relojes en el casino de madrid el tiempo impasible...casino de madrid 37 arte y cultura más de una...

7
37 Casino de Madrid A R T E y C U L T U R A Más de una treintena de relojes son testigos del paso del tiempo en las distintas estancias del Casino. Algunos son muy antiguos. Otros, no tanto. Algunos hubieron de ser restaurados, otros llegaron a nuestros días con su diseño y maquinaria intactos. Todos, unos y otros, forman parte de la Institución. Están integrados en sus pasillos, paredes, chimeneas, o presidiendo salones y comedores. Son los testigos impasibles encargados de mostrar que el tiempo, aunque sigiloso, sigue su curso, también en el Casino. Relojes en el Casino de Madrid El tiempo impasible P ara realizar este repor- taje hemos contado con la colabora- ción del socio Ángel Manuel García, y gracias a su in- tervención, tam- bién con la de Juan José Ontalva. Ambos son relojeros de reconocido prestigio y capaces de captar en una pieza la esencia misma de su época con el primer vistazo. Ellos nos acompañaran en este recorrido por los mágicos instru- mentos, y nos enseñarán a ver y apreciar en algunos de ellos, auténticas joyas. Los más destacados E s el caso del reloj que ocupa la portada de la Revista de éste trimestre. Es una auténtica joya. Se trata de una pieza Luis XV de origen francés y datado entre 1715- 1774, con marquetería de boulle, que reposa en su propia ménsula de metal y concha de tortuga. Posee todos los elementos caracte- rísticos de la época incluyendo la maquina original. Los laterales están acristalados, lo que permite ver, desde diferentes ángulos los distintos elementos, que componen el meca- nismo, como el escape de áncora… e incluso su perfecto funcionamiento. La esfera es de bronce dorado, con los números sobre es- malte blanco, (las horas en cobalto y los mi- nutos en negro), todos ellos en cartouch. E stá situado en un estratégico lu- gar de la Planta Conde de Ma- lladas, entre la Sala del Torito y la entrada a la Sala de Lectura. Su ubicación cumple una doble fi- nalidad: por una parte es un espa- cio que le permite estar resguarda- do de los elementos que podrían dañarlo, como la luz solar o las co- rrientes; y por otra, en el pasillo, muy transitado, los socios pueden admirarlo y disfrutarlo siempre que lo deseen (1). O tro de los destacados, descrito por Ontalva como “un gran reloj de pared”, está situado en las Depen- dencias Administrativas del Casino. Un John Bennet de fabricación inglesa con sólo movi- miento (sin sonería) y con una máquina de excelente calidad, realizado a finales del si- glo XIX. Lleva resorte y la cuerda que va del resorte al caracol es de tripa (en la actuali- dad son siempre sintéticas) y la máquina se denomina defusada. Es del tipo de ojo de buey. “Un gran reloj, tanto por su tamaño, que es grande, como por su valor, que tam- bién lo es ”, concluyó el experto (2). Y el siguiente es otro de pared, que está en Secretaría. Es una curiosa pieza llamada de bitá- cora de barco, fabricado por Girod, en la calle Postas, con sólo movimiento. Llama la atención por su original es- tructura metálica, poco habitual (3). Por último, en este grupo de “elegi- dos”, está este reloj de guarnición; un con- junto de principios del siglo XX de origen francés. Tiene máquina París, ocho días cuer- da, horas y medias, elaborado en bronce tar- 1 2 3 1 2 3

Upload: others

Post on 18-Feb-2020

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Relojes en el Casino de Madrid El tiempo impasible...Casino de Madrid 37 ARTE y CULTURA Más de una treintena de relojes son testigos del paso del tiempo en las distintas estancias

37Casino de Madrid

A R T E y C U L T U R A

Más de una treintena de relojes son testigos del paso del tiempo en las distintas estanciasdel Casino. Algunos son muy antiguos. Otros, no tanto. Algunos hubieron de ser restaurados,

otros llegaron a nuestros días con su diseño y maquinaria intactos. Todos, unos y otros,forman parte de la Institución. Están integrados en sus pasillos, paredes, chimeneas, opresidiendo salones y comedores. Son los testigos impasibles

encargados de mostrar que el tiempo, aunque sigiloso,sigue su curso, también en el Casino.

Relojes en el Casino de Madrid

El tiempo impasible

Para realizareste repor-taje hemoscontado conla colabora-

ción del socio ÁngelManuel García, ygracias a su in-tervención, tam-

bién con la deJuan José Ontalva.

Ambos son relojeros dereconocido prestigio y capaces

de captar en una pieza la esenciamisma de su época con el primer

vistazo. Ellos nos acompañaran eneste recorrido por los mágicos instru-

mentos, y nos enseñarán a ver y apreciaren algunos de ellos, auténticas joyas.

Los más destacados

Es el caso del reloj que ocupa la portadade la Revista de éste trimestre. Es unaauténtica joya. Se trata de una pieza Luis

XV de origen francés y datado entre 1715-1774, con marquetería de boulle, que reposaen su propia ménsula de metal y concha detortuga. Posee todos los elementos caracte-rísticos de la época incluyendo la maquinaoriginal. Los laterales están acristalados, loque permite ver, desde diferentes ángulos losdistintos elementos, que componen el meca-nismo, como el escape de áncora… e incluso superfecto funcionamiento. La esfera es debronce dorado, con los números sobre es-malte blanco, (las horas en cobalto y los mi-nutos en negro), todos ellos en cartouch.

Está situado en un estratégico lu-gar de la Planta Conde de Ma-lladas, entre la Sala del Torito

y la entrada a la Sala de Lectura.Su ubicación cumple una doble fi-nalidad: por una parte es un espa-cio que le permite estar resguarda-do de los elementos que podríandañarlo, como la luz solar o las co-rrientes; y por otra, en el pasillo, muytransitado, los socios pueden admirarlo ydisfrutarlo siempre que lo deseen (1).

Otro de los destacados, descritopor Ontalva como “un gran reloj depared”, está situado en las Depen-

dencias Administrativas del Casino. Un JohnBennet de fabricación inglesa con sólo movi-miento (sin sonería) y con una máquina deexcelente calidad, realizado a finales del si-glo XIX. Lleva resorte y la cuerda que va delresorte al caracol es de tripa (en la actuali-dad son siempre sintéticas) y la máquina sedenomina defusada. Es del tipo de ojo de buey.“Un gran reloj, tanto por su tamaño, quees grande, como por su valor, que tam-bién lo es ”, concluyó el experto (2).

Yel siguiente es otro de pared,que está en Secretaría. Es unacuriosa pieza llamada de bitá-

cora de barco, fabricado por Girod, enla calle Postas, con sólo movimiento.Llama la atención por su original es-tructura metálica, poco habitual (3).Por último, en este grupo de “elegi-dos”, está este reloj de guarnición; un con-junto de principios del siglo XX de origenfrancés. Tiene máquina París, ocho días cuer-da, horas y medias, elaborado en bronce tar-

1

2

3

1

2

3

Page 2: Relojes en el Casino de Madrid El tiempo impasible...Casino de Madrid 37 ARTE y CULTURA Más de una treintena de relojes son testigos del paso del tiempo en las distintas estancias

dío, pulido y patinado. Se denomina de guar-nición porque va acompañado de dos cande-labros que hacen que el conjunto sea muchomás valioso. Este tipo de relojes se realizabanpara colocar sobre una chimenea, como asíestá, sobre una de mármol blanco, en el Sa-lón Neptuno, en la primera planta (4).

Un paseo por el Casino

Un paseo por el Casino le hará sorpren-derse, porque donde menos lo espere,un mágico instrumento le estará obser-

vando, mostrándole, desde su pasado, la me-jor de sus horas, la del presente. No sólo apor-tan la hora, que es lo suyo, además “hablan”de su época, lejana en muchos casos, y queellos han visto pasar ante sus manecillas. Tie-nen mucho que contar, aunque para ello espreciso escucharlos y comprender su lengua-je. Sólo requieren un poco de tiempo, acercar-se con curiosidad y prestarles una mínimaatención. Desde estas páginas, le daremos al-gunas claves para captar “eso que nos desean

transmitir” y que a veces está en algunosdetalles que podrían pasar desaperci-bidos.

Si lo desea, le invitamos a reali-zar un pequeño recorrido guia-do. ¿Nos acompaña? Empeza-

mos en la Planta Baja. Nada mássubir las escaleras de la puerta prin-

cipal de la calle Alcalá, entramos porla puerta lateral de la derecha. Tres pa-

sos y stop, porque es preciso girar 180grados y desandar uno de los pasos para po-

der observar el reloj que se encuentra, justosobre la puerta (5). Se trata de un reloj tipocartel, inspirado en el estilo Luis XV, concaja de madera dorada, montado por Eriken torno a 1940.

En el bar Las Estancias, ante un espejo quedevuelve la imagen de su hermosa damadesde otros ángulos y flanqueado por dos

colmillos de elefante, está este reloj francés desobremesa, de mediados del siglo XIX y delque tenemos constancia gráfica pues apareceen un grabado del Salón Alcalá al poco deinaugurarse el edificio en 1910 (6). La figuraestá realizada en bronce pavonado y el pie esmármol belga. Posee máquina París, horas ymedias (7 .

Al otro lado de la Rotonda, casi frenteal Salón Príncipe tenemos otro relojtipo cartel, de bronce dorado, con

ménsula, esfera de esmalte y sólo movimiento,fabricado por Herraiz en los años cuarenta ocincuenta. Y ahora, no se mueva. Justo des-de esa posición dirija la mirada al Patio.¿Bonito, verdad? Porque puede ver tam-bién, a través de los cristales, el reloj sito alfondo. ¡Los dos a la vez! Aquí se lo mostra-mos (8 . Después de este curioso enclave,podemos concentrarnos ya sólo en el Pa-tio, que atrapa la mirada por su espectacu-lar hermosura. Integrado en él, tenemos loque los franceses denominan un reloj de“d´ ediffice” (9 . Aunque la esfera, con nú-meros romanos, es típicamente española,(esto se sabe por su textura, la forma en có-mo está dibujada; el IIII está hecho de formaradial…), el cerco es de origen francés, enbronce dorado. Dado que encaja perfecta-mente en su ubicación, lo más probable es

38 Casino de Madrid

A R T E y C U L T U R A

El tiempo impasible

4

5

7

6

4

7

8

9

5

6

Page 3: Relojes en el Casino de Madrid El tiempo impasible...Casino de Madrid 37 ARTE y CULTURA Más de una treintena de relojes son testigos del paso del tiempo en las distintas estancias

39Casino de Madrid

que fuera concebido ex profesopara este lugar, cuando seconstruyó el edificio, a princi-pios de siglo XX.

Yahora nos dirigimos alSalón Príncipe .Cada reloj del Casino

tiene sus propias característi-cas y por éstas, ocupan luga-res concretos. El que está enEste Salón es un claro ejem-plo. Es de procedencia espa-ñola, de la prestigiosa casa Gi-rod, con caja metálica y biseles.Está en el techo, y es de los denomina-dos ojo de buey. Es colgante y además, de do-ble cara. La doble cara es muy útil en estaubicación, ya que permite que cuantas per-sonas acuden a las conferencias, u otros ac-tos, puedan ver la hora, independientementedel lugar en el que hayan tomado asiento, —incluidos quienes ofrecen las ponencias, quepueden controlar el tiempo de sus diserta-ciones—. Una abertura tapada en su parteinferior indica que en otra época fue de pén-dulo. Fue construido en torno a 1920.

Seguimos en la Planta Baja. En el pasillo,junto al primer ascensor está un reloj deantesala, de estilo inglés con caja de

caoba y esfera decorada con círculo horarioen bronce fundido y spandrels. Montado enlos años cuarenta o cincuenta por Erik, tienela firma de David Hugues, London. Podrá en-contrar varios como éste, o similares, en di-versas ubicaciones: al lado de otro de los as-censores, en la Primera Planta, en la Sala deJuntas (1 , o en el despacho del Presidente.

En la Sala de Billar, dos magníficos relo-jes se han convertido en los expertos deeste juego, pues han visto más caram-

bolas que ninguno de los jugadores que fre-cuenta la sala. Ambos son de origen inglés,de finales del siglo XIX y de la firma SirJohn Bennet (1 . Destaca por su peculiari-dad, del tipo Tavern Clock, con sólo movimien-to y caja de caoba; el de la derecha es de ti-po ojo de buey.

Primera Planta

Subimos a la PlantaPrincipal y en los Sa-lones Privados, pode-

mos encontrar varias pie-zas de sobremesa del tipobracket . Hay más demedia docena y con todaprobabilidad fueron ad-

quiridas en conjunto, puessus características son muy

parecidas, aunque en el fondode documentación de la sede ca-

sinista no existen textos que lo con-firmen. Son de origen español y fabricados amediados del siglo XX. Algunas de estas pie-zas están firmadas por David Hugues, London.

En nuestro paseo, veremos también varioscomo este reloj de antesala , de los co-múnmente denominados tipo abuelita, fa-

bricados en España en los años 40 y que aho-ra gozan de gran aceptación, pues, por sutamaño y sus diseño son adecuados paracualquier rincón. Además son piezas no de-masiado comunes, lo que contribuye a real-zar su valor. Encontraremos varias abuelitasen otras plantas. Algunas son más altas, otrasmás bajas, e incluso contamos con una —enla Planta de Secretaría— muy poco habitual,que además de horas y medias da también loscuartos.

En Secretaría

En esta planta topa-mos con algunosde los tipos descri-

tos anteriormente, perotambién con otros úni-cos, como éste de so-bremesa (15). Podríaser un reloj de caprichopara un entendido. Esde origen francés, fe-chado a finales XIX,con barómetro y una

En nuestro paseo,veremos varios

relojes deantesala, tipo

abuelita,fabricados enEspaña en losaños 40 y que

ahora gozan degran aceptación,

pues, por sutamaño y sus

diseño sonadecuados para

cualquier rincón.

8

10

9

11

10

11

12

13

14

15

Page 4: Relojes en el Casino de Madrid El tiempo impasible...Casino de Madrid 37 ARTE y CULTURA Más de una treintena de relojes son testigos del paso del tiempo en las distintas estancias

40 Casino de Madrid

esfera armillar, en bronce. A ambos lados delpie posee unas escalas en las que en su día te-nía unos pequeños termómetros, para tam-bién mostrar la temperatura ambiental. Laesfera del reloj permite ver parte de la ma-quinaria, que es de sólo movimiento.

En el despacho del Presidente, junto conun David Hugues, de antesala, de los yamencionados, hay dos de sobremesa. Am-

bos de origen francés (16). Uno de ellos es deprincipios del siglo XX, estilo Na-poleón III, de bronce dorado, cuyaesfera presenta los números encartouch (17). El otro es de finalesdel XIX, de mármol blanco conapliques de bronce dorado. Éste

tiene una curiosa particularidad. Esde escape visto por lo que es posiblever a través de la esfera parte de lamaquinaria y la marcha del reloj.

Conde Malladas

En esta Planta, de acceso exclu-sivo a socios, tras uno de ante-sala cuyas características son

similares a los ya descritos, tenemos,en el bar de socios un ojo de buey en-

tre espejos. Camino del Salón delTorito está otra pieza única

(18), de sobremesa, de mármolblanco, con máquina renovada

y cuyo origen estaría en los últimos añosdel siglo XIX.

De los denominados ojo de buey es posi-ble encontrar un buen número deejemplares. El de la Sala de Lectura

(19) llama la atención, pues gracias a unassencillas cadenas se ha integrado perfecta-mente en el espacio de uno de los arcos de laestancia. Se trata de un Girod que podríamosfechar a principios del siglo XX. De la mismaépoca y características similares es el que seencuentra en el Salón del Torito y también elde la Biblioteca (20). En la Planta CondeMalladas, no olvide recrearse en la auténticajoya del Casino. Pasará ante ella y merecemás de un minuto. Desde la concha de tortu-ga de carey (tonos rojos), hasta el movimien-to de la maquinaria, que puede verse desde laparte lateral. Cada detalle es en sí mismo, pu-ro arte.

¿Cómo observar un reloj?

El análisis se realiza “del todo, al detalle”.El primer examen es con la vista y deuna forma global. En este primer con-

tacto, y si lo hace un experto, ya puede de-ducir su época, origen, estilo, materiales...Se observa la máquina y la información queésta aporta. Si es París, Moretz, inglés, ale-mán…

En los de origen francés son frecuentes elbronce y los dorados, pues dominabanmuy bien el metal y los esmaltes. Los de

origen inglés suelen ser de madera porqueeran maestros de la ebanistería.

A R T E y C U L T U R A

El tiempo impasible

12

13

14

17

16

18

20

19

Page 5: Relojes en el Casino de Madrid El tiempo impasible...Casino de Madrid 37 ARTE y CULTURA Más de una treintena de relojes son testigos del paso del tiempo en las distintas estancias

41Casino de Madrid

Además, por los detalles se puede intuirla vida del reloj y como ésta lo ha tra-tado. Si ha sido cuidado y mimado o

todo lo contrario; expuesto a humedades, su-frido golpes…

El valor de un reloj puede medirse con undoble rasero. Por una parte está el delmercado, en el que un especialista puede

tasarlo, teniendo en cuenta una serie de pará-metros comunes entre los entendidos. Peroexiste otro valor, y éste va en función de laspreferencias y el gusto de cada persona. Eneste aspecto, nada se puede indicar. En casode realizar una adquisición, lo ideal es combi-nar ambas cuestiones, y así, además del valortasado, podrá también deleitar sus sentidos.

Detalles curiosos

Las esferas de los relojes antiguos suelentener, en todo el mundo, números roma-nos y el número cuatro se representa con

cuatro palitos, (IIII). La razón está en que losnúmeros son digitales, o sea, inspirados en losdedos y por ello para el 4 se usa el “IIII” y noel “IV”. Ésto es lo normal. Salvo… en los re-lojes de origen ruso, que sí utilizan el IV, envez de los cuatro palitos. También puede ocu-rrir que en España haya “algún despistado”,explica Ontalva, “pues tenemos una excep-ción muy cerca del Casino. El reloj de Banes-to, de la calle Alcalá. Cuando restauraron laesfera lo hicieron, a la rusa, de una forma muypoco ortodoxa, o sea con el “IV”, y aunque

supongo que habrá algún otro por ahí, éste elúnico caso que yo conozco”, comenta nuestroexperto, con humor.

Otro detalle. En los relojes, lo habituales que tengan la boquilla de remontage,(para darles cuerda), en la mitad in-

ferior de la esfera. Si el reloj tiene sólo unaboquilla, esto indica que no tiene sonería. Sitiene dos boquillas, significa que posee sone-ría; dará las campanadas correspondientes alas horas y una a las medias. Y por último, ypoco frecuente es que en la esfera haya tresorificios, como en este caso (21). Esto es por-que, además de sonar en las horas y en lasmedias, también lo hará en los cuartos. En elCasino tenemos uno de pie con una curiosi-dad: tiene la boquilla en la parte superior yademás en medio del doce (22). También esrelativamente frecuente quemuchos relojes que poseensonería dispongan de unmecanismo que permita si-lenciarlo cuando se desee.El reloj sigue marcandolas horas pero sin sonido.

En las esferas delos relojes,cuando los

números sonromanos, el 4

siempre es IIII,excepto en Rusia

dondecuriosamente,

sí utilizanel IV.

15 16

17

21

22

Page 6: Relojes en el Casino de Madrid El tiempo impasible...Casino de Madrid 37 ARTE y CULTURA Más de una treintena de relojes son testigos del paso del tiempo en las distintas estancias

42 Casino de Madrid

Historia del reloj

La preocupación por eltiempo es casi tan antiguacomo la misma humani-

dad. Los primeros relojes do-cumentados eran sencillos me-

canismos solares que se basabanen la sombra que el sol proyectaba en uncuadrante. Los arqueólogos descubrieronque los chinos los habían utilizado 3000 añosantes de Cristo. También los egipcios y losincas. El problema surgía por las noches o losdías nublados. De esta necesidad nacieronlas clepsidras, (reloj de agua) que consistía enun recipiente del que iba pasando el agua aun vaso graduado, que marcaba las horasconforme se iba llenando. La clepsidras seutilizaron en Babilonia, Egipto y más tardeen Grecia y en Roma. Los romanos llegarona usar este modelo de reloj en sus tribunalespara controlar el desarrollo de los juicios.Otro sistema era empleando velas marcadas.

Uno similar, fue el que uti-lizaban los chinos en am-bientes muy refinados, conbarritas de sándalo. La so-fisticación llegaba hasta talpunto, que elaboraban es-tas barritas con diferentesesencias, de tal forma, quepodían reconocer la horaque era, por el perfume delambiente en ese momento.

Sobre el siglo III denuestra era aparecióel famoso reloj de

arena, pero iban a pasarmuchos siglos hasta quehicieron su debut las ma-quinarias. Fue en el sigloVIII cuando el italianoPacifico construyó un re-loj accionado por contra-pesas, que ganaría efica-cia con el descubrimientode la Ley del Péndulo,

enunciada por Galileo Galilei hacia el 1600.Gracias a ésto, el matemático y físico holan-dés Christiaan Huygens logró armar el pri-mer reloj de péndulo en 1657, en uno de so-bremesa. Había pasado ya un siglo desdelos primeros a cuerda inventados en la ciu-dad alemana de Nüremberg, lo que permi-tía los portátiles. De esta época viene la fa-ma de Ginebra como célebre centrorelojero.

El desgaste de las piezas, fue un problemaque solucionó Nicolás Fatio en 1704,utilizando rubíes y zafiros como pivotes

de los mecanismos. La dureza de estas pie-dras redujo significativamente los errorespor frotación y desgaste, lo que supuso unamejora muy importante en la industria relo-jera.

Hoy en día, contamos con una inusualvariedad de tipos y calidades de relo-jes: artesanales, eléctricos, cronóme-

tros, despertadores, de pulsera, atómicos, di-gitales...

Relojes desde la terraza

Dada la excelente situación del Casino,sus socios pueden, además de disfru-tar de los relojes propios, hacerlo de

otros que tienen el valor añadido de ser em-blemáticos en la ciudad. Desde la terraza, lu-gar privilegiado tanto en las vistas nocturnascomo diurnas, es posible observar tres de losrelojes más singulares de la ciudad. Entreellos se encuentra el más famoso de todo elpaís. Así es. El reloj de la Puerta del Sol, quecumplió 140 años y desde 1916 es el encarga-do de despedir cada año y dar la bienvenidaal Nuevo.

También puede verse el de Telefónica.Situado a 90 metros de altura, iluminade rojo sus horas por la noche y apare-

A R T E y C U L T U R A

El tiempo impasible

18

19

20

Page 7: Relojes en el Casino de Madrid El tiempo impasible...Casino de Madrid 37 ARTE y CULTURA Más de una treintena de relojes son testigos del paso del tiempo en las distintas estancias

43Casino de Madrid

ce enmarcado en su propio edificio. Y no po-demos olvidar el mencionado reloj del BancoEspañol de Crédito, Banesto, por su peculia-ridad de tener el cuatro, a la rusa, con el IV envez del habitual IIII; aunque bien es cierto,que para captar este detalle desde La Terra-za del Casino hay que esmerarse mucho, yademás, gozar de una vista prodigiosa. Loque no es posible, aunque por poco, es vis-lumbrar el de Banco de España. Tendría quehacer un ejercicio de funambulismo, que noes en absoluto recomendable. La espectacu-lar postal de la calle Alcalá, es más que es-pléndida compensación.

Desde estas páginas, sólo nos queda su-gerirles, que disfruten de todos ellos.De los propios y los ajenos. Aquí es-

tán. Para informarnos de la hora; para “con-tarnos” cuanto estemos en disposición de es-cuchar y para deleitarnos con su presencia,siempre que lo deseemos. Alos relojes, “orgullosos de sutiempo”, no les gusta pasardesapercibidos, así que, ¡se-guro que estarán encantadoscon su interés!

Rosa Figueroa

Nuestro agradecimiento a Ángel Manuel García ya Juan José Ontalva por su desinteresada colabo-

ración y por compartir con la Revista del Casino sutiempo y sus vastos conocimientos. El socio Ángel

Manuel García, a la izquierda en la foto, es el due-ño de la clásica y tradicional relojería de la calle dela Sal, 2. Por su parte, Juan José Ontalva, nieto e

hijo de relojeros fue aprendiz a los 15 años en laprestigiosa y ya desaparecida relojería Anduaga ydesde entonces ha trabajado ininterrumpidamenteespecializándose en el arreglo y restauración de re-

lojes de estilo, época y colección. Por sus manos hanpasado relojes tan emblemáticos como el Billeter del

Congreso de los Diputados y ha pronunciado unsinfín de conferencias, la última de ellas en el Bri-

tish Museum de Londres.

Máquina París: Es un tipo de me-canismo que se fabricó mucho enlos siglos XVIII y XIX que gozade gran prestigio por sus buenosresultados. Sólo movimiento: Es una expre-sión muy común para indicar queun reloj sólo marca las horas, sinsonido.Sonería: Se dice de los relojes queposeen mecanismos para sonar.Habitualmente lo hacen a las ho-ras y a las medias aunque tam-bién, con mucha menos frecuen-cia, pueden tocar en los cuartos. Horas y medias: Término para in-dicar que el reloj marca y suenaen ese intervalo.En cartouch: Sistema francés,muy vistoso y apreciado, que con-siste en incorporar pequeñas pie-zas de cerámica u otro material,en la esfera, habitualmente los nú-meros.Ojo de buey: Tipo de reloj, redon-do, que recuerda a los instaladosen los barcos.

Bracket: Reloj de sobremesa, quepuede cambiarse de lugar; (algu-nos incluso tienen una o dos asaspara facilitar el traslado). Con guarnición: Reloj, concebidocomo un conjunto de varias pie-zas, que hacen juego. Normal-mente candelabros que se colocana ambos lados. Con frecuenciapensado para colocar sobre la chi-menea. Cartel: Reloj de pared de origenfrancés que suele tener caja debronce.Boquilla de remontage: Son losorificios en los que se introduce lallave para dar cuerda y suelen es-tar situados en la mitad inferior dela esfera.Defusada: Dícese de la máquinaque posee una pieza, cuya finali-dad es la de distribuir de formaigualitaria la tensión que produceel muelle real. Leonardo de Vincihizo bocetos sobre ella y sólo pue-de encontrarse en relojes muy pri-mitivos o de altísima calidad.

TÉRMINOS USUALES EN RELOJERÍA

21

22