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HABITAR - grupo de investigaciónDepartamento de proyectos arquitectónicos, UPC

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  • 3un inventario y, como tal, un repaso de la casa y una toma de conciencia de lo que es y de lo que contiene. Es el momento en el que los objetos y muebles tiles se acomodan al lado de aquellos que no lo son. La reunin de todos ellos, distinta en cada casa y en cada momento, tan slo se explica como prolongacin cotidiana de nosotros mismos. El hecho de que en ese momento no guarden ninguna jerarqua y de que no ocupen el espacio de la casa como lo haban hecho hasta entonces, hace ms evidente esta condicin. La mudanza, en este sentido, es un inventario objetivo, pero tambin un inventario de nuestra vida.

    En su obra titulada Autobiography, de 1980, Sol LeWitt fotografa y cataloga ms de mil imgenes de los objetos que llenan su apartamento neoyorquino antes de abandonarlo con destino a Florencia. Es una mudanza particular, en la que los objetos fotografiados anulan deliberadamente el vnculo que establecieron con el espacio domstico para agruparse temticamente en series de nueve imgenes, como si se embalasen en cajas por afinidad de su contenido, y no por su posicin en la casa. Son objetos heterogneos cuya nica relacin es el propio LeWitt. Tan slo l es capaz de reconstruir, a partir de las fotografas, la vida que deja atrs. Para cada uno de nosotros, como observadores, los objetos privados de su jerarqua son un material fascinante susceptible de recomponerse de acuerdo con nuestra propia experiencia.

    Cajas para una mudanza.

    Sol LeWitt. Pginas de Autobiography, 1980.

  • 5Cajas y ms cajas

    Otro ingrediente determinante es el hecho de que, en una mudanza, la casa, antes de vaciarse por completo, se llena temporalmente de objetos distintos; algunos reconocibles an y otros anulados a travs de cajas y embalajes. Esto es importante, ya que la casa est ocupada pero no est amueblada. Las cajas pueden dejar entrever parte de lo que contienen, pero son volmenes neutros que ocupan el espacio de otra manera, preparadas para iniciar el trasladado. No estn acomodadas contra las paredes, como lo suelen estar los muebles, dejando libre el espacio, sino que se colocan en el centro de las estancias y en los lugares de paso, listas para su expedicin, de modo que hacen incmodo su uso. No son muebles, aunque alguien pueda darles ese uso, como lo hace el protagonista de la novela de Paul Auster, El Palacio de la Luna (1989), con las cajas de libros que ha recibido en herencia y que constituyen todo su mobiliario, condenado a desaparecer gradualmente:

    "Me llev los libros, pero durante ao y medio no abr las cajas en donde estaban guardados. Mi propsito era convencer a mi to de que aceptara que se los devolviera y no quera que les pasara nada mientras tanto.

    Result que las cajas me fueron muy tiles en aquella situacin. El apartamento de la calle 112 no estaba amueblado, y en vez de despilfarrar

    El director cinematogrfico Pere Portabella fotografiado ante los muebles y objetos de la casa de Federico Garca Lorca, previamente embalados, sacados de la casa y guardados en un almacn. La accin fue filmada, dando lugar a una pieza documental titulada Mudanza (2008); una propuesta de Portabella cargada de intencin al mostrar el vaciado de la casa de La Huerta de San Vicente, Granada, ahora casamuseo Garca Lorca.

  • 7mis fondos en cosas que no quera ni poda permitirme, me dediqu a convertir las cajas en piezas de un mobiliario imaginario. Era algo parecido a hacer un rompecabezas: agrupar las cajas de cartn en configuraciones modulares, ponerlas en hilera, apilarlas una encima de otra, colocarlas una y otra vez hasta que al fin empezaron a parecer objetos domsticos. Un grupo de diecisis me sirvi de soporte para el colchn, otro grupo de doce se convirti en una mesa, otros de siete se convirtieron en sillas, uno de dos en cabecera. El efecto general era bastante monocromtico, con aquel sombro marrn claro en todas partes donde miraras, pero no pude por menos de sentirme orgulloso de mi inventiva. A mis amigos les pareci un poco raro, pero ya haban aprendido a esperar de m cosas raras. Imaginad la satisfaccin, les explicaba, de meterte en la cama y saber que tus sueos van a descansar sobre la literatura norteamericana del siglo XIX. Imaginad el placer de sentarte a comer con todo el Renacimiento escondido debajo de la comida. En realidad, yo no tena ni idea de qu libros haba en cada caja, pero en aquel entonces yo era fantstico inventando historias, y me gustaba el sonido de aquellas frases, aunque fuesen mentira [...]

    A medida que venda los libros, mi apartamento iba experimentando muchos cambios. Era inevitable, ya que cada vez que abra una

    Fotogramas de Memorias de frica, de Sydney Pollack (Estados Unidos, 1985).

  • 9nueva caja, simultneamente destrua un mueble. Mi cama qued desmantelada, mis sillas se fueron encogiendo hasta que desaparecieron, mi mesa de trabajo se atrofi hasta dejar un espacio vaco.

    El nuevo orden provisional que ofrecen las cajas supone una promesa y, en cierto modo, un proyecto. Las cajas apiladas y reunidas dan pie a imaginar nuevas situaciones; actan como muebles genricos que permiten improvisar una silla, un sof o una mesa sin las limitaciones de los muebles reales, incapaces de sustraerse a su aspecto y a sus dimensiones. La instalacin Stacked Hotel Rooms (1998-2002) de los artistas britnicos Sonya Hanney y Adam Dade consista precisamente en poner de manifiesto este estado intermedio del mobiliario entre la utilidad y el embalaje, dando lugar a una paradjica visin de la habitacin y de los muebles que contiene, empaquetados en una caja activada por nuestra imaginacin.

    Esta capacidad de poner en marcha la imaginacin, ligada probablemente a la afinidad que tienen las palabras caja y sorpresa, est esplndidamente relatada en la novela El siglo de las luces, de Alejo Carpentier (1962) en la que, a travs de las cajas, uno no se imagina ya otra casa, sino un paisaje entero:

    De da en da se haba ido edificando un laberinto de cajas dentro de la casa, donde cada cual tena su rincn, su piso, su nivel,

    Tres imgenes de Stacked Hotel Rooms (1998-2002), de los artistas britnicos Sonya Hanney y Adam Dade, localizadas en hoteles de Grecia, Gales e Inglaterra.

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    para aislarse o reunirse en conversacin en torno a un libro o a un artefacto de fsica que se haba puesto a funcionar, de pronto, de la manera ms inesperada. Haba como una rampa, un camino alpestre, que sala del quicio del saln, pasando por sobre un armario recostado, para subir a las Tres Cajas de Vajilla, puestas una sobre otra, desde las cuales poda contemplarse el paisaje de abajo, antes de ascender, por riscosos vericuetos de tablas rotas y listones parados a modo de cardos con algn clavo estirado como espina hasta la Gran Terraza, constituida por las Nueve Cajas de Muebles, que dejaban al expedicionario de nuca pegada a las vigas del techo.

    Como los personajes de la narracin, los nios son los grandes subvertidores de la casa. Al no estar todava mediatizados por el uso correcto de los objetos y los espacios, proponen maneras poco conformistas de utilizarlos. Su estatura les permite usar las mesas como casas o los taburetes como mesas; dar la vuelta literal y figuradamente a los objetos. El artista italiano Bruno Munari ejemplific esta actitud hace unos cuantos aos al agotar las posibilidades de uso de una butaca incmoda buscando la posicin en la que dejase de serlo, aunque es Jacques Tati quien encuentra esa posicin al invertir el asiento en la pelcula Mon Oncle (Francia, 1958).

    Bruno Munari, bsqueda de comodidad en una butaca incmoda, ca. 1950.

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    Y an otra particularidad ms de la mudanza. Con todos los objetos y enseres empaquetados, las cajas que los contienen son ya la anticipacin de la nueva casa; son, de hecho, el nexo de unin entre ambas situaciones. Despus del traslado, volvern a reunirse en el nuevo espacio para ser abiertas, en una escena muy parecida a la de partida. Por expresarlo de un modo visual, las fotos de la casa que dejamos, con las cajas listas para ser transportadas, y las de la nueva casa con las cajas recin llegadas son, probablemente, difciles de distinguir.

    Realmente cambiamos?

    A raz de esta ltima reflexin, es inevitable referirse a una cuestin implcita en toda mudanza: el aspecto que adoptan los espacios al ser habitados. En la nueva casa, al desplegar los muebles y objetos que llevamos con nosotros, los espacios acaban por asimilarse a los de la vieja casa. Con la disposicin de los muebles, volvemos a reproducir las estancias que antes ocupbamos, y esto permite preguntarnos qu hace distintos a unos espacios de otros o, incluso, hasta qu punto existe esa diferencia.

    Este es el caso del traslado del escritor y coleccionista Mario Praz de su casa en via Giulia al palazzo Primoli, ambos en Roma, tal y como se describe en su libro La casa de la vida (1960). Gracias al cambio de casa, aunque los muebles establezcan otra relacin con el fondo arquitectnico del nuevo

    Imgenes de la casa de Mario Praz en via Giulia y del palazzo Primoli respectivamente, extradas de La casa de la vida (1960).

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    hogar, las escenografas organizadas a partir de las agrupaciones de los muebles y los objetos de su coleccin permanecen iguales, dando la impresin de que no se hubiera mudado de casa. La casa de Mario Praz es en realidad su coleccin y sta, en cierto modo, su historia y su autobiografa. Las casas se acomodan a los objetos y no al revs, como en cierto modo ocurre en la casa de Sir John Soane en Lincolns Inn Fields, Londres (1792-1824).

    Algo comparable sucede con el arquitecto alemn Walter Gropius. En su exilio a los Estados Unidos (1937), transporta consigo los muebles que ha ido reuniendo a lo largo de su vida; piezas nicas o prototipos construidos en los talleres de la Bauhaus de Weimar y Dessau durante su perodo como profesor y director. La casa que levanta al ao siguiente para su familia se construye alrededor de estos muebles, como el fondo de las escenas domsticas que los completan. Ms que los muebles en s, Gropius parece estar transportando el modo de vida que ha contribuido a crear. Con ello, parece decirnos que la arquitectura puede substituirse, pero nuestros objetos no.

    Auto-mudanza

    La nueva casa puede mostrarnos obstinadamente que nada ha cambiado al disponer los muebles y enseres del mismo modo que en la casa de partida. Por el contrario, una misma casa puede transformarse

    Estudio en la casa Gropius (Lincoln, Massachussets, 1938) en el que se acomoda el escritorio construido por Marcel Breuer en los talleres de la Bauhaus, Dessau, para la casa del director.Imagen: Archivo Harvard

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    por completo tan slo mudando los muebles de sitio o cambindolos de habitacin. El escritor Georges Perec lo describe con gran sutileza en Especies de espacios (1974) de este modo: Pequeo problema. Cuando en una habitacin dada se cambia de sitio la cama, se puede decir que se cambia la habitacin, o qu? Para Perec, no es necesario un cambio de casa, basta con una mudanza interior.

    Incluso cuando el resultado de la transformacin sirve para reafirmar la disposicin inicial de los muebles, la auto-mudanza puede ser un proceso necesario para poner a prueba la capacidad de adaptacin de la estancia y del propio ocupante. Llevado al absurdo, es lo que parece deducirse del relato La Revolucin de Sawomir Mrozek (en La vida dificil, 1991):

    En mi habitacin la cama estaba aqu, el armario all y en medio la mesa. Hasta que esto me aburri. Puse entonces la cama all y el armario aqu. Durante un tiempo me sent animado por la novedad. Pero el aburrimiento acab por volver. Llegu a la conclusin de que el origen del aburrimiento era la mesa, o mejor dicho, su situacin central e inmutable. Traslad la mesa all y la cama en medio. El resultado fue inconformista. La novedad volvi a animarme, y mientras dur me conform con la incomodidad inconformista que haba causado. Pues sucedi que no poda dormir con la cara vuelta a la pared,

    Fotogramas de Martn Rosete, Revolucin, Espaa 2002.

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    lo que siempre haba sido mi posicin favorita. Pero al cabo de cierto tiempo, la novedad dej de ser tal y no qued ms que la incomodidad. As que puse la cama aqu y el armario en medio. Esta vez el cambio fue radical. Ya que un armario en medio de una habitacin es ms que inconformista. Es vanguardista. Pero al cabo de cierto tiempo Ah, si no fuera por ese cierto tiempo. Para ser breve, el armario en medio tambin dej de parecerme algo nuevo y extraordinario. Era necesario llevar a cabo una ruptura, tomar una decisin terminante. Si dentro de unos lmites determinados no es posible ningn cambio verdadero, entonces hay que traspasar dichos lmites. Cuando el inconformismo no es suficiente, cuando la vanguardia es ineficaz, hay que hacer una revolucin. Decid dormir en el armario. Cualquiera que haya intentado dormir en un armario, de pie, sabr que semejante incomodidad no permite dormir en absoluto, por no hablar de la hinchazn de pies y de los dolores de columna. S, esa era la decisin correcta. Un xito, una victoria total. Ya que esta vez, cierto tiempo tambin se mostr impotente. Al cabo de cierto tiempo, pues, no slo no llegu a acostumbrarme al cambio es decir, el cambio segua siendo un cambio, sino que al contrario, cada vez era ms consciente de ese cambio, pues el dolor aumentaba a medida que pasaba el tiempo.

    Imgenes del reportaje Material World, del fotgrafo Peter Menzel (1994).

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    De modo que todo habra ido perfectamente a no ser por mi capacidad de resistencia fsica, que result tener sus lmites. Una noche no aguant ms. Sal del armario y me met en la cama. Dorm tres das y tres noches de un tirn. Despus puse el armario junto a la pared y la mesa en medio, porque el armario en medio me molestaba. Ahora la cama est de nuevo aqu, el armario all y la mesa en medio. Y cuando me consume el aburrimiento, recuerdo los tiempos en que fui revolucionario.

    La auto-mudanza abre tambin nuevas oportunidades al uso de las piezas de la vivienda; un tema que ocupaba el episodio 6 de rehabitar: Fuera de lugar. Durante la mudanza, las cajas y muebles acumulados en el pasillo o en el recibidor activan la imaginacin, invitando a usar estos espacios de manera alternativa al de la simple entrada, paso o conexin. El hecho de vaciar un trastero o un vestidor puede ofrecer la oportunidad de ocupar estos pequeos mbitos con un mobiliario distinto, y acoger actividades como la de estudiar o dormir, desbloqueando as el uso de otras piezas de la casa, cuando sus posibilidades parecan agotadas.

    De hecho, algo parecido ocurre en el cortometraje Mudanzas que acompaa el episodio 9 de rehabitar. Una familia decide no cambiarse de casa despus de verse obligada, por situaciones ajenas a su voluntad, a pasar un da entero y una noche en su casa desmontada y ocupada por cajas. La manera distinta

    Imgenes de rodaje del cortometraje Mudanzas (2011), escrito y dirigido por Silvia Gonzlez La, sobre idea original del grupo Habitar.

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    de ver las estancias de la vivienda, el descubrimiento de las posibilidades de los espacios de paso o almacenamiento, y el cambio de actitud que en la familia comporta este proceso, les inducen a descubrir en su casa de siempre, una nueva casa; su casa futura.

    La auto-mudanza es quizs la manera ms econmica, fcil y reversible de transformar el espacio domstico. El mobiliario y el modo de ocupar las estancias son una alternativa a las reformas y una invitacin bsica a rehabitar la casa. Plantear nuestra prxima vivienda puede ser plantear el futuro de nuestra casa actual. Eventualmente, algn mueble puede quedar fuera de juego y podemos necesitar alguno ms. Sera una buena ocasin para que los das de recogida de mobiliario en desuso, que organizan semanalmente algunas ciudades como Barcelona, fuesen los das en que esos muebles cambian de casa. Los ciudadanos estn invitados a deshacerse de aquellos objetos que ya no utilizan, dejndolos frente al portal. De manera espontnea, otros aprovechan gran parte de este material abandonado y todava en buenas condiciones, para suplir alguno de sus muebles o aadir los que faltan.

    La diseadora danesa Mette Bak Andersen, a travs de la estrategia de diseo que ha denominado Forever, utiliza este material recogido de la calle o de contenedores como materia prima para sus productos, pensados para transmitir, a travs de actividades e instalaciones, una mayor consciencia del aprovechamiento. Estos

    Muebles y trastos viejos en un da de recogida, en Barcelona (2009).

    Montaje y mobiliario realizados a partir de materiales reciclados en la instalacin Barcelona Forever (2008), de Mette Bak Andersen.www.mettebakandersen.com

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    Fotogramas de Johanna Billing: Magic & Loss, 2005.

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    actos se centran principalmente en la reutilizacin de materiales y objetos encontrados, mostrando cmo es posible, con medios sencillos, modificar un mueble u otro objeto para adaptarse a una nueva vida.

    La mudanza en la ciudad

    La mudanza, en tanto que cambio de una casa a otra, acaba implicando a la ciudad. Las mudanzas suelen comportar una tasa especial por el uso del espacio pblico, cosa que algunas ciudades contemplan explcitamente, atestiguando as una vinculacin directa con la calle. Resulta sugestivo el episodio del traslado de los muebles entre las dos casas, la de origen y la de destino. Es un momento en el que la casa sale por la ventana y va ocupando la calle hasta que es cargada en el camin; un momento en el que la calle perece convertirse en un espacio del mbito domstico. Llama la atencin que la puerta por donde salen los enseres de la antigua casa sea generalmente la ventana y no la puerta; que se utilice una abertura de la fachada y no el portal, vinculando directamente la casa con la calle sin pasar por el edificio.

    Algunas ciudades como msterdam tienen especialmente bien resuelto este episodio, ya que lo estrecho de sus parcelas y lo angosto y empinado de sus escaleras impiden los traslados voluminosos. Sus fachadas, pensadas para subir bultos por ellas, incorporan en el ltimo piso unas vigas mviles para

    Imagenes de una mudanza mltiple en la pelcula de Wolfgang Becker: Good Bye, Lenin! (Alemania, 2003).

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    este acontecimiento. Un vdeo de la artista Johanna Billing presta atencin a este hecho al registrar unamudanza particular en una de esas casas. La vivienda se vaca y los objetos pierden el orden inicial que los vinculaba a un inquilino fallecido a medida que van ocupando la calle, en claro contraste con la accin metdica que se desarrolla al margen de las emociones.La ciudad es el simple escenario de los hechos.

    En algunas ciudades americanas, como Nueva York, la tradicin ha marcado el 1 de Mayo, Moving Day, como el da de las mudanzas. El tipo de contratos de arrendamiento y la obligatoriedad de comunicar con cierta antelacin los aumentos, acabaron coincidiendo con un da, el primero de mayo, para hacer mudanza. Grabados de poca recogen el movimiento de carros y vehculos de todo tipo acarreando muebles y enseres por las calles. Un hecho que acababa por conferir cierto aire extravagante a la ciudad, en el da que probablemente haba ms casas en la calle.

    Aunque tengamos constancia de que la ciudad est constituida por una reunin ordenada de casas, habitualmente slo las vemos y sabemos de ellas a travs de las ventanas. Sin embargo, en ocasiones como la mudanza, sbitamente la casa aparece en forma de bultos que nos recuerdan el colosal mundo interior que toda ciudad encierra. Un da en que parece que nuestros secretos se exponen en pblico durante un breve intervalo de tiempo, pasado el cual todo vuelve a la normalidad. Vuelve a casa.

    Da de mudanza en un barrio de reciente construccin en los Estados Unidos (1953). Imagen: U.S. State Department

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    Eplogo

    Si la arquitectura de la casa aporta un escenario neutro y estable, el mobiliario constituye el equipo que permite adaptar los espacios interiores a las necesidades fsicas, sociales y emotivas de los habitantes, poniendo incluso a prueba los lmites de la propia vivienda. El simple intercambio de muebles entre las piezas de una casa es un excelente ejercicio para comprobar hasta qu punto la casa se modifica sin necesidad de reformas. Cuando una compaa como Ikea se publicita con el lema Redecora tu vida, est incidiendo en esta capacidad de modificacin del espacio domstico a travs del mobiliario y el uso de las estancias, de modo que el habitante transforma la casa y se transforma con ella. As pues este episodio, aparentemente inofensivo, con poca carga arquitectnica, es tal vez el que mejor pone a prueba el rol del habitante para rehabitar su propia casa, dejando en sus manos el descubrir las posibilidades y los lmites de la transformacin.

    La mudanza implica habitar de nuevo, volver a habitar, reestrenar; volver a usar de la manera ms simple, desinhibida y verdadera, con la seguridad de que los espacios que habitamos, ms que someterse a reformas, deben reformar el modo de usarse, considerando el habitar como una actividad que contiene todos los usos de la arquitectura.

    Moving Day en Montreal, Quebec, ca. 1930. Imgenes: McCord Museum, Montreal

    Ilustracin del Moving Day en Nueva York (1859).Imagen: Harpers Weekly

  • La mudanza es un estado de nimo. Al hacer mudanza hacemos balance e inventario de la casa, pero tambin de nuestra vida. Ese estado de nimo y la forma que toman los muebles y objetos embalados, listos para su expedicin, son una promesa un proyecto, tanto de colonizar la nueva casa, como de organizar la vieja de manera distinta. La mudanza es la manera ms econmica, fcil y reversible de Rehabitar.

    rehabitarmudanzas [y 9]

    rehabitaren nueve episodios [1]habitaciones satlite [2]la calle [3]las plantas bajas [4]ms puertas [5]fuera de lugar [6]entrar por el balcn [7]abandono y oportunidad [8]mudanzas [y 9]