.12-21.Esta lectura va en una dirección totalmente distintaa la anterior, y le atribuye estrictamente al varón lafalla, la transgresión, el pecado, sin hacer alusiónalguna a la mujer. Desde esta perspectiva, Pablo te-ologiza y plantea que el problema del pecado sedebe a la falla de un varón (Adán); pero la soluciónal problema del pecado, también se la atribuye aotro varón, a Jesucristo.

Ahora bien, de todos modos, la perspectiva de Ro-manos 5.12-21, al final tampoco es muy halagüeñapara la mujer, pues si bien a ella no se le atribuye elproblema (o su origen), tampoco se le considera lasolución o ser parte de ella: sencillamente el pro-blema del pecado así como su solución es un asuntode hombres, de varones: un hombre lo causa, otrohombre lo resuelve.

Pasemos, pues, al análisis de cada lectura en parti-cular.

Teología y perspectiva de Romanos 5.12-21

Un análisis adecuado y consistente de este pasajeno deber perder de vista que Pablo está apelando alrelato de Génesis 3.1-22.

Ahora bien, a la luz de la prohibición establecida enGénesis 2.17 (“mas del árbol de la ciencia del bieny del mal no comerás; porque el día que de él co-mieres, ciertamente morirás”), es claro que segúnGénesis 3.6 fue la mujer la primera que transgredióel mandato de no comer del árbol de la ciencia (co-nocimiento) del bien y del mal, y no el hombre (elvarón, Adán no en su sentido genérico como sinó-nimo de “ser humano”, “la humanidad”).

Sorprende, pues, que Pablo afirme que “la muerteentró al mundo por medio de un hombre (específi-camente un varón), y por medio del pecado lamuerte pasó todos los hombres (específicamente losvarones), por cuanto todos (todos los hombres, es-pecíficamente los varones) pecaron.”

¿Por que afirma Pablo que en Adán todos los varo-nes pecaron, y no en la mujer, Eva; cuando al pare-cer el pecado entró (o debió entrar) por medio deella, pues fue ella la primera que pecó? ¿Por quéafirma Pablo que el pecado entró por medio de unvarón, y no por medio de una mujer? ¿Por qué ig-nora Pablo la responsabilidad que a la mujer sí leatribuye el relato de Génesis 3.1-22 (texto al queapela para su teología de la entrada del pecado enhumanidad)? Consideremos algunos factores:

En primer lugar, no perdamos de vista que la narra-ción de Génesis 3 se sustenta no en el relato de lacreación de Génesis 1, sino en el de Génesis 2. Undetalle importante aquí es que el relato de Génesis1 sugiere que el hombre y la mujer, ambos (en eluso genérico de la palabra Adán) fueron creados en

Héctor Benjamín Olea Cordero*

* Biblista y teólogo protestante. Profesor universitario de hebreo, griego, estudios bíblicos y teológicos. También esel presidente y fundador del Instituto Dominicano de Ciencias Bíblicas IDCB, Inc. El Profesor Olea Cordero fue miem-bro del equipo de estudiosos de las lenguas bíblicas que trabajó en la versión de la Biblia llamada La Nueva TraducciónViviente.

El varón fue creado primero, pero la mujer fue la que fallóUna hipótesis bajo sospecha

Romanos 5.12-21 versus 1 Timoteo 2.11-14

http://benjaminoleac.blogspot.com.es

Espiritualidad

Renovación nº 24 71

un mismo acto de creación (véase Génesis 1.26-28);sin embargo, no así el relato de Génesis 2, el cualplantea que Adán (en su uso no genérico, estricta-mente el varón) fue creado primero, y la mujer des-pués (sin decirnos nada respecto del tiempo quesepara la creación del varón y la puesta en existen-cia de la mujer).

Sobre esta base, el relato de Génesis 3 da por su-puesto que para cuando Dios le dio la prohibicióna Adán de “no comer del árbol de la ciencia del bieny del mal”; la mujer todavía no había sido creada,la mujer no había venido a la existencia. Observe-mos:

“Tomó, pues, Jehová Dios al hombre (a Adáncomo el varón), y lo puso en el huerto de Edén,para que lo labrara y lo guardase. 16Y mandó Je-hová Dios al hombre (a Adán como el varón), di-ciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;17mas del árbol de la ciencia del bien y del malno comerás; porque el día que de él comieres,ciertamente morirás” (Génesis 2.15-17).

En consecuencia, la antítesis que desarrolla Pablo(teniendo como polos a Adán y a Jesucristo te-niendo ambos una relación federal con el resto dela humanidad), se sustenta en una premisa que notiene a la mujer en su horizonte. Esto así, puesto quecuando se dio el mandato, cuando se fijo la prohi-bición, sencillamente la mujer no había sido puestaen existencia, no había entrado en escena.

Entonces, siendo así las cosas, a pesar de Génesis3.6, Pablo no responsabiliza a la mujer del pecado,ya que ella no había recibido la prohibición que, encambio, sí había recibido el varón; incluso muchoantes de que la mujer (siguiendo la teología del re-lato de la creación de Génesis 2) comenzara a exis-tir, hubiera venido a la existencia. De todos modos,llama la atención que en su diálogo con la serpiente(ver Génesis 3.2), la mujer demuestra tener cono-cimiento de la prohibición que había, la que le habíasido establecida estrictamente al varón, incluso sinla presencia de la mujer. Este detalle cobra más im-portancia ante el hecho de que a pesar de conocerla mujer la prohibición que había, a pesar de ser ellala primera que la violó; no es ella la que, curiosa-mente, es vista como responsable.

Una observación detenida de Génesis 3, pone enevidencia que la postura de Pablo no es tan desca-bellada ni se aleja tanto de la teología de dicho re-lato. Según Génesis 3, a pesar de que la mujer fuela primera que comió del árbol prohibido, a pesarde que tenía conocimiento de la prohibición quehabía, a pesar de que fue la primera que la violó; noobstante, es al hombre (estricta y específicamenteal varón) al que se le impone la pena de muerte (lapena prometida en caso de ocurrir la violación):“Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta quevuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado;

pues polvo eres, y al polvo volverás” (Génesis3.19).

Ciertamente la pena capital impuesta al varón, sobrela base de que la existencia de la mujer se consideradependiente y explicada a partir de la suya (de ladel varón, idea asociada a la figura de “ayuda idó-nea”); es claro que afectaría por completo y de ma-nera ineludible a la mujer.

Finalmente, al llegar a este punto, hay que recono-cer que, a pesar de la antítesis que establece Pablo,y su explicación de cómo el pecado de Adán afectóa toda la raza humana; y a pesar de la teología agus-tiniana; lo cierto es que el judaísmo nunca ha extra-ído de Génesis 3.1-22 la figura del “pecadooriginal”. Insisto, la figura de “pecado original” noexiste en el judaísmo, y en honor a la verdad, tam-poco forma parte de la teología bíblica del NuevoTestamento (ni forma parte de la teología del AT).Tal concepción vino mucho después (siglo IV).

En conclusión, si la pena de muerte sería el castigoa la violación de la prohibición de comer del árboldel conocimiento del bien y del mal; es claro quesegún Pablo y Génesis 3, la mujer no fue la quepecó, no fue la responsable de la violación; pues alfinal, es a la persona que había recibido el mandato,la prohibición (el varón), a la que también le canta-ron la pena previamente establecida (ver Génesis2.16-17; 3.17 y 19).

Conclusión: Un varón es considerado por Pablo elmedio a través del cual entró el pecado y la muertea la humanidad; y por medio de un varón (otrovarón, Jesucristo), también entraría el remedio y lasolución a este mal (compare Romanos 5.12-21; 1Corintios 15.45).

En síntesis: la mujer no es responsable de la entradadel pecado y la muerte en la humanidad (no es lamujer la responsable del problema); pero tampocoserá la responsable de su solución (no es la mujerla responsable de la solución de un mal que no ori-ginó). Un varón es la clave del problema, otro varónes la clave de la solución.

Un detalle que quizás no esté demás apuntar aquíes el hecho de que Pablo no se muestra identificadocon la cristología de la concepción, teología quevino a darle a la mujer, en la persona de María, unpapel preponderante en el proyecto soteriológico dela fe cristiana (compárese Apocalipsis 12).

Teología y perspectiva de 1 Timoteo 2.13-14

Al igual que Romanos 5.12-21, también 1 Timoteo2.11-14 apela en primer lugar al relato de la crea-ción de Génesis 2 y no al de Génesis 1; en segundolugar, apela también a la narración de Génesis 3; detodos modos, 1 Timoteo 2.11-14 va por otro caminoy, lógicamente, saca otras conclusiones.

Espiritualidad

Renovación nº 2472

Lo primero que hay que tener en cuenta es que enlos estudios críticos se reconoce y existe el consensode que las cartas pastorales (1 y 2 Timoteo, y Tito)no fueron escritas por Pablo (en contra de la posturatradicional que le atribuye a Pablo su autoría), puesson más bien obras seudónimas.

Por otro lado, es claro que la línea de pensamientode 1 Timoteo 2.11-14 es muy distinta a la desarro-llada por Pablo en Romanos 5.12-21, observemos:

“Porque Adán fue formado primero, después Eva;14y Adán no fue engañado, sino que la mujer,siendo engañada, incurrió en transgresión”

A pesar de lo que plantea el autor de 1 Timoteo2.11-14, es preciso insistir en que la conclusión a laque llega, difiere de la de Pablo, que no tiene el ho-rizonte que tuvo Pablo en Romanos 5.12-21.

Para Pablo, a la luz de todas sus cartas, y especial-mente por lo dicho en Romanos 5.12-21, no existiótal cosa como que la mujer fue la que pecó. SegúnPablo la mujer no cayó en transgresión alguna a lamanera en que plantea el autor de 1 Timoteo.

En verdad resulta curioso que el autor de 1 Timoteoignore (si bien se basa en el relato de Génesis 2 y3), algo que precisamente está en dicho relato: elhecho de que para cuando se dio la orden de nocomer del árbol del conocimiento del bien y delmal, se supone que ella (la mujer) no había sido cre-ada. Ignora también el autor de 1 Timoteo que sibien la serpiente engañó a la mujer, todavía el relatomantiene e insiste en la idea de que la persona quepecó, el responsable de tal transgresión fue Adán(en su sentido no genérico), o sea, el varón.

En virtud de lo que acabo de decir, observemoscómo el creador aborda de manera muy distinta alhombre (el varón) y a la mujer, ante la violación dela prohibición establecida: Génesis 3.11 y 17 (conrelación al hombre, el varón):

“Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas des-nudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandéno comieses?

“Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la vozde tu mujer, y comiste del árbol de que te mandédiciendo: No comerás de él; maldita será la tierrapor tu causa; con dolor comerás de ella todos losdías de tu vida.”

Génesis 3.13 y 16 (con relación a la mujer):

“Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué eslo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpienteme engañó, y comí”

“A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera losdolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los

hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se ense-ñoreará de ti”

Como se puede ver, para el relato de Génesis 3, auncuando la mujer fue engañada, la insistencia deDios; su argumento es que la prohibición se la habíadado a Adán (como varón), específicamente al hom-bre; en consecuencia es a él (a Adán, el varón) quese le canta la pena. El tal sentido, el que Adán hayainculpado a la mujer, su compañera, no logró dis-minuir su responsabilidad. La pena que se le habíaprometido al varón (cuando se le dio a conocer laprohibición de no comer del árbol del conocimientodel bien y del mal), es a él (y no a la mujer), a quiense le impone.

En conclusión: el autor de 1 Timoteo, a diferenciade Pablo y del relato de Génesis 3, afirma que lamujer fue la cayó en transgresión, que fue ella laque pecó, a pesar de haber sido creada con poste-rioridad al varón, a pesar de no ser ella a quién se lehabía dado la prohibición de no comer del árbol delconocimiento del bien y del mal.

De todos modos, Génesis 3 no ignora que la mujerfue engañada, que en efecto ella fue la primera quecomió del fruto del árbol prohibido; pero aun así nola acusa de pecar, como sí lo hace el autor de 1 Ti-moteo. Luego Pablo, con base en Génesis 3, sos-tiene que el pecado entró por medio del varón, y nopor medio de la mujer. Al final, resulta interesante,que a pesar de lo que plantea el relato de Génesis 3,y a pesar de lo que plantea Pablo en Romanos 5.12-21; el autor de 1 Timoteo culpa únicamente lamujer, pero sutilmente pretende exculpar al hombre,al varón (destacando además que la mujer, a pesarde haber sido creada con posterioridad al varón, fueella la que dañó todo).

Ahora bien, si el pecado consistió en no hacer casoa una prohibición recibida (que es de lo que acusaPablo a Adán como varón, en Romanos 5.12-21);entonces, lo correcto en concluir que la mujer nopecó y, siguiendo otra vez a Romanos 5, ella habríapecado en Adán, mediante el mismo tipo de relaciónfederal que Adán tuvo con el resto de los varones, ycon el resto de la humanidad.

Por otro lado, es preciso admitir que es innegableque el autor del relato de Génesis 3 encuadra lascosas para hacer que la mujer aparezca en el relato(en su diálogo con la serpiente, Génesis 3.1-3) comoconociendo la prohibición que se le había dado es-trictamente al varón antes de que ella fuera creada,antes de que ella viniera a la existencia. Aun así,llama la atención que al momento del creador pasarbalance, el hecho de que la mujer tuviera conoci-miento de la prohibición no tuvo ninguna relevanciaen relación a la pena que le fue impuesta al varón.

Desde la perspectiva del creador (ateniéndonossiempre al relato de Génesis 3); el pecado o trans-

Espiritualidad

Renovación nº 24 73

gresión de la prohibición establecida, no fue unasunto de si la mujer sabía o no de tal prohibición;parece que era más bien un asunto que dependía dequién fue la persona que recibió directamente elmandato o prohibición (en este caso sólo el varón);sería, pues, esa persona y sólo ella, la que asumiríalas consecuencias directas en caso de que dicha pro-hibición no fuese acatada.

Finalmente, podemos decir que Pablo en Romanos5.12-21 ve las cosas igual que como las ve el crea-dor (ajustándonos siempre a Génesis 3.11 y 17). En-tonces, hay que concluir que la postura del autor de1 Timoteo 2.11-15, es contraria y distinta a la deGénesis 3.11 y 17, y a la de Pablo en Romanos5.12-21.

Como nota al margen, no quiero concluir este artí-culo sin decir algo, sin poner bajo cuestionamientoel tan manipulado y aclamado “orden de la crea-ción”.

Como es bien sabido, hay muchas congregacionesque apelan 1 Timoteo 2.11-15 (entre otros textos)para justificar la no ordenación de la mujer, para ne-garle a la mujer su derecho de participar activa-mente y a plenitud en el liderazgo eclesial.

En verdad se han usado muchos argumentos paratratar de explicar lo que textualmente dice nuestropasaje en cuestión. Me parece que el procedimientomás acertado es el que habla del llamado “orden dela creación”, ya que es al que apela el texto mismo.Observemos:

“Porque Adán fue formado primero, después Eva”(1 Timoteo 2.13). Y luego añade: “y Adán no fueengañado, sino que la mujer, siendo engañada, in-currió en transgresión”.

Ahora bien, como ya hemos analizado en detalle laafirmación del versículo 14, ahora quiero llamar laatención sobre otro aspecto. A manera de sugeren-cia, quiero plantear algunas observaciones sobre al-gunos puntos que me parecen importantes para laadecuada interpretación del pasaje en cuestión, y deforma especial, la argumentación del versículo 13.

En primer lugar, las personas que hablan de “elorden de la creación” no debieran olvidar que enGénesis no tenemos uno, sino dos relatos de la cre-ación, muy distintos e irreductibles.

En segundo lugar, pienso que sería más acertado ha-blar de “el orden de la creación” según el relato deGénesis 2; esto así, pues la perspectiva del relato deGénesis 1 es distinta y pone bajo cuestionamientoel punto de vista del relato de Génesis 1.

En tercer lugar, no se debe perder de vista que el

autor de 1 Timoteo 2.11-15 se basa en el relato deGénesis 2 e ignora el punto de vista del relato deGénesis 1.

En cuarto lugar, no debiera ignorarse que el puntode vista del autor de 1 Timoteo es puesto entredicho, en primer lugar y principalmente por el relatode Génesis 1; en segundo lugar, por la perspectivadesarrollada por Pablo en Romanos 5.12-21, entreotros pasajes.

En sexto lugar, cabe preguntarse si es legítimo basarla no ordenación de la mujer en un punto de vistaque se sustenta en una evidencia parcial, y que cla-ramente es puesta entre dicho por otros textos delAT y del NT mismo.

En resumen:

1) Lo afirmado por Pablo en Romanos 5.12-21 sesustenta la narración de Génesis 2 y 3.

2) Lo afirmado por el autor de 1 Timoteo 2.11-15también se sustenta en la narración de Génesis 2 y3.

3) El punto de vista Paulino respecto del pecadosólo del hombre, el varón (Romanos 5.12-21) hallasu fundamento en Génesis 3.11 y 17.

4) En punto de vista del autor de 1 Timoteo 2.11-15 es contrario a lo que establece la narración deGénesis 2 y 3, a pesar de que precisamente funda-menta su punto de vista en dicho relato.

5) La idea de que la mujer fue creada con posterio-ridad a la del varón, es puesta en entredicho por elrelato de Génesis 1 y otros pasajes.

6) La idea de que la mujer fue la que pecó (la quecayó en transgresión), es puesta bajo cuestiona-miento por el relato de Génesis 3 (especialmente3.11, 16 y 17); también por Romanos 5.12-21, entreotros pasajes.

7) La extraña forma en que el autor de 1 Timoteoexculpa al varón, es puesta en entredicho por el porGénesis 3.11 y 17, y por Romanos 5.12-21.

8) La constatación de que la postura del autor de 1Timoteo 2.11-15 tiene un fundamento parcial, y queademás se basa en una lectura e interpretación muycuestionables del relato de Génesis 3; es preciso quenos preguntemos si es legítimo que todavía hoy sesiga asumiendo sin más la perspectiva de este pa-saje, usándola de pretexto para negarle la ordena-ción ministerial a la mujer, así como el derecho deestar en ciertos espacios considerados propios delvarón. R

Espiritualidad

1. ¿TUVO LA IGLESIA UN MODELO?

En la “teología sistemática” de las Iglesiasde Cristo es muy común reclamar un“modelo” para el estatus de la Iglesiainvocando como analogía el mandato queMoisés recibió para la construción delTabernáculo (Hebreos 8:5). Se establecedicha analogía como precedente parajustificar la estructura organizativa ycultual de la iglesia neotestamentaria que–dicen– tiene también un “modelo”.¿Pero es esto así? ¿Creyeron los discípulosde la primera generación que había unmodelo que seguir? ¿Existe este conceptoen las escrituras neotestamentarias?¿Confirma la realidad socio-religiosa de lasprimeras comunidades cristianas queexistía algún modelo analógico?

El trasfondo del establecimiento de estaanalogía son dos premisas dudosas: a) Quelas iglesias domésticas se fundamentaronsobre un estatus teológico y religiosohomogéneos desde el primer día; b) Quela información parcial y específica delNuevo Testamento fueron definitivas yuniversales.

Es cierto que disponemos de informacióntestimonial en el Nuevo Testamento de lafisonomía de "algunas" iglesias de la eraapostólica, y que esta información, aunqueparcial y específica, es muy valiosa paratener una idea aproximada de cómopudieron haber sido dichas iglesias. Peroconcluir de esa poca y variopintainformación que tenemos un modelo parala Iglesia de hoy es ir demasiado lejos.

Solo lo expuesto en el capítulo precedentea este (“La fundación de la iglesia en el año33 dC”, Renovación nº 23), ya es suficientepara llegar a la conclusión de que no huboningún “modelo” para iniciar y organizar laIglesia.

2. NO EXISTIÓ NINGÚN MODELO

Aparte del “modelo” que cita el autor dela carta a los Hebreos, no existe un solotexto en todo el Nuevo Testamento quesugiera la existencia de algún supuestomodelo para la iglesia. En cuanto a laorganización de la iglesia, sus referentesfueron la sinagoga judía y la organizaciónsocial y política de la sociedad greco-

Renovación nº 2474

Espiritualidad

COSAS DE CASA...

Emilio Lospitao

El modelo de la iglesia

Otro tópico que enseñamos en las Iglesias de Cristo es el que afirma que la organización, asícomo las notas que identifican a la verdadera iglesia, se basan en un modelo previo divino. Deahí que todo tenga que fundamentarse en el Nuevo Testamento, ya sea en lo que se refiere alculto, la organización, la misión de la iglesia, etc.

Y LAS IGLESIAS DE CRISTO(Del Movimiento de Restauración)

1. ¿Tuvo la Iglesia un modelo?2. No existió ningún modelo.3. Andando se hizo el camino.

4. La estructura de la Iglesia fue coyuntural.5. Los verdaderos modelos para la Iglesia.6. Conclusión.

BOSQUEJO:

Renovación nº 24 75

romana: Los títulos de Anciano y Obispose corresponden con el de Presbítero dela sinagoga, y el de Supervisor de lasociedad griega. Pastor tiene un sentidometafórico. Por no decir que la iglesiainstitucionalizada posteriormente teníapoco que ver con el “movimiento prístinode Jesús”.

A continuación, y como simples ejemplos,reitero de forma resumida tres aspectosya expuestos en el capítulo precedente(citado más arriba) que cuestionan laexistencia de algún “modelo”.

a) El concilio de JerusalénA pesar de la conclusión de este “concilio”,por la que a los gentiles se les exoneró deguardar la ley (salvo algunos preceptos deella), los judíos cristianos de Jerusaléncontinuaron observándola (Hechos 21:20,25). Es decir, el hecho mismo del“concilio”, y las discusiones habidas en él,cuestionan la existencia de algún modelo,sobre todo porque estos judíos cristianos(¡la iglesia primitiva!) eran los que queríanimponer la circuncisión a los gentiles.Dicho de otra manera: el “modelo” que laiglesia de Jerusalén tenía para los gentilesera un modelo veterotestamentario:¡seguir guardando los preceptos de la ley!

b) El evangelio de la circuncisiónLa coexistencia de dos comunidadescristianas diferentes en sus modus vivendireligiosos (la judía y la gentil - ver capítuloanterior Renovación nº 23), es unacontundencia histórica cuya punta deliceberg es la entrevista que mantuvieronPedro, enviado a los de la circuncisión, yPablo, enviado a los de la incircuncisión(Gálatas 2:7-9; conf. Hechos 21:17-26).Este hecho histórico del cristianismoprimitivo pone en duda la reivindicaciónde algún “modelo”. En tal caso habría dosmodelos diferentes, lo cual nos pone hoyen el aprieto de a cuál de ellos seguir. Estadualidad es evidente también en elepisodio de Antioquía (Gál. 2:11-12 –”porque tenían miedo de los de la

circuncisión”, cuyo líder en la iglesia deJerualén era Santiago).

c) La universalidad del evangelio Aunque resulte paradógico –la grancomisión es cuestionable y anacrónica a laluz de este episodio–, los apóstolesllegaron a comprender la universalidad delevangelio después de la traumáticaexperiencia de Pedro para ir a casa de ungentil y predicarle el evangelio (Hechos10). Esta novedad está expresada,primero, en la afirmación de Pedro cuandollegó a casa de Cornelio: “Vosotros sabéiscuán abominable es para un varón judíojuntarse o acercarse a un extranjero...”(Hech. 10:28); y, segundo, en laexclamación del resto de líderes enJerusalén cuando Pedro justificó su visitaa un gentil: “¡De manera que también a losgentiles ha dado Dios arrepentimientopara vida!” (Hechos 11:18). Esta novedadindica que los apóstoles no contaban conningún “modelo” misionero; ¡o el quetenían no era el correcto!

Esta situación que acabo de subrayar (na-rrada en Hechos 10-11), indica al menostres aspectos del cristianismo primitivo:

Primero, que ningún líder cristiano se•había acercado a un gentil para predi-carle el evangelio antes.Segundo, que el motivo de no acer-•carse radicaba en el celo que teníanpor guardar las reglas de impurezas, loque implica que estos cristianos “pri-mitivos” seguían guardándolas, yTercero, estos líderes creían, además,•que las promesas solo eran para los ju-díos.

3. ANDANDO SE HIZO EL CAMINO…

La estructura orgánica y organizativa quefue adquiriendo la iglesia (ministerios,culto, etc.) le vino impuesta por la inerciade su misión y las circunstanciasparticulares de ella.

Espiritualidad

Renovación nº 2476

El resultado obvio de la predicación delevangelio era (y es) la conversión depersonas. De esto no hay ninguna duda. Laoración de Jesús según el evangelista Juansuponía este resultado: “Mas no ruegosolamente por estos, sino también por losque han de creer en mí por la palabra deellos” (Juan 17:20). En muy poco tiempo,la iglesia de Jerusalén se componía devarios miles de personas judías quecreyeron que Jesús era el Mesías (Hechos2:41; 4:4). Aun así, todos seguieronobservando la ley (Hech. 21:20, 25),excepto los sacrificios cruentos del templo.

Ahora bien, la congregación de personascon creencias y propósitos afines, comofueron las primeras comunidadescristianas, exigía un mínimo de orden. Yeste orden se lo prestó, como ya he dichomás arriba, la institución de la sinagoga yel orden social del mundo greco-romano(nada que ver con un orden divino). Lasiglesias primitivas tuvieron como lugarnatural de reunión, durante casi los tresprimeros siglos, la “casa” y su instituciónsocial: los códigos domésticos de lasociedad griega (ver “La Iglesia nació en lacasa” - en e-Libreria de la web deRenovación). Pero la comunidad, tal comola entendieron los creyentes desde elprincipio, no era una “célula” para el cultoy la liturgía (¡esto vendría después!), sinoun espacio de comunión y fraternidad enel sentido amplio de esta palabra (ej. Hech.2:42-47). No existe en todo el NT unaexpresión tal como “vamos a la iglesia aadorar a Dios”, ¡en absoluto!

Como hubieron personas que sufríannecesidades materiales, se creó unadiaconía concreta para organizar esteservicio (Hechos 6:1-3). Ciertamente,aparte de los apóstoles mismos, y los“profetas”, fue necesaria una mínimaestructura organizativa (ancianos/obispos,diáconos…) para suplir las diferentes áreas:enseñanza, pastoral… (Efesios 4:11;Hechos 14:23; 1 Timoteo 3:1-13). Todoesto, no siguiendo algún manual que

contuviera algún modelo, sino el sentidocomún y la lógica del contexto social yreligioso.

Por otro lado, como comunidad decreyentes, con un gran vínculo afectivo, sesintieron abocados a vivir en comunión[“los que habían creído era de un corazóny un alma…” - Hechos 4:32] y en estacomunión “perseveraban en la doctrina delos apóstoles, en la comunión unos conotros, en el partimiento del pan y en lasoraciones”. Es decir, no se reunían para“celebrar un culto”, sino para compartir,confraternizar y aprender (Hech. 2:42; ver1Cor. 14:26-40).

Ahora bien, este orden natural y lógico dela iglesia careció de un manual normativoprevio a las necesidades que lo originaron.Este orden surge de la necesidad misma,al margen de algún “modelo” o manualcomo guía.

4. LA ESTRUCTURA DE LA IGLESIA FUECOYUNTURAL

Los elementos eclesiales, ministeriales ylitúrgicos que constituyeron la iglesiaposteriormente fueron más coyunturalesque normativos. Por ejemplo:

a) Se dice que la iglesia alababa a Dios ensus reuniones con cánticos, no porque loscánticos se constituyeran en una parteesencial de algún modelo cúlticoespecíficamente diseñado y ordenado,sino en el contexto del estilo de vida y lacomunión que debían ponderar loscristianos, para lo cual los cánticos veníana ser, además de una alabanza a Dios, unmedio para la exhortación y la enseñanza[“hablando entre vosotros con salmos, conhimnos y cánticos espirituales…enseñándoos y exhortándoos unos aotros… con salmos e himnos y cánticosespirituales” – Efesios 5:1-19; Colosenses3:5-17]. La reunión (el "culto") seguiríasiendo válida y legítima sin dichos cánticos,

Renovación nº 24 77

cuya ausencia podría estar justificada pormuy diversas razones. ¡Es significativo queen Hechos 2:42, primera referencia del“culto” cristiano, no aparezca la alabanza!Entrecomillo la palabra “culto” porqueeste, tal como hoy lo concebimos, segúnlas diversas educaciones cristianas, es elresultado de un proceso evolutivo en eltiempo, pero no tiene nada que ver con lasreuniones asamblearias de las primerascomunidades cristianas, que se reuníanpara celebrar un “ágape” fraternal donderecordaban al Señor mediante el pan y elvino, según lo entendieron delmandamiento: “haced esto en memoria demí” (lo que vino a denominarse la Cena delSeñor, o Santa Cena).

b) Sabemos que algunas iglesiasofrendaron de forma periódica conocasión de enviar ayuda material a lospobres de Jerusalén (1 Corintios 16:1-4;ver Romanos 15:25-26 y 2 Corintios 8 y 9),lo cual, en este caso, fue algoextraordinario. No obstante, creemos quefue una costumbre habitual en las demásiglesias porque su misión así lo exigía. Yquizás esta costumbre sea la única quepodría contar con un “modelo”: “Porqueen la ley de Moisés está escrito: Nopondrás bozal al buey que trilla…” (1Cor. 9y otros). La periodicidad de estacontribución era circunstancial (cuando sereunía la iglesia - 1Cor. 16:1-2), pero susignificado y su objetivo no se alteranporque a nivel individual alguien ofrendequincenal o mensualmente. Tengamos encuenta que las comunidades de Jerusalénse reunían “cada día” (Hech. 2;46).

c) Sabemos que la iglesia, finalmente,observó el "primer día de la semana"como día especial para el "culto cristiano"(1Cor. 16:2 y Hechos 20:7 así lo sugieren yla tradición, además, parece confirmarlo).Sin embargo, los primeros cristianospalestinenses, en aquella prístina estadía,no parece que tuvieran el mismo conceptoque hoy tenemos sobre el partimiento del

pan dominical: ellos se reunían cada día enlas casas y celebraban lo que hoyllamamos "Santa Cena" en el contexto deuna comida (ágape) de fraternidad(Hechos 2:42, 46; ver 1Cor. 11:17-22). Noobstante, el precedente del ágapejerosolimitano y el de el ágape corintioparecen ser diferentes. Mientras que elprimero obedecía a que "tenían todas lascosas en común" (Hechos 4:42), elsegundo seguía el modelo de losbanquetes ordinarios clientelares de lasociedad corintia (1Cor. 11:20-22)["Estudios de sociología del cristianismoprimitivo"; Gerd Theissen. Ed. Sígueme]. Osea, tenemos testimonios aislados decómo, cuándo y para qué se reuníanalgunas comunidades cristianas, pero nitenían ellos ni tenemos nosotros ningúnmodelo a seguir.

d) Sabemos que la “catequesis” era unaparte muy importante en las reuniones dela iglesia (1Cor. 14:26-31). La nueva feaportaba, tanto para los judíos creyentescomo (y más) para los creyentes gentiles,doctrinas novedosas además de un estilode vida acorde con dichas doctrinas. Peroesta enseñanza es inherente a la misión yposterior discipulado (ver Mat. 28:19-20).En cierto sentido, esta costumbre creó unprecedente para la posteridad, es decir, un“modelo” a posteriori para nosotros.

e) Sabemos que los cristianos oraban aDios en sus reuniones: bien para bendecirlos símbolos del pan y del vino (Santa Cena– 1 Corintios 10:16), bien por motivosespecíficos (Hechos 4:24 sig.; 13:3; etc.),bien por simple intercesión de los unospor los otros (1Tes. 5:25; Santiago 5:16,etc.). No obstante, si bien es común oraren cualquier reunión de creyentes, laoración no es una imposición derivada deun manual (aunque se exhorta a ella); laoración es una opción personal y libre,cuyo hábito individual es una bendición yfuente de poder moral y espiritual (Efesios6:18; etc.).

Renovación nº 2478

5. LOS VERDADEROS MODELOS PARA LAIGLESIA

No obstante de que no existió un modelopara el estatus de la iglesia, su misión y elculto, sí encontramos unos indicadoresque señalan las verdaderas “notas” quedeben caracterizar a la misma:

a) “Ninguno decía ser suyo propio nadade lo que poseía”

Si alguna experiencia conocida de la iglesiaprimitiva puede considerarse un “modelo”para imitar, esa fue sin duda la “koinonía”:“Y la multitud de los que habían creído erade un corazón y un alma; y ninguno decíaser suyo propio nada de lo que poseía, sinoque tenían todas las cosas en común”(Hechos4:32).

¿No será este el modelo que imprimió elEspíritu Santo para enseñarnos cómodebería ser la verdadera comunidad deJesús?

b) “En esto conocerán todos que sois misdiscípulos”

Sin duda alguna el modelo máscontundente (y único) que dejó el Maestropara que el mundo nos identificara comodiscípulos suyos, fue este: “En estoconocerán todos que sois mis discípulos, situviereis amor los unos con los otros” (Juan13:35). En realidad, Jesús no dejó otromodelo. Pablo dice que el cumplimientode toda la ley (¡toda la ley!) es el amor alprójimo [no sólo a los adheridos a nuestrafe] (Romanos 13:8-10).

c) “Y perseveraban…”

“Y perseveraban en la doctrina de losapóstoles, en la comunión unos con otros,en el partimiento del pan y en lasoraciones” (Hechos 2:42).

Esta es la primera referencia que tenemosdel “culto” cristiano primitivo. Según esta

referencia, las reuniones habituales de losprimeros convertidos a la fe cristianaconsistía en:

La enseñanza de la “doctrina de los•apóstoles”; La comunión unos con otros [“ninguno•decía ser suyo propio nada de lo queposeía…” - Hechos 4:32]; El partimiento del pan, la “Santa Cena”,•ver Hechos 20:7; y Las oraciones (ver Hechos 1:14 y 4:24•sig.).

6. CONCLUSIÓN

Las presentes notas distan mucho deconstituirse en un estudio exhaustivo decuál era el perfil (o los perfiles) delcristianismo primitivo según las diversasiglesias domésticas. Estas notas son soloun esbozo que ponen en entredicho que laIglesia del Nuevo Testamento contara conalgún “modelo” previo, como enseñanalgunas Iglesias de Cristo.

La idea de ese supuesto “modelo” tienecomo fin apuntalar unas supuestas “notas”que evidenciarían la “iglesia verdadera”.

A la luz del Nuevo Testamento (en el queno hay sombra de algún modelo), y a dosmil años de distancia en el tiempo, otraIglesia es posible. Por una sencilla razón:durante esos dos mil años han ocurridomuchas cosas en todos los ámbitos de lavida: social, cultural, político y, sobre todo,científico. Actualizar los conceptos, ellenguaje y las formas no solo es posible ylegítimo, sino un imperativo del cualninguna iglesia puede desentenderse,tampoco las Iglesias de Cristo. R

(Del libro: “12 tópicos de las Iglesias de Cristorevisados” - Emilio Lospitao).

Renovación nº 24 79

Apareciendo con cierta fre-cuencia a lo largo del PrimerTestamento, la palabra he-

brea tselah no tiene nada de miste-riosa. Por ejemplo, el libro del Éxodo25,12-14 la usa para referirse a loslados del arca de la alianza (25,12-14) y a la pared lateral del taberná-culo (26,20). Asimismo, la palabrainterviene en las descripciones delos lados del templo que ofrece elprofeta Ezequiel (41,5-11). En Job18,12 se habla de las desgracias queacechan por todos los lados a laspersonas malvadas. Por otra parte,tselah se aplica a la ladera o falda deun monte (2 Samuel 16,13). Estascircunstancias nos permiten consta-tar dos hechos: (1) tselah formaparte del vocabulario común del he-breo clásico y (2) la palabra es defácil traducción ya que correspondeplenamente a los términos castella-nos “lado”, “costado” o “ladera”.

Al analizar el segundo capítulo delGénesis, descubrimos en los versí-culos 21 y 22 que tselah ocupa unaposición clave. Allí es donde el Cre-ador se apiada del adam, terrígenohermafrodita recién creado, ya queéste se siente agobiado por la sole-dad. Para resolver el problema, ladeidad lo somete a una interven-ción quirúrgica que lo deja divididoen dos mitades. El lado (tselah)masculino se convierte en varón y elfemenino en hembra. Solamente a

partir de este instante es justo ha-blar de “hombre” y “mujer” comoseres separados, hecho indicado enel versículo 24. No obstante, todoslos traductores castellanos prefierenhacer caso omiso del significado bá-sico de tselah introduciendo en sulugar el vocablo “costilla” en los ver-sículos 21 y 22. Así dan a entenderque la creación del varón es anteriora la hembra.

Comprobamos que la palabra “cos-tilla” vuelve a aparecer en las tra-ducciones castellanas del libro deDaniel (7,5). Sin embargo, en el he-breo original de este texto no figuratselah sino la palabra aramea hilhín,que no aparece en el Génesis. Pro-bablemente sea correcta la traduc-ción “costillas”. A manera deconclusión hemos de señalar que,en los capítulos iniciales del Géne-sis, los traductores caen en grandesincoherencias. Inducen a los lecto-res a formarse creencias erróneas:(1) que el primer ser humano esvarón y (2) que la materia primapara crear la mujer es una costilla.Con su riqueza y diversidad, el textohebreo contradice ambos postula-dos. Según la intuición del narrador,el ser primario tiene ambos génerosen la forma de dos “costados”. Deesta manera, la lectora y el lector dela Biblia quedan invitados a meditaren el misterio del origen de la vidahumana. R

Dr. Renato Lings*

*Doctor en teología, traductor, intérprete, profesor y escritor. Fue profesor en la UniversidadBíblica Latinoamericana (Costa Rica) e investigador en la Queen’s Foundation for EcumenicalTheological Education (Reino Unido). Es miembro de varias asociaciones internacionalesdedicadas a la investigación académica de la Biblia.

DICCIONARIO

BÍBLICO

CRÍTICO

¿COSTILLA O COSTADO?

Aún no sé quién eres.Eres, quizás, agua sobre la arena,luz que revela el mar,que muestra los caminos,que señala la costa a quien na-vega.

No sé nada de ti.Eres esa presencia del ausenteque llena lo que habita,que en libertad lo ensanchacon su ausencia feroz y tan pre-sente.

No sé nada de ti,el anhelo imposible de las almas,el gran indefinible,el que se viste de airecuando quiero atraparle en laspalabras.

NO LLEGA...PROSA

Por Charo Rodríguez Fraile

DONDE L

NO SÉ QUIÉN ERES

Renovación nº 2480

Investigadoresestadounidenseshan descubierto

crías de una especiede pez sierra crea-dos por partenogé-nesis, una forma dereproducción en laque no es necesariala fecundación delóvulo. Hasta ahora,este proceso no sehabía observado enningún vertebrado

nacido en libertad, debido a que conlleva unapérdida de la diversidad genética.

Un estudio, publicado en la revista Current Bio-logy, revela que varias crías de peces sierra peine(Pristis pectinata) han nacido gracias a la repro-ducción asexual, algo que no se había identifi-cado previamente en vertebrados criados enestado salvaje.

“Estábamos identificando genéticamente a estasubespecie de pez sierra para averiguar si, debidoa su escasa población, los individuos de unamisma familia se estaban reproduciendo entre sí

cuando descubrimos que a veces las hembras sereproducían sin apareamiento”, relata AndrewFields, biólogo de la Universidad de Stony Brooken Nueva York (EEUU) y coautor del estudio.

Los investigadores se dieron cuenta de que cercadel 3% de los peces estudiados fueron fruto dela partenogénesis, una forma de reproducción enla que la segmentación del óvulo no precisa defecundación, sino que se inicia debido a factoresquímicos, biológicos o ambientales.

Entre los vertebrados, este proceso comienzacuando el óvulo absorbe a una célula hermanagenéticamente idéntica. El problema que surgees que las crías tienen casi la mitad de la diversi-dad genética de las madres y suelen morir.

Hasta ahora, los únicos ejemplares vivientes devertebrados que habían nacido de esta forma ha-bían sido criados en cautividad. Por tanto, no sesabía si la partenogénesis era verdaderamenteeficaz para contribuir a la proliferación de la es-pecie en su entorno natural.

http://www.agenciasinc.es/Noticias/Descubren-peces-sierra-nacidos-sin-reproduccion-sexual

Misceláneas

Maravillas de la NaturalezaDescubren peces sierra nacidos sin reproducción sexual

Los dientes de un joven pez sierra peine. / Flo-rida Fish and Wildlife Conservation Commission(FWC)

Su nombre científico es Anabas testudineus, se las co-noce comúnmente como percas trepadoras y su pre-sencia en Australia preocupa a los científicos de ese

país. Un equipo de la Universidad James Cook ha grabadoimágenes de un ejemplar de esta especie en Townsville,en la costa norte del país. Lo más llamativo es que el pezno está en el agua, sino sobre la tierra seca. Y esa es pre-cisamente la principal fuente de preocupación: las percastrepadoras son muy resistentes y agresivas. Pueden vivir ydesplazarse hasta seis días fuera del agua, lo que las con-vierte en unas invasoras pertinaces, y según los últimos es-tudios incluso resisten bien la sal pese a ser una especiede agua dulce. Habituales en ríos y lagos de Asia, se creeque han llegado a Oceanía desde Papúa Nueva Guinea ylo que preocupa es cómo expulsarlas. Son capaces de es-conderse e hibernar seis meses en el barro y en ocasionesmatan a sus predadores hinchándose hasta ahogarloscuando intentan comérselas.

http://elpais.com/elpais/2015/06/09/videos/1433870092_028036.html

Los peces andadores invaden Australia

Renovación nº 24 81

Misceláneas

HUM RY ALGO MÁS...

Presencia

¿Dónde debo buscar la iluminación?. Aquí. ¿Y cuándo tendrá lugar?Está teniendo lugar ahora mismo.Entonces, ¿por qué no la siento?Porque no miras. ¿Y en que debo fijarme?En nada. Simplemente mira. Mirar ¿qué?Cualquier cosa en la que se posen tusojos. ¿Y debo mirar de alguna manera especial?No. Bastará con que mires normalmente. Pero ¿es que no miro siempre normal-mente?No. ¿Por qué demonios...? Porque para mirar tienes que estar aquí, ycasi siempre no lo estás.

¿Quién puede hacer que amanezca?Anthony de Mello

La vida es muy

peligrosa. No por las

personas que hacen el

mal, sino por las que se

sientan a ver lo que

pasa.

–Albert Einstein

Renovación nº 2482

Misceláneas

NUESTRO RINCÓN GALÁCTICOhttp://www.astromia.com

Los asteroides son objetos rocosos yhabitualmente metálicos que orbitan al-rededor del Sol pero que son dema-siado pequeños para ser consideradoscomo planetas o planetas enanos. Seconocían anteriormente como "plane-tas menores", y giran en órbitas elípti-cas, sobre todo entre las órbitas deMarte y Júpiter. El tamaño de los aste-

roides varía desde el de Ceres (que actual-mente es un planeta enano), que tiene un

diámetro de unos1000 kilómetros,hasta el tamaño de un guijarro. Dieciséis asteroides tienen un diámetro igual osuperior a 240 kilómetros. Se han encontrando desde el interior de la órbita de laTierra hasta más allá de la órbita de Saturno. La mayoría, sin embargo, están con-tenidos dentro del cinturón principal que existe entre las órbitas de Marte y Júpi-ter, llamado "Cinturón de asteroides. Algunos tienen órbitas que atraviesan latrayectoria de la Tierra e incluso algunos han chocado con nuestro planeta entiempos pasados. Uno de los ejemplos mejor conservados es el Cráter Barringercerca de Winslow, Arizona.Composición

Los asteroides están constituidos por el material que sobró durante la formación del sistema solar. Una te-oría sugiere que son los restos de un planeta que fue destruido por una gran colisión hace mucho tiempo.

Es más probable, sin embargo, que los asteroides sean el materialque no llegó nunca a aglutinarse para formar un planeta. Dehecho, si se estima la masa total de todos los asteroides y se con-centra en un solo objeto, este tendría menos de 1.500 kilómetrosde diámetro (menos de la mitad del diámetro de la Luna).

Las tres cuartas partes de los asteroides visibles desde la Tierra,incluido Ceres (Subido a la categoría de planeta enano), perte-necen al tipo C, lo cual parece estar relacionado con una clasede meteoritos conocidos como condritos carbonáceos. Se consi-dera que son los materiales más antiguos del sistema solar, conuna composición que refleja la de las primitivas nebulosas sola-res. De color muy oscuro, probablemente causado por su conte-nido en hidrocarburos, presentan pruebas de haber adsorbidoagua de hidratación. Así pues, a diferencia de la Tierra y de laLuna, nunca se han reblandecido o recalentado desde que se for-maron. R

Asteroides, Meteoritos yCometas

#1

Asteroides

El 15 de febrero de 2013, una bola de fuego surcó el cielo de la ciudad deChelyabinsk en Rusia explotando luego sobre la ciudad, lo que causó dañosen cientos de edificios, mientras que 1200 personas resultaron heridas.Pocas horas después, un asteroide de 40 metros de ancho identificado como2012 DA14 pasó a tan solo 27.700 metros de la Tierra, acercándose inclusomás que los satélites que circulan en órbitas geosíncronas.

Cráter provocado por el impacto de un asteroide enArizona (EEUU). Fuente: D. Roody

Gracias a un sistema de detección de misiles nucleares, se ha descubierto que desde 2001se han producido en la Tierra 26 explosiones equiparables a la de una bomba atómica, pro-vocadas por el impacto de asteroides. Hasta ahora se manejaban datos mucho más bajos

acerca del peligro real de una colisión que desemboque en una catástrofe.

La Bestia', el recién descubierto asteroide de unos 325 metros, se acercóa la Tierra el domingo 8 de junio de 2014.

Renovación nº 24 83

La Estación Espacial Internacional (EEI), (en inglés,International Space Station o ISS) es un centro deinvestigación en la órbita terrestre, cuya adminis-tración, gestión y desarrollo está a cargo de la co-operación internacional. El proyecto funciona comouna estación espacial permanentemente tripulada,en la que rotan equipos de astronautas e investi-gadores de las cinco agencias del espacio partici-pantes: la NASA, la Agencia Espacial Federal Rusa,la Agencia Japonesa de Exploración Espacial, laAgencia Espacial Canadiense y la Agencia EspacialEuropea (ESA).4 Está considerada como uno de loslogros más grandes de la ingeniería.

De muchas maneras la ISS representa una fusión delas estaciones espaciales previamente previstas: laMir-2 de Rusia, la estación espacial estadounidenseFreedom, el previsto módulo europeo Columbus yel JEM (Módulo Japonés de Experimentos). Losprimeros planes de montar una gran estación inter-nacional remontan a los años 1980. La estación seplanificó en ese entonces también bajo el nombreAlpha.

Misceláneas

Estación Espacial Internacional

La EEI es el objeto artificial más grande en laórbita terrestre. Completa una vuelta a la Tierra

cada 92 minutos (orbita a 28 mil km/h) y seencuentra a unos 400 km sobre el nivel del mar.

ESTARÁN UN AÑO EN LA EEI

Los nuevos miembros de la Expedición 43 que viajarán a la ISS elviernes 27 marzo 2015. De izda. a dcha: los Ingenieros de Vuelo ScottKelly, de la NASA y Gennady Padalka y Mikhail Kornienko de Roscos-mos. Kelly y Kornienko pasarán un año de misión en la ISS. ImageCredit: NASA

Los tripulantes de la primera misión de un año de duración enla Estación Espacial Internacional dio comienzo el viernes 27de Marzo pasado. El astronauta de la NASA Scott Kelly y el cos-monauta Ruso de Roscosmos Mikhail Kornienko pasarán unaño viviendo y trabajando a bordo de la Estación Espacial. Du-rante el viaje de ida a la ISS les acompañó el cosmonauta Gen-nady Padalka, que pasará seis meses a bordo de la ISS. El tríose convertirá en parte de la tripulación de la Expedición 43 dela ISS.

El lanzamiento se llevó a cabo desde el Cosmódromo Ruso deBaikonur, en Kazajstán, a las 19:42 GMT (1:42 a.m. de la ma-drugada del sábado, hora de Kazajstán). El trío viajó al espacioa bordo de una nave rusa Soyuz, la cual alcanzó la ISS y se aco-pló después de cuatro órbitas terrestres. El acoplamiento tuvolugar en el puerto de atraque del módulo Poisk de la ISS a la1:36 GMT del sábado.

Renovación nº 2484

El opah es el primer pez capazde mantener su temperaturapor encima de la del ambiente

de forma constante, algo reservadohasta ahora a mamíferos y pájaros.El sistema por el que calienta la san-gre es una sorpresa para los biólo-gos.

Si hay algo que caracteriza a lospeces y los diferencia de otros ani-males como pájaros o mamíferos esque son de sangre fría o, dicho máspropiamente, que son ectotermos.Esto significa que los peces soportangrandes cambios de temperaturapero no son capaces de generar supropio calor interno y dependen delambiente. Hasta ahora se conocíanalgunas especies de peces que teníancaracterísticas especiales, como losatunes, capaces de calentar sus mús-culos mediante un sistema de capila-res redundante llamado "redmaravillosa", pero lo que se acaba dedescubrir sobre una especie de pezllamada opah (Lampris guttatus) vatodavía más allá.

La clave está en el movimiento desus aletas pectorales

Esta criatura que vive en las aguas

templadas y tiene forma ovalada es,según el equipo de Nicholas Wegner,el primer pez con algo parecido a la'sangre caliente' (endotermia) detodo el reino animal, ya que posee unsistema que le permite calentar sucuerpo por encima del ambiente ymantener esta temperatura inclusoen las aguas más gélidas y profun-das. El secreto, tal y como describenen la revista Science, está en el mo-vimiento de sus aletas pectorales queconvierte en calor y canaliza a travésde su propia red maravillosa, que di-rige la sangre contracorriente y con-sigue calentar el resto del fluidooxigenado y frío que procede de lasagallas. Con este sistema el pez con-sigue algo que los atunes o los tibu-rones no han conseguido, que esmantener la temperatura del cerebroy el corazón por encima del am-biente, lo que le da una ventaja com-petitiva, pues no tiene que regresarrápidamente a la superficie para ca-lentar sus órganos internos...

Artículo completo:http://vozpopuli.com/next/62117-descubren-el-primer-pez-de-sangre-caliente

DIVERSIDADNATURAL

Rhynchophorus ferrugineus

Foto: Antonio Cruz

Misceláneas

Uno de los ejemplares de opah capturados - FotoNOAA Fisheries/Southwest Fisheries Science Center

Descubren el primer pez de 'sangre caliente'

Renovación nº 24 85

Ser zurdo es mucho más que usar tu mano izquierdamás que la derecha. Es un don que por nada delmundo se debe tratar de cambiar. Los zurdos no son

torpes ni pretenden hacer todo mucho más complicado;sólo viven en una sociedad que los ignora y antes los per-seguía.

Problemas como el corcho que se queda en la botella, lastijeras que no cortan bien, las cuerdas de la guitarra estáncolocadas al revés, los pupitres universitarios, entre otros,son situaciones que se repiten con frecuencia.

Los zurdos no tienen nada fácil en un mundo en el quetodo está pensado y hecho para la mayoría diestra. Quie-nes tienen su mayor habilidad en la mano derecha no setopan con la misma cantidad de obstáculos que, a diario,deben superar los que operan mejor con su mano iz-quierda.

Los zurdos, muchas veces, deben luchar contra las barrerasque la sociedad les impone. Pero no solamente tienen di-ficultades físicas, sino que, además, son consideradoscomo verdaderos “fenómenos”, casi como bichos rarosque todo lo hacen al revés y de la manera más difícil.

En la casi totalidad de los idiomas derecho o diestro es si-nónimo de correcto, justo, recto, hábil, listo, es decir, cua-lidades positivas. De izquierdo o siniestro no se puededecir lo mismo, ya que en los diccionarios significa tambiéntorcido, no recto, viciado, infeliz y hasta funesto.

Si alguna vez un zurdo, de los que tienen la suerte de se-guir siéndolo, nos llama la atención por su torpeza se debe,sin duda, a que los elementos están contra ellos: las tijeras,los abrelatas, los pela papas, las máquinas de coser, las he-rramientas, los cuchillos, etc...

Afortunadamente en la actualidad estos problemas vandisminuyendo debido a una mayor conciencia social sobreel desarrollo de las minorías. Hoy existen productos espe-ciales y gran cantidad de literatura e información sobre la

naturaleza de los zurdos. Incluso, grandes mitos se hanpropagado sobre las habilidades intelectuales y creativasde los que dominan más su lado izquierdo.

El hemisferio cerebral izquierdo (CONTROL lado DERECHO)controla el discurso, lengua, escritura, lógica, matemáticas,ciencia; aquí ésta el modo de pensamiento lineal. El he-misferio cerebral derecho (CONTROL de la MANO IZ-QUIERDA) controla la música, arte, creatividad, opinión,emociones, genio; aquí está el modo de pensamiento ho-lístico.

Esta dominación del cerebro hace a los zurdos ser pensa-dores probablemente más creativos y visuales que a losdiestros. Esto es apoyado por un mayor porcentaje de lonormal de zurdos en trabajos y profesiones como la mú-sica y las artes en general.

Los zurdos también son, generalmente, mejores en la per-cepción y el pensamiento tridimensional, generando, porejemplo, a más arquitectos zurdos de lo normal. Los zur-dos son también bastante buenos en la mayoría de los de-portes de pelota por una mayor coordinación entre manoy ojo. R

13 de agostoDía Internacional de los Zurdos

Misceláneas

http://www.zurdos.cl/que_significa.html

LINKS SOBRE ZURDOS:http://www.zurdos.cl/links.html

MAS SOBRE LOS ZURDOS:http://www.elmundo.es/suplementos/magazine/2008/468/1221064600.html

Renovación nº 2486

Misceláneas

Introducción

Como un esfuerzo importante para generar nuevas cone-xiones entre académicos y estudiantes interesados en la re-lación entre ciencia y fe, tenemos una emergenteoportunidad en este encuentro.

Iberoamerica es un contexto sociocultural complicado, enel que la investigación, educación y divulgación sobre cien-cia y fe, en general aun no es lo suficientemente reconocidacomo un campo académico viable, ni mucho menos, con-siderada como un tema importante de discusión en nuestrasociedad contemporánea. Muy pocas organizaciones apo-yan estos temas. La mayoría de ellas son confesionalmentecatólicas, aun cuando iniciativas de otras tradiciones cris-tianas, como protestantes y evangélicas, están siendo des-arrolladas.

Al considerar este contexto, e intentando establecer una ins-tancia formal para académicos y estudiantes –quienes nocuentan con apoyo adecuado por parte de sus propias or-ganizaciones académicas, o bien eclesiásticas–, este en-cuentro está enfocado en generar nuevas voces en eldiscurso académico internacional. Dos de los objetivosprincipales que deseamos son los siguientes:

En primer lugar, crear una instancia en la que académicospuedan presentar sus temas particulares de investigación,y recibir una retroalimentación necesaria para mejorar lacalidad de sus investigaciones. Para esto hemos abierto unllamado para envío de resúmenes, en el cual alentamos laparticipación de personas provenientes de diferentes cam-pos: física, biología, historia, filosofía, teología, etc. Lascharlas seleccionadas serán distribuidas en diferentes mesasplenarias por las mañanas. No tendremos sesiones parale-las.

En segundo lugar, sentar las bases para la formación dela primera red iberoamericana para ciencia y fe. Por lo queadicional a las mesas plenarias, realizaremos sesiones in-tensivas por las tardes. Para estas sesiones invitamos nosólo a académicos, sino también a delegados de diferentesorganizaciones cristianas interesados en hacer extensivosestos temas al amplio público no-académico. Aquí estamoscomprometidos en desarrollar proyectos divulgativos.

Este encuentro está organizado por el Centro de Ciencia yFe (España), la revista digital Razón y Pensamiento Cris-tiano, la Sociedad Educativa Latinoamericana para Fe yCiencia (Guatemala); y tomará lugar en la Comunidad Te-ológica de México, con sede en la Ciudad de México, del30 de septiembre al 2 de octubre, de 2015.

Comité organizador

Pablo de Felipe, Centro de Ciencia y Fe – Fund. Fede-•rico Fliedner, SpainManuel David Morales, Instituto de Física y Matemá-•ticas – UMSNH, MexicoCésar Navarro, Sociedad Educativa Latinoamericana•para Fe y Ciencia, GuatemalaDan González Ortega, Comunidad Teológica de Mé-•xico, MexicoGuillermo Hansen, Luther Seminary, USA•

Comité asesor

Pedro Zamora, Facultad de Teología SEUT, Spain•Antoine Bret, Universidad de Castilla–La Mancha,•SpainFernando Caballero, Centro de Ciencia y Fe, Fund. Fe-•derico Fliedner, SpainFrancisco Astorga, Instituto de Física y Matemáticas•UMSNH, MexicoHilary Marlow, Faraday Institute for Science and Re-•ligion Cambridge, U.K.

http://redcienciayfe.wix.com/encuentro2015#!inicio/c7d4

Encuentro Iberoamericano de Ciencia y Fe

"Nuevas voces en el discurso académico internacional"

Del 30 de Septiembre al 2 de Octubre, 2015 - Ciudad de México

Renovación nº 24 87

El precio por persona para los tres díascompletos, medio del miércoles, jueves,viernes y medio del sábado es de 105 €.

Esto incluye alojamiento, comida y cena.

Los que deseen hacer turismo en Asturias 3días antes del Encuentro, pueden quedar enel mismo hotel al mismo precio.

Para menores de 12 años, el precio será de87 € los tres días.

Complejo Hotelero “La Pasera”

C/. La Venta, s/n (A 3 kms. pasando Cangas de Onís dirección Cova-donga). 33550 Cangas de Onís. Asturias- Tel. (+34)985-940223.

GPS a Hotel La Pasera:Lat. 43.34771 (N).Log. -5.08879 (W).

GPS de Cangas de Onís:43.328405 (N) * -5.071749 (W)

Inscripción y contacto

Manuel de León:Casa 985674351- Móvil [email protected]

Juan Lázaro:Móvil [email protected]

Juan José Bedoya:Móvil [email protected]

46 Encuentro Nacional de las Iglesias de Cristo26 al 29 de agosto 2015

COMPLEJO HOTELERO “LA PASERA”(Cangas de Onís)

LUGAR Y ALOJAMIENTO PRECIOS

Renovación nº 2488

¿A QUÉ SE REFIEREN EXACTAMENTE LOSTEXTOS BÍBLICOS CUANDO HABLAN SOBRE

LOS ACTOS SEXUALES ENTRE VARONES?

“Aplicar a la homosexualidad, tal y como la conocemoshoy en día, los textos bíblicos que hablan de actos homo-sexuales, es caer en un craso anacronismo, pues cuandoesos textos se escribieron, se ignoraba absolutamenteque pudieran existir personas homosexuales que pudie-ran vivir su sexualidad en un contexto de amor.

Los únicos actos homosexuales de los que habla la Biblia,en muy escasas ocasiones, por cierto, están situados enun contexto de culto idolátrico a la fertilidad, o de abusoy violencia sexual.

Por lo tanto, aplicar las valoraciones éticas y teológicasque pesan sobre esos actos, y que la Biblia condena, a losactos homosexuales de dos personas que se aman hoy endía; viene a ser lo mismo que aplicar la condena de la pros-titución a los actos sexuales de una pareja heterosexualactual, que se ame.”

COSMOLOGÍA E INTERPRETACIÓN DEL GÉNESIS EN ELCRISTIANISMO ANTIGUO

Por Karla Pollmann

El estudio de la Antiguedad nos presenta una asombrosay fascinante variedad de posibilidades a la hora de refle-xionar sobre el origen, la naturaleza y el propósito posi-bles del mundo que nos rodea. Ya antes del giro modernohacia la ciencia, filósofos y teólogos evaluaron de maneracritica el potencial y los límites de tales reflexiones, siendoademas muy conscientes de las implicaciones metodoló-gicas. Desde un principio resulta claro que hay una estre-cha conexión entre lo que se piensa sobre la naturalezadel cosmos y la naturaleza de la persona humana, aunqueno hay una conexión necesaria entre las formas específi-cas de pensar sobre lo uno y lo otro. Esto es tambiénvalido para el cristianismo antiguo, que construye su pen-samiento respecto al cosmos sobre predecesores paga-nos, especialmente Platón y su dialogo Timeo. Acontinuación investigaremos el acercamiento a estostemas por el que es considerado el pensador cristiano.

SUPLEMENTO DE JUNIO Renovación

SUPLEMENTO DE JULIO Renovación